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1 OCTUBRE 2018 • PERSPECTIVAS SUPLEMENTO DE ANÁLISIS POLÍTICO, NO.

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NO. 129 OCTUBRE 2018 - @cinco_ni

Las horas
bajas del FSLN

PERSPECTIVAS es una publicación del Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO), y es parte del Ilustración: Juan García
Observatorio de la Gobernabilidad que desarrolla esta institución. Está bajo la responsabilidad de Sofía Montenegro.
Si desea recibir la versión electrónica de este suplemento,
favor dirigirse a: cinco@cinco.org.ni
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E l Frente Sandinista de Liberación Na-


cional (FSLN), la icónica organización
guerrillera que devino en el partido
político más fuerte y cohesionado de Nica-
ragua durante las últimas cuatro décadas,
alto funcionario somocista, José María (Che-
ma) Castillo, en el año 1974 y luego, la toma
del Congreso en el año 1978. En el primer
caso, la operación le dio notoriedad pública
nacional e internacional al FSLN, lo convirtió
pasa por una de sus crisis más fuertes en en una referencia política para la sociedad ni-
caragüense y en uno de los adversarios más
este momento. Tal pareciera que es una cri- fuertes del régimen Somoza. La toma del Pa-
sis terminal de la cual difícilmente logrará lacio Nacional, una operación de mayor enver-
reponerse. La actual sumisión del otrora po- gadura y trascendencia, convirtió al FSLN en
deroso partido al gobierno de Daniel Ortega el actor principal de la contienda con la dicta-
ha terminado arrastrando al primero duran- dura somocista y lo revistió de un gran reco-
te la aparatosa caída del segundo. No es la nocimiento y legitimidad frente a la sociedad
primera vez que el FSLN se enfrenta a situa- nicaragüense. Entre una y otra acción, el FSLN
ciones adversas, pero nunca antes, ni en los se dividió en tres tendencias, que en la prácti-
momentos de mayor represión somocista y ca eran tres organizaciones distintas, con es-
debilidad organizativa, había vivido horas tan trategias y tácticas propias. La búsqueda de
bajas como ahora. ¿Logrará sobrevivir a su la unidad de las tres tendencias se convirtió
en una gran quimera en la que se empeñó su
propia debacle?
fundador, Carlos Fonseca, quien murió en el
intento en 1976. La toma de la casa de Chema
El FSLN, el sandinismo y Castillo y la del Palacio Nacional proyectaron
públicamente al FSLN como una fuerza polí-
sus orígenes tico militar importante, aunque los recursos
con los cuales contaba todavía eran bastante
Los orígenes del FSLN se remontan a los limitados para lograr por su propia cuenta el
inicios de la década de los 60 en el siglo XX, derrocamiento de la dictadura somocista.
cuando un grupo de jóvenes de orientación Durante los dos últimos años de los Somo-
marxista, pero principalmente antisomocistas, za, el FSLN logró articular fuerzas con diver-
decidieron fundar una organización política sos sectores del país y en el exterior, de tal
para disputarle el poder a la dictadura de los manera que le permitió la conformación de un
Somoza a través de la vía armada. La base del frente amplio. La convergencia de una serie
FSLN se asentaba en pensamiento y legado de condiciones y factores, así como el lanza-
de Augusto C. Sandino, el mítico luchador que miento de una ofensiva militar encabezada
había logrado la retirada de los marines nor- por el FSLN a la que se sumó una buena parte
teamericanos en los años 30. A Carlos Fonse- de la población, posibilitaron la derrota de la
ca, fundador del FSLN y considerado padre de dictadura en 1979, y la apertura de una opor-
la revolución sandinista, se atribuye el rescate tunidad histórica para romper con el pasado
y reinterpretación del pensamiento de Sandi- autoritario. Esa oportunidad se definió en tono
no que dio vida y marcó la pauta del naciente a un nuevo proyecto político montado sobre la
FSLN tanto en su programa histórico como en hegemonía política-militar del FSLN y que se
sus acciones políticas. anunció como una revolución que transforma-
Desde su nacimiento, el FSLN se propuso ría a Nicaragua.
como objetivo el derrocamiento de la dictadura
somocista a través de la vía armada a partir de
las condiciones del país, que se encontraba en La revolución y el partido
un contexto de cierre de los espacios políticos
y fortalecimiento de un régimen dinástico y pa- Inmediatamente después del triunfo de la
trimonial, pero también por la influencia de los revolución, el FSLN se convirtió en el actor he-
movimientos revolucionarios que existían en gemónico del mismo. Se autodenominó como
ese momento en América Latina. La experien- la organización vanguardia de la revolución y
cia cubana fue una de las influyentes en ideas declaró el carácter socialista del régimen en
y como referencia de acción, así como otros construcción. Poco tiempo después de inicia-
movimientos revolucionarios latinoamericanos. da la revolución, el frente amplio que se había
Luego de más de una década en la que conformado para el derrocamiento de la dicta-
dedicaron esfuerzos sistemáticos de recluta- dura somocista se rompió por las decisiones
miento de miembros, organización, pequeñas económicas que se comenzaron a tomar y que
acciones y fuertes reveses, el FSLN logró visi- afectaron a la empresa privada, pero también
bilidad y reconocimiento frente a la sociedad por la temprana confrontación con la iglesia
nicaragüense. Dos de las acciones que con- católica y las restricciones al pluralismo po-
tribuyeron a su proyección política fueron el lítico. Diversos sectores sociales que antes
asalto y secuestro realizado en la casa de un apoyaron al FSLN tomaron distancia del pro-
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yecto revolucionario, entre ellos: una parte im- ron una cultura organizacional y una serie de
portante del sector privado, partidos políticos prácticas partidarias. La impronta de la épica
y una parte de la población que no compartía militar marcaba la vida partidaria toda vez que
la matriz ideológica del FSLN. el contexto era de creciente militarización por
El proyecto de la revolución pretendía gene- el conflicto armado interno. El modelo escogi-
rar desarrollo económico, ampliación de los do para la toma de decisiones interna fue el lla-
servicios sociales particularmente en salud y mado centralismo democrático, que provenía
educación; sin embargo, tenía que hacer frente más de la cultura y estructuras de la izquierda
a la realidad de un país que se encontraba entre comunista, que de los partidos de la democra-
los más atrasados de Latinoamérica, una larga cia liberal. En cierto momento, se enfrentó a
dictadura y una estructura económica rural, al- un debate incipiente sobre el tipo de partido en
tamente concentrada y oligárquica. El análisis que se convertiría: uno de masas o electoral;
de la realidad a partir de visiones ideologiza- sin embargo, ese debate no progresó y mucho
das, el no reconocimiento de las estructuras y menos se resolvió.
tejidos sociales, culturales y étnicos, así como Junto a la estructura partidaria, el FSLN
de la diversidad del país provocaron evidentes promovió el fortalecimiento y creación de nu-
desencuentros. La revolución era muy tierna y merosas organizaciones sociales y gremiales
sus dirigentes y protagonistas, inexpertos. El que conformaban una amplia base de apoyo,
aprendizaje fue rudo, sobre la marcha y sus algunas de ellas surgidas desde la época de
costos fueron alimentando el descontento y la la lucha contra la dictadura somocista y otras
insatisfacción. nacidas a partir de la revolución, entre ellas:
En el plano político, prevaleció un esquema la Juventud Sandinista 19 de Julio, la Central
de partido único en la práctica, la fusión del Es- Sandinista de Trabajadores, la Asociación
tado-Partido, la subordinación vertical de las Nacional de Educadores de Nicaragua, la
organizaciones sociales, y el cierre de los es- Asociación de Trabajadores del Campo, los
pacios de debate. Por otra parte, la revolución Comités de Defensa Sandinista y muchas
era considerada como fuente de poder y su otras más. Esas alianzas tenían un doble filo
legitimación democrática fue tardía, profundi- porque, proveían reconocimiento, confianza,
zando el desencuentro con sus opositores. En aceptación y legitimidad política, por un lado;
realidad, la construcción de la democracia era y por el otro, terminaron cooptando y subor-
una tarea planteada e inconclusa, de tal mane- dinando a las organizaciones a las líneas par-
ra que más adelante, en 1990, el reto quedo al tidarias definidas desde el directorio nacional
desnudo toda vez que se resolvió la confronta- del FSLN. Para finales de los 80, el FSLN era
ción revolución-contrarrevolución, que distor- un partido centralizado, vertical, sin tradición
sionaba cualquier reflexión al respecto. de debate ni vida democrática.
Durante una década de guerra, el Frente
Sandinista intentó construir una organización
con los rasgos de un partido político conven- “Gobernar desde abajo”
cional. Se crearon estructuras organizativas,
categorías de miembros, procesos de reclu- Las elecciones realizadas en 1990 y sus re-
tamiento y selección de integrantes, líderes a sultados dieron cuenta de una cruda realidad
diferentes niveles, y funciones que construye- para el FSLN: ya no era el partido vanguardia
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de la revolución y el apoyo masivo del que se el país. Desde entonces, el partido se desco-
ufanaba era un mero espejismo. El duro gol- nectó de otros debates necesarios, incluso
pe que supuso esa derrota electoral obligó al sobre su propio rumbo como organización po-
partido y su directorio a aceptar los resultados lítica y los debates internacionales serios. La
y entregar el gobierno a una amplia coalición consecuencia es que, las diferentes corrientes
electoral conformada meses atrás, la Unión de pensamiento que existían en su interior
Nacional Opositora (UNO), encabezada por comenzaron a expresarse bajo la forma de
Violeta Barrios de Chamorro. disidencias que no encontraron un cauce de
La primera reacción después del estupor que salida a sus planteamientos y demandas.
causó la sorpresa electoral llevó al partido a la Una de esas corrientes, que se identificaba
conclusión que se iba a entregar el gobierno, con un proceso de institucionalización política
pero no el poder. Una de las decisiones más y democrática incluyó a cuadros políticos, par-
importantes fue entonces la realización de la lamentarios, una parte de la nomenclatura del
llamada “piñata” que benefició a miles de per- ejército y sectores empresariales que querían
sonas especialmente con la entrega de títulos espacio propio. Tuvieron capacidad de influen-
de propiedad en el marco de las leyes 85 y 86; cia en las reformas a la Constitución de 1995,
pero también significó la apropiación privada ciertas reformas al sistema electoral y un cier-
de una enorme cantidad de recursos estatales, to equilibrio de poderes; pero en el ámbito de
distribuyéndolos entre militantes del partido, las políticas económicas aceptaron las medi-
principalmente altos funcionarios y dirigentes das de ajuste, lo cual debilitó su capacidad de
del FSLN, dando lugar a la formación de un debate interno. Ortega y su grupo los acusaron
grupo de nuevos empresarios sandinistas que de ser derechistas, los estigmatizaron y des-
manejaban capitales importantes. Durante los calificaron, igual que a todos los que emergie-
primeros años de los 90, el FSLN también le ron después.
disputó al gobierno Chamorro y a la UNO, otros Otra corriente planteaba la defensa de la
espacios de poder en la Asamblea Nacional y revolución y estaba conformada con militan-
en las calles. Se trataba, como dijo el mismo tes del espectro medio y bajo, organizaciones
Daniel Ortega días después de las elecciones, sociales que defendían avances y legados que
de “gobernar desde abajo”. ya no eran sostenibles en un contexto donde
En esos años, las manifestaciones y movili- las instituciones y mecanismos más impor-
zaciones fueron multitudinarias, sistemáticas tantes de la revolución, ya se habían desarma-
y extendidas en todo el país. La transición po- do. No lograron formular un programa ni una
lítica, las reformas y el ajuste económico, y la propuesta viable, promovieron su línea a partir
preservación de las “conquistas de la revolu- de los mismos métodos que los hundieron y
ción”, eran algunas de las demandas que lle- en determinado momento, establecieron una
varon al sandinismo a las calles. Mientras tan- alianza con el mismo Daniel Ortega. Una terce-
to, Ortega y algunos de los líderes del partido ra línea estaba conformada por militantes de
negociaban y establecían acuerdos con líderes oportunistas e interesados en acumular poder.
de la UNO y el gobierno Chamorro en espacios Ellos fueron los que se aglutinaron más pronto
privados. A pesar de su derrota electoral, el alrededor de Ortega, y eran los cuadros más
FSLN era una organización poderosa, capaz conservadores dentro del partido y las organi-
de hacer presión y estremecer al gobierno. zaciones sociales, redes de exmilitares, algu-
nos empresarios, oportunistas surgidos de la
Un pragmatismo piñata, entre otros.
Las dos corrientes disidentes terminaron
oportunista dejando el aparato partidario, o bien, expulsa-
dos. Tal es el caso del Movimiento de Renova-
Entre 1990 y 1994 el partido sandinista no ción Sandinista (MRS) y el Movimiento por el
contaba con una estrategia política y menos, Rescate del Sandinismo, para mencionar dos
un programa que propusiera soluciones a los de los grupos más conocidos. Pero también
problemas heredados por una década de en- comenzó a producirse un desgrane individual
frentamiento militar interno. El aparato parti- de militantes que fueron silenciados, estigma-
dario optó por protegerse mientras la militan- tizados y castigados por expresar sus opinio-
cia y los simpatizantes del partido defendían el nes y críticas.
legado de la revolución en las calles, de mane- En la medida en que todas las corrientes crí-
ra que a lo interno se cerraron los necesarios ticas internas fueron expulsadas o acalladas,
espacios de debate para analizar las razones a lo interno del FSLN se fue conformando un
de la derrota electoral y formular estrategias nuevo grupo de poder que tomo el control del
más claras que les permitieran posicionarse aparato partidario, se enroscó en las posicio-
en el contexto de la transición como la princi- nes de toma de decisiones y se revistió de un
pal fuerza de oposición; pero además, formu- pragmatismo oportunista para negociar cuo-
lar una propuesta política alternativa para todo tas de poder para su propio beneficio. Ortega
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estaba a la cabeza de este grupo que logró mo grupo son empleados estatales, ostentan
hacerse con el control del aparato partidario cargos dentro del mismo partido, y los más
eliminando críticos y opositores, apropiándose afortunados, participan de los negocios sur-
de organizaciones y otros recursos de poder gidos a la sombra de la pareja presidencial.
hasta abrir el camino para instaurar su con- Los cuadros históricos del partido fueron
cepción del poder. El pacto Alemán – Ortega apartados de la toma de decisiones y la vida
ha sido el epítome de ese proceso. partidaria eliminada, mientras prácticas como
el verticalismo a ultranza se instalaron de ma-
nera permanente en el FSLN, tal como suce-
La nueva “secta” política dió en la designación de Rosario Murillo como
candidata a la vicepresidencia en el 2016. Las
El FSLN, controlado por Ortega y su grupo, decisiones se han centralizado en la pareja Or-
reconfiguró su naturaleza, composición, prác- tega-Murillo y, revestida de nuevas formas; sin
ticas y comportamiento hasta convertirse en embargo, la fuerte influencia de Murillo tanto
una especie de “secta” política. Hasta el 2007, en el gobierno como en el partido introdujo una
se dedicó a concentrar y fortalecer su grupo nueva dinámica interna, pues además de crear
de poder administrando su capital simbólico una división y una estructura paralela, dispuso
de izquierda revolucionaria y los invaluables los recursos públicos estatales y partidarios
recursos con los que contaba en ese momen- subordinándolos al proyecto dinástico familiar.
to: era el partido de oposición más grande y El legado del pensamiento sandinista que
fuerte del país, tenía una larga experiencia había orientado la ética y los discursos del
política, había logrado establecer acuerdos ex- FSLN desde su fundación fueron sustituidos
cluyentes y privados con las principales fuer- por una mezcla ecléctica que se resume en
zas políticas y económicas, y contaba con un el lema adoptado por el partido y el gobierno
amplio tejido de simpatizantes en todo el país. para definir la “segunda etapa de la revolu-
En ese contexto, con el pacto funcionando ción”: cristiana, socialista y solidaria. Aunque
y la denuncia pública de Zoilamérica por los el FSLN ha seguido identificándose como “iz-
abusos sexuales de Ortega, comienzan a to- quierda”, sus discursos y prácticas han servi-
mar forma dos fenómenos: el nacimiento del do para reforzar un modelo neoliberal no sola-
gran caudillo Ortega y el ascenso de Rosario mente en términos económicos, sino también
Murillo como el embrión de un proyecto di- social y político; se ha aliado a la línea más
nástico familiar. En ese esquema el partido se ortodoxa y cerrada de las llamadas izquierdas
convirtió en una maquinaria política al servicio y socialismos del siglo XXI; y se ha revestido
de un proyecto familiar, de tal manera que la de una serie de rituales y símbolos cuasi reli-
militancia y todos los recursos del FSLN fue- giosos creados e impuestos por Murillo, a fin
ron dispuestos en función de ese proyecto, ya de generar identificación y pertenencia, entre
fueran estos económicos, políticos y simbó- ellos: el uso predominante del color fucsia;
licos. Más adelante, con el regreso de Daniel canciones con letras re-escritas a partir de
Ortega a la presidencia en el 2007, el aparato otras conocidas; coloridas camisetas para los
estatal también se puso en función del proyec- jóvenes; actos y ceremonias teatralizados, con
to familiar, de tal manera que Daniel y Rosario elaboradas coreografías y costosos arreglos;
se volvieron figuras omnipresentes y omnipo- documentos y discursos públicos plagados de
tentes a las que la militancia, y el país entero, menciones a santos, oraciones y celebracio-
debía agradecer por sus favores. nes religiosas. Todos estos nuevos símbolos
El grupo familiar de poder Ortega-Muri- tenían como propósito redefinir la imagen del
llo construyó una suerte de anillo de poder FSLN y reafirmar el control de Ortega y Murillo
dentro del aparato partidario, desplazó a la sobre el aparato partidario y sobre el supuesto
militancia histórica, aquella que había bata- legado de la revolución.
llado desde 1990 para sostener al FSLN y sus
vínculos territoriales, y la sustituyó por una
nueva militancia de menor edad, con poca La insurrección de abril
experiencia y trayectoria política, débil identi-
ficación ideológica y reclutados a partir de un
y el agotamiento de los
clientelismo oportunista. La base política y la símbolos
legitimidad del FSLN pasó entonces de una
militancia consistente, a una base partidaria Varios años atrás distintas voces, especial-
volátil adscrita por el interés y alimentada por mente aquellas que provenían de los grupos
el oportunismo. En la práctica, eso terminó disidentes del FSLN, plantearon que existía
de dividir al partido en dos grupos: quienes una diferencia entre el sandinismo que nutrió
se mantienen adentro por un vínculo afectivo a la lucha revolucionaria en décadas anterio-
y quienes reciben algún beneficio a cambio res y el orteguismo, definido como la adscrip-
de su lealtad partidaria. Muchos de este últi- ción y lealtad al proyecto Ortega-Murillo. Esta
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diferenciación surgió como respuesta a las la policía en las acciones de represión.


críticas que diversos sectores de la sociedad Nunca como hoy es más evidente que el
nicaragüense plantearon una vez que Ortega FSLN dejó de ser un partido para convertirse
regresó a la presidencia y se arreciaron cuan- en una maquinaria política al servicio de un
do la deriva autoritaria se hizo evidente. proyecto personal. La base partidaria atraída a
La insurrección cívica de abril puso nueva- través del clientelismo oportunista y la intimida-
mente sobre el tapete público la responsabi- ción ha terminado de resquebrajarse y los Or-
lidad histórica y el rumbo del FSLN frente a la tega-Murillo no cuentan con respaldo político.
brutal represión emprendida por Ortega en con- Sus intentos por recuperar a la militancia histó-
tra de las protestas y el movimiento ciudadano. rica no han funcionado ni siquiera apelando a
Los símbolos partidarios, que eran lo último que los viejos vínculos con el pasado revolucionario
le quedaba al FSLN, terminaron desgastados y y los símbolos desgastados. El resentimiento y
agotados, especialmente cuando el rechazo y las humillaciones acumuladas durante estos 11
la ira popular se volcó en contra de ellos, espe- años les han cobrado la factura.
cialmente aquellos que Murillo había impues- Los intentos de algunos militantes histó-
to como nueva imagen del partido. Incluso la ricos que todavía permanecen dentro de las
bandera y los colores rojinegros del FSLN se filas y que creen que es necesario recuperar
convirtieron en objetos del repudio ciudadano al partido, han sido infructuosos. El FSLN se
cuando, en medio de la crisis, los Ortega-Murillo ha convertido en una organización, más que
intentaron rescatarlos nuevamente. rechazada, ampliamente odiada. La gente
La (con)fusión que los Ortega y Murillo hi- comprende que hay diferencias entre sandi-
cieron entre partido y gobierno fue vista por nismo y orteguismo, pero en el fondo a ambos
la ciudadanía como una responsabilidad com- les atribuyen la responsabilidad por lo que ha
partida en la que el FSLN también se convirtió sucedido y sobre todo, por el alto costo que
en hechor y consentidor. Pero además, fue así la sociedad nicaragüense ha tenido que pagar
porque en un intento de convocar apoyo entre para restablecer la democracia.
sus bases, Ortega y Murillo impusieron nueva- Sin ideología, sin programa, sin estructura
mente la bandera del FSLN por encima de la firme, sin organización y sin legitimidad, el
azul y blanco del país. A lo interno del partido, FSLN ya no es ni la sombra del partido que
los conatos de malestar y oposición interna fue. Probablemente, ni en los momentos en
fueron acallados tempranamente y el binomio que era una organización clandestina, peque-
presidencial obligó a la militancia a cerrar fi- ña y golpeada por el somocismo, vivió horas
las a su alrededor asistiendo a las marchas tan bajas como ahora. Los esfuerzos por
y movilizaciones fabricadas, obligando a los mantenerlo vivo pueden darle oxígeno en el
empleados públicos a realizar turnos en la ro- corto plazo, pero sin legitimidad, confianza
tondas de Managua, y a los más fanatizados, ni reconocimiento, sus días están contados
los convirtió en co-responsables por su par- y las posibilidades de recuperarse son pocas.
ticipación en los grupos de choque y grupos No es extraviado pensar que el FSLN vive sus
paramilitares que actúan conjuntamente con últimos días.

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