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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

TEMA:
UNIDAD II

ASIGNATURA:
Psicopatología I

ESTUDIANTE:
Jennifer E. Guzmán Javier

MATRICULA:
17-6169

FACILITADORA:
Karem González

SANTO DOMINGO DE GUZMAN


05 agosto 2019
A lo largo de la historia de la medicina ha quedado clara la necesidad de confeccionar
una clasificación de los trastornos mentales, pero siempre ha habido escaso acuerdo
sobre qué enfermedades deberían incluirse y sobre cuál sería el método óptimo para
su organización. Las muchas nomenclaturas que se han creado durante los últimos
dos milenios se han diferenciado en su distinto énfasis sobre la fenomenología,
etiología y curso, como rasgos definitorios. Algunos sistemas han incluido sólo unas
cuantas categorías diagnósticas; otros han incluido miles. Es más, la diversidad ha
diferido también en función de que su objetivo principal fuese clínico, de investigación
o estadístico. Debido a que la historia de la clasificación es demasiado extensa para ser
resumida aquí, nos ocuparemos únicamente de aquellos aspectos que han
conducido directamente al desarrollo del MANUAL DIAGNÓSTICO Y
ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES (DSM) y a las secciones de
«Trastornos mentales» en las diversas ediciones de la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE).

La evolución del DSM. Una breve historia del Manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales.

Una de las labores principales de la actividad científica es la


clasificación. Eysenck decía que uno de los problemas más graves de la psicología era
que había pasado demasiado rápida por el periodo de la clasificación y que los
psicólogos se habían puesto a investigar sin que todos estuvieran previamente de
acuerdo en una serie de categorías.

Clasificar es muy complicado y lo es más cuando lo que hay que clasificar no es algo
físico como pasa en la Psicología. A lo largo de la historia de la medicina ha quedado
clara la necesidad de confeccionar una clasificación de los trastornos mentales.
Esta clasificación sirve para:

 tener un lenguaje común entre profesionales.


 ahorrar tiempo diagnóstico
 elaborar protocolos de actuación clínica
 facilitar la investigación
 evaluar la historia natural de un trastorno determinado.
 comprender las causas y el desarrollo de los trastornos mentales.

DSM-I

El padre de la clasificación de los trastornos mentales fue Kraepelin que en su manual


de Psiquiatría consigue en 1899 elaborar un sistema para construir grupos de
pacientes con sintomatología homogénea que constituían un síndrome. Unos 50 años
después publican el DMS-I con unos criterios demasiado vagos y con baja
confiabilidad.

DSM-II

El DSM-II nace 15 años después. Supuso la novedad de aplicar el modelo médico a los
síndromes mentales haciendo clusters sintomáticos.

DSM-III

El DSM-III nace en 1980 con el objetivo de establecer criterios diagnósticos con base
empírica. Se produjo una evolución generalizada donde se reemplazó el modelo
psicoanalítico con base teórica de la enfermedad por el modelo descriptivo basado
en la evidencia.

DSM-IV
Aún así aún quedaban muchas deficiencias que pulir. El DSM-IV nace con la intención
de proporcionar una base empírica más sólida abreviando los criterios
diagnósticos y con una mayor claridad del lenguaje.

DSM-5

En 2013, lanzan el DSM-5, la versión más criticada por la comunidad de psiquiatras y


psicólogos. A raíz de esta publicación, el NIMH (national institute of mental health
EE.UU.) anunció que dejaría de utilizar el DSM y por tanto dejaría de investigar para
futuras versiones del manual.

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