Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
html) Proyecto
Volver
2756-D-2011
El Senado y Cámara de
Diputados...
Señor presidente:
En las grandes ciudades del mundo, el principal responsable de la pérdida de la calidad del aire lo
constituyen las fuentes móviles, con una cifra que oscila entre el 75% y 80% del total de la
contaminación. En particular, la situación actual del autotransporte público urbano ocasiona una gran
contaminación ambiental que produce daños en la salud de la población. Sin mengua del carácter
federal de nuestro régimen político, es imprescindible que en resguardo de la salud de la población,
el Estado Nacional disponga una ley que contribuya a disminuir este tipo de polución. Los gases de
escape emitidos por los motores diesel, que son los que se utilizan mayoritariamente en el
autotransporte público de la Argentina tienen un efecto nocivo sobre el ambiente y la salud humana:
Dióxido de carbono (CO2): se encuentra en la mayoría de los gases de escape. Si bien no
representa una amenaza directa a la salud, aumenta la temperatura de la atmósfera terrestre
provocando recalentamiento global a través del efecto invernadero. Óxidos nítricos (NOx): los óxidos
nítricos se componen de monóxido nítrico (NO) y dióxido nítrico (NO2), y producen un efecto
negativo en el medio ambiente pues contribuyen a la acidificación del suelo y del agua (lluvia ácida).
Hidrocarburos (HC): presentes en la atmósfera, principalmente debido a la combustión incompleta de
fósiles. En concentraciones altas son extremadamente nocivos para la salud por su carácter
cancerígeno. Monóxido de carbono (CO): el monóxido de carbono se produce por la combustión
incompleta del diesel. Es tóxico al inhalarse, interfiere con el transporte de oxígeno (O2) a los tejidos
porque la hemoglobina (que es el pigmento sanguíneo encargado del intercambio gaseoso tisular)
tiene una afinidad 200 veces mayor por el CO que por el oxígeno. De esta manera, el CO reacciona
con la hemoglobina formando carboxihemoglobina (COHb), lo cual limita la distribución de oxígeno al
cuerpo. En concentraciones elevadas es fatal. Dióxido sulfúrico (SO2): el azufre de las emisiones de
escape se presenta en forma de partículas de azufre y dióxido sulfúrico. Éstas causan acidificación
del suelo y del agua y son un irritante respiratorio muy soluble, pues en concentraciones importantes
en el aire que se respira paraliza los cilios epiteliales del tracto respiratorio. Descarga de partículas
(PM): las partículas de carbono no quemado, el residuo de combustible no quemado y el aceite
lubricante forman parte de la descarga de partículas. La contaminación ambiental con partículas
finas (tamaño menor de 10 micrones), en el corto plazo, puede causar el deterioro de la función
respiratoria, y en el largo plazo, puede contribuir a incrementar el número de personas con
enfermedades respiratorias crónicas, cáncer y muerte prematura. Los porcentajes máximos de
monóxido de carbono, hidrocarburos, dióxido sulfúrico, óxidos nítricos y partículas PM están fijados
por la Norma europea EURO y por la Norma americana EPA en sus distintos niveles, según el año
calendario.
A modo de ejemplo, la siguiente tabla contiene un resumen de la Normativa de la Comunidad
Económica Europea vigente para camiones y autobuses. Normas europeas sobre emisiones para
motores diesel HD, en g/kWh (Humo en m-1) * Para motores de menos de 0,75 dm3 de cilindrada
por cilindro y una potencia nominal a velocidad mayor de 3000. A fin de disminuir la polución urbana,
en el presente proyecto de ley se propone sustituir los motores diesel de la flota de colectivos por:
motores a gas natural comprimido (GNC) o biogás, propulsores híbridos que combinen motor diesel
con motor eléctrico o propulsores híbridos que combinen motor a GNC con motor eléctrico. Esta
propuesta se fundamenta, por un lado, en que los colectivos que funcionan con gas natural reducen
hasta un 90% las emisiones contaminantes respecto a un motor diesel tradicional. Además, las
emisiones de ruido son inferiores en un 50% respecto a un vehículo normal y, adicionalmente, el
biogás como fuente de energía renovable, podría sustituir al gas natural en los vehículos
propulsados por este combustible, previo refinado del biogás para eliminar impurezas. Varias
ciudades del mundo están utilizando colectivos urbanos que funcionan con GNC o biogás. Ejemplo
de ellas son Málaga, Lille, Estocolmo, y Nueva York. Por otro lado, los colectivos híbridos eléctricos
son una alternativa técnica y económicamente viable, probada hasta el momento en varias ciudades
en el mundo. Por su combinación de motor diesel y eléctrico, las unidades de colectivos híbridos
permiten reducir las emisiones de gases contaminantes y los niveles de ruido. Esto es posible
porque funcionan con un motor diesel de alto rendimiento, menor potencia y que produce un mínimo
nivel de contaminación. Este motor acciona un generador de electricidad para impulsar el vehículo a
través de otro motor, en este caso eléctrico, y paralelamente cargar un banco de baterías. El banco
de baterías es cargado por el generador en los instantes en que el vehículo requiere menor potencia
(cuando está parado o circulando a velocidad constante). También se recarga a través de la
recuperación de la energía de frenado realizada por el motor eléctrico de tracción, que en ese caso
actúa como generador eléctrico. La potencia pico necesaria para la aceleración del vehículo se
obtiene del banco de baterías. El Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) de los Estados
Unidos realizó un estudio comparativo del rendimiento de colectivos que funcionaban con motores
diesel, GNC o híbridos (diesel/GNC), evaluando su funcionamiento en el tránsito de la ciudad de
Nueva York. Como principal conclusión, los colectivos híbridos exhibieron un 43% y 22% mejor
economía de combustible que los colectivos a GNC y diesel, respectivamente. Estos estudios son de
particular importancia para las grandes ciudades argentinas, en espacial para la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, donde existen 200 líneas de colectivos de pasajeros y la circulación total es
aproximadamente de 9.500 unidades, las cuales recorren 722.976.752 kilómetros al año. Un
colectivo diesel común emite 771 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. Por lo tanto
las emisiones totales originadas por el transporte público son de 557.415 toneladas de CO2 por año.
La ley de tránsito no 24.449 estipula que un colectivo debe ser renovado cada diez años. Además, la
ley de Calidad Atmosférica 1356 y su decreto reglamentario 198/06, establecen metas de calidad de
aire apuntando a la reducción de la contaminación generada por fuentes móviles. Más aun, la
Resolución 731/2005 de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable estipula cumplir con los
límites de emisiones EURO IV. Respecto a la instalación del sistema de posicionamiento global
(GPS) en las unidades de transporte público urbano, los objetivos fundamentales son: 1. controlar
las velocidades máximas de las unidades en circulación en tiempo real; 2. controlar la cantidad de
unidades por empresa en circulación; 3. controlar la frecuencia, horarios, y velocidades máximas de
las unidades, verificando el cumplimiento del decreto 656/94. La instalación de estos dispositivos
intenta regular, a través de su aplicación, el sistema de subsidios al transporte público otorgados por
el Estado Nacional. A través del PEN, se destina el 32.4% del PBI, lo cual equivale a 11.649 millones
de pesos, de los cuales 2 mil millones son destinados a los subsidios de colectivos urbanos.
(Análisis de ASAP en base a SIDIF en
http://www.centrocifra.org.ar/docs/CIFRA%20%20Informe%20sobre%20presupues to%202010.pdf).
Los subsidios son distribuidos entre las empresas de transporte avaladas por la autoridad de
aplicación bajo el Decreto 656/94 (Artículos 17, 18, 19, y 20) a partir de una ecuación derivada del
desfasaje entre la tarifa que
abonan los usuarios y los costos de la empresa, multiplicado por la cantidad de kilómetros recorridos
declarados por unidad. La falta de control respecto a la cantidad de unidades en circulación y los
kilómetros que efectivamente recorren puede dar lugar a que el Estado destine un importe mayor de
subsidios que el correspondiente a cada una de las empresas. Asimismo, se hará un seguimiento
constante de las frecuencias de las unidades disminuyendo la cantidad de colectivos que llegan a
una misma parada al mismo tiempo. Al llegar juntos, un mismo colectivo levanta todos los pasajeros
de la parada, haciendo que viajen parados y hacinados, y el otro colectivo viaja vacío. Al instalar un
sistema de seguimiento en tiempo real, se podrá regular la distribución de pasajeros para que viajen
de manera cómoda y segura, y la unidad restante podría pasarse al servicio nocturno, que cuenta
con una categórica falta de unidades circulando. La instalación de los dispositivos de GPS permitirá
controlar, a través de la autoridad de aplicación, el cumplimiento efectivo de los recorridos pautados
en el artículo 7 del Decreto 656/94, el control de las velocidades máximas, y la regulación de la
frecuencia de las unidades en cada una de las líneas. Es importante destacar que 1 de cada 10
accidentes viales involucran a colectivos de transporte público urbano. Al regular la velocidad de las
unidades en tiempo real, se podrán aplicar las multas correspondientes a las unidades que estén en
falta, y por lo tanto se podrá disminuir la cantidad de accidentes causados por ellos. Este proyecto
se enmarca en lo dispuesto por el artículo 41 de nuestra Constitución Nacional, que faculta a la
Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección ambiental. Por
todo lo expuesto, solicito a mis colegas su apoyo para la aprobación del mismo.
Nota: La información contenida en este sitio es de dominio público y puede ser utilizada libremente. Se
solicita citar la fuente.