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Materiales de construcción

En la aquitectura romanica se construyeron primordialmente templos perdurables los cuales eran


contruidos con piedra fundamentalmente para que soportaran los enorme pesos de las bóvedas,
la piedra era labrada en algunos de los casos.

También se utilizaban

Madera para las bobedas.

Mármol; para los pilares en lugar de columnas

muy utilizada en la ciudad de Roma

Tufo. Piedra volcánica, se empezó a usar en los altares por su resistencia al fuego

Ladrillo. El material más utilizado en la construcción pero para cubrir el hormigón

Ladrillo de barro cocido: Para canales, tuberías y recubrimientos menos visibles

Hormigón: La base de casi todas las construcciones romanas

Mortero: Argamasa para unir los materiales

Madera: Se empleó principalmente para armazones y cubiertas aunque también se empleó en la


trabazón de muros y en cimentación en terrenos pantanosos

Estuco y mosaico. Para cubrir superficies interiores

Teja: Se desarrolla a partir del ladrillo cocido. Se utiliza para cubrir los edificios

Los romanos adoptaron el método griego de la utilización de grandes bloques de piedra sin
mortero durante la República, pero su sentido práctico al final dio con una mayor economía de
materiales por el uso del hormigón, una composición difícil que se compone de pequeños
fragmentos de piedra, como la toba, peperino, mármol, piedra pómez, o incluso ladrillos rotos,
mezcladas con cal.

Los romanos emplearon esclavos locales para sus construcciones, responsables del trabajo en los
edificios públicos, así como los soldados de las legiones romanas (de mano de obra no calificada
bajo supervisión) para mezclar el hormigón líquido y lograr la consistencia adecuada que se vertía
entre las tablas para formar las paredes o se untaba sobre la madera o el ladrillo de forma
temporal para solidificar en arcos y bóvedas. Este uso extendido de hormigón se originó un nuevo
sistema constructivo que se ha adaptado con una sagacidad poco común a diversos tipos de
edificios importantes.

Las paredes eran tanto de piedra como de hormigón. Los bloques rectangulares de piedra con o
sin juntas de mortero asegurados con clavos aun se utilizan.

El concreto era un fabricado, y como tal no era especial para cualquier país, y podría ser utilizado
en todos los rincones del Imperio, por lo que a lo largo de los dominios romanos le dieron la
uniformidad y similitud con los edificios, cuyo carácter era así en gran medida independiente de
las condiciones locales.

El carácter de la arquitectura romana dependía en gran medida el uso extendido de la forma


abovedada heredado de los etruscos y estandarizado como un sistema estructural.

La adopción del hormigón y el método de su uso fue de gran alcance, como las estructuras
complejas eran fácilmente cubiertas por bóvedas de varias formas, con el apoyo de un marco
temporal de madera hasta que el concreto se había solidificado.

En todas estas formas abovedadas el hormigón fue el factor importante, ya que, debido a su
poder de cohesión, bóvedas y cúpulas de enormes dimensiones pudieron construirse con audacia,
y como formaban parte de una misma masa sólida, tenía la rigidez de una taza de porcelana,
estaba allí poco o nada de empuje lateral.

En las Termas de Caracalla y en la basílica de Constantino los arcos de ladrillo fueron


incorporados, probablemente como marco permanente a las bóvedas de hormigón.

El hormigón permitió construir enormes cúpulas, como las del Panteón de Agripa o las termas de
Caracalla.

Las paredes de hormigón fueron cubiertas tanto externa como internamente con mármol, piedra,
ladrillo o mosaicos, aunque no le daban las terminaciones casi perfectas de las paredes de mármol
griegas.

Además de muchos colores mármoles, estucos y cementos (“opus albarium”) también se utilizaron
con frecuencia para superficies de las paredes, y la última capa pulida. Pinturas murales también
fueron realizadas en el estuco preparado, y eran de diferentes tipos, tales como fresco, temple,
barniz y pintura cáustica.

El mármol, alabastro, pórfido y jaspe, cuando se aplica a un soporte delgado de cemento, por lo
general los unían a las paredes por ganchos de bronce o hierro.

Los mosaicos se utilizaron para adornar no sólo las paredes y bóvedas, sino también los pisos.

La abundancia de estatuas traídas desde Grecia hizo que diseñaran nichos empotrados en las
paredes para ubicarlas. Estos nichos eran semicirculares o rectangulares y fueron en ocasiones
flanqueados por columnas para formar un marco entorno a la estatua.

Según la disposición de los materiales en el muro, se obtenían diferentes aparejos que los
romanos llamaban ‘opus’.

Opus incertum. Composición de hormigón, recubierto con piedras y a su vez recubierto por
azulejos

Opus testaceum. Composición de hormigón con planchas de madera entre medio recubierto por
azulejos.
Opus reticulatum. Era una composición de concreto forrado con ladrillos y a su vez recubierto de
azulejos.

Opus spicatum. Consta de ladrillos o piedras talladas, colocadas en forma de espina de pez. Su uso
era generalmente decorativo y más comúnmente utilizado como pavimento, también se
encuentra como técnica de construcción de muros o paredes.

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