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CRISIS Y RENOVACIÓN:

LAS CIENCIAS HISTÓRICAS EN EL


SIGLO XX
Enrique Moradiellos
I. LOS DESAFÍOS DE
LA HISTORIA EN LOS
ALBORES DEL
SIGLO
Práctica histórica durante el siglo XIX
1. Método empírico-positivista (principio de objetividad y
neutralidad).
2. Historicista (comprender lo único e irrepetible).
«No soy yo el que hablo, es la Historia la que habla a
través de mí»; «la Historia es pura ciencia, una ciencia
como la física o la geología. Su único objetivo es
establecer hechos, descubrir verdades».
Primeras dudas sobre la objetividad del historiador
En 1872, Jacob Burckhardt rechaza suceder en la cátedra berlinesa a su maestro
Ranke en desacuerdo con su metodología «fría» y su pretensión de haber
eliminado al sujeto en la construcción de un relato histórico.

Hay una crisis historiográfica que colinda con el inicio del paradigma darwiniano
(evolucionismo) que se empieza a aplicar en distintas ciencias sociales,
incluyendo la historia.

El Darwinismo social tuvo otra derivación mucho menos positiva y más perniciosa
para la historiografía y la cultura occidental. El reduccionismo biologicista que
implicaba esa tesis ofreció un fundamento pseudo-científico a las nuevas teorías
racistas que se extendieron por Europa.
La marcha del progreso...
Darwinismo social y eugenesia
Los teóricos racistas decimonónicos sostuvieron que los rasgos físicos raciales
determinaban las características culturales y las virtudes morales e intelectuales
de cada grupo («la cultura se lleva en la sangre») y que ello se demostraba por la
evidente superioridad de unas razas (la «blanca» o caucasoide) sobre otras
inferiores (la «negra» o negroide y la «amarilla» o mongoloide) en el transcurso
de la evolución de la humanidad.

Estas ideas tuvieron consecuencias terribles, sobre todo a nivel sociopolítico; pero
también la historiografía se vio influenciada por la interpretación errática de las
teorías evolutivas al transformarse en pseudo-ciencia positivista.
En 1883, Wilhelm Dilthey también cuestiona las pretensiones de un conocimiento
histórico de carácter científico.

Asimismo se cuestionó que las monografías históricas y los estudios pudieran


consignar los hechos tal cual ocurrieron.

En Estados Unidos aparece una corriente historiográfica progresista que pone en


contacto a la economía y la sociología.
El marxismo se cuela en la historiografía
La expansión del movimiento obrero y socialista desde el último cuarto del siglo
en Europa y el mundo occidental fue ampliando la influencia del marxismo sobre
el conjunto de las ciencias humanas.

Algunos aceptaban y otros rechazaban los estatutos marxistas; sin embargo, su


postulado resultaba atractivo, pues mostraba concordancia con los hechos
recientes en los que había una pugna entre clases sociales.
II. NUEVAS
ESPECIALIDADES:
LA HISTORIA
ECONÓMICA Y LA
HISTORIA SOCIAL
Historia económica
Desde un siglo atrás la parte económica de la historia comenzaba a tener
relevancia debido a la aparición de La riqueza de las naciones de Adam Smith
(1776) y El sistema nacional de economía política de Friedrich List (1841).

La disciplina de Historia económica fue desde el comienzo un correctivo


importantísimo al modelo historiográfico rankeano y a sus presupuestos filosóficos
y metodológicos, pues estudiaba patrones cuantificables en series estadísticas
capaces de reflejar fluctuaciones temporales de largo plazo, susceptibles de
análisis con métodos hipotético-deductivos, y posibilitadores de generalizaciones
empíricas.
Historia económica
En síntesis, la Historia económica demostraba que la subida de los precios o el
aumento de la producción de grano o de la mortandad infantil en el pasado
habían sido fenómenos, sucesos o procesos historiables con tanta propiedad y
entidad como la batalla, el tratado diplomático o el episodio político que había
sido privilegiado por la historiografía de tradición rankeana.
Historia social
Los estudios estadísticos también sirvieron para estudiar históricamente a las
grandes poblaciones del pasado, así como sus cambios, transformaciones y
relación con los hechos que, desde otras tradiciones historiográficas, se le habían
atribuido a fenómenos políticos.

La nueva Historia social impugnaba y refutaba con sus temas, métodos y


resultados la exclusividad de las tesis rankeanas sobre el trabajo histórico. Y al
hacerlo demostraba el propio influjo ejercido por las restantes ciencias sociales
sobre la Historia.
III. LA ESCUELA
FRANCESA DE
ANNALES
Lucien Febvre Marc Bloch
La historiografía como un saber interdisciplinario
La atracción que sentía Bloch por la geografía era menor que la de Febvre, en
tanto que su interés por la sociología era mayor. Sin embargo, ambos hombres
pensaban de una manera interdisciplinaria. Bloch, por ejemplo, ponía el acento en
la necesidad que tiene el historiador local de combinar el saber de un arqueólogo,
de un paleógrafo, de un historiador del derecho, etc.
Los reyes taumaturgos
Febvre y Bloch coincidieron en Estrasburgo, de 1920 a 1933.

Bloch escribe Los reyes taumaturgos, en el que explica la creencia medieval, que
llegó hasta el siglo XVIII, de que los reyes podían curar a los enfermos con
tocarles. A partir de esta idea, surge el concepto «la historia de duración larga», a
través de una idea que sobrevivió diversas épocas. También crea el término
‘psicología religiosa’.

Bloch llegó a esas conclusiones a través de estudiosos de otras disciplinas:


psicología, antropología y sociología.

Asimismo Bloch establece el término ‘historia comparada’, para hacer


paralelismos entre dos lugares remotos, pero en el mismo periodo histórico.
Febvre: sobre el Renacimiento y la Reforma
Febvre, por su parte, hace una ‘biografía’ de Martín Lutero, pero no
concentrándose en la vida del personaje, sino en la necesidad social de reformar
la iglesia.

Para este autor, la causa del Renacimiento era el surgimiento de la burguesía,


que “necesitaba... una religión clara, razonable, humana y mansamente fratemal”.
Fundación de Annales
Tanto Bloch como Febvre querían fundar una revista histórica que reuniera los
nuevos estudios que se estaban logrando en el campo. Aunque hubo varios
tropiezos, entre ellos el rechazo de quien sería el director de la misma, Henri
Pirenne; ellos encabezaron el proyecto.

La revista se denominó Annales d' histoire économique et sociale, y su primer


número se publicó el 15 de enero de 1929. Entre el comité había un geógrafo, un
sociólogo, un economista y un especialista en ciencias políticas.
El Rabelais de Febvre
El análisis de Febvre sobre la obra satírica de Rabelais (Gargantúa y Pantagruel)
revela parte de la ideología de finales de la edad media, y la imposibilidad de que
su autor fuera ateo (como se llegó a considerar previamente).

Según Febvre, en aquel tiempo no existía el ‘aparato conceptual’ para tener ese
tipo de escepticismo. Las "palabras que faltaban" (mots qui manquent), términos
claves como "absoluto" y "relativo", "abstracto" y "concreto", "causalidad",
"regularidad" y muchas otras.
La renovación historiográfica asociada con la escuela de Anuales se basó
esencialmente en la enorme ampliación de los campos de trabajo y en la
utilización de métodos de investigación tomados de otras disciplinas (el análisis
sociológico y demográfico, el trabajo de campo geográfico y etnológico, la
Estadística, el estructuralismo lingüístico, la Arqueología, el método comparativo,
etc.).

El esquema temporal de la ‘larga duración’ permitió entender y analizar


estructuras sociales, ciclos económicos, permanencias, constantes y
regularidades en la conducta de las comunidades humanas del pasado.
Fernand Braudel (1902-1985)
Seguidor de Febvre y Bloch.

En su libro La Méditerranée et le monde


méditerranéen á l’époque de Philippe II (1949)
establece tres tiempos/niveles distintos:

1. Larga duración
2. Coyuntura
3. Acontecimiento
Larga duración
Se refiere a las casi inmutables relaciones humanas con el medio, a la estructura
«casi situada fuera del tiempo», la «geo-historia» («ciertos marcos geográficos,
ciertas realidades biológicas, ciertos límites de productividad, y hasta
determinadas coacciones espirituales»).
Coyuntura o duración media
Es «una Historia de ritmo lento», que corresponde a la coyuntura, entendiendo
por tal los procesos sociales, económicos y culturales que se revelan en ciclos:
«una curva de precios, una progresión demográfica, el movimiento de salarios, las
variaciones de la tasa de interés», etc.
Acontecimiento o duración corta
En «el tercer nivel», el tiempo corto y breve que correspondía al «individuo y al
acontecimiento», a la Historia «episódica», y que básicamente era una Historia
política tradicional.
IV. EL IMPACTO DE LA HISTORIOGRAFÍA
MARXISTA BRITÁNICA
La historiografía marxista fuera de la URSS fue muy diferente, pues no tenía una
presión estatal para publicar de manera doctrinaria o partidista.

En Inglaterra las investigaciones empíricas combinaron la aplicación de los


métodos disponibles de otras ciencias humanas y el tratamiento dialéctico tanto
de asuntos «estructurales» como «episódicos».

Se publicaron estudios sobre el feudalismo inglés, la revolución del siglo XVII,


sobre la protesta popular y laboral de la época de la industrialización
decimonónica.
V. LA CLIOMETRIA NORTEAMERICANA
La «Nueva Historia Económica», Cliometría o Historia cuantitativa, consiste
meramente en la utilización exhaustiva de un método cuantitativo y la aplicación
de unos modelos teóricos matemáticos explícitos en el tratamiento de los datos
recogidos y elaborados.

Se le relaciona con el desarrollo de técnicas informáticas para analizar una gran


cantidad de datos, en especial del tipo estadístico, para poder comprender a las
grandes masas de personas del pasado.

Se ha criticado de manera recurrente porque los datos estadísticos del pasado no


pueden ser una fuente fiable, ni se pueden uniformar o generalizar. Las cifras
pueden ayudar a formular hipótesis, pero no explican la realidad del pasado.
VI. TRADICIÓN Y
RENOVACIÓN EN
LAS DISCIPLINAS
HISTÓRICAS
La historia de la cultura popular
Carlo Ginzburg, El queso y los gusanos. El cosmos según un molinero del siglo
XVI (1976), fue un hito crucial. La historia del proceso inquisitorial contra el
molinero herético Menocchio informaba mucho más sobre la sociedad y cultura
renacentista en Italia que las historias sociales que se limitaban a elaborar largas
series de datos cuantificables. Fue el germen de la ‘microhistoria’.

Hubo una creciente atención hacia el papel de la mujer, de las mujeres anónimas
en la historia, al compás de la nivelación del estatus civil y laboral de las mujeres
en las sociedades occidentales de postguerra y del surgimiento del movimiento
feminista. (Mary Ritter Beard, Women as a Force in History, 1946)
La historia de la cultura popular
Proceso de descolonización en 1945. Hubo expansión de la historiografía
académica y profesional en nuevos ámbitos geográficos donde la tradición
archivística era muy tenue o casi inexistente promovió una innovación
metodológica de gran alcance: el recurso a la Historia oral, a las fuentes orales,
como medio principal para la elaboración del relato histórico.

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