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ARTÍCULOS
Manifiesto diferencialista
Henri Lefebvre
RESUMEN
ABSTRACT
This article sets up an analysis of the reception of Lefebvrian thought in the Anglo-Saxon
and European context, during the last two decades in relation to both the current sys-
temic crisis of neoliberalism and the concept of postmodern Nomocracy. This proposal
is inserted into the new Marxist boom, so long as it tries to rescue some categories of
Lefebvrian thought and challenge some ideological and ethical foundations of academic
practice so as to begin a reflection that allows us to the Third World, to pose an Utopian
and scientific proposal for the supersession of the currently-in-decline capitalism.
*
Candidato a la Maestría Académica en Literatura latinoamericana de la Universidad de Costa Rica.
royalfarov@gmail.com
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las ideologías, la nomocracia (y como se verá De esta manera, se engendra una libertad
luego, también la posmodernidad) se alza como negativa, en donde esta consiste en “estar libre
una clara muestra de tal proceso aún hoy en de coacción e interferencia” (Plant, 2010: 235),
operación. con lo cual se anula la libertad positiva, o sea,
Entrando en materia, la nomocracia es el la libertad como “capacidad para”. Por lo tanto,
imperio de la ley (the rule of law). En las socie- la libertad negativa es un simple parámetro
dades nomocráticas, todo el andamiaje político jurídico, que permite asumir “lo general” como
está en función de proveer las facilidades, que simple formulación lingüística, en tanto, “nos
permitan la obtención de beneficio por parte permite tratar con nuestro fragmentado conoci-
de las iniciativas privadas. Por ende, el imperio miento (del mercado)”9 (Plant, 2010: 265).
de la ley, la nomocracia, es “una estructura de El imperio de la ley es un estándar gene-
reglas generales para el cumplimiento de fines ralizable y generalizante, que subsume las incli-
privados” (Plant, 2010: 6). naciones particularistas del consumismo, o sea,
El imperio de la ley es, entonces, el valor este imperio diluye lo particular, aunque solo lo
supremo dentro del paradigma nomocrático, sea de manera discursiva, jurídica10.
dentro del neoliberalismo. Es decir, todo el
sistema jurídico y el Estado mismo deben enfo- 1.2. LA POSMODERNIDAD
carse en relación con los imperativos nomocrá-
ticos, lo que quiere decir que toda aquella ley La posmodernidad se define como un
que no sea generalizable es opuesta al imperio discurso fracturado y fragmentado (Malpas,
de la ley y por consiguiente, es ilegítima, no- 2005: 5). En el paradigma posmoderno, no hay
jurídicamente válida e inmoral. cabida para lo general, más bien existe “la resis-
Veamos un ejemplo. Permitir la libre con- tencia a las totalidades” (Jameson, 1998: 321).
currencia en el mercado es nomocráticamente Así, la idea de proceso, en tanto factor que
legítimo, ya que todos y cada uno de nosotros le da una lógica a los hechos discontinuos,
tendría el derecho a competir en el libre mer- desaparece dentro de la necesidad de rescatar
cado. Al contrario, crear un marco jurídico de imaginariamente (en términos lacanianos) lo
generalización de la cobertura del régimen de particular.
salubridad sería antinomocrático, por cuan- Por otra parte, la posmodernidad se carac-
to esto solo beneficiaría a aquellos que, por teriza como un “juego puro y aleatorio de sig-
determinadas razones, no pueden acceder por sí nificantes” (Jameson, 1998: 125), en donde “las
mismos a los servicios de salud y consecuente- cosas vienen a la existencia y pierden su exis-
mente, esto no sería generalizable para todos y tencia al ser nombradas” (Derrida, 1967: 107).
cada uno de los miembros de la sociedad7. Por consiguiente, “la legislación del lenguaje
El esquema nomocrático lo que le ase- también produce las primeras leyes de la verdad”
gura al ciudadano es el ser libre, en tanto que (Nietzsche, 2001: 876)11 y consecuentemente,
no está coaccionado 8: las reglas de mercado todo deviene lenguaje, el cual no es entendido
aplican para todos y la manera en que se deben como lengua (Saussure), como sistema general,
satisfacer las necesidades están así regladas, sino como expresión del posicionamiento propio
pero lo anterior no implica que, en concreto, de cada emisor, que busca especularmente un
cada particular pueda asegurar la obtención de
sus requerimientos diarios (bienes y servicios) 9 Paréntesis propio.
(Plant, 2010: 18). 10 Se volverá sobre esto más adelante. La relación de
lo general y lo particular en la nomocracia posmo-
7 La generalización de la cobertura de salud en derna tiene tintes muy interesantes y contradicto-
Estados Unidos ha sido discutida con este marco rios, por no decir, auto-anulantes.
de fondo. Nomocráticamente, es entonces com-
11 El texto de Nietzsche titulado On Truth and Lying
prensible la posición de los republicanos.
in a Non-Moral Sense (Verdad y mentira en sen-
8 “Yo soy libre cuando no soy coaccionado” (Plant, tido extramoral) es fundamental para entender la
2010: 66). posmodernidad.
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otro que lo refleje. Es lo que se denomina “el giro que generalizables, sin importar la posibilidad
lingüístico” (the linguistic turn), el cual distin- real de hacer concretas tales oportunidades)
gue al pensamiento posmoderno (Han, 2009: y la necesidad ideológica de centrarse en lo
124). Esta es “la asunción posmodernista que particular. La nomocracia posmoderna es una
nuestras realidades son creadas dentro de prácti- contradicción en sí misma.
cas discursivas” (Jones, 2007: 20). A través de lo económico, la nomocracia
También, es claro que epistemológica- crea una totalidad que escinde lo general de lo
mente, la reducción de la realidad al ámbito particular, como un medio para legitimar, den-
del lenguaje permite a la posmodernidad hacer tro de los salvajes procesos de acumulación de
una virtud de la esquizofrenia (Quie, 2000: la globalización, la circulación-reproducción del
281) y principalmente, “anula (discursivamen- capital mediante la extracción de la plusvalía.
te) cualquier potencial real de cambio” (Quie, Así, por ende, la totalidad de la nomocracia, en
2000: 271)12. Esto logra, en complementación términos filosóficos, es un universal abstracto.
de la represión que ya la nomocracia produce, Es un idealismo filosófico.
“postula(r) un imperio de signos, cuyos poderes La totalidad de la nomocracia, en tanto
de control social sobre individuos y sociedades universal abstracto, es un imperativo moral,
son tan absolutos que ningún movimiento es cuyo fundamento es el lucro y cuya legitima-
posible” (Quie, 2000: 271).13 En la visión pos- ción se establece a partir del ideal de la teoría
moderna, no hay espacio para el cambio social, del derrame, en donde la riqueza, tarde o tem-
la discontinuidad no se deja conceptualizar prano, dicen ellos, llegará a todos.
como movimiento. El movimiento se ve ligado En un sentido abiertamente opuesto, la
a lo general y ellos, los posmodernos, solo ven posmodernidad, sin creerlo, establece una tota-
los árboles del bosque y nunca el bosque com- lidad particular abstracta. Es decir, se crea un
pleto. De hecho, en este paradigma, “las dife- discurso ideológico (deformante) que homo-
rencias sociales son pospuestas e ignoradas a geniza el ideal de lo heterogéneo o heteroge-
través de una infinita cadena de significación” neizante. O sea, para la posmodernidad, todo
(Chaffee, 2009: 81). aquello que tenga o pretenda validez más allá
La posmodernidad es así, un texto abier- de un particular y determinado posicionamien-
to a la hipertextualidad, en donde los signi- to, es por definición falsificante o “falsiable” y
ficantes se desplazan supuestamente de uno por lo cual, represivo en tanto productor de una
al otro casi incesablemente, en el ámbito de violencia epistémica.
una libertad que es, al igual que en la visión Ejemplifiquemos. Lo simbólico laca-
nomocrática, negativa. Es decir, la libertad pos- niano aparece, en cuanto expresión de un
moderna es el ser libre para interpretar, sin que je (yo), como el conjunto de normas y valo-
esto implique que cada interpretante particular res, socio-gramaticalmente compartidos, que
tenga los medios para hacerlo. Lo importante, homogenizan las posibles manifestaciones
según los posmodernos, es que sea su interpre- del deseo, así como, sus realizaciones. Lo
tación: lo particular absorbe lo general. simbólico crea, entonces, un marco refe-
rencial que sistematiza y a la vez, separa al
1.3. LA NOMOCRACIA POSMODERNA sujeto social de su deseo imaginario. De ahí
que la terapia lacaniana intente retornar a
La nomocracia posmoderna es, entonces, la fase especular de lo imaginario, lo cual le
una formación social comprendida dentro de permitiría reafirmarse al paciente en la uni-
los parámetros de una economía que jurídi- dad A=A, el espejo perfecto, en tanto cuerpo
camente tiende, teóricamente, a fomentar las que comparte un deseo con un destinatario
oportunidades dentro del mercado (en tanto imaginario (el Otro).
Por eso, tanto en términos estrictamente
12 Paréntesis propios. nomocráticos como en aquellos posmodernos;
13 Paréntesis propios. la nomocracia posmoderna se define como la
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oposición de dos totalidades totalitarias, que lefebvriano a una antesala del pensamiento pos-
tienden a privilegiar lo particular abstracto o moderno16.
lo universal abstracto, en cuanto medio para Por otra parte, está la interpretación
crear un sesgo cognitivo, epistemológico y urbano-marxista relacionada con Harvey, en
ontológico, que política e ideológicamente donde se reduce el marxismo lefebvriano a una
permiten negar (verneinen)14 la Totalidad crítica positiva (no-negativa) del urbanismo
material, en tanto unidad dialéctica de lo capitalista17.
general y lo particular, en tanto “universal En su texto Space, difference, everyday
concreto”. life, Goonewardena et ál. se autoproclaman la
Dentro de este marco nomocrático-pos- tercera vía de interpretación del pensamiento
moderno, es leído Henri Lefebvre en el mundo de Lefebvre, definida como aquella “que liga sus
europeo y anglosajón, con todo y la negación de contribuciones urbano-espaciales con los más
tal Totalidad, en un proceso de legitimación del prometedores aspectos de sus más amplios pro-
statu quo. yectos teóricos y compromisos políticos” (2008:
285). De alguna manera, ellos se auto-proponen
2. HENRI LEFEBVRE SEGÚN EL MUNDO como la síntesis de Soja y Harvey. No obstante,
ANGLOSAJÓN Y EUROPEO los mismos problemas siguen presentándose.
“Notably in English, there are many, Dentro del collage de autores, que el citado libro
many ‘Lefebvres’; each is a partial incorpora y a pesar del rescate de algunas impor-
understanding” tantes categorías (la de Totalidad, por ejem-
plo), se mantiene una visión fragmentada que
Lefebvre, Love and Struggle no permite, más allá de la intención de crear
Rob Shields románticamente una tercera vía interpretativa,
entrever el pensamiento lefebvriano como un
Existe en el ámbito anglosajón y euro- “todo”, especialmente en su negatividad.
peo, en las últimas dos décadas, una fuerte Por otra parte y como ejemplos, Jameson
tendencia a retomar el pensamiento de Henri (1998) ve la discontinuidad espacial pero pier-
Lefebvre. Se han traducido algunos de sus tex- de la continuidad temporal; Jay (1984) sepa-
tos (The production of space, dialectical mate-
ra lo filosófico de lo científico; Meyer (en:
rialism, etc.) así como se han publicado algunas
Goonewardena, 2008: 153) afirma una sepa-
compilaciones que ofrecen algunos pasajes de
ración de lo abstracto y lo concreto; Therborn
textos importantes de Lefebvre (exempli gratia:
(2007) lo reduce a lo especulativamente episte-
writing on cities). Como es de esperar, todo esto
mológico; Rogers (2002) lo ve dialógico y rela-
ha venido acompañado de diversas y parciales
cional; Blum (2003) lo somete a una analogía
interpretaciones (Shields, 1999: 1) que por par-
con Lacan y Boer (2007), lo lee en un esquema
ciales, tergiversan el pensamiento lefebvriano
y lo anulan al llevarlo hacia posiciones nunca teologizante. Todos cortan el pensamiento lefe-
compartidas por Lefebvre. bvriano en un intento, consciente o no, de anu-
De hecho, después de un largo período, lar el potencial transformador del aufheben.
ellos mismos, europeos y anglosajones, pare- De igual manera, Elden refiriéndose a la
cen seguir luchando por imponer “la” inter- versión inglesa de Éléments de rythmanalyse
pretación correcta de Lefebvre. Se mencionan
16 Idea también presente en Jameson, quien lo une
tres vías de interpretación. La primera ligada a a la posmodernidad, a través de un supuesto pre-
Edward Soja15, la cual reduce el pensamiento dominio del espacio, el cual da sustento a la pos-
modernidad en el pensamiento lefebvriano (cfr.:
14 Recordando la negación (Verneinung) freudiana. Jameson, 1998: 286-287).
Mecanismo de defensa que simplemente excusa
17 Ejemplo de esto es también Neil Brenner (2001).
una realidad que no se puede aceptar consciente-
Igualmente, a lo largo de la Encyclopedia of Urban
mente.
Studies (2010), se presenta a Lefebvre como un
15 Cfr.: Soja, 1990. teórico de lo urbano, del espacio.
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de Lefebvre, afirma que este libro “es a la vez Lefebvre” (Shields, 1999: 109) y no el espacio.
un libro sobre problemas metafísicos y uno El espacio y la cotidianidad son en Lefebvre una
preocupado con los pormenores de la cotidia- aplicación particular del método dialéctico, de
nidad: un libro político y una contribución a los la negatividad y estos no son fines en sí mis-
estudios culturales” (2004b: vii-viii), con lo cual mos: “Lefebvre fue por lo tanto claramente un
no solo identifica a Lefebvre con las corrientes marxista” (Shields, 1999: 88).
postestructuralistas, fenomenológicas y ligadas Sin embargo, contradictoriamente, aun-
al neoliberalismo, sino que también pasa por que todas estas interpretaciones son producto
alto todo el esquema dialéctico de Lefebvre. de un reduccionismo o de una abierta mala
Por ejemplo, Elden asume una posi- lectura de Lefebvre, también existe una oscura
ción ingenua con respecto a los Éléments de conciencia del potencial transformador y de
rythmanalyse, ya que la única manera de iden- análisis que posee el pensamiento lefebvriano:
tificar este texto con los estudios culturales “fue característico de Lefebvre (...) buscar vías
(de corte abiertamente fenomenológicos)18 es en las cuales interpretar la acción revoluciona-
pasar por alto cuestiones tan simples como la ria” (Harvey, 1991: 431).
derivada de la siguiente cita: “no solamente la ¿Qué pasa entonces, a pesar de las con-
repetición no excluye las diferencias, sino que tradicciones, con el esquema lefebvriano del
ella misma las engendra; ella las produce19 ” orden lejano y el orden cercano? ¿Qué sucede
(Lefebvre, 1992: 16). Es decir, Elden no com- con la negatividad y la Totalidad? ¿Es el pen-
prende los indicios que Lefebvre da en este samiento lefebvriano una crítica sin propues-
texto sobre su posición gnoseológica. Así, cuan- ta hacia lo posible? ¿Y si esto fuera así, por lo
do Lefebvre indica que la repetición introduce menos para anglosajones y europeos, por qué
la diferencia, lo que indica es que si A es con- lo sería?
gruente con A (A A), entonces al repetirse esta The production of space (POS) ha tenido
congruencia (mal llamada igualdad)20 lo que un fuerte impacto en el ambiente anglosajón
hace a cada “A” particular ser ella misma, ter- y europeo. Zhang apuntaba que este texto es
mina por su propio movimiento interno crean- la magnum opus de Lefebvre (2006: 219). De
do una negación de A, o sea, no-A. Por eso, no igual modo, Shields (1999) estima que contra-
es de extrañar que, para Elden, Lefebvre solo rio a lo que Lefebvre pudo haber esperado, “su
fuera uno de los más importantes teóricos del magnum opus ha devenido The Production
espacio (2004b: xv), a la vez que cree que en sus of Space” (141p). No es de extrañar que Kim
Éléments, “(se) muestra por qué Lefebvre fue (2010), Ryan (2010), Pratschka (2010), Harvey
uno de los más importantes pensadores marxis- (1991), Rogers (2002) y Jameson (1998) lleven,
tas del siglo veinte, pero simultáneamente (se) en resumidas cuentas, como indican Kofman y
ilustra cómo su trabajo critica y se mueve más Lebas (2000), el pensamiento lefebvriano a ser
allá de ese paradigma” (vii)21. En otras palabras, leído como el de un geógrafo urbano de corte
según Elden, Lefebvre pasó de ser marxista a marxista (44), en donde se abandona, según
culturalista, ocultando que “la dialéctica fue el Ryan, la obsesión económica y se desarrollan
núcleo centrípeto de los muchos intereses de las relaciones sociales (2010: 449), buscando
llenar los huecos dejados por Marx (Ryan, 2010:
18 En Alfaro (2005), se puede hallar una explicación
de esta idea, dentro de un análisis de las actuales
447) y separando la teoría marxista de la políti-
corrientes de análisis literario y cultural. ca proletaria (James, 2006: 156).
19 En negrilla en el original.
Ahora, si bien es cierto que la POS se
enfoca en una serie de cuestiones nunca abor-
20 En realidad, la simbolización A=A es no-correcta,
ya que indica que hay un solo particular igual a sí
dadas directa y sistemáticamente por Marx,
mismo; mientras que la simbolización A A indica como es el caso de la cuestión espacial, lo cierto
una relación de congruencia entre dos particulares es que la noción hegeliano-marxiana de lo uni-
(cfr.: Kojève, 2002: 320). versal concreto supone ya lo cotidiano como
21 Paréntesis propios. objeto. Asimismo, Lefebvre no niega nunca a
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Estamos en capacidad de producir lo suficiente total que evidencie las contradicciones que, en
para todos en términos alimentarios y de redu- último caso, lleven a la praxis revolucionaria, al
cir considerablemente las jornadas laborales. cambio cualitativo.
Estados Unidos es un claro ejemplo de El problema se gesta en lo cotidiano.
esto que mencionamos. Tiene un alto grado de La cotidianidad burguesa 30 perdió el camino,
desarrollo y ha impulsado la globalización ante cuando articuló esta siempre a nociones par-
el colapso de su mercado nacional, incapaz de ticulares. El problema es la alienación, la cual
consumir su sobreproducción. Asimismo, la somete al individuo y a la sociedad a la triviali-
actual crisis financiera, sistémica, ha introduci- dad: el celular, el Facebook, el iPod, etc., donde
do en los Estados Unidos otro elemento funda- la tecnología, las cosas, se humanizan robán-
mental en el proceso de un cambio cualitativo, donos nuestra humanidad; somos controlados
es decir, este y otros países tienen problemas de por nuestra propia creación mercantil. El objeto
legitimación que implican que, superestructural se vuelve activo y el sujeto simplemente recep-
e ideológicamente, hay una fuerte erosión de las tivo, pasivo. Hay que sumar a esto un discurso
funciones de aquello que Althusser (1987) lla- posmoderno que nos niega la acción a favor de
maba los aparatos ideológicos del Estado. la dicción.
En otras palabras, la inyección de capi- Dentro de este marco, esbozado sucinta-
tal público a empresas privadas, dizque para
mente, el pensamiento lefebvriano ofrece dos
salvaguardar el interés general, no es más que
elementos fundamentales para la superación de
la mampara para mantener ciertos intereses
esta realidad, o sea, una crítica de la cotidiani-
de clase, así como, el de algunos particula-
dad y la noción de totalidad.
res29. De igual modo, ha habido irregularida-
En su artículo “La notion de totalité dans
des en la primera elección de Bush, el cual, a
les sciences sociales” (1955), Lefebvre discu-
su vez dio privilegios hacendarios a los ricos.
te la importancia de la categoría filosófica de
No hay que olvidar el “camuflado” genocidio
iniciado también por la administración Bush totalidad dentro del trabajo científico y dentro
contra el Islam, etc. de la sociología en particular. De acuerdo con
Pero, ¿qué mantiene la hegemonía de la Lefebvre, la totalidad es un concepto de carácter
burguesía estadounidense en un ambiente tan filosófico que implica el par dialéctico de unidad
corrompido? Primero, la visión fragmentada de y contradicción (1955: 62), en donde dentro de
la realidad, producto de la estructura misma totalidades abiertas, móviles y cambiantes, hay
de la nomocracia posmoderna que se socializa un paso de totalidades específicas a totalidades
a través de los medios de comunicación, las más generales, mediante el empleo de la cate-
escuelas, etc. y la cual enfatiza lo particular; goría de causalidad, pasando a la de acción recí-
luego, no hay totalidad posible y no se alcanza proca hasta alcanzar lo concreto humano31: “el
una visión integral de los procesos socio-eco- hombre es totalidad” (Lefebvre, 1955: 65).
nómicos. En segundo lugar, existen deforma- Este paso de esfera a esfera, vía el empleo
ciones (ideologías) que permiten establecer de tales categorías, implica en último caso, que
procesos identitarios, como la noción de héroe, “la verdad se encuentra en la totalidad”32.
cuyas representaciones se manifiestan como
procesos de integración. Integración que resul- 30 Lefebvre distingue entre cotidianidad y vida coti-
diana. La cotidianidad es esencia pura, que sepa-
ta tan fuerte, que a pesar de que la actual crisis
ra forma y contenido, en tanto que producto de
deslegitima al Estado, a los políticos y al neoli- las actuales relaciones de producción (Lefebvre,
beralismo estadounidenses, no concreta en un 1972b: 218-222). La vida cotidiana es el centro real
proceso revolucionario. ¿Problema político? Sí, de la praxis, a partir del cual es pertinente realizar
pero más que todo cognitivo y gnoseológico. Al lo posible (Lefebvre, 1972b: 44 y 24).
ver solo lo particular, se pierde de vista lo gene- 31 Cfr.: Lefebvre, 1955: 63-64.
ral y entonces, no se puede acceder a una visión 32 A f irmación de cor te hegelia no. En la
Fenomenología del espíritu, Hegel expresa que “Lo
29 Para esto, no han sido a ultranza nomócratas. verdadero es el todo” (1966: 16).
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Ahora bien, la categoría de totalidad, producto del lógico desarrollo de las múlti-
como es lógico, “reclama un esfuerzo suple- ples determinaciones del universal concreto y
mentario de reflexión” (Lefebvre, 1955: 55) de igual modo, como esfuerzo creativo, como
en tanto, el paso de relaciones causales a rela- manifestación poiética, como transducción35.
ciones de acción recíproca, en donde causa y Esto bajo los principios del método regresivo
efecto son asumidas dialécticamente33, implica progresivo que Shields (1999) resume bastante
acceso a lo universal concreto (el ser humano bien. Este método lleva los siguientes pasos:
y su cotidianidad dentro de un modo de pro- a) “la observación descriptiva” que parte de la
ducción específico), el manejo de elementos experiencia y de la teoría general; b) “el análisis
sociológicos (discontinuos) y de elementos his- regresivo analítico” que retorna al pasado bus-
tóricos (continuos)34 , dentro del proceso de cando históricamente los orígenes conocidos de
construcción del orden lejano, de la utopía. Sin otros casos y c) “el estudio histórico progresivo
el concepto de totalidad “el saber se desmoro- de las génesis de las estructuras” que reconstru-
na” (Lefebvre, 1972e: 82). ye, mediante una progresión, una explicación
L a tot a lid ad implic a un proyecto del presente (Shields, 1999: 132). A esto hay que
metafilosófico, ya que en cuanto realización agregarle que el último paso implica la noción
de la filosofía, conlleva una crítica radical lefebvriana del orden posible, es decir, el método
(Lefebvre, 1972e: 81). Por tanto, “la totalidad plantea una posible tendencia de desarrollo que
solo es filosófica porque es histórica (es decir, sirve como guía de la acción política, que en
práctica y real)” (Lefebvre, 1970: 24). Así, la nuestro caso lleva a la superación del capitalismo
totalidad, en tanto práctica y real, es poiética y a la construcción de sociedades no-capitalistas,
por cuanto la apropiación sensible del mundo socialistas, el producto de la transducción.
no depende, exclusivamente, de las determi- Esta transducción implica conocimiento.
naciones socio-económicas donde se inserta Conocimiento que rompe la repetición absoluta
la praxis, sino que retiene dialécticamente del principio de identidad (A A)36, abriéndose
(como contraria a la praxis, pero unida a ella) al esquema de tesis, antítesis y síntesis (cfr.:
el elemento dionisiaco de Nietzsche, el aspec- Lefebvre, 1992: 21)37, el cual le da un carác-
to creativo que sometiéndose a lo estruc- ter único a esta crítica de izquierda, es decir,
tural, material, determinado y dado, supera “la única crítica real fue y aún es la crítica de
estas determinaciones en tanto nueva cuali- izquierda. ¿Por qué? Porque es la única basada
dad, producto de la creatividad humana: ética en el conocimiento” (Lefebvre, 1991b: 130). Es
(deber ser), epistemología y estética confluyen este rasgo, este énfasis en el conocimiento, el
en el hombre total, el hombre de la totalidad. que hace del esquema dialéctico (hegeliano-
Todo es pura negatividad, Aufhebung, la tota- marxisto-lefebvriano) el método idóneo para
lidad es historia, la historia hace al hombre y
el hombre hace a la historia. Así, “la negativi- 35 “La transducción elabora y construye un objeto
dad, la contradicción dialéctica es, por tanto, teórico, un objeto posible de la información ligada
el motor de este vasto proceso: la historia del a la realidad y a una problemática puesta por esta
hombre total o la historia total del hombre” realidad” (Lefebvre, 2000: 151).
(Lefebvre, 1976d: 136). 36 Cfr.: Lefebvre, 1992: 16. Además, en Lógica formal,
Mediante el análisis de lo dado, bus- lógica dialéctica se puede leer: “A A. Tautología.
Transparencia y vacío. Reducción acabada del con-
cando en el pasado y yendo “nuevamente” tenido. Lo impensable: yo escribo “A A” y ya he
hacia delante, el objeto “posible” aparece como introducido con la repetición, la diferencia. El
menor contenido, incluida esta diferencia, exige
33 En simples términos, la causa deviene el efecto y el un análisis infinito” (Lefebvre, 1976b: 12).
efecto, la causa.
37 Este esquema está necesariamente unido a las
34 El método dialéctico trata “de concebir la histo- categorías de lo abstracto y lo concreto, de ahí
ria como totalidad superando la dispersión de la que la afirmación de Meyer de que el ritmanalista
historia y de la sociedad, que termina los tiempos rompe esta unidad al no seguirla de manera irres-
históricos” (Lefebvre, 1970: 190). tricta (cfr.: Goonewardena, 2008: 153) es falsa.
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