D O M I N O Y A L G O M A S ( 426 ) La/s firme/s

Ignacio Zaibert H.

Desde la ciudad de México, México, me escribe Emilio Acevedo así:

“Distinguido Don Ignacio:
Primero que nada mis saludos y respetos. En segundo lugar le agradezco que me
ilustre sobre la siguiente situación:
En un momento de la partida me correspondía jugar, en una de las puntas del
dominó había un uno y en la otra punta había un seis. A mi me quedaban cuatro
fichas, las tres últimas del palo seis, 6/1, 6/2 y 6/4 y la cuarta era el 4/5.
Con el 1/6 cuadré a seis y me tocó jugar nuevamente. Y es aquí donde se me
presenta la duda: ¿Cuál seis debo jugar, el 6/2 o el 6/4?
En la Peña de Dominó donde juego, unos dicen una cosa y otros dicen lo contrario,
pero ni los unos ni los otros aportan explicaciones. Le agradezco su opinión al
respecto.
Emilio Acevedo”
Veamos:
PRIMERO: Algunas Consideraciones.
Si bien es cierto que la duda de Emilio es compartida por muchos, son pocos los
que tratan de disipar esa duda, de ir al fondo, de conocer el ¿por que? y el ¿para
que?
La duda expresada por Emilio en su correo es resuelta por lo general al “boleo”, al
“cara o sello”, sin saber por que ni para que.
A continuación trataremos el tema, indicando para empezar que en situaciones en
que al jugador en turno le quedan cuatro fichas, las tres últimas de un “palo” y la
cuarta de un “palo” distinto, superior al “palo” de las tres fichas, lo recomendable es
salir de dicha ficha, sobre todo si es una ficha doble.
SEGUNDO: Origen de la duda.
La duda se origina principalmente por el desconocimiento de la Doctrina y cierto
desapego de la Lógica.
La Doctrina y la Lógica están y deben estar presentes en todas las instancias e
incidencias del juego.
En tal sentido recuérdese que el Principio atinente al “Tiempo de la Jugada” tiene
vigencia y aplicación a todo lo largo del desarrollo de la “mano”.
TERCERO: El Principio atinente al “Tiempo de la Jugada”.
Tal y como se dijo, el Principio es aplicable en todas las jugadas, en todos los casos.
Vale decir:
Si un jugador coloca en su primera jugada un tres “sin pensada previa” significa que
(más allá de que no tiene más fichas del “palo” que castiga) tiene fuerza e interés
en dicho “palo”, y si luego, más adelante insiste con el tres, también “sin pensada
previa”, y al final de la “mano” le queda una sola ficha, se debe inferir que dicha ficha
tiene en uno de sus cuadrantes el “palo” tres.
Si, por el contrario, el jugador coloca en su primera jugada un tres “con pensada
previa” significa que (más allá de que tiene más fichas del “palo” que castiga) no
tiene fuerza ni interés en dicho “palo”, y si luego, más adelante insiste con el tres,
también “con pensada previa”, y al final de la “mano” le queda una sola ficha, se
debe inferir que lo más probable es que no sea del “palo” tres.
El Principio aquí comentado, mediante el buen uso de las jugadas “con pensada
previa” y “sin pensada previa”, permite informar sobre lo que se tiene y no se tiene.
CUARTO: El caso concreto.
Emilio indica en su correo que luego de “cuadrar” con el 1/6 a seis, queda en
posesión de las dos últimas fichas del “palo” seis, el 6/2 y el 6/4, y es entonces que
se le presenta la duda, cual de esas fichas debería jugar.
La ficha que debería colocar es el 6/4, de conformidad al Principio atinente a “Indicar
lo que se tiene”, a fin de informar que su tercera ficha es del “palo” cuatro.
En el entendido que, y por vía de excepción que, esa no sería la jugada correcta en
caso de que el jugador en turno supiese que el jugador contrario siguiente pudiere
jugar con comodidad sobre el “palo” cuatro y crear dificultades (obviamente tal
conocimiento solo sería posible de conocer el jugador en turno la ubicación de las
fichas no jugadas). En tal supuesto la jugada correcta sería la colocación del 6/2.
QUINTO: Conclusión.
Por todo lo antes señalado, en situaciones ordinarias y con base al Principio atinente
al “Tiempo de la Jugada” y el atinente a “Indicar lo que se tiene” la ficha que debe
colocar Emilio, luego del “cuadro” a seis y el “pase” de los tres jugadores, es el 6/4.