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ve/preparacion-suelos-venezuela-ing-agr-jesus-m-pena/
Por ser la preparación de suelos una operación costosa, un exceso en ella destruye las condiciones favorables
del suelo, coloca un banco de semillas dañinas a los 8 a 10 cm del suelo, disminuye los beneficios económicos,
promueve la emergencia de plantas dañinas al inicio de las lluvias, necesitándose un alto y variado uso de
herbicidas. Es indudable que en Venezuela predomina la cultura de ver el suelo limpio desnudo al momento de
la siembra. Al usar un implemento de labranza debe hacerse una evaluación de suelos, estudiando los perfiles
del mismo, sus características y el impacto que causará la máquina.
La incorporación de residuos, el mejoramiento de la estructura del suelo, el mejoramiento de la infiltración, el
drenaje interno no solamente se logra labrando el suelo; sino que utilizando las prácticas agronómicas como el
agobio de malezas, rotar cultivos con diferentes características, labranzas reducidas en el hilo de siembra ; se
obtiene también el objetivo planteado de establecer condiciones deseables para la germinación, emergencia y
establecimiento de plantas cultivadas.
Los objetivos de la preparación de suelos, en la nueva concepción agrícola son los siguientes:
1. Preservar las características físicas, químicas y biológicas del suelo.
2. Permitir condiciones estables de productividad en la sucesión de uso de implementos.
3. Manejar de forma integrada plantas dañinas, insectos-plaga y enfermedades.
4. Establecer condiciones deseables para lograr el desarrollo de plantas cultivadas.
5.- Utilizar eficientemente las fuentes de energía y potencia.
Estos objetivos se logran mediante manejo adecuado de la relación suelo- maquinas cultivo, interrelaciones de
conocimientos sobre alelopatía, sinergismo, antagonismo, convivencia y control, rotaciones de cultivos
adecuadas , evaluaciones de emergencia de plantas, enraizamiento, drenaje; uso del agua, fertilidad, aireación ,
asociaciones , productividad en los sistemas de máquinas, mantenimiento, seguridad, ergonomía y gestión de la
calidad.
La preparación de suelos llamada también labranza es un proceso dinámico de manipulación física, química y
biológica del suelo; utilizando aditamentos mecánicos, agobio y corte de plantas indeseables, rotaciones de
cultivos e incorporando al suelo restos de cosecha.
La labranza convencional se refiere al método de preparación de suelos que tradicionalmente se realiza
mediante la utilización de implementos tradicionales como arados, rastras, subsolado, cultivadoras o
combinación de ellos.
La labranza mínima consiste en disminuir el número de pases o implementos tradicionales lo cual permite
bajar costos, impactar menos el ambiente, gerenciar el tiempo.
La labranza reducida implica labrar sólo una parte del área del suelo donde vamos a sembrar; como por
ejemplo labrar solo el área de aprovechamiento de raíces de un determinado cultivo.
La siembra directa se refiere al uso de la sembradora fertilizadora, labrando solamente la parte donde es
colocada la semilla y el fertilizante. En el caso del arroz los asiáticos llaman siembra directa al sistema de
trasplante manual o por máquina.
Labranza cero o cero labranza es la no utilización de implementos mecánicos en la siembra.
Algunos autores la clasifican la labranza convencional en 1) labranza profunda, llamada “labranza primaria”, es
decir cuando trabajamos el suelo con los implementos a profundidades mayores a 15-20 cm 2) labranza
superficial o “secundaria” cuando el equipo utilizado solo “rompe o mulle” en profundidad del suelo menor de
15 cm..
Algunos libros destacan por ejemplo que el objetivo del arado de discos es “voltear el suelo” o que la rastra
“pulveriza y destruye malezas”. En el nuevo enfoque por ejemplo un arado de discos si persigue mejorar las
condiciones de aireación de un suelo compactado, volteando el prisma de suelo antes de iniciar un sistema de
labranza reducida, se puede considerar que está cumpliendo en este caso el objetivo de un implemento que
ayudará a la labranza conservacionista, ya que se está utilizando una sola vez en la rotación a largo plazo con
los fines planteados.
En la región suelos de los llanos occidentales de Venezuela predominan lluvias intensas y de alta frecuencia,
existe un manejo intensivo de implementos causantes de compactación y sellado. Por ello que debemos cuidar
la efectividad de las operaciones de labranza y mecanización en condiciones de diversidad suelos, tamaño de
lotes y movilidad en las fincas. Se recomiendan entonces sistemas de labranza adecuados para evitar la
formación de sellos superficiales, el encostramiento, la compactación, la alta pulverización y pérdida de
estructura, degradación biológica, disminución de la efectividad en el uso de fertilizantes, erosión hídrica y
eólica, contaminación y reducción de la capa vegetal.
En los sistemas de siembra convencional con rotaciones del maíz en los llanos occidentales se han
determinado impactos negativos sobre la compactación de los suelos, determinándose formaciones de capa
compactada con espesores entre 3 y 8 cm, altas densidades aparentes, los cuales limitan el crecimiento de
raíces, la movilidad de los nutrimentos entre otros aspectos.
También fueron evaluados los sistemas de labranza reducida mediante siembra directa en los llanos,
demostrándose que la siembra directa tuvo ventajas en rendimientos, menores costos y menor impacto
ambiental, comparándola con el sistema convencional, en los cultivos de maíz y sus rotaciones con algodón,
soya, ajonjolí, sorgo, girasol, caraotas, frijol. Los resultados han sido publicados en los cursos sobre maíz
coordinados por ASOPORTUGUESA, en los congresos de suelos, en los festivales de maíz, en Jornadas
Agronómicas, en la revista UNELLEZ Ciencia y Tecnología, Revistas científicas de la UCLA, UCV, INIA, en
Congresos de Ingeniería Agrícola entre otros. El Ingeniero Bragachini, líder de la agricultura de precisión en
Argentina, con motivo de sus visitas a Venezuela, mencionó que Venezuela tiene experiencia y buenos
resultados en los métodos de labranzas conservacionistas.
El suscrito y colaboradores evaluó a través del Fonaiap, el método de cero labranza en arroz en suelos
arroceros de Soledad de Armo y se comparó con el sistema de labranza en fangueo, durante los años
1994,1995 y 1996 resultados citados en El libro “el cultivo de arroz en Venezuela” editado por INIA en el año
2004; mostrándose la ventaja de la labranza cero por un mayor rendimiento en grano seco, mayor aporte de
biomasa del arroz, mayor altura de planta, mayor relación costo beneficio. El trabajo citado muestra que el
batido afectó las propiedades del suelo con alta concentración de sales en los primeros cinco centímetros del
suelo, alta concentración de P en los primeros diez centímetros del suelo, alta densidad aparente del suelo a la
profundidad de diez centímetros afectando la profundidad de raíces, baja actividad biológica en el perfil de
suelo arrocero, escasa capa arable, altos costos de mecanización. Se ha venido recomendando la siembra
directa mediante el uso de sembradoras modernas o en todo caso labranzas mínimas con implementos livianos,
previa evaluación del perfil del suelo y con la debida asesoría técnica.
Muchos agricultores con tecnología de punta en Turen, El Playón, Moritas, Piedemonte (Portuguesa); Barinas,
Cojedes, Guárico, Anzoátegui, Bolívar están utilizando esta técnica de labranzas mínimas con excelentes
resultados. Debemos apoyarlos, evaluar en campo sus ventajas y solucionar sus desventajas.
Para lograr el cambio de paradigma y establecer estos nuevos enfoques, se requiere el diálogo o mejor dicho
consenso. Mediante reuniones y la discusión de nuevos marcos metodológicos entre el gobierno (Ministro de
agricultura y Comisiones técnicas, ministros de la economía), las Asociaciones de Productores tanto de
pequeños como de grandes productores, las empresas de producción ensamblaje e importación de maquinaria,
empresas de mecanización oficial como el Mecanizado Pedro Camejo. Ello permitiría hacer un verdadero plan
de siembra, que no se logra mostrando el número de hectáreas sembradas y la producción de grano para
abastecer al país y exportar, sino la programación a largo plazo de uso de tecnologías modernas como lo están
haciendo países desarrollados y en vías de desarrollo. En el área de mecanización y manejo de suelos se
recomienda: el uso de sembradoras especializadas de granos grandes y pequeños, rotativas de aspas y
distribuidoras de restos de cosecha e incorporadoras de barbecho, aditamentos de distribución de residuos en
cosechadoras, fertilizadoras especializadas, aditamentos de sembradoras eficaces y adaptadas a los suelos
venezolanos, rastras livianas adaptadas a la agricultura de montañas, utensilios de mecanización para pequeños
agricultores y otros implementos de agricultura de precisión. En estas reuniones se debe: consultar y
diagnosticar para autorizar y facilitar la importación de máquinas y gerenciar para que empresas cercanas
brasileñas y argentinas se instalen en el país mediante convenios. Garantizar a los gremios agrícolas los
recursos y apoyo para que actualicen su parque de maquinaria bajo ese nuevo enfoque. Cambiar la filosofía de
preparación de suelos por parte de las Asociaciones de Productores. Diseñar un proyecto nacional de
mecanización y máquinas para pequeños agricultores, con el apoyo e investigación de universidades, e
instituciones oficiales y privadas. Ello permite apoyar a los agricultores, cambiar los conceptos de preparación
de suelos, ahorrar grandes divisas, dar valor agregado, exportar equipos y alimentos y en general mejorar el
nivel de vida del país.
Ing Agr Jesús M Peña B
Mecanización y manejo de suelos
http://www.fao.org/3/a-i5249s.pdf
Preparación de suelos (Labranza Mínima) Desarrollo de contenido Introducción: Los granos básicos representan
una de las fuentes importantes de proteína y energía para el organismo. En Nicaragua son cultivados
principalmente por agricultores familiares quienes destinan la producción básicamente para el consumo
familiar, algunos excedentes para abastecer los mercados locales del país y en menor proporción a la
exportación hacia países de Centro América. En la preparación de suelos para la siembra, algunos agricultores
todavía realizan prácticas poco amigables con el medio ambiente como la roturación excesiva de suelos, que
facilita la erosión provocada por el viento y la escorrentía. Esto exige un replanteamiento a las prácticas que se
han venido implementando hasta la fecha, para ello se dispone de sistemas de labranza reducida (mínima) y
labranza con la utilización de equipos que disminuyen la remoción o movimiento de suelo, que son una
alternativa eficaz que evita la erosión y pérdida de la humedad de los suelos. Labranza mínima: Es una práctica
o técnica de preparación de suelo con el mínimo laboreo indispensable para lograr una correcta implantación del
cultivo, como por ejemplo la siembra directa al espeque para la producción de granos básicos. Labranza de
conservación Es una técnica de cultivo realizada por pequeños agricultores en la que no necesitan arar las
parcelas, debido a que se utilizan otros equipos para la siembra como por ejemplo la sembradora de matraca, el
uso de cobertura con leguminosas y la incorporación de rastrojos al suelo. La labranza de conservación, además,
reduce el uso de agroquímicos sintéticos para el control de plagas y enfermedades, y promueve el uso de
productos naturales. © FAO/M. Cruz Guía de Capacitación en temas Agrícolas para Agricultores Familiares 19
Herramientas de Compras Públicas Locales a la Agricultura Familiar para la Merienda Escolar Ventajas: 1.
Disminuye la erosión del suelo. 2. Evita la contaminación de fuentes de agua. 3. Los suelos retienen por más
tiempo la humedad, lo que permite a los cultivos soportar períodos relativamente más largos de sequía. 4.
Reduce los costos de producción. 5. Reduce el uso de mano de obra. Sugerencia metodológica Reflexión
introductoria al tema: Pregunte: ¿Qué entiende por labranza mínima? ¿Quién utiliza o conoce la siembra de
frijol tapado? ¿Qué tipo de labranza utiliza en su parcela? ¿Quiénes han utilizado la práctica de labranza
mínima? ¿Qué ventajas y desventajas ha observado de la aplicación de esta práctica? ¿Es difícil de aplicar,
requiere de implementos complicados? Escuche todas las opiniones y trate de responder con experiencias
propias o de otros participantes del taller. Durante la presentación de los participantes el facilitador/a debe de
identificar el nivel de conocimiento que poseen los agricultores familiares en relación al tema, a fin de
aprovechar estas experiencias que facilitan la trasmisión del conocimiento, estas pueden ser narradas por los
agricultores familiares al resto de los participantes. Los talleres relacionados a la producción agropecuaria se
deben realizar en el campo, para relacionar la teoría con la práctica y facilitar así la fijación del conocimiento.
Trabajo de grupo: El facilitador/a escribe preguntas en la pizarra o en el papelógrafo que posteriormente las
entregará a los participantes organizados en grupos, se les indica que deben contestar de forma sencilla las
preguntas, el facilitador/a apoyará a cada grupo para aclarar dudas y orientar pautas sobre el tema. Los
resultados del trabajo se presentan en plenaria. Plenaria: El facilitador/a solicitará a los diferentes grupos que
presenten sus aprendizajes y los socialicen con sus compañeros, brindando un espacio para preguntas y
respuestas, aclarando las dudas respecto al tema presentado, tomando notas claras y realizando un resumen con
los participantes.

http://www.fao.org/3/x8234s/x8234s0c.htm

Labranza mínima y labranza cero


Los sistemas de labranza mínima y de labranza cero son muy similares ya que la tierra no se labra o se labra
muy poco antes de la siembra; se dice que se hace una siembra directa. Este enfoque se ha extendido en los
últimos años, llegando por ejemplo a ocho millones de hectáreas en Brasil e introduciendo importantes cambios
tecnológicos en Asia.
Una ventaja importante de la labranza mínima es que los cultivos pueden ser sembrados inmediatamente
después de que el cultivo anterior haya sido cosechado y, por lo general, en el momento más cercano al óptimo
de la siembra. Esto no es posible con la labranza convencional ya que esta requiere más tiempo. Por lo tanto, la
siembra directa es adecuada para aquellas regiones en las cuales se rotan dos o más cultivos en el mismo campo
y en el mismo año. En muchas partes del sur de Asia el rendimiento de trigo baja considerablemente a medida
que la siembra se demora mas allá de la fecha óptima (ver para mas detalles, Hobbs et al., 1997). En pocas
palabras, esta demora cuesta en términos de producción. La labranza mínima, además de reducir el período
entre dos cultivos, también puede ser más económica que la convencional.
La labranza convencional en las pequeñas fincas de algunas partes de Asia puede ser lenta y agotadora. En
Bangladesh es común hacer seis aradas con bueyes y 11 operaciones de nivelación o dos pasadas con un
rotavator y cuatro nivelaciones. Sólo después de estas operaciones el suelo está pronto para la siembra. Usando
el sistema de labranza mínima la tierra puede ser labrada y sembrada en una sola operación; por ejemplo,
usando aperos con un tractor manual chino, se obtiene en una operación un lecho de siembra de 5 cm, se
siembra y se cubre con tierra (C. A. Meisner, com. pers.). Un sistema incluso menos dañino que el sistema de
una sola pasada es la labranza en fajas, similar a la labranza cero pero donde se labran solamente unas fajas de
10 cm de ancho y 5 cm de profundidad.
Dos cultivos sembrados después de arroz en Bangladesh. Las cuatro pasadas de labranza normal
requieren tres semanas demorando la siembra del trigo mas allá del momento óptimo. El rendimiento
estimado es <2 t/ha. La labranza mínima, más adelantada, se sembró cinco días después de la cosecha del
arroz. El rendimiento estimado es de 4 t/ha.
H GomezMacpherson
La labranza mínima acorta el período entre cultivos. Si esto permite una siembra más cercana a la óptima
entonces el rendimiento aumentará.
Otra ventaja importante de la labranza mínima es que la tierra puede no estar accesible para la labranza
convencional a causa de sus condiciones de humedad, pero, sin embargo, puede ser accesible para la siembra
directa del trigo. Por ejemplo, en el este de Uttar Pradesh, Bihar, norte de la India, y en Bengala oeste, las
lluvias monzónicas se pueden extender de octubre a noviembre cuando el cultivo anterior de arroz está pronto
para ser cosechado. En esas condiciones, el arroz es cosechado cuando la tierra está muy húmeda, en muchos
casos con agua, ya que el drenaje puede ser difícil en los campos planos. Las labranzas no son posibles en ese
momento ya que el suelo está muy húmedo y se hay que esperar que se seque con la consiguiente pérdida de
tiempo.
Camas para trigo regado
El trigo puede ser sembrado en camas de cualquier longitud, de 60 a 90 cm de ancho y de 15 a 30 cm de altura,
con dos o tres hileras de cultivo bien definidas por cama. Los surcos entre las camas permiten el paso del agua
de riego y también el drenaje, el acceso para las tareas manuales de los operarios y la entrada de maquinaria
para la escarda mecánica o manual, aplicar fertilizantes y cosechar. Las ruedas de las maquinarias no van sobre
los camas sino en los surcos. Las camas se mantienen durante varios años para los cultivos sucesivos de trigo o
la rotación que sea. Se puede encontrar mas información en Sayre y Moreno Ramos (1997) y Sayre (2000).
Ventajas
 Rápido drenaje del agua de riego de la superficie de la cama que evita los efectos negativos de la
formación de charcos y la inundación (pág. 74); evita la desoxigenación de la parte superior de la zona
radical por largos períodos y permite un rápido acceso a la superficie de la cama después del riego para
hacer trabajos mecánicos o manuales.
 Un riego presiembra seguido por la escarda de las malezas emergidas minimiza el uso de herbicidas
(pág. 64).
 El riego tardío en camas minimiza el riesgo de encamado (pág. 54).
 El fácil acceso de la maquinaria sin que se compacte el suelo, permite el abonado nitrogenado en bandas
en la etapa del primer nudo o más tarde. Esto significa que una mayor parte del nitrógeno será usado en
la producción de grano y que se perderá menos con el agua de riego por lixiviación o evaporado. La
contaminación ambiental será menor.
 Una siembra de precisión y un mejor ambiente para el crecimiento de las plántulas, resultará en una
menor competencia por parte de las malezas y una mejor oxigenación de las raíces, por lo que se pueden
usar densidades de semillas mas bajas, hasta 25 kg/h en contraste con la normal de 120 kg/ha (pág. 47).
Esto puede facilitar la adopción del uso de híbridos.
 Ya que el ambiente es mejor, las semillas pueden sembrarse menos profundamente dando lugar a una
emergencia de las plántulas más rápida, a una cobertura total del suelo más temprana y a una mejor
interceptación de la radiación solar (pág. 49). Esto es particularmente importante en el caso de cultivos
en estaciones cortas en ambientes cálidos.
 Los residuos de los cultivos pueden dejarse en los surcos para su estabilización (pág. 67). Los sistemas
de labranza cero y labranza mínima (pág. 93) pueden ser más rentables en un sistema que use camas.
 En general, el sistema de camas puede ser más rentable ya que se reducen los costos de los insumos
(herbicidas, insecticidas, fertilizantes, agua) sin penalizar los rendimientos.
 El mayor beneficio en muchos de los sistemas de cultivos tales como la rotación arroz-trigo es que el
tiempo de barbecho entre ambos cultivos es muy corto. Teóricamente, usando labranza cero o mínima en
camas, el trigo puede ser sembrado al día siguiente de la cosecha del arroz. El cultivo de arroz en camas
se está probando y desarrollando.
Un cultivo en camas separadas por surcos que permiten el acceso y el riego. India.

H GómezMacpherson
Desventajas
 Una mayor proporción de la superficie de la tierra está formada por surcos de riego/drenaje/paso y, por
lo tanto, no se siembra. Por ello, la completa cobertura del suelo se demora comparada con la siembra de
toda la superficie. Esto podría dar lugar a una reducción del rendimiento de hasta un 20 por ciento, sobre
todo en cultivos de corta duración.
 Hay un costo inicial para la preparación de las camas y ocasionalmente para su mantenimiento entre
cultivos sucesivos; si bien no es necesaria maquinaria especializada muy costosa, el trabajo consume
tiempo y esfuerzos.
 No todas las variedades de trigo están adaptadas a la siembra en camas. Algunas tienen menores
rendimientos que cuando se cultivan con métodos convencionales.
http://www.cienciahoy.org.ar/ch/ln/hoy68/formasdelabranza.htm

Formas de labranza
Labranza convencional o tradicional: es el laboreo del suelo anterior a la siembra con maquinaria (arados) que
corta e invierte total o parcialmente los primeros 15cm de suelo. El suelo se afloja, airea y mezcla, lo que
facilita el ingreso de agua, la mineralización de nutrientes y la reducción de plagas animales y vegetales en
superficie. Pero también se reduce rápidamente la cobertura de superficie, se aceleran los procesos de
degradación de la materia orgánica y aumentan los riesgos de erosión. Generalmente, la labranza convencional
implica más de una operación con corte e inversión del suelo.
Labranza mínima o conservacionista: implica el laboreo anterior a la siembra con un mínimo de pasadas de
maquinaria anterior a su corte (rastrón, rastra doble, rastras de dientes, cultivador de campo). Se provoca la
aireación del suelo, pero hay menor inversión y mezclado de este. Se aceleran los procesos de mineralización de
nutrientes pero a menor ritmo que en el caso anterior. Quedan más residuos vegetales en superficie y anclados
en la masa del suelo; por tanto, el riesgo de erosión es menor.
Labranza cero o siembra directa: no se laborea el suelo sino que se siembra directamente depositando la
semilla en un corte vertical de pocos centímetros que se realiza con una cuchilla circular o zapata de corte. Una
rueda compacta la semilla en el surco de siembra para permitir su contacto con el suelo húmedo. Esta técnica
exige controlar las malezas con herbicidas antes de la siembra, y también fertilizar debido a que la
mineralización natural de los nutrientes del suelo se torna muy lenta. Es el mejor sistema para evitar la erosión
del suelo. Su mayor restricción radica en el uso de sustancias químicas que pueden contaminar las aguas.
Agricultura de precisión: tiene como propósito hacer el mejor uso de insumos (productos agroquímicos,
combustibles, semillas, etc.). Busca evitar una utilización excesiva en áreas de poco potencial y defectuosa en
las de mayor productividad. Se basa en preparar mapas de aptitud y de rendimiento. Los primeros, de naturaleza
estática, describen el potencial del campo en función de la topografía y la calidad del suelo (textura,
profundidad, contenido de materia orgánica, nutrientes, etc). Los segundos se obtienen durante la cosecha
mediante instrumental conectado a satélites que registra el rendimiento en grano de los lotes de manera
instantánea y muy precisa. Con esa información, se puede controlar la dosificación de fertilizantes y hacer en
virtud del potencial de los suelos y la geografía. Si la información espacial relevada de la cosechadora se integra
a otros mapas indicativos de la presencia de malezas (particularmente las perennes), se puede guiar también la
dosificación de productos químicos que combaten malezas y otras plagas.
https://agronomaster.com/tipos-de-labranza/

4 Tipos De Labranza Que Ayudan A Mejorar La Tierra Para Los Cultivos


Existen diferentes Tipos De Labranza que básicamente son un conjunto de operaciones primarias y
secundarias realizadas para preparar una cama de siembra, para un determinado cultivo. La acción de labrar la
tierra mediante un arado es referida como arar. La palabra labrar deriva del latín laborāre, que tenía el
significado genérico de trabajar.

Entre las funciones de la labranza se encuentran facilitar la circulación del agua para un riego correcto,
destruir las malas hierbas, hacer menos compacta la tierra adecuándola así para la siembra agrícola, mejorar la
estructura y textura del suelo, evitar el encharcamiento provocado por altas precipitaciones pluviales.

Arar la tierra varias veces, emparejando para formar superficie de plantación se da en lugares donde las
condiciones climáticas no permiten preparar el suelo previamente temperaturas bajos. Naturalmente existen
diferencias entre distintos tipos de suelo con respecto a la susceptibilidad a la pérdida de estructura.

Pero una estructura estable y óptima tanto para el crecimiento de las plantas como para asegurar una
buena infiltración de agua, minimizando las pérdidas de suelo por erosión, se logra sólo por procesos
biológicos como la formación de humus en el suelo.

4 Tipos de labranza para mejorar la tierra para los cultivos


1. Labranza convencional o tradicional
Es la labranza que realiza en el suelo anterior a la siembra con maquinaria que corta e invierte total o
parcialmente los primeros 15 cm de suelo. El suelo se afloja, airea y mezcla, lo que facilita el ingreso de agua,
la mineralización de nutrientes, la reducción de plagas y malezas en superficie.

Pero también se reduce rápidamente la cobertura de superficie, se aceleran los procesos de degradación de la
materia orgánica y aumentan los riesgos de erosión. Generalmente, la labranza convencional implica más de
una operación con corte e inversión del suelo.
Ventajas de la labranza convencional:
 Prepara una cama mullida para la semilla.
 Invierte el suelo.
 Se incorporan residuos vegetales adaptable a todo tipo de suelo y clima.
Desventajas:
 Favorece la erosión del suelo, por el excesivo movimiento que puede fácilmente ser arrastrado por el
agua y el aire.
 Puede causar encostramiento del suelo.
 Está sujeto a condiciones de clima y oportunidad.
 Puede dañar la estructura del suelo.
2. Labranza mínima o conservacionista
Implica el laboreo anterior a la siembra con un mínimo de pasadas de maquinaria anterior a su corte, rastrón,
rastra doble, rastras de dientes, cultivador de campo. Se provoca la aireación del suelo, pero hay menor
inversión y mezclado de este.
Se aceleran los procesos de mineralización de nutrientes pero a menor ritmo que en el caso anterior. Quedan
más residuos vegetales en superficie y anclados en la masa del suelo; por tanto, el riesgo de erosión es menor. El
objetivo principal es disminuir costos de producción y el apisonamiento del suelo al haber menos pasadas de la
maquinaria.
Ventajas:
 Reducción de costos de producción del cultivo, maquinaria y equipo.
 Amplia variedad de manejo.
 Se pueden utilizar implementos convencionales.
 Se reducen las pérdidas de humedad.
Desventajas:
 Son las mismas que se mencionaron en el tipo de labranza convencional, aunque con menor intensidad.
 La textura del suelo y el clima influyen fuertemente en el éxito o fracaso de éste tipo de labranza.

3. Labranza cero o siembra directa


No se laborea el suelo sino que se siembra directamente depositando la semilla en un corte vertical de pocos
centímetros que se realiza con una cuchilla circular o zapata de corte. Se realiza con una rueda compactando la
semilla en el surco de siembra para permitir su contacto con el suelo húmedo.
Esta técnica exige controlar las malezas con herbicidas antes de la siembra, y también fertilizar debido a que la
mineralización natural de los nutrientes del suelo se torna muy lenta. Es el mejor sistema para evitar la erosión
del suelo.
Su mayor restricción radica en el uso de sustancias químicas que pueden contaminar las aguas, además en los
últimos años se ha provocado una intensa compactación que trajo aparejado problemas hídricos regionales
causando inundaciones.

4. Labranza en seco y en húmedo


Salir del rango óptimo de humedad para la labranza puede ser justificado en determinados casos, del punto de
vista del suelo tiene los siguientes efectos: suelos arenosos la labranza en seco no tiene el efecto deseado
porque la arena no tiene fuerzas cohesivas. Por ejemplo un arado no voltea sino que crea solamente un surco.
La labranza en arena demasiado húmeda no es tan peligrosa como en suelos más pesados pero también puede
llevar a serios problemas de compactación. En suelos limosos se puede labrar en seco. Sin embargo esto
consume más energía que la labranza en suelo húmedo.

Además puede formar polvo y por lo tanto pérdida de suelo por erosión eólica. Hay que evitar absolutamente la
labranza en suelo muy húmedo por el peligro grave de compactaciones. Los suelos arcillosos son casi
imposibles de labrar en seco.
Esto requiere demasiada fuerza del tractor y puede causar daños al implemento y al tractor. Además cualquier
labranza en seco crea grandes terrones que después son muy difíciles de desmenuzar. La labranza en suelo
demasiado húmedo causa patinaje del tractor y serias compactaciones.

Operaciones de la labranza
1. Volteo:
Esta operación da vuelta el suelo en el horizonte labrado, es decir incorpora las capas superficiales del suelo y
lleva las capas inferiores del mismo a la superficie. La necesidad de llevar materiales de la superficie al interior
del suelo y de llevar horizontes profundos a la superficie son limitadas a casos muy especiales.
El argumento de que el arado controla malezas no es válido, cuando se ara cada año, de esta forma se lleva la
misma cantidad de semilla de malezas a la superficie. El uso del arado se justificó en situaciones de limitada
fuerza de tracción y con equipos sencillos para la siembra, que necesitaban una superficie limpia del suelo.
2. Mezcla:
Esta operación homogeiniza y mezcla todos los materiales del suelo hasta una profundidad determinada. En
algunas circunstancias puede ser justificada, por ejemplo para facilitar la descomposición de rastrojos en
zonas de clima templado. La profundidad de la mezcla es generalmente limitada, alrededor de 10 cm.
3. Roturación:
Esta operación rotura suelos compactos abriendo grietas y aflojando los terrones sin moverlos. En situaciones
de suelo compactado por maquinaria o de suelo con una estructura no estable, esta operación abre suficientes
poros en el suelo para permitir la infiltración de agua. Sin embargo, el efecto residual de la roturación varía
mucho dependiendo de las características del suelo y los tratamientos.
4. Pulverización:
Esta operación se usa para desmenuzar terrones y grumos y para formar un horizonte de gránulos finos, o sea,
es la preparación de la cama de semilla. Esta operación se lleva a cabo en una capa superficial muy delgada. Por
ningún motivo se justifica la pulverización de horizontes profundos, como se hace con el rotavador o la rastra
de discos.
Hoy en día existe maquinaria adecuada para sembrar la mayoría de los cultivos agrícolas sin necesidad de
pulverizar la cama de semilla y sólo en muy pocos casos, por ejemplo, en horticultura, se requiere todavía una
preparación fina de la cama de semilla.
5. Compactación:
Esta operación es necesaria después de una labranza profunda realizada poco tiempo antes de la siembra. Se
compacta el suelo para garantizar el contacto capilar con el agua subterránea. En menor escala, se compacta en
el proceso de la siembra después de colocar la semilla en el suelo para asegurar el contacto de la semilla con el
agua.
Para el agricultor moderno el concepto de una labranza cuidadosa dentro de una agricultura conservacionista
significa tener acceso a implementos más específicos y en la mayoría de los casos necesitará más implementos.
Sólo agricultores en situaciones especiales, que cultivan un rango muy limitado de cultivos, podrán tener un
parque reducido de equipos, limitándose básicamente a sembradoras, aplicadoras de fertilizantes, otros
equipos específicos y cosechadoras.
Otros agricultores siempre van a necesitar algún equipo adicional de labranza, ya que el agricultor en
situaciones de tiempo adverso u en otras ocasiones debería estar preparado para hacer las intervenciones
necesarias.
Un agricultor que tiene acceso, por ejemplo, a un arado de disco y a una rastra de disco, puede necesitar un
subsolador, un arado de cincel, un arado de vertedera y otros equipos dependiendo del tipo de suelo y clima. Sin
embargo, muchos de estos equipos probablemente no los va ni siquiera a usar cada año. Esto significa que el
agricultor, a primera vista, tendrá una carga más alta de inversiones en maquinaria.
Además serán necesarios otros cambios en el parque de maquinaria del agricultor. Aun cuando se aplique un
sistema de labranza reducida o de labranza cero, siempre va a existir una cantidad mayor de residuos en la
superficie.
Esto trae como consecuencia que la tecnología de siembra tiene que ser adaptada a las nuevas circunstancias lo
que significa la compra de nuevas sembradoras de acuerdo a los distintos cultivos. Para cultivos de hileras serán
además necesarias nuevas cultivadoras que permitan el control mecánico de malezas dejando los residuos en la
superficie.
Los Tipos De Labranza para trabajar el suelo se fueron desarrolladas por el hombre para realizar sus siembras
con el fin obtener el alimento. Las primitivas herramientas fueron construidas toscamente de madera, hueso y
piedras con las que se removía un pequeño surco. De esta manera, el área que se podía trabajar y sembrar era
muy limitada.

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