Reflexión: Para los profesionistas que desempeñan la actividad de la

docencia.

Uno de los problemas actuales que se debe analizar es la profesionalización

docente que fortalezca el trabajo pedagógico. Cuando escuchamos que es
necesario revisar nuestra formación pedagógica para que los procesos para
enseñar y aprender sean los adecuados encontramos que la resistencia a
cualquier cambio limita el proceso formativo permanente que pudiera mejorar
lo que continuamente increpamos.

Uno de las acciones más importantes que se tienen que realizar de inicio en
este nuevo proceso al que se incorporan las “competencias pedagógicas
para el aprendizaje” es la de sentirnos seres humanos con necesidad de
actualizar continuamente nuestro rol para desarrollar y vivenciar nuestra
profesión adecuadamente con otros seres humanos en un espacio de
convivencia académica, con y a pesar de la cotidianidad, con y a pesar de la
rutina que se manifiesta en la reproducción del currículum, con y a pesar de
las mismas necesidades personales en armonía y reconocimiento y encuentro
de sí mismo y de los otros, aceptando que también nos equivocamos y
necesitamos fortalecer el aprendizaje mutuo con todos los agentes
educativos. He aquí la necesidad de que el profesional de la educación se
defina, incorpore y fortalezca su propio proceso de formación permanente.

Es importante tomar en cuenta que la puesta en marcha de reformas

educativas van generando nuevas formas de abordar el proceso enseñanza –
aprendizaje, de la comprensión de lo que hacemos en el aula y del proceso
que seguimos para desarrollarlo, cuestiones que inevitablemente nos hacen
recurrir a nuestras propias experiencias de aprendizaje a lo largo de nuestra
formación individual y que nos deben llevar a preguntarnos ¿qué formación
pedagógica recibí?, ¿qué proceso pedagógico utilizo al desarrollar mi clase?,
¿cómo me preparo para convertirme en el profesional educativo competente
en el espacio en que me desempeño actualmente? Y como la formación
académica no es solo cuestión de actitud, hay que entrar a este espacio en el
que se trabaja en torno al análisis de cuestiones teóricas, conceptuales pero
ligadas a la práctica en la que nuestro actuar y formación deben reflejarse en
nuestro contexto de trabajo para compartir y retroalimentar lo que de este

Universidad del Estado de Michoacán/ Maestría: Competencias Pedagógicas para la Acción Educativa.
Matricula: 151381/ Gerardo Arriaga Bastida. /2016
análisis reflexivo surge como propuesta en la acción educativa del proceso de
enseñanza-aprendizaje.

La función pedagógica de las escuelas ha ido cambiando y seguirá

cambiando en virtud de las necesidades de la transformación de la
configuración social en la que vivimos, ello porque en las instituciones
escolares no puede seguirse cumpliendo solo con la función prioritaria de
transmitir información, acción que se ha dejado en manos de los docentes
que laboran en las instituciones. A diferencia de épocas anteriores, el trabajo
pedagógico debe cumplir con una función más sutil y compleja: provocar la
reconstrucción de conocimientos que pueda ser útil en los contextos sociales y
educativos, compromiso que se deja en manos de quien promueve la
práctica pedagógica: los docentes.

Actualmente existen canales mucho más poderosos y complejos por los que
nuestros alumnos adquieren información, paralela o previa a la estancia en la
escuela por lo que información y pensamiento se contraponen y el rol del
docente tiene que revalorarse y reajustarse continuamente a las necesidades
propias de estos factores escolares internos y externos; conceptos como
docente mediador, facilitador, socializador de conocimiento, etc., proliferan
en la literatura didáctica actual pues aún no se han interiorizado entre los
docentes. Debe traerse a debate el análisis de todo ello para asumir nuestra
posición como mediadores en el proceso pedagógico en la idea de producir
en nuestros alumnos el análisis del conocimiento, eliminando los prejuicios,
mitos, errores e insuficiencias que se van adquiriendo continuamente,
ofreciéndoles una serie de elementos para la vida desde el tratamiento
pedagógico, brindando alternativas que le permitan trabajar y procesar
cognitivamente los problemas y desarrollar actitudes y valores.

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