Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Tercer Paso
Resolvimos confiar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, según nuestro propio
entendimiento de EL
En el Primer Paso admitirnos que “éramos incapaces de afrontar solos el alcohol, y que nuestra
vida se había vuelto ingobernable.” En el Segundo Paso nos dimos cuenta de que no teníamos las
respuestas a todas las preguntas y que un “Poder superior a nosotros” podía ayudamos. Muchos
de nosotros damos a este Poder Superior el nombre de Dios mientras que otros piensan que este
Poder es el grupo. Esto no tiene importancia ya que lo que realmente importa es creer en una
entidad externa, diferente de nosotros, que nos pueda ayudar.
Muchos nos acordábamos de Dios cuando queríamos recibir algún don o para que resolviera todos
nuestros asuntos; solamente orábamos cuando necesitábamos algo y nos sentíamos
decepcionados cuando no obteníamos lo que queríamos. No nos dábamos cuenta de que le
estábamos pidiendo a Dios que hiciera nuestra voluntad.
Al verlo de esta manera, este Paso nos hace más independientes y nos quita la preocupación por
los resultados de nuestras acciones, siempre que hayamos obrado correctamente, y esto nos trae
una verdadera paz interior.
Muchos de nosotros hemos culpado a Dios por todas nuestras desgracias cuando en realidad no
estábamos haciendo todo lo que nosotros podíamos hacer en cada una de las situaciones.
Debemos recordar de ser siempre sinceros con nosotros mismos. Hablar de ello con una persona
de confianza nos ayudará a ver si nos estamos engañando a nosotros mismos.
Si podemos vemos como parte de un plan general, la tentación de ser engreídos será menor.
Debemos recordar que el problema que tenemos en frente nunca será mayor que el Poder que
nos respalda.
Cuando llevamos ya algún tiempo en Alateen y hemos alcanzado cierta paz interior mediante la
utilización de los tres primeros Pasos, podemos proseguir con el Cuarto Paso.