Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
TERAPIA HORMONAL
El sistema hormonal está formado por un conjunto de glándulas responsables de la
secreción de hormonas, que liberadas al torrente sanguíneo regulan un gran número de
funciones del cuerpo.
El interés farmacológico de este conjunto de sustancias es evidente. En primer lugar, sirven
para sustituir a la hormona endógena cuando ésta resulta deficitaria; en segundo lugar, es
creciente la síntesis de análogos que imitan la acción de la hormona o que ejercen acciones
inesperadas, pero no menos útiles; en tercer lugar, es posible producir fármacos
antagonistas que resultan eficaces para contrarrestar una acción exagerada; por último,
existen fármacos que interfieren en el control regulador hipotálamo-hipofisario y que
pueden, por lo tanto, incrementar o disminuir la secreción de la hormona adenohipofisaria.
Como cualquier otro agente farmacológico, las hormonas y los productos que intervienen
en su acción son susceptibles a presentar interacciones farmacológicas con otros fármacos,
que puede implicar consecuencias más o menos graves para el paciente.
Debido al gran número de fármacos que actúan en el sistema hormonal, en la descripción
de las interacciones medicamentosas potenciales, nos vamos a centrar en aquellas que,
por su magnitud, implican una consecuencia clínica relevante (tabla 7). Sin embargo, es
importante recordar que pueden darse otras interacciones, consideradas en la bibliografía
como de riesgo moderado, pero que en algunos pacientes son capaces de irrumpir con
implicaciones clínicas graves.
Hormonas hipotalámicas
Tirotropina tirotropina
Mineralcorticoide fludrocortisona
Hormonas pancreáticas
Hormonas sexuales
Estrógenos
Tabla 8. Inductores potentes del CYP3A4, CYP1A2 y CYP2C19 del citocromo P45058
Se recomienda considerar una alternativa terapéutica para alguno de los dos fármacos, con
el objetivo de evitar el fracaso del tratamiento con estrógenos. Algunas combinaciones
están incluso contraindicadas por los laboratorios fabricantes. Si no es posible evitar el uso
conjunto, podría aumentarse la dosis del estrógeno y controlar la aparición de posibles
reacciones adversas.
Los estrógenos y otros inhibidores de la isoforma CYP3A4 del citocromo P450 pueden
disminuir el metabolismo de tacrólimus, aumentando sus concentraciones plasmáticas y,
por lo tanto, su toxicidad (nefrotoxicidad, hiperglucemia, hiperpotasemia). A su vez, el
inmunosupresor es capaz de disminuir, aunque de forma moderada, la eliminación de los
estrógenos. Se debe evitar esta asociación, incluso si los estrógenos son administrados por
vía vaginal. Si no es posible, se debe ajustar la dosis de tacrólimus para corregir las
concentraciones plasmáticas.
1.6.3. Progestágenos y análogos
La variedad estructural de los progestágenos explica el gran número de interacciones
farmacológicas en que pueden verse implicados.
Los fármacos inductores potentes de las isoformas CYP3A4 y CYP1A2 (tabla 8) son
capaces de potenciar la actividad del citocromo P450 y aumentar la eliminación de otros de
los sustratos de estas isoformas, entre ellos los progestágenos. Hasta un 60% de la
degradación metabólica de los progestágenos depende de éstas isoformas. La
consecuencia es el fracaso terapéutico hormonal. Sin embargo, cabe destacar que los
efectos de la inducción de la isoforma CYP2C19 en el tratamiento con progestágenos son
menos importantes que los observados en la inducción de la isoforma CYP3A4. Se
recomienda evitar el uso concomitante de los fármacos implicados en esta interacción,
buscando otros principios activos que no intervengan en los procesos de degradación
metabólica de los progestágenos. Si el efecto buscado con la terapia hormonal es la
anticoncepción, se deben usar métodos anticonceptivos alternativos.
Es fundamental conocer las interacciones medicamentosas que tienen como resultado la
progresión de tumores hormonodependientes y las que pueden implicar el embarazo por
fracaso de la anticoncepción hormonal, especialmente cuando las pacientes reciben
fármacos capaces de afectar a la embriogénesis.
Aunque la mayoría de los derivados del ácido retinoico aumentan las concentraciones
plasmáticas de los progestágenos, la acitretina y el bexaroteno son capaces de inducir de
forma moderada la actividad de la isoforma CYP3A4 del citocromo P450. El fracaso en la
anticoncepción hormonal y el embarazo no deseado consecuente es especialmente
alarmante, pues ambos fármacos son altamente teratógenos. Se recomienda usar otros
anticonceptivos fiables no hormonales, como los de barrera. Se debe recordar que cuando
el paciente es un varón, el uso de preservativos también es necesario, pues el fármaco
eliminado a través del semen puede absorberse a través de la mucosa vaginal.
Esta interacción no es extensiva a los preparados para uso tópico cutáneo que contienen
derivados del ácido retinoico.
Los progestágenos pueden aumentar las concentraciones plasmáticas de la ciclosporina y
sus efectos hepatotóxicos. El mecanismo no está del todo dilucidado, pero se piensa que
podría estar relacionado con la inhibición del metabolismo hepático del inmunosupresor. Se
recomienda evitar esta asociación. Si no es posible, se deben monitorizar estrechamente
las concentraciones plasmáticas de la ciclosporina y controlar la función hepática. Cuando
el preparado hormonal tiene fines anticonceptivos, una buena alternativa son los
profilácticos de barrera.
El ulipristal es un análogo de la progesterona que presenta las mismas interacciones que
el resto de progestágenos. Sin embargo, al ser un agonista parcial, puede competir con
éstos, actuando como un antagonista y disminuir, por tanto, sus efectos terapéuticos.