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TARSILA DO AMARAL

Tarsila do Amaral nació en Capivari, Brasil en 1886. Sus padres eran Lydia Dias
de Aguiar y José do Amaral Stanislaus. Su abuelo paterno, conocido como “O
Milionário”, era un rico empresario y hacendado. Estudió en el Colegio Sion de
la ciudad de Saõ Paulo. En 1902, ella y su hermana viajaron a Europa con sus
padres, que las dejaron internas en el Colegio del Sagrado Corazón, en
Barcelona. Dos años más tarde Tarsila regresó a Brasil y se casó con un primo
de su madre, André Teixeira Pinto, con quien tuvo a su única hija, Dulce. En
1913 se separaron y se trasladó a São Paulo. Con Oswald de Andrade se casó
en 1926, separándose en 1930.
Tarsila do Amaral es la pintora más representativa de la primera fase del
movimiento modernista brasileño. Su cuadro Abaporu, de 1928, inauguró el
Movimiento Antropofágico en los artistas plásticos del país.
En 1916 empezó a trabajar en el taller del escultor sueco William Zadig y en los
años siguientes estudió dibujo y pintura con el maestro académico Pedro
Alexandrino y más tarde con el artista alemán George Elpons. La producción
inicial de Tarsila se limitó a estudios de animales o bodegones y a bocetos de
retratos, que recopiló en cuadernos de apuntes.
En 1920 viajó a París y frecuentó la Académie Julien, donde recibió la
orientación de Émile Renard. En Francia, conoció a Fernand Léger y participó
del Salón Oficial de los Artistas Franceses de 1922, desarrollando técnicas
influenciadas por el cubismo. De vuelta a Brasil el mismo año, se unió a Anita
Malfatti, Menotti del Picchia, Mário de Andrade y Oswald de Andrade,
formando el llamado Grupo de los Cinco, que defendía las ideas de la Semana
de Arte Moderno y se colocó al frente del movimiento modernista en el país.
En 1926 realizó su primera exposición individual, en la Galería Percier, en París.
A partir de entonces, sus obras adquirieron fuertes características primitivistas
y nativistas. Es característico de esta época su cuadro Abaporu, que sirvió de
inspiración al movimiento antropofágico, pudiendo considerarse incluso el
primer manifiesto antropófago.
En 1933, pasó a desarrollar una pintura más conectada a temas sociales, de la
cual son ejemplos las telas Obreros y Segunda Clase. Expuso en las dos primeras
Bienales de São Paulo y ganó una retrospectiva en el Museo de Arte Moderno
de São Paulo (MAM) en 1960. Se le dedicó una sala especial en la Bienal de São
Paulo de 1963 y, el año siguiente, se presentó en la 32.ª Bienal de Venecia.

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