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Antecedentes de la contabilidad en Nicaragua

Nuestros ancestros que habitaban lo que hoy es Nicaragua antes de su


descubrimiento por el Almirante Cristóbal Colón en su último viaje el 12 de
Septiembre de 1502, ejercían el comercio en forma variada, para ello realizaban
diferentes actos de comercio y para darles certidumbre los anotaban en
diferentes formas, es decir llevaban cuentas o hacían CONTABILIDAD a su
manera.

Como consecuencia de las expediciones de comercio los caciques realizaban


largas travesías, algunas de las cuales están tejidas con bellas leyendas como
la de la Laguna Robada por los brujos de Managua, contada por Don Gratus
Halftermayer en su obra Complemento de la Historia de Managua. Resumiré la
leyenda: “De regreso a Managua, el cacique de esta región y su comitiva, hizo
un receso en El Salvador, donde fue muy bien atendido por el cacique del lugar
y su corte. Durante el festejo el cacique que era muy buen mozo y joven se
enamoró de la hija de su anfitrión y después de contarle las bellezas de su tierra,
la princesa decidió venirse con él, pero al pasar por la laguna donde muchas
veces había nadado con las demás princesas rompió a llorar diciendo: “Adiós mi
lagunita, si pudiera llevarte”. Sí podemos llevarla dijo el mancebo y después de
varios conjuros recogió toda el agua de la laguna en el cascarón de un huevo de
Guajolote o pavo montés y se lo llevaron, pero al llegar a Managua el raptor al
mostrar el cascarón donde llevaba la laguna encantada se le cayó en un
profundo barranco, cráter de volcán extinguido, con lo que se forma la laguna de
Tiscapa, robada por los brujos”.

He hecho la anterior narración para dejar sentada la existencia de transacciones


entre los aborígenes de Nicaragua y sus vecinos, Guatemala, El Salvador,
Honduras, lo que los tiene que haber obligado a dar seguridad a las mismas por
medio de anotaciones que realizaban en diferentes materiales, es decir, hacían
o llevaban contabilidad, utilizando lo que les servía de moneda, cacao, etc.

Durante la colonia española los reyes enviaron frecuentemente Oidores y


Veedores Reales a verificar el comportamiento de los capitanes generales y
otras autoridades. Por lo que hace a Nicaragua, por REAL CEDULA expedida en
Valladolid, el 1 de Junio de 1527, apenas 25 años después del descubrimiento
del 12 de Septiembre de 1502, se da al Licenciado Francisco de Castañeda,
instrucciones precisas para ejercer el cargo de CONTADOR Y VEEDOR; es
importante notar que el nombrado no era un simple tenedor de libros pues tenía
el título de Licenciado, pero como también era Alcalde Mayor lo que resultaba
incompatible, se le ordenó seguir sólo con el cargo de Alcalde Mayor. El mismo
Licenciado Francisco de Castañeda en ejercicio de su cargo de Alcalde Mayor,
por providencia dictada en León el 9 de Enero de 1529 ordena a los Contadores
Andrés de Cereceda y Juan de Ampudia rindan cuenta a que estaban obligados.
Había verdadero celo de las autoridades coloniales con el ejercicio del Cargo de
Contador.

Durante el tiempo que duró la Colonia en Nicaragua las formas de llevar cuentas
por los aborígenes fueron sustituidas por las practicas españolas hasta ser
totalmente eliminadas por los sistemas contables traídos por los conquistadores
y sus empleadores.

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