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¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una reacción humana


natural que afecta a la mente y al
cuerpo. Tiene una importante función
básica de supervivencia: la ansiedad es
un sistema de alarma que se activa
cuando una persona percibe un peligro
o una amenaza.

Cuando el cuerpo y la mente reaccionan al peligro o la amenaza, una persona siente


sensaciones físicas de ansiedad: cosas como la aceleración del ritmo cardíaco y
respiratorio, tensión muscular, las palmas de las manos que sudan, un malestar en
el estómago y temblor en las manos y las piernas. Estas sensaciones son parte de
la respuesta del cuerpo de "huir o luchar". Están provocadas por un aumento de la
producción de adrenalina y otras sustancias químicas que preparan al cuerpo para
escapar rápidamente del peligro. Pueden presentarse como síntomas leves o
extremos.

La respuesta de lucha o huida ocurre instantáneamente cuando una persona siente


una amenaza. Pocos segundos después, la parte del cerebro encargada de pensar
(la corteza) empieza a procesar la situación y a evaluar si la amenaza es real, y en
tal caso, cómo manejarla. Si la corteza envía la señal de no hay peligro, la respuesta
de lucha o huida se desactiva y el sistema nervioso puede relajarse.

Si la mente razona que una amenaza puede durar, los sentimientos de ansiedad se
prolongan, manteniendo alerta a la persona. Las sensaciones físicas, como la
respiración rápida u superficial, las palpitaciones, la tensión muscular y el sudor en
las palmas pueden continuar también.
Todo el mundo experimenta sentimientos de ansiedad de vez en cuando. La
ansiedad puede describirse como un sentimiento de inquietud, nerviosismo,
preocupación, temor o pánico por lo que está a punto de ocurrir o puede ocurrir.
Mientras que el miedo es la emoción que sentimos en presencia de una amenaza,
la ansiedad es una sensación de un peligro, problema o amenaza que está por
suceder.

Trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad son problemas de salud mental que se relacionan con
experimentar en exceso ansiedad, miedo, nerviosismo, preocupación o terror. La
ansiedad demasiado constante o demasiado intensa puede hacer que una persona
se sienta preocupada, distraída, tensa y siempre alerta.

Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de salud mental más
comunes. Afectan a personas de todas las edades, incluidos los adultos, niños y
adolescentes. Hay muchos diferentes tipos de trastornos de ansiedad, con síntomas
diferentes. Sin embargo, todos tienen una cosa en común: la ansiedad se presenta
con demasiada frecuencia, es demasiado intensa, es desproporcionada respecto a
la situación del momento e interfiere en la vida diaria de la persona y en su felicidad.

Los síntomas del trastorno de ansiedad pueden presentarse de repente o aumentar


poco a poco y persistir hasta que la persona empieza a darse cuenta de que no está
bien. A veces la ansiedad crea una sensación de fatalidad y aprensión que parece
producirse sin ninguna razón. Es habitual en los que sufren de trastorno de ansiedad
no saber qué está causando las emociones, preocupaciones y sensaciones que
tienen.

Los diferentes trastornos de ansiedad se denominan con nombres que reflejan sus
síntomas específicos.
 Ansiedad generalizada. Este común trastorno de ansiedad hace que una persona
se preocupe excesivamente sobre muchas cosas. Alguien con ansiedad
generalizada se preocupa excesivamente sobre la escuela, la salud, la seguridad
de sus familiares y el futuro. Puede que siempre piense en lo peor que puede ocurrir.
Además de la preocupación y el terror, las personas con ansiedad generalizada
tienen síntomas físicos, como dolor en el pecho, dolor de cabeza, cansancio, tensión
muscular, dolor de estómago y vómitos. La ansiedad generalizada puede llevar a
que una persona falte a la escuela o evite actividades sociales. En la ansiedad
generalizada, las preocupaciones se sienten como una carga, haciendo que la vida
se viva como algo agobiante o con una sensación de no tener control.
 Trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Para una persona con TOC, la ansiedad
toma la forma de obsesiones (pensamientos negativos) y compulsiones (acciones
para intentar aliviar la ansiedad).
 Fobias. Son temores intensos a situaciones específicas o a cosas que no son
realmente peligrosas, como las alturas, los perros o caerse en un avión. Las fobias
normalmente hacen que las personas eviten las cosas que le provocan miedo.
 Fobia social (ansiedad social). Esta intensa ansiedad se desencadena por
situaciones sociales o por hablar delante de otros. Una forma extrema llamada
mutismo selectivo provoca que los niños y los adolescentes tengan demasiado
miedo como para hablar en ciertas situaciones.
 Crisis de angustia. Estos episodios de ansiedad pueden ocurrir sin una razón
aparente. Una persona que sufre una crisis de angustia tiene síntomas físicos
repentinos e intensos que pueden incluir palpitaciones, sensación de ahogo o falta
de aliento, mareo, entumecimiento o sensación de hormigueo causados por una
hiperactividad de las respuestas normales del organismo ante el miedo.
La agorafobia es un intenso miedo a los ataques de pánico que hace que la
persona evite ir a cualquier lugar donde sea posible que sufra un ataque de pánico.
 Trastorno de estrés postraumático (TEPT). Este tipo de trastorno de ansiedad es
consecuencia de una experiencia del pasado traumática o aterradora. Los síntomas
incluyen recurrencia de recuerdos de la experiencia, pesadillas y temor constante
después del acontecimiento.
Etiología:

Las causas de los trastornos de ansiedad no se conocen bien, pero participan


factores tanto psiquiátricos como clínicos generales. Muchas personas desarrollan
crisis de ansiedad sin que haya un antecedente identificable que las desencadene.
La ansiedad puede ser una respuesta a factores estresantes ambientales, como la
finalización de una relación importante o la exposición a un desastre que pone en
peligro la vida.

Algunos trastornos médicos generales pueden producir directamente ansiedad;


ellos incluyen:

 Hipertiroidismo

 Feocromocitoma

 Hiperadrenocorticismo

 Insuficiencia cardíaca

 Arritmias

 Asma

 EPOC
Otras causas incluyen el consumo de drogas; los efectos de los corticoides, la
cocaína, las anfetaminas e incluso la cafeína pueden simular trastornos de
ansiedad. La abstinencia de alcohol, sedantes y algunas sustancias ilícitas también
provoca ansiedad.

Los expertos no saben exactamente qué causa los trastornos de ansiedad. Parece
que hay varios aspectos que intervienen, como la genética, la bioquímica del
cerebro, una respuesta hiperactiva de lucha o huida, circunstancias estresantes de
la vida y comportamiento aprendido.

Alguien que tenga una familia con un trastorno de ansiedad tiene una probabilidad
mayor de desarrollarlo también. Esto puede estar relacionado con los genes que
afectan la química del cerebro y la regulación de unas sustancias químicas que se
denominan neurotransmisores. Pero no todo el mundo que tiene familiares con un
trastorno de ansiedad desarrollará problemas de ansiedad.

Las cosas que le ocurren a una persona en la vida pueden favorecer la aparición de
los trastornos de ansiedad. Los terribles acontecimientos traumáticos que causan el
TEPT son un buen ejemplo.

Criarse en una familia donde otros tienen miedo o están ansiosos puede "enseñar"
a un niño a ver el mundo como un lugar peligroso. Del mismo modo, si una persona
crece en un ambiente que es realmente peligroso (si hay violencia en la familia del
niño o en la comunidad, por ejemplo), aprenderá a tener miedo o a esperar lo peor.

Aunque todo el mundo experimenta una ansiedad normal en ciertas situaciones, la


mayoría de las personas —incluso las que experimentan situaciones traumáticas—
no desarrollan trastornos de ansiedad. Y las personas que desarrollan trastornos de
ansiedad pueden encontrar alivio con un tratamiento y cuidados adecuados.
Pueden aprender maneras de manejar la ansiedad y sentirse más relajados y en
paz.
Fisiología:

Cuando percibimos un estímulo al que consideramos amenazante nuestro


organismo reacciona provocando cambios importantes en nuestro cuerpo con la
finalidad de prepararnos ante la amenaza. Supongamos que entramos en un campo
y vemos llegar un león que corre directamente hacia donde estamos nosotros,
inmediatamente evaluamos la situación como peligrosa y amenazante, esta
información es procesada en el cerebro (donde se encuentra el Sistema Nervioso
Central) y la envía al Sistema Nervioso Autónomo que hará su trabajo.

El Sistema Nervioso Autónomo está compuesto por dos sistemas menores, el


Sistema Nervioso Autónomo Simpático y el Sistema Nervioso Autónomo
Parasimpático.
El Sistema Nervioso Autónomo Simpático. Es el encargado de preparar a
nuestro organismo para la acción (defensa o huida) en caso de amenaza.

El Sistema Nervioso Autónomo Parasimpático. Se encarga de restaurar


a nuestro cuerpo su estado natural (se dedica a “parar” al Sistema
Simpático).

Ambos sistemas reciben órdenes del Sistema Nervioso Central y llevan las órdenes
de éste al Corazón, los Pulmones, el Sistema Digestivo (estómago e intestinos) y
otras partes del cuerpo que estén implicadas en la preparación del organismo
humano para la acción.

Así pues, la reacción de ansiedad es una reacción normal del organismo ante
situaciones claras de peligro, La ansiedad se considera anormal cuando no hay
señales claras de que exista una amenaza, pero el cerebro interpreta algunas
situaciones como peligrosas activando todo el sistema de defensa natural. Cuando
interpretamos un estímulo o situación como peligrosa la emoción consecuente es el
miedo. Ante el miedo el organismo humano se prepara para tres situaciones:

Preparación para huir


Preparación para el ataque
Preparación para ser herido

Estas reacciones son idénticas para todos los animales superiores desde la época
de nuestros antepasados en las cuales se veían amenazados por animales salvajes
y peligros casi continuamente. La vida moderna ha salvado estos obstáculos para
el bienestar del hombre, pero la ansiedad aparece ante otras situaciones como son
los exámenes, entrevistas de trabajo, una cita con una persona atractiva.
¿CÓMO ACTÚA EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO SIMPÁTICO?

Recordemos que este sistema es el encargado de preparar el organismo para la


acción, sea la lucha o la huida. Actúa mediante la segregación de dos sustancias,
la adrenalina y la noradrenalina encargadas de dar energía al cuerpo, provocando
los siguientes cambios en nuestro cuerpo (intente comprobar si algunos de estos
síntomas coinciden con los suyos).

EFECTOS CARDIOVASCULARES (en el corazón y el sistema sanguíneo):

• Taquicardia: La taquicardia es la aceleración del latido cardíaco (del corazón). El


corazón es la bomba que reparte la sangre al resto del cuerpo. Los músculos son
los responsables de que podamos pelear o correr (en caso de lucha o de huida ante
la amenaza). Los músculos se alimentan sobre todo del oxígeno y otras sustancias
que transporta la sangre. Es por ello que ante una situación que consideramos
peligrosa el corazón late más deprisa de lo habitual, para llevar más alimento a los
músculos pues lo necesitarían en caso de que tuviéramos que luchar o salir
corriendo.

• Piel fría y mucosas secas (boca, etc.): La sangre se concentra en los músculos
y es en estas zonas donde disminuye la cantidad de sangre para que, en caso de
ser heridos sangremos menos, por eso cuando sentimos miedo sentimos
escalofríos y la garganta seca.

• Manos calientes: Han recibido gran cantidad de sangre para que estén bien
alimentadas para la lucha, por eso están calientes y en tensión.

• Manos frías: En el caso de un ataque inminente la sangre se retira hacia el bazo


por miedo a recibir heridas y perder así la menor cantidad de sangre posible.

• Tensión muscular general: Los músculos reciben mucha sangre para la acción
y sentimos que se ponen tensos porque están preparados para la acción.

LA RESPIRACIÓN

Cuando sentimos miedo la respiración se acelera, los pulmones bombean más


oxígeno para que la sangre lo transporte a los músculos, el oxígeno es la energía
que mueve el organismo. La aceleración de la respiración puede provocar varias
sensaciones como ahogo, opresión en el pecho, hormigueos, entumecimiento,
ráfagas de calor y frío, sensación de mareo o temblores... (compruebe si usted
experimenta algunos de estos síntomas cuando está ansioso).

EFECTOS EN EL TRACTO URINARIO

Se contraen los esfínteres impidiendo su vaciamiento lo cual puede provocar


dolores abdominales. Evidentemente si uno tiene que luchar no puede perder el
tiempo haciendo “sus necesidades”.

OTROS EFECTOS DEL SIMPÁTICO

• La pupila se dilata para aumentar el campo visual.

• Piloerección (o piel de gallina); En el ser humano no sirve de mucho, pero en


algunos animales el hecho de poner los pelos de punta aumenta su tamaño
asustando así a su agresor (fíjese alguna vez en un gato que se prepara para
atacar).

• Sudoración; El cuerpo está muy activado para la acción y vacía todo lo que no le
sirve para defenderse mediante la sudoración.

¿CÓMO ACTÚA EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO PARASIMPÁTICO?

El parasimpático actúa después del simpático intentando restaurar el equilibrio del


organismo a su estado natural.

• Sistema cardiovascular: Aumenta el flujo sanguíneo haciendo desaparecer la


palidez de la piel, debido a esto podemos sentir, durante un episodio de ansiedad,
escalofríos.

• Sistema respiratorio; Se contraen los bronquios porque ya no es necesario tanto


oxígeno y la respiración se normaliza, Si el episodio de ansiedad es muy largo
podemos sentir ahogo.

• Tracto urinario; Se relajan los esfínteres de la vejiga provocando en ocasiones


ganas inminentes de orinar o defecar. En ocasiones pueden aparecer las ganas
durante el episodio de ansiedad puesto que el cuerpo puede necesitar vaciarse
antes de la lucha.

• Otros efectos; Contracción de la pupila ocular.

Los síntomas provocados por el simpático tienen cada uno de ellos una función
específica, preparando nuestro organismo para la acción cuando sentimos miedo.
Estos signos no son en absoluto peligrosos y son transitorios puesto que la
adrenalina y la noradrenalina son posteriormente destruidas por el organismo y
además el parasimpático se encarga de devolver a nuestro cuerpo a la normalidad
sin dejar secuelas.

No todos sentimos los mismos síntomas cuando tenemos ansiedad (miedo),


algunas personas pueden sentir unos síntomas más intensamente que otros, los
digestivos, respiratorios, cardiovasculares, etc.
Signos y síntomas:

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

 Sensación de nerviosismo, agitación o tensión

 Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe

 Aumento del ritmo cardíaco

 Respiración acelerada (hiperventilación)

 Sudoración

 Temblores

 Sensación de debilidad o cansancio

 Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la


preocupación actual

 Tener problemas para conciliar el sueño

 Padecer problemas gastrointestinales (GI)

 Tener dificultades para controlar las preocupaciones

 Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

Complicaciones

El trastorno de ansiedad no implica solamente estar preocupado. También puede


ocasionar, o empeorar, otros trastornos mentales y físicos, como los siguientes:

Depresión (que a menudo se produce junto con un trastorno de ansiedad) u


otros trastornos de salud mental
Abuso de sustancias
Problemas para dormir (insomnio)
Problemas digestivos o intestinales
Dolor de cabeza y dolor crónico
Aislamiento social
Problemas en la escuela o el trabajo
Mala calidad de vida
Suicidio

Tratamiento:

Los tratamientos varían para los diferentes trastornos de ansiedad, pero típicamente
incluyen una combinación de psicoterapia específica para el trastorno y tratamiento
farmacológico. Las clases de fármacos más utilizadas son las benzodiazepinas y
los ISRS.

Para el tratamiento de los trastornos de ansiedad se debe acudir a profesionales de


salud mental o a terapeutas. Un terapeuta puede estudiar los síntomas que presenta
una persona, diagnosticar el trastorno de ansiedad específico e idear un plan para
ayudar a que la persona encuentre alivio.

A menudo se utiliza un tipo concreto de psicoterapia que se conoce como terapia


cognitivo-conductual (TCC). En la terapia cognitivo-conductual una persona
aprende nuevas maneras de pensar y actuar en situaciones que pueden causar
ansiedad y cómo manejar y enfrentarse al estrés. El terapeuta proporciona apoyo y
orientación y enseña nuevas habilidades de afrontamiento, como técnicas de
relajación o ejercicios de respiración. A veces, pero no siempre, se utiliza
medicación como parte del tratamiento para la ansiedad.
Intervenciones de enfermería Según la taxonomía NIC:

Se define como una Intervención Enfermera a “Todo tratamiento, basado en el


conocimiento y juicio clínico, que realiza un profesional de la Enfermería para
favorecer el resultado esperado del paciente”.

Disminución de la ansiedad 5820

Definición: Minimizar la aprensión, temor o malestar relacionado con una fuente


identificada de peligro anticipada.

Actividades:

Hacer un acercamiento tranquilo para que se sienta más seguro.


Definir claramente las expectativas de conducta Intentar entender la
perspectiva del paciente en una situación estresante.
Proporcionar información respecto al diagnóstico, tratamiento y pronóstico.
Permanecer con él/ella, para darle seguridad.
Dar órdenes simples.
Escuchar atentamente.

Técnica de relajación 5880

Definición: Disminución de la ansiedad del paciente que experimenta angustia


aguda

Actividades:

Mantener contacto visual


Sentarse y hablar con paciente
Favorecer una respiración lenta y profunda
Reafirmar al paciente en su seguridad personal
Permanecer con el paciente
Utilizar distracción si procede
Administrar medicación ansiolítica si procede
Instruir sobre métodos que disminuyan la ansiedad

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