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La Salud Mental es aquel estado de equilibrio que tiene un ser humano entre su
entorno socio - cultural y su estabilidad psico - emocional. Cuando esta no es
cuidada el individuo comienza desarrollar diversos problemas que afectan su
estabilidad emocional, cognitiva, cultural y psico - social. Estos son conocidos como
Trastornos y Enfermedades Mentales.
Un Trastorno Mental es un patrón comportamental o psicológico de significación
clínica que, cualquiera que sea su causa, es una manifestación individual de una
disfunción comportamental, psicológica o biológica. Etimológicamente se compone
del latín "trans" que significa al otro lado, y "tornare", cuya significación es girar, de
lo que se deduce que el significado de trastorno es un giro en sentido contrario o
anormal, invirtiendo su orden natural. Consiste en la pérdida del bienestar
psicosocial, unido a un deterioro en el ámbito laboral o académico y alteraciones en
las actividades sociales habituales o en la vida de relación con los demás.
Las enfermedades mentales son alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos
del desarrollo, consideradas como anormales con respecto al grupo social de
referencia del cual proviene el individuo. El concepto enfermedad mental agrupa un
buen número de enfermedades de muy diversa índole, por lo que es muy difícil de
definir de una forma unitaria ya que hay que hablar de cada enfermedad o trastorno
de forma particular e incluso individualizada ya que cada persona puede sufrirlas o
padecerlas con síntomas algo diferentes.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Describir los trastornos mentales diagnosticados con mayor incidencia e
identificarlos según el DSM V
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Identificar los principales trastornos mentales diagnosticados
Depresión
Miedo a morir
Sudoración
Temblores o agitación
Somáticos
Cognitivos
Dolor o molestias torácicas
Sensación de ahogo
Sofocos o escalofríos
Entumecimiento o parestesias
Diagnóstico
Criterios clínicos
El trastorno de angustia se diagnostica después de haber descartado los trastornos
físicos que pueden simular ansiedad y cuando los síntomas cumplen los criterios
diagnósticos estipulados en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders, quinta edición (DSM-5). Los pacientes deben tener crisis de angustia
recurrentes (no se especifica la frecuencia) en las que ≥ 1 ataque es seguido de uno
o ambos de los síntomas que se menciona a continuación, durante ≥ 1 mes:
Preocupación persistente de sufrir crisis de angustia adicionales o
preocupación sobre sus consecuencias (p. ej., perder el control, volverse
loco)
Respuesta conductual inadaptada a las crisis de angustia (p. ej., evitar
actividades corrientes, tales como el ejercicio o situaciones sociales a fin de
prevenir nuevas crisis)
FOBIA SOCIAL
Las fobias sociales suelen comenzar en la adolescencia y giran en torno al miedo a
ser enjuiciado por otras personas en el seno de un grupo comparativamente
pequeño (a diferencia de las multitudes) y suelen llevar a evitar situaciones sociales
determinadas. Al contrario que la mayoría de las fobias, las fobias sociales se
presentan con igual frecuencia en varones y en mujeres.
Algunas de las fobias sociales son restringidas (por ejemplo, a comer en público, a
hablar en público o a encuentros con el sexo contrario), otras son difusas y abarcan
casi todas las situaciones sociales fuera del círculo familiar. El temor a vomitar en
público puede ser importante. El contacto visual directo puede ser particularmente
molesto en determinadas culturas.
Las fobias sociales suelen acompañarse de una baja estimación de sí mismo y de
miedo a las críticas. Puede manifestarse como preocupación a ruborizarse, a tener
temblor de manos, nauseas o necesidad imperiosa de micción y a veces la persona
está convencida de que el problema primario es alguna de estas manifestaciones
secundarias de su ansiedad. Los síntomas pueden desembocar en crisis de pánico.
La conducta de evitación suele ser intensa y en los casos extremos puede llevar a
un aislamiento social casi absoluto.
Con respecto a los trastornos de la personalidad encontramos que estos son más
frecuentes en la población de lo que se creen, ya que estos se presentan sin mostrar
demasiado evidencia como en los demás casos de problemas psicológicos.
Los trastornos pueden presentarse en cualquier etapa de la vida y es necesario el
tratar de controlarnos. La mayoría de los problemas pueden causar un trauma que
nos puede llevar a otro tipo de problema aún más grave y este no afecta solo a si
mismo sino a los demás también al igual que al individuo que lo presenta.
Por lo cual, es nuestro deber y obligación el lograr dar el diagnostico mas exacto
posible, para así de esta forma lograr ayudar a nuestros pacientes.