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MATERNA EN LACTANTES
HASTA 12 MESES
REGISTRADOS EN
EL SUBCENTRO DE SALUD
DE “SININCAY” DURANTE EL
AÑO 2012
OBJETIVOS
General:
Específicos:
1. Dar charlas a las nuevas madres sobre la importancia en los niños para un
correcto desarrollo
La lactancia materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo, no solo
por los componentes beneficiosos que contiene la leche materna sino también por la
creación del vínculo afectivo que se produce entre el recién nacido y la madre,
considerado como una experiencia única e inolvidable. Cabe destacar que mientras el
bebé está siendo amamantado se está protegiendo contra numerosas enfermedades
inmunitarias como la diabetes, arteriosclerosis, infarto de miocardio, enfermedad de
Crohn. Además de la protección contra determinadas enfermedades favorece el
desarrollo intelectual del bebe. Otros beneficios que brinda la leche materna es que
estimulan la proliferación celular, la síntesis de ADN y ARN, y el crecimiento y maduración
de ciertos órganos; los beneficios de la lactancia materna no sólo favorecen al bebé sino
que también aporta numerosas ventajas a la madre así como: perder el peso ganado
durante el embarazo más rápidamente, tener menor riesgo de hipertensión, tener menos
probabilidades de sufrir la depresión portátil, disminuye el riego de tener en un futuro
cáncer de mama y de ovario, y también disminuye el riesgo de tener osteoporosis en un
futuro.
La leche materna está compuesta por agua (88 %), proteínas el (0.9 %), nitrógeno no
proteico, grasas (40 a 50 %), carbohidratos (40 %), minerales, calcio, fosforo, hierro (50 %),
zinc y vitaminas (liposolubles e hidrosolubles). Los principales lípidos de la leche materna
son los triglicéridos, fosfolípidos, ácidos grasos y esteroles. Entre otro componentes esta
las hormonas, la más relevante es la eritropoyetina estimula a la formación de glóbulos
rojos, la maduración del sistema nervioso central, el sistema inmune y la maduración
intestinal. El pH de la leche materna es de 7 (neutro) y su aporte energético está entre 70
a 76 Kcal./dl(100ml o 3.5 onzas)
La leche materna es considerada el mejor alimento para los recién nacidos e infantes,
debido a que es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que
necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Prácticamente todas las mujeres
pueden amamantar a su hijo, obviamente siempre que disponga la madre de buena
información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud. La lactancia trae
ventajas tanto para la madre como para él bebe.
La leche materna es la forma ideal e inigualable de aportar a los niños pequeños los
nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo. La lactancia materna se
recomienda exclusivamente hasta alrededor de los seis meses, puesto que es el mejor
alimento para él bebe, a más de ser una norma establecida internacionalmente
también nos puede ahorrar tiempo y dinero.
El motivo por el cual realizamos esta investigación es para contribuir con información
e importancia para una adecuada nutrición tanto para la madre como para el niño,
aprovechando los nutrientes que ofrece la leche materna; además de educar a las
madres para un correcto masaje y aseo de los senos antes y durante el
amamantamiento del bebe, ya que estos puntos de vista son muy importantes de los
cuales deberíamos considerar en el periodo de lactancia. También nuestra prioridad es
establecer semejanzas y diferencias de la leche materna con la leche en formula,
debido a que no poseen los mismos nutrientes, ni las mismas ventajas.
METODOLOGÍA
Otro instrumento que utilizamos fue los datos estadísticos que nos proporcionaron en
el subcentro.
Visita al centro de X X
salud
Entrevista con la X
directora
Visita y entrevista X
con el Dr. Juan
Espinoza
Corrección del X
anteproyecto
Rectificación y X
presentación de la
anteproyecto
Presentación del X
anteproyecto final
RECURSOS HUMANOS
RR.HH APORTE
Dr. Juan Espinoza Datos estadísticos, información sobre
lactancia (folletos)
RECURSOS MATERIALES:
Computadora
Internet
Copias
Impresiones
Carpetas
Transporte
Esferos
Cuadernos
Marcadores
Cartulina
Fomix
RUBROS ECONÓMICOS:
CARTULA……………………………………………………………………... I
DEDICATORIA……………………………………………………………… II
AGRADECIMIENTO……………………………………………………… III
ÍNDICE………………………………………………………………………… IV
INTRODUCCIÓN…………………….……………………………………. V
CONTENIDO
CAPITULO 1
Amamantar puede tomar tiempo y práctica. Sin embargo, con la ayuda de las
enfermeras, expertos en lactancia materna, el médico o grupos de apoyo, usted puede
disfrutar de los beneficios y recompensas de la lactancia.
Durante las primeras horas se debe ofrecer el pecho si llora, y en caso de que pase
dormido mucho rato, se le debe despertarle para darle de mamar y evitar una
deshidratación. Hoy en día se recomienda dar el pecho a demanda, pero durante las
primeras semanas del bebé has de intentar que realice 8 tomas diarias.
La lactogénesis
La galactopoyesis:
La prolactina:
Promueve la producción de leche materna
La oxitocina:
Se produce en el hipotálamo y la hipófisis la secreta, por lo tanto la
oxitocina estimula la secreción de la misma.
Su volumen puede variar entre 2 a 20 ml por toma en los 3 primeros días. Esto
es suficiente para satisfacer las necesidades del recién nacido. Tiene 67 Kcal.
/100 ml.
PRODUCCIÓN DE LA LECHE:
Hablamos de una succión correcta, cuando ésta permite al bebé alimentarse sin
producir molestias o dolor a la madre; mientras que una succión es incorrecta
cuando como consecuencia de la misma tenemos grietas en los pezones, dolor,
poca ganancia de peso, irritabilidad.
Además, la madre que está dando el pecho a su bebé podrá ver que:
La compresión del seno no es necesaria si todo anda bien. Cuando es así, la madre
debería permitirle al bebé "terminar" del primer seno y, si el bebé quiere más,
ofrecerle el otro lado.
La compresión del seno funciona particularmente bien durante los primeros días,
para ayudar al bebé a tomar más calostro. Los bebés no necesitan mucho calostro,
pero sí necesitan algo. Un buen agarre y la compresión ayuda al bebé.
La compresión del seno ayuda a la continuidad del flujo de la leche una vez que el
Lo anterior es lo que mejor funciona, pero si usted encuentra una forma que resulte
mejor para mantener la succión del bebé con un tipo de succión abrir – pausa - cerrar,
haga lo que funcione mejor para usted y su bebé. Siempre y cuando esto no maltrate
su seno y el bebé esté "tomando" (succión tipo abrir – pausa - cerrar), la compresión
del seno está funcionando bien.
No siempre tendrá que comprimir el seno. Al mejorar la lactancia, usted podrá dejar
que las cosas sucedan naturalmente.
Durante los primeros 4 a 6 meses de vida, los bebés sólo necesitan leche
materna o de fórmula para satisfacer todas sus necesidades nutricionales.
Si se amamanta, un recién nacido tal vez necesite alimentarse de 8 a 12 veces al
día (cada 2 a 4 horas) o a petición del bebé.
Los bebés que reciben leche maternizada o fórmula tal vez necesiten
alimentarse alrededor de 6 a 8 veces al día, comenzando recién nacidos con 2 a
5 onzas (60 a 150 ml) de fórmula cada vez que se alimentan (para un total de 16
a 35 onzas - 470 a 1,000 ml por día). Como con la lactancia materna, el número
de alimentaciones se reducirá a medida que el bebé crezca, pero la cantidad de
fórmula aumentará hasta aproximadamente 6 a 8 onzas (177 a 236 ml) por
alimento.
Nunca le dé miel a un bebé, ya que ésta puede contener las esporas que causan
botulismo y el sistema inmunitario del bebé no está completamente
desarrollado para combatir esta enfermedad.
Aunque un bebé puede dormir toda la noche, es posible que sea necesario
despertarlo para alimentarlo si no come lo suficiente durante el día o si está
bajo de peso.
Los chequeos de rutina con el médico para controlar el crecimiento del bebé
sirven para asegurarse de que se le está suministrando la alimentación
adecuada durante el día. El médico o el nutricionista le informarán si es
recomendable despertar al bebé para alimentarlo.
De 4 a 6 meses de edad
Comience la dieta sólida con cereal de arroz para bebés fortificado con hierro
mezclado con leche materna o de fórmula hasta lograr una consistencia suave.
El cereal puede mezclarse con leche hasta lograr una consistencia más espesa,
a medida que el bebé aprende a controlarlo en la boca. Inicialmente, ofrézcale
cereal dos veces al día en porciones de 1 a 2 cucharadas (cantidad seca, antes
de mezclarla con leche materna o de fórmula). Aumente gradualmente a 3 o 4
cucharadas de cereal. El cereal no se debe dar en biberón, a menos que el
pediatra o el nutricionista lo recomienden, por ejemplo, por el reflujo.
Una vez que el bebé esté comiendo el cereal de arroz de manera rutinaria, se
pueden introducir otros cereales instantáneos fortificados con hierro. Sólo
introduzca un nuevo cereal por semana, de manera que pueda observar si hay
intolerancia o alergias.
De 6 a 8 meses de edad
Cuando el bebé haya probado varios cereales diferentes, ensaye con compotas
y verduras. Con respecto a las compotas y las verduras, introduzca una a la vez
y espere dos a tres días entre ellas para ver si produce alguna reacción alérgica.
Las verduras blandas cocidas, las frutas lavadas y peladas, las galletas
integrales, las tostadas delgadas y los tallarines son alimentos que el bebé
puede recibir en las manos. No se recomiendan las comidas saladas y/o
azucaradas. Los alimentos para la dentición, tales como las tiritas de tostada,
las galletas simples, el pan ácimo y los bizcochos para la dentición también
pueden empezar a introducirse en esta etapa.
De 8 a 12 meses de edad
A los 8 a 12 meses de edad, el bebé está listo para ingerir carne desmechada o
finamente picada. A los bebés lactantes, empiece a darles carne a los ocho
meses (la leche materna no es una fuente alimenticia rica en hierro, pero los
bebés tienen reservas de hierro adecuadas que les alcanzan hasta los 8 meses,
edad en la cual se pueden suministrar alimentos ricos en hierro como las
carnes).
Como sucede con otros alimentos, ofrézcale al bebé sólo un nuevo tipo de
carne por semana, en porciones de 3 o 4 cucharadas, usando carne molida o
finamente picada, salchichas o carne desmechada. Los tamaños de las
porciones de frutas y verduras aumentan de 3 a 4 cucharadas, cuatro veces al
día. Los huevos se pueden suministrar de 3 a 4 veces por semana, pero sólo la
yema hasta cuando el bebé cumpla un año, pues algunos niños son sensibles a
la clara de los huevos.
Un año de edad
A los niños menores de un año no se les debe suministrar leche entera, ya que
se ha demostrado que produce conteos sanguíneos bajos. Sin embargo, se les
puede suministrar queso, requesón y yogur en pequeñas cantidades.
Los niños pequeños no crecen tan rápido como los bebés, por lo que sus
necesidades nutricionales relativas a la talla disminuyen durante el segundo
año de vida y, aunque siguen aumentando de peso, no lo duplican, como lo
hacen los bebés. Sin embargo, tenga en cuenta que los niños pequeños se están
volviendo cada vez más y más activos, a medida que aprenden a gatear y a
caminar. Los niños pequeños y los que empiezan a caminar por lo general
comerán sólo pequeñas cantidades a la vez, pero lo harán con frecuencia (de 4
a 6 veces diarias) durante todo el día, así que se aconseja encarecidamente
tomar refrigerios.
Usted debe comer cinco porciones de alimento que tenga suficiente calcio todos los
días, entre ellos, leche, yogur, queso, salmón, brócoli y tofu.
Esta es sólo una guía. Es probable que usted necesite comer más de acuerdo con su
talla y nivel de actividad.
Beber líquidos
Alimentos
Las madres lactantes pueden ingerir sin problema cualquier tipo de alimento
que les guste. Algunos alimentos le pueden dar sabor a la leche materna, pero
los bebés casi nunca reaccionan ante esto. Si su bebé está inquieto después de
que usted consume cierto alimento o condimento, trate de evitar consumir
dicho alimento por un tiempo y luego vuélvalo a consumir más tarde para ver si
es un problema.
Es posible que algunos alimentos altamente alergenos (fresas y maní) puedan
pasar a la leche materna, lo que incrementa el riesgo de una alergia alimentaria
posterior en el bebé. Si esto es preocupante, hable de estas alergias con el
pediatra.
Otros consejos:
El sistema digestivo del bebé no es algo que podamos observar fácilmente, pero los
estudios que se han llevado a cabo indican que alrededor de los 6 meses puede ser
un buen momento para introducir nuevos alimentos reduciendo el riesgo de
alergias y otros perjuicios que puede provocar su introducción demasiado precoz.
A partir de esa edad, hay bebés que ya están preparados, y otros que necesitan un
poco más de tiempo. La mayoría de bebés están listos entre los 6 y 8 meses.
Los signos de desarrollo que indican que el bebé está preparado son:
A veces hemos observado que todo esto coincide con que el bebé amamantado
muestra (hacia los 6 meses o más tarde) un aumento de su demanda de leche
materna durante un período prolongado, sin relación con ninguna enfermedad,
erupción de los dientes, un cambio de rutinas o un estirón. No obstante, puede ser
difícil discernir si el aumento de la demanda está relacionado con alguno de estos
factores, o si es un signo de estar preparado para los nuevos alimentos. Casi todos
los bebés de alrededor de 6 meses están echando los dientes, pegando un estirón
o experimentando algún cambio en su desarrollo que puede impulsarles a pedir
más el pecho. Asegúrate de que tu bebé cumple todos los signos de preparación
que hemos señalado arriba.
Que hacer si el bebé de 4-5 meses parece preparado para comer otras cosas
A veces, los bebés de 4-5 meses pueden parecer muy interesados en participar en
las comidas, pero eso no siempre significa que estén preparados para comer otras
cosas. Lo más frecuente es que se trate de una etapa más de su desarrollo en la
que quieren imitar lo que hacen los demás. Muchos estudios indican que retrasar
la ingestión de otros alimentos hasta alrededor de los 6 meses comporta
numerosos beneficios para la salud de todos los bebés, no sólo aquellos que
todavía no se interesan por las comidas.
Hay muchas cosas que puedes hacer para permitir que el bebé participe en las
comidas sin necesidad de empezar a tomar otros alimentos:
Permite que el bebé se siente con la familia durante las comidas, ya sea en
tus rodillas o en una trona.
Dale un vaso con un poco de agua o de leche materna previamente
extraída. Así, el bebé puede disfrutar y entretenerse durante la comida, a la
vez que aprende a usar el vaso.
Ofrécele al bebé cucharas, vasos, cuencos y otros utensilios con los que no
pueda hacerse daño, para jugar durante la comida.
Dale un cubito de hielo (de una medida adecuada, con el que no se pueda
hacer daño) para jugar.
A partir de los 7 meses, el niño reconoce las emociones primarias en las figuras
cercanas que le cuidan, como la de sus hermanos, sus abuelos, su padre o
su madre. Para el cambio de transición de la lactancia a la alimentación, siguiendo
las recomendaciones de la tabla anteriormente mencionada, el único problema
que se presenta es el de la autoridad y firmeza en la decisión del cambio
alimenticio, pues, quienes saben lo que necesita el bebé para continuar creciendo
son los padres
Por ejemplo:
ADIÓS A LA LACTANCIA
El abandono definitivo de la lactancia es un asunto de gran peso emocional para la
madre y para el bebé. Suele en ciertas mujeres darles mucha tristeza perder
definitivamente el vínculo tan estrecho y cercano que establecemos con nuestro
pequeño mamador, no por pensar que voy a privarle de algo importante para él,
sino por un sentimiento de pérdida del sentimiento íntimo y amoroso que se
establece entre nosotros durante la lactancia.
Muchas mamás no saben muy bien qué hacer cuando tan sólo les quedan dos o
tres semanas de baja maternal para incorporarse al trabajo y el bebé (con apenas
4 meses) está acostumbrado a la lactancia exclusiva.
Todavía es pequeño para tener una alimentación
complementaria y la adaptación al biberón y cuesta
mucho trabajo acoplarse. Por eso deben darse tiempo.
No es necesario que tras la baja maternal, hagan
un destete completo, si no quieren, seguramente
pueden mantener, al menos, dos tomas (primera hora
de la mañana y la de la noche).
Hay niños que son amamantados hasta los 4, 5 o 6 años. Esto puede ser poco
frecuente, pero no perjudicial, según las investigaciones de los expertos. Al
contrario, parece ser que la prolongación de la lactancia materna es una fuente
de beneficios tanto para la mamá como para su bebé. A pesar de los perjuicios
sociales de amamantar a niños mayorcitos, la leche materna es una fuente
incomparable de defensas (de hecho la concentración de células inmunológicas
en la leche aumenta en el segundo año), por lo que el niño amamantado se
beneficia del aporte de defensas materno mientras su propio sistema inmulógico
acaba de madurar, una maduración que se realiza entre los 2 y los 6 años de
edad.
Además, la lactancia materna hasta al menos los dos años, protege ante
la diabetes tipo 1 y evita el riesgo de obesidad y sobrepeso. Se ha demostrado
una prevalencia de obesidad a los 5-6 años de edad del 4,5 % en niños no
amamantados y del 0,8 %en aquellos con lactancias superiores al año de edad.
Por otra parte, la crianza con apego tiene numerosos beneficios psicológicos para
los niños amamantados. La lactancia proporciona alimento, consuelo,
ternura, comunicación entre madre e hijo, contacto y traspaso de oxitocina de
madre a hijo, que es la hormona del amor, debido a que la lactancia aumenta sus
niveles en la madre.
Lo que parece claro es que a partir del año de vida, el destete se convierte más
en una cuestión psicológica que física porque la leche materna ya no constituye
el principal alimento del bebé y es probable que cuanto más mayor sea, más le
cueste desprenderse del calor y del arrullo del pecho.
Por tanto, una vez tomada la decisión de destetar al bebé, lo más importante es
hacerlo de manera gradual, sin traumas, ni dudas porque es importante no dar
marcha atrás. Transmitir seguridad al bebé y la confianza de que entre los dos lo
van a conseguir es fundamental a la hora de afrontar retos difíciles como
la introducción del biberón o de la alimentación complementaria. Evita estar con
él en los lugares donde habitualmente antes le dabas el pecho durante un
tiempo o cambia un poco la decoración de estos lugares para que ese momento
no le recuerde al pecho, procura que le dé el biberón otra persona y no estés
cerca o en su campo de mira durante las tomas de biberón.
Y lo más importante, dale tiempo. Es mejor que se acostumbre poco a poco, que
forzar la situación. Ya verás como todo va bien. Si tu bebé se ha acostumbrado
a dormirse con el pecho en la boca, lo normal es que tu hijo reclame lo que tenía
y más si lo tenía asociado a dormir. En este caso, es recomendable enseñarle a
dormir sin el pecho primero y destetarle después. Puede ser difícil, pero no
imposible.
BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA
Alergias
Infecciones de oído
Gases, estreñimiento y diarrea
Enfermedades de la piel (eccema)
Infecciones estomacales o intestinales
Sibilancias
Enfermedades respiratorias como neumonía y bronquiolitis
Diabetes
Obesidad o problemas de peso
Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)
Caries dental
Evite los alimentos que puedan ahogar al bebé, como palomitas de maíz, nueces,
papitas fritas, almendras, bayas, uvas, perros calientes, verduras crudas, uvas pasas
y hojuelas de cereal.
El tiempo que cada bebé necesita para completar una toma es diferente para cada
bebé y cada madre y también varía según la edad del bebé y de una toma a otra.
Además, la composición de la leche no es igual al principio y al final de la toma, ni
en los primeros días de vida o para un bebé de 6 meses. La leche del principio es
más aguada pero contiene la mayor parte de las proteínas y azúcares; mientras que
la leche del final de la toma, es menos abundante pero tiene más calorías (el
contenido en grasa y vitaminas es mayor).
Tanto el número de tomas que el niño realiza al día, como el tiempo que invierte en
cada una, es muy variable, ya que depende del niño y por tanto, no hay que
establecer reglas fijas. Aunque al principio, durante los primeros 15 ó 20 días de
vida, es conveniente intentar que el niño haga al menos unas 8 tomas en 24 horas.
Tampoco es aconsejable que la madre o quienes la acompañan limiten la duración
de cada toma, el bebé es el único que sabe cuándo se ha quedado satisfecho y para
ello es importante que haya tomado la leche del final de la toma. Lo ideal es que la
toma dure hasta que sea el niño quien se suelte espontáneamente del pecho.
Es posible que haya escuchado que la alimentación por la noche puede llevar a
lo que solía llamarse caries dental por el biberón. La leche materna de por sí es
el alimento más saludable para los dientes de los bebés, de día o de noche.
Tiende a disminuir la proliferación de bacterias y la producción de ácido.
Sin embargo, cuando la leche materna se alterna con alimentos o bebidas
azucaradas, la caries dental puede aparecer más rápido que con el azúcar solo.
La alimentación en las horas de la noche puede ser maravillosa, pero evite los
refrigerios y bebidas azucaradas para el bebé o el niño que comienza a caminar
durante todo el día y, en especial, cerca de la hora de dormir.
Suministro de leche
Algunas madres dejan de amamantar a sus bebés durante los primeros días o
semanas porque sienten que no están produciendo suficiente leche y puede
parecer como si el bebé siempre tuviera hambre. Usted no puede calcular la
cantidad de leche que el bebé está ingiriendo, así que puede preocuparse de
que no esté produciendo suficiente leche. En realidad, la creciente necesidad
del bebé de ser amamantado da una señal al cuerpo para que produzca más
leche. Ésta es la forma natural en que el cuerpo determina la cantidad de leche
que se necesita y proporciona un suministro adecuado.
Las primeras semanas pueden ser difíciles y frustrantes para la madre, pero no
se debe rendir. Si puede resistir la tentación de suplementar la dieta del bebé
con leche maternizada o de fórmula durante las primeras cuatro a seis
semanas, su cuerpo responderá positivamente y producirá un suministro de
leche adecuado. El hecho de dar al bebé leche maternizada como suplemento
es sólo una manera de engañar al cuerpo haciéndole creer que el suministro
actual de leche materna es el apropiado.
Muchas madres lactantes tienen dificultad para encontrar tiempo para dedicarle a
la creciente demanda de alimentación durante este período de ajuste. Con
frecuencia, puede ser de ayuda el hecho de comprender cómo y por qué esto
sucede, y saber que es algo temporal. Es aconsejable para las madres lactantes
calmarse y disfrutar la tarea de alimentar a su bebé. Pida y acepte ayuda con otras
responsabilidades para disponer de más tiempo libre para la alimentación de su
bebé.
Pero recuerde, alimentar con biberón al bebé cuando usted está cansada o cree
tener poca leche le da una señal al cuerpo de que produzca menos leche, lo que
ocasiona más fatiga y frustración para usted y su bebé. Amamantar al bebé cuando
éste lo pide es un trabajo de tiempo completo y agotador. Su cuerpo necesita
energía para producir suficiente leche, así que asegúrese de estar obteniendo la
nutrición, el descanso y el sueño adecuados. Cuidarse bien es necesario para poder
cuidar bien a su bebé.
Durante el primer mes, el bebé puede defecar después de cada comida; sin
embargo, esta frecuencia disminuye con la edad. No se preocupe si las deposiciones
ocurren después de cada comida o cada tres días, en tanto el patrón de defecación
sea regular y el bebé se esté desarrollando bien (aumentando de peso).
Con frecuencia, el cólico se inicia a la misma hora cada día y aparece de una
forma repentina. Cuando los bebés lloran, también suelen mover las piernas y
los brazos, encogiéndolos y posteriormente estirándolos, expresando agitación
y nerviosismo. El llanto puede ser tan intenso por momentos, que algunos
bebés se quedan privados. Al llorar, el bebé traga aire y eso suele provocar más
dolor por la acumulación de gases y puede hacer que el estómago del bebé se
vea hinchado y duro
La duración de los síntomas sigue la regla de los 3:3, que responde a 3 horas de
llanto al día, durante al menos 3 días a la semana, durante 3 semanas.
A pesar del dolor abdominal, los bebés que presentan cólicos comen y suben
de peso normalmente. El diagnóstico del cólico se basa en la descripción que
dan los padres del llanto de su bebé. Pero un examen físico es importante para
asegurarse que el bebé no tiene una hernia o algún otro problema médico que
necesite atención
Los cólicos del lactante han sido motivo de preocupación para padres y
pediatras desde hace varias décadas, especialmente en países de cultura
"occidental", a pesar de que son relativamente frecuentes entre los recién
nacidos. Se estima que alrededor de un 30 por ciento de los bebés padecen
cólicos al finalizar la tarde.
Aunque, diversos estudios han constatado que en los países o culturas menos
"avanzados", en los que la práctica habitual es llevar a los bebés sujetos al
cuerpo de forma continua, los bebés lloran muy poco y, sorprendentemente,
no tienen cólicos.
Por esta razón, se ha asociado la aparición de los cólicos del lactante a una
necesidad de contacto físico con la madre. Existen otras teorías que relacionan
el estrés con la aparición de cólicos en el bebé lactante, como la adaptación del
bebé a la vida fuera del útero materno. El tipo de alimentación también puede
ser un desencadenante, ya que la proteína de la leche de vaca puede producir
alergia a los bebés, favoreciendo la aparición de los cólicos.
Sin embargo, el cólico del bebé lactante es todavía una incógnita para la ciencia
médica porque no se ha hallado una causa específica que lo desencadene, por
tanto, no existen medicinas, ni soluciones efectivas. Sin embargo, es
recomendable tomar una serie de medidas preventivas tanto si tu bebé se
alimenta de leche materna como si toma biberón.
Por otra parte, consulta con el pediatra y tu médico sobre la medicación que
estás tomando, para identificar el compuesto químico de los fármacos y valorar
si puede pasar a tu bebé a través de la leche materna.
LA OSTEOPATÍA
De la misma manera que hay que lavarse las manos antes de comer, a la hora
de amamantar al niño se debe aplicar la misma rutina. En cuanto a lo demás,
todos son cuidados básicos, como la alimentación. No obstante, si la madre es
fumadora, este es un buen momento para plantearse dejarlo. Si resulta
imposible, es preferible fumar justo después de la toma y no hacerlo en
presencia del niño. En este caso siempre será mejor que darle una leche
artificial.
Los niños que permanecen en ambientes con humo tienen mayor incidencia
de infecciones respiratorias agudas y de asma. Lo mismo puede aplicarse al
alcohol, aunque si la madre sólo bebe ocasionalmente y de forma moderada,
probablemente no le costará ningún esfuerzo dejarlo por completo. Por lo
demás, la madre no necesita variar sus hábitos de comida o de bebida. Es
posible que la madre tenga más sed, pero no es necesario beber a la fuerza.
Sólo en el caso de alergias podría ser necesario suprimir algún alimento de la
dieta de la madre.
Esto suele pasar en los bebés de entre dos y seis meses que sueltan el pecho
ante la más mínima distracción (real o imaginaria), e incluso olvidan soltarlo
antes de darse la vuelta. Se trata de una etapa más de su desarrollo que puede
resultar bastante molesta, cuyo momento álgido se da entre los cuatro y cinco
meses.
Alrededor de los dos meses, el bebé será capaz de ver con claridad los objetos
de la habitación. Alrededor de los tres meses, empezará a estar despierto más
tiempo y sentirá más interés por su entorno. Además, está empezando a
reconocer que es algo distinto de mamá. Todo esto puede hacer que se
despiste con mayor facilidad. Cuando el bebé empieza a ser consciente del
resto del mundo, le resultará difícil concentrarse en tomar el pecho. A medida
que crezca, aprenderá a mamar y prestar atención al mundo externo al mismo
tiempo.
Por otra parte, en esta etapa, al dar el pecho con menos frecuencia y
durante menos tiempo, puede reducirse la producción de leche, así que
puede ser buena idea hacer lo posible por conseguir una cuanta toma
completas al cabo del día.
La leche materna conlleva muchos beneficios para la mamá y el bebé, por lo que es
conveniente conocer algunos trucos para facilitar la lactancia materna:
Siéntese en una silla cómoda, con soporte para los brazos si es posible, y
coloque al bebé sobre su abdomen, barriga con barriga. La cabeza del bebé se
acuna en la curvatura del brazo suyo, con la cara volteada hacia la mama,
quedando las rodillas del bebé debajo de la otra mama. La cabeza, espalda y
piernas del bebé deben quedar derechas. Esta posición puede mantenerse
durante el transcurso de la alimentación. Si comienza a sentir dolor en el pezón
mientras está amamantando, verifique si el bebé se ha ido resbalando hacia
abajo y si las rodillas comienzan a voltearse hacia arriba, en vez de estar
metidas cerca de su costado.
Para muchas mujeres, no hay una causa clara del dolor en el pezón. Un simple
cambio de posición de su bebé mientras lo alimenta puede aliviar el dolor en el
pezón.
La madre podría tener dolor en el pezón si el bebé continúa la succión a medida que
se desprende de la mama. Para evitar esto se le puede ayudar al bebé a aprender a
soltar el pezón (y reducir la molestia) introduciéndole suavemente un dedo por un
lado de la boca para interrumpir la succión.
Cuando la piel que está demasiado seca o muy húmeda también puede causar dolor
en el pezón. La humedad puede deberse al uso de sostenes confeccionados con
telas sintéticas (artificiales), las cuales pueden aumentar la sudoración y disminuyen
la evaporación. El uso de jabones o soluciones para quitar los aceites naturales de la
piel puede causar resequedad de la misma. El aceite de oliva, la leche exprimida y
los aceites que contengan lanolina pueden ayudar a aliviar los pezones secos o
cuarteados.
Una vez que el bebé está bien colocado, la madre puede estimular al bebé para
que abra la boca rozando sus labios con el pezón y a continuación, desplazar al
bebé suavemente hacia el pecho. El niño se agarrará más fácilmente si se le
acerca desde abajo, dirigiendo el pezón hacia el tercio superior de su boca, de
manera que pueda alcanzar el pecho inclinando la cabeza ligeramente hacia
atrás. Con esta maniobra, la barbilla y el labio inferior tocarán primero el
pecho, mientras el bebé tiene la boca abierta. El objetivo es que el niño
introduzca en su boca tanto pecho como sea posible y coloque su labio inferior
alejado de la base del pezón.
En caso de tener pechos grandes, puede ser útil sujetarse el pecho por debajo,
teniendo la precaución de hacerlo desde su base, junto al tórax, para que los
dedos de la madre no provoquen dificultades a la hora de dar el pecho al
pequeño. De la misma forma, hay que tener la precaución de evitar que el
brazo del niño se interponga entre éste y la madre. Asimismo, se nota que el
bebé "trabaja" con la mandíbula, cuyo movimiento rítmico se extiende hasta
sus orejas, y que sus mejillas no se hunden hacia adentro sino que se ven
redondeadas.
Consejos:
MALESTARES EN LA LACTANCIA
El tratamiento abarca:
MASTITIS
CANDIDIASIS BUCAL
La candidiasis bucal es una infección común por cándida que puede pasar de la
madre al bebé durante la lactancia materna. Los hongos del género cándida
prosperan en áreas cálidas y húmedas.
La boca del bebé y los pezones de la madre son sitios perfectos para que los
hongos del género cándida proliferen. Una candidiasis puede ser difícil de
curar, pero afortunadamente es poco común. Estas infecciones con frecuencia
ocurren durante o después de tratamientos con antibióticos.
Funciones
Un lugar de trabajo ideal brindará un cuarto privado para madres que estén
amamantando, con una silla cómoda y un sacaleches eléctrico para el uso de
todas las madres lactantes. De ser posible, haga los arreglos necesarios para
alimentar a su bebé a la hora del almuerzo.
SACALECHES
Al almacenar la leche para su uso en la casa, lávese las manos antes de exprimir
(bombear). Use biberones o tazas plásticas duras de 2 a 3 onzas que hayan sido
lavadas en agua caliente y jabonosa y que estén bien enjuagadas. Deben tener una
tapa que encaje herméticamente, como una tapa de atornillar.
Las bolsas de alta resistencia que encajen en un biberón de recién nacidos también
sirven. NO use bolsas plásticas de uso cotidiano ni bolsas para biberón con leche
maternizada, ya que se pueden filtrar. Siempre feche la leche antes de guardarla. La
leche materna fresca puede mantenerse a temperatura ambiente hasta por 8 horas
y refrigerada durante 5 a 7 días.
Ponerla en el refrigerador.
Hacerla girar en un tazón de agua caliente.
La leche materna es el mejor alimento que puede recibir tu bebé y también la mejor
medicina que existe para muchos recién nacidos y bebés con problemas de salud
como los prematuros o los que han nacido con bajo peso. Si se desea ser una mamá
donante, los bancos de leche ofrecen la oportunidad de compartir la leche con ellos.
Para poder donar la leche a un banco de leche materna es indispensable que estés
dando el pecho al bebé y te encuentres en un buen estado de salud.
Es necesario, además, que tengas una buena cantidad de leche que te permita
extraerte una cantidad extra de leche para donarla. Quedan descartadas
las mujeres fumadoras, que tomen alcohol, o consuman drogas o
medicamentos sin control médico, las que padezcan enfermedades crónicas o
infecciosas y las que hayan practicado actividades de riesgo para contraer
enfermedades de transmisión sexual. En el banco te citarán para realizarte un
historial clínico mediante una entrevista y una analítica. Después, deberás
firmar un documento en el que te declaras sana y das constancia de llevar unos
hábitos de vida saludables.
Puedes donar tanta leche como quieras hasta que finalices el periodo de
lactancia. La cantidad de leche que se extrae una madre varía mucho de una
mujer a otra y de una semana a otra. Se prefieren las donaciones frecuentes y
abundantes, pero también son útiles las donaciones únicas o de pequeñas
cantidades. Cada gota es importante. Cantidades como 20 mililitros pueden ser
útiles para un niño muy prematuro durante varios días.
Esta leche es para los bebés que no pueden recibir la leche de sus madres
biológicas debido a distintas circunstancias. En ocasiones, ellas no pueden
alimentarles por estar enfermas o muy angustiadas por la hospitalización de su
hijo. Tienen preferencia los bebés más vulnerables: prematuros, con problemas
de salud, recién nacidos que van a someterse a intervenciones quirúrgicas o
que han nacido con patologías graves porque mejora sus posibilidades de
recuperación, supervivencia y desarrollo.
Los prematuros y los bebés que han nacido con bajo peso se caracterizan por
tener un sistema digestivo inmaduro y necesitan la leche materna que es
más digestiva para alimentarse y absorber correctamente todos sus nutrientes.
Se ha demostrado que alimentación de los prematuros con leche materna
previene la incidencia de la enterocolitis necrotizante que provoca la ingesta de
otras leches para la alimentación de los prematuros. Además, la leche materna
mejora su sistema inmune, les protege frente a infecciones, y contribuye a
su crecimiento, maduración y desarrollo.
LECHE EN FÓRMULAS
Dar el pecho al bebé u optar por la lactancia artificial es la gran duda de algunas
mujeres embarazadas. Sin embargo, en opinión de los expertos no debería haber
dudas, ya que la lactancia materna es lo mejor para los bebés. Numerosos estudios
han demostrado que el mejor alimento para el recién nacido es la leche de la
madre, sobre todo, durante los seis primeros meses a demanda y en exclusiva,
como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Casi todos bebés toleran bien estas fórmulas. Los melindres y cólicos
son problemas comunes. La mayoría de las veces, las fórmulas a base de
leche de vaca no son la causa de estos síntomas y los padres no
necesitan cambiar a una fórmula diferente. Estas fórmulas están hechas
con la proteína de leche de vaca que ha sido modificada para que sea
más parecida a la leche materna. La lactosa y los minerales de la leche
de la vaca, al igual que los aceites vegetales, minerales y vitaminas
también están en la fórmula.
Este tipo de fórmula puede ser útil para bebés que tengan verdaderas
alergias a la proteína de la leche y para aquéllos con salpullidos o
sibilancias causadas por alergias. Las fórmulas hipoalergénicas
generalmente son mucho más costosas que las comunes.
Fórmulas deslactosadas:
Limpie los biberones y tetinas con jabón y luego hiérvalos en una cacerola
cubierta durante 10 minutos, se deben enfriar mientras aún estén cubiertos.
Los padres pueden preparar suficiente fórmula que les dure hasta 24 horas.
Recomendaciones
Se recomienda que los bebés sean alimentados con fórmula fortificada con
hierro o leche materna durante al menos 12 meses. Las fórmulas estándar
contienen 20 Kcal/onza y 0.45 gramos de proteína/onza. Las fórmulas a base de
leche de vaca son apropiadas para la mayoría de los bebés a término y
prematuros.
Los bebés que toman suficiente fórmula y están aumentando de peso por lo
regular no necesitan vitaminas ni minerales adicionales. El médico o la
enfermera le pueden recetar fluoruro extra si la fórmula la están preparando
con agua que no ha sido fluorada.
La fórmula para bebés se puede usar hasta que un niño cumpla un año de edad.
No se recomienda la leche de vaca para niños menores de un año. Después del
año, el niño debe recibir sólo leche entera, no desnatada ni baja en grasa.
LA LACTANCIA Y EL SIDA
Esto quizá en gran parte es cierto, pero en general la mayoría de los niños
alimentados al pecho por madres infectadas con VIH no se infectan a través de la
leche materna. Ha sido difícil, sin embargo, determinar si un niño en particular se
infectó antes del parto, en el parto o por medio de la lactancia. Esta duda se debe
en parte al hecho que, tanto los niños infectados como los no infectados, adquieren
pasivamente los anticuerpos del VIH de sus madres infectadas, pero la presencia de
anticuerpos en las pruebas de VIH estándar no se pueden interpretar como que
existe una infección activa.
Una mujer embarazada con carencia de vitamina A, tiene más probabilidad que
otras de pasar al feto la infección del VIH. La transmisión de la madre al niño a
través de la leche materna se considera ahora relativamente rara. Algunas
diferencias aparentes en las tasas de transmisión en grupos de mujeres de
diferentes países se pueden relacionar con el consumo de vitamina A y otros
factores.
Hay que tomar en cuenta ciertos puntos que también influyen mucho en el
desarrollo del niño durante el embarazo y la lactancia, de lo cual puede provocar
alteraciones o interrumpir el desarrollo correcto del bebe, los causantes pueden
ser los siguientes:
El alcohol
Los anticonceptivos
La cafeína
Las drogas
Remedios naturales
El tabaco
Tratamientos de belleza
Tratamientos dentales
CUIDADOS
Si la madre lactante presenta fiebre o se enferma, debe ponerse en contacto con el
médico. La madre puede continuar amamantando a su hijo sin problema durante la
mayoría de las enfermedades y es probable que el bebé se beneficie de los
anticuerpos de la madre.
Sujetadores de lactancia:
Para evitar la caída de los senos puedes usar un sujetador apropiado para
dar de mamar. Los sujetadores de lactancia suelen reunir los requisitos
adecuados para el cuidado del pecho y la comodidad de la madre para
amamantar al bebé gracias a las piezas desmontables en la zona de los
senos. Si no quieres o no puedes pagar un sujetador de lactancia, elige
uno adaptado a tu nuevo contorno, que no te oprima, preferiblemente de
algodón, que no tenga aros y de tirantes anchos. Es conveniente que lo
uses de día y de noche.
La mama ha de estar bien hidratada. Basta con que realices una ducha al
día y no te excedas lavando los senos varias veces a lo largo del día para
no resecarlos. Para el cuidado del pecho y evitar la aparitción de estrías,
aplica a diario una crema hidratante. Si además tienesgrietas o el pezón
dolorido, puedes utilizar cremas de lanolina sólo en la zona del pezón.
Discos de lactancia:
Leche materna:
Es el mejor protector para los pezones dañados. Si tienes los pezones muy
sensibles, sobre todo al principio de la lactancia materna o incluso te han
salido grietas. Aplica un poco de leche al final de la toma y deja que seque
al aire, es el mejor cicatrizante natural y te ayudará a cuidar el pecho
durante la lactancia.
Una correcta posición del bebé es la mejor ayuda para cuidar el pecho
durante la lactancia ya que evitará que se produzcan complicaciones
como la mastitis y las grietas en el pezón.
Hay un ejercicio muy sencillo que puedes practicar después de las tomas
para cuidar tus pechos durante la lactancia. Utiliza una pelota pequeña,
ponla a la altura del pecho y apriétala con ambas manos. Puedes hacer
unas cuantas series después de las tomas para fortalecer la musculatura
del pecho. También puedes extender los brazos y realizar movimientos
circulares, hacia dentro y hacia fuera.
Si adquieres estos sencillos hábitos para cuidar tu pecho durante la
lactancia materna evitarás que cuando termine este período se produzca
un descolgamiento de las mamas y te hayan aparecido las temidas
estrías.
Tiene tanto dolor en los pezones que no puede poner el bebé al seno. La
alimentación con el dedo durante algunos días le permite que se curen sus
pezones sin causar otros problemas, como por ejemplo, que el bebé se
acostumbre a las tetinas.
Va a necesitar una ayuda de un dispositivo de lactancia hecha de una sonda (92 cm.
de largo) y un biberón con leche materna, agua azucarada, o si es necesario,
fórmula dependiendo de las circunstancias. Se inserta la sonda a través de la punta
agrandada de la tetina dentro del líquido.
Con la ayuda del dedo con la sonda, haga cosquillas en el labio del bebé para que
abra la boca lo suficiente como para que su dedo entre. Si el bebé está dormido,
pero necesita alimentarse, se debe introducir muy suavemente el dedo en su boca.
Generalmente el bebé comienza a succionar aún si está dormido, y al recibir el
líquido se despierta.
Inserte su dedo con la sonda de manera que la parte suave del dedo quede para
arriba. Mantenga su dedo lo más plano posible, el bebé comenzará a succionar el
dedo y permitirá que entre un poquito más y no le va a dar náuseas a menos que
esté satisfecho o acostumbrado al biberón.
Empuje hacia abajo el mentón del bebé si su labio inferior está hacia adentro.
El uso de la alimentación con la ayuda del dedo con una jeringa para empujar la
leche dentro de la boca del bebé es, según mi opinión, muy difícil y definitivamente
no más efectiva que el simple uso de la botella con una tetina con el agujero
agrandado y una sonda saliendo de ésta.
Si tiene problemas con el agarre del bebé al seno o con la succión del seno,
recuerde que un bebé con hambre puede hacer las cosas muy difíciles. Comience
con la técnica de alimentación con ayuda del dedo durante un minuto más o menos.
Una vez que el bebé se calmó un poco y succiona bien su dedo (generalmente, un
minuto, más o menos) trate de ofrecerle el seno nuevamente. Si todavía tiene
dificultad, no se desanime. Vuelva a la técnica del dedo y trate luego o en la
siguiente alimentación. Esta técnica funciona en la mayoría de los casos. Sin
embargo, en algunas ocasiones se necesitan varios días, una semana o más.
Son sustancias que pueden eliminar los efectos perjudiciales de los radicales libres
en las células y que por lo tanto ayudan a evitar y prevenir enfermedades
cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y unas cuantas enfermedades
neurológicas. Pero los antioxidantes no se encuentran solo en la cerveza sin
alcohol. La madre también puede beneficiarse de esta sustancia a través del
consumo de algunas frutas como el mango, la pina y el kiwi, o de verduras como el
brócoli, las zanahorias y la coliflor. El aceite de oliva, así como los frutos secos,
también son ricos en antioxidantes.
Si después de conocer este estudio, estás pensando en tomar cerveza sin alcohol
durante la lactancia, hay que tener claro que una cerveza sin alcohol (‘sin’) no es la
misma que la cerveza light y tampoco es la misma que una cerveza 0,0, según
la revista Consumer.
La cerveza sin alcohol, por ejemplo, debería llamarse “sin tanto alcohol”, ya que,
dependiendo de la marca, puede contener concentraciones de alcohol que
pueden varia de un 0,7 a 0,9 por ciento. El ‘sin’ no siempre es sinónimo de
ausencia de alcohol.
La cerveza 0,0, al contrario, asegura la ausencia total de alcohol en su
composición.
La cerveza light aporta menos calorías al organismo que una cerveza convencional,
pero no está sienta de alcohol. Dependiendo de la marca, puede presentar de 2,4
a 3,5 de alcohol en su composición.
Así que, si estás dando el pecho a tu bebé, ojo a la composición de la cerveza que
vas a consumir.
¡Falso! Aunque durante los primeros días hay mayor sensibilidad en los
pezones, esta es una situación temporal que dura sólo unos días y no debería
ser tan malo que la madre no desee amamantar. Cualquier dolor que sea más
que leve no es normal, por lo general se debe a que el bebé no está colocado al
seno adecuadamente. Si hay dolor en el pezón no mejora en 3 o 4 días y
persiste por más de 5 a 6 días, no debería ser ignorado. Una nueva sensación
de dolor puede presentarse a pesar de que la lactancia está marchando bien y
ésta es debido a una infección de Cándida Albicans. Limitar el tiempo de
lactancia no previene la sensibilidad ni el dolor.
¡Falso! Aunque así parezca, esto se debe a que el bebé no está lactando en
forma apropiada y por lo tanto no está succionando bien la leche. Una vez que
la leche materna es abundante, el bebé puede lactar deficientemente y aun así
recibir mucha leche. Sin embargo, durante los primeros días, el bebé no está
colocado al pecho adecuadamente no puede recibir leche. Esto tiene relación
con el decir "pero él ha estado en el seno durante 2 horas y todavía tiene
hambre cuando lo retiro". Al no estar bien posicionado, el bebé recién nacido
no puede obtener la primera leche materna, llamada calostro. Cualquiera que
le sugiera bombear su seno para ver cuánto calostro tiene, no entiende de
lactancia y debería ser cordialmente ignorado.
La madre debe lavarse los pezones cada vez que vaya a alimentar a su bebé.
Es más sencillo alimentar al bebé con biberón o tetero que con el pecho
materno.
No hay una forma de saber cuánta leche materna el bebé está tomando.
¡Falso! No hay una forma fácil de medir cuánta leche materna está recibiendo
el bebé, pero esto no significa que no pueda saber si el bebé está recibiendo la
suficiente. La mejor forma de saberlo es que él beba del seno varios minutos en
cada toma (succión tipo abrir-pausa-cerrar). Hay otras formas para saber si el
bebé está tomando la suficiente leche
¡Falso! Con muy pocas excepciones, el bebé será protegido por la lactancia.
Cuando la mamá tiene fiebre (tos, vómito, diarrea, etc.) ya le ha pasado la
infección al bebé porque ella la ha tenido varios días antes de que ella misma
supiera que estaba enferma. La mejor protección del bebé contra la infección
es continuar lactando de su madre. Si el bebé se enferma, estará menos
enfermo si la mamá continua alimentándolo. Por otro lado, puede ser que el
bebé adquirió la infección y se la pasó a la madre, pero el bebé no se enfermó o
mostró evidencias de la enfermedad porque él se amamanta del seno. Además,
las infecciones del seno, incluyendo abscesos, aunque son dolorosos, no son
motivo para suspender la lactancia materna. De hecho, la infección se acaba
más rápidamente si la mamá continúa lactando del lado afectado.
Si el bebé tiene diarrea o vómito, la madre debe suspender la alimentación
con leche materna.
¡Falso! La mejor medicina para una infección intestinal del bebé es la leche
materna. Suspenda otros alimentos por corto tiempo, pero continúe
alimentando a su bebé con leche materna. La leche materna es el único líquido
que necesita su bebé cuando tiene diarrea y/o vómito, excepto bajo
circunstancias excepcionales. Incentivarla al uso de “soluciones orales para la
deshidratación” es principalmente recomendada por los fabricantes de
fórmulas para ganar más dinero. Por medio de la lactancia materna tanto el
bebé como la madre se confortan.
¡Falso! Hay muy pocas medicinas que no debe tomar mientras está
amamantando a su bebé. En la leche aparece una mínima cantidad de las
medicinas, y esa mínima cantidad no es motivo de preocupación. Si una
medicina realmente es dañina, por lo general hay otras medicinas alternativas
las cuales son de igual eficacia y que no son perjudiciales. El hecho de perder el
beneficio de la lactancia tanto para la madre como para el bebé debe ser
considerado cuando se analice si se debe continuar o no la alimentación con
leche materna.
Lo que se necesita para apoyar la lactancia en un país depende de los factores o los
problemas que hacen más difícil la lactancia. En muchas áreas urbanas el empleo
remunerado fuera de casa es uno de estos factores. Es indispensable tomar las
acciones pertinentes para permitir que las mujeres puedan trabajar lejos del hogar
y amamantar a sus hijos. Un segundo factor se relaciona con la morbilidad
materna, incluyendo problemas de los pechos durante la lactancia. A menos que
los trabajadores de la salud apoyen la lactancia, con frecuencia se encuentra que
las madres innecesariamente recurren a sucedáneos de la leche materna cuando
enfrentan esos problemas. Un tercer punto importante implica las prácticas de las
entidades de salud. Los médicos deben entender que son muy pocas las
condiciones de salud que contraindican definitivamente la lactancia. En muchos
países industrializados o no, las agencias privadas de voluntarios y las ONG tienen
funciones muy útiles en apoyo de la lactancia. La Liga de la leche y otros grupos de
información sobre la lactancia han sido muy importantes.
Es necesario una decidida voluntad política y habilidad para llevar a cabo nuevas
políticas en cualquier plan dirigido a proteger, apoyar y promover la lactancia.
En 1992, UNICEF y la OMS lanzaron una iniciativa para ayudar a proteger, apoyar y
promover la lactancia, mediante el enfoque de problemas en los hospitales, tales
como prácticas que no apoyaban la lactancia (por ejemplo, separar a las madres de
sus bebés) y otras que influían directamente en las madres para alimentar al niño
con fórmulas lácteas (por ejemplo, presentación a las madres de paquetes
gratuitos). Los dos principales objetivos del IHAB fueron terminar la distribución de
muestras gratuitas o de bajo costo de sucedáneos de leche materna; y garantizar
que las prácticas de los hospitales apoyaran la lactancia.
garantizar que cada país disponga de una legislación para proteger los
derechos de las mujeres trabajadoras a amamantar y que estas leyes se
cumplan;
aumento de la conciencia colectiva sobre los grandes beneficios - no
solamente para las niños, sino para la sociedad como un todo - de
combinar el trabajo y la lactancia;
tomar medidas concretas para establecer sitios agradables de trabajo tanto
como sea posible, para la madre y el niño;
utilizar asociaciones de trabajadores, grupos y sindicatos para abogar e
insistir en una serie de derechos relacionados con licencia de maternidad y
lactancia;
alentar el establecimiento de instalaciones para el cuidado de los niños en
el lugar de trabajo o cerca de éste, donde los niños estén en forma segura y
las madres los puedan visitar para amamantarlos.
Los nueve años entre 1981 y 1990 fueron testigos de muchas acciones
internacionales o promesas en apoyo de la lactancia. Éstas incluyen la adopción
del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos a la Leche
Materna por la Asamblea Mundial de Salud, en mayo de 1981; la Declaración
Innocenti sobre Protección, Promoción y Apoyo de la Lactancia, adoptada por la
OMS/UNICEF en la reunión de responsables de políticas sobre Lactancia en la
década de 1990: Una iniciativa Global, en Florencia, Italia, en 1990; y la
Declaración Mundial de Nutrición y Plan de Acción para la Nutrición, aprobada
por la CIN, en 1992.
En Ecuador
LACTANCIA MATERNA
La lactancia materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo, no solo por los
componentes beneficiosos que contiene la leche materna sino también porque crea un vínculo afectivo
entre el recién nacido y la madre.
Encuesta:
1.- ¿Cree usted que la leche materna es esencial para el desarrollo de su hijo?
Si No
Si No
5.- ¿Hasta qué edad ofreció o piensa ofrecer la leche materna a su hijo?
1.- ¿Cree usted que la leche materna es esencial para el desarrollo de su hijo?
20
¿La leche
10 materna es
escencial?
0
SI NO
¿Cuál es su alimentacion en el
periodo de lactancia?
30
25
20
15 ¿Cuál es su
10 alimentacion en el
periodo de lactancia?
5
0
Dieta Dieta Comida
balanceada vegetariana chatarra
5.-¿Hasta qué edad ofreció o piensa ofrecer la lactar a su hijo
ANEXOS