medioambiente
El poder incierto
de la luna
Varios expertos explican la influencia real de la luna
en nuestro comportamiento, la agricultura,
los partos y los tratamientos de belleza
L a luna protagoniza una gran
cantidad de expresiones popula-
res: algunas aseguran que llena nos
hace más agresivos, mientras otras
recomiendan sembrar la cosecha en
creciente y recolectar en menguante.
Además, entre las mujeres embara-
zadas, matronas y personal sanita-
rio también se puede escuchar que
la luna afecta a los partos y algu-
nos expertos en belleza defienden la
efectividad de seguir el calendario
lunar para estar más guapos.
Tantas son las creencias sobre la
luna, que varios expertos explican a
continuación su verdadera influen-
cia en los seres humanos, la agri-
cultura o la belleza.
Comportamiento
Hombres lobo, personas “lunáticas”...
Mucho se ha hablado a lo largo de la
historia y en países y culturas muy
diferentes sobre la influencia de la
luna en el comportamiento de los
seres humanos. Artículos en revistas
científicas como el Brititsh Journal
50
o el American Journal de Psiquia-
tría han señalado casos de personas
con episodios psicóticos coincidien-
do con las fases lunares e incluso
durante el siglo XX se podían en-
contrar asilos para “lunáticos”.
Jesús de la Gándara, jefe del ser-
vicio de psiquiatría del Hospital
Universitario de Burgos y experto
en la influencia de los fenómenos
meteorológicos y el clima en la
salud, asegura que no se le puede
atribuir a la luna esa influencia: “La
explicación es mitad biológica, mi-
tad sociológica. Es cierto que esas
personas son enfermos mentales
graves, que se comportan de ma-
nera agresiva o extraña y su forma
más alterada coincidiendo con las
fases lunares. En realidad, son per-
sonas con trastornos mentales que
los relacionan a la luna, pero no
porque la luna cambie algo en el
cerebro de las personas”.
José Miguel Viñas, meteorólogo, di-
vulgador científico y consultor de la
Organización Meteorológica Mun-
dial (OMM), explica que antaño, en
un mundo eminentemente rural, las
personas estaban al tanto de la fase
lunar y su influencia era mucho ma-
yor. Hoy solo nos acordamos de la
luna cuando la vemos con un gran
tamaño (la llamada ilusión lunar).
Agricultura
Muchos agricultores siguen las
fases de la luna en sus actividades
e incluso la denominada “agricul-
tura biodinámica” lo incluye en
sus principios. De hecho, una de
las prácticas más extendidas es
sembrar en creciente y recolectar
en menguante.
Pero la luna no afecta al comporta-
miento de las plantas, como señala
José Miguel Mulet, profesor de bio-
tecnología en la Universidad Poli-
técnica de Valencia (UPV), donde
dirige una línea de investigación
en el Instituto de Biología Mole-
cular y Celular de Plantas para
desarrollar plantas tolerantes a la
sequía o al frío.
El experto asegura que para lograr
esa influencia las plantas deberían
tener algún receptor capaz de acti-
varse por la luz de la luna, como lo
tienen para las diferentes longitudes
de onda de la luz solar. Sin embargo,
no disponen de este mecanismo. La
luz de la luna (luz del sol reflejada)
no tiene suficiente intensidad pa-
ra desencadenar una respuesta en
plantas. Si esto fuera cierto, impli-
caría que en una noche nublada el
efecto de la luna llena se perdería.
Y tampoco se espera que se descu-
bra en un futuro, puesto que ya se
ha secuenciado todo el genoma de
muchas plantas.
Dado que la luna sí tiene un efecto
real en el movimiento de las mareas,
se ha llegado a pensar que también
podría influir en las plantas. Mulet in-
dica que esta argumentación tampoco
se sostiene de manera científica, ya
que la luna influye en las mareas por
la atracción gravitatoria que depende
de la masa de los cuerpos implicados
(el sol, la luna, la tierra y el agua).
Por tanto, la única atracción que
influye en la planta es la tierra, por
medio del gravitropismo, un proce-
so que hace que la raíz vaya hacia
abajo y el tallo hacia arriba (si se
giran se reorientan). A nivel gravi-
tatorio, influye más en la planta la
vaca que pasta al lado o el cuerpo
del agricultor. La luna da igual para
sembrar, recoger o podar.
Partos
Otro de los efectos más populares
que se han atribuido a la luna es el
de influir en los partos. Sin embar-
go, los estudios más serios sobre la
cuestión, basándose en datos esta-
dísticos, no han encontrado resul-
tados concluyentes. Como explica
José Miguel Viñas, “por encima de
cualquier posible influencia lunar
en el bebé al nacer, actúan muchos
más factores físicos, como el gine-
cólogo o la matrona”.
También se ha escrito mucho so-
bre la regla de la mujer y el ciclo
lunar, ya que parecía haber una
correlación. En este caso tampoco
hay base científica. “La supuesta in-
fluencia se desmonta con facilidad
al analizar la frecuencia del periodo
fértil en las hembras de otros ma-
míferos, ya que en la mayoría de
los casos no es de 27 días”, explica
el experto.
Tratamientos de belleza
Diversos supuestos expertos en be-
lleza, varios libros y páginas web en
Internet defienden la efectividad de
los tratamientos basados en el ca-
lendario lunar. No tienen una base
científica. Se halla en la misma lí-
nea que el tema de los cultivos, pero
aplicado a los seres humanos. “Lo
más seguro es que todo se empeza-
ra a plantear en la antigüedad. La
luna ejercía tal influencia en nues-
tros ancestros, que se establecieron
todo tipo de relaciones sobre sus
efectos, tanto benefactores como de
signo contrario”, concluye Viñas.
www.consumer.es
51