Borrachera y vagancia argumento sobre marginalidades económica y moral

de los peones en los congresos agrícolas mexicanos del cambio de siglo.

Texto escrito por Mabel M. Rodríguez Centeno1.

La autora del artículo del cual el presente trabajo, hace una síntesis de lo que trata
es, Mabel Rodríguez, doctora en historia, egresada del El Colegio de México en
dónde se tituló con la tesis: Paisaje agrario y sociedad rural. Tenencia de la tierra y caficultura
en Córdoba Veracruz (1870-1940), el año de 1997. Actualmente es catedrática en el
Departamento de Historia, Facultad de Humanidades en el Recinto de Río Piedras
de la Universidad de Puerto Rico.
Una vez dicha la formación de la doctora Mabel, se podría comenzar por
decir que el planteamiento principal que propone en su texto, para entender la
razón de que los dueños de las haciendas y de los ranchos usaran categorías tales
como borrachos, promiscuos y vagos al referirse a sus trabajadores, lo explica,
como un proceso de marginalización por el que los trabajadores eran acusados de
ser responsables de la improductividad de las ganancias que podrían obtener los
dueños de la tierra y de las rancherías, si sus peones tuvieran otro tipo de idea sobre
el trabajo y de las necesidades primordiales de la vida. De ahí que, los patrones
expusieran en los Congresos de agricultores de 1986 y de 1904-1905, que la
idiosincrasia del peón era el mayor mal que había ante el progreso e incremento de
las ganancias que éstos esperaban.
Mabel entiende que la marginación al agricultor y al peón de las rancherías,
se justificó a razón de que el trabajador y el patrón mantenían una relación distinta
con la tierra y a que ambos, pensaban de manera diferente los asuntos de la tierra,
el significado del trabajo e incluso la vida misma. Ante tal problema, se entiende
que los patrones tomaran medidas para tratar de cambiar la idea que tenía el peón
del trabajo, resolviendo que la educación de este sector de la población debía de
ser la forma ideal de sembrar en los trabajadores un amor por el trabajo y con el
fin de difundir el pensamiento industrial-capitalista entre los que no estimaban el
trabajo. Las medidas educativas tenían el propósito de reformar el pensamiento de
1
Mabel Rodríguez Centeno, “Borrachera y vagancia: Argumentos sobre marginalidad económica y moral de
los peones en los Congresos agrícolas mexicanos de cambio de siglo” en Historia Mexicana, vol. XLVII, no. 1,
1997, pp. 103-131.
los campesinos y de erradicar la noción de trabajo comunitario al que aún le daban
importancia.
La hipótesis de Mabel es que el modo como se expresaron los agricultores
y hacendados de los peones, tenía que ver con la necesidad de los patrones de
exponer la incapacidad e ignorancia de los trabajadores rurales para justificar su
marginación, lo cual, les permitió tomar la decisión de normar su vida y sus
costumbres.
De modo que, los proyectos propuestos en los congresos agrícolas
celebrados en Tulancingo en 1904-1905 y en Tuxtla Gutiérrez en 1896, por los
patrones para mejorar las condiciones de trabajo de sus peones, en realidad, revelan
para la autora, el deseo que tenían éstos de intensificar su control sobre las clases
trabajadoras.