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CÓDIGO. 20101187044
CÓDIGO 201187051
INTRODUCCION
1. CONTEXTUALIZACION DE LA PASANTIA
2. SISTEMATIZACION Y REFLEXION DE LA EXPERIENCIA PEDAGOGICA
3. BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
La pasantía se estructuró a partir de dos escenarios educativos en los que la dirección del
Gimnasio Indoamericano pretende consolidar su propuesta de trabajo pedagógico con la
primera infancia. El primer escenario corresponde al proceso de ampliación del trabajo con
niños y niñas hasta los seis años, a través del diseño pedagógico y consolidación del
preescolar Montercarlo como alternativa de la educación inicial de niños y niñas de la
Localidad de Usaquén; el segundo escenario corresponde al fortalecimiento de la propuesta
pedagógica para la educación preescolar que viene adelantando el Gimnasio Indoamericano
en la Localidad Rafael Uribe Uribe del Distrito Capital.
De acuerdo a estos dos escenarios las pasantes nos organizamos en dos grupos de trabajo;
un grupo trabajo en la propuesta de diseño y consolidación del preescolar Montercarlo y el
otro grupo participó en el fortalecimiento de la propuesta pedagógica para la educación
preescolar del Gimnasio Indoamericano. En el presente informe damos cuenta de nuestro
proceso como pasantes en el escenario de la educación preescolar del Gimnasio
Indoamericano.
En este apartado se presenta una descripción general del contexto de la pasantía. En primer
lugar se describe brevemente la institución donde se adelantó el proyecto y en segundo
lugar se presentan los propósitos formativos y los objetivos del mismo.
1
El contexto de la pasantía es una construcción colectiva de todas las pasantes, por tanto, este apartado es
muy similar en los diferentes informes aunque se hace énfasis en el escenario que le correspondió a cada
grupo de pasantes.
2
De acuerdo con el artículo 10 de la Ley General de Educación de 1994 es aquella que se imparte en
establecimientos educativos aprobados, en una secuencia regular de ciclos lectivos, con sujeción a pautas
curriculares progresivas y que conduce a grados y títulos.
UPZ 36 (San José). Atiende niños y niñas provenientes del estrato socioeconómico 3, en el
nivel de preescolar los grados prekinder, kinder y transición y en la básica primaria de
primero a quinto grado. La educación formal en sus distintos niveles, tiene como objetivo
desarrollar en los sujetos, conocimientos, habilidades, aptitudes y valores mediante los
cuales ellos y ellas puedan fundamentar su desarrollo de forma permanente.
El arte como pilar de la educación en las aulas, busca desplegar a través de los lenguajes
artísticos como el teatro, la danza y la música posibilidades culturales que permitan a los
habitantes de la localidad vislumbrar alternativas de convivencia pacífica y tramitación de
los conflictos por vías no violentas. En este sentido, la apuesta por las pedagogías sensibles
y ecológicas en el trabajo con los niños, niñas y padres, se orientan a construir desde la
creatividad y la imaginación formas solidarias y respetuosas en encuentro con los otros y
con el planeta que habitamos para así, contribuir a superar la hostilidad y la violencia que
cotidianamente se vive en el sector.
El colegio cuenta con un grupo de docentes creativos, que bajo la dirección de Carlos J
Silva A, maestro de artes escénicas, escritor, pedagogo y especialista en creación literaria y
narración, proponen e implementan mediaciones pedagógicas que promueven el
pensamiento crítico y creativo, fomentan el desarrollo de sujetos generadores de cambio de
su realidad social.
El proyecto “Un lugar para crear y crecer” tiene como propósito facilitar el paso de los
niños y niñas a la vida escolar a través de pedagogías sensibles, lúdicas y creativas que
potencien su capacidad creativa e imaginativa. En este sentido, la presencia de las pasantes
buscaba apoyar y fortalecer esta iniciativa con nuestro trabajo pedagógico en los diferentes
grados de educación preescolar del Gimnasio Indoamericano.
En este sentido las funciones que desarrollamos los pasantes en el Gimnasio Indoamericano
fueron las siguientes:
Asistir puntualmente en los horarios acordados con la institución para adelantar las
experiencias pedagógicas y acompañar la jornada de trabajo de los niños y niñas.
Asistir y participar en las actividades de coordinación y planeación acordadas con el
equipo pedagógico administrativo de la institución.
Estudiar y analizar el marco legal de la educación preescolar en Colombia
Participar y aportar en la construcción experiencias pedagógicas de iniciación a
lectura y escritura de los niños y niñas de educación preescolar del Gimnasio
Indoamericano
Elaborar informes de avance y el informe final de la pasantía.
Para dar cumplimiento a los objetivos y los tiempos de la pasantía acordamos con la
dirección académico administrativa del Gimnasio Indoamericano las pasantes asistir a la
institución en los tiempos disponibles por parte de las pasantes.
2. SISTEMATIZACION Y ANALISIS DE LA EXPERIENCIA PEDAGOGICA
DE LA PASANTIA
La Constitución Política de 1991, en su Artículo 67, establece que "la educación será
obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y comprenderá como mínimo un año
de preescolar". De acuerdo con el Ministerio Nacional de Educación (MEN) la “Educación
Preescolar: Corresponde a la ofrecida al niño menor de seis (6) años, para su desarrollo
integral en los aspectos biológico, cognoscitivo, sicomotriz, socio-afectivo y espiritual, a
través de experiencias de socialización pedagógicas y recreativas. (Ley 115. Art. 15).”
(http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-81235.html ).
Aunque la Educación Preescolar en Colombia se fue perfeccionado a lo largo del siglo XX,
en el año 1976 el Ministerio de Educación, dentro de la educación no formal incluye la
educación preescolar, sin convertirla en un nivel obligatorio, donde se reconocen los
derechos de los niños y niñas como fundamentales, por tanto el derecho de ellos a la
educación; lo que facilitaría e involucraría la formulación y aplicación de un plan de
estudios en un marco de atención integral para niños y niñas con la coparticipación de la
familia y del estado.
Así mismo, el MEN crea la División Nacional de Educación Preescolar con el objeto de
fortalecer, reglamentar y regular los jardines de preescolar que empezaban a proliferar por
el país, especialmente en el ámbito privado.
Pero es sólo con la Ley 115 de 1994, mejor conocida como Ley General de Educación, que
la Educación Preescolar es articulada como un nivel constitutivo de la educación formal
colombiana. El artículo 15 de esta Ley establece que educación preescolar es el nivel
educativo “ofrecido al niño para su desarrollo integral en los aspectos biológico,
cognoscitivo, sicomotriz, socio-afectivo y espiritual, a través de experiencias de
socialización pedagógicas y recreativas.
En el artículo 16, la Ley formula los objetivos específicos de la educación preescolar en los
siguientes términos:
a) El conocimiento del propio cuerpo y de sus posibilidades de acción, así como la
adquisición de su identidad y Autonomía;
b) El crecimiento armónico y equilibrado del niño, de tal manera que facilite la motricidad,
el aprestamiento y la motivación para la lecto-escritura y para las soluciones de problemas
que impliquen relaciones y operaciones matemáticas;
c) El desarrollo de la creatividad, las habilidades y destrezas propias de la edad, como
también de su capacidad de aprendizaje;
d) La ubicación espacio-temporal y el ejercicio de la memoria;
e) El desarrollo de la capacidad para adquirir formas de expresión, relación y comunicación
y para establecer relaciones de reciprocidad y participación, de acuerdo con normas de
respeto, solidaridad y convivencia;
f) La participación en actividades lúdicas con otros niños y adultos;
g) El estímulo a la curiosidad para observar y explorar el medio natural, familiar y social;
h) El reconocimiento de su dimensión espiritual para fundamentar criterios de
comportamiento;
i) La vinculación de la familia y la comunidad al proceso educativo para mejorar la calidad
de vida de los niños en su medio, y
j) La formación de hábitos de alimentación, higiene personal, aseo y orden que generen
conciencia sobre el valor y la necesidad de la salud.
En su artículo 17 que a los niños antes de iniciar la educación básica se les debe ofrecer tres
niveles de educación preescolar. Los dos primeros son etapa previa a la escolaridad, y el
tercero es de carácter obligatorio (Grado 0); que surge como una alternativa para ampliar
cobertura, mejorar calidad y generar condiciones más equitativas para la población de cinco
y seis años de edad; la propuesta curricular para este grado en los marcos políticos,
conceptuales y pedagógicos, orientaron la creación de ambientes de socialización y
aprendizaje, de modo que favoreciera el desarrollo integral, facilitando el paso de la vida
familiar a la escolar y hacia la primaria, incrementando el interés por el aprendizaje escolar.
Este artículo se precisa en el decreto 1860 (PEI) de 1994 donde se establecen los tres
niveles de la educación preescolar
• Prekinder (3-4 años)
• Kinder (4-5 años)
• Transición (5-6 años) o grado cero
Mediante el decreto 2247 de 1997 se establecen las normas relativas a la organización del
servicio educativo y orientaciones curriculares del nivel preescolar. En 1997 se publican
los lineamientos pedagógicos de este nivel.
Como se puede ver en esta breve descripción en el año 1976 el Ministerio de Educación,
dentro de la educación no formal incluye la educación preescolar, sin convertirla en un
nivel obligatorio, ya que esta obligatoriedad fue establecida por la Constitución Política de
1991, donde se reconocen los derechos de los niños y niñas como fundamentales, por tanto
el derecho de ellos a la educación; lo que facilitaría e involucraría la formulación y
aplicación de un plan de estudios en un marco de atención integral para niños y niñas con la
coparticipación de la familia y del estado.
Se establecen unos objetivos donde el centro del proceso educativo son los niños y niñas,
mediante actividades integradas que se ajusten a lineamientos pedagógicos tales como
aprovechar y convertir en ambiente educativo la realidad social en la que ellos viven,
utilizando materiales y recursos propios de dicha comunidad, adecuando el contenido y
duración de las actividades a sus intereses, y sobre todo utilizando el juego como actividad
básica para propiciar el trabajo colectivo, al tiempo del desarrollo de su autonomía.
El nivel de educación preescolar se enmarca en las disposiciones de la Ley 115 de 1994 que
amplió la reflexión alrededor de objetivos, estructuras, componentes, considerándose como
parte fundamental del sistema educativo formal.
Dentro de ese contexto, muchas de las condiciones del desarrollo infantil son el resultado
de la interacción entre actitudes y comportamientos, que los padres y cuidadores de la
comunidad tienen con relación a los niños y niñas, a su crianza, educación y necesidades.
Por esto la concepción de niñez es el reflejo del imaginario colectivo y forma parte
principal de cada contexto.
Para una intervención positiva en la educación preescolar sería necesario proponer una
pedagogía con pertinencia cultural. Los procesos pedagógicos deben reconocer una historia
de vida y de significaciones en cada uno de los niños y niñas que acuden al preescolar, así
como en sus familias, y a partir de todo este reconocimiento iniciar un adecuado proceso.
Se trata entonces, de brindar una educación preescolar en condiciones de equidad, en
situaciones donde los niños y las niñas puedan satisfacer sus necesidades vitales,
fundamentándose en una pedagogía con pertinencia cultural, una pedagogía que capte las
pautas de socialización familiar y comunitaria.
Educar a los niños y las niñas para la vida, para formar ciudadanos libres, democráticos y
especialmente para ser niños es la idea central que da sentido a la educación preescolar;
enseñamos a los niños y niñas a ser adultos prontamente, pero olvidamos enseñarles a ser
niños.
Hacer posible la educación preescolar en y desde la institución educativa para niños y niñas
de tres a seis años, exige también a la comunidad educativa la construcción y desarrollo de
su respectivo Proyecto Educativo Institucional, iniciar y mantener procesos de
investigación y acciones permanentes que se complementen y giren al rededor del
APRENDER A SER seres humanos en lo individual y en lo colectivo, esto requiere que
todos los seres humanos estén en condiciones de dotarse de un pensamiento autónomo,
crítico, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la
vida, por ello la educación debe propiciar libertad de pensamiento, juicio e imaginación,
revalorizando también la cultura oral y los conocimientos extraídos de la experiencia de los
niños y niñas para fomentar la creatividad e imaginación.
Dentro del componente pedagógico está el proyecto lúdico, donde se tiene en cuenta que en
estas edades se les posibilita aprender a los niños y niñas por medio del juego,
convirtiéndose en una de las formas más acertadas para integrar las áreas del conocimiento
y responder a la forma interdisciplinaria en que los niños descubren por si mismos su
alrededor.
Comprender a los niños y niñas desde sus dimensiones del desarrollo, requiere abordar las
diferentes características de estos; la socio-afectiva, que hace evidente la importancia de la
socialización y afectividad en el desarrollo armónico en los primeros años de vida; la
dimensión cognitiva, donde el niño se apoya en las experiencias que le proporciona su
contexto, en el cual la familia juega un papel vital que surge inicialmente por la
representación de los objetos del mundo real, para pasar luego a las acciones realizadas en
el plano interior de las representaciones.
La dimensión comunicativa para el niño de preescolar, hace del uso cotidiano del idioma,
su lengua materna en primera instancia y de las diferentes formas de expresión y
comunicación, que le permite centrar su atención en el contenido de lo que desea expresar a
partir del conocimiento que va elaborando de un acontecimiento, constituyéndose el
lenguaje en la forma de expresión de su pensamiento.
La dimensión estética, juega en los niños y niñas un papel fundamental, ya que brinda la
posibilidad de construir la capacidad humana de sentir, expresar, valorar y transformar las
percepciones con respecto a si mismo y al entorno, el sujeto está en permanente interacción
consigo mismo, con sus pares y con los adultos, manifestando sus sentimientos,
sensaciones y emociones, desarrollando la imaginación, garantizando climas de confianza y
respeto, donde los lenguajes artísticos se expresan y juegan un momento trascendental al
trasformar lo contemplado en representaciones armónicas de acuerdo con las
significaciones propias de su entorno natural, cultural y social.
Leer y escribir son herramientas necesarias para desarrollarse y hacer parte de la sociedad
actual. Pero ¿cuál es la edad apropiada para empezar la enseñanza de estas herramientas
culturales claves para el desarrollo de la vida de los individuos en la sociedad? ¿Cuáles son
los métodos apropiados para dar paso a la potenciación de las habilidades lectoras y
escritoras en los niños y niñas? Son preguntas que se debaten en los ambientes escolares y,
en gran medida, definen la decisión de los padres de vincular a sus hijos a determinada
institución educativa.
El aprendizaje de la lectura y la escritura, sin duda hacen parte de los recuerdos más
significativos del paso de una persona por en ámbito escolar pues son dos potentes
mecanismos para comprender el universo cultural de nuestro tiempo. En una sociedad
alfabetizada como la nuestra la lengua escrita es un poderoso medio de comunicación e
información; leemos todo el tiempo anuncios, letreros, cuentos, revistas, direcciones, etc,
escribimos correos electrónicos, ensayos, solicitudes, peticiones, entablamos
conversaciones escritas a través del chat del correo o el whatsapp, etc. Según la revista
educare (2000) durante toda la vida se lee y se escribe con un solo propósito, leemos y
escribimos para expresarnos, distraernos, intercambiar ideas y opiniones, adquirir nuevos
conocimientos y recordar sucesos de nuestra vida.
Según Cajiao, (2013) leer es más que combinar sonidos de letras y descifrar una palabra;
leer es un proceso que se realiza todo el tiempo, y que muchas veces se aprende de una
manera espontánea ya que desde que nacemos estamos en un continuo contacto con
símbolos los cuales nuestra familia nos indica como comprender a través de la experiencia.
Para el autor del texto, leer no simplemente significa comunicar; leer también indica la
manera de conocer lo que nos rodea, apropiarnos de otras experiencias y comprender lo que
otras personas sintieron y comprendieron en su momento. Para este autor la lectura es un
viaje en la historia es el poder reconocer a un alguien que quizá ahora ya no exista y lograr
poner en un constante dialogo entre lo que el autor quiere mostrar y las hipótesis y
conocimientos que el lector a construido a través de su experiencia.
Muchos autores coinciden en la idea de que leer es un proceso complejo que permite
comprender e interpretar un texto escrito, va formando sentido crítico y reflexivo frente a lo
que se lee, por tanto, la lectura no se reduce a la decodificación de palabras escritas. Para
Reyes (2005), por ejemplo, leer supone más que un conjunto de habilidades secuenciales y
lineales, es un acto de comprender y entrar en un difícil proceso de dialogo entre los
sentidos de un autor, el texto y un lector lleno de experiencias, expectativas y búsquedas de
respuestas.
Para Teberosky y Tolchinsky (1995) la alfabetización debe ir más allá del descifrar un
mensaje, esta alfabetización debe cumplir con los propósitos comunicativos de la sociedad.
En este sentido, iniciar a los niños y niñas en los procesos de lectura y escritura es un
aspecto central para su inmersión profunda en el universo simbólico del mundo que les tocó
vivir, el asunto es cuándo y cómo hacerlo sin violentar los procesos naturales de aprender,
sin que el paso de la oralidad a la escritura y la lectura se convierta en un proceso tedioso,
repetitivo y sin sentido.
Cuando hablamos de involucrar a los niños y niñas a la lengua escrita, rápidamente surgen
varias inquietudes, una de ellas es sobre cuál es la edad indicada para que lean y escriban,
otra de las inquietudes es reconocer cual es la mejor forma o método a utilizar para con los
niños y niñas; aquí algunos de los métodos:
2.3.1 El método Global: Según Braslavsky (1962), este método se incluye en la categoría
de marcha analítica, debido a que es necesario que en el transcurso del aprendizaje de la
lengua escrita a partir de la ayuda de este método, el niño este en constante proceso de
análisis frente a lo que lee.
Este método parte de lo general a lo particular; es decir, de la lectura que hace el niño y la
niña de una palabra, frase u oración completa, hasta llegar a la simplificación en sus silabas
y fonemas. El método fue introducido por Ovidio Decroly, el cual sustenta que el método
de enseñanza global de la lectura y la escritura, debe estar basado en los intereses de los
niños y niñas, y por lo tanto, debe estar acompañado de juegos y busca de análisis por parte
de los niños con el fin que los no adquieran la lectoescritura de una forma mecánica, sino
que en el momento que adquieran la lengua escrita, también adquieran una comprensión
frente a lo que leen.
El método global se caracteriza según ROSANO (2011) porque “se le presenta desde un
primer momento palabras con un significado completo mas no simplificado” teniendo en
cuenta el papel que cumple también la memoria visual en el aprendizaje. Por otra parte,
Adam (citado por Braslavsky 1962), el aprendizaje de la lengua escrita debe responder (al
igual que el lenguaje hablado) al orden natural, ya que cuando aprendemos a comunicarnos
de manera oral, aprendemos directamente la palabra mas no a deletrear.
2.3.2 El método alfabético: Para Braslavsky (1962), este método entra en la categoría de
los métodos de marcha sintética, los cuales tratan de hacer comprender al que aprende la
lengua escrita, que existe cierta correspondencia entre los signos de la lengua escrita a los
sonidos de la lengua hablada (cita a Simón 1924).
Por el contrario, al método global, este método para la enseñanza de la lectura y la escritura
parte de lo particular a lo general. Aquí el niño y la niña aprende en un primer momento las
vocales (escritura y sonido), en un segundo momento aprende las consonantes, en un tercer
momento la combinación de las mismas con las vocales (ma, me, mi, mo, mu). Cuando ya
se forman las silabas con las consonantes y vocales, se pasa a la formación de palabras y así
hasta lograr que el niño y la niña pueda llegar a la formación de oraciones. Este método
para el aprendizaje de la lectura y la escritura, fue implantado por Federico Gedike y
Samiel Heinicke en 1779.
2.3.3 El método fonético o fónico: Este método llega a Colombia en los años 1884, sus
características se basan resumidamente en la enseñanza de la lectura y la escritura a partir
de los fonemas de las letras hasta llegar a la lectura completa de la palabra.
Al ser tan complicado producir el fonema de las letras en el español para la enseñanza de la
lectura y la escritura, se llega a la combinación de ese método con el alfabético formando
así el método silábico, el cual parte de la escritura y sonidos de las silabas, para llegar a la
lectura de las palabras, frases y oraciones. En cuando en su forma de utilización, se hace
uso de gráficos que hagan relación a la letra que se está enseñando; si se habla de la vocal a
se le agrega al lado una imagen de araña, avión, etc.
Pero a pesar de que son métodos de hace más de 100 años, y teniendo en cuenta que la
sociedad ha cambiado a través de los años, se siguen utilizando en la actualidad con niños
de cualquier edad, de cualquier condición social y con diferentes tiempos de aprendizaje;
logrando que desde luego aprendan a leer y escribir, pero que en adelante la utilicen de una
forma mecánica y sin sentido. Según Tolchinsky y Teberosky (1995) “el escribir constituye
una acción o un medio para un objetivo: el de dejar constancia, el de controlar o el de
comunicar algo” y como ya es sabido, en la mayoría de las escuelas no se enseña la lengua
escrita con el fin de lo anterior, ni siquiera se le pregunta a los niños y niñas para que y
porque escribir, ni para qué sirven los periódicos, los libros, los cuentos, las revistas, las
cartas, los anuncios; y tampoco se les lleva al aula estas herramientas para que ellos tengan
un acercamiento más profundo con las mismas, si las conocen es porque ven a sus padres,
abuelos, vecinos, hermanos, entre otros usándolas.
Esto sucede porque en los maestros aún existen prejuicios, que no les permite realizar una
labor docente óptima que desmienta los dichos acerca de que los maestros son niñeros. La
mayoría de maestros no están seguros y muchos no conocen lo que los niños y niñas
pueden ofrecer.
Según Linuesa (2008), la decisión de cuando enseñar a leer a los niños y niñas depende del
maestro mas no debe ser producto de la presión de la familia. La autora propone y defiende
la importancia de la enseñanza temprana de la lectura y la escritura, debido a que el niño
adquiere ciertas habilidades que lo hacen desenvolverse mejor en el entorno y obtener
ventajas en cuanto su desarrollo. También hace una breve caracterización de la teoría
perceptivista (contraria a lo que la autora defiende), como aquella que acoge la idea de
retrasar esta enseñanza, debido a que el niño debe llegar a la madurez lectora que se alcanza
después del preescolar, ya que es esta la preparación para la escuela formal, donde se debe
realizar actividades encaminadas al desarrollo de la discriminación visual, la motricidad, la
lateralidad entre otros.
2.4 Acompañamiento a los procesos formales de iniciación a la lectura y la escritura
de los niños y niñas del grado de kínder y transición del gimnasio Indoamericano.
Queremos en este apartado presentar los logros y reflexiones en torno a nuestra experiencia
en la pasantía relacionada con el objetivo “Propiciar la profundización y ampliación de
temas relacionados con la educación preescolar partir de la indagación teórica, la
implementación y sistematización de una experiencia pedagógica en contexto”. Nos parece
que este era el núcleo central de la pasantía y dar cuenta de este proceso nos permite
describir y analizar nuestra experiencia pedagógica en la inmersión en contextos de
educación preescolar privados.
Cabe señalar que la propuesta busco fortalecer la apuesta lúdica sensible y artística que
desarrolla la institución y que por motivos diversos tales como como la presión de los
padres evidencias formales de los logros de sus hijos en la lectura y la escritura, la ansiedad
por alcanzar los objetivos curriculares propuestos para el año escolar, entre otros, la misma
competencia por el mercado educativo, se desdibuja un poco y es necesario estar alerta
para que primen la naturaleza creativa y soñadora de los niños y las niñas.
Así mismo, se buscaba apoyar a las docentes con propuestas alternativas que les permitiera
mantener a flote el espíritu creativo e innovador que muchas veces tiende a ceder ante las
presiones del mercado, la familia y la misma institución cayendo en métodos de iniciación
a la lectura y la escritura que, aunque resultan rápidos y eficaces no generan un gusto
genuino por la lectura y la escritura, sino el tedio y la resistencia por parte de los niños y
niñas.
Cabe señalar a que en nuestro encuentro con la educación formal tanto en vivencias como
en prácticas, encontramos que los métodos utilizados por los maestros y maestras en lo que
respecta a la iniciación de los niños con el aprendizaje de la lectura y la escritura , en
general acuden a los métodos silábico y global, que si bien son eficaces en la
decodificación y codificación de palabras por parte de los estudiantes, ya que estos métodos
están basados en actividades forzadas, obligadas, lineales y repetitivas; generando vacíos
los niños y niñas en cuanto a las explicaciones, puntos de vista, argumentos y reflexiones
frente a lo que leen o escriben,
2.4.1 Objetivos
Reconocer el rol del pedagogo Infantil en los procesos de iniciación formal de los
niños y niñas de preescolar en la lectura y escritura.
2.4.2 Metodología
Las propuestas que adelantamos las pasantes tenían un propósito implícito de generar en el
niño y la niña amor hacia la lectura y la escritura a partir de talleres infantiles.
Según Quinto (2005) el taller infantil es el lugar en el que se concentran al máximo las
actividades creativas del niño y la niña ya que son estos, quienes crearan determinada cosa
que sirva de uso para los demás o para ellos mismos. Resalta que trabajar bajo la modalidad
de taller, indica que no se debe ejecutar como se ejecuta una clase normal (por lo general
clases repetitivas y estandarizadas), sino que debe ser la maestra en ayuda con esta
metodología quien provea al niño y la niña de experiencias gratas para ellos, donde no se
tenga en cuenta un fin sino un proceso.
Según este autor, los talleres infantiles deben estar pensados en un primer momento con el
fin de brindar espacios donde los niños y niñas prueben, curioseen, se divierta y busquen
soluciones a determinadas situaciones problema. También un objetivo de estos mismos
talleres infantiles es el incitar a los niños y niñas a la reflexión sobre lo que hacen y para
que lo hacen, y que, al hacerlo de forma divertida, hagan las cosas por placer mas no por
obligación.
Los talleres infantiles están dirigidos según Quinto (2005) a potenciar en el niño y la niña la
autonomía (obrar y estar bien con lo que se hace), la identidad (generar una imagen positiva
de sí mismo, además de confianza en sí mismos, en sus capacidades y en las capacidades de
los demás), y por ultimo las competencias (interiorización y puesta en marcha de las
características y funciones de la cultura).
El trabajo que se llevó a cabo en la institución por parte de las maestras en formación,
consistió en complementar el trabajo que llevaban a cabo las maestras titulares, a partir de
estrategias del modelo constructivista en cuanto tiene que ver a procesos de lectura y
escritura en niños y niñas menores de 6 años. Y todo esto se hacía a partir de la
metodología del taller infantil.
Se observa que el trabajo de las maestras titulares de kínder y transición se basa en una
enseñanza de la lectura y escritura a partir de los métodos silábico y global. En un principio
se observa el uso del método global a razón de una exigencia institucional en contra del
método silábico, pero a partir de entrevistas realizadas a las mismas, se evidencia que
deciden utilizar los dos métodos anteriormente nombrados, ya que, según justificaciones de
las mismas, el método global solo se enfoca en enseñar algunas palabras, por el contrario, el
método silábico proporciona al niño y la niña la capacidad de leer cuanta palabra y frase se
le ponga en frente.
Por lo anterior, y teniendo en cuenta que los talleres (brindados a los estudiantes por parte
de las maestras en formación) buscaban otras metodologías distintas a las implementadas
por las maestras titulares, se apunta por brindar espacios que capten la atención de los niños
y niñas para que de una manera u otra vean las letras de manera grata y divertida
Hay que tener en cuenta y aclarar al lector, que “el modelo constructivista no puede ser
traducido en un método instruccional” MEN (1996), ya que este no se basa en actividades
secuenciadas con estrategias de evaluación puntuales ni nada por el estilo, sino que va en
búsqueda de brindarle a los niños y niñas situaciones significativas y gratas con las letras.
El trabajo principal que se llevó a cabo con estos niños y niñas, fue la creación de “EL
MASCOTARIO”. Este era un libro viajero que contaría las experiencias que cada uno de
los niños y niñas de kínder tenían o tuvieron con sus mascotas. Se usó como herramienta
principal, ya que era este libro viajero el que podía dar cuenta del uso de las funciones de la
lengua.
a. Promoción de la expresión:
Durante el proceso con los niños de kínder, se buscó que lo que los niños y niñas
escribieran, partieran de experiencias vividas por ellos y que por supuesto les interesara, así
que a partir de observaciones que indagaban sobre sus intereses, se descubrió que les
interesaban los animales.
A partir de esos descubrimientos se decidió junto con los niños y niñas conocer sobre las
mascotas de los compañeritos del salón, y que para que eso fuera posible, era indispensable
que escribieran sobre sus mascotas actuales o pasadas, que nos contaran a partir de lo que
escribían como se llamaban y como eran.
¿Cómo se llevó este proceso? Pues bien, en un primer momento, teniendo en cuenta que el
mascotario era un libro viajero, surgió una situación problema entre los niños y niñas frente
a como reconocerían y/o se acordarían quien se había llevado el mascotario la sesión
anterior; a lo que a partir de propuestas hechas por los niños y niñas, se consideró entre
todos que crearíamos un recordatorio, en el cual, en el momento en que se elegía quien se
llevaría el mascotario, este firmaría el recordatorio.
Con este control del mascotario también se quería crear en los niños y niñas de kínder una
necesidad por escribir, en vez de una obligación o una imposición por parte de la docente
en formación
La expresión se ve reflejada aquí en la manera no solo como son escuchados los niños y
niñas equitativamente entrando en negociación con las maestras, sino también en la
posibilidad en que ellos escriben sus más importantes anécdotas con la idea de que otros las
escuchen, las lean, las conozcan y se empiece a generar preguntas acerca de los animales y
sus diferencias.
b. Promoción de la Producción de textos.
Este tipo de momentos pedagógicos permitían evidenciar que efectivamente los niños y
niñas si tenían conocimientos sobre el lenguaje escrito e intentaban comunicarse a partir
del mismo. Según el MEN (1996) los niños y niñas al llegar al grado cero, ya conocen el
sentido de la lengua escrita y ejercen la lectura y la escritura; le dan sentido a sus
producciones escritas.
Aunque estas escrituras no son iguales a la de los adultos, los niños poco a poco iban
comprendiendo que las palabras escritas tienen que ver con los sonidos de la lengua
hablada, y al pasar de los días iban teniendo en cuenta y asegurándose de que las personas
que leyeran sus producciones las comprendieran al igual que ellos.
Primero que todo se organizaban los niños y niñas en equipo, esto con el fin de que se
apoyaran unos a otros.
Durante estos momentos pedagógicos, se le daba a cada grupo un libro ilustrado, para que
juntos colocaran un título al cuento. En este caso hablaremos de un grupo en particular
conformado por Silvana, Marco, Isabella y Jua Sebastian, todos en el rango de edad de 4 y
5 años. Ellos escogieron el cuento el cual en su portada aparecía un gato y un ratón, este era
el cuento…
Para encontrar la manera de comunicar a los demás niños y a las maestras el título que le
habían colocado a su cuento, comenzaron a conversar primero cuál sería su título, luego de
esto empezaron a buscar las letras que comunicarían el mismo. Como los 4 niños y niñas ya
conocían algunas vocales y una que otra consonante, empezaron a juntar cada uno sus
conocimientos y a conversar por qué seguía esa letra y no otra.
La asociación forma- sonido fue clave en este momento pedagógico, y si los niños y niñas
no se acordaban de la letra, buscaban entre palabras que habían pegadas en las paredes, el
tablero, los pupitres (nombres).
egaoieao
e gao i e ao.
De esta manera y por lo anterior, siempre que la maestra en formación iba escribiendo en
el tablero, en una hoja, etc., iba contando a los niños que era lo que se estaba escribiendo,
además de esto, la maestra en formación fue la primera en llevar a su casa el mascotario y
contar cosas sobre sus mascotas, esto con la idea de que cada niño y niña al llevarse el
mascotario a su casa, pudiera contrastar con ayuda de sus padres, lo que la maestra había
escrito y lo que ellos escribirían.
Uno de los aspectos de mucha relevancia en este ítem fue también el que pudiéramos leer
entre todos en voz alta cualquier libro que tuviésemos a la mano, esto con la idea de hacer
que los niños se emocionaran más con la lectura y que por supuesto sintieran ese interés de
conocer o descubrir lo que cada texto tenía entre sus páginas, de resolver el misterio que
cada libro guardaba para nosotros.
d. Situaciones problema:
En cuanto a otras situaciones y experiencias en el aula, como se justificó al principio del
trabajo en las características del modelo constructivista, las situaciones problema
cumplieron un papel fundamental en el proceso; era necesario promover que el niño y la
niña buscara respuestas a partir de sus conocimientos y también, con ayuda de sus
compañeros. Según Teberosky (2003) estas situaciones problema son (valga la
redundancia) situaciones que crean la necesidad en el sujeto de seleccionar los
procedimientos adecuados para alcanzar la respuesta a determinada situación. Dentro de
estas situaciones se puede seleccionar la siguiente:
Mascota Mascota
Mientras se les mostraba la imagen del gato a los niños y se les preguntaba que decía
debajo, los niños y niñas respondían que decía “gato”; cuando se les señalaba la imagen del
perro y se les preguntaba que decía debajo de esa imagen los niños y niñas respondían que
decía “perro”.
NIÑOS Y NIÑAS: ¡Sí! (los niños y niñas comienzan a comparar la escritura de las dos
palabras).
MAESTRA EN FORMACION: entonces, ¿Por qué me dicen que una dice gato y otra
dice perro, si las dos están escritas igual?
NIÑOS Y NIÑAS:
“animales”
(Laura): profesora, debajo del gato dice animal y debajo del perro dice animal.
(David): ¡nooo! Animal empieza por la “a” y la palabra que está ahí empieza por la de
mamá.
Después de más o menos 10 minutos de que los niños y niñas discutieron que podría decir
ahí y teniendo en cuenta que la palabra comenzaba por la m y terminaba por la a, Draco
levanto la mano:
Esto puede evidenciar la forma en que los niños y las niñas dan respuesta a la situación
problema generada por la maestra en formación. Este tipo de situaciones permiten que los
niños y niñas a partir de los conocimientos que han adquirido a través de su vida, puedan
encontrar respuestas a preguntas y problemáticas nuevas. Se puede deducir que Draco
encontró la respuesta con ayuda de sus compañeros a partir de dos formas:
Aquí el papel de la maestra en formación es crucial, no debe ser ella quien de un momento
a otro de la respuesta a los estudiantes, sino que de otra forma, guie y ayudar a los niños y
niñas a encontrar la respuesta a la situación presentada.
El segundo momento (el más significativo para los niños, niñas y la maestra en formación)
cuando ya se adquirieron los símbolos culturales para leer y escribir, se hace entonces uso
de estrategias que privilegien la creación, la fantasía, la comunicación y la comprensión de
textos escritos.
En la experiencia fue necesario poner en práctica lo que propone Kaufma (1994), cuando
resalta que es importante brindar a los niños y niñas situaciones que permitan la
interacción con la lengua escrita.
Según Delval (1994), el juego es una actividad importante para los niños y las niñas, y por
tal motivo no se debe oponer al trabajo o al aprendizaje; por esta razón es necesario
brindarles la oportunidad de que jueguen y sobre todo en la escuela.
Por otro lado Brunner (1984), resalta que el juego es un modo de socialización a través del
cual nos preparamos para la vida adulta, ya que a partir del mismo afrontamos papeles y los
llevamos a cabo en toda su direccionalidad. El autor resalta el juego como un medio para la
exploración e invención, en el cual los niños y las niñas pueden cambiar la dirección de un
juego en cuanto cambie también la intencionalidad del mismo.
En este proyecto el juego se utilizó como una herramienta que permitiera que los niños y
niñas se apoyaran en sus dificultades, fueran felices en cuanto el juego genera placer en los
seres humanos y sobre todo, permitiese acercar a los niños y niñas a las letras de una
manera divertida y por supuesto llamativa para ellos.
Se les presenta a los niños y niñas una cartulina, la cual está organizada bajo las bases del
juego stop. En cada cartulina está escrito: nombre, fruta, animal, cosa y color. Además de
eso, se les presenta varias cartulinas cortadas donde hay gran cantidad de escritos, como
nombres, frutas, colores, animales y cosas, las cuales variaban teniendo en cuenta que
debían ajustarse a la determinada letra a la cual giraría cada momento de la actividad .
b. Trabajo en equipo
La idea de poder brindarles a los niños espacios donde tuvieran que trabajar en equipo era
el lograr que cualquier dificultad fuera resuelta bajo los diversos puntos de vista que tiene
cada uno, además de esto, el lograr que un niño más adelantado pudiera apoyar a su otro
par y así lograr que pudieran nivelarse.
El trabajo en equipo en esta propuesta fue fundamental debido a que son ellos mismos en su
intercambio conversacional los que encuentran sus fallas y se ponen de acuerdo en cómo
corregirlas.
c. Promoción de la creación
Otro punto a resaltar en esta propuesta es que se partió en gran medida en reconocer al niño
y la niña como sujetos creativos por naturaleza, y donde es necesario que se le sigan
proporcionando espacios donde creen y de esta manera potencien su imaginación. “No para
que todos sean artistas, sino para que ninguno sea esclavo” RODARI, GIANNI (1993)
Unas de las estrategias utilizadas por la maestra en formación, para generar el uso de la
imaginación y la creación por parte de los niños y niñas de transición fue:
Una de ellas fue la mesa redonda, la maestra titular lanzaba la pelota a un niño, se le hacia
la pregunta y este iniciaría la historia; cuando el niño lanzaba nuevamente la pelota a otro
compañero, este la continuaría y así sucesivamente hasta que todos cogieran la pelota y
poderle dar un fin a la historia.
Para el segundo semestre se inició con una propuesta pedagógica que debía involucrar los
intereses de los niños y las niñas para que se llevara un trabajo más ameno y divertido.
La propuesta consistió en presentarles a los niños y niñas, los planetas que conformaban el
sistema solar, sus principales características y que los hacia diferentes de nuestro planeta
tierra. Esto se hacía a través de videos, imágenes, fotografías y relatos de la maestra en
formación. A partir de las herramientas anteriormente nombradas, los niños creaban
cuentos fantásticos que permitieran mostrarse a ellos mismos en una historia como
astronautas y como eran sus aventuras en los determinados planetas, llegando a entender
fenómenos como la gravedad, la rotación entre otros.
(Foto tomada por la maestra en formación)
La propuesta del segundo semestre fue totalmente secuencial, cada niño y niña creo su fruto
final el cual consistió en crear su propio libro sobre sus aventuras y sus conocimientos
sobre los planetas; demostrando así sus capacidades de creación de historias, fortaleciendo
su comprensión lectora y escritora al momento en que escribía y compartía sus aventuras
con compañeros.
- Sesión 1: el Sol
- Sesión 2: Mercurio.
- Sesión 3: Venus.
- Sesión 4: Tierra.
- Sesión 5: Marte.
- Sesión 6: Júpiter.
- Sesión 7: Saturno.
- Sesión 8: Urano.
- Sesión 9: Neptuno.
a. Brindar situaciones problemas a los niños, con el fin de que reflexionaran frente a lo
que escribían y leían.
b. Incluir a los niños y niñas por igual frente a los procesos y propuestas generadas en
clase.
Todos los momentos después de resolver dudas y preguntas sobre los planetas por parte de
los estudiantes, se basaban en brindarles a los niños y niñas situaciones problema que les
generara el deseo de buscar soluciones a esas situaciones. Estos espacios querían lograr por
parte de la maestra en formación, superar los problemas de comprensión lectora y escritora
por parte de los estudiantes.
Se escribe en el tablero unas frases con sus palabras en desorden, la idea de estas mismas
frases era que los niños se dieran cuenta de la falta de sentido de la frase y que por
supuesto, para encontrar su significado la organizaran:
b. Incluir a los niños y niñas por igual frente a los procesos y propuestas
generadas en clase.
En este proceso fue realmente evidente los distintos tiempos de aprendizaje de los niños y
niñas, además de los distintos intereses y habilidades que tiene cada uno.
Siempre fueron las mismos momentos pedagógicos con todos los niños y niñas, si algunos
niños tenían dificultades en cuanto el taller se le hacía un mayor acompañamiento,
colaborándole con la solución del trabajo, motivándolo, felicitándolo con sus logros o
poniéndolo en compañía de un par más avanzado.
También fue realmente evidente los variados intereses de los niños y las niñas, unos se
inclinaban por la creación de cuentos, otros a la creación de historietas, unos por un proceso
artístico, etc.
Es entonces que se vio necesario que los momentos pedagógicos tuvieran en cuenta el arte
manual, lo escrito, la lectura, entre otras cosas.
…El dibujo, teniendo en cuenta también que a los niños les encanta dibujar y que siempre
en todo momento cuando creaban cuentos los finalizaban con un dibujo…
…El arte, teniendo en cuenta a los niños que les encantan las manualidades….
(Estas fotos fueron producto del conocimiento sobre el planeta marte (único explorado) y
de los más de 5 robots enviados a ese planeta. Los niños crearon a su propio curiosity).
De este modo se empleó el aprendizaje por medio de la interacción con sus iguales para
realizar actividades que implicaran una búsqueda común, fomentando la cooperación, la
responsabilidad, y haciendo que el lenguaje interviniera para explicar los procesos
realizados y los resultados obtenidos; favoreciendo también, el desarrollo de la autonomía
no solo intelectual, sino también moral en los niños y niñas; además del lenguaje hablado.
Fue fundamental la observación, como primera fase del proceso en la pasantía, donde los
niños y niñas hablaron, con ideas e intuiciones que se convirtieron en la base de la
actividad, ya que como diría Bateson, “la no observación hace anónimos a los
niños”(Citado por Trueba,1999, p.179); las opiniones y sugerencias de ellos fueron
decisivas para el planteamiento del proyecto, ya que observando la metodología del
colegio, los objetivos y las materias que se estudiaban, se evidencio que se podían generar
espacios de aprendizaje por medio de didácticas lúdicas y divertidas para los niños y niñas
basadas en los intereses de ellos.
La docente titular desarrollaba su propuesta pedagógica de lectura y escritura por medio del
método silábico, “este enfoque se centra en el dominio del nivel fonológico como pauta
inicial para el aprendizaje de la escritura”( Cuetos, citado por Rincón y Hederich, 2008),
privilegiando desde esta perspectiva el acceso a la información lingüística mediante la ruta
fonológica, exigiendo por parte de los niños y niñas, el reconocimiento de la unidad
mínima de la lengua escrita y luego la reestructuración de este para combinar las letras y así
formar palabras, luego oraciones.
Trasversal a esta metodología implementaban el método global por medio de “las palabras
de la semana”, este método consistía en aprender 9 palabras en la semana, reconociendo su
lectura por medio de una ruta visual y escribiéndolas en el cuaderno; “este método analítico
se basa en el principio comunicativo de la escritura, centrando la atención en los procesos
de producción de textos, incluso si los niños aún no dominan la fonema– grafía,
relacionándose con la teoría de Ferreiro (1983)”(Citado por Rincón y Hederich, 2008)
Fue así como surgió la idea de cómo aproximar a los niños y niñas al proceso de lectura y
escritura de una manera didáctica, evidenciando que el método silábico era empleado de
manera escolarizada, sustentado por un intento de implementación de método global en el
año 2014, con poco éxito, ya que de los niños y niñas que ingresaron a primer grado en el
2015, solo tres sabían leer y escribir.
Entre las estrategias más efectivas para mediar el aprendizaje de la lectoescritura se destaca
el juego y las actividades entre sujetos que se encuentran en niveles de conceptualización
cercanos, ya que esto beneficia las construcciones, pues la colaboración entre pares aporta
al desarrollo de los niños y niñas a la construcción del aprendizaje.
Sus familias son de un estrato socioeconómico medio, cuyos padres hacían uso frecuente
del lenguaje escrito, evidenciado en sus profesiones y en la comunicación constante con el
colegio; eran padres de familia que laboraban como comerciantes, contadores, policías,
docentes, amas de casa entre otros.
La mayoría de las familias de los niños y niñas de transición son familias nucleares, salvo
algunas excepciones donde el padre había fallecido o no vivía con ellos; los papás, mamás
y cuidadores estaban muy atentos en el proceso; como lo mencione anteriormente el interés
era notable por parte de los familiares fortaleciendo el aprendizaje de los niños y niñas de
grado de transición.
2.4.2.3.2 Manos a la obra: jugar para leer y escribir.
Es por esto que, como parte del trabajo de campo, se diseñó cada intervención pedagógica,
de acuerdo con el método que se quería aplicar durante un año, apoyando, pero también
aprendiendo acerca de los métodos pedagógicos en el proceso de lectura y escritura. Se
empezaron a implementar los momentos pedagógicos, acompañando la labor de la docente
titular, organizando la manera de que la propuesta presentada apoyara el trabajo que los
profesores realizaban por medio de una didáctica diferente.
Se observaron actividades que realizaban en el cuaderno, como, por ejemplo, rellenar letras
con diferentes materiales, practicar el trazo de alguna letra, tareas con el reconocimiento de
las letras, entre otras, por este motivo la intención de las intervenciones era recrear el
proceso de la lectura y escritura partiendo de una experiencia significativa con los niños y
niñas en el cual se involucraba siempre la lectura, narración e imaginación de cuentos
infantiles.
El taller realizado se desarrolló alrededor del libro infantil Polla Pochola cumpledías, de
María Elena Quintero; en sesiones anteriores, se evidencio el gusto de los niños y niñas por
las rondas infantiles, motivo por el cual al iniciar entre todos cantamos varias canciones que
involucraran a pollitos, propuestas por los niños y niñas. Continuando con la secuencia del
taller, se explicó la actividad que se iba a realizar; teniendo en cuenta que es un libro tipo
álbum, con mayor imagen que letra, se tapó el texto, mostrando los dibujos, así, cada niño y
niña debería escribir una frase alusiva a lo observado.
Para finalizar se realizó la lectura del cuento, los niños y niñas muy atentos de lo que
pasaba, se animaban con cada hoja para saber qué era lo que el libro decía de las imágenes
mostradas. El taller de este día despertó por parte de los niños y niñas expectativa en cuanto
a la curiosidad por contrastar la historia que cada uno construyó con la que estaba escrita
en el libro.
b. Taller la “S”erpiente
La docente titular pidió un refuerzo de las letras que los niños y niñas de transición estaban
aprendiendo, por este motivo la planeación de este taller fue enfocada a la letra “s”, sin
embargo el taller realizado, estaba enfocado a un reconocimiento de lectura y escritura
como un todo, no solo a la letra; se dividió en varios momentos:
Teniendo en cuenta el eje de los talleres, enfocado a las historias infantiles, este día se narró
un cuento de una serpiente, mientras en un mural de papel craff se hacia el dibujo de lo que
sucedía.
Para iniciar los niños y niñas inventaron el nombre del personaje principal, pero para
colocarle un nombre debía ser con las letras que ellos ya habían visto anteriormente, es
decir un nombre que ellos ya pudieran escribir y leer, así que entre todos le colocaron
SAPEMU.
A lo largo de la narración, la historia fue enriquecida por ideas de algunos niños y niñas,
esta era una serpiente en su posición de arrastre, pero a medida que se desplazaba en el
bosque se encontraba unos animales que tenían escondidos las vocales, la serpiente se los
comía, así que engordo tanto que quedo parada en forma de S. Cuando ella se dio cuenta se
había comido unas vocales, los niños y niñas tenían que descifrar cuales eran; al descubrir
cada una identificábamos entre todos como sonaba esta silaba, y mencionábamos palabras
con este fonema. Los niños y niñas en el mural hicieron el trazo de la letra, escribieron
palabras y realizaron un collage de ideas acerca de la letra vista en la historia.
El segundo momento consistía en un juego, donde todos los niños y niñas se desplazaban
como lo hace este animal, un niño era el animal principal y al moverse de un lado a otro
debía sisear como serpiente, y atrapar a otros compañeros para comérselos como en la
historia. En el momento que simbólicamente se “comía” a otro niño, el que era atrapado
debía mencionar una de las silabas vistas en el cuento. Los niños y niñas estaban muy
emocionados con esta actividad, jugaron, se divirtieron, compartieron y practicaron la
escritura y la pronunciación de esta letra, relacionándolo con palabras que ellos
identificaban.
Es por esto que el tercer momento de la actividad consistió en escribir por medio de
plastilina palabras con la letra S; escribieron palabras que ellos conocían, como sapo, suma;
algunos simplemente realizaron con la plastilina la letra. Este momento fue ambientado con
la canción de la serpiente de tierra caliente, entre todos cantamos y compartimos un gran
aprendizaje.
Así quedo el mural al finalizar el momento
Sumo, palabra escrita por Simón en el
pedagógico, los niños y niñas practicaron su
tercer momento del taller. Foto tomada
trazo dibujando a SAPEMU, foto tomada por
por la pasante.
la pasante.
Se inició con la lectura del libro infantil “Choco encuentra una mamá”, de Keiko Kasza,
para fortalecer el proceso de lectura y escritura involucrando dinámicas enriquecedoras en
el aprendizaje con los niños y niñas; todos estuvieron atentos a la trama del cuento, pues se
utilizaron diferentes entonaciones, ruidos y estrategias que permitieron captar el interés del
mismo. Antes de finalizar la lectura del libro, Simón, uno de los niños que ya conocía más
del proceso de lectura, propuso leer el final, así que con su ayuda se terminó de leer la
historia de un pollo que busca en diferentes animales una similitud física para reconocer a
su mamá.
Con la intención del trabajo en equipo, se realizaron grupos de trabajo, donde los niños y
niñas debían escoger la escena del libro que más les haya llamado su atención y
representarla de forma teatral. Se evidencio en algunos niños y niñas timidez a la hora de la
representación frente a sus compañeros, mientras otros con agrado y espontaneidad
actuaron dramatizando la escena de su preferencia, entre todos aplaudimos la
representación que cada grupo escogió.
Según lo evidenciado en los talleres anteriores a los niños y niñas de grado transición,
inmersos en el universo del juego, la lectoescritura es un medio más de expresarse y
comunicarse con los demás, siendo un ejercicio gozoso y fructífero; tanto como el dibujo y
la palabra. Por lo anterior y para finalizar el taller, de manera libre se realizó un dibujo en
hojas blancas del libro trabajado a lo largo del día, teniendo en cuenta que a los niños y
niñas tenían gran gusto por el dibujo, y en varios talleres con la creación de cuentos se
finalizaba con la ilustración de este.
Algunos de los dibujos realizados este día por Juan Giraldo, Sofía Barragán, Simón Suarez
y Santiago Ramírez, respectivamente.
El taller consistía en el trabajo por grupos; la historia que se trabajaría este día con los niños
y niñas, debía ser construida por ellos mismos; en una cartelera había unos dibujos de un
pingüino, que estaban guiados por una secuencia como una historieta, para iniciar entre
todos se coloreo los dibujos existentes.
Después debían inventar la historia de esas imágenes, cada grupo tenía un cuadro de la
historieta, por este motivo debían escoger un representante, quien debía pasar al frente a
escribir lo que habían inventado entre todos los de su equipo.
Luego interpretaron lo que habían escrito en la historieta, en el primer recuadro los niños y
niñas le colocaron de nombre “POPORIPE” al personaje,, escribieron
“felis”,”esta”,”piwino”; en el segundo recuadro, escribieron varias palabras como “e
pingüino espicho la pelota”,”patada”,”pelota”; en el tercer recuadro las palabras fueron:
“lili”,”pato”,”pin”,”balon”; y en el último recuadro dice “se comio a la araña”, “mamá no”,
ellos socializaban algunas de las palabras que leían escritas, pero al mismo tiempo
interpretaban lo que querían escribir.
Al finalizar la interpretación de los niños y niñas, la pasante continuo con la lectura del
texto al que pertenecían las imágenes, todos estuvieron muy atentos para contrastar con lo
que ellos habían creado, y el final de esta historia tenía una pregunta sin resolver, (¿Qué
haría Pintin?) así que como en la historia de ellos al final se comían a la araña, se entrelazo
lo realizado en las dos creaciones, (en la de los niños y niñas y en la de la pasante.)
En contraste con las dos experiencias realizadas por las pasantes en formación, y, como se
evidencia a lo largo del escrito, se realiza en una misma institución, con las mismas bases
teóricas, aunque con dos proyectos implementados en el aula, que, generan dos
experiencias significativas para cada una.
Cuando se llevó a cabo la propuesta bajo el modelo constructivista, se entró en dialogo con
las docentes titulares, generando de esta manera contrastes y tensiones sobre este modelo y
el silábico, ya que al no ser ejecutadas estas metodologías por las maestras, se tornan como
estrategias no funcionales.
Cuando las maestras presenciaban los momentos pedagógicos brindados por las pasantes,
apoyaron muchas de las nociones y las intenciones que se querían lograr con las propuestas
implementadas y comprendían la necesidad de generar un placer por parte de los niños y las
niñas hacia la lengua escrita.
En algunos momentos se vio la incertidumbre por parte de las maestras titulares en cuanto a
la eficacia del proyecto que llevaban a cabo las docentes en formación; debido a que el
modelo utilizado no enseñaba letra por letra sino que primeramente daba importancia a los
símbolos significantes para los niños y niñas; símbolos que para los adultos no son
reconocidos.
El método silábico, como técnica para el proceso de enseñanza- aprendizaje de la lectura y
escritura efectivamente conduce a los niños y niñas a leer y escribir con la decodificación
de los adultos; pero en el proceso se hace evidente que este es un método lineal y mecánico
que carece de estrategias para la comprensión lectora y no apunta a la construcción de
conocimientos significativos.
Aquí el papel de las pasantes y titulares fue fundamental, contrastar las ventajas y
desventajas de los métodos para el aprendizaje de la lectura y la escritura, nos hace ver que
ningún método es completo y que se necesita de la articulación de los mismos para generar
lectores y escritores plenos.
De acuerdo a lo anterior se llegó a comprender lo siguiente; las maestras generan este tipo
de experiencias (enseñanza de la lectura y escritura a partir del método silábico) no solo a
fin de los niños y niñas, sino también con la idea de cumplir con las exigencias de lo
externo: la familia.
La presión con la que viven día a día los docentes, es con el objetivo de cumplir con las
expectativas de los padres de familia quienes se fijan solo en resultados; más no en un
proceso y en lo enriquecedor y estimulante que este pueda ser para los niños y las niñas.
Otro de los inconvenientes fue el espacio en el que se llevaban a cabo las actividades
previstas para los niños y niñas. Eran espacios muy pequeños y muy pocas veces podíamos
movernos con gran libertad en él.
El proceso ayudo a construirnos como seres humanos más que como docentes, ya que nos
permitió evidenciar lo dispuestos y expectantes que están los niños y niñas en cuanto a lo
que brindamos para ellos; logramos establecer que es necesario crear espacios que tengan
en cuenta sus gustos, su contexto y sus necesidades.
Una de las evidencias más significativas del proceso fue la comprensión por parte de los
niños y niñas de conceptos como rotación, traslación, que la luna era más pequeña que el
sol, que el sol y la luna no eran de los mismos tamaños, que la gravedad era la fuerza que
nos mantenía pegados al suelo y que la fuerza de gravedad en marte era menos potente que
la de la tierra, en relación al proyecto “cosmonautas”, da cuenta que cuando los niños y
niñas exploran otro tipo de conocimiento debemos hacerlo a partir de su experiencia y que
esta nos debe y les debe servir para comprender todos los fenómenos de nuestro entorno.
Partir de los conocimientos previos de los niños y niñas nos hace aprender mucho sobre
ellos; además, reflexionar que el niño y la niña no son un lienzo en blanco que debemos
pintar ni una escultura que debemos pulir. Al ingresar a la escuela, cuentan con diversas
experiencias que evidencian su conocimiento; leen las etiquetas, leen los colores, leen sus
amigos, leen a las maestras, leen los números, las figuras geométricas, el cielo, el tráfico.
Leen absolutamente todo. Saben querer, cuidar, ser felices y sobre todo apreciar.
2.4.4 Conclusiones
Durante la pasantía realizada se presentó una primera planeación provisional que cambió y
creció en muchos intereses no previstos, pero que se fueron contrastando cada día con la
actividad en el colegio, ofreciendo así propuestas abiertas que en ocasiones acertaron con la
dinámica empleada, pero en otros casos no; sin olvidar que algunas actividades generaban
otras más enriquecidas, creyendo que algunas veces tendrían impacto fuerte en el proceso
de aprendizaje y realmente no siempre ocurría así, pero que generaron en las pasantes
estrategias y herramientas de las que aprendieron mucho.
Muchas de estas estrategias se construían con los intereses de los niños y las niñas;
involucrar las rondas infantiles como parte de los talleres, la lectura de los libros por medio
de exageraciones, entonaciones que captaban la atención de todos, jugar a leer y a construir
historias a partir de conocimientos que los niños y niñas tenían no solo de años escolares
pasados, sino de cotidianidades que viven en su día a día.
Así mismo, se evidencia los procesos de enseñanza- aprendizaje desde constructos teóricos
y prácticos, percepciones y necesidades que promueven un cambio en el campo educativo
con el propósito de redefinir el proceso adecuado e interesante para esta trascendental
adquisición.
Uno de ellos es la familia. Esta implanta formas de actuación en los maestros para que las
lleven a cabo en el aula de clases; logrando de esta forma que la mayoría de maestros con
visiones innovadoras caigan a través del tiempo en prácticas meramente tradicionales.
Muchas veces como maestros nos enfrentamos al padre o la madre que se enfurece cuando
al final de la jornada se le entrega al niño o la niña sucios, también, en diversas ocasiones
en el afán de que los hijos aprendan a leer y escribir rápidamente presionan al maestro,
logrando que este también en su afán de cumplir con las expectativas de los padres de
familia, ejecute actividades que los niños y niñas terminan desarrollando mecánicamente.
De este modo lo que se buscó fue evitar la rutina, fomentando el interés y la curiosidad,
otro eje fundamental en el proceso de aprendizaje que se llevó a cabo con los niños y niñas.
La anterior anécdota me hizo reconocer lo que está pasando en la mayoría de colegios. Los
maestros y maestras efectivamente enseñan que m con a es ma, pero esta enseñanza
efectivamente no indica que los niños aprendan a leer, es más, la mayoría de los
colombianos no sabemos leer, no se sabe entrar en conversación con el autor del libro que
estamos leyendo, no relacionamos esas palabras con la realidad, incluso muchas veces se
nos dificulta hacer resúmenes. Leemos de corrido sin alguna reflexión, sin algún
sentimiento, sin sentido y si lo hacemos es porque nos mandaron a hacerlo, “resulta
paradójico que después de cursar doce años entre preescolar, primaria y bachillerato la
escuela no forme lectores autónomos” (López, 2013 p 15).
Otro de los retos a los que nos vemos enfrentados en la escuela Colombiana es a la
educación de calidad para todos, ya que parece muchas veces complicado el prestar
atención a cada una de las necesidades de los 25, 30 o 40 niños y niñas que tenemos en un
sólo salón de clases. La primera preocupación son los espacios reducidos, esenciales para
crear, jugar e imaginar. La segunda preocupación son los pocos tiempos de atención
particular para cada niño y niña, pues como es sabido, cada uno tiene diferentes tiempos
de aprendizaje, habilidades, intereses y necesidades, sumando el hecho de que por 40 niños
solo hay 1 maestro o maestra.
Se identifica que para que haya inicialmente una educación de calidad para todos los niños
y niñas, es necesario el ingreso de pocos alumnos por maestro o brindar personal
capacitado para apoyar la labor docente.
Otro de los retos y quizá el de mayor fuerza es la sociedad. Los imaginarios impartidos por
la misma, ubican a los maestros como niñeros, más que como generadores de fantasía,
alegría y conocimiento. Sitúan a los niños y niñas como vasos vacíos que hay que llenar
para el futuro sin tener en cuenta su presente y que solo se es niño y feliz una sola vez en la
vida.
Vale resaltar que el tiempo maravilloso en que hicimos parte de las experiencias de los
niños y niñas en el Gimnasio Indoamericano nos hace reflexionar que poco importan los
resultados, lo gratificante es el proceso y que tanto hacemos para que este sea significativo,
para que esas experiencias se asemejan a la realidad y así hacerlos sentir parte de una
ciudad, de un país donde prime la felicidad de los niños y niñas. El utilizar las letras en este
caso no para decorarlas sino para comunicar, expresar, sentir, imaginar.
El espacio dio cuenta de que se es más que un docente, se es un amigo, se es aquel que
escucha, el que juega, se arrastra, se ensucia, se ríe, hace reír, motiva; más que un docente
de un año, es aquel que así pase el tiempo jamás se olvida.
3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Rio de letras (2013). Leer para comprender, escribir para transformar: palabras que
abren nuevos caminos en la escuela. Libros maestros PNLE. Colombia.
ROSANO, María (2011). El método de lectoescritura global. Revista digital
innovación y experiencias.
SERIE LINEAMIENTOS CURRICULARES PREESCOLAR, Ministerio de
Educación Nacional. (http://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-
339975_recurso_11.pdf; consultado el 5 de Abril de 2016)
TEBEROSKY, Ana (2003). Propuesta constructivista para aprender a leer y a
escribir. Editorial Vicens Vives. España.
TEBEROSKY, Ana y TOLCHINSKY, Liliana (1995). Más allá de la
alfabetización. Editorial Santillana. Argentina.
TRUEBA, Beatriz (1999). talleres integrales en la educación infantil, Ediciones de
la torre. Madrid.