como ACERCARSE A lAS ARTES,

lAS CIERCIAS, lAS HUfflAnlOADES

Financiera Nacional Azucarera, S.A.

México, 1981
1

Compilación Y edición· María L .

Cubierta: Jacqueline García u1sa Oteyza
Composición tipográfica Y formación: Redacta, S.Á.

©DR Financiera Nacional Azucarera, S.A.

Insurgentes Sur 716, México 12, D.F.

Impreso en México/ Printed in Mexico

 índice

Prólogo 7

LAS ARTES

la literatura Huberto Batis 13

la danza Alberto Dalla! 19
el cine Carlos Monsiváis 27
el teatro Héctor Azar 35
la pintura Juan García Ponce 41
la poesía José Emilio Pacheco 49
la música Manuel Enríquez 57
la arquitectura Carlos Contreras 63
la escultura urbana Angela Gurría 77
el dibujo E/vira Gascón 83
la fotografía Fernando Arcas 87
la creatividad Juan O 'Gorman 93
las artesanías Victoria Novelo 1O1
el arte moderno Ida Rodríguez Prampolini 111
la ciencia ficción I René Rebetez 117
la ciencia ficción 11 Roger Díaz de Cossío 127

[9]
 la creatividad
Juan O'Gorman

El panorama mundial de la plástica contemporánea se

significa por dos aspectos contradictorios, que dada la
naturaleza del fenómeno implican orientaciones diame-
tralmente opuestas. El artista de hoy sigue, consciente o
inconscientemente, lineamientos que determinan la tra-
yectoria en la producción de sus obras. En efecto, por
una parte los países socialistas (quizá con la excepción de
Cuba y Polonia) auspician y fomentan toda obra de arte
de propaganda que apoye la organización de la produc-
ción y distribución de la riqueza. El artista para poder
vivir de su trabajo tiene que hacer "arte" totalmente
inteligible a la masa popular y que silva como medio
directo de propaganda al Estado que maneja y dirige el
régimen de la propiedad colectiva de los medios de pro-
ducción. Para lograr esto, se ha impuesto el concepto de
que el realismo es la representación más o menos "foto-
gráfica" y mecánica · de la realidad visible, sacrificando de
esta manera la necesidad de la expresión individual del
artista. Este sacrificio de la expresión individual consti-
tuye la negación de la función más importante del arte
que es el placer estético. De ahí que el arte llamado
"r~alismo socialista", en casi todos los casos, no ha sido
mas que simple ilustración de hechos, anecdotario de
s~cesos O representaciones aburridas y estériles, muy infe-
riores a 10 que puede verse todos los d1as ., y a to d a h ora
en la naturaleza misma o bien refritos de la pintura Y
escultu , . ' .
ra academ1cas del siglo pasado.

[93]
 94

Por otra parte en los países capitalistas pero

todo en ]os Es tados Unidos de Norteaméric'a las sobr_e
.
c1ones . h erentes aJ regimen
1n , . d e la propiedad 'privad·
cond1 -
su etapa de dominio del capital ~?nopolista, supedit:'n
arte al mercado y a la promoc1on necesaria para m· 1
e;
. . 1 E
tenerlo como _ne_goc10 e mcre~e~tar o. sto ha producido
an-
un arte especializado de una ehte profesional ligada y
muchos casos bajo el control directo de los críticos y ~~
los . mercader~s de arte, que _~ tilizan una enorme maqui-
nana comercial y de promoc1on para impulsar la venta de
las obras. Esta maquinaria de comercio y promoción ha
llegado a dominar la producción del arte al grado de que
la calidad de la obra artística se mide en razón directa de
las cotizaciones de la ventas. En rigor, con este criterio
las pinturas prehistóricas de las Cuevas de Altamira y los
frescos de la Sixtina no tendrían ninguna calidad porque

' no pueden venderse. Como quiera que sea, este hecho y

estas condiciones han separado al artista de la masa popu-
lar no indoctrinada y que por su "incultura" está fuera
de la influencia del aparato de promoción.
Es muy importante asentar que esta corriente de
arte dominada por el mercado tiene como característica
casi constante la exclusión de todo vestigio de represen-
tación objetiva y que su concepto general consiste en "la
abstracción por la abstracción misma", concepto meta-
físico-idealista que ha llegado hasta la negación de todos
los valores racionales en la obra y en alguno~ casos al. ex-
tremo de negar la obra plástica en sí, com~ sunple º?Jeto
. ual · como es el caso de las últimas creaciones del ~1ntor
;~nt;na en las que su única intervención como artistade~
la de co;tar con una navaja ( en forma rectilínea) la tela ~-
.b. 30 o 40 de tales obras en una expos
cua d ro y ex h 1 1r . ,. 1966 Para
. , 1 u ·vcrsidad de Texas en ·
ción que organizo a ni · . d 1 t nómeno
explicar lo aparentemente incxp!Jcable e Alf:ed Barr,
artístico actual en los Estados Unidos, el Sr. y k ha
· . ) d, Nueva o r ,
Papa omnipotente del arte mo crn..o ,.en . , lo que es el
declarado : "Es una locura tratar de cxphcar
,,

,•:,::-:·,•:-:.-~~1. -·-- .•--·-·.

 97
arte de hoy. Cualquier objeto puede convertirse
, • , Al en arte
por Fiat . gunas veces por la palabra de un solo
hombre y lo que es. .arte hoy puede no serlo mañ ana ,, .
Gracias a estas con d iciones, el arquitecto Tony Smith d
nueva York, se convirtió en escultor por teléfon ' ~
haber ordenado una caja metálica de 6 pies por 6 ª
. d t ~ 1
°' .
pies
por 6 pies. e , amano, a a que dio el nombre de "Die"
t , y
a la que Jamas oco con su mano. Este cubo de lámina
de aluminio fue exhibido y vendido en una galería de
Nueva York como una obra importante del arte mo-
derno. Es también elocuente el hecho de que un mon-
tón de tabiques apilados en una obra o un andamio
metálico levantado por alguna compañía constructora
para colar concreto puedan convertirse en "maravillosas
esculturas" gracias a la declaración verbal de algún crítico
o escultor con la "autorización necesaria". Estos hechos
implican que es pasible realizar la obra de arte sin la
intetvención de la imaginación y sin voluntad de crea-
ción, es decir, sin que exista acto consciente, pues, como
dice el Sr. Barr, basta la palabra de una sola persona
H
"autorizada" para transformar mágicamente un semáforo
del tránsito o un poste del telégrafo en esculturas extra-
ordinarias.
Sólo puede explicarse este fenómeno, que se mani-
fiesta en dos orientaciones opuestas y en dos corrientes
contrarias en la plástica pictórica y escultórica de nuestra
época, como reflejo, en ambos casos, de las condiciones
sociales bajo las cuales se ha producido. Por una parte,
sólo se consideran los intereses de la colectividad y, por
la otra, sólo se mantienen como fundamentales los inte-
reses del individuo. Tal parece que estas formas sociales
opuestas han hecho posible la polarización de los ele-
mentos integrales que constituían lo que se conoce_ como
ex presión es té tic a y el arte ha acabado por con~e~t1rse en
aburrimiento optimista o en desesperación pes~is_ta. _En
el mejor de los casos se expresa co1no angustia, 1nd1ca-
dora del malestar en la cultura de nuestro tiempo. Cada
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día se hace más patente la condición angu t'

prevalece como principal razón de la producii~osa .que
rica y escultórica , que en el fondo de su fun ~,Picté)..
pre~iva sólo puede re~erirse a la posibilidad de u~~º:a~x-
trofe que puede ocurnr con la guerra atómica. as~
En el . arte, hoy por hoy, esta polarización se expresa
en _el. pnm~r caso_, desechando la realidad del munct~
subJetlvo_ ~ 1ncon~c~ente y en el segundo caso, eliminando
las cond1c1ones log1cas y conscientes del mundo objetivo
El hombre existe como humano gracias a una contra~
dicción inherente a su naturaleza; la conciencia y la
inconsciencia de su ser y cuando ha logrado expresar sus
anhelos vi tales ha creado obras de arte que participan de
estas dos realidades: la realidad objetiva del mundo que
nos rodea y la realidad subjetiva de su pasado pasional
interno. En cambio, cuando la obra de arte no participa
de ambas condiciones o no logra poner en armonía estos
dos términos de la contradicción humana, no logra ex-
presar "los anhelos de la humanidad" y se queda tan sólo
en el terreno más o menos estéril de lo "objetivo por lo
objetivo" o de lo "subjetivo por lo subjetivo", si~ reali-
zar un arte de verdadera calidad humana, es decir, para
todos. .
· Dentro del pensamiento dialéctico, podemos. c?nsi-
derar al capitalismo actual como la tesis y al sociahsmo
como la antítesis, pero para que el hombre _pueda so~;;
· · será necesario que se llegue a producir una fo
vivir , · de dicha
, . 1 que sea la síntesis de ambos tenn1nos
socia . . . . demos esperar
contradicción y sólo así, a ~1 Ju1c10, ~o . dividtial.
una cultura y un arte humanista, colectivo e 1~ .. ' t b
· l· que man1hes e
consciente e inconsc1en te a a vez,
armonía entre todos los ho111 bres. . rf · •ntes
Esto no quiere decir que dc.1c de ha bcr . l__l t;f~a li·
., .· . oor el contrano,
f armas de expres1on sino inu y t - . , ., bito de sus
·, - ~d ~ abarcar todo d arn · ·
bertad de expres1on puc e · . .• : , expresivo
ibilidades desde el rcahsn10 n1'1s . de un
enormes pos . , . 'ás lógica . dentro del abanico
hasta la abstracc1on rn '
 99

ectro que vaya, desde el infrarrojo hasta el ultra-

esp .
•aleta pero que siempre se man t enga en 1a zona lumi-
~~sa de las necesidades vitales humanas. El arte_ despo-
jado de los lastres de 1~ . propaga?da y el neg~c10, que
!sa l
hoy lo tienen a su serv1c10, podra ser tan preciso o tan
ld 0 absurdo, tan representativo o tan abstracto como se
:do quiera, pero deberá setvir como medio de expresión de
Vo, una meta, que es la de ayudar al hombre en su lucha
ra. permanente por mejorar las condiciones de vida de la
la especie humana.
Us Creo que, hoy más que nunca, el artista necesita
de tener amor a la humanidad en el presente y fe en el
le
futuro del hombre.
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o
 el arte moderno
Id a Rodrí guez Prampolini

Desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, el hombre mo-

derno fue liquidando lentamente el concepto divin o de la
existencia y se colocó en el cen tro del universo.
En lugar de sentirse dependiente de una gran incógnita
que había contestado y resuelto de las más diversas
maneras, rompió sus ligas a lo largo de los siglos con lo
trascendente y se instaló en una autonomía to tal y en una co-
munid ad fonnada por individuos cada vez más ansiosos por
destacar su personalidad , su originalidad, su subjetividad .
Simultán eamente a este aparecer del individuo nace ese
concepto nuevo en la edad moderna : la libertad.
Se alcanza y se lucha por la libertad religiosa, por la
libertad política, por la libertad social y económica en el
más amplio sentid o del ténnin o.
Y no es casual que el conocimiento, las diversas ramas
del saber, la cultura en general también se liberen, se
individualizen y separen. Surgen las diversas ramas del
conocimiento, separadas cada vez más una de la otra. Se
llega así a la especialización.
, Por med io de un proceso racional, pues es la razón el
~rma que va a seccionar la cultura comienzan a surgir
Odas las manifes taciones humanas se~aradas unas de o tras.
Sitbt::~--<1 : 1~1!°ffa , que era la base sobre la cual _se_;ipoyaba el
s ' s solo una rama aislad a, cad a vez mas moperante.
S::i~I~ ;:Pcchilidadcs (;omo Ju econo mía , la historia, la
g ' la antropolog ía y sus diversas rJnHlS con la

11111
 112

ciencia y la técnica que las apoyan; dentro d

artística aparece un nuevo concepto producto de :a esfera
la estética. e a razón:
Los artistas, los hombres creadores de símbolos 'l'
en otro tiempo para una sociedad entera t v~ Idos
necesi·ct a d d e expresarse, necesi·d ad de crear y no
' teeniencto
.
. . ' n1enct 0
ya a quien servir se entregan a adorar esa nueva dios
la razón les _presenta : la estética. ª que
En todas las épocas, la necesidad de expresión artísr
1
inh~rente al hombre está apoyada en la filosofía de ~:
sociedad en que se produce y así lo ha estado el art
producido -en los últimos cien años. Es decir, el arte sirve:
la ideología de la sociedad capitalista en que vivimos.
Cuando el pintor medieval pintaba una Madona no
estaba pintando una obra de arte sino una Madona.
Todavía Fray Angélico pintaba de rodillas porque
estaba orando.
En el siglo XIX un artista que pinta unas flores o una
naturaleza muerta o un paisaje, quiere pintar un bello
cuadro. Su visión está encerrada en los cuatro lados de un
lienzo o en un trozo de mármol y su preocupación gira en
torno a problemas puramente formalistas y estéticos.
El artista quedó convertido en el sacerdote laico de la
religión estética, y en función de ella y para su propia
satisfacción, trabaja.
Así, la historia del arte de los últimos cien años y algo
más es, y no casualmente, .la búsqueda en la libertad
absoluta de la estética. La búsqueda y la solución de
problemas puramente plásticos. .
Si el arte ha sido siempre una expresión, med1ant~
símbolos de los intereses espirituales de una sociedad, e
'
arte contemporáneo es producto de la soc1eda · d de con-
sumo en que, querámoslo o no, estamos inmersos. . ,
El llamado artista, desde mitad del siglo XIX conqut~~~
la libertad absoluta de creación y ha producido una_se os
de modalidades que ~e _conocen co? el n~mbre ~ed:;n-
desde el primer mov1m1ento que dio el grito de tn
 115

dencia de la Academia Francesa : el imp~esioni~m~. A este

ismo siguieron muchos otros, el neo-1mpres1on1smo, el
fauvismo, el cubismo, el expresionismo, el abstraccionismo
geométrico o lírico, el surrealismo, el orfism?, el realismo,
el neo-realismo y muchos otros. Todos estos 1smos crearon
el lenguaje formal del siglo XX que corresponde, en
realidad, al cambiante fluir de las modas que fomenta la
sociedad de consumo; que acabó por introducir el arte al
mismo círculo del mundo del comercio. Es decir, la
sociedad "carnívora" convirtió la producción de los
creadores en mercancía.
Por esto, en la actualidad la obra de arte de be verse,
juzgarse y gustarse como se hace al acercarnos al amplio
universo de las mercaderías, con la mayor libertad para
escoger lo que nos sirva y nos guste.
Desde luego, podrá gustar más y entender más aquel
espectador que tenga una mayor educación del gusto, la
sensibilidad y el conocimiento de la historia del arte.
La situación del arte convertido en mercancía, es el
producto de la ideología burguesa que, como ya lo vio con
claridad Marx, es por su misma estructura, adversa al arte.
Sólo en una sociedad socializada donde no tenga
cabida la manipulación comercial de los artistas éstos
podrán volver a ocupar un lugar digno al servicio' de su
sociedad. Hoy por hoy, esto no es posible.