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El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto

canónico (autorizado) de libros escritos después del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se le


designa así desde Tertuliano en la Iglesia cristiana.

El uso del término «testamento» proviene del vocablo hebreo berith (que significa:
‘alianza, pacto, convenio o disposiciones entre dos contratantes’), a través del griego
diatheké, y del latín testamentum. Según los testigos de Jehová, el término Nuevo
Testamento no es adecuado para referirse a esta sección de la Biblia. Prefieren llamarla
Escrituras Griegas Cristianas. Algunos autores señalan que los nombres Antiguo y Nuevo
Testamento con que se designa las dos grandes secciones en que se divide la Biblia
cristiana provendrían de un error de los traductores latinos de la versión griega de la
Biblia, quienes tradujeron como testamentum la palabra griega diatheké, que podría
significar en realidad dos cosas: ‘deseo’ o ‘voluntad’, y también ‘acuerdo’ o ‘convenio’. 1
Con este criterio, el nombre de la Biblia en griego haría referencia al antiguo y al nuevo
convenio de Dios con los hombres.

Las versiones más antiguas de textos del Nuevo Testamento que se conservan están
escritas en el griego denominado koiné, la lengua franca en el Mediterráneo Oriental en
época romana. La mayoría de los especialistas cree que éste fue el idioma en que
originalmente se redactaron, aunque algunos libros puedan haberse escrito primero en
idioma hebreo o arameo, la lengua semita hablada por Jesús y su entorno. Sin embargo,
no existen manuscritos antiguos del Nuevo Testamento escritos en hebreo ni tampoco en
arameo.

La composición del Nuevo Testamento canónico se fijó poco a poco en los primeros siglos
de la nueva religión. La lista más antigua se supone redactada hacia el año 170 La lista
actual fue publicada originalmente por Atanasio de Alejandría en 370 y consagrada como
canónica en el Tercer Concilio de Cartago de 397. Las disputas sobre la composición no
cesaron por ello. Martín Lutero cuestionó la pertinencia de incluir la Epístola de Santiago,
la Epístola de Judas, la Epístola a los Hebreos y el Apocalipsis de Juan o Libro de la
Revelación; aunque finalmente, a diferencia de los deuterocanónicos del Antiguo
Testamento, no fueron nunca rechazados. Sin embargo, la canonización de 2 Pedro, 2
Juan, 3 Juan, Santiago y Judas, así como de Hebreos y Apocalipsis, sigue siendo tema de
controversia actualmente.

El Nuevo Testamento comprende los cuatro Evangelios canónicos, los Hechos de los
Apóstoles, las epístolas de Pablo de Tarso, siete epístolas de diversa atribución y el
Apocalipsis, como se puede observar en el esquema que se encuentra a continuación.

Comprende, en total, 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la


mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria solo acepta 22 libros en su canon.
Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo
de disputas, y se encuentran canonizados por parte de otras iglesias Católicas Ortodoxas.

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