La Legitimación Procesal, de Causa, Activa y Pasiva
En nuestro Sistema Legal, para la puesta en marcha de la Actividad Jurisdiccional es necesario
que el promovente cuente con Interés Jurídico o también denominada LEGITIMACION. La Legitimación es el derecho o facultad que tiene una persona para exigir el cumplimiento de un deber a un tercero, para acreditar la legitimación debe de existir una estrecha relación entre el objeto del litigio o la pretensión del demandante y la autenticidad de poder realizar ese reclamo.
La existencia de la Legitimación de las partes contendientes en un Juicio deben de
acreditarse, especialmente la de quien promueve una acción o parte Actora, cuyo interés jurídico es denominado como:
Legitimación ACTIVA y PASIVA
Legitimación Activa, que es el supuesto procesal en un litigio de que quien promueve, tiene personalidad y el derecho acreditado suficiente para interponerlo. Legitimación Pasiva, es una condición necesaria para la procedencia de la acción, consiste en que la parte señalada como demandada sea obligada por la ley a satisfacer la exigencia del actor, en caso de resultar fundada su acción.
De lo anteriormente expuesto podemos apreciar, que la legitimación de las partes constituye
un presupuesto procesal que debe estudiarse inclusive de oficio en cualquier fase del juicio, pues para que se pueda pronunciar sentencia en favor del actor, debe existir Legitimación Procesal y Legitimación de Causa sobre el derecho sustancial, es decir, que se tenga la titularidad del derecho controvertido, a fin de que exista una verdadera relación procesal entre los interesados.
La Legitimación en el Proceso o Ad Procesum
La legitimación en el Proceso, es el supuesto del procedimiento que se refiere a la capacidad para comparecer al juicio, para lo cual se requiere que el compareciente esté en pleno ejercicio de sus derechos civiles, o que acredite la representación a nombre de otro (Procurador Judicial, Apoderado Legal, etc) y ésta puede examinarse en cualquier momento del juicio, pues si el actor carece de capacidad para comparecer por sí o no justifica ser el representante legal del demandante, sería irrelevante la continuación de un proceso seguido por quien no tiene el derecho de comparecer en representación de otro.
Legitimación en la Causa o Ad Causam
Ahora bien, la Legitimación en la Causa, no es un presupuesto procesal, sino una condición para obtener sentencia favorable y consiste en la identidad del actor con la persona a cuyo favor está la ley, por lo tanto, el actor está legitimado en la causa cuando ejercita un derecho que realmente le corresponde. De esta forma, la legitimación en la causa impacta al fondo de la cuestión litigiosa y, por tanto, sólo puede analizarse en el momento en que se pronuncie la sentencia definitiva.
Inclusive los Tribunal de segunda instancia o Colegiados, al resolver la procedencia de un
recurso de revisión debe estudiar, Amparo Directo o Indirecto, Apelación, entre otros, de oficio deben de analizar si quien promueve tiene personalidad para interponerlo, puesto que es de orden público en el juicio de garantías analizar si quien lo interpuso es parte o tiene personalidad acreditada.
Tesis aplicable al tema de la LEGITIMACIÓN
ARRENDATARIO. CARECE DE LEGITIMACIÓN PARA DEMANDAR LA NULIDAD DEL ACTO TRASLATIVO DE DOMINIO, BAJO LA PREMISA DE QUE FUE CELEBRADO POR UNA PERSONA QUE NO ERA LA PROPIETARIA DEL INMUEBLE ARRENDADO. El arrendatario tiene derecho a ejercitar todas las acciones y excepciones personales que dimanan del propio contrato y que tiendan a defender su posesión precaria; sin embargo, no está legitimado para demandar la nulidad de un título de propiedad que versa sobre el bien que arrienda, toda vez que un traslado de dominio no le es oponible a un inquilino que posee la propiedad en su carácter de arrendatario, pues no tiene participación en dicho acto jurídico. Por tanto, el arrendatario no está legitimado para demandar la nulidad del acto traslativo de dominio, bajo la premisa de que fue celebrado por una persona que no era la propietaria del inmueble, ya que la nulidad citada no se encuentra establecida en favor de los contratantes, sino del propietario, a efecto de que pueda defender su derecho real de dominio. Esto es, quien sufre un perjuicio es el propietario, no así el arrendatario, quien por el acuerdo de voluntades, sólo tiene un derecho personal, por la posesión del inmueble. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.