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FIGURA 8-29. Drenaje linfático de la glándula tiroides, la laringe y la tráquea. Las flechas indican la dirección del flujo de linfa.

Vasos de las glándulas paratiroides. Dado que las arterias tiroideas inferiores proporcionan la irrigación principal de la
cara posterior de la glándula tiroides donde se localizan las glándulas paratiroides, normalmente las irrigan ramas de estas
arterias (figs. 8-26 B y 8-30 A). Sin embargo, también pueden estar irrigadas por ramas de las arterias tiroideas superiores, la
arteria tiroidea ima o las arterias laríngeas, traqueales y esofágicas. Las venas paratiroideas drenan en el plexo venoso
tiroideo de la glándula tiroides y la tráquea (fig. 8-28). Los vasos linfáticos de las glándulas paratiroides drenan, con los de
la glándula tiroides, en los nódulos linfáticos cervicales profundos y los nódulos linfáticos paratraqueales (fig. 8-29).
Nervios de las glándulas paratiroides. La inervación de las glándulas paratiroides es abundante; deriva de ramos tiroideos
de los ganglios simpáticos cervicales (v. fig. 8-25). Al igual que los nervios de la glándula tiroides, son vasomotores, pero no
secretomotores, ya que estas glándulas se regulan hormonalmente.

Capa respiratoria de las vísceras cervicales


Las vísceras de la capa respiratoria, la laringe y la tráquea, participan en las funciones respiratorias corporales. Las
principales funciones de las vísceras cervicales respiratorias son:

FIGURA 8-30. Glándulas tiroides y paratiroides. A) La vaina tiroidea se ha disecado desde la cara posterior de la glándula tiroides para mostrar las tres glándulas
paratiroides que engloba. Las dos glándulas paratiroides del lado derecho están bastante bajas, y la glándula inferior se encuentra por debajo de la glándula tiroides. B) Se
muestran los lugares y las frecuencias del tejido glandular paratiroideo aberrante.
• Dirigir el aire y el alimento hacia la vía respiratoria y el esófago, respectivamente.
• Proporcionar una vía aérea permeable y un mecanismo que permita sellarla de manera temporal (una «válvula»).
• Producir la voz.

La laringe es el complejo órgano de producción de la voz (la «caja de voz»); se compone de nueve cartílagos conectados por
membranas y ligamentos, y contiene los pliegues (cuerdas) vocales. La laringe se encuentra en la parte anterior del cuello, a
nivel de los cuerpos de las vértebras C3-C6 (fig. 8-31). Conecta la porción inferior de la faringe (bucofaringe) con la tráquea.
Aunque habitualmente es más conocida por su papel como mecanismo de fonación para la producción de la voz, su función
más esencial es proteger las vías respiratorias, especialmente durante la deglución, cuando actúa como un «esfínter» o
«válvula» del tracto respiratorio inferior y mantiene así una vía aérea permeable.

FIGURA 8-31. RM sagital media de la cabeza y el cuello. Dado que los trayectos del aire y la comida comparten la bucofaringe, debe producirse la separación de la
comida y el aire para continuar en la tráquea (anterior) y el esófago (posterior). (Cortesía del Dr. W. Kucharczyk, University Health Network, Toronto, Ontario, Canada.)

Esqueleto laríngeo. El esqueleto de la laringe está constituido por nueve cartílagos: tres son impares (tiroides, cricoides
y epiglótico) y los otros tres pares (aritenoides, corniculado y cuneiforme) (fig. 8-32 A y B).
El cartílago tiroides es el mayor de los cartílagos; su borde superior se sitúa frente a la vértebra C4. Los dos tercios
inferiores de sus dos láminas, con forma de escudo, están fusionados anteriormente en el plano medio y forman la
prominencia laríngea (fig. 8-32 A y D). Esta prominencia («nuez de Adán») se encuentra claramente marcada en los hombres,
pero en las mujeres es raramente visible. Por encima de esta prominencia, las láminas divergen para formar una incisura
tiroidea superior en forma de V. La incisura tiroidea inferior, menos profunda, es una ligera hendidura en el centro del borde
inferior del cartílago.
El borde posterior de cada lámina se proyecta superiormente como el cuerno superior e inferiormente como el cuerno
inferior. El borde superior y los cuernos superiores se unen al hioides mediante la membrana tirohioidea (fig. 8-32 A y B).
La porción media, gruesa, de esta membrana constituye el ligamento tirohioideo medio; sus porciones laterales forman los
ligamentos tirohioideos laterales.
Los cuernos inferiores se articulan con las caras laterales del cartílago cricoides mediante las articulaciones cricotiroideas
(fig. 8-32 B). Los movimientos principales en estas articulaciones son la rotación y el deslizamiento del cartílago tiroides, que
provocan cambios en la longitud de los pliegues vocales. El cartílago cricoides tiene una forma parecida a un anillo de sello
con su aro orientado anteriormente. Esta abertura anular del cartílago tiene el diámetro de un dedo de tamaño medio. La
porción posterior (sello) del cartílago cricoides es la lámina, y la porción anterior (aro) es el arco (fig. 8-32 A). Aunque es
mucho más pequeño que el cartílago tiroides, el cartílago cricoides es más grueso y más fuerte, y es el único anillo completo
de cartílago que rodea una parte de la vía aérea. Se une al borde inferior del cartílago tiroides mediante el ligamento
cricotiroideo medio y al primer anillo traqueal mediante el ligamento cricotraqueal. El ligamento cricotiroideo medio puede
notarse como una zona blanda durante la palpación inferior al cartílago tiroides, en la zona en que la laringe está más próxima
a la piel y es más accesible.
Los dos cartílagos aritenoides son cartílagos piramidales con tres caras que se articulan con las porciones laterales del
borde superior de la lámina del cartílago cricoides (fig. 8-32 B). Cada cartílago tiene superiormente un vértice, un proceso
vocal anteriormente y un gran proceso muscular que se proyecta lateralmente desde su base. El vértice soporta al cartílago
corniculado y se une al pliegue aritenoepiglótico. El proceso vocal proporciona la inserción posterior para el ligamento
vocal, y el muscular actúa como palanca en la cual se insertan los músculos cricoaritenoideos posterior y lateral. Las
articulaciones cricoaritenoideas, localizadas entre las bases de los cartílagos aritenoides y las caras superolaterales de la
lámina del cartílago cricoides (fig. 8-32 B), permiten el deslizamiento de los cartílagos aritenoides, alejándose o
aproximándose entre sí, la basculación anterior y posterior, y la rotación. Estos movimientos son importantes en la
aproximación, la tensión y la relajación de los pliegues vocales. Los ligamentos vocales, elásticos, se extienden desde la
unión de las láminas del cartílago tiroides anteriormente hasta el proceso vocal del cartílago aritenoides posteriormente
(figura 8-32 E). Forman el esqueleto submucoso de los pliegues vocales. Los ligamentos vocales son el borde superior libre
engrosado del cono elástico o membrana cricovocal. Las porciones de la membrana que se extienden lateralmente entre los
pliegues vocales y el borde superior del cricoides son los ligamentos cricotiroideos laterales. El fibroelástico cono elástico
se fusiona anteriormente con el ligamento cricotiroideo medio. El cono elástico y la mucosa que lo recubre cierran la entrada
a la tráquea, excepto por la hendidura glótica central (abertura entre los pliegues vocales).
El cartílago epiglótico, constituido por cartílago elástico, proporciona flexibilidad a la epiglotis, un cartílago con forma de
corazón recubierto de mucosa (fig. 8-32 B). Situado posterior a la raíz de la lengua y al hioides, y anterior a la entrada de la
laringe, el cartílago epiglótico forma la porción superior de la pared anterior y el borde superior de la entrada. Su extremo
superior, ancho, es libre. Su extremo inferior afilado, el pecíolo de la epiglotis (tallo de la epiglotis), se une al ángulo
formado por las láminas tiroideas mediante el ligamento tiroepiglótico (fig. 8-32 E). El ligamento hioepiglótico une la cara
anterior del cartílago epiglótico al hueso hioides (fig. 8-33). La membrana cuadrangular (figs. 8-32 B y 8-34) es una delgada
lámina submucosa de tejido conectivo que se extiende entre las caras laterales de los cartílagos aritenoides y epiglótico. Su
borde inferior libre constituye el ligamento vestibular, que está cubierto laxamente por mucosa para formar el pliegue
vestibular (fig. 8-34). Este pliegue se sitúa superior al pliegue vocal y se extiende desde el cartílago tiroides hasta el
cartílago aritenoides. El borde superior libre de la membrana cuadrangular forma el ligamento aritenoepiglótico, que se
recubre de mucosa para formar el pliegue aritenoepiglótico. Los cartílagos corniculados y cuneiformes aparecen como
pequeños nodulillos en la porción posterior de los pliegues aritenoepiglóticos. Los cartílagos corniculados se unen a los
vértices de los cartílagos aritenoides; los cartílagos cuneiformes no se unen directamente a los otros cartílagos. La membrana
cuadrangular y el cono elástico son las porciones superior e inferior de la membrana fibroelástica submucosa de la laringe.
Interior de la laringe. La cavidad laríngea se extiende desde la entrada de la laringe, a través de la cual se comunica con
la laringofaringe, hasta el nivel del borde inferior del cartílago cricoides. Ahí, la cavidad laríngea se continúa con la cavidad
de la tráquea (figs. 8-34 y 8-35 A y B). La cavidad de la laringe incluye:
• El vestíbulo laríngeo: entre la entrada de la laringe y los pliegues vestibulares.
• La porción media de la cavidad laríngea: la cavidad central (vía aérea) entre los pliegues vestibulares y vocales.
• Los ventrículos laríngeos: recesos que se extienden lateralmente desde la porción media de la cavidad laríngea, entre los
pliegues vestibular y vocal. El sáculo laríngeo es un saco ciego que desemboca en cada ventrículo y que está tapizado con
glándulas mucosas.

FIGURA 8-32. Esqueleto de la laringe. A) El hioides no es parte de la laringe, aunque está conectado firmemente a ella. La laringe se extiende verticalmente desde la
punta de la epiglotis, que tiene forma de corazón, hasta el borde inferior del cartílago cricoides. B) El cartílago tiroides protege los cartílagos más pequeños de la laringe, y
el hioides protege la porción superior del cartílago epiglótico. C) Se muestran tres vistas de un cartílago aritenoides aislado. 1, cartílago corniculado; 2, vértice del cartílago
aritenoides; 3, cara anterolateral; 4, proceso vocal (se proyecta anteriormente, proporciona inserción al ligamento vocal); 5, proceso muscular (se proyecta lateralmente,
para la inserción de los músculos cricoaritenoideos posterior y lateral); 6, fosita oblonga (para la inserción del músculo tiroaritenoideo); 7, base; 8, cara medial; 9, cara
articular; 10, cara posterior. D) Se muestran el cartílago tiroides y el músculo cricotiroideo. El músculo mueve la articulación cricotiroidea. E) El cartílago epiglótico está
agujereado por las glándulas mucosas y su pecíolo (tallo) está unido, por el ligamento tiroepiglótico, al ángulo del cartílago tiroides por encima de los ligamentos vocales. El
ligamento vocal, que forma el esqueleto del pliegue vocal, se extiende desde el proceso vocal del cartílago aritenoides hasta el «ángulo» del cartílago tiroides, y allí se une a
su pareja por debajo del ligamento tiroepiglótico.

FIGURA 8-33. Epiglotis y ligamento hioepiglótico. La epiglotis es una lámina de fibrocartílago elástico en forma de hoja, que está cubierta con mucosa (rosa) y está
insertada anteriormente al hioides mediante el ligamento hioepiglótico (gris). La epiglotis actúa como una válvula derivadora sobre la abertura superior de la laringe durante
la deglución.

• La cavidad infraglótica: la cavidad inferior de la laringe entre los pliegues vocales y el borde inferior del cartílago
cricoides, donde se continúa con la luz de la tráquea.
Los pliegues vocales regulan la producción de sonido (figuras 8-35 y 8-36). El vértice de cada pliegue, con forma de cuña,
se proyecta medialmente hacia la cavidad laríngea. Cada pliegue vocal contiene:
• Un ligamento vocal, formado por tejido elástico engrosado que es el borde medial libre del cono elástico (figs. 8-32 E y 8-
34).
• Un músculo vocal, formado por fibras musculares excepcionalmente delgadas, justo laterales a los ligamentos vocales y que
terminan a intervalos relacionados con la longitud de los ligamentos vocales (fig. 8-35 A).
Los pliegues vocales son los pliegues afilados de mucosa que rodean e incluyen los ligamentos vocales y los músculos
tiroaritenoideos. Son la fuente de los sonidos (tonos) procedentes de la laringe. Estos pliegues producen vibraciones audibles
cuando sus bordes libres se acercan mucho (pero sin juntarse) durante la fonación y el aire es espirado de forma intermitente y
forzada (fig. 8-36 C). Los pliegues vocales también actúan como esfínter inspiratorio principal de la laringe cuando están
fuertemente cerrados. La aducción completa de los pliegues forma un esfínter eficaz que impide la entrada de aire.
La glotis (el aparato vocal de la laringe) comprende los pliegues y procesos vocales, junto con la hendidura glótica, la
abertura entre los pliegues vocales (fig. 8-35 C). La forma de la hendidura glótica varía según la posición de estos pliegues
(fig. 8-36). Durante la respiración normal, esta hendidura es estrecha y cuneiforme; durante la respiración forzada, es ancha y
de forma trapezoidal. Tiene forma de hendidura cuando los pliegues vocales se aproximan estrechamente durante la fonación.
La variación en la tensión y longitud de estos pliegues, en la anchura de la hendidura glótica y en la intensidad del esfuerzo
espiratorio, produce cambios en el tono de voz. La escala de tonos más baja de la voz masculina pospuberal se debe a la
mayor longitud de los pliegues vocales.
FIGURA 8-34. Interior de la laringe. La pared posterior de la laringe está hendida en el plano medio, y las dos caras se han separado y se mantienen así utilizando una
aguja quirúrgica. En el lado izquierdo, la mucosa está intacta. En el lado derecho, las capas mucosa y submucosa se han despegado, y su esqueleto—que consta de
cartílagos, ligamentos y membrana fibroelástica—no está revestido.

FIGURA 8-35. Pliegues y compartimentos de la laringe. A) Esta sección coronal muestra los compartimentos de la laringe: el vestíbulo, el compartimento medio con
los ventrículos izquierdo y derecho, y la cavidad infraglótica. B) Esta RM muestra las valléculas epiglóticas de la bucofaringe, los recesos piriformes de la laringofaringe y
los pliegues vestibulares y vocales de la laringe. C) La hendidura glótica (el espacio entre los pliegues vocales) es visible a través de la entrada de la laringe y el vestíbulo.
La entrada de la laringe está limitada: 1) anteriormente por el borde curvado libre de la epiglotis; 2) posteriormente por los cartílagos aritenoides, los cartílagos corniculados
que los tapan y los pliegues interaritenoideos que los unen, y 3) en cada lado por el pliegue aritenoepiglótico que contiene el extremo superior del cartílago cuneiforme. D y
E) Los planos de estos estudios transversales, orientados en la misma dirección que la parte C, pasan por encima (D) y por debajo (E) de la hendidura glótica. (Las
imágenes de RM son cortesía del Dr. W. Kucharczyk, University University Health Network, Toronto, Ontario, Canada.)
FIGURA 8-36. Variaciones en la forma de la hendidura glótica. A) La forma de la hendidura glótica, la apertura entre los pliegues vocales, varía en función de la
posición de estos pliegues. Durante la respiración normal, los músculos laríngeos se relajan y la hendidura glótica asume una posición estrecha en forma de rendija. B)
Durante una inspiración profunda, los ligamentos vocales se abducen al contraerse los músculos cricoaritenoideos posteriores, abriendo la hendidura glótica ampliamente en
forma de cometa invertida. C) Durante la fonación, los músculos aritenoideos aducen los cartílagos aritenoides al mismo tiempo que los músculos cricoaritenoideos
laterales aducen moderadamente. El aire forzado entre los ligamentos vocales aducidos produce el tono. Una contracción más fuerte de los mismos músculos sella la
hendidura glótica (maniobra de Valsalva). D) Durante el susurro, los ligamentos vocales son aducidos fuertemente por los músculos cricoaritenoideos laterales, pero los
músculos aritenoideos relajados permiten el paso de aire entre los cartílagos aritenoideos (porción intercartilaginosa de la hendidura glótica), que dan lugar a un habla
atonal. No se produce tono.

Los pliegues vestibulares, que se extienden entre los cartílagos tiroides y aritenoides (figs. 8-34 y 8-35), participan poco o
nada en la fonación; su función es de protección. Están formados por dos gruesos pliegues de mucosa que envuelven a los
ligamentos vestibulares. El espacio entre estos ligamentos es la hendidura del vestíbulo. Los recesos laterales entre los
pliegues vocales y vestibulares son los ventrículos laríngeos.
Músculos de la laringe. Los músculos laríngeos se dividen en dos grupos, extrínsecos e intrínsecos:
• Los músculos laríngeos extrínsecos mueven la laringe como un todo (v. fig. 8-18; tabla 8-3). Los músculos infrahioideos
son depresores del hioides y la laringe, mientras que los músculos suprahioideos (y el estilofaríngeo, un músculo faríngeo
descrito más adelante en este capítulo) son elevadores del hioides y la laringe.
• Los músculos laríngeos intrínsecos mueven los componentes de la laringe, modificando la longitud y la tensión de los
pliegues vocales, así como el tamaño y la forma de la hendidura glótica (fig. 8-36). Todos los músculos intrínsecos de la
laringe menos uno están inervados por el nervio laríngeo recurrente (figs. 8-37, 8-39 y 8-40), un ramo del NC X. El
músculo cricotiroideo está inervado por el ramo externo del nervio laríngeo superior, uno de los dos ramos terminales de
este nervio.
Las acciones de los músculos laríngeos intrínsecos son más fáciles de entender cuando se consideran como grupos
funcionales: aductores y abductores, esfínteres, y tensores y relajadores. Los músculos intrínsecos se ilustran en las figuras 8-
35 D y E, y 8-38; sus inserciones, inervaciones y principales acciones se resumen en la tabla 8-5.
• Aductores y abductores. Estos músculos mueven los pliegues vocales para abrir y cerrar la hendidura glótica. Los aductores
principales son los músculos cricoaritenoideos laterales, que tiran de los procesos musculares anteriormente, rotando los
cartílagos aritenoides de manera que sus procesos vocales se balancean medialmente. Cuando esta acción se combina con la
de los músculos aritenoideos transversos y oblicuos, que juntan los cartílagos aritenoides, el aire empujado a través de la
hendidura glótica produce vibraciones de los ligamentos vocales (fonación). Cuando los ligamentos vocales se encuentran
aducidos pero los músculos aritenoides no actúan, los cartílagos aritenoides permanecen separados y el aire puede evitar
los ligamentos. Ésta es la posición al susurrar, cuando la respiración se convierte en voz en ausencia de tono. Los únicos
abductores son los músculos cricoaritenoideos posteriores, que tiran de los procesos musculares posteriormente, rotando
los procesos vocales lateralmente y, por tanto, ensanchando la hendidura glótica.
FIGURA 8-37. Músculos y nervios de la laringe y la articulación cricotiroidea. El cartílago tiroides ha sido serrado a la derecha del plano medio. La articulación
cricotiroidea se ha desarticulado y la lámina derecha del cartílago tiroides se ha vuelto hacia delante (como al abrir un libro), desprendiendo los músculos cricotiroideos del
arco del cartílago cricoides.

FIGURA 8-38. Músculos de la laringe.

• Esfínteres. Las acciones combinadas de la mayoría de los músculos de la entrada de la laringe se traducen en una acción de
esfínter que cierra la entrada laríngea como un mecanismo de protección durante la deglución. La contracción de los
músculos cricoaritenoideos laterales, aritenoideos transversos y oblicuos, y aritenoepiglóticos junta los pliegues
aritenoepiglóticos y tira de los cartílagos aritenoides hacia la epiglotis. Esta acción ocurre de forma refleja en respuesta a la
presencia de líquido o partículas acercándose o dentro del vestíbulo laríngeo. Es quizá nuestro reflejo más fuerte, que sólo
disminuye tras la pérdida de la consciencia, como al ahogarse.
• Tensores. Los principales tensores son los músculos cricotiroideos, que inclinan o tiran de la prominencia o el ángulo del
cartílago tiroides anterior e inferiormente hacia el arco del cartílago cricoides. Esto aumenta la distancia entre la
prominencia tiroidea y los cartílagos aritenoides. Dado que los extremos anteriores de los ligamentos vocales se insertan en
la cara posterior de la prominencia, los ligamentos vocales se alargan y retraen, elevando el tono de la voz.
• Relajadores. Los músculos principales de este grupo son los músculos tiroaritenoideos, que tiran de los cartílagos
aritenoides anteriormente, hacia el ángulo (prominencia) tiroideo, relajando de esta forma los ligamentos vocales para
disminuir el tono de la voz.
Los músculos vocales se localizan mediales a los músculos tiroaritenoideos y laterales a los ligamentos vocales dentro de
los pliegues vocales. Los músculos vocales producen ajustes mínimos de los ligamentos vocales, tensando y relajando de
forma selectiva las porciones anterior y posterior, respectivamente, de los pliegues vocales durante un discurso animado y al
cantar.
Arterias de la laringe. Las arterias laríngeas, ramas de las arterias tiroideas superior e inferior, irrigan la laringe (fig. 8-
39). La arteria laríngea superior acompaña al ramo interno del nervio laríngeo superior a través de la membrana tirohioidea
y se ramifica para irrigar la cara interna de la laringe. La arteria cricotiroidea, una pequeña rama de la arteria tiroidea
superior, irriga el músculo cricotiroideo. La arteria laríngea inferior, una rama de la arteria tiroidea inferior, acompaña al
nervio laríngeo inferior (porción terminal del nervio laríngeo recurrente) e irriga la mucosa y los músculos de la porción
inferior de la laringe.

FIGURA 8-39. Vasos, nervios y nódulos linfáticos de la laringe. Las arterias tiroideas superior e inferior dan lugar a las arterias laríngeas superior e inferior,
respectivamente; se anastomosan unas con otras. Los nervios laríngeos derivan del vago (NC X) a través de los ramos internos y externos del nervio laríngeo superior y
del nervio laríngeo inferior procedente del nervio laríngeo recurrente. El nervio laríngeo recurrente izquierdo pasa por debajo del arco de la aorta.

Venas de la laringe. Las venas laríngeas acompañan a las arterias laríngeas. Generalmente, la vena laríngea superior se
une a la vena tiroidea superior y a través de ella drena en la VYI (v. fig. 8-39). La vena laríngea inferior se une a la vena
tiroidea inferior o al plexo venoso de la cara anterior de la tráquea, que drena en la vena braquiocefálica izquierda.
Linfáticos de la laringe. Los vasos linfáticos de la laringe superiores a los pliegues vocales acompañan a la arteria
laríngea superior a través de la membrana tirohioidea y drenan en los nódulos linfáticos cervicales profundos superiores.
Los vasos linfáticos inferiores a los pliegues vocales drenan en los nódulos linfáticos pretraqueales o paratraqueales, que
drenan en los nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores (v. fig. 8-39).
Nervios de la laringe. Los nervios de la laringe son los ramos laríngeos superior e inferior del nervio vago (NC X). El
nervio laríngeo superior se origina en el ganglio inferior del vago, en el extremo superior del triángulo carotídeo (fig. 8-40).
El nervio se divide en dos ramos terminales en el interior de la vaina carotídea: el ramo interno (sensitivo y autónomo) y el
ramo externo (motor).

FIGURA 8-40. Ramos laríngeos del nervio vago (NC X) derecho. Los nervios de la laringe son los ramos interno y externo del nervio laríngeo superior y el nervio
laríngeo inferior procedente del nervio laríngeo recurrente. El nervio laríngeo recurrente derecho pasa por debajo de la arteria subclavia derecha.

El ramo interno (nervio laríngeo interno), el mayor de los ramos terminales del nervio laríngeo superior, atraviesa la
tirohioidea junto con la arteria laríngea superior, aportando fibras sensitivas a la mucosa laríngea del vestíbulo laríngeo y de
la porción media de la cavidad laríngea, incluida la cara superior de los pliegues vocales. El ramo externo (nervio laríngeo
externo), el más pequeño de los ramos terminales del nervio laríngeo superior, desciende posterior al músculo
esternotiroideo acompañado de la arteria tiroidea superior. Al principio, el ramo externo se sitúa sobre el constrictor inferior
de la faringe, después atraviesa el músculo, contribuyendo a su inervación (junto con el plexo faríngeo), y a continuación a la
del músculo cricotiroideo.
El nervio laríngeo inferior, la continuación del nervio laríngeo recurrente (un ramo del nervio vago), entra en la faringe
pasando profundo al borde inferior del constrictor inferior de la faringe y medial a la lámina del cartílago tiroides (figs. 8-37,
8-39 y 8-40). Se divide en ramos anterior y posterior, que acompañan a la arteria laríngea inferior hacia el interior de la
laringe. El ramo anterior inerva los músculos cricotiroideo lateral, tiroaritenoideo, vocal, aritenoepiglótico y tiroepiglótico.
El ramo posterior inerva los músculos cricoaritenoideo posterior y los músculos aritenoideos transverso y oblicuo. Dado que
inerva todos los músculos intrínsecos excepto el cricotiroideo, el nervio laríngeo inferior es el nervio motor principal de la
laringe. Sin embargo, también aporta fibras sensitivas a la mucosa de la cavidad infraglótica.
TRÁQUEA
La tráquea se extiende desde la laringe hacia el tórax y termina inferiormente al dividirse en los bronquios principales
derecho e izquierdo. Transporta el aire hacia y desde los pulmones, y su epitelio propulsa el moco cargado de desechos hacia
la faringe para su expulsión por la boca. La tráquea es un tubo fibrocartilaginoso, sostenido por cartílagos traqueales
incompletos (anillos), que ocupan una posición media en el cuello (v. fig. 8-37). Los cartílagos traqueales mantienen la
tráquea permeable; son incompletos posteriormente, donde la tráquea contacta con el esófago. Las aberturas posteriores de los
anillos traqueales están cubiertas por el músculo traqueal involuntario, un músculo liso que conecta los extremos de los
anillos (fig. 8-41). Por ello, la pared posterior de la tráquea es plana.
En los adultos, la tráquea tiene 2,5 cm de diámetro, aproximadamente, mientras que en los lactantes tiene el diámetro de un
lápiz. La tráquea se extiende desde el extremo inferior de la laringe, a nivel de la vértebra C6, y termina a la altura del ángulo

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