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Ciencias Sociales 137: 105-121 / 2012 (III)


ISSN: 0482-5276

ARTÍCULOS

HENRI LEFEBVRE Y EL FIN DE LA NOMOCRACIA POSMODERNA

HENRI LEFEBVRE AND THE END OF THE POSTMODERN


NOMOCRACY

Roy Alfaro Vargas*


Sin la idea de la revolución total, sin lo posible-
imposible, no existe el menor movimiento y
la idea de movimiento se pierde

Manifiesto diferencialista
Henri Lefebvre

RESUMEN

Este artículo plantea un análisis de la recepción del pensamiento lefebvriano en el contex-


to anglosajón y europeo, dado en las últimas dos décadas dentro del marco de la crisis sis-
témica del neoliberalismo y en relación con el concepto de nomocracia posmoderna. Esta
propuesta se inserta dentro del nuevo auge marxista, en tanto, intenta rescatar algunas
categorías del pensamiento lefebvriano y contestar algunos supuestos ideológicos y éticos
del quehacer académico, con el fin de iniciar una reflexión que le permita al Tercer Mundo,
plantear una propuesta utópica y científica para la superación dialéctica del hoy decadente
capitalismo.

PALABRAS CLAVE: SOCIOLOGÍA * M ARXISMO * POSMODERNIDAD * CAPITALISMO *


NEOLIBERALISMO

ABSTRACT

This article sets up an analysis of the reception of Lefebvrian thought in the Anglo-Saxon
and European context, during the last two decades in relation to both the current sys-
temic crisis of neoliberalism and the concept of postmodern Nomocracy. This proposal
is inserted into the new Marxist boom, so long as it tries to rescue some categories of
Lefebvrian thought and challenge some ideological and ethical foundations of academic
practice so as to begin a reflection that allows us to the Third World, to pose an Utopian
and scientific proposal for the supersession of the currently-in-decline capitalism.

KEYWORDS: SOCIOLOGY * MARXISM * POSTMODERNITY * CAPITALISM * NEOLIBERALISM

*
Candidato a la Maestría Académica en Literatura latinoamericana de la Universidad de Costa Rica.
royalfarov@gmail.com
106 Roy Alfaro Vargas

INTRODUCCIÓN Dentro de este marco, se da la relectura


o deslectura, como se prefiera, de algunos auto-
Después de la caída del Muro de Berlín res denominados tradicionalmente marxistas:
y del fin del capitalismo burocrático soviético Louis Althusser, Antonio Gramsci 2 y Henri
(socialismo ruso), los países del capitalismo Lefebvre, por ejemplo.
periférico, dependiente y subdesarrollado, en Henri Lefebvre (1901-1991), para centrar-
África, Asia y América, así como, toda etnia no- nos en nuestro tema, se lee actualmente como
capitalista, fueron invadidos por las doctrinas un teórico de lo urbano y/o de la cotidianidad,
de la nomocracia (el neoliberalismo económico olvidando su marco epistemológico: la negati-
y su ideología, la posmodernidad). vidad3. Es decir, Lefebvre empieza a ser leído de
El primer mundo ahogado en el con- manera más cercana a su faceta heideggeriana4
sumismo, en el principio suicida de placer, se que de modo marxista y por consecuencia, se le
entregó a la idea de los finales: el fin de la his- positiviza (epistemológicamente hablando), con
toria, el fin del socialismo, etc. Sin embargo, el lo que sus ideas de superación (Aufhebung)5
ideal de los finales sí tendría su fin, es decir, la del capitalismo se reducen al puro derecho a la
ampliación a escala global de los procesos de verborrea.
acumulación (la globalización) en términos tan Es por todo esto que aquí intentaremos
salvajes como los de una acumulación primitiva hacer una lectura más fiel de la propuesta lefe-
(o quizás más aún). bvriana, aunque no exhaustiva, con el fin de
Pronto inicia una realidad inexorable, o iniciar una reflexión teórica y política, que lleve
sea, los problemas acarreados por el libre mer- a una praxis transformadora del ya agotado
cado y la preponderancia del capital (virtual) capitalismo. Asimismo, se efectúa una revisión
financiero. El aumento de la pobreza, la des- de la recepción que se ha hecho de Lefebvre,
trucción del ambiente natural, la sistemática en el contexto anglosajón y europeo, con el fin
anulación de la democracia burguesa1 y otros de acceder a la tergiversación del pensamiento
problemas más, conllevan a la aparición de gru- lefebvriano, emprendida en tal contexto, enten-
pos antiglobalización. dida como un medio de posmodernizar o positi-
No obstante, a pesar del rescate de parte vizar al filósofo y sociólogo francés.
del ideario marxista y del auge de la nueva
crítica (Lacan, Derrida, etc.), la izquierda light 2 Realmente, Althusser y Gramsci no pueden ser
(ecologistas, feministas y demás “istas”) no ha considerados marxistas, ya que ambos destruyen
podido establecer una crítica racional y sistemá- la unidad dialéctica de lo histórico y lo lógico (lo
estructural), sin olvidar la eliminación que hace
tica de la estructura económica y de sus conse- Althusser (1987) del sujeto. Es importante rescatar
cuencias, debido a su relación con el paradigma el texto Historia y estructura de Alfred Schmidt
posmoderno, buscando anclarse en la différen- (1973), en donde el lector puede profundizar en el
ce y por ende, en lo particular. Entonces, de juicio que hemos emitido en contra de Althusser y
de Gramsci.
la reflexión teórica desapareció la noción de
Totalidad y el reino oscuro de la posmodernidad 3 Cfr.: Alfaro, 2006.
cayó sobre nosotros. 4 Efectiva mente, como señala Stuar t Elden,
Heidegger es uno de los pensadores que ha influi-
do el pensamiento lefebvriano (2002: 27). Parte
del mérito de Lefebvre es haber hecho de los con-
1 Por ejemplo, la primera elección de George W.
ceptos fenomenológicos de Lebenswelt (mundo de
Bush estuvo teñida de fraude; las últimas elec-
la vida) y de Alltäglichkeit (cotidianidad), temas
ciones mexicanas fueron irregulares; en Costa
dialécticos y marxistas.
Rica, Óscar Arias Sánchez (Premio Nobel) llega
por segunda vez a la Presidencia, después de un 5 El concepto de Aufhebung viene del verbo alemán
golpe institucional de Estado (crítica hecha desde aufheben, el cual es intraducible al español. Este
su mismo partido), que alteró ilegítimamente la verbo alemán expresa simultáneamente la idea de
Constitución costarricense. Ni que hablar del golpe conservar y de superar, o sea, es superar pero con-
de Estado en Honduras y de los falsos presupuestos servando algo de aquello superado: es continuidad
de la guerra en Irak y Afganistán. y discontinuidad.

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La tesis de este artículo será entonces buscando convertir la discusión ideológica en


que el pensamiento lefebvriano ofrece los ele- políticas públicas gubernamentales (Steger y
mentos teórico-epistemológicos, para recuperar Roy, 2010: 21). Así, se inició la implementación
el rol transformador del sujeto histórico, nega- de la agenda neoliberal con los programas de
do por las actuales nomocracias posmodernas. ajuste estructural y los tratados de libre comer-
Para esto será preciso: cio, procesos acelerados por la inesperada caída
de la Unión Soviética (1991) y las reformas de
Definir los conceptos de nomocracia y de corte neoliberal efectuadas en China (Steger y
posmodernidad. Roy, 2010: 10).
Determinar la relación existente entre De hecho, la implementación del neolibe-
nomocracia y posmodernidad. ralismo pasó por la asunción de las siguientes
Señalar las características de la inter- tres manifestaciones:
pretación del pensamiento lefebvriano,
dentro del ámbito europeo y anglosajón, Una gobernabilidad neoliberal: esta se
en el contexto de la nomocracia posmo- fundamenta en valores empresariales6,
derna. buscando la descentralización estatal, la
Establecer los parámetros para una lec- competitividad y el interés egoísta, alre-
tura del pensamiento de Lefebvre, en dedor del poder del individuo.
tanto, instrumento teórico-epistemológi- Un grupo de políticas públicas: este se
co para la superación (Aufhebung) de la orienta a la desregulación de la econo-
nomocracia posmoderna. mía, la liberalización del mercado y el
comercio, así como, a la privatización de
Este artículo, además, amplía la discu- las empresas estatales.
sión llevada a cabo en esta misma revista entre Un conjunto de ideologías: este fun-
Alfaro (2006 y 2009) y García (2008). Además, ciona como un sistema de creencias e
para el lector poco versado en el pensamiento ideas compartidas, como si fueran ver-
lefebvriano puede consultar el texto de Rob dad, guiando a la gente y ofreciendo una
Shields, titulado Lefebvre, Love and Struggle, visión coherente de cómo es el mundo y
donde se brinda un panorama muy amplio del de cómo debe ser. Este conjunto de ideas
pensador francés. La bibliografía de este trabajo legitima algunos intereses políticos y a
es muy extensa, debido a que se buscó agotar la la vez, que defiende o pone en duda las
mayoría de fuentes disponibles. estructuras dominantes de poder (Steger
y Roy, 2010: 11-14).
1. NOMOCRACIA Y POSMODERNIDAD:
CONCEPTOS E INTERRELACIONES
Dentro de este espectro de manifesta-
ciones de la implementación neoliberal y en
People who gather flowers and nothing estrecha relación con el punto señalado de
but flowers tend to look upon soil as
something dirty. 6 En la educación costarricense esto es muy patente,
cuando el Ministerio de Educación Pública lanza
Critique of Everyday Life campañas para masificar la educación, tendien-
do más a la producción en masa de bachilleres
Henri Lefebvre
que hacia una educación de calidad. En el mismo
sentido, Zajda afirma que “Uno de los efectos de
1.1. LA NOMOCRACIA las fuerzas de la globalización es que las organiza-
ciones educativas, habiendo modelado sus metas y
En una primera versión, el neoliberalis- estrategias sobre el modelo empresarial de nego-
mo se alza como una propuesta ligada a Ronald cios, son obligadas a abrazar el ethos corporativo
de la eficiencia, la responsabilidad y el manejo con
Reagan, Presidente de los Estados Unidos y a fines de lucro” (2010: xiii). Esta y todas las traduc-
la Primer Ministro inglesa, Margaret Thatcher. ciones de los textos que aparecen en la bibliografía
Ellos articularon el clamor del neoliberalismo, en lengua no española son propias.

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las ideologías, la nomocracia (y como se verá De esta manera, se engendra una libertad
luego, también la posmodernidad) se alza como negativa, en donde esta consiste en “estar libre
una clara muestra de tal proceso aún hoy en de coacción e interferencia” (Plant, 2010: 235),
operación. con lo cual se anula la libertad positiva, o sea,
Entrando en materia, la nomocracia es el la libertad como “capacidad para”. Por lo tanto,
imperio de la ley (the rule of law). En las socie- la libertad negativa es un simple parámetro
dades nomocráticas, todo el andamiaje político jurídico, que permite asumir “lo general” como
está en función de proveer las facilidades, que simple formulación lingüística, en tanto, “nos
permitan la obtención de beneficio por parte permite tratar con nuestro fragmentado conoci-
de las iniciativas privadas. Por ende, el imperio miento (del mercado)”9 (Plant, 2010: 265).
de la ley, la nomocracia, es “una estructura de El imperio de la ley es un estándar gene-
reglas generales para el cumplimiento de fines ralizable y generalizante, que subsume las incli-
privados” (Plant, 2010: 6). naciones particularistas del consumismo, o sea,
El imperio de la ley es, entonces, el valor este imperio diluye lo particular, aunque solo lo
supremo dentro del paradigma nomocrático, sea de manera discursiva, jurídica10.
dentro del neoliberalismo. Es decir, todo el
sistema jurídico y el Estado mismo deben enfo- 1.2. LA POSMODERNIDAD
carse en relación con los imperativos nomocrá-
ticos, lo que quiere decir que toda aquella ley La posmodernidad se define como un
que no sea generalizable es opuesta al imperio discurso fracturado y fragmentado (Malpas,
de la ley y por consiguiente, es ilegítima, no- 2005: 5). En el paradigma posmoderno, no hay
jurídicamente válida e inmoral. cabida para lo general, más bien existe “la resis-
Veamos un ejemplo. Permitir la libre con- tencia a las totalidades” (Jameson, 1998: 321).
currencia en el mercado es nomocráticamente Así, la idea de proceso, en tanto factor que
legítimo, ya que todos y cada uno de nosotros le da una lógica a los hechos discontinuos,
tendría el derecho a competir en el libre mer- desaparece dentro de la necesidad de rescatar
cado. Al contrario, crear un marco jurídico de imaginariamente (en términos lacanianos) lo
generalización de la cobertura del régimen de particular.
salubridad sería antinomocrático, por cuan- Por otra parte, la posmodernidad se carac-
to esto solo beneficiaría a aquellos que, por teriza como un “juego puro y aleatorio de sig-
determinadas razones, no pueden acceder por sí nificantes” (Jameson, 1998: 125), en donde “las
mismos a los servicios de salud y consecuente- cosas vienen a la existencia y pierden su exis-
mente, esto no sería generalizable para todos y tencia al ser nombradas” (Derrida, 1967: 107).
cada uno de los miembros de la sociedad7. Por consiguiente, “la legislación del lenguaje
El esquema nomocrático lo que le ase- también produce las primeras leyes de la verdad”
gura al ciudadano es el ser libre, en tanto que (Nietzsche, 2001: 876)11 y consecuentemente,
no está coaccionado 8: las reglas de mercado todo deviene lenguaje, el cual no es entendido
aplican para todos y la manera en que se deben como lengua (Saussure), como sistema general,
satisfacer las necesidades están así regladas, sino como expresión del posicionamiento propio
pero lo anterior no implica que, en concreto, de cada emisor, que busca especularmente un
cada particular pueda asegurar la obtención de
sus requerimientos diarios (bienes y servicios) 9 Paréntesis propio.
(Plant, 2010: 18). 10 Se volverá sobre esto más adelante. La relación de
lo general y lo particular en la nomocracia posmo-
7 La generalización de la cobertura de salud en derna tiene tintes muy interesantes y contradicto-
Estados Unidos ha sido discutida con este marco rios, por no decir, auto-anulantes.
de fondo. Nomocráticamente, es entonces com-
11 El texto de Nietzsche titulado On Truth and Lying
prensible la posición de los republicanos.
in a Non-Moral Sense (Verdad y mentira en sen-
8 “Yo soy libre cuando no soy coaccionado” (Plant, tido extramoral) es fundamental para entender la
2010: 66). posmodernidad.

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otro que lo refleje. Es lo que se denomina “el giro que generalizables, sin importar la posibilidad
lingüístico” (the linguistic turn), el cual distin- real de hacer concretas tales oportunidades)
gue al pensamiento posmoderno (Han, 2009: y la necesidad ideológica de centrarse en lo
124). Esta es “la asunción posmodernista que particular. La nomocracia posmoderna es una
nuestras realidades son creadas dentro de prácti- contradicción en sí misma.
cas discursivas” (Jones, 2007: 20). A través de lo económico, la nomocracia
También, es claro que epistemológica- crea una totalidad que escinde lo general de lo
mente, la reducción de la realidad al ámbito particular, como un medio para legitimar, den-
del lenguaje permite a la posmodernidad hacer tro de los salvajes procesos de acumulación de
una virtud de la esquizofrenia (Quie, 2000: la globalización, la circulación-reproducción del
281) y principalmente, “anula (discursivamen- capital mediante la extracción de la plusvalía.
te) cualquier potencial real de cambio” (Quie, Así, por ende, la totalidad de la nomocracia, en
2000: 271)12. Esto logra, en complementación términos filosóficos, es un universal abstracto.
de la represión que ya la nomocracia produce, Es un idealismo filosófico.
“postula(r) un imperio de signos, cuyos poderes La totalidad de la nomocracia, en tanto
de control social sobre individuos y sociedades universal abstracto, es un imperativo moral,
son tan absolutos que ningún movimiento es cuyo fundamento es el lucro y cuya legitima-
posible” (Quie, 2000: 271).13 En la visión pos- ción se establece a partir del ideal de la teoría
moderna, no hay espacio para el cambio social, del derrame, en donde la riqueza, tarde o tem-
la discontinuidad no se deja conceptualizar prano, dicen ellos, llegará a todos.
como movimiento. El movimiento se ve ligado En un sentido abiertamente opuesto, la
a lo general y ellos, los posmodernos, solo ven posmodernidad, sin creerlo, establece una tota-
los árboles del bosque y nunca el bosque com- lidad particular abstracta. Es decir, se crea un
pleto. De hecho, en este paradigma, “las dife- discurso ideológico (deformante) que homo-
rencias sociales son pospuestas e ignoradas a geniza el ideal de lo heterogéneo o heteroge-
través de una infinita cadena de significación” neizante. O sea, para la posmodernidad, todo
(Chaffee, 2009: 81). aquello que tenga o pretenda validez más allá
La posmodernidad es así, un texto abier- de un particular y determinado posicionamien-
to a la hipertextualidad, en donde los signi- to, es por definición falsificante o “falsiable” y
ficantes se desplazan supuestamente de uno por lo cual, represivo en tanto productor de una
al otro casi incesablemente, en el ámbito de violencia epistémica.
una libertad que es, al igual que en la visión Ejemplifiquemos. Lo simbólico laca-
nomocrática, negativa. Es decir, la libertad pos- niano aparece, en cuanto expresión de un
moderna es el ser libre para interpretar, sin que je (yo), como el conjunto de normas y valo-
esto implique que cada interpretante particular res, socio-gramaticalmente compartidos, que
tenga los medios para hacerlo. Lo importante, homogenizan las posibles manifestaciones
según los posmodernos, es que sea su interpre- del deseo, así como, sus realizaciones. Lo
tación: lo particular absorbe lo general. simbólico crea, entonces, un marco refe-
rencial que sistematiza y a la vez, separa al
1.3. LA NOMOCRACIA POSMODERNA sujeto social de su deseo imaginario. De ahí
que la terapia lacaniana intente retornar a
La nomocracia posmoderna es, entonces, la fase especular de lo imaginario, lo cual le
una formación social comprendida dentro de permitiría reafirmarse al paciente en la uni-
los parámetros de una economía que jurídi- dad A=A, el espejo perfecto, en tanto cuerpo
camente tiende, teóricamente, a fomentar las que comparte un deseo con un destinatario
oportunidades dentro del mercado (en tanto imaginario (el Otro).
Por eso, tanto en términos estrictamente
12 Paréntesis propios. nomocráticos como en aquellos posmodernos;
13 Paréntesis propios. la nomocracia posmoderna se define como la

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oposición de dos totalidades totalitarias, que lefebvriano a una antesala del pensamiento pos-
tienden a privilegiar lo particular abstracto o moderno16.
lo universal abstracto, en cuanto medio para Por otra parte, está la interpretación
crear un sesgo cognitivo, epistemológico y urbano-marxista relacionada con Harvey, en
ontológico, que política e ideológicamente donde se reduce el marxismo lefebvriano a una
permiten negar (verneinen)14 la Totalidad crítica positiva (no-negativa) del urbanismo
material, en tanto unidad dialéctica de lo capitalista17.
general y lo particular, en tanto “universal En su texto Space, difference, everyday
concreto”. life, Goonewardena et ál. se autoproclaman la
Dentro de este marco nomocrático-pos- tercera vía de interpretación del pensamiento
moderno, es leído Henri Lefebvre en el mundo de Lefebvre, definida como aquella “que liga sus
europeo y anglosajón, con todo y la negación de contribuciones urbano-espaciales con los más
tal Totalidad, en un proceso de legitimación del prometedores aspectos de sus más amplios pro-
statu quo. yectos teóricos y compromisos políticos” (2008:
285). De alguna manera, ellos se auto-proponen
2. HENRI LEFEBVRE SEGÚN EL MUNDO como la síntesis de Soja y Harvey. No obstante,
ANGLOSAJÓN Y EUROPEO los mismos problemas siguen presentándose.
“Notably in English, there are many, Dentro del collage de autores, que el citado libro
many ‘Lefebvres’; each is a partial incorpora y a pesar del rescate de algunas impor-
understanding” tantes categorías (la de Totalidad, por ejem-
plo), se mantiene una visión fragmentada que
Lefebvre, Love and Struggle no permite, más allá de la intención de crear
Rob Shields románticamente una tercera vía interpretativa,
entrever el pensamiento lefebvriano como un
Existe en el ámbito anglosajón y euro- “todo”, especialmente en su negatividad.
peo, en las últimas dos décadas, una fuerte Por otra parte y como ejemplos, Jameson
tendencia a retomar el pensamiento de Henri (1998) ve la discontinuidad espacial pero pier-
Lefebvre. Se han traducido algunos de sus tex- de la continuidad temporal; Jay (1984) sepa-
tos (The production of space, dialectical mate-
ra lo filosófico de lo científico; Meyer (en:
rialism, etc.) así como se han publicado algunas
Goonewardena, 2008: 153) afirma una sepa-
compilaciones que ofrecen algunos pasajes de
ración de lo abstracto y lo concreto; Therborn
textos importantes de Lefebvre (exempli gratia:
(2007) lo reduce a lo especulativamente episte-
writing on cities). Como es de esperar, todo esto
mológico; Rogers (2002) lo ve dialógico y rela-
ha venido acompañado de diversas y parciales
cional; Blum (2003) lo somete a una analogía
interpretaciones (Shields, 1999: 1) que por par-
con Lacan y Boer (2007), lo lee en un esquema
ciales, tergiversan el pensamiento lefebvriano
y lo anulan al llevarlo hacia posiciones nunca teologizante. Todos cortan el pensamiento lefe-
compartidas por Lefebvre. bvriano en un intento, consciente o no, de anu-
De hecho, después de un largo período, lar el potencial transformador del aufheben.
ellos mismos, europeos y anglosajones, pare- De igual manera, Elden refiriéndose a la
cen seguir luchando por imponer “la” inter- versión inglesa de Éléments de rythmanalyse
pretación correcta de Lefebvre. Se mencionan
16 Idea también presente en Jameson, quien lo une
tres vías de interpretación. La primera ligada a a la posmodernidad, a través de un supuesto pre-
Edward Soja15, la cual reduce el pensamiento dominio del espacio, el cual da sustento a la pos-
modernidad en el pensamiento lefebvriano (cfr.:
14 Recordando la negación (Verneinung) freudiana. Jameson, 1998: 286-287).
Mecanismo de defensa que simplemente excusa
17 Ejemplo de esto es también Neil Brenner (2001).
una realidad que no se puede aceptar consciente-
Igualmente, a lo largo de la Encyclopedia of Urban
mente.
Studies (2010), se presenta a Lefebvre como un
15 Cfr.: Soja, 1990. teórico de lo urbano, del espacio.

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de Lefebvre, afirma que este libro “es a la vez Lefebvre” (Shields, 1999: 109) y no el espacio.
un libro sobre problemas metafísicos y uno El espacio y la cotidianidad son en Lefebvre una
preocupado con los pormenores de la cotidia- aplicación particular del método dialéctico, de
nidad: un libro político y una contribución a los la negatividad y estos no son fines en sí mis-
estudios culturales” (2004b: vii-viii), con lo cual mos: “Lefebvre fue por lo tanto claramente un
no solo identifica a Lefebvre con las corrientes marxista” (Shields, 1999: 88).
postestructuralistas, fenomenológicas y ligadas Sin embargo, contradictoriamente, aun-
al neoliberalismo, sino que también pasa por que todas estas interpretaciones son producto
alto todo el esquema dialéctico de Lefebvre. de un reduccionismo o de una abierta mala
Por ejemplo, Elden asume una posi- lectura de Lefebvre, también existe una oscura
ción ingenua con respecto a los Éléments de conciencia del potencial transformador y de
rythmanalyse, ya que la única manera de iden- análisis que posee el pensamiento lefebvriano:
tificar este texto con los estudios culturales “fue característico de Lefebvre (...) buscar vías
(de corte abiertamente fenomenológicos)18 es en las cuales interpretar la acción revoluciona-
pasar por alto cuestiones tan simples como la ria” (Harvey, 1991: 431).
derivada de la siguiente cita: “no solamente la ¿Qué pasa entonces, a pesar de las con-
repetición no excluye las diferencias, sino que tradicciones, con el esquema lefebvriano del
ella misma las engendra; ella las produce19 ” orden lejano y el orden cercano? ¿Qué sucede
(Lefebvre, 1992: 16). Es decir, Elden no com- con la negatividad y la Totalidad? ¿Es el pen-
prende los indicios que Lefebvre da en este samiento lefebvriano una crítica sin propues-
texto sobre su posición gnoseológica. Así, cuan- ta hacia lo posible? ¿Y si esto fuera así, por lo
do Lefebvre indica que la repetición introduce menos para anglosajones y europeos, por qué
la diferencia, lo que indica es que si A es con- lo sería?
gruente con A (A A), entonces al repetirse esta The production of space (POS) ha tenido
congruencia (mal llamada igualdad)20 lo que un fuerte impacto en el ambiente anglosajón
hace a cada “A” particular ser ella misma, ter- y europeo. Zhang apuntaba que este texto es
mina por su propio movimiento interno crean- la magnum opus de Lefebvre (2006: 219). De
do una negación de A, o sea, no-A. Por eso, no igual modo, Shields (1999) estima que contra-
es de extrañar que, para Elden, Lefebvre solo rio a lo que Lefebvre pudo haber esperado, “su
fuera uno de los más importantes teóricos del magnum opus ha devenido The Production
espacio (2004b: xv), a la vez que cree que en sus of Space” (141p). No es de extrañar que Kim
Éléments, “(se) muestra por qué Lefebvre fue (2010), Ryan (2010), Pratschka (2010), Harvey
uno de los más importantes pensadores marxis- (1991), Rogers (2002) y Jameson (1998) lleven,
tas del siglo veinte, pero simultáneamente (se) en resumidas cuentas, como indican Kofman y
ilustra cómo su trabajo critica y se mueve más Lebas (2000), el pensamiento lefebvriano a ser
allá de ese paradigma” (vii)21. En otras palabras, leído como el de un geógrafo urbano de corte
según Elden, Lefebvre pasó de ser marxista a marxista (44), en donde se abandona, según
culturalista, ocultando que “la dialéctica fue el Ryan, la obsesión económica y se desarrollan
núcleo centrípeto de los muchos intereses de las relaciones sociales (2010: 449), buscando
llenar los huecos dejados por Marx (Ryan, 2010:
18 En Alfaro (2005), se puede hallar una explicación
de esta idea, dentro de un análisis de las actuales
447) y separando la teoría marxista de la políti-
corrientes de análisis literario y cultural. ca proletaria (James, 2006: 156).
19 En negrilla en el original.
Ahora, si bien es cierto que la POS se
enfoca en una serie de cuestiones nunca abor-
20 En realidad, la simbolización A=A es no-correcta,
ya que indica que hay un solo particular igual a sí
dadas directa y sistemáticamente por Marx,
mismo; mientras que la simbolización A A indica como es el caso de la cuestión espacial, lo cierto
una relación de congruencia entre dos particulares es que la noción hegeliano-marxiana de lo uni-
(cfr.: Kojève, 2002: 320). versal concreto supone ya lo cotidiano como
21 Paréntesis propios. objeto. Asimismo, Lefebvre no niega nunca a

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Marx, lo supone y lo supera dialécticamente; por perdiéndose el valioso aporte de conceptos y


lo tanto, la cuestión estructural sigue ahí. No categorías de análisis como: totalidad, orden
obstante, la asunción de la POS como texto para- cercano/orden lejano, lo real y lo posible, etc.;
digmático de la dialéctica lefebvriana, conlleva que permiten pasar de un método de análisis
asumir lo que a mi parecer es una dialéctica de la realidad a la construcción de tal reali-
un poco forzada22. Asimismo, la amplia (y exa- dad 23. Siguiendo las actuales interpretaciones
gerada) difusión de este texto de Lefebvre en el europeas y anglosajonas de Lefebvre, se ten-
mundo anglosajón, responde a una cuestión cul- dría que concluir que “Lefebvre es así un irre-
tural propia de países como Inglaterra y Estados conciliable desviado (deviant) que ha olvidado
Unidos, en donde epistemológicamente existe un el catecismo de Marx” (Soja, 1990: 99)24 , lo
énfasis en lo empírico, en lo pragmático, enfoca- cual está totalmente alejado de la realidad del
do en una cosmovisión positiv(ist)a. De ahí, que pensamiento lefebvriano, como se verá en el
la POS al ofrecer un análisis del espacio (que siguiente apartado.
visto en sí mismo, es asimilable dentro de un Esta lectura tendenciosa que se hace de
empirismo-pragmatista) se presta para una lec- Lefebvre, se ve reforzada por el actual rescate
tura parcial y de hecho, para una reepistemo- del pensamiento de autores como Althusser
logización de este texto lefebvriano, dentro de (estructuralista) y de Gramsci (historicista)25,
una visión positiva y sin la negatividad propia los cuales se caracterizan por un pensamiento
del pensamiento lefebvriano. Es claro que sin positivo que destruye, en el mejor de los casos,
negatividad, sin dialéctica, no hay movimiento, la relación dialéctica entre las categorías de lo
no hay síntesis, la cual “contiene la peligrosa lógico y lo histórico; pero que en una lectura
noción de aufheben” (Shields, 1999: 113). Sin más concienzuda no se les podría llamar mar-
la noción de aufheben (superar conservando) xistas, como ya se ha mencionado.
los alcances políticos, utópicos y de transfor- Evidentemente, el contexto nomocráti-
mación social del marxismo, en general y del co-posmoderno opera sobre esta no-gratuita
pensamiento lefebvriano, en particular, quedan lectura reduccionista de Lefebvre, ya que el
anulados: la dialéctica devendría un puro méto- énfasis particularista y neoliberal de la nomo-
do descriptivo, desligado de la praxis transfor- cracia posmoderna (con todo y las contradiccio-
madora. nes que, como ha visto, esto implica) conlleva
Por otra parte, es sintomático el cómodo a que muchos académicos, ocupando puestos
olvido en que el mundo anglosajón y europeo bien pagados en universidades europeas y esta-
ha dejado textos tan fundamentales o más aún, dounidenses, no se arriesguen a desarrollar
que la POS, la cual presenta una gran profun-
didad epistemológica, como lo son: Lógica for- 23 Cfr.: Lefebvre, 1974: 55.
mal, lógica dialéctica; La fin de l’histoire; Marx, 24 Es interesante notar que las metodologías positi-
Hegel, Nietzsche; El materialismo dialéctico vistas tienden a castigar los juicios de valor dentro
del quehacer científico, pero a la vez, se amparan
o artículos como “La notion de totalité dans
en esta idea para presentar sus propios juicios de
les sciences sociales”. Esto marca una lectura valor como juicios de hecho. Así, cuando Soja se
tendenciosa de los escritos lefebvrianos, privi- refiere a las ideas de Marx como un catecismo, está
legiando el aspecto teórico y positivo, en detri- introduciendo un juicio de valor que, dentro de su
mento de la heredada negatividad y de hecho, esquema positivista, aparece como un juicio de
hecho, como una realidad dada. El positivismo no
ha comprendido aún hoy, que los juicios de valor
22 Esto necesitaría, para pasar de lo intuitivo a lo
son la forma necesaria en que la política se intro-
racional, un espacio y un contexto que aquí no
duce en la ciencia.
corresponden. Contentémonos con la siguiente
cita de Savage con respecto a la POS: “hay una 25 Claro ejemplo de esto son Ernesto Laclau y
constante tendencia hacia la reificación en sus dis- Chantal Mouffe, que con su visión postmarxista
tinciones entre prácticas espaciales, representacio- introducen elementos gramscianos y althusseria-
nes de los espacios, y espacios representacionales; nos, como por ejemplo, el concepto de hegemonía
y entre espacios dominados y espacios apropiados” y el rechazo a algunas ideas sobre el desarrollo
(2003: 48). histórico (Goldstein, 2005: 53-55).

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Henri Lefebvre y el fin de la nomocracia posmoderna 113

planteamientos teórico-epistemológicos que vengan a nuestras universidades latinoamerica-


busquen socavar the establishment, el statu nas a repetir la receta de manera irresponsable
quo. De ahí que no extrañe ver el pensamiento e irreflexiva. Así, es evidente que “los codifica-
lefebvriano ligado a una posmodernidad que dores del neoliberalismo son élites globales de
está opuesta a la gnoseología dialéctica, en poder que incluyen administradores, ejecutivos
donde por ejemplo, se subsume la diferencia de grandes corporaciones transnacionales, gru-
lefebvriana bajo los imperativos de la différence pos de presión (lobbyists) corporativos, perio-
derridiana 26. distas influyentes y especialistas en relaciones
De igual modo, en el marco del con- públicas, intelectuales escribiendo para grandes
sumismo y del imperativo de circulación- audiencias, celebridades, burócratas estatales y
reproducción del capital, las tres líneas de políticos” (Steger y Roy, 2010: 11)28. Pareciera
interpretación que se hacen de Lefebvre (men- que en este juego, juegue como se juegue, se
cionadas en el punto 2) crean interpretacio- pierde. No obstante, se puede plantear una
nes-mercancías, mediante las cuales el capital lectura más completa de Lefebvre, así como
fluye y se reproduce. ¡Éticamente cuestionable, mejor ubicada en los procesos de la actual cri-
pero comercialmente válido! De esta manera, sis financiera (sistémica), con el fin de iniciar
muchos de estos académicos cumplen doble- una reflexión que nos permita crear elementos
mente su trabajo. Hacen producción intelectual teóricos para una práctica superadora del ya
y a la vez, más importante quizás, crean el inoperante y agotado capitalismo.
marco superestructural más beneficioso para el
actual desarrollo capitalista y para sus bolsillos. 3. HENRI LEFEBVRE Y LA SUPERACIÓN DE LA
¡Plusvalía absoluta, por todos lados se gana! NOMOCRACIA POSMODERNA
Ahora bien, tales académicos europeos Henri Lefebvre, não se dobrou nem se
y estadounidenses representan la posición del desviou na sua oitava década de vida,
mundo desarrollado. Sus interpretaciones, se continuando a produzir um trabalho
supone, son producto de un mayor desarrollo imperturbável e original sobre temas
científico y con un soporte bibliográfico más tipicamente ignorados por boa parte da
actualizado y por ende, el proceso de legiti- esquerda. Contudo, o preço de tal constância foi um
mación los beneficia. Luego, en un proceso de relativo isolamento.
neocolonialismo intelectual, los académicos
A crise da crise do marxismo:
latinoamericanos se ven sometidos a dos pro-
introdução a um debate contemporâneo
cesos. Primero, se enfrentan a la propaganda de
Perry Anderson
los procesos de legitimación que le da réditos y
créditos a las interpretaciones anglosajonas y Las teorías de Lefebvre por sí solas no
europeas de Lefebvre. O, en segundo lugar, son permiten crear una nueva realidad, no hay aquí
víctimas de las becas al extranjero, en donde idealismo. Aunado a las propuestas lefebvrianas,
recibirán, en demasiados casos, un lavado de es preciso comprender si la estructura capitalis-
cerebro27. Esto para que luego muchos de ellos ta está ya madura para un cambio cualitativo.
Estructuralmente, el ser humano ha
26 George I. García (2001) analizando a Lefebvre, ha
reiterado en esta misma idea, al querer proponer alcanzado, dentro del desarrollo capitalista,
una lectura marxista de Lefebvre, pero imbuida en un alto grado de expansión tecnológica que
la différance derridiana (cfr.: Alfaro, 2009). permitiría la adecuada satisfacción de las nece-
27 Recuerdo a un profesor estudiado en Canadá con- sidades sociales (y biológicas) de la humanidad.
tarme cómo de maravillosa era la vida universita-
ria allá, en donde, en un ambiente posmoderno,
válido (lo cual yo niego absolutamente), algunos
había hasta un día del comunismo. En tal fecha,
teóricos posmodernos ven con duda la aplicación
los estudiantes canadienses, se entregaban al con-
de tal esquema en el Tercer Mundo (cfr.: Malpas,
sumo de camisetas del Ché Guevara y de otras
2005: 2).
mercancías de corte marxista. No obstante y supo-
niendo que el paradigma posmoderno pudiera ser 28 Cursiva propia.

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114 Roy Alfaro Vargas

Estamos en capacidad de producir lo suficiente total que evidencie las contradicciones que, en
para todos en términos alimentarios y de redu- último caso, lleven a la praxis revolucionaria, al
cir considerablemente las jornadas laborales. cambio cualitativo.
Estados Unidos es un claro ejemplo de El problema se gesta en lo cotidiano.
esto que mencionamos. Tiene un alto grado de La cotidianidad burguesa 30 perdió el camino,
desarrollo y ha impulsado la globalización ante cuando articuló esta siempre a nociones par-
el colapso de su mercado nacional, incapaz de ticulares. El problema es la alienación, la cual
consumir su sobreproducción. Asimismo, la somete al individuo y a la sociedad a la triviali-
actual crisis financiera, sistémica, ha introduci- dad: el celular, el Facebook, el iPod, etc., donde
do en los Estados Unidos otro elemento funda- la tecnología, las cosas, se humanizan robán-
mental en el proceso de un cambio cualitativo, donos nuestra humanidad; somos controlados
es decir, este y otros países tienen problemas de por nuestra propia creación mercantil. El objeto
legitimación que implican que, superestructural se vuelve activo y el sujeto simplemente recep-
e ideológicamente, hay una fuerte erosión de las tivo, pasivo. Hay que sumar a esto un discurso
funciones de aquello que Althusser (1987) lla- posmoderno que nos niega la acción a favor de
maba los aparatos ideológicos del Estado. la dicción.
En otras palabras, la inyección de capi- Dentro de este marco, esbozado sucinta-
tal público a empresas privadas, dizque para
mente, el pensamiento lefebvriano ofrece dos
salvaguardar el interés general, no es más que
elementos fundamentales para la superación de
la mampara para mantener ciertos intereses
esta realidad, o sea, una crítica de la cotidiani-
de clase, así como, el de algunos particula-
dad y la noción de totalidad.
res29. De igual modo, ha habido irregularida-
En su artículo “La notion de totalité dans
des en la primera elección de Bush, el cual, a
les sciences sociales” (1955), Lefebvre discu-
su vez dio privilegios hacendarios a los ricos.
te la importancia de la categoría filosófica de
No hay que olvidar el “camuflado” genocidio
iniciado también por la administración Bush totalidad dentro del trabajo científico y dentro
contra el Islam, etc. de la sociología en particular. De acuerdo con
Pero, ¿qué mantiene la hegemonía de la Lefebvre, la totalidad es un concepto de carácter
burguesía estadounidense en un ambiente tan filosófico que implica el par dialéctico de unidad
corrompido? Primero, la visión fragmentada de y contradicción (1955: 62), en donde dentro de
la realidad, producto de la estructura misma totalidades abiertas, móviles y cambiantes, hay
de la nomocracia posmoderna que se socializa un paso de totalidades específicas a totalidades
a través de los medios de comunicación, las más generales, mediante el empleo de la cate-
escuelas, etc. y la cual enfatiza lo particular; goría de causalidad, pasando a la de acción recí-
luego, no hay totalidad posible y no se alcanza proca hasta alcanzar lo concreto humano31: “el
una visión integral de los procesos socio-eco- hombre es totalidad” (Lefebvre, 1955: 65).
nómicos. En segundo lugar, existen deforma- Este paso de esfera a esfera, vía el empleo
ciones (ideologías) que permiten establecer de tales categorías, implica en último caso, que
procesos identitarios, como la noción de héroe, “la verdad se encuentra en la totalidad”32.
cuyas representaciones se manifiestan como
procesos de integración. Integración que resul- 30 Lefebvre distingue entre cotidianidad y vida coti-
diana. La cotidianidad es esencia pura, que sepa-
ta tan fuerte, que a pesar de que la actual crisis
ra forma y contenido, en tanto que producto de
deslegitima al Estado, a los políticos y al neoli- las actuales relaciones de producción (Lefebvre,
beralismo estadounidenses, no concreta en un 1972b: 218-222). La vida cotidiana es el centro real
proceso revolucionario. ¿Problema político? Sí, de la praxis, a partir del cual es pertinente realizar
pero más que todo cognitivo y gnoseológico. Al lo posible (Lefebvre, 1972b: 44 y 24).
ver solo lo particular, se pierde de vista lo gene- 31 Cfr.: Lefebvre, 1955: 63-64.
ral y entonces, no se puede acceder a una visión 32 A f irmación de cor te hegelia no. En la
Fenomenología del espíritu, Hegel expresa que “Lo
29 Para esto, no han sido a ultranza nomócratas. verdadero es el todo” (1966: 16).

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Ahora bien, la categoría de totalidad, producto del lógico desarrollo de las múlti-
como es lógico, “reclama un esfuerzo suple- ples determinaciones del universal concreto y
mentario de reflexión” (Lefebvre, 1955: 55) de igual modo, como esfuerzo creativo, como
en tanto, el paso de relaciones causales a rela- manifestación poiética, como transducción35.
ciones de acción recíproca, en donde causa y Esto bajo los principios del método regresivo
efecto son asumidas dialécticamente33, implica progresivo que Shields (1999) resume bastante
acceso a lo universal concreto (el ser humano bien. Este método lleva los siguientes pasos:
y su cotidianidad dentro de un modo de pro- a) “la observación descriptiva” que parte de la
ducción específico), el manejo de elementos experiencia y de la teoría general; b) “el análisis
sociológicos (discontinuos) y de elementos his- regresivo analítico” que retorna al pasado bus-
tóricos (continuos)34 , dentro del proceso de cando históricamente los orígenes conocidos de
construcción del orden lejano, de la utopía. Sin otros casos y c) “el estudio histórico progresivo
el concepto de totalidad “el saber se desmoro- de las génesis de las estructuras” que reconstru-
na” (Lefebvre, 1972e: 82). ye, mediante una progresión, una explicación
L a tot a lid ad implic a un proyecto del presente (Shields, 1999: 132). A esto hay que
metafilosófico, ya que en cuanto realización agregarle que el último paso implica la noción
de la filosofía, conlleva una crítica radical lefebvriana del orden posible, es decir, el método
(Lefebvre, 1972e: 81). Por tanto, “la totalidad plantea una posible tendencia de desarrollo que
solo es filosófica porque es histórica (es decir, sirve como guía de la acción política, que en
práctica y real)” (Lefebvre, 1970: 24). Así, la nuestro caso lleva a la superación del capitalismo
totalidad, en tanto práctica y real, es poiética y a la construcción de sociedades no-capitalistas,
por cuanto la apropiación sensible del mundo socialistas, el producto de la transducción.
no depende, exclusivamente, de las determi- Esta transducción implica conocimiento.
naciones socio-económicas donde se inserta Conocimiento que rompe la repetición absoluta
la praxis, sino que retiene dialécticamente del principio de identidad (A A)36, abriéndose
(como contraria a la praxis, pero unida a ella) al esquema de tesis, antítesis y síntesis (cfr.:
el elemento dionisiaco de Nietzsche, el aspec- Lefebvre, 1992: 21)37, el cual le da un carác-
to creativo que sometiéndose a lo estruc- ter único a esta crítica de izquierda, es decir,
tural, material, determinado y dado, supera “la única crítica real fue y aún es la crítica de
estas determinaciones en tanto nueva cuali- izquierda. ¿Por qué? Porque es la única basada
dad, producto de la creatividad humana: ética en el conocimiento” (Lefebvre, 1991b: 130). Es
(deber ser), epistemología y estética confluyen este rasgo, este énfasis en el conocimiento, el
en el hombre total, el hombre de la totalidad. que hace del esquema dialéctico (hegeliano-
Todo es pura negatividad, Aufhebung, la tota- marxisto-lefebvriano) el método idóneo para
lidad es historia, la historia hace al hombre y
el hombre hace a la historia. Así, “la negativi- 35 “La transducción elabora y construye un objeto
dad, la contradicción dialéctica es, por tanto, teórico, un objeto posible de la información ligada
el motor de este vasto proceso: la historia del a la realidad y a una problemática puesta por esta
hombre total o la historia total del hombre” realidad” (Lefebvre, 2000: 151).
(Lefebvre, 1976d: 136). 36 Cfr.: Lefebvre, 1992: 16. Además, en Lógica formal,
Mediante el análisis de lo dado, bus- lógica dialéctica se puede leer: “A A. Tautología.
Transparencia y vacío. Reducción acabada del con-
cando en el pasado y yendo “nuevamente” tenido. Lo impensable: yo escribo “A A” y ya he
hacia delante, el objeto “posible” aparece como introducido con la repetición, la diferencia. El
menor contenido, incluida esta diferencia, exige
33 En simples términos, la causa deviene el efecto y el un análisis infinito” (Lefebvre, 1976b: 12).
efecto, la causa.
37 Este esquema está necesariamente unido a las
34 El método dialéctico trata “de concebir la histo- categorías de lo abstracto y lo concreto, de ahí
ria como totalidad superando la dispersión de la que la afirmación de Meyer de que el ritmanalista
historia y de la sociedad, que termina los tiempos rompe esta unidad al no seguirla de manera irres-
históricos” (Lefebvre, 1970: 190). tricta (cfr.: Goonewardena, 2008: 153) es falsa.

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116 Roy Alfaro Vargas

quebrar el cerco de la “esquizofragmentación En contraposición al capitalismo mas-


posmoderna” (Jameson) que define, ideológi- culino, “un capitalismo femenino sería pro-
camente, nuestra actual realidad política al bablemente un capitalismo más calmado,
separar la totalidad en particularidades no rela- un capitalismo más orientado hacia el largo
cionables (discontinuas) y al crear idealiza- plazo que hacia el corto plazo; un capitalismo
ciones jurídico-económicas que justifican y consciente de la limitación de recursos; un
deforman las relaciones materiales del capita- capitalismo que acuerda una importancia a la
lismo actual, en el marco de una posmoderni- educación; un capitalismo menos lúdico y más
dad que ha negado la capacidad de raciocinio prudente” (Smati, 2010: 14). Es decir, el capita-
del ser humano (negando la razón), que ha lismo femenino encarnaría las supuestas virtu-
negado el conocimiento y por ende, la acción des femeninas: prudencia, amor maternal, etc.;
(todo es discurso). o sea, un reino de estrógeno (casi misantrópico)
Aclaremos lo anterior estudiando una donde lo femenino sería “factor de paz y de pro-
(no) crítica de derecha. Smati (2010) acaba greso” (Smati, 2010: 32)40.
de publicar Vers un capitalisme féminin. Este El planteamiento de Smati, más allá de
texto es la antítesis de lo que debe ser una críti- su inexistente valor analítico, ejemplifica una
ca de izquierda38. crítica sin crítica, que pretende guiar en el paso
Smati observa que para algunos “el capi- de un capitalismo masculino a otro femenino,
talismo es un modelo que se acaba, está al en donde por arte de magia se eliminan las
final del camino” (2010: 19). No obstante, él contradicciones de los ámbitos social, ecológi-
tiene una solución, mezcla de modernidad y de co, etc. Smati ejemplifica la ansiedad (miedo al
futuro) burguesa y petite bourgeoise, que pulula
posmodernidad. Devuelve, dentro del debate
en las clases dominantes ante la (aún) sin salida
posmoderno del fin de la historia, la idea de
crisis financiera (sistémica) actual.
progreso, al expresar que “la historia lo único
Realmente, como se puede apreciar,
que hace es comenzar” (Smati, 2010: 124), pero
no hay crítica, solo repetición. El capitalismo
con un aire posmoderno que rescata lo feme-
masculino (CM) es en lo esencial, igual con el
nino, al estilo de Luce Irigaray o de Hélène
capitalismo femenino (CF), o sea, CM= CF41: la
Cixous, dentro de un tinte totalmente lacania-
extracción salvaje de plusvalía continúa.
no: Smati plantea un capitalismo femenino o
Por su parte, la nueva crítica de izquier-
más bien, feminizado.
da, aún en su nuevo amanecer, analizará los
Para Smati, entonces, más que el fin hechos que transductivamente llevarán el
del capitalismo, lo que se esta presenciando planteamiento de un nuevo objeto posible,
es el fin del capitalismo masculino, el cual la construcción de un modo de producción
se define por el principio de la toma de ries- y de sociedades no-capitalistas. Una crítica
go (2010: 21 y 27) y por una lógica de corto de izquierda que no debe apelar, como lo han
plazo (2010: 118)39. hecho otros de manera poco inteligente, a lo
vivencial, a las emociones, al lenguaje42; sino
38 Realmente, algo es solamente crítica, si es de
izquierda.
40 Aunque aparente ser una visión feminista, en
39 Esta idea de una lógica de corto plazo en el capi- realidad la posición de Smati es un “vulgar hem-
talismo masculino (para usar la terminología de brismo”, producto de una formación reactiva que
Smati) se desmiente a través del recordar la apli- pretende ocultar una visión misógina.
cación que se ha hecho del modelo Black-Scholes,
41 Aquí sí funciona el signo de igualdad, por lo menos
que en economía permite, en términos gaussia-
en lo que la burguesía pretende con este tipo de
nos, establecer la fluctuación a largo plazo de los
planteamientos, o sea, mantenerse en el poder.
precios, los cuales de acuerdo con este plantea-
miento son continuos (cfr.: Skidelsky, 2010: 31). 42 Lo vivencial, las emociones y el lenguaje, vistos
La noción de largo plazo acompaña, por ende, al en sí, son como drogas. La realidad del efecto de
capitalismo masculino y no es de ningún modo la droga no es en sí real, como tampoco lo es el
algo que se pueda ligar única y necesariamente efecto bioquímico de la vivencia, las emociones
con lo femenino. y el lenguaje. Todos ellos requieren de la relación

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que debe afianzar el análisis y la construcción de circulación y de reproducción del capital


de la materialidad. ¡Sin histeria y con la razón! también se acelere. No obstante, con la tasa
de ganancia del capital global cayendo y los
A MANERA DE CONCLUSIÓN salarios perdiendo su poder adquisitivo; no hay
realización de la plusvalía y del capital produc-
That Marxism is finished would be tivo, luego tienen que recurrir nuevamente a
music to the ears of Marxists everywhere.
las estrategias del capitalismo financiero para
sobrevivir. Pero como lo demuestra el panora-
Why Marx Was Right
Terry Eagleton ma actual, no hay realidad en el capitalismo
financiero; por ende, el ciclo de desgaste del
Nos han querido vender la actual crisis capitalismo solo puede llevar a su fin44.
económica, social y política, como una simple Nos acercamos a un periodo de repre-
crisis financiera. Sin embargo, desde los años sión. La aparición de grupos como el Tea Party
70, después del boom capitalista de la posgue- o de textos como el de Sarrazin (2010), evi-
rra, la tasa de ganancia del capital global inicio dencian el tono fascista y xenofóbico que está
su descenso. Así, los Estados nacionales fueron tomando la política burguesa. El fin de los
obligados por el Banco Mundial y el Fondo Estados Unidos como potencia mundial y el
Monetario Internacional, a abrir los mercados. deseo desmedido de algunos estadounidenses
En el mismo proceso, los salarios reales fueron por seguir en la cima (esta es la idea que mueve
perdiendo valor ante las crecientes inflaciones y al Tea Party) complicarán aún más esta crisis
ante la necesidad de la clase burguesa de man- sistémica. En este marco, “el capitalismo se
tener su tasa de ganancia global de plusvalía. comportará antisocialmente si esto fuera prove-
Tratados de libre comercio, neocolonialismo, choso hacerlo y tal cosa podría ahora significar
deterioro de las democracias burguesas, geno- una devastación humana a una escala inimagi-
cidio (la guerra en Irak, por ejemplo), golpes de nable” (Eagleton, 2011: 8).
Estado pactados desde el Norte (Honduras, por ¿Qué hacer entonces? Aunque el cambio
ejemplo), etc., marcan aquello que no es una sistémico requiere que este sea “total”, la ver-
simple crisis financiera, sino una crisis sistémi- dad es que latinoamericanos, africanos y demás
ca que inicia la decadencia final del capitalismo. pueblos oprimidos, debemos iniciar la reflexión
No importa si en el proceso pueden hacer algún teórica que permita plantear y estar prepa-
remiendo, lo cierto es que el sistema se agotó. rados para enfrentar lo que se nos viene. Es
¡La nomocracia posmoderna estalló! importante teorizar sobre un nuevo orden, ese
Contrario a lo expresado por Harvey orden lejano producto de la reflexión negativa
(2010)43, esta crisis no podrá racionalizar las y anclado en la Totalidad. Necesitamos que el
irracionalidades del capitalismo. El calenta- Primer Mundo colapse para tener la posibilidad
miento global y la imposibilidad de acelerar, en de crear ese nuevo orden (imperativo estruc-
términos de la economía real, los circuitos de tural), pero en el proceso podemos colaborar:
reproducción y de circulación del capital, obli- el ídolo del Norte ha evidenciado su esencia,
ga a seguir jugándose el pellejo en Wall Street. simplemente es un ídolo de palo y con la actual
Aunado a esto, el mismo desarrollo tecnológico recaída (agosto de 2011) parece que se ha incen-
es quien ha puesto al capitalismo en su punto diado. El dólar parece cada vez más perder su
de quiebra. Al acelerarse la producción debido a hegemonía, mientras Europa juega un dominó
la tecnología, se hace necesario que el proceso mortal, donde las protestas en España, Grecia y
los motines en Inglaterra pintan un panorama
dialéctica con lo real, con la materialidad: fuera de de enojo, miedo y agonía, dentro de un contexto
esta materialidad son un autoengaño.
43 “Las crisis financieras sirven para racionalizar las 44 “Las finanzas son un parásito en la espalda de
irracionalidades de capitalismo” (Harvey, 2010: otro parásito, no son un problema que pueda ser
11). Confróntense también: Harvey, 2010: 117, 215 tratado aislado del capitalismo como un todo”
y 246. (Harman, 2009: 300).

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que privilegia a banqueros, inversionistas, millo- Goldstein, Philip. Post-marxist Theory. An


narios y que a la masa trabajadora la hunde en introduction. New York: State University
el desempleo y la pobreza. Se ha reabierto una of New York Press, 2005.
lucha de clases (sedada hace algún tiempo por el Goonewardena, Kanishka et ál. Space, dif-
consumismo) que “es esencialmente una lucha ference, everyday life. Reading Henri
por la plusvalía” (Eagleton, 2011: 43). Lefebvre. London/New York: Routledge,
En este marco, como se ha visto, el 2008.
pensamiento lefebvriano ofrece los elemen- Han, Sam. “Postmodern Social Theory”. The
tos teórico-epistemológicos para recuperar el Routledge companion to social theory.
rol transformador del sujeto histórico, negado Elliot, Anthony (ed.). London/New York.
por las actuales nomocracias posmodernas. Routledge, 2009: 117-134.
Después de todo, la reducción del pensamiento Harman, Chris. Zombie capitalism. Global cri-
lefebvriano a un activismo urbano o a una teo- sis and the relevance of Marx. London:
ría del espacio es un error garrafal, que olvida Bookmarks Publications, 2009.
que “lo económico sigue siendo esencial, aun- Harvey, David. “Afterword”. The production of
que ha sido puesto en tela de juicio como tal, en space. Lefebvre, Henri (ed.). Donaldson-
su prioridad” (Lefebvre, 1983: 273). Smith, N. (trad.). Oxford. Basil Blackwell,
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