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INSOMNIO

Es el trastorno de sueño más frecuente en la población general. Consiste en una


reducción de la capacidad para dormir, pudiendo manifestarse de diversos modos
que dan lugar a diferentes tipos de insomnio:

 Insomnio de inicio: problemas para iniciar el sueño en menos de 30 minutos.

 Insomnio de mantenimiento: Problemas para mantener el sueño,

produciéndose despertares nocturnos de más de 30 minutos de duración,


o despertando definitivamente de manera precoz consiguiendo un
tiempo total de sueño escaso.
La falta de sueño puede afectar de modo negativo a la vida de la persona que lo
sufre, provocando deterioro social, ocupacional o de otras áreas importantes.

El número de horas de sueño necesarias varía de unas personas a otras. Aunque la


media diaria es de 7 horas y media, existe un rango que oscila entre 4 (“poco
dormidores”) a 10 horas (“grandes dormidores”), considerándose estos valores
dentro de la normalidad.
Según el tiempo de evolución, el insomnio puede ser:
temporal (sólo unos días o semanas), o crónico (meses o
años).

Las horas totales de sueño necesarias varían mucho de una persona a otra, aunque
la media general oscila entre siete y ocho horas y media, podemos encontrar
personas que necesiten 4h de sueño para rendir de forma adecuada (“Son los
llamados “poco dormidores”) a personas que necesitan 10 horas (“grandes
dormidores”), siendo ambos valores dentro de la normalidad.

Existe una mayor vulnerabilidad en ciertas características de la personalidad al


entrar en este círculo de preocupación y ansiedad al tratar de quedarse dormido, y
se trata de personas con mayor tendencia a la preocupación, con tendencia
pesimista, perfeccionistas y exigentes, con necesidad de mantener todo bajo
control, dificultad de exteriorizar sus problemas, etc.)

CAUSAS DE INSOMNIO
Causas Médicas:

 Enfermedades metabólicas y hormonales, neurológicas, reumatológicas,


digestivas, cardiovasculares y todas aquellas que pueden interrumpir el
sueño por dolor –fibromialgia, cefaleas, etc- o urológicas por la necesidad
urgente de micción –infecciones, próstata, renales. También hay que
considerar el embarazo y la menopausia.
 Enfermedades psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc), así
como otras enfermedades del sueño que contribuyen a dormir menos o
peor (síndrome de piernas inquietas, síndrome de apnea de sueño,
parasomnias, etc).
Causas externas:

Suelen implicar factores ambientales que influyen de modo negativo sobre el


sueño: (malos hábitos de sueño, uso y abuso de sustancias y medicamentos,
trabajos por turnos o viajes frecuentes transoceánicos, etc)

 Insomnio primario: son aquellos casos en los que no se puede identificar


una causa clara del trastorno. Este tipo de insomnio también lo podemos
subdividir en diferentes tipos en función de la manifestación y origen del
problema.
 Insomnio idiopático: se origina en la infancia y parece relacionado con un
aprendizaje incorrecto del hábito de dormir.
 Percepción de sueño poco reparador: Estudios de laboratorio no corroboran los

problemas de sueño que el paciente percibe subjetivamente,


encontrándose cansado y somnoliento durante el día.
 Insomnio psicofisiológico: Caracterizado por un nivel elevado de la
activación psicofisiológica asociado al inicio del sueño. La persona que lo
sufre suele manifestar una gran preocupación por el problema de sueño
haciendo grandes esfuerzos para intentar dormir cada noche, aunque se
duerme sin dificultad cuando no realiza este esfuerzo, suele mejorar
cuando duerme en ambientes diferentes al habitual y aunque suele
originarse coincidiendo con un periodo de estrés se mantiene el
problema durante mucho tiempo aunque el estrés desaparezca o se
habitúen al mismo.
Con independencia de la causa que origina el insomnio, este puede ser:

 Crónico: Si se prolonga más allá de seis meses, pudiendo durar años.


 Transitorio: si se produce durante un corto periodo de tiempo de
duración menor a un mes.
Si el insomnio es secundario a una causa identificable, hay que intervenir
principalmente en esa causa para solucionar el problema de sueño. En ocasiones,
aunque se trate la causa inicial del problema, éste se mantiene porque el paciente
se ve inmerso en un círculo vicioso del que le resulta difícil salir por si mismo. Es
el círculo en el que la ansiedad por intentar dormir reduce la posibilidad de
quedarse dormido, aumentando la aprensión y el miedo a la cama.. Parece que
algunas características de personalidad hacen a las personas más vulnerables a
entrar en este círculo (personas con tendencia a la preocupación, que tienden a
tener más ansiedad y dificultades para ver el lado positivo de las cosas,
perfeccionistas y exigentes, que tienen que tener todo bajo control y que no suelen
hablar de sus problemas interiorizando las emociones negativas).

DEL INSOMNIO SITUACIONAL O


TRANSITORIO AL INSOMNIO CRÓNICO
El insomnio crónico no se desarrolla de la noche a la mañana. Prácticamente
siempre está precedido por un insomnio situacional como resultado de
acontecimientos vitales estresantes, pero que no consigue mejorar ni cuando se han
eliminado los estresores. Puede evolucionar de manera gradual, de modo que
estemos cada vez más preocupados por el problema de sueño y su supuesto
impacto sobre el funcionamiento diario. La valoración que hacemos de la
dificultad inicial para dormir es un factor determinante para que el insomnio sea
un problema transitorio o un trastorno crónico. Así, por ejemplo, la persona que
duerme mal durante varias noches, pero continúa su rutina diaria sin preocuparse
por ello, es poco probable que desarrolle un insomnio persistente. Contrariamente,
una persona que después de algunas noches de sueño alterado empiece a
preocuparse excesivamente por no poder dormir y por sus consecuencias negativas
en el funcionamiento diurno, tiene probabilidades de entrar en un círculo vicioso
de insomnio, activación emocional y cognitiva, y más alteraciones del sueño.
Tener excesivos pensamientos reiterativos sobre el insomnio se convierte
rápidamente en el centro de las preocupaciones de la persona. La disminución del
rendimiento o las alteraciones del estado de ánimo durante el día tienden a ser
atribuidas exclusivamente a los problemas del sueño. Al anochecer aumenta la
aprehensión, a medida que se acerca la hora de acostarse, y el horror a ser incapaz
de dormirse y la activación física se va magnificando. Después de una mala noche,
la persona con insomnio crónico no sólo se preocupa por la noche pasada, sino que
ya está pensando en la noche siguiente. Por lo tanto, el insomnio se convierte en
una profecía que se cumple por sí misma.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA AFRONTAR EL


INSOMNIO?
Por lo que hemos visto previamente, para poder romper ese círculo, es importante
cambiar los factores que están contribuyendo a perpetuar el insomnio. Es decir;
cambiar los hábitos inadecuados, que en principio surgieron como un intento de
paliar sus efectos negativos, cambiar los pensamientos erróneos que aumentan la
preocupación, y reducir la elevada activación emocional asociada a estas variables.

Para ello, es importante adoptar un papel activo en el cambio de estos aspectos.


Contará con nuestro apoyo y guía, pero es el sujeto el que tiene que llevar a cabo
las pautas que le daremos para afrontar el insomnio. Estas pautas, han sido
desarrolladas en clínicas de todo el mundo y han demostrado ser efectivas en otros
pacientes que sufrían problemas de insomnio. Aunque no es una cura milagrosa,
este tratamiento le ayudará a desarrollar habilidades para el autocontrol del
insomnio y a recuperar el control sobre el sueño, de manera que pueda manejar las
ocasionales dificultades para dormir con las que se puede encontrar incluso
después de completar este programa. El programa requiere tiempo, paciencia y
esfuerzo. Para llegar a su objetivo de dormirse pronto y reducir el tiempo que pasa
despierto en mitad de la noche, es importante que cumpla con todos los
requerimientos. No puede elegir únicamente aquellos que le parezcan menos
difíciles. Los beneficios se irán haciendo más evidentes con el tiempo y la práctica
continuada. La consistencia con la que siga las instrucciones es el factor más
importante para determinar los resultados, que puede empezar a advertir pasadas
unas semanas de tratamiento.

Esta intervención costa de tres componentes; cambio de conductas, cambio de


pensamientos y reducción de la activación.

 Regularemos la hora de acostarse y levantarse, u consolidaremos el


sueño dentro de un periodo en la cama más corto. . Esto generará una
situación de “déficit de sueño”, y cuando se realiza de manera
continuada, obliga a los centros cerebrales responsables del sueño a
reprogramar, consolidando el sueño en forma de descanso más profundo
y continuado. Es frecuente que los insomnes duerman hasta tarde por la
mañana, que duerman siestas durante el día, o que simplemente pasen
más tiempo en la cama para compensar su déficit de sueño. Esto lo
conseguiremos;
1. Limitando el tiempo que pasamos en la cama a la cantidad de
horas que realmente dormimos.
2. Manteniendo regular la hora de levantarnos.
3. Eliminando las siestas durante el día.
 Reduciremos las actividades que interfieren en el sueño. El objetivo
principal es asociar la cama, hora de acostarse y entorno del dormitorio
con la sensación de relajación, somnolencia y sueño, en lugar de con la
frustración, la actividad y el insomnio, para ello;
1. Acuéstese sólo cuando tenga sueño.
2. Si no puede conciliar el sueño después de 10-15 minutos de
intentarlo relajándose, levántese de la cama, siga relajándose del
modo aprendido y vuelva a acostarse de nuevo únicamente
cuando tenga sueño. Repita esta operación tantas veces como sea
necesario a lo largo de la noche. Si tras la relajación no siente
sueño, realice fuera del dormitorio algún tipo de actividad
monótona y aburrida que no exija concentración, ni resulte
interesante para usted.
3. Utilice la cama y el dormitorio solamente para dormir. No mire la
televisión, no escuche la radio, ni coma o lea en la cama.
4. Influiremos en nuestro estilo de vida: dieta, deporte, horarios
regulares, Limitar el consumo tabaco y de bebidas alcohólicas.
 Valoraremos las actitudes y creencias sobre el sueño y el insomnio. La
manera como la gente piensa sobre un problema concreto puede tanto
aligerarlo como agravarlo. Lo que usted piensa también afecta a lo que
siente y a lo que hace. Por ejemplo, cuando usted se preocupa durante el
día por lo mal que ha dormido la noche anterior es probable que esto le
haga sentir más aprensión hacia la noche siguiente. Una preocupación
excesiva por las consecuencias de dormir mal también puede alimentar
su problema. Las preocupaciones excesivas y el malestar emocional no
son precisamente inductores del sueño. Por lo tanto, este componente
del tratamiento está pensado para ayudarle a tratar estas
preocupaciones. Para conseguir un mayor autocontrol sobre el sueño,
usted deberá dejar de lado sus convicciones anteriores y reemplazarlas
por otras que resulten más adaptativas.
Trataremos de que usted consiga el control voluntario de su activación fisiológica,
aprendiendo a relajar su cuerpo y su mente siempre que lo necesite, pero sobretodo
a la hora de ir a dormir, ya que está suficientemente comprobado que la activación
emocional dificulta e impide el sueño, además de comprometer su bienestar y
calidad de vida.

MEDICAMENTOS
Hay que evitar la toma de medicamentos sin prescripción médica. Cada caso debe
ser individualizado, valorando los beneficios del tratamiento, si éste está realmente
indicado. En el Instituto del Sueño procuramos no prescribir hipnóticos
exceptuando los casos excepcionales.

En general, el tiempo de tratamiento es limitado, para limitar la aparición de


efectos secundarios.

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3 months ago

Cataplexia, la enfermedad que sufre Jordi Évole | Top Doctors Blog


topdoctors.es
El Dr. García-Borreguero, neurólogo, director del Instituto de Investigaciones del Sueño y miembro
de Top Doctors, ofrece los detalles sobre la cataplexia, enfermedad que causa pérdida repentina
del tono muscular.
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5 months ago

Siete de cada diez madrileños duermen poco y mal por culpa del estrés
telemadrid.es
Dormir regularmente un mínimo de horas que garantice el descanso es la clave para prevenir
enfermedades derivadas de una mala calidad de sueño....
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 RT @TopDoctors_es: ¿Sabes en qué consiste la #cataplexia, la enfermedad neurológica
que sufre #JordiÉvole que provoca pérdida súbita del to…83Hace dias
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Alfabeto
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No debe confundirse con analfabeto o alfabetización.
Letra A en el alfabeto etrusco.

Letra ahsa en gótico.

El alfabeto o abecedario de una lengua o idioma es el conjunto ordenado de sus letras. Es


también la agrupación, que se lee con un orden determinado, de las grafías utilizadas para
representar el lenguaje que sirve de sistema de comunicación.
El término alfabeto procede del griego ἀλφάβετον (alfábeton), derivado de las dos primeras
letras griegas ἄλφα (alfa, α) y βῆτα (beta, β), derivadas a su vez de las
letras fenicias ʾalp y bēt, que significaban ‘buey’ y ‘casa’ respectivamente. El alfabeto griego es
una adaptación del alfabeto fenicio, que también dio lugar entre otros al hebreo y al árabe. Por
su parte, el término «abecedario» proviene del latín tardíoabecedārium, también derivado del
nombre de las primeras letras, en este caso cuatro: a (a), b (be), c (ce) y d (de).
Algunas letras pueden recibir uno o varios signos diacríticos con el fin de diferenciar los
sonidos de la lengua o poder evitar las ambigüedades. De la misma forma, el alfabeto puede
ser entendido por el uso de letras suplementarias. Las evoluciones fonéticas de una lengua se
crean a un ritmo diferente de la evolución escrita. La escritura alfabética no garantiza una
correspondencia unívoca entre los fonemas y los grafemas.
En otros ámbitos (matemáticas, y otros sistemas formales, por ejemplo), un alfabeto es
un conjunto finito y ordenado de símbolos a partir del cual se construyen palabras y fórmulas
bien formadas.

Índice

 1Alfabeto semita
 2Alfabeto fenicio
 3Otros alfabetos
 4Historia de los alfabetos occidentales
 5Orden alfabético: pasado y presente
 6Alfabetos especiales
 7Véase también
 8Referencias
 9Bibliografía
 10Enlaces externos

Alfabeto semita[editar]
En el templo, Flinders Petrie halló en 1904-1905 una estatua votiva dirigida a Hathor,
una esfinge de piedra arenisca con unas inscripciones en dos escrituras: jeroglífica egipcia y
protosinaítica. El célebre lingüista inglés Alan Gardiner descifró las dos inscripciones, como si
de una "piedra de Rosetta" se tratase, sugiriendo que los signos protosinaíticos representan
objetos, con nombres en semítico que se correspondían con las letras del alfabeto fenicio,
derivados de los signos hieráticos o jeroglíficos.1
Se trataba de una simplificación del sistema jeroglífico (unos 23 signos, de los que al menos la
mitad son claramente egipcios). Gardiner estudió la derivación de los signos fenicios a partir
de los pictogramas sinaíticos. No podría decirse que se trata de un alfabeto en sentido
estricto, sino más bien de un silabario (consonante + vocal); pero hay que darle el
protagonismo que merece como origen o precedente de alfabetos más evolucionados en los
que cada letra representa un sonido.
Al parecer los primeros en escribir las consonantes aisladas fueron los
pueblos semíticos occidentales de las orillas del mar Rojo y
del Mediterráneo, hebreos y fenicios. La cadena secuencial sería: signo-palabra; los signos-
sonidos consonánticos mezclados a los signos-palabras (Egipto); los signos-sonidos silábicos
mezclados con signos palabras (sumerio-acadio); signos-sonidos que representan sílabas de
tipo constante (tipo egeo). Alfabeto silábico usado también por los tartessos en el sur de
la península ibérica y que supone el primer alfabeto de toda la Europa occidental. Aún hoy, a
pesar de tantas muestras escritas como existen en Andalucía y el sur de Portugal, esa lengua
está por descifrarse o traducirse.
Alfabeto fenicio[editar]
El alfabeto fenicio supone una creación. Es al final de esa cadena donde se nota una
progresiva prioridad del análisis sobre la síntesis. De la pictografía, que es una representación
global, se pasa a signos que descomponen el discurso en sus partes constitutivas. Las formas
más antiguas de la escritura fenicia se han encontrado en las inscripciones arcaicas de Biblos,
cuyo origen se remonta a los siglos XIII y XI a. C. El fenicio arcaico comprendía 22 letras,
únicamente consonantes, y está libre ya de elementos ideográficos, de determinativos y de
toda huella de silabismo.

Otros alfabetos[editar]
El alfabeto paleo-hebraico proviene del fenicio, del que se fue alejando progresivamente.
Otras ramas son: el samaritano, el moabita, el púnico y el arameo (del que han derivado los
alfabetos árabes, a través del nabateo, los hebraicos, los sirios, los uraloaltaicos, etc.)
El alfabeto árabe ha servido para lenguas como el persa, el turco, el bereber, el malgache, etc.
En cuanto a los alfabetos sursemíticos (surarábigo y nortearábigo) parecen provenir, con
reservas, del fenicio. El alfabeto pehlvi y el avéstico son derivaciones del arameo. El origen
del alfabeto libio está en discusión: fenicio, árabe, etc. El brahmi y el kharosthi, según la tesis
clásica, derivan del fenicio, con la particularidad del cambio de dirección de la escritura y la
notación de consonantes y vocales.

Historia de los alfabetos occidentales[editar]


Artículo principal: Historia del alfabeto

Los principales alfabetos occidentales han tenido su origen en el alfabeto semítico


septentrional o cananeo, datado hace más de 3500 años, entre el 1700 y el 1500 a. C., en
el Próximo Oriente.
El precedente del alfabeto occidental se ideó en las regiones orientales de la costa
mediterránea y se encargaron de divulgarlo los mercaderes fenicios. Probablemente los
griegos conocieron este sistema de escritura en la ciudad Gibl (en el Líbano de hoy), un
importante centro cultural y de comercio que llamaron Biblos; lo adoptaron en Grecia, aunque
transformaron algunas consonantes y semiconsonantes en vocales. También variaron la
dirección de algunas letras y generalizaron el escribir de izquierda a derecha. Se suele fechar
hacia el 900 a. C.
El alfabeto griego adoptó el fenicio y modificó el valor de ciertos sonidos consonánticos y
designó las vocales. Del griego proceden el alfabeto
gótico, copto, armenio, georgiano, albanés, eslavo (glagolítico y cirílico) y etrusco.
El alfabeto latino es uno de los alfabetos locales que los etruscos tomaron del griego. Se
diferencia de este no solo en la forma de las letras, sino también en su empleo. En el siglo I de
nuestra era estaba constituido por 23 letras. Con la expansión de la civilización grecolatina y
del cristianismo, el alfabeto latino terminó por conquistar toda
Europa: celtas, eslavos, germanos, escandinavos, etc. escriben con las letras latinas. Este
alfabeto, adaptado por los romanos con las variantes propias, se difundió por todo
el Mediterráneo, y posteriormente a todo Occidente.
Los alfabetos ibéricos parecen haberse derivado del fenicio y griego.
El alfabeto de los pueblos germánicos, llamado futhark (las runas y los oghams) por el nombre
de sus seis primeras letras, se redujo de 26 signos a 16. La teoría más firme es la que le da un
origen etrusco.
Orden alfabético: pasado y presente[editar]
Aunque hay muchas similitudes entre los alfabetos de distintos idiomas, se observan también
diferencias peculiares en cada uno.
No siempre está claro qué es lo que constituye un alfabeto específico, único. El francés utiliza
básicamente el mismo alfabeto que el inglés, pero muchas de las letras usan marcas
adicionales, como la «é», la «à» y la «ô». En francés, estas combinaciones no se consideran
letras adicionales. Sin embargo, en islandés letras acentuadas tales como la «á», la «í» y la
«ö» se consideran letras distintas del alfabeto. En el español, la «ñ» es una letra distinta, pero
vocales acentuadas como la «á» y la «é» no lo son. El alfabeto español consta de 27 letras.
Asimismo, se emplean también cinco dígrafos para representar otros tantos fonemas: «ch»,
«ll», «rr», «gu» y «qu», considerados estos dos últimos como variantes posicionales para los
fonemas /g/ y /k/.2 Los dígrafos ch y ll tienen valores fonéticos específicos, por lo que en la
edición de 1754 de la Ortografía de la lengua española3 comenzó a considerárseles como
letras del alfabeto español, y a partir de la publicación de la cuarta edición del Diccionario de la
lengua española, en 1803,45 se ordenaron separadamente de c y l,6 y fue durante el X
Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en Madrid en
1994, y por recomendación de varios organismos, que se acordó reordenar los
dígrafos ch y ll en el lugar que el alfabeto latino universal les asigna, aunque todavía seguían
formando parte del abecedario.7 Con la publicación de la Ortografía de la lengua española de
2010, ambas dejaron de considerarse letras del abecedario.8
En alemán, las palabras que comienzan con «sch-» (que constituyen el fonema alemán «ʃ») se
intercalaron entre las palabras que empiezan con «sca-» y las palabras que empiezan con
«sci-» (todas ellas, casualmente, palabras tomadas como préstamo de otros idiomas), en vez
de que este grupo gráfico apareciera después de la letra «s», como si fuera una sola letra –
una decisión lexicográfica que resulta obligatoria en un diccionario de albanés, donde «dh-»,
«gj-», «ll-», «rr-», «th-», «xh-» y «zh-» (todos los cuales representan fonemas y se consideran
letras por separado) aparecen después de las letras «d», «g», «l», «n», «r», «t», «x» y «z»,
respectivamente. Asimismo, en un diccionario de inglés las palabras que inician con «th-»
tampoco tienen un lugar especial después de la letra «t», sino que quedan incluidas dentro de
esta, entre «te-» y «ti-». Las palabras alemanas con diéresis se ordenan alfabéticamente
como si no hubiera diéresis alguna – contrario a lo que ocurre con el alfabeto turco, que
supuestamente adoptó los grafemas«ö» y «ü» alemanes, y donde una palabra como «tüfek»
(‘arma’), aparece en el diccionario después de «tuz» (‘sal’).
Los alfabetos danés y noruego terminan con «æ» – «ø» – «å», mientras que los
alfabetos sueco, finlandés y estonio colocan, convencionalmente, las letras «å», «ä», y «ö» al
final.
Algunas adaptaciones del alfabeto latino se ven incrementadas con el uso de ligaduras como,
por ejemplo, «æ» en el inglés antiguo y en el islandés y la «Ȣ» en el algonquín; a través de
préstamos de otros alfabetos como, por ejemplo, la letra thorn del inglés antiguo y del
islandés, que provenían de las runas futhark, y a través de la modificación de letras existentes,
como la eth («ð» minúscula) del inglés antiguo y del islandés, que es una modificación de la
«d». Otros alfabetos utilizan únicamente un subconjunto del alfabeto latino, como por ejemplo
el hawaiano y el italiano, que usa las letras «j», «k», «x» «y» y «w» únicamente en las
palabras de origen extranjero.
No se sabe si los primeros alfabetos tenían un orden definido. Algunos alfabetos actuales,
como por ejemplo la escritura Hanuno'o de algunas poblaciones originales de las Filipinas, en
la cual se enseña una letra a la vez, sin ningún orden en particular, y no se usan para el
ordenamiento alfabético. Sin embargo, varias tablillas ugaríticas del siglo XIV a. C. preservan
el alfabeto en dos secuencias. Una de ellas, el orden «ABCDE», utilizado más adelante por
los fenicios, se sigue utilizando hoy en día, con cambios menores, en los
alfabetos hebreo, griego, armenio, gótico, cirílico y latino; la otra, «HMĦLQ», se utilizaba en el
sur de Arabia y actualmente se sigue usando en el alfabeto Ge'ez (véase también alfabeto
etíope).9 Ambos tipos de orden alfabético se han mantenido más o menos estables, por
consiguiente, por lo menos durante los últimos tres mil años.
Este ordenamiento histórico ya no persistió en el caso del alfabeto rúnico, ni tampoco en el
del alfabeto arábigo, aunque este último sigue usando el llamado «orden abjadí» para la
numeración.
La familia brahámica de alfabetos que se usa en la India aplica un orden único que se basa en
la fonología: las letras se ordenan en función de cómo y dónde se generan en la boca. Esta
organización se utiliza en el sureste de Asia, en el Tíbet, en el hangul coreano, e incluso en
el kana de Japón, que no es un alfabeto.
Los nombres de las letras fenicias, cada una de ellas asociada con una palabra que inicia con
ese sonido, siguen usándose en los alfabetos samaritano, arameo, sirio, hebreo y griego. Sin
embargo, dejaron de usarse en el alfabeto árabe, en el cirílico y en el latino.

Alfabetos especiales[editar]
 alfabeto Braille
 alfabeto Morse
 alfabeto por palabras
 hangul coreano

Véase también[editar]
 Abyad
 Abúgida
 escritura
 Grafema
 Historia de la escritura
 Historia del alfabeto
 Sistema de escritura
 Wikipedia:Alfabetos y escrituras del mundo
 silabario
 Portal:Educación. Contenido relacionado con Educación.

Referencias[editar]
 El contenido de este artículo incorpora material de la Gran Enciclopedia Rialp que mediante
una autorización permitió agregar contenidos y publicarlos bajo licencia GFDL. La
autorización fue revocada en abril de 2008, así que no se debe añadir más contenido de esta
enciclopedia.

1. ↑ «The Serabit el-Khadim Sphinx» (en inglés). Consultado el 4 de noviembre de 2015.


2. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua
Española (2010), Ortografía de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe, p. 64, ISBN 978-6-070-
70653-0.

5.4.1.1 Letras y dígrafos: el estatus de ch y ll


Como ya se ha explicado (v. § 5.2), solo son propiamente letras los grafemas, esto es, los signos gráficos
simples. Por esta razón, no deben formar parte del abecedario las secuencias de grafemas que se
emplean para representar ciertos fonemas.
En español, además de las veintisiete letras arriba indicadas, existen cinco dígrafos o combinaciones de
dos letras, que se emplean para representar gráficamente los siguientes fonemas:
a) El dígrafo ch representa el fonema /ch/: chapa, abochornar.
b) El dígrafo ll representa el fonema /ll/ (o el fonema /y/ en hablantes yeístas): lluvia, rollo.
c) El dígrafo gu representa el fonema /g/ ante e, i: pliegue, guiño.
d) El dígrafo qu representa el fonema /k/ ante e, i: queso, esquina.
e) El dígrafo rr representa el fonema /rr/ en posición intervocálica: arroz, tierra.

3. ↑ «Desde la segunda edición de la ortografía académica, publicada en 1754, venían


considerándose letras del abecedario español los dígrafos ch y ll (con los nombres respectivos
de che y elle), seguramente porque cada uno de ellos se usaba para representar de forma
exclusiva y unívoca un fonema del español (antes que la extensión del yeísmo alcanzara los
niveles actuales y diera lugar a que hoy el dígrafo ll represente dos fonemas distintos, según
que el hablante sea o no yeísta). Es cierto que se diferenciaban en esto de los demás dígrafos,
que nunca han representado en exclusiva sus respectivos fonemas: el fonema /g/ lo representa
también la letra g ante a, o, u (gato, goma, gula); el fonema /k/ se escribe además
con c ante a, o, u y con k(cama, cola, cuento, kilo, Irak); y el fonema /rr/ se representa con r en
posición inicial de palabra o detrás de consonante con la que no forma sílaba
(rama, alrededor, enredo).

Sin embargo, este argumento no es válido desde la moderna consideración de las letras o
grafemas como las unidades mínimas distintivas del sistema gráfico, con independencia de que
representen o no por sí solas una unidad del sistema fonológico. Por lo tanto, a partir de este
momento, los dígrafos ch y ll dejan de ser considerados letras del abecedario español, lo cual
no significa, naturalmente, que desaparezcan de su sistema gráfico; es decir, estas
combinaciones seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras
españolas. El cambio consiste, simplemente, en reducir el alfabeto a sus componentes básicos,
ya que los dígrafos no son sino combinaciones de dos letras, ya incluidas de manera individual
en el inventario. Con ello, el español se asimila al resto de las lenguas de escritura alfabética,
en las que solo se consideran letras del abecedario los signos simples, aunque en todas ellas
existen combinaciones de grafemas para representar algunos de sus fonemas.». Citado
en RAE y ASALE (2010), Ortografía de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe, pp. 64-
65, ISBN 978-6-070-70653-0.
4. ↑ Ch, en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española
5. ↑ Ll, en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española
6. ↑ «Debido a su anterior consideración de letras del abecedario, los dígrafos ch y ll tuvieron un
apartado propio en el diccionario académico desde su cuarta edición (1803) hasta la
vigesimoprimera (1992), de modo que las palabras que comenzaban por esos dígrafos o los
contenían se ordenaban alfabéticamente aparte, es decir, después de completarse la serie de
palabras con c y l. En el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española,
celebrado en Madrid en 1994, sin dejar de considerar aún los dígrafos ch y ll como letras del
abecedario, se acordó no tenerlos en cuenta como signos independientes a la hora de ordenar
alfabéticamente las palabras del diccionario. Así, en la vigesimosegunda edición
del DRAE(2001), primera publicada con posterioridad a dicho congreso, las palabras que
incluían esos dígrafos ya se alfabetizaron en el lugar que les correspondía dentro de la c y de
la l, respectivamente.». Citado en RAE y ASALE (2010), Ortografía de la lengua española,
Madrid: Espasa Calpe, p. 65, ISBN 978-6-070-70653-0.
7. ↑ Diccionario panhispánico de dudas, Santillana Ediciones Generales, ISBN 958-704-368-5,
pág. 5-6
8. ↑ Real Academia Española, ed. (2010). «Exclusión de los dígrafos ch y ll del abecedario».
Consultado el 30 de noviembre de 2014.
9. ↑ Millard, A. R. The Infancy of the Alphabet, World Archaeology, 17(3), Early Writing Systems
(February 1986): 390–398. Véase p. 395.
Bibliografía[editar]
 Diringer, D. (1937). L'alfabeto nella storia della tita. Florencia.
 Moorhoiise, A. G. (1965). Historia del alfabeto, 2a. ed. México.
 Février, I. G. (1959). Histoire de l'écriture. París.
 Aguirre, M. (1961). La escritura en el mundo. Madrid.

Enlaces externos[editar]

 Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre alfabeto.


 Alfabetos de ayer y de hoy
 Tabla: egipcio-fenicio-romano
 Lista de los distintos alfabetos con transliteración (en inglés)
 El descubrimiento de inscripciones egipcias sugiere épocas más tempranas del
surgimiento del alfabeto
 La evolución del alfabeto desde las figuras Egipcias hasta las latinas
 An Early Hellenic Alphabet for Common, Ikonogrammaton & Paleogrammikon, System
Writing and Reading of the Ancient Speech
 «Elements of the common of writing-reading Hellenic system of ancient speech. A step in
the approach of Code of Inscription-Reading of the godlike Drivers-Teachers of the Human
Genous» (en griego). 2013. Consultado el 4 de noviembre de 2015.
 «Identifican el abecedario más antiguo del mundo en un ostracon de Luxor». 23 de
octubre de 2015. Consultado el 4 de noviembre de 2015.

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Marxismo
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Este artículo trata sobre la explicación de la sociedad por Marx. Para el modelo político previo
al comunismo según Marx y Engels, véase socialismo científico.

Karl Marx
Friedrich Engels

El marxismo es el modelo teórico explicativo de la realidad, compuesto principalmente por el


pensamiento desarrollado en la obra de Karl
Marx, filósofo, sociólogo, economista y periodista revolucionario alemán de origen judío,1
quien contribuyó en campos como la sociología, la economía, el derecho, y la historia; así
como también la serie de pensadores que complementan o reinterpretan este modelo,
tradición que va desde el coeditor de Marx, Friedrich Engels, hasta otros pensadores
como Lenin, Stalin, León Trotski, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, Georg Lukács o Mao
Zedong. Por lo tanto es correcto hablar de marxismo como una corriente del pensamiento
humano. El marxismo se asocia principalmente al conjunto de movimientos políticos y sociales
que surgieron durante el siglo XX, entre los que destacaron la Revolución rusa, la Revolución
china y la Revolución cubana. Para estos movimientos sociales el nombre correcto es
«comunismo» o «socialismo». Es incorrecto plantear estos movimientos como sinónimo de
«marxismo», porque ni todo su componente humano ni toda su doctrina política se basó en el
marxismo como tal.
Los componentes centrales del modelo teórico explicativo marxista son esencialmente cuatro
elementos:
En primer lugar, el concepto de «lucha de clases», que es formulado por primera vez en
el Manifiesto comunista y que progresivamente se va transformando en el método de análisis
de la historia humana en torno a los conceptos de «clase social», «contradicción» y «división
social del trabajo». Este método está a la vez basado en la lógica hegeliana comúnmente
llamada «dialéctica» (aunque en términos estrictamente hegelianos se trata de una «lógica
ontológica», modelo que a la vez sobrepasa al concepto hegeliano de dialéctica).
Curiosamente, Marx nunca especificó en una obra en particular cuáles eran los límites
globales de este método, ni cuál era el concepto que él tenía de dialéctica, sin embargo se cita
el prólogo de la Crítica de la economía política, de 1859, como su formulación más precisa.
El segundo punto central del modelo teórico marxista es la crítica a la economía capitalista, el
cual es desarrollado extensamente en su obra El capital, compuesta por tres tomos oficiales y
un cuarto tomo editado de manera póstuma bajo el nombre de Historia crítica de la teoría de
plusvalía. En esta obra Marx desarrolla, entre otras cosas, un modelo alternativo para calcular
el concepto de «valor» de la economía capitalista, basado en el «tiempo de trabajo
socialmente necesario» para la producción de «mercancías». Esta investigación tiene directas
consecuencias políticas, pues la hipótesis marxista probaría que en realidad la sociedad
capitalista se funda en torno al robo del trabajo humano a través del concepto de «plus valor»,
legitimado en el estado de derecho a través de la propiedad privada sobre los medios de
producción y el libre usufructo de esas ganancias.
El tercer punto central es el concepto de «ideología», que es desarrollado por Marx en sus
primeros libros como La ideología alemana (en coautoría con Engels) y que intenta explicar
las formas de dominación mental de la sociedad capitalista y su relación con la composición
económica de esta. Este concepto es abandonado durante algunos años por Marx para
centrarse en el análisis político. Sin embargo, vuelve a aparecer con fuerza en su libro El
capital, bajo el concepto de «fetichismo de la mercancía», que sería una forma de explicar la
incapacidad psicológica de una persona de percibir el «valor de uso» de una mercancía. Este
concepto es extremadamente importante, porque describe todas las consecuencias de las
formas de producción de la vida dentro del capitalismo.
El cuarto punto central del modelo teórico marxista es el concepto de «comunismo», el cual es
una teórica y utópica sociedad humana que puede sobrepasar los límites de la sociedad
capitalista fundada en la explotación humana. Marx utilizó muchas veces la palabra, pero
jamás explicó cuales eran sus alcances y características (salvo algunas referencias
relativamente cortas pero lúcidas, como por ejemplo las que pueden encontrarse en su Critica
del programa de Gotha de 1875). Un análisis crítico de la obra de Marx demostraría que él no
habría estado dispuesto a describir algo que todavía no existe; por lo tanto, el significado de
«comunismo» se encuentra en una síntesis, tanto como de los problemas económicos
fundamentales encontrados de manera explícita en El capital como un análisis de la crítica
política-jurídica hecha por Marx a las instituciones capitalistas.
Engels acuñó el término socialismo científico para diferenciar el marxismo de las
corrientes socialistas anteriores englobadas por él bajo el término socialismo utópico. También
se emplea el término socialismo marxista para referirse a las ideas y propuestas específicas
del marxismo dentro del marco del socialismo.
El objetivo que se propone es que los trabajadores tengan acceso a los medios de
producción en forma institucionalizada; es decir, utilizando las instituciones públicas del
Estado para que los trabajadores obtengan medios de producción y evitar que
«la burguesía vaya concentrando cada vez más los medios de producción, la propiedad y la
población del país. Reúne a la población, centraliza los medios de producción (principalmente,
las fábricas) y concentra en pocas manos la propiedad».2
Marx propone la abolición de la apropiación privada (un concepto más amplio que el de
propiedad, que es meramente jurídico) sobre los medios de producción, esto es, «la abolición
del sistema de propiedad burguesa», tal y como lo menciona en su Manifiesto comunista: «Lo
que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general sino la abolición
del sistema de propiedad burgués»,3 ya que la burguesía no solamente se apropia del
producto social mediante la ley, sino que también corrompe las instituciones u otros
mecanismos legales para apropiarse de la propiedad de los trabajadores. Un ejemplo de ello
ha sido el robo (despojo) de tierras a indígenas y campesinos para la instalación de
agroindustrias y proyectos minero-energéticos.
Con el acceso a los medios de producción por parte de los trabajadores, el marxismo concluye
que se logrará una sociedad sin clases sociales donde todos vivan con dignidad, sin que
exista la acumulación de propiedad privada sobre los medios de producción por unas cuantas
personas, porque supone que ésta es el origen y la raíz de la división de la sociedad en clases
sociales. Esto implicaría una enorme competencia y eficiencia en la economía; además, el
trabajador no se podría explotar a sí mismo ni tampoco podría explotar a otro trabajador
porque ambos tendrían medios de producción. Lo que dicho panorama podría ocasionar es
que los trabajadores se organizarían para crear empresas más grandes a través de
asociaciones justas; por tal motivo Marx expresa que «el precio medio del trabajo asalariado
es el mínimo posible. Es decir, el mínimo necesario para que el obrero permanezca vivo. Todo
lo que el obrero asalariado obtiene con su trabajo es, pues, lo que estrictamente necesita para
seguir viviendo y reproduciéndose. Nosotros no aspiramos en modo alguno a impedir los
ingresos generados mediante el trabajo personal, destinados a adquirir los bienes necesarios
para la vida». Y recalca en su Manifiesto: «Solo aspiramos a destruir el carácter ignominioso
de la explotación burguesa, en la que el obrero solo vive para multiplicar el capital». Así,
entonces, el trabajador o trabajadores serán dueños de sus propios negocios, iniciando un
elevado comercio; por esa razón, en el Manifiesto especifica que «el comunismo no priva a
nadie del poder de adquirir bienes y servicios».
Marx considera que cada país tiene sus particularidades y, por tanto, las medidas para
proveer a los trabajadores de medios de producción pueden ser diferentes, y que al principio
parecerá que no son suficientes. Marx tiene en clara la ley de la escasez y por ende la
distribución de medios de producción en forma institucionalizada y legal se dará poco a poco
en una transición lenta pero efectiva; por tal motivo concluye en su Manifiesto: «(...) por medio
de medidas que, aunque de momento parezcan económicamente insuficientes e insostenibles,
en el transcurso del movimiento serán un gran resorte propulsor, y de las que no puede
prescindirse, como medio para transformar todo el régimen de producción vigente».
En conclusión, Marx propone el uso de las instituciones del Estado, como por ejemplo el uso
de los impuestos para financiar la compra y distribución de los medios de producción a los
trabajadores, que al paso del tiempo formará un mercado de competencia perfecta.

Índice

 1Las raíces filosóficas del marxismo


 2Influencias intelectuales en Marx y Engels
 3La concepción materialista de la historia
 4La economía marxista
 5Análisis de clases
 6El marxismo y la religión
 7Conceptos y nociones abstractas principales de Karl Marx
o 7.1Marx, observador de la evolución de las sociedades humanas
o 7.2Las fuerzas productivas, relaciones sociales de producción y el modo de producción
o 7.3La acumulación de capital, trabajo, mano de obra excedente y la alienación
o 7.4La teoría marxista del trabajo
o 7.5La lucha de clases
 8Partidos, movimientos y gobiernos inspirados en el marxismo
 9Corrientes surgidas del marxismo clásico
 10Críticas al marxismo
 11Algunas de las obras de Karl Marx
 12Véase también
 13Referencias
 14Bibliografía
 15Enlaces externos

Las raíces filosóficas del marxismo[editar]


Primera edición del Manifiesto del Partido Comunista.

Marx tuvo grandes influencias filosóficas, la de Feuerbach, que le aportó y afirmó su visión
materialista de la historia, y la de Hegel, que inspiró a Marx para la aplicación de la dialéctica
al materialismo. Aunque para su trabajo de disertación doctoral eligió la comparación de dos
grandes filósofos materialistas de la antigua Grecia, Demócrito y Epicuro, Marx ya había
hecho suyo el método hegeliano, su dialéctica. Ya en 1842 había elaborado su Crítica de la
filosofía del derecho de Hegel desde un punto de vista materialista. Pero a principios de la
década de 1840, otra gran influencia filosófica hizo efecto en Marx, la de Feuerbach,
especialmente con su obra La esencia del cristianismo. Tanto Marx como Engels abrazaron la
crítica materialista de Feuerbach al sistema hegeliano, aunque con algunas reservas. Según
Marx, el materialismo feuerbachiano era inconsecuente en algunos aspectos, por ello lo llama
«contemplativo». Es en las Tesis sobre Feuerbach (Marx, 1845) y La ideología alemana (Marx
y Engels, 1846) donde Marx y Engels ajustan sus cuentas con sus influencias filosóficas y
establecen las premisas para la concepción materialista de la historia.
Si en el idealismo de Hegel la historia era un devenir de continuas contradicciones que
expresaban el autodesarrollo de la Idea Absoluta, en Marx son el desarrollo de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción las que determinan el curso del desarrollo socio-
histórico. Para los idealistas el motor de la historia era el desarrollo de las ideas. Marx expone
la base material de esas ideas y encuentra el hilo conductor del devenir histórico.

Influencias intelectuales en Marx y Engels[editar]


Marx y Engels se basaron en la filosofía alemana de Hegel y de Feuerbach, la economía
política inglesa de Adam Smith y de David Ricardo, y el socialismo y comunismo francés
de Saint-Simon y Babeuf respectivamente, para desarrollar una crítica de la sociedad que
fuera tanto científica como revolucionaria. Esta crítica alcanzó su expresión más sistemática
en la obra más importante dedicada a la sociedad capitalista, El capital: crítica de la economía
política. Además de las raíces mencionadas, algunos pensadores marxistas del siglo XX,
como Louis Althusser o Miguel Abensour, han señalado en la obra de Marx el desarrollo de
temas presentes en la obra de Maquiavelo o Spinoza. También diversos sociólogos y filósofos,
como Raymond Aron y Michel Foucault, han rastreado en la visión marxista del final del
feudalismo como comienzo del absolutismo y la separación del Estado y la sociedad civil, la
influencia de Montesquieu y Tocqueville, en particular en sus obras sobre el bonapartismo y la
lucha de clases en Francia.

Karl Marx.

La concepción materialista de la historia[editar]


Véase también: Materialismo histórico

Marx resumió la génesis de su concepción materialista de la historia en Contribución a la


crítica de la economía política (1859):
El primer trabajo emprendido para resolver las dudas que me azotaban, fue una revisión crítica de la
filosofía hegeliana del derecho, trabajo cuya introducción apareció en 1844 en los Anales
francoalemanes, que se publicaban en París. Mi investigación me llevó a la conclusión de que, tanto las
relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la
llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones
materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del
siglo XVIII, bajo el nombre de “sociedad civil”, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en
la economía política.
En Bruselas, a donde me trasladé a consecuencia de una orden de destierro dictada por el
señor Guizot, proseguí mis estudios de economía política comenzados en París. El resultado general al
que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la
producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e
independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y
política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la
vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia
del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su
conciencia.
Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran
en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión
jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De
formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se
abre así una época de revolución social.
Al cambiar la base económica se transforma –más o menos rápidamente– toda la inmensa
superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir
siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que
pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas,
religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren
conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un
individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por
su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de
la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de
producción.
Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que
caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que
las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por
eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando
mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se
están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar
como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción
asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués.
Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de
producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que
proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se
desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la
solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la
sociedad humana.
4

La economía marxista[editar]
Artículo principal: Economía marxista

Adam Smith
David Ricardo

Los economistas burguesescriticados por Marx.

La economía política es esencial para esta visión, y Marx se basó en los economistas políticos
más conocidos de su época, los economistas políticos clásicos británicos, para posteriormente
criticar su forma de pensar. La economía política, que es anterior a la división que se hizo en
el siglo XX de las dos disciplinas, trata las relaciones sociales y las relaciones económicas
considerándolas entrelazadas. Marx siguió a Adam Smith y a David Ricardo al afirmar que el
origen de los ingresos en el capitalismo es el valor agregado por los trabajadores y no pagado
en salarios.[cita requerida] Esta teoría de la explotación la desarrolló en El capital,
investigación dialéctica de las formas que adoptan las relaciones de valor.
En su labor política y periodística, Marx y Engels comprendieron que el estudio de la
economía era vital para conocer a fondo el devenir social. Fue Marx quien se dedicó
principalmente al estudio de la economía política una vez que se mudó a Londres. Marx se
basó en los economistas más conocidos de su época, los británicos, para recuperar de ellos lo
que servía para explicar la realidad económica y para superar críticamente sus errores.
Vale aclarar que la economía política de entonces trataba las relaciones sociales y las
relaciones económicas considerándolas entrelazadas. En el siglo XX esta disciplina se dividió
en dos.
Marx siguió principalmente a Adam Smith y a David Ricardo al afirmar que el origen de la
riqueza era el trabajo y el origen de la ganancia capitalista era el plustrabajo no retribuido a los
trabajadores en sus salarios. Aunque ya había escrito algunos textos sobre economía política
(Trabajo asalariado y capital4 de 1849, Contribución a la Crítica de la Economía Política4 de
1859, Salario, precio y ganancia4 de 1865) su obra cumbre al respecto es El capital.
El capital ocupa tres volúmenes, de los cuales sólo el primero (cuya primera edición es de
1867) estaba terminado a la muerte de Marx. En este primer volumen, y particularmente en su
primer capítulo (Transformación de la mercancía en dinero), se encuentra el núcleo del
análisis marxista del modo de producción capitalista. Marx empieza desde la «célula» de la
economía moderna, la mercancía. Empieza por describirla como unidad dialéctica de valor de
uso y valor de cambio. A partir del análisis del valor de cambio, Marx expone su teoría del
valor, donde encontramos que el valor de las mercancías depende del tiempo de trabajo
socialmente necesario para producirlas. El valor de cambio, esto es, la proporción en que una
mercancía se intercambia con otra, no es más que la forma en que aparece el valor de las
mercancías, el tiempo de trabajo humano abstracto que tienen en común. Luego Marx nos va
guiando a través de las distintas formas de valor, desde el trueque directo y ocasional hasta el
comercio frecuente de mercancías y la determinación de una mercancía como equivalente de
todas las demás (dinero).
Así como un biólogo utiliza el microscopio para analizar un organismo, Marx utiliza la
abstracción para llegar a la esencia de los fenómenos y hallar las leyes fundamentales de su
movimiento. Luego desanda ese camino, incorporando paulatinamente nuevo estrato sobre
nuevo estrato de determinación concreta y proyectando los efectos de dicho estrato en un
intento por llegar, finalmente, a una explicación integral de las relaciones concretas de la
sociedad capitalista cotidiana. En el estilo y la redacción tiene un peso extraordinario la
herencia de Hegel.
La crítica de Marx a Smith, Ricardo y al resto de los economistas burgueses reside en que sus
análisis económicos son ahistórico (y por lo tanto, necesariamente idealista), puesto que
toman a la mercancía, el dinero, el comercio y el capital como propiedades naturales innatas
de la sociedad humana, y no como relaciones sociales productos de un devenir histórico y, por
lo tanto, transitorias. Junto con la teoría del valor, la ley general de la acumulación capitalista,
y la ley de la baja tendencial de la tasa de ganancia, son otros elementos importantes de
la economía marxista[cita requerida].

Análisis de clases[editar]
Los marxistas consideran que la sociedad capitalista se divide en clases sociales, de las que
toman en consideración principalmente dos:

 La clase trabajadora o proletariado: Marx definió a esta clase como «los individuos que
venden su mano de obra y no poseen los medios de producción», a quienes consideraba
responsables de crear la riqueza de una sociedad (edificios, puentes y mobiliario, por
ejemplo, son construidos físicamente por miembros de esta clase; también los servicios
son prestados por asalariados).
 La burguesía: quienes «poseen los medios de producción» y emplean al proletariado.
Constituyen la clase mercantil por excelencia: su riqueza proviene de la
administración intelectual de los negocios. Se apropian del excedente económico de toda
la sociedad por el mecanismo de la plusvalía, capaz de confiscar de forma no coercitiva
(mercantil, racional) el valor trabajo, pilar de todo valor y riqueza.
Existen otras clases que integran aspectos de las dos principales, o que estando asociadas a
alguna, manifiestan nuevos rasgos propios particulares.

 El lumpenproletariado: los que viven en pobreza extrema y no pueden hallar trabajo con
regularidad. Abarca desde la amplia masa de indigentes desocupados y/o con trabajos
precarios, hasta sectores en extremo marginales como las prostitutas y los soldados del
crimen organizado, etc.
 La pequeña burguesía: forma parte del pueblo trabajador, pero en menor o mayor medida
su trabajo crea capital y encuentra en él su sostén, aunque en niveles de acumulación
siempre muy inferiores al de la gran burguesía. Este capital genera los más diversos
segmentos sociales, según sea principalmente intelectual (profesionales), o mercantil
(pequeños comerciantes), o inmobiliario (pequeños y medianos campesinos, rentistas
urbanos) o financiero (pequeños especuladores) o directamente industrial (pequeños
empresarios).

El marxismo y la religión[editar]
El marxismo ha sido tradicionalmente opuesto a todas las religiones. Marx escribió al respecto
que "«el fundamento de la crítica irreligiosa es: el ser humano hace la religión; la religión no
hace al hombre» y la frase cuyo final se haría célebre:
La miseria religiosa es, por una parte la expresión de la miseria real y, por la otra, la protesta contra la
miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, así
como es el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo.5
La referencia al opio ha prestado a una interpretación vulgar ya que éste no es –como suele
suponerse– un estupefaciente ni tampoco un alucinógeno, sino un narcótico analgésico. Este
equívoco del lector contemporáneo ha derivado en una confusión frecuente respecto de la
sentencia marxista, según la cual parecería que Marx despreciaba la religión.6 La cita
completa revela el porqué de la referencia a un opiáceo: jamás pretende que la religión se
considere una forma de degradación intelectual ni tampoco una mera ilusión generada por las
clases dominantes (interpretación no marxista que suprimiría la idea que éste tenía de la
ideología, esto es, la ilusión de universalidad dentro de cada clase), sino que la religión sea,
por el contrario, el anestésico necesario de la sociedad entera frente a la alienación social y de
las clases oprimidas frente a sus condiciones materiales de existencia.
En Marx, la crítica de la religión no es una defensa del ateísmo, sino la crítica de la sociedad
que hace necesaria a la religión. La supresión de estas condiciones y la realización plena de la
comunión humana se desvincula de la condición biológica, proyectándose «al cielo» como
intervención divina en una parusía futura, particularmente en el especial caso del
cristianismo,7 en vez de construirse políticamente mediante la abolición de la propiedad
privada y la división del trabajo. El fundamento filosófico del rechazo marxista de la religión ha
estado vinculado al desarrollo del materialismo dialéctico por parte de Engels y Lenin.
En cualquier caso, ha habido diversos teóricos que consideran que ser marxista y religioso es
compatible. Dentro de ellos se puede señalar al irlandés James Connolly y a diversos autores
dentro de la teología de la liberación como Camilo Torres y Leonardo Boff. Pero la crítica
teórica hacia cualquier religión se basa en que ésta es concebida como el resultado de la
producción de la superestructura de la sociedad, es decir, de la fabricación de
ideas ideológicas que se hace una sociedad sobre sus propios modos de producción
económicos. Así, la religión siempre es una concepción de ideas políticas que tienden a
reafirmar la estructura económica existente. Los textos marxistas donde se puede encontrar
información sobre la concepción marxista de la religión son: La ideología alemana de Marx y
Engels, y La filosofía como arma de la revolución de Louis Althusser. Marx describe a la
religión como un ente alienador, el cual le pone como meta alcanzar a Dios, situación
imposible para un humano pues Dios es la esencia humana deificada, es decir: la humanidad
le ha dado sus mejores características a Dios. La religión haría conformista al hombre y lo
obligaría a no luchar en este mundo, pues este es solo un preludio del verdadero. La síntesis
cristiano-marxista de los teólogos de la liberación replica que el marxismo no implica este
aserto y que, de ser así, también las clases dominantes impregnadas de espíritu religioso
serían conformistas respecto de su existencia material e incluso serían pasivas frente a un
conflicto con otras clases sociales. Para estos, en cambio, la religión –y en particular la
cristiana– siempre exige una lucha en este mundo en función de una comunidad religiosa: sea
con o sin clases dependiendo de cómo se la entienda políticamente. Debe recordarse que
para el catolicismo la resurrección es el regreso al edén en la tierra y que, aunque dependa de
Dios, ningún esfuerzo individual tendría sentido si estuviera coronado por una muerte sin
retorno (incluso si la realización plena de la humanidad pudiera hacerse sólo socialmente y no
biológicamente como en la resurrección cristiana), ya que la salvación de cada hombre de
acuerdo a su esfuerzo dentro del alienado mundo presente sólo puede ser asegurado con la
eternidad y la participación en el mundo venidero. Esto es igualmente cierto tanto para el
ideario de autorrealización personal de la derecha cristiana (calvinista o al menos reconciliada
con la burguesía), como para la lucha de clases de la izquierda cristiana (marxista o no), como
para las originarias posiciones ascéticas y apolíticas del cristianismo primitivo. Estas últimas
en particular dieron forma estamental a la dicotomía interna entre la vida económica y la
religiosa del occidente medieval extramundano y a su peculiaridad histórica de fusión entre
«sociedad civil» y «sociedad política» descrita con atención por Marx en su obra Sobre la
cuestión judía, cuya visión llegaría, junto con la opuesta de Nietzsche, a Max Weber, y que
entroncaría en el debate marxista-weberiano sobre la influencia económica de la religión.
En su versión más ortodoxa, la interpretación marxista de la religión sería la de una forma
de alienación cuya consecuencia para el hombre sería perder sus virtudes para adjudicárselas
a un inventado ser supremo. Según Karl Marx, esto es lo que ocurriría en particular con la
religión monoteísta: el hombre toma toda virtud que posee y toda idealización metafísica
posible, y se la atañe a un ser supremo de su propia creación, devaluándose a sí mismo y
dedicando su ser y propio destino a su voluntad y una trascendencia irreal posibilitada por su
existencia.

Conceptos y nociones abstractas principales de Karl


Marx[editar]
Marx, observador de la evolución de las sociedades humanas [editar]
El concepto de clase social no fue inventado por Karl Marx, sino por los fundadores de
la economía política (Adam Smith…), los fundadores de la tradición de la historia política
francesa (Alexis de Tocqueville), y de la historia de la revolución francesa (Guizot, Mignet,
Thierry). Para los teóricos ingleses, los criterios de identidad de una clase social, se
encuentran en el origen de los ingresos: los tipos de ingresos, la renta de la tierra, las
ganancias y los salarios. Estos tres grupos son los principales para la nación; terratenientes,
trabajadores y empresarios.
Entre los pensadores franceses, el término de “clase” es un término político. Por ejemplo para
autores como Tocqueville, existen diferencias entre clases cuando los diversos grupos
sociales compiten por el control de la sociedad.
Por lo tanto, Marx toma prestado de los economistas clásicos la idea implícita de clases como
un factor de producción, la historia de las clases y el conflicto como productor de la historia. A
todas estas teorías, Marx aporta el concepto del estado de la clase social como su lucha
intrínseca: sin lucha no hay clases. Las clases sociales se consiguen con las luchas perpetuas
históricamente determinadas. Marx señaló su contribución a la comprensión de las clases
sociales:
Ahora, para mí, que no soy yo quien merece el mérito por el descubrimiento de la existencia de las
clases en la sociedad moderna, al igual que de la lucha que se dedica a ella. Los historiadores
burgueses habían puesto delante de mí, el desarrollo histórico de esta lucha de clases y, algunos
economistas burgueses me describieron la anatomía económica. Lo que yo aporto es: la demostración
de que la existencia de las clases sociales sólo va unida a las fases históricas a través del desarrollo de
la producción, que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado y que
esta misma dictadura no representa sino una transición hacia la abolición de todas las clases y hacia
una sociedad sin clases.
Carta a J. Weydemeyer. 5 de marzo de 1852.

Para Marx, las clases sociales son parte la realidad social. Las luchas de estas clases
sociales, señalan el cambio social como un fenómeno duradero. Estas clases son el resultado
de un mecanismo de división del trabajo, que se desarrolló al mismo tiempo que la
privatización de los medios de producción. Las clases sociales surgen cuando la
diferenciación de las tareas y las funciones dejan de ser cosa del azar para convertirse en una
herencia. Hay una tendencia hacia la polarización entre las dos clases más antagónicas entre
sí. Este antagonismo es la base de toda transformación que afecte al funcionamiento de la
organización social y que modifique el curso de la historia. Para Marx, el proceso de
producción capitalista crea dos posiciones: la de los explotadores (empresarios) y los
explotados (trabajadores). Los comportamientos individualistas y colectivos se explican a
través de estas posiciones en la reproducción de un sistema. El conflicto de clase es un rasgo
cultural de la sociedad. Estos conflictos son el motor de los grandes cambios sociales. Marx se
interesa por los cambios endógenos, es decir, aquellos que nacen del funcionamiento de la
sociedad.
Las fuerzas productivas, relaciones sociales de producción y el modo de
producción[editar]
Cada etapa de la sociedad que se ha dado a lo largo de la historia se puede caracterizar a
través de un modo de producción diferente.
Un modo de producción se basa en el conjunto formado por las fuerzas productivas y las
relaciones sociales de producción que se dan en la sociedad. En cada una de las etapas de la
evolución, el modo de producción demuestra un estado de la sociedad. Este es tomado como
algo social, ya que sin fuerzas productivas, no puede haber ninguna duda sobre la falta de
producción. Dichas fuerzas productivas son: los instrumentos de la producción, la fuerza de
trabajo de los hombres, los objetos de trabajo, los conocimientos y las técnicas, la
organización… Con motivo de todas estas actividades de producción y a través de ellas, los
hombres entran en las relaciones sociales. El modelo de producción no puede ser reducido a
un simple aspecto técnico, ya que es uno de los conceptos más importantes para Marx.
La sucesión de modos de producción a lo largo de la historia se puede resumir de la siguiente
manera: se pasa de un comunismo primitivo al modo de producción esclavista, de este al
feudal, después al capitalista y finalmente al socialista/comunista (ambos son sinónimos). En
la sociedad comunista/socialista, la contribución productiva será aplica al principio resumido
en la frase: “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.
Sin embargo, Marx forma parte de un pensamiento dialéctico, en contraposición al mecanismo
que está presente en el materialismo anterior, ve la convivencia entre clases, como un papel
determinante en el desarrollo de la historia. A través de esta visión, el proletariado se
transforma en una clase en sí y para sí, se vuelve consciente de sus intereses de clases, que
son: socializar los medios de producción (socialismo) con el fin de maximizar las fuerzas
productivas, la extinción de las diferentes clases sociales y la existencia de un estado político
(comunismo). La historia sigue siendo la suma de las contingencias sujetas a los vaivenes de
las luchas sociales de clases. La historia no es una evolución lineal entre los modos de
producción, sino que es una transformación dialéctica de tomar conciencia de clases que
experimentan fluctuaciones de lucha de clases en determinados momentos de la historia. En
este desarrollo, las fuerzas productivas son cada vez más contradictorias con respecto a las
relaciones sociales de producción, ya que no evolucionan al mismo ritmo.
Más allá de un cierto nivel de producción, los sistemas sociales se bloquean. Una época de
revolución social que comienza a funcionar, permite eliminar las viejas relaciones de
producción para dar paso al desarrollo de relaciones más coherentes al nivel alcanzando por
las fuerzas productivas.
La acumulación de capital, trabajo, mano de obra excedente y la
alienación[editar]
La acumulación primitiva de capital está definida como: proceso de creación de las
condiciones para el nacimiento del capitalismo. La creación del capitalismo supone el uso de
dos condiciones anteriores: la existencia de un grupo social (formado por hombres
desprovistos de medios de producción y obligados a vender su fuerza de trabajo a cambio de
un salario) y la acumulación de la riqueza indispensable para crear negocios capitalistas. Esta
creación requiere de la unión de las condiciones necesarias para el nacimiento de dos clases
fundamentales de la sociedad capitalista: explotados (trabajadores) y explotadores
(empresarios).
La distinción entre trabajo y fuerza de trabajo es central para el análisis de la distribución. La
retribución del obrero se establece en un nivel correspondiente a los gastos socialmente
necesarios para asegurar su renovación. Es una mercancía cuyo valor está determinado por la
cantidad de trabajo social que pide la producción de cada obrero.
Lo que afirma Marx se basa en la teoría aristotélica de la materia prima que, distingue el valor
de uso (utilidad del objeto) del valor de cambio (lo que el objeto nos permite conseguir). En el
proceso de intercambio se produce tanto, una inversión en el valor de cambio como, una
inversión en el valor de uso.
El diagrama de Adam Smith: ley de la oferta y la demanda, informa de la existencia de
un valor añadido al producto en el que los beneficios son obtenidos por los capitalistas, pero
no por el trabajador. Los salarios a partir del valor social del producto (el valor social del objeto
producido es una función de las materias primas, las herramientas de producción y la mano de
obra necesaria para la producción).
El valor de cambio de un producto es el valor social que se aplica a una ganancia como
resultado de un exceso de trabajo. Es en torno a los beneficios del valor agregado, que está
emergiendo la lucha de clases, como proletarios capitalistas. Marx va a demostrar que el
trabajador está en su derecho de reclamar el beneficio de este valor añadido, ya que este es
un valor del mismo uso. Lo que hará el empresario capitalista, es hacer del trabajo un
producto que cueste menos que el que utiliza, o dar más trabajo del que se requiere en la
mano de obra. La ganancia es el valor añadido producido por el empleado, que el capitalista
se apropia gratuita y legalmente.
El aumento de la producción, por parte del capitalista se puede obtener mediante la
ampliación de la jornada laboral, aumentando la intensidad de trabajo o reduciendo los
salarios de desempleo, el cual es la presión a la baja sobre los salarios. Esta ganancia es la
forma de expoliación del proletariado en el capitalismo. Es la ganancia modificada que se
produce como una forma excedente, es la búsqueda del beneficio, es el motivo principal del
capitalismo. Una actividad se desarrolla si es rentable, y esta rentabilidad es la tasa de
beneficio obtenido (relación entre las ganancias y el capital total invertido). La acumulación de
capital conlleva una disminución a largo plazo de la tasa de beneficio y una bajada en la
tendencia de la tasa de provecho. Es un índice de los límites históricos del capitalismo.
Si la modernización se incrementa, se trata de una sustitución creciente entre el "trabajo
muerto" y "trabajo vivo”. En este momento sólo existe el trabajo vivo, que está creando valor,
el trabajo muerto no anima al capital por medio de la fuerza de trabajo. La acumulación
excesiva de capital dará como resultado el empobrecimiento de la clase obrera.
El capitalismo es víctima de su propia lógica. Hay cada vez menos capacidad de manejar sus
contradicciones y avances hacia una crisis inevitable.
La teoría marxista del trabajo[editar]
El trabajo no se trata solo de la transformación de una persona física (puesto que también
podemos encontrarlo en los animales), esto implica una facultad de representación por parte
de las personas.
La razón por la que Marx se dio cuenta de que esta actividad es totalmente aristotélica (ya que
comienza por la representación de un fin), fue mostrando por lo que el fin es un mismo
principio. El trabajo es principalmente una representación comprensiva que comprende la
finalidad del objeto y difiere a este respecto al caso de los animales. El producto del trabajo
humano debe existir en la representación ideal del trabajador, es decir, el trabajo deseado es
un objeto que cumple perfectamente una de las funciones de la vida humana. En el capítulo
VII de El capital, Marx toma el esquema aristotélico en el que, es el trabajador el que está
subordinado al mismo fin que el mismo da. El trabajo es tal, que el individuo se identifica y se
reconoce con lo que hace: al realizar el trabajo, el hombre también lleva a cabo su propio
poder, su poder de conceptualización y puede mejorar, por lo tanto, su capacidad de
producción. La Inteligencia, puesto que es relevada a través de la realización del trabajo, en
tanto que el hombre actualice en su trabajo las facultades que le son propias, será conducido
a un proceso de identificación: en el producto del trabajo, el individuo una parte de su
identidad.
Como el trabajo participa en la identidad de la persona, podemos decir que, el trabajo no es
solamente tener (la producción), pero igualmente debe de ser una dimensión ontológica
adecuada al trabajo.
Por eso Marx acusa al modelo de producción industrial capitalista de alienar a los
trabajadores. En efecto, el trabajador ya no se encuentra en este caso, en el de la
representación comprensiva, ya que se ignora el producto final y por lo tanto, la razón de su
actividad. La cuestión relativa a la identidad es entonces anulada porque el único problema es
el de la remuneración. Lo humano se convierte en animal, revelando un reflejo del
automatismo mecánico (véase la película "Tiempos modernos" de Charlie Chaplin).8 En este
sentido, se puede entender la abolición de la esclavitud, no como una cuestión ética, sino más
bien como un cuestión de interés económico, ya que cuesta más mantener a la gente en la
servidumbre bajo el marco de la esclavitud que en el del trabajo bajo marco del asalariado
(véase la película “Queimada” de Gillo Pontecorvo con Marlon Brando).
La lucha de clases[editar]
Artículo principal: Lucha de clases

Para Karl Marx y Friedrich Engels, "La historia de todas las sociedades humanas hasta
nuestros días es la historia de la lucha de clases”9 (aunque sea en una nota posterior Engels
califica esta afirmación).10
La posición del individuo en las relaciones de producción (trabajador o explotador) es según
él, es el elemento que permite la definición de la clase. Marx considera que, para que no haya
una clase social, debe haber una conciencia de clase: la conciencia de tener un lugar común
en la sociedad. Marx señaló que no basta con que muchos hombres estén del lado de un solo
plan económico para que se forme el espíritu de clase. Según Marx, los personajes principales
en la lucha de clases son, en la época capitalista, la burguesía y el proletariado. El comunismo
constituye para él, el estado de la sociedad sin divisiones de clase y por lo tanto, es una
sociedad sin lucha de clases.
Según el análisis marxista, la clase social dominante organiza la sociedad mediante la
protección de sus mejores privilegios.
Para ello, se instaura el Estado, instrumento político de dominación: “policía y ejército
responsable de mantener la seguridad y el orden público, el orden “burgués”. Marx también
habla de "la ideología dominante". En cualquier sociedad, hay ideas, creencias y valores que
dominan la vida social y cultural. Estas ideas dominantes son producidas por la clase
dominante, es decir, la burguesía. Por lo tanto, estas ideas expresan la opinión de estas
clases, es decir, la justifican y se esfuerzan en perpetuarse. Estas ideas penetran la mente, y
a menudo funcionan como una visión del mundo en contra de sus intereses reales. Karl Marx
no "inventó" el concepto de la lucha de clases. En realidad, la lucha de clases se ha teorizado
mucho antes que él, por historiadores de la restauración, como François Guizot y Augustin
Thierry.
La contribución fundamental de Marx en este concepto, en relación a estos historiadores, es
haber demostrado que la lucha de clases no se extingue en la Revolución Francesa, sino que
se prolonga en oposición burguesía/trabajadores en la de era capitalista. Así, al final de la
lucha de clases se llegaría a una clase única, una vez extinguidas las clases sociales en el
comunismo.

Partidos, movimientos y gobiernos inspirados en el


marxismo[editar]
Véase también: Categoría:Organizaciones comunistas

Mao Zedong (China)

Vladímir Ilich Lenin(URSS)

León Trotsky (URSS)


Desde la muerte de Marx en 1883, varios grupos del mundo entero han apelado al marxismo
como base intelectual de sus políticas, que pueden ser radicalmente distintas y opuestas. Una
de las mayores divisiones ocurrió entre los reformistas, también
denominados socialdemócratas, que alegaban que la transición al socialismo puede ocurrir
dentro de un sistema pluripartidista y capitalista, y los comunistas, que alegaban que la
transición a una sociedad socialista requería una revolución para instaurar la dictadura del
proletariado. La socialdemocracia resultó en la formación del Partido Laborista y del Partido
Socialdemócrata de Alemania, entre otros partidos; en tanto que el comunismoresultó en la
formación de varios partidos comunistas; en 1918 en Rusia, previo a la formación de la Unión
de Repúblicas Socialistas soviéticas, dimanan dos partidos del Partido Obrero Social
Demócrata de Rusia: el Partido Comunista, formación comunista, y el Partido Social
Demócrata de Rusia.
En la actualidad sigue habiendo muchos movimientos revolucionarios y partidos políticos en
todo el mundo, desde el final de la Unión Soviética, aunque el internacionalismo obrero ha
sufrido una grave crisis. Aunque hay partidos socialdemócratas en el poder en varias naciones
de Occidente, hace mucho que se distanciaron en aspectos relevantes de sus lazos históricos
con Marx y sus ideas. En la actualidad en Laos, Corea del Norte, Vietnam, Cuba, la República
Popular China y Moldavia hay en el poder gobiernos que se autoproclaman marxistas.
Muchos gobiernos, partidos políticos, movimientos sociales y teóricos académicos han
afirmado fundamentarse en principios marxistas. Ejemplos particularmente importantes son los
movimientos socialdemócratas de la Europa del siglo XX, el bolchevismo ruso, la Unión
Soviética (Lenin, Trotsky, Stalin) y otros países del bloque oriental, Mao Zedong, Fidel
Castro, Ernesto "Che" Guevara, Santucho, Kwame Nkrumah, Julius Nyerere, Thomas
Sankara y otros revolucionarios en países agrarios en desarrollo. Estas luchas han agregado
nuevas ideas a Marx y, por lo demás, han transmutado tanto el marxismo que resulta difícil
especificar el núcleo de éste. Actualmente las transformaciones socio-económicas han
obligado a repensar al marxismo en una línea llamada posmarxismo en la cual se encuentran
autores como Ernesto Laclau y Chantal Mouffe.
La Revolución de octubre de 1917, encabezada por los bolcheviques (cuyas figuras
principales eran Vladímir Lenin y León Trotsky) fue el primer intento a gran escala de poner en
práctica las ideas socialistas de un Estado obrero.
Se suceden otra serie de gobiernos o dobles poderes obreros de relativamente breve
duración, impulsados por revueltas proletarias con activa participación de los partidos
comunistas locales, inspirados en el modelo de república de consejos obreros. La mayoría de
estos son aplastados por las fuerzas de la reacción capitalista de las distintos gobiernos y
potencias burguesas y fracasan. Son el caso de la Revolución de noviembre de 1918,
encabezada por los espartaquistas en Alemania, la República Soviética Húngara de 1919,
la República Soviética Bávara de 1919, el bienio rojo o movimiento de consejos de fábrica del
norte de Italia de 1919 a 1920, el Sóviet de Nápoles, la República Socialista Soviética
Galiciana en 1920, la República Popular Soviética de Bujará de 1920 a 1925, la República
Socialista Soviética de Persia o República Soviética de Gilan, de 1920 a 1921, etc.
Tras morir Lenin, Iósif Stalin se había hecho con una gran concentración de poder en sus
manos en el seno del Partido Comunista y del Estado soviético, el cual fue fortaleciendo en
detrimento de los propios soviets (ya de por sí debilitados durante el hambre, la bancarrota
económica y las masacres ocasionadas por la Guerra Civil Rusa). Hasta su
muerte, numerosas purgas se vivieron en la URSS, bajo consignas tales como la "lucha contra
el trotskismo", "los sabotajes", o "los agentes del fascismo", en las que se logró inhabilitar a los
principales elementos críticos del PCUS y la sociedad soviética, muchos de ellos comunistas,
testigos directos de la Revolución y opositores en mayor o menor medida a la deriva
burocrática y la concentración de poderes que se estaba generando en seno de la URSS,
encarnada en una casta de funcionarios y burócratas del partido, cuya divergencia de
intereses respecto a la clase trabajadora y el peligro que entrañaban para la revolución obrera
comienzan a manifestarse desde la primera mitad de los años 20, aún en vida del propio
Lenin. Dichas purgas sólo logran fortalecer el poder de la nueva dirección del PCUS,
encabezada ahora por Stalin, y pronto se extenderán a las secciones nacionales
del Komintern, que, a nivel internacional, comienza a ser dirigido desde el comisariado de
asuntos exteriores en Moscú.
Aunque llevaron a cabo pequeñas aportaciones teóricas al marxismo, Stalin y sus seguidores
se caracterizan por haber dado cobertura ideológica a sus métodos y posicionamientos
tácticos y políticos, encaminados al fortalecimiento del control sobre los medios de producción
y administración del Estado por parte de la burocracia y dirección central del partido, a través
de la falsificación o la adaptación de los principios ideológicos del marxismo y del leninismo a
sus propios fines. Esto derivará en un sistema de gobierno y pensamiento formulado bajo el
nombre de marxismo-leninismo (si bien sus críticos dentro del leninismo rechazan que se lo
denomine de esta forma y reclaman para sí esta denominación) y la teoría del socialismo en
un solo país, también llamado estalinismo, considerado por sus críticos marxistas como un
alejamiento o distorsión de los postulados y principios de la tradición marxista y pensadores
como Marx, Engels o Lenin; particularmente insistentes en esta postura son aquellas
corrientes basadas en los planteamientos de Trotsky y Lenin (trotskismo) y las del
denominado comunismo de izquierda, el marxismo libertario o el comunismo de consejos,
también críticos en este sentido con la denominada corriente del leninismo (y por ende
el trotskismo). A raíz de la muerte de Stalin, esta burocracia termina por acaparar el poder y
afianzarse en la llamada nomenklatura. Ésta comenzará a medio plazo un proceso de
progresiva liberalización de la economía, que culminará con la perestroika.
Al final de la II Guerra Mundial se produjo una expansión, por la vía militar, del poder político
de la URSS, que se consolidó mediante el establecimiento de los llamados Estados satélites o
del Pacto de Varsovia, en los países del Este que quedaron bajo su zona de influencia tras los
acuerdos de Yalta y de Potsdam. Estos Estados reprodujeron estructuras políticas y sociales y
tipos de economía y de gobierno muy similares a los de la Unión Soviética. Fueron
gobernados mediante la formación de Partidos Comunistas, encuadrados en la Komintern, y
adscritos a las fórmulas del marxismo-leninismo oficial. Algunos de los partidos adscritos a
la Internacional Comunista que llegaron a formarse por sí mismos, lograron a la postre tomar
el poder a través de insurrecciones guerrilleras y, en algunos casos, con bastante apoyo
popular, y establecer un estado que seguía el modelo marxista-leninista oficial. Estas naciones
comprendían a la República Popular China, Vietnam, Corea del
Norte, Yugoslavia, Albania, Etiopía, Yemen del Sur, Angola, y otros. Después de la invasión
militar por parte de Vietnam de Kampuchea Democrática, gobernada por el Jemer Rojo, un
gobierno de estructura similar a aquél será establecido en Camboya.
En Chile, el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Salvador Allende, que duró
desde 1970 hasta el golpe de estado de 1973, tenía una fuerte inspiración marxista. Si bien
cambió radicalmente las formas de lucha conocidas al concretar un gobierno por la vía
electoral, la revolución a la chilena buscaba la transformación de la sociedad hacia el
socialismo. Al mismo tiempo, la coalición que llevó a Allende al gobierno estaba construida por
la unión del Partido Comunista y el Partido Socialista, ambos declarados marxistas-leninistas
en ese tiempo.
En 1991, la Unión Soviética se disolvió y el nuevo Estado ruso ya no se identificó con el
marxismo. Otras naciones del mundo siguieron el mismo camino. Actualmente el socialismo
científico ha dejado de ser una fuerza política prominente en la política mundial. China, donde
gobierna el Partido Comunista, relajó su concepción económica del marxismo en 1978
avanzando progresivamente hacia un sistema económico más cercano al libre comercio. Este
proceso continúa hoy en día.
Desde el comienzo de la democracia en España, en 1975, el PSOE se presentó a las
elecciones como un partido marxista, proclamándose primera fuerza de oposición en el
gobierno. Posteriormente, en 1982, con Felipe González a la cabeza, el PSOE abandonó su
postura marxista; ese mismo año el partido ganó las elecciones.

Corrientes surgidas del marxismo clásico[editar]


Durante el siglo XIX y sobre todo en el siglo XX, el marxismo se divide en varias corrientes,
entre otras:

 Austromarxismo
 Comunismo de izquierda
 Freudomarxismo
 Luxemburguismo
 Maoísmo
 Movimiento autónomo
 Marxismo-leninismo
 Marxismo libertario
 Marxismo occidental
 Posmarxismo
 Trotskismo
 Situacionismo

Críticas al marxismo[editar]
Artículo principal: Críticas al marxismo

El marxismo, tomado como cosmovisión, implica por su propia naturaleza un sistema de


pensamiento y un sistema de organización política dirigido a la realización particular y
socialmente consciente de un orden social mediante la planificación central de la economía
(p.e. un socialismo políticamente establecido) que según éste es un necesario paso de la
historia del hombre. El marxismo funciona, según su propia doctrina, a manera de catalizador
e impulsor de la transición para la clase que de otra manera no podría ver edificado para sí el
socialismo y la realización posterior del comunismo. Es por esto que es difícil de separar a sus
más importantes críticos en categorías, siendo que estos se han confrontado por separado o a
la vez con los regímenes marxistas instaurados por diferentes partidos únicos, usualmente
comunistas, con los movimientos que los llevaron al poder y con la teoría marxista del mundo
(i.e., el materialismo dialéctico y el materialismo histórico), sin que nunca termine de quedar
suficientemente claro si estos tres aspectos del marxismo son verdaderos corolarios. En
términos generales se puede, sin embargo, diferenciar a efectos prácticos las críticas al
marxismo por las disciplinas de estudio más comprometidas en ellas.
Antropológicamente, el marxismo se confrontaría con el darwinismo quien rechazaría que
dicha teoría se analogara con el materialismo histórico11 y con Sigmund Freud quien llegaría
decir que "las obras de Marx, como una fuente de revelación, han tomado el lugar de la Biblia
y el Corán, a pesar de que éstas no están más libres de contradicciones y oscuridades que
aquellos antiguos libros sagrados"12 En contraposición a la antropología del americano Lewis
H. Morgan que Marx y Engels hicieran suya en El origen de la familia y según la cual todas las
economías primitivas serían de carácter comunista, la antropología contemporánea de autores
como Bronisław Malinowski y Fustel de Coulangesentre otros, presenta una visión casi
opuesta del origen de la propiedad privada, que es resumida en la obra del historiador Richard
Pipes Propiedad y libertad. Respecto de la noción marxista de "ideología de clase", el autor
liberal-conservador Kenneth Minogue fue uno de los primeros en invertirla en La teoría pura de
la ideología, volviendo contra las propias doctrinas sistémico-clasistas (que tratan de
"ideológico" a todo pensamiento) la acusación de reificación ideológica por parte de intereses
revolucionarios en una lucha de clases cuya existencia no puede ser puesta en duda sin
apelar a una instancia neutral.
El sociólogo clásico Max Weber continuaría la afirmación de Engels acerca de la evolución
propia, autónoma e interactiva de cada uno de los factores determinantes del progreso
histórico,13 pero insistiría en que no podría haber entonces un determinante económico-
tecnológico de última instancia: si se acepta, con Engels, que la historia es la suma de todos
estos factores entonces necesariamente la influencia recíproca de fuerzas en un todo debe
implicar que, si la religión y la cultura no se adaptan necesariamente a la producción
económica, la economía como producción debe adaptarse a estas. Implícitamente en su
obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo se demostró la independencia de la
superestructura ideológica respecto a la infraestructura tecnológica, tesis usualmente
malentendida como una suerte de reverso del marxismo, como sí sería el caso del
espiritualismo histórico de Werner Sombart. Esta exposición weberiana creó un cisma dentro
de la sociología académica respecto del marxismo más dogmático, y la apertura a posiciones
más complejas como la del historiador Eric Hobsbawm o las amistosamente separadas del
marxismo como las esbozó el sociólogo analítico Charles Wright Mills.
El economista y sociólogo austríaco Joseph Schumpeter revisó los orígenes del capitalismo y
rechazó la noción marxista de acumulación originaria como una contradicción autorreferente
que requiere capital inicial para la actividad de una supuesta burguesía violenta originaria. A
su vez, el institucionalista Douglass North ha ofrecido en sus estudios una revisión paralela de
la historia del capitalismo que ha sido tenido muy en cuenta entre los historiadores marxistas.
La deontología marxista respecto de la praxis revolucionaria se enfrentaría a serios problemas
filosóficos que intentarían ser resueltos por pensadores como Sartre desde una
vía existencialista. Éticamente Marx llegó a considerar que "un fin que requiere medios
injustificables no es un fin justificable",14 sin embargo dentro del marxismo como sistema la
moral es en sí misma consecuencialista ya que en éste los fines juzgan a los medios,15 luego
toda justificación depende de su funcionalidad para un fin determinado (fin que tampoco es
juzgado desde un set de principios morales salvo el interés "históricamente determinado" de
un grupo de pertenencia: en su caso, una clase social). Contra este historicismo
predeterminado (con sus contradicciones éticas para un interés individual enfrentado al interés
del progreso histórico), el epistemólogo y filósofo Karl Popperrealizaría sus más agudas
críticas en La sociedad abierta y sus enemigos, obra que podría considerarse a su vez una de
las principales réplicas globales al marxismo, y que junto con las objeciones de Bertrand
Russell sería la más representativa de entre las críticas epistemológicas al marxismo como un
"dogma reforzado" imposible de ser puesto a prueba mediante falsación, lo que llevaría a
muchos marxistas a volcarse a una posición epistemológica en las ciencias en general
cercana a la de Thomas Kuhn por la cual las contradicciones del marxismo deberían ser
probadas dentro de la misma teoría, y no frente a hechos que serían en sí expresiones de
una carga teórica previa.
En lo económico, V. K. Dmitriev en 189816 y Ladislaus von Bortkiewicz en 1906-0717 y
subsecuentes críticos expusieron que la teoría del valor de Marx y su ley de tendencia a la
baja en la tasa de beneficio eran internamente inconsistentes. Como contrapropuesta, los más
importantes economistas marxistas y/o sraffianos, tales como Paul Sweezy, Nobuo
Okishio, Ian Steedman, John Roemer, Gary Mongiovi y David Laibman, propusieron sus
propias versiones correctas de lo que debería ser la economía marxista abandonando como
inadecuado el intento de Marx en El capital para el mismo fin, confrontándose así con los
marxistas que defienden a aquel y que en respuesta se apoyan en una segunda teoría
desarrollada a fines del siglo XX para interpretar, según ellos en forma más adecuada, las
últimas obras de Marx.18
En el ambiente académico las críticas a la teoría económica de Marx derivaron principalmente
de su incompatibilidad (nunca resuelta por ninguna de las partes) con los
descubrimientos microeconómicos del marginalismo. El conflicto con la visión marxista de la
producción tomó forma en la obra de dos de los más importantes sistematizadores del
marginalismo, representantes de las variantes austríaca y británica: primero Eugen von Bohm-
Bawerk, que dirigiría las más conocidas críticas a la teoría del valor-trabajo y con ésta la
explotación por adquisición de plusvalía, tanto dentro de la teoría marxista19 como desde el
subjetivismo austríaco (por el cual incluso los costos dependen de la demanda); y luego Alfred
Marshall que insistiría en la utilidad del capital y la gestión en la creación del valor,20 así como
la consideración de la demanda como autónoma de la oferta aunque ésta se reconozca
determinada por los costos.
Desde la macroeconomía, John Maynard Keynes llegaría a decir que El capital era "un manual
obsoleto" al cual no sólo encontraba "científicamente equivocado sino además sin interés o
aplicación para el mundo moderno", consideración que Joan Robinson criticaría como
consecuencia de una pobre lectura de Marx, así como de Say. Una aproximación
macroeconómica compatible con el marxismo fue esbozada por el economista polaco Michał
Kalecki.
Respecto a la aplicación práctica del método marxista y a sus resultados políticos, las críticas
usuales han sido menos a la doctrina marxista y más a los aspectos empíricos contra
el movimiento Comunista y sus regímenes. Estas críticas se sostienen en términos
humanistas y objetan el sacrificio en vidas humanas en persecuciones sociales y políticas, y
además sólo se han dirigido al fenómeno totalitario como una situación circunstancial
impuesta deliberadamente por los dirigentes marxistas, o sea, como un fenómeno aislado o al
menos aislable de la teoría. Sin embargo algunas de estas críticas han tenido una dimensión
teórica (especialmente por parte de liberales clásicos como Mises, Hayek, Isaiah
Berlin y Raymond Aron, y anarquistas como Proudhon, Bakunin, Piotr Kropotkin y Noam
Chomsky)21 según las cuales el fracaso político del totalitarismo, la interdependencia entre la
falta de propiedad personal y libertad personal, el colapso de la planificación centralizada de la
economía y la doctrina marxista-leninista serían elementos inseparables y codependientes,
por lo cual, o la teoría marxiana del progreso histórico debe de estar equivocada y la dictadura
científica pasaría a ser una profecía autocumplida con resultados perjudiciales para la clase
obrera, o bien la noción de un "necesario progreso histórico" puede ser mayormente
verdadera pero sin embargo el marxismo la habría malinterpretado a su favor: esta última
opción sería planteada por el heredero de la crítica hegeliana al marxismo de Alexandre
Kojève, el neoconservadorFrancis Fukuyama.
Finalmente, diversos autores de orientación centrista y socialdemócrata han hecho profundas
reflexiones críticas de las bases filosóficas del marxismo, a saber Jürgen Habermas,22 Hannah
Arendt,23 Anthony Giddens, y particularmente –por recordar las implicancias de que las
relaciones sociales de producción no pueden determinar la superestructura jurídico-política ya
que la presuponen– el jurista y pensador político Hans Kelsen quien, en su libro La teoría
comunista del derecho y el Estado, realizaría la que tal vez pueda considerarse la objeción
más incisiva a casi todos los aspectos relevantes de la doctrina marxista, tanto en sus facetas
políticas, su teoría jurídica e institucional, social y económica.24

Algunas de las obras de Karl Marx[editar]


 Crítica de la filosofía del derecho de Hegel (1843)
 Manuscritos (1844)
 La ideología alemana (1845, con Engels)
 El manifiesto comunista (1848, con Engels)
 El capital (1867)
 La guerra civil en Francia (1871).
 Salario, Precio y Ganancia (1898).

Véase también[editar]

 Portal:Socialismo. Contenido relacionado con Socialismo.


 Portal:Marxismo. Contenido relacionado con Marxismo.
 Comunismo
 Filosofía marxista soviética
 Izquierda judía
 Marxología
 Economía marxista

Referencias[editar]
1. ↑ Álvarez Chillida, Gonzalo (2002). El antisemitismo en España: la imagen del judío, 1812-
2002. Madrid: Marcial Pons, ediciones de Historia, S.A. p. 173. ISBN 8495379449.
2. ↑ El manifiesto comunista
3. ↑ El Manifiesto Comunista
4. ↑ Saltar a:a b c d Marx, Karl (1859). Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía
Política. Consultado el 21 de octubre de 2018.
5. ↑ Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1843
6. ↑ Hitchens, Christopher (2016). Los derechos del hombre de Thomas Paine. Barcelona: Ed.
Debate. p. 166. ISBN 978-8483067918.
7. ↑ Sobre la cuestión judía, 1844
8. ↑ https://web.archive.org/web/20110302112045/http://p2tpe.e-monsite.com/rubrique,l-
alienation-des-travailleurs,139551.html
9. ↑ Manifiesto del partido comunista, K. Marx et F. Engels, 1848
10. ↑ Engels dice que esta fórmula se limita a "la historia escrita". Y agrega: "En 1847, la historia de
la organización social que precedió a toda la historia escrita, la prehistoria, era casi
desconocido”. (Nota de Engels en el Manifiesto Comunista 1888).
11. ↑ «"Darwin, Marx y las dedicatorias de El capital». Archivado desde el original el 29 de julio de
2014. Consultado el 16 de enero de 2012.
12. ↑ "Lecture XXXV: A Philosophy of Life", Sigmund Freud, New Introductory Lectures on Psycho-
analysis, Hogarth Press, 1933, last lecture.
13. ↑ "Weber y Marx", Gianfranco Poggi, Weber, Alianza Editorial, 2006, cap. 3, § 5, pp. 64-67
14. ↑ "Censorship", Karl Marx, On Freedom of the Press, May 15th 1842, Rheinische Zeitung No.
135
15. ↑ "Dialectic Interdependence of End and Means", Leon Trotsky, Their Morals and Ours, June
1938, The New International, Vol.IV No.6, pp.163-173
16. ↑ V. K. Dmitriev, 1974 (1898), Economic Essays on Value, Competition and Utility. Cambridge:
Cambridge Univ. Press
17. ↑ "Value and Price in the Marxian System", Ladislaus von Bortkiewicz, 1952 (1906–
1907), International Economic Papers 2, 5–60; Ladislaus von Bortkiewicz, 1984 (1907),
Philadelphia: Orion Editions.
18. ↑ "A Temporal Single-system Interpretation of Marx's Value Theory", Andrew Kliman y Ted
McGlone
19. ↑ Eugen von Böhm-Bawerk, Karl Marx and the Close of His System, T.F. Unwin, 1898
20. ↑ Todd Bucholz, New Ideas from Dead Economists, New York: A Plume Book, 1998, pp. 166-
167.
21. ↑ "Anarquismo, marxismo y esperanzas para el futuro", Noam Chomsky
22. ↑ "La crítica de Habermas a Marx"
 Archivado el 20 de junio de 2015 en la Wayback Machine. Cristian Guillen,
23. ↑ "Hannah Arendt (1906—1975)", Majid Yar, Internet Encyclopedia of Philosophy, Lancaster
University, United Kingdom
24. ↑ "Sobre la crítica de Kelsen al marxismo"
 Archivado el 14 de febrero de 2012 en la Wayback Machine., Juan Ruiz Manero, Doxa:
Cuadernos de filosofía del derecho, ISSN 0214-8676, Nº 3, 1986, art. 14

Bibliografía[editar]
 Miller, David; Coleman, Janet (1991). The Blackwell encyclopaedia of political thought (en
inglés). Wiley-Blackwell. ISBN 9780631179443.
 Stefan Gandler, Marxismo crítico en México. Adolfo Sánchez Vázquez y Bolívar
Echeverría. FCE, México, 2007.

Enlaces externos[editar]

 Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre marxismo.


 Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Marxismo.
 Biblioteca general del pensamiento marxista, Marxists Internet Archive en español.
o Página de entrada.
 El capital, on-line en español

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Qué es el Marxismo:
Se conoce como marxismo el conjunto de ideas, conceptos, tesis, teorías y
propuestas de índole filosófica, ideológica, política y económica, así como cierta
concepción del mundo, la vida social y política, que se deriva de la obra de Karl
Marx y Friedrich Engels, y que tiene un carácter doctrinario.

Así, pues, el marxismo es una corriente de pensamiento, un modelo teórico-


explicativo de la realidad humana que ha servido como base ideológica de lo que
se conoce como materialismo histórico y dialéctico, del comunismo y de los
diferentes tipos de socialismos.

Se caracteriza fundamentalmente por su rechazo crítico al capitalismo y a su


sistema económico, la tesis de la lucha de clases y la propuesta de construir una
sociedad igualitaria, sin clases, es decir, comunista.

El objetivo del marxismo es que sean los propios trabajadores quienes, a través
del Estado, manejen los medios de producción, lo cual posibilitará una sociedad
sin clases, lo cual evitaría que una minoría acumule los medios de producción
para explotar a la mayoría.

Como tal, el marxismo ha sido una corriente de pensamiento muy influyente en los
movimientos sociales, sistemas económicos y políticos de todo el siglo XX,
aunque sus líneas fundamentales hayan sido trazadas por Marx y Engels a
mediados del siglo XIX y expresadas públicamente en el Manifiesto comunista.

También se consideran marxistas los movimientos políticos fundados a partir de


una interpretación más o menos estricta del marxismo. La revolución rusa y la
instauración de la URSS está inspirada en los ideales marxistas, así como la
revolución china o la cubana.

Vea también:

 Teoría marxista
 Materialismo histórico
 Comunismo
 Socialismo
Marxismo en economía
En economía, el marxismo tiene su expresión en la escuela de economía marxista,
que se inspira en algunos de los conceptos fundamentales desarrollados por Karl
Marx en su obra El capital.

Según la economía marxista, por ejemplo, el valor de una cosa es determinado


por la cantidad de trabajo necesario para su producción (la teoría del valor-
trabajo), por lo tanto, la diferencia entre el valor de lo que el trabajador produce y
su salario es una forma de trabajo no remunerado que se conoce como plusvalía,
con el cual se queda el capitalista en un esquema de explotación que enfrenta a
los dueños de los medios de producción (la burguesía) y a los trabajadores
(proletariado) en la lucha de clases.

Vea también:

 Burguesía
 Proletariado
 Lucha de clases

Marxismo-leninismo
Se conoce como marxismo-leninismo una corriente ideológica que consiste en la
adaptación de las tesis de Karl Marx por parte del líder revolucionario Vladimir
Lenin. Formó parte de las bases ideológicas de la URSS y del bloque comunista.

El término data de los años 20 del siglo XX, cuando, después de la muerte de
Lenin, Stalin designa así la ideología instaurada en la Unión Soviética, que, según
esta interpretación, coloca a Lenin como una especie de continuador del marxismo
con sus aportes ideológicos.

Vea también:

 URSS
 Características del comunismo.
Fecha de actualización: 23/07/2019. Cómo citar: Coelho, Fabián (23/07/2019).
"Marxismo". En: Significados.com. Disponible en:
https://www.significados.com/marxismo/ Consultado: 6 de agosto de 2019, 12:04
pm.
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Fabián Coelho
Profesional de las letras, licenciado por la Universidad de Los Andes (2011). Apasionado por la
literatura, la historia y la filosofía, y entusiasta confeso de los diccionarios, la gramática y los
manuales de estilo. Ha trabajado creando, escribiendo y corrigiendo en ediciones, publicidad,
periodismo y contenidos digitales desde 2008.

Otros significados y conceptos que pueden ser de su interés


 Significado de Lucha de clases

 Significado de Teoría crítica

 Significado de Materialismo histórico

 Significado de Cuestión social

 13 características del comunismo

 Significado de Modernidad

 Significado de Ideología

 Significado de En casa de herrero cuchillo de palo


Vea También
 13 características del comunismo

 10 características del capitalismo

 10 características del fascismo


 10 características del anarquismo

Populares
 Respeto

 Amor

 Valores

 Figuras literarias

 Responsabilidad

 Cultura

 Globalización

 Empatía

 Democracia

 Justicia

 Amistad

 Ética

 Diversidad

 Tolerancia

 Ética y Moral

 Definiciones,

 Historia básica
¿Qué es el Marxismo?
Características y
filosofía
¿Qué es el marxismo? El ideal de Karl Marx como doctrina
comunista puede ser resumida, y os explicamos qué es el
materialismo dialéctico y el materialismo histórico.
By Víctor Muñoz Fernández on 2 julio, 2018

El comunismo tiene gran cantidad de doctrinas. La más prolífera y conocida es la


marxista. Recibe el nombre de su creador, Karl Marx, quien fue un filósofo y un
periodista revolucionario alemán del siglo XIX.
Su primera obra importante fue el Manifiesto Comunista en 1848. La frase
principal de dicha obra resume, en gran medida, la doctrina marxista: “La
historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de
las clases sociales”.
Las teorías de Marx tuvieron como asesor y ayudante a Friedrich Engels. Él
participó también en la redacción del Manifiesto Comunista (es legado de ambos)
y en «El capital«.
Marx
y Engels, ideólogos del marxismo

Para los marxistas, la sociedad se divide en dos clases: el proletariado y la


burguesía. La lucha constante entre estas dos facciones es lo que provoca
el avance o el retroceso de la civilización, que durante su desarrollo, siempre ha
estado en conflicto.
El pensamiento marxista se puede dividir en dos componentes: uno científico y
otro filosófico. El primero hace referencia al materialismo histórico. Este
concepto parte de que la base material de una sociedad es lo que determina el
orden social y, como consecuencia, determina la evolución y el desarrollo de
dicha sociedad.

El materialismo histórico puede servir, por tanto, para analizar distintas


sociedades y sus evoluciones a lo largo de la historia. Marx afirmaba que la historia
del desarrollo de la civilización está ligada al desarrollo de la producción y de
los modos de producción.
De ahí se podría derivar que las fuerzas productivas y las relaciones entre ellas
tendrían una relación directa con dicha evolución. Es decir, Marx ligó la lucha de
clases a la evolución de los modos de producción y de la humanidad.
El segundo componente de la doctrina marxista es el materialismo dialéctico.
Este ha sido objeto de varias y polémicas elaboraciones. Básicamente lo que Marx
plantea es que la filosofía especulativa no sirve de nada, ya que sólo crea
contradicciones.
Él aboga por una concepción del mundo basada en su teoría del materialismo
histórico. En otras palabras, la concepción del mundo y de la historia es, para
Marx, algo completamente empírico, en el sentido de que se puede argumentar
con el análisis histórico que él plantea.
Su segunda obra llegó casi 10 años después del Manifiesto Comunista con la
publicación del primer libro de “El capital”, donde analizaba el capitalismo. De
esta obra surge el pensamiento económico del marxismo, que gira sobre dos
conceptos fundamentales: el valor y la plusvalía.
Para Marx, el valor es le expresión de la cantidad de trabajo social (tiempo
invertido) contenida dentro de una mercancía, es decir, cuánto se ha invertido en
producir esa mercancía.
Según él, en el capitalismo, ese trabajo social se convierte en una mercancía a
merced de los mercados. Las jornadas serían pagadas no por lo que haces, sino
por cuánta gente está dispuesta a hacerlo. La plusvalía sería todo el trabajo extra
que se consigue en el capitalismo a través de la explotación de la fuerza del
trabajo.

Al margen de estas teorías, también plantea un modelo sociopolítico alternativo


al existente. El propósito que tenía era el de terminar en un sistema comunista.
Para ello propone que las clases obreras se hagan con el poder en una
revolución, que se termine la religión (“La religión es el opio del pueblo”) y
que la propiedad individual ya no tenga cabida, puesto que es sólo un
mecanismo de obtención de votos.
Esto es lo que Marx llama “dictadura del proletariado” y que, supuestamente,
debería ser una fase intermedia. Sin embargo, a lo largo de la historia los líderes
soviéticos han permanecido en dicha fase sin llegar a aplicar la segunda parte.
El marxismo es la doctrina comunista en la que más gobiernos se han
inspirado. Mao, Lenin, Stalin y Trotsky fueron los principales líderes que lo
intentaron aplicar. Lenin introdujo varios cambios a esta filosofía, por lo que
muchas veces se habla del “marxismo-leninismo”.
Pero, como ya se ha mencionado, nunca ha terminado por culminar con todo lo
que la Revolución de Octubre y el propio Karl Marx prometían.
 SHARE


Víctor Muñoz Fernández


Apasionado por la Historia, es licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Desde
pequeño le encantaba la Historia y acabó por explorar sobre todo los siglos XVIII, XIX y XX.
el marxismomaterialismo dialecticomaterialismo historicoque es el marxismo

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Revolución francesa
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Revolución francesa
Toma de la Bastilla, 14 de julio de 1789.

Contexto del acontecimiento

Fecha 1789 - 1799

Sitio Francia

Impulsores Sociedad de Francia

Gobierno previo

Gobernante Luis XVI de Francia

Forma de gobierno Antiguo Régimen, Monarquía absoluta

Gobierno resultante

Forma de gobierno Asamblea Nacional Constituyente

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La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia,
que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones
de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo
Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea
Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien, después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón
Bonaparte, la organización política de Francia durante el siglo XIX osciló
entre república, imperio y monarquía constitucional, lo cierto es que la revolución marcó el final
definitivo del feudalismo y del absolutismo en ese país,1 y dio a luz a un nuevo régimen donde
la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió en la fuerza política
dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más
allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un discurso e iniciativas capaces de
volverlo ilegítimo.
Según la historiografía clásica, la Revolución francesa marca el inicio de la Edad
Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna, lo que la sitúa en el corazón
del siglo XIX. Abrió nuevos horizontes políticos basados en el principio de la soberanía
popular, que será el motor de las revoluciones de 1830, de 1848 y de 1871.2

Índice

 1Antecedentes ideológicos
 2Causas
 3Estados Generales de 1789
 4Asamblea Nacional
 5Asamblea Constituyente (1789-1791)
o 5.1Toma de la Bastilla
o 5.2El Gran Miedo y la abolición del feudalismo
o 5.3Pérdida de poder de la Iglesia
o 5.4Composición de la Asamblea
o 5.5Camino a la Constitución
o 5.6Desde la Fiesta de la Federación hasta la Fuga de Varennes
o 5.7Últimos días de la Asamblea Constituyente
 6La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía (1791-1792)
o 6.1Guerra de Austria y Prusia contra Francia
o 6.2La «segunda Revolución»: Primera República francesa
 7La Convención (1792-1795)
o 7.1Ejecución del Rey y Primera Coalición contra Francia
o 7.2El reinado del Terror
 8El Directorio (1795-1799)
o 8.1Napoleón y la toma del poder
 9El Consulado (1799-1804)
 10La bandera francesa y los símbolos de la Revolución
 11La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
 12Las mujeres y la Revolución francesa
 13Véase también
 14Notas y referencias
 15Fuentes
 16Bibliografía complementaria
 17Enlaces externos

Antecedentes ideológicos
Los escritores ilustrados del siglo XVIII, filósofos, politólogos, científicos y economistas,
denominados comúnmente philosophes, y a partir de 1751 los enciclopedistas, contribuyeron
a minar las bases del Derecho Divino de los reyes. La filosofía de la 'Ilustración' ha
desempeñado pues un rol significativo en el giro que tomaron estos eventos históricos pero su
influencia debe relatarse de modo más matizado: acordarle demasiada importancia a los
preceptos filosóficos nacidos durante ese siglo se revelaría como una carencia mayúscula de
fidelidad historiográfica.
La corriente de pensamiento vigente en Francia era la Ilustración, cuyos principios se basaban
en la razón, la igualdad y la libertad. La Ilustración había servido de impulso a las Trece
Colonias norteamericanas para la independencia de su metrópolis europea. Tanto la influencia
de la Ilustración como el ejemplo de los Estados Unidos sirvieron de «trampolín» ideológico
para el inicio de la revolución en Francia.

Causas
El Tercer Estado cargando al Primer y al Segundo Estado.

En términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución:3

 un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez en el contexto de un mundo


cambiante, y que, tras varios intentos de adoptar medidas destinadas a atajar la crisis
política y económica, capituló ante la violenta reacción de la nobleza y de
algunos parlamentos provinciales como el de Grenoble (Jornada de las Tejas);
 una aristocracia (la nobleza y el alto clero) aferrada a sus privilegios feudales, que bloqueó
todas las reformas estructurales (de Machault, de Maupeou, de Turgot) que se intentaron
implantar desde la Corte;
 el auge de una clase burguesa nacida siglos atrás, que había alcanzado un gran poder en
el terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político. Su riqueza y su
cultura la había elevado al primer puesto en la sociedad, posición que estaba en
contradicción con la existencia de los estamentos privilegiados, nobleza y clero;
 la exasperación de las clases populares urbanas y del campesinado, empobrecidos por la
subida de los precios –en particular de los cereales y del pan, base de la alimentación— y
por el incremento continuo de los impuestos y derechos señoriales y reales. El diezmo que
cobraba el clero, apenas servía para mantener el culto y socorrer a los pobres. El
campesinado contestaba además el origen de la propiedad de los derechos y
servidumbres feudales (recogidos en los llamados «libros terriers»), que les parecían
abusivos e injustos;
 la expansión de las nuevas ideas ilustradas;
 la regresión económica y las crisis agrícolas cíclicas (la que estalló en 1788 fue la más
violenta de todo el siglo XVIII), agravados por las malas cosechas en los años que
precedieron a la Revolución;
 la quiebra financiera provocada por los vicios del sistema fiscal, la mala percepción y la
desigualdad de los impuestos, los gastos de la Corte, los costes de las guerras, y por los
graves problemas hacendísticos causados por el apoyo militar a la guerra de
Independencia de los Estados Unidos. Esta intervención militar se convertiría en arma de
doble filo, pues, pese a ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse así de la
anterior derrota en la guerra de los Siete Años, la hacienda quedó en bancarrota y con
una importante deuda externa. Los problemas fiscales de la monarquía, junto al ejemplo
de democracia del nuevo Estado emancipado precipitaron los acontecimientos.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas
por Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu (como por ejemplo, los conceptos
de libertad política, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las
nuevas teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado). Todo ello fue rompiendo
el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen, ayudando a su desplome.
Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por un
sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos
privilegiados, nobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la
sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la
producción agraria de terratenientes y campesinos, lo que produjo una grave escasez de
alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como
políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a
consecuencia de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de Francia
con la causa de la independencia estadounidense (que ocasionó un gigantesco déficit fiscal) y
el aumento de los precios agrícolas.
El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los
privilegios de los nobles y del alto clero, que mantenían su dominio sobre la vida pública
impidiendo que accediera a ella una pujante clase profesional y comerciante. El ejemplo del
proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político entre otros.

Estados Generales de 1789


Artículo principal: Estados Generales de 1789

Los Estados Generales estaban formados por los representantes de cada estamento. Estos
estaban separados a la hora de deliberar, y tenían solo un voto por estamento. La
convocatoria de 1789 fue un motivo de preocupación para la oposición, por cuanto existía la
creencia de que no era otra cosa que un intento, por parte de la monarquía, de manipular la
asamblea a su antojo. La cuestión que se planteaba era importante. Estaba en juego la idea
de soberanía nacional, es decir, admitir que el conjunto de los diputados de los Estados
Generales representaba la voluntad de la nación.
El tercer impacto de los Estados Generales fue de gran tumulto político, particularmente por la
determinación del sistema de votación. El Parlamento de París propuso que se mantuviera el
sistema de votación que se había usado en 1614, si bien los magistrados no estaban muy
seguros acerca de cuál había sido en realidad tal sistema. Sí se sabía, en cambio, que en
dicha asamblea habían estado representados (con el mismo número de miembros) la nobleza
(Primer Estado), el clero (Segundo Estado) y la burguesía (Tercer Estado). Inmediatamente,
un grupo de liberales parisinos denominado «Comité de los Treinta», compuesto
principalmente por gente de la nobleza, comenzó a protestar y agitar, reclamando que se
duplicara el número de asambleístas con derecho a voto del Tercer Estado (es decir, los
«Comunes»). El gobierno aceptó esta propuesta, pero dejó a la Asamblea la labor de
determinar el derecho de voto. Este cabo suelto creó gran tumulto.
El rey Luis XVI y una parte de la nobleza no aceptaron la situación. Los miembros del Tercer
Estamento se autoproclamaron Asamblea Nacional, y se comprometieron a escribir una
Constitución. Sectores de la aristocracia confiaban en que estos Estados Generales pudieran
servir para recuperar parte del poder perdido, pero el contexto social ya no era el mismo que
en 1614. Ahora existía una élite burguesa que tenía una serie de reivindicaciones e intereses
que chocaban frontalmente con los de la nobleza (y también con los del pueblo, cosa que se
demostraría en los años siguientes).

Asamblea Nacional
Artículo principal: Asamblea Nacional

El Juramento del Juego de Pelota, obra de Jacques-Louis David.

Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en Versalles el 5 de


mayo de 1789 y se originaron las disputas respecto al tema de las votaciones, los miembros
del Tercer Estado debieron verificar sus propias credenciales, comenzando a hacerlo el 28 de
mayo y finalizando el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer Estado se declararon como
únicos integrantes de la Asamblea Nacional: esta no representaría a las clases pudientes sino
al pueblo en sí. La primera medida de la Asamblea fue votar la «Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano». Si bien invitaron a los miembros del Primer y Segundo Estado a
participar en esta asamblea, dejaron en claro sus intenciones de proceder incluso sin esta
participación.
La monarquía, opuesta a la Asamblea, cerró las salas donde esta se estaba reuniendo. Los
asambleístas se mudaron a un edificio cercano, donde la aristocracia acostumbraba a jugar el
juego de la pelota, conocido como Jeu de paume. Allí es donde procedieron con lo que se
conoce como el «Juramento del Juego de la Pelota» el 20 de junio de 1789, prometiendo no
separarse hasta tanto dieran a Francia una nueva constitución. La mayoría de los
representantes del bajo clero se unieron a la Asamblea, al igual que 47 miembros de
la nobleza. Ya el 27 de junio, los representantes de la monarquía se dieron por vencidos, y por
esa fecha el Rey mandó reunir grandes contingentes de tropas militares que comenzaron a
llegar a París y Versalles. Los mensajes de apoyo a la Asamblea llovieron desde París y otras
ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró a sí misma «Asamblea Nacional
Constituyente».

Asamblea Constituyente (1789-1791)

La Libertad guiando al pueblo, pintura de Eugène Delacroix, erróneamente asociada a la Revolución


de 1789 pese a que corresponde a los sucesos revolucionariosde 1830. Museo del Louvre, París.

Artículo principal: Asamblea Nacional Constituyente

Toma de la Bastilla
Artículo principal: Toma de la Bastilla

El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles conservadores
al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois, despidió al ministro Necker y ordenó la
reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del pueblo de Parísinterpretó esta
medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la calle en abierta rebelión. Algunos de
los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se unieron al pueblo.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el temor
de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla, símbolo del
absolutismo monárquico, pero también punto estratégico del plan de represión de Luis XVI,
pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro horas de combate, los
insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay. Si
bien solo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se convirtió en un potente símbolo de todo
lo que resultaba despreciable en el Antiguo Régimen. Retornando al Ayuntamiento, la multitud
acusó al alcalde Jacques de Flesselles de traición, quien recibió un balazo que lo mató. Su
cabeza fue cortada y exhibida en la ciudad clavada en una pica, naciendo desde entonces la
costumbre de pasear en una pica las cabezas de los decapitados, lo que se volvió muy común
durante la Revolución.
El Gran Miedo y la abolición del feudalismo
Véase también: Gran Miedo

La Revolución se fue extendiendo por ciudades y pueblos, creándose


nuevos ayuntamientos que no reconocían otra autoridad que la Asamblea Nacional
Constituyente. La insurrección motivada por el descontento popular siguió extendiéndose por
toda Francia. En las áreas rurales, para protestar contra los privilegios señoriales, se llevaron
a cabo actos de quema de títulos sobre servidumbres, derechos feudales y propiedad
de tierras, y varios castillos y palacios fueron atacados. Esta insurrección agraria se conoce
como La Grande Peur (el Gran Miedo).
La noche del 4 de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente, actuando detrás de los nuevos
acontecimientos, suprimió por ley las servidumbres personales (abolición del feudalismo),
los diezmos y las justicias señoriales, instaurando la igualdad ante el impuesto, ante penas y
en el acceso a cargos públicos. En cuestión de horas, los nobles y el clero perdieron sus
privilegios. El curso de los acontecimientos estaba ya marcado, si bien la implantación del
nuevo modelo no se hizo efectiva hasta 1793. El rey, junto con sus seguidores militares,
retrocedió al menos por el momento. Lafayette tomó el mando de la Guardia Nacional de
París y Jean-Sylvain Bailly, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, fue nombrado
nuevo alcalde de París. El rey visitó París el 27 de julio y aceptó la escarapela tricolor.
Sin embargo, después de estos actos de violencia, los nobles, no muy seguros del rumbo que
tomaría la reconciliación temporal entre el rey y el pueblo, comenzaron a salir del país,
algunos con la intención de fomentar una guerra civil en Francia y de llevar a las naciones
europeas a respaldar al rey. Estos fueron conocidos como los émigrés(«emigrados»).
Pérdida de poder de la Iglesia
La revolución se enfrentó duramente con la Iglesia católica que pasó a depender del Estado.
En 1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia de imponer impuestos sobre las cosechas, se
eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron sus bienes. Bajo el Antiguo
Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más tarde se promulgó una legislación
que convirtió al clero en empleados del Estado. Estos fueron unos años de dura represión
para el clero, siendo comunes la prisión y masacre de sacerdotes en toda Francia.
El Concordato de 1801 entre la Asamblea y la Iglesia finalizó este proceso y establecieron
normas de convivencia que se mantuvieron vigentes hasta el 11 de diciembre de 1905,
cuando la Tercera República sentenció la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado. El
viejo calendario gregoriano, propio de la religión católica fue anulado por Billaud-Varenne, en
favor de un «calendario republicano» y una nueva era que establecía como primer día el 22 de
septiembre de 1792.
Composición de la Asamblea
Honore Gabriel Victor Riqueti, Conde de Mirabeau (1749-1791).

Véanse también: Izquierda y Derecha.

Maximiliano Robespierre (1758-1794), líder revolucionario francés.

En una Asamblea que se quería plural y cuyo propósito era la redacción de una constitución
democrática, los 1200 constituyentes representaban las diversas tendencias políticas del
momento.

 La derecha representaba a las antiguas clases privilegiadas. Sus oradores más brillantes
eran el aristócrata Cazalès, en representación de la nobleza, y el abad Jean-Sifrein Maury,
en representación del alto clero. Se oponían sistemáticamente a todo tipo de reformas y
buscaban más sembrar la discordia que proponer medidas.4

 En torno al antiguo ministro Jacques Necker se constituyó un partido moderado, poco


numeroso, que abogaba por el establecimiento de un régimen parecido al británico: Jean
Mounier, el Conde de Lally-Tollendal, el Conde de Clermont-Tonnerre y el Conde de
Vyrieu, formaron un grupo denominado «Demócratas Realistas»[cita requerida]. Se les llamó
más tarde "partido monárquico".4

 El resto (y mayoría) de la Asamblea conformaba lo que se llamaba el partido de la nación.


En él se dibujaban dos grandes tendencias sin que ninguna tuviera homogeneidad
ideológica. Mirabeau, Lafayette y Bailly representaban la alta burguesía, mientras que el
triunvirato compuesto por Barnave, Duport y Lamethencabezaba los que defendían las
clases más populares; los tres procedían del Club Breton y eran portavoces de las
sociedades populares y de los clubes. Representaban la franja más izquierdista de la
Asamblea, dado que aún no se manifestaban los grupos radicales que iban a aparecer
más adelante.4
En ese primer periodo constituyente, los líderes indiscutibles de la Asamblea eran Mirabeau y
el abad Sieyès.4
El 27 de agosto de 1789 la Asamblea publicó la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano inspirándose en parte en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y
estableciendo el principio de libertad, igualdad y fraternidad. Dicha declaración establecía una
declaración de principios que serían la base ineludible de la futura Constitución.
Camino a la Constitución
La Asamblea Nacional Constituyente no era solo un órgano legislativo sino la encargada de
redactar una nueva Constitución. Algunos, como Necker, favorecían la creación de una
asamblea bicameral en donde el senado sería escogido por la Corona entre los miembros
propuestos por el pueblo. Los nobles, por su parte, favorecían un senado compuesto por
miembros de la nobleza elegidos por los propios nobles. Prevaleció, sin embargo, la tesis
liberal de que la Asamblea tendría una sola cámara, quedando el rey solo con el poder de
veto, pudiendo posponer la ejecución de una ley, pero no su total eliminación.
El movimiento de los monárquicos para bloquear este sistema fue desmontado por el pueblo
de París, compuesto fundamentalmente por mujeres (llamadas despectivamente «Las
Furias»), que marcharon el 5 de octubre de 1789 sobre Versalles. Tras varios incidentes,
el rey y su familia se vieron obligados a abandonar Versalles y se trasladaron al Palacio de las
Tullerías en París.
Desde la Fiesta de la Federación hasta la Fuga de Varennes
Artículos principales: Fiesta de la Federación (Francia) y Fuga de Varennes.

Los electores habían escogido a los miembros de los Estados Generales por un periodo de un
año, pero de acuerdo al Juramento del Jeu de paume, los miembros del Tercer Estado,
también llamados los «comunes», acordaron no abandonar la Asamblea en tanto no se
hubiera elaborado una Constitución.
Durante 1790 se produjeron movimientos antirrevolucionarios, pero sin éxito. En este periodo
se intensificó la influencia de los «clubes» políticos entre los que destacaban los Jacobinos y
los Cordeliers. En agosto de 1790 existían 152 clubes jacobinos.
A principios de 1791, la Asamblea consideró introducir una legislación contra los franceses
que emigraron durante la Revolución (émigrés). Se pretendía coartar la libertad de salir del
país para fomentar desde el extranjero la creación de ejércitos contrarrevolucionarios, y evitar
la fuga de capitales. Mirabeau se opuso rotundamente a esto. Sin embargo, el 2 de marzo de
1791 Mirabeau fallece, y la Asamblea adopta esta draconiana medida.
El 20 de junio de 1791, Luis XVI, opuesto al curso que iba tomando la Revolución, huyó junto
con su familia de las Tullerías. Sin embargo, al día siguiente cometió la imprudencia de
dejarse ver, fue arrestado en Varennes por un oficial del pueblo y devuelto a París escoltado
por la guardia. A su regreso a París el pueblo se mantuvo en silencio, y tanto él como su
esposa, María Antonieta, sus dos hijos (María Teresa y Luis-Carlos, futuro Luis XVII) y su
hermana (Madame Elizabeth) permanecieron bajo custodia.
Últimos días de la Asamblea Constituyente

Moneda francesa de 1791. En el anverso aparece el rey Luis XVI con el epígrafe: «Luis XVI rey de los
franceses». El reverso lleva un haz de lictor con un gorro frigio, símbolos de la Revolución, y la
inscripción «la nación, la ley, el rey».

El 3 de septiembre de 1791, fue aprobada la primera Constitución de la historia de Francia.


Una nueva organización judicial dio características temporales a todos los magistrados y total
independencia de la Corona. Al rey solo le quedó el poder ejecutivo y el derecho de vetar las
leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa. La asamblea, por su parte, eliminó todas las
barreras comerciales y suprimió las antiguas corporaciones mercantiles y los gremios; en
adelante, los individuos que quisieran desarrollar prácticas comerciales necesitarían una
licencia, y se abolió[cita requerida] el derecho a la huelga.
Aun cuando existía una fuerte corriente política que favorecía la monarquía constitucional, al
final venció la tesis de mantener al rey como una figura decorativa. Jacques Pierre
Brissot introdujo una petición insistiendo en que, a los ojos del pueblo, Luis XVI había sido
depuesto por el hecho de su huida. Una inmensa multitud se congregó en el Campo de
Marte para firmar dicha petición. Georges Danton y Camille Desmoulins pronunciaron
discursos exaltados. La Asamblea pidió a las autoridades municipales guardar el orden. Bajo
el mando de La Fayette, la Guardia Nacional se enfrentó a la multitud. Al principio, tras recibir
una oleada de piedras, los soldados respondieron disparando al aire; dado que la multitud no
cedía, Lafayette ordenó disparar a los manifestantes, ocasionando más de 50 muertos.
Tras esta masacre, las autoridades cerraron varios clubes políticos, así como varios periódicos
radicales como el que editaba Jean-Paul Marat. Danton se fugó a Inglaterra y Desmoulins y
Marat permanecieron escondidos.
Mientras tanto, la Asamblea había redactado la Constitución y el rey había sido mantenido,
aceptándola. El rey pronunció un discurso ante la Asamblea, que fue acogido con un fuerte
aplauso. La Asamblea Constituyente cesó en sus funciones el 29 de septiembre de 1791.

La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía (1791-


1792)
Georges-Jacques Danton.

El calendario republicano.

Toma del palacio de las Tullerías en 1793.

Bajo la Constitución de 1791, Francia funcionaría como una monarquía constitucional. El rey
tenía que compartir su poder con la Asamblea, pero todavía mantenía el poder de veto y la
potestad de elegir a sus ministros.
La Asamblea Legislativa se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. La componían 264
diputados situados a la derecha: feuillants(dirigidos por Barnave, Duport y Lameth),
y girondinos, portavoces republicanos de la gran burguesía. En el centro figuraban 345
diputados independientes, carentes de programa político definido. A la izquierda 136
diputados inscritos en el club de los jacobinos o en el de los cordeliers, que representaban al
pueblo llano parisino a través de sus periódicos L´Ami du Peuple y Le Père Duchesne, y con
Marat y Hebert como portavoces. Pese a su importancia social y el apoyo popular y de la
pequeña burguesía, en la Asamblea era escasa la influencia de la izquierda, pues la Asamblea
estaba dominada por las ideas políticas que representaban los girondinos. Mientras los
jacobinos tienen detrás a la gran masa de la pequeña burguesía, los cordeliers cuentan con el
apoyo del pueblo llano, a través de las secciones parisienses.
Este gran número de diputados se reunían en los clubes, germen de los partidos políticos. El
más célebre de entre estos fue el partido de los jacobinos, dominado por Robespierre. A la
izquierda de este partido se encontraban los cordeleros, quienes defendían el sufragio
universal masculino (derecho de todos los hombres al voto a partir de una determinada edad).
Los cordeliers querían la eliminación de la monarquía e instauración de la república. Estaban
dirigidos por Jean-Paul Marat y Georges Danton, representando siempre al pueblo más
humilde. El grupo de ideas más moderadas era el de los girondinos, que defendían el sufragio
censitario y propugnaban una monarquía constitucional descentralizada. También se
encontraban aquellos que formaban parte de «el Pantano», o «el Llano», como eran llamados
aquellos que no tenían un voto propio, y que se iban por las proposiciones que más les
convenían, ya vinieran de los jacobinos o de los girondinos.
En los primeros meses de funcionamiento de la Asamblea, el rey había vetado una ley que
amenazaba con la condena a muerte a los émigrés, y otra que exigía al clero prestar
juramento de lealtad al Estado. Desacuerdos de este tipo fueron los que llevaron más adelante
a la crisis constitucional.
Guerra de Austria y Prusia contra Francia
Artículo principal: Primera Coalición

Mientras tanto, dos potencias absolutistas europeas, Austria y Prusia, se dispusieron a invadir
la Francia revolucionaria, lo que hizo que el pueblo francés se convirtiera en un ejército
nacional, dispuesto a defender y a difundir el nuevo orden revolucionario por toda Europa.
Durante la guerra, la libertad de expresión permitió que el pueblo manifestase su hostilidad
hacia la reina María Antonieta (llamada «la Austriaca» por ser hija de un emperador de aquel
país y «Madame Déficit» por el gasto que había representado al Estado, que no era mayor
que la mayoría de los cortesanos) y contra Luis XVI, que casi siempre se negaba a firmar
leyes propuestas por la Asamblea Legislativa.
La «segunda Revolución»: Primera República francesa
El 10 de agosto de 1792, las masas asaltaron el Palacio de las Tullerías, y la Asamblea
Legislativa suspendió las funciones constitucionales del rey. La Asamblea acabó convocando
elecciones con el objetivo de configurar (por sufragio universal) un nuevo parlamento que
recibiría el nombre de Convención. Aumentaba la tensión política y social en Francia, así
como la amenaza militar de las potencias europeas. El conflicto se planteaba así entre una
monarquía constitucional francesa en camino de convertirse en una democracia republicana, y
las monarquías europeas absolutas. El nuevo parlamento elegido ese año abolió
la monarquía y proclamó la República. Creó también un nuevo calendario, según el cual el
año 1792 se convertiría en el año 1 de su nueva era.
El gobierno pasó a depender de la Comuna insurreccional. Cuando la Comuna envió grupos
de sicarios a las prisiones, asesinaron a 1.400 víctimas, y pidió a otras ciudades de Francia
que hicieran lo mismo, la Asamblea no opuso resistencia. Esta situación persistió hasta el 20
de septiembre de 1792, en que se creó un nuevo cuerpo legislativo denominado Convención,
que de hecho se convirtió en el nuevo gobierno de Francia.

La Convención (1792-1795)
Artículo principal: Convención Nacional

Ejecución del rey Luis XVI.

El poder legislativo de la nueva República estuvo a cargo de la Convención, mientras que el


poder ejecutivo recayó sobre el Comité de Salvación Nacional.
Ejecución del Rey y Primera Coalición contra Francia
Véase también: Primera Coalición

En el Manifiesto de Brunswick, los Ejércitos Imperiales y de Prusia amenazaron con invadir


Francia si la población se resistía al restablecimiento de la monarquía. Esto ocasionó que Luis
XVI fuera visto como conspirador con los enemigos de Francia. El 17 de enerode 1793, la
Convención condenó al rey a muerte por una pequeña mayoría, acusándolo de «conspiración
contra la libertad pública y la seguridad general del Estado». El 21 de enero el rey fue
ejecutado, lo cual encendió nuevamente la mecha de la guerra con otros países europeos. La
reina María Antonieta, nacida en Austria y hermana del Emperador, fue ejecutada el 16 de
octubre del mismo año, iniciándose así una revolución en Austria para sustituir a la reina. Esto
provocó la ruptura de toda relación entre ambos países.
El reinado del Terror
Artículo principal: El Terror

La guillotina, que fue el instrumento de ejecución de entre 35 000 a 40 000 personas durante la época
del terror.
9 de Thermidor, la caída de Robespierre.

Masacres de septiembre.

Guerra de la Vendée.

El mismo día en el que se reunía la Convención (20 de septiembre de 1792), todas las tropas
francesas (formadas por tenderos, artesanos y campesinos de toda Francia) derrotaron por
primera vez a un ejército prusiano en Valmy, lo cual señalaba el inicio de las llamadas Guerras
Revolucionarias Francesas.
Sin embargo, la situación económica seguía empeorando, lo cual dio origen a revueltas de las
clases más pobres. Los llamados sans-culottes expresaban su descontento por el hecho de
que la Revolución francesa no solo no estaba satisfaciendo los intereses de las clases bajas
sino que incluso algunas medidas liberales causaban un enorme perjuicio a estas (libertad de
precios, libertad de contratación, Ley Le Chapelier, etc.). Al mismo tiempo se comenzaron a
gestar luchas antirrevolucionarias en diversas regiones de Francia. En la Vandea, un
levantamiento popular fue especialmente significativo: campesinos y aldeanos se alzaron por
el rey y las tradiciones católicas, provocando la llamada Guerra de Vandea, reprimida tan
cruentamente por las autoridades revolucionarias parisinas que se ha llegado a calificar
de genocidio. Por otra parte, la guerra exterior amenazaba con destruir la Revolución y la
República. Todo ello motivó la trama de un golpe de estado por parte de los jacobinos,
quienes buscaron el favor popular en contra de los girondinos. La alianza de los jacobinos con
los sans-culottes se convirtió de hecho en el centro del gobierno.
Los jacobinos llevarían en su política algunas de las reivindicaciones de los sans-culottes y las
clases bajas, pero no todas sus reivindicaciones serían aceptadas, y jamás se cuestionó
la propiedad privada. Los jacobinos no pusieron nunca en duda el orden liberal, pero sí
llevaron a cabo una democratización del mismo, pese a la represión que desataron contra los
opositores políticos (tanto conservadores como radicales).

Charlotte Corday tras asesinar a Marat, obra de Paul Baudry.

Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, y
una nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal. El Comité de
Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los jacobinos desataron lo
que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794). No menos de 10 000 personas
fueron guillotinadas ante acusaciones de actividades contrarrevolucionarias. La menor
sospecha de dichas actividades podía hacer recaer sobre una persona acusaciones que
eventualmente la llevarían a la guillotina. El cálculo total de víctimas varía, pero se cree que
pudieron ser hasta 40 000 los que fueron víctimas del Terror.
En 1794, Robespierre[cita requerida] procedió a ejecutar a ultrarradicales y a jacobinos
moderados.5 6 7 Su popularidad, sin embargo, comenzó a erosionarse. El 27 de julio de 1794,
ocurrió otra revuelta popular[cita requerida] contra Robespierre, apoyada por los moderados que
veían peligroso el trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El pueblo, por otro lado,
se rebela contra la condición burguesa de Robespierre que revolucionario antes, ahora
persigue a Verlet, Leclerc y Roux[cita requerida]. Los miembros de la Convención lograron
convencer al «Pantano», y derrocar y ejecutar a Robespierre junto con otros líderes del
Comité de Salvación Pública.

El Directorio (1795-1799)
Artículo principal: Directorio (Francia)
Napoleón liderando a sus tropas en la Batalla del puente de Arcole.

La Convención aprobó una nueva Constitución el 17 de agosto de 1795, ratificada el 26 de


septiembre en un plebiscito. La nueva Constitución, llamada Constitución del Año III, confería
el poder ejecutivo a un Directorio, formado por cinco miembros llamados directores. El poder
legislativo sería ejercido por una asamblea bicameral, compuesta por el Consejo de Ancianos
(250 miembros) y el Consejo de los Quinientos. Esta Constitución suprimió el sufragio
universal masculino y restableció el sufragio censitario.
Napoleón y la toma del poder

Napoleón Bonaparte, Primer Cónsul.

La nueva Constitución encontró la oposición de grupos monárquicos y jacobinos. Hubo


diferentes revueltas que fueron reprimidas por el ejército, todo lo cual motivó que el
general Napoleón Bonaparte, retornado de su campaña en Egipto, diera el 9 de
noviembre de 1799 un golpe de estado (18 de Brumario) instalando el Consulado.

El Consulado (1799-1804)
Artículo principal: Consulado (Francia)
La Constitución del Año VIII, redactada por Pierre Daunou y promulgada el 25 de
diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en manos de
Napoleón Bonaparte, para supuestamente salvar la república de una posible restauración
monárquica. Contrariamente a las Constituciones anteriores, no incluía ninguna declaración
sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El poder ejecutivo recaía en tres
cónsules: el primer cónsul, designado por la misma Constitución, era Napoleón Bonaparte, y
los otros dos solo tenían un poder consultivo. En 1802, Napoleón impuso la aprobación de
un senadoconsulto que lo convirtió en cónsul vitalicio, con derecho a designar su sucesor.
El cargo de cónsules lo ostentaron Napoleón Bonaparte, Sieyès y Ducos temporalmente hasta
el 12 de diciembre de 1799. Posteriormente, Sieyés y Ducos fueron reemplazados por Jean
Jacques Régis de Cambacérès y Charles-François Lebrun, quienes siguieron en el cargo
hasta el 18 de mayo de 1804 (28 de floreal del año XII), cuando un
nuevo senadoconsulto proclamó el Primer Imperio y la extinción de la Primera República,
cerrando con esto el capítulo histórico de la Revolución francesa.

La bandera francesa y los símbolos de la Revolución

Escarapela tricolor.

Los tres colores azul, blanco y rojo eran ya frecuentes en diversos pabellones, uniformes y
banderas de Francia antes del siglo XVIII. El azul y el rojo eran los colores de la villa de París
desde el siglo XIV,8 y el blanco era en aquella época el color del reino de Francia, y por
extensión de la monarquía borbónica.
Cuando Luis XVI visitó a la recién creada Guardia Nacional en el Ayuntamiento de París el 17
de julio de 1790, aparece por primera vez la escarapela tricolor, ofrecida al Rey por el
comandante de la Guardia, el marqués de La Fayette. Unía la escarapela de la Guardia
Nacional que llevaba los colores de la capital, con el color blanco del reino. No fue sin
embargo hasta el 20 de marzo de 1790 que la Asamblea Nacional mencionó en un decreto los
tres colores como "colores de la nación: azul, rojo y blanco".9 Pero la escarapela no era aún
un símbolo nacional, y el primer emblema nacional como tal fue la bandera diseñada para la
popa de los buques de guerra, adoptada por decreto de la Asamblea Nacional el 24 de
octubre de 1790. Constaba de una pequeña bandera roja, blanca y azul en la esquina superior
izquierda de una bandera blanca. Esta bandera fue modificada posteriormente por
la Convención republicana el 15 de febrero de 1794, a petición de los marineros de la marina
nacional que exigieron que se redujera la predominancia del blanco que simbolizaba todavía la
monarquía.10 La bandera adoptó entonces su diseño definitivo, y se cambió el orden de los
colores para colocar el azul cerca del mástil y el rojo al viento por motivos cromáticos, según
los consejos del pintor Louis David.
Otro símbolo de la Revolución francesa es el gorro frigio (también llamado gorro de la
libertad), llevado en particular por los Sans-culottes. Aparece también en los Escudos
Nacionales de Francia, Haití, Cuba, El
Salvador, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Paraguay y Argentina.
El himno «La Marsellesa», letra y música de Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de
ingenieros de la guarnición de Estrasburgo, se popularizó a tal punto que el 14 de
julio de 1795 fue declarado himno nacional de Francia; originalmente se llamaba «Chant de
guerre pour l'armée du Rhin» («Canto de guerra para el ejército del Rin»), pero los voluntarios
del general François Mireur que salieron de Marsella entraron a París el 30 de
julio de 1792 cantando dicho himno como canción de marcha. Los parisinos los acogieron con
gran entusiasmo y bautizaron el cántico como «La Marsellesa».
El lema Liberté, égalité, fraternité («Libertad, igualdad, fraternidad»), que procede del lema no
oficial de la Revolución de 1789 Liberté, égalité ou la mort («Libertad, igualdad o la muerte»),
fue adoptado oficialmente después de la Revolución de 1848 por la Segunda República
Francesa.

MENÚ

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La Marsellesa, himno nacionalde Francia desde 1795.


Bandera de Francia.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano


Artículo principal: Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Véase también: Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana


Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la revolución fue la declaración de
los derechos del hombre y del ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos naturales
inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos naturales e
individuales), condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos,
el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se proclamaron
solemnemente los derechos del hombre fue en los Estados Unidos (Declaración de Derechos
de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados Unidos en 1787), la revolución de los
derechos humanos es un fenómeno puramente europeo. Será la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano francesa de 1789 la que sirva de base e inspiración a todas las
declaraciones tanto del siglo XIX como del siglo XX.
El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de forma como de
fondo. La declaración francesa es indiferente a las circunstancias en que nace y añade a los
derechos naturales, los derechos del ciudadano. Pero sobre todo, es un texto atemporal,
único, separado del texto constitucional y, por tanto, con un carácter universal, a lo que hay
que añadir la brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su trascendencia y éxito tanto
en Francia como en Europa y el mundo occidental en su conjunto.
La declaración sin embargo excluyó a las mujeres en su consideración de ciudadanas y se
olvidó de las mujeres en su proyecto igualitario. Dos años más tarde de la redacción de
la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano la activista política Olympe de
Gouges escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) que se
convierte en uno de los primeros documentos históricos que plantea la equiparación jurídica y
legal de las mujeres en relación a los varones.11

Las mujeres y la Revolución francesa


Artículo principal: Las mujeres en la Revolución francesa

Olympe de Gouges autora de la Declaración de los derechos de la Mujer y de la Ciudadana y precursora


del feminismo

Las mujeres ocupan la calle durante las semanas precedentes a la insurrección y tuvieron un
papel protagonista en el inicio de la Revolución. El 5 de octubre de 1789 fueron ellas quienes
iniciaron la marcha hacia Versalles a buscar al rey. Sin embargo cuando las asociaciones
revolucionarias dirigen el alzamiento las mujeres quedan excluidas del pueblo deliberante, del
pueblo armado -la guardia nacional- de los comités locales y de las asociaciones políticas.
Al no poder participar en las asambleas políticas toman la palabra en las tribunas abiertas al
público y crean los clubes femeninos en los que leen y debaten las leyes y los periódicos.
Entre los más reconocidos estaba la Sociedad Patriótica y de Beneficencia de las Amigas de
la Verdad (1791-1792) fundada por Etta Palm en el que se reclamaba educación para las
niñas pobres, divorcio y derechos políticos.
Entre las revolucionarias más destacadas esta la dramaturga y activista política considerada
precursora del feminismo, Olympe de Gouges que escribió la Declaración de los Derechos de
la Mujer y la Ciudadana (1793) reivindicando la equiparación de derechos entre hombres y
mujeres. Olympe se enfrentó a Robespierre y publicó la carta Pronostic de Monsieur
Robespierre pour un animale amphibie12 que la llevó a ser acusada de intrigas sediciosas. Fue
juzgada, condenada a muerte y guillotinada.13
El 30 de septiembre de 1793 se prohibieron los clubes femeninos. En 1794 se insistió en la
prohibición de la presencia femenina en cualquier actividad política y en mayo de 1795, la
Convención prohibió a las mujeres asistir a las asambleas política ordenando que se retiraran
a sus domicilios bajo orden de arresto si no cumplían lo prescrito.14 Finalmente el Código
Napoleónico aprobado en 1804 consagró la derrota femenina en la lucha por
la igualdad, libertad y fraternidad que la revolución significó para los varones.15

Véase también
 Cronología de la Revolución francesa
 Debate historiográfico sobre la Revolución francesa
 Descristianización de Francia durante la Revolución
 Estados Generales
 Guerras Napoleónicas
 Historia de Francia
 Ideologías de la Revolución francesa
 Irreligión en Francia
 Napoleón Bonaparte
 Revoluciones burguesas
 Anexo:Cronología de Francia

Notas y referencias
1. ↑ Michel Vovelle. Introducción a la historia de la Revolución francesa, Cap. I Nacimiento de la
Revolución, 1. La crisis del Antiguo Régimen, pág. 11-23. Editorial Crítica, Barcelona, 2000,
224 págs, ISBN 84-8432-086-3
2. ↑ 100 fiches d'histoire du XIXe siècle, Sophie Kerignard. Editions Bréal, 2004, 334 págs. ISBN
9782749503400. Introducción pág. 9. Consultado el 12 de noviembre de 2014. (en francés)
3. ↑ Albert Soboul. Compendio de la historia de la Revolución Francesa, Cap. I La crisis de la
sociedad y Cap. II Prólogo de la Revolución burguesa: la rebelión de la aristocracia (1787-
1788). Tecnos, 1994, 464 págs. ISBN 9788430905522.
4. ↑ Saltar a:a b c d François Mignet, History of the French Revolution from 1789 to 1814, capítulo
II, From the Night of the 4th of August to the 5th and 6th of Octobre, 1789 (De la noche del 4 de
agosto a los 5 y 6 de octubre 1789), en línea en historion.net [1], consultado el 11/10/2010.
5. ↑ Georges-Jacques Danton#La revolución
6. ↑ Hebertistas#Los hebertistas después del juicio de 1794
7. ↑ Enragés#Historia
8. ↑ Historia del escudo de París (Histoire du blason de París), artículo de Robert Louis, consejero
técnico de la Sociedad francesa de heráldica y sigilografía. En jacques.cuny.pagesperso-
orange.fr, consultado el 6/10/2010 (en francés)
9. ↑ En la página oficial del Senado francés, senat.fr, consultado el 7/10/2010 [2] (en francés)
10. ↑ La France maritime por Amédée Gréhan, ediciones Postel, 1837, páginas 116-120,
consultado el 7/10/2010 (en francés)
11. ↑ «Histoire des femmes. Les femmes et la Révolution de 1789 : un espoir pour les femmes.
Luttes et revendications, Militantes et revendications des femmes en 1789. Histoire des femmes
et République, Florence Brissieux, Aurore Rubio». www.thucydide.com. Consultado el 9 de
noviembre de 2016.
12. ↑ Olympe de Gouges. «Pronostic sur Maximilien Robespierre par un animal
Amphibie». www.olympedegouges.eu. Consultado el 9 de noviembre de 2016.
13. ↑ Valadés, Patricia Galeana de (1 de enero de 2004). Los derechos humanos de las mujeres en
México. UNAM. ISBN 9789703212378. Consultado el 9 de noviembre de 2016.
14. ↑ Eduardo Montagut. «El papel de la mujer en la Revolución Francesa». Nuevatribuna.
Consultado el 9 de noviembre de 2016.
15. ↑ Caine, Barbara; Sluga, Glenda (24 de junio de 2000). Género e historia: mujeres en el cambio
sociocultural europeo, de 1780 a 1920. Narcea Ediciones. ISBN 9788427713215. Consultado el 9
de noviembre de 2016.

Fuentes
Este artículo incorpora material de las siguientes fuentes bajo dominio público:

 XI edición de la Encyclopedia Britannica, de 1911;


 History of the French Revolution from 1789 to 1814, de François Mignet (1824), tal como
es provista por el Proyecto Gutenberg.

Bibliografía complementaria
 Calatrava Escobar, Juan: Estudios sobre la Revolución Francesa y el final del Antiguo
Régimen. Tres Cantos: Akal, 1980. ISBN 978-84-7339-504-5
 Chartier, Roger: Espacio público, crítica y desacralización en el siglo XVIII. Los orígenes
culturales de la Revolución Francesa. Barcelona: Editorial Gedisa, 1995. ISBN 978-84-
7432-509-6
 Cobban, Alfred: La interpretación social de la revolución francesa. Madrid: Narcea de
Ediciones, 1971. ISBN 978-84-277-0003-1
 Furet, François: La revolución a debate. Madrid: Encuentro, 2000. ISBN 978-84-7490-558-
8
 Kropotkin, Piotr: Historia de la Revolución Francesa
 Reichardt, Rolf E.: La Revolución Francesa y la cultura democrática: la sangre de la
libertad. Madrid: Siglo XXI, 2002. ISBN 978-84-323-1081-2
 Soboul, Albert: La Francia de Napoleón. Barcelona. Crítica. 1993. ISBN 978-84-7423-564-
7
 Soboul, Albert: La revolución francesa. Vilassar de Mar: Oikos-Tau, 1981. ISBN 978-84-
281-0485-2
 Souchal, François (1993). Le vandalisme de la Révolution. Nouvelles Editions
Latines. ISBN 9782723304764.
 Vovelle, Michel: Introducción a la historia de la Revolución Francesa. Barcelona: Editorial
Crítica, 2000. ISBN 84-8432-086-3
Enlaces externos
 Wikiquote alberga frases célebres sobre la Revolución francesa.
 Análisis histórico sobre la Revolución francesa.
 La Revolución francesa (en inglés).
 La Revolución francesa (Histórico Digital).
 Documental sobre la Revolución francesa.

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Revolución Industrial
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Este artículo trata sobre la Primera Revolución Industrial. Para otros eventos del mismo
nombre, véase Revolución industrial (desambiguación).

Coalbrookdale de noche, pintura al óleo del artista inglés de origen francés Philip James de
Loutherbourg (nacido en 1740 y fallecido en 1812).
Coalbrookdale (condado de Shropshire, Inglaterra) es considerado una de las cunas de la Revolución
Industrial.
Una máquina de vapor de tipo Watt, construida por la compañía David Napier & Son Limited(Londres)
en 1859.

La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de


transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo
XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte
de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este
periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales
de la historia de la humanidad desde el Neolítico,1 que vio el paso desde una
economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de
carácter urbano, industrializada y mecanizada.2
La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia, modificando e
influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. La producción
tanto agrícola como de la naciente industria se multiplicó a la vez que disminuía el tiempo de
producción. A partir de 1800 la riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo había
hecho nunca en la historia,3 pues hasta entonces el PIB per cápita se había mantenido
prácticamente estancado durante siglos.4 En palabras del premio Nobel Robert Lucas:
Cita: … for the first time in history, the living standards of the masses of ordinary people have begun to
undergo sustained growth (…) Nothing remotely like this economic behaviour is mentioned by the
classical economists, even as a theoretical possibility … 5
Traducción de la cita: … por primera vez en la historia, el nivel de vida de las masas y la gente común
experimentó un crecimiento sostenido (…) Nada remotamente parecido a este comportamiento
económico es señalado por los economistas clásicos, ni siquiera como una posibilidad teórica …

A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de
obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal, siendo estos sustituidos por
maquinaria para la fabricación industrial y para el transporte de mercancías y pasajeros. Esta
transición se inició hacia finales del siglo XVIII en la industria textil, así como en lo relacionado
con la extracción y utilización de carbón. La expansión del comercio fue posible gracias al
desarrollo de las comunicaciones, con la construcción de vías férreas, canales, y carreteras. El
paso de una economía fundamentalmente agrícola a una economía industrial influyó
sobremanera en la población, que experimentó un rápido crecimiento sobre todo en el ámbito
urbano. La introducción de la máquina de vapor de James Watt (patentada en 1769) en las
distintas industrias, fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó
un aumento espectacular de la capacidad de producción. Más tarde, el desarrollo de los
barcos y de los ferrocarriles a vapor, así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX
del motor de combustión interna y la energía eléctrica, supusieron un progreso tecnológico sin
precedentes.67
Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales
encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y
la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la renta y
el capital. Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y laborales,
protestas populares y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una mejora de las
condiciones de vida de las clases más desfavorecidas, por la vía del sindicalismo,
el socialismo, el anarquismo, o el comunismo.8
Aún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas sobre las fechas de los
grandes cambios provocados por la Revolución Industrial. El comienzo más aceptado de lo
que podríamos llamar Primera Revolución Industrial, se podría situar a finales del siglo XVIII,
mientras su conclusión se podría situar a mediados del siglo XIX, con un período de transición
ubicado entre 1840 y 1870. Por su parte, lo que podríamos llamar Segunda Revolución
Industrial, partiría desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, destacando como
fecha más aceptada de finalización a 1914, año del comienzo de la Primera Guerra Mundial.
El historiador marxista Eric Hobsbawm, considerado pensador clave de la historia del siglo
XX 9 sostenía que el comienzo de la revolución industrial debía situarse en la década de 1780,
pero que sus efectos no se sentirían claramente hasta 1830 o 1840.10 En cambio, el
historiador económico inglés T.S. Ashton declaraba por su parte, que la revolución industrial
tuvo sus inicios entre 1760 y 1830.11 Algunos historiadores del siglo XX, como John
Clapham y Nicholas Crafts, argumentan que el proceso de cambio económico y social fue muy
gradual, por lo que el término «revolución» resultaría inapropiado. Estas cuestiones siguen
siendo tema de debate entre historiadores y economistas.1213

Índice

 1Antecedentes y causas
o 1.1Otras interpretaciones
 2Gran Bretaña
o 2.1Revolución demográfica
o 2.2El nacimiento del factory system: la industria textil
 3El comercio internacional
o 3.1Economía industrial
 4Transportes
o 4.1El ferrocarril
o 4.2El barco de vapor
o 4.3Carreteras y canales
 5Consecuencias
 6Etapas de la Revolución Industrial
 7Principios fundamentales de la industria
 8Impacto y consecuencias de la Revolución Industrial
 9Véase también
 10Notas
 11Referencias
 12Bibliografía
 13Enlaces externos

Antecedentes y causas
El triunfo de los nuevos planteamientos filosóficos del siglo XVIII, contribuyó al intercambio del
conocimiento científico

John Locke, padre del empirismo y del liberalismo moderno

Los inicios de la industrialización europea hay que buscarlos en la Edad Moderna. A partir
del siglo XVI se vislumbra un avance en el comercio, métodos financieros, banca y un cierto
progreso técnico en la navegación, impresión o relojería. Sin embargo estos avances siempre
se veían lastrados por epidemias, constantes y largas guerras y hambrunas que no permitían
la dispersión de los nuevos conocimientos ni un gran crecimiento demográfico. Según el
historiador Angus Maddison, Europa Occidental experimentó un crecimiento demográfico
prácticamente nulo entre 1500 y 1800.
El Renacimiento marcó otro punto de inflexión con la aparición de las primeras sociedades
capitalistas en Holanda y el norte de Italia. Es a partir de mediados del siglo XVIII cuando
Europa comenzó a distanciarse del resto del mundo y a asentar las bases de la futura
sociedad industrial debido al desarrollo, aún primitivo, de la industria pesada y la minería.1415
La alianza de los comerciantes con los agricultores hizo aumentar la productividad, lo que a su
vez provocó una explosión demográfica, acentuada a partir del XIX. La Revolución Industrial
se caracterizó por la transición de una economía agrícola y manual a una comercial e
industrial16 cuya ideología se basaba en el racionalismo la razón y la innovación científica.17
Otro de los principales desencadenantes de la Revolución nace de la necesidad.18 Aunque en
algunos lugares de Europa como Gran Bretaña ya existía una base industrial, las Guerras
Napoleónicas consolidaron la industria europea. Debido a la guerra, que se extendía por la
mayor parte de Europa, las importaciones de muchos productos y materias primas se
suspendieron. Esto obligó a los gobiernos a presionar a sus industrias y a la nación en general
para producir más y mejor que antes, desarrollándose industrias antes inexistentes. La
industrialización tuvo lugar en diferentes oleadas en los distintos países. Las primeras áreas
industriales aparecieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, extendiéndose a Bélgica y
Francia a principios del siglo XIX y a Alemania y a Estados Unidos a mediados de siglo,
a Japón a partir de 1868 y a Rusia, Italia y España a finales de siglo. Entre las razones se
encontraron algunas tan dispares como la notable ausencia de grandes guerras entre 1815 y
1914, la aceptación de la economía de mercado y el consecuente nacimiento del capitalismo,
la ruptura con el pasado, un cierto equilibrio monetario y la ausencia de inflación.
Otras interpretaciones
Véase también: Ética protestante del trabajo

Otras interpretaciones sugieren que este nuevo cambio de mentalidad y la posterior evolución
del sistema económico fue por causas morales y religiosas. La Reforma protestante de Martín
Lutero y Juan Calvino trajo consigo un cambio de mentalidad en el trato y visión respecto del
trabajo. Según Max Weber el protestantismo considera al trabajo y al esfuerzo como un bien y
un valor fundamental, al contrario que la ética católica que lo considera un castigo a raíz
del pecado original.19 Esto explicaría en parte las diferencias a la hora de desarrollarse de las
distintas naciones europeas, teniendo como pioneros a países protestantes como Gran
Bretaña, Alemania u Holanda y como países atrasados a España, Portugal e Italia, todos ellos
católicos.20 Esta interpretación sigue siendo muy discutida.

Gran Bretaña

Adam Smith, filósofo y economista británico considerado el padre de la economía moderna y


el capitalismo fundamentalmente por su libro La riqueza de las naciones

La Revolución Industrial se originó en Inglaterra a causa de diversos factores, cuya


elucidación es uno de los temas historiográficos más trascendentes. Como factores técnicos,
era uno de los países con mayor disponibilidad de las materias primas esenciales, sobre todo
el carbón, mineral indispensable para alimentar la máquina de vapor que fue el gran motor de
la Revolución Industrial temprana, así como los altos hornos de la siderurgia, sector principal
desde mediados del siglo XIX. Su ventaja frente a la madera, el combustible tradicional, no es
tanto su poder calorífico como la mera posibilidad en la continuidad de suministro (la madera,
a pesar de ser fuente renovable, está limitada por la deforestación; mientras que el
carbón, combustible fósil y por tanto no renovable, solo lo está por el agotamiento de
las reservas, cuya extensión se amplía con el precio y las posibilidades técnicas de
extracción).
Como factores ideológicos, políticos y sociales, la sociedad inglesa había atravesado la
llamada crisis del siglo XVII de una manera particular: mientras la Europa meridional y oriental
se refeudalizaba y establecía monarquías absolutas, la guerra civil inglesa (1642-1651) y la
posterior revolución gloriosa (1688) determinaron el establecimiento de una monarquía
parlamentaria(definida ideológicamente por el liberalismo de John Locke) basada en la división
de poderes, la libertad individual y un nivel de seguridad jurídica que proporcionaba suficientes
garantías para el empresario privado; muchos de ellos surgidos de entre activas minorías de
disidentes religiosos que en otras naciones no se hubieran consentido (la tesis de Max
Weber vincula explícitamente La ética protestante y el espíritu del capitalismo). Síntoma
importante fue el espectacular desarrollo del sistema de patentes industriales.
Como factor geoestratégico, durante el siglo XVIII Inglaterra (que tras las firmas del Acta de
Unión con Escocia en 1707 y del Acta de Unión con Irlanda en 1800, después de la derrota de
la rebelión irlandesa de 1798, consiguieron la unión con Escocia e Irlanda, formando el Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda) construyó una flota naval que la convirtió (desde el tratado
de Utrecht, 1714, y de forma indiscutible desde la batalla de Trafalgar, 1805) en una
verdadera talasocracia dueña de los mares y de un extensísimo imperio colonial. A pesar de la
pérdida de las Trece Colonias, emancipadas en la guerra de Independencia de Estados
Unidos (1776-1781), controlaba, entre otros, los territorios del subcontinente Indio, fuente
importante de materias primas para su industria, destacadamente el algodón que alimentaba
la industria textil, así como mercado cautivo para los productos de la metrópolis. La canción
patriótica Rule Britannia (1740) explícitamente indicaba: rule the waves (gobierna las olas).
Revolución demográfica
Véase también: Transición demográfica

Durante la revolución industrial se vivió un incremento espectacular de la población, debido


fundamentalmente a la caída de la tasa de mortalidad provocada por la mejora de las
condiciones higiénicas, sanitarias y alimenticias que se plasmó en gran medida en la
reducción de la mortandad infantil. En este periodo nacen las primeras vacunaciones y se
mejoran los sistemas de alcantarillado y de depuración de aguas residuales. Una alimentación
más abundante y regular, no sometida a las fluctuaciones de las cosechas, bajó la incidencia
de las epidemias e hizo posible la casi desaparición de la mortalidad catastrófica, sobre todo la
infantil.
La población de Inglaterra y Gales, que había permanecido constante alrededor de 6 millones
desde 1700 a 1740, se incrementó bruscamente a partir de esta fecha y alcanzó 8,3 millones
en 1801, para doblarse en cincuenta años y llegar a los 16,8 millones en 1850 y en 1901 casi
se había doblado de nuevo con 30,5 millones.21 En Europa, la población pasó de 100 millones
en 1700 hasta alcanzar 400 millones en 1900.22 La revolución industrial fue así el primer
periodo histórico durante el que hubo simultáneamente un incremento de la población y un
incremento de la renta per cápita.23 El aumento de la población fue un estímulo para el
crecimiento industrial ya que proporcionó a la vez mano de obra abundante para las nuevas
industrias y de otro lado supuso un incremento de la demanda interna para los nuevos
productos.
El aumento de la población urbana en ciudades con trazado medieval supuso el hacinamiento,
la insalubridad y la aparición de las primeras patologías sociales (alcoholismo, prostitución y
delincuencia).24
El nacimiento del factory system: la industria textil
Entre finales del siglo XVII y principios del XVIII el gobierno británico aprobó una serie de leyes
con el fin de proteger a la industria de la lana británica de la creciente cantidad de tela de
algodón que se importaba desde India Oriental.

Esta máquina de hilado es la última superviviente de las construidas por Samuel Crompton

Vídeo con máquinas textiles Mule spinning en Quarry Bank Mill

También empezó a darse una mayor demanda de tejidos gruesos, los cuales eran fabricados
por la industria británica en la localidad de Lancashire, donde destacaba la producción
de pana, fabricada a partir de fibras entrecruzadas de lino y algodón. El lino era utilizado para
dotar de más resistencia al tejido, cuyo material principal, el algodón, no tenía una resistencia
suficiente, aunque esta mezcla resultante no era tan suave como los tejidos 100% algodón y
era más difícil de coser.25
Hasta el nacimiento de la industria textil, los tejidos y el hilado en general se realizaba en los
hogares, en la mayor parte de los casos para consumo propio. Este método productivo,
basado en que la producción estaba dispersa y se desarrollaba en los domicilios de los
trabajadores, es a menudo denominado en inglés como sistema Putting-out (Putting-out
system) en contraposición al posterior sistema industrial o factory system.26 Solo en ocasiones
puntuales los trabajos se realizaban en el taller de un maestro tejedor. Bajo el sistema putting-
out los trabajadores, antes de fabricar su producto, pactaban contratos con comerciantes y
vendedores, quienes les suministraban a menudo las materias primas necesarias. Fuera de
temporada, por la general, las esposas de los agricultores hacían los hilados mientras que los
hombres producían los tejidos. Utilizando la máquina de hilar o rueca, en cualquier momento
entre cuatro y ocho hilanderas podían echar una mano al tejedor.252728 Uno de los grandes
inventos de la industria textil fue la lanzadera volante, patentada en 1733 por John Kay, que
permitió una cierta automatización del proceso de tejido. Posteriores mejoras, destacando las
de 1747, permitieron duplicar la capacidad de producción de los tejedores, lo que también
agravó el desequilibrio que existía entre el hilado y el tejido. Este invento empezó a ser
ampliamente utilizado en todo Lancashire en la década de 1760, cuando Robert Kay, hijo de
John Kay, inventó la caja ascendente (drop box).29 Lewis Paul patentó en Birmingham, con la
ayuda de John Wyatt, la máquina de hilar mediante rodillos y el sistema flyer-and-bobbin, que
conseguían un espesor más uniforme en el proceso de elaboración de la lana. Paul y Wyatt
abrieron una fábrica en Birmingham que utilizaba una nueva máquina de laminado impulsada
por un burro. En 1743 se abrió una fábrica en Northampton que empleaba cinco máquinas
como la de Paul con cincuenta husos cada una. Estuvo en funcionamiento hasta 1764. Una
fábrica similar fue construida por Daniel Bourn en Leominster, pero un incendio la destruyó.
Tanto Paul como Bourn habían patentado el cardador de lana en 1748. El uso de dos
conjuntos de rodillos que giraban a diferentes velocidades fue utilizado posteriormente en la
primera fábrica de hilados de algodón. La invención de Lewis fue posteriormente mejorada por
Richard Arkwright con su Water frame y por Samuel Crompton con su Spinning mule.

Número de telares en Reino Unido30

Año 1803 1820 1829 1833 1857

Telares 2400 14.650 55.500 100.000 250.000

En 1764 en el pueblo de Stanhill, Lancashire, James Hargreaves inventó la hiladora Jenny,


que patentó en 1770. Fue la primera máquina que empleaba varios husos de una manera
eficaz. La hiladora Jenny trabajaba de una manera similar a la rueca. Era una máquina simple,
construida con madera y que solo costaba alrededor de 6 libras (un modelo de 40 husos) en
1792. Era utilizada principalmente en los hogares o por pequeños artesanos. La hiladora
Jenny producía un hilo ligeramente torcido solo adecuado para la trama, que se torcía.31
La máquina de hilar (Water frame) inventada por Richard Arkwright, fue patentada por este
junto con dos socios en 1769. El diseño se basaba en parte en una máquina de hilado
construida por Thomas High, quien fue contratado por Arkwright.32

El comercio internacional
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación
acreditada.
Este aviso fue puesto el 12 de agosto de 2010.

Economía industrial
Véanse también: Segunda revolución industrial y Tercera revolución industrial.

Sin embargo, y a pesar de todos los factores anteriores, la Revolución industrial no hubiese
podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes, que llevarán las
mercancías producidas en la fábrica hasta los mercados donde se consumían.
Estos nuevos transportes se hacen necesarios no solo en el comercio interior, sino también en
el comercio internacional, ya que en esta época se crean los grandes mercados nacionales e
internacionales. El comercio internacional se liberaliza, sobre todo tras el Tratado de
Utrecht (1713) que liberaliza las relaciones comerciales de Inglaterra, y otros países europeos,
con la América española. Se termina con las compañías privilegiadas y con el proteccionismo
económico; y se aboga por una política imperialista y la eliminación de los privilegios
gremiales. Además, se desamortizan las tierras eclesiásticas, señoriales y comunales, para
poner en el mercado nuevas tierras y crear un nuevo concepto de propiedad. La Revolución
industrial generó también un ensanchamiento de los mercados extranjeros y una
nueva división internacional del trabajo (DIT). Los nuevos mercados se conquistaron mediante
el abaratamiento de los productos hechos con la máquina, por los nuevos sistemas de
transporte y la apertura de vías de comunicación, así como también, mediante una política
expansionista.
El Reino Unido fue el primero que llevó a cabo toda una serie de transformaciones que la
colocaron a la cabeza de todos los países del mundo. Los cambios en la agricultura, en la
población, en los transportes, en la tecnología y en las industrias, favorecieron un desarrollo
industrial. La industria textil algodonera fue el sector líder de la industrialización y la base de la
acumulación de capital que abrirá paso, en una segunda fase, a la siderurgia y al ferrocarril.
A mediados del siglo XVIII, la industria británica tenía sólidas bases y con una doble
expansión: las industrias de bienes de producción y de bienes de consumo. Incluso se
estimuló el crecimiento de la minería del carbón y de la siderurgia con la construcción
del ferrocarril. Así, en Gran Bretaña se desarrolló de pleno el capitalismo industrial, lo que
explica su supremacía industrial hasta 1870 aproximadamente, como también financiera y
comercial desde mediados de siglo XVIII hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el resto
de Europa y en otras regiones como América del Norte o Japón, la industrialización fue muy
posterior y siguió pautas diferentes a la británica.
Unos países tuvieron la industrialización entre 1850 y 1914: Francia, Alemania y Bélgica. En
1850 apenas existe la fábrica moderna en Europa continental, solo en Bélgica hay un proceso
de revolución seguido al del Reino Unido. En la segunda mitad del siglo XIX se fortalece
en Turingia y Sajonia la industrialización de Alemania.
Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía: Italia, Imperio
austrohúngaro, España o Rusia. La industrialización de éstos se inició tímidamente en las
últimas décadas del siglo XIX, para terminar mucho después de 1914.

Transportes
El ferrocarril

Un ferrocarril alemán en 1895


El ferrocarril, nacido en el siglo XVIII, es uno de los grandes protagonistas de la Revolución
Industrial. En sus comienzos se empleaba la fuerza animal como medio de locomoción, los
raíles eran de madera y su empleo se limitaba a las minas para el transporte de carbón.nota 1
En un libro publicado en 1797, Carz aseguraba haber sido el primero que pensó en sustituir la
madera por hierro.33 La primera concesión del Parlamento de Inglaterra para la construcción
de un ferrocarril —movido por caballos— se remonta a 1801; se trataba de una línea
entre Wandsworth y Croydon con unos 13 kilómetros de longitud y con un coste de 60 000
libras. La gran revolución del ferrocarril comenzó en 1814, cuando George Stephenson utilizó
la máquina de vapor como medio de locomoción. Su invento fue un éxito y comenzó a usarse
de inmediato en las minas, pudiendo transportar ocho vagones de 30 toneladas a una
velocidad de 7 km/h. Estos resultados eran suficientes para expandir el uso de la máquina a
otros servicios. Fue un 1821 cuando el Parlamento autorizó la construcción de la primera línea
de ferrocarril con tracción de vapor entre Stockton y Darlington. La línea fue inaugurada en
1825 con una máquina maniobrada por el propio Stephenson tirando de 34 vagones a una
velocidad de entre 10 y 12 millas por hora —16-19 km/h— ;34 El periódico The Times describió
esta hazaña de la siguiente manera:
Tres máquinas de vapor con cincuenta caballos de fuerza cada una han servido para arrastrar trece
vagones, cargados de mercancías y productos diversos sobre la altura del plano inclinado que forma la
vía. Allí se han enganchado los vagones a una máquina llamada "La Experiencia" además de cierto
número de vagones que llevaban a los accionistas, autoridades e invitados (...) Se pone en marcha y
hombres a caballo intentan seguir los vagones pero pronto quedan distanciados, allí donde la pendiente
era más fuerte el convoy alcanzó las 25 millas/h.35 (40km/h).
En los 5 años posteriores el Parlamento autorizó la construcción de 23 nuevas líneas de
ferrocarril entre las que se encontraba la célebre línea entre Mánchester y Liverpool, siendo
sus constructores los primeros en ofrecer en el ferrocarril el servicio de transporte de
pasajeros. En aquel momento se desconfiaba de la seguridad que podían ofrecer las
locomotoras, pero la acogida fue muy buena, mejorando en un 10% los beneficios derivados
de este servicio, aunque los ingresos por el transporte de algodón, tejidos, carbón y ganado
aún seguían siendo mayoritarios. Este éxito también fue tratado por George Porter, quien en
su libro El progreso de la nación dice :
Desde entonces [se refiere a la construcción de la línea citada] se ha observado que al construirse una
línea de ferrocarril entre dos ciudades, el número de viajeros en el trayecto entre una y otra se
cuadruplica.
Fue en esta ocasión el propio Stephenson el que ganó la puja en esta línea convirtiéndose
su Cohete en el encargado de remolcar un tren de 12 toneladas a 22 km/h.36 El primer correo
por ferrocarril se envió el 11 de noviembre de 1830.35 Los tiempos de llegada se redujeron
considerablemente, llegando el correo entre Londres y Manchester en aproximadamente 18
horas. En Inglaterra, siguiendo la consigna laissez faire, el Estado no intervenía en la
construcción o subvención del ferrocarril sino que se limitaba a otorgar las licencias y permisos
de construcción y explotación;36 de esta manera se gastaron enormes fortunas con el objetivo
de obtener los distintos permisos; por ejemplo el Great Western costó en gastos preliminares
89 000 libras y otros como el London and Birmingham 62 000.37
Locomotora de Stephenson de principios del siglo XIX.

Los ferrocarriles eran al principio de vía estrecha y solo admitían velocidades comprendidas
entre los 15 y los 20 kilómetros por hora, pero en 1840 se habían ensanchado las vías y se
podían conseguir unas velocidades de casi 40 km/h.

George Stephenson

.
Primitivas vagonetas mineras.

El primer país continental en seguir el ejemplo inglés fue Bélgica con dos líneas Bruselas-
Malinas y Malinas-Amberes en 1835. El primer año transportaron 70 000 pasajeros. El coste
fue bajísimo y el billete Bruselas-Amberes costaba solo un franco.38 El invento entró en
Francia con algo de retraso pues mientras jóvenes, ingenieros y adeptos al saintsimonismo
reclamaban su construcción, tropezaban con el rechazo y la desconfianza de muchos, además
de la carencia de hierro. El gobierno francés, que veía el potencial del aparato, ordenó un
estudio para un plan nacional de los ferrocarriles. El estudio quedó finalizado en 1837 y los
capitalistas, impacientes, presionaban al gobierno para la ejecución del proyecto con el fin de
especular con las obras y los terrenos. El plan consistía en siete líneas con centro en París,
que unirían el Atlántico, el Mediterráneo y el Rin. Al contrario que en Inglaterra y Bélgica, el
estado se hizo cargo, al menos en parte, de su construcción y explotación, aportando 150 000
francos por kilómetro de vía y construyendo las infraestructuras necesarias.38 Mientras, las
compañías privadas aportaron 100 000 francos para edificios y material.39 Tras 40 años de
administración y explotación privada, el sistema pasaría al Estado. Socialistas románticos y
conservadores se oponían al proyecto, los primeros reclamaban que el sistema fuera del
estado desde el primer día y los segundos lo consideraban demasiado caro.39 Finalmente el
plan fue aprobado, pero algunos acuerdos se revisaron y en la práctica la construcción y
explotación corrió a cuenta casi exclusiva del sector privado.39 En 1857 la red estaba
consolidada siendo propiedad de 6 grandes compañías. Debido a la obligación de ceder la
propiedad al Estado a los 40 años de explotación se descuidó sobremanera su cuidado y
mantenimiento por lo que el gobierno francés se vio en la obligación de ampliar el plazo en 99
años más, comprometiéndose incluso a pagar las obligaciones a su vencimiento.39
En Alemania la primera línea se construyó en 1835 con una extensión de siete kilómetros
entre Núremberg y Fürth pero fue en 1839 cuando se construyó la primera línea de
importancia entre Dresde y Leipzig, promovida por el profesor de economía política List, uno
de los principales promotores de la línea Núremberg-Fürth. Pronto se vio al ferrocarril como
una poderosa arma política; en el momento de la aparición del ferrocarril, Alemania se
encontraba dividida en más de 300 pequeños estados y ciudades autónomas. Desde la
construcción de la línea Dresde-Leipzig todas las ciudades alemanas quisieron unirse con su
vecina lo que además de un gran impulso económico hizo un gran servicio para el triunfo
del Zollverein.40 Al contrario que en el resto de países, en Alemania fue la administración la
encargada de vigilar o administrar todos los ferrocarriles.41 En 1850 el Zollverein ya poseía
5800 kilómetros casi el doble que toda
Francia. Hannover, Bremen, Hamburgo, Berlín, Fráncfort formaban una gran línea que
transcurría sobre los principales focos industriales y unía Alemania con Suiza a través
de Basilea y a Austria a través de Moravia y Silesia.

Fotografía de los accionistas y principales impulsores de la línea entre Barcelona y Mataró, la primera
línea de ferrocarril peninsular
Ceremonia de clavado del "Remache de Oro" (Golden Spike) el 10 de mayo de 1869 símbolo de la
finalización de la primera línea transcontinental estadounidense

A partir de la década de 1820 el ferrocarril y el vapor saltaron a los Estados Unidos y pronto
conquistaron a la opinión pública. Stevens realizó en Hobokenuna primera prueba que causó
un gran interés entre los hombre de negocios de Pensilvania, quienes compraron una
locomotora a Inglaterra.42 Al igual que en Gran Bretaña, la acumulación de capital hizo posible
solo un año después el comienzo de la construcción de una primera línea
entre Washington y Winchester. En 1830 una locomotora llamada Best Friend explotó cuando
marchaba por la línea Charleston-Hambourg debido a que el maquinista se había sentado
sobre la válvula de escape por las molestias que sentía debido al silbido del vapor al salir.
Pero lejos de echarse atrás, el país progresó a un ritmo frenético y a mediados de 1830 ya
producía sus propias locomotoras en la fundición de West Point43 asegurando una industria
nacional sólida. Desde entonces Estados Unidos colocó raíles a través de su vasto territorio a
una velocidad mucho mayor que Europa. Si en 1830 poseía tan solo 65 kilómetros de trazado
—contra 316 europeos, 276 de ellos en Gran Bretaña—, 10 años después ya superaba a
Europa con 4509 kilómetros contra 3543 europeos.42 En 1850 las vías férreas ya sumaban
14 400 kilómetros. Uno de los problemas que planteaban los ferrocarriles era el ancho de
vía,nota 2 que variaba en anchura en los distintos países, lo que obligaba a numerosos
transbordos para deleite de los hosteleros. Pero problemas aparte el tiempo de viaje no hizo
sino disminuir; así, en apenas unos años no se tardaban más de 20 horas en viajar
de Boston a Nueva York en ferrocarril cuando antes se tardaban unas 80.42

El general Grenville M. Dodge.


Fotografía del célebre descarrilamiento en la estación de Montparnasse el 22 de octubre de 1895.

En Italia los augurios de d´Azeglio de que los ferrocarriles coserían la bota no pasaron de
simples promesas, pues hasta 1845 solo se encontraban pequeñas líneas aisladas como la
línea Milán-Monza, Padua-Venecia, Liorna-Pisa o la línea de Campaniaque Fernando de
Nápoles construyó para su recreo y uso privado.44 En Hungría solo existía una pequeña vía
alrededor de Budapest y en Rusia el zarismo tuvo que imponer la construcción de la
línea Moscú-San Petersburgo debido a los numerosos detractores.44 En España, el gran tirón
y entusiasmo que de manera muy temprana había producido el invento se apaga en la guerra
civil de 1833, que paraliza todas las obras de construcción ante la desconfianza de los
capitalistas.44 Hubo que esperar hasta 1843 cuando se concedió a Juan Manuel
Roca y Miguel Biada la construcción y explotación del ferrocarril Barcelona-Mataró, que estuvo
construido en solo cinco años bajo la dirección del ingeniero inglés Locke, su inauguración fue
el 28 de octubre de 1848, un trayecto de 28 km y 600 m que se completaba en 35 minutos.nota
3 En 1851 realizó su primer viaje el segundo ferrocarril español que cubría la línea Madrid-

Aranjuez, cuya concesión había sido otorgada en 1844 con prolongación hasta Cádiz. En
1850 se inició la construcción de la primera locomotora española, finalizada en 1852.44
Excepciones aparte, en el periodo entre 1820 y 1840, Gran Bretaña conservaba un adelanto
manifiesto sobre el resto del mundo.44 Era la única que poseía una buena red de transporte
entre sus principales ciudades. Trabajó con verdadero frenesí entre 1840 y 1847 a pesar de la
rivalidad latente entre la oposición, los grupos financieros, los Turnpike trusts y la población,
cuyo medio de subsistencia continuaban siendo las carreteras. Similar situación se dio en
Bélgica, que en 1843 tenía incluso más kilómetros que Francia y una opinión pública muy
favorable al ferrocarril.44 No fueron pocos los que vieron en el ferrocarril un gran peligro,
incluso mortal. Desde el siglo XVIII, cuando se pusieron en marcha en Inglaterra hubo voces,
incluso procedentes de la Real Academia de Ciencias británica, que sugerían que a unas
velocidades superiores a los 40km/h los pasajeros se asfixiarían, se volverían ciegos y
el ganado enloquecería. Se temía también la destrucción de las tierras de cultivo o que la
gente y mercancías salieran despedidas del aparato por sus "endiabladas" velocidades.45
Recorrido del primer ferrocarril transcontinental estadounidense.

Pasada la primera mitad de siglo, el medio siglo siguiente entre 1851 y 1901, conocido con el
nombre de Railway Age vive el apogeo y reinado definitivo del ferrocarril. Pero la tracción
mecánica sobre raíles es sobre todo, obra de Occidente. En 1860 Europa y EE. UU. se
reparten más o menos 198 000 en igualdad mientras que el resto del mundo no cuenta con
más de 15 000 kilómetros, la mayoría ubicados en colonias europeas.46 En 1910 ya se han
construido más de un millón de kilómetros de los que 380 000 están en EE. UU. y 330 000 en
Europa.46 Su construcción necesitó de un esfuerzo enorme, movilizando grandes cantidades
de capital, trabajadores y estimulando la industria metalúrgica y la construcción de
gigantescos talleres de trabajo, además de dar su máximo esplendor a la máquina de vapor.47
Además de los vagones y locomotoras, también evolucionaron los raíles sobre los que
circulaban. El raíl de acero sustituye al de hierro y a la madera de las traviesas se le empezó a
inyectar cloruro de cinc para evitar que se pudriera. El ferrocarril también necesitó de una gran
infraestructura que fue necesario desarrollar, como túneles, que se excavaban a costa del
sufrimiento obrero a altísimas temperaturas con el uso de perforadoras de aire comprimido y el
revestimiento de las galerías con fundición, en sustitución de la madera; La ventilación se
lograba con sopladoras. Hay que destacar algunos éxitos entre los que se encuentran el túnel
que atraviesa el Mont Cenis, construido a lo largo de 15 años y con una extensión de 13 600
m a 1300 metros de altura.48 Otros como el San Gotardo de más de 15 000 metros se
terminaron en menos de 10 años usando la perforadora automática siendo las condiciones de
trabajo nefastas: los obreros llegaron a trabajar a una temperatura de 86 grados.48 Fuera de
Europa los estadounidenses construyeron un túnel bajo el río Hudson. Escandinavia queda
unida a Alemania a través del ferry-boats entre Rügen y Malmoe. Mientras que en la primera
mitad de siglo la locomotora apenas había ganado en velocidad sin sobrepasar nunca los 40
km/h, hace progresos decisivos a partir de la idea del ingeniero inglés Crampton de colocar las
ruedas motrices detrás de la caldera (y no debajo), ruedas que están acopladas,
transfiriéndose el movimiento de rotación. En 1850 la velocidad media que se situaba en
27 km/h se eleva en 1880 a 74 km/h en Inglaterra y a 59 km/h en Estados Unidos.49 En 1890
el Empire-State-Express rebasó por primera vez en la historia los 100 km/h entre Nueva
York y Búfalo.49 Para cruzar Francia de un extremo en ferrocarril solo se precisaban 14 horas.
En esta segunda parte del siglo el coste del billete disminuyó entre un 50 y un 70 %.50
Las prestaciones de la locomotora aumentaron sin cesar. El freno de mano se sustituyó por un
nuevo freno hidráulico de aire comprimido.49 Los vagones de pasajeros fueron dotados de
alumbrado de gas a base de aceite de esquisto o iluminación eléctrica a finales de siglo,
siendo la línea Londres-Brighton la primera en incorporarla.49 La máquina de vapor, el corazón
de la máquina, también procura calefacción en los vagones. El llamado Boggie o bastidor de
varios ejes permitió al convoy dar curvas mucho más acentuadas disminuyendo los riesgos,
pues se adaptaba a la curvatura de la vía.49 También se crearon los llamados palace-cars en
las líneas más largas para las familias ricas en las que disfrutaban de todo tipo de
comodidades y sin tener que mezclarse con el resto de pasajeros.49 En 1880 se instaló en la
línea del Pacífico un vagón imprenta en el que se editaba un periódico diario con las noticias
recibidas telegráficamente en las estaciones.49

El Transiberiano en sus comienzos alrededor de 1903.

Estación de Bahmi atravesada por el Transcaspiano en 1890.

Exceptuando Gran Bretaña, Bélgica y algunas partes de España y Alemania, las vías férreas
no dibujaban redes en ninguna parte antes de 1860.51 En Francia por fin se realizó un
esfuerzo serio a partir del Segundo Imperio y en los albores de la Tercera República. En esta
segunda mitad de siglo se empezaba a vislumbrar la columna vertebral de ferrocarriles
europeos.51 Sus límites se extendían desde el norte de Francia hasta la Alta Silesia de este a
oeste y de Alemania al norte de Italia de norte a sur; en el centro, Suiza reparte el tráfico por el
continente. En cambio la mayor parte de Italia, la península ibérica y los países del este
quedaban fuera.51 En Estados Unidos se siguen consiguiendo grandes logros. En 1869 se
finalizó el primer transcontinental que conectó el país de este a oeste. La construcción fue
dirigida por el implacable general Grenville M. Dodge como si se tratará de una campaña
militar. Usó como mano de obra a los soldados desmovilizados, inmigrantes irlandeses y hasta
chinos en California.51 Pero este triunfo no se logró con facilidad; indios, el relieve irregular y
sobre todo la competencia entre Union Pacific y Central Pacific dificultaron sobremanera la
situación. Pero el entusiasmo predomina y en 1893 ya había en funcionamiento otras 5 líneas
transcontinentales, usándose como medio de colonización en el oeste americano o en
la Columbia británica como medio de presión para conseguir su adhesión a la Unión.51
Aunque tardío, se presenta el esfuerzo ruso, logrado gracias a los préstamos de Occidente.51
En primer lugar se construyó el transcaspiano al que a partir de 1905 complementó el
transaraliano. En Siberia las dificultades eran mayúsculas: hielo, infiltraciones de agua, ríos
inmensos, débil densidad humana, distancias enormes, sin olvidar el irregular relieve. Pero las
viejas rutas y caminos ya no eran suficientes y el ferrocarril más largo del mundo se empezó
en 1891 y alcanzó su destino, Vladivostok, gracias a un acuerdo con China, en 1902.51
Así pues el ferrocarril no solo sirvió para revolucionar el mundo del transporte tanto material
como humano sino que fue empleado como un excelente instrumento de unión.52 Sirvió bien
en la reconciliación y la anexión de nuevos territorios a Estados Unidos y el Imperio
alemán sabía lo mucho que le debía al ferrocarril como para dejarlo en manos privadas. En
Italia facilitó la hegemonía de la Casa de Saboya. No ocurrió igual en Francia o en Gran
Bretaña, donde se encontraban mayoritariamente en manos privadas, aunque en Inglaterra
prestaron un servicio inigualable, encumbrando al naciente Imperio británico a la hegemonía
mundial. Hacia 1850 el ferrocarril había conducido a entre 400 y 500 millones de viajeros y
entre 200 y 300 millones de toneladas de mercancías desde su nacimiento. Cinco décadas
después, solo en 1905 transportó a entre 4000 y 5000 millones de viajeros.53
El barco de vapor

El Turbinia, primer barco propulsado con turbinas a vapor

Antes del siglo XIX la larga tradición naval europea se había sustentado sobre el control de los
vientos como medio de propulsión y la seguridad más que por la velocidad en el mar. A
principios de siglo no se empleaban menos de dos o tres semanas en cruzar el Atlántico de
este a oeste, necesitándose entre 30 y 40 días de oeste a este. Con la formación de
los imperios coloniales europeos se hizo necesario desarrollar una tecnología que asegurase
el viaje sobre las aguas; en el siglo XVIII se generalizó el uso del sextante, mapas con las
notaciones de los vientos y el cronómetro. La invención de la nueva embarcación partió de los
trabajos de Jouffroy d´Abbens sobre el Sena y los de Fulton con su máquina Clermont.54 Fue
en Estados Unidos donde tuvieron lugar las primeras pruebas del navío de ruedas sobre el río
Hudson. En 1815 ya circulaban un centenar de estos navíos de ruedas que obtenían su
energía de la leña, material barato y abundante. El Savannah consiguió cruzar en 29 días
el Atlántico Norte en 1819 y la Sphink, que llevó a Francia las noticias de la toma de Argel,
desarrollaba una velocidad de 6 nudos. Pero los problemas eran numerosos: las paletas
utilizadas provocaban un gran desperdicio de energía, existía el riesgo de incendio o explosión
a bordo, su velocidad era aún menor a la desarrollado por los veleros y el poder militar aún se
oponía a su utilización como navío de guerra.55
Pero a pesar de las dificultades los avances prosiguieron y en 1838, con una combinación de
vapor y velas, los navíos Sirius y Great Western cruzaron el Atlántico entre Liverpool y Nueva
York en 16 y 13 días respectivamente. Los grandes avances llegaron entre 1840 y 1860 con la
invención de la hélice, basándose los primeros modelos en el tornillo de Arquímedes, el
condensador de superficie y la máquina Compound, que logró ahorrar grandes cantidades de
combustible y la introducción de calderas cilíndricas que posibilitaron la producción de vapor a
alta presión.54
Lo que sí es indudable es la supremacía del velero sobre el vapor durante la mayor parte del
siglo; la seguridad y prestigio de la que aún gozaba, sobre todo en Estados Unidos, donde
también tenía lugar la mayoría de los avances del barco de vapor era indiscutible. En 1850 el
barco de vapor había transportado ya 750 000 toneladas, aunque el vapor aún estaba muy
lejos de ganar la partida.55
Carreteras y canales

Fotografía de una diligencia en Dakota del Sur alrededor de 1889

Sección restaurada del canal del Támesis

El esfuerzo en la construcción y mejora de carreteras (o caminos) comenzó en muchas partes


de Europa antes de la Revolución Industrial. Desde el fin de las guerras napoleónicas a
principios del siglo XVIII y en ausencia de otros medios de comunicación más eficaces, las
carreteras fueron extensamente mejoradas. A principios del siglo XIX el país más adelantado
en esta materia era Francia con una red de 33 000 kilómetros de gran calidad que se
extendían hasta Alemania, Suiza e Italia. Los Países Bajos, el Reino de
Prusia o Suiza también habían vivido una gran mejora en las comunicaciones. En el otro
extremo se encontraban lugares como Sicilia, que no empezó su construcción hasta bien
entrado el XIX, la Rusia zarista, que no tendría su primera calzada entre Moscú y San
Petersburgo —sus principales ciudades— hasta 1834 o España, que cuenta antes de la mitad
del siglo XIX con solo 6000 kilómetros de vías, siendo además estrechas y llenas de
irregularidades y deficiencias. En Gran Bretaña el rápido desarrollo de ferrocarriles y canales
quita importancia a su construcción pero aun así se suceden las ampliaciones y
modernizaciones de la maltrecha red británica contando en 1850 con más de 50 000
kilómetros de trazado, 18 000 más que veinte años atrás.56
La técnica en la construcción de estas vías de comunicación también mejora. En cada país se
construyen de manera distinta pero los problemas clásicos derivados de estas construcciones
como filtraciones de agua, mantenimiento o infraestructura se solucionan en las décadas de
1820 y 1830 a partir de las mejoras introducidas por Mac Adam o Telford.57 El uso de
la diligenciay los servicios públicos de transporte se desarrollan y generalizan con unas
velocidades que oscilan entre los 10 y 15 km/h, usándose en el transporte de pasajeros,
mercancías y correo.58 No es hasta principios del siglo XX cuando gracias al motor de
explosión y el desarrollo del automóvil se de un uso masivo a estos trazados.
Los primeros canales empezaron a ser construidos en Gran Bretaña en el siglo XVIII con el
objeto de comunicar los centros industriales del norte británico con los puertos marítimos del
sur y Londres. Los canales fueron la primera tecnología que permitió un fácil y relativamente
rápido transporte de mercancías por todo el país, pudiéndose transportar varias docenas de
veces más de tonelaje por viaje que con un transporte terrestre. A esto se unía el relieve del
país, completamente llano, lo que permitía que los canales fueran construidos rápidamente y a
un bajo precio. A principios de la década de 1820, ya existía una red nacional consolidada. El
ejemplo inglés fue copiado en Francia que con un relieve similar al británico pudo desarrollar
su propio sistema, que a mediados del siglo XIX contaba con 8500 kilómetros de vías. En
Alemania gracias a sus grandes ríos como el Rín y el Elba, la navegación se vio muy
favorecida, así como el comercio que vivió un gran desarrollo. En otros países
como España la construcción de canales no pasó de un proyecto por el difícil relieve y la falta
de capitales. Fuera del continente, los estadounidenses con su ímpetu emprendedor y sus
numerosos lagos y grandes ríos consiguieron desarrollar con velocidad su propio sistema, que
al igual que el ferrocarril, ayudó en la colonización y explotación de las vastas tierras del país.
A principios de 1835 EE. UU. ya contaba con 7000 kilómetros de canales que allanaron el
camino a la introducción del barco de vapor en el país con una rapidez incluso mayor a la
siempre innovadora Gran Bretaña.59
El uso de los canales en Gran Bretaña empezó a decaer a partir de 1840, cuando el ferrocarril
se impuso en el transporte de mercancías y pasajeros.60 El irregular y más tardío desarrollo a
gran escala del ferrocarril en el resto de países, con la siempre notable excepción de
los Estados Unidos, alargó en ocasiones el uso pleno de los canales hasta los albores
del siglo XX. Hoy en día la red de canales británicos y la infraestructura ligada a esta es una
de las características más perdurables y destacables de la Revolución Industrial en el país.

Consecuencias
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación
acreditada.
Este aviso fue puesto el 12 de agosto de 2010.
Máquina de vapor situada en el vestíbulo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de
la UPM (Madrid).

La existencia de controles fronterizos más intensos evitaron la propagación de enfermedades


y disminuyó la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores.
La revolución agrícola británica hizo además más eficiente la producción de alimentos con una
menor aportación del factor trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos
agrícolas a buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando un
movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo desarrollo en las
fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del desarrollo del comercio
internacional, la creación de mercados financieros y la acumulación de capital son
considerados factores influyentes, como también lo fue la revolución científica del siglo XVII.
Se puede decir que se produjo en Inglaterra por su desarrollo económico.
La presencia de un mayor mercado doméstico debería también ser considerada como un
catalizador de la Revolución Industrial, explicando particularmente por qué ocurrió en el Reino
Unido.
La invención de la máquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones de la
Revolución industrial. Hizo posible mejoramientos en el trabajo del metal basado en el uso
de coque en vez de carbón vegetal. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del
agua para el funcionamiento de algunas máquinas. Estas industrias se convirtieron en el
modelo de organización del trabajo humano en las fábricas.
Además de la innovación de la maquinaria, la cadena de montaje (fordismo) contribuyó mucho
en la eficiencia de las fábricas.

 Revolución agrícola: aumento progresivo de la producción gracias a la inversión de los


propietarios en nuevas técnicas y sistemas de cultivo, además de la mejora del uso de
fertilizantes.
 El desarrollo del capital comercial: Las máquinas se aplicaron a los transportes y a la
comunicación iniciando una enorme transformación. Ahora las relaciones entre patronos y
trabajadores son únicamente laborales y con el fin de obtener beneficios.
 Cambios demográfico-sociales: la modernización de la agricultura permitió un crecimiento
demográfico debido a la mejora de la alimentación. También hubo adelantos en la
medicina y en la higiene, de ahí que creciera la población. También hubo una migración
del campo a la ciudad porque la ocupación en labores agrícolas disminuyó mientras crecía
la demanda de trabajo en las ciudades.

Etapas de la Revolución Industrial


La Revolución Industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750 hasta 1840, y
la segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales
como:

1. Demográficas: Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural)


— Migraciones internacionales — Crecimiento sostenido de la población — Grandes
diferencias entre los pueblos — Independencia económica
2. Económicas: Producción en serie — Desarrollo del capitalismo — Aparición de las
grandes empresas (Sistema fabril) — Intercambios desiguales
3. Sociales: Nace el proletariado — Nace la Cuestión social
4. Ambientales: Deterioro del ambiente y degradación del paisaje — Explotación
irracional de la tierra.

La locomotora de vapor fue un modo de transporte surgido durante la Revolución Industrial.

A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que hoy
conocemos como Revolución Industrial dentro de las cuales las más relevantes fueron:

 La aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que mejoraban los


procesos productivos.
 La despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller familiar a la
fábrica.
 El uso de nuevas fuentes energéticas, principalmente el carbón.
 La revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.
 El surgimiento del proletariado urbano.
La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no solo
tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones
sociales.
Proletariado urbano. Como consecuencia de la revolución agrícola y demográfica, se produjo
un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en
obrero industrial. La ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del
crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La
carencia de habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población socialmente
marginada; debía vivir en espacios reducidos sin comodidades mínimas y carentes de higiene.
A ello se sumaban jornadas de trabajo, que llegaban a más de catorce horas diarias, en las
que participaban hombres, mujeres y niños con salarios miserables, y carentes de protección
legal frente a la arbitrariedad de los dueños de las fábricas o centros de producción. Este
conjunto de males que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social, haciendo
alusión a las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.
Burguesía industrial. Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el poder
económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema
económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la
regulación de los precios por el mercado, de acuerdo con la oferta y la demanda.
En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y su
situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la
sangre. Avalados por una doctrina que defendía la libertad económica, los empresarios
obtenían grandes riquezas, no solo vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos
salarios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.
Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a la situación de pobreza y
precariedad de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar de darles solución; por
ejemplo, los socialistas utópicos, que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de
todo tipo de problemas sociales (para algunos, el comunismo). Otra propuesta fue
el socialismo científico de Karl Marx, que proponía la revolución proletaria y la abolición de la
propiedad privada (marxismo); también la Iglesia católica, a través del papa León XIII, dio a
conocer la Encíclica Rerum Novarum (1891), primera encíclica social de la historia, la cual
condenaba los abusos y exigía a los estados la obligación de proteger a lo más débiles. A
continuación, un fragmento de dicha encíclica:
(…) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su industria, las presta con el fin de alcanzar lo necesario
para vivir y sustentarse y por todo esto con el trabajo que de su parte pone, adquiere el derecho
verdadero y perfecto, no solo para exigir un salario, sino para hacer de este el uso que quisiere (…)
Estos elementos fueron decisivos para el surgimiento de los movimientos reivindicativos de los
derechos de los trabajadores. Durante el siglo XX en medio de los procesos de
democratización, el movimiento obrero lograba que se reconocieran los derechos de los
trabajadores y su integración a la participación social. Otros ejemplos de tendencias que
buscaron soluciones fueron los nacionalismos, así como también los fascismos en los cuales
se consideraban a los obreros y trabajadores como una parte fundamental en el desarrollo
productivo de la nación, por lo que debían ser protegidos por el Estado.

Principios fundamentales de la industria


Uno de los principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los
procesos de producción como definitivos o acabados. Su base técnico-científica es
revolucionaria, generando así el problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada
vez más breves. Desde esta perspectiva puede afirmarse que todas las formas de producción
anteriores a la industria moderna (artesanía y manufactura) fueron esencialmente
conservadoras, al trasmitirse los conocimientos de generación en generación sin apenas
cambios. Sin embargo, esta característica de obsolescencia e innovación no se circunscribe a
la ciencia y la tecnología, sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las
sociedades modernas. En este contexto la innovación es, por definición, negación,
destrucción, cambio, la transformación es la esencia permanente de la modernidad.
El desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo clima social, es
el momento y el sitio para una revolución industrial de innovaciones en cadena, como un
proceso acumulativo de tecnología, que crea bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad
de vida. Son básicos un capitalismo incipiente, un sistema educativo y espíritu emprendedor.
La no adecuación o correspondencia entre unos y otros crea desequilibrios o injusticias.
Parece ser que este desequilibrio en los procesos de industrialización, siempre socialmente
muy inestables, es en la práctica inevitable, pero mensurable para poder construir modelos
mejorados.[cita requerida]

Impacto y consecuencias de la Revolución Industrial


 Despegue económico y técnico de Occidente: aparición y extensión del industrialismo o
capitalismo industrial.
 Transformaciones sociales (Revolución burguesa): complejidad creciente de las
sociedades abiertas de clases.

Véase también
 Industrialización
 Ludismo
 Segunda Revolución Industrial
 Tercera revolución industrial
 Teoría de Olduvai

Notas
1. ↑ Por las pruebas encontradas se conoce que desde el Siglo XVI los mineros alemanes usaban
unas primitivas vías de madera por las que hacían circular vagonetas para el transporte por la
mina del mineral sustraído.
2. ↑ Por países los anchos de vía cambiaban y aún hoy siguen siendo muy diferentes. El ancho de
vía más utilizado es el de 1435 mm, usado en la mayor parte de Europa y en los países anglo-
sajones de todo el mundo, además de otros como China y la mayoría de los países árabes y
del norte de África. Seguido del de 1520 mm usado en Rusia y los antiguos países soviéticos y
el "ancho ibérico" de 1668 mm usado en España y Portugal debido a la necesidad de mayor
potencia de las locomotoras por las dificultades del relieve y el miedo durante el siglo XIX y XX
a una invasión francesa.
3. ↑ Este último punto debe ser matizado para evitar confusiones. La primera línea de ferrocarril
peninsular fue como se menciona la línea Barcelona-Mataró pero no la primera española, que
había sido construida en Cuba entre 1835 y 1837 por la Corona entre La Habana y Bejucal.

Referencias
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in per capita income. (Eighteenth century population growth also averaged one-third of 1
percent, the same as production growth.) That is, up to about two centuries ago, per capita
incomes in all societies were stagnated at around $400 to $800 per year.
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Enlaces externos
 Internet Modern History Sourcebook: La Revolución industrial (en inglés).
 Trabajadores industriales en la Revolución (en inglés).
 "The Day the World Took Off". University of Cambridge. Documento video en seis
partes (en inglés).
 La Revolución Industrial. BBC History Home Page (en inglés).

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La Revolución Industrial – Primera y


Segunda Etapa (Resumen)
La revolución
industrial fue un proceso de grandes transformaciones económicas y
sociales que comenzaron en Inglaterra en el siglo XVIII.

esta revolución se extendió por gran parte del hemisferio norte durante todo el siglo
XIX y principios del siglo XX.

Fueron grandes innovaciones que se gestaron en la industria y que permitieron


inicialmente un gran avance en la Europa del siglo XIX. El uso de la maquina en los
procesos mejoro notablemente la productividad en las fábricas, lo que trajo consigo
un progreso rápidamente.

La industria textil, metalúrgica y química tuvo un gran crecimiento en


Inglaterra y Europa durante este Siglo, y La agricultura también experimento
grandes avances gracias a las nuevas herramientas, esto trajo consigo algo conocido
como la revolución agrícola de la cual hablaremos más adelante.

Causas de la revolución Industrial


Las principales causas de la revolución que ayudaron a que se diera en
Inglaterra, fueron:

 El sistema político imperante en Inglaterra no era la monarquía absoluta,


era la monarquía liberal, lo que permitió que los ingleses se mantuvieran
libre de las revoluciones que aquejaban a los otros países europeos.
 La modernización de la agricultura mediante la rotación cuatrienal de
cultivos, la introducción de maquinaria moderna a los trabajos agrícolas y
el cierre de campos de cultivo. Estas medidas dejaron sin trabajo a
muchos campesinos que se vieron obligado a trasladarse a las ciudades y
aseguraron la abundancia de mano de obra barata.
 La burguesía inglesa tenía capital suficiente para financiar las fábricas,
adquirir materias primas y máquinas y contratar empleados.
 Los beneficios económicos obtenidos gracias al dominio del mercado
europeo y en la posesión de un gran imperio colonial. La gran cantidad de
capital de que se disponía se invirtió en las nuevas actividades
industriales.
 Una mentalidad económica, por parte de los burgueses, pero también por
parte de la aristocracia terrateniente, dispuesta a invertir en el comercio y
la industria. Estos dos grupos sociales fueron controlando el Parlamento,
desde donde promulgaban leyes que aseguraban la libertad económica
(eliminando los privilegios de los gremios), y protegiendo los mercados
propios (proteccionismo), entre otras medidas.
 La existencia de una buena red viaria y fluvial, que aseguraba la fluidez
del abastecimiento de materias primas, la distribución de manufacturas y
el mercado interior.
 Las innovaciones técnicas, que permitían sustituir las herramientas
tradicionales para máquinas que trabajaban más rápido. Las mismas
universidades fomentaban una formación intelectual práctica que
repercutía en la investigación y la experimentación.
 La riqueza de fuentes de energía como el carbón de coque, de gran
calidad, para hacer funcionar las nuevas máquinas de vapor, y la
abundancia de materias primas para la industria textil, como el algodón
colonial y la lana inglesa.

Resumen de la Revolución
La Revolución industrial
transformó las técnicas productivas tradicionales.

El trabajo manual fue sustituido por las máquinas, y la fuerza humana y animal, así
como la de los elementos naturales, dejó paso a las nuevas fuentes de energía. Las
principales industrias afectadas fueron la textil, la metalúrgica y la química.

La característica principal de la revolución industrial fue la creación del sistema


de fábrica mecanizada, es decir, las fábricas se han trasladado de la producción
fabricada simple a lo complejo sustitución del trabajo manual por las máquinas. Esta
sustitución implicó la aceleración de la producción de mercancías, que se produjeron
a gran escala.

Esta época es importantísima porque se pasó de un mundo rural en un mundo


industrial. También fue una época de grandes inventos, destacando sobre todo
uno: La maquina a Vapor, Con este invento nacieron el ferrocarril y el barco a
vapor.

Surgimiento de Nuevas Clases Sociales


 La burguesía así como en la revolución francesa se convirtió en el grupo
hegemónico porque era la propietaria de las industrias y los negocios.
También existía una burguesía media compuesta por profesionales
liberales, funcionarios y comerciantes.
 Un gran número de empleados y tenderos formaban la pequeña burguesía.
 Los trabajadores de las fábricas formaban el proletariado industrial y
urbano. Constituían la mano de obra necesaria para las fábricas. Eran un
grupo muy numeroso y desfavorecido. Al principio no había ninguna
legislación que fijara las condiciones laborales de los trabajadores. En
consecuencia, sus condiciones de vida y de trabajo resultaban muy duras:
jornada laboral de 12 a 14 horas diarias y remuneraciones insuficientes.

La máquina a Vapor
La máquina a vapor
inventada por james watt trajo consigo grandes mejoras en la sociedad, con la
capacidad de mover grandes cargas.

Se creó la locomotora lo que cambio la forma como se transportaba hasta ese


momento, también en las fábricas empezaron a utilizar la maquina a vapor para las
maquinarias de fabricación, permitiendo una mayor producción de lo que hasta ese
momento se fabricaba gracias al vapor.

Revolución en el transporte

A principios del siglo XIX, la máquina de vapor comenzó a utilizarse en los


medios de transporte. Fecha de 1807 el primer barco a vapor. En 1825, en
Inglaterra, el ingeniero George Estephenson consiguió construir el primer ferrocarril.

Con el barco a vapor y los ferrocarril, el tiempo de los viajes disminuyó, el coste del
transporte bajó y aumentó aún más el volumen de los intercambios, es decir, el
mercado. Con el aumento de los intercambios y la consecuente necesidad de producir
más, se tornaron cada vez mayores los avances de la industrialización.

La Revolución Agrícola

La revolución agrícola y los cambios en la agricultura, Durante mucho tiempo el


campo fue trabajado con herramientas muy básicas, la mayoría de los procesos en la
tierra se hacían casi quede forma manual en su gran mayoría y lo que se recogía de
los campos era para el autoconsumo de los agricultores.

La tierra se había explotado en parcela no cercada de uso común, muchas


tierras estaban destinadas además a la ganadería y ¿cómo se trataba a las
cosechas? con herramientas bastante básicas que requieran mucha mano de obra, una
cantidad importante de personas intervenía en un solo procesos en el campo para
poder sacar las cosechas de esta.

Veamos algunas innovaciones más importantes… Los campos se acercaron y se


estableció lo que llamamos hoy en día como la propiedad privada, desaparecieron las
tierras destinadas a la ganadería a libremente, ya que se empezó a criar el ganado en
establos, de esta manera se hizo más eficiente los procesos en el campo y se inició a
sacarle más provecho a la agricultura.

Este conjunto de cambios, que en Gran Bretaña los podemos situar entre 1750 y
1850, hacen posible la desaparición del Antiguo Régimen económico y la
implantación del capitalismo industrial.

Estas transformaciones acaban con las sociedades agrarias e imponen las sociedades
industriales, caracterizadas por la modernización de la agricultura, los cambios
demográficos y sociales (revolución demográfica, urbanización) y el nacimiento del
capitalismo industrial como sistema económico.

Que supone una industria basada en el maquinismo y las fábricas, que sustituyen
poco a poco los pequeños talleres artesanales, la aplicación de las máquinas a los
transportes ya las comunicaciones, la acumulación de capitales, la organización de
redes financieras, la obtención de beneficios y los contratos laborales patrones-
trabajadores.

La era de la Industrialización

La industria textil mejoró la producción y la calidad de los tejidos gracias a la


máquina de vapor, que transformaba en movimiento la fuerza expansiva del vapor
de agua. La primera fábrica se creó en Manchester en 1806.

En el sistema fabril, la organización del trabajo era determinada por la disciplina que
imponían las máquinas. La industria textil generó una serie de demandas de
máquinas de hierro y materias primas que impulsaron el crecimiento de la
industria metalúrgica y química.

La metalurgia fabricaba máquinas para las industrias, armamento para el ejército y


planchas metálicas para hacer barcos, locomotoras, puentes, raíles, etc.

Se fue perfeccionando la obtención de hierro para eliminar las impurezas, y, más


tarde, mediante una aleación de hierro y carbono, se consiguió acero. La minería
aumentó su producción para proveer de carbón de coque la industria metalúrgica.
La industria química creó sustancias artificiales como el cloro, el ácido sulfúrico, la
sosa y las primeras fibras textiles artificiales.

El uso de máquinas

Muy pronto se verificó que mayor productividad y mayores ganancias para los
empresarios podrían obtenerse añadiendo al trabajo dividido el empleo de máquinas
a gran escala.

La sociedad industrial se caracterizó fundamentalmente por la utilización


sistemática de maquinaria en la producción y el transporte de mercancías.

Para comprender la importancia de las máquinas, basta recordar que ellas, a


diferencia de las herramientas, realizan trabajo utilizando básicamente fuerzas de la
naturaleza, como el viento, el agua, el fuego, el vapor, y un mínimo de fuerza
humana.

Algunos pensadores afirman que la humanidad ha realizado sus mayores progresos


creando máquinas para utilizar las energías de la naturaleza. El progreso se ha
realizado en los momentos en que la humanidad ha logrado que las fuerzas de la
naturaleza trabajen por ella a través de las máquinas.

La exigencia de producir más, con el aumento de los intercambios, prácticamente


«forzó» el progreso técnico, que pasó a constituir uno de los rasgos más
significativos de la edad moderna y edad contemporánea.

Las Etapas
Existen 2 etapas que mancaron la industrialización una llamada primera
revolución industrial (1760-1870) caracterizado por el crecimiento regular de la
población generando mano de obra abundante y la producción agrícola, la división
del trabajo industrial provocando un cambio en la estructura de la población activa, la
introducción de innovaciones técnicas, la configuración de la fábrica como lugar de
producción, la articulación de mercados más amplios a través de la expansión del
comercio y el desarrollo de una mentalidad empresarial, focalizado especialmente en
el mundo del textil algodonero y la siderurgia y que finalizaría con una grave crisis
debido a la sobreproducción que generaba.

Y una segunda revolución industrial (1870-1914) que la superaría con la


introducción de novedades en el campo de las fuentes de energía y la aparición de
nuevos sistemas de producción, transporte, comunicación y financiación truncados,
en parte, en 1914 por el estallido de la primera Guerra Mundial.
Primera revolución industrial
La primera revolución industrial que tuvo lugar en la mitad del siglo XVIII y
XIX tiene como principal característica la aparición de la mecanización que
había hecho cambios significativos en casi todos los sectores de la vida humana.

La fabricación principal estaba tejiendo lana. Pero fue en la producción de los tejidos
de algodón que comenzó el proceso de mecanización, es decir, del paso de la
manufactura al sistema fabril.

La mecanización se extendió del sector textil para la metalurgia, para el transporte,


para la agricultura y para otros sectores de la economía. Diversos inventos
revolucionaron las técnicas de producción y alteraron el sistema de poder económico.

La invención de máquinas, el aprovechamiento de la energía calorífica del carbón


mineral y su transformación en energía mecánica para hacer funcionar las máquinas
representaron un gran avance en las técnicas empleadas para la fabricación de
mercancías y consecuentemente, en el aumento de la producción.

por tanto, Inglaterra se pasó de la manufactura a la maquinofactura. Producía y


vendía sus productos industriales en todo el mundo, gracias, entre otros factores, a la
expansión del sistema colonial. De esta forma, en el siglo XVIII, el país se convirtió
en la nación capitalizada del mundo, siendo Londres la capital financiera
internacional.

Este momento representó una verdadera revolución en el modo de producir


mercancías en tiempo bastante menor, si se compara a la manufactura.

El desarrollo inicial de las industrias textiles mecanizadas en gran parte de Europa y


Estados Unidos dependía de muchas de estas invenciones británicas. Esta revolución
se conoció como Primera Revolución Industrial.

Segunda revolución industrial


Esta es una nueva etapa de crecimiento económico, caracterizada por un
extraordinario progreso científico y técnico que facilitó un rápido desarrollo de
todos los medios de producción y de nuevas formas de organizar la producción y el
trabajo. Esta nueva etapa en el desarrollo económico de las potencias industriales se
prolongó hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Entre los años 1870 y 1880 se comenzaron a producir una serie de cambios en la
producción industrial que llamamos Segunda Revolución de la Industrial y que
establecieron las bases del actual sistema de producción.

Los inicios de este proceso, que se prolongó hasta 1920, los encontramos en Estados
Unidos y se produjo también en el Reino Unido, Francia, Alemania y Japón.

Esta segunda Etapa de la revolución se caracterizó por la mejora de la


producción gracias a la incorporación de nuevas fuentes de energía como la
electricidad y el petróleo, la obtención de nuevos materiales como el acero y la
aplicación de nuevas formas de trabajo como la automatización y el trabajo en
cadena. Además, surgió un nuevo tipo de capitalismo: el capitalismo financiero, fruto
de las grandes inversiones realizadas con los beneficios que había aportado el primer
estallido industrial y el dinero procedente de la banca.

La electricidad, que ya había sido descubierta en el siglo XVIII, sustituyó


gradualmente el vapor de agua como fuente de energía. El uso industrial de la
electricidad fue posible en encontrar maneras de generarla (turbina y dinamo),
transportarla y almacenarla (acumulador) y convertirla en energía mecánica (motor
eléctrico).

Fue aplicada en la metalurgia, la iluminación (lámpara de arco, bombilla) mejorando


la iluminación urbana y posibilitando el trabajo nocturno a las fábricas, en aparatos
de nueva invención y en sistemas de comunicación. También permitió electrificar y
ampliar la red ferroviaria y construir locomotoras más rápidas, así como grandes
barcos metálicos impulsados por turbinas.

El petróleo, conocido desde la antigüedad, fue estudiado como fuente de energía


hasta que se obtuvo el combustible de dos nuevos sistemas de transporte: el
automóvil y el avión. Se aplicó a la nueva industria del plástico y en la obtención de
energía termoeléctrica.

En las fábricas, las formas de trabajo cambiaron de empresas familiares con pocos
trabajadores se pasó a centros de trabajo con muchos operarios y una compleja
organización. Para aumentar la producción se aplicó la cadena de montaje, en el que
cada trabajador sólo intervenía en una parte de la fabricación del producto
automatizando repetidamente sus movimientos. Este modelo quedaba muy lejos del
artesano tradicional, ya que no era necesario un esfuerzo intelectual para realizarlo y
se desconocía el proceso global de fabricación.
Al mismo tiempo se llevó a cabo el sistema de producción en serie, en el que cada
fábrica se especializaba en la elaboración de unas piezas determinadas o en el
montaje final de un producto.

Con estos dos métodos se aumentó la producción, se redujeron gastos y se abarató el


precio final de los productos.

La invención del motor de explosión y la aplicación del petróleo como combustible


fueron la base del nacimiento de la industria automovilística, que alcanzó un gran
desarrollo en los Estados Unidos y rápidamente se convirtió en uno de los sectores
más poderosos que ofrecían un elevado número de puestos de trabajo y estimulaban
el desarrollo de industrias secundarias que cogerían una gran importancia (por
ejemplo, el caucho, los metales no ferrosos, los aparatos electrónicos, etc.).

La industria química también fue una de las punteras y Alemania se convirtió en la


pionera del sector, produciendo más del 80% de los colorantes sintéticos y ocupando
el primer lugar en industria farmacéutica. También desarrollarse la producción de
sosa, de fertilizantes sintéticos, de fibras artificiales y explosivos.

Finalmente, la utilización del cemento armado (cemento combinado con una carcasa
de hierro) permitió que la ingeniería y la industria de la construcción alcanzaran un
gran desarrollo. Este hecho hizo posible la edificación de puentes, viaductos y túneles
más largos. Además, los edificios comenzaron a crecer en altura y en EEUU
comenzaron la construcción de los primeros rascacielos.

Consecuencias de la revolución
 Crecimiento en las Ciudades, la mecanización de las tareas agrícolas y la
concentración de la producción industrial en las ciudades favorecieron la
emigración del campo a la ciudad. Muchas ciudades prosperaron
alrededor de fábricas.
 Crecimiento demográfico, la Revolución Industrial también fue un proceso
de cambio social. A lo largo del siglo XIX se aceleró el crecimiento de la
población. En 1900 en Europa vivían más de 400 millones de habitantes.
 Las causas de este crecimiento demográfico fueron dos: un descenso
brusco de la mortalidad y un incremento de la fecundidad.
 Cambios y surgimiento de una nueva clase social llamada el proletariado,
que se separó de la burguesía y fueron los llamados a trabajar de obreros
en las fábricas.
 Explotación en el Trabajo.
 Movimiento Obreros
 Sindicalismo
 Entre 1800 y 1924, 60 millones de europeos emigraron a otros continentes.
Estas migraciones transoceánicas se produjeron por oleadas: hasta el
1870 los que emigraron más fueron los británicos, sobre todo los
irlandeses y los escandinavos; posteriormente, los sucedieron los
centroeuropeos; a finales de siglo, los grupos que emigraron más fueron
los italianos, los españoles, los griegos y los turcos. La mayoría de los
emigrantes europeos se dirigieron a América.

El crecimiento de las ciudades

Los avances tecnológicos en la agricultura que generaron la revolución agrícola,


libero mano de obra que trajo como consecuencia el éxodo rural por parte de la gente
ya que con las nuevas técnicas para trabajar la tierra se redujo considerablemente la
mano de obra y el personal que se requería para trabajarlas.

Las personas decidieron irse a las ciudades, y comenzó una actividad que tendría
gran auge en aquella época.

El comercio, los talleres artesanales normalmente lo que producían en aquella época


solo les alcanzaba para el autoconsumo, con las mejores tecnológicas, sobrepasaban
la cantidad que producían, ahora podían vender lo que producían y requerían
personal para esta actividad y se generó el comercio.

Crecimiento demográfico

La población empezó a crecer como consecuencia de que las mejoras en las


industrias en los procesos de fabricación, las condiciones de vida mejoraron
notablemente, se creó una red de alcantarillado, las condiciones sanitarias mejoraron,
se creó algo muy útil como el jabón, los alimentos se consumían en mejor estado
producto del mejor rendimiento de la agricultura, esta mejores en la sociedad
permitieron disminuir notablemente la mortalidad y a alargar la vida de los europeos.

A los avances tecnológicos y en la agricultura también se le suma el desarrollo de la


vacuna, con el descubrimiento y desarrollo de la vacuna, que ayuda a parar con las
epidemias que periódicamente caían sobre la población.

Al haber menos mortalidad que antes el crecimiento de la población empezó a


notarse, además en esta época hubo un aumento significativo de la natalidad.
El trabajo en las fábricas y los problemas sociales

Las transformaciones en la economía que produjo la revolución en Inglaterra trajeron


como consecuencia que se alteraran las estructuras sociales que estaban vigente
desde la edad medieval.

El éxodo rural provocado por las maquinas que reemplazaban el trabajo del
campesino, hizo que estos de desvincularan del campo, y del sistema feudal que
estaba en ese momento, algunos se convirtieron en jornaleros los cuales eran
retribuidos con buenos salarios, pero la gran mayoría que fueron a la ciudad y los
artesanos, se trasladaron a las fábricas en calidad de obreros. Una nueva clase
trabajadora que nace producto del avance de la industria llamada proletariado.

Empresarios y proletarios

El nuevo sistema industrial transforma las relaciones sociales y crea dos nuevas
clases sociales, fundamentales para la operación del sistema. Los empresarios
(capitalistas) son los propietarios de los capitales, edificios, máquinas, materias
primas y bienes producidos por el trabajo. Los obreros, proletarios o trabajadores
asalariados, sólo tienen su fuerza de trabajo y la venden a los empresarios para
producir mercancías a cambio de salarios.

Explotación del trabajo

Al principio de la revolución los empresarios imponen duras condiciones de trabajo a


los obreros sin aumentar los salarios para así aumentar la producción y garantizar un
margen de beneficio creciente. La disciplina es rigurosa pero las condiciones de
trabajo no siempre ofrecen seguridad. En algunas fábricas la jornada supera las 15
horas, los descansos y las vacaciones no se cumplen y las mujeres y los niños no
tienen tratamiento diferenciado.

Movimientos obreros

Surgen de los conflictos entre obreros, revueltos con las pésimas condiciones de
trabajo, y empresarios. Las primeras manifestaciones son de depredación de
máquinas e instalaciones fabriles. Con el tiempo surgen organizaciones de
trabajadores de la misma área.

Sindicalismo

El resultado de un largo proceso en el que los trabajadores adquieren gradualmente el


derecho de asociación. En 1824, en Inglaterra, se crean los primeros centros de ayuda
mutua y de formación profesional. En 1833 los trabajadores ingleses organizan los
sindicatos como asociaciones locales o por oficio, para obtener mejores condiciones
de trabajo y de vida.

Los sindicatos conquistaron el derecho de funcionamiento en 1864 en Francia, en


1866 en los Estados Unidos, y en 1869 en Alemania.

Inventos en la revolución industrial


En la primera fase de la revolución, las invenciones posibilitaron el surgimiento de
miles de fábricas, la aceleración de la producción y también de las ganancias:

 Máquina de vapor (Thomas Newcomen)


 Locomotora a capor (George Stephenson)
 Barco de vapor (Robert Fulton)
 Máquina de Hargreaves (Hargreaves)
 Tear Hidráulico (Arkwright)
 Tejido Mecánico (Cartwright)

En la segunda etapa, otras invenciones influenciados aún mayores avances en


industrias tales como el uso de aceite, nuevas fuentes de energía y el uso de la
electricidad, la invención del motor de combustión interna, la invención de nuevos
medios de transporte, la introducción de máquinas automáticas, el empleo de metales
ligeros, como el aluminio y el magnesio, el perfeccionamiento de la producción de
acero, etc.

Cómo citar este contenido:


Profe en Historia - Portal de Historia de la Humanidad (2019). "La Revolución Industrial –
Primera y Segunda Etapa (Resumen)". Recuperado
de: https://profeenhistoria.com/revolucion-industrial/

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Primera y segunda revolución industrial


David Enríquez

agosto 13, 2018


Historia

Resumen: En el siguiente artículo son descritas las características generales de lo


que en historia mundial es señalado como primera y segunda revolución industrial.

Primera revolución industrial


La primera revolución industrial abarca el tiempo desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta
la primera mitad del siglo XIX. La segunda manifestación de este fenómeno económico, social
y tecnológico, ocurrió de 1860 a 1914.

Estas etapas han sido notorias en la historia de la humanidad por el acelerado desarrollo técnico
en ellas, y en este aspecto destaca la primera revolución industrial, que representó los mayores
cambios en el paisaje social de los seres humanos, desde el neolítico.

La primera revolución industrial comenzó en Gran Bretaña aproximadamente en 1760,


extendiéndose durante los siguientes cien años hacia la mayoría de los países que constituían
a Europa en aquel entonces, y también a los recientemente conformados Estados Unidos de
América.
Durante la primera revolución industrial, las naciones afectadas pasaron de una economía rural,
basada en la agricultura y el comercio, a una economía urbana, industrializada, mecanizada,
simplificada y, así, masificada. En 1800 se alcanzó a tener un crecimiento sostenido de la
riqueza que permitió la transición hacia un uso amplio de las novedosas máquinas,
especialmente en el transporte y el trabajo, abandonando la tracción animal y la producción
basada en las labores manuales.

Las máquinas para trabajar textiles y para extraer carbón de las minas son características del
comienzo de la primera revolución industrial, aunque lo más representativo de este periodo
estaba por venir. En 1769 James Watt patentó la primera de los miles de máquinas de vapor
que habían de ser usadas durante esta época en barcos, trenes, construcciones y fábricas de
diversas índoles, a lo largo y ancho del mundo.

El personaje más destacado de la primera revolución industrial es, por lo tanto, el escocés
James Watt, quien inventó y patentó la máquina de vapor en 1769.

Segunda revolución industrial


La segunda revolución industrial es ubicada inmediatamente después de la primera, dado que
generalmente se le ubica entre 1860 y 1914, aunque su desarrollo fue más acelerado y amplio
que en la etapa anterior, llegando a alcanzar el Asia, a través del imperio japonés.

Durante este segundo periodo de grandes avances técnicos vividos por la humanidad, hubo una
serie de personajes, invenciones y sucesos notables que habían de cambiar el tipo de industria
que las naciones ostentaban, así como sus sistemas económicos, científicos, educativos,
laborales y políticos.

Además de lo mencionado, la segunda revolución industrial destaca como una etapa importante
para la humanidad por representar también lo que los historiadores económicos llaman “primera
globalización”.

El origen de esta segunda revolución de la industria mundial es ubicado alrededor de 1860


porque entre ese año y 1914, en Estados Unidos y Alemania ocurrieron un vasto número de
invenciones que acabarían por conformar un nuevo sistema tecnológico, definitivamente distinto
al de la primera revolución industrial.

Una de las invenciones más trascendentes de la segunda revolución industrial es el motor de


combustión interna, desarrollado y patentado como lo conocemos hoy, por el alemán Nikolaus
Otto, en 1886. Y aunque las máquinas de vapor realmente vieron su auge durante la segunda
revolución industrial (a través de la construcción de miles y miles de kilómetros de vías férreas
y de enormes barcos de calderas a vapor), el motor de combustión interna aparece como el
factor técnico de transformación industrial que había de llevar hacia el auge tecnológico vivido
en el siglo XX.
Para 1914 Henry Ford ya había vendido más de 250,000 unidades de su modelo T, que andaba
con un motor de combustión interna y así se posicionaba, junto con la también incipiente
aviación, como el medio de transporte de mayor crecimiento en el futuro.

Por otra parte, el auge del motor de combustión interna representa a la vez el auge en el uso
de nuevos combustibles como el petróleo y el gas, que serían la base del desarrollo económico
de las naciones durante el siglo entrante.

Pero volviendo al auge de los medios de transporte nacidos durante la primera revolución
industrial, como son el ferrocarril y los barcos propulsados con vapor, cabe decir que su
desarrollo durante la segunda revolución industrial fue espectacular.

De contar con aproximadamente 4000 kilómetros de vías férreas en 1840, para 1870 el
continente europeo pasó a tener más de 100,000, mientras que Estados Unidos llegó a construir
más de 70,000 kilómetros, en escasos 30 años. Esto reafirmó al tren como el medio de
transporte terrestre más utilizado, creándose así las grandes redes transcontinentales de
América del Norte (hacia 1870) y de Eurasia (Transiberiano y Orient Express, hacia 1900).
El desarrollo exponencial de las vías del ferrocarril, al tiempo que estructuró un nuevo modelo
de comercio internacional basado en la producción especializada de cada país y en el
intercambio de materias a partir de precios estandarizados, también posibilitó enormes
movimientos migratorios, al igual que los barcos de calderas que incluso transportaban grandes
masas de gente en viajes intercontinentales, como fue el caso de los 55 millones de europeos
que migraron a Norteamérica entre 1850 y 1940.

La causa de las grandes migraciones durante la segunda revolución industrial fue,


principalmente, el tremendo crecimiento demográfico que hubo en Europa durante el siglo XVIII,
que a su vez tuvo distintas causas que vale la pena señalar como motivos de los grandes
movimientos poblacionales que iban a ocurrir en los albores del siglo XX.
Un primer motivo de la explosión demográfica iniciada en la Europa del siglo XVIII, fue la
capacidad exponencial que adquirieron las naciones de producir alimentos. Con el uso de
nuevas técnicas y tecnologías, los países de ese entonces lograron obtener un mayor
rendimiento de las tierras de cultivo, consecuentemente pudiendo tener más habitantes y fuerza
de trabajo. Esto condujo a que se conglomeraran masas poblacionales muy grandes que
encontraron en el tren y los trasatlánticos, los medios de transporte para buscar una vida mejor,
en alguna otra patria que también estuviera en vías de desarrollo.

El segundo motivo del gran crecimiento poblacional que ocurriera en Europa y la mayor parte
del mundo industrializado durante los siglos XVIII y XIX, fue la reducción de la tasa de mortalidad
que generaron los avances en medicina, que más bien llevaron a un crecimiento sostenido en
las tazas de natalidad.

Vistas así, la sobrepoblación y la migración masiva aparecen históricamente como


consecuencias del desarrollo tecnológico, pero estos no son todos los efectos del poder de la
técnica. El capitalismo nació con la segunda revolución industrial, durante la segunda mitad del
siglo XIX, porque no habiendo ninguna ley preventiva ni aún el concepto de “monopolio”, el
nuevo excedente de trabajadores fue aprovechado y capitalizado por los pocos que poseían el
dinero para hacerlo, y así unos cuantos controlaron el trabajo de muchísimos, muy rápidamente,
y con la misma celeridad abarcaron y dominaron el mercado mundial. El siguiente paso fue crear
una Unión de capitalistas, para así proteger sus riquezas y zonas de influencia. La investigación
y el desarrollo de la ciencia, por lo tanto, se convirtieron en valores fundamentales para los
países que se entregaron a la industrialización.
Fue en esta ápoca cuando surgieron nuevas potencias en innovación y desarrollo tecnológico,
además de la vieja Inglaterra, como los ingeniosos alemanes, los perfeccionistas y ambiciosos
japoneses, y los competitivos estadounidenses.

Finalmente, en la transición de la primera a la segunda revolución industrial también cambió


radicalmente el aspecto de las ciudades, porque se pasó de usar el fuego como principal fuente
de luz en faroles y veladoras, a la aplicación de la energía eléctrica en la iluminación de calles
e interiores, a través de la novedosa bombilla incandescente. Esta última fue inventada por
Joseph Wilson Swan en 1879, luego fue desarrolla por Thomas Alva Edison, quien patentó la
bombilla incandescente de filamento de carbono, y eventualmente fue perfeccionada por el
brillante Nikola Tesla, quien también perfeccionó la electrificación de las ciudades mediante la
aún vigente “corriente alterna”.
Recapitulando, durante la segunda revolución industrial se dio el paso de la máquina de vapor
y el carbón, al motor de combustión interna y la energía eléctrica, sin olvidar el paso de una
economía local a una global, monopolista, y la transformación definitiva del paisaje rural en
urbano.

Estas revoluciones industriales son dos sucesos importantísimos para la humanidad, ya que a
partir de ellas se desarrollaron las tecnologías que han permitido mejorar y prolongar la vida,
fundando los principios de nuestro actual estilo de vida; sin embargo, sus efectos negativos no
fueron calculados con agudeza suficiente y hoy en día los altos niveles de generación de CO2
derivados de la gran industrialización son la principal fuente de uno de los mayores problemas
de la actualidad: el calentamiento global.

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David Enríquez
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Segunda Revolución Industrial


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[[Archivo:BASF Werk Ludwigshafen 1881.JPG|miniatura|280px|Factoría


química BASF en Ludwigshafen, Alemania, 1881.]socioeconómicas interrelacionadas que se
produjeron aproximadamente entre 1850-1870 hasta 1914. Durante este periodo los cambios
sufrieron una fuerte aceleración. El proceso de industrialización cambió su naturaleza y el
crecimiento económico varió de modelo. Los cambios técnicos siguieron ocupando una
posición central, junto a las innovaciones técnicas concentradas, esencialmente, en nuevas
fuentes de energía como el gas, el petróleo o la electricidad; nuevos materiales y nuevos
sistemas de transporte (avión y automóvil) y comunicación (teléfono y radio) indujeron
transformaciones en cadena que afectaron al factor trabajo y al sistema educativo y científico;
al tamaño y gestión de las empresas, a la forma de organización del trabajo, al consumo,
hasta desembocar también en la política.1
Este proceso se produjo en el marco de la denominada primera globalización, que supuso una
progresiva internacionalización de la economía, y que funcionaba de forma creciente a escala
mundial por la revolución de los transportes. Ello condujo a su extensión a más territorios que
la primera revolución, limitada a Gran Bretaña, y que llegaría a alcanzar a casi toda Europa
occidental, Estados Unidos y Japón.2
Entre los cambios sucedidos en los países que vivieron la industrialización durante este
periodo destacan las innovaciones tecnológicas, los cambios organizativos en las empresas y
los mercados y el nacimiento de lo que podría considerarse como la primera globalización.3 no
dice consecuencias

Índice

 1Uso del término "revolución"


 2Avance técnico y científico
o 2.1El hierro
 3Revolución del transporte
 4Crecimiento demográfico y grandes migraciones
 5El capitalismo
 6Nacimiento de nuevas potencias
 7Véase también
 8Referencias

Uso del término "revolución"[editar]


El título de segunda revolución industrial hacía referencia originariamente a la segunda
revolución técnica experimentada en el proceso de industrialización, aunque hoy ha ampliado
este significado para designar el conjunto de transformaciones que caracterizan a esta nueva
fase del proceso.
No existe una única definición para el término "revolución industrial" y pueden atribuirse varios
significados al término según el enfoque y el contexto en el que se exprese. Según David
Landes existen por lo menos tres acepciones o modos de uso del término: a) el que hace
referencia al conjunto de innovaciones tecnológicas que sustituyen la habilidad humana por
maquinaria y la fuerza animal por energía, y que provocan el paso de la producción artesanal
a la fabril; b) aquel que se utiliza para remarcar un cambio tecnológico rápido e importante en
algún periodo histórico determinado o como secuencias de innovaciones determinadas; y c)
hace referencia específica al periodo del siglo XVIII en el cual se da un cambio económico y
social al pasar de una producción agraria y artesanal a otra mecanizada o industrial iniciada
en Inglaterra y expandida desigualmente a Europa continental.4

Avance técnico y científico[editar]


El proceso de cambio técnico durante la Segunda Revolución Industrial constituyó uno de los
más trascendentales cambios desde el punto de vista histórico, cuando las innovaciones
tecnológicas adquirieron el carácter de modernidad, que sentó las bases tecnológicas del siglo
XX y se distanció de las bases de la primera revolución.
La ciencia y la tecnología en este periodo se caracterizó por la mayor complejidad de las
máquinas y equipos y por una relación más estrecha entre ambas que requirió una mayor
cualificación para su implantación, lo que dificultó su difusión. El núcleo del cambio técnico se
diversificó hacia más sectores y se amplió geográficamente, hacia toda Europa y Estados
Unidos. Algunos de esos inventos aparecieron en las décadas de 1850 y 1860, pero las
innovaciones más radicales surgieron en el periodo entre 1870 y 1913 en Estados Unidos y
Alemania principalmente, en los que se concentró la mayor parte de las invenciones que se
desarrollarían posteriormente a lo largo del siglo XX. Todos estos descubrimientos acabaron
por conformar un nuevo sistema tecnológico.
El resultado de este nuevo sistema fue la ampliación de los recursos naturales dispuestos, el
desarrollo de otras innovaciones tecnológicas complementarias, el ahorro de trabajo que
generó un incremento enorme de la productividad, mayores beneficios, salarios más altos,
precios de consumo más bajos y una gama de nuevos productos. El nuevo sistema
tecnológico, en definitiva, puede considerarse el motor del crecimiento de fines del siglo XIX y
del primer siglo XX.
Se distinguen tres fuentes fundamentales de avance tecnológico en este periodo:1

 La aparición de nuevos materiales, la lista de nuevos materiales descubiertos es larga:


o Se descubren nuevos metales como:
 Acero (1855), ya utilizado anteriormente pero que se convierte por su baratura en
el metal estrella de la época, sustituyendo al hierro.
 Zinc (c. 1830), tendrá una cierta importancia ya que al mezclarse con el hierro
detiene su oxidación.
 Aluminio cuya historia va ligada al avance de la electricidad. Es un metal muy
ligero y resistente. Fue descubierto por Wökler en 1845 pero hasta 1886 no se
generaliza, cuando Hall le aplicó el proceso de electrólisis.
 El níquel (1860) se usó principalmente para mezclarlo con el acero y lograr así
el acero inoxidable. Al mezclarlo con el cobre se crea una aleación llamada alpaca
que tuvo muchas aplicaciones en el campo doméstico.
 Manganeso y cromo (c. 1900)
 El cobre tendrá también una gran importancia, al perfeccionarse su producción se
va a destinar, casi exclusivamente, a la industria eléctrica, bien como conductor o
bien como componente de los motores eléctricos.
o Productos químicos, la industria química va a experimentar una expansión sin
precedentes y se van a encontrar avances prácticamente para todos los campos de la
producción, unos ya conocidos pero que ahora se producen mediante procedimientos
nuevos:
 La sosa se va a producir de manera rentable tras los descubrimientos del belga
Solvay, éste hizo pasar amoníaco por agua salada, así se genera bicarbonato
sódicosusceptible de convertirse fácilmente en sosa; esto multiplicó la producción
mundial de este producto.
 Los colorantes artificiales van a sustituir a los colorantes naturales anteriores y se
obtendrán de productos derivados de la hulla como el alquitrán y el benzol. La
investigación en este campo fue muy intensa debido a la gran demanda de la
industria textil y en menos de 20 años se encontraron sustitutos de todos los tintes
naturales.
 Los explosivos adquieren un gran desarrollo. La pólvora era el único conocido y
estallaba por ignición (fuego), se van a descubrir nuevos explosivos químicos que
estallan por percusión como la nitrocelulosa y la nitroglicerina, esta última del
italiano Sobrero. En 1866 Alfred Nobel, también conocido por los premios que
llevan su nombre, inventó la dinamita, mezcla de nitroglicerina y un tipo de arcilla
llamada Kieselguhr, esto generará una gran industria de explosivos. La dinamita
tendría importantes aplicaciones en la minería y en el campo militar gracias a su
gran potencia y estabilidad.
 En el campo la demanda de fertilizantes dará lugar al desarrollo de los abonos
químicos o fertilizantes sintéticos. Se van a elaborar superfosfatos y nitrato
sódico, este último se elabora a partir de nitratos minerales procedentes de Perú y
Chile. Europa era la zona que más nitrato sódico consumía. Otros elementos
minerales indispensables para las plantas también se sintetizaron químicamente
como el abono de potasio.
o El cemento portland (c. 1840) asociado al fenómeno de la creciente urbanización de la
época
 La energía ha constituido históricamente un elemento fundamental de cualquier cambio
técnico trascendente y lo fue también en este momento. La oferta de energía aumentó y
se diversificó, debido al perfeccionamiento de técnicas ya conocidas, como la máquina de
Watt, la turbina o la industria del gas, y por otro lado gracias a las nuevas formas de
energía, como la electricidad y el petróleo, con grandes ventajas en su utilización.
 La mecanización continuó con un progresivo proceso de avance, debido a la creciente
escala de las unidades de producción, facilitado por el empleo del acero y otros metales y
de las nuevas fuentes de energía.
El hierro[editar]
[[Archivo:Barnes Railway Bridge over the River Thames - geograph.org.uk -
614881.jpg|thumb|250px|Puente de hierro del ferrocarril sobre el río Támesis reconstruido en
1895.]] El hierro seguía siendo el metal más utilizado y sobre él se van a aplicar importantes
innovaciones. Thomas en 1878 inventó un sistema para explotar el hierro rico en fósforo,
hasta entonces no se habían tenido en consideración estos yacimientos por el carácter
quebradizo del metal. El procedimiento Siemens-Martin abarató la obtención de este mismo
producto.
Durante la primera revolución industrial el hierro se aplicó casi exclusivamente al ferrocarril,
ahora va a encontrar nuevas aplicaciones como la construcción y el armamento. En el terreno
constructivo se van a levantar puentes de hierro, estaciones de trenes, mercados,
monumentos como la Torre Eiffel en 1889, y sería la base para la construcción de los primeros
rascacielos en Chicago al hacer estos edificios con una estructura de hierro.
El acero (aleación de hierro con una pequeña cantidad de carbono) era un metal muy caro de
producir y su utilización se limitaba a escasos productos: cuchillería, aparatos de precisión... El
panorama cambia al aparecer nuevos procedimientos como el convertidor de Bessemer en
1856 que permitió incrementar la producción de acero a un precio razonable. En el campo
armamentístico se utilizará más el acero que el hierro, las nuevas aplicaciones pasan por la
construcción de acorazados o submarinos totalmente revestidos de acero.
Revolución del transporte[editar]

Locomotora de 1874 en el ferrocarril de Pensilvania

Durante este periodo el coste de los transportes experimentó un gran descenso que permitió
la integración de los mercados hasta entonces muy desconectados, esto se pone de
manifiesto, por ejemplo en el precio del trigo y maíz en Inglaterra y Estados Unidos, mientras
que en 1860 el precio del trigo en Liverpool casi doblaba el del mercado de Chicago; hacia
1915 los precios eran casi iguales. Este abaratamiento impulsó el comercio internacional, la
integración de los mercados nacionales e internacionales, la unión de zonas productoras y
consumidoras de todo tipo de recursos y las migraciones generalizadas de personas.
El cambio en el ferrocarril fue espectacular y siguió siendo el medio de comunicación terrestre
más utilizado. Así, mientras que en 1840 el desarrollo ferroviario era todavía escaso,
en Europa solo nueve países habían construido alguna línea ferroviaria, con una red en todo
el continente de menos de 4000 kilómetros y solo cuatro países (Gran
Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica) que habían superado los 300 kilómetros, en Estados
Unidos en esa misma fecha se habían construido 4510 kilómetros. Treinta años después, en
1870, se había consolidado este medio y se superaban en Europa los 100 000 km de
extensión y en Estados Unidos 70 000.
España en 1848, fue el décimo país del mundo en inaugurar una línea ferroviaria, la de
Barcelona a Mataró, aunque en 1837 ya había entrado en funcionamiento el ferrocarril entre la
Habana y Güines en la Cuba española; a estos les siguió en 1851 la línea entre Madrid y
Aranjuez. Se siguieron construyendo vías ferroviarias desde los lugares en los que se había
originado (Europa Occidental y noreste de los EE. UU.) hacia lugares más lejanos, creándose
así las grandes redes transcontinentales de América del Norte (hacia 1870) y Eurasia, como
por ejemplo el Transiberiano y el Expreso de Oriente hacia 1900.
El desarrollo del transporte naval fue también muy notable. Por un lado los clípers que
llegaban desde Inglaterra hasta el Pacífico y Australia, supusieron el canto del cisne de la
navegación a vela. Pero lo más importante fue la aplicación sistemática a los barcos
de calderas a vapor de triple y cuádruple expansión mucho más eficientes, la introducción del
casco de hierro en 1860 y posteriormente de acero en 1879 y la aplicación de la turbina a
vapor en 1894. Estas innovaciones disminuyeron los costes de mantenimiento y
funcionamiento de las naves y aumentaron el espacio reservado para las mercancías y los
pasajeros. Hacia 1880 también se disminuyeron las tripulaciones y los costes con la
desaparición del velamen auxiliar del que disponían todavía los barcos a vapor. Todos estos
cambios permitieron reducir los fletes del transporte atlántico en un 45 por ciento.5

Crecimiento demográfico y grandes migraciones[editar]


Durante el siglo XVIII el ritmo de crecimiento de la población europea experimentó un
espectacular crecimiento generado por múltiples factores. En primer término, las
transformaciones en la producción agrícola; con la incorporación y aplicación de nuevas
tecnologías y técnicas que permitieron obtener un mayor rendimiento de los terrenos de
cultivo, la introducción de cultivos provenientes del continente americano (papa, maíz), así
como la explotación de terrenos cultivables en los continentes colonizados, contribuyeron al
aumento de la población al incrementarse la capacidad de producir alimentos. Así mismo, los
avances en la medicina produjeron una reducción considerable en las tasas de mortalidad y
un incremento sostenido en las tasas de natalidad. De esta manera, entre los siglos XVIII y
XIX el continente europeo experimentó un crecimiento espectacular en su población, que pasó
de 208 a 430 millones (207 %), en el periodo citado.6
Los cambios demográficos, así como la rápida urbanización de la población y un excedente de
la población activa, como consecuencia de la capacidad productiva de la agricultura
impulsados por la Revolución Industrial, motivaron movimientos migratorios de la población
europea de gran magnitud hacia países en proceso de industrialización. Además de los
anteriores, otro factor que contribuyó a impulsar las corrientes migratorias fue la revolución en
el transporte, con la aplicación del vapor en el transporte terrestre y la navegación, a través de
los transatlánticos impulsados por turbinas de vapor, que facilitaron el transporte de pasajeros
y mercancías, al reducirse de forma considerable el costo y tiempo empleados en los
desplazamientos entre Europa y América. Se calcula que entre el periodo entre 1850 y 1940
se desplazaron cerca de 55 millones de europeos, la mayoría de ellos, se asentaron en los
Estados Unidos, país que se convirtió en el principal polo de atracción de emigrantes
europeos provenientes de las islas británicas, Italia, Alemania, entre otros, aunque los
movimientos migratorios también se dirigieron hacia países como Argentina, Venezuela, Brasil
y Canadá.7

El capitalismo[editar]
El desarrollo del capitalismo monopolista en la segunda mitad del siglo XIX se produjo en el
marco de un nuevo ciclo de expansión general y fue acompañado de un nuevo crecimiento de
las fuerzas productivas de varios países. De este modo, el capital se centralizó y la producción
se concentró al formarse el monopolio con el acuerdo y unión de capitalistas. Así, los
monopolios lograron determinar las condiciones de venta de gran parte de los productos,
fijando los precios y obteniendo por ende mayores ganancias. Sin embargo, los monopolios, si
bien tendieron a lograr un mayor o mejor control de los mercados, no eliminaron por completo
la lucha por la competencia, la cual ocurrió tanto entre las mismas corporaciones monopolistas
como entre las empresas que se mantuvieron al margen de los carteles y de los trusts. Por el
contrario, la hicieron más violenta tanto a nivel de los mercados internos como de los
internacionales. En este escenario, los bancos jugaron un nuevo papel decisivo para la
transformación del capitalismo en un fenómeno que caracterizaría a la segunda parte del siglo
XIX, así como a la primera del siglo XX: el imperialismo (es decir, los intentos de establecer o
mantener una soberanía formal de una potencia determinada sobre otras sociedades
subordinadas a esta).
Durante este período, el imperio alemán rivalizó o sustituyó al de Gran Bretaña y de Irlanda
como la nación industrial primaria en Europa. Esto ocurrió como resultado de varios factores.
Alemania, habiéndose industrializado después de Gran Bretaña, pudo modelar sus fábricas
como las de Gran Bretaña, ahorrando así una cantidad substancial de capital, esfuerzo y
tiempo. Mientras que Alemania hizo uso de los últimos conceptos tecnológicos, los británicos
continuaron utilizando tecnología costosa y anticuada. En el desarrollo de la ciencia y la
investigación pura, los alemanes invirtieron más pesadamente que los británicos,
especialmente en la industria química. El sistema alemán del cartel(conocido como Konzerne),
siendo perceptiblemente concentrado, podía hacer un uso más eficiente del capital fluido.
Algunos creen que los pagos de reparación exigidos de Francia después de su derrota en
la Guerra Franco-Prusiana de 1870 y 1871 habría proporcionado el capital necesario para
permitir inversiones públicas masivas en infraestructura como ferrocarriles. Esto proporcionó
un mercado grande para los productos de acero innovadores y facilitó el transporte. La
anexión por parte de las provincias de Alsacia y Lorena, provocó que una parte de la que
había sido la base industrial francesa pasase a Alemania. En los Estados Unidos la Segunda
Revolución Industrial se asocia comúnmente a la electrificación según lo iniciado por Nikola
Tesla, Thomas Alva Edison y George Westinghouse y por la gerencia científica según lo
aplicado por Frederick Winslow Taylor.

Nacimiento de nuevas potencias[editar]


Si bien, en la Primera Revolución Industrial, Inglaterra se convirtió en la primera potencia
económica, durante la Segunda Revolución Industrial esta situación cambió radicalmente con
la emergencia de nuevas potencias: Alemania, que a partir de su unificación tuvo un
destacado desarrollo económico e industrial, así como los Estados Unidos y Japón. Por otra
parte, Japón a partir de la segunda mitad del siglo XIX, comenzó a seguir un proceso de
modernización. La restauración Meiji emprendió una serie de reformas que tenían como
propósito romper el aislamiento en que había permanecido el país y eliminar los obstáculos al
crecimiento económico impuestos por el régimen de gobierno antecesor, tomando como
modelos de referencia a los países occidentales, principalmente los Estados Unidos, que
habían ingresado en su territorio. De esta manera, el gobierno Meiji promovió la creación de
fuentes para la industria pesada con tecnología importada desde Europa, así como la
expansión del poderío militar. Para principios del siglo XX, Japón había logrado consolidar un
importante crecimiento industrial despuntado como potencia económica.8

 Comenzó su proceso industrial en 1840, y en 1914 se convierte en la principal potencia


industrial.
 Fue la principal potencia gracias a sus avances tecnológicos y el buen uso de la
economía.
 A principios del siglo XIX los obstáculos para una producción industrial era de orden
institucional: estaba fragmentada en 39 pequeños estados (unidades políticas
independientes). Esto pone trabas al proceso industrializador debido a las barreras
aduaneras, a la existencia de una moneda distinta y al monopolio comercial. Hay dificultad
de poner en marcha un mercado interno unificado.
 Pervivencia de rasgos feudales que limitan la movilización geográfica, desalientan
innovaciones y la iniciativa personal. Todos estos rasgos feudales desaparecen con la
invasión (1810).
 1834. Mercado único de la Unión aduanera del estado, que es comercial, no política.
Proceso industrializador con éxito por todo el continente debido a la disposición de los
recursos naturales y la larga tradición industrial a domicilio (artesanal).
 Influye el modelo ruso. Hace frente a la competitividad de los productos ingleses que
empobrecen los mercados internos.
 Sector punta: industria siderúrgica, química y eléctrica.
 Importante el papel educativo: promoción de la educación profesional, científica y técnica.
 Papel fundamental de la liberalización de la estructura económica social heredada del
antiguo régimen; modernización de los sistemas de comunicación; política proteccionista
que impulsa el proceso industrializador.
 Importancia del crédito bancario y la gran empresa, caracterizada por una tendencia a la
expansión e integración vertical.

 Disponibilidad de recursos naturales (algodón, petróleo, oro, minerales, cuero, etc).


 Evolución demográfica.
El proceso demográfico de Estados Unidos tuvo tres rasgos esenciales que lo caracterizaron.
En cuanto a la población, este país no superaba los cuatro millones de habitantes en el primer
período; sin embargo la misma se fue duplicando cada 23 años, hasta que en vísperas de la
Guerra de Secesión logró alcanzar los 32 millones. No obstante, en el último tercio del siglo se
evidenciaría un relativo descenso en dicho crecimiento.

Véase también[editar]
 Era de la máquina
 Industrialización
 Lean Manufacturing
 Ludismo
 Monozukuri
 Primera globalización
 Revolución Industrial
 Sistema de producción
 Sistema de producción Toyota
 Tercera revolución industrial
 Teoría de Olduvai

Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Bilbao, Luis M.; Lanza, Ramón. Universidad Autónoma de Madrid, ed. Historia
económica (LOS INICIOS DE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, 1870-1914).
Consultado el 23 de mayo de 2015.
2. ↑ «Segundo grupo de países que se industrializan». elergonomista. 2010. Archivado desde el
original el 27 de febrero de 2010. Consultado el 30 de diciembre de 2010.
3. ↑ Comín Comín, Alberto (2011). «6». Historia económica mundial. De los orígenes a la
actualidad. Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-5476-8.
4. ↑ Landes, David. Progreso tecnológico y revolución industrial, Madrid, Tecnos, 1979.
5. ↑ Comín, Francisco. «La segunda industrialización en el marco de la primera globalización
(1870-1913)». Historia económica mundial siglox X-XX. Crítica. ISBN 84-8432-648-9.
6. ↑ Rodríguez Osuna, Jacinto (21 de noviembre de 2015). «Migraciones exteriores, transición
demográfica y proceso de desarrollo». Revista Española de Investigaciones Sociológicas.
7. ↑ [1]
8. ↑ [2]

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Primera y segunda revolución industrial


Enviado por Ana María Vaccaro vaccaro

Partes: 1, 2

PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


Hasta mediados del siglo XIX
La llamada revolución maquinista o primera revolución industrial comienza en Inglaterra a
fines del siglo XVIII con el uso intensivo de las máquinas en el ámbito industrial, dando origen
a vertiginosos cambios en la producción y por ende en el consumo y salarios. La técnica pasó a
controlar la economíaocasionando una problemática obrera.
Introducción
La llamada revolución maquinista o primera revolución industrial comienza en Inglaterra a
fines del siglo XVIII con el uso intensivo de las máquinas en el ámbito industrial, dando origen
a vertiginosos cambios en la producción y por ende en el consumo y salarios. La técnica pasó a
controlar la economíaocasionando una problemática obrera.
ADELANTOS EN EL CAMPO DE LA FÍSICA
En cuanto a la física, para impulsar las maquinarias y el transporte se usa la fuerza del vapor
(descubrimiento de Watt) realizándose los primeros ensayos en la navegación, ya que Roberto
Fulton demostró la utilización del vapor para la impulsión de naves en la Academia
de Ciencias de París. Si bien no tuvo el éxito esperado, al regresar a su país construyó el
Clermont haciendo el primer viaje de Nueva York a Albany. Luego comienza la navegación de
barcazas con ruedas de palas por los ríos de Europa y América como las de Fulton, el ingeniero
Ericsson se encargó de la explicación de la hélice. El progreso se debe al reemplazo de la fuerza
animal por la aplicación del vapor.
Era 1814 cuando Jorge Stephenson construye la primera locomotora para arrastrar vagones de
carbón, perfeccionando su invento en 1830 idea la "Rocket" que a 24km por hora recorrió
desde Manchester a Liverpool las vías férreas, aprobando el parlamento luego de cinco años
la construcción de veintitrés líneas férreas.
El físico francés Enrique Regnault estudió las propiedades de los gases, Roberto Busen
descubre el análisis espectral e inventa una nueva pila y el mechero que lleva su nombre.
El inglés Miguel Faraday estudia el electromagnetismo, base de la máquina dimo-eléctrica,
además de descubrir el benzol.
Luis Daguerre, en 1838 inventa la fotografía a partir de una cámara oscura que por acción de
la luz fija la imagen en una plancha de yoduro de plata.
Las leyes sobre electricidad se conocen a fines del siglo XVIII.
El danés Oested en 1827 demuestra que la aguja imantada es desviada por la corriente
eléctrica, Andrés María Ampère completa estos trabajos y enuncia la famosa ley que lleva su
nombre. El francés Arago, descubre que la barra de acero era imantada por la corriente
eléctrica.
En base a estas investigaciones el alemán Federico Gauss, en 1833 idea el teléfono eléctrico.
Samuel Morse, pintor y físico norteamericano estudia los fenómenos eléctricos e inventa el
mecanismo del telégrafo, logrando en 1843 la comunicacióntelegráfica entre Washington y
Baltimore, además de crear el alfabeto que lleva su nombre.
ADELANTOS EN QUÍMICA
Al progresar la química en el siglo XIX los adelantos se aplicaron a la industria: Miguel
Chevreul establece la composición de los cuerpos grasos en 1823 y descubre la pila eléctrica.
Bautista Dumas determina la composición del agua y el aire en su exactitud. Augusto Laurent
estudia la acción de los reactivos en los componentes orgánicos.
A Jacobo Berselius se le debe la creación de la nomenclatura química precisando
el método analítico además de escribir varias obras. Federico Wöhler descubre el aluminio y el
ácido cianúrico.
Juan Dalton crea la famosa ley que lleva su nombre y estudia la enfermedad de los ojos
conocida como daltonismo.
Davy demuestra la composición del agua por electrólisis, inventa la lámpara de seguridad para
los mineros y halla nuevos cuerpos como el calcio, el magnesio y el boro.
Justo Liebig realiza progresos en química orgánica además de guiar sus estudios al servicio de
la vida práctica.
ADELANTOS EN MATEMÁTICAS
Las matemáticas en el siglo XIX se orientan hacia las ecuaciones y el análisis. Un siglo antes
Esteban Bezout redacta la "Teoría general de las ecuaciones algebraicas"; José Lagrange trabaja
sobre funciones analíticas y Gaspar Monge inicia la geometría descriptiva.
En el siglo XIX los geómetras y matemáticos Enrique Abel y Federico Gauss noruego y alemán
respectivamente estudian las ecuaciones superiores.
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HISTORIA CONTEMPORANEA

17 MAY 2019

ESCRITO POR LORENA

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:
CAUSAS, DESARROLLO Y
CONSECUENCIAS
La mayor transformación social que se ha producido en los últimos siglos ha sido
producto de la Revolución Industrial ¿Sabes qué es lo que ocurrió realmente
durante esta época y qué consecuencias tuvo a nivel mundial?. Una revolución
que muchos comparan con la tecnológica que se vive actualmente aunque para
comprenderla mejor nada como ir atrás en el tiempo y explicaros cómo se gestó,
como se desarrolló y sobre todo qué consecuencias trajo a la vida de la
humanidad. A continuación en Sobre Historia, todo sobre la Revolución
Industrial.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO [MOSTRAR]

A qué llamamos Revolución


Industrial
Sin duda, el elemento clave o que dio origen a esta revolución fue la gran
patente de James Watt que propulsó un cambio profundo que dio alas a lo que
posteriormente sería llamada como Revolución Industrial. Se trataba de la
máquina de vapor, que se aplicó a la locomotora y de ahí se pasó a un avance
tecnológico sin precedentes.
Por otro lado, una sociedad más liberal fomentó el que se introdujeran
nuevos elementos que contribuyeran al avance industrial. Se necesitaba más
carbón, se generaba más energía, y se buscaba aumentar la productividad de
los recursos propios. La mente se había abierto a la economía y la eficiencia.

A ello contribuyó también la política expansionista de determinados países


que hizo que el capitalismo se expandiera por el mundo. Adam Smith, con su
«Riqueza de las naciones» fue el pionero de este librecambismo, bajo la idea de
que esa libertad influiría en el desarrollo de una nación pero también influyó el
país en el que se originó.
Es por ello que queremos deciros que antes de que veamos con detalle todas las
etapas de la revolución industrial, cabe añadir que es realmente importante que
esta arrancara o se produjera en Gran Bretaña. Pocos libros de historia
explican esto pero lo cierto es la revolución industrial fue posible debido a la
existencia de una monarquía liberal y no absolutista, que consiguió evitar el
panorama de revoluciones que en aquella época se extendían en otros países.
Gran Bretaña estaba libre de guerras, y aunque estuvo involucrada en algunas, no
se desarrollaron en su territorio de modo que pudieron ser el escenario en el que
se gestó una revolución que tenía que ver con la industria y no con la guerra. A
esto se unió una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El
Banco de Inglaterra se fundó en 1694.

Primera etapa de la Revolución


Industrial
La primera gran etapa de la Revolución Industrial fue la que se desarrolló
entre los años 1760 y 1870. Fue un periodo marcado por los continuos inventos.
En el año 1800, Voltainventaría la pila eléctrica. Stephenson inventó la primera
locomotora de vapor en el año 1814. En 1825 se inauguró la primera línea de
pasajeros.

En 1834 fue Richard Roberts el que ideó el telar y la máquina de hilar. En


1837, Morseinventa el telégrafo y se da el primer gran impulso a las
comunicaciones. En 1863 se inaugura el primer sistema de metro del mundo
en Londres. En 1868 se lanza el primer ferrocarril transcontinental…
Pero al mismo tiempo, la sociedad comienza a sufrir prifundas transformaciones
marcadas por hechos que conducían a la implantación de unas ideas mucho más
modernas y liberales. La Revolución Francesa fue fundamental para que esas
ideas se propagaran por Europa.

Pero también la victoria de los ingleses en la Batalla de Trafalgar sirvió en


cierto modo para fomentar el auge de la Revolución Industrial. Lo que a simple
vista parecería una catástrofe para franceses y para la Revolución Industrial
española, hizo que Gran Bretaña, la gran propulsora de la Revolución, se
hiciera con el dominio del mar en el Mediterráneo. Se abrieron así las vías para
un comercio global y al mismo tiempo los canales necesarios como para que las
ideas librecambistas que tanto se defendían en Inglaterra llegaran aún más lejos.
Poco a poco, la semilla de una sociedad más avanzada basada en la tecnología
iba floreciendo. En aquella primera etapa de la Revolución Industrial, la luz
eléctrica, el gas y el transporte público (tres elementos básicos de cualquier
sociedad hoy en día) habían venido al mundo. Se había pasado de ciudades
alumbradas por petróleo y donde el único medio de transporte eran los carros de
caballos, a viajar en máquinas de vapor y a tener alumbrado eléctrico.

Nos acercábamos al siglo XX con la ilusión de nuevos descubrimientos; con


una febril actividad industrial y con una sociedad que se estaba acomodando a las
ventajas que suponía gozar de unos avances tecnológicos que laboral y
socialmente ofrecían una mayor libertad, confort y ocio. El optimismo creciente
retroalimentaba la maquinaria de la Revolución Industrial.
Pensemos además que los cambios se producen en todas las estructuras de la
sociedad que queda marcada por esos avances tecnológicos que antes os
hemos mencionado, y a los que tenemos que sumar los cambios
socioeconómicos y culturales.

Cambios tecnológicos como los que ya he dicho, con la industria del carbón en
marcha y la máquina de vapor se mezclaron con cambios culturales que se
plasmarán en un impresionante aumento de los conocimientos en todas las
ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más
notables derivan del crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo en
zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte aumento demográfico, a
consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de la mortalidad
catastrófica, dado que se produjeron también avances sanitarios, como las
vacunas, y a una mejor alimentación de la población. Esto provocará que la
población europea se multiplique en pocos años tanto por nuevos nacimientos
como porque se alarga (aunque sea un poco) la esperanza de vida.

La sociedad comienza a desarrollar en este primer periodo una clase


burguesa, pero a la vez el éxodo de población rural hacia las ciudades (la
revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano de obra en el
campo) provoca el que aparezca una nueva clase trabajadora que se agrupa
en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los barracones en los que viven
los obreros. Es la clase trabajadora que tanto se desarrolló con los años y que en
su origen se caracterizó por vivir de manera austera . En las fábricas tenían
humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y jornadas que
perfectamente superaban las doce horas diarias, trabajando siete días a la semana.
En los suburbios superpoblados y sucios eran víctimas de epidemias de fácil
propagación. La cantidad de personas afectadas por estas condiciones les lleva a
organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los primeros
movimientos obreros de protesta que desembocaron más adelante en el origen
de lo que conocemos hoy en día como sindicatos.

Segunda etapa de la Revolución


Industrial

Comenzó en 1870 aproximadamente. Y quizás fuera el invento de la dinamo la


que diera un nuevo empujón a la carrera por la modernización tecnológica. La
obtención de fuerza hidroeléctrica gracias a estas dinamos permitieron
transformarla en luz, y por ende, en energía para los nuevos transportes que iban
surgiendo.
La era de los transportes daba un nuevo salto adelante, y por otro lado, la
sociedad se veía recompensada con un nuevo elemento desconocido hasta
entonces: el alumbrado. Las horas de oscuridad, de candiles y cera, quedaban
atrás. Cuando en 1879, Thomas Edison presentó la lámpara incandescente la
sociedad ya se había preparado para los grandes avances que, uno tras otro, iban
a llegar en aquellos años de finales del XIX y principios del siglo XX.

Aquel desarrollo industrial se centró en Europa, donde el Reino Unido era el


gran dominante; la potencia mundial cuyos tentáculos se adentraban en todos
los continentes. Ellos fueron el perfecto ejemplo del significado de la Revolución
Industrial.

En primer lugar porque crearon una industria textil con la que acumularon
capital suficiente como para continuar con los estudios e innovaciones
tecnológicas, y en segundo lugar, porque su vasto imperio colonial otorgaba el
material económico y en materias primas como para afrontar con garantías la
llegada de esta segunda fase en la que la siderurgia y el ferrocarril serían los
elementos principales.
Sin embargo, aquella Revolución Industrial también tuvo sus puntos
negros, que en este caso se reflejaban en la cada vez mayor explotación laboral.
Jornadas de quince horas y el nacimiento de lo que Karl Marx definió
como alienamiento de los trabajadores.

El éxito de la Revolución Industrial estuvo sustentado desde muchos puntos de


la economía y la cultura, pues si la sociedad supo acoplarse y recibir con
expectación todos aquellos avances y desde el punto de vista económico se
estaba en una época de bonanza, también la apertura de nuevas rutas
comerciales favoreció el engrandecimiento de todas aquellas naciones que se
alineaban a ese nuevo progreso. En ello fue importantísimo también la apertura
del Canal de Suez, en Egipto, en 1869, que permitió un comercio más fluido
entre Europa y Asia.
Además las redes ferroviarias iban en aumento, y se comenzó una carrera loca
por conseguir conectar, por un lado, las dos costas de Estados Unidos, y por el
otro lado, los principales puntos comerciales de Europa. Por último, la
presentación en sociedad de las primera líneas telefónicas de larga distancia
permitió conectar en el instante a distintos puntos del mundo agilizando de este
modo el comercio.

El ritmo de aquellos años parecía por momentos frenético. Era una carrera
contrarreloj por ser los primeros en la que Inglaterra, Estados
Unidos y Francia habían adquirido ventaja. Pero aquel imperialismo; aquella
supremacía, no hizo sino crear más tensiones entre determinados
países. Alemania e Italia se veían relegados y pronto surgieron los conflictos
políticos… estábamos ante las puertas de la Primera Guerra Mundial.

Cambios sociales que trajo la


Revolución Industrial
En las líneas anteriores se ha mencionado brevemente que este proceso también
tuvo sus puntos negros, resaltando especialmente el caso de la explotación
laboral. Sin embargo, la Revolución Industrial cambió de manera radical la
sociedad de la época y modificó totalmente las formas de vida de la mayoría de
la población en muchos aspectos, siendo totalmente imposible explicar el devenir
de la sociedad actual sin tener en cuenta los procesos derivados del avance de la
Revolución Industrial.

En primer lugar, el aumento de las fábricas y su necesidad de disponer de mano


de obrasupuso que miles de personas dejaran las actividades que habían llevado
a cabo durante generaciones en los cambios y fueran a la ciudad en busca de una
vida mejor. Antes de la llegada de la Revolución Industrial, generalmente la
producción manufacturera estaba a cargo de los gremios, asociaciones cerradas
que ejercían un férreo control sobre los productos y las personas que los
producían, haciendo imposible una producción libre en la que cualquier persona
que así lo deseara pudiera participar. Además de los gremios, en territorios donde
el comercio era muy importante, como Inglaterra u Holanda, se había
popularizado un sistema por el cual un empresario daba materias primas a
algunas familias campesinas por un dinero para que realizaran una parte del
trabajo de producción y luego se llevaba el producto para terminarlo de fabricar
en otro lugar. Este proceso, bastante extendido en el ámbito de la producción de
tejidos, no dejó de ser una actividad residual y eventual en los años previos a la
Revolución Industrial, por lo que la mayoría de la población subsistía trabajando
en la agricultura o la ganadería, actividades que apenas daban para sobrevivir.

La proliferación de las fábricas dio a muchas personas la posibilidad de optar por


una nueva ocupación que, aunque enormemente dura, podía proporcionarles un
jornal fijo con el que mantenerse, algo que las actividades agrícolas y ganaderas,
siendo también enormemente duras, no estaba en condiciones de asegurarles,
sobre todo en épocas de hambrunas o cuando los problemas meteorológicos
hacían mella en la cosecha.

Por lo tanto, la Revolución Industrial supuso el primer gran éxodo masivo del
campo a la ciudad. Las principales urbes que se beneficiaron de la Revolución
Industrial multiplicaron su población en muy poco tiempo, algo para lo que no
estaban preparadas, por lo que las condiciones de vida de los trabajadores que
llegaban a ella eran enormemente pobres. El hacinamiento, salubridad y limpieza
se hicieron constantes y, como ya se ha indicado anteriormente,
las enfermedades y los problemas de todo tipo hicieron rápida mella en una
población desnutrida que trabajaba hasta la extenuación. Pero, además de lo ya
mencionado, también hay que remarcar que las ciudades y los gobiernos también
se tuvieron que adaptar a este crecimiento desmedido y fue entonces cuando se
empezaron a popularizar los sistemas de limpieza públicos y se instauraron
normativas relacionadas con la salud pública y la construcción que fueron las
bases de las legislaciones modernas para esos ámbitos, aspectos en los que
anteriormente no se había reparado al no ser necesarios.
Además, la industrialización también mejoró la vida de la sociedad en general.
La mejora de las carreteras y la popularización de medios de transporte cada
vez más rápidos y efectivos también permitió que llegasen a la ciudad más
alimentos en menos tiempo, lo que mejoró ostensiblemente la calidad de vida de
las personas que vivían allí. Por otro lado, la disminución en los costes de
producción permitió el acceso de mucha más gente a productos que
anteriormente solo se podían permitir los más ricos, entre ellos productos de
primera necesidad como la ropa o el calzado. Además, el avance de la industria
del papel llevó también a la popularización de la prensa escrita y a la aparición
de libros más pequeños a precios reducidos que podían ser adquiridos por la
inmensa mayoría de la población.

Por último, la Revolución Industrial, a través de todas las mejoras que hemos
mencionado y muchas más que trajo consigo, también hizo aumentar la
esperanza de vida de la población en general y, pese a las truculentas
condiciones de vida a las que tuvieron que enfrentarse los primeros trabajadores
de esas fábricas, la calidad de vida mejoró enormemente con el paso del tiempo
gracias a los avances industriales y a las medidas de protección y salubridad que
se fueron imponiendo con el paso del tiempo.

Artículos de interés:

Si buscas más información sobre la Revolución Industrial y la época en la que se


desarrolló os recomendamos estos otros artículos que sin duda serán de tu interés.

 La era mundial de las revoluciones


 Nuevas ideas en la Europa del siglo XVIII
 Belle époque: qué es y época
 El imperialismo en el siglo XIX
 Barroco: pintura, música, literatura, escultura y arquitectura

Bibliografía:

 Historia general de las civilizaciones: El siglo XIX, de Maurice Crouzet


 From the American System to Mass Production, 1800-1932: The
Development of Manufacturing Technology in the United States de David
A. Hounshell
ETIQUETAS: REVOLUCION FRANCESA, REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

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72 comentarios

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1. feudo dice:
agosto 19, 2014 a las 21:53

excelente material muchas gracias me ha sido de gran


ayuda.

2. yeni garcia dice:


noviembre 6, 2012 a las 18:56

Thanks served me well

3. Anna Itzel dice:


octubre 13, 2011 a las 18:04

pooes’ de aqii sque la tareaa ♥ Edilberto te amooo n___n’


i♥u

4. ux dice:
septiembre 21, 2011 a las 00:21

buenisimo me dieron mas informacion sobre la maquina


de vapor 🙂

5. jose alberto dice:


agosto 21, 2011 a las 21:58

me gusto mucho todo es muy interesante a qui

6. ariel dice:
julio 1, 2011 a las 18:19

le falta hablar mas sobre los inventos y los desarrollo q se


prudujeron en eso momentos

7. ariel dice:
junio 25, 2011 a las 19:28

muchas gracias…me sirvio demasiado esta


informacion!!…saludos 😉
8. luis rodrigo perez peralta dice:
junio 20, 2011 a las 03:34

me parese muy bien para conose mas

9. luis dice:
junio 20, 2011 a las 03:32

es to me parese muy bien ps porque nos ayuda a cono ser


mas aserca de la revolucion industrial y saver de los
inventosa gracias

10. sarai dice:


junio 13, 2011 a las 20:12

me sirvio demasiado es lo mas increible qe pude haber


leido grasias por esta informacion jajajjajajjja

11. JESUS JERARDO dice:


junio 13, 2011 a las 20:09

esto es lo mas bonito qe e visto es la informacion correcta


no lo puedo creer

12. luisa dice:


junio 2, 2011 a las 15:50

sinseramente no encuentro lo q yo busbaba en esta pagina


asi q para mi esta pagina nada que ner

okayy……

13. yo!! dice:


junio 1, 2011 a las 03:52

m zirviO mucho 😀 tenia q hazer una linea del tiempo ….

14. Hamza dice:


mayo 12, 2011 a las 09:07

pos esa àgina me ha ayudado a encontrar lo que busco hay


que hacer muchas paginas como esa gracias

15. alejandra dice:


abril 13, 2011 a las 18:30

me sirvio mucho graxias

16. maria paula zapata duran dice:


abril 3, 2011 a las 20:20
bueno lo primero es cierto que me ayudo un poko esto
pero les falta fomentar un poquito mas complementar
diria yo por que no todo lo busco esta aqui pero es mui
buena la pagina

17. adrea dice:


marzo 19, 2011 a las 23:59

me parese que esta genial y no hay algo mejor para


informarse de lo que sucedio a mi me gusta informarme

18. LaMetida dice:


marzo 10, 2011 a las 01:29

¿Natalia entonces para que visitas la pagina?. ¡No Hagas


comentarios inaportantes!

La pagina esta muy buena. ¡Gracias por la informacion!

19. natalia dice:


marzo 6, 2011 a las 17:54

en realidad no me interesa nd de esto

20. wendi dice:


febrero 26, 2011 a las 01:35
yo hase rato busco una tarea quien me puede ayudar con
tres ideas inportantes sobre la revolucion industrial


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La primera y segunda
revolución industrial
Rafael Galeano / marzo 13, 2019
El Turbinia (fotografía de 1897), primer barco propulsado con turbinas a vapor

Desde la revolución neolítica el mundo no había vivido un cambio de tal magnitud. Fue a mediados del siglo
XVIII y hasta mediados del siguiente cuando, en Inglaterra, se alteraron los medios de trabajo y la estructura
de la sociedad. Cambios significativos: de lo rural a lo urbano, del trabajo manual al mecánico y de un taller
artesanal a una fábrica.
¿Por qué?
Por los descubrimientos científico-técnicos, que favorecieron la revolución de la agricultura. Sin olvidar el
cambio social (y mental) que supuso la revolución francesa.

Crecimiento demográfico
En un siglo Europa dobló su población (a comienzos del XIX estaba poblada por 187 millones y en 1900 eran
ya 400). Semejante cambio fue debido a tres factores: natalidad, mortalidad y movimientos migratorios. Hubo
una disminución de mortalidad debido a los progresos médicos (entre otras ciencias) y las ideas de la
Ilustración en favor de la higiene. Aunque seguía siendo elevada la mortalidad infantil, a pesar de las
hambrunas y epidemias (como el cólera, la tos ferina o la viruela). Los cambios, la revolución, fue paulatina.
Los movimientos migratorios también fueron masivos, sobre todo a EE.UU. y Canadá, pero también fueron
de los campos a las ciudades, y éstas, crecieron. Y se transformaron. El centro era la industria. Nace la nueva
urbanización. Una ciudad superpoblada, con falta de higiene, insalubre y donde tiene cabida todo tipo de
delincuencia.
Desarrollo de la agricultura, la industria y los transportes
Se habla de revolución agrícola por la introducción en el ciclo de producción de plantas escardadoras ricas en
nitrógeno.

¿Qué supuso?
-Suprimir el barbecho y alternar en el mismo año granos para la alimentación humana con forrajes para la
alimentación animal.

-Extender plantas como la patata y la remolacha azucarera.

-Nuevos arados y cosechadoras, drenaje de pantanos y aplicación de productos químicos en los abonos.

Esto, a su vez, supuso:

-Intensificación de los rendimientos y especialización según la zona en ciertos productos con la consiguiente
comercialización.

-La ganadería, ahora, también se emplea para la alimentación y otro tipo de consumo (carne, leche, lana, etc.).

Así, el incremento demográfico, por así decirlo, podía estar alimentado. Mucho mejor alimentado. Una
población que pasa a ser mano de obra en las fábricas. Una industria que se benefició de lo que la agricultura
aportaba: alimentos, mercado, capital y mano de obra. Una industria que ya no precisaba de energía humana o
animal sino de la hidráulica o la del vapor liberado por la combustión del carbón. Un carbón clave en esta
revolución, como el hierro.

En Inglaterra se inicia la revolución. Estas tierras contaban con mano de obra y numerosas materias primas
como lana, hierro y hulla (carbón). Además, coincidió con una favorable época de buenas cosechas lo que
supuso excedente alimenticio.

La industrialización inglesa
-Sector textil: inventan la lanzadera y la máquina de hilar.

Sector siderúrgico: hierro y ferrocarril.

El ferrocarril, junto a la máquina de vapor, estimuló la siderurgia y el comercio, además de las


comunicaciones (intercambio de usos y costumbres, movilidad humana, etc.). El ferrocarril se desarrolló al
combinar el raíl y la locomotora movida a vapor. Es decir: hierro y hulla (carbón). E Inglaterra poseía ambas
materias primas. Era, por tanto, primera potencia mundial. Fue en 1825 cuando se inauguró la primera línea
férrea y en 1808 el primer barco impulsado a vapor hizo el trayecto Nueva York-Albany a través del río
Hudson. Solo tres décadas después ya se cruzaban océanos.

La nueva sociedad
Aparece la sociedad de clases. La aristocracia no desaparece, sigue siendo dueña de latifundios por Europa, y
se desarrolla la burguesía, que posee las nuevas industrias, y, a su vez, nace el proletariado, los obreros de
esas fábricas. El poder político es aristócrata, bajo la fachada demócrata y liberal. Sigue ocupando cargos en
el ejército y en la diplomacia. Eso sí, la alta burguesía, aunque poco a poco, y aliándose con la aristocracia,
hace frente a campesinos y obreros. Existe una baja burguesía, una clase media digamos, que ocupa cargos
importantes pero siempre de menor nivel.

En el primer escalón se encuentran campesinos y proletarios. Apenas había quien tenía tierras, y, los
primeros, siempre dependían de buenas cosechas. El obrero, en fábricas, casi formando parte del proceso
mecánico, trabajaba sin agua corriente, ventilación, apenas luz, y, además, se veía indefenso si enfermaba o si
tenía un accidente. Tenía que ver cómo explotaban a su familia y recibía un salario miserable. Si se quejaba le
despedían y otro obrero ocupaba su lugar.
Muchos aceptaron las condiciones sin hacer nada, otros acababan desmoralizados y terminaban o quitándose
la vida o actuando de forma violenta en las calles (alcohol, prostitución). Pero otros, aquellos que no
aceptaron la deshumanización de las fábricas, se unieron y formaron organizaciones de resistencia. Nació así
el movimiento obrero. En 1864 se formó la Primera Internacional obrera, la AIT (se ahondará en sucesivos
apuntes).

La segunda revolución industrial


Los avances en ciencia, técnica y capitalismo siguen su curso y desde 1870 hasta la Primera Guerra Mundial
el mundo vive la segunda revolución de sus industrias. Una época marcada por la producción, que aumentó
constantemente, gracias a la mecanización, al uso de abonos y, muy importante, al transporte (se progresa en
las técnicas de las comunicaciones).

Factoría química BASF en Ludwigshafen, Alemania, 1881.

De todas formas, en 1873 se vivió una gran depresión que supuso la bajada de precios. Los gobiernos
actuaron de manera proteccionista estimulando colonialismos y recuperando la economía, expandiéndola. Así,
creció la producción, los precios y los salarios.

Desarrollo industrial. Concentración empresarial.

Los conocimientos científicos desarrollaron nuevas tecnologías y las instituciones liberales y demócratas
salieron beneficiadas. Además, el incremento demográfico supuso un incremento de la emigración europea,
creando mercados mundiales y el consiguiente colonialismo. Lo más destacado de estas nuevas tecnologías
fue el perfeccionamiento de la maquinaria, clave para el desarrollo industrial. Tanto, que surgió el taylorismo,
es decir, el trabajo en cadena, que además supuso que las empresas tuvieran que modernizarse si querían
seguir siendo competitivas. Por lo tanto, hubo una concentración empresarial claramente capitalista y de
mucha fuerza que se asoció:

Cártel: empresas independientes que pretenden eliminar la competencia entre ellas marcando la producción,
venta y precios de su sector.

Holding: compañía que controla a distintas empresas adquiriéndolas (o haciéndose con la mayoría de sus
acciones).

Trust: son empresas bajo otra gran central que domina un sector de la economía controlando toda la
comercialización.

Industrias tradicionales e industrias nuevas


La base sigue siendo la de la primera revolución industrial, eso sí, sigue evolucionando. La siderurgia es la
más importante pues marca el nivel económico del país. La papelera sigue creciendo gracias a avances
químicos. El textil sigue fuerte en Europa y crece con fuerza tanto en Japón como en EE.UU. La industria
alimentaria vive una revolución en cuanto a técnicas de conservación, además de verse especializada y
diversificada.
Las nuevas industrias, como la del acero, más duro, elástico y resistente que el hierro, en cuanto a material, es
el rey del momento. El petróleo, aunque ya conocido, se comienza a emplear como método de energía para
automóviles (que a su vez vivió su particular revolución en los primeros años del siglo XX gracias a la
fabricación en masa de los mismos por Henry Ford) y alumbrado. Una luz, una electricidad, que también
cambió el mundo por completo. La electricidad se conocía desde el siglo XVIII, pero fue en 1872 cuando se
aplicó para fines industriales, empleándose para transportes y para alumbrar ciudades.

Ahora bien, ¿cuáles son las potencias mundiales?


Inglaterra, Alemania y Francia (Rusia y EE.UU. comenzaban estaban despegando).
Inglaterra: “gobernó” el mundo hasta la Pirmera Guerra Mundial pues desde 1850 importaba y exportaba casi
cualquier cosa y casi sin competencia relevante ya que contaba con grandes materias primas y la mejor flota.

Alemania: fue unificarse como estado y comenzó a industrializarse. Esa unión supuso una mejor
comunicación. Tras la crisis de 1873 su gobierno adoptó las medidas proteccionistas y, al contar con fuertes
empresas siderúrgicas, químicas y eléctricas, el país se convirtió en la segunda potencia mundial.

Francia: Seguía siendo una fuerte potencia durante el siglo XIX gracias a su industria textil pero el resto de
su industria no estuvo a la altura de Inglaterra o Alemania ya que su proceso fue lento. Además su agricultura
y ganadería estaban en crisis y no contaba con suficiente carbón para competir. Eso sí, su red ferroviaria era
eficiente.

EE.UU.: el caso de esta nueva nación es de interés en cuanto a capacidad para crecer de forma rápida y eficaz.
Su enorme extensión y sus cuantiosas materias primas supusieron un desarrollo extraordinario. Contaba con
todo lo anteriormente expuesto de las otras potencias.
Rusia: su industria, para competir, era deficiente. Fue el estado y el capital extranjero quienes impulsaron la
economía. Así se construyeron carreteras, ferrocarriles y demás industria. Hubo que esperar décadas para una
industria capaz de estar a la altura del resto del mundo.

Bibliografía: RIVAS, L.: Economía y sociedad en el siglo XIX. La primera revolución industrial. Historia
Contemporánea. Grado de Historia del Arte. Madrid. Editorial Universitas, S.A. 2010. pp.73-87
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marzo 13, 2019 en Historia Contemporánea (UNED). Etiquetas:Historia


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Diferencia entre la Primera y la Segunda


Revolución Industrial
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La Revolución Industrial es un período histórico desarrollado en Europa desde la segunda


mitad del siglo XVIII hasta principios del XIX. Esta se caracterizó por presentar importantes
transformaciones tecnológicas, culturales y socioeconómicas que tuvieron una incidencia
notable en el modo de vida de las sociedades de todo el mundo. La Revolución Industrial
estuvo dividida en dos etapas, por lo cual, hay diferencia entre la primera y la segunda
revolución industrial. Así, la primera abarcó del año 1750 hasta 1870, y la segunda abarcó
desde 1880 hasta 1914. Todos los cambios que se produjeron en estas dos etapas trajeron
consigo consecuencias importantes que permitieron no sólo avanzar más rápidamente en la
generación de productos elaborados sino que además determinaron en gran medida muchos
otros avances tecnológicos para la humanidad como, por ejemplo, el transporte y la
electricidad, elementos esenciales para el modo de vida actual de la humanidad.
Índice de contenido
 Primera Revolución Industrial
 Segunda Revolución Industrial
 Diferencia entre la Primera y la Segunda Revolución Industrial

Primera Revolución Industrial


Se conoce como primera revolución industrial al período que abarca los años
1750 y 1870. Estuvo marcado por los continuos inventos que se
desarrollaron. Entre ellos mencionamos la pila eléctrica, la primera
locomotora de vapor, la máquina de hilar, el telégrafo. También, figura el
primer sistema de metro del mundo en Londres. Se caracterizó por la
innovación técnica y la mecanización y representó cambios significativos en el
modo de producción. Esto trajo como consecuencias el uso de nuevas fuentes
energéticas, la revolución en el transporte, el surgimiento del proletariado
urbano, fortalecimiento de la burguesía industrial, desarrollo de la producción
en serie, entre otras.
Este movimiento se originó en Inglaterra y rápidamente se extendió por toda
Europa; con él se abrieron las vías para un comercio global. Además, la
primera revolución industrial tuvo como principales sectores económicos el
algodón, la metalurgia y el transporte; sin embargo, la mano de obra
característica de esta etapa fue la clase obrera no organizada. Esta
comenzaba a dar los primeros pasos de organización y lucha por sus
derechos y reivindicaciones laborales.
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Segunda Revolución Industrial


Se conoce como segunda revolución industrial al período que abarca los años
1880 hasta 1914. Estuvo marcado por la aplicación científica y la
automatización y representó cambios significativos en la
modernización tecnológica. Esta trajo como consecuencias el desarrollo de
nuevas fuentes de energía como el gas, el petróleo o la electricidad; nuevos
materiales y nuevos sistemas de transporte (avión y automóvil) y
comunicación (teléfono y radio); creciente internacionalización de la
economía, alcanzando ahora casi toda Europa Occidental, Estados Unidos y
Japón (grandes potencias económicas); reforzamiento del papel del Estado
en la economía y cambios organizativos en las empresas y mercados.
Esta etapa de la revolución industrial tuvo como principales sectores
económicos el acero y la industria química; la mano de obra característica de
esta etapa fue la clase obrera organizada. Ella logró que se reconocieran los
derechos de los trabajadores y su integración a la participación social.

Diferencia entre la Primera y la Segunda


Revolución Industrial
Primera Revolución Industrial Segunda Revolución Industrial

Etapa que abarcó los años 1750 hasta 1870 Etapa que abarcó los años 1880 hasta 191

Se caracterizó por la innovación técnica y la Se caracterizó por la aplicación científica y


mecanización automatización

Las fuentes energéticas eran principalmente el Las fuentes energéticas eran el gas, el petr
carbón y el vapor de agua la electricidad

Los principales sectores económicos eran el Los principales sectores económicos eran
algodón, la metalurgia y el transporte acero y la industria química

La mano de obra característica de esta etapa fue La mano de obra característica de esta eta
la clase obrera NO organizada la clase obrera organizada

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Un comentario sobre “Diferencia entre la Primera y la
Segunda Revolución Industrial”

Ornella

el 13 mayo, 2019 a las 10:05 am

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GRACIAS.!

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10 CARACTERÍSTICAS DE LA

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Te explicamos qué fue la Revolución Industrial y cuáles son sus características
generales. Además, sus causas, consecuencias e inventos principales.

El surgimiento de las fábricas es un efecto de la Rev. Industrial.

¿Qué es la Revolución Industrial?


La Revolución Industrial es un período histórico en el cual se
desencadenaron significativos cambios cambios en las formas de producción
que de manera paulatina convirtieron la mayoría de los países del mundo en
sociedades industriales. Se caracterizó por el uso de nuevas tecnologías
aplicadas a la producción en masa.

La primera invención que permitió esta nueva forma de producción fue


la máquina de vapor, cuyo combustible era el carbón. Sin embargo, tanto sus
causas como sus consecuencias exceden el ámbito tecnológico y económico,
extendiendo a aspectos sociales, ideológicos y demográficos que se vieron
significativamente modificados.

Fecha: Aunque sus antecedentes datan de mucho antes, el inicio de la


Revolución Industrial se encuentra a mediados del siglo XVIII,
particularmente en Inglaterra, dado que en ese país se dieron las condiciones
económicas, políticas, sociales y tecnológicas para hacerla posible. La
Revolución industrial continúa hasta la primera mitad del siglo XIX, época en
que los fenómenos que la caracterizaron terminaron de extenderse por el resto
de Europa y Estados Unidos.

Sus efectos: el comercio mundial, la acumulación de capital y los desarrollos


urbanos, propiciaron una Segunda Revolución Industrial, que también
dependió de la aplicación de nuevas tecnologías. Las tecnologías de esta
segunda revolución estaban asociadas al petróleo y a la electricidad.

A continuación, y a modo de resumen, te explicamos sus principales


características, las causas y consecuencias, efectos e invenciones más
destacados, entre otros:

Características de la Revolución Industrial

1. Fases o Etapas
Las dos fases de la Revolución Industrial se asocian a diferentes tecnologías y
fenómenos sociales.

Primera revolución industrial: Las tecnologías aplicadas a la producción


marcan un cambio cualitativo ya que el trabajo manual es reemplazado por la
fabricación industrial. Invenciones:
 Telar mecánico: Permite el nacimiento de una industria textil con producción en masa.

 Máquina de vapor: Patentada en escocia por James Watt en 1762. Su fabricación masiva
comienza en 1782. Se utiliza el vapor de agua para producir movimiento rotatorio. El
combustible utilizado es el carbón mineral (coque). Aumenta capacidad de trabajo.

 Telégrafo: La primera forma de comunicación instantánea

 Locomotora: La máquina de vapor aplicada al transporte.

Segunda Revolución industrial: Principales cambios:

 Acero: Aunque hay evidencia del uso del acero desde 3.000 años antes de Cristo, Henry
Bessemer descubrió un método para la producción masiva de acero, un producto de gran
utilidad industrial por su tenacidad, ductilidad y maleabilidad. Es un elemento indispensable
de las nuevas máquinas herramientas.

 Electricidad: Gracias a la invención del dínamo, la electricidad comienza a sustituir al vapor


como fuente de energía para la maquinaria.

 Petróleo: El descubrimiento de los diversos usos del petróleo no sólo lo vuelven el


combustible más difundido para medios de transporte sino también la materia prima de
diversos productos industriales (todos los derivados del plástico)

2. Causas
Diversos factores en Reino Unido propiciaron los cambios de la Revolución
Industrial, que luego se expandieron por el resto de Europa:

 Monarquía Parlamentaria: Establece una división de poderes, garantizando la libertad


individual y seguridad jurídica necesaria para que surja la clase empresaria por fuera
del Estado.

 Disponibilidad de mano de obra: Las tierras comunales fueron tomadas por nobles en los
siglos XVI y XVII, expulsando a los campesinos.
 Comercio internacional: La capacidad naval inglesa, muy superior a la de otros países, los
impuso en el comercio mundial, abriendo mercados donde la producción masiva que
traería esta revolución encontraría consumidores.

3. Nuevas clases sociales

La clase obrera (o proletariado), los trabajadores de las fábricas.

Las condiciones económicas que favorecieron la revolución industrial, junto


con la revolución agrícola, tuvieron como consecuencia grandes movimientos
demográficos del campo a las ciudades, mermando significativamente la
población campesina. A partir de estos cambios se desarrollaron dos nuevas
clases sociales

 Proletariado: Es un amplio sector social de pocos recursos económicos pero, a diferencia


del campesino, el proletario no es dueño de los medios de producción. Es la mayor parte
de la población urbana, donde en un principio vive en condiciones de pobreza y
hacinamiento. La pobreza extrema de este sector en algunos casos fue combatida a lo
largo de las décadas y los siglos gracias a la organización de los colectivos de
trabajadores, logrando derechos y disminuyendo (al menos en una mínima proporción) la
explotación sufrida.

 Burguesía industrial: Es un sector social que gracias a la acumulación de riquezas


(obtenidas a través de la explotación del proletariado) desplaza socialmente a la
aristocracia, sector social cuya fortuna en algunos casos comienza a mermar. Por primera
vez existe una posibilidad de ascenso social a través de los recursos económicos y no de
las alianzas familiares.

4. Condiciones de trabajo
Antes de la organización de los sectores de trabajadores, no existían leyes
que regularan el trabajo del proletariado. Dado que había un amplio sector
de la población sin recursos económicos, muchas personas aceptaban
trabajos en cualquier condición. Por eso, las jornadas laborales eran tan largas
que se tornaban insalubres, además de que estaba permitido el trabajo infantil.

Las condiciones de vida y trabajo de los proletarios habitualmente eran iguales


o peores que las que se observaban en la esclavitud americana, significando
un gasto mucho menor para los empleadores.

La legislación del trabajo y las organizaciones de los trabajadores, así como


las nuevas ideologías (socialismo, comunismo) fueron las fuerzas
que impulsaron cambios en estas condiciones. Sin embargo, en algunos
países del mundo, los niveles de explotación que se observaban en el siglo
XVIII siguen aún hoy vigentes.

5. Medios de transporte
Entre los nuevos inventos se encuentran nuevas formas de transportar
personas y mercadería.

 Ferrocarril: Es el impacto más directo que tuvo la revolución en los medios de transporte,
ya que es la aplicación de la máquina de vapor y del uso del carbón. Fue creado en el siglo
XVII, creando una forma mucho más rápida de traslado entre ciudades y pequeñas
poblaciones. También afectó las comunicaciones ya que desde 1830 comenzó a
transportar correo.

 Barco de vapor: La nueva maquinaria permitía el traslado de naves de mucho mayor


tamaño y a mayor velocidad. Este producto de la fue además uno de sus impulsores, ya
que se utilizó en buques de guerra, facilitando el nuevo imperialismo y en transporte de
mercancía, favoreciendo el comercio mundial.
 Construcción de carreteras y canales: La producción a gran escala requería que se
fortalecieran las rutas para el transporte de las mercancías. Las nuevas naves fomentaron
el desarrollo de nuevos canales. Con la segunda revolución industrial y los automóviles, se
desarrollaron también las carreteras.

6. Innovación
Hasta la revolución industrial, las diversas formas de producción artesanal se
transmitían de maestro a aprendiz, sufriendo mínimas modificaciones en
largos períodos de tiempo. Por el contrario, la fuerza principal que va a activar
la industria a partir del siglo XVII en adelante va a ser la innovación: los
descubrimientos científicos y los cambios tecnológicos son desde este
momento la base de la producción industrial.

7. Capitalismo
La inversión privada, la producción masiva de mercancías y los bajos costos
de producción (gracias a las máquinas y al bajo costo de la mano de obra)
permitieron el acopio de bienes, tanto dinero como tierras y maquinaria. A este
acopio se lo denomina “acumulación de capital” y es la motivación y la base
del capitalismo. Este sistema económico que actualmente rige las economías
de casi todo el mundo sólo podría nacer en el contexto de la revolución
industrial.

8. Nuevas formas de imperialismo


La producción en masa implicaba una cantidad de mercancías muy superior a
la obtenida a través de la artesanía. Se comenzaron a saturar los mercados
internos, por lo que se necesitaron de nuevos mercados para ubicar esas
mercancías.
El “nuevo imperialismo” no se basaba en una conquista militar de nuevos
territorios sino en la conquista económica a través de la venta de
productos industriales y la destrucción de las economías locales basadas en
la artesanía.

9. Contaminación
Los grandes conglomerados urbanos multiplicaron la concentración de
contaminantes propios de las ciudades: residuos orgánicos y contaminantes
atmosféricos provenientes de las estufas.

Además, tanto en la primera como en la segunda etapa de la revolución


industrial, la producción en fábricas dependió en gran medida del uso de
combustibles, con la consecuente contaminación del aire. Por otro lado, la
producción excesiva de mercancías comenzó a tener como efecto una más
rápida producción de residuos.

10. Consumismo
La producción artesanal tiene como objetivo la obtención de productos únicos
que habitualmente son utilizados durante largos períodos de tiempo, hasta el
punto de que el mismo producto puede ser pasado de generación en
generación. Es decir que una producción lenta requiere un uso y consumo a
largo plazo. Por el contrario, la producción industrial no sólo es mucho más
rápida sino que además crea un número mucho mayor de mercancías.

Por lo tanto, debe promoverse un consumo más rápido de los productos,


que permita que la demanda se vuelva permanente. Aunque el consumismo
como hoy lo conocemos es muy posterior al inicio de la revolución industrial,
es una consecuencia de la misma, ya que la producción en masa requiere
un consumo acelerado.
¿Cómo citar?

"Revolución Industrial". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co.


Última edición: 27 de septiembre de 2017. Disponible
en: https://www.caracteristicas.co/revolucion-industrial/. Consultado: 06 de
agosto de 2019.

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 1. Fases o Etapas
 2. Causas
 3. Nuevas clases sociales
 4. Condiciones de trabajo
 5. Medios de transporte
 6. Innovación
 7. Capitalismo
 8. Nuevas formas de imperialismo
 9. Contaminación
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La Revolución Industrial (1760-1840)


Fecha: 01/01/1970
Lugar: Gran Bretaña.

Llamamos Revolución Industrial al cambio fundamental que se produce en una sociedad cuando su
economía deja de basarse en la agricultura y la artesanía para depender de la industria. Localización: La
Revolución Industrial nace en Gran Bretaña y se extiende luego al resto de Europa. Antecedentes: La
economía existente antes de la revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y artesanal; tres
cuartas partes de la población subsistían con trabajos agropecuarios. Principalmente estaba basada en
el autoconsumo y no en la comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la
productividad era muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco desarrolladas. Hay que recordar
que el régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías absolutistas, en las que todo,
incluyendo las personas, se consideraban una propiedad del rey.

Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. Fue
posible por la existencia de una monarquía liberal y no absolutista, que consiguió evitar el panorama de
revoluciones que se estaban extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que
aunque estuvo involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se unió una moneda
estable y un sistema bancario bien organizado. El Banco de Inglaterra se fundó en 1694.

Principales características: Se produce un cambio rápido y en profundidad que afecta a todas las
estructuras de la sociedad. Los cambios serán tecnológicos, socioeconómicos y culturales. Los
tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el acero a fuentes energéticas como el
carbón y máquinas motrices como la máquina de vapor, considerada como el motor inicial de la
Revolución Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar rápidamente la
producción con poco personal. Surgen técnicas para el desarrollo del trabajo y la especialización de la
mano de obra. El transporte se desarrolla tanto por trenes como por barcos, lo que junto con otros
inventos harán crecer el papel de la industria y el comercio.

Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los conocimientos en todas las
ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los cambios sociales más notables derivan del
crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un
fuerte aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de la mortalidad
catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a una mejor alimentación de la
población). Esto provocará que la población europea se multiplique en pocos años.
Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de población rural hacia las ciudades (la
revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano de obra en el campo) da lugar a la aparición de
una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los
barracones en los que viven los obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son penosas,
tanto en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que habitan. En las fábricas
encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y jornadas que superan las doce
horas diarias, siete días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios son víctimas de
epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas condiciones les lleva a
organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los movimientos obreros de protesta.

Consecuencias de la Revolución Industrial: En principio la Revolución industrial produjo un cambio


radical en todos los ámbitos de la sociedad inglesa y, más tarde, del resto de las sociedades europeas,
creando un nuevo modelo de vida. El desarrollo industrial y minero, el aumento de la productividad, el
crecimiento de las ciudades y la mejora del comercio nacional e internacional contribuiran a un gran
crecimiento demográfico debido al aumento de la natalidad y de la esperanza de vida. La revolución
industrial en España fue mucho más tardía que en el resto de Europa. España seguía inmersa en un
mundo rural en el que los cambios fueron mínimos. Las malas comunicaciones, tanto interiores como
con Europa, acentuaron el retraso. Los talleres seguían siendo artesanales y la producción se
especializaba por zonas dependiendo de los recursos disponibles.

La revolución industrial fuera de Europa: En Estados Unidos comenzó al terminar la guerra civil, a
finales del siglo XIX. Estados Unidos había alcanzado a Gran Bretaña en potencial industrial y tenía un
mercado interior muy dinámico en un extenso territorio. La construcción de la red de ferrocarriles
permitió la colonización del Oeste, y la industrialización se basó en la aplicación temprana de las
innovaciones tecnológicas y una fuerte concentración empresarial. En Japón la industrialización
comenzó por la actividad textil. Las características principales fueron el patrocinio del Estado en la
construcción de ferrocarriles y bancos, la existencia de una mano de obra barata y disciplinada, fácil
adaptación a la tecnología occidental y grandes grupos industriales muy competitivos orientados a la
exportación. Este periodo fue denominado como Era Meiji o Era de la Luz: Japón se había convertido en
una gran potencia.

Para saber más ...

Enlaces

http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/bachillerato/historia/rev_industrial/textos.h
tm

http://www.claseshistoria.com/revolucionindustrial/1revolucionindustrial.htm

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Vida
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Para otros usos de este término, véase Vida (desambiguación).
El término vida (en latín: vita)?,1desde la biología, hace referencia a aquello que distingue a los
reinos animal, vegetal, hongos, protistas, arqueas y bacterias del resto de las
realidades naturales. Implica las capacidades de organización, crecimiento, metabolizar,
responder a estímulos externos, reproducirse y morir.
A pesar de que no puede indicarse con precisión, la evidencia sugiere que ha existido vida en
la Tierra durante 3700 millones de años al menos,23 aunque algunos estudios la datan desde
hace 4250 millones de años,4 o incluso 4400 millones de años, según un estudio publicado
en Nature.5
Científicamente, puede definirse como la capacidad de administrar los recursos internos de
un ser físico de forma adaptada a los cambios producidos en su medio, sin que exista
una correspondencia directa de causa y efecto entre el ser que administra los recursos y el
cambio introducido en el medio por ese ser, sino una asíntota de aproximación al ideal
establecido por dicho ser, ideal que nunca llega a su consecución completa por la dinámica
del medio.6

La Tierra es el único lugar del Universo del que se sabe que hay vida; cuna y hogar de la Humanidad, y
de todas las formas de vida conocidas.

Índice

 1Generalidades
o 1.1En la ciencia
o 1.2En la química
o 1.3En la filosofía
o 1.4En la religión
 2Visión retrospectiva del concepto de vida
 3Vida y biología
 4Lo vivo
o 4.1Las tres funciones básicas de todos los seres vivos
o 4.2Las bases de lo vivo
o 4.3Qué no es vida
o 4.4Vida en la Tierra
 5Rasgos comunes de las estructuras orgánicas
 6El origen de la vida
o 6.1Ejemplo de modelo híbrido
 7Vida sintética
 8Astrobiología
 9Especulaciones recientes
 10Interpretaciones de la vida según diversas religiones
 11Véase también
 12Referencias
 13Bibliografía adicional
 14Enlaces externos

Generalidades[editar]
En la ciencia[editar]
En términos científicos, y para la física y otras ciencias afines, la vida hace referencia a la
duración de las cosas o a su proceso de evolución (vida media, ciclo vital de las estrellas).7
En biología, se considera la condición interna esencial que categoriza, tanto por sus
semejanzas como diferencias, a los seres vivos. En general, es el estado intermedio entre
el nacimiento y la muerte. Desde un punto de vista bioquímico, la vida puede definirse como
un estado o carácter especial de la materia alcanzado por estructuras moleculares
específicas, con capacidad para desarrollarse, mantenerse en un ambiente, reconocer y
responder a estímulos y reproducirse permitiendo la continuidad.
Las estructuras de vida biomoleculares establecen un rango de estabilidad que permite que la
vida sea continuada, dinámica y finalmente evolutiva. Así pues, los seres vivos se distinguen
de los seres inertes por un conjunto de características, siendo las más importantes la
organización molecular, la reproducción, la evolución y el manejo no espontáneo de su
energía interna.
En la medicina, existen distintas interpretaciones científicas sobre el momento determinado en
el que comienza a existir la vida humana,8 según las diferentes perspectivas filosóficas,
religiosas, culturales, y según los imperativos legales. Para algunos, la vida existe desde que
se fecunda el óvulo;9 para otros, desde que ya no es posible legalmente el aborto,10 hasta el
cese irreversible de la actividad cerebral o muerte cerebral. Se define también la vida
vegetativa como un conjunto de funciones involuntarias nerviosas y hormonales que adecuan
el medio interno para que el organismo responda en las mejores circunstancias a las
condiciones del medio externo, funciones que parecen estar regidas por el hipotálamo y el eje
hipotálamo-hipofisario.11
En cosmología, aún no se conoce ni se sabe si será posible conocer la existencia de vida en
otros lugares del Universo distintos de la Tierra, pero científicos como el ya difunto
divulgador Carl Sagan piensan que, probabilísticamente hablando, y teniendo en cuenta las
condiciones necesarias para la vida tal como la conocemos, el cosmos es tan inmenso que se
hace necesaria la existencia de, incluso, civilizaciones avanzadas en otros planetas.12
La ecuación de Drake es un intento de estimación inicial del número de civilizaciones
existentes fuera de la Tierra.13 Una serie de proyectos científicos, los proyectos SETI, están
dedicados a la búsqueda de vida inteligente extraterrestre. Por otra parte, la reciente teoría de
supercuerdas lleva, entre otras conclusiones, a la posible existencia de infinitos universos
paralelos en parte de los cuales existirían mundos con vida idénticos al que conocemos, así
como también, en otros universos, mundos con variaciones respecto al nuestro desde sutiles
hasta totales, dentro de un enorme —aunque finito— abanico de posibilidades.
Desde la perspectiva de la psicología, la vida es un sentimiento apreciativo por las
interacciones del ego con el medio, y, por reacción a dicho sentimiento, la lucha por sostener
su homeostasis en estado preferente.
En la química[editar]
Según el Premio Nobel de Química Ilya Prigogine la vida es el reino de lo no lineal, de la
autonomía del tiempo, de la multiplicidad de las estructuras, algo que no se ve en el universo
no viviente. La vida se caracteriza por la inestabilidad por la cual nacen y desaparecen
estructuras en tiempos geológicos.
Para Ilya Prigogine la vida es el tiempo que se inscribe en la materia y los fenómenos
irreversibles son el origen de la organización biológica. Todos los fenómenos biológicos son
irreversibles. Esta irreversibilidad es una propiedad común a todo el Universo, todos
envejecemos en la misma dirección porque existe una flecha del tiempo.
Para Prigogine es la función la que crea la estructura y los fenómenos irreversibles son el
origen de la organización biológica, es decir, de la vida.
La vida no se corresponde a un fenómeno único; la vida se forma cada vez que las
circunstancias planetarias son favorables. A partir de los principios de
la termodinámicasabemos que el porvenir de la vida es incierto y desconocemos hasta donde
puede llegar. Los sistemas dinámicos de la biología son inestables, por lo tanto se dirigen
hacia un porvenir que es imposible de determinar a priori. El futuro está abierto a procesos
siempre nuevos de transformación y de aumento de la complejidad de los sistemas vivos, de
la complejidad biológica, en una creación continua.14
En la filosofía[editar]
Desde una perspectiva filosófica, puede abordarse desde diferentes modos de
conceptualización: objetivismo (Edmund Husserl), dualidad alma-cuerpo
(Platón, Descartes, Max Scheller, Ludwig Klages), mente y cerebro (Henri Bergson), vida y ser
(Albert Vilanova), y la fenomenología del conocimiento y la aprehensión (Nicolai Hartmann).15
El concepto de vida o existencia, inseparable del de muerte o inexistencia, y su trascendencia,
han sido y son diferentes en los distintos lugares y épocas de la historia de la humanidad. La
importancia primordial de la vida para el ser humano influye en el lenguaje, de forma que son
numerosos los diferentes usos y expresiones que contienen este término.16
En la religión[editar]
Para la mayoría de las religiones, la vida presenta connotaciones espirituales y
trascendentales.
Fuerza interna sustancial mediante la que obra el ser que la posee.17

Filosófica:
Actividad natural inmanente autoperfectiva.
Religiosa cristiana:
La vida humana es un paso que conduce al alma de la inexistencia a la plenitud eterna en un período de
tiempo.

El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo. 18

Entonces Dios formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz y le dio vida. Así el hombre se
convirtió en un ser viviente.19

O bien:
Estado de actividad. Existencia animada de un ser o duración de esa existencia.20

Religiosa budista:
La vida es cada uno de los estados de reencarnación de los seres sintientes en el samsara.

Fisiológica:
Un organismo vivo es aquel, compuesto por materia orgánica (C,H,O,N,S,P), capaz de llevar a cabo
funciones tales como comer, metabolizar, excretar, respirar, moverse, crecer, reproducirse y responder
a estímulos externos.

Pero tales funciones no son del todo determinantes. Por ejemplo, ciertas bacterias
quimiosintéticas anaerobias estrictas no realizan la respiración. Hoy en día esta definición no
se ajusta correctamente y, a pesar de su popularidad inicial, ha sido ya desechada.
Metabólica:
Un sistema vivo es un objeto con una frontera definida que continuamente intercambia sustancias con el
medio circundante sin alterarse.

También ha sido rechazada por no poder incluir objetos vivos tales como las semillas, las
esporas, o bacterias encapsuladas en estado de latencia. Y también por definir como vivos
entidades tales como el fuego.
Bioquímica:
Todo organismo vivo contiene información hereditaria reproducible codificada en los ácidos nucleicos los
cuales controlan el metabolismo celular a través de unas moléculas (proteínas) llamadas enzimas que
catalizan o inhiben las diferentes reacciones biológicas.

A pesar de ser más precisa y acertada, tampoco se la considera una definición válida ya que
excluye la vida fuera de la química que conocemos y, por ejemplo, la imposibilita en el campo
cibernético o en una química distinta; algo que, hasta ahora, no se ha demostrado.
Genética:
La vida es todo organismo capaz de evolucionar por selección natural.

Una vez más, tal definición no es aceptada por muchos biólogos ya que incluye
los virus dentro del grupo de los seres vivos y podría en un futuro introducir algún virus
informático polimórfico que incluyera algún tipo de rutina avanzada de evolución darwiniana.
Por supuesto nadie diría que tal programa de ordenador fuera un sistema vivo.
Termodinámica:
Los sistemas vivos son una organización especial y localizada de la materia, donde se produce un
continuo incremento de orden sin intervención externa.

Esta definición, quizá la mejor y más completa, nace de la nueva y mejor comprensión
del Universo que se ha tenido en este último siglo. Se basa en el segundo principio de la
termodinámica, el cual dice que la entropía o desorden de un sistema aislado siempre
aumenta.
El aumento de orden en un sistema vivo no incumpliría el citado principio termodinámico, ya
que al no ser un sistema aislado tal incremento se logra siempre a expensas de un incremento
de entropía total del Universo. Así pues, la vida formaría parte también de los
llamados sistemas complejos. (véase complejidad biológica)

Visión retrospectiva del concepto de vida[editar]


Tradicionalmente la vida ha sido un concepto abstracto y, por tanto, difuso y de difícil
definición. Por esto se solía definir en contraposición a la no vida o lo inerte, especialmente
aludiendo a las propiedades diferenciadoras. Lo que más confundía eran las
estructuras víricas, que no comparten todas las propiedades más comunes del resto de las
estructuras vivas. Asimismo tampoco estaba clara la frontera entre la vida y la muerte,
haciendo difícil determinar cuándo acontecía exactamente esta última.
Dada la confusión a la hora de definir la vida, se optó por hacerlo en función de los resultados
obtenidos tras el desarrollo completo del ADN, y no respecto al potencial mismo de esa
molécula, de tal modo que se establecieron algunas características comunes:

1. Los seres vivos requieren energía. Es decir, se nutren.


2. Los seres vivos crecen y se desarrollan.
3. Los seres vivos responden a su medio ambiente.
4. Los seres vivos se reproducen por sí mismos, sin
necesitar ayuda externa; siendo éste un hecho clave.
Estas características apuntaban a una definición de vida tan simple que permitía incluir como
seres vivos, por ejemplo, a los cristales minerales, los cuales crecen, responden al medio, se
reproducen y por supuesto consumen energía al crecer y propagarse. Se hacía necesario,
pues, buscar otras características propias de la vida más allá de las puramente intuitivas.
La definición universal de vida se planteaba como algo bastante más complejo y difícil. Se
ofrecían diferentes definiciones, y era cuestión de gusto dar por buena una u otra, como se
desprende de la sección Definiciones de vida. En cualquier caso, el concepto de vida ha
seguido una evolución paralela a la de la ciencia que se dedica a su estudio, la biología.

Vida y biología[editar]
Artículo principal: Ser vivo

Niveles
estructurales
Ciencia que lo estudia
de los sistemas
vivos

Partículas Mecánica cuántica, física de


elementales partículas

Átomos Química, física


Física, química, bioquímica, biología
Moléculas
molecular

Orgánulos Biología molecular, biología celular

Células Biología celular, citología

Tejidos Histología

Órganos Histología, fisiología

Sistema Fisiología, anatomía

Organismo Anatomía, etología, psicología

Población Etología, sociología

Comunidad Ecología

Ecosistema Ecología

Biosfera Ecología

Se define en biología como vida la estructura molecular autoorganizada capaz de intercambiar


energía y materia con el entorno con la finalidad de automantenerse, renovarse y finalmente
reproducirse.
La manifestación evidente de lo anterior se muestra en forma de vida. Esta manifestación se
singulariza del resto del ecosistema por un conjunto de propiedades características, comunes
y relativas a ciertos sistemas materiales, a los que se denominan seres vivos. Un ser vivo
consiste en la conjunción de diferentes sistemas capaces de integrarse por la conveniencia
relativa al ahorro en recursos que supone la asociación. Los sistemas por separado necesitan
un aporte externo y generan un desecho. El desecho de un sistema sirve para la alimentación
del otro (reciclaje). Dicha integración permite que el organismo (el conjunto de todos los
sistemas integrados) pueda soportar el desorden inherente a la tendencia natural de cada
sistema por separado a desorganizar la información. El desorden genera una necesidad,
manifestándolo mediante moléculas cargadas, aminoácidos o cadenas de proteínas. Dichas
cargas ponen de manifiesto las propiedades inherentes del sistema, y que el sistema
'vecino' interaccionará aportando como desecho, lo que el otro necesita como materia prima.
De esta forma se obtiene y procesa de forma sostenida en el tiempo los materiales y energía,
que se transfieren adecuadamente por cualquiera de los sistemas capaces de transmitir dicha
información. El resultado final minimiza la entropía interna del sistema vivo, necesitando de
aporte externo para que el proceso no decaiga.
La tendencia al desorden es el resultado del desgaste natural asociado a las interacciones.
Como 'remedio' el organismo reacciona a través del desarrollo y la evolución, procesos
dependientes de la existencia de un canal de transferencia o transacción de cargas (que para
el caso de la vida en la tierra, se compila en la información genética), que nutren de
información a todo el sistema.
El desarrollo exponencial de la tecnología ha llevado recientemente al científico Raymond
Kurzweil a afirmar en su libro La era de las máquinas espirituales que si, según su pronóstico,
a lo largo del siglo XXI fuese posible la creación de computadoras más sofisticadas que
nuestro propio cerebro, conscientes y capaces de alojar nuestro estado neuronal, dando así
lugar a una copia virtual o real e inmortal de nosotros mismos, el concepto de inteligencia, de
consciencia, y de vida, trascenderían probablemente a la biología.21

Lo vivo[editar]
Artículo principal: Principales características de los seres vivos

Lo vivo es el estado característico de la biomasa, manifestándose en forma


de organismos unicelulares o pluricelulares. Las propiedades comunes a los organismos
conocidos que se encuentran en
la Tierra (plantas, animales, fungi, protistas, archaea y bacteria), son que ellos están basados
en el carbono y el agua, son conjuntos celulares con organizaciones complejas, capaces de
mantener y sostener junto con el medio que les rodea, el proceso homeostático que les
permite responder a estímulos, reproducirse y, a través de procesos de selección natural,
adaptarse en generaciones sucesivas.
En la biología, se considera vivo lo que tenga las características:

 Organización: Formado por células.


 Reproducción: Capaz de generar o crear copias de sí
mismo.
 Crecimiento: Capaz de aumentar en
el número de células que lo componen o en el tamaño de las
mismas.
 Evolución: Capaz de modificar su estructura y conducta con
el fin de adaptarse mejor al medio en el que se desarrolla.
 Homeostasis: Utiliza energía para mantener el equilibrio y la
armonía del medio interno constante.
 Movimiento: Desplazamiento mecánico de alguna o todas
sus partes componentes, Se entiende como movimiento a
los tropismos de las plantas, e incluso al desplazamiento de
distintas estructuras a lo largo del citoplasma.
Una entidad con las propiedades indicadas previamente se lo considera un organismo. Hoy el
conjunto de toda la Tierra contiene aproximadamente 75 000 millones de toneladas de
biomasa (vida), la que vive en distintos medios ambientes de la biósfera.[cita requerida]
Las tres funciones básicas de todos los seres vivos [editar]
Todos los seres vivos sobre la faz de la Tierra realizan tres funciones básicas, a
saber, relación, nutrición y reproducción. Se excluye de esta definición a los virus pues no son
capaces de realizar las tres, únicamente se relacionan, no obstante, realizan todas una vez
que infectan a la célula objetivo y son capaces de manipular su maquinaria celular, otros
procesos claves que deben realizar todos los organismos vivos son: El metabolismo, tener una
membrana celular y realizar la duplicación genética, para poder sobrevivir en el ambiente que
los rodea.
Las bases de lo vivo[editar]
Una estructura viva es una disposición de elementos químicos, dispuestos de tal forma que,
en su estado más estable, se puede asemejar a un 'esquema energético' a la espera de ser
'leído'. Es en ese momento cuando se expresan las reacciones necesarias para
obtener homeostasis. Dicha estructura, que comprende un organismo, es la base sobre la que
pueden establecerse las estructuras materiales vivas.
La acción de 'leer', no es otra que el evento que desencadena las reacciones necesarias para
poner en marcha el programa genético, unidad en la que se condensa el 'esquema
energético'.
Qué no es vida[editar]
No es vida cualquier otra estructura del tipo que sea (aunque contenga ADN o ARN) incapaz
de establecer un equilibrio homeostático (virus, viriones, priones, células cancerígenas o
cualquier otra forma de reproducción que no sea capaz de manifestar una forma estable
retroalimentaria sostenible con el medio, y provoque el colapso termodinámico.
Se puede concluir que una célula está viva, cuando posee una regulación homeostática
relativa a ella misma, pero si no tiene a un organismo homeostático, la célula es un parásito
incapaz de sustentar y ostentar vida por sí misma, por lo tanto no forma parte de un organismo
vivo, consume recursos y pone en peligro la sostenibilidad del medio en el cual se manifiesta.
Vida en la Tierra[editar]
La existencia de vida, y concretamente la vida terrestre, puede definirse con más especificidad
indicando, entre otras cosas, que los seres vivos son sistemas químicos cuyo fundamento son
cadenas de átomos de carbono ricas en hidrógeno que se distribuyen en compartimientos
llenos de disoluciones acuosas y separados por membranas funcionalmente asimétricas cuya
zona interior es hidrófoba; esos compartimentos constituyen células o forman parte de ellas,
las cuales se originan por división de células anteriores, y se permite así el crecimiento y
también la reproducción de los individuos. Los sistemas vivos no forman un sistema continuo,
cerrado y hermético, sino una multitud de sistemas discretos, que llamamos organismos.

Rasgos comunes de las estructuras orgánicas[editar]


La luz del sol penetrando entre secuoyas. El árbol más alto del mundo pertenece a esta especie, y mide
115,55 m.

El estudio de la vida se llama biología y los biólogos son los que estudian sus propiedades.
Tras el estudio por parte de éstos, se hace evidente que toda reacción bioquímica capaz de
establecer una estructura homeostática que desarrolle la función metabólica, se la puede
definir como materia viva orgánica u organismo, compartiendo algunas características
comunes, producto de la selección natural:

1. Un organismo requiere aporte externo de energía para


poder sostener su ciclo metabólico. Dada la tendencia
constante a degradar la usada, se establece una
resistencia que ofrece toda materia viva a ser animada.
Este hecho se hace evidente al observarse la tendencia a
degradar a materia inerte. Es decir, se alimentan para no
morir.
2. Un organismo usa todos los recursos disponibles y
compatibles con su estructura para perpetuar su esquema
molecular (ADN), desechando lo inservible y
desarrollando lo útil. En las estructuras vitales más
complejas, esto se observa por el hecho de que crecen y
se desarrollan.
3. Un organismo es receptivo a los estímulos del medio
ambiente, siendo éste el único medio por el cual poder
reponer los recursos perdidos. Si deja de responder,
dejará de ser materia viva.
4. Un organismo responde a un medio favorable activando
los procesos que le permitirán duplicar su esquema
molecular y transferir sus funciones de manera que
fomente ese esquema al máximo de sus facultades
vitales. En función de los recursos disponibles del medio,
esas facultades serán más o menos intensas.
La vida se agrupa en diversos niveles estructurales jerarquizados. Así se sabe que la unión de
células pueden dar lugar a un tejido y la unión de éstos dan lugar a un órgano que cumple una
función específica y particular, como el caso del corazón o el estómago. De esta forma los
diversos niveles de jerarquización de la vida se agrupan hasta formar un organismo o ser vivo,
éstos al agruparse siendo de una misma especie forman una población y el conjunto de
poblaciones de diversas especies que habitan en un biotopo dado forman una comunidad.

El origen de la vida[editar]
Artículo principal: Origen de la vida
La Gran Fuente Prismática del Parque nacional Yellowstone.

Para describir en el inicio de la historia de la vida la aparición de los seres vivos, no existe un
único modelo para explicar el origen de la vida; sin embargo la mayoría de los modelos
científicos actuales aceptados se basan en los siguientes descubrimientos, los cuales son
listados en el orden en el cual han sido postulados:

1. Condiciones prebióticas plausibles que resultaron en la


formación de las pequeñas moléculas básicas para la
vida. Esto ha sido demostrado en el experimento de Miller
y Urey.22
2. Los fosfolípidos espontáneamente forman lípidos bicapa,
que son la estructura básica de la membrana celular.
3. Los procedimientos para producir moléculas aleatorias
de ARN pueden producir ribosomas, las cuales son
capaces de reproducirse bajo condiciones muy
específicas.
Existen muchas hipótesis distintas sobre el camino que pudo haber tomado el origen de la
vida para pasar desde moléculas orgánicas simples hasta
constituir protocélulas y metabolismos diversos. Muchos modelos caen dentro de la categoría
"genes primero" o la categoría "metabolismo primero", sin embargo la tendencia actual es la
aparición de modelos híbridos que no caen en ninguna de las categorías anteriores.
Ejemplo de modelo híbrido[editar]

Molécula de ADN.

Las estructuras moleculares esenciales para la vida, se formaron y desarrollaron por aparecer
en un preecosistema que así lo permitió, en su estado prebiótico. El origen de la vida es el
resultado termodinámico del acoplamiento de diferentes átomos en un medio que fomentó la
aparición de moléculas más complejas, pues termodinámicamente hablando era lo óptimo.
Ofreciendo un bajo potencial energético (una molécula de adenina no es físicamente reactiva,
es estable en el tiempo, y poca utilidad tiene en una central eléctrica o en una reacción de
fusión nuclear), pero alto potencial bioenergético (debidamente acoplada a una molécula de
ribosa, forma un reactivo bioquímico muy potente), favorecieron la aparición de otras
propiedades, que emergieron por la abundancia de esas moléculas.
Las formas biológicas más primitivas establecen la formación de biomoléculas, basta un
esquema simple molecular, que adecuadamente estimulado bioquímicamente hablando,
pueden dar estructuras más complejas (aminoácidos).
Según el medio iba cambiando, las estructuras también lo hacían, estableciendo un proceso
evolutivo basado en una función retroalimentada. La abundancia de biomasa, fomentó la
agudeza de ciertas propiedades, que en otras circunstancias pasarían desapercibidas, tales
como la hidrofobicidad, ósmosis, catálisis, permeabilidad, etc. La semejanza y simetría de
ciertas propiedades de ciertos elementos, generaron barreras de potencial por diferencia de
densidad; dicho medio aislado, variaba con el tiempo y los materiales generados en el interior,
desetabilizaban dicha barrera: En ocasiones, cierta parte de esa barrera de potencial, se
debilitaba en ciertas partes, permitiendo la entrada de nuevos elementos
(propiedades electrolíticas). Por el simple acoplamiento debido a las diferentes propiedades de
densidad de los elementos, las disposiciones de los aminoácidos comenzaron a formar
estructuras más sólidas, definiendo una clara membrana compuesta de proteínas y
emergiendo una nueva propiedad: La permeabilidad selectiva.
Según el medio contuviese más o menos materia orgánica, las combinaciones moleculares
darían combinaciones más complejas y con mayor potencial bioquímico. El primer
microorganismo que apareciese aportaría al medio los desechos orgánicos que no necesitase,
así como su propia estructura. Floreciendo este primer microorganismo, abriría el abaníco de
posibilidades aún más.
El alimento es la principal fuente de evolución de los seres vivos. De hecho, si la vida tiene la
forma que tiene es porque es sostenible desde un punto de vista termodinámico. Las formas
de vida que se alimentan de estructuras vivas, aportan a su sistema información de como ser
energéticamente más adaptables. La fuente de alimento es el principal resorte de selección
natural. Así se establece el ciclo retroalimentario de la siguiente manera: Las estructuras
moleculares aportan al medio estructuras orgánicas homeostáticas, a su vez estas estructuras
necesitan energía para mantenerse activas y son al mismo tiempo un aporte de variabilidad al
entorno que les rodea. Por lo que la evolución no hubiera sido posible de no existir tanto un
punto de inicio biomolecular, como estructuras homeostáticas que aporten al medio más
información de cómo ser termodinámicamente óptimo. Todo este proceso es sostenible
gracias al aporte energético de la estrella más cercana, el sol, y por la disipación de esa
energía en el frío espacio, se establece un ciclo físico y posiblemente (como es el caso del
planeta Tierra) biológico.

Vida sintética[editar]
Artículos principales: Vida sintética y Mycoplasma laboratorium.

El 20 de mayo de 2010 un artículo en la revista Science anunciaba lo que probablemente


constituya con total propiedad la creación de vida sintética por primera vez en la historia. Un
equipo de científicos del Instituto J. Craig Venter acreditaba el descubrimiento.
Concretamente, se informaba del diseño, síntesis y ensamblaje del genoma de 1,08 millones
de pares de bases de Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0 partiendo de la información
digitalizada de la secuencia genómica y de su trasplante a una célula recipiente
correspondiente a un espécimen de Mycoplasma capricolum para crear células
de Mycoplasma mycoides controladas únicamente por el cromosoma sintético.
Se informaba además de que el único ADN presente en las células creadas era la secuencia
sintética diseñada, incluyendo secuencias «de filigrana» así como borrados de genes y
polimorfismos, y mutaciones adquiridas durante el proceso de construcción de la célula, la
cual mostraba las propiedades fenotípicas esperadas, además de signos de vida propia como
la autorreplicación continua.23

Astrobiología[editar]
Artículo principal: Astrobiología

Para deducir el tipo de vida que pueda existir en otros planetas, se deberá comprobar el
aporte energético de la estrella más cercana, pues, si es demasiado, la energía aportada al
planeta será tan intensa que hará imposible establecer moléculas biológicamente estables; si
es escasa, las formas de vida quizás no se desarrollen más que a nivel bacteriano. Las
condiciones físicas del planeta pueden influir en la cantidad de energía que llega de la estrella
a su superficie, y establecerán los cauces de la evolución biológica, pues de florecer este tipo
de actividad, será capaz de influir en el medio, adaptarse al mismo y transformarlo. Solo ha de
cumplir el requisito termodinámico: sostenibilidad entre el aporte y la disipación energética.
Indudablemente, su esquema biomolecular será el resultado de las condiciones físicas que lo
han condicionado. Así, de forma paralela a la evolución, la selección natural es la función que
permite el desarrollo sostenible de la vida en el planeta.

Especulaciones recientes[editar]
Existe una hipótesis no demostrada que matiza la definición termodinámica de la vida, la cual
fue defendida por Lynn Margulis. Esta hipótesis considera la vida como un sistema
complejo que surgiría bajo condiciones iniciales favorables, y que localmente aceleraría la
conversión energética entre, en nuestro caso, el calor del Sol y el frío espacio. La larga vida
media de una estrella permite que este sistema vivo evolucione a niveles cada vez más
complejos de vida (complejidad biológica), dado que el sistema se perpetúa mediante material
genético de copia imperfecta (definición bioquímica) y de alguna forma es seleccionada
siempre la copia más eficiente (definición genética) siendo ésta la más favorable
termodinámicamente.
Esta interpretación no sirve para definir mejor qué es la vida, pero complementa la visión
termodinámica con un porqué. No solo lo vivo tiende a aumentar el orden sin una ayuda
material externa, sino que además este aumento del orden es perfectamente lógico con la
tendencia al desorden general, porque para ello se utiliza constantemente energía. En parte,
da una vuelta al enfoque y un ser vivo pasa de ser el que utiliza la energía para vivir al que
vive para utilizar la energía. Lo que nos lleva a la definición del principio.

Interpretaciones de la vida según diversas religiones[editar]


Para las religiones monoteístas, la vida es la unión del alma y del cuerpo,16 de forma que se
diferencia entre la vida del cuerpo, que es mortal, y la vida del alma, que es eterna.2425 En el
caso del cristianismo, a los animales que creó Dios se les llama «seres vivientes... todo ser
viviente».26 La palabra hebrea que aquí se tradujo como «ser» es «nefesh», que también se
traduce como «alma».27 Según acepta la comunidad creyente, existe vida después de
la muerte, denominada vida eterna,16 término que aparece en la Biblia.2829 Cuando alguien
fallece, se dice con frecuencia que pasó a mejor vida,30 expresión que actualmente se usa
también como eufemismo de la muerte31 y de forma desligada de la espiritualidad. Según las
corrientes creacionistas, la vida fue creada de forma instantánea por Dios. En el Génesis, por
ejemplo, se dice que toda la vida fue creada por Dios al principio de los tiempos, entre el tercer
y sexto día de la Creación.32
Para el budismo, la vida es cada uno de los estados de reencarnación de los seres en
el samsara.33 El concepto de alma no existe en esta religión. Existe, en su lugar, una energía
metafísica imperecedera y cambiante denominada karma.34

Véase también[editar]
 Nacer
 Autopoiesis
 Enfermedad
 Esperanza de vida
 Materia orgánica
 Morbilidad
 Mortalidad
 Muerte
 Natalidad
 Salud
 Ser vivo
 Suicidio

Referencias[editar]
1. ↑ «vida.» Avance de la vigésima tercera edición. Diccionario de
la lengua española. Consultado el 27 de septiembre de 2014.
2. ↑ Milsom, Clare; Rigby, Sue (2009). Fossils at a Glance (2nd
edición). John Wiley & Sons. p. 134. ISBN 1405193360.
3. ↑ History of Life. Universidad de Berkeley.
4. ↑ (en inglés) Courtland, Rachel (2 de julio de 2008). «Did
newborn Earth harbour life?». New Scientist. Consultado el 27
de septiembre de 2014.
5. ↑ (en inglés) Steenhuysen, Julie (20 de mayo de 2009). «Study
turns back clock on origins of life on Earth». Reuters.
Consultado el 27 de septiembre de 2014.
6. ↑ Lynn Margulis, Captando genomas. Una teoría sobre el origen
de las especies. Editorial Kairós. (La cita aun está por depurar)
7. ↑ NASA. Life Cycle of Stars.
8. ↑
"Un tema clave en el debate [de los tiempos] del aborto es
el estatus moral del embrión y el feto", señalaba un
informe elaborado por la British Medical Association. "La
cuestión de cuándo empieza la vida se ha debatido
durante años y continúa siendo un tema en el cual los
miembros de la sociedad tienen visiones opuestas (...).
Probablemente nunca sea posible alcanzar un acuerdo
sobre esta cuestión"

[1]

9. ↑ Declaración sobre el comienzo de la vida humana de la


Comisión Nacional de Ética Biomédica de Argentina.
10. ↑ En cualquier otro caso se incurriría en un delito de homicidio.
11. ↑ www.fundacionalzheimeresp.org
12. ↑ Carl Sagan. Serie de televisión Cosmos. 1980. Capítulo
IX: Enciclopedia Galáctica.
13. ↑ Biology Cabinet
14. ↑ Ilya Prigogine (2012). El nacimiento del tiempo. Buenos Aires,
Fábula Tusquets editores. ISBN 978-987-670-087-0.
15. ↑ www.redcientífica.com
16. ↑ Saltar a:a b c Definición de vida de la RAE.
17. ↑ Diccionario Esencial de la Lengua Española. Editorial VOX.
18. ↑ Romanos 6:23
19. ↑ Génesis 2:7
20. ↑ Perspicacia para comprender las Escrituras editado por los
testigos de Jehová. Tomo II.
21. ↑ Entrevista a Raymond Kurzweil: The future is going to be very
exciting. Artículo en The Guardian.
22. ↑ La calificación de demostrado puede ser puesta en tela de
juicio por ciertas mentalidades. El experimento consiste en un
medio altamente reductor en el que se hallan los elementos
necesarios para la formación de aminoácidos. Seguidamente de
hace saltar una chispa eléctrica y ésta produce algunos de los
aminoácidos que forman los organismos vivos. Sin embargo,
son pocos los que señalan que el experimento está montado
con un sistema de aspiración que quita inmediatamente los
productos que produce el arco eléctrico. De no ser así, la misma
energía de la chispa destruiría aquello que formó. Otra objeción
consiste en que un medio acuoso resulta inconveniente para la
formación de polímeros. Más allá de posturas y discusiones, lo
cierto es que no se ha podido sintetizar en laboratorio la
totalidad de las sustancias que conforman una simple célula. Si
acaso se lograra eso, todavía quedaría organizar las sustancias
en una estructura funcional que adoptara una conducta o
comportamiento de ser vivo.
23. ↑ Creation of a Bacterial Cell Controlled by a Chemically
Synthesized Genome. Artículo de la revista Science. 20 de
mayo de 2010.
24. ↑ «no temáis a los que pueden matar el cuerpo, sino a quien
puede mandar cuerpo y alma a la gehena» (cf. Mt 10, 28).
25. ↑ El hombre no es solamente un cuerpo, es un cuerpo y un
alma. No crean que son solamente un cuerpo, con una historia,
un nombre y un domicilio. El cuerpo cuando se muere deja
como rastro los huesos y sus ingredientes básicos, los cuatro
elementos, pasan a ser de nuevo un espermatozoide y un
óvulo, pero el alma no sigue ese destino, el alma no se muere.
El alma no puede morir, continúa su viaje a través de los 17.000
universos. El terror que le tenemos a la muerte es porque
creemos a pies juntillas – el alma cree – que es un cuerpo y le
tiene terror a la desaparición, en su olvido y en su identificación
con el cuerpo. Sheij Abdul Kadir Al-Halveti Al-Yerrahi. Buenos
Aires, Argentina. 13 de agosto de 2005.
26. ↑ Génesis 1:20,21
27. ↑ Génesis 42:21: ...vimos la angustia de su alma.
28. ↑ Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna.
29. ↑ Primera epístola de San Juan: El conocimiento de la vida
eterna (62:5:13 - 62:5:21): Estas cosas os he escrito a vosotros
que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que
tenéis vida eterna.
30. ↑ Acepción de vida en Word Reference.
31. ↑ TheFreeDictionary. «Vida - significado de
vida». thefreedictionary.com. Consultado el 9 de diciembre de
2017.
32. ↑ BibleGateway. «Génesis 11:31». biblegateway.com.
Consultado el 9 de diciembre de 2017.
33. ↑ Introducción al budismo: pasadas y futuras.
34. ↑ Sogyal Rinpoché. El libro tibetano de la vida y de la muerte.
Urano. 2006. 544 pp. ISBN 978-84-7953-623-7

Bibliografía adicional[editar]
 Schrödinger, Erwin (2012). What is Life?. Cambridge
University Press. ISBN 9781107604667.

 Seifert, Josef (1997). What is Life?: The Originality,


Irreducibility, and Value of Life. Rodopi. ISBN 9789042003811.

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DEFINICIÓN DE VIDA HUMANA


Vida, en su sentido más amplio, es un concepto que alude a la existencia.
La noción suele referirse a la actividad que realiza un ser orgánico o, más
precisamente, a su capacidad de nacer, desarrollarse, reproducirse y
fallecer. Humano, por su parte, es aquello propio del hombre como
especie.
Esto quiere decir que la vida humana es la
existencia del ser humano. Si nos centramos en
un único individuo, dicha vida humana
comenzaría con su nacimiento y se extendería
hasta el momento de su deceso.
El inicio de la vida humana, de todos modos, es motivo de debate religioso y
filosófico. Algunos consideran que la vida de un individuo empieza cuando
su madre lo da a luz. En este caso, por lo tanto, se asocia el comienzo de la
vida humana con el nacimiento.
Otros, en cambio, señalan que la vida humana se inicia en el momento de
la fecundación: cuando el gameto masculino (espermatozoide) y el gameto
femenino (óvulo) se fusionan. Esto hace que se atribuya vida al feto,
al embrión y al cigoto.
Ideas diferentes sobre la vida humana que luego propician que exista un
claro debate en torno al aborto. Y es que quienes consideran que un ser
humano lo es en el momento que es un gameto se muestran absolutamente
en contra de la interrupción del embarazo e incluso llegan a calificar de
asesinato esa acción.

En cuanto a la muerte como final de la vida humana, si bien existe consenso


sobre que el fallecimiento ocurre cuando el sujeto deja de respirar y ya no
puede mantener la homeostasis, hay quienes creen que existe
una “vida”posterior, que se vincula a lo espiritual y no al cuerpo físico.
También es importante destacar que, en la vida humana, entran en juego
diversos factores que no están presentes en la vida del resto de los seres
vivos. El ser humano, a diferencia de los animales, es conciente de sí
mismo y de su condición de mortal. Además orienta sus acciones de
acuerdo a la moral, sin actuar solo por instinto.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto que sobre la vida
humana no únicamente se habla en el planeta Tierra sino que también
existen numerosas teorías y dudas acerca de si sería posible o no en otros
planetas como, por ejemplo, Marte. Pero, del mismo modo, otro debate es si
existe allí vida humana o extraterrestre sin que nosotros seamos conscientes
de ello.
Con respecto a si sería viable que el ser humano viviera en Marte queda aún
mucho por investigar y por establecer. No obstante, los datos que hasta el
momento han llegado hasta nuestras manos indican que por el momento
ninguna persona podría aguantar más de 20 segundos en ese planeta si no es
con un traje espacial. No sobreviviría, perdería el sentido porque la presión
atmosférica es realmente baja.

De la misma manera, se ha resaltado que en ese planeta hay unas


temperaturas muchísimo más gélidas, que alcanzan los -140º, y en el mismo
lo que existe fundamentalmente es dióxido de carbono.
No obstante, a favor de que pueda existir vida humana están que el día
marciano es similar al de la Tierra y que permitiría poder cultivar.

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REFERENCIAS

Autores: Julián Pérez Porto y María Merino. Publicado: 2015. Actualizado: 2017.
Definicion.de: Definición de vida humana (https://definicion.de/vida-humana/)

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¿QUÉ ENTENDER POR VIDA HUMANA?

Jesús Armando Martínez Gómez (CV)


jesusarmando@suss.co.cu

RESUMEN: En el trabajo nos ocupamos de la cuestión de ¿qué entender por vida humana?, que
vamos abordando a través del análisis de las concepciones antropológicas que en el plano filosófico
han ido marcando las pautas con relación al tema en cuestión en la cultura occidental, y que se
encuentran en la base de las diversas interpretaciones de la configuración personal de la vida
humana. Partiendo del supuesto de que la fundamentación antropológica de la vida humana tiene
una importancia meridiana para la solución de los disímiles problemas ético-jurídicos de la sociedad
contemporánea, nos afiliamos a las concepciones que permiten una expresión más plena o menos
excluyente de lo humano en la actualidad.

PALABRAS CLAVES: Vida, humano, hombre, persona, rasgos.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:


Martínez Gómez, J.A.: ¿Qué entender por vida humana?, en Contribuciones a las Ciencias
Sociales, junio 2010, www.eumed.net/rev/cccss/08/jamg.htm
La vida humana es un fenómeno complejo, tal vez el más complejo e importante sobre el que se
pueda tener conocimiento. El desarrollo de la ciencia arroja que ésta surge en un momento
determinado, siendo aun, pese a lo avanzado, oscura la explicación del momento específico de su
aparición y comienzo de su evolución. La vida humana es parte de la vida en general, es una forma
de su manifestación, la más desarrollada de las conocidas. Desde los albores mismos de la
civilización el hombre inicia el interminable camino hacia el descubrimiento y explicación de la verdad
sobre la razón de ser de su existencia, pues cada individuo humano a lo largo de su vida va
adquiriendo una visión muy particular y específica sobre este fenómeno de acuerdo a lo vivido. Esto
hace extremadamente compleja la existencia del hombre y su investigación porque las vivencias y
valoraciones particulares de cada sujeto condicionan en buena medida la objetividad del
conocimiento adquirido, pues cada existencia humana acrisola una dosis importante de creación
individual y colectiva que tiende a expresarse de uno u otro modo en su subjetividad.

¿Qué es eso que llamamos vida humana? Según Recansens Siches, la sola cuestión nos retrotrae
a la modalidad de existencia de un ser del universo que no sólo se diferencia de los demás, “sino
que es el ser fundamental” porque su vida “es la realidad primera y radical y a la vez la base y ámbito
de todos los otros seres y la clave para la explicación de éstos” (Siches, 2009). Hasta dónde se sabe,
el ser humano es el único que hoy toma su vida y la de los demás como objeto investigación, y aquí
en la tierra no caben dudas de que la vida de todos los demás seres está cada vez más condicionada
por la actividad vital de éste. El conocimiento sobre el hombre y su vida son aspectos que tienden a
fundirse, de ahí la enorme importancia de revelar la esencia de éste como ser genérico para poder
desentrañar su singular modalidad de existencia: la existencia humana.

Señala José Ramón AMOR PAN, que “las divergencias en problemas relacionados con la vida
humana radican en diferencias fundamentales en la antropología que, explícita o implícitamente, nos
apoya” (Amor, 2005, p. 87). En un período no del todo determinado antes de nuestra era, el salmista
parece haberse percatado de ello cuando se hizo la pregunta fundamental de las humanidades:
“¿Qué es el hombre…?” (Salmos: 8:4), a la que la cultura griega tempranamente trató de dar
respuesta, estableciendo las bases para el origen de la antropología filosófica. Los sofistas fueron
los primeros filósofos en hacer de los problemas humanos el objeto principal de su reflexión,
aseverando con Protágoras que el hombre era el centro de todas las cosas (Laercio, 1990, p. 236).
Sócrates enunció que la esencia del hombre radicaba en su alma, mostrando con ello que la
racionalidad era el rasgo distintivo de lo humano, por lo que alma y cuerpo comenzaron a
diferenciarse como elementos integrantes de toda vida humana. Siguiendo a su maestro, Platón
reconoció la primacía del alma sobre el cuerpo, entendiendo que éste no era más que un obstáculo
o cárcel para el alma que preexiste y lo sobrevive. Para el filósofo griego, el hombre era
esencialmente su alma –o un alma que se puede hacer servir de un cuerpo-, por ello encaminó su
filosofía a enseñar cómo liberar al alma de la prisión del cuerpo mediante la acción purificadora del
conocimiento1. En La República aclaró que el alma perfeccionaba al cuerpo (Platón, 1991, Libro
tercero, p.485), valorando su relación con éste en la existencia humana individual y social, en la que
la función directiva o de gobierno se organizaba en correspondencia con su parte racional2.

A diferencia de Platón, que veía la relación entre el alma y el cuerpo como accidental en la vida
humana, Aristóteles consideraba al hombre como una sustancia compuesta de cuerpo y alma, en la
que el alma era la sustancia formal o “la entelequia primera de un cuerpo natural que tiene la vida
en potencia” (Aristóteles, 1969, II, 1, pp. 47-48). Reconocía que ambos elementos eran inseparables,
pero estimaba que lo que realmente distinguía a la vida humana era la presencia en ella de la razón
o alma racional. Por ello planteaba en la Política que “los hombres llegan a ser buenos y virtuosos
por tres cosas, que son la naturaleza, el hábito y la razón”, pero que encontrándose las dos primeras
también en los demás animales, “el hombre vive por la razón que sólo él posee, por lo que es preciso
que en él guarden aquellas tres cosas una armonía recíproca” (Aristóteles, 1992, VII, 12, p. 295).

Sin embargo, la vida del hombre y en general la humana no se agotan con la corporeidad y la
espiritualidad individual, porque estas son a su vez partes de un conglomerado mucho mayor que
resulta de la interacción de los propios seres humanos: la sociedad. Aristóteles también se percató
de lo anterior, por ello definió al hombre diciendo que “por naturaleza es un animal político”, al tiempo
que aseveraba “que quien por naturaleza y no por casos de fortuna carece de ciudad, está por debajo
o por encima de lo que es el hombre”. Según la visión aristotélica, la sociedad precede al hombre
como el todo a la parte por cuanto éste como individuo no se puede bastar a sí mismo, de ahí que
considere que quien sea incapaz de vivir en sociedad o a causa de su suficiencia no la necesite, “es
una bestia o un dios” (Aristóteles, 1992, Libro I, 1, pp. 158-159).

En la Edad Media encontró continuidad el pensamiento griego, pero esta vez de forma subordinada
o como medio para un cometido mucho mayor: hacer razonable la fe. Para el cristianismo, religión y
cosmovisión dominante en este período, la vida en general y la humana en particular eran el
resultado de un acto de creación, adquiriendo su esencia de manos del creador, quien creó al hombre
a imagen y semejanza suya, razón por la que el alma se llegó a interpretar como la expresión
individual de la eterna espiritualidad divina en un cuerpo mortal. “Ningún ser vivo hay que no venga
de Dios –decía San Agustín-, porque El es, ciertamente, la suma vida, la fuente de la vida” (San
Agustín, 1956, XI, 21, p. 93).

Siguiendo a Platón, San Agustín consideraba que el hombre era esencialmente alma, un alma que
se servía de un cuerpo (San Agustín, 1956, XXIII, 44, p.121), por ello, como ser libre, el hombre se
veía obligado a elegir cómo vivir, según la carne o según el alma, y asumir las consecuencias de su
elección (San Agustín, 2008). Así, basado en la concepción antropológica platónica y en su
experiencia personal, el Obispo de Hipona entendió que al hombre, a quien todo le viene de Dios
(San Agustín, 1997, I, VI, p. 14), la investigación lo debe conducir a la fe. Para ello solo tenía que
buscar la verdad en si mismo -en su interior o alma-, para que le fuera revelada, y luego purificarse
por la propia fe y lograr así su renovación (San Agustín, 1956, XXXVI, 66, 67, pp. 151-152).

Santo Tomas de Aquino utilizó a la filosofía de Aristóteles en su empeño de fundamentación,


desarrollando su idea del hombre como unidad del cuerpo y del alma. El hecho de que el alma tenga
materia es lo que permite diferenciar al hombre de Dios (de Aquino, 1975, 75, V, pp. 370-371. Lo
que distingue al hombre de los demás seres vivos es que a él lo define su alma intelectiva que integra
las formas inferiores (sensitiva y nutritiva), pero ésta también está unida inseparablemente al cuerpo,
conformando entre ambas la naturaleza humana (de Aquino, 1975, 76, IV, p.389). Todo esto debe
tenerse presente cuando se afirma que el hombre esta hecho “a imagen de Dios” por no tratarse
aquí de una semejanza en igualdad, lo que se advierte por la presencia en la frase de la preposición
“a” que “significa un cierto acercamiento que compete a lo distante”, presuponiendo cierta
imperfección de la semejanza (de Aquino, 1975, 93, 1, p. 405).

Ya estos pensadores tomaban en cuenta aspectos a los que el desarrollo posterior de la reflexión
sobre la vida humana no dejará de hacer alusión: el alma o razón, el cuerpo y su proyección individual
y social. Fue así como el alma -por las posibilidades que ofrece- comenzó a ser el aspecto decisivo
en la definición de los actos humanos, que el humanismo clásico tuvo a bien distinguir de los actos
del hombre. Tomas de Aquino enunció con claridad esta diferencia en su Suma Teológica, en la que
precisaba:

De las acciones que el hombre ejecuta solamente pueden llamarse “humanas” aquellas que son
propias del hombre como tal. El hombre difiere de las criaturas irracionales en tener dominio de sus
actos. Por lo tanto, solamente aquellas acciones de las cuales el hombre es dueño pueden llamarse
con propiedad humanas. Este dominio de sus actos lo tiene por la razón y la voluntad; por eso el
libre albedrío se llama “facultad de la voluntad y de la razón”. En consecuencia sólo se podrán
considerar acciones propiamente humanas las que proceden de una voluntad deliberada. Y si
algunas otras acciones hay en el hombre, pueden llamarse acciones del hombre; pero no
propiamente humanas, porque no son del hombre en cuanto tal. (de Aquino, 1954, 1,1, p. 101)

En los sistemas teóricos expuestos, la funcionalidad social se acoge al principio de la subordinación


de la parte al todo, de lo individual a lo social y de lo privado a lo público. La vida individual encuentra
aquí el sentido y complemento necesario en la medida en que se inserta de algún modo en la
comunidad y a ella obedece, y el garante de esta inserción como representante del bien común de
ese todo social debe ser el Estado (Martínez, 2008). Por ello, lo social es interpretado como una
dimensión externa al individuo en la que éste se ordena al fin común de la comunidad por la
necesidad de superar la insuficiencia de su propia naturaleza. Esta fue la forma de enfocar la relación
de lo individual y lo social prevaleciente hasta el final de la Edad Media.

En la Edad Moderna la concepción de la vida humana va a estar marcada por el proceso de


secularización que paulatinamente se va abriendo paso y por el antropocentrismo, lo que llevará a
enfatizar en los rasgos mundanos del ser humano en detrimento e incluso contraposición a su visión
anterior como criatura sometida a los designios divinos. En este contexto, el iusnaturalismo y el
racionalismo serán las corrientes más influyentes. Sus seguidores comienzan haciendo especial
énfasis en la interpretación de la vida humana como parte de la naturaleza, y del hombre en
específico como su componente más desarrollado. Para la mayoría de los pensadores de este
período, la civilización era una resultante del propio desarrollo natural del hombre, que había decidido
integrarse socialmente para ganar en seguridad y proteger sus derechos naturales. Para los
modernos, lo natural del hombre era algo más propio de su pasado que un componente de su
corporeidad física y social. La tesis de que el hombre al insertarse en la vida social supera a la
naturaleza es la más difundida en esta etapa, aunque no siempre se pueda considerar a esta
superación como algo positivo, según las ideas de Juan Jacobo Rousseau3.

La causa de esa superación algunos la veían en la casualidad, como Hobbes4, mientras que otros
–la mayoría- consideraban que era la resultante de una inclinación natural a vivir en sociedad, que
Kant estimó que coexistía con la inclinación a aislarse5, pero en fin, todos aceptaban de una forma
u otra que su desarrollo pleno el hombre lo alcanzaba viviendo en sociedad. Con independencia de
los argumentos, los diversos enfoques tendieron a destacar que el hombre individual es universal,
que es la unidad primaria del género humano. El hombre como género expresa lo común, esencial
y necesario de cada uno de sus miembros, con lo cual al mismo tiempo se niega a sí mismo porque
formando parte de ese rasgo común que lo caracteriza se encuentra la libertad individual que tiende
a afirmar su particular existencia frente a la vida genérica o comunidad existencial. La corriente
iusnaturalista derivará la generalidad de su carácter natural, postulando que los hombres son libres
por naturaleza, de donde se infiere su tendencia natural, genérica, a la afirmación de su
individualidad como ente particular. Los racionalistas lo harán de su razón, entendiendo que el
hombre debe ser racionalmente libre a la vez que insisten en el carácter individual de su libertad6.

Según Descartes, “el sentido común o razón es igual en todos los hombres”, por lo cual las
diferencias entre ellos no pueden negar el aspecto común que les identifica7. En esencia, dice, el
hombre es “una cosa que piensa”, pues se trata de un ser compuesto de cuerpo y de alma8, tesis
en la que continua con el inagotable problema de la naturaleza dual del hombre. El hombre alberga
una doble naturaleza porque posee atributos de dos sustancias: la sustancia espiritual – se divide
en finitas (almas) y finita (Dios)-, cuyo atributo es el pensamiento; y la sustancia corporal (cosas
extensas), que tiene como atributo a la extensión9. Sin embargo, dando por sentada la relación entre
lo espiritual y lo corporal, Descartes no la explicó10 por considerar que ésta era una verdad que no
admitía explicación11.

Spinoza trató de resolver la cuestión que dejó pendiente Descartes, esbozando una nueva tesis: el
hombre no puede ser una mezcla de sustancias por la sencilla razón de que existe una única
sustancia, que es infinita y causa de sí misma: Dios (Spinoza, 2006, p.7). Por ello, a lo sumo, el
hombre no es más que una esencia compuesta por dos modos de los atributos divinos: el cuerpo,
que es un modo del atributo divino de la extensión; y el alma, que es modo del atributo divino del
pensamiento. Esto hace que ninguno de los atributos pueda ser causa del otro, siendo como son –
ambos- efectos de una única sustancia (Spinoza, 2006, pp. 57-60). Con este nuevo planteamiento,
Spinoza reconoció una dignidad al cuerpo de la que carecía en la concepción de Descartes: la de
ser atributo de uno de los modos de la sustancia divina (Jardines, 2005, p. 82). De manera que el
hombre no se puede comprender y definir sin alusión al cuerpo humano; es, por tanto, un cuerpo
consciente de sí y del mundo12.
La interpretación de Holbach representa una ruptura con el supuesto ontológico anterior. Afirmó
categóricamente que el hombre es “un ser material, organizado o conformado de cierto modo, que
hace que pueda sentir, pensar y ser modificado de ciertas maneras que le son particulares, como
también a su organización, y a las combinaciones particulares de las materias que se hayan reunidas
en su composición”(Holbach, 1989, VI, p. 73). Según él, las facultades intelectuales del hombre no
se pueden ver separadas de la naturaleza en la cual se originan, siendo como son, modalidades de
su existencia corporal (natural). Por ello consideraba que la pretensión del hombre de verse superior
a las demás producciones de la naturaleza era un error provocado por su dual posición de ser al
mismo tiempo espectador y parte del universo, y por sus propios intereses (Holbach, 1989, VII-X).

Según Hégel, el hombre es un ser pensante y en esto se distingue del animal, lo que quiere decir
que en todo lo humano -sensación, saber, apetito, voluntad- hay un pensamiento. Sin embargo,
estimaba que esto no era suficiente porque “el pensamiento está subordinado al ser, a lo dado,
haciendo de éste su base y su guía”, que no es otra que lo acontecido en la historia real, la
objetivación del pensamiento o el pensamiento pretérito objetivado (Hegel, 1973, pp. 83-84), es decir,
el mundo del espíritu que es el reino de la conciencia universal creado por el hombre. En este sentido,
planteaba Hegel, la naturaleza humana viene a ser la resultante de la unión del espíritu con la
naturaleza. “Lo que el hombre es realmente, tiene que serlo idealmente”, en virtud de lo cual el
hombre sabe, a diferencia del animal, lo que determina su actuación. Sus móviles son las
representaciones de lo que es y de lo que quiere, es decir, son fines ideales los que determinan en
última instancia sus actos mediando entre el reclamo de los impulsos y su satisfacción. El hombre
puede inhibir o reprimir los primeros, con lo cual se hace libre y en este mismo acto supera a la
naturaleza (Hegel, 1973, pp.100-105).

De la misma manera que lo universal debe realizarse mediante lo particular, el hombre se realiza a
través del individuo, que es el hombre realmente existente. Él es el espíritu subjetivo, el espíritu
individual consciente de sí mismo que se objetiviza en sus propias obras, la más importante de las
cuales es el Estado. En el Estado, dice Hegel, reside el ser del hombre, y no porque el último pueda
hacer del primero el medio fundamental para alcanzar todos sus fines, sino porque a través del
Estado la razón, que es su propio ser, deviene objeto de sí misma y se logra autoconocer; en otras
palabras, su esencia racional adquiere a través del órgano estatal una existencia objetiva e
inmediata. Es precisamente a través del Estado que se da la unidad entre lo individual y lo universal,
porque es el que hace posible la participación del hombre en las costumbres, en la vida jurídica y
moral, toda vez que las normas (leyes) – porque el Estado acostumbra a obrar según la voluntad
universal y a proponerse fines universales- unen la voluntad individual con la social, lo subjetivo con
lo objetivo. Y como la esencia del espíritu es su actuación, el hombre es su acto o la serie de sus
actos, que dejan de ser abstractos al concretizarse en las dos manifestaciones fundamentales del
espíritu: el Estado y los individuos (Hegel, 1973, pp.125-146).

Feuerbach hizo de la reflexión sobre el hombre el centro de su filosofía. Para el filósofo alemán, la
esencia del hombre había que buscarla en su diferencia esencial del mundo animal, que de acuerdo
a la opinión más simple, general y popular no es otra que la de su conciencia en sentido estricto, que
“sólo se encuentra allí donde un ser tiene por objeto la reflexión, su propia esencia, su propio género”
(Feuerbach, 1980, p. 34). El carácter reflexivo de la conciencia permite que el hombre lleve, a
diferencia de los animales, una vida doble, objetiva y subjetiva, pues su vida interior no se identifica
con su vida exterior como en aquellos. Esto hace, según Feuerbach, que el hombre pueda “colocarse
en el lugar del otro, precisamente porque no sólo su individualidad, sino también su género y su
esencia, son los objetos de su reflexión” (Feuerbach, 1980, p. 35). A partir de estas ideas, Feuerbach
destaca los elementos constitutivos fundamentales – “las fuerzas más altas” o “perfecciones” - de la
esencia del hombre que le revela su propia conciencia, y que no son otros que la razón, la voluntad
y el corazón. “La fuerza del raciocinio –nos dice- es la luz de la inteligencia; la fuerza de la voluntad
es la energía del carácter, y la fuerza del corazón es el amor” (Feuerbach, 1980, p. 36).

Pero en modo alguno la esencia del hombre se puede reducir a su pensamiento u otro aspecto
fundamental, porque éste se diferencia de los animales con todo su ser. Por ello precisa que no
tenemos incluso que rebasar el marco de la sensibilidad para establecer la diferencia entre el hombre
y los animales porque su existencia es universal, ilimitada y libre, y no particular y limitada como la
del resto de los seres vivos; y la causa de lo anterior no se puede buscar en facultades específicas
suyas, como la razón y la voluntad porque se extiende a todo su ser (Feuerbach, 1976, p.107).

Aun siendo la naturaleza de origen, la racionalidad y, como derivadas de ellas, la libertad y la


convivencia social las características del hombre más importantes para los modernos, no fueron los
únicos aspectos de la vida humana destacados por ellos. En este período también se comienza a
caracterizar a ésta por sus producciones, obras y forma de relaciones sociales específicas. En uno
de sus primeros apuntes reflexivos, los Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844, Carlos Marx
enuncia aspectos de una concepción del hombre en la que ya se advierten diferencias cruciales
respecto a los pensadores anteriores. En este trabajo señala que la actividad vital que distingue al
hombre y define su vida genérica es el trabajo, considerando que éste engendra en última instancia
la vida de la especie Homo sapiens y ya contiene los elementos que la diferencian. “En el carácter
de la actividad vital –dice- se encierra todo el carácter de la especie concreta, su carácter genérico,
y la actividad consciente libre viene a ser, precisamente, el carácter genérico del hombre” (Marx,
1989, p. 60-61).

Para Marx, son las características de la actividad vital humana las que marcan su diferencia del resto
del reino animal. Por ello, concluye diciendo en la mencionada obra:

El animal se identifica directamente con su actividad vital. No se diferencia de su actividad vital. Es


esta actividad vital. El hombre convierte su actividad vital misma en objeto de su voluntad y de su
conciencia. Su actividad vital es consciente. No es una determinación con la que se funde
directamente. La actividad vital consciente diferencia directamente al hombre de la actividad vital
animal. (Marx, 1989, p. 61)

En el mismo año 1844, en su Introducción a la Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de


Hegel, Marx continúa desarrollando la idea esbozada en los Manuscritos cuando plantea que “el
hombre no es un ser abstracto, agazapado fuera del mundo. El hombre es el mundo de los hombres,
el Estado, la sociedad” (Marx, 1976, p. 13). Con ello ya llamaba la atención sobre el hecho de que al
hombre no se le podía definir en abstracto, pues cada época histórica aporta nuevo contenido a su
naturaleza social. Un año después, en 1945, enunciaba su conocida tesis de que “la esencia del
hombre no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las
relaciones sociales” (Marx, s/a, p. 25). En ella Marx expresaba que al hombre no se le puede definir
fuera del contexto socio-histórico porque su esencia genérica es social. Los demás atributos
humanos (corporeidad física y conciencia, entre otros) no son definitorios de su esencia porque son
engendrados en un determinado contexto histórico y están, por tanto, condicionados socialmente.
La sociedad se produce y reproduce a través de la producción de bienes materiales, de ahí que ésta
sea vista por Marx como la clave para desenterrar los misterios de la naturaleza humana.

Analizando las concepciones esbozadas sobre el hombre (en concreto la judeo-cristiana fundada en
el origen divino, la clásica griega que lo interpreta como ser racional, la basada en la ciencia moderna
que lo ve como un ser natural que se diferencia de los demás por el grado y proporción en que
combina la energía y facultades ya existente en la naturaleza infrahumana, entre otras), Max Scheller
planteaba que el concepto esencial del hombre debe hacer referencia a su negación del mundo
animal en general (Scheller, 1971, pp. 23-26). La esencia del hombre se revela en el acto mismo en
que se humaniza tomando a la naturaleza como objeto, porque en el se nos muestra su estructura
fundamental, es decir, “todos los monopolios, todas la funciones y obras específicas del hombre: el
lenguaje, la conciencia moral, las herramientas, las armas, las ideas de justicia y de injusticia, el
Estado, la administración, las funciones representativas de las artes, el mito, la religión y la ciencia,
la historicidad y la sociabilidad” (Scheller, 1971, pp. 108-109).

Arnold Gehlen nos dirá que el hombre es un ser orgánicamente carencial, que al no ser apto para
vivir en ningún ambiente natural se ha visto precisado a crear una segunda naturaleza, es decir, un
mundo substitutivo artificial, inofensivo, manejable y útil para satisfacer sus necesidades vitales
(Gehlen, 1993, pp. 63-66). Henri Bergson planteaba que el hombre se define a partir de su facultad
para fabricar instrumentos, que es en ella donde se origina su inteligencia y el carácter creador de
su pensamiento, por lo que propone el término homo faber y no el de homo sapiens para designar a
nuestra especie, por considerarlo mucho más preciso (Bergson, 1963, pp.557-558).

Ernst Cassirer descubre un nuevo rasgo diferenciador de la vida humana al estudiar la diferencia de
las respuestas de los animales y el hombre ante los estímulos del mundo exterior. Mientras que las
respuestas de los primeros son directas e inmediatas, las del segundo se caracterizan por ser
demoradas y en general retardadas por estar mediatizadas por el universo simbólico del cual se sirve
el pensamiento humano, que analiza cada estímulo y respuesta. Este universo se teje por un
conjunto de elementos artificiales, tales como el lenguaje, el mito, el arte, la religión, entre otros, que
mediatizan el conocimiento de la realidad y las reacciones humanas ante ésta. Por tal razón, para
Cassirer sería mucho más preciso definir al hombre como un animal simbólico que como un animal
racional (Cassirer, 1974, pp.47-49).

Al final del decimonónico y comienzos del siglo XX comienzan perfilarse dos corrientes filosóficas
que harán específicamente de la vida el objeto de su reflexión: la filosofía de la vida y el
existencialismo. La filosofía de la vida se lanza contra el rasgo fundamental por el que se define a la
vida humana en la modernidad: la razón y la naturaleza socializada del hombre, para erigir en su
lugar un nuevo rasgo, hasta entonces excluido de su definición: lo irracional. Según Arthur
Schopenhauer, la vida es la manifestación de una fuerza cósmica o impulso irracional, la voluntad,
y está al servicio de esa fuerza. El hombre no escapa a ese designio, sólo que a diferencia de los
demás seres vivos logra representárselo tomando conciencia del mundo a través de la manifestación
de esa voluntad en su cuerpo, que deviene así esencia del hombre. A la fundamentación de esta
tesis dedicó su más importante obra: El mundo como voluntad y representación (Schopenhauer,
1985, 1, pp17-18).

Friedrich Nietzsche es sin duda el negador más activo de la concepción moderna de la vida en esta
corriente. Eugen Fink subraya que la filosofía de Nietzsche se torna antropológica y su “reducción al
hombre va acompañada también de un cambio en el concepto de vida”, que se despoja de su
proyección metafísica y mística para centrarse ahora en un concepto biológico del hombre (Fink,
1969, p. 62). Según Nietzsche, el aspecto más destacado por los modernos como determinante y a
la vez definidor de la vida humana, la razón, no ha sido más que una máscara tras la que se ha
estado escondiendo lo más esencial y significativo: los instintos y la voluntad de poder. Al considerar
que la vida se estructura en sí misma, en la biología y no en el más allá ni en las cosas que la
trascienden, su visión del hombre corre pareja con la proclamación de la muerte de Dios. Y es que
en la visión nietzscheana el hombre se hace libre cuando se libera de los ideales, de las ideas
trascendentes, en fin, de Dios, de la moral y de la metafísica.

En la concepción esbozada por Nietzsche, el espíritu y la libertad se reintegran a la tierra, se


reconocen como partes y criaturas suyas, por lo que ésta definirá ahora la vida del hombre. Por tanto,
el cuerpo (la realidad terrena) será la única realidad humana (Fink, 1969, p. 108), y el lugar donde
habrá que buscar la explicación de todo lo demás. “Libertad –dice en El ocaso de los ídolos- significa
que los instintos viriles, los que se complacen en la guerra y en la victoria, preponderan sobre los
demás instintos, por ejemplo, sobre el instinto de felicidad” (Nietzsche, 1999, p. 88). La nueva
interpretación de la libertad está basada en su concepción de la voluntad de poder, que parte del
siguiente supuesto: en toda volición hay siempre una pluralidad de sentimientos y un pensamiento
que manda basado en el “afecto de superioridad con respecto a quien tiene que obedecer”
(Nietzsche, 1986, p. 39).

De esta forma, Nietzsche se lanza contra la concepción moderna de la libertad basada en la


racionalidad, y en el desarrollo del principio de la responsabilidad individual como respuesta a la
necesidad de tener presente en las propias decisiones al otro y de respetarlo. A partir de estos
supuestos, el hombre nietzscheano intenta superarse a sí mismo y a la humanidad por medio de la
fuerza, el temple y el desprecio, ateniéndose a la idea de que “donde falta la voluntad de poder, hay
decadencia” porque se viola la ley de la selección natural13. Es obvio a donde conduce esta forma
de pensar que proclama la venida del superhombre. Según enuncia el propio Nietzsche, su
reformulación metodológica de la concepción de la vida humana es bien simple y puede resumirse
en pocas palabras: “Ya no derivamos al hombre del espíritu, de la divinidad; le hemos colocado entre
los animales. Para nosotros es el animal más fuerte, porque es el más astuto: consecuencia de ello
es su intelectualidad”14.

Para los existencialistas, la vida del hombre no es un simple estar en el mundo o una mera presencia,
sino más bien, como dijera Martín Heidegger, una elección y un proyecto. La existencia es el modo
de ser del hombre que, a diferencia de los animales, no limita su vida a lo naturalmente dado sino
que la construye con sus propias decisiones, es decir, es un “poder ser” que se realiza, no sin
angustia a causa de que el hombre, según Jean Paul Sartre, al reflexionar sobre su libertad capta
que es totalmente libre y al mismo tiempo incapaz de hacer que el sentido del mundo provenga de
él (Sartre, 1989, p. 75).

Por tanto, de acuerdo a la filosofía del existencialismo, el hombre es una conciencia que se hace a
sí misma en total libertad, es el resultado de sus decisiones, de ahí que sea en esencia, como ser
individual, una posibilidad que se realiza en un tiempo y espacio histórico específico. Según Emilio
Lledó, el existencialismo se mueve dentro del modelo yo-libertad-historia, con la peculiaridad de que
aquí no se trata ya del yo creador y, en parte racional, sino de un individuo sin importancia colectiva,
que cuando lanza su proyecto vital tropieza continuamente con el absurdo, porque el campo de la
libertad se le abre tanto que pierde los límites entre los cuales ésta tiene sentido, lo que le lleva a
encontrase no con los límites que marcan los dominios de las conquistas de su libertad, sino con su
negación infinita (Lledó, 1973, pp. 76-79). Pese a ello, el hombre es responsable de su existencia
frente a toda la humanidad. Así lo ve Sartre:

Y cuando decimos que el hombre es responsable de sí mismo, no queremos decir que el hombre es
responsable de su estricta individualidad, sino que es responsable de todos los hombres. [...] Cuando
decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero también
queremos decir con esto que al elegirse elige a todos los hombres. En efecto, no hay ninguno de
nuestros actos que al crear al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del
hombre tal como consideramos que debe ser. Elegir esto o aquello es afirmar al mismo tiempo el
valor de lo que elegimos, porque nunca podemos elegir el mal; lo que elegimos es siempre el bien,
y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo para todos. Si, por otra parte, la existencia precede
a la esencia y nosotros quisiéramos existir al mismo tiempo que modelamos nuestra imagen, esta
imagen es valedera para todos y para nuestra época entera. Así, nuestra responsabilidad es mucho
mayor de lo que podríamos suponer, porque compromete a la humanidad entera. Si soy obrero y
elijo adherirme a un sindicato cristiano en lugar de ser comunista; si por esta adhesión quiero indicar
que la resignación es en el fondo la solución que conviene al hombre, que el reino del hombre no
está en la tierra, no comprometo solamente mi caso: quiero ser un resignado para todos; en
consecuencia, mi acto ha comprometido a la humanidad entera. (Sartre, 1978, pp. 19-20).

El análisis de la vida humana tampoco se escapó al estructuralismo que, a diferencia del


pensamiento anterior que persiguió buscar lo distintivo y esencial de ésta, considera –según Lévi-
Strauss- que “el fin último de las ciencias humanas no es constituir al hombre, sino disolverlo”
(Strauss, 1972, p. 357). Strauss aclara que “disolver” no supone la destrucción de las partes
sometidas a la acción de otro cuerpo porque en la disolución no se deben empobrecer los fenómenos
sometidos ni eliminar lo que contribuya a su riqueza y originalidad distintiva, pero sin dudas la
reducción que supone la disolución ayuda a superar las ideas preconcebidas de lo que es la
humanidad (Strauss, 1972, pp. 357-359; 361). Para esta corriente filosófica, la regularidad no está
en los elementos que dependen de ella, pues es supraindividual. A juicio de Adolfo Sánchez
Vázquez, en esencia el estructuralismo afirma: “Si los hechos no existen aisladamente sino en la
totalidad en que se integran como elementos, relaciones, y dependencias, su explicación tiene que
darse al nivel del todo del que forman parte (sistema o estructura) (Sánchez , 1970, p. 50).
Las diferentes descripciones antropológicas suelen arrojar entre los rasgos distintivos del hombre,
los siguientes (Berovides, 2008, pp. 6-7):

1. Postura erecta y marcha bípeda.

2. Comunicación (lenguaje) abstracta y simbólica.

3. Cerebro relativamente grande, capaz de desarrollar:

a) Gran inteligencia.

b) Pensamiento abstracto y simbólico.

c) Autoconciencia.

d) Previsión del futuro.

4. Desarrollo del fenómeno conocido como cultura, entendida como norma de vida del grupo social
y los productos materiales y espirituales de las colectividades humanas.

5. Uso permanente y dependencia de las herramientas elaboradas.

6. Alto grado de sociabilidad.

7. Hijos prematuros que requieren de mayor tiempo de cuidado comparado con el que le dedican
otras especies a los suyos.

8. Mayor proporción de proteína animal en la dieta.

9. Destacadas modificaciones de la anatomía, fisiología y conducta sexual.

10. Piel desnuda, con vellos localizados en regiones (cabeza, axila, pubis).

Sin embargo, las ciencias sociales siguen definiendo al hombre por sus rasgos esenciales y no como
un todo o compendio de rasgos. Así operan el Derecho y en general las ciencias jurídicas, e incluso
la Bioética. En la medicina ha tenido un mayor impacto el enfoque multifactorial, que es el que preside
la mayoría de las concepciones etiológicas actuales que se atienen al enfoque del hombre como un
complejo de partes o aspectos, las cuales se estructuran a partir de tres grandes sistemas: el
biológico, el psicológica y el social, lo que ha dado lugar a la concepción del hombre como un ser
biopsicosocial. En un lugar tan sensible como el de la praxis sanitaria, dónde se suelen tomar
decisiones que atañen a la vida y a la muerte del paciente, los médicos han tenido que asistir al
enfrentamiento de posiciones ideológicas en torno a lo humano.

Una de las más perniciosas, no tan difundida hoy, es la del determinismo biológico del hombre o la
antropología biologicista conocida como darwinismo social. Sus orígenes se remontan a la propia
modernidad, donde el debate acerca de la esencia de la naturaleza humana trasciende el terreno
filosófico para convertirse en un asunto también de las ciencias particulares (botánica, zoología,
anatomía, entre otras) que luego se integran en una disciplina mucho más abarcadora: la biología.
Lo que para los antiguos fue sólo especulación, ahora se torna un hecho: los hombres y los animales
tienen aspectos comunes, aunque son cualitativamente diferentes. Sin embargo, el problema
siempre sigue siendo descubrir hasta dónde cada uno de los aspectos constitutivos del hombre
determina que su existencia sea cualitativamente diferente.
Una de las vertientes de mayor influencia en la investigación de la determinación biológica del
hombre ha sido sin dudas la teoría evolucionista de Charles Darwin, según la cual todas las formas
vivas evolucionaron conforme a la ley de selección natural y su mecanismo, la lucha por la existencia;
tesis con la que tampoco queda claro cómo fue que se diferenció cualitativamente la vida del hombre
de la del resto de sus congéneres15. Pero dado por cierto el juicio de la ley de la evolución, algunos
comenzaron a basar en ella la doctrina económica y política liberal del laissez-faire. Otra
consecuencia importante del reduccionismo biologicista fue la eugenesia y el racismo, tristemente
emparentados en la teoría y en la práctica, toda vez que el afán de la perfección del ser humano
propio de la primera da por sentada la superioridad biológica de determinados seres de la especie
homo sapiens.

Con el desarrollo y conclusión del Proyecto Genoma Humano comenzaron a doblar campanas a
favor del biologicismo, esta vez fundamentado en los nuevos avances de la genética y la biología
molecular. Al parecer, veinte siglos de era cristiana y prácticamente 18 de filosofía y ciencia en
Occidente no han sido suficientes para que nos percatemos de una vez y por todas de que la vida
humana emerge a partir de la vida biológica pero es mucho más que eso16. No obstante, la
valoración de la vida humana no puede ser ajena al hecho mismo de los elementos que la integran,
pues son los que hacen de ella algo cualitativamente superior a cualquier sustancia animal o
simplemente viviente que se expresa espontáneamente en determinada corporeidad. El viviente
humano deviene persona que, a decir de Cofré Lagos, es “una construcción espiritual y social que,
dependiente de lo que hemos entendido como viviente, va mucho más allá de él y lo supera
largamente” (Cofre, 2004). Y es cierto que ningún ente de la naturaleza llega a ser persona ni tiene
personalidad, pero también lo es que tampoco ninguno tiene la plasticidad necesaria para serlo, lo
que significa que ya la biología humana, a pesar de tener cosas comunes con la de los demás seres
vivos, es también sustancialmente distinta, pues ha sido transformada en el propio proceso de la
praxis en el que aparece la persona y ésta transforma la naturaleza creando una segunda naturaleza:
la de la cultura.

La vida humana es vida personificada, es la vida de la persona que se distingue por ser consciente
y voluntaria, es decir, es vida que llega a tener conciencia de sí misma y elige alternativas de
desarrollo individual y social por las que contrae cierta responsabilidad. La existencia personal está
condicionada socialmente toda vez que es personificación individual de la vida social o genérica, de
un mundo cultural que se expresa en un determinado contexto histórico. Lo biológico, aunque
subordinado al componente consciente y social, también es humano en el hombre, y no sólo porque
se haya transformado y socializado a través del desarrollo histórico, sino también por ser el soporte
natural de la persona, lo que le confiere valor y dignidad.

La vida humana se reconoce y existe jurídicamente como vida personal, lo que ya entraña de por sí
una cualidad del hombre o de lo humano. El problema está en la concepción de que se parte: de la
interpretación de la persona como la actualización o manifestación individual de ciertas propiedades
distintivas del ser humano, o como una entidad consustancial a lo humano. Acogiéndose a la primera
interpretación, Tristram Engelhardt señalaba que lo que distingue a las personas “es su capacidad
de tener conciencia de sí mismas, de ser racionales y preocuparse por ser censuradas y alabadas”,
concluyendo que “no todos los seres humanos son personas” porque “no todos son autoreflexivos,
racionales o capaces de formarse un concepto de la posibilidad de culpar o alabar”. Por tal razón,
“los fetos, los retrasados mentales profundos y los que se encuentran en coma profundo” no son
personas aunque sean seres humanos o miembros de la especie homo sapiens (Engelhardt, 1995,
p. 155).

El anterior criterio también es compartido por autores como Peter Singer, Michael Tooly, R. F. Frey
y Martín Farrel, entre otros. Según Massini, la posición opuesta estima que la persona no puede
reducirse a la constatación empírica de sus cualidades porque ella es el supuesto ontológico de lo
humano y, por tanto, consustancial a su esencia17. Uno de los representantes más activos Robert
Spaemann, señala que “reducir la persona a ciertos estados actuales –conciencia del yo y
racionalidad- termina disolviéndola completamente: ya no existe la persona sino `estados personales
de los organismos`”(…) La personalidad es una constitución esencial, no una cualidad accidental. Y
mucho menos un atributo que (…) se adquiera poco a poco. Dado que los individuos normales de la
especie homo sapiens se revelan como personas por poseer determinadas propiedades, debemos
considerar seres personales a todos los individuos de esa especie, incluso a los que todavía no son
capaces, no lo son ya o no lo serán nunca, de manifestarlos”18.

En su encíclica Pacen in terris, JUAN XXIII dice exactamente: “En toda convivencia humana bien
ordenada y provechosa hay que establecer como fundamento el principio de que todo hombre es
persona, esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío, y que, por tanto, el hombre
tiene por sí mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su propia
naturaleza. Estos derechos y deberes son, por ello, universales e inviolables y no pueden
renunciarse por ningún concepto” (1963, núm. 9).

Según Cifuentes, la “persona es la realidad-hombre conceptualizada de modo específicamente


jurídico” (1995, p.138). Al reconocer al hombre como persona, el ordenamiento jurídico no sólo
reconoce su aptitud para ser sujeto de derechos y obligaciones, sino también su dignidad y atributos
(Díez y Gullón, 1994, p.223) como expresión suprema de su valor. La cuestión está en la
determinación material o contenido del concepto persona. De ella dependerá la determinación de
qué seres humanos se les brindará protección jurídica y a cuáles no. Sin embargo, no caben dudas
de que el humanismo crecerá con la concepción de persona que sea mucho más abarcadora o
menos excluyente.

Notas

1. Entiende que el cuerpo obstaculiza y aprisiona el alma a cuenta de su necesidad de ser


alimentado, de las enfermedades que sufre o padece y de las pasiones que experimenta; por ello,
tanto para poder investigar y llegar a la sabiduría como para lograr una inmortalidad decorosa y no
reencarnar en cuerpos inferiores al humano en dignidad, el hombre debe aprender a liberar su alma
del cuerpo a través de la labor purificadora del conocimiento. Vid. Platón, “Fedón”, en Platón (1998).
Diálogos. México: Editorial Porrúa, pp. 404-407; Cfr. Platón, “La República o de lo justo”, Libro
tercero, en Platón. Diálogos, cit., p. 485.

2. Su construcción del estado ideal la basó en la estructura del alma, al igual que su idea de justicia.
Vid. Platón, “La República o de lo justo”, cit., Libro cuarto, pp. 508-509.

3. Rousseau se detuvo a analizar las consecuencias perjudiciales del desarrollo social y científico
para el hombre, sobre todo en lo relacionado con el origen de los males y la corrupción de las
costumbres. Vid. Al respecto sus obras: Discurso sobre las ciencias y las artes y el Discurso sobre
el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres.

4. Según Hobbes, el hombre no es un animal político por naturaleza, es decir, no existe en él la


predisposición natural para la vida social, por lo que estima que su reunión en sociedad debe haber
ocurrido de manera accidental. Vid. Hobbes, T. “De cive”, I, 1,2, en Cortés Morató, Jordi y Martínez
Riu, Antoni (1999). Diccionario de filosofía en CD-ROM. Barcelona: Editorial Herder.

5. Kant lo explica del siguiente modo: “Entiendo en este caso por antagonismo la insociable
sociabilidad de los hombres, es decir, su inclinación a formar sociedad que, sin embargo, va unida a
una resistencia constante que amenaza perpetuamente con disolverla. Esta disposición reside, a las
claras, en la naturaleza del hombre. El hombre tiene una inclinación a entrar en sociedad; porque en
tal estado se siente más como hombre, es decir, que siente el desarrollo de sus disposiciones
naturales. Pero también tiene una gran tendencia a aislarse; porque tropieza en sí mismo con la
cualidad insocial que le lleva a querer disponer de todo según le place y espera, naturalmente,
encontrar resistencia por todas partes, por lo mismo que sabe hallarse propenso a prestársela a los
demás” . Vid Kant, I. (1978) “Idea de una historia universal en sentido cosmopolita”, en Filosofía de
la historia, FCE, México, pp. 46-47.

6. Cfr.Baeza, C., “Descartes: filosofía y Edad Moderna”, en: Descartes, R. Obras, Ciencias Sociales,
La Habana, 2001, pp. VII-X.

7. Dercartes, R. “Discurso sobre el método que ha de servir la razón para buscar la verdad en las
cosas”, en: Descartes, R (2001). Obras. La Habana: Ciencias Sociales, p. 3.

8. Dercartes, R., “Meditaciones sobre la Filosofía Primera”, en: Descartes, R. Obras, cit., Meditación
Segunda, pp. 64 y ss.

9. Descartes, R. “Los principios de la filosofía”, en: Descartes, R. Obras, cit., p. 185.

10. El filósofo moscovita señalaba:”Cómo pueden concordar entre sí –y no de modo casual, sino
sistemática y regularmente –dos mundos que no tienen entre sí nada de ‘común’ o ‘idénticos’?” Vid.
Ilienkov, E. V. (1977). Lógica dialéctica. Moscú: Editorial Progreso, p. 23.

11. “Extractos de las cartas de Descartes”, en: Descartes, R. Obras, cit., p. 395.

12. Larroyo, F. “La Filosofía de Spinoza”, estudio introductorio, en Spinoza, B. (2006), Ética, La
Habana: Editorial Ciencias Sociales, p. XXVII.

13. Esta idea aparece desarrollada sobre todo cuando critica a la moral cristiana y a la razón moderna
en El Anticristo. Vid. Nietzsche, F. (1999). El Anticristo, tercera edición. Buenos Aires: Ediciones
Fausto, pp. 20-25.

14. Ídem, p. 32.

15. Si algo asemeja la conducta del hombre actual con la de los antepasados animales de los que
se dice haber evolucionado, es su rapacidad, pues la relación depredadora que sostiene con la vida
de la tierra está comprometiendo su propia existencia humana.

16. Martínez Gómez, J. A. “El proyecto genoma humano. Enfoque ético y antropológico”, en Colectivo
de Autores (2004). Lecturas de Filosofía, Salud y Sociedad. La Habana: Editorial Ciencias Médicas,
pp. 201-201)

17. Vid. Massini, C. I. “El derecho a la vida en la sistemática de los derechos humanos”, en Saldaña,
J. (2000). Problemas actuales sobre derechos humanos. Una propuesta filosófica. México:
Universidad Autónoma de México, p.163.

18. Spaemann, R. (1992). ¿Todos los hombres son persona?, en del Barco, J L. (1992). Bioética.
Madrid: Rialp, p. 72.

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Nota Importante a Leer:


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Comentarios sobre este artículo:


Página: [1]

r: Horacio Quintero Vega Fecha: 14 del 09 de 2015 - 06

a filosofía es para el ser humano innata, y me encanta por ser tal amplia, de acuerdo con el criterio de cada quien, pero es maravillosa su
terpretación dependiendo del ángulo y la observancia, ya que el conocimiento no viene por saber viene por observar. Gracias por el
eportaje es interesante.

r: rodolfo salgado Fecha: 06 del 07 de 2010 - 02

uede profundamente admirado de lo que somos nosotros mas que piel,ojos,cara,manos,brazos,piernas somos seres trascendente en lo qu
o estoy de acuerdo con la teoria de la seleccion natural

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Sentido de la vida humana en cuanto vida personal


El sentido de la vida hay que atribuírselo al individuo, pero sólo en función de
la persona. La persona será la resultante de los múltiples patrones de la vida social y
cultural que actúan sobre cada individuo, “moldeándolo” como persona, a la manera como
el individuo es la resultante de los múltiples genes que interactúan en el cigoto del cual
procede. Pero así como carece de todo sentido biológico el decir que el individuo está
prefigurado en los gametos generadores (tomados por separado), así también carece de
sentido decir que la persona está prefigurada en los componentes culturales y sociales o en
las personas que van a moldear al individuo. Tenemos que afirmar que la vida del individuo
carece propiamente de sentido espiritual (moral) y que el sentido de la vida sólo puede
resultar (si resulta) de la misma trayectoria biográfica que la persona ha de recorrer. El
sentido de la vida no está previamente dado ni prefigurado, ni puede estarlo, puesto que le
es comunicado a la vida por la propia persona, a medida que ella se desenvuelve. La tesis
de la imposibilidad de derivar del individuo humano el sentido de una vida personal
equivale a la tesis de la multiplicidad de sentidos virtuales que es preciso asignar
constitutivamente al individuo humano. Dicho de otro modo: si de este migmade sentidos
virtuales va a resultar una trayectoria capaz de definir el sentido de esa vida (en el conjunto
atributivo de las otras personas) será porque el sentido real es el sentido de la trayectoria
“victoriosa” entre las otras trayectorias virtuales o posibles que el individuo puede haber
seguido. Toda determinación (o actualización de un sentido conferido a una vida) es una
negación, una renuncia o una huida de otros sentidos posibles. Por ello, el concepto de
sentido de la vida es un concepto dialéctico, puesto que él no puede ser solamente definido
por lo que es, sino por lo que ha dejado de ser, por las otras virtualidades que constituyen su
“espacio de libertad”. Hay, sin duda, una indeterminación de raíz y, por ello, los sentidos
más profundos de la vida tienen siempre algo de oculto, de inesperado e incluso de
enigmático y contradictorio con otras posibles líneas de sentido. En todo caso, el sentido de
una vida no está asegurado a priori, sino que sólo puede ir resultando del proceso de la vida
misma. Una vez más recorreremos la metáfora teatral y, volviendo de nuevo al origen del
propio término persona, diremos que el sentido de la vida personal sólo puede ser escrito
por el propio actor que se pone la máscara (persona trágica) para salir a escena: un actor
que es, por tanto, autor y que, como tal, puede ofrecer un texto original, interesante, vulgar
o un simple plagio. [290-295] {SV 412-414}
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edición impresaMedicina Legal de Costa Rica
On-line version ISSN 2215-5287Print version ISSN 1409-0015

Med. leg. Costa Rica vol.19 n.2 Heredia Sep. 2002

Vida humana y persona

Dr. Antonio Marlasca López *

Resumen

En este ensayo, más que un juego lingüístico de términos y expresiones, se tratara de enfatizar los
términos vida humana y persona humana, como estos de la simple sinonimia en la conversación
habitual, han sido trastocados en sofisticado instrumento jurídico, al concluir en Costa Rica la Sala
Constitucional, por quien sabe que ciencia infusa, que el embrión recién fecundado ya es persona.

Por tanto se enfatiza con fuerza el contrasentido de aseverar que el principio y el producto son lo
mismo, entendiendo que la semilla es diferente al fruto, citando a Savater, cuando dijo que el que
come un huevo no ha comido pollo. El embrión recién fecundado o pre-embrión, es principio,
semilla, potencia, quizás un día sea persona, de ahí la conclusión de que no toda vida humana es
persona humana.

Palabras Claves

Embrión, pre-embrión, vida humana, persona humana, Sala Constitucional, individualidad, proyecto
genoma humano, clonación.

Summary

In this essay, more than a linguistic game of terms and expressions, we treat the meanings of
human life and the human person, and how this simooms in the habitual language, have been to
changed into a sophisticated judicial tool, by the conclusion of the Costa Rican Constitutional Court,
who using a mysterious science, has said that once the ovule has been fecund, it is a human being.

For that reason we emphasize the contra sense to sever that the beginning is the same than the
product, understanding that the seed is different than the fruit, referring to Savater, when he said,
when you eat an egg you are not eat chicken. The embryo recently fecund or pre-embryo is
beginning, seed, potency, maybe one day it will be a human person, from there the conclusion that
not all human life is a human person.

Key words
Embryo, pre-embryo, human life, human person, Constitutional Court, individuality, human genome
project, clonation.

Vida humana y persona

En esta conferencia vamos a partir de los siguientes supuestos lingüísticos, a saber, los términos o
expresiones "ser humano" "sujeto humano", "individuo humano", "hombre" (incluyendo tanto al
varón como a la hembra) los tomamos y los tomaremos como equivalentes y homologables
a persona. Yo sé que en el lenguaje ordinario - en nuestras conversaciones habituales- también las
expresiones "vida humana" y "persona" se toman como sinónimos, es decir, se pueden
intercambiar, puesto que parecen implicarse mutuamente, en el sentido de que una persona
humana, si es tal, necesariamente ha de estar viva o ha de tener vida humana, y también,
aparentemente, todo lo que tiene vida humana por fuerza ha de ser persona.

Pues bien, mi modesta participación en este Congreso va a ir parcialmente en dirección contraria a


este último supuesto, es decir, voy a sostener y a argumentar que, efectivamente, toda persona
(ser humano, individuo, sujeto, hombre, etc.) tiene vida humana, pero no viceversa, es decir, no
todo lo que tenga vida humana ha de ser, eo ipso, necesariamente persona.

Algunos de ustedes eventualmente pueden arrugar el ceño o esbozar una incipiente sonrisa de
conmiseración. "Vaya -se dirán- han invitado a este Congreso de Médicos a un filósofo para que
haga juegos malabares con las palabras, para que nos entretenga proponiendo meros cambios de
significado en significantes de uso cotidiano, etc.".

Nada más lejos de mi intención. No pretendo solucionar problemas muy serios y reales
manipulando, simple y arbitrariamente, las palabras o el significado de las palabras.

El problema que intento abordar y, en cierto sentido, esclarecer -qué es una persona- es grave,
complicado y no me lo invento yo ni los que han organizado este Congreso. Está ahí, delante de
nosotros, y a la base de las muchas posibilidades o situaciones planteadas por las nuevas
tecnologías médicas: fecundación in vitro, clonación humana, etc. ¿Un óvulo recién fecundado es
ya una persona? Un enfermo con muerte cerebral, pero que sigue respirando aunque sea con la
ayuda de un respirador artificial- ¿sigue siendo persona? Por más que queramos eludir o esquivar
este tema -qué es una persona- casi siempre vuelve a aparecer, a revertir y está a la base de los
grandes dilemas de la medicina moderna.

En Costa Rica, por ejemplo, hoy por hoy, y según dictamen de mayoría de la Sala IV -cito
textualmente- "el embrión humano es persona desde el momento de la concepción". Es decir, en
Costa Rica, al menos por ahora y desde el punto de vista jurídico, ya se ha definido o acotado de
manera muy precisa lo que es persona. Y sostener lo contrario, de nuevo desde el punto de vista
jurídico, puede ser peligroso, temerario e incluso condenable. Pero, uno, por muy ignorante que
sea, no puede por menos de preguntarse: ¿Cómo saben los señores magistrados que un embrión
recién fecundado es persona? ¿Es que ellos disponen de alguna ciencia infusa, humana o divina,
que no está al alcance de los demás mortales? ¿En qué argumentos sólidos, irrebatibles y
comprensibles racionalmente, se han basado para sostener tamaña afirmación? Aquí, como
ustedes pueden advertirlo, las cosas comienzan a complicarse.

En la historia de la filosofía -y más en general en la historia del pensamiento humano- siempre se


ha sostenido que para que una discusión o una polémica tengan sentido y eventualmente puedan
llegar a buen término y desembocar en algún compromiso, lo primero que hay que hacer es
ponerse de acuerdo sobre el significado de las palabras. Es lo que los antiguos llamaban, antes de
analizar en profundidad una tesis, la "explicatio terminorum", la explicación de los términos. Si no
comenzamos por ahí, discutiremos inútilmente y no solo no llegaremos a ningún acuerdo sino que
ni siquiera nos haremos entender.

Y concretamente, cuanto más confusa y complicada es una cuestión, se impone una mayor
exigencia conceptual y una mayor concreción en el significado de las palabras. De otro modo,
caeremos en ambigüedades y daremos pie a interpretaciones equivocadas e incluso a
tergiversaciones interesadas.

En nuestro caso se hace necesario, pues, aclarar o profundizar en conceptos tales como "vida
humana", "persona", "personalización", "individualización", "embriogénesis" o procesos que van
desde la fecundación al embrión y desde el embrión al feto. Son los biólogos, los ginecólogos y los
médicos en general -y no los filósofos- los que han inventado términos como gametos, zigoto,
blastocistos, mórula, preembrión o embrión preimplantatorio, embrión, feto, feto no viable, feto
viable, etc. Obviamente, hay que suponer -es lo mínimo que podemos hacer- que esta diversidad
de términos no se aplican a una misma realidad porque sería complicamos la vida y el lenguaje
inútilmente- sino a realidades distintas, o, en todo caso, a una realidad en estadios de desarrollo y
de evolución netamente distintos.

Aclaro, por si fuera necesario, que decidir si el zigoto, pre-embrión, embrión, etc. son personas
humanas no es competencia exclusiva, por separado, del biólogo, ni del ginecólogo, ni del médico
en general, ni del jurista, ni del teólogo, ni, por supuesto, tampoco del filósofo. Sin embargo todos
estos profesionales que acabo de nombrar tienen algo que decir, algo que aportar a la discusión
sobre qué características ha de tener un ente para que pueda llamarse y ser verdaderamente una
persona humana.

Si ustedes tienen la curiosidad de consultar al Diccionario de la Real Academia Española, el


término persona, en lo atinente a nuestro caso, tiene las siguientes significaciones: "individuo de la
especie humana", "cualquier individuo de la especie humana", "sujeto de derecho", etc. (Aclaro
también que dentro de la teología y de la tradición cristiana en general, no solo hay personas
humanas, sino personas divinas -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, según se nos enseñaba en
los viejos catecismos- y que los ángeles, si es que existen, también son personas). Pues bien, a
partir de la definición de persona como individuo humano, de entrada habrá que excluir ya
taxativamente que los pre-embriones o embriones de menos de catorce días puedan ser personas,
ya que una de las características esenciales de la persona es la individualidad, el ser un individuo,
o, si se prefiere la indivisibilidad, características de las que carece el embrión de menos de catorce
días, puesto que, como sabe todo el mundo, hasta dos semanas después de la fecundación, el
óvulo puede dividirse en dos o más gemelos, y dos indicios de embrión pueden fundirse para
producir un solo individuo. Por tanto, el pre-embrión, al no ser un individuo, es decir, al no ser
indivisible, no puede ser persona. Tan simple como esto.

Quiero dejar bien claro que hoy ninguna persona honesta, medianamente informada de los últimos
descubrimientos biológicos, el ADN, el Proyecto Genoma Humano, etc., puede negar que hay vida,
y vida específicamente humana, en el zigoto o embrión recién fecundado. En efecto, los
conocimientos biológicos actuales nos enseñan que la pertenencia de un ser vivo a una especie
viene dada por su genoma, y éste queda fijado desde la penetración del espermatozoide en el
óvulo. Y dado que cada embrión humano posee un genoma que es idéntico al del adulto que está
llamado a devenir, es obvio que pertenece, tanto como el adulto, a la especie humana. De hecho,
ningún embrión podría devenir en humano en el curso de su desarrollo si no lo fuera ya desde el
principio. Hay un proceso de continuidad, y no de ruptura, entre el embrión, el feto y el recién
nacido. En conclusión, el embrión, o si se prefiere, el pre-embrión es algo vivo, y tiene el ADN
específicamente humano, lo cual quiere decir sencillamente que pertenece a la especie humana.

Todo esto son datos científicos elementales y, hoy por hoy, indiscutibles. Hasta aquí todo parece
estar claro. Lo que no esta claro, por más afirmaciones que se hagan al respecto, es que el
embrión sea además, y desde el principio, una persona humana. Jamás la biología, la embriología,
etc. han afirmado tal cosa ni lo podrían hacer, por la sencilla razón de que ésta categoría -persona
humana- no es una categoría biológica, sino filosófica-teológica. Dicho de otra manera, el concepto
de "persona" no pertenece a la biología, sino que es un constructo filosófico-teológico-jurídico.
Como escribe con razón un autor actual: "Los datos biológicos nos muestran que, desde el
comienzo, el embrión es humano. Pero ellos no nos pueden decir sí es una persona, ya que esta
noción pertenece al ámbito filosófico. El biólogo no está habilitado para decimos desde cuándo el
nuevo ser está dotado de un espíritu, porque este aspecto inmaterial de la persona escapa por su
naturaleza al objeto de la ciencia" (1 ).

Quiero enfatizar con más fuerza, si cabe. que se comete un evidente paralogismo, una enorme
falacia, cuando se quiere concluir inmediatamente que, por el hecho de que el preembrión tiene
vida humana desde el principio, también desde el principio es, tiene que ser, persona humana. Del
hecho -por lo demás altamente improbable en términos meramente estadísticos- de que un zigoto
o un embrión recién fecundado pueda convertirse en persona humana, de ninguna manera se
sigue que el zigoto sea ya persona humana. Como afirmaba recientemente el científico español
Federico Mayor Zaragoza, Director durante muchos años de la UNESCO, "en el proceso de la
embriogenesís no tiene sentido aseverar que el principio y el producto son los mismos, que la
semilla es igual al fruto, que la potencia es igual a la realidad" (2 ). Dicho de otra manera, el
preembrión es un principio, una semilla y una potencia que se convertirá, si los dioses y las
circunstancias le son sumamente favorables, en un individuo humano, en una persona. Pero aún
no es persona. Para ello tiene que atravesar todavía muchos Rubicones.

Al obvio sofisma de confundir el principio con el fin, la semilla con el fruto y la potencia con la
realidad, otro brillante intelectual español, Fernando Savater, responde en forma brutal y
provocativa: "Resulta evidente que un embrión o un feto no son un niño, por lo mismo que un
huevo no es un pollo. Decir que el aborto es 'el asesinato de un niño' me parece tan extravagante
como asegurar que uno acaba de comerse una tortilla de dos pollos" ( 3 ). En otras palabras, del
hecho de que el huevo pueda convertirse en pollo -tenga potencia para ello- no se sigue que ya lo
sea.

Anticipándose a las actuales y, a veces, ácidas discusiones en tomo a éste tópico, hace ya
bastante años, el preclaro humanista y genial médico Pedro Laín Entralgo escribió lo que sigue,
hablando de la evolución del zigoto: "El zigoto humano no es todavía hombre; la condición humana
solo puede ser atribuida al naciente embrión cuando sus diversas partes se han constituido en
esbozos unívocamente determinados a la morfogénesis de los aparatos y órganos del individuo
adulto, lo cual comienza a ocurrir... con la aparición de la llamada cresta neural... En suma: el
zigoto humano no es un hombre, un hombre en acto, y solo de manera incierta y presuntiva puede
llegar a ser un individuo humano" (4 ).

Insisto una vez más, usque ad nauseam, hasta el aburrimiento, en que del hecho de que haya vida
humana en el pre-embrión no se sigue que éste sea ya persona. Hoy sabemos que hay vida
humana en la raíz de un cabello o de una uña, en un pequeño trozo de nuestra piel, en una
muestra de nuestra sangre, etc. Todos estos elementos son portadores del genoma humano y
contienen un código genético humano individual e inconfundible. Pero, obviamente, ninguno de
éstos elementos es una persona. Así de sencillo y elemental. Por tanto, vida humana no es igual,
sin más, a persona. Decir que un embrión recién fecundado es o tiene vida humana no es más que
decir que también hay vida humana en ciertos órganos cuyo transplante se admite. Por ejemplo, un
corazón, para poder ser trasplantado con alguna esperanza de éxito, en algún sentido tiene que
estar vivo, pero, no por ello, un corazón humano es una persona.

Del famoso voto de la Sala IV sobre la FIVTE se sigue que en Costa Rica "persona es un embrión
de menos de catorce días". Sin embargo, a la mayoría de los costarricenses nos resulta difícil de
creer -digo bien creer, porque no lo podemos ver ni comprender- cómo puede ser ya realmente una
persona algo que no tiene, no digamos ya desarrollado el cerebro, sino ni tan siquiera el más
mínimo esbozo o rudimento del sistema nervioso, y, por consiguiente, no solo es incapaz de
albergar cualquier idea, sino ni tan siquiera de experimentar ningún tipo de sensibilidad. Como se
sabe, es a partir del día catorce, momento aproximado de la implantación, que aparecerá la
llamada "línea primitiva", primer esbozo del sistema nervioso. A decir verdad, la Sala IV nos exige a
todos los costarricenses un verdadero acto de fe para poder aceptar su dictamen.

Quiero argumentar ahora, en contra de la identificación zigoto = persona, partiendo precisamente


del nuevo panorama -casi estoy tentado a decir nuevo paradigma- abierto por la clonación de la
famosa oveja Dolly en 1997.

En efecto, lo que, en definitiva, los creadores de la oveja Dolly demostraron es que el núcleo de
una célula adulta puede ser reprogramado cuando se transfiere a un óvulo de la misma especie al
que se le ha quitado previamente su núcleo. Este descubrimiento implica que nos hallamos ante
una situación totalmente novedosa y de consecuencias incalculables. Es decir, se ha demostrado
ya que, en principio, en el núcleo de cualquier célula adulta se encuentra el programa genético
para el desarrollo de un nuevo individuo. De forma equivalente, se ha demostrado ya
experimentalmente que es falso que la aparición de un nuevo ser humano -una nueva persona-
tenga que comenzar necesariamente por la fecundación o unión del óvulo con el espermatozoide.
En efecto, en la clonación, por definición, se prescinde del elemento espermatozoide y sería
totalmente insensato sostener, si la clonación humana se llegase a realizar, que el clonado no
sería una nueva persona.

En otras palabras, después de Dolly, nos encontramos ante la siguiente tesitura: quienes
defendían, y aún hoy siguen defendiendo, que un embrión recién fecundado es un ser humano,
porque en su interior ya se encuentra el programa genético que determinará todo su desarrollo
posterior, tendrán que buscar otra argumentación más convincente, ya que hoy, después de Dolly,
se sabe que ese programa genético se encuentra, en principio, en el núcleo de cualquier célula
adulta. Y tampoco se puede argumentar que cualquier ser humano es único e irrepetible aduciendo
que lo que le confiere tales características es precisamente su programa genético único e
irrepetible. Hace ya tiempo que se sabe que los gemelos monozigóticos o univitelinos poseen el
mismo código o programa genético, y, no por eso, son la misma persona, ni se les va a dar,
eventualmente, el mismo pasaporte. Lo que hace único e irrepetible a cada ser humano es su
propia individualidad, y ésta es producto no solo de su programa genético, sino también de toda
una serie de factores: en primer lugar, de las influencias maternal, alimentaria, familiar, ambiental,
social, etc., y, en segundo lugar, de las propias decisiones que el interesado vaya tomando en el
transcurso de su vida (5 ).

Quiero ir concluyendo esta pequeña disertación aclarando algunas cuestiones que eventualmente
habrán quedado oscuras y respondiendo a alguno de los muchos interrogantes a los que mis
palabras posiblemente habrán dado lugar.

En concreto, quiero hacer constar que del hecho de que yo defienda que el pre-embrión, aunque
tenga vida humana, no es propiamente persona, de ahí no se sigue que el pre-embrión sea una
simple cosa o un objeto que pueda ser objeto de cualquier manipulación o experimentación sin
ningún control. Al contrario, nada se opone a que goce de protección legal, por cuanto ya tiene real
y actualmente vida humana. A este respecto, la tesis más común en nuestro medio costarricense
es que "el ser en gestación" no tiene propiamente personalidad, pues ésta se adquiere con el
nacimiento. Y en caso de no llegar a nacer vivo, para el derecho es como si nunca hubiera existido.
No obstante, aún antes de nacer puede ser sujeto de ciertos derechos y puede y debe ser
protegido por la ley. Y ello por cuanto, como bien razona el profesor Víctor Pérez, "todos los
efectos que la ley atribuye al concebido son una muestra de la tendencia del ser humano a
proyectarse en el futuro, lo cual ha movido al legislador a considerar como ya venido al mundo a
aquel cuyo nacimiento se espera, en función de los futuros intereses de que podrá ser portador"
(6 ). En suma, el preembrión, el embrión, precisamente por ser vida humana, exigen ser tratados
con todo respeto y circunspección, pero pretender que tengan exactamente los mismos derechos
que una persona hecha y derecha es una evidente hipérbole y una extrapolación ilegítima.
En segundo lugar, creo que el interrogante obvio e inevitable que atraviesa y subyace a toda mi
exposición es el siguiente: Entonces ¿desde cuándo comienza a existir propiamente la persona
humana? Por favor, me dirán, aclárenos este asunto. Pues, en principio, no se lo voy a aclarar. Se
lo aclararía si, aceptando ustedes como creo que la mayoría de ustedes la aceptarán- la teoría
científica de la evolución del hombre, que propuso Charles Darwin allá por 1859, ustedes
previamente me aclaran a mí en qué momento preciso el prehomínido dejó de ser tal para
convertirse, cuasi milagrosamente, en un hombre, en todo un ser humano perfecto y acabado.
Evidentemente estamos ante un proceso continuo e ininterrumpido, donde no se puede señalar un
instante mágico en que se hubiera pasado del estado prehumano al humano. Algo parecido ocurre,
creo, a nivel individual. Lo que comienza siendo un pre-embrión, en algunos pocos casos terminará
siendo una persona. Yo no puedo señalar en qué momento exacto ocurre esa transformación,
precisamente porque se trata de un proceso continuo e ininterrumpido. Es la sociedad la que
decide, la que tiene que decidir -partiendo no de una definición arbitraria y caprichosa de persona
sino de una definición sensata y consensuada de la misma- desde qué momento el embrión y el
feto se convierten en personas y se les deberá tratar como a tales.

En realidad, la tesis que propugno -a saber que la persona no es una realidad que aparezca ya
completa y de una vez, instantáneamente, sino que se va formando gradualmente a medida que se
desarrolla la potencialidad humana inscrita en el embrión- no es algo original ni novedoso. Está en
perfecto acuerdo y sintonía con la clásica teoría hilemórfica de Aristóteles aplicada al ser humano.
Es decir, hay una continuidad de la vida que va ascendiendo a estratos cada vez más altos: vida
vegetativa, vida sensitiva y vida intelectiva. Mi tesis calza también perfectamente con ciertas
ceremonias simbólicas, presentes en todas las culturas tradicionales, que celebran el embarazo, el
nacimiento, la imposición del nombre, la entrada en la pubertad, etc., como eventos o hitos
significativos que señalan el acceso paulatino y progresivo del ser en gestación al pleno status de
persona. Las mismas leyes en general -y sin entrar por ahora en casos particulares- conceden una
protección creciente al ser humano a medida que éste va creciendo y desarrollándose. Antes de la
anidación el embrión prácticamente carece de protección legal. Después es protegido débilmente
en la medida en que gran parte de las legislaciones actuales permiten la interrupción del embarazo
por causas múltiples.

A partir de los tres meses el feto goza ya de una protección legal mucho más eficaz en cuanto que
las leyes, para permitir la interrupción del embarazo exigen razones mucho más graves y
ponderadas. Por supuesto, el recién nacido, aún prematuro, es considerado persona para todos los
efectos legales y amparado como tal por las leyes.

Parece, pues, innegable que se da un acceso progresivo, gradual, desde el pre-embrión hacia el
ser personal. En este proceso de humanización o personalización creciente hay ciertos umbrales
de desarrollo especialmente significativos. Suele decirse que todo comienza con la fecundación
(unión del óvulo y el espermatozoide), pero esto no es del todo exacto: por una parte, como ya se
vio, con la clonación puede aparecer un nuevo ser humano sin fecundación, y, por otra, la misma
concepción o fecundación no es el comienzo de la vida: los gametos deben estar ellos mismos
vivos para que, a partir de ellos, pueda surgir una nueva vida. Después, los hitos o umbrales más
significativos serían la anidación (antes no habría propiamente individuación, puesto que el pre-
embrión podría dar lugar a dos individuos por división gemelar), la aparición de la capacidad
sensitiva en el embrión (lo que supone el esbozo de un sistema nervioso), el momento de la
viabilidad del feto (lo que implica que se ha convertido en un organismo capaz de vida
relativamente independiente) y, finalmente, la aparición de la razón y de la conciencia.

En una palabra, la persona humana, el ser más complejo del planeta Tierra, no aparece ya hecho y
acabado -como, al parecer, surgió la diosa Palas Atenea con todas sus armas y arreos de la
cabeza de Zeus- sino que es el resultado final de un proceso vital maravilloso, continuo e
ininterrumpido: "omne vivum ex vivo" (toda vida viene de la vida).

Notas y referencias
1. Andorno, R., Bioética y dignidad humana. Madrid: Tecnos, 1997, [ Links ] pp. 95-96.

2. F. Mayor Zaragoza, Gen - Ética, en "El País" (Madrid), 05-07-2002.

3. F. Savater, Política para Amador, Barcelona: Ariel, 1998, p. 216.

4. P. Laín Entralgo, El Cuerpo Humano; citado por F. Mayor Zaragoza, art. cit. en "El País", 05-07-
2002.

5. Ver Bernat Soria y Verónica Juan, Células madre, embriones y clonación, en "El País". (Madrid),
16-01-2002, p. 22.

6. Citado por María Carolina Elizondo Ugalde, Implicaciones éticas y jurídicas de la fecundación in
vitro. Tesis de Licenciatura en Derecho. San José, Universidad de Costa Rica, 1988, pp. 131-132.

Bibliografía básica

1- Andorno, R., Bioética y dignidad humana. Madrid: Tecnos, 1997.

2- Beauchamp, T. L. - Childress, J. F., Principles of Biomedical Ethics, Oxford: Oxford U. P.,


1989. [ Links ]

3- Charlesworth, M., La bioética en una sociedad liberal. Gran Bretaña: Cambridge University
Press, 1996. [ Links ]

4- Elizari, F., Bioética. Madrid: Paulinas, 1991. [ Links ]

5- Engelhardt, H. T., Los fundamentos de la bioética. Barcelona: Piadós, 1995. [ Links ]

6- Fagot - Largeault, A. - Delaisi de Parseval, "Qu 'est-ce qu'un embrión? Panorama des positions
philosophiques actuelles", en Esprit, Núm. 151, juin, 1989, pp. 86-120. [ Links ]

7- Gafo, J., 10 Palabras clave en bioética. Estella: Verbo Divino, 1994. [ Links ]

8- Jonas, H., Técnica, Medicina y Ética. La práctica del principio de responsabilidad. Barcelona:
Paidos, 1997. [ Links ]

9- Marlasca A. Introducción a la Bioética. Heredia: Departamento de Filosofia, Universidad


Nacional, 2001. [ Links ]

10- Palacios, M., (Coord.). Bioética 2000. Gijón: Edít. Nóbel, 2000. [ Links ]

11- Polaino - Lorente, A., Manual de Bioética general. Madrid: Rialp, 1994. [ Links ]

12- Singer, P., Ética Práctica. Barcelona: Ariel, 1988. [ Links ]

13- Varga, A. C., La bioética. Bogotá: Paulinas, 1988. [ Links ]

14- Vidal, M., Bioética. Estudios de bioética racional. Madrid: Tecnos, 1994. [ Links ] El Dr.
Marlasca es Catedrático y Director del Instituto de Investigaciones Filosóficas,
Universidad de Costa Rica. amarlasc@Ie.ucr.ac.cr
Dictó la presente conferencia en las XVI Jornadas de Medicina Legal, Derecho Genético, Agosto
2002.
Recibido para su publicación 20-7-02

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A FONDO

¿Cuándo empieza una vida


humana según la ciencia?

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Momento de fusión del óvulo y el espermatozoide, cuando comienza la vida humana

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Patricia Navas | Ene 03, 2013
En el momento en que el zigoto, tras la fecundación del óvulo por
el espermatozoide, inicia su paso a embrión de dos células. Las
ciencias experimentales han demostrado en los últimos años que
la existencia de un ser humano comienza tras la fecundación

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1. La biología muestra que con la fecundación del óvulo por el


espermatozoide empieza a existir un nuevo ser vivo.

La biología molecular, la embriología médica y la genética han arrojado


mucha luz para responder la antigua pregunta sobre el inicio de cada vida
humana. La ciencia avala hoy que la vida empieza con la fusión del
espermatozoide y el óvulo llamada fecundación (del latín, fecundare:
fertilizar).

El clásico manual de Langman sobre embriología, utilizado en las


Facultades de Medicina para el aprendizaje del desarrollo humano inicial,
explica de manera sencilla el proceso de la fecundación: “Una vez que el
espermatozoide ingresa en el gameto femenino, los pronúcleos masculino
y femenino entran en contacto estrecho y replican su DNA” (o ADN). Esa
unión genera una nueva célula llamada cigoto.

Esa nueva célula posee una identidad genética propia, diferente a la de los
que le transmitieron la vida, y la capacidad de regular su propio
desarrollo, el cual, si no se interrumpe, irá alcanzando cada uno de los
estadios evolutivos del ser vivo hasta su muerte natural.

Durante las horas que dura la fecundación, el ADN de ambos progenitores


se funde para alcanzar la estructura y patrón propios del nuevo individuo,
y a la vez, con la fecundación se pone en marcha el motor de desarrollo
embrionario con el que se inicia una nueva vida”.

Ese nuevo ser vivo, ya un embrión, se divide después en dos células, cada
una de ellas con una finalidad biológica definida; más tarde en tres, luego
en cuatro y así sucesivamente hasta formar un organismo completo y
estructurado.

El siglo pasado, el profesor de Genética Fundamental de la Universidad de


la Sorbona que descubrió la anomalía cromosómica que produce el
síndrome de Down, Jérome Lejeune, ya señaló que todos los códigos de
vida están inscritos en esa primera célula llamada cigoto.

Referencias:
Fundamentos de embriología médica. Sadler Langman. Ed. Médica
Panamericana.
En defensa de la vida humana. José Ramón Recuero. Biblioteca Nueva.
Madrid 2011.
Fondo documental sobre el inicio de la vida humana del Observatorio de
Bioética de la Universidad Católica de Valencia
Galería fotográfica

2. Ese pequeño ser vivo ya pertenece a la especie humana. No


es simplemente una sola célula que contiene toda la
información genética que le identificará siempre y el programa
de vida que necesita para desarrollarse hasta su etapa adulta;
es mucho más, es un cuerpo humano en desarrollo.

El cigoto es un viviente de la especie de sus progenitores, con toda la


dignidad que corresponde a cada uno de los hombres. En los últimos
años, la ciencia ha permitido detallar la complejidad de la vida naciente.
Explica detalladamente los mecanismos por los que ya la primera célula
está dotada de una organización celular que la constituye en una realidad
propia y diferente de la realidad de los gametos. Ese cigoto es ya un
cuerpo, un organismo con un programa de vida individual. Posee
polaridad y asimetría (lo cual la diferencia de cualquier otra célula) de tal
forma que tiene trazados, en función del punto por que el que el
espermatozoide penetró en el óvulo, los ejes que establecerán la
estructura corporal.

La catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra Natalia López


Moratalla lo explica así: “La fecundación es un largo proceso de unas 12
horas que empieza con el reconocimiento específico y la activación mutua
de los gametos paterno y materno, maduros, y en el medio adecuado.
Desde la zona en la que el espermatozoide alcanza al óvulo se produce una
liberación de iones calcio que se difunden como una onda hacia la zona
opuesta.

Esa zona del óvulo en fecundación será el dorso del embrión y el eje
dorso-ventral seguirá la dirección de la onda de calcio. Perpendicular a él,
se establece el eje cabeza-cola. La concentración de iones calcio en el
espacio celular del óvulo que se está fecundando regula los procesos que
ocurren a lo largo del tiempo de la fecundación. El proceso esencial que se
regula por estas señales moleculares es la estructura del ADN que, además
de ser más que la suma del ADN de su padre y de su madre, tiene los
cromosomas alineados según los ejes corporales para dar paso, sin
solución de continuidad, al embrión de dos células”.
No se trata sólo de genética: el desarrollo del individuo requiere una serie
de interacciones entre sus células, y sobre todo entre sus genes con
componentes del medio interno y externo al organismo. Se realiza así la
regulación perfecta y coordinada de la información genética. Ya en la
primera división celular, cada una de las dos células del embrión tiene un
destino diferente y bien definido. La rica en calcio quedará inmadura con
capacidad de ir dando lugar a todos los tipos celulares, es el embrión. La
otra, pobre en calcio, dirigirá su desarrollo hacia la formación de los
tejidos extraembrionarios y la placenta.

En perfecta continuidad con el proceso de fecundación, el cigoto inicia el


desarrollo, según la forma corporal dada por los ejes, con la construcción
de las diversas partes del cuerpo. Al tercer día, el embrión ya está formado
por ocho células. Autoorganizándose siempre de manera asimétrica,
siguiendo una trayectoria unitaria programada de forma temporal y
espacial, las células van generando los órganos y los tejidos. Antes de
implantarse en el útero al inicio de la segunda semana, y desde el primer
día, el embrión ha ido mandando señales moleculares a la madre para que
ambos se coordinen como dos vidas distintas, en perfecta simbiosis
durante toda la gestación.

La actual embriología molecular ofrece una imagen del embrión


incompatible con la anticuada noción del embrión «amorfo», homogéneo,
hecho de elementos iguales entre sí, escindible, del que incluso podrían
separarse grupos casuales de células capaces de establecer en cualquier
momento dos sistemas nuevos. El rigor científico impide hoy confundir
un embrión con un conglomerado de células sin organizar.

Referencia:
Inicio de la vida de cada ser humano. ¿Qué hace humano el cuerpo del
hombre? Coordinado por Natalia López Moratalla.
3. Desde su inicio en la fecundación, ese ser es una persona con
un dinamismo vital abierto propio de la especie humana.

Actualmente, un catálogo completo de las diferencias genéticas entre el


hombre y el chimpancé muestra que cada ser humano tiene más
creatividad –una identidad suya y diferente de la de los otros- que
cualquier animal, con menos biología, con menos genes. López Moratalla
explica que ha habido una “pérdida” de genes que suponen reducción de
capacidad de adaptación al medio pero que son ganancia en posibilidad
de manifestación del carácter personal. Por ejemplo, una mutación en el
gen de la miosina, MYH16, se traduce en una fibra muscular más fina que
permite al hombre el gesto típicamente humano de la sonrisa, a cambio de
una disminución de la musculatura de la masticación.

Los gestos humanos naturales, como la unión corporal en la transmisión


de la vida, las tendencias, tienen carácter personal ya que están liberados
del automatismo de lo biológico. No existe una «propiedad biológica» que
explique la apertura libre, intelectual y amorosa de los seres humanos
hacia otros seres: la biología humana, como ciencia, reconoce la
presencia, en los individuos de la especie Homo sapiens, de un
dinamismo vital abierto y desprogramado y propio de cada individuo
humano. Ese “plus de realidad” es inherente a cada uno y hace posible
aflojar las ataduras que atan a los genes.

El cigoto es persona porque es un cuerpo humano. Y la dimensión


corporal es un elemento constitutivo de la persona humana, destaca
López Moratalla. Es decir, un ser humano no sólo tiene cuerpo, sino que
es el titular de su cuerpo. Cada uno se identifica con la estructura
biológica y al mismo tiempo el cuerpo es signo de la presencia de la
persona. Cada vida humana es la vida de un sujeto que es a lo largo de la
trayectoria temporal de crecer, madurar, envejecer y morir.
En cada sujeto humano, hay una fusión de su vida autobiográfica y su vida
biológica que es inherente y originaria, aunque las manifestaciones
genuinas y propias de su ser personal sólo pueden hacerse explícitas a un
determinado y gradual nivel de desarrollo y maduración corporal.

Agradecemos la revisión de este artículo a la catedrática de Bioquímica


de la Universidad de Navarra Natalia López Moratalla.

Referencias:
Inicio de la vida de cada ser humano. ¿Qué hace humano el cuerpo del
hombre? Coordinado por Natalia López Moratalla.

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Marcos Craverohace 5 meses

Te falta comprension lectora, porque no volves a leer el articulo, lo explica claramente.

Marcos Craverohace 5 meses

Te falta comprension lectora, porque no volves a leer el articulo, lo explica claramente.

César Morenohace un año

Ser humano es hasta que nace, el embrión y feto son seres vivos así como los espermatozoides,
pero no seres humanos, adquieren esta condición al momento de nacer.

César Morenohace un año

Ser humano es hasta que nace, el embrión y feto son seres vivos así como los espermatozoides,
pero no seres humanos, adquieren esta condición al momento de nacer.
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