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TRABAJO MONOGRÁFICO
PRESENTADO POR:
DOCENTE:
CURSO:
FILOSOFÍA
HUACHO – 2019
INDICE DEL CONTENIDO
I. EL CONOCIMIENTO FILOSOFICO.............................................................................................. 3
1.1. El conocimiento mitológico ......................................................................................................... 3
1.1.1. El mito de Perséfone. ......................................................................................................... 3
1.2. El origen de la Filosofía............................................................................................................... 4
1.3. Filosofía y ciencia......................................................................................................................... 4
1.4. Filosofía y religión. ...................................................................................................................... 5
1.5. Las ramas de la filosofía ............................................................................................................. 5
1.6. La filosofía y su historia .................................................................................................................. 5
1.6.1. Filosofía antigua ................................................................................................................. 5
1.6.2. Filosofía medieval............................................................................................................... 6
1.6.3. Filosofía moderna............................................................................................................... 6
1.6.4. Filosofía contemporánea ................................................................................................... 6
II. “CANCIÓN EL PROBLEMA DE RICARDO ARJONA” ......................................................... 7
2.1. Reflexión de la “canción el problema de Ricardo Arjona” ..................................................... 9
III. “LA CRISIS SEGÚN ALBERT EISTEN” ................................................................................. 10
3.1. Reflexión de “la crisis según Albert Eisten” ........................................................................... 10
I. EL CONOCIMIENTO FILOSOFICO
1.1. El conocimiento mitológico
¿Cuál es el origen del universo? ¿Tendrá fin? ¿Hay algo después de la muerte? ¿Qué sentido tiene
mi vida? ¿Por qué soy como soy y qué me distingue del resto de los animales? ¿De dónde vienen
los hombres? Las primeras respuestas se formularon a través de los mitos. Los hombres intentaron
con ello hacerse cargo del mundo que le rodeaba: explicar y dominar la naturaleza; y comprender
quién era él mismo.
Este tipo de narraciones ocupó un lugar importante en la evolución cultural de muchos pueblos,
entre ellos el griego, porque les proveyó de sus primeras descripciones y explicaciones del mundo:
de su entorno natural, de los fenómenos atmosféricos, de las principales costumbres, de la vida de
ultratumba, etc.
Recurren a personajes legendarios, por ejemplo, dioses y héroes del Olimpo. En el mito, las fuerzas
de la naturaleza están personificadas y divinizadas
Son relatos fantásticos. Aunque el conocimiento mítico se basa en una atenta observación de la
naturaleza y en la captación de los problemas fundamentales de la existencia humana, sus
explicaciones no son racionales. Los mitos no recurren a leyes precisas y comprobables, sino a la
voluntad caprichosa de los dioses, de sus disputas y amores. Así, en la Grecia arcaica el cambio de
estaciones se atribuía a los estados de ánimo de Deméter (diosa de la agricultura), motivados por la
ausencia o el regreso de su hija Perséfone.
Poseen un carácter tradicional y acrítico. Como los mitos son anónimos y, además, normalmente no
están escritos, se transmiten de padres a hijos. Los miembros de una cultura reciben el cuerpo de
conocimientos que forma el sistema mitológico; y lo aceptan y asumen tal como viene dado por la
tradición.
1.1.1. El mito de Perséfone.
La inmortal Perséfone era hija de Zeus y Deméter, diosa de la agricultura y de la fecundidad.
Hades, dios del mundo subterráneo, amaba a Perséfone, pero ésta le era esquiva. Con la
complicidad de Zeus, Hades rapta a su amada para desposarla y vivir con ella en los infiernos.
Cuando Deméter lo descubre, cae en el desconsuelo. Los campos, entristecidos. se niegan a
dar sus frutos. Entonces, el hambre y la muerte azotan al género humano.
Alarmado, Zeus ordena a Hades devolver a Perséfone al Olimpo. Pero ésta ha comido una
granada, fruto de las moradas subterráneas. lo que la obliga a permanecer parte del año con su
esposo, aunque el resto del año puede volver con su madre.
Desde HYPERLINK "http://entonces.la/"entonces, la primavera anuncia la llegada de
Perséfone junto a Deméter. La apoteosis de su estancia en el Olimpo coincide con las
cosechas del verano. En cambio, el campo otoñal se cubre de melancolía por el regreso de
Perséfone a las cavernas de los difuntos; y la muerte se enseñorea de la vegetación en
invierno.
Es tradicional situar el nacimiento de la filosofía en el siglo VI a.C, en Jonia (colonia griega en Asia
Menor). Allí se dieron varias circunstancias:
Los adelantos de la navegación potencian los viajes y el comercio. Se trata de gentes jóvenes y
emprendedoras con mentalidad abierta. Forman ciudades cosmopolitas que facilitan el contacto con
otras culturas (griegos, egipcios, orientales...) que dan explicaciones mitológicas discordantes. Hay
un menor control de la clase sacerdotal, más anclada a las metrópolis. En esas circunstancias, el ser
humano observa lo que le rodea, maravillado y extrañado, pero por primera vez convencido de la
existencia de una explicación racional común a todos los hombres capaz de desvelar el orden y el
sentido oculto de todo ello. Se abandonan las explicaciones mitológicas de la realidad y se sustituyen
por una explicación propiamente filosófica. Es lo que se ha llamado el paso del mito al logos.
1.3. Filosofía y ciencia.
Tales de Mileto (630-546 a. C.), considerado el primer filósofo, es también el primer astrónomo y
matemático; es decir, el primer científico. El caso de Tales no es excepcional. Actualmente,
consideraríamos que Pitágoras, Aristóteles o Descartes son científicos además de filósofos. Durante
muchos siglos, no hubo distinción entre la actividad filosófica y la científica, pues en ambos casos se
busca un conocimiento racional.
Sin embargo, a partir del siglo XVI, con el nacimiento de la ciencia moderna, se produce un gradual
alejamiento entre filosofía y ciencia, puesto que las ciencias experimentales adquieren características
específicas como ésta:
Las leyes y teorías científicas se formulan en lenguaje matemático y deben ser comprobables en la
experiencia para ser aceptadas como válidas.
A pesar de que ya no puedan identificarse, la relación entre filosofía y ciencia sigue siendo estrecha,
pues, al menos, una parte de la filosofía se ocupa de analizar, valorar y cuestionar los métodos, la
fiabilidad, los límites de la ciencia y sus implicaciones.
1.4. Filosofía y religión.
La relación entre filosofía y religión ha vivido sus altibajos: momentos de profunda conexión y
momentos de distanciamiento; pero, a pesar de ello, lo que es indudable es que entre ambas se dan
numerosas coincidencias y divergencias.
Un filósofo español dijo que los griegos éramos nosotros, la cultura occidental. Además de poner de
relieve la enorme importancia de esa época filosófica, esta afirmación refleja un rasgo esencial de la
filosofía: todo ha sido ya pensado y, por tanto, reflexionar sobre cualquier tema exige reconocer la
aportación que han hecho al respecto los grandes pensadores de la humanidad. Por ello, como iréis
comprobando, para filosofar hay que conocer la historia de la filosofía.
1.6.1. Filosofía antigua
Consideramos que este período abarca desde el inicio de la filosofía, siglo VI a.C, hasta el siglo
III d.C. Por lo tanto, se trata de nueve siglos de intensa y próspera actividad filosófica, puesto que
emergen la mayoría de las preguntas que van a nutrir la reflexión filosófica.
Veamos las principales escuelas antiguas y su contribución filosófica:
El problema es olvidarte
El problema no es tu ausencia
El problema no es problema
El problema no es quererte
El problema no es el daño
El problema es olvidarte
El problema no es cambiarte
El problema no es quererte
El primer paso para ser víctima está dado, pero da la casualidad que es el mismo paso a dar para ser
protagonista de su propio destino.
Al uno hacerse parte del problema, ya puede ser parte de la solución, y eso lo haría a uno
protagonista. Y uno es parte del problema cuando descubre que algo le molesta y analiza la parte
que le toca de esa situación.
Elegir la actitud que tomaremos será lo decisivo para formar parte de nuestra construcción, la
construcción de nuestro destino. Si nos fijamos que Arjona dice que “el problema no es que me
mientas… el problema es que te creo”. Entonces puedo decidir si sigo creyendo o sí decido salir de
esa relación.
No puedo pensar en que el problema es sólo la otra persona que me engaña con sus palabras; de yo
tomar esa actitud ella no me hará la vida más fácil a menos que deje de mentir… entonces con esta
posición sí me convierto en víctima cuando dejo mi destino en manos de la persona que me miente,
cuando espero que ella algún día cambie.
Arjona dice en otra estrofa que; “el problema no es que juegues, el problema es que es conmigo”.
Yo soy el que tengo que darme cuenta que estás jugando conmigo, luego decido que hacer con la
información. Si no hago nada, más que llorar y contarlo a mis mejores amigos, entonces soy
víctima. Ahora bien, si hago algo para que dejes de jugar conmigo, entonces seré protagonista de mi
vida.
La única persona que puede hacerlo feliz a uno es uno mismo… ya que esperar que otro lo haga
feliz sólo lo llevará a una felicidad temporal e incompleta. Cuando amamos debemos amar para ser
felices nosotros y no sólo por hacer a otra persona… no se preocupe verá qué fácil es que la otra
persona se sienta feliz por ser amada, amar contagia y ser feliz también.
La cuestión está en no es hacer las cosas “por amor” lo que hace funcionar una relación donde
queremos ser protagonistas, es hacer las cosas “con amor”. Cuando lo hacemos por amor, no
mostramos nuestra voluntad, sino una condición. En el momento que nos llena el alma y sale “con
amor”, estamos actuando desde lo más profundo y cómo queremos, entonces hacemos las cosas de
la manera que ayuda a formar y mantener una relación de largo plazo.
Ahora bien, ante todo tenemos que pensar en que lo que hacemos no puede dañar a los demás, que
en ningún momento nuestra actuación puede ser egoísta, si no sopesada para que todos podamos
disfrutar.
Casi siempre es posible hacer las cosas de manera que uno logre su objetivo y haciendo que los
demás logren los suyos. Por eso no olvide la regla de platino: “Trata a los demás como ellos quieren
ser tratados”.
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor
bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la
inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo
sin quedar “superado”.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los
problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El
inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay
méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por
superarla”.
Esta reflexión es de suma importancia para evitar la violencia. El conflicto, así bien entendido, es el
resultado del enfrentamiento del hombre y su proyecto con lo contingente, con los otros hombres y
sus otros tantos proyectos, simultáneos en tiempo y espacio, por tanto, el conflicto es una forma de
afirmarnos en la realidad, en una realidad que al mismo tiempo se proyecta sobre nosotros y trata de
defender su propia realidad de nuestra invasión.