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V) Exilio (598-538 a.C.

) (61 años) (Dios creador y Dios de la ley)

-Jr 13, 19

“19 Las ciudades del Negueb están cercadas*,


y no hay quien las abra.
Todo Judá es deportado,
deportado en masa.”

2 Re 24, 14; 25, 12

“14 Deportó a todo Jerusalén, todos los jefes y guerreros (diez mil
deportados), y todos los herreros y cerrajeros. No quedó más que la
gente más pobre del país. 15 Deportó a Babilonia a Jeconías* y llevó
al destierro, de Jerusalén a Babilonia, a la reina madre y a las mujeres
del rey, a sus eunucos y a los notables del país. 16 El rey de Babilonia
llevó deportados a Babilonia a todos los hombres pudientes, en
número de siete mil, entre ellos los herreros y cerrajeros, que
sumaban un millar, así como a todos los hombres aptos para la
guerra*.”

“8 En el mes quinto*, el siete del mes — era aquél el año diecinueve


de Nabucodonosor, rey de Babilonia—, Nebuzardán, jefe de la
guardia, siervo del rey de Babilonia, vino a Jerusalén. 9 Incendió el
templo de Yahvé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.
Prendió también fuego a las casas de los altos personajes*. 10 Todas
las tropas caldeas que acompañaban al jefe de la guardia demolieron
las murallas que rodeaban Jerusalén. 11 Nebuzardán, jefe de la
guardia, deportó al resto de la población que quedaba en la ciudad y
a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia. 12 El jefe
de la guardia dejó una parte de los más pobres del país para cultivar
las viñas y los campos.”

-Salmo 137
“1 A orillas de los ríos de Babilonia,
estábamos sentados llorando,
acordándonos de Sión.
2 En los álamos de la orilla
colgábamos nuestras cítaras.
3 Allí mismo nos pidieron
cánticos nuestros deportadores,
nuestros raptores*, alegría:
«¡Cantad para nosotros
un canto de Sión!».
4 ¿Cómo podríamos cantar
un canto de Yahvé
en un país extranjero?
5 ¡Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me seque* la diestra!
6 ¡Se pegue mi lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no exalto a Jerusalén
como colmo de mi gozo!
7 Acuérdate, Yahvé,
contra la gente de Edom,
del día de Jerusalén*,
cuando decían: ¡Arrasad,
arrasadla hasta sus cimientos!”
“8 ¡Capital de Babel, devastadora,
feliz quien pueda devolverte
el mal que nos hiciste,
9 feliz quien agarre y estrelle
a tus pequeños contra la roca!”

a)La teología de profetas-reyes ennelmexilio: un germen de


David.

Zac 9, 9-10

“9 ¡Exulta sin freno, Sión,


grita de alegría, Jerusalén!
Que viene a ti tu rey:
justo* y victorioso,
humilde y montado en un asno,
en una cría de asna*.
10 Suprimirá* los carros de Efraín
y los caballos de Jerusalén;
será suprimido el arco de guerra,
y él proclamará la paz a las naciones.
Su dominio alcanzará de mar a mar,
desde el Río al confín de la tierra*.

Is 11, 1-16 y
“1 Dará un vástago el tronco de Jesé*, un retoño de sus raíces
brotará.
2 Reposará sobre él
el espíritu de Yahvé*:
espíritu de sabiduría e inteligencia,
espíritu de consejo y fortaleza,
espíritu de ciencia y temor de Yahvé.
3 Y se inspirará en el temor de Yahvé*.
No juzgará por las apariencias,
ni sentenciará de oídas.
4 Juzgará con justicia a los débiles,
con rectitud a los pobres de la tierra.
Herirá al hombre cruel”
“con la vara de su boca,
con el soplo de sus labios
matará al malvado.
5 Justicia será el ceñidor de su cintura,
verdad el cinturón de sus lomos.
6 Serán vecinos el lobo y el cordero*,
y el leopardo se echará con el cabrito,
el novillo y el cachorro pacerán juntos,
y un niño pequeño será su pastor.
7 La vaca y la osa pacerán,
juntas acostarán a sus crías,
el león, como los bueyes, comerá paja.
8 Hurgará el niño de pecho”
“en el agujero del áspid,
y en la hura de la víbora
el recién destetado meterá la mano.
9 Nadie hará daño, nadie hará mal
en todo mi santo Monte,
porque la tierra estará llena
de conocimiento de Yahvé,
como las aguas colman el mar.”
“10 Aquel día la raíz de Jesé,
se alzará como estandarte de pueblos;
las naciones la buscarán,
y su morada será gloriosa.
11 Aquel día
volverá el Señor a mostrar su mano
para rescatar al resto de su pueblo
que haya quedado de Asiria y de Egipto,
de Patrós, de Cus, de Elam,
de Senaar, de Jamat y de las islas*.
12 Izará bandera a las naciones,
reunirá a los desperdigados de Israel,
agrupará a los dispersos de Judá
de los cuatro puntos cardinales.
13 Cesará la envidia de Efraín,
acabará la opresión de Judá.
Efraín no envidiará a Judá
y Judá no oprimirá a Efraín*.
14 Juntos atacarán la Filistea Marítima,
a una saquearán a los hijos de Oriente:
su mano caerá sobre Edom y Moab,
los amonitas serán sus vasallos.
15 Secará Yahvé el canal de Egipto
y agitará su mano contra el Río*.
Con la violencia de su soplo
lo partirá en siete arroyos,
y se podrá atravesar en sandalias.
16 Habrá un camino real
para el resto de su pueblo
que haya sobrevivido de Asiria,
como lo hubo para Israel,
cuando subió del país de Egipto*.

Jr 23, 5
“5 Mirad que vienen días
—oráculo de Yahvé—
en que suscitaré a David
un Germen justo*:
reinará un rey prudente,
practicará el derecho
y la justicia en la tierra.
6 En sus días estará a salvo Judá,
e Israel vivirá en seguro;
y éste es el nombre con que le llamarán:
«Yahvé, justicia nuestra*.”

Jr 31-31-34
“31 Van a llegar días —oráculo de Yahvé— en que yo pactaré con la
Casa de Israel (y con la Casa de Judá) una nueva alianza; 32 no
como la alianza que pacté con sus padres, cuando los tomé de la
mano para sacarlos de Egipto, pues ellos rompieron mi alianza y yo
hice estrago* en ellos —oráculo de Yahvé—. 33 Sino que ésta será
la alianza que yo pacte con la Casa de Israel, después de aquellos
días —oráculo de Yahvé—: pondré mi Ley en su interior y sobre sus
corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 34
Ya no tendrán que adoctrinarse entre sí, unos a otros, diciendo:
«Conoced a Yahvé», pues todos ellos me conocerán, del más chico
al más grande —oráculo de Yahvé—, cuando perdone su culpa y de
su pecado no vuelva a acordarme.”

b)La teología de los profetas-sacerdotes: “David mismo” (tipo


David).

Ez 34, 1-31
1 Yahvé me dirigió su palabra en estos términos: 2 «Hijo de hombre,
profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y diles: Esto dice el
Señor Yahvé: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí
mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño? 3 Pues
vosotros os habéis bebido la leche* de las ovejas, os habéis vestido
con su lana y habéis sacrificado las más rollizas. No habéis
apacentado el rebaño. 4 No habéis fortalecido a las débiles, no
habéis cuidado a la enferma ni curado a la que estaba herida; no
habéis hecho volver a la descarriada ni buscado a la perdida. Al
contrario, las habéis dominado con violencia y dureza. 5 Ellas se han
dispersado, por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas
las fieras del campo. 6 Mi rebaño anda errante por todos los montes
y altos collados*; mi rebaño anda disperso por todo el país, sin que
nadie se ocupe de él ni salga en su busca.” “7 «Por eso, pastores,
escuchad la palabra de Yahvé: 8 Lo juro por mi vida —oráculo del
Señor Yahvé—: Ya que mi rebaño ha sido expuesto al pillaje, hasta
convertirse en pasto de todas las fieras del campo por falta de pastor;
ya que mis pastores no se ocupan de mi rebaño, sino que se
apacientan a sí mismos y no se ocupan de mis ovejas, 9 tendréis que
escuchar, pastores, la palabra de Yahvé. 10 Esto dice el Señor
Yahvé: Aquí estoy yo contra los pastores: reclamaré mi rebaño de
sus manos y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no
volverán a apacentarse a sí mismos. Yo arrancaré a mis ovejas de
su boca, para que ya no sean su presa.
11 «Porque esto dice el Señor Yahvé: Aquí estoy yo, para cuidar
personalmente de mi rebaño y velar por él. 12 Como un pastor vela
por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas
dispersas, así velaré yo por mis ovejas. Las recobraré de todos los
lugares donde se habían dispersado en día de densa niebla.” “ 13
Las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de los países y
las conduciré de nuevo a su suelo. Las pastorearé por los montes de
Israel, por los barrancos y por todos los poblados de esta tierra. 14
Las apacentaré en tiernos pastos, y su majada estará en los montes
de la encumbrada Israel. Allí reposarán en buena majada, y pacerán
pingües pastos por los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré
mis ovejas y yo las llevaré a reposar —oráculo del Señor Yahvé—.
16 Buscaré la oveja perdida, haré volver a la descarriada, curaré a la
herida, confortaré a la enferma; pero a la que está gorda y robusta la
exterminaré*; las pastorearé con justicia….23 «Yo suscitaré un solo
pastor que las guíe y las apaciente: a mi siervo David. Él las
apacentará y será su pastor. 24 Yo, Yahvé, seré su Dios, y mi siervo
David será su príncipe. Yo, Yahvé, he hablado. 25 Concluiré con ellos
una alianza de paz, y haré desaparecer de esta tierra a las bestias
feroces. Habitarán seguros en la estepa y dormirán en los bosques.
26 Los asentaré en los alrededores de mi colina*, y mandaré a su
tiempo la lluvia: será una lluvia de bendición. 27 El árbol del campo
dará su fruto, la tierra dará sus productos, y ellos vivirán seguros en
su tierra. Y sabrán que yo soy Yahvé, cuando despedace las barras
de su yugo y los libre de la mano de los que los tienen esclavizados.
28 No volverán a ser presa de las naciones; las bestias salvajes no
volverán a devorarlos. Habitarán seguros y no volverán a ser
atemorizados. 29 Haré que les broten plantíos prósperos; no habrá
más víctimas del hambre en el país, ni volverán a sufrir el ultraje de
las naciones. 30 Y sabrán que yo, Yahvé su Dios, estoy con ellos, y
que ellos, la casa[…]”

Ez 40-48: el templo

Ez 45, 7-12; c. 46 (el príncipe restringido)


“7 «Al príncipe le tocará un territorio a ambos lados del terreno
reservado para el santuario y de la zona urbana; ocupará el espacio
que va a lo largo del límite del terreno reservado para el santuario y
del de la zona urbana; llegará hasta el mar por el lado occidental y
hasta la frontera por el oriental. Habrá una longitud igual a cada una
de las partes, desde la frontera occidental hasta la frontera oriental 8
de la tierra. Esto será su propiedad en Israel. Así mis príncipes no
oprimirán más a mi pueblo: dejarán la tierra a la casa de Israel, a sus
tribus.
9 «Esto dice el Señor Yahvé: ¡Ya está bien, príncipes de Israel!
¡Basta ya de opresión y violencia! Practicad el derecho y la justicia,
liberad a mi pueblo de vuestros impuestos —oráculo del Señor
Yahvé—. 10 Usad balanzas justas, y que la arroba y la cántara
tengan una medida justa. 11 Que la arroba y la cántara sean iguales:
cada una debe contener un décimo de carga. A partir de la carga
serán fijadas las cántaras*. 12 El siclo será de veinte óbolos. Veinte
siclos, veinticinco siclos y quince siclos harán una mina.

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