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¿Cómo cuidar

mis negativos
fotográficos?

Juan Carlos Valdez Marín

Cuadernos del Sistema Nacional de Fototecas, 1


Juan Carlos Valdez Marín
Correo electrónico:
Valrom1@prodigy.net.mx

Primera edición: 2000

D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia


Córdoba 45, col. Roma, CP 06700, México, DF.

ISBN 970-18-4921-3

Impreso y hecho en México


¿Cómo cuidar
mis negativos
fotográficos?

Juan Carlos Valdez Marín

Cuadernos del Sistema Nacional de Fototecas, 1

A Carolina, mi querida hermana, mi entrañable amiga

AGRADECIMIENTOS
Sergio Raúl Arroyo
Adriana Konzevik Cabib
Rosa Casanova García
Leticia Romero Bautista
Gabriela Ulloa Sotelo
Rosángel Baños Bustos
Y al personal de la Fototeca Nacional del INAH
La fotografía es tanto una manera de mirar el acontecer cotidiano
como una manera de expresión y de creación. Desde sus inicios
se unió al desarrollo de las sociedades humanas, y ha sido el
referente visual más cercano que tenemos de nuestra memoria
gráfica colectiva.
En años recientes, una de las principales preocupaciones de
fotógrafos y público interesado en la fotografía es conocer y com-
prender más sobre el comportamiento de los negativos que
producen o resguardan. Así, el objetivo de este cuaderno es el
estudio del tratamiento que requieren los negativos blanco y
negro; la placa seca de gelatina y la película flexible de nitrocelu-
losa y de seguridad.

¿QUÉ PARTES CONSTITUYEN UN NEGATIVO?

Invariablemente, la estructura de un negativo blanco y negro


consta de tres elementos:
-Un soporte rígido, semirrígido o flexible que puede ser de
papel, 1 vidrio, película de nitrocelulosa, de acetato o de
poliéster.
-Un sustrato o elemento coloidal también denominado
emulsión, que puede ser de albúmina, colodión 2 o gelatina.
-Un agente fotosensible, que en este caso son sales de
plata.

¿CÓMO SABER QUÉ TIPO DE NEGATIVO POSEO?

NEGATIVOS DE PLATA SECA DE GELATINA


La placa seca de gelatina, también llamada negativo de vidrio,
proporcionaba buena definición tonal y se empleaba para
diferentes tipos de papeles fotográficos, tanto en aquellos produ-
cidos con sustrato de albúmina como en los de plata/gelatina,
incluidos algunos papeles elaborados con colodión mate. Es decir,
gran parte de la producción fotográfica de finales del siglo XIX y de
las tres primeras décadas del siglo XX se realizó con este tipo de
negativos.
1 El primer proceso negativo se conoce como calotipo o talbotipo y fue descubierto por Henry Fox Talbot
en 1840 y patentado en 1841. el proceso consistía en que en una hoja de papel se impregnaran sales de
plata para que la imagen apareciera entre las fibras del papel.
2 El colodión es un coloide aplicado en fotografía, por primera vez lo utilizó Gustave Le Gray en 1848.
Frederick Scout archer, en 1851, retoma la experiencia de Le Gray perfeccionando el método de
elaboración. Véase Gustave Le Gray, photographie: Traitè Noveau des Procèdès et Manipulations, París,
Lerebours et secretan, 1854, p. 248.

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La distribución homogénea del sustrato de gelatina sobre la placa
de vidrio es básica para diferenciarla de las placas de colodión
húmedo, las cuales generalmente carecen del sustrato en dos sus
esquinas o la distribución del mismo es irregular; asimismo, los
tonos blanco y negro de la imagen son continuos y no existen
variaciones tonales, salvo las producidas por un proceso de sulfu-
ración, resultante de un deficiente o inadecuado proceso de
lavado de las placas una vez que han sido sometidas al baño para
fijar la imagen.

PELÍCULAS FLEXIBLEX

Este tipo de películas negativas está compuesto por un soporte de


nitrocelulosa (película de nitrato) y otro de acetil-celulosa (película
de seguridad, safety film). Ambos soportes tienen propiedades
ópticas similares, igual elasticidad y flexibilidad, pero debido a sus
distintaspropiedades químicas difieren en tiempos de vida, estabili-
dad, inflamabilidad y reacciones colaterales con los materiales con
los que se encuentran en contacto.
El sustrato está compuesto de gelatina con sales de plata en
suspensión. En las películas de color también se utilizan sales de
plata, pero se adicionan sustancias formadoras de color. Mientras
que las películas de blanco y negro tienen una sola capa fotosen-
sible, las de color pueden tener más de una. Existe además un
sustrato adhesivo constituido por gelatina pura para unir emulsión
con soporte, y una capa de barniz, elaborado con una solución de
1% de nitrocelulosa o acetil-celulosa, según sea la base.
Diferenciar un negativo de nitrocelulosa de uno de seguridad
muchas veces no es fácil. En términos generales, cualquier nega-
tivo elaborado antes de 1950 es de nitrocelulosa, aunque muchos
negativos de película de seguridad fueron hechos antes de esta
fecha, por lo que hay que conocer sus características específicas
y realizar las pruebas de identificación que se anotan a continuación
para determinar cada uno de estos procesos.
a) películas de nitrocelulosa
Este material se empleó en la industria fotográfica a partir de 1887
y se utilizó hasta 1950, al ser sustituido por la película de seguri-
dad. Para su elaboración, un éster de celulosa era tratado con
ácido nítrico para producir nitrato de celulosa y se le agregaban
plastificantes orgánicos para eliminar su fragilidad.

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Este tipo de película es muy inestable, ya que al paso del tiempo
los grupos de nitrógeno se disocian –aun bajo las más favorables
condiciones ambientales- provocando la degradación de la
película; este material es altamente inflamable. Los negativos de
nitrocelulosa presentan una tonalidad generalmente ambarina;
para poder diferenciarla de la película de seguridad se recomienda
realizar las siguientes pruebas:
1. Revisar los márgenes de la placa para observar si existe
alguna leyenda. La película de seguridad generalmente dice
safety-film; en ocasiones los nitratos presentan nitrate-film.
2. Si colocamos la pieza sobre la palma de nuestra mano,
siempre cubierta con guante de algodón, la nitrocelulosa
tiende a enrollarse con mayor rapidez que la película de
seguridad.
3. Cuando la película de nitrocelulosa se ha empacado en
envases cerrados despide un olor acre característico.
4. Otra prueba es tomar una pequeña porción del margen
de la película y colocarla dentro de un tubo de ensaye que
contenga tricloroetileno. El tubo se debe agitar suavemente
para tener la seguridad de que la muestra está completa-
mente sumergida. Si ésta flota , es película de seguridad,
pero si se hunde es de nitrocelulosa.
5. Una última prueba es tomar una pequeña porción del
margen de la película y sostenerlo con pinzas de disección,
prender fuego en el extremo libre y observar la combustión.
Si la llama es brillante, la ignición es muy rápida, no gotea y
el residuo es polvo, se trata de nitrocelulosa; si la llama no
brilla, gotea, su ignición es lenta, desprende humo negro y
residuos plásticos, se trata entonces de película de seguridad.
b) película de seguridad (safety-film)
Este tipo de películas se elaboran a partir de celulosa tratada con
ácido acético y plastificantes, con lo que produce acetato de
celulosa. Durante el desarrollo de la película de seguridad se han
fabricado bases de butirato de celulosa, propinato de celulosa y
actualmente de triacetato y poliéster. A diferencia de las películas
de nitrato, las de seguridad son químicamente más estables, su
tiempo de vida es más prolongado y no son susceptibles de una
combustión espontánea, además de que arden con dificultad.

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Este tipo de negativos presentan un atonalidad generalmente
neutra, es decir, presentan blancos y negros puros y una amplia
gama tonal de grises; para diferenciarla de la película de nitrocelu-
losa se recomienda seguir las pruebas descritas con anterioridad.

¿CÓMO SE DETERMINAN LOS DETERIOROS QUE PRE-


SENTAN LOS NEGATIVOS?

Tanto la estabilidad física como las propiedades químicas de


permanencia de los negativos, están en función de un correcto
procesamiento en el laboratorio, así como de la acción de las
variables ambientales y de una manipulación adecuada de los
mismos.

PRINCIPALES FORMAS DE DETERIORO EN NEGATIVOS DE


PLACA SECA DE GELATINA

Los negativos de placa seca de gelatina son piezas que por la


fragilidad de su soporte son susceptibles a roturas y mutilaciones.
El sustrato puede presentar desprendimientos por variaciones
drásticas del ambiente (humedad y temperatura) o por la acción
de estas variables, así como por falta de adhesión del sustrato al
soporte de vidrio o del ataque de hongos y bacterias en presencia
de alta humedad; también puede detectarse la aparición de plata
coloidal en la emulsión (espejo de plata) y manchas ocres produci-
das por la sulfuración de la plata, originada por residuos de fijador
de una pieza que se sometió a un lavado deficiente o inadecuado.
Es común encontrar negativos con retoque y con adhesivo de
papel engomado sobre el sustrato fotográfico; éste era adherido
por el fotógrafo para realizar anotaciones técnicas de la toma
fotográfica.

DETERIOROS EN NEGATIVOS DE PELÍCULA DE NITROCE-


LULOSA
La película de nitrocelulosa es el material fotográfico químicamente
más inestable que existe. En el proceso de descomposición de la
película libera gases, principalmente compuestos de nitrógeno y
oxígeno, por ejemplo, el peróxido de nitrógeno (NO3), el cual en
combinación con un alto índice de humedad produce ácido
nitroso (HNO2) o ácido nítrico (NHO3).

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La acción de estos compuestos provoca desvanecimiento de la
imagen por la reacción que provoca en la plata formadora de dicha
imagen, además de acelerar el proceso de degradación del soporte
hasta llegar a la destrucción total del negativo fotográfico. Estos
gases nítricos producen el mismo efecto destructivo en todo el
material fotográfico que se encuentre almacenado en el mismo
lugar; lo más común es encontrar negativos de película de seguri-
dad mezclados con negativos de nitrocelulosa. Durante un tiempo
las películas no muestran signos visibles de descomposición, los
cuales sólo se evidencian en las etapas finales. Así pocos meses
antes de la destrucción total de la película se manifiestan los
siguientes cambios físicos:

-El soporte se torna amarillento y posteriormente ámbar.


-La imagen de plata presenta una coloración parduzca y
posteriormente la imagen se desvanece.
-La emulsión se vuelve viscosa
-El soporte se reblandece y se vuelve pegajoso, además de
que aparecen protuberancias y emana un olor picante.
-La película entera se comprime en un bloque sólido.
-La película se desintegra produciendo un polvo café y
despidiendo un olor irritante. En esta última etapa la película
arde incluso a bajas temperaturas y si se encuentra en
concentración con otras películas de nitrocelulosa puede
provocar lo que se conoce como “efecto de masa”,
convirtiéndose en un material altamente inflamable.

DETERIORO EN NEGATIVOS DE PELÍCULA DE SEGURIDAD


(SAFETY-FILM)
Este tipo de películas son mucho más estables químicamente que
las de nitrocelulosa; de hecho tienen un tiempo de vida más largo
que las compuestas a base de nitrato y no son susceptibles de una
combustión espontánea; cuando se incendian arde con dificultad y
el fuego se puede sofocar rápidamente.
Pero, a pesar de su estabilidad puede presentar numerosos
tipos de deterioro, desde rayaduras y raspaduras por acción abra-
siva, desplastificación del soporte – conocido como “espíritu de
vinagre”- y degradación de la emulsión por acción de hongos y
bacterias, pasando por deterioros fotoquímicos resultantes de un
deficiente proceso de archivo en el laboratorio 3 o una falta de control
de las variables ambientales del lugar de almacenaje (sulfuración,
plata coloidal, pérdida parcial o general de densidad, etcétera).
3 El proceso de archivo consiste en un procesamiento químico correcto de los materiales fotográficos.

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¿CÓMO LIMPIAR LOS NEGATIVOS?

El primer paso que se debe seguir es identificar el tipo de negativo


para su limpieza. Ésta se debe realizar sobre un soporte auxiliar de
cartón rígido o una base de acrílico empleando guantes blancos
de algodón para la manipulación de las piezas, nunca sobre vidrio
o una superficie abrasiva.

NEGATIVOS DE GELATINA/ PLATA SOBRE VIDRIO (PLACA


SECA)
Soporte: se emplea una brocha de pelo fino y suave (pelo de
camello o marta, son los más recomendables) para retirar del
centro hacia los márgenes todas las partículas de polvo. Al realizar
de esta manera la limpieza con la brocha, se prevé que partículas
como los cristales de sílice del ambiente no rayen el soporte de la
pieza negativa. Después, con algodón de uso clínico (nunca
emplear algodón industrial) impregnado con alguna solución
limpiadora comercial para negativos (Kodak Film Cleaner o
PEC-12) se realiza la limpieza del negativo aplicando el reactivo en
una sola dirección, o con una solución de alcohol etílico al 70%
(siete partes de alcohol por tres partes de agua destilada más dos
gotas de photo-flo). Ya seco, con la ayuda de algodón sin
solución, se eliminan los rayones o manchas que existan del
procedimiento anterior; finalmente con la brocha se retiran las
fibras de algodón existentes sobre el soporte.
Sustrato: como regla general, los sustratos fotográficos no
deben ser sometidos a tratamientos químicos, ya que el proceso
químico es irreversible y la aplicación de éstos puede ocasionar
una acción catalizadora de reacciones químicas por un mal
proceso de archivo del material, o bien provocar daños colaterales
a la pieza fotográfica, por lo que se recomienda sólo el uso de la
brocha y el aire para la limpieza del sustrato. En ocasiones encon-
traremos retoques sobre el sustrato, pero hay que aclarar que se
trata de rectificaciones, correcciones o modificaciones comunes
en las piezas fotográficas; esto es, el autor aplica elementos
(tintas, grafito, papel, etcétera.) npara obtener el resultado
deseado en su obra. Por ello su eliminación está restringida y debe
realizarse sólo en aquellos casos en que el material empleado
para el retoque dañe u ocasione una marcada reacción, principal-
mente química, sobre la pieza.

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Es común encontrar manchas de adhesivos u otras sustancias
sobre el sustrato, y aquí surge un dilema: dejar las manchas o los
residuos de algún elemento ajeno al sustrato, los cuales a corto
plazo provocarán un mayor deterioro a la pieza, o bien, eliminarlos
con un tratamiento químico. Es aquí cuando deben imperar la
ética y el conocimiento del responsable que va a realizar dicha
tarea. Se sugiere lo siguiente, sólo en caso de extrema necesidad
se pueden aplicar PEC-12 o Kodak Film Cleaner,4 ambos reactivos
comerciales, o como alternativa algodón impregnado de alcohol
metílico puro, una solución de tetracloruro de carbono o de triclo-
roetileno.5 Todos estos reactivos son altamente tóxicos, por lo que
deben usarse con precaución y en un lugar bien ventilado.

NEGATIVOS DE NITROCELULOSA
La nitrocelulosa, como se describió en los apartados anteriores, es
un compuesto químicamente muy inestable, por lo que se deben
tomar ciertas precauciones antes de intervenir las piezas que
presenten este tipo de soporte.
Por ejemplo, el soporte tiende a degradarse y por lo mismo sufre
deformaciones que alteran su estabilidad física, ya que se torna
quebradizo o adquiere una consistencia chiclosa. Del mismo
modo, el sustrato puede sufrir un amarillento mayor a lo normal,
tornándose ámbar, o presentar agrietamiento o desprendimiento
por las contracciones que sufre el soporte.
Soporte: se realiza la limpieza de igual manera que la descrita
anteriormente, mas sólo en aquellas piezas que no presenten
degradación del soporte.
Sustrato: no deberá tocarse y sólo en caso de que algún
agente extraño se encuentre sobre él ocasionando deterioro,
deben llevarse a cabo las tareas descritas para las emulsiones de
gelatina sobre vidrio.

NEGATIVOS DE PELÍCULA DE SEGURIDAD


Soporte: realizar la limpieza como en los demás tipos de negativos.
Sustrato: tomar las mismas acciones descritas para las demás piezas.

4 Para mayor información sobre este tema se pueden consultar los textos de A. D. Bensusan, “Deterioration
in processed photographic emulsions and the preservation and restauration of old negatives and prints”, en
South African Museums Bulletin, vol. 8, núm. 6, abril de 1965, pp. 189-196; Rempel, Siegfried, “The Care of
Black and White Photographic Collections: Clearing and Stabilization”, en Technical Bulletin, núm. 9, Cánada,
1980, p. 26.
5 Joao Sócrates de Oliveira, Manual práctico de preservación fotográfica, México, Universidad Autónoma de
Puebla, 1985, p. 44.

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¿CÓMO ELIMINAR LOS HONGOS DE LOS NEGATIVOS?

En primer lugar, es necesario determinar la presencia de colonias


de hongos sobre el material negativo. Para esto se emplea una
fuente de luz ultravioleta, gracias a la cual se logrará identificar la
presencia de hongos por la tonalidad fluorescente que presentan
cuando se exponen a este tipo de iluminación. Es recomendable
el uso de goggles o lentes con filtro ultravioleta para evitar moles-
tias y daños a la vista por la acción de estas fuentes luminosas.
Posteriormente se examina la gravedad del daño producido por la
colonia de hongos y se analiza si es pertinente la aplicación de
algún reactivo para su eliminación, ya que la acción enzimática de
estos microorganismos daña la estabilidad de los sustratos
fotográficos, tornándolos solubles a cualquier agente acuoso.
Ahora bien, la aplicación de fungicidas para eliminar las colonias
de hongos estará en función de las características propias del
material fotográfico y de su estabilidad física y química, ya que
estos reactivos pueden producir efectos colaterales a su uso y
posible daño a la salud de quien desarrolla dicha tarea. Para
colonias superficiales aisladas de hongos se puede aplicar un
algodón impregnado con PEC-12 o Kodak Film Cleaner. 6

¿EN QUÉ Y DÓNDE SE GUARDAN LOS NEGATIVOS


FOTOGRÁFICOS?

Una vez realizada la limpieza del negativo, invariablemente se


deberá conservar en una guarda de características neutras, y
tener un lugar con un ambiente idóneo para su resguardo
(temperatura entre 18 y 22|C y una humedad entre 48 y 52%).

MATERIALES DE GUARDA
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los
fotógrafos y archivistas es el de contar con materiales óptimos
para usarlos como guarda de sus piezas fotográficas. La amplia
gama de materiales empleada para la protección de las fotografías
va desde hojas de papel de diferentes tipos y calidades, hasta
cajas de cartón, pasando por la latas de película y bolsas de
plástico. La elección de guardas de características idóneas es una
garantía para la salvaguarda de los materiales fotográficos; del
mismo modo, emplear materiales de mala calidad traerá como
consecuencia que el proceso natural de degradación de los mate-
riales se acelere, ya que generalmente actuarán como cataliza-
dores de dicho proceso.

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Entre los daños más comunes que encontramos en negativos
cuando se emplean guardas con características ácidas o de mala
calidad está la oxidación de la plata formadora de la imagen, lo que
propicia el desvanecimiento de la imagen, así como la presencia de
manchas ocres y el efecto de “espejo de plata” (plata coloidal).
Los materiales recomendados para usarse como guarda
fotográfica son: papel de algodón con características neutras,
acetato de celulosa o polipropileno. El tipo de papel empleado
deberá presentar un pH neutro o encontrarse en el rango de 6.5 a
7.5 de pH, de preferencia de algodón, con un alto contenido de
alfa-celulosa (mínimo 87%).
Este material es muy versátil, ya que todo tipo de fotografías
pueden guardarse en él, es decir tanto impresiones del siglo XIX
como negativos de seguridad modernos; pasando por los negati-
vos de nitrocelulosa, que pueden conservarse dentro de sobres
elaborados con este tipo de material, pero se deben descartar
aquellos que tengan como adhesivo goma arábiga.
Las guardas de poliéster, conocidas comercialmente como Mylar,
Melinex o Estar, son recomendables para el material negativo de
vidrio o de seguridad (safety-film), por ser un material semirígido,
fuerte y transparente.
El polipropileno es un tipo de material que, a diferencia del
polietileno –material muy difundido, erróneamente, por comerciantes
debido a su bajo costo-, al envejecer no se desplastifica ni
desprende vapores dañinos, por eso proporciona una mayor
seguridad en el lugar de almacenaje, sólo que no debe utilizarse
para negativos de nitrocelulosa porque actúa como catalizador en
la degradación de estos materiales, sin embargo, es recomendable
para película de seguridad.

6 Para mayor información, consúltese E. Czerwinska y R. Kowalik “Microbiodeterioration of Audiovisual


Collections”, en Restaurator, vol. 3, núms.. 1-2, 1979, pp.63-80; Juan Carlos Valdez Marín, Determinación y
control de fungosis en material fotográfico, México, Conaculta/INAH, 1992, p. 39.

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No se recomienda el uso de papel glassine porque es un material
inestable y poco resistente, aun con un pH inicial de 7.0; este tipo
de papel cambia drásticamente dicho pH a uno ligeramente ácido
cuando ha entrado en contacto con el material fotográfico; de
igual manera, es muy susceptible a la luz manifestando un cambio
tonal de blanco a cremoso-amarillento, además de ocasionar
problemas de adherirse al negativo cuando entra en contacto con
alguna sustancia acuosa o cuando el ambiente es extremada-
mente húmedo. De la misma manera, no es recomendable utilizar
guardas de P.V.C., de plásticos de nitrato, de cloro o guardas con
plastificantes, ya que producen daño físico y químico a las piezas
fotográficas por la emanación de vapores de ácido clorhídrico y de
los plastificantes con los cuales fueron elaboradas. Es muy común
encontrar este tipo de materiales, por su bajo costo, formando
parte de álbumes fotográficos y en las guardas que entregan los
laboratorios fotográficos comerciales.
Es importante señalar que ningún material empleado para
guarda es eterno, aun aquellos con características idóneas, por lo
que es necesario analizar el material de guarda; observar si su
apariencia física ha cambiado; considerar si los negativos fueron
procesados adecuadamente o presentan residuos químicos; si la
guarda presenta desprendimiento de algún tipo de gas, y al
evidenciar cualquiera de estos signos cambiarla inmediatamente.
El tiempo de vigencia de los materiales está en función de la
calidad del mismo, así como de un efectivo control de las variables
ambientales del lugar de guarda y de una manipulación adecuada.

CONTROL Y SUPERVISIÓN DEL AMBIENTE DEL LUGAR


DE ALMACENAJE

Ya se ha dicho que las principales fuentes de deterioro de los


materiales fotográficos son las variables ambientales del lugar de
almacenaje, ya que éstas pueden actuar como catalizadoras de
diversos tipos de deterioro. De ahí la necesidad de considerar y
realizar un efectivo control de dichas variables para detener o
minimizar cualquier posible deterioro en las piezas fotográficas.

RECOMENDACIONES
Control de humedad relativa
La humedad relativa (HR) se refiere al grado de saturación de agua
que tiene el aire. Se recomienda tener de 30 a 50% +(-)5% de HR
en el lugar de almacenaje para material blanco y negro, y entre 20
y 30% +(-)5% de HR para material de nitrocelulosa.

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Las lecturas de HR se pueden realizar con un higrómetro, un
sicómetro de batería o un higrotermógrafo. Para la regulación y el
control de la HR se emplean deshumidificadores eléctricos, y
como una alternativa económica se puede utilizar silica gel; éste se
emplea de la siguiente manera: se elaboran bolsitas de tela de
algodón en las que se depositan los cristales de silica gel,
colocando las bolsitas en diversas zonas del lugar de almacenaje.
Por las características propias del silical gel, es posible secarlo en
un horno una vez que ha alcanzado su nivel máximo de
saturación, y volverlo a utilizar. Actualmente existen otros produc-
tos comerciales que permiten realizar el control de la humedad
relativa.

Control de temperatura
Se puede realizar con la ayuda de máquinas de aire acondicio-
nado.
Las temperaturas ideales recomendables son: Para materiales
de nitrocelulosa de 2 a 4°C. Para materiales de color de 10 a 15°C.
Para materiales de blanco y negro 20 a 22°C.
De igual manera es necesario considerar otros aspectos del
lugar de almacenaje y que nos permiten un mayor cuidado y
protección de las piezas fotográficas.

Iluminación
Lo ideal son las fuentes de tungsteno con control de dimmer. Para
negativos en blanco y negro es de 54 a 100 lux. La medición se
realiza con la ayuda de un exposímetro.

Calidad y pureza del aire


Se recomiendan purificadores de aire de carbón activado, que
evitan que gases como el zufre ambiental, el ozono, vapores
acéticos y los nitratos del ambiente dañen la imagen de las
fotografías. Otra posibilidad son los purificadores que además de
proteger a las piezas de vapores dañiños, evitan y eliminan la
entrada y circulación de partículas sólidas (cristales de sílice) o
esporas de bacterias y hongos.

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OTRAS RECOMENDACIONES

· Revisar las instalaciones hidráulicas (baños, tubería, etcétera)


cercanas al área de almacenamiento.
· Posibilidad de contar con un sistema detector de humo y fuego
para casos de siniestro, y con un equipo para extinción de incen-
dio.
· Es recomendable la instalación eléctrica externa, con los cables
dentro de tubo conduit, ya que permite detectar rápidamente un
desperfecto sin necesidad de abrir muros o paredes, evitando de
esta manera que el polvo provoque daño abrasivo a las imágenes.
· De preferencia, se debe contar con pisos recubiertos con loseta
para que la limpieza sea eficiente; se recomienda que las paredes
tengan un recubrimiento de azulejo o loseta, a una altura aproxi-
mada de 1.80 metros.
· No es recomendable el uso de muebles o estantería de madera
o cartón para el lugar de almacenaje, ya que son materiales
altamente higroscópicos, además de que favorecen el desarrollo
de microorganismos y otros agentes biológicos (termitas,
roedores, etcétera); es mejor utilizar estantería o gaveteros de
acero esmaltado al horno.

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_,Manual de Conservación Fotográfica, México, Conaculta/INAH


(Alquimia), 1997, p. 146.

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¿Cómo cuidar mis negativos fotográficos? –con una tirada de
3000 ejemplares- se terminó de imprimir en julio de 2000, en los
talleres gráficos del Instituto Nacional de Antropología e Historia,
ubicados en Av. Tláhuac núm. 3428, col. Los Reyes Culhuacan,
c.p. 09800, México, D.F.
En la impresión, a cargo de Victorino Barrientos Arellano, se
utilizó papel cultura de 75 g –para los interiores- y papel couché
mate de 210 g para la portada.
Producción: Coordinación Nacional de Difusión / Dirección de
Publicaciones.
Cuidado de la edición: Berenice Vadillo/ Héctor Curiel
Diseño: Rebeca Ramírez
La conservación de la fotografía en México es uno de los objetivos
del Sistema Nacional de Fototecas (SINAFO) del Instituto Nacional
de Antropología e Historia. Esta labor requiere de especialización y
se desarrolla en archivos fotográficos, pero es una tarea que debe
abarcar a la sociedad en su conjunto. El universo de imágenes que
nos rodea es imposible de conservar en los archivos públicos: son
insuficientes ante la cantidad de fotos que constantemente
producimos y, por otra parte, una gran cantidad sólo tiene sentido
en el contexto de la memoria personal o familiar. Pero poco sabe-
mos cómo cuidar estos recuerdos.
En el SINAFO estamos convencidos que para guardar y
conservar primero hay que saber qué se tiene; es decir, conocer la
técnica en que fue realizada la fotografía. La publicación que hoy
presentamos proporciona los datos elementales para reconocer
los negativos, así como los pasos a seguir para limpiarlos y custo-
diarlos de la mejor manera posible. El conocimiento y experiencia
de Juan Carlos Valdez, subdirector de la Fototeca Nacional del
INAH, así como su compromiso con la salvaguarda del patrimonio
fotográfico aseguran la seriedad de esta propuesta.
Con este número iniciamos una serie de cuadernos que tiene
la finalidad de difundir a un público amplio, algunos de los temas
relacionados con la fotografía tales como la catalogación, la
conservación, los términos técnicos, etcétera. Pensamos que es
una de las vías para estimular la cultura fotográfica en nuestro país,
una manera de apoyar a todos aquellos interesados en la custodia
de la memoria personal, familiar y social a través de la fotografía.

Rosa Casanova

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