Arroz

Desórdenes Nutricionales y
Manejo de Nutrientes

Ecosistemas del arroz

Manejo de nutrientes
Deficiencia de nutrientes
Toxicidad de minerales
Herramientas e información

Achim Dobermann y Thomas Fairhurst

Arroz: Desórdenes Nutricionales y Manejo de Nutrientes
Colección de Manuales de Campo
A. Dobermann
T.H. Fairhurst

Derechos de autor © 2000

Potash & Phosphate Institute (PPI), Potash & Phosphate Institute of Canada (PPIC), and
International Rice Research Institute (IRRI).

Todos los derechos reservados

Ninguna parte de este manual de campo se puede reproducir o usar en ninguna forma o por
cualquier medio gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, almacenamiento elec-
trónico o en sistemas de búsqueda conocidos o por inventarse. Para obtener permiso para
reproducir reimpresiones completas, o partes de este manual de campo, contactarse con el
Instituto de la Potasa y el Fósforo (PPI).

Traducido al Español por José Espinosa

Levantamiento de texto en Español por Amparo Ormaza

Primera edición en Español

Acerca de las instituciones que publican este manual

La misión del PPI es desarrollar y promover información científica que sea agronómicamente
sólida, económicamente ventajosa y ambientalmente responsable para el desarrollo mundial
del uso de fósforo y potasio en los sistemas de producción de cultivos. Los libros del PPI están
disponibles con descuentos especiales para la compra al por mayor y para las compañías
miembro. Se pueden ordenar ediciones especiales, traducciones y resúmenes, para más
información contactarse con las oficinas de los programas del PPI del Este y Sureste Asiático
y del Norte de América Latina (detalles en la parte posterior de la cubierta).

El objetivo del IRRI es mejorar el bienestar de las generaciones presentes y futuras de los pro-
ductores y consumidores de arroz, particularmente de aquellas de bajos ingresos. Esta insti-
tución fue establecida en 1960 por las Fundaciones Ford y Rockerfeller con la ayuda y apro-
bación del gobierno de las Filipinas. Actualmente es uno de los 16 centros de investigación
sin fines de lucro apoyados por el Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional
(Consultative Group on Intenational Agricultural Research; CGIAR).
 Arroz
Desórdenes Nutricionales y
Manejo de Nutrientes

Achim Dobermann
International Rice Research Institute

Thomas Fairhurst
Potash & Phosphate Institute/Potash & Phosphate Institute of Canada
 Reconocimientos

Los autores expresan su reconocimiento a las siguientes personas y organizaciones:

Al Dr. Christian Witt (IRRI) por escribir la mayor parte de las Secciones 2.4-2.6, por revisar los
capítulos de N, P, K y por muchas otras muy útiles discusiones y comentarios.

Al Dr. Shaobing Peng (IRRI) y al Dr. Helmut von Uexkull (Bonn, Alemania) por revisar el libro
y por sus sugerencias para mejorarlo.

A la Señora Corintha Quijano (IRRI) por mejorar las fotos y revisar todos los capítulos de de-
sórdenes nutricionales.

Al Dr. V. Balasubramanian (IRRI) por su contribución en la Sección 5.9 y por revisar el borra-
dor del libro.

Al Dr. Kenneth G. Cassman (Universidad de Nebraska-Lincoln, USA), quien inició gran parte
de la investigación para mejorar el manejo de nutrientes y la eficiencia de nitrógeno en arroz.
El marco conceptual para evaluar la eficiencia de N descrito en la Sección 5.6 se basa en gran
parte en su trabajo.

A todos los científicos, personal de apoyo y agricultores que participaron en el proyecto

“Reversión de las Tendencias de Reducción de Productividad en Sistemas Intensos de Arroz
de Riego (Reversing Trends of Declining Productivity in Intensive, Irrigated Rice Systems
RTDP), por proveer datos valiosos de las eficiencias de N, P y K.

Al Dr. David Dawe (IRRI) por recordarnos constantemente que los economistas tienen un dife-
rente punto de vista del mundo de la agricultura.

Al Dr. Lawrence Datnoff (Universidad de Florida, USA) por facilitarnos las fotos de deficiencia
de Si.

Al Dr. Takeshi Shimizu (Osaka Prefecture Agriculture and Forestry Research Center, Japón)
por facilitarnos las fotos de varios desórdenes nutricionales.

Al Dr. Ernst Mutert (PPI-PPIC) por su aliento para realizar este trabajo.

A Bill Hardy, Katherine López y Arleen Rivera (IRRI), y Tham Sin Chee (PPI-PPIC) por su
ayuda editorial.

A Elsevier Science por permitirnos reimprimir la fotografía de Crop Protection, Vol 16, Datnoff
L, Silicon fertilization for disease management of rice in Florida; Al Dr. Helmut von Uexkull
(PPI-PPIC), al Dr. Pedro Sánchez (ICRAF) y al Dr. José Espinosa (PPI-PPIC) por permitirnos
utilizar sus fotografías.

A las siguientes organizaciones por suministrar fondos a los diferentes componentes del pro-
yecto RTDP, incluyendo el apoyo financiero para producir este libro:

(ii)
4 Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (SDC).
4 Instituto de la Potasa y el Fósforo e Instituto de la Potasa y el Fósforo de Canadá (PPI-
PPIC).
4 Asociación Internacional de la Industria de Fertilizantes (IFA).
4 Instituto Internacional de la Potasa (IPI).
4 Instituto Internacional para la Investigación del Arroz (IRRI).

Finalmente, es imposible escribir un libro sin el apoyo familiar y por suerte disfrutamos de este
apoyo en todas las etapas de escritura de esta publicación. Por esta razón, queremos agra-
decer a Ilwa, Joan y a nuestros hijos por su incondicional apoyo y comprensión.

Achim Dobermann y Thomas Fairhurst

(iii)
 Prólogo

Hace treinta años, persuadir a los productores de arroz para usar variedades modernas con sus
respectivos fertilizantes era fácil ya que los resultados, en términos de incrementos en rendimien-
to, eran a menudo espectaculares. Al mismo tiempo, los gobiernos invertían abundantemente en
subsidios para fertilizantes y mejoraban la infraestructura de riego y los mecanismos de soporte de
precio. Todo esto hizo que la intensificación del cultivo del arroz (mayor uso de insumos, incremen-
to del número de cultivos por año) sea económicamente atractiva.

Sin embargo, el mejoramiento futuro de la productividad del arroz probablemente será por incre-
mento del rendimiento y “basado en conocimiento”. Los futuros incrementos resultarán de la inter-
acción positiva del manejo simultaneo de los diferentes aspectos agronómicos del cultivo del arroz,
como el suplemento de nutrientes, control de plagas, enfermedades y manejo del agua.

En muchos países se han retirado los subsidios a los fertilizantes y a otros insumos, y es probable
que en el futuro el mantenimiento de las estructuras de riego sea más responsabilidad de los pro-
ductores que del gobierno. En estas condiciones, los futuros incrementos en la producción de arroz
requieren de un cambio en los servicios de extensión, que necesitaran pasar de distribuir paque-
tes de prescripción de tecnología de producción a manejar sistemas más participativos en función
de servicio al cliente. Esta estrategia requiere de un mayor énfasis en interpretar los problemas
de los productores y en desarrollar soluciones económicamente atractivas, hechas para los objeti-
vos de cada agricultor. Sin embargo, los servicios de extensión todavía no están preparados para
estos cambios.

Este manual de campo contiene guías para identificar los síntomas de deficiencia y toxicidad de
nutrientes, y guías para desarrollar estrategias de manejo de nutrientes en arroz cultivado en regio-
nes tropicales y subtropicales. También se incluye información básica de la función de los nutrien-
tes en arroz y las posibles causas de las deficiencias. Se incluyen también estimativos de la remo-
ción de nutrientes en el grano y la paja para ayudar a los investigadores y extensionistas a calcu-
lar las cantidades de nutrientes retirados del lote bajo diferentes sistemas de manejo. Los nutrien-
tes específicos se discuten en el Capítulo 3 – Deficiencias Minerales.

En la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales las fincas de arroz son pequeñas, los
nutrientes se manejan “a mano” y los agricultores no tienen acceso a formas de manejo de nutrien-
tes que demandan más recursos, como el análisis de suelos y el análisis foliar. Por esta razón, en
esta publicación se describe una nueva estrategia para calcular las recomendaciones de N, P y K
mediante el manejo de nutrientes por sitio específico para arroz cultivado en zonas bajas. Este
concepto se basa en el trabajo de investigación desarrollándose al momento en el Mega Proyecto
“Reversión de las Tendencias de Reducción de Productividad en Sistemas Intensos de Arroz de
Riego” (Reversing Trends of Declining Productivity in Intensive, Irrigated Rice Systems) conducido
entre el IRRI e investigadores en China, India, Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam. El progre-
so de este trabajo permitirá la evolución de una estrategia más completa de manejo de nutrientes
por sitio específico.

Este manual de campo se escribió primordialmente para sistemas de arroz de riego y de secano
de zonas bajas ya que estos sistemas abarcan el 80% del total del área cosechada y el 92% de
la producción global de arroz. En donde es apropiado, se ha incluido información adicional para
arroz de zonas altas o para arroz cultivado en áreas susceptibles a inundación. Esperamos que
este libro ayude a incrementar el uso de nuevas estrategias de manejo de nutrientes a nivel de
finca, cerrando la brecha entre el desarrollo tecnológico y la implementación en el campo.

(iv)
 Contenido

Tema Página
1 Ecosistemas del Arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Arroz Irrigado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Arroz de Secano de Zonas Bajas y Altas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Arroz Cultivado en Sitios con Tendencia a Inundación . . . . . . . . . . . . 11

2 Manejo de Nutrientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Brechas de Rendimiento y Manejo del Cultivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Presupuesto de Ingresos y Salidas de Nutrientes en un
Lote de Arroz Irrigado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Estrategias de Manejo de Nutrientes por Sitio Específico . . . . . . . . . . 20
Cálculo del Suplemento de N, P y K Nativos del Suelo . . . . . . . . . . . . 24
Requerimientos de Nutrientes del Cultivo. Concepto de
Balance Nutricional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Eficiencia de Recuperación de los Nutrientes Aplicados . . . . . . . . . . . 31
Manejo de Residuos de Corral, Paja y Abonos Verdes . . . . . . . . . . . . 35
Economía del Uso de los Fertilizantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

3 Deficiencias Minerales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

Deficiencia de Nitrógeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Deficiencia de Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Deficiencia de Potasio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Deficiencia de Zinc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Deficiencia de Azufre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Deficiencia de Silicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Deficiencia de Magnesio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Deficiencia de Calcio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
Deficiencia de Hierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Deficiencia de Manganeso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Deficiencia de Cobre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Deficiencia de Boro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

(v)
 4 Toxicidad de Minerales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

Toxicidad de Hierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

Toxicidad de Sulfuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
Toxicidad de Boro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Toxicidad de Manganeso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
Toxicidad de Aluminio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Salinidad ............................................... 155

5 Herramientas e Información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163

Capas del Suelo, Dinámica de Nitrógeno y Rizosfera en

Suelos con Arroz Inundado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
Claves de Diagnóstico para Identificar Deficiencias de
Nutrientes en Arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
Concentración de Nutrientes en los Tejidos de la Planta
de Arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
Rendimiento de Grano y Componentes del Rendimiento . . . . . . . . . . 173
Evaluación de la Eficiencia de Nitrógeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
Herramientas para Optimizar las Aplicaciones de
Nitrógeno al Voleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Recomendaciones Específicas por Suelo y por Ciclo de
las Aplicaciones Generales de Fertilizantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Conversión de las Recomendaciones de Fertilización a
materiales Fertilizantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Muestreo de Suelos y Plantas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192

Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

A1 Glosario y Abreviaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206

A2 Unidades de Medida y Números Utiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
A3 Fuentes de Información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212

(vi)
 Lista de Figuras

Figura 1 Máximo de rendimiento y brechas de rendimiento al

nivel de finca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Figura 2 Los componentes del balance de ingresos y salidas
de nutrientes en un típico lote de arroz irrigado . . . . . . . . . . . . . 16
Figura 3 Estrategias para el manejo de nutrientes por sitio
específico en arroz irrigado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Figura 4 Estimación del suplemento de N, P y K nativos del
suelo (NNS, PNS y KNS) a partir del rendimiento de
grano de las parcelas de omisión (parcelas sin N, sin
P y sin K). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Figura 5 Relación esquemática entre el rendimiento de grano
y la acumulación de nutrientes en la materia seca
de la parte aérea de la planta de arroz derivada del
rendimiento potencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Figura 6 Relación esquemática entre la acumulación actual
de P en el grano y la paja de la planta de arroz a la
madurez (UP) y el suplemento potencial de P para
una máxima absorción potencial de P . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Figura 7 Relación entre el rendimiento máximo (Rmax), la meta
de rendimiento y la absorción total de N (UN) . . . . . . . . . . . . . . 57
Figura 8 Eficiencia aproximada de recuperación de N aplicado
al voleo en arroz a diferentes etapas de crecimiento . . . . . . . . . 62
Figura 9 Relación entre el rendimiento máximo (Rmax), la meta
el rendimiento y la absorción total de P (UP). . . . . . . . . . . . . . . 76
Figura 10 Relación entre el rendimiento máximo (Rmax), la meta
de rendimiento y la absorción total de K (UK). . . . . . . . . . . . . . . 90
Figura 11 Ciclo y transformaciones de N en suelos cultivados
con arroz inundado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
Figura 12 Procesos que causan la acidificación de la rizosfera
del arroz bajo condiciones de inundación . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
Figura 13 Ejemplos de diferentes funciones de respuesta al N
asociadas con las eficienicas de uso a una dosis de
120 kg de N ha-1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178

(vii)
 Lista de Tablas

Tabla 1 Presupuesto de nutrientes para arroz irrigado con un

rendimiento de 6 t/ha.-1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Tabla 2 Efecto de la disponibilidad de nutrientes en la remoción
de N, P y K por tonelada de arroz en la parte lineal de
la relación entre rendimiento de grano y absorción de
nutrientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Tabla 3 Valores óptimos de eficiencia de uso interno de N, P y
K en arroz irrigado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Tabla 4 Contenido típico de nutrientes en materiales orgánicos . . . . . . . 37
Tabla 5 Contenido típico de nutrientes en la paja de arroz a la
cosecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Tabla 6 Rangos óptimos y niveles críticos de N en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Tabla 7 Absorción y contenido de N de las variedades
modernas de arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Tabla 8 Fuentes de N para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Tabla 9 Rangos óptimos y niveles críticos de P en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Tabla 10 Absorción y contenido de P de las variedades
modernas de arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Tabla 11 Fuentes de P para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Tabla 12 Rangos óptimos y niveles críticos de K en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Tabla 13 Absorción y contenido de K de las variedades
modernas de arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Tabla 14 Fuentes de K para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Tabla 15 Rangos óptimos y niveles críticos de Zn en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Tabla 16 Fuentes de Zn para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Tabla 17 Rangos óptimos y niveles críticos de S en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Tabla 18 Fuentes de S para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
Tabla 19 Rangos óptimos y niveles críticos de Si en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Tabla 20 Fuentes de Si para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Tabla 21 Rangos óptimos y niveles críticos de Mg en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Tabla 22 Fuentes de Mg para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
Tabla 23 Rangos óptimos y niveles críticos de Ca en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Tabla 24 Fuentes de Ca para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

(viii)
Tabla 25 Rangos óptimos y niveles críticos de Fe en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Tabla 26 Fuentes de Fe para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
Tabla 27 Rangos óptimos y niveles críticos de Mn en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
Tabla 28 Fuentes de Mn para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
Tabla 29 Rangos óptimos y niveles críticos de Cu en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Tabla 30 Fuentes de Cu para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
Tabla 31 Rangos óptimos y niveles críticos de B en los tejidos
de la planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Tabla 32 Fuentes de B para arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Tabla 33 Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia
de la toxicidad de Fe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
Tabla 34 Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia
de la toxicidad de B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Tabla 35 Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia
de la toxicidad de Mn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Tabla 36 Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia
dela toxicidad de Al . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
Tabla 37 Materiales para el tratamiento de la toxicidad de Al en
arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Tabla 38 Rangos óptimos y niveles críticos para que se
presenten deficiencias o toxicidades en los tejidos
de plantas de arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
Tabla 39 Promedio de remoción de nutrientes por las variedades
modernas de arroz irrigado y la concentración en el
grano y la paja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
Tabla 40 Rangos de rendimiento de grano y componentes
de rendimiento en arroz irrigado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Tabla 41 Eficiencia actual de uso de N en lotes de agricultores
de arroz irrigado de zonas bajas en Asia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
Tabla 42 Cantidades de N a ser aplicadas cada vez que la
lectura SPAD se encuentre por debajo del nivel crítico . . . . . . . 182
Tabla 43 Cantidades de N a ser aplicadas dependiendo de la
lectura del SPAD en etapas críticas de crecimiento . . . . . . . . . . 183
Tabla 44 Recomendaciones generales de fertilización para
suelo y temporada específicos en arroz irrigado . . . . . . . . . . . . 187
Tabla 45 Factores de conversión a la concentración de
nutrientes en los fertilizantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Tabla 46 Pesos moleculares (g mol-1) de los nutrientes . . . . . . . . . . . . . . 190

(ix)
 Lista de Procedimientos y ejemplos trabajados

Anexo 1 Pasos para calcular las recomendaciones de fertilizantes

nitrogenados por sitio específico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Anexo 2 Ejemplo 1 - Cálculo de recomendaciones de N por sitio
específico usando un promedio de eficiencia de
recuperación de N aplicado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Anexo 3 Ejemplo 2 - Cálculo de recomendaciones de N por sitio
específico usando múltiples eficiencia de recuperación
de N aplicado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Anexo 4 Pasos para calcular las recomendaciones de fertilizantes
fosfatados por sitio específico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Anexo 5 Ejemplo 3 - Cálculo de recomendaciones de P por sitio
específico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Anexo 6 Pasos para calcular las recomendaciones de fertilizantes
potásicos sitio específico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Anexo 7 Ejemplo 4 - Cálculo de recomendaciones de K por sitio
específico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Anexo 8 Conversión de las recomendaciones de fertilizanción a
materiales fertilizantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
Anexo 9 Procedimiento de muestreo de suelos de parcelas
pequeñas en experimentos de campo, con el propósito
de monitorear los cambios en el suelo a través del
tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
Anexo 10 Procedimiento para obtener una muestra de suelo
que prepresente el promedio del contenido de
nutrientes en el lote de un agricultor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Anexo 11 Procedimiento para medir los componentes del
rendimiento y las concentraciones de nutrientes a la
madurez fisiológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
Anexo 12 Procedimiento para medir el rendimiento de grano a
la madurez de cosecha del área de 4-6 m2 cosechada . . . . . . . 201

(x)
 Lista de Fotos

El arroz se siembra en un rango contrastante de sistemas de cultivo . . 2

Cultivo del arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Aplicación de fertilizantes y cosecha del arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Parcelas de omisión de nutrientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Balance nutricional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Manejo de la paja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Síntomas de deficiencia de N en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Síntomas de deficiencia de P en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Síntomas de deficiencia de K en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Síntomas de deficiencia de Zn en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Síntomas de deficiencia de S en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Síntomas de deficiencia de Si en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Síntomas de deficiencia de Mg en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Síntomas de deficiencia de Ca en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
Síntomas de deficiencia de Fe en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Síntomas de deficiencia de Mn en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Síntomas de deficiencia de Cu en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Síntomas de toxicidad de Fe en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
Síntomas de toxicidad de sulfuro en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
Síntomas de toxicidad de B en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Síntomas de toxicidad de Mn en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
Síntomas de toxicidad de Al en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Síntomas de salinidad en arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
Tabla de comparación de colores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184

(xi)
1
Ecosistemas del Arroz
Los sistemas de la producción de arroz difieren ampliamente en intensidad de
cultivo y en rendimiento, variando desde un simple cultivo de arroz de secano
de zonas bajas y zonas altas con rendimientos bajos (1-3 t ha-1), a sistemas
irrigados de tres cultivos consecutivos, con una producción anual de 15-18 t
ha-1. Los sistemas de arroz irrigados y de secano de zonas bajas constituyen
el 80% del área de arroz cosechada en el mundo y el 92% del total de la pro-
ducción. Para mantenerse al paso del crecimiento de la población, los rendi-
mientos del arroz irrigado y de secano de zonas bajas deben incrementarse
en 25% en los siguientes 20 años. Actualmente, el arroz de zonas altas y el
cultivado en áreas susceptibles a inundación constituye menos del 8% del
suplemento global de arroz y no es probable que la producción de estos sis-
temas pueda incrementarse significativamente en el futuro cercano.

En este capítulo

1.1 Arroz Irrigado

1.2 Arroz de Secano de Zonas Bajas y Altas

1.3 Arroz Cultivado en Sitios con Tendencia a

Inundación

1.1 Arroz Irrigado
Los sistemas de cultivo intensivos basados
en arroz irrigado se encuentran en planicies
aluviales, terrazas, valles interiores y deltas
en Asia. El arroz irrigado se cultiva en suelos
fangeados donde se producen uno o más
cultivos de arroz cada año. El riego es la
principal fuente de agua en la época seca y
se usa como complemento en la época llu-
viosa. El arroz irrigado constituye el 55% del
área global cosechada y contribuye con el
75% de la producción mundial (~410 M t de
arroz por año).
Area
Mundialmente, el área cosechada con arroz
irrigado es de alrededor de 79 M ha, con el
43% (34 M ha) en el este de Asia (China,
Taiwán, Japón, Corea), 24 M ha en el Sur de
(a)
(b) (c)
(d) (e)
2
Asia y 15 M ha en el Sureste de Asia. Los
países con las áreas más grandes de arroz
bajo riego son: China (31 M ha), India (19 M
ha), Indonesia (7 M ha) y Vietnam (3 M ha).
Sistemas de cultivo
Los sistemas de arroz irrigado son sistemas
de cultivo intensivos con un total de produc-
ción de grano de 10-15 t ha-1 año-1. La intensi-
dad del cultivo va desde uno (en las regiones
templadas) a tres (en las regiones tropicales)
cultivos sembrados en un año. Ejemplos de
cultivos intensivos basados en arroz son:
arroz-arroz, arroz-arroz-arroz, arroz-arroz-
leguminosas, rotaciones de arroz-cebada y
arroz-arroz-maíz. En los sistemas de mono-
cultivo, se siembran de 2-3 cultivos de poca
duración en un año. En algunos sitios se
El arroz se siembra en un
rango contrastante de siste-
mas de cultivo
(a), (b) Los sistemas irrigados y las
terrazas con riego producen los ren-
dimientos más altos. (c) La sequía
puede afectar los lotes de arroz de
secano. (d) Los lotes de agua pro-
funda son susceptibles a inundación.
(e) El mayor limitante de los lotes de
arroz de tierras altas es la baja ferti-
lidad de los suelos.
3
siembran hasta 7 cultivos en 2 años. Los
periodos de descanso entre 2 cultivos van
desde unos pocos días hasta 3 meses. El
principal sistema de arroz bajo riego consiste
en monocultivos en el trópico, dobles y triples,
y en los subtrópicos la rotación arroz-cebada.
Juntos cubren un área de 36 M ha en Asia y
son responsables de ~50% de la producción
mundial de arroz. La mayoría del área de
arroz irrigado se siembra con variedades
modernas índica semi-enanas y japónica que
tienen gran potencial de rendimiento y res-
ponden bien a los fertilizantes nitrogenados.
En China se usan híbridos en >50% del área
irrigada y los rendimientos son de 10-15%
más altos que las variedades convencionales.
Los cambios recientes en la tecnología de
producción son los siguientes:
4 Cambio de transplante a siembra direc-
ta de la semilla.
4 Incremento en el uso de herbicidas
para el control de malezas.
4 Introducción de mecanización para pre-
paración de los lotes y para la cosecha.
Rendimientos y principales limitacio-
nes
El promedio mundial de rendimiento de arroz
irrigado es de 5 t ha-1 por cultivo, pero los
rendimientos promedio nacionales y regiona-
les, dependiendo de la temporada, pueden
variar considerablemente. Se obtienen rendi-
mientos altos (>5-6 t ha-1) en los Estados
Unidos, Australia, China, Egipto, Japón,
Indonesia, Vietnam y la República de Corea.
Se producen rendimientos medios (4-5 t
ha-1) en Bangladesh, Noroeste y Sur del
Asia, Laos, Malasia, Myanmar, Las Filipinas,
Sri Lanka y Tailandia. Los rendimientos son
bajos (<4 t ha-1) en Camboya, el Este de la
India, Madagascar, Nepal y Pakistán.
En los trópicos, agricultores hábiles logran
rendimientos de 7-8 t ha-1 por cultivo en la
época seca y 5-6 t ha-1 en la temporada llu-
viosa, cuando la cobertura de las nubes
reduce la cantidad de radiación solar y por lo
tanto el potencial de rendimiento. Los princi-
pales problemas agronómicos encontrados
en los sitios donde se conducen cultivos
intensivos son:
4 Inestabilidad del rendimiento debido a
plagas.
4 Manejo deficiente de los insumos y des-
balance en el uso de nutrientes.
4 Uso ineficiente del agua de irrigación.
4 Degradación ambiental por mal uso de
los insumos.
Utilización y eficiencia de uso de los
fertilizantes
En sistemas de arroz intensivos, las fuentes
naturales de N nunca son suficientes y el N
de los fertilizantes minerales tiene la mayor
participación en el ciclo de este nutriente en
el cultivo. En la mayoría de los países de
Asia, los productores de arroz irrigado apli-
can 100-150 kg de N ha-1 en épocas secas y
60-90 kg de N ha-1 en épocas lluviosas. El
costo de los fertilizantes nitrogenados repre-
senta generalmente el 10-20% del total de
costos variables de la producción. Del total
de fertilizantes nitrogenados producidos en
todo el mundo, más del 20% se utiliza en los
lotes de arroz de Asia, pero la eficiencia de
recuperación en los lotes de productores es
solamente de 25-40% del N aplicado. Los
requerimientos de fertilizantes minerales se
pueden reducir cuando se usan fuentes
orgánicas de nutrientes como residuos de
corral, abonos verdes y azola. Sin embargo,
el uso de abonos verdes y residuos de corral
se ha reducido en los últimos años y los fer-
tilizantes minerales se han convertido en la
fuente más conveniente y rentable de N.
La mayoría de los productores de arroz en
lotes irrigados aplican de 15-20 kg de P ha-1
por cultivo. Sin embargo, los contenidos de P
pueden variar ampliamente y se han reporta-
do tanto situaciones de agotamiento del P
del suelo (por ejemplo en Camboya) como
excesiva acumulación (por ejemplo en Java).
En el corto plazo, las fuentes naturales de K
en la mayoría de suelos de zonas bajas es
suficiente para soportar rendimientos prome-
dios de 4-6 t ha-1. Sin embargo, encuestas

realizadas en varios países demuestran que
solamente se usa de 15-20 kg de K ha-1 por
cultivo y que existe un balance negativo de K
de 20-60 kg de K ha-1 por cultivo. Un factor
que contribuye a los balances negativos de K
es la creciente tendencia a remover la paja
del lote para usarla como alimento para los
animales, como combustible, o para que la
preparación del lote sea más fácil. El agota-
miento de las reservas de K suele ser un pro-
blema en muchos cultivos intensos de arroz
en Asia y si no se corrige limita los futuros
incrementos en el rendimiento y resulta en
una pobre eficiencia de uso del N.
Problemas con malezas, insectos y
enfermedades
Las malezas constituyen un problema princi-
palmente en áreas donde se siembra arroz
directamente y el control manual es imposible
por la poca disponibilidad de mano de obra.
Esto ha llevado al uso de herbicidas como
práctica estándar en regiones como
California (Estados Unidos), Sur de Vietnam,
Malasia, Centro de Tailandia y el Centro de
Luzón (Filipinas). En la mayoría de los casos,
no es necesaria la aplicación de insecticidas
durante los primeros 40 días después de la
siembra y en años recientes se han adoptado
ampliamente técnicas de manejo integrado
de plagas que usan pequeñas cantidades de
insecticidas. Sin embargo, la necesidad de
dosis altas de fertilizantes nitrogenados para
mantener o aumentar los rendimientos resul-
ta en una mayor presión de las plagas y
enfermedades. La gran área foliar, necesaria
para lograr rendimientos altos, resulta en una
densa cobertura que promueve un microcli-
ma que favorece el desarrollo y propagación
de plagas y enfermedades. Las deficiencias
de K y Si incrementan la susceptibilidad a
plagas, particularmente cuando existe un
excesivo abastecimiento de N.
Sostenibilidad y problemas ambienta-
les
Existen reportes de reducción de rendimien-
tos en algunos experimentos a largo plazo
de dos y tres ciclos anuales de arroz en Asia,
4
donde se han seguido rigurosamente las
prácticas de manejo del cultivo. Existe tam-
bién evidencia anecdótica de retornos decre-
cientes en el uso de fertilizantes nitrogena-
dos en lotes de agricultores. En años recien-
tes se ha detectado una reducción en la tasa
del incremento del rendimiento de arroz en
varios países, esto puede estar relacionado
con la reducción de la productividad de los
insumos aplicados. Todavía no está claro si
la disminución del rendimiento o la reducción
de la productividad es común denominador
en Asia. En sitios donde existe la condición,
ésta ocurre principalmente por agotamiento
de nutrientes, cambios en el contenido de
materia orgánica o la acumulación de sus-
tancias tóxicas en el suelo, particularmente
en sistemas con periodos cortos y húmedos
de descanso entre dos cultivos.
Las emanaciones globales de metano (CH4)
de los lotes de arroz son de alrededor de 40-
50 Tg año-1, o ~10% del total de las emana-
ciones mundiales. En áreas de arroz irriga-
do, el abastecimiento controlado de agua y la
intensa preparación del suelo contribuyen al
mejor crecimiento del cultivo, pero resultan
en una producción y emanación de mayores
cantidades de CH4. Técnicas mejoradas del
manejo de agua pueden reducir la emana-
ción de CH4 de los lotes de arroz, pero toda-
vía no se han desarrollado prácticas de
manejo de arroz que reduzcan las emanacio-
nes de CH4 sin incrementar las pérdidas de
N y sin reducir los rendimientos.
Hasta el 60-70% del N de los fertilizantes
nitrogenados puede perderse en forma
gaseosa, principalmente por volatilización
como NH3 y denitrificación. La emanación de
óxido nitroso (N2O) ocurre como resultado de
los procesos nitrificación-denitrificación
durante periodos alternos de suelo húmedo y
seco. En sistemas de arroz irrigado con
apropiado control de agua generalmente se
produce emisiones bajas de N2O, excepto
cuando se aplican excesivas cantidades de
fertilizantes nitrogenados en suelos fértiles.
Existe poca nitrificación en suelos fangeados
de limitado drenaje y las pérdidas por lixivia-
ción de NO3 son generalmente <10% del
total de N aplicado con los fertilizantes.
5

Retos futuros

El N es el principal factor para producir ren-

dimientos altos. Sin embargo, la amplia
variabilidad en la capacidad de abasteci-
miento de N en el mismo tipo de suelos hace
que sean necesarias técnicas de manejo por
sitio específico para sincronizar el suplemen-
to de N con la demanda del cultivo. Las prin-
cipales estrategias para mejorar la eficiencia
de uso de N son las siguientes:
4 Ajustar las dosis de N de acuerdo con el
suplemento de N nativo del suelo.
4 Acomodar el fraccionamiento de N a las
necesidades de la planta.
4 Usar productos nuevos como los fertili-
zantes de lenta liberación.
4 Mantener la relación apropiada entre N,
P y K a través del uso balanceado de
los fertilizantes.
4 Considerar las interacciones entre
enfermedades y nutrición.
4 Usar mejores técnicas de manejo del
agua.

1.2 Arroz de Secano de Zonas Bajas y Altas
El arroz de secano (temporal) de zonas
bajas se cultiva en lotes que se inundan por
lo menos en parte del ciclo de crecimiento
hasta una profundidad que puede exceder
los 50 cm, por no más de 10 días consecuti-
vos. Los ecosistemas de arroz de secano de
zonas bajas se pueden dividir en 5 sub-eco-
sistemas:
4 Secano favorecido.
4 Con tendencia a sequía.
4 Con tendencia a inundación.
4 Con tendencias a sequía e inundación.
4 En sitios con agua a mediana profundi-
dad.
Los cultivos de secano de zonas bajas se
caracterizan por la falta de control del agua y
la inundación y la sequía son problemas
potenciales. El arroz de secano cubre ~25%
de las áreas cultivadas con arroz en el
mundo, con un total de producción de ~85 M
t de arroz por año (17% del abastecimiento
mundial de arroz).
El arroz de secano de zonas altas se cultiva
con pocos insumos externos. El suelo se
puede preparar cuando está seco y se puede
sembrar esparciendo la semilla directamente
sobre el suelo. También se puede sembrar
colocando directamente la semilla bajo el
suelo sin preparar después de la limpieza y
quema del lote. El agua superficial no se acu-
mula durante el ciclo de crecimiento. La topo-
grafía de las áreas de arroz de zonas altas
varía desde tierra en valles bajos a áreas
onduladas de alta pendiente con abundante
escorrentía superficial y movimiento lateral
del agua. El arroz cultivado en zonas altas
constituye solamente el 10% de área mundial
de arroz y el 3.8% de la producción total.
Areas y países más importantes
El arroz de secano de zonas bajas se cultiva
en ~36 M ha, de las cuales ~34 M ha se
encuentran en Asia. Es el sistema de produc-
ción de arroz más común en los sub-trópicos
sub-húmedos (Este de India, Myanmar,
6
Tailandia) y gran parte de los trópicos húme-
dos (Bangladesh, Camboya, Laos). Estas
son regiones en las cuales las técnicas
modernas de producción de arroz todavía
tienen un importante espacio para mejorar la
productividad. Los incrementos en rendi-
miento logrados en el pasado vinieron de la
expansión de las áreas de siembra. Los paí-
ses con más área de arroz de secano en
zonas bajas son India (12.8 M ha), Tailandia
(6.7 M ha) y Bangladesh (4.4 M ha).
Solamente se cultivan ~17 M ha de arroz en
zonas altas en el mundo. Los países con las
áreas más grandes son: India (6.2 M ha),
Brasil (3.1 M ha) e Indonesia (1.4 M ha).
Sistemas de cultivo
En los sistemas de arroz de secano de zonas
bajas generalmente solo se siembra un culti-
vo cada año y los rendimientos son bajos. En
algunas áreas, los agricultores siembran frí-
jol, soya, cebada, maíz u hortalizas como cul-
tivo secundario luego de cosechar el arroz. Un
agricultor puede cultivar arroz de secano en
varias posiciones en una toposecuencia de tal
manera que puede tener lotes en áreas con
tendencia a sequía mientras que otros pue-
den estar en zonas afectadas por inundacio-
nes en la misma temporada. Los agricultores
que cultivan arroz de secano en zonas bajas
usualmente son pobres debido a los rendi-
mientos inestables y al alto riesgo de pérdida
del cultivo. Generalmente siembran cultivares
tradicionales, sensibles al fotoperiodo y que
no responden bien a la aplicación de fertilizan-
tes minerales.
El arroz de zonas altas es un importante cul-
tivo en los sistemas de agricultura itinerante
(tumba y quema) en Indonesia, Laos,
Filipinas, Norte de Tailandia y Vietnam en
Asia y las áreas de bosque de Latino América
y el Oeste de Africa. Los agricultores siem-
bran arroz como cultivo individual o mezclado
con otros cultivos como maíz, ñame, fríjol,
yuca o banano. Un área determinada se cul-
tiva por 1-3 años hasta que se incrementa la
7

(a) (b)

(c) (d)

(e) (f)

(g) (h) Cultivo del Arroz

(a), (b) En arroz irrigado, el lote se

prepara con operaciones de arado y
fangueo para destruir la estructura
del suelo. (c) En arroz de zonas altas,
la semilla se coloca en suelo prepa-
rado o en suelo sin preparar después
de la limpieza y quema del lote. (d)
Se requieren viveros grandes para el
arroz de transplante. (e), (f) El mal
manejo y mantenimiento de los cana-
(i) (j) les y de los equipos de riego puede
resultar en escasez de agua durante
los periodos críticos de crecimiento.
(g), (h) El arroz de transplante requie-
re más mano de obra que el arroz
sembrado directamente. (i), (j) El
control manual de las malezas es
esencial para reducir la competencia
desde las etapas tempranas de esta-
blecimiento del cultivo hasta que la
parte aérea de la planta se cierra
totalmente.
 8

(k) (l)

(m) (n)

(o)

(p) Aplicación de fertilizantes y

cosecha del arroz

(k), (l) En Asia, la aplicación inicial y

las subsecuentes aplicaciones de
fertilizantes se hacen al voleo a
mano. (m) El arroz generalmente se
cosecha a mano. (n) Sin embargo,
en sitios donde los lotes son gran-
des se utilizan con éxito combina-
das para la cosecha. (o), (p) En
Vietnam y las Filipinas, la trilla de
arroz se realiza en el lote usando
equipo móvil. Esta práctica deja la
mayoría de la paja en montones en
el lote que a menudo se queman in
situ.
9
infestación de malezas y plagas debido a la
reducción de la fertilidad del suelo.
El cultivo permanente de arroz en zonas
altas practicado en Asia y Latino América se
caracteriza por el ordenado manejo de culti-
vos intercalados, alternos y secuenciales de
un grupo de cultivos.
Rendimiento y principales limitacio-
nes
El promedio de rendimiento mundial de arroz
de secano de zonas bajas es de 2.3 t ha-1 por
cultivo, pero bajo condiciones favorables se
pueden lograr rendimientos >5 t ha-1. Los ren-
dimientos de arroz de las zonas altas se han
incrementado lentamente en los últimos 30
años y promedian 1 t ha-1 en la mayoría de
los países a excepción de algunas fincas
grandes y parcialmente mecanizadas de
América Latina, donde los rendimientos pue-
den alcanzar de 2-3 t ha-1. Las condiciones
adversas de clima, suelo pobre y la falta de
tecnología moderna son los mayores limitan-
tes para incrementar la productividad del
arroz de secano de zonas bajas y de zonas
altas. La rentabilidad de la mayoría de los
agricultores es baja y tienen acceso limitado
y difícil a crédito, insumos e información de
tecnología moderna. El cultivo del arroz de
secano tiene alto riesgo ya que los cultivos
pueden ser afectados por sequía, inunda-
ción, propagación de plagas, enfermedades y
malezas, así como problemas del suelo. Las
condiciones ambientales para el cultivo son
diversas e impredecibles ya que la mayoría
de los lotes de arroz de secano de zonas
bajas dependen de lluvias erráticas.
Muchos suelos dedicados al cultivo del arroz
en zonas altas son ácidos, vulnerables a la
erosión y con alta capacidad de fijar P. En la
mayoría de los casos se debe corregir la defi-
ciencia de P para obtener una respuesta al N.
Utilización y eficiencia de uso de los
fertilizantes
Debido al alto riesgo y a la baja eficiencia, la
mayoría de los productores de arroz de
secano de zonas bajas aplica mucho menos
cantidad de fertilizantes nitrogenados que en
arroz irrigado. Sin embargo, la aplicación de
fertilizantes nitrogenados no es común en las
áreas de producción de arroz de zonas altas,
donde los fertilizantes minerales no están
disponibles. En general, no se aplican fertili-
zantes potásicos en el arroz de secano de
zonas bajas y de zonas altas, a pesar de que
frecuentemente se ha mostrado respuesta al
K, particularmente en suelos de textura grue-
sa. Las dos razones para el menor uso de
insumos en la producción de arroz de seca-
no de zonas bajas y de zonas altas son el
bajo potencial de rendimiento y el alto riesgo
de estrés climático y abiótico. Por ejemplo,
en sistemas de arroz de secano la eficiencia
del uso de N está controlada principalmente
por factores ambientales como sequía e
inundación, condiciones que no pueden con-
trolar los agricultores. En suelos ácidos de
zonas altas la deficiencia de P y la toxicidad
de Al limitan el crecimiento y el rendimiento.
La baja disponibilidad de Si en condiciones
de zonas altas incrementa la susceptibilidad
de las plantas a las enfermedades y esto
reduce la cantidad de N que se puede usar
con seguridad.
Estos problemas limitan el retorno de las
inversiones en fertilizantes nitrogenados, a
diferencia de los sistemas irrigados donde la
eficiencia en el uso de N es más alta, más
consistente y más confiable. Además, los
suelos cultivados con arroz de secano se
caracterizan por tener ciclos húmedos y
secos, inclusive durante la temporada de llu-
vias, lo que resulta en acumulación de nitra-
tos por la nitrificación y la subsecuente pérdi-
da de N por la denitrificación o lixiviación.
Los fertilizantes de lenta liberación podrían
incrementar la eficiencia del uso de N en
estos ambientes.
Problemas con malezas, insectos y
enfermedades
Las malezas son el principal problema de la
producción en los sistemas de arroz de seca-
no de zonas bajas y de zonas altas, debido a
que se siembra la semilla directamente en el
 10

campo y a que no existe la lámina de agua positivas a aplicación de fertilizantes minera-

para reducir la población de malezas. les, pero deberán retener la tolerancia al
Además, las malezas son más competitivas estrés y la calidad del grano que al momen-
que el arroz cuando la fertilidad del suelo es to tienen las variedades tradicionales. De
pobre. A menudo, los pequeños productores esta forma, los agricultores se motivarán
no pueden costear la implementación de para invertir en mejor preparación del suelo y
medidas de control de malezas. Se estima en prácticas de manejo de la fertilidad del
que las pérdidas de rendimiento causadas suelo que darán como resultado rendimien-
por la competencia varían en el rango de 30 tos más altos.
al 100%. Otros problemas de plagas son los
nemátodos, insectos trozadores e insectos El principal requerimiento para mejorar la
del grano. La infestación de nemátodos productividad de arroz de las zonas altas es
puede resultar en pérdidas de rendimiento el desarrollar técnicas apropiadas para el
de hasta 30%. manejo de P y la acidez del suelo. Hasta que
estos problemas sean resueltos, las inversio-
Problemas ambientales nes para desarrollar variedades mejoradas
tendrán poco impacto en la productividad de
Las emisiones de CH4 son más pequeñas y los ecosistemas de arroz de zonas altas.
más variables en arroz de secano de zonas
bajas que en arroz irrigado, debido a las
sequías periódicas durante el ciclo de creci-
miento. El arroz de zonas altas no es una
fuente de emisiones de CH4. La lixiviación de
NO3 es común en los sistemas de arroz de
secano o en los sistemas de arroz alternado
con otros cultivos, lo que resulta en la conta-
minación del nivel freático. Además de la
pérdida económica causada por la lixiviación
de N, los flujos acumulados de N2O son 3-4
veces más grandes durante el periodo de
descanso entre cultivos de arroz que duran-
te el ciclo del cultivo. Cuando existe suficien-
te humedad residual en el suelo, se pueden
reducir las pérdidas de NO3 sembrando “cul-
tivos que atrapan el NO3”. Estos cultivos
absorben y retienen NO3 en la biomasa
sobre la superficie durante el periodo de des-
canso. Se puede reducir la acumulación de
NO3 al retrasar la aplicación de fertilizantes
nitrogenados hasta que empiece la inunda-
ción permanente y al fraccionar la dosis de N
recomendada.

Retos futuros

Las zonas bajas de secano ofrecen enormes

oportunidades para incrementar la produc-
ción de arroz ya que el área bajo este siste-
ma continúa creciendo y los rendimientos
son bajos. Las variedades futuras de arroz
de secano deberán tener respuestas más
11

1.3 Arroz Cultivado en Sitios con Tendencia a Inundación

El arroz producido en sitios con tendencia a
inundación se cultiva en áreas del interior y
en áreas afectadas por la marea donde la
profundidad del agua de inundación es >50
cm durante el ciclo de crecimiento. Alrededor
de 12 M ha de arroz en América Latina y el
Sureste de Asia están sujetas a inundacio-
nes sin control. El arroz que se cultiva en
estas condiciones debe estar adaptado para
soportar inmersión temporal de 1-10 días,
largos periodos (1-5 meses) de agua estan-
cada con profundidad que varía de 50-400
cm o más y fluctuaciones diarias de la marea
que del mismo modo a veces causan inmer-
sión total. Los rendimientos son muy bajos
(~1.5 t ha-1) y muy variables debido a suelos
deficientes y la incidencia impredecible de
sequía e inundación. Los ecosistemas
expuestos a inundación representan el 4%
de la producción mundial de arroz, pero son
importantes para la seguridad alimenticia de
ciertas áreas del mundo.

Lectura recomendada
Cassman KG, Pingali PL. 1995. Intensifi-
cation of irrigated rice systems: Learning
from the past to meet future challenges.
GeoJournal 35:299-305.

Dowling NG, Greenfield SM, Fischer KS, edi-

tors. 1998. Sustainability of rice in the global
food system. David, Calif. (USA): Pacific
Basin Study Center and Manila (Philippines):
International Rice Research Institute.

Hossain M, Fischer KS. 1995. Rice research

for food security and sustainable agricultural
development in Asia: Achievements and futu-
re challenges. GeoJournal 35:286-298.

IRRI (International Rice Research Institute).

1997. Rice Almanac. 2nd ed. Los Baños
(Philippines): IRRI.

Zeigler RS, Puckridge DW. 1995. Improving

sustainable productivity in rice-based rainfed
lowland systems of South and Southeast
Asia. GeoJournal 35:307-324.
2
Manejo de Nutrientes
En este capítulo

2.1 Brechas de Rendimiento y Manejo del Cultivo

2.2 Presupuesto de Ingresos y Salidas de

Nutrientes en un Lote de Arroz Irrigado

2.3 Estrategias de Manejo de Nutrientes por

Sitio Específico

2.4 Cálculo del Suplemento de N, P y K Nativos del

Suelo

2.5 Requerimientos de Nutrientes del Cultivo.

Concepto de Balance Nutricional

2.6 Eficiencia de Recuperación de los Nutrientes

Aplicados

2.7 Manejo de Residuos de Corral, Paja y Abonos

Verdes

2.8 Economía del Uso de los Fertilizantes


2.1 Brechas de Rendimiento y Manejo del Cultivo
En la actualidad, la mayoría de los producto-
res de arroz, incluyendo aquellos en áreas
irrigadas, logran menos del 60% del poten-
cial climático y genético de rendimiento. Para
entender porqué el rendimiento en los lotes
de productores es solo una fracción del
potencial o máximo rendimiento se puede
usar un modelo simple que describe los fac-
tores particulares responsables de esta bre-
cha de rendimiento (Figura 1).
Rendimiento máximo, Rmax
A Rmax, el rendimiento de grano está limitado
solamente por el clima y el genotipo, todos
los demás factores no son limitantes. El Rmax
varia de año a año (±10%) por la influencia de
los factores climáticos. En la mayoría de
ambientes cultivados con arroz en el trópico
del Sur y Sureste Asiático, el Rmax actual de
las variedades de arroz de altos rendimientos
es de alrededor de 10 t ha-1 en la temporada
seca (alta radiación solar) y de 7-8 t ha-1 en la
temporada de lluvias (monzón), cuando la
alta humedad provoca mayor presión de
enfermedades y la cantidad de radiación
solar es menor debido a la mayor cobertura
de nubes. Experimentalmente, solamente se
puede medir el Rmax con estudios de campo
de máximo rendimiento, que tengan control
completo de todos los factores de crecimien-
to, menos la radiación solar.
Puntos importantes:
4 El clima no puede ser manipulado, pero
el Rmax varía con la fecha de la siembra.
4 Se deben utilizar variedades adaptadas
a las condiciones climáticas prevalen-
tes (por ejemplo, genotipos selectos
con el más alto Rmax bajo un régimen cli-
mático dado).
Rendimiento obtenible, Ro
A Ro, el rendimiento de grano es menor que
el Rmax debido a limitaciones de agua y
suplemento de nutrientes. En arroz irrigado,
el agua generalmente no es un factor limitan-
14
te, excepto cuando la temperatura del agua
es muy alta (por ejemplo, por influencia geo-
térmica) o muy baja (por ejemplo, en zonas
muy altas). Por lo tanto el Ro, en arroz irriga-
do representa el rendimiento obtenible limita-
do por el suplemento de nutrientes.
El máximo Ro económico logrado por los
mejores productores es de alrededor de 70-
80% del potencial del Rmax porque la eficien-
cia interna del uso de nutrientes disminuye
cuando el Ro es >80% de Rmax (Sección 2.5).
En este punto de la curva de rendimiento, la
planta de arroz debe absorber más y más N,
P y K para producir un incremento dado en el
rendimiento de grano.
Puntos importantes:
4 En arroz irrigado, la Brecha de
Rendimiento 1 (Rmax - Ro) es causada
principalmente por un insuficiente
suplemento de N, P, K y otros nutrien-
tes. Para incrementar y mantener el Ro
a >70-80% del Rmax , se debe dar mayor
énfasis al mejoramiento de la fertilidad
del suelo, a superar todos los limitantes
de absorción de nutrientes, a mantener
una nutrición balanceada y a lograr una
alta eficiencia del N.
4 En arroz de secano de zonas bajas y de
zonas altas, la Brecha de Rendimiento 1
es generalmente causada por insuficien-
te agua y fertilidad del suelo. Por lo tanto,
se requiere de una estrategia combinada
de manejo de agua y nutrientes para
reducir la Brecha de Rendimiento 1. Son
importantes la selección de variedades
que resistan el estrés biótico y abiótico
(sequía, maleza, suelo) y mejoras en la
fertilidad del suelo y la eficiencia en el
uso de agua y nutrientes.
Rendimiento actual, R
El Ro se reduce a R a causa de las plagas,
enfermedades, toxicidades y otros proble-
mas fuera del clima, agua o el suplemento
de nutrientes. La Brecha de Rendimiento 2
15

Rendimiento (% de Rmax) (a) Rendimiento (% de Rmax) (b)

100 - Brecha de Brecha de 100 -
Brecha de
rendimiento 1
rendimiento 1 rendimiento 2
80 80
20% 0% 20% Brecha de
- -
rendimiento 2
20%
60 - 60 -

40 - Rmax Ro 40 - Rmax Ro
Rendimiento 80% del Rmax R = Ro Rendimiento 80% del Rmax R < Ro
20 -
potencial de una
variedad para un
Suplemento
balanceado de
Buen manejo
del cultivo
20 -
potencial de una
variedad para un
Suplemento
balanceado de
Mal manejo
del cultivo
clima particular nutrientes clima particular nutrientes
0 - 0 -

Rendimiento (% de Rmax) (c) Rendimiento (% de Rmax) (d)

100 - 100 -
Brecha de Brecha de Brecha de
80 - rendimiento 1 rendimiento 2
0%
80 - rendimiento 1 Brecha de
40% 40% rendimiento 2
60 - 60 - 10%

40 - Rmax Ro 40 - Rmax Ro
Rendimiento 60% del Rmax R = Ro Rendimiento 60% del Rmax R < Ro
20 -
potencial de una
variedad para un
Suplemento
desbalanceado
Buen manejo
del cultivo
20 - potencial de una
variedad para un
Suplemento
desbalanceado
Mal manejo
del cultivo
clima particular de nutrientes
0
clima particular de nutrientes
0 - -

(a) En un lote bien manejado, la brecha de rendimiento 2 es cercana a cero de modo que el R se acerca a Ro a
un nivel cercano al 80% del Rmax. La eficiencia de uso de nutrientes y la rentabilidad son altas.
(b) Las pérdidas de rendimiento son grandes por el deficiente manejo del cultivo, inadecuado control de plagas o
toxicidades minerales.
(c) Pérdidas de rendimiento por mal manejo de nutrientes.
(d) Pérdidas de rendimiento por mal manejo de nutrientes y del cultivo.

Figura 1. Máximo de rendimiento y brechas de rendimiento a nivel de finca.

(Ro - R) resulta de la reducción en el uso efi- blecimiento del cultivo; eficiente control
ciente de nutrientes. Por ejemplo, si la de plagas y enfermedades (insectos,
Brecha de Rendimiento 2 es grande, la plan- ratas, caracoles, pájaros, malezas)
ta puede absorber altas cantidades de para minimizar las pérdidas de rendi-
nutrientes, pero éstos no se convierten efi- miento.
cientemente en productos rentables (grano)
y la rentabilidad general del sistema perma-
nece por debajo del óptimo. El manejo del
cultivo en arroz debe minimizar la Brecha de
Rendimiento 2 para lograr un eficiente uso
de nutrientes.

Puntos importantes:
4 Se deben superar todas las toxicidades
minerales (Sección 4).
4 Se deben implementar altos estándares
de manejo general del cultivo, incluyen-
do una selección de variedades apro-
piadas, resistentes a plagas y de altos
rendimientos; uso de semillas certifica-
das; óptima preparación del lote y esta-
 16

2.2 Presupuesto de Ingresos y Salidas de Nutrientes

en un Lote de Arroz Irrigado
El presupuesto de nutrientes de un lote de
arroz (Figura 2) se puede estimar de la
siguiente manera (todos los componentes son
medidos en kg ha-1 de nutriente elemental):
P = I + A + W + N2 - S - F - G
donde,
Ingresos: I es la fuente de nutrientes añadi-
dos (inorgánicos y orgánicos); A es la depo-
sición atmosférica (lluvia y polvo); W es el
riego, agua de inundación y sedimentos
(nutrientes disueltos y suspendidos); y N2 es
la fijación biológica de N2.
Salidas: S es la remoción neta de nutrientes
en el grano y la paja (absoción total de
nutrientes por el cultivo menos los nutrientes
devueltos al lote en los residuos); F son las
pérdidas totales debido a filtración y percola-
ción; y G es la pérdida gaseosa total por
denitrificación y volatilización de NH3.
El presupuesto de nutrientes en un sitio en
particular varia ampliamente, dependiendo del
sistema y manejo del cultivo, y de la época de
siembra. El ingreso de N debido a la fijación
biológica es más bajo donde el contenido de N
es alto (debido al uso de fertilizantes minerales
nitrogenados) y el contenido de P es bajo en el
suelo.
Los sedimentos (W) son una fuente importan-
te de ingreso de nutrientes en el sistema tra-
dicional de arroz de zonas bajas, particular-
mente en sistemas de arroz irrigado localiza-
dos en deltas de ríos que son afectados regu-
larmente por inundaciones naturales. Sin
embargo, las estructuras instaladas para pre-
venir las inundaciones y mejorar el drenaje
reducen el ingreso de nutrientes con el sedi-
mento.
En el pasado, las fuentes de nutrientes orgá-
nicos como residuos de corral, abonos ver-

Residuos Residuos Sedimentos Lluvia, FBN Semillas Absorción Pérdida

corral cosecha irrigación polvo 30-60 N <1.0 N cultivo gaseosa
Fertilizantes 5-30 N 2-5 N 2-5 N <0.1 P 70-130 N 50-100 N
80-150 N 1-4 P 0.5-2 P 0.3-0.5 P <0.3 K 10-20 P
10-25 P 10-60 K 10-40 K 4-8 K 60-120 K
0-40 K

Zona preparada por la labranza

Difusión Lixiviación
10-15 N
Ascenso 1-2 P
capilar 10-20 K
Los valores presentados son rangos comunes de ingresos y salidas de N, P y K para un lote de arroz irrigado (kg
ha-1 por cultivo).

Figura 2. Los componentes del balance de ingresos y salidas de nutrientes en un típi-

co lote de arroz irrigado.
17
des de leguminosas y la azola fueron una
importante fuente de ingreso de nutrientes,
pero su uso se ha reducido en muchas regio-
nes desde la introducción de la tecnología de
la Revolución Verde.
La remoción por el cultivo (S) es la principal
causa de la remoción de nutrientes del lote,
pero las cantidades exactas de remoción
dependen de la tecnología usada en la cose-
cha y poscosecha. Los nutrientes contenidos
en el grano se remueven del lote y la cásca-
ra separada del grano en el molino puede
quemarse en el sitio (por ejemplo en
Indonesia) o retornarse al lote. La paja con-
tiene casi todo el K, Si y gran parte de N, P y
S que son absorbidos por la planta. Por lo
tanto, el manejo de la paja afecta el presu-
puesto de nutrientes del lote (Sección 2.7).
Las pérdidas gaseosas de N (G) a través de
la volatilización de NH3 y la denitrificación a
menudo exceden el 50% de N aplicado con
los fertilizantes nitrogenados. La volatiliza-
ción de NH3 parece ser el principal proceso
de pérdida de N aplicado sobre la superficie,
pero los lotes de arroz irrigados también emi-
ten óxido nitroso (N2O) durante los periodos
alternos de suelo mojado y seco. Sin embar-
go, las pérdidas por nitrificación, lixiviación
de NO3 y emisión de N2O son muy bajas en
sistemas de arroz irrigado que tienen un ade-
cuado control del agua
Las perdidas por lixiviación (F) dependen de
la concentración en la solución del suelo y la
tasa de percolación. Ambos factores varían
considerablemente y son afectados por la
textura del suelo. Generalmente las pérdidas
por lixiviación son pequeñas en los sistemas
de arroz irrigado donde existe adecuado
control del agua y que tienen una capa com-
pacta por debajo del suelo preparado que
impide la percolación. Sin embargo, las pér-
didas de nutrientes por lixiviación pueden ser
altas en los suelos con textura gruesa donde
la capa preparada es delgada y permeable.
Las pérdidas de NO3 por lixiviación en siste-
mas arroz-hortalizas son grandes porque se
aplican considerables cantidades de fertili-
zantes nitrogenados a las hortalizas. En este
caso, el NO3 tiende a acumularse en el suelo
durante el ciclo de cultivo de las hortalizas y
una gran cantidad de N puede salir del lote
con la escorrentía superficial o puede lixiviar-
se a la tabla freática antes que el cultivo de
arroz este lo suficientemente desarrollado
para absorber el NO3.
Si el agua de riego tiene una concentración
de 1 mg de nutriente L-1, 1.000 mm de agua
añaden ~10 kg de nutrientes ha-1 a un lote de
arroz, pero esto no necesariamente implica
una ganancia neta de nutrientes al sistema.
En muchos casos, los aportes de nutrientes
de la lluvia y el riego son cantidades más
pequeñas que las pérdidas por lixiviación. En
un lote cualquiera, se puede asumir que las
pérdidas de nutrientes por escorrentía super-
ficial y percolación son similares al ingreso
de nutrientes perdidos de lotes vecinos por la
misma razón.
Un presupuesto parcial de K, P y S se puede
calcular de la siguiente manera:
Ingreso parcial - presupuesto de
las salidas = I - S = (ingreso de
fertilizantes + paja retenida) -
absorción total por la planta
En la Tabla 1 se presenta un promedio esti-
mado del presupuesto de nutrientes en un
cultivo de arroz irrigado en Asia. Los datos
utilizados para calcular el ingreso de nutrien-
tes por medio de fertilizantes y la remoción
de nutrientes por el cultivo se basan en
medidas tomadas en lotes de agricultores.
En este ejemplo no se utilizaron abonos
orgánicos para reflejar la tendencia general
de su reemplazo por fertilizantes minerales.
Estos cálculos muestran la importancia del
manejo de la paja y el balance de nutrientes.
Esto es particularmente importante para K ya
que se añaden relativamente bajas cantida-
des de este nutriente con los fertilizantes,
mientras que se pueden remover altas canti-
dades del nutriente en la paja que se saca
del lote.
 18

Tabla 1. Presupuesto de nutrientes para arroz irrigado con un rendimiento de 6 t ha-1.

Factor N P K Comentarios
----------- kg ha-1 -----------

Ingresos
Fertilizante (I) 115 17.0 15 Sin aplicación de residuos
de corral
Lluvia (A) 2 0.3 5 <500 mm, época seca
Riego (W) 5 0.5 20 Agua superficial con bajo
contenido de nutrientes,
1.000 mm cultivo-1
Fijación de N (N2) 40 0.0 0

Salidas
Grano (S) 63 12.0 15
Paja (S) 42 6.0 87 0.5 de índice de cosecha
Percolación (F) 10 1.0 10 Alrededor de 2-3 mm d-1
Pérdida de gases (G) 50 0.0 0 Volatilización de NH3 y
denitrificación

Balance neto
-3 -1.2 -72 Paja cortada al piso y
removida
+30.6 +3.6 -2.4 80 % de la paja retenida e
incorporada

Lectura recomendada nitrogen fertilizer use efficiency in upland

Abedin Mian MJ, Blume HP, Bhuiya ZH,
Eaqub M. 1991. Water and nutrient dynamics
of a paddy soil of Bangladesh. Z. Pfl.-Ern.
Bodenk 154:93-99.
App A, Santiago T, Daez C, Menguito C,
Ventura WB, Tirol A, Po J, Watanabe I, De
Datta SK, Roger PA. 1984. Estimation of the
nitrogen balance for irrigated rice and the
contribution of phototrophic nitrogen fixation.
Field Crops Res. 9:17-27.
Cassman KG, Peng S, Olk DC, Ladha JK,
Reichardt W, Dobermann A, Singh U. 1998.
Opportunities for increased nitrogen use effi-
ciency from improved resource management
in irrigated rice systems. Field Crops Res.
56:7-38.
De Datta SK, Buresh RJ, Obcemea WN,
Castillo EG. 1990. Nitrogen-15 balances and
rice. Fert. Res. 26:179-187.
Dobermann A, Cassman KG, Mamaril CP,
Sheehy JE. 1998. Management of phospho-
rus, potassium and sulfur in intensive, irriga-
ted lowland rice. Field Crops Res. 56:113-
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Dobermann A, Cassman KG, Sta. Cruz PC,
Adviento MAA, Pampolino MF. 1996.
Fertilizer inputs, nutrient balance, and soil
nutrient-supplying power in intensive, irriga-
ted rice systems. III. Phosphorus. Nutr. Cycl.
Agroecosyst . 46:111-125.
Doberman A, Sta. Cruz PC, Cassman KG.
1996. Fertilizer inputs, nutrient balance, and
soil nutrient-supplying power in intensive, irri-
gated rice systems. I. Potassium uptake and
K balance. Nutr. Cycl. Agroecosyst. 46:1-10.
Greenland DJ. 1997. The sustainability of
19

rice farming. Oxon: CAB International,

Manila (Philippines): International Rice
Research Institute.

Mohanty SK, Mandal LN. 1989.

Transformation and budgeting of N, P and K
in soils for rice cultivation. Oryza 26:213-231.

Roger PA, Ladha JK. 1990. Estimation of bio-

logical N2 fixation and its contribution to nitro-
gen balance in wetland rice fields. In:
Transaction 14th International Congress of
Soil Science, August 1990. Kyoto (Japan):
International Soil Science Society. p 128-
133.

2.3 Estrategias de Manejo de Nutrientes
por Sitio Específico
El manejo de nutrientes por sitio específico
(MNSE) se enfoca en el desarrollo de un pro-
grama de manejo de nutrientes que tome en
cuenta los siguientes aspectos:
4 El suplemento de nutrientes nativos del
suelo en cada sitio (específico por sitio).
4 La variabilidad temporal del contenido
de N en la planta durante un ciclo de
cultivo (específico por época).
4 Cambios a mediano plazo en el suple-
mento de P y K del suelo basándose en
el balance acumulado de nutrientes.
Manejo de nitrógeno
Para optimizar la eficiencia de N en cada
ciclo de cultivo se requiere de una estrategia
dinámica de manejo, en la cual el ajuste de la
cantidad de N aplicado en relación a la varia-
ción del suplemento nativo del suelo es tan
importante como la época y sitio de aplica-
ción, y la fuente de N aplicado. El manejo de
N debe incluir entonces las siguientes accio-
nes:
4 Estimación de las demandas de N y del
potencial de suplemento de N del suelo
(N nativo y fijación biológica de N) y la
recuperación de N de las fuentes inorgá-
nicas y orgánicas aplicadas. Estos pará-
metros se utilizan para calcular el reque-
rimiento total de N.
4 Estimación de la necesidad de la apli-
cación de N basal de acuerdo a los
patrones de liberación de N del suelo,
variedad y método de establecimiento
del cultivo.
4 Monitoreo del contenido de N en la
planta para optimizar el calendario de
las aplicaciones fraccionadas de fertili-
zantes nitrogenados minerales en rela-
ción a la demanda del cultivo y las
reservas de N del suelo.
4 Adoptar prácticas de manejo de suelo y
del cultivo a largo plazo para optimizar
la utilización del suplemento de N nati-
vo del suelo (NNS).
20
Manejo de fósforo y potasio
El manejo de P y K requiere de estrategias a
largo plazo. Es más importante predecir la
necesidad y la cantidad de P y K a aplicarse
antes que intentar maximizar la eficiencia de
recuperación de estos nutrientes. Esto se
debe a que el P y K no se pierden fácilmente
a la zona radicular por los procesos biológi-
cos o químicos que afectan al N. El manejo
debe dirigirse a mantener el suplemento para
asegurar que el contenido de P y K en el
suelo no sea un factor que limite el creci-
miento de la planta y que reduzca la eficien-
cia de uso de N. Se pueden predecir los cam-
bios en el suplemento de P y K como una
función del balance general de nutrientes.
Para predecir las cantidades de P y K reque-
ridas para mantener la meta de rendimiento,
se deben considerar los siguientes compo-
nentes:
4 Estimación de las demandas de P y K
del cultivo, del potencial suplemento de
P y K nativos del suelo, así como la
recuperación de P y K de las fuentes
inorgánicas y orgánicas aplicadas.
4 Calendario de las aplicaciones de K,
dependiendo de la capacidad tampón
del suelo y del entendimiento de la rela-
ción entre la nutrición con K y la inciden-
cia de plagas y enfermedades.
4 Conocimiento de la relación entre el
presupuesto de P y K, los efectos resi-
duales de estos nutrientes y los cam-
bios en el suplemento del suelo a través
del tiempo.
Manejo de otros nutrientes
La prevención, el diagnóstico y el tratamien-
to a largo plazo son las herramientas mas
importantes para el manejo de otros nutrien-
tes (Ca, Mg, S y micronutrientes) y de las
toxicidades. Es importante la prevención a
través del manejo general del cultivo (usan-
do cultivares adaptados), manejo del agua y
21
manejo de los fertilizantes (uso de fertilizan-
tes que contengan nutrientes secundarios).
Se pueden aliviar las deficiencias con aplica-
ciones hechas regularmente o con aplicacio-
nes puntuales. De igual manera, se pueden
usar similares herramientas de diagnóstico
para identificar otros desórdenes nutriciona-
les (salinidad, toxicidad de Fe y toxicidad de
B) y para realizar ajustes en el manejo de N,
P y K. En algunos casos puede ser necesario
alterar las prácticas de manejo de suelo para
reducir la severidad de las toxicidades.
Estrategia general de manejo de
nutrientes por sitio específico
A continuación se describe una simple estra-
tegia de MNSE en arroz irrigado, que puede
implementarse a nivel de finca cuando no
están disponibles las facilidades para reali-
zar análisis químicos de suelos y plantas.
[Nota: El ERRI tendrá pronto disponible un programa de
computadora que permitirá realizar los cálculos requeri-
dos. El programa también será capaz de proveer opcio-
nes adicionales para calcular el suplemento nativo del
suelo y planificar el manejo de nutrientes para varios
años].
El procedimiento general aquí descrito y en
las Secciones 3.1, 3.2 y 3.3 (con nutrientes
específicos) se aplica de igual forma.
Para implementar un sistema de MNSE se
requiere seguir los siguientes pasos (Figura
3):
1 Identificar y controlar todos los proble-
mas nutricionales aparte de N, P y K
(adecuado manejo del cultivo para pre-
venir las toxicidades y deficiencias de
otros nutrientes además de N, P y K).
2 Estimar el potencial (kg ha-1) para suplir
N nativo del suelo (NNS), P (PNS) y K
(KNS) (Sección 2.4) de la finca o de
lotes específicos.
3 Desarrollar una recomendación NPK
para la finca o lote específico para
lograr una meta definida de rendimien-
to, optimizando el balance entre N, P y
K en la planta de arroz (Sección 2.5):
Dosis de fertilizante = (requerimiento de
nutrientes del cultivo -
suplemento de nutrientes nativos
del suelo)/recuperación de
fertilizantes del primer cultivo
4 Optimizar la época de aplicación y la
cantidad de N a aplicarse basándose
en el crecimiento de la planta. Las deci-
siones sobre el fraccionamiento de la
dosis de N pueden basarse en los
siguientes factores:
8 Utilizar de 2-4 aplicaciones fraccio-
nadas de N (siguiendo principios
agronómicos básicos).
8 Monitorear regularmente el conteni-
do de N en la planta hasta la flora-
ción, usando herramientas como el
medidor de clorofila (con la ayuda
de un técnico entrenado) o con la
tabla de comparación de colores
(Sección 5.6).
8 Predicción del fraccionamiento de N
usando modelos de simulación sim-
ples.
5 Calcular la cantidad de nutrientes aplica-
dos con los fertilizantes y medir el rendi-
miento de grano y la cantidad de paja
que retorna al lote. Estos datos se usan
para predecir los cambios en NNS, PNS
y KNS durante el ciclo anterior, basándo-
se en un presupuesto estimado de
nutrientes. Se pueden obtener razona-
bles presupuestos para nutrientes como
P y K estimando los ingresos (residuos
de corral, fertilizantes y residuos del cul-
tivo) y la remoción de nutrientes (grano y
paja).
Los cambios en NNS tienden a ser
pequeños en 3-5 años. Por ésta razón,
no se requieren ajustes frecuentes.
6 Desarrollar una recomendación de ferti-
lización (repetir los cálculos como en el
Paso 3) para el subsecuente ciclo del
cultivo. Para esto se usan los valores
de NNS, PNS y KNS obtenidos en el
Paso 5.
7 Continuar con el mismo procedimiento
(Pasos 5 y 6) para los cultivos sucesi-
vos. Después de 3-5 años puede ser
 Rendimiento Potencial Criterios de diagnóstico
Calidad del agua
Precios para manejo por sitio
(Clima) de irrigación
específico

Sistema de Decisión para Manejo de Nutrientes en Arroz Irrigado

∆NNS ∆NNS
∆PNS ∆PNS
∆KNS ∆KNS

NNS NPK Uso de NPK NPK Uso de NPK NNS Uso de NPK
NPK
PNS reciclaje Grano reciclaje Grano PNS reciclaje Grano
KNS Paja Paja KNS Paja
Micronutrientes Micronutrientes
Monitoreo de N Monitoreo de N Monitoreo de N
en la planta en la planta en la planta

IP F C IP F C IP F C

Ciclo 1 Ciclo 2 Ciclo 3

IP = Iniciación de la panoja NNS = Nitrógeno nativo del suelo

F = Floración PNS = Fósforo nativo del suelo
C = Cosecha KNS = Potasio nativo del suelo

Figura 3. Estrategias para el manejo de nutrientes por sitio específico en arroz irrigado.
22
23

necesario una nueva medición del
NNS, PNS y KNS, y la detección de
otros posibles problemas (Pasos 1 y 2)
para reiniciar el ciclo de recomenda-
ción.
Datos como el rendimiento de grano, paja
dejada en el lote y uso de fertilizantes se
pueden obtener fácilmente del agricultor. Sin
embargo, otros datos necesarios son:
4 Estimativo del potencial de rendimiento
que permite el clima.
4 Precios del grano cosechado y de los
fertilizantes utilizados.
4 Fuente, cantidad y contenido de
nutrientes del agua de irrigación.
4 Estimativo del contenido de N, P y K
nativos del suelo en una finca o lote
específico. Este es el componente más
sensitivo del modelo y puede estimarse
usando una variedad de métodos
dependiendo de las instalaciones dis-
ponibles en el sitio (Sección 2.5).
Los siguientes parámetros adicionales son
también importantes:
4 Relación entre el rendimiento de grano y
la absorción de nutrientes, es decir la
demanda de nutrientes para una meta
de rendimiento específico (Sección 2.5).
4 Eficiencia de la recuperación y el efecto
residual de los nutrientes aplicados
mediante fertilizantes (cambio en el
potencial de suplemento de nutrientes).
La información necesaria para esta última
parte se encuentra en las Secciones 3.1, 3.2
y 3.3.
zonas altas pueden hacer difícil esta tarea ya
que el modelo asume que la disponibilidad
de agua no limita el crecimiento del cultivo.
Se necesita de más investigación para de-
sarrollar una estrategia similar para ambien-
tes de secano que permita los ajustes para
los diferentes niveles de disponibilidad de
agua en el suelo.
Lectura recomendada
Cassman KG, Peng S, Olk DC, Ladha JK,
Reichardt W, Dobermann A, Singh U. 1998.
Opportunities for increased N use efficiency
from improved resource management in irri-
gated rice systems. Field Crops Res. 56:7-
38.
Dobermann A, Cassman KG, Mamaril CP,
Sheehy JE. 1998. Management of phospho-
rus, potassium and sulfur in intensive, irriga-
ted lowland rice. Field Crops Res. 56:113-
138.
Dobermann A, White PF, 1999. Strategies for
nutrient management in irrigated and rainfed
lowland rice systems. Nutr. Cycl.
Agroecosyst. 53:1-18.
Witt C, Dobermann A, Abdulrachman S,
Gines HC, Wang GH, Nagarajan R,
Satawathananont S, Son TT, Tan PS, Tiem
LV, Simbahan GC, Olk DC. 1999.
International nutrient efficiencies of irrigated
lowland rice in tropical and subtropical Asia.
Field Crops Res. 63:113-138.

En principio, se puede usar la misma estrate-

gia para arroz de secano en zonas bajas y
zonas altas o para cualquier cultivo. Sin
embargo, se requiere de datos específicos
de los cultivos y de los sistemas de produc-
ción para modelar la relación entre rendi-
miento de grano y absorción de nutrientes
(Sección 2.5) y para estimar el NNS, PNS y
KNS (Sección 2.4). Los impredecibles cam-
bios en la disponibilidad de humedad en el
suelo en los sistemas de arroz de secano de

2.4 Cálculo del Suplemento de N, P y K Nativos del Suelo
Definición
El suplemento nativo del suelo es la cantidad
acumulada de un nutriente originado de fuen-
tes naturales, que circula en la solución del
suelo, alrededor de todo el sistema radicular,
durante un ciclo completo de un cultivo.
En la práctica, el potencial de suplemento
nativo del suelo de N (NNS), P (PNS) y K
(KNS) se define como la cantidad de cada
nutriente absorbida por el cultivo de fuentes
naturales cuando se han suplementado
todos los otros nutrientes y se han removido
otras limitaciones de crecimiento. El suple-
mento nativo del suelo de un nutriente en par-
ticular se puede evaluar determinando la
absorción total de ese nutriente en parcelas
de omisión (siempre y cuando ningún otro
factor como agua, otros nutrientes o plagas y
enfermedades afecten el crecimiento):
NNS = absorción total de N en las parcelas
de omisión (parcelas que reciben P, K y otros
nutrientes pero no N).
PNS = absorción total de P en las parcelas
de omisión (parcelas que reciben N, K y
otros nutrientes pero no P).
KNS = absorción total de K en las parcelas
de omisión (parcelas que reciben N, P y
otros nutrientes pero no K).
24
El potencial de suplemento nativo del suelo,
como se lo definió anteriormente, es una
evaluación basada en el cultivo que integra
el suplemento de nutrientes de todas las
fuentes naturales en condiciones de campo,
incluyendo:
4 Suplemento del suelo en toda la profun-
didad del sistema radicular.
4 Agua de irrigación.
4 Deposición atmosférica (lluvia, polvo).
4 Fijación biológica de N2 (solo en el caso
del NNS).
4 Residuos del cultivo.
Cálculo del NNS, PNS y KNS a partir
del rendimiento de grano
A continuación se describe una estrategia
simple para calcular el NNS, PNS y KNS
basándose solamente en el rendimiento de
grano. Se pueden usar otros datos como la
absorción de nutrientes medida en las parce-
las de omisión y el análisis de suelos para
estimar cuanto N, P y K nativos del suelo (en
kg ha-1) están disponibles durante el ciclo del
cultivo, pero el procedimiento que se describe
a continuación es el más aplicable en el
campo, donde generalmente no existen
datos experimetales y análisis de suelos.
1 Para calcular el suplemento de nutrien-
tes nativos del suelo, en un ciclo de cul-
Parcelas de omisión de
nutrientes
Este es el método más apropiado
para calcular el suplemento nativo
de N del suelo (NNS). Nótese el
color verde pálido en la parcela
donde no se ha aplicado fertilizante
nitrogenado.
25

tivo donde se espera condiciones cli-
máticas favorables y buenos rendimien-
tos, se requiere de dos pasos:
(i) Establecer tres pequeñas parcelas
de omisión (5 x 5 m2), “sin N”, “sin
P” y “sin K”, en el lote de un agricul-
tor. En el resto del lote se aplican
todos los tres macronutrientes N, P
y K. Se debe escoger una relación
balanceada de N:P:K de 3:1:3 (por
ejemplo, por cada 3 kg de N aplicar
1 kg de P y 3 kg K). Si se asume
una recuperación por absorción de
0.50 kg kg-1 de N aplicado, 0.25 kg
kg-1 de P aplicado y 0.50 kg kg-1 de
K aplicado, se obtiene un rango
óptimo de absorción N:P:K de 6:1:6
(basádose en datos recolectados
en fincas en Asia).
(ii) Medir el rendimiento de grano (RG)
en las parcelas de omisión (0 N, 0 P
y 0 K) y en el lote fertilizado (NPK).
Si es posible se debe secar el grano
en un horno a 70 ºC por 48 horas
(~3% de humedad) para luego ajus-
tar el RG a 14% de humedad:
RG 14% = RG secado al horno x
0.97/0.86
Si no es posible utilizar un horno,
secar el grano al sol y asumir un
contenido de humedad de 14%.
Si no es posible establecer parcelas de
omisión, recolectar datos de rendimien-
to de grano en el lote del agricultor y
registrar las cantidades de N, P y K apli-
cados en un ciclo de cultivo, un clima
favorable y buenos rendimientos.

Estimación del NNS a partir del rendimiento en grano (t ha-1) en las parcelas de omisión
de N (parcelas con 0 N)

RG(NPK) = RG(0 N) El suplemento de N no es NNS = RG(0 N) x 15

limitante en las parcelas de 0 N

RG(NPK) > RG(0 N) El suplemento de N es NNS = RG(0 N) x 13

limitante en las parcelas de 0 N

Estimación del PNS a partir del rendimiento en grano (t ha-1) en las parcelas de omisión de
P (parcelas con 0 P)

RG(NPK) ≤ RG(0 P) El suplemento de P no es PNS = RG(0 P) x 2.6

limitante en las parcelas de 0 P

RG(NPK) > RG(0 P) El suplemento de P es PNS = RG(0 P) x 2.3

limitante en las parcelas de 0 P

Estimación del KNS a partir del rendimiento en grano (t ha-1) en las parcelas de omisión
de K (parcelas con 0 K)

RG(NPK) ≤ RG(0 K) El suplemento de K no es KNS = RG(0 K) x 15

limitante en las parcelas de 0 K

RG(NPK) > RG(0 K) El suplemento de K es KNS = RG(0 K) x 13

limitante en las parcelas de 0 K
RG (NPK) es el rendimiento de grano (t ha-1, 14% de humedad) en el lote de un agricultor que haya recibido suple-
mento de N, P y K. El Rmax es el máximo potencial de rendimiento (Sección 2.1).

Figura 4. Estimación del suplemento de N, P y K nativos del suelo (NNS, PNS y KNS) a
partir del rendimiento de grano de las parcelas de omisión (parcelas sin N, sin P y sin K).

2 Si se lograron establecer parcelas de
omisión, se debe seguir la cadena de
decisiones de la Figura 4 para calcular
el suplemento de nutrientes nativos del
suelo. El factor por el cual se multiplica
el rendimiento de grano de las respecti-
vas parcelas de omisión se refiere a la
cantidad promedio de un nutriente (kg
ha-1) absorbido por la planta para pro-
ducir una tonelada de grano en el
campo, dependiendo si el nutriente es
limitante o no (basándose en datos
recolectados en fincas en Asia). Se
asumen las siguientes condiciones:
4 Suplemento completo de nutrientes
con excepción del elemento omitido
en las parcelas de omisión, por
ejemplo, suplemento completo de N
y K en lotes sin P.
4 Indice de cosecha alrededor de 0.5
(variedades modernas de arroz sin
factores severos que reduzcan el
rendimiento).
4 Si el rendimiento de grano en un
lote con suplemento completo de
NPK es menor al 70% del potencial
de rendimiento (Rmax), existen otros
factores limitantes más allá de NPK.
Primero se debe mejorar el manejo
del cultivo para luego estimar el
NNS, PNS y KNS.
3 Si no se establecieron parcelas de omi-
sión, pero se aplicaron los nutrientes en
una relación balanceada de NPK como
se sugirió anteriormente, se puede cal-
cular el suplemento de nutrientes nati-
vos del suelo con las Ecuación (N1),
(P1) y (K1):
NNS (kg N ha-1) ≈ (RG x 17) - (ERN x CN) (N1)
PNS (kg P ha-1) ≈ (RG x 3) - (ERP x CP) (P1)
KNS (kg K ha-1) ≈ (RG x 17) - (ERK x CK) (K1)
donde, RG es el rendimiento de grano en t
ha-1 (14% de humedad); los factores 17, 3 y
17 son las cantidades promedio de N, P y K
(kg ha-1) que son absorbidas por la planta
para producir una tonelada de grano en el
lote que se ha fertilizado con NPK (basado
26
en datos recolectados en fincas en Asia);
ERN, ERP y ERK son las eficiencias aparentes
de recuperación de N (0.4-0.6 kg kg-1,
Sección 3.1), P (0.2-0.3 kg kg-1, Sección 3.2)
y K (0.4-0.6 kg kg-1, Sección 3.3) aplicados; y
CN, CP y CK son las cantidades de N, P y K
(kg ha-1) que fueron añadidos al lote.
Estas ecuaciones se mencionan en las
Secciones 3.1, 3.2 y 3.3 en los anexos 1, 4 y
6 respectivamente.
NOTAS:
✍ Los cálculos basados en las parcelas
de omisión son más precisos que las
estimaciones indirectas usando las
ecuaciones (N1), (P1) y (K1) menciona-
das arriba. La ecuación (N1) debe utili-
zarse solamente como último recurso
ya que los cálculos de ERN no son muy
confiables.
✍ Las mediciones del suplemento de
nutrientes nativos del suelo pueden ser
afectadas por:
8 Diferencias de los índices de cose-
cha entre los cultivos, comporta-
miento de las raíces y relación entre
absorción de nutrientes/eficiencia
de uso.
8 Método de establecimiento del culti-
vo.
8 Variabilidad temporal del clima.
8 Plagas y otros factores limitantes
del rendimiento como el volcamien-
to.
El uso de las parcelas de omisión es
✍
válido solo para las variedades de arroz
modernas de altos rendimientos que
tengan un índice de cosecha de alrede-
dor de 0.50. Si se detectan grandes
pérdidas de rendimiento (por ejemplo,
por volcamiento), se debe corregir el
rendimiento en grano dividiendo el ren-
dimiento de paja/2, asumiendo un índi-
ce de cosecha de 0.50.
✍ Para un suelo en particular, el NNS,
PNS y KNS medidos en arroz sembra-
do directamente son menores que en
arroz de transplante.
27

✍ El suplemento nativo del suelo constitu-

ye el potencial de suplemento de un
nutriente proveniente de la fertilidad
natural del suelo. Por esta razón, solo
puede medirse con precisión en un
ciclo con condiciones climáticas favora-
bles y con un manejo apropiado de cul-
tivo, asumiendo que factores como el
suplemento de otros nutrientes, abaste-
cimiento de agua y presencia de plagas
y enfermedades no limiten el crecimien-
to de la planta. En el caso del arroz cul-
tivado en clima tropical, las reservas
nativas de nutrientes se miden mejor en
la temporada seca.
✍ En algunos países existe una transfe-
rencia continua de la fertilidad desde el
borde al centro del lote (o viceversa), es
decir de los sitios donde se realiza la tri-
lla o donde se quema la paja y la cás-
cara, hacia el resto del lote. En este
caso, las parcelas de omisión peque-
ñas pueden dar información incorrecta
del suplemento de nutrientes nativos
del suelo.
✍ Los mismos principios se pueden usar
para calcular el suplemento nativo del
suelo de otros nutrientes.

Lectura recomendada

Dobermann A, Adviento MAA, Pampolino

MF, Nagarajan R, Stalin P, Skogley EO. 1998
Opportunities for in situ soil testing in irriga-
ted rice. In: Proc. 16th World Congr. Soil Sci.
ISSS, CIRAD, Montpellier. p Symposium
13A, 106.

Dobermann A, White PF. 1999. Strategies for

nutrient management in irrigated and rainfed
lowland rice systems. Nutr. Cycl.
Agroecosyst. 53:1-18.

Witt C, Dobermann A, Abdulrachman S,

Gines HC, Wang GH, Nagarajan R,
Satawathananont S, Son TT, Tan PS, Tiem
LV, Simbahan GC, Olk DC. 1999. Internal
nutrient efficiencies of irrigated lowland rice
in tropical and subtropical Asia. Field Crops
Res. 63:113-138.

2.5 Requerimientos de Nutrientes del Cultivo
Concepto de Balance Nutricional
Eficiencia de uso interno y remoción
de nutrientes
En una situación donde el crecimiento del
cultivo no está limitado por el abastecimiento
de agua, problemas con malezas o infesta-
ción de plagas, la producción de biomasa
está determinada principalmente por el
suplemento de N, el nutriente más limitante
en el cultivo de arroz. Por esta razón, la
demanda de otros macronutrientes por el
arroz depende principalmente del suplemen-
to de N. Sin embargo, se pueden presentar
considerables dudas sobre los requerimien-
tos de N, P y K del cultivo, debido a que la
eficiencia de uso interno (kg de grano produ-
cido por kg de nutriente en la materia seca
de la parte aérea de la planta) varía amplia-
mente dependiendo del suplemento de
nutrientes, del manejo del cultivo y de las
condiciones climáticas.
.
[Nota: Remoción de nutrientes (kg de nutrientes t -1
.
grano) = 1.000/eficiencia interna (kg de grano kg -1 de
nutriente)].
Basándose en un gran número de observacio-
nes de campo, se ha logrado calcular el total de
nutrientes removidos por tonelada de grano
(Tabla 2). Estos valores incluyen situaciones
extremas en las cuales los nutrientes pueden
encontrarse ya sea bajo máxima dilución o
máxima acumulación en la planta, es decir,
28
cuando los nutrientes son limitantes o están
presentes en exceso.
Acumulación y dilución de nutrientes
La relación entre el rendimiento de grano y la
acumulación de nutrientes en la materia
seca de la parte aérea de la planta, a madu-
rez fisiológica, de arroz irrigado de zonas
bajas puede determinarse, para metas de
rendimiento particulares, usando una técnica
de modelos que se basa en la Evaluación
Cuantitativa de la Fertilidad de los Suelos
Tropicales (Quantitative Evaluation of the
Fertility of Tropical Soils, QUEFTS por sus
siglas en inglés) desarrollada por Bert
Janssen y sus colegas en Wageningen,
Holanda. El modelo requiere de la determi-
nación empírica de dos líneas de demarca-
ción que describan la máxima acumulación
(RNaA) y la máxima dilución (RNaD) de
nutrientes en la planta (Figura 5). El RNa
representa los requerimientos óptimos de
absorción para lograr una meta de rendi-
miento de grano en particular para las líneas
de demarcación especificadas
Este concepto asume una relación lineal entre
el rendimiento de grano y la absorción de
nutrientes a los niveles más bajos de absor-
ción, cuando la absorción está a su máximo
en condiciones de suplemento limitado de
Balance nutricional
La respuesta al N y P aplicados con
los fertilizantes puede ser baja por-
que existe deficiencia de K. La ferti-
lización balanceada requiere que
todas las deficiencias nutricionales
sean eliminadas por medio de un
adecuado manejo de nutrientes.
29

Tabla 2. Efecto de la disponibilidad de nutrientes en la remoción de N, P y K por tone -

lada de arroz en la parte lineal de la relación entre rendimiento de grano y absorción de
nutrientes (<80% del potencial de rendimiento).

Disponibilidad de nutrientes Nitrógeno Fósforo Potasio

(kg de nutrientes t.-1 grano)

Limitación máxima de nutrientes 10 1.6 9

Limitación de nutrientes 11-13 1.7-2.3 10-13
Optimo nutricional 14-16 2.4-2.8 14-16
Exceso de nutrientes 17-23 2.9-4.8 17-27
Exceso máximo de nutrientes 24 4.9 28

nutrientes. Teóricamente, la acumulación real lineal de la relación entre el rendimiento de

de nutrientes en la planta bajo estas condicio-
nes debe estar cerca a la línea de máxima
disolución del respectivo nutriente en la plan-
ta (RNaD en la Figura 5), pero es poco proba-
ble que todos los nutrientes primarios puedan
diluirse al máximo y al mismo tiempo.
Probablemente, por lo menos un macronu-
triente no será limitante y aun puede estar
disponible en exceso y por lo tanto se puede
acumular al máximo en la planta.
Consecuentemente, la eficiencia de uso inter-
no para los tres nutrientes estará entre sus
valores máximos y mínimos, una situación
ideal de balance nutricional entre N, P y K en
donde ninguno de estos nutrientes es limitan-
te o absorbido en exceso. Esta situación de
nutrición balanceada es la más económica y
es descrita por RNa en la Figura 5.
Sin embargo, cuando los rendimientos son
altos y se acercan al rendimiento potencial,
la eficiencia de uso interno de los nutrientes
se reduce de manera no lineal. La parte no
grano y la acumulación de nutrientes (como
lo predice el modelo QUEFTS) depende de:
4 La definición de las líneas de demarca-
ción que describen las fronteras de
máxima y mínima acumulación.
4 El potencial máximo de rendimiento
determinado por la genética (Rmax en la
Figura 5).
Si se asume que la eficiencia de uso interno
de nutrientes de las variedades modernas de
arroz de alto rendimiento no varía aprecia-
blemente, las líneas estándar de demarca-
ción parecen ser válidas para todas las varie-
dades índica, con un índice de cosecha de
alrededor de 0.50. Los requerimientos de
nutrientes que se presentan más adelante y
en las Secciones 2.6, 3.1, 3.2 y 3.3 pueden,
en consecuencia, ser utilizados en todos los
sitios tropicales y subtropicales cultivados
con arroz irrigado de zonas bajas en Asia,
sin tomar en cuenta el método de estableci-
miento del cultivo.

Rmax
RNa
Rendimiento de grano

RNaD
RNaA
Figura 5. Relación esquemática
entre el rendimiento de grano y la
acumulación de nutrientes en la
materia seca de la parte aérea de la
planta de arroz derivada del rendi-
Acumulación de nutrientes de la planta miento potencial.
 30

Tabla 3. Valores óptimos de eficiencia de uso interno de N, P y K en arroz irriga-

do.
Nitrógeno Fósforo Potasio
(kg de grano kg-1 de N) (kg de grano kg-1 de P) (kg de grano kg-1 de K)

68 385 69

Requerimiento de nutrientes NOTAS:

Partiendo de que el crecimiento de la planta ✍ La eficiencia de uso interno de nutrien-

está limitado solamente por el suplemento tes calculada por el QUEFTS se basa
de nutrientes, el balance nutricional óptimo en valores promedio de numerosas
se logra con una absorción de ~14.7 kg de N, variedades índica, modernas, de altos
2.6 kg de P y 14.5 kg de K por tonelada de rendimientos, cultivadas en varios sitios
grano producida. experimentales de Asia.
Si la eficiencia de uso interno de una
Estas tasas de absorción son válidas hasta
✍
variedad en particular es más grande
el punto donde la meta de rendimiento está que otras variedades, se debe ajustar
alrededor de 70-80% del potencial de rendi- las líneas de demarcación que descri-
miento ajustado por el clima (R = Ro = Rmax x ben la línea intermedia.
0.80). Los valores óptimos de la eficiencia de Si se entregan nuevas variedades con
uso interno se presentan en la Tabla 3.
✍
altos potenciales de rendimiento, la efi-
ciencia de uso interno de nutrientes
Sin tener en cuenta el potencial de rendi-
puede ser mayor, aun a menores nive-
miento seleccionado, la relación N:P:K en la
les de rendimiento, resultando en un
materia seca de la planta (como lo recomien-
cambio más grande en la línea interme-
da el modelo QUEFTS) es de alrededor de
dia.
5.7:1:5.6. Esta relación es similar a la rela-
ción promedio N:P:K de 5.3:1:5.4 en la plan-
Lectura recomendada
ta calculada de una amplia base de datos de
rendimiento de grano y acumulación de
Janssen BH. 1998. Efficient use of nutrients:
nutrientes en la planta recolectada en seis
an art of balancing. Field Crops Res. 56:197-
países asiáticos.
201.
Cuando se usan estos requerimientos en
Janssen BH, Guiking FCT, van der Eijk D,
una estrategia de manejo de nutrientes por
Smaling EMA, Wolf J, van Reuler H. 1990 A
sitio específico en arroz irrigado, no se nece-
system for quantitive evaluation of the fertility
sita más información específica del sitio o del
of tropical soils (QUEFTS). Geoderma
clima y solamente es necesario conocer el
46:299-318.
potencial de rendimiento ajustado al clima
(esta información se puede obtener de
Witt C, Dobermann A, Abdulrachman S,
modelos de simulación, experimentos a
Gines HC, Wang GH, Nagarajan R,
largo plazo o de expertos locales). Esta
Satawathananont S, Son TT, Tan PS, Tiem
estrategia permite estimar los requerimientos
LV, Simbahan GC, Olk DC. 1999. Internal
de nutrientes para lograr una meta de rendi-
nutrient efficiencies of irrigated lowland rice
miento en particular y provee de una útil
in tropical and subtropical Asia. Field Crops
herramienta para identificar metas de rendi-
Res. 63:113-138.
miento económicas como rendimiento obte-
nible Ro (Sección 2.1).
31
2.6 Eficiencia de Recuperación de los
Nutrientes Aplicados
Definición
La eficiencia de recuperación (ER) se define
como la cantidad de nutriente aportada por el
fertilizante que es absorbida por un cultivo,
dividido por la cantidad de nutriente aplicado.
La ER del primer ciclo (o fracción de recupe-
ración) se puede calcular de experimentos
con fertilizantes usando el método de la dife-
rencia:
ER (kg kg-1) = (U2 - U1)/(F2 - F1)
donde, ER es la eficiencia de recuperación
(kg de nutriente absorbido por kg de nutrien-
te aplicado); U es el total de nutrientes
absorbidos en el grano y la paja (kg ha-1), y
F1 y F2 son las cantidades de nutrientes aña-
didos con el fertilizante (kg ha-1) en dos trata-
mientos diferentes en el experimento.
El Tratamiento 2 recibe una dosis mayor del
nutriente que el Tratamiento 1. Un control de
cero nutriente (sin fertilizante) puede usarse
como referencia (Tratamiento 1).
Es necesario estimar la eficiencia de recupe-
ración para calcular la cantidad de nutriente
requerido para alcanzar la demanda del
nutriente de la planta para un rendimiento
objetivo de grano usando la siguiente fórmu-
la general:
F (kg ha-1) = U - NuNS/ER
donde, F es la cantidad de nutriente requeri-
do para satisfacer la demanda de absorción
(U) y soportar la meta de rendimiento de
grano (Sección 2.5); U es la absorción total
en el grano y la paja (kg ha-1); NuNS (kg ha-1)
es la cantidad del nutriente respectivo nativo
del suelo (Sección 2.4); y ER es la eficiencia
de recuperación (kg de nutriente absorbido
por kg de nutriente aplicado).
Ejemplos de la aplicación de esta fórmula se
encuentran en las Secciones 3.1, 3.2 y 3.3.
Determinantes de la eficiencia de
recuperación
Si otros factores no limitan el crecimiento del
cultivo, la ER de nutrientes se relaciona con
los siguientes factores:
4 Cantidad de nutrientes nativos del
suelo.
4 Cantidad de nutrientes aplicados.
4 Potencial de absorción, que depende
de la disponibilidad de otros nutrientes
y el rendimiento potencial ajustado al
clima para un cultivo de arroz en parti-
cular.
Esto se explica mejor usando como ejemplo
la relación entre la acumulación actual de P
en la planta a la madurez y el potencial para
suplir P a la planta (Sección 2.5). El suple-
mento potencial de un nutriente se define
como la cantidad del nutriente que se origina
de formas nativas del suelo y/o de la aplica-
ción de fertilizantes, que pasan a la solución
del suelo durante toda la época de creci-
miento. Esta cantidad teórica de suplemento
total no se puede medir directamente, pero
se puede modelar la relación entre la acumu-
lación de nutrientes y el suplemento poten-
cial usando las siguientes consideraciones:
4 El suplemento del nutriente nativo del
suelo es igual a la absorción del
nutriente hasta la madurez bajo condi-
ciones óptimas en una parcela de omi-
sión (Sección 2.4). Sin embargo, el
suplemento actual (potencial) de un
nutriente nativo del suelo es general-
mente más alto que la absorción del
nutriente en la parcela de omisión, ya
que rara vez se logra condiciones ópti-
mas en el lote. Además, cierta cantidad
de nutrientes no es absorbida por el cul-
tivo y se mantiene en la solución del
suelo, especialmente cuando la con-
centración de nutrientes es alta.
4 Todos los nutrientes aplicados con los
fertilizantes son potencialmente dispo-

nibles para el cultivo. Esta considera-
ción es cierta también para muchos
suelos cultivados con arroz irrigado,
donde la fijación de P y K es sustancial-
mente menor que en suelos aireados.
Esta consideración no es válida para N,
donde la eficiencia de recuperación no
depende solamente de la cantidad total
de N aplicado, sino también del número
de fracciones y el calendario de las apli-
caciones. El N del fertilizante que no es
absorbido inmediatamente por la planta
tiende a perderse por volatilización.
El potencial de suplemento de P es la suma
del suplemento de P nativo del suelo (PNS) y
del P aportado por los fertilizantes (FP). Por
razones prácticas, a menudo se asume que
la absorción de P en una parcela de omisión
(UP0 P) es igual al PNS actual (Sección 2.4).
En general, se espera que la relación entre
la acumulación de nutrientes a la madurez
(sumidero) y el suplemento potencial siga
una línea curva, con una transición entre la
fuente de suplemento y las limitaciones en
la absorción de nutrientes, como se ilustra en
la Figura 6. La absorción de P estaría limita-
da por el suplemento en una situación de
bajo potencial de suplemento de P (PNS +
FP 1). En estas condiciones, el P disponible
es usado más eficientemente por la planta
de modo que UP 1 se coloca relativamente
cerca de la línea 1:1 que representa la situa-
ción donde todo el suplemento de P es
absorbido por la planta. Con el incremento
del potencial de suplemento de P (si se esco-
ge FP 2 en lugar de FP 1), la eficiencia de
Acumulación de fósforo en la planta
Línea 1:1
UP 2
UP 1
UP0 P
PNS + FP =
PNS FP 1 Suplemento potencial vo del suelo, FP = fertilizante fosfó-
de P
PNS FP 2
32
recuperación se reduce ya que la absorción
de P por la planta está restringido por el de
rendimiento potencial del cultivo durante el
ciclo (condición que es genéticamente esta-
blecida), hasta que la absorción de P (o el
crecimiento de la planta) no incrementa más
con el aumento en el suplemento de P. En
esta situación, la absorción de P por la plan-
ta alcanza el máximo (UPmax).
Las mayores eficiencias de recuperación de
los nutrientes provenientes del fertilizante se
pueden esperar en situaciones donde el
potencial de absorción (UPmax) es alto (condi-
ciones climáticas favorables, suficiente
suplemento de agua, poca presión de insec-
tos y enfermedades, etc.) y el suplemento de
nutrientes nativos del suelo y las dosis de
fertilizantes son bajas. Un alto potencial de
absorción forzaría la línea que describe la
relación entre la acumulación de nutrientes
en la planta y el suplemento potencial del
nutriente a formar una curva más inclinada,
llevándola más cerca de la línea 1:1. Sin
embargo, el incremento en las dosis de ferti-
lizantes eventualmente lleva a una reducción
en la eficiencia de recuperación.
Las eficiencias de recuperación más bajas
se pueden esperar en condiciones de bajo
potencial de absorción (curva plana que des-
cribe la relación entre la acumulación de
nutrientes en la planta y el suplemento
potencial de nutrientes) y niveles altos de
suplemento de nutrientes nativos del suelo.
En esta situación, las eficiencias de recupe-
ración pueden ser pequeñas hasta con dosis
bajas de fertilizantes.
UPmax
Figura 6. Relación esquemática
entre la acumulación actual de P en
el grano y la paja de la planta de
arroz a la madurez (UP) y el suple-
mento potencial de P para una
máxima absorción potencial de P
(UPmax). IPS = suplemento de P nati-
rico.
33
Estimación de las eficiencias de recu-
peración
Es obvio esperar una gran variación en la efi-
ciencia de recuperación entre los lotes de
producción de los agricultores y aun dentro
de los mismos lotes a través del tiempo,
dependiendo de las diferencias generales en
las propiedades del suelo, historia de los cul-
tivos, manejo actual del cultivo y las condi-
ciones climáticas. Se pueden introducir
variaciones adicionales por los problemas en
abastecimiento de agua, malezas y plagas.
Esto hace difícil definir una ER representati-
va necesaria para estimar las dosis de fertili-
zantes como se describe en las Secciones
3.1, 3.2 y 3.3 para N, P y K.
En lotes de arroz irrigado de zonas bajas con
un buen manejo y con rendimientos de
grano de 5-7 t ha-1, los rangos típicos de efi-
ciencia de recuperación están entre 0.30-
0.60 kg kg-1 para N (mediana: 0.40), 0.10-
0.35 kg kg-1 para P (mediana: 0.20) y 0.15-
0.65 kg kg-1 para K (mediana: 0.35).
[Nota: Rangos intercuartiles y medianas de alrededor de
320 experimentos conducidos en 1997-98 en fincas de
productores con manejo por sitio específico de los ferti-
lizantes en seis países de Asia].
Desde el punto de vista práctico, se sugiere
usar las eficiencias de recuperación media-
nas para calcular los requerimientos de P y K
(Sección 3.2 y 3.3). Se recomienda usar una
ER de alrededor de 0.50 kg kg-1 para calcular
las dosis de N cuando se usan prácticas de
manejo de N que incrementen la eficiencia de
este nutriente (Sección 3.1), particularmente
en los casos donde están disponibles herra-
mientas para manejo dinámico, a tiempo real
del N (Sección 5.6).
NOTAS:
✍ En la Sección 3.1 se presentan estima-
ciones de la ER de N aplicado al voleo
en diferentes etapas de crecimiento, y
en la Sección 5.6 se presenta informa-
ción sobre medidas prácticas para
mejorar el ERN.
✍ No es recomendable calcular los reque-
rimientos de P y K con la ecuación
general F = U - NuNS/ER cuando la
brecha entre la demanda del nutriente
para una meta de rendimiento y el
suplemento del nutriente nativo del
suelo es pequeña. En estas condicio-
nes, es suficiente aplicar una dosis de
mantenimiento de P y K para reponer
los nutrientes y evitar el agotamiento
del suelo.
✍ Las eficiencias de recuperación típicas
sugeridas para P y K son solamente váli-
das para sistemas de arroz irrigado de
zonas bajas en Asia, es decir para dosis
específicas de fertilizantes, niveles de
rendimiento y prácticas de manejo de
nutrientes (incluyendo los métodos de
aplicación de los fertilizantes y los culti-
vares utilizados). En suelos con alto
potencial de fijación de P (Ultisoles,
Oxisoles) o K (Vertisoles bajos en K), las
ER de P o K pueden ser mucho más
pequeñas, particularmente en condicio-
nes de arroz cultivado en zonas altas o
en condiciones de secano en zonas
bajas, donde no ocurren inundaciones
prolongadas.
✍ Considerando que la demanda de P y K
está determinada por el rendimiento
potencial y la disponibilidad de N, la ER
de P y K puede incrementarse mejoran-
do el manejo de N y con un mejor
balance en el uso de nutrientes.
✍ Las ER de P y K depende también del
método de aplicación de los fertilizantes.
En arroz, la ER de P y K es probablemen-
te más pequeña para fertilizantes incorpo-
rados en el suelo (típico del arroz de
transplante) que para aplicaciones al
voleo de P y K (típo del arroz sembrado
directamente).
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35
2.7 Manejo de Residuos de Corral, Paja
y Abonos Verdes
Antes de la introducción de los fertilizantes
minerales, todo el N y los demás nutrientes
utilizados para cultivar arroz en suelos inun-
dados, provenían del agua de irrigación, los
sedimentos, la fijación biológica de N2 y los
residuos de corral. El uso de fertilizantes
nitrogenados se hizo popular después de la
invención del proceso de Haber Bosch, que
consiste en convertir el N2 atmosférico en
fertilizante mineral. Sin embargo, las varie-
dades tradicionales de arroz no respondie-
ron bien al fertilizante nitrogenado. Sola-
mente con la introducción de variedades
modernas de altos rendimientos, que res-
ponden a la aplicación de N, es que la
demanda de esté y de otros nutrientes creció
más allá de lo que podían proveer las fuen-
tes naturales y las fuentes recicladas.
Durante los últimos 30 años, los gobiernos
han subsidiado la manufactura y distribución
de los fertilizantes nitrogenados para salva-
guardar el suplemento de alimentos durante
los periodos de rápido crecimiento poblacio-
nal y económico. Estas condiciones, y la
(a)
(b) (c)
gran conveniencia del uso de los fertilizantes
minerales nitrogenados, han llevado a la
reducción del uso de las fuentes orgánicas
de nutrientes.
Cuando sea posible, las fuentes orgánicas
de nutrientes como residuos de corral, paja y
abonos verdes, deben usarse en combina-
ción con los fertilizantes minerales para
satisfacer los requerimientos nutricionales
del cultivo de arroz y para mantener la cali-
dad del suelo a largo plazo. Sin embargo, en
muchas áreas el suplemento de fuentes
orgánicas no es suficiente y usar solamente
abono orgánico es más costoso que aplicar
las mismas cantidades de nutrientes con fer-
tilizantes minerales. La producción orgánica
de arroz se practica en áreas pequeñas,
pero depende de los siguientes factores:
4 Disponibilidad de fuentes orgánicas.
4 Un precio especial para compensar por
los rendimientos más bajos y los costos
más altos de producción.
Manejo de la paja
(a) La mayoría del K y del Si absor-
bidos por la planta se encuentran en
la paja. Por esta razón, el manejo de
la paja es de mucha importancia
para la nutrición del arroz. (b)
Cuando se trilla en el lote la paja
queda en parvas. (c) Cuando se
queman las parvas de paja, el K
contenido en estos residuos no se
distribuye en toda la superficie del
suelo, además, una parte del K que
se acumula debajo de las parvas
quemadas se pierde por lixiviación.
Se pueden también remover
nutrientes del campo al alimentar el
ganado con la paja, sin embargo,
esto también depende de cómo se
manejen los residuos animales.

Hasta el momento, no se ha encontrado evi-
dencia convincente de que el suplemento de
nutrientes para los sistemas de cultivo inten-
sivo de arroz pueda ser manejado a gran
escala con fuentes orgánicas. En la mayoría
de las áreas no se dispone de suficiente
material orgánico para compensar la remo-
ción de nutrientes. Otro problema es el trans-
porte de materiales orgánicos voluminosos.
Es importante entender las diferencias fun-
damentales entre los mecanismos de des-
composición de los insumos orgánicos y el
papel de la materia orgánica (MO) en los
diferentes sistemas de cultivo de arroz:
4 En sistemas de rotación de arroz con
otros cultivos (rotaciones arroz-ceba-
da) o en sistemas de arroz de secano
de zonas bajas y altas, los periodos
aeróbicos más largos degradan la MO
más rápida y completamente. La conti-
nua producción de cultivos puede resul-
tar en una reducción del contenido de
MO en el suelo. Es importante la repo-
sición y acumulación de la MO para
mantener la estructura del suelo en
beneficio de los cultivos manejados en
condiciones aeróbicas en la rotación.
Las principales funciones de la MO son
las siguientes:
8 Incrementar la capacidad del suelo
de retener agua.
8 Mejorar la estructura del suelo y la
percolación del agua.
8 Reducir la erosión.
8 Estimular la actividad de la flora y
fauna (lombrices) del suelo.
8 Mejorar el uso de P nativo del suelo
y del contribuido por los fertilizan-
tes.
El efecto de la MO en la fertilidad del
suelo depende en la cantidad aplicada
y del tipo de material usado:
8 Se deben utilizar fuentes ricas de
carbono, con una amplia relación
C:N (paja, compostas) si se desea
incrementar el contenido de MO del
suelo.
8 Los abonos verdes con una baja
relación C:N tienen muy poco
36
potencial para incrementar la MO a
través del tiempo, pero pueden
mejorar las propiedades físicas del
suelo.
Se deben cultivar leguminosas, otros
abonos verdes y malezas controladas
en los periodos de descanso para con-
servar N, producir MO adicional e ingre-
sos monetarios adicionales (legumino-
sas de grano) si la humedad del suelo y
la economía de la granja lo permiten.
4 En sistemas arroz-arroz con cortos
periodos de descanso entre cultivos, la
descomposición anaeróbica promueve
el desarrollo de componentes de la MO
más estables, lo que permite que ésta
se conserve bien. El contenido total de
MO tiende a mantenerse constante, y
en suelos arcillosos pesados tiende a
incrementarse con el tiempo, hasta
que alcanza un nuevo equilibrio, aun si
no se aplica MO y se remueve la paja.
Debido a que la estructura del suelo se
destruye deliberadamente con el fan-
geo, los posibles efectos positivos de la
acumulación de MO en las propiedades
físicas del suelo son menos importan-
tes que en los cultivos de secano. El
papel de la MO se reduce al efecto
directo e indirecto en el suplemento de
nutrientes. En ocasiones, el incremento
de MO en el suelo puede tener efectos
negativos como la presencia de defi-
ciencias (Zn) o toxicidades minerales
(Fe, sulfuros) y una mala condición
sanitaria del sistema radicular. Por lo
tanto, el mantener o incrementar la MO
es menos crítico para mantener la ferti-
lidad del suelo en sistemas de arroz de
zonas bajas. En estas condiciones, el
manejo de la MO debe concentrarse
más bien en mantener la calidad de la
MO evitando la acumulación de com-
puestos altamente complejos con bajas
tasas de mineralización de N.
También es muy importante la época de
incorporación de la MO. Las fuentes de
nutrientes orgánicos pueden formar parte de
la estrategia de manejo integrado de nutrien-
tes, pero se deben evitar aplicaciones altas
37

Tabla 4. Contenido típico de nutrientes en materiales orgánicos.

Material Agua C N P K Ca
% (% de material fresco)
Heces humanas 1.0 0.2 0.3
Heces de bovinos 0.3 0.1 0.1
Heces de cerdo 0.5 0.2 0.4
Residuos frescos de 60 8-10 0.4-0.6 0.1-0.2 0.4-0.6 0.2-0.4
corral de bovinos
Residuos compostados 35 30-35 1.5 1.2 2.1 2.0
de corral de bovinos
Residuos frescos de 80 5-10 0.7-1.0 0.2-0.3 0.5-0.7 1.2
corral de cerdos
Gallinaza 55 15 1.4-1.6 0.5-0.8 0.7-0.8 2.3
Compost de basura 40 16 0.6 0.2 0.3 1.1
Residuos municipales 50 17 1.6 0.8 0.2 1.6
Residuo de ingenio 75-80 8 0.3 0.2 0.1 0.5
azucarero

Kg de nutriente t.-1 de reciduos frescos = % de nutriente x 10

de MO antes de la inundación. Los abonos
verdes pueden sustituir el N de los fertilizan-
tes nitrogenados, pero son comparativamen-
te más caros y tienen muy poco beneficio
residual a largo plazo.
Residuos de animales
Los residuos de corral difieren mucho en la
composición y en el efecto en la fertilidad del
suelo y en el contenido de nutrientes (Tabla
4). Donde sea posible, se pueden aplicar 2-
10 t ha-1 (o más) de residuos de corral, pero
el uso de este tipo de material se ha reduci-
do en años recientes debido al incremento
de su uso como combustible, falta de mano
de obra y la especialización en las fincas de
arroz que ha reducido el número de cabezas
de ganado por hectárea de tierra arable. En
sistemas intensivos de arroz-arroz, los efec-
tos de los residuos de corral en los rendi-
mientos de arroz se deben principalmente al
aporte de nutrientes, incluyendo nutrientes
secundarios y micronutrientes que no vienen
en los fertilizantes NPK. El mejoramiento de
la fertilidad del suelo con el uso de residuos
de corral [incremento en el contenido de MO
en el suelo y en la capacidad de intercambio
catiónico (CIC) y mejoramiento de la propie-
dades físicas del suelo] son más importantes
en los sistemas de arroz seguidos por otros
cultivos y en los sistemas de secano de
zonas bajas y altas.
Manejo de la paja
La paja es el principal material orgánico dis-
ponible para la mayoría de las fincas de
arroz. Alrededor del 40% de N, 80-85% de K,
30-35% de P y 40-50% de S absorbidos por
el arroz permanecen en las partes vegetati-
vas de la planta a la madurez del cultivo.
La paja se remueve del lote, se quema in
situ, se apila o se esparce en el campo, se
incorpora al suelo o se usa como cobertura
(mulch) para el cultivo siguiente. Cada uno
de estos procedimientos tiene un efecto dife-
rente en el balance global de nutrientes y en
la fertilidad del suelo a largo plazo. Donde se
usan fertilizantes minerales que no contie-
nen S, la paja puede ser una importante
fuente de este nutriente. Por esta razón, no
se debe quemar la paja. Por el contrario, la
quema transforma efectivamente la paja en
una fuente mineral de K y solamente se pier-
de una pequeña cantidad de este nutriente
en el proceso. El efecto de la remoción de la

Tabla 5. Contenido típico de nutrientes en la paja de arroz a la cosecha.
N P
Contenido en la MS1 0.5-0.8 0.07-0.12
de la paja (%)
Remoción con 1 t de 5-8 0.7-1.2
paja (kg ha-1)
1
MS = materia seca
paja tiene mayor impacto a largo plazo en el
K que en el P (Tabla 5). El esparcimiento e
incorporación de la paja requiere mucha
mano de obra y los agricultores consideran
más conveniente la quema. La paja es tam-
bién una importante fuente de micronutrien-
tes (Zn) y el factor más importante en el
balance acumulativo de Si en arroz (Sección
3.6).
La remoción de la paja del lote es muy popu-
lar en India, Bangladesh y Nepal. Esto expli-
ca el agotamiento de las reservas de K y Si
observado en muchos sitios. La paja puede
utilizarse como combustible para la cocina,
alimento para rumiantes y paja de establo o
como una materia prima en procesos indus-
triales (manufactura de papel). En el proceso
algunos o todos los nutrientes contenidos en
la paja pueden perderse del lote, particular-
mente en sitios donde los residuos de corral
se usan en otras partes de la finca donde las
respuestas son mayores que en el arroz.
La incorporación de la paja al suelo regresa
la mayoría de nutrientes y ayuda a conservar
las reservas a largo plazo. Los efectos a
corto plazo en el rendimiento de grano son a
menudo bajos (comparados con la remoción
o quema de la paja), pero los beneficios a
largo plazo son significativos. Las reservas
de N, P, K y Si en el suelo se mantienen y
aun pueden incrementarse en sitios donde
se usan fertilizantes minerales y se incorpo-
ra la paja. La incorporación de paja en sue-
los húmedos (durante la preparación del
suelo) resulta en la inmovilización temporal
de N y en un incremento significativo en las
emisiones de metano del arroz irrigado, por
lo tanto, contribuye al cambio climático. La
38
K S Si
1.2-1.7 0.05-0.10 4-7
12-17 0.5-1.0 40-70
incorporación de grandes cantidades de paja
ocupa mucha mano de obra o requiere de
maquinaria apropiada para la preparación
del lote y puede resultar en la acumulación
de problemas sanitarios. El transplante debe
llevarse a cabo de 2-3 semanas después de
la incorporación de la paja.
Investigación reciente, conducida en granjas
experimentales, indica que la labranza tem-
prana y en seco, a una profundidad de 5-10
cm, para incorporar los residuos del cultivo y
mejorar la aireación del suelo durante los
períodos de descanso, tiene efectos positi-
vos en la fertilidad del suelo en sistemas
intensivos de arroz-arroz. La labranza super-
ficial en suelo seco requiere de un tractor de
doble tracción y se debe realizar de 2-3
semanas después de la cosecha en siste-
mas de cultivos donde el periodo de descan-
so entre 2 cultivos es de por lo menos 30
días. Los efectos positivos de esta práctica
son los siguientes:
4 Descomposición aeróbica de los resi-
duos del cultivo (~50% del carbono
dentro de 30-40 días), minimizando los
efectos negativos de los productos de
la descomposición anaeróbica en el
crecimiento temprano del arroz. Se
logra un reciclaje más alto del carbono.
4 Mejoramiento de la aireación del suelo
(reoxidación de Fe2+ y otras sustancias
reducidas que se acumulan durante el
periodo de inundación).
4 Incremento en la mineralización de N y
la liberación de P para el cultivo siguien-
te hasta la iniciación de la panoja.
4 Reducción del crecimiento de malezas
durante el periodo de descanso.
4 Reducción en los requerimientos de
39
agua de irrigación durante la prepara-
ción del suelo (menor cuarteo y pérdida
de agua a través de las grietas en sue-
los de arcilla pesada).
4 Fácil preparación del suelo húmedo
para el arroz (a menudo no es necesa-
ria una segunda operación de labranza).
4 Menor emisiones de metano (CH4)
comparado con la incorporación de
paja durante la preparación del terreno
para el cultivo.
La quema causa la pérdida casi completa del
N, y la pérdida de alrededor de 25% del P,
20% del K y 5-60% del S. La cantidad de
nutrientes perdidos depende del método
usado en la quema de la paja. En áreas
donde se ha mecanizado la cosecha
(Tailandia, China, Norte de la India), toda la
paja se mantiene en el lote y se quema rápi-
damente in situ. Por lo tanto, las pérdidas de
S, P, y K son pequeñas.
En Indonesia y Filipinas, la paja se amonto-
na en pilas en los sitios de trilla y se quema
después de la cosecha. A menudo la ceniza
no se esparce en el lote, lo que resulta en
grandes pérdidas de minerales (K, Si, Ca,
Mg) que se lixivian desde los montones de
ceniza, sin embargo, los nutrientes conteni-
dos en los tallos largos (30-40 cm) se man-
tienen en el lote. Esta práctica resulta en una
transferencia significativa de nutrientes
desde la periferia a los sitios en el lote donde
se queman los residuos después de la trilla.
Con el tiempo, esta práctica acumula algu-
nos nutrientes (K, Si, Ca, Mg) en ciertas par-
tes del lote y los agota en otras.
La quema causa contaminación atmosférica
y pérdida de nutrientes, pero es un método
económico para desechar la paja. También
ayuda a reducir la población de plagas y
enfermedades que pueden incrementarse
debido a la reinfestación desde inóculo en la
biomasa de la paja.
Abonos verdes
La práctica de utilizar abonos verdes ha sido
abandonada en la mayoría de las áreas de
produccón de arroz después de la introduc-
ción de los sistemas de cultivo intensivo. En
estos sistemas de cultivo solo se usan legu-
minosas de crecimiento rápido y de corta
duración como la Sesbania rostrata (nodula
en el tallo), debido a la corta duración del
periodo de descanso (40-60 días). Muchas
de las leguminosas usadas como abonos
verdes acumulan rápidamente N en 45-60
días de crecimiento (80-100 kg de N ha-1) y
la mayoría del N acumulado (~80%) se deri-
va de la fijación biológica de N2. Las cantida-
des de N acumulado por los abonos verdes
pueden ser suficientes para sustituir los
requerimientos totales de fertilizantes nitro-
genados minerales. La eficiencia de uso de
N proveniente de los fertilizantes nitrogena-
dos minerales y de abonos verdes es similar.
La pérdida de N de los fertilizantes nitroge-
nados es grande, pero el efecto residual de
los abonos verdes en la productividad del
suelo a largo plazo es a menudo pequeña.
Los abonos verdes son efectivos para acele-
rar la recuperación de suelos salinos y sódi-
cos. En China, varias plantas usadas como
abonos verdes contienen altas cantidades
de K y han sido útiles como substitutos del
fertilizante potásico y para mejorar el conte-
nido de proteína en el grano. Sin embargo,
estas plantas no producen una adición neta
de K al suelo, pero pueden utilizar K de
capas más profundas de suelo, pueden cap-
turar el K del agua de irrigación o reducir la
lixiviación de K en suelos de textura gruesa.
En todo el mundo, el uso de leguminosas
como abonos verdes antes de la siembra de
arroz en zonas bajas se ha reducido dramá-
ticamente en los últimos 30 años, debido a la
escasez de tierra (aumento de la presión
poblacional) y por el bajo precio de N de la
urea. El uso de abonos verdes después de
la cosecha en las rotaciones de arroz ha sido
reemplazado por leguminosas de grano de
alto rendimiento y de rápida maduración.
Otros limitantes para el uso de abonos ver-
des son la mala calidad y la escasa disponi-
bilidad de semillas y los altos requerimientos
de mano de obra. La hidrología local y la tex-
tura del suelo también afectan la efectividad
agronómica de los abonos verdes en compa-

ración con los fertilizantes nitrogenados y
otros cultivos que generan ingresos.
Además, los abonos verdes requieren de un
adecuado aporte de P para que la fijación
biológica de N2 sea efectiva.
En general, las posibilidades para el uso de
abonos verdes antes de la siembra de arroz
se presentan relativamente en un corto
periodo de tiempo disponible para el creci-
miento de estas plantas, cuando la humedad
del suelo no es favorable para cultivos que
generen ingresos (suelos de secano con ten-
dencia a inundación de zonas bajas con tex-
tura gruesa). Finalmente, factores socio-eco-
nómicos como el costo de la tierra, de mano
de obra y de los fertilizantes nitrogenados
determinan la rentabilidad de la adopción de
la tecnología de abonos verdes sembrados
antes de la siembra por los agricultores.
Teniendo en cuenta estos problemas, se
espera que el uso de abonos verdes dismi-
nuya en el futuro en los ambientes favora-
bles para el cultivo de arroz.
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2.8 Economía del Uso de los Fertilizantes
Esta breve discusión del aspecto económico
del uso de fertilizantes se limita al cálculo de
las dosis óptimas y la rentabilidad de un solo
cultivo de arroz. Para nutrientes que tienen
efecto residual a largo plazo, como el P y K,
la contribución económica de los fertilizantes
aplicados debe considerarse sobre periodos
largos de tiempo (años o hasta décadas).
Para un solo nutriente, la rentabilidad (π,
ingreso neto que sobrepasa el costo del ferti-
lizante) y el incremento en rentabilidad en
comparación con el ingreso obtenido sin nin-
guna aplicación de fertilizantes (∆π) se puede
calcular usando las siguientes fórmulas:
π = GP x R - PF x F
∆π = GP x (R - R0) - PF x F
donde, π es la rentabilidad ($ ha-1 cultivo-1);
GP es el precio promedio de arroz ($ kg-1); R
es el rendimiento de grano con el nutriente
aplicado (kg ha-1); R0 es el rendimiento de
grano sin la aplicación de nutriente (kg ha-1);
PF es el precio del fertilizante en el mercado
($ kg-1) y F es la cantidad de fertilizante apli-
cado (kg ha-1).
La rentabilidad para diferentes combinacio-
nes de N, P y K se puede calcular y compa-
rar usando la siguiente ecuación:
π = GP x R - (PN x FN + PP x FP + PK x FK)
donde, FN, FP y FK son las cantidades res-
pectivas de fertilizante aplicado y PN, PP y PK
son los precios respectivos para cada fertili-
zante.
La dosis óptima de fertilizantes es aquella
que produce el máximo retorno económico al
mínimo costo y ésta se puede derivar de una
curva de respuesta en rendimiento a la apli-
cación de nutrientes. Se usan diferentes
modelos para evaluar la curva de respuesta,
pero los modelos lineales discontinuos y los
modelos curvilíneos (exponenciales, cuadrá-
ticos, hipérbola inversa) son los más usados.
42
Un modelo típico es la función de respuesta
cuadrática de la siguiente forma:
R = b0 + b1F - b2F2
donde, R es el rendimientos de grano (kg
ha-1); b0, b1 y b2 son constantes ajustadas a la
regresión; y F es la cantidad de fertilizante
aplicado (kg ha-1). La ventaja del modelo cua-
drático de respuesta es que permite observar
como la respuesta del cultivo declina a medi-
da que se usan mayores cantidades de fertili-
zante. Referirse a la Sección 5.5 para una dis-
cusión detallada de las curvas de respuesta y
los factores que las afectan.
La dosis óptima de fertilizante (∆π/∆F = 0)
es el punto en la función de respuesta donde
la pendiente de la curva (∆R/∆F) es igual a
la relación entre el precio del fertilizante y el
precio del arroz (irrigado):
∆R/∆F = PF/GP
donde, PF representa el precio del fertilizan-
te por kg y GP representa el precio del grano
por kg.
Para una curva de respuesta cuadrática
estándar (R = b0 + b1F + b2F2), la dosis ópti-
ma del fertilizante está dada por la siguiente
ecuación:
F = (PF/GP - b1)/2b2
donde, F es la cantidad de fertilizante aplica-
do (kg ha-1); PF representa el precio por kg de
fertilizante; GP representa el precio por kg de
arroz y b1, b2 son constantes ajustadas por la
regresión.
NOTAS:
Como regla general, las dosis óptimas
✍
determinadas con base económica son
menores que aquellas requeridas para
producir el rendimiento máximo del cul-
tivo. Metas de rendimiento económicas
43

Ejemplo:

Se condujo un experimento con cinco dosis de N (N, kg ha-1) en el rendimiento de grano

(R, kg ha-1) y se ajustó la función de respuesta.

R = 3125 + 18.5 N - 0.06 N2

El promedio del precio del fertilizante nitrogenado (PN) fue de U$ 0.22 kg-1, mientras que el
precio del arroz (GP) fue de U$ 0.12 kg-1. La dosis óptima de N es:

FN = (0.22/0.12 - 18.5)/- 0.12

= 139 kg N ha-1

generalmente no exceden el 80% del nutrientes y sus interacciones. Ali

máximo potencial de rendimiento (Rmax,
Sección 2.1). La estrategia del balance
nutricional descrita en la Sección 2.5 se
enfoca en lograr el óptimo fisiológico en
términos de absorción de nutrientes. En
la mayoría de los casos, este rendi-
miento óptimo fisiológico no es muy
diferente del óptimo rendimiento econó-
mico.
✍ La relación beneficio-costo, RBC =
∆π/PF x F, se usa a menudo para dise-
ñar las dosis de fertilizantes o las tecno-
logías de fertilización. Sin embargo, con
un nutriente que tenga una respuesta
de rendimientos decrecientes en la fun-
ción de rentabilidad, esta relación
puede llevar a conclusiones erróneas e
inapropiadas si se aplica tomando en
cuenta la rentabilidad obtenida por el
uso del fertilizante, debido a que tiende
a sobrestimar las dosis económicas de
fertilizantes.
✍ Cualquiera sea el modelo de respuesta
escogido, es importante considerar el
ajuste del modelo y la sensibilidad a los
cambios de precio.
✍ La estrategia descrita no toma en cuen-
ta otras variables económicas como los
costos de la mano de obra asociada con
el uso de fertilizantes o los intereses que
se deben pagar a los préstamos para la
compra de fertilizantes. Es necesario
incluir estos factores para hacer un
diagnóstico económico completo.
✍ Colwell (1994) describe la determina-
ción de dosis óptimas para múltiples
(1999) presenta una estrategia para
evaluar los fertilizantes orgánicos.
Lectura recomendada
Ali M. 1999. Evaluation of green manure
technology in tropical lowland rice systems.
Field Crops Res. 61:61-78.
Colwell JD. 1994. Estimating fertilizer requi-
rements: a quantitative approach.
Wallingford: CAB International.
Dawe D, Moya P. 1999. Variability of optimal
N applications for rice. In: Program report for
1998. Manila (Philippines): International Rice
Research Institute. p 15-17.
Helyar KR, Price GH, 1999. Making recom-
mendations based on soils tests. In: Peverill
KI, Sparrow LA, Reuter DJ, editors. Soil
analysis: an interpretation manual.
Collingwood: CSIRO Publishing. p 331-357.
Pingali PL, Hossain M, Pandey S, Price L.
1998. Economics of nutrient management
in Asian rice systems: towards increasing
knowledge intensity. Field Crops Res.
56:157-176.
3
Deficiencias
Minerales
En este capítulo

3.1 Deficiencia de Nitrógeno

3.2 Deficiencia de Fósforo

3.3 Deficiencia de Potasio

3.4 Deficiencia de Zinc

3.5 Deficiencia de Azufre

3.6 Deficiencia de Silicio

3.7 Deficiencia de Magnesio

3.8 Deficiencia de Calcio

3.9 Deficiencia de Hierro

3.10 Deficiencia de Manganeso

3.11 Deficiencia de Cobre

3.12 Deficiencia de Boro


3.1 Deficiencia de Nitrógeno
Función y movilidad del N
El N es un constituyente esencial en los
amino ácidos, ácidos nucléicos y de la cloro-
fila. Promueve el rápido crecimiento (incre-
mento en el tamaño de la planta y número de
macollos) y aumenta el tamaño de las hojas,
el número de espiguillas por panoja, el por-
centaje de espiguillas llenas y el contenido
de proteína en el grano. En consecuencia, el
N afecta todos los parámetros que contribu-
yen al rendimiento. La concentración de N en
las hojas está estrechamente relacionada
con la tasa de fotosíntesis en las hojas y la
(a)
(b) (c)
(d)
46
producción de biomasa del cultivo. Cuando
se aplica suficiente N se incrementa la
demanda de otros macronutrientes como P y
K por el cultivo.
Las principales formas de N absorbido por la
planta son: amonio (NH4) y nitrato (NO3). La
mayoría del NH4 absorbido se incorpora a los
compuestos orgánicos en las raíces, mientras
que el NO3 es más móvil en el xilema y tam-
bién se almacena en las vacuolas de diferen-
tes partes de la planta. El NO3 también puede
contribuir a mantener el balance entre anio-
nes y cationes, y la osmo-regulación. Para
Síntomas de deficiencia de N
en arroz
(a) Hojas con coloración verde ama-
rillenta en las parcelas de omisión
en donde no se aplicó N. (b) Las
hojas son más pequeñas en plantas
con deficiencia de N. (c) El macolla-
miento se reduce cuando el N es
deficiente. (d) El macollamiento se
incrementa cuando se aplica N.
47
Tabla 6. Rangos óptimos y niveles críticos de N en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Floración Hoja bandera
Madurez Paja
cumplir sus funciones esenciales como
nutriente de la planta, el NO3 debe reducirse a
NH4 por la acción de la nitrato y nitrito reduc-
tasa. El N es requerido durante todo el perio-
do de crecimiento, pero la mayor necesidad
se presenta entre el inicio y mediados del
macollamiento, y al inicio de la panoja. Un
suplemento adecuado de N es necesario
durante la maduración del grano para retrasar
la senescencia de las hojas, mantener la foto-
síntesis durante el llenado de grano e incre-
mentar el contenido de proteína en el grano.
El N es móvil dentro de la planta porque se
transloca de las hojas viejas a las hojas jóve-
nes y los síntomas de deficiencia tienden a
ocurrir primero en las hojas bajeras.
Comparados con variedades convencionales
de arroz, los híbridos tienen importantes
características específicas:
4 Mayor potencial de absorber y usar N del
suelo por tener un sistema radicular más
vigoroso (muchas raíces superficiales,
mayor poder de oxidación).
4 Mayor eficiencia de translocación de N
desde la fuente (tallo, hoja) hasta los
sumideros (grano).
4 La absorción de N llega a su pico
durante el macollamiento y el llenado
del grano.
4 Mayor uso y absorción de NO3- durante
el periodo reproductivo. Mayor respues-
ta en rendimiento a la aplicación de NO3-
al voleo debido al gran número de raí-
ces superficiales.
Síntomas de deficiencia de N y efec-
tos en el crecimiento
Plantas amarillentas de poco crecimiento.
Las hojas más viejas o toda la planta tie-
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
2.9-4.2 <2.5
2.2-3.0 <2.0
0.6-0.8
nen una coloración verde amarillenta.
La deficiencia de N es la más común en
arroz. Las hojas viejas, y en ocasiones todas
las hojas, toman un color verde claro con las
puntas más amarillentas. Las hojas mueren
bajo condiciones severas de deficiencia.
Excepto por las hojas jóvenes que son más
verdes, todas las hojas son angostas, cortas,
erectas y de color verde amarillento. Todo el
lote puede lucir amarillento. La deficiencia de
N ocurre a menudo en etapas críticas del
crecimiento, como el macollamiento y el ini-
cio de la panoja, cuando la demanda de N
es alta. La deficiencia de N resulta en menor
macollamiento, menor número de hojas y
plantas pequeñas. Se reduce el número de
granos. Los síntomas visuales de deficiencia
de N pueden confundirse con síntomas de
deficiencia de S (Sección 3.5), pero la defi-
ciencia de S es menos común y tiende a
afectar primero a las hojas jóvenes o todas
las hojas de la planta. Una deficiencia leve
de N puede confundirse con deficiencia de
Fe (Sección 3.9), pero la deficiencia de Fe
aparece primero en las hojas nuevas.
Para alcanzar el máximo potencial de rendi-
miento, el contenido de N en las hojas debe
mantenerse por encima de 1.4 g m-2 de área
foliar, lo que equivale a una lectura de 35 en
el medidor de clorofila (SPAD). Esta lectura
de 35 en el SPAD en la hoja más joven com-
pletamente expandida se usa como nivel crí-
tico de la deficiencia de N (necesidad de apli-
car N) en arroz índica transplantado de altos
rendimientos. En arroz sembrado directa-
mente, que produce mayor macollamiento,
se debe usar un rango de 32-33 en la lectu-
ra del SPAD.

Es importante notar que los valores de las
lecturas del SPAD no correlacionan bien con
el contenido de N en la hoja expresado en
base a peso seco (%), pero correlaciona
estrechamente con el contenido de N expre-
sado en base a área foliar (g N m-2).
En el arroz sembrado directamente en el Sur
de Australia se usa comúnmente un análisis
rápido de N en los tejidos del tallo, al inicio
de la panoja, para determinar los requeri-
mientos de aplicación de N en esta etapa de
crecimiento. Las dosis de N se ajustan en
función de la densidad de macollos y el con-
tenido de N en el tallo. Por ejemplo, no se
recomiendan aplicaciones de N en la etapa
de inicio de la panoja en las siguientes situa-
ciones:
4 800-1.000 tallos m-2 y contenido de N
en el tallo al inicio de la panoja >2%.
4 1.000-1.200 tallos m-2 y contenido de N
en el tallo al inicio de la panoja >1.75%.
Contenido de N en el suelo
La determinación del suplemento de N nati-
vo del suelo basada en el cultivo entrega la
estimación más confiable de este parámetro
en sistemas intensivos de arroz (Sección
2.4). En sistemas de arroz irrigado de zonas
bajas, la mayoría de los análisis de suelos
comúnmente utilizados no son confiables
para predecir el N del suelo en condiciones
de campo, y por lo tanto no se pueden pro-
poner niveles o rangos críticos confiables. El
contenido de C orgánico y el contenido de N
total en el suelo tampoco son indicadores
confiables del suplemento de N del suelo en
sistemas de arroz irrigado, pero son más úti-
les en sistemas de arroz de secano en zonas
altas.
El suplemento de N del suelo puede medirse
incubando el suelo en condiciones anaeróbi-
cas (2 semanas a 30ºC) y el resultado se
puede usar para predecir el suplemento de N
del suelo y, por lo tanto, los requerimientos
del cultivo. Este método debe utilizarse con
precaución ya que puede subestimar la ver-
dadera capacidad de suplemento de N del
suelo, ya que no existe una calibración de
48
campo adecuada. Este procedimiento tam-
poco es práctico como parte del análisis de
suelo de rutina.
Causas de la deficiencia de N
La deficiencia de N puede deberse a uno o
más de las siguientes condiciones:
4 Baja capacidad de suplemento de N del
suelo.
4 Insuficiente aplicación de fertilizantes
nitrogenados minerales.
4 Baja eficiencia de utilización de N (pér-
didas por volatilización, denitrificación,
lixiviación, escorrentía, e incorrecto
fraccionamiento y colocación).
4 Condiciones de permanentemente
inundación que reducen el suplemento
de N nativo del suelo (sistemas de cul-
tivo triple).
4 Pérdidas de N debido a lluvias intensas
(lixiviación y percolación).
4 Secamiento temporal del suelo durante
el periodo de crecimiento.
4 Deficiente fijación biológica de N2 por
severa deficiencia de P.
Incidencia de la deficiencia de N
La deficiencia de N es común en todos los
suelos donde se cultivan las variedades
modernas de arroz sin suficiente fertilizante
nitrogenado. Se obtienen significativas res-
puestas a la aplicación de formas minerales
y/u orgánicas de N en casi todos los suelos
de arroz de zonas bajas, donde no existen
otros factores limitantes como riego, otros
nutrientes, plagas y enfermedades. La defi-
ciencia de N puede también ocurrir en sitios
donde se han aplicado altas cantidades de
fertilizantes nitrogenados en forma y épocas
equivocadas.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de N son los siguientes:
4 Suelos con muy bajo contenido de
materia orgánica (<0.5% de C orgánico,
suelos ácidos de textura gruesa).
4 Suelos con restricciones particulares de
suplemento de N nativo del suelo (sue-
49
los sulfato ácidos, salinos, con deficien-
cia de P, ó suelos con drenaje deficien-
te donde la mineralización de N o la fija-
ción biológica de N2 es baja).
4 Suelos alcalinos y calcáreos con bajo
contenido de materia orgánica y un alto
potencial de pérdidas por volatilización
de NH3.
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de N
La disponibilidad de N es mayor en suelos
inundados que en suelos aireados, pero
varias características, únicas de los suelos
inundados, complican el manejo de N.
Después de la inundación, el O2 del suelo es
rápidamente consumido por los microorga-
nismos, debido a que la tasa de difusión del
O2 es 10.000 veces más lenta en los poros
del suelo llenos de agua que en los poros lle-
nos de aire. Como resultado, el potencial
redox, un indicador de la reducción del suelo,
decrece rápidamente en un periodo de 3-5
semanas después de la inundación a un
nuevo estado de equilibrio. La tasa de decre-
cimiento está determinada por la cantidad de
materia orgánica que puede descomponerse
y por la disponibilidad de O2, NO3, óxidos e
hidróxidos de Mn, óxidos e hidróxidos de Fe
y SO42-, que se utilizan como receptores de
electrones en la descomposición microbiana.
Pocos días después de la inundación, el NO3
se reduce y se pierde como N2 y N2O, mien-
tras que el NH4+ tiende a acumularse como
resultado de la mineralización de N. Pocas
semanas después de la inundación, se desa-
rrollan cuatro zonas que contribuyen al suple-
mento de N:
4 Una capa de agua de inundación de
profundidad variable (1-15 cm) con una
flora viviente que consiste en bacterias
y algas que contribuyen a la fijación bio-
lógica de N2 (Sección 5.1).
4 Una capa oxidada, muy delgada (0.1-1
cm) que se localiza inmediatamente
por debajo de la capa de agua de inun-
dación.
4 Una capa gruesa de suelo reducido
(10-20 cm) que se encuentra entre la
capa oxidada y la capa hasta donde
llega la remoción del suelo con la
labranza.
4 Una delgada capa oxidada en la rizos-
fera (0.1-0.5 cm) de las raíces que cre-
cen en el suelo reducido. Las plantas
saludables de arroz mantienen condi-
ciones oxidadas en la rizosfera al
excretar O2 transportado desde la parte
superior de la planta a las raíces por el
aerénquima.
El NH4+ es nitrificado a NO3- en la delgada
capa oxidada de suelo y en la rizosfera del
arroz. Sin embargo, el NO3- es altamente
móvil y puede lixiviarse o difundirse a la capa
de suelo reducida donde se pierde rápida-
mente por denitrificación (N2 y N2O gaseoso)
y lixiviación (en suelos de textura gruesa).
Por efecto de la mineralización de la materia
orgánica y de los residuos del cultivo, el NH4+
soluble e intercambiable se acumula en la
capa reducida del suelo durante las primeras
etapas de crecimiento, cuando la demanda
de N es pequeña. Después de la difusión
hacia la capa aeróbica del suelo, el NH4+
puede nitrificarse y difundirse de vuelta a la
capa de suelo reducido para denitrificarse. A
pesar de que el NH4+ es la forma predomi-
nante de N mineral en los suelos inundados,
el arroz absorbe con igual eficiencia ambas
formas de N (NH4+ y NO3-). Algo del NH4+ que
se difunde desde el suelo y que llega a las
raíces del arroz es probablemente oxidado a
NO3- en la rizosfera del arroz y absorbido por
las raíces en esta forma.
Las transformaciones de N son difierentes
cuando el fertilizante nitrogenado es incor-
porado al suelo (aplicación basal de N) o
cuando se aplica al voleo sobre el agua de
inundación.
Si se incorporan fertilizantes portadores de
NH4+ en la capa reducida del suelo, antes o
después de la inundación, el NH4+ se adsor-
be en los coloides, lo inmovilizan temporal-
mente los microorganismos o se retiene
abióticamente en los componentes de la
materia orgánica como los compuestos fenó-

Tabla 7. Absorción y contenido de N de las variedades modernas de arroz.
Parte de la planta Rango típico observado
Grano + paja
Grano
Paja
Grano
Paja
Espigas sin llenar
a
25-75% de los rangos intercuatiles de lotes de agricultores y experimentos de campo en Asia (tra-
tamientos +N, n = 1 300).
b
Mediana de lotes de agricultores y experimentos de campo en Asia (tratamientos +N, n = 1 300).
licos. Las pérdidas por percolación son
generalmente pequeñas, con excepción de
suelos con textura muy gruesa.
La urea aplicada al voleo es hidrolizada rápi-
damente (2-4 días) y es susceptible a pérdi-
das por la volatilización de NH3, debido a los
cambios diurnos en el pH del agua de inun-
dación como resultado de la actividad bioló-
gica. Las pérdidas del N aplicado al voleo se
relacionan con las características del agua
de inundación (profundidad de la lámina, pH,
temperatura y concentración de NH4+) ade-
más de la velocidad del viento y la etapa de
crecimiento de la planta. Después de la fase
media de macollamiento, cuando ya se ha
formado un sistema radicular denso con
abundantes raíces superficiales, las tasas de
absorción del N aplicado al voleo sobre la
lámina pueden ser altas (≤10 kg ha-1 por día)
y esto hace que las pérdidas por volatiliza-
ción de NH3 sean pequeñas.
El arroz irrigado de zonas bajas tiene un sis-
tema radicular muy denso y fibroso con
>90% de las raíces presentes en los prime-
ros 20 cm del suelo. Las raíces de arroz
adquieren eficientemente N de la capa redu-
cida y de N aplicado al voleo durante etapas
medias de crecimiento. Sin embargo, el N
aplicado en la capa reducida tiene una pre-
50
a
Promedio observado b
kg de N absorbido t.-1 de grano
15-20 17.5
9-12 10.5
6-8 7.0
Contenido de N (%)
0.93-1.20 1.06
0.51-0.76 0.63
0.76-1.02 0.89
sencia más prolongada en el suelo que el
aplicado al voleo. El sistema radicular del
arroz de secano se ramifica en el suelo a una
mayor profundidad que el de sistemas del
arroz irrigado.
Absorción y remoción de N por el
cultivo
La eficiencia interna de N en arroz es afecta-
da por el suplemento de N y el estado gene-
ral de nutrientes en la planta. En una situa-
ción con nutrición balanceada y óptimas con-
diciones de crecimiento, la eficiencia interna
óptima en variedades modernas de arroz es
de 68 kg de grano por cada kg de N absorbi-
do por la planta, lo que es equivalente a la
remoción de 14.7 kg de N por tonelada de
grano a niveles de rendimiento de 70-80%
del rendimiento máximo (Sección 2.5).
En fincas de arroz irrigado en Asia, la remo-
ción promedio de N observada es de ~17.5
kg de N t.-1 de grano (Tabla 7). Por lo tanto,
un cultivo de arroz con un rendimiento de
6 t ha-1 de grano absorbe ~105 kg de N ha-1,
de los cuales el 40% permanece en la paja a
la madurez. Si solamente se saca el grano y
se retorna la paja al lote, se remueven ~10.5
kg de N t.-1 de grano. Casi todo el N conteni-
do en la paja se pierde en la quema.
51
Estos datos podrían no representar la óptima
eficiencia de uso interno de N que podría
mejorarse añadiendo suficientes cantidades
de P y K en sitios donde estos nutrientes son
deficientes (Sección 2.5).
4 Establecimiento del cultivo: Escoger un
Manejo general de N
El tratamiento de las deficiencias de N es fácil
y la respuesta a la aplicación de fertilizantes
nitrogenados es rápida. Al aplicar fertilizantes
nitrogenados se deben seguir las recomen-
daciones que se presentan más abajo en
esta sección. La respuesta puede ser eviden-
te después de 2-3 días (planta más verde,
mejor crecimiento vegetativo), pero esto
depende de la variedad de arroz, tipo de
suelo, condiciones climáticas, tipo de fertili-
4 Manejo del agua: Mantener un apropia-
zante nitrogenado utilizado, cantidad aplica-
da y la época y método de la aplicación.
Para optimizar la eficiencia de uso de N en
cada ciclo se requiere de un manejo dinámi-
co, basado en el suelo y en la planta. El ajus-
te de la cantidad de N aplicada en relación
con la variación del suplemento de N nativo
del suelo es tan importante como la época y
sitio de aplicación y la fuente de N aplicada.
El manejo de N debe enfocarse en sincroni-
zar adecuadamente el suplemento con la
demanda de N durante el ciclo de cultivo. A
diferencia del P y K, el efecto residual del N
es muy bajo, pero también se debe conside-
rar el manejo a largo plazo de las fuentes de
N nativo del suelo.
Las medidas generales para mejorar la efi-
ciencia de uso de N son las siguientes:
4 Manejo del cultivo: La óptima respuesta
4 Variedades: No aplicar altas cantidades
de N en variedades de menor respues-
ta, por ejemplo variedades tradicionales
(altas) con un bajo índice de rendimien-
to, cultivadas en condiciones de secano
de zonas bajas y zonas altas. Las varie-
dades modernas convencionales de
arroz no difieren mucho en su potencial
de recuperación de nutrientes y en su
eficiencia de uso interno. El arroz híbri-
do absorbe N mineral más eficiente-
mente que variedades de arroz tradicio-
nales y particularmente absorbe NO3-
durante las etapas tardías de creci-
miento, de modo que una aplicación
tardía de N en forma de NO3- puede
resultar en un incremento significativo
en el rendimiento.
espaciamiento apropiado entre plantas
para cada cultivar. Los cultivos con den-
sidades menores a las óptimas no usan
eficientemente el N. Se debe ajustar el
número de fracciones a aplicar y la
época de aplicación de N de acuerdo al
método de establecimiento del cultivo
(ver abajo). El arroz transplantado
requiere de una diferente estrategia de
manejo de N que el arroz sembrado
directamente.
do control del agua, manteniendo el lote
inundado para prevenir la denitrifica-
ción, pero evitando las pérdidas de N
por escape del agua sobre los muros
después de las aplicaciones de fertili-
zantes. Las condiciones fluctuantes de
la humedad causan mayores pérdidas
de N debido a la nitrificación-denitrifica-
ción. Los lotes pueden mantenerse
húmedos, pero sin agua estancada,
durante el crecimiento vegetativo inicial
(emergencia y macollamiento inicial
antes de la aplicación de N en arroz
sembrado directamente). Sin embargo,
el arroz requiere de condiciones de
inundación para absorción de nutrien-
tes, crecimiento y rendimiento óptimos,
particularmente durante el crecimiento
reproductivo.
a la aplicación de N depende del ade-
cuado manejo general del cultivo. Se
debe establecer una población densa y
saludable, usando semillas de alta cali-
dad de una variedad de alto rendimien-
to, con resistencia a múltiples plagas y
enfermedades, usando la densidad
apropiada de plantas para el cultivar.
Controlar las malezas que compiten
con el arroz por N. Controlar insectos y
enfermedades (los daños reducen la
eficiencia de la cobertura de biomasa y

por lo tanto la productividad del arroz).
Al final del ciclo de arroz, las pérdidas
del NO3- residual del suelo pueden
reducirse si se siembra un cultivo de
bajo requerimiento de humedad para
recuperar el N residual, o si se permite
que las malezas se desarrollen para
luego incorporarlas al suelo en el ciclo
siguiente de cultivo de arroz.
4 Manejo del suelo: Corregir las deficien-
cias de otros nutrientes (P, K, Zn) y otros
problemas del suelo (por ejemplo, poca
profundidad del perfil para desarrollo de
las raíces, toxicidades). La respuesta a
la aplicación de N es baja en suelos áci-
dos de baja fertilidad de zonas bajas y
de zonas altas con producción de seca-
no, a menos que todos los problemas de
fertilidad del suelo (acidez, toxicidad de
Al, deficiencia de P, Mg, K y otros
nutrientes) se hayan corregido. En estas
condiciones (suelos de baja CIC) se
pueden aplicar mejoradores de suelo
para incrementar la CIC (capacidad
para absorber NH4+). En suelos de baja
CIC (ultisoles y oxisoles ácidos, suelos
degradados de arroz), si están disponi-
bles a precios razonables, se pueden
usar arcillas como vermiculita (CIC
100-200 cmolc kg-1) o zeolita (CIC 200-
300 cmolc kg-1) para incrementar la efi-
ciencia de uso de N. Estos materiales
pueden aplicarse directamente al suelo
o pueden mezclarse con los fertilizantes
nitrogenados. Estos materiales no tie-
nen ninguna ventaja en suelos que tie-
nen una buena CIC.
4 Manejo de la materia orgánica: A largo
plazo, se debe mantener o incrementar
el suplemento de N de fuentes nativas
del suelo a través de un adecuado
manejo de la materia orgánica:
8 Aplicar el material orgánico disponi-
ble (residuos de corral, residuos del
cultivo, cómpost) en suelos que
contengan baja cantidad de materia
orgánica, particularmente en siste-
mas de arroz de secano de zonas
bajas y en sistemas intensos de
arroz irrigado donde se rota el arroz
52
con otros cultivos como trigo o
maíz.
8 En sistemas irrigados arroz-arroz,
hacer una labranza poco profunda
en seco (5-10 cm) dentro de 2
semanas después de la cosecha.
Esta labranza temprana mejora la
oxidación del suelo y la descompo-
sición de los residuos del cultivo
durante el periodo de descanso, e
incrementa la disponibilidad de N
hasta la fase del crecimiento vege-
tativo del siguiente cultivo de arroz.
8 Incrementar la capacidad de suple-
mento de N nativo en suelos per-
manentemente inundados por
medio de drenaje y secado periódi-
cos. Por ejemplo, drenaje de 5-7
días a media temporada en la etapa
tardía del macollamiento (~35 DDT)
o por medio de la aeración del suelo
al sustituir un cultivo de arroz con
otro como maíz, u omitiendo la
siembra de un ciclo de arroz.
4 Manejo de los fertilizantes: La aplicación
de fertilizantes nitrogenados es una
práctica estándar en la mayoría de los
sistemas de cultivo de arroz. Para
alcanzar rendimientos de 5-7 t ha-1, las
dosis típicas de N varían en un rango de
80-150 kg ha-1. Los factores que afectan
la cantidad y la época de las aplicacio-
nes de N en arroz son los siguientes:
8 Variedad cultivada.
8 Método de establecimiento del culti-
vo.
8 Capacidad de suplemento de N
(suplemento de N nativo del suelo),
incluyendo el efecto residual de los
cultivos o periodos de descanso
previos.
8 Manejo del agua.
8 Tipo de fertilizantes nitrogenados
utilizados.
8 Método de aplicación.
8 Propiedades físicas y químicas del
suelo que afecten las transforma-
ciones de los fertilizantes nitrogena-
dos.
53
Las aplicaciones excesivas o desbalancea-
das de N (cantidades altas de N en combina-
ción con pequeñas cantidades de P, K u otros
nutrientes) pueden reducir el rendimiento por
uno o más de las siguientes razones:
4 Sombreado entre hojas causado por el
excesivo crecimiento vegetativo.
Incremento en el número de macollos
improductivos que dan sombra a los
macollos productivos reduciendo la
producción de grano.
4 Volcamiento causado por la producción
de tallos largos y delgados.
4 Incremento en el número de granos
vanos.
4 Baja recuperación en el molino y defi-
ciente calidad del grano.
4 Incremento en la incidencia de enfer-
medades causadas por bacterias como
Xanthomonas oryzae, o por hongos como
Rhizoctonia solani, Helminthosporium
sigmoideum y Pyricularia oryzae, debi-
do al mayor crecimiento de las hojas y
una excesiva biomasa.
4 Incremento en la incidencia de insec-
tos, particularmente dobladores de
hojas como Cnaphalocrocis medinalis.
Las siguientes recomendaciones generales
son importantes en el uso de fertilizantes
nitrogenados en arroz:
4 Aplicar alrededor de 15-20 kg N t.-1 de la
meta de rendimiento de grano. Los
requerimientos de N son menores en
cultivos conducidos en la temporada
lluviosa (menos luz, menor potencial de
rendimiento) y mayores en los cultivos
de temporada seca (más luz, mayor
potencial de rendimiento) donde dosis
más altas de N resultan en más maco-
llos y mayor área foliar, y por último en
mayor rendimiento de grano.
4 Fraccionar las recomendaciones de
más de 60 kg de N ha-1 en 2-3 aplicacio-
nes en un cultivo en temporada lluvio-
sas ó 3-4 aplicaciones en un cultivo en
temporada seca. Usar más fracciones
con las variedades de larga duración y
en la temporada seca cuando el poten-
cial de rendimiento del cultivo es mayor.
4 Identificar la necesidad de una aplica-
ción basal de N dependiendo en la
dinámica de liberación de N del suelo,
variedad y método de establecimiento
del cultivo. Aplicar más N basal en las
siguientes situaciones:
8 En suelos con bajo NNS (<40 kg de
N ha-1).
8 En cultivos donde existe amplio
espacio entre sitios de transplante
(<20 montículos m-2) para promover
el macollamiento.
8 En áreas con baja temperatura del
aire y del agua al momento del
transplante o siembra (arroz irriga-
do en lotes en sitios de elevada alti-
tud).
Suelos con alto NNS (>50 kg de N ha-1)
generalmente no requieren de la aplicación
basal de N al suelo. El arroz híbrido siempre
necesita de N basal. Se deben evitar aplica-
ciones de altas cantidades de N basal (>50
kg de N ha-1) en arroz transplantado si el
crecimiento es lento durante las primeras 3
semanas después del transplante. Incor-
porar N basal en el suelo antes del trans-
plante ó la siembra. Usar NH4+ y enviar NO3-
en la aplicación de N basal:
4 Monitorear el estado del N en las plan-
tas para optimizar el número y la época
de aplicación de las fracciones de N en
relación con la demanda del cultivo y
con el suplemento de N del suelo. Usar
un medidor de clorofila (SPAD) o una
tabla de compración de colores (TCC)
como guía para el manejo de N
(Sección 5.6). Los fertilizantes nitroge-
nados deben aplicarse cuando el culti-
vo tiene la mayor necesidad de N y
cuando la tasa de absorción es alta. La
mayor eficiencia de recuperación de N
se logra en el periodo comprendido
entre la segunda parte de la etapa de
macollamiento y en la formación de la
panoja. Usar NH4+ como fuente de N
para las aplicaciones al voleo.
4 Hacer una aplicación tardía de N (en la
floración) para retrasar la senescencia
de las hojas y mejorar el llenado del
 54

Tabla 8. Fuentes de N para arroz.

Nombre Fórmula Contenido Comentarios

Nitrato de amonio NH4NO3 33-34% N Acidifica, aplicar

solamente en
secano
Cloruro de amonio NH4Cl 28% N Acidifica
Sulfato de amonio (NH4)2SO4 21% N, 24% S Acidifica
Bicarbonato de amonio NH4HCO3 17% N No acidifica,
N de baja
calidad
Urea CO(NH2)2 46% N Acidifica
Fosfato monoamónico NH4H2PO4 11% N, 22% P Soluble, acción
(MAP) rápida, acidifica
Fosfato diamónico (NH4)2HPO4 18-21% N, 20% P Soluble, acción
(DAP) rápida, acidifica
Urea fosfato CO(NH2)2 + H3PO4 18% N, 20% P Soluble, acción
rápida

grano, pero esta aplicación se hace solo con N).

en cultivos sanos con un buen potencial
de rendimiento. Los híbridos de arroz
requieren de una aplicación de N en la
floración. Para reducir el riesgo de vol-
camiento y la presencia de plagas no se
debe aplicar excesivas cantidades de
fertilizantes nitrogenados entre la inicia-
ción de la panoja y la floración, particu-
larmente en la temporada lluviosa.
4 En lotes con el cultivo establecido, se
debe reducir o remover el agua de inun-
dación antes de aplicar N al voleo y
luego re-inundar, esto mejora el movi-
miento de N en el suelo. No se debe
aplicar N al voleo cuando se esperen
lluvias fuertes. No aplicar urea en agua
estancada o en condiciones ventosas
antes que se cierre la cobertura de la
biomasa o al medio día cuando la tem-
peratura del agua llega a sus niveles
más altos.
4 Usar otros métodos para incrementar la
eficiencia de uso de N si éstos son eco-
nómicamente viables. Ejemplos incluyen:
8 Colocación de N en la capa de
suelo reducida, 8-10 cm por debajo
de la superficie del suelo (coloca-
ción profunda de súper gránulos o
tabletas, de urea y bolas de lodo
8 Uso de fertilizantes nitrogenados de
lenta liberación (urea recubierta con
S) o súper gránulos de urea incor-
porados antes de la siembra.
Manejo de N por sitio específico en
arroz irrigado
Los pasos fundamentales para diseñar las
recomendaciones de N por sitio específico
son los siguientes:
1 Estimar la demanda de N para una
meta de rendimiento preestablecida.
2 Estimar el potencial de suplemento de
N nativo del suelo.
3 Estimar la eficiencia de recuperación de
los fertilizantes nitrogenados aplicados.
4 Calcular las dosis de fertilizantes nitro-
genados en función de los pasos 1-3.
5 Decidir el número de fracciones y la
época de aplicación de esas fracciones,
además de la fuente de N.
6 Estimar la dosis de fertilizantes nitroge-
nados usando eficiencias de recupera-
ción múltiples.
Referirse a los Anexos 1 y 3 al final de esta
sección para instrucciones detalladas y
ejemplos.
55
NOTAS:
✍ El rendimiento en grano se refiere al
peso de granos enteros ajustados al
14% de humedad.
✍ La estrategia de manejo de N por sitio
específico en arroz irrigado descrita
anteriormente asume el uso balanceado
de nutrientes, adecuado manejo del cul-
tivo y que no existen otros problemas
agronómicos que limiten el rendimiento
de grano (se deben usar variedades
modernas de arroz con un índice de
cosecha de ~0.5, semillas de buena cali-
dad, establecimiento apropiado del culti-
vo, ausencia de estrés por agua, y debe
haber poco o ningún daño por plagas).
Variedades cultivadas en ecosistemas
de secano de zonas bajas y de zonas
altas tienen a menudo menores índices
de cosecha (0.3-0.4) y pueden sufrir de
estrés por agua, lo que reduce la efi-
ciencia de uso interno de N, e incre-
menta la demanda de este nutriente
para un nivel de rendimiento dado. Bajo
condiciones sub-óptimas, la eficiencia
de uso interno se reduce, es decir, la
curva de respuesta declina y se produ-
ce menor rendimiento de grano por una
cantidad dada de N absorbido.
✍ Por definición, el NNS representa el
potencial de suplemento de N de fuen-
tes nativas del suelo. Solo puede medir-
se con precisión en temporadas con
clima favorable y buen manejo del culti-
vo, asumiendo que no existen otros fac-
tores que limite el crecimiento. En un
clima tropical, es mejor medir el NNS en
un cultivo de temporada seca. Debido a
que muchos factores afectan la minera-
lización de N en el suelo y la formación
del rendimiento de grano, la estimación
del NNS obtenida del rendimiento de
grano de parcelas 0 N (parcelas de omi-
sión) puede variar significativamente
entre temporadas. La medición de la
absorción de N de las parcelas de 0 N
es menos variable que el rendimiento
de grano y es el índice preferido para
estimar el NNS. El rendimiento de
grano en las parcelas de 0 N tiende a
ser menor en arroz pre-mojado sembra-
do al voleo que en arroz de transplante
cultivado en el mismo suelo.
✍ El medir el rendimiento en grano en una
parcela pequeña sin ninguna aplicación
de fertilizantes (parcela -F) en lugar de
medirlo en una parcela de omisión nor-
mal (0 N con aplicación P, K y otros
nutrientes) es a menudo un índice del
NNS igual de bueno en arroz irrigado
de zonas bajas, ya que N es el factor
que más limita el crecimiento. En pro-
medio, los rendimientos de las parcelas
-F son solo ~0.3 t ha-1 menores que los
de las parcelas de omisión de N y la
diferencia en absorción de N es insigni-
ficante.
✍ Si se reduce severamente el crecimien-
to del cultivo durante el ciclo por facto-
res no-nutricionales, de modo que pro-
bablemente no se alcance la meta de
rendimiento, se debe reducir la canti-
dad de N aplicado basándose en el
estado del cultivo.
Si el crecimiento del cultivo durante el
✍
ciclo es mejor de lo esperado y proba-
blemente se supere la meta de rendi-
miento, se debe incrementar la canti-
dad de N aplicado basándose en el
estado del cultivo.
El efecto residual de los fertilizantes
✍
nitrogenados en arroz es bajo. Además,
es poco probable que el contenido de
NNS cambie significativamente en un
periodo de 3-5 años. Por lo tanto, una
buena estimación del NNS puede usar-
se por varios años, si no existe ningún
cambio significativo en el sistema o
manejo del cultivo. Se aconseja reesti-
mar el NNS periódicamente (cada 4-5
años) usando parcelas 0 N.
Fuentes de N
Los fertilizantes líquidos, como la solución
urea - nitrato de amonio (UAN, 28% N), se
utilizan en algunas áreas de cultivo de arroz
mecanizado. Si se promedia sobre todo el
 56

ciclo de crecimiento, la eficiencia de recupe- logrado con estos productos es generalmen-

ración de N del UAN es menor (~50%) que el te muy bajo para justificar su uso en el culti-
de la urea granulada (~70%). Sin embargo, vo del arroz.
si se ha formado un sistema radicular denso,
el arroz puede hacer un uso eficiente del
NO3- aplicado al inicio del desarrollo de la
panoja o más tarde.

La volatilización de NH3 es diferente depen-

diendo de la fuente de N (Tabla 8). Esta se
incrementa en el siguiente orden: sulfato de
amonio < urea < bicarbonato de amonio.

Varios fertilizantes especiales han pasado a

formar parte de las estrategias del manejo de
N en arroz, particularmente en sistemas de
secano y riego de zonas bajas. Sin embargo,
en la actualidad el uso de estos productos es
limitado por el costo o por mayor requeri-
miento de mano de obra para la colocación
de estos materiales en la capa de suelo
reducida. Hasta el momento, el uso de fertili-
zantes de liberación controlada solo se ha
incrementado en Japón. Ejemplos de estos
materiales son:
4 Supergranulos o tabletas de urea.
4 Urea-formaldehído (UF, 38% de N).
4 Urea recubierta con S (URS, 30-40%
de N, 6-30% de S).
4 Urea recubierta con polímeros (40-44%
de N, por ejemplo Osmocote, Nutricote,
Polyon).
4 Urea recubierta con neem (producida
localmente en India pero no es muy
usada).

La URS cuesta el doble que la urea conven-

cional, mientras que el UF o materiales recu-
biertos con polímeros cuestan de 3-5 veces
más. A los precios actuales, el uso de estos
materiales no es económico para los produc-
tores de arroz en el Sur y Sureste Asiático,
aun cuando estos materiales pueden reducir
el requerimiento de N e incrementar el rendi-
miento ~10%. Sin embargo, esto puede
cambiar cuando nueva tecnología permita
producción menos costosa de estos materia-
les. Los inhibidores de la nitrificación y de la
ureasa se han investigado extensivamente,
pero el incremento en la eficiencia del N
57

Anexo 1. Pasos para calcular las recomendaciones de fertilizantes nitrogenados por

sitio específico.

Paso 1. Estimación de la demanda de N por el cultivo (UN)

Definir el rendimiento máximo (Rmax) basándose en las condiciones climáticas del sitio espe-
cífico.

Usar la Figura 7 para estimar la cantidad de N requerido para lograr la meta de rendimien-
to definida para el rendimiento máximo (Rmax) establecido (Sección 2.5).

Meta de rendimiento (kg ha-1) Rmax (t ha-1)

11
10000 — —
10
9
8000 — —8
7
6000 — — 6

4000 — —

2000 — —
Figura 7. Relación entre el rendi-
0 — ı ı ı ı ı ı ı ı ı miento máximo (Rmax), la meta
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 de rendimiento y la absorción
N en la planta (UN, kg ha-1) total de N (UN).

Paso 2. Estimación del potencial de suplemento de N nativo del suelo (NNS)

Si se midió el rendimiento de grano (t ha-1) en parcelas de omisión de N (Sección 2.4), cal-

cular el NNS de la siguiente forma:

si RG(NPK) ≤ RG(0 N), entonces NNS (kg de N ha-1) = RG(0 N) x 15;

si RG(NPK) > RG(0 N), entonces NNS (kg de N ha-1) = RG(0 N) x 13.

Si el rendimiento de grano se midió solo en parcelas NPK, y si se dispone de un buen esti-

mativo de ERN, usar la Ecuación N1:

NNS (kg de N ha-1) ≈ (RG x 17) – (ERN x FN) (N1)

donde, RG es el rendimiento de grano en t ha-1 (14% de humedad); ERN es la eficiencia apa-

rente de recuperación del N aplicado (~0.3–0.5 kg ha-1, ver abajo); y FN es la cantidad de
N aplicado (kg ha-1)

El NNS en la mayoría de los suelos cultivados con arroz irrigado de zonas bajas varía entre
15 a >100 kg de N ha-1 y es común encontrarlo en un rango de 40-70 kg de N ha-1 (el pro-
medio de NNS es de 60 kg de N ha-1). Los rendimientos de grano sin aplicación de N se
encuentran en su mayoría en el rango de 3-5 t ha-1, excepto en suelos más pobres cultiva-
dos con arroz de secano de zonas altas (<3 t ha-1).
 58

Anexo 1. Continuación...

Paso 3. Calcular la eficiencia de recuperación del N aplicado (ERN)

La ERN puede calcularse para un sistema particular de cultivo y método de aplicación de N,

conduciendo un experimento con diferentes dosis de N cuyo crecimiento no esté limitado
por el abastecimiento de otros nutrientes (Sección 5.5). La ERN puede entonces calcularse
por diferencia usando la Ecuación N2:

ERN (kg kg-1) = (UN2 – UN1)/(FN2 – FN1) (N2)

donde, ERN es la eficiencia de recuperación de N (kg de N absorbido por kg de N aplicado);

UN es la absorción total de N en paja y grano (kg ha-1); y FN es la cantidad de N añadido
(kg ha-1) en dos tratamientos diferentes (el Tratamiento 2 recibe una mayor dosis de N que
el Tratamiento 1).

Es ideal utilizar una parcela de 0 N como referencia (Tratamiento 1).

Una estimación razonable de la ERN para suelos cultivados con arroz en los trópicos y sub-
trópicos es de 0.3-0.5 kg kg-1, esperando encontrar eficiencias más altas (≥0.4) cuando se
aplica el N en 2-4 fracciones y el crecimiento general del cultivo es adecuado y no está limi-
tado por otros factores. La ERN es baja (<0.3) cuando se incorporan altas cantidades de N
basal en suelos con baja CIC o en suelos con pH alto, cuando se aplica N muy temprano
en el ciclo de crecimiento o cuando otros factores (clima, plagas, nutrientes, agua) limitan la
absorción de N. Se pueden lograr ERN de 0.5-0.7 kg kg-1 en lotes de agricultores cuando
existe buen manejo del cultivo y se utilizan estrategias de manejo de N basadas en la plan-
ta, que usan herramientas como medidor de clorofila o la tabla de comparación de colores
(Sección 5.6).

4 Si se tiene información disponible sobre el promedio de ERN para un manejo específi-

co del cultivo y el calendario de aplicaciones de N de experimentos anteriores
(Ecuación N2), se debe proceder directamente a los Pasos 4 y 5. El Paso 6 es irrele-
vante en estos casos.
4 Si no se tiene esta información, se debe proceder directamente a los Pasos 5 y 6.

Paso 4. Calcular las dosis de N (FN) usando una eficiencia de recuperación definida

Usando la información obtenida de los Pasos 1-3 se puede calcular la cantidad de N (FN)
que se requiere para lograr la meta de rendimiento:

FN (kg de N ha-1) = (UN - NNS)/ERN (N3)

donde, UN es el total de N absorbido en grano y paja (kg ha-1); NNS es suplemento de N

nativo del suelo (kg de N ha-1) y ERN es la eficiencia de recuperación del N absorbido (kg
por kg de N aplicado).
59

Anexo 1. Continuación...

Paso 5. Calendario de la aplicación fraccionada de N

Se utilizan varias estrategias de aplicación de N. Los principales factores que determinan el

número de fracciones y el calendario de las aplicaciones se describe a continuación:

4 Temporada de cultivo (clima).

4 Sistema de cultivo (monocultivo de arroz, rotación arroz-cereales, arroz-leguminosas).
4 Variedad (variedad moderna convencional, híbrido, variedad de alta calidad de grano).
4 Método de establecimiento de cultivo (transplante, siembra en húmedo, siembra en
seco).
4 Manejo de agua (inundación continua, irrigación intermitente).
4 Propiedades del suelo (liberación de N, suplemento de otros nutrientes, CIC, pH).
4 Manejo de plagas y enfermedades, daños por ratas.
4 Factores socioeconómicos (disponibilidad y costo de la mano de obra, precio del arroz
y de los fertilizantes, fuentes de fertilizantes y tecnología de aplicación).

Las guías que se presentan a continuación cubren las situaciones que son comunes en sis-
temas de arroz irrigado donde las dosis de aplicación de N son altas. Se sugieren dosis
aproximadas para las fechas de aplicación [días después del transplante (DDT) o siembra
(DDS)], pero la fecha precisa depende de la variedad (duración del cultivo) y el estado del
N en la planta en el campo. En lo posible, se deben utilizar herramientas como la tabla de
compración de colores (Sección 5.6) para determinar la mejor fecha de aplicación y la mejor
sincronización del suplemento de N y la demanda del cultivo. Esto se debe a que las con-
diciones de absorción de N dependen en su mayoría del desarrollo de la biomasa afectada
por los factores anteriormente mencionados.

Definiciones
TP – transplante, IM – iniciación del macollamiento, MM – mediados del macollamiento, FM –
final del macollamiento, IP – iniciación de la panoja, FP – formación del primordio, IF – inicio
de la floración, EC – emergencia del cultivo. Los días después del transplante (DDT) pueden
variar dependiendo en la duración del ciclo de crecimiento de la variedad. Los días después
de la siembra (DDS) pueden variar dependiendo en la duración del ciclo de crecimiento de la
variedad y las prácticas de manejo del agua.

1. Arroz transplantado (variedades)

Transplante, de 20-40 sitios de transplante (montículos) m-2, inundación continua.

El arroz transplantado tiene lento desarrollo del área foliar, acumulación de materia seca y
absorción de N durante el crecimiento inicial, pero altas tasas de crecimiento y absorción
de N después de la mitad del macollamiento hasta el llenado del grano.

4 Temporada seca: alto potencial de rendimiento (Rmax ~10 t ha-1), meta de rendimiento
de 7-8 t ha-1.
8 FN 100-150 kg de N ha-1
● 25% a IM (14-20 DDT, 25-35 kg de N ha-1).
 60

Anexo 1. Continuación...

● 30% a MM-FM (30-35 DDT, 30-45 kg de N ha-1).

● 45% a IP (40-50 DDT, 45-70 kg de N ha-1).

8 Si NNS es <45 kg de N ha-1 y el RG (0 N) <3 t ha-1, se debe poner una cantidad adi-
cional de 20 kg de N ha-1 como una aplicación basal antes del transplante.
8 Si a FP-IF (55-65 DDT) el cultivo es denso, las plantas tienen deficiencia de N, las
condiciones climáticas son favorables y no se espera volcamiento o ataque de pla-
gas, aplicar una cantidad adicional de 15-20 kg de N ha-1.

4 Temporada lluviosa: bajo potencial de rendimiento (Rmax ~7 t ha-1), meta de rendimien-

to de 5-6 t ha-1.
8 FN 80-100 kg N ha-1.
● 25% a IM (14-20 DDT, 20-25 kg de N ha-1).
● 30% a MM-FM (30-35 DDT, 25-30 kg de N ha-1).
● 45% a IP (40-45 DDT, 35-45 kg de N ha-1).

2. Arroz transplantado (híbrido)

Transplante, 20-30 sitios de transplante (montículos) m-2, arroz híbrido, inundación continua o
irrigación intermitente, clima favorable con un alto potencial de rendimiento (temporada seca).

El arroz híbrido transplantado requiere más N durante las etapas tempranas de crecimien-
to para mejorar el macollamiento, pero también responde bien a aplicaciones tardías de N.

4 Temporada seca: alto potencial de rendimiento (Rmax ~10 t ha-1), meta de rendimiento
de 7.5-8.5 t ha-1.
8 FN 120-160 kg de N ha-1.
● 35% antes del TP (40-55 kg de N ha-1).
● 20% a MM (15-20 DDT, 25-30 kg de N ha-1).
● 30% a FM-IP (35-45 DDT, 35-50 kg de N ha-1).
● 15% a FP-IF (50-60 DAT, 20-25 kg de N ha-1).

3. Siembra con semilla húmeda

100-150 kg de semillas ha-1, al voleo, variedad convencional de alto rendimiento, inundación

continua después que emerge el cultivo.

El arroz sembrado al voleo con semilla húmeda tiene un más rápido desarrollo del área
foliar, acumulación de materia seca y absorción de N en etapas tempranas de crecimiento,
pero tasas más lentas de crecimiento y absorción de N después de la iniciación de la pano-
ja, particularmente durante el llenado del grano. El arroz sembrado directamente necesita
poco N en las etapas tardías.

4 Temporada seca: alto potencial de rendimiento (Rmax ~10 t ha-1), meta de rendimiento
de 7-8 t ha-1.
61

Anexo 1. Continuación...

8 FN 100-150 kg de N ha-1.
● 20% EC-IM (10-20 DDS, 20-30 kg de N ha-1).
● 35% a MM (25-35 DDS, 35-55 kg de N ha-1).
● 45% a IP (40-50 DDS, 45-70 kg de N ha-1).
8 Si en el periodo FP – IF (55 – 65 DDT) las plantas son muy deficientes en N, se
debe aplicar una cantidad adicional de 15 kg de N ha-1.

4 Temporada lluviosa: bajo potencial de rendimiento (Rmax ~7 t ha-1), meta de rendimien-

to de 5-6 t ha-1.
8 FN 80-100 kg de N ha-1.
● 20% EC-IM (10-20 DDS, 15-20 kg de N ha-1).
● 35% a MM (25-35 DDS, 30-35 kg de N ha-1).
● 45% a IP (40-50 DDS, 35-45 kg de N ha-1).

4. Siembra con semilla seca, en clima temperado

100-150 kg de semilla ha-1, al voleo o en banda, variedad convencional con altos rendimien-
tos, inundación continua después de la emergencia del cultivo (4-6 semanas después de la
siembra, sistema de inundación retardada).

Se requiere alta cantidad de N antes de la inundación para incrementar la absorción y la

producción de materia seca, así como para también mejorar la eficiencia del uso de N apli-
cado al voleo a IP, por ejemplo en Australia y Estados Unidos (California, Arkansas,
Lousiana).

4 Clima favorable, ciclo largo del crecimiento, alto potencial de rendimiento (Rmax ~10-15
t ha-1)
8 FN 120-200 kg de N ha-1.
Una sola fracción: 100% como una aplicación basal antes de la inundación (en
la etapa de hojas 4-5 en suelo seco justo antes de la inundación). Aplicar N adi-
●

cional a IP dependiendo del estatus de N en la planta.

Dos fracciones: 50-80% como una aplicación basal antes de la inundación (en
la etapa de hojas 4-5 en suelo seco antes de la inundación) y 20-50% en la
●

etapa de la IP hasta la diferenciación de la panoja (IP + 10 días).

Tres fracciones: 50-60% en aplicación basal antes de la inundación (en la etapa
de hojas 4-5 en suelo seco antes de la inundación), 20-25% en la MM y 20-25%
●

en las etapas de IP hasta la diferenciación del primordio.

Paso 6. Determinación de las dosis de N (FN) usando múltiples eficiencias de recupe-

ración

Cuando no se tiene disponible la información de la eficiencia de recuperación de N (ERN)

(Paso 3), se puede usar la Figura 8 para obtener una estimación de la ERN para cada aplica-
ción de N cuando ya se ha decidido cuantas fracciones aplicar (Paso 5).
 62

Anexo 1. Continuación...

Eficiencia de recuperación de N aplicado (kg kg-1)

0.9 — —
Buen manejo del cultivo Figura 8. Eficiencia aproxi-
0.8 — — mada de recuperación de N
0.7 — — aplicado al voleo en arroz a
diferentes etapas de creci-
0.6 — —
miento.
0.5 — —
La curva roja se utiliza en cultivos
0.4 — — sanos, densos, sin ningún otro factor
que limite la absorción de N. La curva
0.3 — — azul, con menor eficiencia de recupera-
Mal manejo del cultivo ción de N, se utiliza cuando el creci-
0.2 — — miento del cultivo es deficiente debido
a condiciones climáticas desfavorables
0.1 — —
o a pobre manejo (incluyendo nutrición
0.0 —ı ı ı ı desbalanceada, estrés por agua o
Transplante Mediados Iniciación de Floración Madurez daños por plagas).
Macollamiento la Panoja

Utilizando la información sobre demanda de N del cultivo (UN, kg ha-1) y el suplemento de

N nativo del suelo (NNS, kg ha-1) obtenida en los Pasos 1 y 2, se procede a calcular la can-
tidad neta de N que se debe aplicar al cultivo como (FN neto) para satisfacer la demanda
de este nutriente para una meta de rendimiento determinada:

FN neto (kg ha-1) = UN (kg ha-1) – NNS (kg ha-1) (N4)

donde, UN es la absorción total de N en grano y paja (kg ha-1) y NNS es el potencial suple-
mento de N nativo del suelo (kg de N ha-1).

1 Calcular la cantidad neta de N que tiene que aplicarse en cada fracción:

FN neto1 = FN neto x FN fracción1/100 (N5)

FN neto2 = FN neto x FN fracción2/100 (N6)

...

FN neton = FN neto x FN fracciónn/100 (N7)

donde, FN neto1, FN neto2, ..., FN neton son las cantidades netas de N a ser aplicadas
en n fracciones (kg ha-1); y FN fracción1, FN fracción2, ..., FN fracciónn son las fraccio-
nes en % de la cantidad total de N que se aplicará al cultivo (del Paso 5).

2 Usar la Figura 8 para estimar las eficiencias de recuperación de N dependiendo de la

etapa de crecimiento en la cual se va a aplicar cada una de las fracciones. Luego cal-
cular la cantidad de N que se debe aplicar en cada fracción para suplementar el reque-
rimiento neto de N al cultivo:
63

Anexo 1. Continuación...

FN1 = FN neto1/ERN1 (N8)

FN2 = FN neto2/ERN2 (N9)

FNn = FN neton/ERNn (N10)

donde, FN1, FN2, …, FNn son las cantidades de N que deben ser aplicadas en las n frac-
ciones; y ERN1, ERN2, ..., ERNn son las eficiencias de recuperación en kg kg-1 obtenidas
de la Figura 8.

3 Calcular la cantidad total de N como fertilizante (FN, kg ha-1) que debe aplicarse al cul-
tivo:

FN = FN1 + FN2 + ... + FNn (N11)

El promedio general de la eficiencia de recuperación de N puede calcularse usando la

siguiente ecuación:

ERN (kg kg-1) = (FN1 x ERN1 + FN2 x ERN2 + … + FNn x ERNn)/FN (N12)

donde, FN1, FN2, …, FNn son las cantidades de N (kg ha-1) a aplicarse en n fracciones;
y ERN1, ERN2, ..., ERNn son las eficiencias de recuperación de las diferentes fracciones
de aplicación.
 64

Anexo 2. Ejemplo 1 - Cálculo de recomendaciones de N por sitio específico usando un

promedio de eficiencia de recuperación de N aplicado.

Se asume que se trabaja con suelos fértiles irrigados de zonas bajas en Asia tropical, con
un rendimiento de grano de 3.5 t ha-1 cuando no se aplican fertilizantes. Se usa la variedad
IR72 y se instala el cultivo por transplante.

Paso 1. Cálculo de la demanda de N del cultivo (UN)

4 Temporada seca: meta de rendimiento de 7 t ha-1 [rendimiento máximo (Rmax) para esta
temporada: 10 t ha-1]:
UN ≈ 105 kg de N ha-1 (de la Figura 7)
4 Temporada lluviosa: meta de rendimiento de 5 t ha-1 [rendimiento máximo (Rmax) para
esta temporada: 7 t ha-1]:
UN ≈ 78 kg de N ha-1 (de la Figura 7)

Paso 2. Cálculo del potencial de suplemento de N nativo del suelo (NNS)

En un cultivo previo en condiciones favorables de temporada seca, el rendimiento en una

parcela pequeña de 0 N fue de 3.5 t ha-1, rendimiento que fue menor a la parcela con NPK
adyacente:
NNS ≈ 3.5 x 13 = 46 kg de N ha-1 (de la Figura 4)

Paso 3. Cálculo de la eficiencia de recuperación de N aplicado (ERN)

El suelo tiene una textura mediana-pesada (franco arcilloso) con una buena adsorción de
NH4+. El manejo de P y K puede mejorarse a través de una estrategia de manejo por sitio
específico (Secciones 3.2 y 3.3). Se usa la TCC (Sección 5.6) para optimizar el calendario
de las aplicaciones fraccionadas de N. Se obtuvo una alta eficiencia de recuperación del N
aplicado en experimentos en los cuales se adoptaron esta medidas:
ERN ≈ 0.50 kg kg-1 aplicado en la temporada seca (de la Ecuación N1)
ERN ≈ 0.45 kg kg aplicado en la temporada lluviosa
-1
(de la Ecuación N2)

Paso 4. Cálculo de las dosis de N a aplicarse como fertilizante (FN)

4 En la temporada seca: meta de rendimiento de 7 t ha-1

FN = (105 – 46)/0.50 = 118 kg de N ha-1 (de la Ecuación N3)
4 En la temporada lluviosa: meta de rendimiento de 5 t ha-1
FN = (78 – 46)/0.45 = 71 kg de N ha-1 (de la Ecuación N3)

Paso 5. Número de fracciones y calendario de aplicación de N

Fracción Temporada seca Temporada lluviosa

Basal, incorporada 23 kg de N ha-1 (20%) -
Mediados del macollamiento, 20 DDT 30 kg de N ha-1 (25%) 28 kg de N ha-1 (40%)
Inicio de la panoja, 40 DDT 47 kg de N ha-1 (40%) 43 kg de N ha-1 (60%)
Inicio de la floración, 65 DDT 18 kg de N ha-1 (15%) -

Las dosis y las épocas de aplicación (±10-20% del FN calculado) pueden variar, dependien-
do del estado del N de la planta a diferentes etapas de crecimiento.
65

Anexo 3. Ejemplo 2 - Cálculo de recomendaciones de N por sitio específico usando

múltiples eficiencias de recuperación de N aplicado.

Se asume que se usan las mismas condiciones del Ejemplo 1 para el cultivo de temporada
seca. Los Pasos 1 y 2 son los mismos del Ejemplo 1. Sin embargo, no se conoce el prome-
dio de ERN y se debe pasar al Paso 5.

Paso 5. Número de fracciones y calendario de aplicaciones de N

Basándose en las características del cultivo (arroz transplantado de variedad convencional

de altos rendimientos), se escoge el siguiente calendario de aplicaciones de N (del Anexo
1):
4 Temporada seca: no se requiere aplicación basal porque el NNS es >40 kg ha-1

8 FN fracción1 = 30% a mediados del macollamiento (MM)

8 FN fracción2 = 50% a inicio de la panoja (IP)
8 FN fracción3 = 20% a inicio de la floración (IF)

1 Cálculo de las dosis de N (FN) usando múltiples eficiencias de recuperación.

FN neto = 105 -46 = 59 kg de N ha-1 (de la Ecuación N4)

FN neto1 = 59 x 30/100 = 17.7 kg de N ha-1 (de la Ecuación N5)
FN neto2 = 59 x 50/100 = 29.5 kg de N ha-1 (de la Ecuación N6)
FN neto3 = 59 x 20/100 = 11.8 kg de N ha-1 (de la Ecuación N7)

2 Usando la Figura 8, se estiman eficiencias de recuperación de alrededor de 0.45, 0.65

y 0.58 kg kg-1 (ligeramente por debajo de la ERN alcanzable) para las tres aplicaciones
de N, de modo que:

FN1 = 17.7/0.45 = 39 kg de N ha-1 a MM (de la Ecuación N8)

FN2 = 29.5/0.65 = 45 kg de N ha-1 a IP (de la Ecuación N9)
FN3 = 11.8/0.58 = 20 kg de N ha-1 a IF (de la Ecuación N10)
FN = 39 + 45 + 20 = 104 kg de N ha-1 (de la Ecuación N11)

3 El promedio general pronosticado de la eficiencia de N aplicado es:

ERN = (39 x 0.45 + 45 x 0.65 + 20 x 0.58)/104 (de la Ecuación N12)

= 0.56 (kg kg-1)

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3.2 Deficiencia de Fósforo
Función y movilidad del P
El P es un constituyente esencial de la ade-
nosina trifosfato (ATP), nucleótidos, ácidos
nucléicos y fosfolípidos. Sus principales fun-
ciones son: transporte y almacenamiento de
energía y el mantenimiento de la integridad
de la membrana celular. El P es móvil den-
tro de la planta, promueve el macollamiento,
el desarrollo de la raíz, la floración temprana
y la maduración (especialmente si la tempe-
ratura es baja). El P es particularmente
importante en las primeras fases de creci-
miento. Se requiere aplicar fertilizantes fos-
fatados cuando el sistema radicular de la
planta de arroz no está todavía completa-
mente desarrollado y el suplemento de P
nativo del suelo es bajo. El P es removiliza-
do dentro de la planta durante etapas poste-
riores de crecimiento si suficiente P ha sido
absorbido durante las etapas tempranas.
(a)
(b) (c) (d)
68
Síntomas de deficiencia de P y efec-
tos en el crecimiento
Plantas pequeñas de color verde oscuro
con hojas erectas y bajo macollamiento.
Las plantas de arroz deficientes en P son
pequeñas y tienen muy bajo macollamiento.
Las hojas son estrechas, pequeñas y muy
erectas, y presentan un color verde oscuro.
Los tallos son delgados y alargados, y el de-
sarrollo de la planta se retarda. Se reduce
también el número de hojas, panojas y granos
por panoja. Las hojas jóvenes parecen salu-
dables, pero las hojas viejas toman un color
pardo y mueren. Si la variedad tiende a produ-
cir antocianinas las hojas pueden desarrollar
un color rojo o púrpura. Las hojas tienen un
color verde pálido cuando existe una deficien-
cia simultánea de P y nitrógeno (N). Es difícil
reconocer una moderada deficiencia de P en
Síntomas de deficiencia de P
en arroz
(a) Cuando el P es deficiente se
reduce el macollamiento. (b) Aun
en condiciones de deficiencia de P
no muy pronunciada, los tallos son
delgados y alargados, y se retraza
el desarrollo de la planta. (c), (d)
Las plantas crecen lentamente, son
pequeñas y erectas en comparación
con plantas normales.
69
Tabla 9. Rangos óptimos y niveles críticos de P en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Floración Hoja bandera
Madurez Paja
el campo. La deficiencia de P es a menudo
asociada con otros desórdenes nutricionales
como toxicidad de Fe a bajo pH (Sección 4.1),
deficiencia de Zn (Sección 3.4), deficiencia de
Fe (Sección 3.9) y salinidad (Sección 4.6) en
suelos alcalinos.
Otros efectos de la deficiencia de P son los
siguientes:
4 Retardo en la madurez (a menudo por 1
semana o más). Cuando la deficiencia
es severa la planta puede dejar de pro-
ducir grano.
4 Presencia de una alta proporción de
granos vanos. Cuando la deficiencia es
severa la producción del grano puede
no ocurrir.
4 Bajo peso y mala calidad del grano.
4 La planta no responde a la aplicación
de N.
4 Baja tolerancia a agua de baja tempera-
tura.
4 Ausencia de algas en el agua de inun-
dación.
4 Pobre crecimiento (hojas pequeñas,
lento establecimiento) de los cultivos
que sirven como abono verde.
Contenido de P en la planta
Si la concentración foliar de P es de 0.2-
0.4% durante el crecimiento vegetativo
(antes de la floración) el suplemento de P es
suficiente y la respuesta a la aplicación de P
es poco probable. Rendimientos mayores de
7 t ha-1 requieren una concentración >0.06%
en la paja a la cosecha y >0.18% en la hoja
bandera a la floración.
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
0.20-0.40 <0.10
0.20-0.30 <0.18
0.10-0.15 <0.06
Contenido de P en el suelo
Se utilizan varios procedimientos de análisis
de suelo y los niveles críticos dependen del
tipo de suelo y de la meta de rendimiento. El
método Olsen (NaHCO3 0.5 M a pH 8.5) y en
menor escala el método Bray-1 (NH4F 0.03
M + HCl 0.025 M) son los métodos más utili-
zados en suelos cultivados con arroz de
inundación. Los niveles críticos de P con el
método Olsen van de 5 mg P kg-1 en suelos
ácidos a >25 mg P kg-1 en suelos calcáreos.
En suelos de zonas bajas con poca o ningu-
na presencia de CaCO3 libre, los resultados
del análisis por el método Olsen son los
siguientes:
4 <5 mg de P kg-1 (contenido bajo): res-
puesta segura a la aplicación de P.
4 5–10 mg de P kg-1 (contenido medio):
probable respuesta a la aplicación de P.
4 >10 mg de P kg-1 (contenido alto): res-
puesta a la aplicación de P solamente a
muy altos niveles de rendimiento (>8 t
ha-1).
En suelos de zonas bajas con poca o ningu-
na presencia de CaCO3 libre, los resultados
del análisis por el método Bray-1 se pueden
clasificar de la siguiente manera:
4 <7 mg de P kg-1 (contenido bajo): res-
puesta segura a la aplicación de P.
4 7–20 mg P kg-1 (contenido medio): pro-
bable respuesta a la aplicación de P.
4 >20 mg de P kg-1 (contenido alto): res-
puesta a la aplicación de P solamente a
muy altos niveles de rendimiento (>8 t
ha-1).

Otros niveles críticos para P en arroz son los
siguientes:
4 Bray-2 (NH4F 0.03 M + HCl 0.1 M): <12-
20 mg de P kg-1 en suelos ácidos.
4 Mehlich-1 (HCl 0.05 M + H2SO4 0.0125
M): <5–7 mg de P kg-1 en suelos de
zonas altas.
4 Mehlich-3: <28 kg de P ha-1 en suelos
de zonas bajas (Arkansas).
NOTAS:
✍ La extracción de P con el método de
Olsen en muestra de suelo seco es más
versátil para suelos cultivados con
arroz en zonas bajas porque puede
usarse en un amplio rango de pH, y por-
que mide también el P que se hace dis-
ponible a través de la solubilización
inducida por las condiciones anaeróbi-
cas de la rizosfera.
✍ Las extracciones ácidas (Bray-1, Bray-
2, Mehlich-1) son más adecuadas para
medir la cantidad de P disponible en
suelos ácidos de zonas bajas y zonas
altas cultivados con arroz de secano.
✍ Se han propuesto varias técnicas para
medir P con resinas. En general, estos
métodos predicen la absorción de P por
el arroz mejor que los métodos de aná-
lisis estáticos. Sin embargo, no son
todavía utilizados en rutina, con excep-
ción de Brasil.
✍ En suelos donde se cultiva arroz de
secano se presenta inmovilización por
difusión de P hacia los sitios de absor-
ción dentro de los agregados del suelo,
de modo que los métodos convenciona-
les de análisis usando muestras de
suelos molidas y secas podrían produ-
cir resultados contradictorios.
Causas de la deficiencia de P
Las causas más comunes de la deficiencia
de P son:
4 Baja capacidad de suplemento de P
del suelo.
4 Insuficiente aplicación de fertilizantes
fosfatados.
70
4 Baja eficiencia de los fertilizantes fosfa-
tados, debido a la alta capacidad de
fijación de P del suelo o las pérdidas
por erosión (solo en lotes de arroz de
secano).
4 Inmovilización de P como fosfatos de
Ca debido al encalado excesivo.
4 Excesiva aplicación de N e insuficiente
aplicación de P.
4 Diferencias en susceptibilidad a la defi-
ciencia de P y en la respuesta a la apli-
cación de fertilizantes fosfatados entre
cultivos.
4 Método de establecimiento del cultivo
(la deficiencia de P es más probable en
arroz sembrado directamente, donde la
densidad de plantas es alta y el sistema
radicular es poco profundo).
Incidencia en la deficiencia de P
La deficiencia de P está ampliamente distri-
buida en los principales ecosistemas donde
se cultiva arroz, y es la principal limitante del
crecimiento en suelos ácidos de zonas altas
que tienen una alta capacidad de fijación de P.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de P son los siguientes:
4 Suelos de textura gruesa que contienen
poca materia orgánica y bajas reservas
de P (suelos arenosos del Noreste de
Tailandia, Camboya).
4 Suelos ácidos, arcillosos, altamente
meteorizados con alta capacidad de
fijación de P (Ultisoles y Oxisoles de
muchos países).
4 Suelos costeros degradados (Norte de
Vietnam).
4 Suelos calcáreos, salinos y sódicos.
4 Suelos volcánicos con alta capacidad
de absorción de P (Andisoles en Japón,
partes de Sumatra y Java).
4 Suelos de turba (Histosoles).
4 Suelos sulfato ácidos con abundante
cantidad de aluminio (Al) y hierro (Fe)
activos que a bajo pH promueven la for-
mación de compuestos insolubles de P.
71
Tabla 10. Absorción y contenido de P de las variedades modernas de arroz.
Parte de la planta Rango típico observadoa
kg de P absorbido t.-1 de grano
Grano + paja 2.5-3.5
Grano 1.7-2.3
Paja 0.8-1.2
Grano 0.18-0.26
Paja 0.07-0.12
Espiguillas vacías 0.13-0.20
a
25-75% de rangos intercuantiles de lotes de agricultores y de experimentos de campo en Asia (n =
1 300).
b
Mediana de lotes de agricultores y experimentos de campo en Asia (n = 1 300).
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de P
La inundación inicial del suelo seco incre-
menta la concentración de P en la solución
debido a la reducción del Fe3+ a Fe2+ con la
consecuente liberación de P fijado y copreci-
pitado en los compuestos de Fe. La inunda-
ción también mejora la difusión, que es el
mecanismo principal de suplemento de P a
las raíces. Los procesos envueltos son los
siguientes:
4 Reducción de los fosfatos de Fe3+ a
fosfatos de Fe2+ más solubles.
4 Liberación de P retenido en los óxidos
de Fe3+.
4 Liberación de P ocluido.
4 Hidrólisis de los fosfatos de Fe y Al.
4 Incremento en la mineralización de P
orgánico (flujo de corto plazo).
4 Incremento en la solubilidad de los fos-
fatos de Ca.
Sin embargo, dos a cuatro semanas des-
pués de la inundación, al flujo inicial de P dis-
ponible le sigue un periodo donde declina la
disponibilidad debido a la formación de fos-
fatos de Fe2+ que precipitan P y a la adsor-
ción de P en las partículas de arcilla y en los
hidróxidos de Al. Esta reducción en disponi-
bilidad de P es más pronunciada en suelos
que contienen altas cantidades de Fe y Al
Promedio observadob
3.0
2.0
1.0
Contenido de P (%)
0.21
0.10
0.17
activos (Oxisoles, Ultisoles, Andisoles y
Sulfaquests). Una alta proporción de P
absorbido por el arroz proviene de esta fuen-
te de P soluble en ambiente ácido. La planta
de arroz es capaz de utilizar estas fuentes de
P en condiciones de inundación acidificando
la rizosfera. Para esto la planta libera H+ por
las raíces para balancear la carga interna
(que se desequilibra por la mayor absorción
de cationes sobre aniones). También ayuda
al proceso de acidificación de la rizosfera la
generación de H+ en la oxidación de Fe2+ por
el oxígeno (O2) liberado por las raíces.
El Mn2+ y el Fe2+ formados en condiciones
reducidas durante el ciclo de producción en
condiciones de inundación son rápidamente
oxidados durante los periodos de descanso,
después del drenaje del lote. La oxidación de
Fe2+ resulta en la precipitación de hidróxidos
de Fe3+ que adsorben P. Por esta razón, los
cultivos que se siembran después de arroz
pueden sufrir de deficiencia de P, aun cuan-
do el suplemento de P fue adecuado para el
cultivo previo de arroz en condiciones de
inundación. Por otro lado, el inundar un suelo
bastante seco (oxidado) incrementa la dispo-
nibilidad de P para el arroz durante las pri-
meras etapas del ciclo de crecimiento, debi-
do a la rápida liberación de P adsorbido en
los hidróxidos de Fe3+.

Absorción y remoción de P por el
cultivo
La eficiencia de uso interno de P depende
del suplemento de este nutriente y de la con-
dición general de nutrición de la planta. Con
una nutrición balanceada y con óptimas con-
diciones de crecimiento, se puede esperar
una eficiencia interna de 385 kg de grano por
kg de P absorbido, lo que equivale a la remo-
ción de 2.6 kg de P t.-1 de arroz a rendimien-
tos económicos (70-80% del rendimiento
máximo) (Sección 2.5).
Sin embargo, en lotes de agricultores, el pro-
medio medido de eficiencia interna es sola-
mente ~340 kg de grano por kg de P absor-
bido. La remoción promedio de P observada
en sistemas de producción de arroz inunda-
do en Asia es de 3 kg de P t.-1 de grano
(Tabla 10). En consecuencia, un cultivo que
rinde 6 t ha-1 de grano absorbe ~18 kg de P
ha-1 (comparado con solamente 15.6 kg de P
ha-1 en condiciones óptimas de crecimiento),
de los cuales >30% permanece en la paja a
la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~2 kg de P t.-1 de
grano. Alrededor del 20-25% del P presente
en la paja se pierde con la quema.
Manejo general de P
El manejo de P debe considerarse como una
inversión a largo plazo en fertilidad del suelo
y como la forma más efectiva para prevenir
los síntomas antes que tratar las deficien-
cias, al contrario de lo que sucede con el
manejo de N, donde el tratamiento y la pre-
vención tienen igual importancia. El P requie-
re de una estrategia de manejo a largo plazo
porque no puede perderse o añadirse fácil-
mente a la zona radicular por procesos bioló-
gicos o químicos como sucede con el N. La
aplicación de fertilizante fosfatado tiene un
efecto residual que puede persistir por varios
años. El manejo debe buscar incrementar y
luego mantener niveles adecuados de P dis-
ponible en el suelo, para asegurar que el
suplemento de este nutriente no limite el cre-
72
cimiento del cultivo o afecte la eficiencia del
uso de N.
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia y mejorar la eficiencia del uso de P
son los siguientes:
4 Variedades: Seleccionar cultivares de
arroz que usen P eficientemente, parti-
cularmente en suelos ácidos. Los culti-
vares eficientes pueden tener una
mayor habilidad de adquirir P (mayor
eficiencia externa debido a una mejor
morfología de la raíz o una mayor
excreción de ácidos orgánicos u O2) o
una mayor eficiencia interna de uso de
P (mayor rendimiento de grano con
baja absorción de P). Ejemplos de
estas variedades son IR20, IR26, IR64
y IR74.
4 Manejo del suelo: En sistemas arroz-
arroz, se sugiere hacer una labranza
superficial en seco (10 cm) dos sema-
nas después de la cosecha. Esta
labranza temprana promueve la oxida-
ción del suelo y la descomposición de
los residuos durante el periodo de des-
canso e incrementa la disponibilidad de
P disponible durante el crecimiento
vegetativo del siguiente cultivo de
arroz. Esta práctica no se recomienda
en otras rotaciones, porque una labran-
za temprana después de cosechar el
arroz puede reducir la disponibilidad de
P para el siguiente cultivo. En suelos
ácidos de baja fertilidad se deben corre-
gir todos los problemas de fertilidad
(acidez, toxicidad de Al, deficiencias de
Mg, K y otros nutrientes) para poder
obtener una respuesta a P.
4 Aplicación de fosfobacterias: En experi-
mentos de campo con arroz irrigado en
el Sur de India se encontró incremento
en la disponibilidad de P después de la
aplicación de fosfobacterias al suelo,
como un recubrimiento de la semilla o
al sumergir la plántula en una solución
de fosfobacterias.
4 Manejo del cultivo: Establecer una
población de plantas saludables usan-
do semilla de alta calidad de una varie-
73
dad de alto rendimiento con múltiple
resistencia al ataque de insectos. Se
debe sembrar la semilla a la densidad
correcta y con adecuado manejo del
agua y de las plagas.
4 Manejo de la paja: Se debe incorporar
la paja. A pesar de que la cantidad de P
en la paja es pequeña (1 kg de P t.-1 de
paja), ésta contribuye a mantener un
balance positivo de P a largo plazo.
4 Manejo de los fertilizantes: Se deben
aplicar las dosis correctas de N y K, y
se deben corregir las deficiencias de
micronutrientes. Se debe reponer el P
removido con el cultivo aplicando fertili-
zantes, residuos de corral u otros mate-
riales. Si los síntomas de deficiencia de
P son ya evidentes podría no haber res-
puesta a la aplicación de P en el pre-
sente cultivo. Los factores que afectan
la respuesta a la aplicación de fertilizan-
tes fosfatados son:
8 Tipo de fertilizante utilizado.
8 Epoca y método de aplicación.
8 Capacidad de suplemento de P
nativo del suelo.
8 Características físicas y químicas
del suelo que afectan la aplicación
de P.
8 Suplemento de otros nutrientes (N,
K, etc.).
8 Disponibilidad y manejo del agua.
8 Variedad utilizada.
8 Sistemas de cultivo e historia del
lote.
La aplicación de fertilizantes fosfatados es
práctica común en la mayoría de sistemas de
arroz irrigado. Para mantener rendimientos
de 5-7 t ha-1 y reponer el P removido en el
grano y la paja las dosis de aplicación deben
estar en un rango de 15-30 kg de P ha-1. Sin
embargo, es necesario corregir las deficien-
cias de otros nutrientes (N, K, Zn), corregir
otros problemas de suelo (zona radicular
superficial, toxicidades) y asegurar un ade-
cuado manejo general del cultivo para poder
esperar respuesta a la aplicación de fertili-
zantes fosfatados.
Algunas recomendaciones generales para el
uso de fertilizantes fosfatados en arroz son
las siguientes:
4 Si la mayoría de la paja queda en el lote
(cosecha con combinada o cosecha de
la panoja solamente) y la contribución
de P proveniente de residuos de corral
es baja, se recomienda aplicar por lo
menos 2 kg de P ha-1 por tonelada de
grano cosechada (por ejemplo, 10 kg
de P para una cosecha de 5 t ha-1) para
reponer el P removido en el grano cose-
chado.
4 Si la mayoría de la paja se remueve del
lote y el ingreso de P por otras fuentes
(residuos de corral, agua, sedimentos)
es pequeño, se debe aplicar al menos
3 kg de P ha-1 por tonelada de grano
cosechado (por ejemplo, 15 kg de P
para una cosecha de 5 t ha-1) para repo-
ner el P removido en el grano cosecha-
do.
4 Se requieren aplicaciones de altas can-
tidades de fertilizantes fosfatados para
reponer el P de suelos que han sido
severamente agotados por remoción a
largo plazo (suelos degradados por
manejo intenso y prolongado). Se
requieren aplicaciones de entre 200 y
500 kg de P ha-1 cuando se empiezan a
utilizar con el cultivo de arroz áreas
nuevas de suelos ácidos.
4 En sistemas de arroz de secano en
suelos con alta capacidad de fijación de
P se puede requerir una alta aplicación
inicial o repetidas aplicaciones peque-
ñas. La fijación del P añadido se reduce
a medida que aumenta el P adsorbido
en las arcillas. Por esta razón, la res-
puesta del cultivo se incrementa con
aplicaciones repetidas de pequeñas
cantidades de P. Cuando el contenido
de P medido con Mehlich-1 es <10 mg
kg-1 en suelos ácidos de los trópicos
húmedos (Ultisoles y Oxisoles), se
requiere aplicar alrededor de 20 kg de P
ha-1 para incrementar la cantidad de P
en 1 mg de P kg-1. Cuando el contenido
de P medido con Mehlich-1 es >10 mg
kg-1 solamente se requieren de 10-15

kg de P ha-1 para incrementar el conte-
nido de P en 1 mg kg-1. Se puede evitar
la fijación de P en este tipo de suelos
aplicando el fertilizante fosfatado en
banda bajo la semilla. Esto incrementa
la proliferación de las raíces cerca y
dentro de la banda aumentando la con-
centración de P soluble cerca de la
superficie de la raíz.
4 La aplicación de P en arroz tiene un
efecto residual en el cultivo siguiente,
pero es más eficiente la aplicación en
cada cultivo.
4 En suelos ácidos se puede usar roca
fosfórica. Este material debe aplicarse
al voleo e incorporarse antes de la
inundación para permitir que la reac-
ción entre el suelo y la roca libere P
que la planta pueda absorber.
En algunos suelos, en condiciones de mala
aireación, la excesiva aplicación de fuentes
solubles de P puede inducir una deficiencia
de Zn.
Manejo del P por sitio específico en
arroz irrigado
Los pasos fundamentales para diseñar las
recomendaciones de P por sitio específico
son los siguientes:
1 Estimar la demanda de P para una
meta de rendimiento.
2 Estimar el potencial de P nativo del suelo.
3 Estimar la eficiencia de recuperación
del P aplicado.
4 Calcular las dosis de P en función de
los Pasos 1-3.
5 Decidir el número de fracciones y el
calendario de aplicación de P.
Referirse a los Anexos 4-5 al final de esta
sección para instrucciones detalladas y
ejemplos.
NOTAS:
✍ El rendimiento de grano se refiere al
peso de granos enteros ajustados al
14% de humedad. Todos los cálculos
74
se basan en P elemental. Para conver-
tir P a P2O5, multiplicar por 2.291.
La estrategia de manejo de P por sitio
✍
específico en arroz irrigado descrita
anteriormente asume el uso balanceado
de nutrientes, adecuado manejo del cul-
tivo y que no existen otros problemas
agronómicos que limiten el rendimiento
de grano (se deben usar variedades
modernas de arroz con un índice de
cosecha de ~0.5, semillas de buena cali-
dad, establecimiento apropiado del culti-
vo, ausencia de estrés por agua, y debe
haber poco o ningún daño por plagas).
Variedades cultivadas en ecosistemas
de secano de zonas bajas y de zonas
altas tienen a menudo menores índices
de cosecha (0.3-0.4) y pueden sufrir de
estrés por agua, lo que reduce la efi-
ciencia de uso interno de P, e incremen-
ta la demanda de este nutriente para un
nivel de rendimiento dado.
✍ Por definición, el PNS representa el
potencial de suplemento de P de fuen-
tes nativas del suelo. Solo puede medir-
se con precisión en temporadas con
clima favorable y buen manejo del culti-
vo, asumiendo que no existe otro factor
que limite el crecimiento. En un clima
tropical, es mejor medir el PNS en un
cultivo de temporada seca.
✍ Si el contenido de PNS es muy alto y la
remoción de P en el grano y la paja a la
meta de rendimiento es igual al PNS, es
suficiente aplicar una dosis de manteni-
miento equivalente al PNS para soste-
ner los rendimientos actuales.
✍ Si el contenido de PNS va de medio a
alto (>15 kg de P ha-1) y el rendimiento
actual está cerca a la meta de rendi-
miento escogida, la estrategia descrita
arriba resulta en una nutrición balance-
ada y en un presupuesto balanceado
de P.
✍ En suelos con bajo contenido de PNS
(<12 kg de P ha-1) la recomendación de
P para lograr una alta meta de rendi-
miento puede ser irrealmente alta. En
esta situación se recomienda incremen-
75

Tabla 11. Fuentes de P para arroz.

Nombre Fórmula Contenido Comentarios

Superfosfato simple Ca(H2PO4)2 ⋅ H2O 7-9% P, Soluble, neutro

+ CaSO4 ⋅ 2H2O 13-20% Ca, 12% S (16-21% P2O5)
Superfosfato triple Ca(H2PO4)2 ⋅ H2O 18-22% P, Soluble, neutro
9-14% Ca, 1.4% S (41-50% P2O5)
Fosfato monoamónico NH4H2PO4 22% P, 11% N Soluble, acidifica
(MAP) (51% P2O5)
Fosfato diamónico (NH4)2HPO4 20-23% P, 18-21% Soluble, acidifica
(DAP) N (más común 20%) (46-53% P2O5)
Urea fosfato (UP) CO(NH2)2 + 20% P, 18% N Soluble
H3PO4 (46% P2O5)
Roca fosfórica parcial- Ca3(PO4)2 10-11% P >1/3 soluble en agua
mente acidulada (23-26% P2O5)
Roca fosfórica finamente Ca3(PO4)2 11-17% P, Acción muy lenta
molida 33-36% Ca (25-39% P2O5)

tar el PNS a lo largo del tiempo (varios
cultivos con aplicaciones de cantidades
moderadas a altas de P) antes que se
puedan lograr rendimientos elevados.
Si la cantidad de P aplicado (estimada
✍
con la Ecuación P3 del Anexo 4) es alta,
pero no se logra la meta de rendimien-
to (el crecimiento del cultivo se reduce
significativamente debido a condiciones
adversas durante el ciclo del cultivo),
algo de P se mantendrá en el suelo
(balance positivo de P). Al contrario, el
rendimiento logrado y la absorción de P
pueden exceder la meta por clima favo-
rable o particularmente por un excelen-
te manejo de cultivo (balance negativo
de P). Para calcular la recomendación
de P para el siguiente cultivo de arroz,
la estimación del PNS debe ajustarse,
siendo mayor si el balance anterior fue
positivo, o siendo menor si el balance
del cultivo anterior fue negativo. Un
ajuste general del PNS se puede lograr
usando la siguiente ecuación:
PNS* (kg de P ha-1)
≈ PNS + [(FPa + CPRa – UPa) x FRPr] (P4)
donde, PNS* es el PNS predicho por la
fórmula para el siguiente cultivo (ajusta-
do al balance actual de P); PNS es la
estimación inicial del PNS (kg de P
ha-1); FPa es la cantidad de P aplicado
(kg ha-1); CPRa es la cantidad de P que
permanece en el lote en los residuos
del cultivo (estimada con la ecuación
P1 y ajustada por las prácticas de
manejo de la paja, kg de P ha-1); UPa es
la absorción actual de P (estimada de la
Figura 9 usando el rendimiento actual
de grano, kg de P ha-1) y FRPr es la frac-
ción de recuperación de P residual que
permanece en el lote (kg kg-1, ~0.2).
Fuentes de P
Todos los fertilizantes fosfatados disponibles
son apropiados para el arroz irrigado (Tabla
11), de modo que la elección del material
apropiado debe basarse en las siguientes
condiciones:
4 Costo por kilogramo de P2O5.
4 Contenido de otros nutrientes.
4 Solubilidad o reactividad en el suelo del
P contenido en el fertilizante.
 76

Los fertilizantes fosfatados también pueden efectiva (y a menudo la menos costosa)

suplir de S. Se debe ser cuidadoso para
suplementar suficiente S cuando se cambien
de fuentes que contienen S (superfosfato
simple) a fuentes sin S (superfosfato triple).
Nótese que la solución producida por la diso-
lución de superfosfato en el suelo tiene un
pH cercano a 1, mientras que la del fosfato
diamónico tiene un pH cercano a 8.
La roca fosfórica finamente molida es una
fuente de P para suelos ácidos de secano de
zonas altas y bajas (pH <4.5). En ambientes
tropicales, la efectividad de la roca fosfórica
depende de hasta que punto se puede man-
tener la tasa de absorción de P con la diso-
lución de la roca en el suelo. La roca fosfóri-
ca también contiene Ca, que puede ayudar a
aliviar la acidez del subsuelo y la deficiencia
de Ca en suelos tropicales altamente meteo-
rizados (Sección 3.8).

Anexo 4. Pasos para calcular las recomendaciones de fertilizantes fosfatados por sitio
específico.

Paso 1. Estimación de la demanda de P por el cultivo (UP)

Definir el rendimiento máximo (Rmax) basándose en las condiciones climáticas del sitio espe-
cífico.

Usar la Figura 9 para estimar la cantidad de P requerida para lograr la meta de rendimien-
to definida para el rendimiento máximo (Rmax) establecido (Sección 2.5).

Meta de rendimiento (kg ha-1) Rmax (t ha-1)

11
10000 — — 10
9
8000 — — 8
7
6000 — — 6

4000 — —

2000 — —

Figura 9. Relación entre el ren-

0 — ı ı ı ı ı ı ı ı
dimiento máximo (Rmax), la meta
0 5 10 15 20 25 30 35 40
P en la planta (UP, kg ha-1) de rendimiento y la absorción
total de P (UP).

Paso 2. Estimación del potencial de suplemento de P nativo del suelo (PNS)

Si se midió el rendimiento de grano (t ha-1) en parcelas de omisión de P (Sección 2.4), cal-

cular el PNS de la siguiente forma:

si RG(NPK) ≤ RG(0 P), entonces PNS (kg de P ha-1) = RG(0 P) x 2.6;

si RG(NPK) > RG(0 P), entonces PNS (kg de P ha-1) = RG(0 P) x 2.3.

Si el rendimiento de grano se midió solo en parcelas NPK, y si se dispone de un buen esti-

mativo de la ERP, usar la Ecuación P1:
77

Anexo 4. Continuación...

PNS (kg de P ha-1) ≈ (RG x 3) – (ERP x FP) (P1)

donde, RG es el rendimiento de grano en t ha-1 (14% de humedad); ERP es la eficiencia apa-

rente de recuperación de P aplicado (~ 0.2–0.3 kg kg-1, ver abajo); y FP es la cantidad de P
aplicado (kg ha-1)

El PNS en la mayoría de los suelos cultivados con arroz irrigado de zonas bajas varía entre
5-30 kg de P kg ha-1 y es común encontrarlo en un rango de 12-19 kg de P ha-1 (el prome-
dio de PNS es de 15 kg de P ha-1) lo que es suficiente para sostener rendimientos de 4-6 t
ha-1 en el corto plazo.

Paso 3. Calcular la eficiencia de recuperación del P aplicado (ERP)

La ERP puede calcularse para un sistema particular de cultivo y método de aplicación de P

conduciendo un experimento con diferentes dosis de P cuyo crecimiento no esté limitado
por el abastecimiento de otros nutrientes (Sección 5.5). La ERP puede entonces calcularse
por diferencia usando la Ecuación P2:

ERP (kg kg-1) = (UP2 – UP1)/(FP2 – FP1) (P2)

donde, ERP es la eficiencia de recuperación de P (kg de P absorbido por kg de P aplicado);

UP es la absorción total de P en paja y grano (kg ha-1); y FP es la cantidad de P añadido
(kg ha-1 ) en dos tratamientos diferentes (el Tratamiento 2 recibe una mayor dosis de P que
el Tratamiento 1).

Es ideal utilizar una parcela de 0 P como referencia (Tratamiento 1).

Una estimación razonable de la ERP para suelos cultivados con arroz en los trópicos y sub-
trópicos es de 0.2-0.3 kg kg-1 . Eficiencias más altas (≥0.25) se obtienen cuando se aplica
el P al voleo y menores eficiencias (<0.2) cuando se incorporan altas cantidades de P en
forma basal a suelos de alta capacidad de fijación de P o en suelos con alto PNS.

Paso 4. Calcular las dosis de P (FP) usando una eficiencia de recuperación definida

Calcular la cantidad de P (FP) que se requiere para lograr la meta de rendimiento:

FP (kg de P ha-1) = (UP - PNS)/ERP (P3)

donde, UP es el total de P absorbido en grano y paja (kg ha-1); PNS es el suplemento de P

nativo del suelo (kg de P ha-1) y ERP es la eficiencia de recuperación de P absorbido (kg por
kg de P aplicado).

Paso 5. Calendario de la aplicación fraccionada de P

Los fertilizantes fosfatados generalmente se incorporan al suelo en forma basal antes de la

siembra.
 78

Anexo 5. Ejemplo 3 - Cálculo de recomendaciones de P por sitio específico.

Se asume que se trabaja con suelos fértiles irrigados de zonas bajas en Asia tropical, con
un rendimiento de grano de 3.5 t ha-1 cuando no se aplican fertilizantes. El suelo tiene sola-
mente un moderado potencial de fijación de P y el cultivo se establece por transplante. La
mayoría de la paja permanece en el lote después de la cosecha y se la quema in situ.

Paso 1. Cálculo de la demanda de P del cultivo (UP)

4 Temporada seca: meta de rendimiento de 7 t ha-1 [rendimiento máximo (Rmax) para esta
temporada: 10 t ha-1]:

UP ≈ 20 kg de P ha-1 (de la Figura 9)

4 Temporada lluviosa: meta de rendimiento de 5 t ha-1 [rendimiento máximo (Rmax) para

esta temporada: 7 t ha-1]:

UP ≈ 15 kg de P ha-1 (de la Figura 9)

Paso 2. Cálculo del potencial de suplemento de P nativo del suelo (PNS)

En un cultivo previo en condiciones favorables de temporada seca, cuando el agricultor

aplicó 10 kg de P ha-1, y la cantidad completa de N y K obtuvo un rendimiento de 5.7 t ha-1.
Se asume una eficiencia de recuperación de 0.2 kg de P kg-1 aplicado:

PNS ≈ (5.7 x 3) – (0.2 x 10) = 15 kg de P ha-1 (de la Ecuación P1)

Paso 3. Cálculo de la eficiencia de recuperación de P aplicado (ERP)

El suelo tiene una textura mediana-pesada (franco arcilloso) con un moderado potencial de
fijación de P. Se asume una eficiencia de recuperación de P en el primer ciclo de 20%.

ERP ≈ 0.20 kg kg-1 aplicado (20 % de recuperación en el primer ciclo)

Paso 4. Cálculo de las dosis de P a aplicarse como fertilizante (FP)

4 Temporada seca: meta de rendimiento de 7 t ha-1

FP = (20 – 15)/0.20 = 25 kg de P ha-1 = 57 kg de P2O5 ha-1 (de la Ecuación P3)

La remoción total es de ~15 kg de P ha-1 porque el agricultor remueve el grano (7 t x 2

kg de P t.-1 de grano = 14 kg de P ha-1) y ~20% de la paja del lote (7 t de paja x 0.2 x 1
kg de P t.-1 de paja = 1.4 kg de P ha-1). La dosis de P recomendada resulta en un peque-
ño balance positivo. Esto es aceptable porque el PNS es solamente moderado y debe
incrementarse a niveles de 20-25 kg de P ha-1 por cultivo.

4 Temporada lluviosa: meta de rendimiento de 5 t ha-1

FP = (15 –15)/0.20 = 0 kg de P ha-1 (de la Ecuación P3)

Debido al menor potencial de rendimiento, generalmente no es necesario aplicar altas

dosis de P a cultivos en la época lluviosa. Sin embargo, para mantener el PNS y para
compensar por la pobre utilización de PNS bajo condiciones lluviosas, el agricultor debe
por lo menos reponer la cantidad de P removida del lote en la paja y el grano (estimación
en la Tabla 10).
79

Anexo 5. Continuación...

Debido a que el agricultor solamente remueve el grano (5 t x 2 kg de P t.-1 de grano =

10 kg de P ha-1) y ~20% de la paja del lote (5 t de paja x 0.2 x 1 kg de P t.-1 de paja =
1 kg de P ha-1), la remoción total es ~11 kg de P ha-1. Por lo tanto, se recomienda una
aplicación de 15 kg de P ha-1 para incrementar gradualmente el PNS.

Paso 5. Número de fracciones y calendario de aplicación de P

Temporada seca y lluviosa: añadir todo el P antes de la siembra. Aplicar al voleo e incorpo-
rar el material en el suelo.

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81
3.3 Deficiencia de Potasio
Función y movilidad del K
El K es esencial para que ocurran normal-
mente diversos procesos en la planta. Entre
estos se pueden mencionar la osmoregula-
ción, activación de enzimas, regulación del
pH y balance entre aniones y cationes en las
células, regulación de la transpiración por los
estomas y transporte de asimilados (produc-
to de la fotosíntesis) hacia el grano. El K for-
talece las paredes celulares y está envuelto
en la lignificación de los tejidos escleróticos.
A nivel de toda la planta, el K incrementa el
área foliar y el contenido de clorofila, retrasa
la senescencia y por lo tanto contribuye a
una mayor fotosíntesis y crecimiento del cul-
tivo. A diferencia de N y P, el K no tiene un
efecto mayor en el macollamiento, sin
embargo, su presencia incrementa el núme-
ro de granos por panoja, el porcentaje de
granos llenos y el peso de 1 000 granos.
La deficiencia de K resulta en acumulación
en la planta de azúcares lábiles de bajo peso
molecular, amino ácidos y aminas que son
una muy buena fuente de alimento para los
patógenos que atacan las hojas. Por otro
lado, el K mejora la tolerancia de la planta a
condiciones climáticas adversas, al acame y
al ataque de insectos y enfermedades. Los
síntomas de deficiencia tienden a aparecer
primero en las hojas viejas, debido a que el
K es móvil dentro de la planta y se traslada
de las hojas en senescencia a las hojas jóve-
nes. A menudo, la respuesta en rendimiento
a la aplicación de K solamente se observa
cuando el suplemento de otros nutrientes,
especialmente N y P, es suficiente.
Síntomas de deficiencia de K y efec-
tos en el crecimiento
Plantas con coloración verde oscuro con
los márgenes de las hojas de color café
amarillento o manchas necróticas de
color café oscuro en la punta de las hojas
viejas.
Los primeros síntomas de deficiencia de K
en arroz aparecen como plantas de color
verde oscuro que tienen hojas con márgenes
de color amarillo a parduzco o puntos necró-
ticos. Estos síntomas aparecen primero en
las puntas de las hojas viejas.
A medida que las deficiencias se acentúan,
el color amarillo parduzco de las puntas de
las hojas se desplaza a lo largo del filo y
finalmente llega a la base de la hoja. Las
hojas superiores son cortas, agobiadas y de
un color verde oscuro sucio. Las hojas viejas
cambian de color amarillo a café y si la defi-
ciencia no se corrige aparece una decolora-
ción gradual de las hojas jóvenes. Las pun-
tas y los márgenes de las hojas se pueden
secar. Se pueden también presentar fajas
amarillentas a lo largo del tejido intervenal y
se agobian las hojas bajeras. Los síntomas
de deficiencia de K (particularmente la pre-
sencia de márgenes de color amarillo par-
duzco en las hojas) son similares a los sínto-
mas de infección con virus que provocan la
enfermedad denominada tungro. Sin embar-
go, se puede distinguir un síntoma de otro
porque el tungro aparece en parches y no
ocurre en todo el lote.
Cuando la deficiencia de K es severa, apare-
cen puntos cafés en las puntas de las hojas
viejas que luego se esparcen a toda la hoja,
la que a su vez toma un color café y final-
mente se seca. Pueden también aparecer
puntos necróticos en la panoja.
A menudo no se detectan los síntomas de
deficiencia de K porque éstos no son tan
fáciles de reconocer como los síntomas de
deficiencia de P y N. Esto se debe a que los
síntomas de deficiencia de K tienden a apa-
recer durante periodos más avanzados del
ciclo de crecimiento. Los síntomas foliares
generalmente son más aparentes en los
híbridos que en las variedades ya que los
primeros tienen una mayor demanda de K y
la relación N:K óptima es más estrecha.
 82

(a) (c)

(b)

(d) (e) (f)

(g) (h) Síntomas de deficiencia de K

en arroz

(a), (b), (c) Los márgenes de las

hojas se tornan café amarillentas.
(d), (e) Aparecen manchas cafés en
la superficie de las hojas. (f) El
quemado de las hojas es otra carac-
terística de la deficiencia de K. (g)
Los síntomas de deficiencia de K
son más probables en arroz híbrido
(izquierda) que en variedades
(i) (j) modernas (derecha). (h) A menu-
do, los rendimientos del arroz están
limitados por una fertilización desba-
lanceada donde la respuesta a N y
P está limitada por la deficiencia de
K. (i) Las raíces de las plantas de
arroz con deficiencia de K pueden
estar cubiertas por sulfuro de hierro
negro. (j) En comparación, las raí-
ces sanas de arroz se cubren con
óxido de hierro café rojizo.
83
Tabla 12. Rangos óptimos y niveles críticos de K en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de la
crecimiento planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Floración Hoja bandera
Madurez Paja
Otros síntomas y efectos de la deficiencia de
K en el crecimiento de la planta se describen
a continuación:
4 Plantas de crecimiento lento (hojas
pequeñas, tallos cortos y delgados). El
macollamiento se reduce solamente en
condiciones de muy severa deficiencia.
4 Mayor incidencia de acame de plantas.
4 Senescencia temprana de las hojas,
marchitamiento y enrollamiento de las
hojas, particularmente en condiciones
de alta temperatura y baja humedad.
4 Alto porcentaje de espiguillas vanas o
parcialmente llenas, condición causada
por una pobre viabilidad del polen y una
translocación tardía de los carbohidra-
tos. Se reduce el peso de 1.000 granos.
4 Mal sistema radicular (muchas raíces
negras, y baja densidad y longitud de
las raíces) que causa una reducción en
la absorción de nutrientes. Se reduce la
producción de citoquinina en las raíces.
4 Bajo poder de oxidación de las raíces
que reduce la resistencia del sistema
radicular a substancias tóxicas produci-
das en el suelo en condiciones anaeró-
bicas, por ejemplo, toxicidad de hierro
(Fe) causada por deficiencia de K
(Sección 4.1).
4 Incremento en la incidencia de enfer-
medades, particularmente la mancha
parda (Helminthosporium oryzae), cer-
cóspora (Cercospora spp.), quema bac-
terial (Xanthomonas oryzae), mancha
de la panoja (Rhizoctonia solani), pudri-
ción de la panoja (Sarocladium oryzae),
pudrición del tallo (Helminthosporium
sigmoideum) y piricularia o tizón
(Pyricularia oryzae) cuando se usan
cantidades excesivas de N y cantida-
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
1.8-2.6 <1.5
1.4-2.0 <1.2
1.5-2.0 <1.2
des insuficientes de K.
Contenido de K en la planta
Durante el crecimiento vegetativo hasta la
floración, el suplemento de K es general-
mente suficiente y la posibilidad de respues-
ta es baja si el contenido foliar de K está
entre 1.8 y 2.6%. Para producir el máximo
número de espiguillas por panoja, el conteni-
do de K en las hojas maduras debe ser >2 %
al embuchamiento.
El nivel crítico de K en la paja a la cosecha
está entre 1.0 y 1.5%, pero rendimientos
mayores a 7 t ha.-1 requieren concentracio-
nes de K >1.2% en la paja y >1.2% en la hoja
bandera a la floración.
Para óptimo crecimiento, la relación N:K en
la paja debe estar entre 1:1 y 1:1.4.
Contenido de K en el suelo
En arroz de inundación, los contenidos de K
extraídos con acetato de amonio (NH4OAc
1N) varían entre 0.05 a 2.0 cmolc kg-1 (multi-
plicar por 391 para transformar a ppm o mg
kg-1). A menudo se usa un nivel crítico gene-
ral de 0.2 cmolc kg-1 de suelo, sin embargo,
dependiendo de la textura y mineralogía del
suelo y del aporte de K de fuentes naturales,
el nivel crítico de K extraído con NH4OAc 1N
puede variar de 0.1 a 0.4 cmolc kg-1. La can-
tidad de K retenido (fijado) depende del tipo
y cantidad de arcilla, por esta razón, los nive-
les críticos son más altos en suelos que con-
tienen altas cantidades de arcillas de tipo
2:1. A continuación se presentan diferentes
criterios que ayudan a determinar el estado
del K en el suelo:

4 K intercambiable <0.15 cmolc kg-1:
contenido bajo de K, respuesta segura
a la aplicación de fertilizantes potási-
cos.
4 K intercambiable 0.15-0.45 cmolc kg-1:
contenido medio de K, respuesta pro-
bable a la aplicación de fertilizantes
potásicos.
4 K intercambiable >0.45 cmolc kg-1: alto
contenido de K, respuesta a la aplica-
ción de fertilizantes potásicos solamen-
te cuando se obtienen rendimientos
altos (>8 t ha-1).
En suelos de zonas bajas con alta capacidad
de fijación de K y de liberación de K no inter-
cambiable (por ejemplo, suelos con vermicu-
lita), el K extraído con NH4OAc 1N es a me-
nudo bajo (<0.2 cmolc kg-1) y éste no es un
método de extracción confiable para deter-
minar el suplemento de K.
La saturación de K (% de la CIC total) es a
menudo un mejor indicador de la capacidad
del suelo de suplementar K, antes que la
cantidad absoluta de K extraída con NH4OAc
1N. Esto se debe a que el porcentaje de
saturación de K toma en cuenta la relación
entre el K y los otros cationes intercambia-
bles (Ca, Mg, Fe). Los rangos propuestos
son los siguientes:
4 Saturación de K <1.5%: saturación
baja, respuesta segura a la aplicación
de K.
4 Saturación de K 1.5-2.5%: saturación
media, respuesta probable a la aplica-
ción de K.
4 Saturación de K >2.5%: saturación alta,
respuesta poco probable a la aplicación
de K.
Otros niveles críticos donde es probable que
ocurra deficiencia de K son los siguientes:
4 0.05 cmolc K kg-1: Electro-ultrafiltración
(EUF-K), 0-10 minutos.
4 0.12 cmolc K kg-1: EUF-K, 0-35 minutos.
4 0.25 cmolc K kg-1: HNO3 1N (K de lenta
liberación), 196 kg K ha-1 Mehlich III,
Arkansas.
84
Un rango de (Ca + Mg):K >100 (todos medi-
dos como cationes intercambiables) puede
indicar una baja disponibilidad de K en el
suelo.
Causas de la deficiencia de K
Las causas comunes de la presencia de sín-
tomas de deficiencia de K son las siguientes:
4 Baja capacidad de suplemento de K del
suelo.
4 Insuficiente aplicación de fertilizantes
potásicos.
4 Remoción completa de la paja del lote.
4 Bajo contenido de K en el agua de irri-
gación.
4 Baja eficiencia de recuperación de K
aplicado debido a alta fijación en el
suelo o a pérdidas por lixiviación.
4 Presencia de cantidades excesivas de
substancias reducidas (H2S, ácidos
orgánicos, Fe2+) en suelos pobremente
drenados, lo que retarda el crecimiento
de las raíces y la absorción de K.
4 Relaciones Na:K, Mg:K, o Ca:K muy
amplias o en condiciones salino sódi-
cas del suelo. Exceso de Mg en suelos
derivados de rocas ultra básicas.
Concentraciones altas de bicarbonatos
en el agua de riego.
Incidencia de la deficiencia de K
La deficiencia de K en arroz es más común
bajo las siguientes prácticas de manejo del
cultivo:
4 Excesivo uso de N o N + P con aplica-
ción insuficiente de K.
4 Durante el primer crecimiento de arroz
sembrado directamente, cuando la
población de plantas es alta y el siste-
ma radicular es superficial.
4 Los cultivares difieren en su susceptibi-
lidad a la deficiencia de K y en la res-
puesta a la aplicación de fertilizantes
potásicos. El requerimiento de K de los
híbridos de arroz es mayor que las
variedades debido a que los híbridos
tienen una relación N:K más estrecha
en la planta. Se requiere de K adicional
85
para sostener un vigoroso sistema radi-
cular, incrementar la formación de raí-
ces superficiales y mejorar el llenado
del grano de los híbridos de arroz.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de K son los siguientes:
4 Suelos naturalmente bajos en K
8 Suelos de textura gruesa con baja
CIC y bajas reservas de K.
8 Suelos altamente meteorizados con
baja CIC y bajas reservas de K,
como los suelos ácidos Ultisoles y
Oxisoles, y otros suelos degrada-
dos de los trópicos.
4 Suelos en los cuales se inhibe la absor-
ción de K.
8 Suelos arcillosos con una alta fija-
ción de K debido a la presencia de
abundante cantidad de arcillas de
tipo 2:1 (illita o vermiculita).
8 Suelos con un alto contenido de K,
pero que tienen una amplia relación
(Ca + Mg):K. Ejemplos son los sue-
los calcáreos y los suelos derivados
de rocas ultra básicas. Una relación
(Ca + Mg):K muy alta resulta en una
adsorción más fuerte de K a los
sitios de intercambio y reduce la
concentración de K en la solución
del suelo.
8 Suelos sulfato ácidos lixiviados con
un bajo contenido de bases. La defi-
ciencia de K en suelos sulfato ácidos
puede ocurrir aun cuando el suelo
contenga cantidades altas de K.
8 Suelos pobremente drenados y
fuertemente reducidos donde la
absorción de K es inhibida por la
presencia de H2S, ácidos orgánicos
y una excesiva concentración de
Fe2+.
8 Suelos orgánicos (Histosoles) con
reservas bajas de K.
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de K
En las condiciones anaeróbicas que se pro-
ducen después de la inundación, el K se
desplaza de la fase de intercambio a la solu-
ción del suelo debido a la competencia por
los sitios de intercambio con el Fe2+ y el Mn2+
que aparecen en estas condiciones. Esto
incrementa la concentración de K en la solu-
ción del suelo y mejora la difusión del
nutriente hacia las raíces del arroz, particu-
larmente en los suelos con baja capacidad
de fijar K como los suelos dominados por
arcillas tipo 1:1 (caolinita). Sin embargo, una
mayor concentración de K en la solución del
suelo puede incrementar las pérdidas por
lixiviación en suelos de textura gruesa o en
suelos con altas tasas de percolación (>10
mm/día).
La inundación de suelos que contienen ver-
miculita, illita u otros materiales que fijen K
(arcillas de tipo 2:1) puede incrementar la
fijación y reducir la concentración de K en la
solución del suelo y el arroz pasa a depender
de las reservas no intercambiables de K. Las
raíces del arroz liberan H+ (para balancear el
exceso de absorción de cationes) y O2 (para
oxidar el Fe2+), sin embargo, ambos proce-
sos causan acidificación de la rizosfera,
incrementando de esta forma la liberación de
K no intercambiable (debido a que el K es
desplazado de las posiciones inter-laminares
por los iones H+).
Absorción y remoción de K por el
cultivo
La eficiencia del uso interno de K en arroz
depende del suplemento de K y del estado
general de la planta. En condiciones de nutri-
ción balanceada y óptimas condiciones de
crecimiento, se puede esperar una eficiencia
interna de 69 kg de grano kg-1 de K absorbi-
do. Esto equivale a una remoción de 14.5 kg
de K t.-1 de grano a niveles de rendimientos
económicos (70–80% del rendimiento máxi-
mo) (Sección 2.5).
Sin embargo, en lotes de agricultores, el pro-
medio estimado de la eficiencia interna de
K es solamente de 60 kg de grano kg-1 de K
absorbido. El promedio observado de la
remoción de K en sistemas irrigados en Asia
es de 17 kg de K t.-1 de grano (Tabla 13).
 86

Tabla 13. Absorción y contenido de K de las variedades modernas de arroz.

Parte de la planta Rango típico observadoa Promedio observadob

kg de K absorbido t.-1 de grano

Grano + paja 14-20 17.0

Grano 2-3 2.5
Paja 12-17 14.5
Contenido de K (%)
Grano 0.22-0.31 0.27
Paja 1.17-1.68 1.39
Espiguillas vacías 0.61-1.20 1.07
a
25-75% de rangos intercuartiles de lotes de agricultores y de experimentos de campo en Asia
(n = 1 300).
b
Mediana de lotes de agricultores y experimentos de campo en Asia (n = 1 300).

Teniendo en cuenta esta relación, una cose-
cha de 6 t ha-1 de grano absorbe ~100 kg de
K ha-1 (comparado con solamente 87 kg de K
ha-1 en condiciones de crecimiento óptimo).
Del total de K absorbido, el 80% permanece
en la paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~2.5 kg de K t.-1 de
grano. Cuando se quema la paja no se pier-
de K a la atmósfera, sin embargo, éste se
puede perder por lixiviación de la ceniza si la
paja se acumula y quema en montones gran-
des.
Manejo general de K
El manejo de K debe considerarse como
parte de un sistema de manejo de la fertili-
dad a largo plazo, debido a que el K no cam-
bia de forma o se pierde fácilmente de la
zona radicular por los procesos químicos y
biológicos de corto plazo que gobiernan en el
suplemento de N en el arroz.
El manejo de K debe asegurar que la eficien-
cia de uso del N no esté limitada por defi-
ciencia de K. A continuación se presentan
recomendaciones generales de manejo para
prevenir la deficiencia y mejorar la eficiencia
de uso de K:
4 Fuentes naturales: Se debe estimar el
ingreso de K de fuentes naturales al sis-
tema para lograr determinar los requeri-
mientos específicos de K para cada
sitio. En la mayoría de las zonas de
arroz irrigadas, el aporte de K en el
agua de riego varía entre 10-50 kg de K
ha-1 por cultivo, lo cual es suficiente
para balancear la remoción de K por el
cultivo y las pérdidas por lixiviación, a
los rendimientos promedio actuales de
5-6 t ha-1. La concentración de K en el
agua de riego tiende a seguir el siguien-
te comportamiento: agua de pozo poco
profundo cerca de asentamientos
humanos (5–20 mg de K L.-1), pozos
profundos (3–10 mg de K L.-1, hasta 20
mg de K L.-1 en capas volcánicas), agua
superficial de canal o río (1–5 mg de K
L.-1).
Los aportes de K por agua de riego se
pueden calcular cuando se conoce la
cantidad de agua que se usa durante el
ciclo. Por ejemplo, si el promedio de la
concentración de K en el agua es de 3
mg L.-1, existe un aporte de 30 kg de K
ha-1 si se usan 1.000 mm de agua de
riego. El contenido de K en el agua de
riego puede variar considerablemente
de sitio a sitio y de año a año. La utiliza-
87
ción de agua de riego con bajo conteni-
do de K puede promover la reducción
de K en el suelo y llevar a severa defi-
ciencia, mientras que las aguas ricas en
K pueden contener suficiente K para
satisfacer las necesidades de cultivos
de alto rendimiento. Si se desea mane-
jar la nutrición por cada sitio específico
es necesario saber la magnitud de este
aporte.
4 Manejo del suelo: Se puede incremen-
tar la absorción de K mejorando la con-
dición sanitaria del sistema radicular
mediante prácticas de manejo como
por ejemplo, labranza profunda (para
mejorar la percolación a por lo menos
3-5 mm por día) y evitando excesivas
condiciones de reducción en el suelo.
4 Manejo del cultivo: Se debe establecer
una adecuada población de plantas
saludables de arroz, usando semilla de
alta calidad de una variedad moderna
que tenga múltiple resistencia a plagas
y enfermedades, y que se pueda mane-
jar bien en el lote.
4 Manejo de la paja: Es aconsejable
incorporar el residuo de la paja al suelo.
Sin embargo, si la única alternativa es
quemar la paja, el residuo debe espar-
cirse bien en el lote (por ejemplo, en la
misma distribución dejada por la combi-
nada en el lote) antes de la quema. La
ceniza que queda acumulada cuando
se quema en montones debe luego
esparcirse en el lote.
4 Manejo balanceado de los fertilizantes:
Se deben aplicar las dosis óptimas de N
y P, y corregir las deficiencias de micro-
nutrientes. Se deben aplicar fertilizan-
tes potásicos, residuos de corral y otros
materiales (cáscara de arroz, ceniza)
para reponer el K removido en el arroz
cosechado.
A continuación se presentan algunas reco-
mendaciones de fertilización de uso general
en arroz:
4 Se deben corregir las deficiencias de
otros nutrientes (N, P, Zn), se deben
corregir otros problemas en el suelo
(restricciones en la profundidad del sis-
tema radicular, toxicidades) y se debe
asegurar el adecuado manejo general
del cultivo para maximizar la respuesta
del cultivo al K. Las dosis de K para
mantener rendimientos de 5-7 t ha-1 y
para reponer el K removido en el grano
y en la paja varían entre 20 y 100 kg de
K ha-1 (para convertir a K2O multipli-
car por 1.2). La dosis requerida depen-
de de muchos factores: la capacidad
tampón de K del suelo (alta en vertiso-
les y otros suelos que contienen arcillas
fijadoras de K), textura del suelo, dispo-
nibilidad de otros nutrientes, variedad,
meta de rendimiento, manejo de la
paja, intensidad del cultivo y la cantidad
de K presente en el agua de riego. En
muchas zonas arroceras del mundo se
obtienen respuestas significativas al K
solamente cuando todos los otros facto-
res se manejan adecuadamente y los
rendimientos son superiores a 6 t ha-1.
4 Si la mayoría de la paja permanece en
el lote (después de la cosecha con una
combinada o cosecha manual de las
panojas) y los aportes de K de residuos
de corral y otros residuos son bajos, se
debe aplicar 3 kg de K t.-1 de grano
cosechada (por ejemplo, 15 kg si el ren-
dimiento fue de 5 t ha-1) para reponer la
remoción de K del lote.
4 Cuando se saca la paja del lote y el
aporte de otras fuentes de K (residuos
de corral, agua, sedimento) es bajo, se
debe aplicar al menos 10 kg de K t.-1 de
grano cosechada (50 kg de K por 5 t
ha-1 de rendimiento) para reponer la
mayoría de K removido. Para evitar el
agotamiento de K del suelo, y si el pre-
supuesto lo permite, se debe tratar de
reponer todo el K removido del lote apli-
cando 15 kg de K ha-1 por cada tonela-
da de grano cosechada.
4 Los híbridos de arroz requieren siempre
de aplicaciones más altas de K (50-100
kg de K ha-1 en la mayoría de suelos).

Manejo de K por sitio específico en
arroz irrigado
A continuación se presentan algunas consi-
deraciones importantes para diseñar las
recomendaciones de K por sitio específico:
1 Estimar la demanda de K para una
meta de rendimiento.
2 Estimar el potencial de K nativo del
suelo.
3 Estimar la eficiencia de recuperación de
K aplicado.
4 Calcular las dosis de K en función de
los pasos 1-3.
5 Decidir el número de fracciones y el
calendario de aplicación de K.
Referirse a los Anexos 6 y 7 al final de esta
sección para instrucciones detalladas y
ejemplos.
NOTAS:
✍ El rendimiento de grano se refiere al
peso de granos enteros ajustados al
14% de humedad. Todos los cálculos
se basan en K elemental. Para conver-
tir K a K2O, multiplicar por 1.2.
La estrategia de manejo de K por sitio
✍
específico en arroz irrigado descrita
anteriormente asume el uso balanceado
de nutrientes, adecuado manejo del cul-
tivo y que no existen otros problemas
agronómicos que limiten el rendimiento
de grano (se deben usar variedades
modernas de arroz con un índice de
cosecha de ~0.5, semillas de buena cali-
dad, establecimiento apropiado del culti-
vo, ausencia de estrés por agua, y debe
haber poco o ningún daño por plagas).
Variedades cultivadas en ecosistemas
de secano de zonas bajas y de zonas
altas tienen a menudo menores índices
de cosecha (0.3-0.4) y pueden sufrir de
estrés por agua, lo que reduce la efi-
ciencia de uso interno de K, e incre-
menta la demanda de este nutriente
para un nivel de rendimiento dado. Bajo
condiciones sub-óptimas, la eficiencia
88
de uso interno se reduce, es decir, la
curva de respuesta declina y se produ-
ce menor rendimiento de grano por una
cantidad dada de K absorbido.
✍ Por definición, el KNS representa el
potencial de suplemento de K de fuen-
tes nativas del suelo. Solo puede medir-
se con precisión en temporadas con
clima favorable y buen manejo del culti-
vo, asumiendo que no existe otro factor
que limite el crecimiento. En un clima
tropical, es mejor medir el KNS en un
cultivo de temporada seca.
✍ Si el contenido de KNS va de medio a
alto (>80 kg de K ha-1) y el rendimiento
actual está cerca a la meta de rendi-
miento escogida, la estrategia descrita
arriba resulta en una nutrición balan-
ceada y en un presupuesto balanceado
de K.
✍ En suelos con muy bajo KNS (<50 kg
de K ha-1) la recomendación de K para
lograr una alta meta de rendimiento
puede ser muy costosa para implemen-
tarse en un solo ciclo. En esta situación
se recomienda incrementar el KNS en
varios ciclos de cultivo con aplicaciones
de cantidades moderadas a altas de K
hasta que se pueda lograr la meta de
rendimiento.
✍ Si la cantidad de K aplicada es alta,
pero el crecimiento del cultivo se redu-
ce (debido a factores diferentes a la
nutrición) y no se alcanza la meta de
rendimiento, un exceso de K se man-
tendrá en el suelo (balance positivo de
K). Al contrario, el rendimiento logrado y
la absorción de K pueden exceder la
meta por clima favorable o particular-
mente por un excelente manejo de cul-
tivo (balance negativo de K). Para cal-
cular la recomendación de K para el
siguiente cultivo de arroz, la estimación
del KNS debe ajustarse, siendo mayor
si el balance anterior fue positivo, o
siendo menor si el balance del cultivo
anterior fue negativo. Un ajuste general
del KNS se puede lograr usando la
siguiente ecuación:
89

Tabla 14. Fuentes de K para arroz.

Nombre Fórmula Contenido Comentarios

Cloruro de potasio KCl 50% K Muriato de potasio

(60% K2O)
Nitrato de potasio KNO3 37% K, 13% N En compuestos
(44% K2O)
Sulfato de potasio K2SO4 40-43% K, 18% S En compuestos
(50% K2O)
Langbeinita K2SO4 ⋅ MgSO4 18% K, 11% Mg, Rápida acción
22% S
Fertilizantes N+P+K Variable Común en arroz
compuestos

KNS* (kg de K ha-1) cantidades de K disponible.

4 Cuando los niveles de rendimientos
≈ KNS + [(FKa+ CKRa – UKa) x FRKr] (K4) normal son bajos (<5 t ha-1)

donde KNS* es el KNS predicho por la

fórmula para el siguiente cultivo (ajusta-
do al balance actual de K); KNS es la
estimación inicial del KNS (kg de K
ha-1); FKa es la cantidad de K aplicado
(kg ha-1); CKRa es la cantidad de K que
permanece en el lote en los residuos
del cultivo (estimada con la ecuación
K1 y ajustada por las prácticas de
manejo de la paja, kg de K ha-1); UKa es
la absorción actual de K (estimada con
la ecuación K1 usando el rendimiento
actual de grano, kg de K ha-1) y FRKr es
la fracción de recuperación del K resi-
dual que permanece en el lote (kg kg-1,
~0.4).

Fuentes de K

El sodio (Na) puede sustituir al K en algunas

funciones no específicas en la planta (por
ejemplo control de la turgencia), pero no lo
puede reemplazar en funciones específicas
como la activación de enzimas. Se puede
usar NaCl (sal común) como un sustituto de
cualquiera de las fuentes de K (Tabla 14) en
las siguientes condiciones:
4 Cuando los fertilizantes potásicos no
están disponibles o son muy costosos.
4 Cuando los suelos contienen pequeñas
 90

Anexo 6. Pasos para calcular las recomendaciones de fertilizanates potásicos por sitio
específico.

Paso 1. Estimación de la demanda de K por el cultivo (UK)

Definir el rendimiento máximo (Rmax) basándose en las condiciones climáticas del sitio espe-
cífico.

Usar la Figura 10 para estimar la cantidad de K requerida para lograr la meta de rendimien-
to definida para el rendimiento máximo (Rmax) establecido (Sección 2.5).

Meta de rendimiento (kg ha-1) Rmax (t ha-1)

11
10000 — —
10
9
8000 — — 8
7
6000 — — 6

4000 — —

2000 — —

Figura 10. Relación entre el

0 — ı ı ı ı ı ı ı ı ı
rendimiento máximo (Rmax), la
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200
K en la planta (UK, kg ha-1) meta de rendimiento y la
absorción total de K (UK).

Paso 2. Estimación del potencial de suplemento de K nativo del suelo (KNS)

Si se midió el rendimiento de grano (t ha-1) en parcelas de omisión de K (Sección 2.4), cal-

cular el KNS de la siguiente forma:

si RG(NPK) ≤ RG(0 K), entonces KNS (kg de K ha-1) = RG(0 K) x 15;

si RG(NPK) > RG(0 K), entonces KNS (kg de K ha-1) = RG(0 K) x 13.

Si el rendimiento de grano se midió solo en parcelas NPK, y si se dispone de un buen esti-

mativo de la ERK, usar la Ecuación K1:

KNS (kg de K ha-1) ≈ (RG x 17) – (ERK x FK) (K1)

donde, RG es el rendimiento de grano en t ha-1 (14% de humedad); ERK es la eficiencia apa-

rente de recuperación de K aplicado (~0.4–0.6 kg kg-1, ver abajo); y FK es la cantidad de K
aplicado (kg ha-1)

El KNS en la mayoría de los suelos cultivados con arroz irrigado de zonas bajas varía entre
30 y 120 kg de K kg ha-1 y es común encontrarlo en un rango de 60-90 kg de K ha-1 (el pro-
medio de KNS es de 80 kg de K ha-1) lo que es suficiente para sostener rendimientos de 4-
6 t ha-1 en el corto plazo, asumiendo un requerimiento del cultivo de 15 kg de K t.-1 de grano
si no se aplica K.
91

Anexo 6. Continuación...

Paso 3. Calcular la eficiencia de recuperación de K aplicado (ERK)

La ERK puede calcularse para un sistema particular de cultivo y método de aplicación de K

conduciendo un experimento con diferentes dosis de K cuyo crecimiento no esté limitado
por el abastecimiento de otros nutrientes. La ERK puede entonces calcularse por diferencia
usando la Ecuación K2:

ERK (kg kg-1) = (UK2 – UK1)/(FK2 – FK1) (K2)

donde, ERK es la eficiencia de recuperación de K (kg de K absorbido por kg de K aplicado);

UK es la absorción total de K en paja y grano (kg ha-1); y FK es la cantidad de K añadido
(kg ha-1) en dos tratamientos diferentes (el Tratamiento 2 recibe una mayor dosis de K que
el Tratamiento 1).

Es ideal utilizar una parcela de 0 K como referencia (Tratamiento 1).

Una estimación razonable de la ERK para arroz de zonas bajas es de 0.4-0.6 kg kg-1.
Eficiencias más altas (≥0.5) se obtienen cuando se aplica el K al voleo o es aplicado en dos
o más fracciones. La eficiencia es baja (<0.5) cuando se incorporan altas cantidades de K
en forma basal a suelos de alta capacidad de fijación de K o en suelos de textura gruesa
susceptibles a lixiviación.

Paso 4. Calcular las dosis de K (FK)

Calcular la cantidad de K (FK) que se requiere para lograr la meta de rendimiento:

FK (kg de K ha-1) = (UK - KNS)/ERK (K3)

donde, UK es el total de K absorbido en grano y paja (kg ha-1); KNS es el suplemento de K

nativo del suelo (kg de K ha-1) y ERK es la eficiencia de recuperación de K absorbido (kg por
kg de K aplicado).

Paso 5. Calendario de la aplicación fraccionada de K

El K puede aplicarse en 1-3 fracciones. La primera dosis se aplica a la siembra o poco des-
pués, la segunda fracción en la etapa de iniciación de la panoja (IP) (40-50 DDT en varie-
dades de ciclo corto a medio), y la tercera en la primera floración (60-70 DDT). El número
de fracciones depende en la capacidad tampón de K del suelo, el método de establecimien-
to del cultivo y la importancia local de K para reducir la incidencia de plagas y enfermeda-
des.

Las guías generales para el fraccionamiento y el calendario de aplicación de los fertilizan-

tes potásicos son las siguientes:

4 Si la cantidad de K requerida es pequeña (FK<30 kg de K ha-1), todo el K se puede

suplementar con una aplicación basal.

4 Si la cantidad de K requerida es media a alta (FK 30-100 kg de K ha-1), aplicar dos frac-
ciones, 50% del total como aplicación basal o dentro de los 10-14 DDT, el otro 50% al
IP.
 92

Anexo 6. Continuación...

4 Si la cantidad de K requerida es alta (FK >100 kg de K ha-1), aplicar tres fracciones:

50% del total como aplicación basal o dentro de los 10-14 DDT, 30% al IP y 20% en la
floración.
4 En arroz sembrado directamente en alta densidad, la primera fracción de K debe apli-
carse a los 10-15 DDS.
4 En suelos donde otros factores limitan la absorción de K, o donde son probables las
pérdidas por lixiviación, debe dividirse la aplicación de K por lo menos en dos fraccio-
nes. Esto incluye suelos con alta CIC (alta fijación de K), suelos de textura gruesa y
suelos problema (suelos sulfato ácidos, alcalinos, con toxicidad de Fe, pobremente dre-
nados o deficientes en P).
4 Aplicar parte de la dosis de K en la floración para soportar el llenado de grano e incre-
mentar la resistencia al volcamiento y a las enfermedades en cultivos con biomasa
densa si la meta de rendimiento es muy alta. También se puede realizar aplicaciones
tardías de K en aspersiones foliares.

Anexo 7. Ejemplo 4 – Cálculo de recomendaciones de K por sitio específico.

Se asume que se trabaja con suelos fértiles irrigados de zonas bajas en Asia tropical, con
un rendimiento de grano de 3.5 t ha-1 cuando no se aplican fertilizantes. El suelo tiene sola-
mente una moderada capacidad de fijación de K y el cultivo se estableció por transplante.
La mayoría de la paja permanece en el lote después de la cosecha y se la quema in situ.

Paso 1. Cálculo de la demanda de K del cultivo (UK)

4 Temporada seca: meta de rendimiento de 7 t ha-1 [rendimiento máximo (Rmax) para esta
temporada: 10 t ha-1]:

UK ≈ 105 kg de K ha-1 (de la Figura 10)

4 Temporada lluviosa: meta de rendimiento de 5 t ha-1 [rendimiento máximo (Rmax) para

esta temporada: 7 t ha-1]:

UK ≈ 75 kg de K ha-1 (de la Figura 10)

Paso 2. Cálculo del potencial de suplemento de K nativo del suelo (KNS)

En un cultivo previo en condiciones favorables de temporada seca, cuando el agricultor

aplicó 30 kg de K ha-1 y la cantidad completa de N y P obtuvo un rendimiento de 5.9 t ha-1.
Se asume una eficiencia de recuperación de 0.5 kg de K kg-1 aplicado:

KNS ≈ (5.9 x 17) – (0.5 x 30) = 85 kg de K ha-1 (de la Ecuación K1)

Paso 3. Cálculo de la eficiencia de recuperación de K aplicado (ERK)

El suelo tiene una textura mediana-pesada (franco arcilloso) con una moderada capacidad
de fijación de K de modo que las pérdidas serían bajas (la mayoría de K que no es absor-
bido por el cultivo permanece en el suelo y beneficia a los siguientes cultivos de arroz).

ERK ≈ 0.5 kg kg-1 aplicado (50% de recuperación en el primer ciclo)

93

Anexo 7. Continuación...

Paso 4. Cálculo de las dosis de K a aplicarse como fertilizante (FK)

4 Temporada seca: meta de rendimiento de 7 t ha-1

FK = (105 – 85)/0.5 = 40 kg de K ha-1 = 48 kg de K2O ha-1 (de la Ecuación K3)
El agricultor remueve el grano (7 t x 2.5 kg de K t.-1 de grano = 18 kg de K ha-1) y ~20%
de la paja del lote (7 t de paja x 0.2 x 14.5 kg de K t.-1 de paja = 20 kg de K ha-1). La
dosis de K recomendada resulta en un pequeño balance positivo. La remoción total de
K es ~38 kg de K ha-1 y la cantidad de K recomendada resulta en un balance 0 de K.

4 Temporada lluviosa: meta de rendimiento de 5 t ha-1

FK = (75 – 87)/0.5 = -24 kg de K ha-1 (de la Ecuación K3)

Debido al menor potencial de rendimiento y al alto KNS, no es necesario aplicar K en
este cultivo en época lluviosa. Sin embargo, para mantener el KNS el agricultor debe
reponer el K removido del lote en el grano y en la paja (estimado de la Ecuación K1).
El agricultor remueve el grano (5 t x 2.5 kg de K t.-1 de grano = 12.5 kg de K ha-1) y ~20%
de la paja del lote (5 t de paja x 0.2 x 13.5 kg de K t.-1 de paja = 13.5 kg de K ha-1), la
remoción total es ~26 kg de K ha-1 y una aplicación de mantenimiento de ~25 kg de K
ha-1 se considera suficiente.

Paso 5. Número de fracciones y calendario de aplicación de K

Temporada seca: añadir 50% del FK en forma basal (KCl incorporado antes de la siembra)
y 50% de KCl al voleo al inicio de la panoja.

Temporada lluviosa: añadir todo el K en una aplicación basal (KCl incorporado antes de la
siembra).

Lectura recomendada Dobermann A, Cassman KG, Mamaril CP,

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95
3.4 Deficiencia de Zinc
Función y movilidad del Zn
El Zn es esencial para varios procesos bio-
químicos en la planta de arroz:
4 Síntesis de citocromos y nucleótidos.
4 Metabolismo de las auxinas.
4 Producción de clorofila.
4 Activación de enzimas.
4 Mantenimiento de la integridad de la
membrana.
El Zn se acumula en las raíces, pero puede
translocarse hacia las partes de la planta en
desarrollo. Sin embargo, debido a que existe
poca re-translocación de Zn dentro de la bio-
masa aérea, particularmente en plantas con
deficiencia de N, los síntomas de la deficien-
cia de Zn son más comunes en hojas jóve-
nes o de mediana edad.
(a)
(b) (c) (d)
Síntomas de deficiencia de Zn y efec-
tos en el crecimiento
Manchas cafés en las hojas superiores de
plantas pequeñas que aparecen entre 2-4
semanas después del transplante.
Los síntomas aparecen entre 2-4 semanas
después del transplante, el crecimiento de
las plantas en el lote es desigual y aparecen
parches de plantas mal establecidas, pero el
cultivo puede recuperarse sin intervención.
En casos severos de deficiencia de Zn, el
macollamiento se reduce y puede detenerse
completamente y el tiempo hasta la madurez
puede prolongarse. La deficiencia de Zn
puede también incrementar la esterilidad de
las espiguillas. Las nervaduras, particular-
mente aquellas cerca de la base de las hojas
jóvenes, se tornan cloróticas. Las hojas pier-
den el turgor, y las manchas y fajas cafés en
Síntomas de deficiencia de Zn
en arroz
(a) Crecimiento desigual de las
plantas en el lote, plantas pequeñas
(adelante). (b) Se reduce el maco-
llamiento. (c) La deficiencia de Zn
afecta severamente el crecimiento
(izquierda) (d) Aparecen manchas
cafés en la hojas superiores.

Tabla 15. Rangos óptimos y niveles críticos de Zn en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento Hoja Y
Macollamiento Toda la planta
las hojas inferiores crecen y se juntan. En
ocasiones aparece una línea blanca a lo
largo de las nervaduras de la hoja. El creci-
miento de la planta se estanca y se reduce el
tamaño de la hoja.
En Japón, la deficiencia de Zn es la causa
del desorden en arroz denominado “Akagare
Tipo II”.
Otros efectos en el crecimiento son los
siguientes:
4 Los síntomas pueden ser más pronun-
ciados dentro de las primeras etapas de
crecimiento por la inmovilización de Zn
(debido al incremento en la concentra-
ción de bicarbonato en el suelo donde
persisten condiciones de fuerte reduc-
ción después de la inundación). Si la
deficiencia no es severa las plantas
pueden recuperarse dentro de 2-4
semanas, pero se retrasa la madurez y
se reduce el rendimiento.
4 Los síntomas pueden parecerse a los
de la deficiencia de Fe (Sección 3.9),
que también ocurre en suelos alcalinos.
En suelos alcalinos, la deficiencia de Zn
a menudo se asocia con la deficiencia
de S (Sección 3.5).
4 Los síntomas pueden parecerse a los
de la deficiencia de Mn (Sección 3.10) y
a la deficiencia de Mg (Sección 3.7).
4 Las manchas en las hojas pueden pare-
cerse a los síntomas de toxicidad de
Fe, pero ésta ocurre en suelos con un
alto contenido orgánico y bajo pH.
4 Los síntomas pueden parecerse a la
enfermedad viral denominada tungro.
Contenido de Zn en la planta
Los rangos de deficiencia de Zn, en toda la
96
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) deficiencia (mg kg-1)
25-50 <20
25-50 <10
planta, durante el crecimiento vegetativo
(macollamiento) son los siguientes (Tabla
15):
4 <10 mg de Zn kg-1: deficiente
4 10-15 mg de Zn kg-1: muy probable defi-
ciencia
4 15-20 mg de Zn kg-1: probable deficien-
cia
4 >20 mg de Zn kg-1: suficiente
Las relaciones de P:Zn y Fe:Zn, en toda la
planta, desde el macollamiento hasta la
etapa de IP son buenos indicadores del esta-
do de Zn en la planta. No se deben exceder
los siguientes valores:
4 P:Zn = 20-60:1 en plantas de 6 sema-
nas después de la siembra.
4 Fe:Zn = 5-7:1 en plantas de 6 semanas
después de la siembra.
La concentración de Zn en la hoja es un indi-
cador menos confiable, excepto en casos de
extrema deficiencia (Zn foliar <15 mg kg-1).
Contenido de Zn en el suelo
Los niveles críticos para que se presente
deficiencia de Zn son los siguientes:
4 0.6 mg de Zn kg-1: NH4-OAc 1N, pH 4.8.
4 0.8 mg de Zn kg-1: métodos con DTPA.
4 1.0 mg de Zn kg-1: HCl 0.05N.
4 1.5 mg de Zn kg-1: métodos con EDTA.
4 2.0 mg de Zn kg-1: HCl 0.1N.
Suelos calcáreos (pH >7) con un contenido
moderadamente alto de materia orgánica
(>1.5% de C orgánico) tienen una buena pro-
babilidad de ser deficientes en Zn debido a la
presencia de altas cantidades de HCO3- en la
solución.
97
Una relación Mg:Ca intercambiables >1 en el
suelo puede resultar en deficiencia de Zn.
Causas de la deficiencia de Zn
La deficiencia de Zn puede producirse por
uno o más de los siguientes factores:
4 Pequeñas cantidades de Zn disponible
en el suelo.
4 Variedades susceptibles a la deficiencia
de Zn (IR26).
4 Un pH alto (≥7 bajo condiciones anae-
róbicas). La solubilidad de Zn disminu-
ye por dos órdenes de magnitud por
cada unidad de incremento en el pH. El
Zn se precipita como Zn(OH)2, un com-
puesto escasamente soluble, cuando el
pH de suelos ácidos incrementa des-
pués de la inundación.
4 Altas concentraciones de HCO3-, debi-
do a las condiciones reductoras de los
suelos calcáreos con un alto contenido
de materia orgánica, o por las altas con-
centraciones de HCO3- en el agua de
irrigación.
4 Menor absorción de Zn por incremento
en la disponibilidad de Fe, Ca, Mg, Cu,
Mn y P después de la inundación.
4 Formación de fosfatos de Zn después
de la aplicación de altas cantidades de
P. Alto contenido de P en el agua de irri-
gación (solo en áreas con agua conta-
minada).
4 Formación de complejos entre el Zn y la
materia orgánica en suelos con un alto
pH y alto contenido de materia orgáni-
ca, o por abundantes aplicaciones de
estiércoles y residuos del cultivo.
4 Precipitación de Zn y ZnS cuando el pH
se reduce en suelos alcalinos después
de la inundación.
4 Excesivo encalado.
4 Amplia relación Mg:Ca (>1) y la adsor-
ción de Zn por CaCO3 y MgCO3.
4 Exceso de Mg en suelos derivados de
rocas ultra básicas.
Incidencia de la deficiencia de Zn
Entre los micronutrientes, la deficiencia de
Zn es la más común en arroz. Su incidencia
se ha incrementado desde la introducción de
variedades modernas, la intensificación del
cultivo y el incremento de la remoción de Zn.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Zn son los siguientes:
4 Suelos neutros y calcáreos que contie-
nen abundantes cantidades de bicarbo-
nato. En estos suelos, la deficiencia de
Zn a menudo ocurre simultáneamente
con la deficiencia de S (común en India
y Bangladesh).
4 Suelos intensamente cultivados en
donde se han aplicado altas cantidades
de fertilizantes nitrogenados, fosfatados
y potásicos en el pasado.
4 Suelos con una inundación prolongada
(tres cultivos de arroz en un año) y sue-
los con deficiente drenaje con conteni-
dos medios a altos de materia orgánica.
4 Suelos sódicos y salinos.
4 Suelos de turba.
4 Suelos con altos contenidos de P y Si
disponibles.
4 Suelos arenosos.
4 Suelos ácidos altamente meteorizados
y de textura gruesa que contienen
pequeñas cantidades de Zn disponible.
Suelos derivados de serpentina (un
bajo contenido de Zn en el material
parental) y laterita.
4 Suelos sulfato ácidos viejos, lixiviados,
con bajas concentraciones de K, Mg y
Ca.
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de Zn
La deficiencia de Zn raras veces se presen-
ta en condiciones aeróbicas en suelos de
arroz de secano. Bajo condiciones de inun-
dación, la disponibilidad de Zn disminuye por
la reducción en la solubilidad de Zn a medi-
da que el pH aumenta. El Zn se precipita
como Zn (OH)2 en suelos ácidos y como ZnS
en suelos sódicos y calcáreos. El Zn también
se adsorbe fuertemente en el CaCO3 o en el
MgCO3 y en óxidos de Zn y Mn. En suelos

calcáreos, después del flujo de actividad
microbiana que sigue a la inundación, el
HCO3- es el anión predominante y su presen-
cia hace que se reduzca el transporte de Zn
desde las raíces hacia la parte aérea de la
planta y en menor escala la absorción de Zn
por las raíces. La absorción de Zn se reduce
por el incremento en la concentración de áci-
dos orgánicos que ocurre bajo condiciones
de inundación inmediatamente después del
ingreso del agua, principalmente en climas
temperados o en suelos problema. Bajo con-
diciones anaeróbicas, el Zn también forma
fosfatos de Zn insolubles.
El pH de la rizosfera es importante en la
absorción de Zn. La rizosfera es ácida debi-
do a:
4 Liberación de H+ por las raíces para
balancear el exceso de absorción de
cationes sobre aniones.
4 Generación de H+ en la oxidación del
Fe2+ por el O2 liberado de las raíces.
Las condiciones de rizosfera ácida liberan el
Zn de las fracciones ácidas solubles [Zn
adsorbido, materia orgánica o Fe(OH)3] y el
elemento se torna disponible para ser absor-
bido por la planta. Como la concentración de
Zn en el suelo es baja, las plantas de arroz
absorben la mayoría de Zn después que se
ha solubilizado en la rizosfera.
Absorción y remoción de Zn por el
cultivo
La remoción de Zn por el arroz es de 0.04-
0.06 kg de Zn t.-1 de grano, con un promedio
de 0.05 (Sección 5.3).
Un cultivo con un rendimiento de 6 t ha-1 de
grano absorbe ~0.3 kg de Zn, de los cuales
el 60% permanece en la paja durante la
madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~0.02 kg de Zn t.-1
de grano. La quema de la paja no causa pér-
didas significativas de Zn.
98
Estrategias preventivas para el mane-
jo de Zn
La prevención de la deficiencia de Zn es
parte integral del manejo general del cultivo.
Las medidas generales para prevenir esta
deficiencia se describen a continuación:
4 Variedades: Seleccionar variedades que
utilicen eficientemente el Zn, que sean
tolerantes al alto contendido de HCO3- y
a la baja concentración de Zn disponible
en el suelo. Las primeras variedades
modernas (IR26) eran susceptibles a
desarrollar deficiencia de Zn, pero las
nuevas líneas son ahora seleccionadas
por su tolerancia a ambientes de bajo
Zn, y algunos cultivares están particular-
mente adaptados al estrés de Zn
(IR8192-31, IR9764-45). Las variedades
tolerantes podrían no responder a la
aplicación de Zn en suelos con una lige-
ra deficiencia de Zn.
4 Vivero: Aplicar ZnSO4 al voleo en las
camas de los viveros.
4 Establecimiento del cultivo: Mojar las
plántulas o sumergir las semillas en una
suspensión de ZnO al 2-4% (20-40 g de
ZnO L.-1 H2O).
4 Manejo de los fertilizantes: Usar fertili-
zantes que generan acidez (sustituir
urea con sulfato de amonio). Aplicar
residuos de corral. Aplicar de 5-10 kg
de Zn ha-1 como ZnSO4, ZnO o ZnCl2
como un profiláctico, ya sea incorporán-
dolo al suelo antes de la siembra o
transplante, o aplicándolo a la cama del
vivero pocos días antes del transplante
(Tabla 16). Los efectos de las aplicacio-
nes de Zn pueden persistir hasta por 5
años dependiendo del suelo y del siste-
ma de cultivo. En suelos alcalinos con
severa deficiencia de Zn, los efectos
residuales de ZnSO4 aplicado son
bajos, y por lo tanto se debe aplicar Zn
a cada cultivo. En otros suelos se
deben hacer aplicaciones de ZnSO4
cada 2-8 cultivos, pero debe monito-
rearse el contenido de Zn en el suelo
para evitar la acumulación de concen-
traciones tóxicas de este nutriente.
99
Tabla 16. Fuentes de Zn para arroz.
Nombres Fórmula
Sulfato de zinc ZnSO4 ⋅ H2O
ZnSO4 ⋅ 7H2O
Carbonato de zinc ZnCO3
Cloruro de zinc ZnCl2
Quelato de zinc Na2Zn-EDTA
Na2Zn-HEDTA
Oxido de zinc ZnO
4 Manejo del agua: Permitir el drenaje y
secado periódico de los lotes perma-
nentemente inundados (tres cultivos en
un año). Monitorear la calidad del agua
de irrigación. El pH es un indicador
aproximado de posibles excesos de
HCO3- :
8 pH 6.5-8.0: agua de buena calidad.
8 pH 8.0-8.4: marginalmente acepta-
ble, pero se debe revisar el conteni-
do de HCO3-.
8 pH >8.4: no usar en irrigación a
menos que sea diluida con agua
pH <6.5.
Tratamiento de la deficiencia de Zn
Las deficiencias de Zn se corrigen mejor con
aplicaciones al suelo. En suelos de alto pH
son más efectivas las aplicaciones superfi-
ciales que las incorporadas. Es más común
utilizar ZnSO4 por su alta solubilidad en
agua, sin embargo, el ZnO es más barato.
Las siguientes medidas, utilizadas individual-
mente o en conjunto, son efectivas, pero
deben implementarse inmediatamente que
aparezcan los síntomas:
4 Si se observan síntomas de deficiencia
de Zn en el lote, aplicar de 10-25 kg ha-1
de ZnSO4 ⋅ 7H2O. La absorción de Zn es
más eficiente cuando el ZnSO4 se apli-
ca al voleo y no se incorpora, particular-
mente en arroz sembrado directamen-
te. Para que la aplicación sea homogé-
nea, mezclar el sulfato de Zn (25%) con
arena (75%).
Contenido de Zn (%) Comentarios
36 Soluble, acción
23 rápida
52-56 Acción rápida
48-50 Soluble, acción
rápida
14 Acción rápida
9 Acción rápida
60-80 Insoluble, acción
lenta
4 Aplicar 0.5-1.5 kg de Zn ha-1 en asper-
sión foliar (solución al 0.5% de ZnSO4,
aplicar 200 L de la solución ha-1) para
tratamientos de emergencia en plantas
que todavía están creciendo. Empezar
las aplicaciones al macollamiento (25-
30 DDT), pero pueden ser necesarias
de 2-3 aplicaciones en intervalos de 10-
14 días. Se pueden usar quelatos de Zn
(Zn-EDTA) para aplicaciones foliares,
pero su costo es mayor.
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3.5 Deficiencia de Azufre
Función y movilidad del S
El S es un constituyente esencial en los
amino ácidos (cisteina, metionina y cistina)
que están envueltos en la producción de clo-
rofila, en la síntesis de proteínas y en el fun-
cionamiento y estructura de las plantas.
También es un constituyente de las coenzi-
mas necesarias para la síntesis de proteí-
nas. El S se encuentra en las hormonas tia-
mina y biotina que intervienen en el metabo-
lismo de los carbohidratos. El S también está
involucrado en algunas reacciones de oxido-
reducción. Es menos móvil que el N en la
(a)
(b) (d)
(c)
102
planta, por lo tanto, la deficiencia de S tiende
a presentarse en las hojas jóvenes. La defi-
ciencia de S reduce el contenido de cisteina
y metionina en el arroz y por lo tanto afecta
la nutrición humana.
Síntomas de deficiencia de S y efec-
tos en el crecimiento
Plantas de color verde pálido, hojas jóve-
nes con una coloración verde claro.
En contraste con la deficiencia de N (Sección
3.1) donde las hojas viejas se afectan prime-
Síntomas de deficiencia de S
en arroz
(a), (b) Aparece un color amarillen-
to pálido en las hojas jóvenes y se
reduce el tamaño de las plantas y el
macollamiento. (c), (d) La clorosis
es más pronunciada en las hojas
jóvenes, las puntas de estas hojas
se tornan necróticas.
103
Tabla 17. Rangos óptimos y niveles críticos de S en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento Hoja Y
Macollamiento Toda la planta
Floración Hoja bandera
Floración Toda la planta
Madurez Paja
ro, la deficiencia de S resulta en un amarilla-
miento de toda la planta y la clorosis es más
pronunciada en las hojas jóvenes, cuyas
puntas se tornan necróticas. Sin embargo,
no se presenta necrosis de las hojas inferio-
res como sucede con la deficiencia de N. En
comparación con la deficiencia de N, las
hojas con deficiencia de S tienen un amarilla-
miento más acentuado.
Los efectos de la deficiencia de S en el ren-
dimiento son más pronunciados durante el
crecimiento vegetativo, por lo tanto, los sín-
tomas deben detectarse y corregirse tempra-
no en el ciclo. A menudo no se diagnostica
adecuadamente la deficiencia de S ya que
los síntomas foliares se confunden con los
de deficiencia de N. Los análisis de suelos y
foliares son importantes para la correcta
identificación de la deficiencia de S.
Otros síntomas y efectos en el crecimiento
de la planta se describen a continuación:
4 Plantas pequeñas y de crecimiento
lento (pero las plantas no son de color
verde oscuro como en el caso de las
deficiencias de P y K).
4 Reducción del número de macollos,
panojas más cortas y en menor canti-
dad, reducción del número de espiguilla
en la panoja.
4 El desarrollo y la madurez de la planta
se retrasan entre 1-2 semanas.
4 En el vivero las plántulas se tornan
amarillentas y el crecimiento es lento.
4 Alto porcentaje de muerte de las plántu-
las después del transplante.
4 Las plantas de arroz con deficiencia de
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
<0.16
0.15-0.30 <0.11
0.10-0.15 <0.10
<0.07
<0.06
S son menos resistentes a condiciones
adversas (frío).
Contenido de S en la planta
Es poco probable una respuesta a la aplica-
ción de S cuando la concentración de este
nutriente en toda la planta es de >0.15%
durante el periodo del crecimiento vegetativo
antes de la floración.
Una concentración de S <0.10% en toda la
planta o una relación de N:S >15-20 entre el
macollamiento y la floración, indica deficien-
cia de S. A la madurez, una concentración de
S <0.06% o una relación de N:S >14 en la
paja (>26 en grano) puede indicar deficiencia
de S (Tabla 17).
Contenido de S en el suelo
Los análisis de S en el suelo no es muy con-
fiables a menos que incluyan S inorgánico y
algo de la fracción mineralizable del S orgá-
nico (ésteres de S).
Los niveles críticos para que se presente
deficiencia de S son los siguientes:
4 <5 mg de S kg-1: HCl 0.05 M.
4 <6 mg de S kg-1: KCl 0.25 M calentado
a 40oC por 3 horas.
4 <9 mg de S kg-1: Ca(H2PO4)2 0.01 M.
Causas de la deficiencia de S
La deficiencia de S puede presentarse por
uno o más de los siguientes factores:
4 Poco contenido de S disponible en el
suelo.

4 Agotamiento de S por sistemas de cul-
tivo intensos.
4 Uso de fertilizantes que no contienen S
(urea en lugar de sulfato de amonio,
superfosfato triple en lugar de super
fosfato simple y muriato de potasio en
lugar de sulfato de potasio).
4 En muchas áreas rurales de países en
desarrollo, la cantidad de S depositado
con las precipitaciones es muy baja
debido a los bajos niveles de contami-
nación industrial.
4 La concentración de S en la tabla de
aguas puede variar ampliamente. El
agua de irrigación contiene solamente
pequeñas cantidades de SO42-.
4 Pérdida de S contenido en los residuos
orgánicos por la quema.
Incidencia de la deficiencia de S
Suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de S son los siguientes:
4 Suelos que contienen alofana
(Andisoles).
4 Suelos con bajo contenido de materia
orgánica.
4 Suelos altamente meteorizados que
contienen grandes cantidades de óxi-
dos de Fe.
4 Suelos arenosos fácilmente lixiviables.
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de S
El S en el suelo se encuentra en cuatro for-
mas principales: S unido al carbono, ésteres
de S, SO42- adsorbidos y SO42- en la solución
del suelo. Las plantas absorben el S en
forma de SO42- de la solución del suelo. La
reducción de SO42- a S elemental y la forma-
ción de sulfuros ocurren después de la
reducción del Fe en los suelos inundados. La
disponibilidad de S disminuye a medida que
se desarrollan los procesos de reducción en
el suelo. En suelos neutros y alcalinos, con-
centraciones muy altas de SO42- pueden
reducirse a cero seis semanas después de la
inundación.
104
La reducción del SO42- en suelos inundados
afecta el crecimiento de arroz en tres formas:
4 El S se vuelve deficiente.
4 El Fe, Zn y Cu se inmovilizan.
4 Puede presentarse toxicidad de H2S en
suelos que contienen pequeñas canti-
dades de Fe.
Absorción y remoción de S por el
cultivo
La remoción de S por el arroz es de 1-3 kg
de S t.-1 de grano, con un promedio de 1.8
(Sección 5.3). Un cultivo con un rendimien-
to de 6 t ha-1 de grano absorbe ~11 kg de S
ha-1, de los cuales el 40-50% se mantienen
en la paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~1 kg de S t.-1 de
grano. Un 40-60% de S contenido en la paja
se pierde con la quema, las pérdidas son
mayores cuando se quema la paja en mon-
tones grandes a muy alta temperatura.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de S
En la mayoría de los suelos de zonas bajas,
el suplemento de S nativo del suelo o el
suministrado con los fertilizantes son simila-
res o exceden a la cantidad de S removido
en el grano de arroz. La concentración de S
en el agua de lluvia varia ampliamente y
generalmente disminuye mientras más lejos
se encuentre el sitio del océano o de zonas
industriales. En Asia, la deposición anual de
S del agua de lluvia varía de 2 hasta 50 kg
de S ha-1. En general, el agua de irrigación
proporciona de 10-30 kg de S ha-1 por cultivo
en forma de sulfatos.
La deficiencia de S se corrige o se previene
fácilmente usando fertilizantes que conten-
gan S (Tabla 18). A continuación se discuten
medidas generales para prevenir la deficien-
cia de S:
4 Fuentes naturales: Estimar el suple-
mento de S de la atmósfera.
105

Tabla 18. Fuentes de S para arroz.

Nombres Fórmula Contenido Comentarios

Sulfato de amonio (NH4)2SO4 24% S Acción rápida

Superfosfato simple Ca(H2PO4)2 ⋅ H2O 12% S, 7-9% P Soluble,
+ CaSO4 ⋅ 2H2O 13-20% Ca acción rápida
Sulfato de potasio K2SO4 18% S Acción rápida
Sulfato de magnesio MgSO4 ⋅ 7H2O 13% S, 10% Mg Acción muy rápida
(Sal Epsom)
Kieserita MgSO4 ⋅ H2O 23% S, 17% Mg Acción rápida

Langbeinita K2SO4 ⋅ MgSO4 18% K, 11% Mg, Acción rápida

22% S
Yeso CaSO4 ⋅ 2H2O 17% S Acción lenta
S elemental S 97% S Acción lenta
Urea recubierta CO(NH2)2 + S 6-30% S, Acción lenta
con S 30-40% N

4 Vivero: Aplicar S a las cama del vivero Tratamiento de la deficiencia de S

de arroz utilizando fertilizantes que con-
tengan S (sulfato de amonio, superfos-
fato simple).
4 Manejo de los fertilizantes: Reponer el
S que fue removido del lote aplicando
fertilizantes nitrogenados y fosfatados
que contengan S [sulfato de amonio
(24% de S)], [superfosfato simple (12%
de S)]. Calcular la efectividad económi-
ca de S incorporado con la urea recu-
bierta con S o en los fertilizantes com-
puestos o fórmulas físicas que conten-
gan S.
4 Manejo de la paja: Incorporar la paja en
lugar de removerla del lote o quemarla
completamente en el sitio. Alrededor de
40-60% de S en la paja se pierde con la
quema.
4 Manejo del suelo: Manejar el suelo para
promover la absorción de S de la
siguiente manera:
8 Mantener suficiente percolación (~5
mm por día), para evitar la excesiva
reducción del suelo.
8 Labrar el suelo en seco después de
la cosecha, para incrementar la
tasa de oxidación del sulfuro duran-
te el periodo de descanso.
Los requerimientos de fuentes inorgánicas y
orgánicas de S dependen del contenido de S
del suelo y del ingreso de S de otras fuentes
como el riego y la atmósfera. Si se identifica
la presencia de deficiencia de S durante el
crecimiento temprano, la respuesta a la apli-
cación de S es rápida y la recuperación
puede ocurrir a los 5 días de la aplicación.
La deficiencia de S debe tratarse de la
siguiente manera:
4 En suelos con alto contenido de S y con
aporte de agua que contiene abundan-
te S (sitios cercanos a centros industria-
les o urbanos) no necesitan S. Se debe
poner mayor énfasis a las medidas pre-
ventivas presentadas anteriormente.
4 Aplicar 10 kg de S ha-1 en lugares en
donde se presenta una moderada defi-
ciencia de S.
4 En suelos con severas deficiencias de
S se debe aplicar de 20-40 kg de S
ha-1 que son suficientes para lograr
altos rendimientos.
4 La aplicación de 15-20 kg de S ha-1
tiene un efecto residual que puede
suplementar el S necesario para los
dos siguientes cultivos de arroz.
4 Generalmente el S añadido es parte de

los fertilizantes aplicados para corregir
las deficiencias de otros nutrientes. Las
fuentes de S solubles en agua, como la
langbeinita o la kieserita, son las más
eficientes para tratar la deficiencia de S
en cultivos en crecimiento. Se deben
usar fuentes de S de lenta acción (yeso,
S elemental) si existe el potencial de
alta lixiviación.
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3.6 Deficiencia de Silicio
Función y movilidad del Si
El Si es un nutriente “benéfico” para el arroz,
pero sus funciones fisiológicas todavía no
son claramente comprendidas. La planta
requiere este elemento para desarrollar
hojas, tallos y raíces fuertes. La formación de
una capa gruesa de células epidérmicas
reduce la susceptibilidad de la planta a enfer-
medades fungosas y bacteriales, y al ataque
de insectos (barrenadores, saltamontes) y
(a)
(b) (c)
(d)
108
arañas. Las plantas de arroz adecuadamen-
te abastecidas con Si tienen hojas y hábitos
de crecimiento erectos. Esto contribuye al
eficiente uso de la luz y por lo tanto al uso efi-
ciente de N.
El uso eficiente del agua se reduce en plan-
tas que tienen deficiencia de Si, debido al
incremento de las pérdidas por transpiración.
El Si incrementa la disponibilidad de P en el
suelo y el poder de oxidación de las raíces y
Síntomas de deficiencia de Si
en arroz
(a) La deficiencia de Si a menudo
reduce la resistencia de la planta a
enfermedades como la causada por
Bipolaris oryzae. (b) Hojas agobia-
das en plantas con deficiencia de Si
(izquierda), comparadas con plantas
normales de arroz (derecha). (c)
La deficiencia de Si es caracteriza-
da por la presencia de manchas
cafés en las hojas. (d) En suelos
orgánicos en Florida, las plantas de
arroz tratadas con Si fueron más
resistentes al ataque de Bipolaris
oryzae y Pyricularia oryzae (lotes
con colores más claros), en compa-
ración con los lotes sin tratamiento
(lotes con colores más oscuros) (©
Elsevier Science).
109
Tabla 19. Rangos óptimos y niveles críticos de Si en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Madurez Paja
alivia la toxicidad de Fe y Mn al reducir la
absorción de estos elementos por la planta.
Síntomas de deficiencia de Si y efec-
tos en el crecimiento
Hojas y tallos suaves y agobiados.
Las hojas se tornan suaves y se agobian,
esto incrementa la sombra mutua y reduce la
actividad fotosintética, lo que reduce el ren-
dimiento. El incremento de las enfermeda-
des como piricularia (Pyricularia oryzae) o
mancha café (Helminthosporium oryzae)
pueden indicar deficiencia de Si. La aplica-
ción de N tiende a producir hojas caídas y
flácidas, mientras que el Si ayuda a mante-
ner las hojas erectas. Una severa deficiencia
de Si reduce el número de panojas por m2 y
el número de espiguillas llenas por panoja.
Las plantas con deficiencia de Si son particu-
larmente susceptibles al volcamiento.
Contenido de Si en el suelo
La concentración crítica de Si en el suelo es
de 40 mg de Si kg-1 (acetato de sodio 1 M
tamponado a pH 4).
Causas de la deficiencia de Si
La deficiencia de Si puede presentarse por
uno o más de los siguientes factores:
4 Bajo poder de abastecimiento de Si
debido a que el suelo es muy viejo y
altamente meteorizado.
4 El material parental contiene pequeñas
cantidades de Si.
4 Agotamiento de Si disponible en el
suelo por la remoción de paja de arroz
del lote en un largo período.
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
<5
8-10 <5
Incidencia de la deficiencia de Si
Un bajo contenido de Si en plantas de arroz
(Tabla 19), indica que el suelo tiene mala
fertilidad (el Si es muy susceptible a la lixivia-
ción). Los suelos que contienen baja canti-
dad de Si generalmente también son pobres
en otros nutrientes y viceversa. El contenido
de Si es un indicador general del contenido
de nutrientes en la planta, excepto en suelos
volcánicos que a menudo contienen una alta
concentración de Si, pero bajas cantidades
de P, Ca y Mg. Todavía no es común la defi-
ciencia de Si en sistemas intensos de arroz
irrigado de Asia tropical. Sin embargo, como
no es común aplicar Si y grandes cantidades
de paja se remueven del lote, el balance de
Si es a menudo negativo (-150 a -350 kg de
Si ha-1 por cultivo) y la deficiencia de Si en
estos sistemas podría ser importante en el
futuro.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Si son los siguientes:
4 Suelos de arroz de inundación degra-
dados y viejos en climas templados
(Japón, Corea) o climas subtropicales
(Norte de Vietnam).
4 Suelos orgánicos con baja reserva de
Si mineral (suelos de turba en Florida,
Estados Unidos, Indonesia y las zonas
altas de Madagascar).
4 Suelos tropicales altamente meteoriza-
dos y lixiviados en áreas de secano de
zonas altas y bajas (Noroeste de
Tailandia).
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de Si
La concentración de Si disponible se incre-

Tabla 20. Fuentes de Si para arroz.
Nombres Fórmula
Escorias de horno CaSiO3, MgSiO3
industrial
Escorias de CaSiO3, MgSiO3
convertidor
Escorias Silico- CaSiO3, MnSiO3
manganésicas
Fosfato de magnesio
fundido
Silicato de calcio Si, Ca, Mg
Silicato de potasio K, Si
menta después de la inundación, particular-
mente en suelos que contienen altas canti-
dades de materia orgánica. El incremento de
la disponibilidad de Si está asociado con la
presencia de hidróxidos de Al y Fe3+ reduci-
dos y amorfos en el suelo después de la
inundación.
Absorción y remoción de Si por el
cultivo
El contenido de Si en el arroz varía amplia-
mente (2-10%), pero a menudo se encuentra
entre 5-6%.
La remoción de Si por el arroz es de 50-110
kg de Si t.-1 de grano, con un promedio de 80
(Sección 5.3). Un cultivo con un rendimien-
to de 6 t ha-1 de grano absorbe ~480 kg de Si
ha-1, de los cuales 80% permanecen en la
paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~15 kg de Si t.-1 de
grano. La quema de la paja no resulta en
pérdidas importantes de Si, excepto cuando
la paja se quema en montones grandes y
luego el Si se lixivia de la ceniza (por la irri-
gación o fuertes lluvias).
Estrategias preventivas para el mane-
jo de Si
A continuación se describen las medidas gene-
110
Contenido Comentarios
14-19% Si,
25-32% Ca, 2-4% Mg
4-10% Si, 26-46% Ca,
0.5-9% Mg
16-21% Si, 21-25% Ca,
0.5-2% Mn
9% Si, 9% P, 7-9% Mg Granular
14-19% Si, 1-4% Mg Granular,
lenta liberación
14% Si, 17% K, Granular,
2.5% Mg lenta liberación
rales para prevenir la deficiencia de Si:
4 Ingresos naturales: En algunas áreas
ocurren ingresos sustanciales de Si en
el agua de irrigación, particularmente si
se usa agua de pozo de áreas con geo-
logía volcánica. Asumiendo concentra-
ciones promedio de 3-8 mg de Si L.-1 y
~1 000 mm de agua por cultivo, el
ingreso de Si con el agua de irrigación
es de 30-80 kg ha-1 por cultivo.
4 Manejo de la paja: La deficiencia de Si
se previene a largo plazo evitando
remover la paja del lote después de la
cosecha. Reciclar la paja del arroz (5-
6% de Si) y los residuos de molienda
(10% de Si).
4 Manejo de los fertilizantes: Evitar las apli-
caciones de cantidades excesivas y des-
balanceadas de fertilizantes nitrogena-
dos que incrementan la absorción total
de N y Si, pero que también reducen la
concentración de Si en la paja (por el
excesivo crecimiento de la biomasa).
4 Medidas post-cosecha: Si están dispo-
nibles, reciclar los residuos de molienda
o sus cenizas para reducir la cantidad
de Si removido del suelo.
Tratamiento de la deficiencia de Si
Aplicar regularmente escorias industriales
que contengan Si (silicato de calcio) a suelos
de arroz de inundación degradados y suelos
de turba en dosis de 1-3 t ha-1.
111

Aplicar fertilizantes granulados portadores Ma JF, Takahashi E. 1990. Effect of silicon on

de Si para una corrección más rápida de la the growth and phosphorus uptake of rice.
deficiencia: Plant Soil 126:115-119.
4 Silicato de calcio: 120-200 kg ha-1.
Savant NK, Snyder GH, Datnoff LE. 1997.
4 Silicato de potasio: 40-60 kg ha-1.
Silicon management and sustainable rice
El silicato de calcio usado como fertilizante production. Adv. Agron. 58:151-199.
se prepara a partir de varios tipos de esco-
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3.7 Deficiencia de Magnesio
Función y movilidad del Mg
El Mg activa varias enzimas. Es constituyen-
te de la clorofila y por lo tanto está involucra-
do en la asimilación de CO2 y en la síntesis
de proteínas. El Mg también regula el pH
celular y el balance de aniones y cationes.
Es un nutriente muy móvil y puede translo-
carse fácilmente de hojas viejas a hojas jóve-
nes, por esta razón, los síntomas de defi-
ciencia aparecen primero en las hojas viejas.
Síntomas de deficiencia de Mg y efec-
tos en el crecimiento
Clorosis intervenal de color anaranjado a
amarillento en las hojas viejas.
Las plantas deficientes en Mg tienen una
coloración pálida, con clorosis intervenal que
aparece primero en las hojas viejas y luego
en las hojas jóvenes cuando la deficiencia se
hace más severa. El color verde de las ner-
vaduras con la clorosis intervenal asemeja
un ‘collar de perlas’, a diferencia de la defi-
ciencia de K donde la deficiencia aparece
como fajas verdes y fajas cloróticas parale-
las a lo largo de la hoja (Sección 3.3). En
casos severos, la clorosis progresa a necro-
sis en las hojas viejas. El número y largo de
las hojas es mayor en plantas con deficien-
cia de Mg (Tabla 21), pero estas hojas son
débiles y caen fácilmente debido a la expan-
sión del ángulo entre la vaina foliar y la hoja.
(a) (b)
112
Otros síntomas y efectos de la deficiencia de
Mg en arroz se describen a continuación:
4 La deficiencia moderada no afecta
mucho la altura de la planta y el maco-
llamiento.
4 Reduce el número de espiguillas y el
peso del grano.
4 Puede reducir la calidad del grano (%
de molienda, contenido de proteína y
almidón).
4 La toxicidad de Fe puede ser más pro-
nunciada donde el Mg es parte de múl-
tiples deficiencias que también involu-
cran K, P, y Ca.
Contenido de Mg en la planta
Se considera óptima una relación Ca:Mg de
1-1.5:1 en toda la planta en el período entre
el macollamiento y la iniciación de la panoja.
Contenido de Mg en el suelo
Se considera que una concentración <1
cmolc de Mg kg-1 de suelo indica un muy bajo
contenido de Mg. Generalmente, se conside-
ran suficientes concentraciones >3 cmolc de
Mg kg-1 para el arroz.
Para óptimo crecimiento, la relación Ca:Mg de
las formas intercambibles debe ser de 3-4:1 y
no debe ser >1:1 en la solución del suelo.
Causas de la deficiencia de Mg
La deficiencia de Mg puede ser causada por
cualquiera de los siguientes factores:
(c)
Síntomas de deficiencia de
Mg en arroz
(a) Generalmente aparece primero
una clorosis intervenal de color
naranja-amarillento en las hojas vie-
jas. (b) La clorosis puede también
aparecer en la hoja bandera. (c) La
deficiencia se puede inducir por
altas aplicaciones de K en suelos
con bajo contenido de Mg.
113
Tabla 21. Rangos óptimos y niveles críticos de Mg en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Macollamiento a inicio Toda la planta
de la panoja
Madurez Paja
4 Poca disponibilidad de Mg en el suelo.
4 Reducción de la absorción de Mg debi-
do a una amplia relación K:Mg inter-
cambiables (>1:1).
Incidencia de la deficiencia de Mg
No es muy frecuente la deficiencia de Mg en
el campo, debido a que el agua de irrigación
contiene cantidades suficientes de este
nutriente. La deficiencia de Mg es más
común en arroz de secano de zonas altas y
bajas, donde el Mg del suelo se ha agotado
por la continua remoción de Mg con la cose-
cha, sin reciclar los residuos del cultivo o sin
reemplazar el Mg con fertilizantes minerales.
Muchos suelos de arroz de secano (por
ejemplo en el Noreste de Tailandia) son natu-
ralmente deficientes en Mg.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Mg son los siguientes:
4 Suelos ácidos con baja CIC de zonas
altas y bajas (suelos degradados al
Norte de Vietnam y suelos de textura
gruesa altamente meteorizados en el
Noreste de Tailandia, Laos y Camboya).
4 Suelos gruesos arenosos con altas
tasas de percolación y pérdidas por lixi-
viación.
4 Suelos viejos, ácidos y lixiviados con
bajo contenido de bases (Tailandia).
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de Mg
Aun cuando el Mg no esta directamente invo-
lucrado en las reacciones redox del suelo, la
concentración de Mg en la solución del suelo
tiende a aumentar después de la inundación.
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
0.15-0.30 <0.12
0.15-0.30 <0.13
0.20-0.30 <0.10
Esto generalmente se atribuye al desplaza-
miento del Mg2+ intercambiable por Fe2+
fomentado por la reducción de los compo-
nentes de Fe3+. El flujo difusivo de Mg2+ se
incrementa mientras mayor sea la concen-
tración de Mg en la solución y mayor sea la
humedad del suelo. Por esta razón, la difu-
sión de Mg2+ hacia las raíces se incrementa
bajo condiciones de irrigación en compara-
ción con arroz de secano de zonas altas y
bajas.
Absorción y remoción de Mg por el
cultivo
La remoción de Mg por el arroz es de 3-5 kg
de Mg t.-1 de grano, con un promedio de 3.5
(Sección 5.3). Un cultivo con un rendimiento
de 6 t ha-1 de grano absorbe ~21 kg de Mg ha-1
y 60% permanece en la paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~1.5 kg de Mg t.-1
de grano. La quema de la paja no resulta en
pérdidas significativas de Mg, a excepción
de cuando la paja se quema en montones
grandes y el Mg se lixivia de la ceniza (debi-
do a irrigación o lluvias fuertes).
Estrategias preventivas para el mane-
jo de Mg
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia de Mg se describen a continuación:
4 Manejo del cultivo: Aplicar las cantida-
des necesarias de fertilizantes magné-
sicos, residuos de corral u otros mate-
riales para balancear la remoción de
este nutriente en el grano y la paja.

Tabla 22. Fuentes de Mg para arroz.
Nombres Fórmula
Kieserita MgSO4 ⋅ H2O
Langbeinita K2SO4 ⋅ MgSO4
Cloruro de Mg MgCl2
Oxido de Mg MgO
Magnesita MgCO3
Dolomita MgCO3 + CaCO3
4 Manejo del agua: Minimizar las tasas
de percolación (pérdidas por lixiviación)
en suelos gruesos, mediante la com-
pactación del subsuelo durante la pre-
paración del suelo.
4 Manejo del suelo: Minimizar las pérdi-
das por erosión y escorrentía superficial
en sistemas de secano de zonas altas
mediante la adopción de adecuadas
medidas de conservación de suelos.
Tratamiento de la deficiencia de Mg
La deficiencia de Mg debe tratarse de la
siguiente manera:
4 Aplicar fertilizantes que contengan Mg
(Tabla 22). La rápida corrección de la
deficiencia de Mg se logra aplicando
fuentes soluble de Mg como la langbei-
nita, kieserita o cloruro de Mg.
4 Aplicaciones foliares de fertilizantes
líquidos que contengan Mg (MgCl2).
4 En suelos ácidos de zonas altas, aplicar
dolomita u otras fuentes de Mg de lenta
reacción para abastecer Mg e incre-
mentar el pH del suelo (controlar la toxi-
cidad de Al, Sección 4.5).
Lectura recomendada
Fageria NK. 1976. Critical P, K, Ca and Mg
contents in the tops of rice and peanut
114
Contenido Comentarios
17% Mg, 23% S Soluble, acción
rápida
18% K, 11% Mg, Acción rápida
22% S
9% Mg Soluble, acción
rápida
55-60% Mg Acción lenta,
para aplicaciones
foliares
25-28% Mg Acción lenta
13% Mg, 21% Ca Acción lenta,
varia el contenido
de Ca y Mg
plants. Plant Soil 45:421-431.
Haby VA, Russelle MP, Skogley EO. 1990.
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3.8 Deficiencia de Calcio
Función y movilidad del Ca
Este elemento es parte de los pectatos de
Ca, importantes constituyentes de la pared
celular que también están involucrados en el
mantenimiento de la biomembrana. El Ca es
importante para mantener la integridad de la
pared celular, es un activador enzimático y
participa en la osmo-regulación y manteni-
miento del balance de aniones y cationes en
las células.
El Ca es menos móvil que el Mg y K en las
plantas de arroz. Debido a que el Ca no se
transloca al tejido en crecimiento, la deficiencia
generalmente aparece primero en las hojas
jóvenes. La deficiencia de Ca también limita la
función de las raíces y puede predisponer a la
planta a toxicidad de Fe (Sección 4.1).
Un adecuado suplemento de Ca incrementa
la resistencia a enfermedades causado por
Xanthomonas oryzae o Helminthosporium
oryzae. La tasa de absorción de Ca es propor-
cional a la tasa de producción de biomasa.
Síntomas de deficiencia de Ca y efec-
tos en el crecimiento
Rajamientos clorótico-necróticos o pun-
tas enrolladas de las hojas jóvenes.
Los síntomas son visibles en casos de extre-
ma deficiencia (experimentos en maceta y
experimentos de agotamiento de Ca del
suelo). Las puntas de las hojas jóvenes se
(a)
116
tornan blancas, se curvan y se enrollan. Se
puede desarrollar tejido necrótico a lo largo
de los márgenes laterales de las hojas y
eventualmente las hojas viejas se tornan
cafés y mueren. La deficiencia de Ca se pare-
ce a la deficiencia de B (Sección 3.12) por lo
tanto es necesario un análisis de tejidos para
determinar la causa real de los síntomas.
Existe poco cambio en la apariencia general
de la planta, excepto en casos de una seve-
ra deficiencia de Ca (Tabla 23). La extrema
deficiencia produce estancamiento y muerte
del punto de crecimiento.
Contenido de Ca en la planta
Se considera óptima una relación Ca:Mg de
1-1.5:1 en toda la planta en el periodo desde
el macollamiento hasta la iniciación de la
panoja. Pueden presentarse casos de hojas
con puntas blancas cuando la relación
Ca:Mg es <1.
Contenido de Ca en el suelo
La deficiencia de Ca es más probable cuan-
do el contenido de Ca intercambiable es <1
cmolc kg-1 o cuando la saturación de Ca es
<8% de la CIC.
Se considera que para óptimo crecimiento la
saturación de Ca de la CIC debe ser >20%,
y que la relación Ca:Mg de las formas inter-
cambiables debe ser >3-4:1 y 1:1 en la solu-
ción del suelo.
(b)
Síntomas de deficiencia de Ca
en arroz
(a), (b) Los síntomas aparecen sola-
mente en casos de severa deficien-
cia de Ca y en estas condiciones las
puntas de las hojas jóvenes pueden
tomar un color blanco clorótico.
117
Tabla 23. Rangos óptimos y niveles críticos de Ca en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Madurez Paja
Causas de la deficiencia de Ca
La deficiencia de Ca puede presentarse por
uno o más de los siguientes factores:
4 Pequeñas cantidades de Ca disponible
en el suelo (suelo degradado, ácido,
arenoso).
4 pH alcalino, con una amplia relación
Na:Ca que resulta en una menor absor-
ción de Ca del suelo. Uso de agua de
irrigación que contenga altas cantida-
des de NaHCO3.
4 Relaciones Fe:Ca o Mg:Ca muy
amplias, que resultan en una menor
absorción de Ca. Cultivos de arroz irri-
gados por largo tiempo puede llegar a
presentar relaciones Mg:Ca y Fe:Ca
más amplias.
4 Excesiva aplicación de N o K lo que
promueve una amplia relación NH4:Ca
o K:Ca que reduce la absorción de Ca.
4 Aplicaciones excesivas de fertilizantes
fosfatados que pueden deprimir la dis-
ponibilidad de Ca disponible (debido a
la formación de fosfatos de Ca en sue-
los alcalinos).
Incidencia de la deficiencia de Ca
La deficiencia de Ca es poco común en sue-
los de zonas bajas cultivados con arroz,
debido a que generalmente existe suficiente
Ca en el suelo proveniente de las aplicacio-
nes de fertilizantes minerales y del agua de
irrigación.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Ca son los siguientes:
4 Suelos ácidos, fuertemente lixiviados,
con baja CIC de zonas altas y bajas.
4 Suelos derivados de serpentinas.
Optimo Nivel crítico para
(%) la deficiencia (%)
0.2-0.6 <0.15
0.3-0.5 <0.15
4 Suelos arenosos con altas tasas de
percolación y lixiviación.
4 Suelos sulfato ácidos viejos, lixiviados,
con bajo contenido de bases.
Efecto de la inundación en la disponi-
bilidad y absorción de Ca
Aun cuando el Ca no esta directamente invo-
lucrado en las reacciones redox del suelo, la
concentraciones de Ca en la solución del
suelo tiende a aumentar después de la inun-
dación. Esto generalmente se atribuye al des-
plazamiento del Ca2+ intercambiable por Fe2+
fomentado por la reducción de los componen-
tes de Fe3+. El flujo difusivo de Ca2+ se incre-
menta mientras mayor sea la concentración
de Ca en la solución y mayor sea la humedad
del suelo. Por esta razón, la difusión de Ca2+
hacia las raíces se incrementa bajo condicio-
nes de irrigación en comparación con arroz de
secano de zonas altas y bajas.
Absorción y remoción de Ca por el
cultivo
La remoción de Ca por el arroz es de 3-6 kg
de Ca t.-1 de grano, con un promedio de 4
(Sección 5.3). Un cultivo con un rendimiento
de 6 t ha-1 de grano absorbe ~24 kg de Ca ha-1
y 80% permanece en la paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~ 0.5 kg de Ca t.-1
de grano. La quema de la paja no resulta en
pérdidas significativas de Ca, con excepción
de ocasiones en las cuales se quema la paja
en montones grandes y el Mg se lixivia de la
ceniza (debido a irrigación o lluvias fuertes).

Tabla 24. Fuentes de Ca para arroz.
Nombres Fórmula
Cloruro de Ca CaCl2 ⋅ 6H2O
Yeso CaSO4 ⋅ 2H2O
Dolomita MgCO3 + CaCO3
Cal CaCO3
Estrategias preventivas en el manejo
de Ca
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia de Ca se describen a continuación:
4 Manejo del cultivo: Aplicar residuos de
corral o paja para balancear la remo-
ción de Ca en suelos que contienen
pequeñas cantidades de este nutriente.
4 Manejo de los fertilizantes: Usar super-
fosfato simple (13-20% de Ca) o super-
fosfato triple (9-14% de Ca) como fuen-
te de Ca (Tabla 24).
Tratamiento para la deficiencia de Ca
La deficiencia de Ca debe tratarse de la
siguiente manera:
4 Aplicar CaCl2 (sólido o en solución) o
aspersiones con productos portadores
de Ca para el tratamiento rápido de
deficiencias severas de Ca.
4 Aplicar yeso en suelos de alto pH defi-
cientes en Ca (suelos sódicos y suelos
con alto contenido de K).
4 Aplicar cal en suelos ácidos para incre-
mentar el pH y la disponibilidad de Ca.
4 Aplicar Mg o K junto con Ca, ya que
este último puede inducir deficiencias
de los dos primeros.
4 Aplicar piritas para mitigar los efectos
inhibidores de la absorción de Ca por
agua rica en NaHCO3-.
118
Contenido Comentarios
18% Ca Soluble, acción
rápida, no eleva
el pH
23% Ca, 18% S Levemente
soluble, acción
lenta, para suelos
salinos y alcalinos
13% Mg, 21% Ca Acción lenta,
varia el contenido
de Ca y Mg
40% Ca Acción lenta,
para suelos ácidos
Lectura recomendada
Haby VA, Russelle MP, Skogley EO. 1990.
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3.9 Deficiencia de Hierro
Función y movilidad del Fe
El Fe está envuelto en el transporte de elec-
trones en la fotosíntesis y es un constituyen-
te de las porfirinas y ferredoxinas, ambas
componentes esenciales en la fase de luz de
la fotosíntesis. El Fe es un importarte recep-
tor de electrones en las reacciones redox y
activa varias enzimas (catalasa, dehidroge-
nasa succínica y aconitasa). La deficiencia
de Fe puede inhibir la absorción de K. En
suelos alcalinos, el Fe se inmoviliza en las
raíces por precipitación. El Fe no es móvil
dentro de las plantas y por esta razón las
hojas jóvenes se afectan primero.
Síntomas de deficiencia de Fe y efec-
tos en el crecimiento
Amarillamiento intervenal y clorosis de
las hojas nuevas.
(a)
(b) (c)
120
Toda la hoja se torna clorótica y muy pálida. Si
la deficiencia de Fe es muy severa, toda la
planta se torna clorótica y muere. La deficien-
cia de Fe es muy importante en suelos de
zonas secas, pero a menudo desaparece
después de un mes de la siembra. La defi-
ciencia de Fe reduce la producción de materia
seca, la concentración de clorofila en las
hojas y la actividad de las enzimas involucra-
das en el metabolismo del azúcar.
Contenido de Fe en la planta
El contenido de Fe activo puede ser más útil
que el contenido total de Fe (Tabla 25) para
indicar el estado de este nutriente en las
hojas. El límite crítico para Fe ferroso, a 40
DDT, es de 45 mg kg-1 en el tejido foliar.
El contenido crítico para la deficiencia de Fe
es mucho mayor en tejidos de rápido creci-
miento y tejidos meristemáticos (puntas de la
Síntomas de deficiencia de Fe
en arroz
(a) La deficiencia de Fe es principal-
mente un problema en arroz de
secano. (b) Los síntomas aparecen
como un amarillamiento intervenal
de las hojas que están emergiendo.
(c) En condiciones de deficiencia
severa de Fe, las plantas se estan-
can y las hojas son angostas
(izquierda).
121
Tabla 25. Rangos óptimos y niveles críticos de Fe en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Macollamiento a inicio Toda la planta
de la panoja
planta), con ~200 mg de Fe kg-1 para el Fe
total y 60-80 mg de Fe kg-1 para Fe activo.
Contenido de Fe en el suelo
Los niveles críticos para que se presente
deficiencia de Fe son los siguientes:
4 <2 mg de Fe kg-1: acetato de NH4, pH
4.8.
4 <4-5 mg de Fe kg-1: DTPA-CaCl2, pH
7.3.
Causas de la deficiencia de Fe
La deficiencia de Fe puede presentarse por
uno o más de los siguientes factores:
4 Baja concentración de Fe2+ en suelos
de cultivo de secano.
4 Insuficiente reducción del suelo bajo
condiciones de inundación (suelos con
bajo contenido de materia orgánica).
4 Alto pH en suelos alcalinos o calcáreos
después de la inundación (reducción de
la solubilidad y absorción de Fe debido
a altas concentraciones de bicarbona-
to).
4 Amplia relación P:Fe en el suelo (Fe
precipitado como fosfato de Fe, posi-
blemente por la excesiva aplicación de
fertilizantes fosfatados).
4 Concentraciones excesivas de Mn, Cu,
Zn, Mo, Ni y Al en el suelo.
4 Cultivares con bajo potencial de excre-
ción de ácidos orgánicos para solubili-
zar el Fe (solo en cultivos de secano).
4 Incremento del pH de la rizosfera des-
pués de altas aplicaciones de NO3-
(solo en cultivos de arroz de secano).
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) deficiencia (mg kg-1)
75-150 <70
60-100 <50
Incidencia de la deficiencia de Fe
La deficiencia de Fe generalmente no se pre-
senta en suelos inundados de zonas bajas.
Es más común en suelos aeróbicos de alto
pH en zonas altas.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Fe son los siguientes:
4 Suelos neutros, calcáreos y alcalinos
de zonas altas.
4 Suelos alcalinos y calcáreos de zonas
bajas con bajo contenido de materia
orgánica.
4 Suelos de zonas bajas irrigadas con
agua alcalina.
4 Suelos de textura gruesa derivados de
granito.
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de Fe
La disponibilidad de Fe se incrementa des-
pués de la inundación. La solubilidad de Fe
se incrementa cuando el Fe3+ se reduce a
Fe2+, que es un estado más soluble, durante
la descomposición de la materia orgánica.
En suelos inundados, la deficiencia de Fe
puede ocurrir cuando existe una baja des-
composición de materia orgánica para la
reducción de Fe3+ a Fe2+. La cantidad de Fe2+
producida y la tasa de reducción dependen
de la cantidad de Fe activo y de la tempera-
tura del suelo. En suelos inundados, el Fe
puede llegar a ser deficiente si el potencial
redox (Eh) se mantiene alto (>200 mV) a pH
de 7 después de la inundación, debido a la
presencia de Mn reducible y Fe activo. En
tales casos el Fe total puede ser alto, pero la

Tabla 26. Fuentes de Fe para arroz.
Nombres Fórmula
Sulfato ferroso FeSO4 ⋅ H2O
FeSO4 ⋅ 7H2O
Sulfato de amonio (NH4)2SO4 ⋅ FeSO4 ⋅ 6H20
ferroso
Quelato de Fe NaFeDTPA
Quelato de Fe NaFeEDTA
Quelato de Fe NaFeEDDHA
concentración de Fe en la solución de suelo
es baja. En estas circunstancias, se puede
presentar deficiencia de Fe y P por la adsor-
ción de P por Fe. Las raíces de arroz contro-
lan la absorción de Fe por exclusión (oxida-
ción de Fe2+ a Fe3+ en la rizosfera por la
secreción de O2). En suelos bajos en Fe, la
oxidación del Fe2+ en la rizosfera puede pro-
vocar una pobre absorción de Fe y esto hace
al arroz más susceptible a la clorosis por Fe
que otros cultivos.
Absorción y remoción de Fe por el
cultivo
La remoción de Fe por el arroz es de 0.2-0.8
kg de Fe t.-1 de grano, con un promedio de
0.5 (Sección 5.3). Un cultivo con un rendi-
miento de 6 t ha-1 de grano absorbe ~3 kg de
Fe y 40-50% permanece en la paja a la
madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~0.2 kg de Fe t.-1 de
grano. La quema de la paja no resulta en
pérdidas significativas de Fe.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de Fe
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia de Fe se describen a continuación:
4 Variedades: Trabajar en selección y
cruzamientos para obtener variedades
con tolerancia a baja disponibilidad de
Fe en el suelo. Sembrar cultivares efi-
122
Contenido Comentarios
de Fe (%)
33 Acción rápida, soluble
20
14 Acción rápida, soluble
10 Acción rápida
5-14 Acción rápida
6 Más estable en suelos
neutros
cientes en Fe. Seleccionar cultivares de
alto contenido de Fe para mejorar la
nutrición de niños y mujeres embarazas
en países en desarrollo.
4 Manejo del suelo: Aplicar materia orgá-
nica (residuos del cultivo, residuos de
corral). Aplicar materiales de desecho
de minería y otras operaciones indus-
triales (teniendo cuidado que no con-
tengan concentraciones tóxicas de con-
taminantes).
4 Manejo de los fertilizantes: Usar fertili-
zantes que acidifiquen el suelo (sulfato
de amonio en vez de urea) en suelos
con alto pH. Usar fertilizantes que con-
tengan trazas de Fe (Tabla 26).
Tratamiento de la deficiencia de Fe
La deficiencia de Fe es la más difícil y costo-
sa de corregir. Las aplicaciones al suelo de
las fuentes inorgánicas de Fe generalmente
no son eficaces para controlar la deficiencia,
excepto cuando se aplican en dosis altas.
La deficiencia de Fe debe tratarse de la
siguiente manera:
4 Aplicar FeSO4 sólido (~30 kg de Fe
ha-1) al costado de las hileras de arroz,
o al voleo (se requieren dosis más
altas).
4 Aplicaciones foliares de FeSO4 (solu-
ción de 2-3%) o quelatos de Fe. Por la
baja movilidad de Fe en la planta, son
necesarias de 2-3 aplicaciones en inter-
valos de 2 semanas (empezando al
123

macollamiento) para soportar el creci-

miento nuevo de la planta.

Lectura recomendada

Agboola AA, Fube HN. 1983. Effect of iron on

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OS6) in South-west Nigeria. Fert. Res. Res.
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1986. Reaction of genotypes of rice (Oryza
sativa) to iron chlorosis in a calcareous soil.
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3.10 Deficiencia de Manganeso
Función y movilidad del Mn
El Mn está involucrado en las reacciones de
oxido-reducción en el sistema de transporte
de electrones y la evolución de O2 en la foto-
síntesis. El Mn también activa ciertas enzi-
mas (oxidasa, preoxidasa, deshidrogenasa,
descarboxilasa, kinasa). Se requiere Mn en
los siguientes procesos:
4 Formación y estabilidad de los cloro-
plastos.
4 Síntesis de proteínas.
4 Reducción del NO3-.
4 Ciclo del ácido tricarboxílico.
El Mn2+ cataliza la formación del ácido fosfa-
tídico en la síntesis de los fosfolípidos para la
construcción de la membrana célular. El Mn
mitiga la toxicidad de Fe y juega un impor-
tante papel al mantener un bajo suplemento
de O2 en el aparato fotosintético. El Mn se
(a)
(b)
124
acumula en las raíces antes de moverse a la
parte aérea de la planta. Existe algo de
translocación de Mn desde las hojas viejas a
las jóvenes.
Síntomas de deficiencia de Mn y efec-
tos en el crecimiento
Clorosis intervenal que empieza en la
punta de las hojas jóvenes.
La deficiencia de Mn se caracteriza por la
presencia de clorosis intervenal de color
verde grisáceo pálido, que se extiende desde
la punta hasta la base de la hoja. Luego se
desarrollan manchas necróticas de color café
y la hoja toma un color café oscuro. Las
hojas nuevas son cortas, angostas de color
verde claro. Al macollamiento, las plantas
con deficiencia son pequeñas, tienen menos
hojas, pesan menos y tienen un sistema radi-
cular pequeño, en comparación con plantas
(c)
Síntomas de deficiencia de
Mn en arroz
(a) La deficiencia de Mn es un pro-
blema principalmente en arroz culti-
vado en suelos de secano con bajo
contenido de Mn y en suelos orgáni-
cos. (b), (c) Las hojas presentan
clorosis intervenal que aparece en
la punta de las hojas jóvenes.
125
Tabla 27. Rangos óptimos y niveles críticos de Mn en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Macollamiento Toda la planta
que han tenido un buen suplemento de Mn.
Las plantas dejan de crecer, pero no se afec-
ta el macollamiento. Las plantas con defi-
ciencia de Mn son más susceptibles a la
mancha café (Helminthospirium oryzae). Las
plantas deficientes en Mn (Tabla 27) a menu-
do son deficientes en P. En suelos en los
cuales se presenta deficiencia de Mn y toxi-
cidad de Fe, las plantas deficientes en Mn
tienen una alta concentraciones de Fe y tam-
bién pueden presentar síntomas de broncea-
do (Sección 4.1).
Contenido de Mn en la planta
Una relación Fe:Mn >2.5:1 en toda la planta
durante las etapas tempranas de crecimien-
to (macollamiento) indica una deficiencia de
Mn.
Contenido de Mn en el suelo
Los niveles críticos para que se presente
deficiencia de Mn son los siguientes:
4 1 mg de Mn kg-1, ácido tereptálico +
CaCl2, pH 7.3.
4 12 mg de Mn kg-1, acetato de NH4 1N +
hidroquinona 0.2%, pH 7.
4 15-20 mg de Mn kg-1, H3PO4 0.1N +
NH4H2PO4 3N.
La aplicación de Mn es innecesaria en sue-
los con >40 mg kg-1 de Mn extraído con HCl
0.1 M. La concentración óptima de Mn en la
solución del suelo está en un rango de 3-30
mg L.-1.
Causas de la deficiencia de Mn
La deficiencia de Mn puede presentarse por
uno o más de los siguientes factores:
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) deficiencia (mg kg-1)
40-700 <40
50-150 <20
4 Bajo contenido de Mn disponible en el
suelo.
4 Deficiencia de Mn inducida por Fe,
debido a la alta concentración de Fe en
el suelo. El incremento en la absorción
de Fe reduce la absorción de Mn, resul-
tando en una amplia relación Fe:Mn
dentro de la planta.
4 Reducción en la absorción de Mn debi-
do a las altas concentraciones de Ca2+,
Mg2+, Zn2+ o NH4+ en la solución del
suelo.
4 Encalado excesivo de suelos ácidos
que incrementa la cantidad de Mn
acomplejado por la materia orgánica o
de Mn adsorbido y ocluido por los óxi-
dos e hidróxidos de Fe y Al.
4 Reducción de la absorción de Mn por
acumulación de ácido sulfhídrico.
Incidencia de la deficiencia de Mn
La deficiencia de Mn ocurre frecuentemente
en arroz de zonas altas y es poco común en
arroz irrigado porque la solubilidad de Mn se
incrementa bajo condiciones de inundación.
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Mn son los siguientes:
4 Suelos ácidos de zonas altas (Ultisoles,
Oxisoles).
4 Suelos alcalinos y calcáreos con bajo
contenido de materia orgánica y peque-
ñas cantidades de Mn reducible.
4 Suelos de arroz degradados que con-
tienen altas cantidades de Fe activo.
4 Suelos arenosos lixiviados que contie-
nen pequeñas cantidades de Mn.
4 Suelos sulfato ácidos, lixiviados, con
bajo contenido de bases.

Tabla 28. Fuentes de Mn para arroz.
Nombres Fórmula
Sulfato de Mn MnSO4 ⋅ H2O
Cloruro de Mn MnCl2
Carbonato de Mn MnCO3
Quelato de Mn Na2MnEDTA
Oxido de Mn MnO2
4 Suelos orgánicos alcalinos y calcáreos
(Histosoles).
4 Suelos altamente meteorizados con
bajo contenido de Mn total.
Efecto de la inundación en la disponi-
bilidad y absorción de Mn
La disponibilidad de Mn se incrementa con la
inundación ya que el Mn4+ se reduce a Mn2+
que es más disponible para las plantas.
Absorción y remoción de Mn por el
cultivo
En comparación con otros cultivos, el arroz
toma cantidades considerables de Mn.
La remoción de Mn por el arroz es de 0.2-0.7
kg de Mn t.-1 de grano, con un promedio de
0.5 (Sección 5.3). Un cultivo con un rendi-
miento de 6 t ha-1 de grano absorbe ~3 kg de
Mn ha-1 y 90% permanece en la paja a la
madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~ 0.05 kg de Mn t.-1
de grano. La quema de la paja no resulta en
pérdidas significativas de Mn.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de Mn
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia de Mn se describen a continuación:
126
Contenido de Mn (%) Comentarios
24-30 Soluble,
acción rápida
17 Soluble,
acción rápida
31 Insoluble,
acción lenta
5-12 Acción rápida
40 Insoluble,
acción lenta
4 Manejo del cultivo: En suelos que con-
tienen pequeñas cantidades de Mn y
materia orgánica, aplicar residuos de
corral o paja (incorporada o ceniza)
para balancear la remoción de Mn y
mejorar la reducción del Mn4+.
4 Manejo de los fertilizantes: Usar fertili-
zantes de reacción ácida (sulfato de
amonio en lugar de urea).
Tratamiento de la deficiencia de Mn
La deficiencia de Mn puede corregirse
mediante aplicaciones foliares de Mn o por la
aplicación en banda de Mn con un fertilizan-
te de reacción ácida (Tabla 28). El Mn aplica-
do al voleo se oxida rápidamente, por esta
razón se necesitan aplicaciones de dosis
altas (>30 kg de Mn ha-1). Aplicaciones de
dosis altas de Mn y Fe pueden ser antagóni-
cas y pueden reducir el rendimiento.
La deficiencia de Mn debe tratarse de la
siguiente manera:
4 Aplicar MnSO4 o MnO finamente molido
(5-20 kg de Mn ha-1) en bandas a lo
largo de las hileras de arroz.
4 Aplicar MnSO4 en forma foliar para el
tratamiento rápido de la deficiencia de
Mn (1-5 kg de Mn ha-1 en 200 L de agua
ha-1). Pueden requerirse múltiples apli-
caciones, empezando al macollamiento
cuando se ha desarrollado suficiente
follaje.
4 Los quelatos son menos efectivos ya
que el Fe y Cu desplazan al Mn.
127

Lectura recomendada
Alam SM. 1985. Effects of iron and manga-
nese on the growth of rice and on the con-
tents of these elements in rice plants.
Agronomie 5:487-490.
Van der Vorm PDJ, Van DiestA. 1979. Aspect
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the growth period of rice crop. Plant Soil
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3.11 Deficiencia de Cobre
Función y movilidad del Cu
El Cu está envuelto en los procesos de la sín-
tesis de lignina (y por lo tanto en los mecanis-
mos de defensa celular) y es un constituyente
del ácido ascórbico y de las enzimas fenolasa
y plastocianina. Es un elemento regulador de
las reacciones de las enzimas (promotor,
estabilizador e inhibidor) y es un catalizador
de las reacciones de oxidación. El Cu tiene un
papel importante en los siguientes procesos:
4 Metabolismo de N, proteínas y hormo-
nas.
4 Fotosítensis y respiración.
4 Formación y fertilización del polen.
La movilidad de Cu en las plantas de arroz
depende en parte del contenido de N en las
hojas, existe poca translocación de Cu en
plantas con deficiencia de N. Los síntomas
de deficiencia de Cu son más comunes en
las hojas jóvenes.
(a)
(b)
128
Síntomas de deficiencia de Cu y efec-
tos en el crecimiento
Fajas cloróticas, hojas de color verde
azulado que se tornan cloróticas cerca de
las puntas.
Las hojas de plantas de arroz deficientes en
Cu (Tabla 29) desarrollan fajas cloróticas a
cualquier lado de la nervadura central, luego
aparecen lesiones necróticas de color café
oscuro. Las hojas con deficiencia de Cu son
a menudo de color verde azulado y cloróticas
cerca de las puntas. Las hojas nuevas no se
abren y la punta mantiene una apariencia de
aguja, mientras que la base es normal. Se
reduce el macollamiento y la viabilidad del
polen y esto incrementa la esterilidad de las
espiguillas y el número de granos vanos
(determinado por el análisis de los compo-
nentes del rendimiento). La absorción del Cu
de la solución del suelo se inhibe por la pre-
sencia de Zn y viceversa.
(c)
Síntomas de deficiencia de Cu
en arroz
(a) La deficiencia de Cu se presenta
principalmente en suelos orgánicos.
(b) Se pueden desarrollar fajas clo-
róticas y lesiones necróticas de
color café oscuro en las puntas de
las hojas jóvenes. (c) Las hojas
nuevas pueden tener una apariencia
de aguja.
129
Tabla 29. Rangos óptimos y niveles críticos de Cu en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Madurez Paja
Contenido de Cu en el suelo
Los niveles críticos para que se presente
deficiencia de Cu son los siguientes:
4 0.1 mg de Cu kg-1, HCl 0.05N.
4 0.2-0.3 mg de Cu kg-1, DTPA + CaCl2,
pH 7.3.
Causas de la deficiencia de Cu
La deficiencia de Cu puede presentarse por
uno o más de los siguientes factores:
4 Baja cantidad de Cu disponible en el
suelo.
4 Fuerte adsorción de Cu en ácidos húmi-
cos y fúlvicos (suelos de turba).
4 Baja cantidad de Cu en los materiales
parentales (suelos arenosos derivados
de cuarzo).
4 Altas dosis de aplicación de fertilizantes
NPK que promueven un rápido creci-
miento que agota el Cu de la solución
del suelo.
4 Excesivo encalado de suelos ácidos
que incrementa la cantidad de Cu
acomplejado por la materia orgánica o
adsorbido u ocluido por óxidos e hidró-
xidos.
4 Exceso de Zn en el suelo que inhibe la
absorción de Cu.
Incidencia de la deficiencia de Cu
Los suelos particularmente susceptibles a la
deficiencia de Cu son los siguientes:
4 Suelos con alto contenido de materia
orgánica (suelos húmicos de ceniza
volcánica, suelos de turba).
4 Suelos lateríticos altamente meteoriza-
dos (Ultisoles, Oxisoles).
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) deficiencia (mg kg-1)
7-15 <5
- <6
4 Suelos derivados de sedimentos mari-
nos (calcita).
4 Suelos de textura arenosa.
4 Suelos calcáreos.
Efecto de la inundación en la disponi-
bilidad y absorción de Cu
La disponibilidad de Cu disminuye después
de la inundación por la formación de sulfuro
de Cu y ferrito de Cu (Cu2Fe2O4) insolubles y
complejos con la materia orgánica. La dispo-
nibilidad de Cu para la planta se reduce con
el aumento del pH y el contenido de la mate-
ria orgánica.
Absorción y remoción de Cu por el
cultivo
La remoción de Cu por el arroz es de 0.005-
0.02 kg de Cu t.-1 de grano, con un promedio
de 0.012 (Sección 5.3). Un cultivo con un
rendimiento de 6 t ha-1 de grano absorbe
~0.072 kg de Cu ha-1 y 25% permanece en la
paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~0.009 kg de Cu
t.-1 de grano. La quema de la paja no resulta
en pérdidas significativas de Cu.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de Cu
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia de Cu se describen a continuación:
4 Manejo del cultivo: Mojar las plántulas
en una suspensión de CuSO4 al 1% por
una hora antes del transplante.
4 Manejo del suelo: Evitar el exceso de

Tabla 30. Fuentes de Cu para arroz.
Nombres Fórmula
Sulfato cúprico CuSO4 ⋅ H2O
CuSO4 ⋅ 5H2O
Oxido de Cu CuO
encalado en suelos ácidos porque esto
puede reducir la absorción de Cu.
4 Manejo de los fertilizantes: Aplicar CuO
o CuSO4 (5-10 kg de Cu ha-1 en interva-
los de 5 años) en suelos con deficiencia
de Cu, para mantener el contenido de
Cu disponible a largo plazo (aplicación
al voleo o incorporada al suelo). El sul-
fato cúprico (Tabla 30) es higroscópico
y no puede mezclarse con fertilizantes
portadores de macronutrientes y si se lo
mezcla con fertilizantes fosfatados
puede formar compuestos insolubles.
El Cu aplicado al suelo tiene un alto
valor residual, por esta razón, no se
incluye el Cu en los fertilizantes com-
puestos.
Tratamiento de la deficiencia de Cu
La deficiencia de Cu debe tratarse de la
siguiente manera:
4 Aplicar CuSO4 (en forma sólida o líqui-
da) para el rápido tratamiento de la defi-
ciencia de Cu (~1-5 kg de Cu ha-1). Para
aplicaciones al suelo se debe usar
CuSO4 finamente molido al voleo (o en
banda) o incorporado en forma basal.
4 Se puede aplicar Cu en forma foliar
durante el macollamiento hasta el inicio
de la panoja, pero puede quemar los
tejidos en crecimiento. Aplicar una solu-
ción de sulfato cúprico o quelatos de Cu
por aspersión foliar solo como un trata-
miento correctivo de la deficiencia.
4 Evitar las aplicaciones altas de Cu por-
que el rango entre la deficiencia y toxi-
cidad es muy estrecho.
130
Contenido de Cu (%) Comentarios
35 Soluble,
25 acción rápida,
bajo costo
75 Insoluble,
acción lenta
Lectura recomendada
Ambak K, Tadano T. 1991. Effect of micronu-
trient application on the growth and occurren-
ce of sterility in barely and rice in a Malaysian
deep peat soil. Soil Sci. Plant Nutr. 37:715-
724.
Basak A, Mandal LN, Haldar M. 1982.
Interaction of phosphorus and molybdenum
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ciency in rice production. In: Isotope-aided
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special reference to zinc deficiency.
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Das DK, Mandal B. 1990. Transformation of
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3.12 Deficiencia de Boro
Función y movilidad del B
El B tiene un importante papel en la biosínte-
sis de la pared celular y en la integridad de la
estructura de la membrana plasmática. Se lo
requiere para el metabolismo de los carbohi-
dratos, transporte del azúcar, lignificación,
síntesis de los nucleótidos y la respiración.
La deficiencia de B reduce la viabilidad del
polen. El B no es un constituyente de las
enzimas y no interviene en las actividades
enzimáticas. Es relativamente inmóvil en las
plantas de arroz. Debido a que el B no se
transloca al crecimiento nuevo, los síntomas
de deficiencia generalmente aparecen pri-
mero en las hojas jóvenes.
Síntomas de deficiencia de B y efec-
tos en el crecimiento
Las puntas de las hojas jóvenes son blan-
cas y se enrollan.
La deficiencia de B reduce la altura de la
planta y las puntas de las hojas emergentes
son blancas y enrolladas (como en la defi-
ciencia de Ca, Sección 3.8). Una severa defi-
ciencia (Tabla 31) resulta en la muerte del
punto de crecimiento, pero los macollos nue-
vos siguen apareciendo. Las plantas pueden
dejar de producir panojas si la deficiencia de
B aparece en la etapa de formación de estos
órganos.
Contenido de B en el suelo
El nivel crítico en el suelo para que se pre-
senten deficiencias de B es de 0.5 mg de B
Tabla 31. Rangos óptimos y niveles críticos de B en los tejidos de la planta.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
Madurez Paja
132
kg-1 de suelo en extracción con agua calien-
te (el rango de niveles críticos es de 0.1-0.7
mg de B kg-1).
Causas de la deficiencia de B
La deficiencia de B se puede presentar por
uno o más de los siguientes factores:
4 Bajas cantidades de B disponible en el
suelo.
4 Adsorción de B en la materia orgánica,
minerales arcillosos y sesquióxidos.
4 Reducción de la movilidad de B debido
a sequía.
4 Encalado excesivo.
Incidencia de la deficiencia de B
La deficiencia de B no es muy común en
arroz, pero puede ocurrir en los suelos des-
critos a continuación:
4 Suelos ácidos rojos altamente meteori-
zados y suelos arenosos.
4 Suelos ácidos derivados de rocas íg-
neas. Los suelos formados de sedimen-
tos marinos contienen más B que aque-
llos que son formados de las rocas
ígneas.
4 Suelos con alto contenido de materia
orgánica.
Efectos de la inundación en la dispo-
nibilidad y absorción de B
Cuando el pH es <6, el B está presente como
ácido bórico no disociado, B(OH)3, y la absor-
ción por la planta depende del flujo de masa.
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) deficiencia (mg kg-1)
6-15 <5
- <3
133
Tabla 32. Fuentes de B para arroz.
Nombres Fórmula
Bórax anhidro Na2B4O2
Boratos Na2B4O2 ⋅ 5H2O
Bórax Na2B4O2 ⋅ 10H2O
Colemita Ca2B6O11 ⋅ 5H2O
Cuando el pH es >6 el B(OH)3 empieza a
disociarse e hidratarse formando B(OH)4- y la
absorción es activamente regulada por la
planta. La adsorción de B en la materia orgá-
nica, sesquióxidos y minerales arcillosos se
incrementa con el pH. Por esta razón, la dis-
ponibilidad de B disminuye en suelos ácidos y
se incrementa en suelos alcalinos después de
la inundación. Por ejemplo, en los sistemas de
arroz-cebada, la deficiencia de B es común en
la cebada, pero no en el arroz cultivado en el
mismo suelo. Cuando se drenan los suelos de
pantano, el pH se reduce y el B liberado de los
sitios de adsorción puede lixiviarse.
Absorción y remoción de B por el
cultivo
La remoción de B por el arroz es de 0.01-
0.10 kg de B t.-1 de grano, con un promedio
de 0.015 (Sección 5.3). Un cultivo con un
rendimiento de 6 t ha-1 de grano absorbe
~0.09 kg de B ha-1 y >60% permanece en la
paja a la madurez.
Si solamente se saca el grano y se retorna la
paja al lote, se remueven ~0.005 kg de B t.-1
de grano. La quema de la paja no resulta en
pérdidas significativas de B.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de B
Las medidas generales para prevenir la defi-
ciencia de B se describen a continuación:
4 Manejo del agua: Evitar la excesiva lixi-
Contenido de B (%) Comentarios
20 Soluble,
acción rápida
14 Soluble,
acción rápida
11 Soluble,
acción rápida
10 Levemente
soluble, acción
lenta
viación (percolación). El B es muy móvil
en suelos de arroz inundados.
4 Manejo de los fertilizantes: En suelos
con deficiencia de B, se debe aplicar
fuentes de B de acción lenta (por ejem-
plo, colemita, Tabla 32) en intervalos de
2-3 años. Los fertilizantes portadores
de B tienen un efecto residual más pro-
longado en suelos limosos y arcillosos
(aplicar de 2-3 kg de B ha-1) que en sue-
los arenosos (aplicar de 3-5 kg de B
ha-1). En sistemas de arroz-cebada, se
debe aplicar el B a la cebada para ali-
viar la deficiencia en el siguiente cultivo
de arroz. No se deben aplicar cantida-
des excesivas de B ya que esto puede
inducir toxicidad (Sección 4.3).
Tratamiento de la deficiencia de B
La deficiencia de B debe tratarse de la
siguiente manera:
4 Aplicar B en formas solubles (bórax)
para el rápido tratamiento de la defi-
ciencia (0.5-3 kg de B ha-1), se debe
aplicar al voleo y luego se incorpora al
suelo antes de la siembra. Hacer apli-
caciones foliares durante el crecimiento
vegetativo del arroz.
4 El bórax y los boratos no deben mez-
clarse con fertilizantes portadores de
amonio ya que promueven la volatiliza-
ción de N como NH3.

Lectura recomendada
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4
Toxicidad de
Minerales
En este capítulo

4.1 Toxicidad de Hierro

4.2 Toxicidad de Sulfuro

4.3 Toxicidad de Boro

4.4 Toxicidad de Manganeso

4.5 Toxicidad de Aluminio

4.6 Salinidad

4.1 Toxicidad de Hierro
Mecanismos de la toxicidad de Fe
La toxicidad de Fe es causada principalmen-
te por los efectos tóxicos de la excesiva
absorción de Fe por la planta, debido a la
alta concentración de este elemento en la
solución del suelo. Aun plántulas recién
transplantadas pueden afectarse cuando se
acumulan grandes cantidades de Fe2+ inme-
diatamente después de la inundación. Más
adelante en el ciclo de crecimiento, las plan-
tas de arroz se afectan por la excesiva
absorción de Fe2+ debido al incremento en la
permeabilidad de las raíces y una mayor
reducción microbiana de Fe en la rizosfera.
La excesiva absorción de Fe resulta en un
incremento en la actividad de la polifenol oxi-
dasa, lo que lleva a la producción de polife-
noles oxidados que causan el bronceado de
la hoja. Las altas cantidades de Fe en la
planta pueden incrementar la formación de
radicales de oxígeno, que son fitotóxicos y
(a)
(b) (c) (d)
136
responsables por la degradación de las pro-
teínas y la peroxidación de los lípidos de la
membrana.
Las variedades tienen diferente susceptibili-
dad a la toxicidad de Fe. Los principales
mecanismos de adaptación de la planta para
superar la toxicidad de Fe en arroz se descri-
ben a continuación:
4 Evasión del estrés de Fe por medio de
la oxidación de Fe2+ en la rizosfera. La
precipitación de hidróxido de Fe3+ en la
rizosfera de raíces sanas (indicada por
las capas de coloración café rojizo que
recubren a la raíz) previene la excesiva
absorción de Fe2+. Sin embargo, en
suelos fuertemente reducidos, que con-
tienen altas cantidades de Fe, puede
existir un déficit de oxígeno en la super-
ficie de la raíz para oxidar el Fe2+. En
estos casos, la absorción de Fe es
excesiva y las raíces toman una colora-
Síntomas de toxicidad de Fe
en arroz.
(a) Manchas pequeñas de color café
que se desarrollan en la punta de
las hojas y que luego se desplazan
hacia la base. (b) Los síntomas apa-
recen primero en las hojas viejas.
(a), (c) Toda la planta se afecta bajo
condiciones de severa toxicidad. (d)
El bronceado de las hojas ocurre en
plantas de arroz deficientes en K
que no son capaces de mantener
suficiente poder de oxidación en las
raíces (izquierda).
137
ción negra por la presencia de sulfuro
de Fe. El poder de oxidación del siste-
ma radicular incluye la excreción de O2
por las raíces (transportado desde la
parte aérea hacia la raíz a través del
aerénquima) y la oxidación de este O2
por enzimas como la peroxidasa y cata-
lasa. El abastecimiento inadecuado de
nutrientes (K, Si, P, Ca, y Mg) y excesi-
vas cantidades de sustancias tóxicas
(H2S) disminuyen el poder de oxidación
de las raíces. Las variedades de arroz
difieren en su habilidad para liberar O2
de las raíces para oxidar el Fe2+ en la
rizosfera y por lo tanto en la habilidad
de proteger la planta de la toxicidad de
Fe.
4 Tolerancia al estrés de Fe que puede
deberse a evasión o tolerancia a la acu-
mulación de toxinas. Otro mecanismo
es la retención de Fe en los tejidos de
las raíces (oxidación de Fe2+ y precipita-
ción como Fe3+).
La toxicidad de Fe está relacionada con
estrés nutricional que resulta en una reduc-
ción del poder de oxidación de las raíces.
Las raíces de las plantas deficientes en K, P,
Ca y/o Mg exudan más metabolitos de bajo
peso molecular (azúcares solubles, amidas,
amino ácidos) que las plantas con un ade-
cuado abastecimiento de nutrientes. Durante
los periodos de intensa actividad metabólica
(macollamiento) se incrementa la población
de microorganismos en la rizosfera, lo que a
su vez aumenta la demanda por receptores
de electrones. En estas condiciones, las bac-
terias facultativas y anaeróbicas reducen el
Fe3+ a Fe2+. La continua reducción del Fe3+
contenido en las capas de Fe2O3 que cubren
las raíces puede detener la oxidación del
Fe, lo que lleva a un flujo descontrolado de
Fe2+ a las raíces de la planta de arroz.
Cuando esto sucede, se puede formar una
mancha negra de sulfuro de Fe en la super-
ficie de las raíces (un indicativo de condicio-
nes de excesiva reducción y toxicidad de
Fe).
Síntomas de toxicidad de Fe y efectos
en el crecimiento
Pequeñas manchas cafés que se presen-
tan en las hojas bajeras que empiezan en
la punta de la hoja, luego toda la hoja se
torna de color naranja-amarillento a café.
Recubrimiento negro en la superficie de
las raíces.
Los síntomas aparecen de 1-2 semanas
(pero algunas veces >2 meses) después del
transplante. Primero aparecen pequeñas
manchas cafés, que empiezan en la punta
de las hojas inferiores y que luego se expan-
den hacia la base de la hoja. Luego, las man-
chas se combinaran en las nervaduras y las
hojas toman un color café-anaranjado y
mueren. Las hojas son angostas, pero a
menudo se mantienen verdes. Cuando la
toxicidad de Fe es severa, las hojas tienen
una coloración café-púrpura. En algunas
variedades, las puntas de las hojas se tornan
de color amarillento-anaranjado y se secan.
Las plantas de arroz son más susceptibles a
la toxicidad de Fe durante las etapas tempra-
nas de crecimiento, cuando la capacidad de
oxidación de las raíces es baja.
Otros efectos de la toxicidad de Fe se descri-
ben a continuación:
4 Crecimiento lento y macollamiento muy
bajo.
4 Sistema radicular grueso, escaso y
dañado, con un recubrimiento de color
café oscuro a negro y muchas raíces
muertas. Cuando se sacan plantas del
suelo, éstas a menudo tienen un defi-
ciente sistema radicular con muchas
raíces negras (cubiertas por sulfuro de
Fe). En contraste, un sistema radicular
sano está cubierto uniformemente por
una fina capa de color café-anaranjado
de óxidos e hidróxidos de Fe3+.
4 El síntoma de bronceado en las hojas
puede ser causado indirectamente por
la toxicidad de Fe, Mn y Al que resulta
en deficiencias en P, K, Mg y Ca
(Sección 3.2, 3.3, 3.7 y 3.8 respectiva-
mente). Las concentraciones muy altas-

Tabla 33. Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia de la toxicidad de Fe.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Hoja Y
de la panoja
de Fe, Mn y Al en la solución del suelo
limitan el crecimiento del sistema radi-
cular y las raíces se recubren con óxi-
dos de Fe2+ y Mn2+. Esto reduce la
capacidad de las raíces para absorber
nutrientes del suelo.
4 La toxicidad de Fe puede combinarse
con deficiencia de Zn cuando el bron-
ceado o amarillamiento es acompañado
de crecimiento lento. El Fe compite con
el Zn por los sitios de absorción en las
raíces y puede inducir deficiencia de
Zn. Sin embargo, la deficiencia de Zn
es más probable en suelos alcalinos,
mientras que la toxicidad de Fe ocurre
en suelos ácidos a neutros con bajo
contenido de K disponible.
La toxicidad de Fe, se conoce también como
“bronceado” o como “enfermedad Akagare
tipo I” en Japón. En años recientes, nuevos
desórdenes como “hoja amarilla” o “faja roja”
son más frecuentes en zonas arroceras del
Sureste Asiático (Vietnam, Camboya). Los
síntomas en las hojas pueden parecerse a la
toxicidad de Fe, pero no se ha encontrado
ninguna relación con las características de
suelo típicas del desorden.
Contenidos tóxicos de Fe en la planta
El contenido de Fe en las plantas afectadas
es generalmente (pero no siempre) alto
(300-2 000 mg de Fe kg-1), pero el contenido
crítico de Fe (Tabla 33) depende en la edad
y del estado general de nutrición de la plan-
ta. El límite crítico es más bajo en suelos de
poca fertilidad con suplemento desbalancea-
do de nutrientes.
Las plantas con toxicidad de Fe tienen bajo
contenido de K en las hojas (a menudo
138
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) toxicidad (mg kg-1)
100-150 <300-500
<1%). Una relación K:Fe de <17-18:1 en la
paja y <1.5:1 en las raíces indica toxicidad
de Fe.
Contenidos tóxicos de Fe en el suelo
Se considera que la concentración crítica de
Fe en la solución del suelo para la incidencia
de toxicidad es >300 mg de Fe L.-1. Sin
embargo, la concentración de Fe para la inci-
dencia de la toxicidad de Fe varía amplia-
mente. Los valores reportados están entre
10-1.000 mg de Fe L.-1, lo que indica que la
toxicidad de Fe no está relacionada solamen-
te con la concentración de Fe en la solución
del suelo. Las diferencias en nivel crítico de
Fe en la solución se deben a diferencias en el
potencial de las raíces para resistir los efec-
tos de la toxicidad de Fe, que dependen de la
etapa de crecimiento, del estado fisiológico
de la planta y de la variedad cultivada (poder
de oxidación de la raíces).
No existen niveles críticos de toxicidad de Fe
cuando la concentración del elemento se ha
determinado por medio del análisis de suelo
rutinario, pero suelos con pH <5.0 (H2O) son
propensos a toxicidad de Fe. De igual mane-
ra, suelos que contienen pequeñas cantida-
des de K, P, Ca, y Mg disponibles son tam-
bién propensos a la toxicidad de Fe.
Efectos de la inundación en la toxici-
dad de Fe
La concentración de Fe2+ en la solución del
suelo es controlada por el tiempo de inunda-
ción, pH y el contenido de materia orgánica y
Fe3+. En la mayoría de los suelos, la concen-
tración de Fe2+ llega a su pico más alto de 2-
4 semanas después de la inundación. En
general, el Fe2+ en la solución se incrementa
139
rápidamente después de la inundación, pero
los valores máximos donde ocurre la toxici-
dad pueden variar de <20 mg de Fe L.-1 (en
suelos calcáreos de bajo contenido orgáni-
co) hasta >1.000 mg de Fe L.-1 (en suelos
ácidos). Una alta concentración de Fe2+ en el
suelo puede retardar la absorción de P y K.
En condiciones de fuerte reducción, la pro-
ducción de H2S y FeS puede contribuir a la
toxicidad de Fe al reducir el poder de oxida-
ción de las raíces.
La oxidación de Fe2+ a Fe3+ promovida por la
liberación de oxigeno de las raíces produce
acidificación de la rizosfera del arroz (impor-
tante para la absorción de P) y la formación
de una capa de color café en las raíces de
arroz.
Causas de la toxicidad de Fe
Las principales causas de la toxicidad de Fe
se describen a continuación:
4 Altas concentraciones de Fe2+ en la
solución del suelo por las fuertes condi-
ciones reductoras del suelo y/o bajo pH.
4 Contenido bajo y desbalanceado de
nutrientes. Pobre poder de oxidación y
de exclusión de Fe2+ de las raíces por
deficiencia de P, Ca, Mg o K. La defi-
ciencia de K (Sección 3.3) es a menudo
asociada con bajo contenido de bases y
bajo pH, condiciones que a su vez
están asociadas con altas concentra-
ciones de Fe en la solución del suelo.
4 Pobre poder de oxidación del suelo
(exclusión de Fe2+) debido a la acumu-
lación en la rizosfera de sustancias que
inhiben la respiración (H2S, FeS, ácidos
orgánicos) (Sección 4.2).
4 Aplicación de altas cantidades de dese-
chos orgánicos no descompuestos.
4 Continúo suplemento de Fe al suelo
desde la tabla de aguas o por escurri-
miento lateral desde las colinas adya-
centes.
4 Aplicación de residuos municipales o
industriales con un alto contenido de
Fe.
Incidencia de la toxicidad de Fe
La toxicidad de Fe ocurre en un amplio rango
de suelos, pero generalmente sucede en
suelos de arroz de zonas bajas, con inunda-
ción permanente durante el ciclo de creci-
miento del cultivo. Las características comu-
nes en sitios con toxicidad de Fe son drena-
je deficiente, y suelos con baja CIC y bajo
contenido de nutrientes, pero la toxicidad de
Fe ocurre en un amplio rango de pH (4-7).
Los suelos susceptibles a la toxicidad de Fe
son los siguientes:
4 Suelos deficientemente drenados
(Aquents, Aquepts, Aquults) en valles
que reciben flujos de suelos ácidos de
zonas altas (Indonesia, Filipinas y Sri
Lanka).
4 Suelos caoliníticos de baja CIC y bajas
cantidades de P y K disponibles (islas
exteriores de Indonesia y Madagascar).
4 Suelos aluviales o coluviales, ácidos
arcillosos (Indonesia y Filipinas).
4 Suelos jóvenes sulfato ácidos
(Sulfaquepts en Indonesia, Senegal y
Tailandia).
4 Suelos ácidos de zonas bajas y altas,
suelos de turba (pantano) (Burundi,
Indonesia, Liberia y Madagascar).
Estrategias preventivas para el mane-
jo de la toxicidad de Fe
Las medidas generales para prevenir la toxi-
cidad de Fe se describen a continuación:
4 Variedades: Usar variedades de arroz
que toleran la toxicidad de Fe (IR8192-
200, IR9764-45, Kuatik Putih, Mahsuri).
Si se suplementa suficiente cantidad de
nutrientes, los híbridos de arroz tienen
un sistema radicular de mayor vigor y
mayor poder de oxidación que tienden
a absorber una menor cantidad de Fe
de suelos con concentraciones tóxicas.
4 Tratamiento de la semilla: En climas
temperados donde se siembra directa-
mente, se debe recubrir a las semillas
con oxidantes (peróxido de Ca al 50-
100% del peso de la semilla) para mejo-

rar la germinación y la emergencia de
las plántulas al incrementar el suple-
mento de O2.
4 Manejo del cultivo: Retardar la siembra
hasta que haya pasado el pico de alta
concentración de Fe2+ (no menos de
10-20 días después de la inundación).
4 Manejo del agua: Usar riego intermiten-
te para evitar la continua inundación de
suelos pobremente drenados que con-
tienen altas concentraciones de Fe y
materia orgánica.
4 Manejo de los fertilizantes: Se debe
balancear el uso de fertilizantes (NPK o
NPK + cal) para evitar el estrés de
nutrientes. Aplicar suficiente cantidad
de fertilizantes potásicos (Sección 3.3).
Aplicar cal en suelos ácidos. No aplicar
cantidades excesivas de materia orgá-
nica (residuos de corral, paja) en suelos
que contienen grandes cantidades de
Fe y materia orgánica o donde el drena-
je es deficiente. Usar urea (menos aci-
dificante) en lugar de sulfato de amonio
(más acidificante).
4 Manejo del suelo: Labrar el suelo en
seco después de la cosecha para incre-
mentar la oxidación de Fe durante el
periodo de descanso. Esto reduce la
acumulación de Fe2+ durante el siguien-
te periodo de inundación.
Tratamiento de la toxicidad de Fe
Se deben seguir las estrategias preventivas
descritas arriba, ya que el manejo de la toxi-
cidad de Fe durante el ciclo de crecimiento
del cultivo es difícil. Las opciones para el tra-
tamiento se describen a continuación:
4 Aplicar fertilizantes potásicos, fosfata-
dos y magnésicos adicionales.
4 Incorporar cal en el suelo para aumen-
tar el pH de los suelos ácidos.
4 Incorporar de 100-200 kg de MnO2 ha-1
al suelo para disminuir la reducción de
Fe3+.
4 Drenar el lote a la mitad del ciclo de cre-
cimiento para remover el Fe2+ acumula-
do. Esta práctica se debe hacer a la
mitad del macollamiento (25-30
140
DDT/DDS) drenando el lote y dejándolo
libre de agua estancada (pero debe
mantenerse húmedo el suelo) por 7-10
días para mejorar el suplemento de oxí-
geno durante el macollamiento.
Lectura recomendada
Begg CBM, Kira GJD, Mackenzie AF, Neue
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4.2 Toxicidad de Sulfuro
Mecanismos de la toxicidad de sulfuro
Una cantidad excesiva de sulfuro de hidróge-
no (H2S) en el suelo disminuye la absorción
de nutrientes, debido a que disminuye la res-
piración de las raíces. El H2S tiene un efecto
adverso en el metabolismo cuando es absor-
bido en gran cantidad por la planta de arroz.
Las raíces de arroz liberan O2 para oxidar el
H2S que se encuentra en la rizosfera. La toxi-
cidad de H2S depende del poder de oxida-
ción de la raíz, de la concentración de H2S
en la solución del suelo y de la salud de la
raíz en relación al suplemento de nutrientes.
Las plantas jóvenes son particularmente
susceptibles a la toxicidad de sulfuro antes
de que desarrollen las condiciones de oxida-
ción en la rizosfera. Los desórdenes fisiológi-
cos atribuidos a la toxicidad de H2S se cono-
cen como “Akiochi” en Japón y “cabeza alar-
gada” en el Sur de los Estados Unidos.
Síntomas de toxicidad de sulfuro y
efectos en el crecimiento
Clorosis intervenal de las hojas nuevas
en brotación. Las raíces son gruesas,
escasas y de color negro.
Los síntomas de la toxicidad de sulfuro en
las hojas son similares a aquellos de la clo-
rosis causada por deficiencia de Fe (Sección
3.9). Otros criterios de diagnóstico son simi-
142
lares a los de la toxicidad de Fe (pero la toxi-
cidad de Fe tiene diferentes síntomas folia-
res, Sección 4.1):
4 Sistema radicular grueso, escaso y de
color café oscuro a negro. Cuando se
sacan plantas del suelo a menudo tie-
nen un sistema radicular poco desarro-
llado con muchas raíces negras (man-
chas de sulfuro de hierro). En contraste,
un sistema radicular sano está cubierto
uniformemente por una fina capa de
color café-anaranjado de óxidos e
hidróxidos de Fe3+.
4 Bajas concentraciones de K, Mg, Ca
Mn y Si en el tejido de la planta.
4 Incremento en la incidencia de enfer-
medades como la mancha café
(Helminthosporium oryzae), debido al
desbalance de nutrientes en la planta
causado por la toxicidad de H2S.
Rangos óptimos y niveles críticos
para la incidencia de la toxicidad de
sulfuro
No se han establecido niveles críticos. La
toxicidad depende de la concentración de
sulfuro en la solución del suelo en relación
al poder de oxidación de las raíces. La toxi-
cidad puede ocurrir cuando la concentra-
ción de H2S en la solución del suelo es
>0.07 mg L.-1.
Síntomas de toxicidad de sul-
furo en arroz
Las raíces de las plantas afectadas
son gruesas, escasas y de color
negro.
143
Efectos de la inundación en la toxici-
dad de sulfuro
La reducción de sulfato a sulfuro en suelos
inundados tiene tres implicaciones para los
cultivos de arroz:
4 El S puede pasar a ser deficiente.
4 El Fe, Zn y Cu pueden tornarse inmóvi-
les.
4 La toxicidad de H2S puede ocurrir en
suelos que contienen pequeñas canti-
dades de Fe.
En suelos inundados, el sulfato se reduce a
H2S a un bajo potencial redox (<-50 mV a pH
7), que luego forma sulfuros insolubles como
el FeS:
H2S + Fe2+ → FeS + 2H+
Dependiendo del pH de la solución del suelo,
H2S, HS- y S2- pueden presentarse en dife-
rentes proporciones. El H2S es la especie
predominante de S en suelos inundados de
pH 4-8. El H2S es fitotóxico y la concentra-
ción de H2S libre en la solución del suelo va
de <0.0001 hasta >0.5 mg L.-1. El sulfuro de
Fe no es tóxico para el arroz, pero reduce la
absorción de nutrientes (Sección 4.1).
Causas de la toxicidad de sulfuro
La toxicidad de sulfuro puede presentarse
por uno o más de los siguientes factores:
4 Altas concentraciones de H2S en la
solución del suelo (debido a condicio-
nes de fuerte reducción y poca precipi-
tación de FeS).
4 Deficiente y desbalanceado contenido
de nutrientes, que disminuye el poder
de oxidación de las raíces (en particular
la deficiencia de K, pero también de P,
Ca o Mg).
4 Aplicaciones excesivas de fertilizantes
portadores de sulfatos o residuos muni-
cipales o industriales en suelos pobre-
mente drenados y fuertemente reducto-
res.
Incidencia de la toxicidad de sulfuro
Si existen cantidades suficientes de Fe libre
(Fe2+), la concentración de H2S es general-
mente baja debido a la formación de FeS
insoluble. Por lo tanto, la toxicidad se asocia
con suelos de bajo contenido de Fe (Sección
3.9). Debido a que la bacteria que reduce
SO42- a H2S se activa cuando el pH de suelo
es >5, la toxicidad de H2S ocurre después de
una prolongada inundación.
Los suelos susceptibles a la toxicidad de H2S
son los siguientes:
4 Suelos arenosos bien drenados con
bajo contenido de Fe activo.
4 Suelos de arroz degradados con bajo
contenido de Fe activo.
4 Suelos orgánicos pobremente drenados.
4 Suelos sulfato ácidos.
Los suelos susceptibles a la toxicidad de sul-
furos y Fe contienen similares concentracio-
nes de Fe activo, baja CIC y bajas concen-
traciones de bases intercambiables.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de la toxicidad de sulfuro
Las medidas generales para prevenir la toxici-
dad de sulfuros se describen a continuación:
4 Variedades: Sembrar variedades de
arroz que toleren la toxicidad de sulfuro
por su mayor capacidad de liberar O2
desde las raíces. Por ejemplo, híbridos
de arroz tienen un sistema radicular
más vigoroso y un mayor poder de oxi-
dación si se le han aplicado suficientes
nutrientes (NPK).
4 Tratamiento de las semillas: En climas
temperados, se debe recubrir a las
semillas con oxidantes (peróxido de
Ca) para incrementar el suplemento de
O2 y mejorar la germinación.
4 Manejo del agua: Evitar la inundación
continua y usar riego intermitente en
suelos que contienen altas concentra-
ciones de S, en suelos con alto conteni-
do de materia orgánica y en suelos
pobremente drenados.
 144

4 Manejo de los fertilizantes: Balancear el Hagiwara M, Imura M. 1993. Seedling emer-

uso de fertilizantes (NPK o NPK + cal)
para evitar el estrés de nutrientes y
mejorar el poder de oxidación de las
raíces. Se debe aplicar suficiente fertili-
zante potásico (Sección 3.3). Evitar el
uso excesivo de residuos orgánicos
(residuos de corral, paja) en suelos que
contienen altas concentraciones de Fe
y materia orgánica y en suelos pobre-
mente drenados.
4 Manejo del suelo: Labrar el suelo en
seco después de la cosecha para incre-
mentar la oxidación de Fe durante el
periodo de descanso. Esto reduce la
acumulación de Fe2+ y H2S durante el
siguiente periodo de inundación.
Tratamiento de la toxicidad de sulfuro
gence and establishment of direct-sown
paddy rice in soils incorporated with substan-
ces produced in reductive paddy soil. Jpn. J.
Crop Sci. 62 :609-613.
Moore PA, Attanandana T, Patrick WH, Jr.
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Tanaka A, Yoshida S. 1970. Nutritional disor-
ders of rice plant in Asia. Int. Rice Res. Inst.
Tech. Bull. 10. Los Baños (Philippines):
International Rice Research Institute.

Se deben seguir las estrategias preventivas

descritas arriba, ya que el manejo de la toxi-
cidad de sulfuro durante el ciclo de creci-
miento del cultivo es difícil. Las opciones
para el tratamiento se describen a continua-
ción:
4 Aplicar fertilizantes potásicos, fosfata-
dos y magnésicos.
4 Aplicar Fe (sales y óxidos) en suelos
con bajo contenido de Fe para incre-
mentar la inmovilización de H2S como
FeS.
4 Drenar el lote a la mitad del ciclo de cre-
cimiento para remover el H2S y FeS
acumulado. Esta práctica se debe
hacer a la mitad del macollamiento (25-
30 DDT/DDS), drenando el lote y deján-
dolo libre de agua estancada (pero el
suelo debe mantenerse húmedo) por 7-
10 días para mejorar el suplemento de
O2 durante el macollamiento.

Lectura recomendada
Allam Al, Hollis JP. 1972. Sulfide inhibition of
oxidises in rice roots. Phytopathology
62:634-639.

Ayotade KA. 1977. Kinetics and reactions of

hydrogen sulfide in solution of flooded rice
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145

4.3 Toxicidad de Boro

Mecanismos de la toxicidad de B Síntomas de toxicidad de B y efectos
en el crecimiento
La fisiología de la tolerancia y la toxicidad de
B no está todavía bien entendida. La absor-
Puntas de las hojas de color parduzco y
ción de B está estrechamente relacionada
manchas elípticas de color café oscuro
con la concentración de este nutriente en la
en las hojas.
solución del suelo y la tasa de transpiración
de las plantas de arroz. Cuando la concen-
La toxicidad de B aparece primero como una
tración de B en la solución del suelo es alta,
clorosis en las puntas y márgenes de las
este nutriente se distribuye en la planta a tra-
hojas viejas. Después de 2-4 semanas apa-
vés del normal flujo de la transpiración, per-
recen manchas elípticas de color café oscuro
mitiendo que se acumule en los márgenes y
en estas áreas descoloridas, luego éstas se
puntas de las hojas. El exceso de B parece
tornan cafés y se secan. Las manchas necró-
inhibir la formación de almidones o resulta en
ticas son más prominentes al inicio de la
la formación de complejos carbohidrato-B, lo
panoja. Algunas variedades exhiben la deco-
que retarda el llenado del grano, pero el cre-
loración solo en la punta y los márgenes de
cimiento vegetativo es normal. Las varieda-
las hojas. El crecimiento vegetativo no se
des con alto requerimiento de B son menos
reduce significativamente. La magnitud de la
susceptibles a la toxicidad de B y viceversa.
reducción del rendimiento en suelos con alto
contenido de B varía entre variedades y no
se relaciona claramente con la severidad de
los síntomas necróticos típicos.

(a)

(b) (c) (d) Síntomas de toxicidad de B

en arroz

(a) Una característica típica de la

toxicidad de B son las puntas de las
hojas de color parduzco, esta condi-
ción aparece primero como una clo-
rosis marginal en la punta de las
hojas viejas.(b), (c), (d) Después de
2-4 semanas, se desarrollan man-
chas elípticas de color café en las
áreas descoloridas.

Tabla 34. Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia de la toxicidad de B.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento Hoja Y
Inicio de la panoja Toda la hoja
Madurez Paja
Contenidos tóxicos de B en la planta
Los límites críticos de toxicidad de B en las
hojas tienen que interpretarse con precau-
ción (Tabla 34):
4 Hay una gradiente pronunciada de con-
centración de B en la lámina de la hoja
que va de valores bajos en la base de
la hoja a valores altos en la punta de la
hoja.
4 Los niveles críticos de toxicidad en
arroz cultivado en el lote son menores
que los de plantas cultivadas en inver-
naderos, debido a la lixiviación de B de
las hojas por la lluvia.
4 Los efectos en el rendimiento difieren
significativamente entre variedades.
Contenidos tóxicos de B en el suelo
Los límites críticos para la toxicidad de B en
el suelo son:
4 >4 mg de B kg-1: HCl 0.05N.
4 >5 mg de B kg-1: extraído en agua
caliente.
4 >2.5 mg de B L-1: solución del suelo.
Contenidos tóxicos de B en el agua
de irrigación
El agua de riego es peligrosa cuando contie-
ne >2 mg de B L.-1.
Efectos de la inundación en la toxici-
dad de B
Cuando el pH es <6, el B está presente como
ácido bórico no disociado, B(OH)3, y la
absorción por la planta depende del flujo de
masa. Cuando el pH es >6 el B(OH)3 empie-
146
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) toxicidad (mg kg-1)
6-15 100
- 35
- 100
za a disociarse e hidratarse formando
B(OH)4- y la absorción es activamente regu-
lada por la planta. La adsorción de B en la
materia orgánica, sesquióxidos y minerales
arcillosos se incrementa con el pH. Por esta
razón, la inundación de suelos ácidos dismi-
nuye la disponibilidad de B, mientras que la
disponibilidad de B se incrementa cuando se
inundan suelos alcalinos. El pH de los suelos
de pantano disminuye después de secarlos,
de modo que el B adsorbido se libera y
puede lixiviarse. La toxicidad de B también
puede estar relacionada con la concentra-
ción de B en el agua de irrigación y la canti-
dad usada. La toxicidad de B puede tornarse
más severa en la temporada seca cuando la
concentración de B en los pozos del agua de
irrigación es abundante y existe poca agua
de lluvia para diluir la alta concentración de B
en el agua de riego y/o lixiviarlo del suelo o
de la planta de arroz.
Causas de la toxicidad de B
La toxicidad de B puede presentarse por uno
o más de los siguientes factores:
4 Concentraciones altas de B en la solu-
ción del suelo por el uso de agua rica
en este nutriente y por altas temperatu-
ras (regiones áridas, pozos muy profun-
dos, o pozos afectados por actividades
geotérmicas).
4 Concentraciones altas de B en la solu-
ción del suelo porque el material paren-
tal es rico en B. El contenido de B es
alto en algunos sedimentos marinos,
rocas plutónicas y otros materiales vol-
cánicos, pero las concentraciones de B
en rocas ígneas son bajas.
4 Aplicación excesiva de bórax y de dese-
chos municipales (compost).
147
Incidencia de la toxicidad de B
La toxicidad de B es más común en regiones
áridas y semiáridas, pero también se ha
reportado en otras áreas cultivadas con
arroz.
Los suelos susceptibles a toxicidad de B son
los siguientes:
4 Suelos formados en material parental
de origen volcánico, generalmente aso-
ciado con el uso de agua de irrigación
de pozos profundos que contienen altas
concentraciones de B (por ejemplo las
granjas del IRRI, Los Baños y Albay,
Filipinas).
4 Ciertos suelos salinos cercanos a la
costa.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de la toxicidad de B
Las medidas generales para prevenir la toxi-
cidad de B se describen a continuación:
4 Variedades: Usar variedades tolerantes
a la toxicidad de B (IR42, IR46, IR48,
IR54, IR9884-54). Las variedades tole-
rantes a la toxicidad de B pueden rendir
hasta 2 t ha-1 más que las variedades
susceptibles.
4 Manejo del agua: Usar agua superficial
con bajo contenido de B para la irriga-
ción. Debe evaluarse regularmente el
agua de pozos profundos si ésta se usa
para irrigación. Si es muy alta la con-
centración de B en el agua que se va
utilizar, se la debe diluir con agua de
una fuente diferente que contenga una
baja concentración de B.
4 Manejo del suelo: Se debe labrar el
suelo en seco para que el B se acumu-
le en la superficie y luego lixiviarlo con
agua de baja concentración de B.
Tratamiento de la toxicidad de B
Si está disponible y si la precolación del
suelo es suficiente, usar agua con bajo con-
tenido de B para lixiviar el exceso de éste
elemento.
Lectura recomendada
Brown PH, Hu HN. 1997. Does boron play
only a structural role in the growing tissue of
higher plants? Plant Soil 196:211-215.
Cayton MTC, 1985. Boron toxicity in rice.
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 148

4.4 Toxicidad de Manganeso

Mecanismos de la toxicidad de Mn describen a continuación:
4 Evasión del estrés de Mn por medio de
La concentración de Mn en la solución del
la liberación de O2 de las raíces para
suelo se puede incrementar a bajo pH o
oxidar el Mn2+ en la rizosfera (poder de
cuando el potencial redox es bajo después
oxidación de las raíces). Las diferen-
de la inundación. Una cantidad excesiva de
cias en anatomía y morfología, el suple-
Mn en la solución del suelo puede promover
mento de K, Si, P, Ca y Mg, así como
la excesiva absorción de este elemento en
también la presencia de sustancias
caso de que los mecanismos de exclusión o
tóxicas (H2S) afectan el poder de oxida-
tolerancia en las raíces no estén funcionan-
ción de las raíces.
do adecuadamente. A altas concentraciones
de Mn los tejidos de la planta cambian los 4 Tolerancia al estrés de Mn por medio de
retención de Mn en los tejidos de la raíz
procesos metabólicos (actividad enzimática
(oxidación y acumulación de Mn2+ en las
y compuestos orgánicos) lo que resulta en
paredes celulares) y por la concentración
síntomas visibles de toxicidad de Mn como
del exceso de Mn en formas metabolica-
clorosis (foto-oxidación de la clorofila) o
mente inactivas dentro de la planta.
necrosis (acumulación de compuestos fenó-
licos oxidados como antocianinas).
Síntomas de toxicidad de Mn y efec-
Las diferentes variedades difieren en su sus- tos en el crecimiento
ceptibilidad a la toxicidad de Mn. Los princi-
pales procesos de adaptación de las plantas Manchas café amarillentas que cubren
de arroz para evitar la toxicidad de Mn se toda el área intervenal.
(a)

(b) (c)

Síntomas de toxicidad de Mn
en arroz

(a), (b), (c) Presencia de manchas

intervenales café amarillentas en las
hojas y vainas inferiores.
149
Se desarrollan manchas cafés entre las ner-
vaduras de las hojas y vainas inferiores. La
punta de las hojas se seca 8 semanas des-
pués de la siembra. La toxicidad de Mn tam-
bién puede causar clorosis de las hojas jóve-
nes (superiores), con síntomas similares a
los de la clorosis de Fe (Sección 3.9). Las
plantas crecen lentamente y se reduce el
macollamiento. La esterilidad resulta en
menor rendimiento de grano. La absorción
de Mn en exceso reduce la absorción de Si,
P y Fe, y el transporte de P hacia la panoja.
Un alto contenido de Si en la hoja puede pre-
venir la incidencia de manchas necróticas
cafés típicas de la toxicidad de Mn.
Contenidos tóxicos de Mn en la planta
El arroz es más resistente a la toxicidad de
Mn que la mayoría de los cultivos, pero no se
han definido concentraciones críticas en la
planta que determinen la toxicidad de Mn.
Como en la toxicidad de Fe (Sección 4.1), la
concentración de formas activas de Mn
puede ser un mejor indicador de la toxicidad
que el contenido total de Mn en los tejidos de
la planta. En algunos casos, plantas de arroz
con 3.000 mg de Mn kg-1 no muestran los
síntomas de toxicidad y el rendimiento no se
afecta.
Contenidos tóxicos de Mn en el suelo
El contenido de Mn en las plantas de arroz
puede relacionarse positivamente con la con-
centración de Mn fácilmente reducible en el
suelo, pero no se han definido niveles críticos.
Efectos de la inundación en la toxici-
dad de Mn
Los factores que controlan la presencia de
toxicidad de Mn en condiciones de inunda-
ción son los siguientes:
4 Incremento de solubilidad de Mn y
reducción del potencial redox.
4 Menor oxidación de Mn en las raíces
por la falta de oxigeno.
Causas de la toxicidad de Mn
La toxicidad de Mn puede ser provocada por
uno o más de los siguientes factores:
4 Altas concentraciones de Mn2+ en la
solución debido a bajo pH (<5.5) del
suelo y/o bajo potencial redox.
4 Contenido de nutrientes deficiente y
desbalanceado. Pobre poder de oxida-
ción y exclusión de Fe2+ de las raíces:
8 Deficiencias de Si, K, P, Ca o Mg.
8 Sustancias que inhiben la respira-
ción (H2S, FeS, y ácidos orgánicos)
(Sección 4.2).
4 Aplicación de residuos municipales o
industriales con altos contenidos de Mn.
Incidencia de la toxicidad de Mn
La toxicidad de Mn se presenta en muy
pocas ocasiones en arroz de zonas bajas.
Aun con altas concentraciones de Mn en la
solución, la toxicidad es poco común porque
el arroz es tolerante a altas concentraciones
de Mn (Tabla 35). Las raíces del arroz son
capaces de excluir Mn y el arroz tiene una
alta tolerancia a abundantes concentracio-
nes internas de Mn en sus tejidos.
Los suelos susceptibles a la toxicidad de Mn
son lo siguientes:
4 Suelos ácidos de zonas altas (pH <5.5);
la toxicidad de Mn a menudo ocurre
junto con la toxicidad de Al (Sección 4.5).
4 Suelos de zonas bajas que contienen
grandes cantidades de Mn fácilmente
reducible.
4 Suelos sulfato ácidos.
4 Areas afectadas por la minería (Japón).
Estrategias preventivas para el mane-
jo de la toxicidad de Mn
Las medidas generales para prevenir la toxi-
cidad de Mn se describen a continuación:
4 Tratamiento de la semilla: En climas
temperados donde se siembra directa-
mente, se debe recubrir las semillas
con oxidantes (peróxido de Ca al 50-
100% del peso de la semilla) para mejo-

Tabla 35. Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia de la toxicidad de Mn.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento Hoja Y
Macollamiento Toda la planta
Madurez Paja
rar la germinación y la emergencia de
las plántulas al incrementar el suple-
mento de O2.
4 Manejo de agua: La absorción de Mn
puede acelerarse cuando se hacen dre-
najes superficiales.
4 Manejo de los fertilizantes: Se debe
equilibrar el uso de fertilizantes (NPK o
NPK + cal) para evitar que el estrés de
nutrientes sea un factor que promueva
la toxicidad de Mn. Aplicar suficiente
cantidad de fertilizantes potásicos
(Sección 3.3). Aplicar cal en suelos áci-
dos para reducir la concentración de Mn
activo. No aplicar cantidades excesivas
de materia orgánica (residuos de corral,
paja) en suelos que contienen altas can-
tidades de Mn y materia orgánica o
donde el drenaje es deficiente. Usar
fuentes de N que acidifiquen menos
(urea). La absorción de Mn es menor en
presencia de amonio que de nitrato.
4 Manejo de la paja: Reciclar la paja o
ceniza para reponer el Si o K removidos
del lote. Un suplemento adecuado de Si
previene la toxicidad de Mn en arroz al
disminuir la absorción de Mn (incre-
mento en la oxidación en las raíces) y al
incrementar la tolerancia interna a
excesivas cantidades de Mn en los teji-
dos de la planta.
Tratamiento de la toxicidad de Mn
Las opciones para el tratamiento de la toxici-
dad de Mn se describen a continuación:
4 Aplicar cal para controlar la acidez del
suelo en zonas altas.
4 Aplicar escorias con sílice (1.5-3 t ha-1)
para aliviar la deficiencia de Si (Sección
3.6).
150
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) toxicidad (mg kg-1)
40-700 >800-2.500
50-150 -
0.10-0.15 <0.06
Lectura recomendada
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151
4.5 Toxicidad de Aluminio
Mecanismos de la toxicidad de Al
El Al se acumula principalmente en la punta
de las raíces, en los sitios de división y elon-
gación de las células. El síntoma más impor-
tante de toxicidad de Al es la inhibición del
crecimiento radicular. Esto se debe al efecto
de Al en la pared celular, a los efectos tóxi-
cos de Al en la membrana plasmática de las
células más jóvenes y células superficiales
de la raíz, y al efecto en el simplasma de la
raíz. El Al afecta el funcionamiento de la
membrana plasmática y disminuye el ingreso
de Ca2+ y Mg2+. Algunas variedades son
resistentes a concentraciones altas de Al y
logran la resistencia por medio de la exclu-
sión de Al del ápice de la raíz o por toleran-
cia interna de los tejidos en el simplasma. La
exposición prolongada al Al también inhibe el
crecimiento de la planta al inducir deficien-
cias de nutrientes (Mg, Ca, P), estrés por
falta de agua y desequilibrio hormonal.
(a)
(b) (c)
(d)
Las diferencias genotípicas en susceptibili-
dad a la toxicidad de Al en el arroz se descri-
ben a continuación:
4 Evasión de estrés por medio de la exclu-
sión de Al de los sitios sensibles o por
medio de la reducción de la actividad del
Al3+ en la rizosfera, lo que incrementa el
flujo de Ca2+ y Mg2+ inhibidos por el Al.
4 Tolerancia al estrés por alta tolerancia
de los tejidos al Al, inmovilización de Al
en formas no tóxicas, o alta eficiencia
de uso interno de P.
Síntomas de toxicidad de Al y efectos
en el crecimiento
Clorosis intervenal de color amarillo ana-
ranjado en las hojas. Crecimiento lento de
las plantas.
Moteado de color amarillo a blanco entre las
Síntomas de toxicidad de Al
en arroz
(a) La toxicidad de Al es principal-
mente un problema de suelos ácidos
de zonas altas, pero las variedades
difieren en susceptibilidad. (b)
Moteado de color amarillo a blanco
entre las nervaduras que termina en
la muerte de las puntas de las
hojas. (c) Quemado de los márge-
nes de las hojas. (d) La presencia
de plantas como Dicranopteris linea-
ris, Melastoma malabathricum e
(e) Imperata cylindrica es un buen indi-
cador de condiciones de acidez y
bajo contenido de P en el suelo. (e)
Un medidor de pH de bolsillo permi-
te una determinación confiable del
pH.

Tabla 36. Rangos óptimos y niveles críticos para la incidencia de la toxicidad de Al.
Etapa de Parte de
crecimiento la planta
Macollamiento a inicio Toda la planta
de la panoja
nervaduras que termina en la muerte de las
puntas de las hojas. Las áreas cloróticas se
necrosan si la toxicidad de Al es severa
(Tabla 36). La toxicidad de Al reduce el creci-
miento de la parte aérea y del sistema radi-
cular de la planta. Las variedades difieren en
tolerancia a la toxicidad de Al. En cultivos
susceptibles las raíces crecen lentamente y
se deforman. El crecimiento es lento, pero el
macollamiento puede ser normal. El creci-
miento lento de las raíces resulta en menor
absorción de nutrientes y menor tolerancia a
la sequía. El Al también afecta indirectamen-
te el crecimiento al inducir deficiencia de Mg.
Contenidos tóxicos de Al en la planta
La capacidad de macollamiento (número total
de macollos por planta) parece ser un útil
indicador temprano del efecto de Al en la pro-
ducción de grano. No se pueden diferenciar
las variedades resistentes de las susceptibles
al Al por la producción de biomasa o concen-
tración de nutrientes (K, Ca, Mg, P, Al) en la
parte aérea de la planta y en las raíces.
Contenidos tóxicos de Al en el suelo
La toxicidad de Al puede presentarse cuando
la saturación de éste elemento es >30%, el
pH del suelo (H2O) <5.0, y el contenido de Al
en la solución del suelo es >1-2 mg L.-1.
Efectos de la inundación en la toxici-
dad de Al
La toxicidad de Al es el principal limitante de
suelos ácidos de zonas altas bajo condiciones
aeróbicas. Después de la inundación, el pH
del suelo se incrementa y la concentración de
Al en la solución del suelo generalmente cae
bajo el nivel crítico para la toxicidad. En esas
condiciones, es más probable que se presen-
152
Optimo Nivel crítico para la
(mg kg-1) toxicidad (mg kg-1)
15-18 >100
te toxicidad de Fe (Sección 4.1).
Causas de la toxicidad de Al
El bajo pH del suelo (<5), es la causa del
exceso de Al3+ en la solución del suelo. La
concentración de Al en la solución del suelo
depende del pH, así como también de la
concentración de compuestos orgánicos e
inorgánicos que pueden formar complejos
con el Al.
Incidencia de la toxicidad de Al
La toxicidad de Al rara vez ocurre en arroz de
zonas bajas, excepto en algunos suelos
donde los procesos de reducción son muy
lentos después de la inundación. La toxici-
dad de Al es uno de los principales factores
limitantes de la producción en suelos ácidos
de zonas altas, sin embargo, esta condición
está generalmente asociada con alta fijación
y deficiencia de P (Sección 3.2).
Los suelos susceptibles a la toxicidad de Al
son los siguientes:
4 Suelos ácidos de zonas altas (Ultisoles,
Oxisoles), con abundante contenido de
Al. La toxicidad de Al a menudo se pre-
senta junto a la toxicidad de Mn
(Sección 4.4).
4 Suelos sulfato ácidos, particularmente
cuando el arroz se cultiva por varias
semanas sin inundación (Tailandia).
4 Suelos inundados con un pH <4 antes
que aparezcan los síntomas de la toxi-
cidad de Fe.
Estrategias preventivas para el mane-
jo de la toxicidad de Al
Las medidas generales para prevenir la toxi-
cidad de Al son las siguientes:
153

Tabla 37. Materiales para el tratamiento de la toxicidad de Al en arroz.

Nombre Fórmula Contenido Comentarios

Cal agrícola CaCO3 40% Ca

Dolomita MgCO3 + CaCO3 13% Mg, 21% Ca Acción lenta,
contenido variable
de Ca y Mg
Yeso CaSO4 ⋅ 2H2O 23% Ca, 18% S Levemente soluble,
acción lenta
Kieserita MgSO4 ⋅ 7H2O 23% S, 16% Mg Acción rápida
Langbeinita K2SO4 ⋅ MgSO4 18% K, 11% Mg, Acción rápida
22% S
Roca fosfórica Ca3(PO4)2 10-11% P >1/3 soluble en agua
parcialmente acidulada
Roca fosfórica Ca3(PO4)2 11-17% P, Acción muy lenta
finamente molida 33-36% Ca (25-39% de P2O5)
Superfosfato simple Ca(H2PO4)2 ⋅ H2O 12% S, 7-9% P, Soluble, acción
+ CaSO4 ⋅ 2H2O 13-20% Ca rápida

4 Variedades: Usar cultivos tolerantes de la toxicidad de Al en suelos ácidos

que acumulen menos Al en el follaje y
absorban eficientemente Ca y P, aun en
presencia de Al. Las variedades tole-
rantes a la toxicidad de Al son: IR43,
CO 37, y Basmati 370 (India), Agulha,
Vérmelo, y IAC3 (Brasil), IRAT 109
(Costa de Marfil) y Dinorado (Filipinas).
4 Manejo del cultivo: Retrasar la siembra
hasta que el pH del suelo se haya incre-
mentado lo suficiente después de la
inundación (para inmovilizar el Al).
4 Manejo del agua: Proveer al cultivo de
suficiente agua para mantener las con-
diciones de reducción del suelo. Evitar
que la superficie se seque.
4 Manejo de los fertilizantes: En suelos
ácidos de zonas altas con toxicidad de
Al se debe prestar especial atención a
la fertilización con Mg (Tabla 37)
(Sección 3.7). La toxicidad de Al dismi-
nuye cuando se administra la suficiente
cantidad de Mg. El encalado con
CaCO3 puede ser insuficiente, mientras
que la aplicación de dolomita en lugar
de CaCO3 no solo aumenta el pH sino
que también suplementa Mg. La lang-
beinita y la kieserita pueden ser parte
de una estrategia integrada de manejo
de zonas altas, pero son más caras que
la dolomita fina. Cantidades pequeñas
de langbeinita o kieserita (50 kg ha-1)
pueden tener un efecto similar a aquel
de encalar con más de 1.000 kg de
CaCO3.
Tratamiento de la toxicidad de Al
Las opciones para el tratamiento de la toxici-
dad de Al se describen a continuación:
4 Aplicar de 1-3 t ha-1 de cal para incre-
mentar el pH. Determinar la cantidad
exacta de cal necesaria basándose en
una prueba de requerimiento de cal.
4 Reducir la acidez del subsuelo para
mejorar el crecimiento radicular debajo
de la capa de labranza lixiviando el Ca
de la cal aplicada a la superficie. Suplir
aniones como SO42- o NO3- para promo-
ver el movimiento del Ca2+ al subsuelo
aplicando yeso, abono verde o urea con
cal adicional para neutralizar la acidez
generada por la nitrificación. El Cl- no
es un buen ión acompañante.
4 En suelos ácidos de zonas altas se
debe incorporar 1 t ha-1 de roca fosfóri-
ca reactiva para aliviar la deficiencia de
P (Sección 3.2).
 154

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155
4.6 Salinidad
Mecanismos de los daños de salini-
dad
La salinidad se define como la presencia de
excesiva cantidad de sales solubles en el
suelo (generalmente se mide como conduc-
tividad eléctrica, CE). El Na, Ca, Mg, cloruros
y sulfatos son los principales iones involucra-
dos. Los efectos de la salinidad en el arroz
se describen a continuación:
4 Efectos osmóticos (estrés de agua).
4 Efectos tóxicos de la absorción excesi-
va de Na y Cl.
4 Reducción en la absorción de nutrien-
tes (K, Ca), por efectos antagónicos.
La principal causa de los daños por sales en
arroz es la excesiva absorción de Na (toxici-
(a)
(b) (d)
(c)
dad) antes que estrés de agua, pero la
absorción de agua (y la transpiración) tam-
bién se reduce con altos niveles de salinidad.
Las plantas se adaptan a las condiciones
salinas y evitan la deshidratación reduciendo
el potencial osmótico de las células de la
planta. Sin embargo, esto reduce la tasa de
crecimiento. Pueden ocurrir efectos antagó-
nicos en la absorción de nutrientes que pue-
den causar deficiencias, particularmente de
K (Sección 3.3) y Ca (Sección 3.8) bajo con-
diciones de excesivo suplemento de Na. Por
ejemplo, el Na obstaculiza la absorción de K
en suelos sódicos con un contenido modera-
do a alto de K, lo que resulta en una alta rela-
ción Na:K y menor tasa de transporte de K
en la planta.
Síntomas de salinidad en
arroz
(a) El cultivo crece en parches en
suelos afectados por salinidad. (b)
En sitios donde se usa agua de irri-
gación salina, se encuentran par-
ches de plantas afectadas cerca de
las salidas de agua. (c), (d) Las
plantas dejan de crecer y tienen las
hojas con puntas blancas.

La inhibición de la absorción y transporte de
Ca por el Na puede limitar el crecimiento de
la parte aérea de la planta. El incremento en
la salinidad inhibe la actividad de la nitrato
reductasa, reduce el contenido de clorofila y
la tasa de fotosíntesis e incrementa la tasa
de respiración y el contenido de N en la plan-
ta. El contenido de K y Ca en la planta se
reduce, pero las concentraciones de NO3,
Na, S, y Cl en los tejidos de la planta se
incrementan. El arroz tolera la salinidad
durante la germinación, es muy sensible
durante las primeras etapas de crecimiento
(1-2 hojas), es tolerante durante el macolla-
miento y elongación, pero vuelve a ser sen-
sible en la floración.
Varios factores afectan la tolerancia de las
diferentes variedades de arroz a la salinidad:
4 Tasa de transpiración y potencial para
ajuste osmótico.
4 Diferencias en absorción de nutrientes
bajo estrés de Na. Los cultivares tole-
rantes tienen una relación Na:K más
estrecha (mayor absorción de K) y
mayor contenido de Ca2+ en las hojas
que los cultivares susceptibles.
4 Eficiente exclusión de Na+ y Cl-. Las
variedades de arroz tolerantes a las
sales, tienen menores tasas de absor-
ción de Na+ y Cl- en comparación con
cultivos de menor tolerancia.
4 Rápido crecimiento vegetativo que dilu-
ye las sales en los tejidos de la planta.
Síntomas de la salinidad y efectos en
el crecimiento
Hojas con puntas blancas y plantas de
crecimiento lento que aparecen en par-
ches en el lote.
Las puntas de las hojas afectadas son blan-
cas y aparecen manchas cloróticas en algu-
nas hojas. La salinidad detiene el crecimien-
to de las plantas y reduce el macollamiento.
Aparecen parches de crecimiento en el lote.
Los síntomas aparecen en la primera hoja,
luego en la segunda y finalmente en la hoja
en desarrollo. El arroz es más tolerante a la
156
salinidad en la germinación, pero las plantas
pueden afectarse al transplante y en las eta-
pas de floración. La salinidad y sodicidad
pueden estar acompañadas por deficiencia
de P (Sección 3.2), deficiencia de Zn
(Sección 3.4), deficiencia de Fe (Sección
3.9) o toxicidad de B (Sección 4.3).
Más efectos de la salinidad en arroz se des-
criben a continuación:
4 Baja tasa de germinación.
4 Plantas pequeñas y poco macollamien-
to.
4 Mal crecimiento radicular.
4 Incremento en la esterilidad de las espi-
guillas.
4 Reducción del peso y del contenido
total de proteínas en el grano, debido al
exceso de absorción de Na (no afecta
la calidad culinaria).
4 Reducción de la fijación biológica de N2
y la mineralización de N del suelo.
Salinidad en la planta
Altos contenidos de Na en la planta puede
indicar daños por salinidad que llevan a pér-
didas de rendimiento. Sin embargo, la con-
centración crítica de sales (NaCl) en el tejido
foliar con la que pueden aparecer síntomas
de toxicidad puede diferir mucho entre varie-
dades. Las variedades que muestran mayor
tolerancia a las sales dentro de los tejidos no
son necesariamente aquellas que muestran
la mayor resistencia fenotípica a la salinidad.
Se ha encontrado correlación entre la rela-
ción Na:K y la tolerancia a la salinidad, pero
no se ha establecido una relación crítica en
los tejidos de la planta. Una relación Na:K
<2:1 en el grano puede indicar variedades de
arroz tolerantes a las sales.
La relación Na:Ca en los tejidos de la planta
no parece ser un buen factor indicador de la
salinidad. No se encontró ningún efecto en el
crecimiento o en la concentración de NaCl
en la planta en los rangos de la relación
Na:Ca comúnmente encontrados en el
campo (5-25:1).
157
Salinidad en el suelo
En suelos inundados cultivados con arroz, la
CE se mide en la solución del suelo o en un
extracto de saturación (CEe). En arroz de
secano, a capacidad de campo o debajo de
ésta, la CE en la solución del suelo es dos
veces más grande que la del extracto de
saturación. Un cálculo aproximado de la
reducción de rendimiento causada por la
salinidad es:
Rendimiento relativo (%) = 100 - [12(CEe – 3)]
Clasificación de la CEe, PSI y RAS
Conductividad eléctrica (CEe):
4 CEe <2 dS m-1: óptima, sin reducción
del rendimiento
4 CEe >4 dS m-1: leve reducción del rendi-
miento (10-15%)
4 CEe >6 dS m-1: reducción moderada del
crecimiento y rendimiento (20-50%)
4 CEe >10 dS m-1: >50% de reducción del
rendimiento de cultivos susceptibles.
Porcentaje de sodio intercambiable (PSI):
4 PSI <20%: sin reducción significativa
del rendimiento
4 PSI >20-40%: leve reducción del rendi-
miento (10%)
4 PSI >80%: 50% de reducción del rendi-
miento
Relación de absorción de sodio (RAS):
4 RAS >15: suelo sódico (medido como
cationes en el extracto de saturación)
Salinidad en el agua de irrigación
4 pH 6.5-8, CE <0.5 dS m-1: agua de irri-
gación de buena calidad
4 pH 8-8.4, CE 0.5-2 dS m-1: agua de irri-
gación de calidad media a baja
4 pH >8.4, CE >2 dS m-1: agua no apro-
piada para irrigación
4 RAS <15: agua de irrigación de buena
calidad, bajo contenido de Na
4 RAS 15-25: agua de irrigación de cali-
dad media a baja, alto contenido de Na
4 RAS >25: agua no apropiada para la
irrigación, muy alto contenido de Na
NOTAS:
La determinación de la CE como un
✍
indicador de salinidad es un procedi-
miento rápido y simple. Sin embargo, la
sola determinación de la CE es insufi-
ciente para inferir los efectos de la sali-
nidad en el crecimiento de la planta,
debido a que la concentración de sales
en la superficie de la raíz puede ser
mucho más alta que en el suelo en
general. Además, la CE solamente
mide el contenido total de sales, pero
no su composición.
Se debe considerar también el Na y B
✍
(Sección 4.3). La salinidad es altamen-
te variable en el campo, tanto entre
años de cultivo como dentro de cada
uno de los lotes de la finca. Los valores
individuales de CE deben tratarse con
precaución, a menos que provengan de
muestras de suelo representativas.
El potencial osmótico del extracto de
✍
saturación se puede estimar a partir de
la CE usando la siguiente fórmula:
Potencial osmótico (PO) = CE x 0.036
Si las muestras no contienen mucho
✍
yeso, las mediciones de CE pueden
transformarse a CEe de la siguiente
manera:
CEe = 2.2 x CE1:1 (CE1:1 medida en una
suspensión 1:1, agua:suelo)
CEe = 6.4 x CE1:5 (CE1:5 medida en una sus-
pensión 1:5, agua:suelo)
Efecto de la inundación en la salini-
dad
La inundación tiene dos efectos en la salini-
dad:
4 Incremento en la CE por la gran solubi-
lidad de las sales y la reducción de com-
puestos menos solubles como Fe y Mn.
4 Continua precolación del suelo por la

irrigación. Si la CE en el agua de irriga-
ción excede la de la solución del suelo,
la concentración de sales en el suelo se
incrementa.
Causas de la salinidad
El crecimiento de la planta en suelos salinos
es afectado principalmente por los altos nive-
les de sales solubles (NaCl) que causan
toxicidad y desbalance de iones y afectan el
balance de agua. En suelos sódicos, el cre-
cimiento de la planta es afectado principal-
mente por el alto pH y la alta concentración
de HCO3-. Las principales causas para la
salinidad y sodicidad se describen a conti-
nuación:
4 Mal uso de la irrigación o insuficiente
agua de riego en ciclos/años con poca
lluvia.
4 Alta evaporización. La salinidad se aso-
cia a menudo con suelos alcalinos
donde la evaporización es mayor que la
precipitación.
4 Incremento del nivel de salinidad en el
agua subterránea.
4 Intrusión de agua de mar en áreas cer-
canas a la costa (Delta del Mekong en
Vietnam).
Incidencia de la salinidad
Los suelos afectados por sales (~11 M ha en
el Sur y Sureste de Asia), se encuentran a lo
largo de la costa o en áreas interiores donde
la evaporización es mayor que la precipita-
ción. Los suelos afectados por sales varían
en sus propiedades físicas y químicas. La
salinidad es a menudo acompañada por defi-
ciencias de P y Zn, mientras que la toxicidad
de Fe es común en suelos salinos sulfato
ácidos.
Los suelos afectados por sales se pueden
agrupar en:
4 Suelos salinos (CE >4 dS m-1, PSI
<15%, pH <8.5).
4 Suelos salino sódicos (CE 4 dS m-1, PSI
>15%, pH ~8.5).
4 Suelos sódicos (CE <4 dS m-1, PSI
158
>15%, pH >8.5, RAS >15).
Ejemplos de suelos afectados son los
siguientes:
4 Suelos salinos cercanos a la costa
(comunes a lo largo de las costas de
varios países).
4 Suelos salinos sulfato ácidos (Delta del
Mekong en Vietnam).
4 Suelos neutros a alcalinos salinos, sali-
no-sódicos y sódicos del interior (India,
Pakistán, Bangladesh).
4 Suelos arenosos ácidos salinos (región
Korat al Noreste de Tailandia).
Estrategias preventivas en el manejo
de la salinidad
Existen variedades que toleran la salinidad,
pero su uso no debe sustituir al manejo apro-
piado del agua y del riego. Es poco probable
que los fitomejoradores sean capaces de
producir variedades con incrementos de tole-
rancia cada vez más altos a la salinidad. Una
variedad adaptada a los presentes niveles
de salinidad podría no sobrevivir con incre-
mentos de salinidad provocados por malas
prácticas de manejo del agua. El arroz es un
cultivo apropiado para la recuperación de
suelos salinos y sódicos. En suelos sódicos,
el cultivo del arroz remueve gran cantidad
del Na acumulado. En suelos salinos, las
prácticas de cultivo promueven la pérdida de
sales por lixiviación.
El manejo de la salinidad y sodicidad deben
incluir una combinación de medidas. Las
principales opciones son las siguientes:
4 Sistema de cultivo: En sistemas de cul-
tivo de arroz de zonas altas, se debe
cambiar a doble ciclo de arroz, si existe
suficiente agua y el clima lo permite.
Después que se ha lixiviado la salinidad
del suelo, se debe seguir con una rota-
ción de cultivos que incluya arroz y otros
cultivos tolerantes a las sales (legumino-
sas como trébol) por muchos años.
4 Variedades: Cultivar variedades toleran-
tes a las sales (Pobbeli, Indonesia;
IR2151, Vietnam; AC69-1, Sri Lanka;
159
IR6, Pakistán; CSR10, India; Bicol,
Filipinas). Esta es una solución a corto
plazo que puede resultar en incrementos
de la salinidad con el paso del tiempo si
no se aplica otras medidas de control.
4 Tratamiento de la semilla: En climas
temperados donde se siembra directa-
mente, se debe recubrir a las semillas
con oxidantes (peróxido de Ca al 100%
del peso de la semilla) para mejorar la
germinación y la emergencia de las
plántulas al incrementar el suplemento
de Ca y O2. Alternativamente, se debe
tratar la semilla de arroz con CaCl2 para
incrementar la concentración de Ca2+ en
la semilla.
4 Manejo del agua: Inundar el lote de 2-4
semanas antes de la siembra. No usar
agua de irrigación sódica o alternar
entre fuentes de agua sódica y no sódi-
ca. Lixiviar el suelo después de la siem-
bra con inundación intermitente para
remover el exceso de sales. Recolectar
y almacenar agua de lluvia para el riego
del cultivo en temporadas secas (cons-
truir reservorios). En áreas cercanas a
la costa, prevenir la intrusión del agua
salada.
4 Manejo de los fertilizantes: Aplicar Zn
(5-10 kg de Zn ha-1) para aliviar la defi-
ciencia (Sección 3.4). Aplicar suficiente
N, P y K. La aplicación de K (Sección
3.3) es importante porque mejora las
relaciones K:Na, K:Mg y K:Ca en la
planta. Usar sulfato de amonio como
fuente de N y aplicarlo al voleo en eta-
pas críticas (Sección 3.1), la aplicación
basal de N es menos eficiente en sue-
los salinos y sódicos. En suelos sódicos
el reemplazo de Na por Ca (con la apli-
cación de yeso) puede reducir la dispo-
nibilidad de P y resultar en un mayor
requerimiento de este nutriente.
4 Manejo de materia orgánica: Las
enmiendas orgánicas facilitan la recupe-
ración de suelos sódicos al incrementar
la presión parcial de CO2 y disminuir el
pH. Aplicar la paja del arroz para reciclar
el K. Aplicar residuos de corral.
Tratamiento de la salinidad
Las opciones para el tratamiento de los pro-
blemas de salinidad se describen a continua-
ción:
4 Suelos salinos: La salinidad solamente
se puede reducir lixiviando con agua de
irrigación libre de sales. El arroz tiene un
sistema radicular superficial y por esta
razón solamente se necesita lixiviar la
capa de 0-20 cm. El costo de la opera-
ción, disponibilidad del agua apropiada
y las características físicas e hidráulicas
del suelo determinan la posibilidad de
lixiviación. Para reducir el nivel de salini-
dad en suelos afectados, la CE del agua
utilizada debe ser <0.5 dS m-1. Cuando
se usa agua de alta calidad (CE ~0), la
cantidad necesaria para reducir la CEe a
un nivel crítico dado se puede calcular
de la siguiente manera:
Car = Csat [(CEe/CEc) + 1]
donde, Car representa la cantidad de
agua de riego (cm) añadida durante la
irrigación y Csat es la cantidad de agua
(cm) en el suelo bajo condiciones de
saturación.
Por ejemplo, para reducir una CEe ini-
cial de 16 dS m-1 a 4 dS m-1 en los pri-
meros 20 cm de un suelo franco arcillo-
so (Csat = 8-9 cm), se requiere ~40 cm
de agua fresca. Se requiere construir
drenajes en el subsuelo para lixiviar las
sales de suelos de textura arcillosa.
4 Suelos sódicos: Se debe aplicar yeso
(CaSO4) para reducir la saturación de
Na (PSI, relación Na:K). Debido a las
complejas interacciones físicas y quími-
cas, es difícil calcular la cantidad exac-
ta de yeso necesario. La cantidad de
Ca2+ en el yeso necesaria para reducir
el PSI a un nivel dado se calcula de la
siguiente manera:
Ca (kg ha-1) = (PSI0 – PSId) x CIC x D x
P x 20.04
donde, el PSI0 es el PSI original, PSId

es el de PSI escogido (% de la CIC),
CIC en cmolc kg-1, D es la densidad
aparente (g cm-3), y P es la profundidad
del suelo (m) a ser afectada.
4 Aplicaciones foliares de K, particular-
mente si se cultivan variedades de poca
tolerancia a suelos salinos. Aplicar en
las etapas tardías de macollamiento y
al inicio de la panoja.
Lectura recomendada
Ahmed IU, Faiz SMA, Anwar AKM, Satter A.
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5
Herramientas e
Información
En este capítulo

5.1 Capas de Suelo, Dinámica de Nitrógeno y Rizosfera

en Suelos con Arroz Inundado.
5.2 Claves de Diagnóstico para Identificar Deficiencias
de Nutrientes en Arroz
5.3 Concentración de Nutrientes en los Tejidos de la
Planta de Arroz
5.4 Rendimiento de Grano y Componentes del
Rendimiento
5.5 Evaluación de la Eficiencia de Nitrógeno
5.6 Herramientas para Optimizar las Aplicaciones de
Nitrógeno al Voleo
5.7 Recomendaciones Específicas por Suelo y por
Ciclo de las Aplicaciones Generales de Fertilizantes
5.8 Conversión de las Recomendaciones de Fertilización
a Materiales Fertilizantes
5.9 Muestreo de Suelos y Plantas

5.1 Capas de Suelo, Dinámica de Nitrógeno
y Rizosfera en Suelos con
Arroz Inundado
Los suelos con arroz inundado de zonas
bajas sufren una secuencia única de trans-
formaciones químicas y microbianas relacio-
nada con el cambio del contenido de agua
en el suelo durante el ciclo del cultivo. Es
necesario entender estos procesos para
optimizar el manejo de N y otros nutrientes.
Capas del suelo y transformaciones
de N
La inundación del suelo causa varios cam-
bios químicos:
4 Agotamiento de oxígeno.
4 Reducción de NO3- y NO2- a N2 y N2O.
4 Reducción de SO42- a S2-.
4 Reducción de Mn4+ a Mn2+.
4 Reducción de Fe3+ a Fe2+.
4 Producción de CO2 y CH4.
4 Reducción del potencial redox del
suelo.
4 Incremento del pH en suelos ácidos y
reducción del pH en suelos alcalinos.
4 Incremento en la conductividad eléctri-
ca en la solución del suelo.
Muchos de estos procesos incrementan la
disponibilidad de nutrientes como P, K, Si y
Mo, pero pueden disminuir la disponibilidad
de Zn, S y Cu.
Varias capas diferentes se desarrollan en un
suelo cultivado con arroz después de la inun-
dación:
4 Debajo de la lámina de agua de inunda-
ción se forma una delgada capa de
suelo oxidado (generalmente <10 mm)
por efecto de la difusión de O2 disuelto
en el agua.
4 Debajo de esta delgada capa oxidada
se encuentra la capa de suelo reducido
por la actividad de los microorganismos
anaeróbicos que usan nitrato (NO3-),
164
sulfato (SO42-), hierro (Fe3+) y mangane-
so (Mn4+), como receptores terminales
de electrones en la ausencia de O2.
4 Debajo de la capa reducida se encuen-
tra una capa de suelo compactado por
el tráfico de los implementos de labraza.
4 Debajo de esta última capa el suelo
puede estar oxidado (pseudogleys) o
reducido (stangnogley) dependiendo en
la posición del lote en la topografía e
hidrología del sitio.
La rizosfera de la planta de arroz permanece
oxidada incluso dentro de la capa de suelo
reducido. Esto se debe a la transferencia de
O2 desde la atmósfera hasta la rizosfera por
medio del aerénquima de la planta de arroz.
En consecuencia, las raíces de arroz saluda-
bles son de color café anaranjado, debido a
que los compuestos de hierro en la rizosfera
se encuentran en estado oxidado (Fe3+).
Los fertilizantes portadores de NH4+ coloca-
dos en la capa de suelo reducido (aplicación
basal o por colocación profunda de materia-
les como gránulos grandes de urea) se
hidrolizan rápidamente. Los iones de NH4+
resultantes pueden ser absorbidos por la
planta de arroz, lixiviados al subsuelo, inmo-
vilizados temporalmente en la fracción orgá-
nica o adsorbidos por el complejo de inter-
cambio (Figura 11). Algunos iones de NH4+
pueden difundirse a la capa de suelo oxida-
da donde pueden ser absorbidos por la plan-
ta de arroz, perderse por volatilización o nitri-
ficarse y lixiviarse de vuelta a la capa de
suelo reducido, donde la denitrificación
puede causar pérdidas de N como gas que
se mueve a través de suelo fangoso y esca-
pa hacia la superficie del suelo.
Cuando los fertilizantes portadores de NH4+
(urea, sulfato de amonio) se aplican al voleo
sobre la superficie del agua de inundación, el
N puede perderse por volatilización como
165

NO3-
NH4+
Aplicación al
Localización a voleo Aplicación al
profundidad voleo
1
7
Agua de
7
NH3 NH4+ NH3 inundación
8 4 4
3 3 3
3 Suelo
1 NH4+ NO3- oxidado
2 8
M
3 N2 4
N 2O
O 3
4
2 S
4
NH4 + NO3 -
NO2-
Suelo
Intercambiable 5 reducido
6 Fijado 6

Suelo endurecido por tráfico

Subsuelo
NH4+ NO3-

1 Hidrólisis 2 Inmovilización/mineralización
Reducido Oxidado
3 Difusión 4 Denitrificación 5 Fijación
6 Lixiviación 7 Volatilización 8 Nitrificación Æ
→ Pérdidas
Materia orgánica del suelo

Figura 11. Ciclo y transformaciones de N en suelos cultivados con arroz inundado.

amoniaco (NH3). La volatilización depende
de la concentración de NH4+, temperatura,
velocidad del viento y de las fluctuaciones
diurnas del pH debido a la actividad biológi-
ca en el agua de inundación. Alternativa-
mente, los iones de NH4+ pueden difundirse
al suelo oxidado después de la hidrólisis y
ser absorbidos por la planta ya sea directa-
mente o después de la nitrificación, o pueden
ser temporalmente inmovilizados en la frac-
ción orgánica del suelo.
Después de la nitrificación del NH4+ en la
capa oxidada, el NO3- puede ser absorbido
por las raíces del arroz o se puede lixiviar a
la capa reducida en donde se denitrifica y se
pierde como gases N2O y N2. Los iones NH4+
pueden también difundirse hacia la capa
reducida donde pueden ser absorbidos por
la planta, adsorbidos en los complejos de
intercambio o inmovilizados temporalmente
en la fracción orgánica del suelo. El NH4+
también puede fijarse entre las láminas inter-
medias de las arcillas 2:1 o puede retenerse
abióticamente en los compuestos orgánicos
aromáticos como los fenoles.
La rizosfera
Tres procesos principales modifican las con-
diciones del suelo cerca a las raíces del
arroz que crecen en suelo anaeróbico
(Figura 12):
4 Liberación de O2 desde las raíces que
oxida el hierro ferroso Fe2+ (acumulado
en la capa reducida del suelo) y genera
acidez:
4 Fe2+ + O2 + 10H2O → 4 Fe(OH)3 + 8 H+
4 Liberación de iones de H+ de las raíces
para balancear el ingreso de cationes y
aniones (mantener la neutralidad eléc-
trica a lo largo de la interfase raíz -
 166

Raíz Rizosfera Suelo

O2 + 4 Fe2+ + 10H2O = 4 Fe(OH)3 + 8 H+

CO2 + H2O = HCO3- + H+

Cationes (NH4+, K+, Ca2+, Mg2+)

Aniones (H2PO4-, Cl-, SO42-)

H+

Figura 12. Procesos que causan la acidificación de la rizosfera del arroz bajo condicio-
nes de inundación.

suelo). El N es absorbido principalmen- Algunos mecanismos todavía no se com-

te como catión NH4+.
4 Debido a la alta presión parcial de CO2
en el suelo anaeróbico, las raíces pue-
den liberar o absorber CO2 del suelo.
Esto resulta en los cambios correspon-
dientes de pH en el suelo.
Estos cambios en la rizosfera, como resulta-
do del cultivo del arroz bajo inundación, afec-
tan la solubilidad y movilidad de nutrientes y
toxinas. Algunos de los efectos conocidos se
describen a continuación:
4 Incremento en la solubilidad de P por la
acidez inducida por la raíces (disolución
de la fracción inorgánica de P soluble
en ácido).
4 Incremento en la solubilidad de Zn por
la acidez inducida por las raíces (disolu-
ción de la fracción inorgánica de Zn
soluble en ácido).
4 Disminución de la movilidad de catio-
nes en la rizosfera por falta de contra
aniones (HCO3- es el anión dominante
en muchos suelos inundados y reduci-
dos, pero su concentración disminuye
en la rizosfera ácida con un pH < 5.5).
4 Incremento en la liberación de K no
intercambiable (reemplazo de K por H+
en las láminas intermedias de las arci-
llas durante la acidificación de la rizos-
fera).
prenden completamente, pero las varieda-
des de arroz difieren en su capacidad de
liberar O2 y oxidar la rizosfera. Más aun, las
plantas bajo estrés de nutrientes pueden
incrementar activamente la excreción de O2
y ácidos orgánicos para acelerar la liberación
de nutrientes desde los sólidos del suelo.
Esto se ha demostrado con P.
Es importante mantener una rizosfera salu-
dable y oxidada para lograr óptima nutrición,
así como para lograr tolerancia a la toxicidad
de Fe (Sección 4.1), sulfuro (Sección 4.2) y
Mn (Sección 4.4). Se requiere de un suple-
mento balanceado de nutrientes (K, P, Ca y
Mg) para mantener el alto poder de oxida-
ción de las raíces del arroz.
Lectura recomendada
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 168

5.2 Claves de Diagnóstico para

Identificar Deficiencias de
Nutrientes en Arroz
Los síntomas de deficiencia de nutrientes se expresan principalmente en cambios en
color y tamaño de las hojas, tallos y raíces, hábitos de crecimiento y macollamiento
de la planta, desarrollo del sistema radicular y en el efecto de la deficiencia de
nutrientes en la fenología del cultivo, particularmente en términos de madurez precoz
o retrasada. La mayoría de las deficiencias se detectan mejor en las etapas tempra-
nas de crecimiento.

Síntomas localizados primero en las hojas viejas

• Hojas de color • Hojas de color • Hojas de color • Clorosis intervenal

verde claro, verde oscuro, verde a verde de color amarillo-
angostas angostas y oscuro anaranjado
y pequeñas erectas • Hojas con • Coloración pálida
márgenes general
cloróticos- • La coloración
necróticos verde aparece en
• Manchas parches (no apare-
necróticas cafés cen fajas)
• Fajas verdes
y amarillas en
paralelo
• Enrollamiento
de las hojas

• Plantas con • Plantas de • Plantas más

crecimiento lento crecimiento lento pequeñas
• Macollamiento • Macollamiento
deficiente deficiente

• Toda la hoja tiene • Madurez retrasada • Secado y madurez • Sistema radicular

coloración precoces enfermo
amarillenta • Sistema radicular
• Madurez precoz enfermo
• Incremento en la
incidencia de
enfermedades

N P K Mg
169

Síntomas localizados primero en las hojas jóvenes (I)

• Hojas y tallos • Hojas de color • Rajaduras • Clorosis y amarilla-

suaves y verde pálido clorótico- miento intervenal
agobiados • Hojas superiores necróticas o de las hojas que
cloróticas puntas de las están emergiendo
• Toda la planta hojas enrolladas • Reducción del
es afectada, • Los síntomas contenido de clorofi-
pero las hojas son solo visibles la en las hojas
superiores se bajo severa • Luego toda la hoja
afectan primero deficiencia se torna clorótica
y blanquecina

• Plantas de poco • Plantas de poco

crecimiento crecimiento
• Macollamiento • Macollamiento
deficiente reducido

• Crecimiento • Madurez • Sistema radicular • Solo en suelos

desigual del retrasada enfermo secos
cultivo • Ocurre muy pocas • Ocurre muy pocas
veces en arroz veces en arroz
irrigado irrigado

Zn S Ca Fe

Síntomas sin
Síntomas localizados primero en las hojas jóvenes (II)
localización
• Clorosis intervenal • Fajas cloróticas • Puntas de las • Hojas suaves y
de color verde • Hojas de color hojas jóvenes agobiadas
grisáceo pálido en verde azulado blancas y
la punta de las • Secamiento enrolladas
hojas jóvenes de las hojas • Muerte del punto
• Manchas jóvenes de crecimiento
necróticas si el síntoma
es severo

• Plantas más • Macollamiento • Menor altura de

pequeñas reducido la planta

• Solo en suelos • Más espiguillas • No emerge la • Volcamiento

secos estériles panoja • Incremento en la
• Ocurre muy • Ocurre muy incidencia de
pocas veces en pocas veces en enfermedades
arroz irrigado arroz irrigado

Mn Cu B Si
 170

5.3 Concentración de Nutrientes

en los Tejidos de la
Planta de Arroz
Tabla 38. Rangos óptimos y niveles críticos para que se presenten deficiencias o toxi-
cidades en los tejidos de plantas de arroz.

Elemento Etapa Parte Rango Nivel crítico Nivel crítico

de de la óptimo para la para el exceso
crecimiento planta deficiencia o la toxicidad

N
Macollamiento-IP Hoja Y 2.9-4.2% <2.5% >4.5%
Floración Hoja bandera 2.2-2.5% <2.0%
Madurez Paja 0.6-0.8%

P
Macollamiento-IP Hoja Y 0.20-0.40% <0.10% >0.50%
Floración Hoja bandera 0.20-0.30% <0.18%
Madurez Paja 0.10-0.15% <0.06%

Macollamiento-IP Hoja Y 1.8-2.6% <1.5% >3.0%

K Floración Hoja bandera 1.4-2.0% <1.2%
Madurez Paja 1.5-2.0% <1.2%

Zn Macollamiento-IP
Macollamiento
Hoja Y 25-50 mg kg-1
Toda la planta 25-50 mg kg-1
<20 mg kg-1
<10 mg kg-1
>500 mg kg-1
>500 mg kg-1

Macollamiento Hoja Y <0.16%

Macollamiento Toda la planta 0.15-0.30% <0.11%
S Floración Hoja bandera 0.10-0.15% <0.10%
Floración Toda la planta <0.07%
Madurez Paja <0.06%

Si Macollamiento Hoja Y <5%

Madurez Paja 8-10% <5%

Macollamiento-IP Hoja Y 0.15-0.30% <0.12% >0.50%

Mg Macollamiento-IP Toda la planta 0.15-0.30% <0.13%
Madurez Paja 0.20-0.30% <0.10%

Macollamiento Hoja Y 0.2-0.6% <0.15% >0.7%

Ca Macollamiento-IP
Madurez
Toda la planta
Paja
0.3-0.6%
0.3-0.5%
<0.15%
<0.15%
171

Tabla 38. Continuación...

Elemento Etapa Parte Rango Nivel crítico Nivel crítico

de de la óptimo para la para el exceso
crecimiento planta deficiencia o la toxicidad

Fe Macollamiento Hoja Y 75-150 mg kg-1 <70 mg kg-1 >300 mg kg-1

Macollamiento Toda la planta 60-100 mg kg-1 <50 mg kg-1

Mn Macollamiento Hoja Y 40-700 mg kg-1 <40 mg kg-1 >800 mg kg-1

Macollamiento Toda la planta 50-150 mg kg-1 <20 mg kg-1

Cu Macollamiento Hoja Y 7-15 mg kg-1 <5 mg kg-1 >25 mg kg-1

Madurez Paja <6 mg kg-1 >30 mg kg-1

B Macollamiento Hoja Y 6-15 mg kg-1 <5 mg kg-1 >100 mg kg-1

Madurez Paja <3 mg kg-1 >100 mg kg-1

Al Macollamiento Toda la planta 15-18 mg kg-1 <5 mg kg-1 >100 mg kg-1

IP = Inicio de la panoja
Tabla 39. Promedio de remoción de nutrientes por las variedades modernas de arroz irrigado y la concentración en el grano y la
paja.

N P K Zn S Si Mg Ca Fe Mn Cu B
-1
Remoción total de nutrientes en grano + paja (kg de nutriente t de grano)
17.5 3.0 17.0 0.05 1.8 80 3.5 4.0 0.50 0.5 0.012 0.015
Remoción de nutrientes en el grano (kg de nutriente t -1 de grano)

10.5 2.0 2.5 0.02 1.0 15 1.5 0.5 0.20 0.05 0.009 0.005
Remoción de nutrientes en la paja (kg de nutriente t -1 de grano)

7.0 1.0 14.5 0.03 0.8 65 2.0 3.5 0.30 0.45 0.003 0.010
Contenido mineral en el grano (%)

1.10 0.20 0.29 0.002 0.100 2.0 0.15 0.05 0.025 0.005 0.0010 0.005
Contenido mineral en la paja (%)

0.65 0.10 1.40 0.003 0.075 5.5 0.20 0.30 0.035 0.045 0.0003 0.0010
Fuente: Resumido de varias fuentes bibliográficas y evaluación en lotes de agricultores y en experimentos a largo plazo en Asia.
172
173

5.4 Rendimiento de Grano y Componentes

del Rendimiento
El rendimiento en grano (RG) del arroz puede
dividirse en sus componentes (Tabla 40)
(Sección 5.9) como se indica a continuación:
RG (t ha-1) = número de panojas m-2 x
número de espiguillas por panoja x %
de espiguillas llenas x peso de 1.000
granos (g) x 10-7
= número de espiguillas m-2 x % de
espiguillas llenas x peso de 1.000
granos (g) x 10-7
Cada componente del rendimiento se deter-
mina en una etapa particular de crecimiento
y cada uno de estos componentes es afecta-
do por condiciones climáticas, suplemento
de nutrientes y manejo del cultivo:
4 Número de panojas m-2: En arroz trans-
plantado, el comportamiento de los
macollos determina el número de pano-
jas (NPA) m-2, mientras que en arroz
sembrado directamente, este compo-
nente depende considerablemente en
la cantidad de semilla utilizada y en el
porcentaje de plantas emergidas.
4 Número de espiguillas por panoja:
Componente determinado durante la
etapa reproductiva (desde el inicio de la
panoja hasta el llenado del grano),
depende del número general de primor-
dios diferenciados y el número de espi-
guillas degeneradas (EP).
4 Porcentaje de espiguillas llenas:
Componente determinado antes,
durante y después del llenado del
grano. Factores como: clima desfavora-
ble durante la ántesis, plagas o defi-
ciencias de nutrientes (por ejemplo Cu)
pueden causar la esterilidad de la espi-
guilla y reducir el llenado de granos.
4 Peso de 1.000 granos (PG): Caracterís-
tica varietal estable, controlada por el
tamaño de las brácteas.
Ejemplos de modelos típicos de componen-
tes de rendimiento para un cultivo transplan-
tado (TP) o para uno sembrado directamen-
te al voleo (SV) con un rendimiento de 8 t
ha-1 se presentan a continuación:
TP: 8 t ha-1 = 385 NPA m-2 x 100 EP
por panoja x 90% EP llenas x
23 g PG x 10-7
SV: 8 t ha-1 = 645 NPA m-2 x 60 EP
por panoja x 90% EP llenas x
23 g PG x 10-7

Tabla 40. Rangos de rendimiento de grano y componentes de rendimiento en arroz irri-

gado.
Parámetro Unidad Promedio Desviación Mínimo 25% Mediana 75% Máximo
estándar del Quartil del Quartil
Rendimiento de grano t ha-1 5.2 1.4 1.5 4.2 5.2 6.1 9.9
(14% humedad)
Rendimiento de paja t ha-1 5.0 1.2 1.7 4.1 4.9 5.8 10.1
(Peso seco)
Total de materia seca t ha-1 9.9 2.3 3.2 8.4 10.0 11.4 17.1
Relación grano paja g g-1 0.95 0.20 0.36 0.81 0.95 1.09 1.97
Indice de cosecha g g-1 0.47 0.05 0.25 0.44 0.47 0.51 0.63
Peso de 1 000 granos g 23 3 15 21 23 25 31
Panojas (NPA) m-2 NPA m-2 490 206 146 330 488 617 1.573
Espiguillas (EP) m-2 EP m-2 28 666 8 793 11 486 22 464 27 469 33 529 65 036
EP NPA-1 67 26 19 46 60 87 152
EP NPA-1 llenas 54 23 14 35 48 72 135
% de EP llenas % 80 8 51 76 82 87 97

Fuente: Lotes de agricultores en 6 países tropicales de Asia; alrededor de 700 muestras recolectadas durante 1995-
97. (Witt et al., 1999).

5.5 Evaluación de la Eficiencia de Nitrógeno
La estrategia que se describe a continuación
usa como ejemplo el N, pero se le puede apli-
car también a otros nutrientes como P y K.
La investigación que busca identificar las
tecnologías para incrementar la eficiencia
de N debe utilizar métodos apropiados y
estándares de cuantificación y realizar com-
paraciones entre los diferentes sistemas o
genotipos. La eficiencia de N aplicado y la
cantidad de N absorbido por la planta puede
evaluarse usando cinco índices diferentes:
1 Factor parcial de productividad (FPP).
2 Eficiencia agronómica (EA).
3 Eficiencia de recuperación (ER).
4 Eficiencia fisiológica (EF).
5 Eficiencia interna (EI).
Todos los cinco índices pueden calcularse de
experimentos de campo usando el “método
de la diferencia”. Se mide el uso de N, el ren-
dimiento de grano y la absorción total de N
en varios tratamientos, incluyendo uno en
donde no se aplica N (control).
Factor parcial de productividad (FPP)
del N aplicado
El FPP responde a la pregunta: Cuánto ren-
dimiento se produce por cada kg de N aplica-
do?
FPPN = kg de grano kg-1 de N aplicado:
FPPN = RG+N/FN (1)
donde, RG+N es el rendimiento de grano (kg
ha-1) y FN es la cantidad de N aplicado (kg
ha-1).
Debido a que el RG a un nivel dado de FN
representa la suma de rendimientos que
incluyen el rendimiento sin aplicación de N
(RG0 N) más el incremento en rendimiento
logrado con la aplicación de N (∆RG+N),
FPPN = (RG0 N + ∆RG+N)/FN (2)
o
174
FPPN = (RG0 N/FN) + (∆RG+N/FN) (3)
por sustitución en la Ecuación (5):
FPPN = (RG0 N/FN) + EAN (4)
donde, EAN es la eficiencia agronómica de N
aplicado (ver a continuación).
La Ecuación (4) demuestra que el FPPN
puede incrementarse al aumentar la absor-
ción y uso de N nativo del suelo (medido
como RG0 N) y al incrementar la eficiencia del
N aplicado (EAN).
Generalmente, el FPPN en los lotes de agri-
cultores en Asia es de 40-50 kg de grano kg-1
de N aplicado, pero puede estar en el rango
de 15-100 kg kg-1. Con manejo apropiado de
nutrientes y del cultivo, el FPPN debe ser >50
kg de grano kg-1 de N aplicado.
Eficiencia agronómica (EA) del N apli-
cado
La EA responde a la pregunta: Cuánto rendi-
miento adicional se puede producir por cada
kg de N aplicado?
EAN = kg de incremento en el rendimiento en
grano por kg-1 de N aplicado (sinónimo
común: eficiencia de uso de N):
EAN = (RG+N – RG0 N)/FN) (5)
donde, RG+N es el rendimiento de grano en
un tratamiento con aplicación de N, RG0 N es
el rendimiento en grano en un tratamiento sin
aplicaciones de N y FN es la cantidad de N
aplicado, todo en kg ha-1.
EAN representa el producto de la eficiencia
de recuperación de los nutrientes de las
fuentes aplicadas (eficiencia de recupera-
ción, ERN) y la eficiencia con la que la planta
usa cada unidad de los nutrientes adquiridos
(eficiencia fisiológica, EFN):
175
EAN = EFN x ERN (6)
Ambos, la ERN y EFN contribuyen al EAN, y
cada uno puede incrementarse mejorando
las prácticas de manejo del cultivo y del
suelo, incluyendo las prácticas generales de
manejo del cultivo y aquellas específicas al
manejo de nutrientes, como una relación
N:P:K más balanceada o como mejor frac-
cionamiento y un ajustado calendario de apli-
caciones de N.
Debido a que la EAN = EFN x ERN, es nece-
sario el cuantificar la contribución relativa de
cada componente para explicar las diferen-
cias en la eficiencia agronómica que resultan
de las diferentes estrategias de manejo de
nutrientes o del cultivo.
Generalmente, la eficiencia agronómica de N
en los lotes de agricultores en Asia es de 10-
15 kg de grano kg-1 de N aplicado, pero
puede estar en un rango desde 0 hasta 35 kg
kg-1. Con adecuado manejo de nutrientes y
del cultivo, la EAN debería estar en un rango
de 20-25 kg de incremento de rendimiento
de grano kg-1 de N aplicado.
Eficiencia de recuperación (ER) del N
aplicado
La ER responde a la pregunta: Cuánto de N
aplicado fue recuperado y absorbido por el
cultivo?
ERN = kg de N absorbido kg-1 de N aplicado:
ERN = (UN+N – UN0 N)/FN (7)
donde, UN+N es el total de N absorbido medi-
do en la biomasa sobre la superficie en la
madurez fisiológica (kg ha-1) en los lotes que
reciben N en la dosis de FN (kg ha-1) y UN0 N
es el total de N absorbido sin adición de N.
Por lo tanto, el estimativo más común de ERN
se obtiene por el “método de la diferencia de
nutrientes” que se basa en la diferencia medi-
da de acumulación de nutrientes en plantas
cultivadas en lotes experimentales con y sin
aplicación de N (Ecuación 7). La eficiencia de
recuperación de los nutrientes aplicados se
calcula en forma más precisa cuando se
comparan dos tratamientos con pequeña
diferencia en las dosis de aplicación:
ERN = (UN2 – UN1)/(FN2 – FN1) (8)
donde, ERN es la eficiencia de recuperación
(kg de N absorbido kg-1 de N aplicado); UN
es la absorción total de N en el grano y la
paja (kg ha-1) y FN es la cantidad de N apli-
cado (kg ha-1) en dos tratamientos diferen-
tes, el tratamiento 2 recibe una dosis mayor
de N que el tratamiento 1.
Se prefiere utilizar la Ecuación 8 para
nutrientes como P y K.
La ERN depende mucho de la sincronización
entre la demanda de N del cultivo y cantidad
de N liberado de la fuente portadora de N
aplicada (fuentes minerales u orgánicas).
Entre las medidas prácticas para incremen-
tar la ERN se incluyen las siguientes:
1 Nutrición balanceada con todos los
nutrientes.
2 Ajustes del FN de acuerdo al suplemen-
to de N nativo del suelo.
3 Adecuado calendario de aplicaciones
fraccionadas de acuerdo a la etapa crí-
tica de crecimiento y el contenido de N
en el planta, incluyendo el uso de herra-
mientas de diagnostico como la tabla
de comparación de colores o el medidor
de clorofila.
4 El uso de fertilizantes modificados y
localización profunda dentro de la capa
de suelo reducida (fertilizantes de libe-
ración controlada, supergránulos de
urea, urea recubierta de S) para reducir
las pérdidas de N.
5 Inhibidores de la ureasa o nitrificación.
Las opciones 4 y 5 a menudo tienen una limi-
tada aplicación práctica debido al alto costo
de los materiales o por el trabajo adicional
requerido para la colocación profunda del
fertilizante. La ERN también es afectada por
otras variables de manejo del cultivo como
variedad, calidad de la semilla, estableci-
miento del cultivo, suplemento de agua y
manejo de plagas y enfermedades.

La eficiencia general de recuperación de N
en lotes de agricultores en Asia es de 0.30-
0.40 kg de N kg-1 de N aplicado (30-40%),
pero puede estar en el rango de 0 hasta
90%. Con apropiado manejo del cultivo y con
el uso de estrategias de manejo de N basa-
das en la planta, se puede lograr una eficien-
cia de recuperación de 50-70% a nivel de
agricultor.
Eficiencia fisiológica (EF) del N apli-
cado
La EF responde a la pregunta: Cuánto rendi-
miento adicional se puede producir por cada
kg de N absorbido?
EFN = kg de incremento en el rendimiento de
grano kg-1 de N absorbido:
EFN = (RG+N – RG0 N)/(UN+N – UN0 N) (9)
donde, RG+N es el rendimiento de grano de
un tratamiento con aplicación de N (kg ha-1);
RG0 N es el rendimiento de grano sin aplica-
ción de N y UN es el total de N absorbido (kg
ha-1) en los dos tratamientos.
La EFN representa la habilidad de la planta
para transformar una cantidad dada de un
nutriente en rendimiento económico (grano) y
depende principalmente de las característi-
cas genotípicas de la planta como el índice
de cosecha y la eficiencia de uso interno del
nutriente, los que a su vez también son afec-
tados por el manejo general del cultivo y de
los nutrientes.
En un cultivo saludable de arroz, sin ningún
limitante significativo del crecimiento, la EFN
debe estar cerca a 50 kg de grano kg-1 de N
absorbido. Valores menores indican pobres
condiciones de crecimiento, como deficien-
cia de nutrientes, toxicidades, estrés de agua
e incidencia de plagas y enfermedades.
Eficiencia interna del N (EI)
La EI responde a la pregunta: Cuánto rendi-
miento se produce por kg de N absorbido
proveniente de N aplicado con los fertilizan-
tes y del N nativo del suelo.
176
EIN = kg de grano kg-1 de N absorbido:
EIN = RG/UN (10)
donde, RG es el rendimiento de grano (kg
ha-1) y UN es el N total absorbido (kg ha-1).
Esta definición de EIN incluye el N absorbido
de fuentes naturales y de los fertilizantes. La
EIN depende principalmente del genotipo,
índice de cosecha, interacciones con otros
nutrientes (Sección 2.5) y otros factores que
afectan la floración y el proceso de llenado
del grano.
Valores típicos de EIN en lotes de agriculto-
res estan entre 50-60 kg kg-1 con la aplica-
ción de fertilizantes nitrogenados, en compa-
ración con 60-80 kg kg-1 si no se aplica N.
Interpretación de las eficiencias de N
Las eficiencias de N para arroz irrigado en el
Sur y Sureste de Asia se presentan en la
Tabla 41. La mayoría de los valores están
muy por abajo de la eficiencia de N que
generalmente se obtiene en experimentos
de investigación bien manejados (valor ópti-
mo). Esto sugiere que existe un significativo
potencial para mejorar la eficiencia de N en
lotes de agricultores.
Los siguientes puntos se deben considerar
cuando se evalúa la eficiencia de uso de N:
4 El FPPN es el parámetro más importan-
te para los agricultores porque integra
la eficiencia de uso de fuentes nativas
del suelo y fuentes aplicadas. Tienen
igual importancia el incremento de la
absorción y uso de N de fuentes nativas
del suelo y el incremento de la eficien-
cia de uso de N aplicado (EAN) para
mejorar el nivel de eficiencia de N en el
sistema (FPPN).
4 La ERN y la EFN contribuyen a la EAN y
cada uno puede incrementarse con
mejores prácticas de manejo del suelo
y el cultivo, incluyendo aquellas prácti-
cas generales de manejo del cultivo y
aquellas prácticas específicas al mane-
jo de nutrientes como nutrición balan-
177
Tabla 41. Eficiencia actual de uso de N en lotes de agricultores de arroz irrigado de
zonas bajas en Asia.
Mediana
N aplicado (kg ha-1) 111
RG (kg ha-1) 5 150
RG0 N (kg ha-1) 4 000
NNS (kg de N ha-1) 52
FPPN (kg de grano kg-1 N) 44
EAN (kg de grano kg-1 N) 10
ERN (kg de N kg-1 N) 0.26
EFN (kg de grano kg-1 N) 35
EIN (kg de grano kg-1 N) 58
Fuente: Lotes de agricultores en seis países tropicales de Asia; alrededor de 700 muestras recolecta-
das durante 1995-97. (Witt et al., 1999).
ceada y fraccionamiento, calendario y
localización de las aplicaciones de N.
4 La estimación de la EA se complica por
las diferentes opciones de manejo del
cultivo (método de establecimiento del
cultivo, régimen de agua, control de
malezas). La EAN y ERN no son indica-
dores apropiados para comparar la efi-
ciencia de N aplicado a cultivos con
diferentes prácticas de manejo cuando
existen diferencias significativas en el
rendimiento de grano entre los trata-
mientos control (0 N). En este caso el
FPPN es un índice más apropiado para
las comparaciones.
4 La comparación de ERN y EFN entre
genotipos debe hacerse entre material
genético igual y se debe evitar las com-
paraciones con “germoplasma inferior”
que no esté adaptado a las condiciones
particulares de crecimiento en el expe-
rimento.
4 Los requerimientos de nutrientes deben
estimarse en base a la interacción de
nutrientes que determina la eficiencia
fisiológica y la eficiencia de uso interno
(Sección 2.5).
Factores que afectan la curva de res-
puesta al N
Las curvas de respuesta al N, y las eficien-
cias de uso de N relacionadas, dependen de
varios factores como el manejo general del
Rango Interquartil Valor óptimo
86-139 -
4 000-5 900 -
3 100-5 000 -
41-62 -
32-58 ≥50
4-17 ≥20
0.14-0.43 ≥0.50
22-49 ≥50
51-68 68
cultivo y del suelo, el fraccionamiento y
calendario de aplicación de nutrientes, geno-
tipo y condiciones económicas. En la Figura
13, las cuatro curvas de respuesta cuadráti-
cas al N (de la forma R = b0 + b1FN - b2FN2)
ilustran la forma como algunos de estos fac-
tores pueden afectar las funciones de res-
puesta y los diferentes parámetros de la efi-
ciencia de uso de N.
Aplicación
Para que los agricultores acepten nuevas
tecnologías, éstas deben entregar un signifi-
cativo incremento en el rendimiento de
grano. Por esta razón, las nuevas tecnolo-
gías deben buscar incrementar el rendimien-
to y la eficiencia de N. Un apropiado manejo
general del cultivo, en combinación con una
nutrición balanceada y un dinámico manejo
de N ofrecen las mejores oportunidades.
Las tecnologías que solo ahorran algo de fer-
tilizante, pero que no incrementan el rendi-
miento, probablemente no sean aceptadas
ya que existe poca ganancia por el trabajo
adicional, o porque el costo de implementar
la práctica es muy alto. Este es el caso de
muchas tecnologías de colocación profunda
de nutrientes y de los fertilizantes de lenta
liberación.
Las tecnologías para el manejo de N nunca
deben tratarse como tecnologías aisladas,
sino que siempre deben utilizarse en el con-
texto de un manejo integrado del cultivo.
 178

Rendimiento de grano (kg ha-1)

9000
_ _
D
8000 — —
_ _
7000 — —
_ _
C
6000 — —
_ B _
5000 — A —
_ _
4000 — — Figura 13. Ejemplos de diferentes
_ _ funciones de respuesta al N aso-
3000 ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ı ciadas con las eficiencias de uso
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 a una dosis de 120 kg de N ha-1.
Dosis de N (kg ha-1)

Ejemplos
A B C D

RG0 N (kg ha-1) 3.700 4.700 3.700 4.700

RG120 N (kg ha ) -1
5.040 6.040 6.040 8.060
EA120 N (kg de grano kg .
-1
de N) 11 11 20 28
ER120 N (kg de N kg .
-1
de N) 0.30 0.30 0.40 0.55
EF120 N (kg de grano kg .
-1
de N) 38 38 50 50
FPP120 N (kg de grano kg .
-1
de N) 42 50 50 67

Ejemplo A
Promedio típico de la función de respuesta al N que se encuentra en muchos lotes de agri-
cultores en Asia. El suelo tiene una moderada fertilidad (RG0 N = 3.7 t ha-1) y la eficiencia de
uso de N aplicado con los fertilizantes (EA, ER, EF, FPP) es baja. Esta es una curva baja
de respuesta al N porque la aplicación no produce una respuesta congruente con el suple-
mento de N del suelo y la demanda de N por el cultivo, o por otros factores limitantes como
pobre establecimiento del cultivo, deficiencias/toxicidad minerales, estrés de agua y plagas
que reducen el rendimiento en grano.

Ejemplo B
La función de respuesta al N se ha incrementado en forma general, es decir se ha elevado
en el intercepto (RG0 N) y en RG120 N, pero no existe cambio en la forma de la curva. En este
caso, el RG0 N (suplemento de N nativo del suelo) se incrementa en ~1 t ha-1, mientras que
la eficiencia del uso de N permanece igual. Solamente se incrementa el FPP por el mayor
rendimiento de grano. El incremento en RG0 N puede deberse a la utilización de una mejor
variedad o al control de toxicidades/deficiencias minerales que limitaban la absorción del N
nativo del suelo, o a medidas que incrementan el suplemento del N nativo del suelo. Entre
estas medidas se pueden incluir la siembra de un cultivo de rotación antes del arroz, un
periodo más largo y completo de descanso en seco o la aplicación de materiales orgánicos
como residuos de cultivos o residuos de corral. A pesar del incremento en rendimiento, la
179

EA, ER y EF son las mismas que en el Ejemplo A, lo que sugiere que existe un deficiente
manejo de los fertilizantes nitrogenados o la existencia de otros factores que limitan el cre-
cimiento (pobre establecimiento del cultivo, deficiencias/toxicidades minerales, estrés de
agua, plagas).

Ejemplo C

Cambio en la curva de la función de respuesta al N, debido al incremento en el RG120 N, sin

cambio en el RG0 N (NNS). En este caso el RG0 N se mantiene igual que en el Ejemplo A (3.7
t ha-1), pero la inclinación de la curva de respuesta se incrementa. Cuando se aplican 120
kg de N ha-1, el rendimiento de grano es el mismo (6 t ha-1) del Ejemplo B. Se puede asumir
que ésto se logró gracias a un mejor calendario y un mayor número de aplicaciones fraccio-
nadas de N o a un mejor manejo del cultivo (nutrición mineral balanceada, menos plagas) o
a ambos factores. En comparación con el Ejemplo A, todos los parámetros de eficiencia de
N (EA, ER, EF, FPP), así como también el rendimiento se incrementan significativamente.
Esta es la típica curva de respuesta de muchos experimentos en estaciones experimenta-
les, pero que también se logran con agricultores que usan buenas prácticas de manejo. Sin
embargo, el rendimiento máximo logrado es de solamente ~6.2 t ha-1, lo que sugiere que el
manejo del cultivo todavía no es óptimo.

Ejemplo D
Cambio en el intercepto de la curva de la función de respuesta al N. Se observa un incre-
mento en el RG0 N y en la pendiente total de la curva. Esta curva representa una respuesta
óptima al N, con una completa explotación del potencial de rendimiento junto a una alta efi-
ciencia de uso de nutrientes. Esto se logra con la completa implementación, por sitio espe-
cífico, de estrategias integradas de manejo del cultivo, que incluyen medidas para incremen-
tar el RG0 N (variedades de alto rendimiento, semilla de excelente calidad, método de esta-
blecimiento del cultivo, secamiento del suelo, etc.), así como también un manejo dinámico
de N para sincronizar el suplemento con la demanda del cultivo lo más estrechamente posi-
ble. Como resultado, el rendimiento en grano y la EA, ER, EF, FPP son altos. El rendimien-
to máximo alcanzado es de ~8.6 t ha-1, lo que sugiere un excelente manejo del suelo, culti-
vo y fertilizantes. Aplicando >120 kg de N ha-1 todavía se logra un significativo incremento
en el rendimiento, mientras que en el Ejemplo A-C otros factores no permiten una respues-
ta en el rendimiento a dosis mayores de N.
 180

Los efectos de las diferentes medidas de la respuesta de N se pueden resumir de la siguien-

te manera:
Influencia Influencia en
del RG0 N la eficiencia de N
(curva de respuesta)
Secado del suelo, periodos más
largos de descanso, labranza en seco
Siembra de un cultivo de rotación
antes del arroz
Residuos de corral, residuos de cultivo
Nutrición balanceada y control de
toxicidades/deficiencias minerales
Variedad
Adecuada preparación del suelo y
buen establecimiento del cultivo
Adecuado manejo del agua
Mejor calendario y número de
fracciones de las aplicaciones al voleo -
Nuevos fertilizantes (lenta liberación,
supergránulos, inhibidores) -
Localización profunda de los
fertilizantes nitrogenados -
= debil = moderado = fuerte

Lectura recomendada Peng S, Garcia FV, Gines HC, Laza RC,

Cassman KG, Gines HC, Dizon M, Samson
MI, Alcantara JM. 1996. Nitrogen-use effi-
ciency in tropical lowland rice systems: con-
tributions from indigenous and applied nitro-
gen. Field Crops Res. 47:1-12.
Cassman KG, Peng S, Olk DC, Ladha JK,
Reichardt W, Dobermann A, Singh U. 1998.
Opportunities for increased nitrogen use effi-
ciency from improved resource management
in irrigated rice systems. Field Crops Res.
56:7-38.
Dawe D, Dobermann A. 1999. Defining pro-
ductivity and yield. IRRI Discuss. Pap. Ser.
No. 33. Makati City (Philippines): International
Rice Research Institute.
Samson MI, Sanico AL, Visperas RM,
Cassman KG. 1996. Nitrogen use efficiency
of irrigated tropical rice established by broad-
cast wet-seeding and transplanting. Fert.
Res. 45:123-134.
Pingali PL, Hossain M, Pandey S, Price L.
1998. Economics of nutrients management
in Asian rice systems: towards increasing
knowledge intensity. Field Crops Res.
56:157-176.
Witt C, Dobermann A, Abdulrachman S,
Gines HC, Wang GH, Nagarajan R,
Satawathananont S, Son TT, Tan PS, Tiem
LV, Simbahan GC, Olk DC. 1999. Internal
nutrient efficiencies of irrigated lowland rice
in tropical and subtropical Asia. Field Crops
Res. 63:113-138.
181
5.6 Herramientas para Optimizar las
Aplicaciones de Nitrógeno al Voleo
El monitoreo del contenido de N en la planta
es un método importante para mejorar la sin-
cronización entre la demanda del cultivo y el
suplemento de N del suelo y de los fertilizan-
tes aplicados. Debido a que el contenido de
N en la hoja está estrechamente relaciona-
do con la tasa de fotosíntesis y la producción
de biomasa, este parámetro es un indicador
sensitivo de los cambios dinámicos en la
demanda de N por el cultivo durante el ciclo
de crecimiento. La concentración de N en la
hoja más joven completamente expandida
es un buen índice para determinar la necesi-
dad de aplicación de N al voleo.
Generalmente, los agricultores usan el color
de la hoja como un indicador visual y subjeti-
vo del contenido de N en el cultivo y de la
necesidad de las aplicaciones de fertilizantes
nitrogenados. Se han desarrollado herramien-
tas simples de diagnóstico para monitorear el
contenido de N en la planta como soporte
para el adecuado manejo de este nutriente.
Esto permite a los agricultores ajustar las apli-
caciones de N en tiempo real, basándose en
el contenido actual de N en la planta, factor
que está estrechamente relacionado con el
suplemento de N nativo del suelo y las condi-
ciones climáticas, específicas del sitio, que
afectan el crecimiento del cultivo. La utiliza-
ción de estas herramientas puede reducir el
requerimiento de N, incrementar la eficiencia
de uso de N y reducir la susceptibilidad del
cultivo al ataque de plagas y enfermedades.
[Nota: la investigación primaria con el SPAD y la tabla de
comparación de colores se describe en detalle en las
referencias bibliográficas presentadas].
Medidor portátil de clorofila para
manejo de N en arroz
El medidor de clorofila (SPAD), es una herra-
mienta de diagnostico portátil que permite
monitorizar el contenido de N del cultivo in
situ. El medidor de clorofila utiliza un método
simple, rápido y no destructivo para estimar
la concentración de N en la hoja índice.
Cuando se calibra apropiadamente, para las
variedades locales más importantes y para
las condiciones de crecimiento del cultivo, es
una herramienta eficaz para desarrollar
esquemas de aplicación basadas en las
necesidades de N para el cultivo de arroz.
Con este método se obtiene un “valor SPAD”
sin dimensión que luego se compara con un
valor crítico para decidir cuándo y cuánto N
es necesario aplicar.
Valores críticos del SPAD
Para metas de rendimientos que estén cerca
de los niveles de rendimiento máximo, la
concentración de N en la hoja más joven
totalmente extendida debe mantenerse o
superar a 1.4 g de N m-2 (valor expresado en
base a área foliar). Las hojas que tienen este
contenido crítico de N dan un valor de SPAD
de 35 a cualquier estado de desarrollo o
genotipo.
4 Un valor crítico de 35 del SPAD trabaja
bien con arroz transplantado en tempo-
rada seca con variedades índica semi-
enanas.
4 El nivel crítico tiene que ajustarse a
valores menores (~32), para arroz
transplantado en temporada lluviosa en
las Filipinas, por la limitada radiación
solar debido a la alta cobertura de
nubes durante esta temporada.
4 En las Filipinas, se ha encontrado que
un nivel crítico SPAD de 29-30 es óptimo
para arroz sembrado al voleo con semi-
lla húmeda que alcance una densidad
de 800 macollos productivos m-2 y 32
para arroz sembrado en hileras con
semilla húmeda con 650 macollos pro-
ductivos m-2.
4 En India, la lectura del SPAD debe
mantenerse en 35 durante la tempora-
da lluviosa y en 37 durante la tempora-
da seca, para obtener altos rendimien-
tos de arroz, probablemente por la
mayor radiación en ambas temporadas.

Tabla 42. Cantidades de N a ser aplicadas cada vez que la lectura SPAD se encuentre
por debajo del nivel crítico.
Periodo de crecimiento
Etapas tempranas de crecimiento (TP-MM)
Etapas rápidas de crecimiento (MM-IP)*
Etapas tardías de crecimiento (IP-FL)
* Aplicar la dosis más alta de N, 30 kg ha-1, en temporada lluviosa o 45 kg ha-1 en la temporada seca,
solamente una vez durante la etapa de crecimiento rápido.
Como se observa, es importante la calibra-
ción del medidor de clorofila para encontrar
los valores críticos en las condiciones locales.
Guía de uso del medidor de clorofila
para manejo de N en arroz
4 Las lecturas con el SPAD empiezan a
los 14 DDT o 21 DDS (para arroz sem-
brado con semilla húmeda). Las lectu-
ras se toman una vez cada 7-10 días, o
cerca de etapas críticas de crecimiento,
y continúan hasta que el cultivo empie-
ce a florecer (primera floración).
4 Se utiliza la hoja más joven totalmente
extendida (hoja Y) para las mediciones
de SPAD. Las lecturas se hacen a un
lado de la nervadura central en un sitio
localizado en la sección central entre la
base y la punta de la hoja. En las eta-
pas tempranas, la lámina de la hoja
podría ser muy angosta para tomar
mediciones sin tocar la nervadura cen-
tral. En este caso, las mediciones se
pueden hacer cerca de la punta de la
hoja aun cuando se toque la nervadura
central.
4 Durante las mediciones, siempre se
debe mantener a la hoja bajo la sombra
del cuerpo. No se deben tomar lecturas
con el SPAD a plena luz del sol.
4 Se debe tomar un mínimo de 10 lectu-
ras en plantas elegidas al azar en cada
lote y luego se debe calcular el valor
SPAD promedio.
4 Si 7-10 días después de la aplicación
de N el promedio de las lecturas del
SPAD es menor al nivel crítico, se debe
182
Temporada seca Temporada lluviosa
(kg de N ha-1)
30 20
45 30
30 20
aplicar N al voleo inmediatamente
(Tabla 42).
Cuando se utiliza un solo nivel crítico de lec-
turas SPAD, se requieren de frecuentes
mediciones en el lote para determinar la
fecha de la aplicación. Existe el riesgo de
saltarse una aplicación en etapas críticas de
crecimiento.
Una forma alternativa de utilizar el medidor
de SPAD es usarlo para ajustar la cantidad
de N a aplicarse en etapas críticas de creci-
miento. En este caso, solo se deben tomar
lecturas con el SPAD en tres o cuatro etapas
de crecimiento predeterminadas, y las lectu-
ras se utilizan para determinar cuanto N
debe aplicarse. La Tabla 43 muestra reco-
mendaciones preliminares que, sin embargo,
todavía requieren de más validación.
Tabla de comparación de colores
(TCC) para manejo de N en arroz
La primera tabla de comparación de colores
se desarrolló en Japón. Investigadores
Chinos en la Universidad Agrícola de
Zhejiang desarrollaron una tabla de compa-
ración de colores mejorada y la calibraron
para arroz índica, japónica e híbridos. Esta
tabla sirvió de modelo para las tablas que
son actualmente distribuidas por el IRRI a
través de la Red denominada Crop
Resources y Management Network.
La TCC es una herramienta barata, fácil de
utilizar, que sirve para incrementar la eficien-
cia de uso de N en arroz. La tabla contiene
cuatro tiras verdes con un rango de colores
183

Tabla 43. Cantidades de N a ser aplicadas dependiendo de la lectura del SPAD en eta-
pas críticas del crecimiento.
Arroz transplantado Arroz sembrado
directamente
(semilla seca)

Etapa de DDT Valor N DDS Valor N

crecimiento SPAD (kg ha-1) SPAD (kg ha-1)

Macollamiento 14-20 >36 0 15-25 >34 0

temprano 34-36 20 32-34 20
<34 30 <32 30

Macollamiento 20-35 >36 30 25-35 >34 30

activo 34-36 40 32-34 40
<34 50 <32 50

Inicio de la 40-50 >36 40 40-50 >34 50

panoja 34-36 50 32-34 60
<34 60 <32 70

Floración 55-65 >36 0 55-65 >34 0

34-36 15 32-34 15
<34 20 <32 20

Los valores presentados son para cultivos de temporada seca con una meta de rendimiento de 6-8 t
ha-1 y al momento se encuentran en proceso de más validación. Aplican para variedades índica semi-
enanas (100-120 días) en sistemas de arroz transplantado y sembrado directamente. Se debe usar
dosis menores en arroz sembrado con semilla húmeda.

que va desde el verde amarillento (No 2) al
verde oscuro (No 5). Se ha calibrado con el
medidor de clorofila y se utiliza como guía de
las aplicaciones al voleo de N en cultivos de
arroz. Una hoja simple con instrucciones en
el lenguaje local acompaña la tabla y explica
a los agricultores como determinar la época
correcta para una aplicación de N. La tabla
de comparación de colores es una herra-
mienta ideal para optimizar el uso de N en
cultivos de arroz, independientemente de la
fuente de N (inorgánico, orgánico o biofertili-
zante).
Valores críticos de la tabla de compa-
ración de colores
El valor crítico de la tabla de comparación de
colores para aplicación de N al voleo va
desde 3 para variedades con follaje verde
claro (variedades de arroz aromáticas) a 4
para variedades índica semi-enanas y 5 para
híbridos de arroz. En las Filipinas, el valor
crítico de la TCC es de 4 para arroz trans-
plantado y 3 para arroz sembrado directa-
mente con semilla húmeda. Los cultivos que
muestran un color por debajo del valor críti-
co tienen deficiencia de N y requieren de
aplicaciones inmediatas de fertilizantes nitro-
genados para evitar pérdidas de rendimien-
to. Se puede redefinir los valores críticos de
la TCC para las variedades locales importan-
tes y para los métodos locales de estableci-
miento del cultivo en 1-2 temporadas de eva-
luación.
Guía para el uso de la tabla de compa-
ración de colores
4 Las lecturas con la TCC empiezan a los
14 DDT o 21 DDS (para arroz sembra-
do con semilla húmeda). Las lecturas

se toman cada 7-10 días hasta la pri-
mera floración.
4 Se utiliza la hoja más joven completa-
mente extendida (hoja Y) para las medi-
ciones, porque esta hoja refleja mejor el
contenido de N en las plantas de arroz.
Se mide el color comparando el color
de la parte media de la hoja con la TCC.
Si el color de la hoja se encuentra entre
dos grados, se toma el promedio de los
dos como la lectura final. Por ejemplo,
si el color de la hoja está entre los valo-
res 3 y 4, la lectura final es 3.5.
4 Durante la toma de las lecturas, se
debe cubrir a la hoja de la luz del sol
con el cuerpo, ya que el ángulo y la
intensidad de la luz afectan el color de
la hoja. En lo posible, todas las lecturas
deben tomarse a la misma hora y por la
misma persona.
(a) (b)
(c) (d)
(e) (f)
(g) (h)
184
4 Se recomienda muestrear 10 hojas de
plantas elegidas al azar en un lote. Si
seis o más hojas se encuentran en o
por debajo de los valores críticos esta-
blecidos, se debe aplicar fertilizantes
nitrogenados inmediatamente.
4 En las variedades índica semi-enanas,
las cantidades de N propuestas para la
aplicación en diferentes etapas de cre-
cimiento son las mismas que cuando se
usa el medidor SPAD (Tabla 42).
NOTAS:
✍ La eliminación de la aplicación basal de
N puede reducir el macollamiento en
lotes con suelo de poca capacidad de
suplemento de N. Por esta razón, se
debe decidir si se requiere de aplicacio-
nes básales (Sección 2.1) y usar el
Tabla de comparación de
colores
Se pueden medir con la tabla de
comparación de colores las diferen-
cias en color de las hojas de cuatro
tratamientos con dosis diferentes de
N, en la etapa tardía de macolla-
miento. Nótese el mayor macolla-
miento y el color verde más oscuro
de las hojas en el tratamiento con
las cantidades más altas de N [com-
parar (g), (h) con el lote control (a),
(b)].
185

SPAD o la TCC para afinar las subse- Rice Res. Notes 25(1):4-8.
cuentes aplicaciones de N al voleo.
✍ El manejo de N basado en SPAD o TCC Crop and Resource Management Network
tiene éxito cuando es parte de una (CREMNET). 2000. Farmer Participatory
estrategia de manejo integrada de Approach to Nitrogen Management in Rice
nutrientes por sitio específico. Para Production, Using the Leaf Color Chart
lograr una óptima respuesta a los fertili- (LCC). (CREMNET Technology Evaluation
zantes nitrogenados, otros nutrientes Protocol No.1 (Revised Feb 2000)).
como P, K, S, Mg y Zn deben estar pre- International Rice Research Institute (IRRI).
sentes en cantidad suficiente. Por lo Makati City 1271. Philippines. 15 p.
tanto, se deben aplicar niveles apropia-
dos de estos otros nutrientes basándo- Peng S, Cassaman KG, Kropff MJ. 1995.
se en el análisis de suelos y en las Relationship between leaf photosynthesis
recomendaciones locales. and nitrogen content of field-grown rice in the
✍ Las deficiencias de P y K (Secciones tropics. Crop Sci. 35:1627-1630.
3.2 y 3.3, respectivamente) pueden
desarrollar un color más oscuro en la Peng S, Garcia FV, Laza MRC, Cassman
hoja, lo que resulta una medición erró- KG. 1993. Adjustment for specific leaf weight
nea de los valores con la TCC. Las lec- improves chlorophyll meter’s estimate of rice
turas con el SPAD se afectan menos leaf nitrogen concentration. Agron. J. 85:987-
por esta condición. 990.
Siempre es necesaria la calibración
Peng S, Garcia FV, Laza MRC, Sanico AL,
✍
local del SPAD y de la TCC. Un medidor
Visperas RM, Cassman KG. 1996. Increased
de clorofila cuesta alrededor de US $
N-use efficiency using a chlorophyll meter on
1.400 y los agricultores individuales no
high-yielding irrigated rice. Field Crops Res.
pueden costearse uno. Sin embargo,
47:243-252.
los investigadores, extensionistas, con-
sultores y cooperativas o asociaciones
Peng S, Laza MRC, Garcia FV, Cassaman
de agricultores si pueden comprar un
KG. 1995. Chlorophyll meter estimates leaf
medidor de clorofila para monitorear el
area-based nitrogen concentration of rice.
contenido de N y con esta información
Commun. Soil Sci. Plant Anal. 26:927-935.
definir esquemas de manejo de N, veri-
ficar las recomendaciones de fertilizan-
Takebe M, Yoneyama T. 1989. Measurement
tes nitrogenados existentes y calibrar
to leaf color scores and its implication to
localmente la menos costosa tabla de
nitrogen nutrition of rice plants. Jpn. Agric.
comparación de colores.
Res. Q. 23:86-93.
Lectura recomendada
Turner FT, Jund MF. 1991. Chlorophyll meter
to predict nitrogen topdressed requirement
Balasubramanian V, Morales AC, Cruz RT,
for semidwarf rice. Agron. J. 83:926-928.
Abdulrachman S. 1999. On-farm adaptation
of knowledge-intensive nitrogen manage-
Turner FT, Jund MF. 1994. Assesing the
ment technologies for rice systems. Nutr.
nitrogen requeriments of rice crops with a
Cycl. Agroecosyst. 53:59-69.
chlorophyll meter. Aust. J. Exp. Agric.
34:1001-1005.
Balasubramanian V, Morales AC, Cruz RT,
Thiyagarajan TM, Nagarajan R, Babu M,
Abdulrachman S, Hai LH. 2000. Adoption of
the chlorophyll meter (SPAD) technology for
real-time N management in rice: a review. Int.

5.7 Recomendaciones Específicas por Suelo
y por Ciclo de las Aplicaciones
Generales de Fertilizantes
Las recomendaciones generales de fertiliza-
ción deben usarse con precaución, porque
factores como las condiciones climáticas (y
por lo tanto el Rmax), variedades, prácticas de
manejo del cultivo (establecimiento y manejo
del agua) y fertilidad del suelo (suplemento
de nutrientes nativos del suelo) pueden
variar ampliamente. Las cantidades presen-
tadas en la Tabla 44 son una guía general de
cuanto N, P y K debe aplicarse para alcanzar
una meta de rendimiento en particular, pero
se deben realizar los necesarios ajustes para
las condiciones locales. Esto último se refie-
re específicamente al fraccionamiento y
calendario de las aplicaciones de N (Sección
3.1), que depende de la variedad, del méto-
do de establecimiento del cultivo y del mane-
jo del agua.
Las recomendaciones de fertilización de la
Tabla 44 son válidas para las siguientes con-
diciones:
4 Variedad: Una variedad moderna de alto
rendimiento con un índice de cosecha
de 0.45-0.50, ciclo de crecimiento pre-
coz a medio (100-120 días) y un poten-
cial de rendimiento (Rmax) de 10 t ha-1
bajo condiciones climáticas favorables
(temporada seca) y de 7-8 t ha-1 en con-
diciones lluviosas y con nubes.
4 Establecimiento del cultivo: Transplante
o siembra directa de la semilla en el
lote, pero con una óptima densidad de
plantas.
4 Manejo del agua: Bajo riego. Sin estrés
severo por sequía o inmersión durante
el crecimiento. Agua de río o canal con
pequeñas cantidades de nutrientes. Si
se usa agua de pozo que contenga can-
tidades significativas de K, se pueden
entonces reducir las cantidades de K
recomendadas en la Tabla 44.
4 Manejo de plagas y otros problemas:
apropiado control de insectos, enferme-
dades, malezas, caracoles y ratas.
186
4 Recuperación de nutrientes:
8 N: eficiencia de recuperación en el
primer cultivo de 40-50%.
8 P: eficiencia de recuperación en el
primer cultivo de 15-25%.
8 K: eficiencia de recuperación en el
primer cultivo de 40-50%.
4 Manejo de N: Aplicación dinámica de N
basada en fraccionamiento en las eta-
pas críticas de crecimiento y en el moni-
toreo del contenido actual de N de la
planta (Sección 3.1 y 5.9). Aplicación de
N basal en suelos con NNS <40 kg de
N ha-1. Dosis tardías, alrededor de la
floración, se administran solamente en
temporadas de condiciones favorables
(secas).
4 Manejo de P: Todo el P se aplica en
forma basal (incorporado al suelo, arroz
transplantado) o 10-14 DDS en arroz
sembrado directamente.
4 Manejo de K: La dosis de K se fraccio-
na en 2 aplicaciones, 50% en la siem-
bra (o 10-14 DDS en arroz sembrado
directamente) y 50% en la iniciación de
la panoja.
4 Suelo de baja fertilidad: Suelo de baja
fertilidad natural por uno o más de los
siguientes factores:
8 Suelo de textura gruesa (arenosos
o franco arenosos).
8 Bajo contenido de materia orgánica
(<1% de C orgánico).
8 Bajo CIC (<10 cmolc kg-1).
8 Bajo contenido de nutrientes (P con
Olsen <5 mg kg-1, K intercambiable
<0.15 cmolc kg-1).
8 pH ácido después de la inundación
(<6.5).
8 Posiblemente otros desordenes
nutricionales (micronutrientes o
toxicidades).
187

Tabla 44. Recomendaciones generales de fertilización para suelo y temporada especí-

ficos en arroz irrigado.
Meta de Temporada seca Temporada lluviosa
Rendimiento (Rmax ~10 t ha-1) (Rmax ~7.5 t ha-1)

N P K N P K
(t ha-1) (kg ha-1) (kg ha-1)

Suelo de baja fertilidad

4 60-80 8-12a 20-40 60-80 8-12a 20-25
5 90-110 15-25 50-60 90-120 15-25 50-60
6 120-150 25-40 80-100
7 150-200b 35-60 110-140 No aplica a la meta de rendimiento

Suelo de mediana fertilidad

4 0a 8-12a 10-40a 0a 8-12a 10-40a
5 50-70 10-15a 15-50a 50-70 10-15a 15-50a
6 90-110 12-18 30-60 100-120 12-18 40-60
7 120-150 15-30 60-80
8 160-200b 35-50 110-130 No aplica a la meta de rendimiento

Suelo de alta fertilidad

4 0a 8-12a 10-40a 0a 8-12a 10-40a
5 0a 10-15a 15-50a 20-30 10-15a 15-50a
6 50-60 12-18a 20-60a 60-80 12-18a 20-60a
7 80-100 14-21a 20-70a
8 120-150 15-25 60-80 No aplica a la meta de rendimiento
Fuente: modelo QUEFTS modificado para arroz. Para cada meta de rendimiento el modelo utilizó el
contenido de NNS, PNS y KNS asumido para cada tipo de suelo, usando los rangos de la eficiencia de
recuperación de N, P, y K especificados anteriormente.
a El suplemento de P y K nativos del suelo es suficiente para lograr la meta de rendimiento con poca
o ninguna aplicación de estos nutrientes.
4 Para N, esto representa una situación donde el ingreso de N de otras fuentes como N2 fijado
biológicamente es lo suficiente alto para sostener el NNS a este nivel.
4 Para P y K, se recomienda aplicar por lo menos una cantidad que sea equivalente a la canti-
dad neta de remoción de grano y la paja (Secciones 3.2 y 3.3) para mantener las reservas de
estos nutrientes en el suelo. Los valores dados asumen una dosis para reponer la remoción
de 2-3 kg ha-1 de P y 3-10 kg ha-1 de K por tonelada de grano. La cantidad más pequeña se
aplica en los sistemas en la que la mayoría de P y K de la paja permanecen en el lote, sea
incorporada o quemada. La cantidad más grande se aplica a los sistemas de alta remoción de
residuos del cultivo.
b Precaución: La dosis de N recomendada es muy alta y puede causar volcamiento e incrementar
la incidencia de plagas y enfermedades.
 188

Suplemento de nutrientes nativos del suelo en temporada favorable:

suelo en temporada favorable: 8 Rendimiento en grano sin fertilizar
8 Rendimiento en grano sin fertilizar (RG0): >5 t ha-1.
(RG0): 2.5 t ha-1. 8 NNS: 70 kg de N ha-1.
8 NNS: 30 kg de N ha-1. 8 PNS: 20 kg de P ha-1.
8 PNS: 10 kg de P ha-1. 8 KNS: 100 kg de K ha-1.
8 KNS: 50 kg de K ha-1.
4 Suelo fértil: Suelo de moderada fertili-
dad natural con las siguientes caracte-
rísticas:
8 Suelo con textura media a pesada
(franco arcilloso a arcilloso).
8 Contenido moderado de materia
orgánica (1-1.5% de C orgánico).
8 Media CIC (10-20 cmolc kg-1).
8 Moderada disponibilidad de nutrien-
tes (P con Olsen de 5-10 mg kg-1, K
intercambiable de 0.15-0.30 cmolc
kg-1).
8 pH neutro después de la inundación
(6.5-7).
8 Sin deficiencias ni toxicidades signi-
ficativas.
Suplemento de nutrientes nativos del
suelo en temporada favorable:
8 Rendimiento en grano sin fertilizar
(RG0): 4.0 t ha-1.
8 NNS: 50 kg de N ha-1.
8 PNS: 15 kg de P ha-1.
8 KNS: 75 kg de K ha-1.
4 Suelo muy fértil: Un suelo de alta fertili-
dad y las siguientes características:
8 Suelo con textura de media a pesa-
da (franco arcilloso a arcilloso).
8 Contenido de materia orgánica de
moderado a alto (1.5-2.5% de C
orgánico).
8 Alta CIC (>20 cmolc kg-1).
8 Alto contenido de nutrientes (P con
Olsen >10 mg kg-1, K intercambia-
ble >0.3 cmolc kg-1).
8 pH neutro después de la inundación
(6.5-7).
8 Sin deficiencia o toxicidades signifi-
cativas.

Suplemento de nutrientes nativos del

189

5.8 Conversión de las Recomendaciones de

Fertilización a Materiales Fertilizantes
Tabla 45. Factores de conversión a la concentración de nutrientes en los fertilizantes.

De multiplicar por Para / De multiplicar por Para

NO3 0.226 N 4.426 NO3
NH3 0.823 N 1.216 NH3
NH4 0.777 N 1.288 NH4
CO(NH2)2 - urea 0.467 N 2.143 CO(NH2)2 - urea
(NH4)2SO4 0.212 N 4.716 (NH4)2SO4
NH4NO3 0.350 N 2,857 NH4NO3
P2O5 0.436 P 2.292 P2O5
Ca3(PO4)2 0.458 P2O5 2.185 Ca3(PO4)2
K2O 0.830 K 1.205 K 2O
KCl 0.632 K 2O 1.583 KCl
KCl 0.524 K 1.907 KCl
ZnSO4 ⋅ H2O 0.364 Zn 2.745 ZnSO4 ⋅ H2O
ZnSO4 ⋅ 7H2O 0.227 Zn 4.398 ZnSO4 ⋅ 7H2O
SO2 0.500 S 1.998 SO2
SO4 0.334 S 2.996 SO4
MgSO4 0.266 S 3.754 MgSO4
MgSO4 ⋅ H2O 0.232 S 4.316 MgSO4 ⋅ H2O
MgSO4 ⋅ 7H2O 0.130 S 7.688 MgSO4 ⋅ 7H2O
(NH4)2SO4 0.243 S 4.121 (NH4)2SO4
SiO2 0.468 Si 2.139 SiO2
CaSiO3 0.242 Si 4.135 CaSiO3
MgSiO3 0.280 Si 3.574 MgSiO3
MgO 0.603 Mg 1.658 MgO
MgO 2.987 MgSO4 0.335 MgO
MgO 3.434 MgSO4 ⋅ H2O 0.291 MgO
MgO 6.116 MgSO4 ⋅ 7H2O 0.164 MgO
MgO 2.092 MgCO3 0.478 MgO
CaO 0.715 Ca 1.399 CaO
CaCO3 0.560 CaO 1.785 CaCO3
CaCl2 0.358 Ca 2.794 CaCl2
CaSO4 0.294 Ca 3.397 CaSO4
Ca3(PO4)2 0.388 Ca 2.580 Ca3(PO4)2
FeSO4 0.368 Fe 2.720 FeSO4
MnSO4 0.364 Mn 2.748 MnSO4
MnCl2 0.437 Mn 2.290 MnCl2
MnCO3 0.478 Mn 2.092 MnCO3
MnO2 0.632 Mn 1.582 MnO2
 190

Tabla 45. Continuación...

De multiplicar por Para / De multiplicar por Para

CuSO4 ⋅ H2O 0.358 Cu 2.795 CuSO4 ⋅ H2O
CuSO4 ⋅ 5H2O 0.255 Cu 3.939 CuSO4 ⋅ 5H2O
Na2B4O7 ⋅ 5H2O 0.138 B 7.246 Na2B4O7 ⋅ 5H2O
Na2B4O7 ⋅ 7H2O 0.123 B 8.130 Na2B4O7 ⋅ 7H2O

Tabla 46. Pesos moleculares (g mol-1) de los nutrientes.

Nitrógeno Fósforo Potasio

N 14.01 P 30.97 K 39.1
NH4 - 18.05 P2O5 141.94 K2O 94.4
NO3- 62.01 KCl 74.5

Zinc Azufre Silicio

Zn 65.38 S 32.06 Si 28.09
ZnO 81.4 SO42- 96.06 SiO2 60.1
ZnSO4 ⋅ H2O 179.5 SO2 64.1 SiO3 76.1

Magnesio Calcio Hierro

Mg 24.31 Ca 40.08 Fe 55.85
MgO 40.31 CaO 56.08 FeSO4 151.91
CaSO4 136.14

Manganeso Cobre Boro

Mn 54.94 Cu 63.55 B 10.81
MnSO4 151.0 CuSO4 159.61 B2O3 69.6
Na2B4O7 ⋅ 5H2O 227.2
191

Anexo 8. Conversión de las recomendaciones de fertilización a materiales fertilizantes.

Ejemplo para un lote de 2 ha:

Recomendación de fertilización (kg ha-1):
120-60-50 = 120 kg de N, 60 kg de P2O5 y 50 kg de K2O ha-1
= 120 kg de N, 26 kg de P y 42 kg de K ha-1
Materiales fertilizantes disponibles (todos en bolsas de 50 kg):
Urea 46% de N
Superfosfato simple (SFS) 18% de P2O5
Muriato de potasio (MOP, KCl-60) 60% de K2O
Fosfato diamónico (DAP) 18% de N, 46% de P2O5
Fertilizante compuesto (14-14-14) 14% de N, 14% de P2O5, 14% de K2O

1. Cantidad de fertilizantes necesaria para un lote de 2 ha usando fertilizantes simples

N: 120 kg de N ha-1 x 2 ha x 100/46 = 120 x 2 x 2.17 = 521 kg de urea ~10.5 bolsas de urea
P: 60 kg de P2O5 ha-1 x 2 ha x 100/18 = 60 x 2 x 5.56 = 667 kg de SFS ~13.5 bolsas de SFS
K: 50 kg de K2O ha-1 x 2 ha x 100/60 = 50 x 2 x 1.67 = 167 kg de MOP ~3.5 bolsas de MOP

2. Cantidad de fertilizantes necesaria para un lote de 2 ha usando el fertilizante compues-

to 14-14-14 como fuente de K, 14-14-14 y DAP como fuentes de P y 14-14-14, DAP y urea
como fuentes de N
a) Usando 14-14-14 como fuente de K:
50 kg de K2O ha-1 x 2 ha x 100/14 = 50 x 2 x 7.14 = 714 kg ( ~14 bolsas) de 14-14-14
b) Calcular el P abastecido por el 14-14-14
14 bolsas de 14-14-14 = 700 kg de 14-14-14 = 700 kg/(100/14)/2
= 49 kg de P2O5 ha-1 aplicado como 14-14-14
60 - 49 = 11 kg de P2O5 ha-1 necesarios para cubrir el requerimiento
c) Calcular la cantidad de DAP requerida para abastecer los 11 kg de P2O5 ha-1 restantes
11 kg de P2O5 ha-1 x 2 ha x 100/46 = 11 x 2 x 2.17 = 48 kg (~1 bolsa) de DAP
d) Calcular la cantidad de N que ingresa con el 14-14-14 y el DAP
14 bolsas de 14-14-14 = 700 kg de 14-14-14 = 700 kg/(100/14)/2
= 49 kg de N ha-1 aplicado con el 14-14-14
1 bolsa de DAP = 50 kg de DAP = 25 kg/(100/18)/2 = 4.5 kg de N ha-1 aplicado con
el DAP
120 - (49 + 4.5) = 66.5 kg de N ha-1 necesarios para cubrir el requerimiento
e) Calcular la cantidad de urea necesaria para suplir los restantes 66.5 kg de N ha-1
66.5 kg de N ha-1 x 2 ha x 100/46.3 = 66.5 x 2 x 2.16 = 287 kg (~6 bolsas) de urea
Comentario:
En este ejemplo, es posible el implementar “exactamente” las recomendaciones, pero en la mayoría
de los casos, la utilización de fertilizantes compuestos resulta en sobre o sub suplemento de un
nutriente. Las recomendaciones con fertilizantes simples son más fáciles de calcular y permiten apli-
caciones más precisas de cada nutriente. La mayoría de P, K y los 58 kg de N ha-1 son aplicados ≤2
semanas después de la siembra, lo que puede resultar en una baja eficiencia de recuperación de N
(Figura 8, Sección 3.1).
 192

5.9 Muestreo de Suelos y Plantas

El diagnóstico de las deficiencias nutriciona-
les requiere del esfuerzo complementario del
análisis de suelos y plantas, pero ambos
parámetros son inútiles si no siguen los pro-
tocolos adecuados. Esta sección describe
varios métodos para la toma de muestras de
suelos y plantas que han sido ampliamente
utilizados en investigación reciente conduci-
da en estaciones experimentales y en lotes
de agricultores. Existen varios métodos, pero
se sugiere utilizar un detallado proceso de
muestreo en trabajo de investigación porque
esto permite evaluar la calidad general del
muestreo y del procesamiento de las mues-
tras.
Muestreo de suelos para el análisis de
nutrientes
Muestreo de suelos en experimentos de
campo
Este procedimiento se usa para muestreos
regulares de suelo en parcelas pequeñas
(20-70 m2) en experimentos en lotes de agri-
cultores o en estaciones experimentales. El
procedimiento es particularmente apropiado
para el monitoreo de los cambios del suelo a
través del tiempo, donde se debe hacer énfa-
sis en el muestreo de un constante volumen
de suelo. El muestreo se debe hacer al
macollamiento (20-40 DDT/DDS), preferible-
mente a los 30 DDT o DDS, cuando el suelo
se ha consolidado y el arroz empieza a
absorber nutrientes intensivamente. Si es
necesario determinar el contenido de N inor-
gánico extractable, se debe colectar una
muestra de suelo separada para la inmedia-
ta determinación de N en suelo anaeróbico
fresco.
Ver el Anexo 9 para instrucciones detalladas
de la toma de muestras en experimentos de
campo con el propósito de monitorear los
cambios del suelo a través del tiempo.
Muestreo de rutina en lotes de agricultores
Para evaluación de rutina de la fertilidad del
suelo se deben usar las muestras recogidas
poco después de la cosecha o antes de la
preparación del lote. El diseño del muestreo
depende del objetivo y las condiciones pre-
valentes en el lote. Debido a los tamaños
diferentes de los lotes y de los materiales
disponibles, el procedimiento solo se puede

Anexo 9. Procedimiento de muestreo de suelos de parcelas pequeñas en experimentos

de campo, con el propósito de monitorear los cambios en el suelo a través del tiempo.

Equipos
Tubo de PVC (7.5 cm de diámetro; 25 cm de largo para muestreo a una profundidad de 0-
20 cm, o de 20 cm de largo para muestreo a una profundidad de 0-15 cm), cuchillo (para
cortar la muestra de suelo).
Bolsas plásticas o botellas (herméticas), marcador a prueba de agua, etiquetas.
Bandeja de plástico, mortero de porcelana, malla de 2 y 0.5 mm, ventilador de escritorio (si
se dispone de uno).

Epoca de muestreo
El muestreó se realiza durante el macollamiento (20-40 DDT/DDS), preferiblemente a los 30
DDT o DSS.
Localización de los sitios de muestreo
Marcar la localización de los puntos de muestreo en un mapa. Si es posible se deben tomar
lecturas con un sistema de posicionamiento global (GPS) en cada punto.
193

Anexo 9. Continuación...

Procedimiento
1 Colocar una etiqueta en cada bolsa o botella de plástico (usando un marcador a prue-
ba de agua) con la información de la muestra: ubicación, fecha de la toma de la mues-
tra, tratamiento, replicación, número de lote, profundidad a la que se tomó la muestra.
2 Empujar el tubo de PCV en el suelo hasta que la marca de la profundidad de muestreo
requerida este al mismo nivel que la superficie del suelo. Sacar el tubo del suelo y cor-
tar con un cuchillo la columna de suelo en la base del tubo y sacar la muestra del tubo
(asegurar el fondo con la mano para evitar pérdida de suelo). Colectar cuatro muestras
por lote.
3 Colocar las muestras de suelo del mismo lote en una bandeja de plástico. Remover los
residuos visibles de plantas, materiales extraños, desechos y destruir todos los agrega-
dos y terrones. Mezclar bien las muestras para formar la muestra compuesta del lote.
4 Aplanar la muestra de suelo homogenizada en la bandeja de plástico y dividirla en cua-
tro porciones iguales. Tomar cantidades iguales de submuestra (por lo menos de 500 g
de suelo húmedo) de cada una de las cuatro porciones y colocarlas en los contenedo-
res plásticos con etiquetas. Devolver el exceso de suelo al lote. Se debe trabajar rápida-
mente para minimizar la exposición de las muestras a la luz y a altas temperaturas.
5 Secar las muestras al aire por 7-14 días a temperatura ambiente en un cuarto con
buena circulación (un ventilador acelera el proceso). Evitar los sitios con viento,
expuestos al polvo que contaminen las muestras. Romper los terrones para mejorar el
secado.
6 Moler y tamizar las muestras por una malla de 2 mm. No se deben usar herramientas
de hierro o acero para moler las muestras si se van a analizar por micronutrientes (Fe,
Zn, Cu). Es preferible usar un mortero de porcelana. Se debe tamizar toda la muestra.
7 Aplanar la muestra tamizada y dividirla en cuatro partes iguales. Tomar submuestras
representativas de cada porción para formar la muestra final de suelo seco al aire para
los análisis químicos y físicos correspondientes.
8 Para los análisis que requieren suelo finamente molido, tomar otra submuestra del suelo
tamizado en la malla de 2 mm. Volverla a moler y tamizarla por una malla de 0.5 mm.
Si se planea determinar NH4 extractable en KCl caliente, se debe recolectar una muestra
adicional de suelo fresco de una muestra compuesta de dos sitios en cada lote de mues-
treo. Minimizar la exposición a la luz del sol y a altas temperaturas. Colocar esta muestra
en un contenedor de plástico hermético y etiquetado. Realizar la extracción con KCl lo más
pronto posible. Para minimizar la actividad microbiana, se debe almacenar las muestras en
un refrigerador si las piensa conservar por más de un día.

Notas
✍ La profundidad de muestreo debe representar lo más cerca posible a la profundidad de
la capa de suelo sujeta a labranza. Tomar las muestras de 0-20 cm de profundidad en
suelos profundos, pero solo de 0-15 cm en suelos superficiales sin labranza profunda.
✍ Escoger los sitios de muestreo en las 4-5 hileras alrededor del área de cosecha (gene-
ralmente en el centro del lote). No perturbar el área de cosecha.
✍ Asegurarse que el tubo penetre en el suelo exactamente a la misma profundidad en
todas las muestras colectadas.
Para determinar el N inorgánico extractable, se debe colectar una muestra separada para
la inmediata determinación de N anaeróbico en suelo fresco.
 194

Anexo 10. Procedimiento para obtener una muestra de suelo que represente el prome-
dio del contenido de nutrientes en el lote de un agricultor.

Equipos
Barreno, cuchillo (para cortar la muestra de suelo), ventilador de escritorio (si se dispone de
uno).
Marcador a prueba de agua, etiquetas, balde.
Mortero de porcelana, tamiz de 2 y 0.5 mm.
Bolsas plásticas o botellas (herméticas).
Epoca de muestreo
El muestreo se realiza poco después de la cosecha o antes de la preparación del suelo.
Localización de los sitios de muestreo
Marcar la localización de los puntos de muestreo en un mapa. Si es posible se deben tomar
lecturas con un sistema de posicionamiento global (GPS) en cada punto.
Procedimiento
Usar un barreno que permita la recolección de una muestra de suelo uniforme de toda la
capa arable. Los barrenos de forma cónica no proporcionan una buena muestra debido a
que toman menos suelo de la parte inferior del tubo.

Muestrear de 0-20 cm en suelos profundos, pero en suelo superficiales, donde no se hace

labranza profunda, solamente muestrear de 0-15 cm. Asegurarse que se introduzca el
barreno exactamente a la misma profundidad en todas las muestras recolectadas.
1 Colocar las etiquetas en cada bolsa plástica o botella (usando un marcador a prueba
de agua) con información necesaria: sitio, fecha y profundidad del muestreo, etc.
2 Dividir el lote en 10-15 cuadrículas de aproximadamente el mismo tamaño. Recolectar
una muestra de suelo por cada cuadrícula (sitio escogido al azar dentro de cada cua-
drícula).
3 Sacar la muestra del barreno y colocarla dentro del balde plástico. Remover los resi-
duos visibles de plantas, materiales extraños, desechos y destruir todos los agregados
y terrones. Mezclar bien las muestras para formar la muestra compuesta del lote.
4 Tomar una submuestra de por lo menos 500 g de suelo fresco.
5 Secar las muestras al aire por 7-14 días a temperatura ambiente en un cuarto con
buena circulación (un ventilador acelera el proceso). Evitar los sitios con viento,
expuestos al polvo que contaminen las muestras. Romper los terrones para mejorar el
secado.
6 Moler y tamizar las muestras por una malla de 2 mm. No se deben usar herramientas
de hierro o acero para moler las muestras si se van a analizar por micronutrientes (Fe,
Zn, Cu). Es preferible usar un mortero de porcelana. Se debe tamizar toda la muestra.
7 Aplanar la muestra tamizada y dividirla en cuatro partes iguales. Tomar submuestras
representativas de cada porción para formar la muestra final de suelo seco al aire para
los análisis químicos correspondientes.
8 Para los análisis que requieren suelo finamente molido, tomar otra submuestra del
suelo que pasó la malla de 2 mm. Volverla a moler y tamizarla por una malla de 0.5 mm.
195

Anexo 10. Continuación...

Notas
✍ Si una pendiente inclinada afecta la distribución espacial de las propiedades del suelo,
como en lotes de arroz de zonas altas, se debe usar un transecto, a lo largo de la direc-
ción principal de la pendiente, para el muestreo.
✍ Si se requieren diferentes valores de análisis para diferentes partes del lote, por ejem-
plo, si se necesita hacer un mapa, se debe muestrear en cuadrícula para permitir la
interpolación de los resultados de los análisis.

describir en términos generales, asumiendo muestra compuesta representativa de

un lote relativamente pequeño de 0.1-1 ha
localizado en un área plana.
El principal objetivo del muestreo de rutina
es conseguir una muestra que represente el
contenido promedio de nutrientes de todo el
lote. Por lo tanto, una estrategia de muestreo
estratificado al azar permite obtener la mues-
tra más representativa cubriendo todas las
partes del lotes por igual. Si una pendiente
inclinada afecta la distribución espacial de
las propiedades del suelo, como en lotes de
arroz de zonas altas, se debe usar un tran-
secto, a lo largo de la dirección principal de
la pendiente, para el muestreo. Si se requie-
ren diferentes valores de análisis para dife-
rentes partes del lote, por ejemplo, si se
necesita hacer un mapa, se debe muestrear
en cuadrícula para permitir la interpolación
de los resultados de los análisis.
Ver el Anexo 10 para instrucciones detalla-
das del muestreo de suelos de rutina en
lotes de agricultores.
NOTAS:
El muestreo del suelo para medir la
✍
dinámica de N mineral disponible y las
propiedades microbianas del suelo,
requiere de un gran número de mues-
tras por área debido a la extrema micro
variabilidad de las propiedades a ser
medidas (particularmente durante las
etapas tempranas de crecimiento y
después de las aplicaciones de fertili-
zantes). Se deben recolectar de 30-40
submuestras de suelo para obtener una
un lote de 0.25 ha.
Muestreo de plantas para el diagnós-
tico de desórdenes nutricionales
La interpretación de los síntomas de defi-
ciencia de nutrientes se torna difícil cuando
dos o más nutrientes son deficientes y cuan-
do los síntomas se parecen a los de ataques
de plagas o enfermedades. Por esta razón,
es importante realizar análisis de suelo y par-
ticularmente análisis de la planta para corro-
borar los síntomas deficiencia en las hojas.
Se han identificado niveles críticos para
varios nutrientes (Sección 5.3), pero estos
valores pueden variar de acuerdo a las con-
diciones climáticas, variedades utilizadas y
etapa de crecimiento. Por esta razón, los
valores críticos deben usarse con mucha
precaución.
El muestreo de diagnóstico se lleva a cabo
para determinar la causa de los síntomas
de deficiencia y del pobre vigor de la planta.
El procedimiento se describe a continua-
ción:
4 Epoca de muestreo: Tomar muestras
cuando las plantas demuestren los pri-
meros síntomas de un desórden nutri-
cional. Las plantas que han soportado
deficiencias prolongadas desarrollan a
menudo un extraño espectro nutricional
y pueden haber sido afectadas por pro-
blemas secundarios como enfermeda-
des. Muchos desórdenes nutricionales
en arroz, particularmente aquellos de la
deficiencia de Zn y P, y la toxicidad de

Fe generalmente se diagnostican mejor
de 2-4 semanas después de la siembra.
4 Localización: Recolectar las muestras
de áreas donde se hayan detectado los
síntomas. Las muestras deben reflejar
la variación observada en los síntomas.
Si los síntomas aparecen en parches,
tomar muestras de plantas de la misma
edad fisiológica que presenten sínto-
mas severos, moderados y leves.
Solamente se requiere una muestra
compuesta si el cultivo es afectado uni-
formemente. Lo ideal es obtener pares
de muestras que representen plantas
normales y plantas deficientes para el
análisis.
4 Partes a muestrearse: Generalmente
se usa toda la planta, las láminas de las
hojas o la hoja Y (la hoja más joven
completamente desarrollada) para los
análisis de tejidos en arroz. Se han
establecido niveles críticos para cada
una de estas partes de la planta. Se
deben seguir las siguientes recomenda-
ciones:
8 En etapas tempranas de crecimien-
to, cuando las plantas son peque-
ñas (hasta el macollamiento), se
debe muestrear toda la planta para
el análisis de nutrientes.
8 Durante la segunda parte del creci-
miento vegetativo y en la fase
reproductiva (hasta la floración), se
deben tomar muestras de las hojas
Y para el análisis.
8 Para el diagnóstico de la deficiencia
de K se deben tomar muestras de
las vainas de las hojas, ya que
durante el estrés de K la hoja tiende
a mantener la concentración del
nutriente a expensas de K de la
vaina.
8 El contenido mineral del grano no
es un parámetro apropiado para
diagnóstico.
4 Número de muestras: Para lograr una
precisión de ±10%, se deben recolectar
al azar de 10-20 muestras por lote.
196
4 Procedimiento de muestreo y procesa-
miento de las muestras:
1. Cortar la parte de la planta a ser
muestreada. Si se toma toda la
planta como muestra, lavar las par-
tes básales con agua destilada. Si
los tejido muestreados tienen polvo,
se deben lavar las muestras con
agua destilada (esto se puede
hacer también en el laboratorio
antes del secado). Para minimizar
la contaminación no se deben reco-
lectar muestras después que se
hayan aplicado pesticidas.
2. Colocar la muestra en una bolsa de
papel limpia y anotar la fecha, loca-
lización y cualquier otra información
pertinente.
3. Secar las muestras a 70ºC hasta
que se obtenga un peso constante
(48-72 horas). No colocar muchas
muestras en el horno de secado, se
necesita de una buena circulación
de aire para que las muestras se
sequen rápido y uniformemente.
Cuando se completa el secado se
debe registrar el peso seco de la
muestra inmediatamente después
de salir del horno (para evitar la
rehidratación).
4. Cortar y moler las muestras a <1
mm. Guardar las muestras en bote-
llas de vidrio con tapas herméticas o
en sobres de papel dentro de bolsas
de polietileno. Almacenar en un lugar
fresco y oscuro. Asegurarse que
todas las muestras estén adecuada-
mente etiquetadas. Para almacena-
miento a largo plazo se deben rese-
car las muestras periódicamente
para evitar el crecimiento de hongos.
5. Analizar las muestras por el conte-
nido de nutrientes. Se debe secar
nuevamente el tejido a 70ºC por
varias horas antes de pesar las
muestras para el análisis químico.
197
Muestreo de plantas para determinar
el rendimiento de grano y paja, los
componentes del rendimiento y la
absorción de nutrientes
Se colecta un número establecido de grupos
de plantas desarrolladas de una misma plán-
tula de transplante (denominadas unidades
de transplante o montículos), a la madurez
fisiológica (MF), en las parcelas de los expe-
rimentos de campo o en parcelas de mues-
treo previamente determinadas (6 x 6 m2) en
lotes grandes de agricultores. Las plantas
obtenidas de estas unidades de transplante
se utilizan para obtener el índice de cosecha
(relación entre el rendimiento de grano y de
paja en la muestra), los componentes de ren-
dimiento y la absorción de nutrientes en el
grano y la paja. La MF es aquel punto cuan-
do el proceso de llenado del grano termina,
generalmente varios días antes de la madu-
rez para la cosecha.
Las muestras para determinar los compo-
nentes de rendimiento y la absorción total de
nutrientes se toman a la MF para evitar la
pérdida de tejidos a causa del envejecimien-
to de la paja en climas tropicales. Asegurarse
de no pasar la MF para el muestreo.
4 En arroz sembrado directamente se
deben colectar muestras en cuadros de
0.25 m2 a la MF para determinar los
componentes del rendimiento y la
absorción de nutrientes.
4 En arroz transplantado se seleccionan
12 montículos.
El rendimiento de grano se determina a la
madurez de cosecha (MC), en área de 4-6
m2, centrada en la parcela muestreada. La
MC es determinada por la humedad del
grano, que generalmente es de 18-23% al
momento de la cosecha.
El rendimiento de paja se estima usando el
rendimiento de grano y el índice de cosecha
obtenido anteriormente. La absorción de
nutrientes en el grano y la paja se calcula
usando las concentraciones de NPK deter-
minadas en las muestras de paja y grano.
Ver el Anexo 11 para instrucciones detalla-
das sobre el muestreo de plantas.
NOTAS:
✍ Para la misma variedad, el muestreo a
la MF puede ocurrir de 3-5 días des-
pués en lotes bien fertilizados en com-
paración con lotes sin fertilizar, donde el
proceso de llenado de grano es más
corto.
✍ En experimentos con parcelas grandes
(>100 m2), recolectar muestras de dos
áreas separadas de 6 x 6 m2 dentro de
cada parcela (tanto en arroz de trans-
plante como en arroz sembrado directa-
mente).
✍ Todos los cálculos se deben realizar en
hojas de cálculo que contengan todas
las ecuaciones necesarias.
Estimar el rendimiento de grano de los
✍
componentes de rendimiento y compa-
rarlo con el rendimiento real de grano
medido en el área de cosecha de 4-6
m2. Generalmente, el RG estimado de
los componentes de rendimiento es 10-
15% más alto que el RG del área de
cosecha, pero ambos deben corelacio-
nar bien.
Cuando solamente se debe medir el
✍
rendimiento de grano, el rendimiento de
paja y la absorción total de nutrientes,
se puede simplificar el procedimiento al
no medir los componentes de rendi-
miento y el peso de 1.000 granos. Se
toma una muestra de montículos a la
MF, pero esta muestra solo se utiliza
para determinar la relación grano:
grano + paja (índice de cosecha) y el
contenido de nutrientes en el grano y la
paja. El índice de cosecha y la concen-
tración de nutrientes de esta muestra
se utiliza luego para calcular el rendi-
miento de paja y la absorción total de
nutrientes en el grano y en la paja,
basándose en el rendimiento de grano
medido a la MC en el área de cosecha
de 4-6 m2.
Para el monitoreo rutinario simple de
✍
lotes de agricultores (sin determinar los
 198

Anexo 11. Procedimiento para medir los componentes del rendimiento y las concentra-
ciones de nutrientes a la madurez fisiológica.

Equipos
Cuchillos filos, un marco de madera o metal (50 x 50 cm), una bolsa de papel (o de tela).
Agua potable, etiquetas, marcador a prueba de agua, balanza, horno.
Epoca de muestreo
Como parte del monitoreo regular del lote, identificar la etapa de MF en el lote. La MF se
identifica visualmente cuando los granos en la porción inferior de las panojas secundarias y
terciarias alcanzan la etapa de grano pastoso duro y empiezan a perder su coloración verde.
Localización
Marcar la localización de los puntos de muestreo en un mapa. Si es posible se deben tomar
lecturas con un sistema de posicionamiento global (GPS) en cada punto.
Procedimiento: recolección de muestras para componentes de rendimiento
4 Para arroz de transplante (muestras de 12 montículos):
1 Estimar la densidad de montículos (número de montículos m-2) del lote de mues-
treo. El número de montículos a recolectarse es aproximadamente igual a la mitad
de la densidad de montículos. Por ejemplo, si la densidad es de 40 montículos
m-2, se necesitan 20 montículos.
2 Recolectar plantas que se encuentren alrededor del área de cosecha. Por ejemplo,
si se necesitan 20 montículos, escoger cinco a cada uno de los cuatro lados del área
de cosecha. Alternativamente, se pueden colectar seis montículos de cada uno de
los lados más largos de la parcela de cosecha y cuatro de los lados más cortos.
3 Cortar todas las plantas a la altura de la superficie del suelo. Asegurarse que no se
pierdan hojas o tallos (incluyendo macollos muertos). Tratar de tomar estas mues-
tras sin adherir suelo a las hojas o tallos. Proceder al paso 4.

4 Para arroz sembrado directamente (muestra de 0.5 m2):

1 Recolectar muestras de dos cuadros de 0.25 m2 alrededor del área de la parcela de
cosecha. Colocar con cuidado el marco de madera o metal (50 x 50 cm) entre las
plantas para delimitar la zona de muestreo. Asegurarse de solamente recolectar
plantas que tengan el tallo entero dentro del marco. Eliminar cualquier maleza que
esté creciendo dentro de la zona delimitada por el marco.
2 Cortar todas las plantas dentro del marco a la altura del suelo. Asegurarse de que
no se pierda ninguna hoja o tallo (incluyendo macollos muertos). Tratar de tomar
estas muestras sin adherir suelo a las hojas o tallos.
3 Juntar el material de los dos cuadros de 0.25 m2 en una muestra compuesta que
representa a 0.5 m2 por lote de muestreo.

4 Procedimiento conjunto para el arroz de transplante y arroz sembrado directamente:

4 Colocar con cuidado la muestra recolectada en el Paso 3 en una bolsa grande de
papel o en bolsas de tela, las plantas deben ir con la panoja hacia abajo para mini-
mizar la pérdida de granos. Colocar una etiqueta en la bolsa con la información
necesaria: sitio, identificación de la finca, año, cultivo, etapa de crecimiento, trata-
miento, fecha de muestreo y número de lote. Procesar la muestra lo más pronto
posible para minimizar el deterioro de las muestras. Si existe algo de suelo en los
tallos, se debe remover cuidadosamente lavando las plantas con agua limpia.
199

Anexo 11. Continuación...

5 Contar el número de panojas en 0.5 m2 (NPA0,5) o en los 12 montículos (NPA12) y

calcular el número de panojas m-2 (NPA) de la siguiente manera:

Arroz sembrado directamente NPA = NPA0,5 x 2

Arroz de transplante: NPA = (NPA12 x DMA)/NTM12
donde, NTM12 es número total de montículos muestreados y DMA es el promedio
de la densidad de montículos ajustados (número de montículos dividido por el área
donde se tomó la muestra, ver Anexo 12, Paso 1).
6 Sacar todas las espiguillas (llenas y vacías) de la panoja y colocarlas en una bolsa
plástica con etiqueta. Colocar el resto de la paja en otra bolsa plástica que haya
sido etiquetada apropiadamente.
Procedimiento: Procesamiento de la muestra de grano
1 Se debe secar toda la muestra en un horno a 70ºC por tres días para reducir el con-
tenido de la humedad. Después de este secamiento inicial, registrar el peso (g) de
cada muestra (PSp0,5 o PSp12).
2 Inmediatamente (no dejar que la muestra se hidrate nuevamente!) remover una
submuestra (30-40 g) y registrar el peso de esta submuestra (PSpSb).
3 Separar y contar el número total de espiguillas llenas (NSpLSb) y vacías (NSpVSb)
en la submuestra.
4 Colocar las espiguillas llenas y vacías en bolsas diferentes con sus respectivas eti-
quetas y de nuevo secarlas en el horno para obtener un completo secamiento.
5 Para evitar la rehidratación, pesar inmediatamente y registrar el peso seco de las
espiguillas llenas (PSpLSHSb) y vacías (PSpVSHsSb) en cada submuestra. Guardar
estas submuestras para molerlas y analizarlas por nutrientes. Calcular el peso seco
de las espiguillas llenas de las muestras de 0.5 m2 (o 12 montículos) (PSpLSH) de
la siguiente manera:
Arroz sembrado directamente: PSpLSH0,5 = PSpLSHSb/PSpSb x PSp0,5
Arroz de transplante: PSpLSH12 = PSpLSHSb/PSpSb x PSp12
6 Calcular el total de espiguillas por panoja (SpPan), espiguillas llenas por panoja
(SpLPan), porcentaje de espiguillas llenas (PSpL) y peso de 1.000 granos llenos
basándose en los componentes del rendimiento (PTGSHbcr) usando las siguientes
ecuaciones:

PSpL =
( PSpLSHSb

(PSpLSHSb + PSpVSHSb)
) 100

PTGSHbcr =
( PSpLSHSb

NSpLSb ) 1.000
 200

Anexo 11. Continuación...

NSpL0,5
SpLPan =
NPA0,5

SpPan =
( )
Procedimiento: Procesamiento de la muestra de paja
SpLPan

PSpL
100

1 Pesar y registrar el peso fresco total de la paja (PFPa0,5 o PFPa12) después de

remover todas las espiguillas como se describe en el Paso 6.
2 Para evitar pérdida de humedad, tomar una submuestra representativa de la paja
de 200-250 g inmediatamente después de pesar el total de la paja fresca. Registrar
el peso fresco de la submuestra (PFPaSb).
Dependiendo de la disponibilidad de espacio en el horno, también se puede secar
toda la muestra de paja del área de 0.5 m2 a 70ºC hasta llegar a un peso constan-
te. Doblar o cortar las muestras de paja en dos para que entren en la bolsa de
papel.
3 Secar en el horno las submuestras de paja a 70ºC hasta llegar a peso constante.
No colocar muchas muestras en el horno de secado, se necesita de una buena cir-
culación de aire para que las muestras se sequen rápido y uniformemente.
4 Registrar el peso final de la submuestra después de secarlas al horno (PPaSHSb).
Calcular el peso seco de las muestras de 0.5 m2 (o 12 montículos) (PPaSH) usan-
do las siguientes fórmulas:

Arroz sembrado directamente: PPaSH0,5 = (PPaSHSb/PFPaSb) x PFPa0,5

Arroz de transplante: PPaSH12= (PPaSHSb/PFPaSb) x PFPa12

Guardar esta submuestra para molerla y analizarla por nutrientes.

5 Calcular la relación grano:paja (RGP) usando las siguientes fórmulas:

RGP = SpLSH0,5 /PPaSH0,5 o RGP = SpLSH12/PPaSH12

6 Moler las muestras de grano (paso 5 en “Procesamiento de la muestra de grano”)

y paja (paso 4 arriba) y analizarla por el contenido de nutrientes. Calcular la absor-
ción de nutrientes en el grano y la paja usando los valores de rendimiento de grano
y paja obtenidos en el Paso 8 y 9 de “Procedimiento para medir el rendimiento de
grano a la madurez de cosecha del área de 4-6 m2 cosechada (Anexo 12).
201

Anexo 12. Procedimiento para medir el rendimiento de grano a la madurez de cosecha

del área de 4-6 m2 cosechada.

Equipos
Bolsas de papel (o de tela) grandes de color café, etiquetas, marcadores a prueba de agua,
medidor de humedad, balanza, horno.
Epoca de muestreo
La madurez de cosecha (MC) se determina por humedad en el grano que generalmente es
de 18-23% al momento de la cosecha.
Localización
Marcar la localización de los puntos de muestreo en un mapa. Si es posible se deben tomar
lecturas con un sistema de posicionamiento global (GPS) en cada punto.

Procedimiento
1 A la MC se mide el rendimiento de grano del área de cosecha de 4-6 m2 localizada
en el centro del lote a ser muestreado. Si existen montículos dañados (insectos,
enfermedades), calcular el daño, pero no reemplazar los montículos dañados con
sanos de fuera del área de cosecha. Contar el número de montículos dañados
(Nmd), montículos sin daños (Nmsd) y montículos perdidos (Nmp) en el área de
cosecha. Registrar el número total de montículos en el área de cosecha (Nmt) de
la siguiente manera:

Nmt = Nmsd + Nmd + Nmp

2 Cortar las panojas y colocarlas en las bolsas etiquetadas con la información del
sitio, fecha, tratamiento, replicación y el número de lote.
3 Trillar y limpiar las espiguillas de cada lote.
4 Secar estas muestras para reducir el contenido de humedad a 10-16%.
5 Remover las espiguillas vacías usando un ventilador.
6 Pesar las espiguillas llenas de toda la parcela de muestreo (RGparcela, g) e inme-
diatamente medir el contenido de humedad en el grano (CHRGparcela) con un medidor
de humedad.
7 Corregir el rendimiento de grano en la parcela a un contenido de humedad de 14%
usando la siguiente forma:

RGparcela14 = RGparcela x [(100 – CHRGparcela)/86]

8 Calcular el rendimiento en grano ajustado al 14% y 3% de contenido de humedad

(kg ha-1) del rendimiento de grano de la parcela y área de cosecha (ACRG, m2):

RG14 = (RGparcela14/1 000) x (10 000/ACRG)

RG3 = RG14 x 0.887

9 Calcular el rendimiento de la paja (kg ha-1):

RPaSH = RG3/RGPa
 202

Anexo 12. Continuación...

10 Medir el peso seco de 1 000 granos en una submuestra (PTGSHRG3) de la siguien-

te manera:
(a) Secar al horno una submuestra representativa de 100 g de grano (RGSb1) a
peso constante a una temperatura de 70ºC.
(b) Secar, pesar y registrar el peso seco de una submuestra de 30-35 g
(PRGSHOSb2).
(c) Contar el número de granos en la submuestra (NRGSb2).
(d) Calcular el PTGSHRG3:

PTGSHRG3 = (PRGSHOSb2/NRGSb2) x 1.000

(e) Comparar el PTGSHRG3 con PTGSHbcr medido en la madurez fisiológica en las

muestras de 0.5 m2 o 12 montículos.

componentes del rendimiento), es Lectura recomendada

importante obtener una muestra repre-
sentativa de todo el lote. Si el creci-
miento es homogéneo y el lote es
pequeño (<0.5 ha), se muestrea en la
forma indicada anteriormente para las
tres parcelas de muestreo (6 x 6 m2 con
una área de cosecha de 4-6 m2 en cada
parcela), localizadas al azar dentro del
lote. Una estrategia alternativa es reco-
lectar muestras de 10-20 sitios diferen-
tes dentro del lote, siguiendo una estra-
tegia de muestreo estratificado al azar
(particularmente si el crecimiento es
heterogéneo). En cada sitio se debe
recolectar una submuestra de 10-12
montículos (o cuadros de 0.25 m2 en
arroz sembrado directamente) dentro
de una área de 1 x 1 m. Reunir todas
las submuestras en una muestra com-
puesta por lote y procesar para determi-
nar el rendimiento de grano y de paja, y
la absorción de nutrientes. Si solo se
requiere el rendimiento de grano, se
pueden cortar a las plantas por debajo
de la panoja. Si se requiere determinar
el grano y la paja se debe cortar la plan-
ta a nivel de la superficie del suelo. En
lotes más grandes (>0.5 ha), recolectar
submuestras de más sitios (20-30).
Beckett PHT, Webster R. 1971. Soil variabi-
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Rice Research Institute.

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1976. Laboratory manual for physiological
studies of rice. 3d ed. Manila (Philippines):
International Rice Research Institute.
Apéndice

A1 Glosario y Abreviaciones

A2 Unidades de Medida y Números Utiles

A3 Fuentes de Información
 206

A1 Glosario y Abreviaciones
Acido etilendiaminotetraacético Ver EDTA.
Apice Punta de la hoja o de la raíz.
ASD Arroz sembrado directamente.
ASDSH Arroz sembrado directamente con semilla mojada o húmeda.
Auxina Componente que regula el crecimiento de la planta.
Cal Una enmienda de suelo que contiene carbonato de calcio (CaCO3), carbonato de mag-
nesio (MgCO3) y otros materiales. Se utiliza para neutralizar la acidez y proveer Ca y Mg para
el crecimiento de la planta.
Capacidad de intercambio catiónico (CIC) La suma de cationes intercambiables que pue-
den ser adsorbidos por el suelo u otros materiales a un pH en particular. Se expresa en cen-
timoles de carga positiva por unidad de intercambiador, cmolc+ kg-1.
Capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE) Suma de Na + K + Ca + Mg + acidez
intercambiables. Se expresa en cmolc+ kg-1.
CIC Ver capacidad de intercambio catiónico.
CICar Capacidad de intercambio catiónico de la fracción arcilla. Se expresa en cmolc+ kg-1. Si
se asume que la CIC de la materia orgánica del suelo es de 350 cmolc+ kg-1, la CICar se puede
estimar de la siguiente forma:
CICar = (CIC – 0.35 x CO) x 100/A
donde, CO = contenido de C orgánico (g kg-1) y A = contenido de arcilla en el suelo (%).
CICE Ver CIC efectiva.
Clorofila Pigmento de color verde requerido por las plantas para la fotosíntesis.
Clorosis Amarillamiento anormal del tejido de la planta o de toda la hoja.
Conductividad eléctrica (CE) Conductividad eléctrica de un extracto de suelo saturado o
de una suspensión suelo-agua a 25oC. Se expresa en dS m-1 (antes mmhos cm-1).
DDS Días después de la siembra, utilizado principalmente para arroz sembrado directa-
mente.
DDT Días después del transplante de plántulas de arroz.
División de Análisis de Suelo y Planta Ver SPAD
Dolomita Una mezcla del carbonato de calcio y del carbonato de magnesio.
DTPA Acido dietilentrinitropentaacetico. Agente quelatante de micronutrientes.
EA Ver eficiencia agronómica.
EDTA Acido etilendiaminatetraacético. Agente quelatante de micronutrientes.
EF Ver eficiencia fisiológica.
Eficiencia agronómica (EA) Eficiencia agronómica de un nutriente añadido. Incremento en
rendimiento de grano por unidad de nutriente añadido. Se expresa en kg kg-1.
Eficiencia de absorción Ver eficiencia de recuperación.
Eficiencia de recuperación (ER) Eficiencia aparente de recuperación de un nutriente aña-
dido = incremento en absorción de un nutriente por unidad de nutriente añadido. A veces
conocida como eficiencia de absorción. Se expresa en kg kg-1.
207

Eficiencia de utilización Ver eficiencia de uso interno.

Eficiencia fisiológica (EF) Eficiencia fisiológica del nutriente aplicado = incremento en ren-
dimiento de grano por unidad de nutriente absorbida del fertilizante. Se expresa en kg kg-1.
Eficiencia interna del nutriente (EI) Kilogramos de grano producidos por kilogramo de
nutriente absorbido. También se denomina eficiencia de utilización. Se expresa en kg kg-1.
EI Ver eficiencia interna del nutriente.
Enzima Un compuesto orgánico que cataliza una específica reacción en la célula.
ER Ver eficiencia de recuperación.
Espiguilla Estructura de la planta que contiene los granos en la panoja de arroz.
Factor parcial de productividad (FPP) Rendimiento de grano por unidad de nutriente apli-
cado. Se expresa en kg ha-1.
FK Cantidad de K aplicado. Expresado en kg ha-1.
Floema Tejido especializado en el transporte de substancias orgánicas dentro de la planta.
FN Cantidad de N aplicado. Se expresa en kg ha-1.
FP Cantidad de P aplicado. Se expresa en kg ha-1.
FPP Ver factor parcial de productividad.
Hoja Y La hoja más joven totalmente expandida en la planta de arroz.
IC Ver índice de cosecha.
Indice de cosecha (IC) Materia seca del grano/(materia seca del grano + materia seca de la
paja).
Intervenal Area entre las venas o nervaduras.
IP Inicio de la panoja.
KNS Ver suplemento de potasio nativo del suelo.
Lamina de la hoja La parte ancha y plana de la hoja que presenta la mayor superficie de
área fotosintética.
Meristema Tejido de células de rápida división, generalmente en la punta de la planta o de
las raíces.
Micronutriente Nutriente requerido en muy bajas cantidades como Zn, B, Mo, Cu, Fe, y Mn.
Moteado Decoloración desigual y en parches.
Necrosis Muerte anormal de la hoja y otros tejidos de la planta (no la planta entera) con un
color pardo oscuro.
NNS Ver suplemento de nitrógeno nativo del suelo.
Peso de mil granos (PMG) Peso de 1 000 granos de arroz secados al horno. Se expresa en g.
PMG Ver peso de 1 000 granos.
PNS Ver suplemento de fósforo nativo del suelo.
Porcentaje de sodio intercambiable (PSI) La fracción de la CIC de un suelo ocupada por
iones Na (PSI = Na intercambiable x 100/CIC). Se expresa como % de CIC.
PSI Ver porcentaje de sodio intercambiable.
Relación de adsorción de sodio (RAS) Relación entre el Na soluble y los cationes divalen-
tes. Se usa para predecir PSI de un suelo equilibrado con una solución dada:
 208

RAS = Na/(Ca + Mg)1/2

donde, Na, Ca, y Mg son las concentraciones de Na, Ca, y Mg, respectivamente, en agua,
solución del suelo, o extracto del suelo, expresado en mol L-1.
Rendimiento de grano (RG) Grano limpio (solamente espiguillas llenas) ajustado a 14% de
humedad. Se expresa en kg ha-1 o t ha-1.
Rendimiento limitado por nutrientes En arroz irrigado, el rendimiento de grano está limita-
do solamente por el suplemento de nutrientes, asumiendo que el agua y las plagas no limitan
el crecimiento. Se expresa en kg ha-1.
Rendimiento potencial (Rmax) Rendimiento limitado solamente por clima y genotipo, asu-
miendo que no existen otros factores que limiten el rendimiento. Conocido también como
máximo rendimiento. Se expresa en kg ha-1.
Senescencia El proceso que lleva a la muerte de la planta (hoja o toda la planta) a medida
que la planta llega a la madurez.
SPAD Siglas en inglés de la División de Análisis de Suelo y Planta (Soil and Plant Analisis
Division).
Suplemento de K nativo del suelo KNS K total absorbido en las parcelas de omisión (par-
cela 0 K). Se expresa en kg ha-1.
Suplemento de N nativo del suelo NNS N total absorbido en las parcelas de omisión (par-
cela 0 N). Se expresa en kg ha-1.
Suplemento de P nativo del suelo PNS P total absorbido en las parcelas de omisión (par-
cela 0 P). Se expresa en kg ha-1.
Suplemento de un nutriente nativo del suelo La cantidad acumulada de un nutriente, que
se origina de todas las formas nativas del suelo, que circula a través de la solución del suelo
alrededor de todo el sistema radicular, durante un ciclo completo de crecimiento. Desde el
punto de vista práctico, el potencial de un nutriente nativo del suelo se define como la canti-
dad de cada nutriente absorbida por el cultivo de fuentes nativas del suelo cuando otros
nutrientes están presentes en cantidades adecuadas y se han removido las otras limitantes
de crecimiento. Se expresa en kg ha-1. Ver también N nativo del suelo, P nativo del suelo y K
nativo del suelo.
TPR Arroz transplantado.
UK Absorción total de K en la paja y el grano. Expresado en kg ha-1.
UN Absorción total de N en la paja y el grano. Expresado en kg ha-1.
UP Absorción total de P en la paja y el grano. Expresado en kg ha-1.
Xilema Tejido especializado para transportar agua y substancias inorgánicas dentro de la
planta (nutrientes de las raíces a las hojas).
209

A2 Unidades de Medida y Números Utiles

Dosis de fertilización

Todas las recomendaciones de dosis de fertilización se presentan en base elemental. Para

convertir los nutrientes elementales en fertilizantes o viceversa, ver la Tabla 45 en la Sección
5.8.

Rendimiento de grano

Los valores de rendimiento de grano usados en este libro se refieren a grano limpio (solo espi-
guillas llenas) ajustado a un contenido de humedad de 14% (RG14). Para convertir el RG14 a
rendimiento de grano secado al horno (RG3, ~3% de humedad), usar la siguiente ecuación:

RG3 = RG14 x 86/97

Etapas de crecimiento

El arroz tiene tres tipos de madurez de acuerdo a sus etapas de crecimiento:

Tipos de madurez
Muy precoz Precoz Media

Arroz de transplante (días después del transplante, DDT, plántulas de 14 días)

Mitad del macollamiento (MM) 18 20 27
Inicio de la panoja (IP) 35 40 55
Floración (F) 60 65 80
Madurez (M) 90 95 120
Arroz sembrado directamente (días después de la siembra, DDS)
Mitad del macollamiento (MM) 25 27 35
Inicio de la panoja (IP) 50 55 70
Floración (F) 73 78 93
Madurez (M) 103 108 123

Aporte de nutrientes de los residuos del cultivo

Si toda la paja cortada se remueve del lote, la cantidad de residuos (kg de materia seca ha-1)
se puede calcular de la longitud del rastrojo usando la siguiente ecuación:

Residuos del cultivo (kg ha-1) = rendimiento de paja (kg ha-1) x longitud del rastrojo
(cm)/altura de planta a la cosecha (cm)

El aporte de nutrientes de la paja y del rastrojo que permanecen en el lote (ingreso neto, asu-
miendo que no existen pérdidas y que la paja se incorpora) pueden calcularse de la siguien-
te manera:

Aporte de nutrientes (kg ha-1) = residuos del cultivo (kg de materia seca ha-1) x concen-
tración de nutrientes en la paja (%)/100
 210

Aporte de nutrientes del agua

El aporte de nutrientes del agua de irrigación o de la lluvia puede calcularse de la siguiente

forma:

Aporte de nutrientes (kg ha-1) = cantidad de agua (mm ha-1) x concentración de nutrien-
tes (mg L-1)/100

Por ejemplo, 1.000 mm de agua de irrigación o agua de lluvia con una concentración de
nutrientes de 1 mg de K L-1 añade 10 kg de K ha-1 al lote de arroz. Generalmente, se usa el
agua de irrigación suplementaria en dosis de 500-1.000 mm para cultivos de arroz de tempo-
rada seca y de 0-500 mm para cultivos de arroz de temporada lluviosa.

Absorción de nutrientes

Todos los cálculos de remoción de nutrientes se presentan en base elemental. Todas las con-
centraciones de nutrientes en la planta se presentan en % o mg kg-1 en base a materia seca.
Para calcular la absorción de nutrientes en el grano y en la paja se debe usar la siguiente
ecuación:

Absorción de nutrientes (kg ha-1) = (RG3 x NGr)/100 + (PaSH3 + NPa)/100

donde, el RG3 = grano secado al horno (kg ha-1); PaSH3 = paja secada al horno (kg ha-1); NGr
= concentración de nutrientes en el grano (%); y NPa = concentración de nutrientes en la paja
(%).

Nutrientes en el suelo

Las siguientes unidades se usan para presentar la disponibilidad de nutrientes en el suelo y

sus conversiones se presentan a la derecha de la tabla:

Unidades de Sistema Otras unidades

Métrico Internacional
mg kg-1 ppm
g kg-1 (= % x 10) %
cmolc kg-1 meq 100 g-1

Para transformar el contenido de nutrientes en el suelo de cmolc kg-1 a mg kg-1, usar la siguien-
te ecuación:

mg kg-1 = cmolc kg-1 M/z x 10

donde, M = la masa molar en g mol-1 (K: 39.10; Ca: 40.08; Mg: 24.30; Mn: 54.94; Al: 26.91) y
z es la carga positiva del catión ( K: 1; Ca, Mg, Mn: 2; Al: 3).

Para transformar el contenido de nutrientes basado en masa (mg kg-1) a valores de campo
basados en volumen (kg ha-1), usar la siguiente ecuación:

kg de nutrientes ha-1 = mg kg-1 suelo x profundidad del suelo (m) x densidad aparente
(g cm-3) x 10
211

La mayoría de los suelos de arroz tienen una profundidad radicular efectiva de 0.2 m y una
densidad promedio de 1.25 g cm-3 de modo que un cálculo aproximado se hace usando la
siguiente fórmula:

kg de nutrientes ha-1 = mg de nutrientes kg-1 de suelo x 2.5

Rendimiento de paja

Para las variedades modernas con un índice de cosecha (IC) de alrededor de 0.5, el rendi-
miento de paja (secada al horno con humedad de 3%, PaSH3) puede calcularse de la siguien-
te forma:

PaSH3 (kg ha-1) = RG3/0.5 – RG3

donde, RG3 = rendimiento de grano ajustado secado al horno (3% de humedad, kg ha-1).

Raíces

La relación del peso seco de la raíz con el peso seco total varía de ~0.2 en la etapa de plán-
tulas, de ~0.1 al inicio de la panoja. Para variedades modernas de arroz con un índice de
cosecha cercano a 0.5, el peso seco aproximado de las raíces que quedan en el lote al
momento de la cosecha se puede calcular de la siguiente manera:

Peso seco de la raíz (kg ha-1) = (RG3 + PaSH3) x 0.11

donde, el RG3 = rendimiento de grano secado al horno (kg ha-1) y PaSH3 = rendimiento de
paja secada al horno (kg ha-1).

Espiguillas vacías

La absorción promedio de nutrientes de las espiguillas vacías es de 2-4 kg de N ha-1, de 0.4-

0.8 kg de P ha-1 y de 3-6 kg de K ha-1. Las espiguillas vacías contienen:
4 2-6% de la absorción total de N (promedio de 3.5%).
4 2-6% de la absorción total de P (promedio de 3.5%).
4 2-10% de la absorción total de K (promedio de 4.5%).
4 ~7% del total de la absorción de Si.
 212

A3 Fuentes de Información
Publicaciones

Este libro no tiene referencias, pero en cambio presenta una útil lista de publicaciones al final
de cada capítulo. Algunas referencias generales utilizadas en el libro se presentan a conti-
nuación:
Bennett WF, editor. 1993. Nutrient deficiencies and toxicities in crop plants. St. Paul, MN: APS
Press.
Bergmann W. 1992. Nutritional disorders of cultivated plants: development, visual and analy-
tical diagnosis. Stuttgart/New York: Gustav Fischer Verlag.
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deficiencies in tropical and temperate crops. Boulder, CO: Westview Press. p 41-51.
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Englestad OP. 1985. Fertlilizer technology and use. 3rd ed. Madison, WI: Soil Science Society
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International Rice Research Institute.
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Physiology. Tokyo: Food and Agriculture Policy Research Center.
Mortvedt JJ, Cox FR, Schuman LM, Welch RM, editors. 1991. Micronutrient in agriculture. 2nd
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Peverill KI, Sparrow LA, Reuter DJ. 1999. Soil analysis: an interpretation manual. Collingwood:
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Ponnamperuma FN. 1972. The chemistry of submerged soils. Adv. Agron. 24:29-96.
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Reuter DJ, Robinson JB. 1997. Plant analysis: an interpretation manual. 2nd ed. Collingwood:
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Schnitzler, WH (n.d.) Rice. Diseases, pests, weeds and nutritional disorders. Ludwigshafen:
BASF. 152 p.
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Vergara, BS. 1992. A farmer´s primer on growing rice. Revised ed. Los Baños (Philippines):
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Yoshida S. 1981. Fundamentals of rice crop science. Manila (Philippines): International Rice
Research Institute.

Sitios Web

A continuación se presentan las direcciones de Internet de las organizaciones de mayor rele-

vancia:
http://www.riceweb.org
http://www.cigar.org/irri
http://ricelib.irri.cgiar.org
http://www.riceworld.org
http://www.ppi-far.com
http://www.eseap.org
http://nal.usda.gov/ag98
http://apps.fao.org
IRRI/CIAT/WARDA, información básica de arroz, base de datos,
glosarios
Página principal del IRRI, investigación y reportes en línea
Biblioteca del IRRI, catálogos en línea, revistas electrónicas,
conexiones con otras bibliotecas del mundo
Museo Mundial del Arroz del IRRI
Página principal de PPI/PPIC, información general sobre nutrien-
tes
Información sobre manejo de nutrientes en el Sureste de Asia
Base de datos de literatura y sitios de búsqueda AGRICOLA
Estadísticas de producción, uso de fertilizantes, base de datos de
la FAOSTAT
 214

Otros materiales educativos del PPI

En inglés:

§ Field Handbook: Oil Palm Series Volume 1 – Nursery (109 p.)

§ Field Handbook: Oil Palm Series Volume 2 – Immature (154 p.)

§ Field Handbook: Oil Palm Series Volume 3 – Mature (135 p.)

§ Pocket Guide: Oil Palm Series Volume 4 – Immature (154 p.)

§ Pocket Guide: Oil Palm Series Volume 5 – Mature (154 p.)

§ Pocket Guide: Oil Palm Series Volume 6 – Immature (154 p.)

§ Pocket Guide: Oil Palm Series Volume 7 – Nutrient Deficiency Symptoms and Disorders
in Oil Palm (Elaeis guineensis Jacq.) (31 p.)

§ Soil Fertility Management Slide Set (120 slides)

§ International Soil Fertility Manual

En Español:

§ Guía de Bolsillo – Síntomas de Deficiencias de Nutrientes y Desórdenes en Palma

Aceitera (Elaeis guineensis Jacq.) (31 p.)

§ Manual Internacional de Fertilidad de Suelos

Para actualizaciones sobre nuevo material, por favor pedir una copia del catalogo a color de
PPI (disponible en formato PDF) a la oficina de PPI (ESEAP) (referirse a la parte trasera de
la cubierta).
 Arroz
Desórdenes Nutricionales y
Manejo de Nutrientes
RESEARCH
RESEARCH INVESTIGACION

K
P
EDUCATION
EDUCATION EDUCATION
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E D U C A C I O N

Para obtener información acerca de este libro u otras consultas con res-
pecto al manejo y nutrición de cultivos tropicales contacte a:

Potash & Phosphate Institute (PPI)

Potash & Phosphate Institute of Canada (PPIC)
Instituto de la Potasa y el Fósforo (INPOFOS)
E-mail: seasia@ppi-ppic-ipi.org
E-mail: inpofos@ppi-ppic.org
www.ppi-ppic-ipi.org/seasia
www.inpofos.org

Para obtener información del IRRI y de sus publicaciones, contacte a:

International Rice Research Institute (IRRI)

Tel. +63 2 580 5600
Fax. +63 2 580 5699
E-mail: irripub@cgiar.org
www.iknowledgebank.irri.org/ssnm
www.iknowledgebank.irri.org/factsheets