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EL HOMBRE NO TIENE AUTORIDAD SOBRE LA

MUJER (EFESIOS 5:21-33)


Posted by rubén Posted on 8:07 No comments
Uno de los versículos peor interpretados en las Escrituras es
el siguiente:

"Las casadas estén sujetas a su propio marido, como al


Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, como
Cristo es cabeza y salvador del cuerpo, que es la
Iglesia." (5:22-23)

Con frecuencia, nos asomamos a las páginas del Nuevo Testamento con las gafas que nos han
ofrecido nuestra cultura, aun tan infectada de la cosmovisión patriarcal de la familia, y eso nos
lleva a una lectura demasiado rápida y a unas aplicaciones demasiado horribles, sobre todo
cuando se trata de posiciones de sometimiento de unos seres humanos sobre otros por razón
de sexo.

Una interpretación patriarcal de Efesios 5:22-24 se aleja del mensaje bíblico de equidad entre
el hombre y la mujer. De hecho, el libro de Génesis nos deja ver que el enseñoreamiento del
hombre sobre la mujer, es una consecuencia directa de la caída, de nuestra rebelión hacía
Dios: "...tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti." (Génesis 3:16b). Sin
embargo, son buenas noticias saber que "El Hijo de Dios se manifestó con este propósito:
para destruir las obras del diablo." (1ª Juan 3:8b) , si me permites la paráfrasis, para
restaurar lo que el pecado ha distorsionado. Si, el enseñoreamiento del hombre sobre la mujer
también.

La vida del Reino de Dios, implica la supremacía de Cristo como única cabeza y recupera todo
aquello que el pecado ha distorsionado y que implicaba barreras y/o posiciones de
sometimiento por razones de nacionalidad, clase social o sexo:

"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús." (Gálatas 3:26-28)

Esta es la razón por la que las mujeres en el ministerio de Jesús asumen roles contra corriente
y escandalosos en el sistema patriarcal de la época así como señala el sociólogo Julio
Córdova: "Se sientan a aprender a los pies del Maestro (Lc. 10:38-42). Son líderes con el
mismo estatus “que los doce” apóstoles (Lc. 8:1-3). Son evangelistas (Jn. 4:28-29). Son las
primeras entre los gentiles en creer en el Señor (Mr. 7:25-30); mientras los hombres huyen ante
el arresto de Jesús, ellas permanecen fieles durante su crucifixión (Jn. 19:25); las mujeres son
las primeras en ver y anunciar la resurrección de Jesús (Jn. 20:11-18)."

Y también en la iglesia primitiva: "Reciben los mismos dones y ministerios que los hombres. El
Espíritu Santo no hace “distinción de género” (1 Co. 12:4-7). Hay mujeres profetas (Hch. 21:8-
9), maestras (Hch. 18:24-26), pastoras (Ro. 16:1) y apóstoles (Ro. 16:7). Pablo habla de las
mujeres como sus compañeras de milicia, con el mismo rango de autoridad que él (Ro. 16:3-
4)." (Julio Cordova)
Ya hemos visto en los comentarios a capítulos anteriores, como Pablo está mostrando a los
Efesios la unidad que hemos recibido al estar en Cristo Jesús, y esa unidad se hace evidente
no solo entre judios y gentiles, sino también en medio del matrimonio. Entonces, ¿por qué
Pablo habla del marido como cabeza? ¿acaso la única cabeza de cualquier miembro del
cuerpo no debe ser solo Cristo?

Para entender que Efesios 5:22-23 no se trata de una contradicción, tenemos que ir a la
palabra original que está siendo traducida aquí por "cabeza". Se trata de la palabra "kefalé" que
nos da la idea de "fuente", "origen" y que no se usa en ningún escrito de la época para designar
una autoridad. Es decir, la idea está relacionada con ser origen, y no como una alusión a
limitaciones de funciones o capacidad. Por otro lado, cuando Pablo dice que la mujer se
"sujete" a su marido, " se utiliza la forma pasiva del verbo (jupatasso) que implica “seguir
voluntariamente el ejemplo del otro”, antes que la forma activa del mismo (jupakúo) que implica
subordinarse." (Julio Cordova)

El teólogo José María Gónzalez Campa aporta lo siguiente:

“Así que, como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos
en todo”. No se trata pues de que la esposa se sujete a los caprichos o a las determinaciones
arbitrarias y machistas de los maridos, sino a que su relación con el marido se base en
principios similares a la que Cristo como cabeza de la Iglesia, mantiene con ella como su
esposa."

Por otro lado, hay un mal entendimiento de la palabra sometimiento, desde unas connotaciones
negativas, pero no debemos olvidar que la recomendación del apóstol es:

"Someteos unos a otros en el temor de Dios." (5:21)

Es decir, Pablo no está pidiendo para las mujeres casadas algo que no esté pidiendo que
hagan también los maridos con el resto de la comunidad cristiana, incluyendo a sus propias
mujeres. El sometimiento practico que funciona en la vida del Reino implica "unos a otros" y
nada tiene que ver con el "unos sobre otros".

Todo ello nos habla de que la manera práctica de mantener la unidad en el matrimonio, no es a
través de posiciones de autoridad de unos sobre otros, sino a través de una mutua sujeción.
Todo ello nos permite también ver Efesios 5:22-23 en armonía con el resto de la narrativa
bíblica, teniendo en cuenta tanto los efectos de la caída hasta la restauración de las
consecuencias de la misma en medio de una nueva humanidad.

¿Qué significa para mi someterme a otros? ¿Cómo debe ser en la práctica dicho
sometimiento?

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