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UNIVERSIDAD NACIONALO DE SAN ANTONIO ABAD DEL

CUSCO

ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA VETERINARIA

PARTO DE OVEJA, LA RAYA

INFORME ESPECIAL N° 1
Asignatura: Obstetricia y Neonatología Veterinaria

Docente: M.V.Z. Diana Sánchez Herencia

Presentado por: Cristóbal Severo Huamani Carrión

Estudiante

Cusco – 2019
Índice
I. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 2
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ................................................................................................. 3
2.1. Anatomía del aparato reproductor de la hembra ........................................................ 3
2.2. Fisiología reproductiva .................................................................................................... 5
2.3. Gestación .......................................................................................................................... 7
2.4. Parto ................................................................................................................................ 11
2.5. Pelvis y Cintura pélvica................................................................................................. 17
III. METODOLOGÍA ................................................................................................................ 19
3.1. Materiales ....................................................................................................................... 19
3.2. Metodología .................................................................................................................... 19
IV. RESULTADOS Y DISCUSIONES .................................................................................. 20
4.1. Resultados ...................................................................................................................... 20
4.2. Discusiones .................................................................................................................... 21
V. CONCLUSIONES .................................................................................................................. 22
VI. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ........................................................................................... 22

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PARTO DE OVEJA, LA RAYA

I. INTRODUCCIÓN

Los órganos reproductivos de la hembra es forma análoga a los masculinos, se


dividen en segmentos que producen, transportan y almacenan los gametos femeninos la
formación de las células germinales femeninas tiene lugar en los ovarios, las glándulas
germinativas femeninas (König y Liebich 2005). El órganos genital de los ovinos
recuerdan a las de las vacas: el ovario tiene una forma de almendra y 1.5 cm de longitud;
el cuerno uterino es tortuoso; el cérvix tiene la luz cerrada por prominencias y
depresiones recíprocas de la mucosa, que está pigmentada en la oveja (Getty 2002). Uno
de los rangos más importantes de la reproducción ovina es la estacionalidad. En las
ovejas, la reproducción sigue un patrón estacional, es decir, existe una alternancia entre
los periodos de anestro y actividad sexual (Ptaszynska y Molina 2007). En los ovinos el
periodo de gestación dura alrededor de 144 a 156 días. Sin embargo, esta variación
existente puede originarse en factores genéticos, maternos, fetales, ambientales (Aisen
2006). Los cambios en los órganos reproductivos de la hembra son evidentes al término
de la gestación, la mucosa de la vagina se vuelve pálida y seca, la vulva edematosa y
vascular (Hafez y Hafez 2000). El parto abarca los diferentes procesos fisiológicos por los
cuales el útero expulsa su producto de concepción en el momento adecuado. Para que el
parto pueda ocurrir es necesario que tengan lugar un sinnúmero de cambios, tanto de la
madre como en el feto. Estos cambios son básicamente eventos endocrinos que
desencadenan a su vez transformaciones de tipo morfológico. Uno de estos cambios
morfológicos es que las estructuras ligamentosas de la región pélvica se vuelven más
flexibles, debido a una disolución de tejido conectivo (Galina y Valencia 2008). El parto
inicia gracias a la interacción de una serie de eventos endocrinos, y esto se divide en tres
etapas: primera etapa del parto (dilatación del cuello uterino), segunda etapa del parto
(expulsión fetal), y la tercera etapa del parto (expulsión de las membranas fetales)
(Jackson 2004).

Objetivo: El objetivo de esta actividad, fue hacer el seguimiento del parto en la oveja e
identificar cada fase del parto mediante los comportamientos y cambios morfológicos
reproductivos u otros órganos de la madre y el neonato.

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II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

2.1. Anatomía del aparato reproductor de la hembra

Los órganos reproductivos de la hembra de forma análoga a los masculinos, se


dividen en segmentos que producen, transportan y almacenan los gametos femeninos. La
formación de las células germinales femeninas tiene lugar en los ovarios, las glándulas
germinativas femeninas. El ovario también tiene funciones de glándula endocrina. Más
allá de los ovarios se encuentran los órganos que transportan y almacenan los gametos,
el oviducto o trompa uterina y la matriz o útero. Estas estructuras terminan en el órgano
de la cópula, que también cumple funciones de conducto para el nacimiento. En su última
porción la vagina, también desemboca la uretra (König y Liebich 2005).

Los ovarios de los mamíferos domésticos son órganos pares suspendidos en la


región sublumbar por el ligamento ancho, denominado mesoovario, y están localizados
caudalmente a los riñones. Tienen forma redondeada u oval, son de consistencia firme y,
por lo general, poseen folículos y cuerpos lúteos que les confiere una apariencia irregular.
Al corte es posible detectar una zona externa llamada corteza o zona parenquimatosa y
una interna llamada médula o zona vasculosa. El oviducto es un tubo muscular
pequeño, está sostenido por el mesosalpinx. Su abertura cercana al ovario tiene forma de
embudo y se denomina infundíbulo, el cual se continúa con el ámpula y finalmente con el
istmo, el cual se unirá a la cavidad uterina en la entrada del útero o unión uterotubárica.
El útero, en las especies domésticas, posee cuerpo y dos cuernos. Los cuernos uterinos
se desarrollan a partir de los conductos paramesonéfricos derecho e izquierdo, y el
cuerpo se forma por la fusión de estos conductos dejando una sola cavidad. El cérvix es
el órgano que separa el útero de la vagina protegiendo al primero del contacto externo, a
excepción del momento del parto y el período de estro. El lumen del cérvix se denomina
canal cervical y está limitado por dos orificios: la os interna y la os externa. La longitud y
tortuosidad de este canal varía entre especies. El cérvix posee una capa muscular
circular bien desarrollada que contiene fibras elásticas. La mucosa forma una gran
cantidad de pliegues, cuyo epitelio contiene células productoras de moco. La cérvix
facilita por medio del moco cervical, el transporte de los espermatozoides, así como ser el
primer filtro, selección y barrera de los espermatozoides. A su vez, las criptas cervicales
formarán el primer reservorio de espermatozoides. La vagina es un órgano fibromuscular
de pared gruesa que se extiende desde el cérvix hasta la vulva. Se compone de mucosa
muscular y adventicia (Galina y Valencia 2008).

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A B

Figura 1: A) El tracto reproductivo de la hembra, opened dorsally through the caudal half
of the right horn of the uterus. B) Cérvix del ovino (Kumar 2009).

Los órganos genitales de los pequeños rumiantes recuerdan, en líneas generales, a


los de la vaca, pero existen una serie de hechos especiales a aquellos rumiantes. Los
ovarios tienen forma de almendra y 1,5 cm de longitud. No existe demarcación entre la
trompa uterina larga y tortuosa y el cuerno del útero; el tubo es muy es muy flexuoso
cerca del infundíbulo. El útero recuerda al de la vaca. Los cuernos tienen de 10 a 12 cm
de largo y están dispuestos de forma que, en su unión con las trompas uterinas, no existe
una distinción clara entre ellos. Forma una espiral cerrada, de 2,5 cm o más, y sus partes
caudales están unidas. El cuerpo mide 2 cm de largo. Las carúnculas son mucho más
pequeñas que las de la vaca y poseen una depresión en la superficie libre. El cérvix mide
4 cm de largo y su luz está cerrada por prominencias y depresiones recíprocas de la
mucosa, que está pigmentada en la oveja. El orificio uterino externo se halla en la parte
ventral de la vagina. La vagina mide 8 cm de largo. Su cara ventral contiene numerosos
folículos linfáticos. El vestíbulo vaginal es de 2,5 cm a 3 cm de largo. Existe un pequeño
divertículo ventral al orificio uretral que es similar en la cabra. Las glándulas vestibulares
mayores son inconstantes; cuando existen pueden tener el tamaño de un guisante en la
oveja y no encontrarse en la cabra. Los labios de la vulva son gruesos y las comisuras
ventrales apuntan y proyectan ventralmente. El clítores es corto y las glándulas están
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ocultas por la fosa clitoridiana. Las glándulas mamarias que son dos, relativamente
grandes, tienen forma globular pero aplanada en el lado septal (Getty 2002).

2.2. Fisiología reproductiva

En los mamíferos, el proceso reproductivo está controlado por dos sistemas regulares.
El sistema endocrino y el nervioso tienen, cada uno, un papel específico, y es esencial
una interacción sutil entre ambos para que se desarrollen de forma exitosa los eventos
necesarios para un nacimiento y cría de una descendencia sana. Sistema nervioso: los
estímulos del entorno son recibidos por los sentidos y transmitidos al cerebro. Con
respecto a la producción, como ejemplos de señales mediante la vista, el olfato, y el
tacto, transmitiendo los nervios óptico, olfatorio y sensoriales los mensajes al cerebro. El
cerebro traduce la información y, a medida que va siendo necesario, reacciona enviando
impulsos a lo largo de fibras nerviosas hasta un órgano diana. Sistema hormonal: una
hormona puede definirse como una sustancia química producida en una glándula o un
tejido y que provoca una reacción concreta en un tejido sensible a la hormona. El sistema
hormonal ejerce su influencia mediante estos mensajeros químicos. Está regulado por un
complejo de procesos de feedback o retroalimentación e impulsos del sistema nervioso y
distintos órganos (Ptaszynska y Molina 2007).

Estacionalidad de la actividad sexual y la ovárica en ovinos: Uno de los rangos


más importantes de la reproducción ovina es la estacionalidad. En las ovejas, la
reproducción sigue un patrón estacional, es decir, existe una alternancia entre los
periodos de anestro y de actividad sexual. En las regiones templadas, la estacionalidad
está regulada por el fotoperiodo o duración de la luz diurna (la reducción de la duración
del día estimula la actividad sexual y su aumento induce el anestro). Las ovejas se
consideran, reproductoras de días cortos. Las ovejas son capaces de monitorizar los
cambios en el fotoperiodo diario mediante la secreción circadiana de melatonina por parte
de la glándula pineal. La producción de melatonina está regulada por el fotoperiodo y se
encuentran concentraciones elevadas en sangre sólo durante las horas de oscuridad. Las
características del patrón circadiano de la secreción de la melatonina varían con los
cambios en el ciclo de luz-oscuridad a lo largo del año, lo que permite que el animal
reconozca los cambios en la proporción de luz/oscuridad. La melatonina tiene profundo
efecto sobre la secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) del
hipotálamo, que modula la liberación de gonadotropinas hipofisarias y éstas, a su vez,
controlan la actividad reproductora estacional. El fotoperiodo es el principal determinante
de la estacionalidad, sin embargo otros factores pueden influir a los patrones

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reproductivos, como la genética, las prácticas de manejo y las interacciones sociales
(Ptaszynska y Molina 2007).

La duración del ciclo estral es de 16-17 días, con un rango de 14-19 días. No
obstante, en el periodo de transición entre el anestro y la actividad sexual (final del
verano), los ciclos cortos de menos de 12 días son bastantes comunes. Las primeras
ovulaciones de la estación reproductiva no suele verse acompañadas de un
comportamiento propio del estro (lo que se conoce como estro o celo silencioso). Al igual
que en otras especies, el ciclo estral puede dividirse en dos fases: la fase folicular (de 3-4
días de duración) y la fase luteal (que dura unos 13 días). La fase luteal se caracteriza
por la maduración del cuerpo lúteo y unos niveles elevados de producción de
progesterona, que alcanzan un pico alrededor de 6 días después de la ovulación. La
duración del estro varía según edad, la raza y la estación y oscila entre las 18 y las 72
horas, con una media de 36 horas. La ovulación es espontánea y tiene lugar
aproximadamente 20-40 horas después del inicio del estro (Ptaszynska y Molina 2007).

El comportamiento sexual de la hembra es más difícil de identificar que el del macho.


El nivel creciente de estradiol-17 alrededor del día 0 del ciclo (celo) es responsable del
comportamiento estral. La cabra contrariamente a la oveja, no necesita una impregnación
previa de los centros nerviosos superiores con progesterona para que el aumento de
estradiol induzca el comportamiento estral. Esto explica que el fenómeno de la ovulación
silenciosa, es decir no se asocia con el celo, al inicio de la estación reproductiva sea
mucho menos frecuente en cabras que en la oveja. La elevación de las concentraciones
de estradiol en la circulación induce una descarga de LH por la hipófisis. Hay también una
descarga de FSH que ocurre al mismo tiempo que la de LH. Esta descarga preovulatoria
de LH desencadena la ovulación y la concomitante luteinización del o los folículos que
ovularán y el bloqueo de la producción de estradio folecular. La ovulación se produce a
las 30 a 36 horas de iniciado el celo y alrededor de 20 horas del pico preovulatorio de LH.
El proceso de luteinización transforma el folículo ovulado en cuerpo lúteo, estructura
endocrina que secretará progesterona de forma creciente, en parte bajo influencia de LH.
La frecuencia de los pulsos o pulsatilidad de esta hormona es alta en los primeros días de
celo estral, pero a partir del día 7 se estabiliza. La pulsatilidad de la LH está
correlacionada negativamente con los niveles de progesterona plasmática. Esa
progesterona, ejerce una retroalimentacaión negativa sobre la secreción de LH lo que
tiene como consecuencia una ausencia de descarga cíclica (preovulatoria) de LH durante
el periodo de presencia del cuerpo lúteo. Alrededor de los días 13 y 14 en la oveja, se
desencadena un mecanismo de retroalimentación positiva entre la prostaglandina F2 de
origen uterino y la oxitocina de origen ovárico, que culmina con la destrucción del cuerpo

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lúteo y la concomitante caída de las concentraciones sanguíneas de la progesterona.
Esto provoca un aumento de la frecuencia y de la amplitud de los pulsos de LH lo que
favorece la producción de estrógenos por parte de los folículos ováricos iniciándose una
nueva fase folicular que culminará con un nuevo comportamiento estral y ovulación
(Aisen 2006).

Figura 2: Modelo de efecto de la oscuridad en la liberación de melatonina y la acción de


ésta sobre el generador del pulso en GnRH en borregos. NSQ = núcleo supraquismático;
GCS = ganglio cervical superior (Galina y Valencia 2008).

2.3. Gestación
La gestación corresponde de período que transcurre desde la fecundación hasta el
momento del parto. La duración de la gestación en la cabra y en la oveja es similar,
siendo de 144 a 156 días. Esta variación existente puede originarse en factores genéticos
(razas e individuos), maternos (edad), fetales (tamaño y número de camada) o
ambientales (nutrición, temperatura, estación del año). Para que se establezca y
desarrolle una gestación debe producirse una serie de cambios endocrinos que la
permitan. Una vez sucedida la fertilización, se establece la gestación y se mantiene en
respuesta a una interacción entre el concepto (embrión y membranas asociadas) y el
útero. El embrión debe enviar una señal para indicar su presencia en el organismo

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materno en un momento apropiado. De no producirse este hecho, se pondrá en juego el
mecanismo luteolítico y por ende se reiniciará un nuevo ciclo estral. Esta señal es
necesaria para el mantenimiento del cuerpo lúteo (CL), la producción de progesterona
(P4), la continuidad del desarrollo depende exclusivamente de ser reconocido. Este
periodo crítico se denomina “reconocimiento materno de la preñez”, el cual es un
mecanismo de interacción de señales antiluteolíticos. En las ovejas vacías, la frecuencia
de producción de PGF2 aumenta entre los días 12 a 16 del ciclo estral hasta alcanzar al
menos 5 picos en 25 horas, con lo que ocurre la regresión del CL. Si el embrión no indica
su presencia en este momento, se desencadena la luteólisis. El embrión ovino produce
una proteína denominada proteína trofoblástica ovina (oTP-1) o interferón tau ovino
(oIFN ), que provoca el reconocimiento de la preñez. El oIFN comienza a secretarse a
partir del día 8, con un aumento significativo para el día 12 – 13 y secretándose
principalmente hasta el día 21 de la gestación. El mecanismo antiluteolítico del oIFN se
produce dado que: a) estabiliza los receptores de P4 y los aumenta progresivamente, b)
impide la síntesis endometrial de receptores de estrógeno (E2), c) inhibe la síntesis de
receptores de oxitocina y d) inhibe la liberación pulsátil de PGF2 inducida por oxitocina.
El efecto antiluteolítico del oIFN es dependiente de la P4 y sus receptores, aunque
afecta diferentes tipos celulares del endometrio de la hembra ovina. Antes de que se
inicie la síntesis de receptores endometriales de oxitocina, el oIFN ya se encuentra
presente, por lo que la síntesis de los receptores endometriales de E2 y oxitocina se
encuentra inhibida. En consecuencia, la producción uterina de PGF2 queda impedida,
inhibiéndose la luteólisis. También promueve la síntesis de proteínas esenciales para la
supervivencia del embrión por parte de las glándulas uterinas y posee acción antiviral e
inmunosupresora. Se observó que las concentraciones sanguíneas de PGE3 en la vena
uterina y la arteria ovárica aumentan de manera significativa entre los días 12 a 14 de
gestación. Es probable que el papel de esta hormonal sea facilitar el reconocimiento
materno y actuar sobre el mantenimiento del cuerpo lúteo (Aisen 2006).

Cambios en los órganos reproductivos: VULVA Y VAGINA: durante la segunda


mitad de la gestación ocurren cambios en el aparato reproductor, particularmente en la
vulva y vagina. La primera se toma muy edematosa y vascular. La mucosa vaginal es
pálida y seca durante la mayor parte de la gestación, pero se toma edematosa y flexible
hacia su término. CUELLO UTERINO: durante la gestación, el feto en desarrollo es
retenido dentro del útero por el cierre hermético del agujero externo del cuello uterino. Un
poco viscoso sella el conducto cervical. Este llamado tapón mucoso de la preñez se licua
y se expulsa en forma de bandas inmediatamente antes del parto. CAMBIOS EN EL
ÚTERO: A medida que avanza la gestación, el útero experimenta una expansión gradual
para dar cabida al feto en crecimiento, pero el miometrio permanece inactivo para evitar
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la expulsión prematura. Se desconoce los mecanismos que permiten el enorme
incremento de tamaño, pero probablemente son hormonales. CAMBIOS EN LOS
OVARIOS: Durante la gestación, persiste el CL del ciclo (cuerpo lúteo verdadero), y como
resultado, se suspenden los ciclos estruales. Sin embargo, algunas vacas presentan
estro durante el principio de la preñez. LIGAMENTO PELVICO: La relajación gradual de
los ligamentos pélvicos ocurre en el curso de la gestación, pero se torna más
rápidamente al aproximarse el parto. La relajación es más notable en la vaca y la oveja
que en la yegua, y se relaciona con elevadas concentraciones de estrógenos al final de la
preñez y con la acción de la relaxina. La parte caudal del ligamento sacrociático es
filiforme en la vaca no preñada, pero se vuelve más relajada y fláccida conforme se
acerca el parto (Hafez y Hafez 2000).

Hormonas y mantenimiento de la preñez: En los ovinos así como en otras especies


doméstico, el mantenimiento de la gestación se produce principalmente por la acción de
la P4. Durante las primeras etapas de la gestación estimula la producción de secreciones
endometriales necesarias para el desarrollo y crecimiento embrionario e interviene en el
control del mecanismo luteolítico. La síntesis y secreción de P4 se origina en el CL de
gestación de la oveja hasta el día 50 a 60, momento en el cual la placenta ovina es quien
se encarga de la síntesis de esta hormona. Además, produce otras hormonas
relacionadas con la preñez, tales como: oPL, sulfato de estrona las proteínas asociadas
a la preñez. La concentración de P4 es mayor en hembras con dos o más fetos que en
las que gestan sólo uno. La P4 regula la actividad del miometrio del útero gestante al
reducir la disponibilidad de calcio iónico intracelular. La indesponibilidad de calcio inhibe
la contracción del miometrio, ya que es necesario para activar a la miosina. La P4, junto a
los E2, promueve la irrigación uterina a lo largo del proceso gestacional y además actúan
en la formación y mantenimiento de tapón cervical. En la oveja, la pregnolona (P5) es uno
de los productos principales de la esteroidogénesis placentaria. Por acción de la
3 hidroxiesteroide-deshidrogenasa (3 HSD), la P5 se convierte en su metabolito, la P4.
Cuando el cortisol fetal aumenta, se induce la actividad de otra enzima (17 hidroxilasa);
los E2 se convierten en el principal metabolito de la P5. Es de tener en cuenta que los
ejes hipotálamo.hipofisis-adrenal materno y fetal son independientes, aunque ambos se
comunican, vía transplacentaria, por el traspaso del cortisol entre ambas circulaciones
sanguíneas, siendo el cortisol circulante en el feto principalmente de origen materno
antes de las 2-3 semanas previas al parto. La hormona luteotrófica (LH) tiene la función
de mantener al CL (Aisen 2006, Hafez y Hafez 2000).

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Figura 3: Representación esquemática de las interacciones hormonales entre el ovario,
el endometrio y el concepto al inicio de la gestación (Aisen 2006).

Nutrición y metabolismo fetal: mientras que el blastocisto y el embrión joven son


nutridos por líquido endometrial, el feto recibe su aporte de nutrientes de la circulación
materna a través de la placenta, y podría considerarse como un parásito de la madre, con
prioridad sobre ésta en caso de nutrición materna insuficiente, de modo que su desarrollo
no se altera. Necesita carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales para su
mantenimiento, diferenciación y posteriores desarrollo y crecimiento. El feto recibe un
suministro continuo de glucosa de la madre a través de la placenta. Dicho azúcar
constituye el principal combustible metabólico fetal. Hacia el final de la gestación, el feto
normal acumula glucógeno en su hígado y músculos esqueléticos para poder superar el
periodo de transición después del nacimiento, antes de que se establezca el
amamantamiento eficiente. Aunque la fructosa incluye aproximadamente 70 a 80% del
azúcar en la sangre fetal de los ungulados (bovinos, ovinos, caprinos), su utilización es
insignificante, excepto cuando las concentraciones sanguíneas de glucosa son bajas. En
fetos de rumiantes, el acetato, lactato y los aminoácidos pueden ser sustratos energéticos
importantes. El feto sintetiza todas las proteínas a partir de los aminoácidos
proporcionados por la madre; las proteínas se emplean principalmente para síntesis más
que para oxidación o gluconeogénesis. Durante toda la gestación aumenta la retención
de calcio, fósforo y hierro respecto al peso corporal fetal. El feto tiene la capacidad única
de agotar las reservas esqueléticas maternas de calcio si los alimentos son bajas en este
mineral (Hafez y Hafez 2000).

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Crecimiento fetal: al crecer desde óvulo fecundado esférico hasta el feto a término, el
embrión no sólo aumenta de talla y peso, sino que también experimenta muchos cambios
de forma. La velocidad de crecimiento, o sea el aumento porcentual en peso y
dimensiones por unidad de tiempo (crecimiento relativo), es mayor en las fases
tempranas y disminuye a medida que avanza la gestación. Por el contrario, el incremento
absoluto por unidad de tiempo (crecimiento absoluto) es exponencial, hasta alcanzar un
máximo a finales de la preñez. La rapidez del crecimiento fetal depende principalmente
del aporte de nutrientes y de la capacidad del feto de utilizarlos. Las diferencias de
especie, raza y cepa en el tamaño fetal se deben a diferencias en la rapidez de división
celular, que está determinada genéticamente. De este modo, existe una estrecha
integración entre el suministro de alimento al feto (factores ambientales), la rapidez de
división celular (factores genéticos) y, por tanto, la velocidad de crecimiento (Hafez y
Hafez 2000).

2.4. Parto

El parto abarca los diferentes procesos fisiológicos por los cuales el útero expulsa su
(s) producto (s) de concepción en el momento adecuado. Para que el parto pueda ocurrir,
es necesario que tengan lugar un sinnúmero de cambios, tanto de la madre como en el
feto. Estos cambios son básicamente eventos endocrinos que desencadenan a su vez
transformaciones de tipo morfológico. Uno de estos cambios morfológicos es que las
estructuras ligamentosas de la región pélvica se vuelven más flexibles, debido a una
disolución de tejido conectivo. La sínfisis pubiana tiene la capacidad de desmineralizarse,
con lo cual el diámetro del canal pélvico se hace mayor. En las especies domésticas
ocurren cambios de comportamiento típicos de una hembra que se aproxima al parto.
Estos son: inquietud, inapetencia y búsqueda de la soledad. También existen cambios
físicos que indican la aproximación del parto: aumento de volumen de las glándulas
mamarias, relajación de los ligamentos del canal pélvico, edema vulvar y ventral (Galina y
Valencia 2008).
En ovinos, suceden una serie de cambios morfológicos y en la conducta de las
hembras gestantes. Se visualiza una relajación de la pared abdominal y de los ligamentos
del cinturón pelviano, y la tumefacción y alargamiento de la vulva, acontecimientos que
pueden suceder a partir de las 2 a 4 últimas semanas de la gestación. El aumento del
tamaño de la glándula mamaria aparece de una manera muy precoz en las cabras de
primer parto. Las ovejas presentan una serie de signos y síntomas tales como; inquietud,
separación del hato o majada, se paran y se colocan en decúbito en forma frecuente,
escarban la tierra. Además, se puede observar en la región vulvar la presencia de flujo
viscoso, de color amarillento a pardo que se origina en el tapón cervical. La expulsión del

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feto se produce con la madre en decúbito lateral. La presentación de los corderitos es
longitudinal anterior, posición dorsal y actitud extendida, con un bajo porcentaje de
presentación longitudinal posterior (Aisen 2006).

Inicio del parto

El parto es estimulado por el feto y completado por una compleja interacción de factores
endocrinos, neurales y mecánicos, pero aún no se comprenden las todas sus funciones e
interrelaciones precisas. Ambos mecanismos fetales y maternos, intervienen en el inicio
del parto. El sistema endocrino fetal domina en los rumiantes (vaca, cabra, oveja), en
tanto que tiene una función menor en otras especies (yegua, mujer). Mecanismos
fetales: el Eje Hipotálamo-Hipofisis-Adrenal (HHA) del feto es controlado
independientemente del eje HHA de la madre. La comunicación entre ambos ejes se
produce a través de la placenta por la transferencia de cortisol entre las dos
circulaciones, ya que la hormona adenocorticotrófica (ACTH) materna no atraviesa la
placenta. La mayor parte del cortisol circulante en el plasma fetal durante la gestación es
de origen materno. Sin embargo, a partir de las 2-3 últimas semanas de gestación se
produce un aumento en el cortisol de origen fetal y la iniciación del parto. Por último,
entre las 48-46 horas previas al parto, se produce un pico en las concentraciones
plasmáticas de cortisol y ACTH fetales. Se ha postulado que las demandas metabólicas
impuestas a la placenta, durante la fase de crecimiento fetal rápido, son las que inician el
mecanismo de liberación de ACTH, por medio de la PGE2. En los núcleos
paraventriculares del hipotálamo fetal se secreta, entre otras sustancias, la hormonal
liberadora de corticotrofina (CRH), que estimula la síntesis y liberación de ACTH y cortisol
fetal. La PGE2 de origen placentario actuaría a nivel hipotálamico y adrenal. Anularía el
proceso de retroalimentación negativa del cortisol sobre la liberación de CRH, con el
consecuente aumento en las concentraciones de cortisol fetal. Este mecanismo se
encontraría coadyuvado por el incremento en la síntesis hepática de globulinas
portadoras de cortisol, que al unirse al cortisol fetal, disminuye la concentración libre de
esta hormona. De esta manera, el proceso de retroalimentación negativa sobre el
hipotálamo posee una menor eficiencia, causando una constante liberación de ACTH. El
cortisol es quien estimula la conversión de P4 a E2 por parte de la placenta, mediante la
síntesis de enzimas específicas. La elevación preparto del cortisol fetal origina la caída en
la concentración plasmática de P4 y el resto de los acontecimientos hormonales que
preceden al parto. Para que éste suceda, son fundamentales los cambios en la relación
P4/E2 y Prostaglandinas (PG), dos de los principales reguladores con funciones opuestas
en la regulación miometrial. Las concentraciones de estradiol se elevan estimulando la
secreción de PGF2 y la síntesis de receptores de oxitocina. Los E2 y las PGF2

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elevados incrementan la motilidad miometrial, lo que da origen a las concentraciones
uterinas, síntesis de actinomiosina (lo que conlleva a un aumento en la capacidad
contráctil del útero) y favorecimiento de la repolarización rápida del potencial de
membrana. La oxitocina sufre una elevación brusca durante la segunda etapa del parto,
actuando en la expulsión del feto al estimular las contracciones miometriales y los pujes.
La PGF2 , provoca la luteólisis y actúa en la coordinación de las contracciones
musculares. La relaxina actúa sobre el tejido conectivo y, junto con los E2, relaja el canal
blando del parto (Aisen 2006, Hafez y Hafez 2000).

Figura 4: Esquema de los cambios endocrinos que ocurren antes y durante el parto en la
vaca, oveja, y cerda (Galina y Valencia 2008).

La producción placentaria de progesterona impone un bloqueo a la conducción en el


miometrio. Una disminución de la concentración de progesterona materna es requisito
previo para la dilatación del cérvix y la actividad explosiva del miometrio relacionada con
el trabajo del parto. La disminución de las concentraciones de progesterona es inducida
por un notable aumento de cortisol fetal durante las etapas finales de la gestación en
ovejas (Hafez y Hafez 2000).

Cambios preparatorios: La relajación del ligamento pélvico ocurre a medida que se


acerca el nacimiento pero no se hace visible en ovejas no esquiladas, donde es
necesario hacer la palpación manual para detectar los cambios. El alargamiento y
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relajación de la vulva se observa en algunos animales. El crecimiento mamario con la
separación de los dos pezones ocurre a lo largo de la segunda mitad de la preñez y el
calostro está presente normalmente en los pezones dentro de las 24 horas antes del
parto. Los signos externos del acercamiento del parto pueden pasar fácilmente por alto
en hatos grandes. Los signos del trabajo de la primera etapa son más obvios y el pastor
debe aguardar cautelosamente y debe monitorear el subsecuente proceso de parto
(Jackson 2004).

Primera etapa del trabajo parto (dilatación del cuello uterino): Se cree que esta etapa
dura 6 a 12 horas. Las ovejas se separan a sí misma de la manada y pueden dar la
apariencia de la inquietud y escarbar el suelo. Algunas ovejas no escenifican ninguno de
los signos del trabajo de la primera etapa del parto (Jackson 2004).

Un parto sin problemas depende de dos procesos mecánicos: la capacidad del útero de
contraerse, y del cérvix de dilatarse la suficiente para permitir el paso del feto.
Contracciones miometriales: La actividad del músculo uterino (miometrio) está bajo la
influencia de la progesterona, que garantiza un ambiente propicio para el feto en
desarrollo. Las contracciones miometriales de baja amplitud y frecuencia ocurren durante
la mayor parte de la gestación. Al término de la preñez, el útero deja de estar dominado
por la progesterona y recibe ahora el dominio de los estrógenos. Como resultado, dos
vías moleculares/bioquímicas paralelas se movilizan dentro de los tejidos uterinos. La
primera vía es similar a las del músculo liso y transforma el útero de su estado relajado
durante la preñez a un estado activo. La segunda vía, que se origina por un incremento
de la proporción E2/P4, aumenta la síntesis o secreción de uterotoninas (PGF2 ,
oxitocina) (Hafez y Hafez 2000).

Figura 5: Funciones del útero y cuello uterino durante la preñez y trabajo del parto. En la
etapa previa al parto, el miometrio deja de ser inhibido y se contrae, mientras que el

14
cuello uterino “madura” y se dilata, permitiendo el inicio normal del parto (Hafez y Hafez
2000).

Durante la maduración cervical se produce el ablandamiento y acortamiento del cuello


por cambios en las propiedades mecánicas del tejido que lo componen, comenzando en
el final del periodo de gestación y en ausencia de contracciones uterinas. La segunda
fase del periodo dilatación se encuentran asociada a contracciones uterinas. El
ablandamiento del cuello uterino se produce por un cambio en la composición bioquímica,
aumentando la presencia de polímeros sulfatados (proteoglucanos, glucosaminoglicanos)
y agua. Por acción enzimática existe una degradación de las fibras colágenas y elásticas
del cérvix, las que también sufran un proceso de desorganización. El ablandamiento del
cérvix se encuentra regulado hormonalmente por la acción de los E2, PG y relaxina. La
PGE2 es la hormonal fundamental en la relajación cervical en los pequeños rumiantes. La
finalización del periodo de dilatación se encuentra marcada por la ruptura de las
envolturas fetales. La duración media de 2 (0.5 a 6) horas (Aisen 2006).

Segunda etapa del trabajo del parto (expulsión del feto): Esta etapa dura ½ a 1 hora y
puede ser ligeramente más larga en ovejas de primer parto. La mayoría de los corderitos
entran al canal del parto en posición longitudinal anterior, con la misma postura que el
ternero. Algunos corderitos nacen en posición posterior con los miembros posteriores
extendidos introduciendo al primer canal del parto. Los corderitos pequeños en posición
anterior ocasionalmente pueden nacer con miembros anteriores flexionados. La oveja
normalmente se recuesta para el corderito, esforzándose vigorosamente y lanzando
hacia arriba su cabeza con esfuerzo y gruñendo. A muchas ovejas les gusta acostarse
frente a una pared o una cerca durante el parto. La segunda etapa es repetitiva de
acuerdo al número de corderitos que nazcan. Aproximadamente 50% de corderos nacen
con un amnios intacto (Jackson 2004).

El periodo de expulsión se caracteriza por la aparición de las contracciones abdominales,


también denominado pujos. A nivel hormonal, posee la particularidad de producir un
aumento significativo en la concentración plasmática de oxitocina, encontrándose el
miometrio muy sensible a los agentes uterotónicos. El feto, al desplazarse dentro del
canal del parto, ejerce presión sobre el cérvix (reflejo de Forguson) estimulando la
secreción de oxitocina hipofisiaria. La oxitocina posee una acción directa sobre el
miometrio estimulando las contracciones uterinas, e indirectamente actúa sobre el
endometrio induciendo la liberación de PG. A nivel del techo de la vagina se sitúan
receptores nerviosos mecánicos, siendo el pasaje del feto y/o de sus envolturas
causantes de las contracciones abdominales (reflejo de vaciamiento o evacuación fetal).
La vía nerviosa de este reflejo es a través del nervio pudendo hacia la médula
15
lumbosacra. Siendo la vía eferente los nervios iliohipogástricos e ilioinguinales. Los
músculos abdominales son los efectores de este sistema. El presente periodo tiene una
duración de 0.5 horas para los partos imples y hasta 3 horas de acuerdo al número de
fetos presentes, culminando con la expulsión de los mismos (Aisen 2006).

Figura 6: Trabajos de la segunda etapa del parto en la oveja. The ewe throws her
dorsally upwards as she strains (Jackson 2004).

Tercera etapa del trabajo (expulsión de membranas fetales): La placenta es liberada


normalmente dentro de 3 a 4 horas después de la salida del corderito (Jackson 2004). La
oveja lame mucho a sus corderos, si no lo hiciera, puede representar un signo del futuro
abandono de la cría (Galina y Valencia 2008).

Luego de nacimiento las contracciones uterinas continúan con la finalidad de expulsar la


placenta. En la oveja la separación placentaria es una consecuencia de la degradación
rápida del epitelio coriónico durante el tiempo que transcurre entre el parto y la expulsión
de la placenta. La expulsión placentaria se lleva a cabo entre la primera y cuarta hora de
haber sucedido el parto. La retención de la placenta se considera a partir de las 12 horas
de haberse producido el parto (Aisen 2006).

Puerperio: Mientras amamanta a una o más crías, la hembra recién parida hace una
serie de reajustes fisiológicas y anatómicas en el útero y los ovarios para restablecer su
capacidad reproductora. La recuperación del tamaño y el funcionamiento normales del
útero después del parto se denomina involución uterina. Depende de contracciones
miometriales, eliminación de las infecciones bacterianas y de la regeneración del

16
endometrio. La loquia, la descarga uterina que normalmente ocurre en el puerperio, está
compuesta de moco, sangre, líquido y restos de membranas fetales y tejido materno. La
expulsión de la loquia cesa al término de la primera semana posparto (Hafez y Hafez
2000).

2.5. Pelvis y Cintura pélvica

Aunque la pelvis no se relaciona directamente con los órganos de la reproducción, en


los animales domésticos tiene una función muy importante: contiene la mayor parte de los
órganos genitales y durante el parto forma el duro canal pélvico; por lo tanto, representa
una formación anatómica importante durante la fase de expulsión fetal. Desde este punto
de vista, es necesario el estudio de la pelvis en la enseñanza de la fisiología y patología
de la reproducción de los animales domésticos (Pardo y Saelzer 2006).

La pelvis desde el punto anatómico se encuentra formada por 2 huesos simétricos


llamados huesos pelvianos (coxal derecho e izquierdo) y el hueso sacro. Ambos coxales
se unen en una línea media en la base de la pelvis llamada sínfisis de la pelvis. De esta
línea se extiende hacia afuera y forman el fondo de la pelvis, suben después por la zona
dorsocraneal y limita las paredes laterales duras. En la zona dorsal, los 2 coxales
desarrollan áreas óseas extensas que forman lateralmente grandes tuberosidades (tuber
coxal) hacia adentro penetran otras tuberosidades más pequeñas (tuber sacro) estas no
se unen sino que dejan un espacio amplio donde se sitúa o articula el hueso sacro que
como parte de la columna vertebral se articula a los coxales, completa la pelvis y forma el
techo de la cavidad pelviana formándose así la articulación sacro iliaca. Los 2 coxales
junto con el hueso sacro y los ligamentos ancho de la pelvis, limitan la cavidad pelviana,
que se abre en la cavidad abdominal por la circunferencia o abertura craneal de la pelvis
(borde anterior) y posteriormente por la abertura caudal (circunferencia o borde posterior
o caudal). En Vacunos, la abertura craneal (rama craneal) del pubis es estrecha y está
dirigida lateral y un poco cranealmente. El borde craneal está marcado por un surco
transverso, que termina ventral a la eminencia iliopúbica rugosa. La abertura caudal
(rama caudal sinfisiaria) es ancha y delgada (Pardo y Saelzer 2006, Getty 2002).

La constitución de suelo pelviano tiene gran importancia, espcialmente durante el


parto porque influye en el transcurso y rapidez del mismo. El suelo pelviano en la vaca
tiene forma cóncava lo que no facilita el parto. Por el contrario en la yegua la forma
convexa lo facilita (López 2013).

Al analizar la conformación de la pelvis en las especies domésticos, se pueden


apreciar un grupo de diferencias que se deben considerar en la asistencia a la

17
parturienta. La vaca presenta una mala configuración pelviana para el parto. El estrecho
anterio de la pelvis es aplanado lateralmente; es decir, en forma de óvalo. El suelo
pelviano es excavado, cóncavo en su porción central, con altas crestas ciáticas y un
canal obstétrico largo. El eje pelviano, trayectoria descrita por el feto durante su paso por
la pelvis en el parto, es cóncavo y quebrado. Es recto inicialmente, se continúa hacia
abajo y termina ascendiendo ligeramente. Esto origina parto demorado y con frecuencia
complicaciones. En la yegua, la pelvis se presenta como modelo en cuanto a amplitud y
facilidad para el parto. La circunferencia anterior es casi circular, tan alta como ancha. El
techo es plano y poco prominentes las apófisis transversas del sacro. El suelo es casi
plano y de poca longitud. El eje pelviano es parabólico, lo que posibilita un parto rápido y
con escasas complicaciones. En la oveja y cabra se asemeja a la de la vaca, pero es
más favorable para el parto debido a que las espinas y tuberosidades ciáticas no son tan
prominentes. El techo es casi plano y el suelo es bastante corto y parejo; por lo que el eje
pelviano se hace ligeramente convexo (López 2013).

Figura 3: Huesos pélvicos de vacuno, vista cranea y ago ventra (Getty 2002).

El estudio de la pelvimetria es imperativo porque, permite determinar la desproporción


feto-pélvico, que es una de las mayores causas de la distocia. La pelvimetria es definida
como una rama de obstetricia que se ocupa de las medidas del diámetro de la pelvis. El
estudio de la pelvimetria es muy deseado debido a la selección reproductiva y mestizaje
de acuerdo a la relación entre los diámetros diversos, que permite formularse un
concepto de forma, tamaño, posición de pelvis y el canal de parto. Además, permite
descartar a los animales indeseables que tienen tiene una pelvis estrecha y defectuosa.
18
La pelvimetria en los animales se lleva de dos formas: pelvimetria indirecta o externa y
pelvimetria directa o interna (Kumar 2009).

Figura 4: Diagrama de los diámetros pélvicos (Kumar 2009).

La pelvimetria interna (directa), se realiza palpando manualmente los puntos de


referencia de los diámetros. Se plantea que este es un método muy subjetivo, por lo que
se impone la necesidad de una mayor eficacia en el trabajo, lo que obliga a emplear
métodos de mayores posibilidades en las labores del obstetra. La pelvimetría externa
(indirecta) se pueden determinar los valores pelvimétricos internos al correlacionar la
grupa con la alzada y coeficientes constantes establecidos para cada especie (Pardo y
Saelzer 2006).

III. METODOLOGÍA

3.1. Materiales

Tabla 1: Materiales usados para el seguimiento del parto en la oveja, La Raya.

Materiales biológicos Materiales de trabajo


 Oveja con finales de gestación  Movilidad
 Alcohol yodado
 Instrumentos de la semiología
propedéutica
 Cámara
 Campo abierto

3.2. Metodología

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Tiempo y espacio

El trabajo se realizó en el Centro Experimental La Raya en la cabaña denominada El


Tambo, lugar donde las ovejas se encuentran. El seguimiento se hizo los días 20 y 21 de
julio del año 2019, la vigilancia se realizó minuciosamente. El centro experimental La
Raya se encuentra al sur de la ciudad de Sicuani a unos 10 kilómetros.

Método procedimental

Para poder realizar el seguimiento del parto de la oveja OV 1584, se tuvo una estrecha
relación con el pastor, y el pastoreo de las ovejas. Es decir, se ha vigilado completamente
las 48 horas a espera de que presente la fase prodrómica.

En la fase prodrómica de la oveja no se ha determinado el tiempo de inicio, por la


presentación inesperada y rápida con una apariencia sin síntomas preparto. La fase de
expulsión fetal fue evidente, y sin asistencia técnica. La fase de expulsión placentaria
tardó bastante tiempo, y en este periodo se asistió y se observó el comportamiento del
neonato.

IV. RESULTADOS Y DISCUSIONES

4.1. Resultados

Tabla 2: Seguimiento del parto en la oveja

Historia clínica
Reseña Datos generales del propietario:
 UNSAAC (Universidad Nacional de San Antonio Abad del
Cusco)
 Pastor: Pedro Puma Tintaya
Identificación del paciente:
 OV 1584
 Nacimiento: junio del 2017
Anamnesis  Sin antecedentes de la presentación de la enfermedad.
 Desparasitación: no sabe
 Vacunas: no sabe
 Reproducción: Monta natural 27 de febrero
 Alimentación: pasto natural, forraje
Constantes vitales Madre
postparto Frecuencia cardíaca: 89 latidos/minuto
Frecuencia respiratoria: 80 respiraciones/minuto
Temperatura: 39.9 °C
Cordero
Frecuencia cardíaca: 200 latidos/minuto
Frecuencia respiratoria: 57 respiraciones/minuto
Temperatura: 39.5 °C
Fases del parto
Prodrómica … hasta 11:50 a.m. inquieta, se acuesta en el suelo.
Fase de expulsión Abarca desde 11:50 a.m. hasta 12:06 a.m. expulsión completa del
fetal feto.
Fase la expulsión Aparece después de la expulsión fetal, 12:06 p.m. hasta 3:28 p.m.
de la placenta
20
Asistencias
Asistencia de la Limpieza del amnios por parte de la madre a la cría. Ocurre
madre al neonato minutos después de la expulsión fetal.
Estabilidad de Se levanta la cría con los cuatro miembros a las 12:20 p.m.
equilibrio al
levantarse
Asistencia Se hace asistencia al neonato después de la expulsión fetal a las
neonatal 2:40 p.m.
Antisepsia con yodo al obligo, para evitar la posterior infección.

4.2. Discusiones

Las ovejas tienen la característica muy particular en la época reproductiva, es decir, la


actividad sexual es estacional. Las ovejas, en la reproducción sigue un patrón estacional,
alternan entre los periodos de anestro y actividad sexual. En las regiones templadas, la
estacionalidad está regulada por el fotoperiodo o duración de la luz diurna (la reducción
de la duración del día estimula la actividad sexual y su aumento induce el anestro). Por lo
que se consideran a las ovejas como reproductoras de días cortos (Ptaszynska y Molina
2007). Actualmente las ovejas se encuentran en pleno época de parición, sin embargo
seguido a esta actividad viene la monta. Por la estacionalidad, los días de junio, julio y
otros meses se consideran días cortos, y la actividad sexual de las ovejas se activan.

Para reconocer y diferenciar a las ovejas preñadas o no preñadas, entre preñadas en los
últimos días de gestación de los que aún faltan, se realizó mediante las características de
los órganos reproductivos de la hembra. La vulva se observó edematosa y vascular, la
glándula mamaria aumentada de volumen, relajación de los ligamentos del canal pélvico.
Según Galina y Valencia (2008), en los ovinos suceden una serie de cambios
morfológicos y conductuales en las hembras gestantes, se visualizan una relajación de la
pared abdominal y de los ligamentos del cinturón pelviano, la tumefacción y alargamiento
de la vulva. El aumento del tamaño de la glándula mamaria aparece de una manera muy
precoz.

El parto en las ovejas inicia a causa de una serie de eventos endocrinos fetales y de la
madre, y comienza con la liberación de la PGE2 de la placenta (Aisen 2006). Antes del
parto se produce la relajación del ligamento pélvico a medida que se acerca el
nacimiento, pero no se hace visible en las ovejas no esquiladas. La primera etapa del
parto consta de la dilatación del cuello uterino, paralelamente con la contracción
miometrial. Las ovejas se encuentran inquietas, y en algunas ovejas no es observable
ninguno de estos signos (Jackson 2004). Durante la maduración cervical se produce el
ablandamiento y acortamiento del cuello uterino por cambios en las propiedades
mecánicas del tejido que lo componen, comenzando en el final del periodo de gestación y

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en ausencia de contracciones uterinas. La finalización de este periodo se encuentra
marcada por la ruptura de las envolturas fetales (Aisen 2006).

La segunda etapa del parto consiste en la expulsión fetal, el tiempo que duró fue de 16
minutos, el nacimiento fue de longitudinal anterior con los miembros anteriores
extendidos. El periodo de expulsión se caracteriza por la aparición de las contracciones
abdominales, también denominado pujos. A nivel hormonal, posee la particularidad de
producir un aumento significativo en la concentración plasmática de oxitocina,
encontrándose el miometrio muy sensible a los agentes uterotónicos. Generalmente el
tiempo de la duración de la expulsión fetal va de 30 minutos a 1 hora (Jackson 2004,
Aisen 2006).

La expulsión de las membranas fetales tarda generalmente 3 a 4 horas después de la


salida del corderito. La expulsión de las membranas fetales duró 3.4 horas y se encuentra
dentro de los periodos normales de la expulsión de la membranas fetales. La separación
placentaria surge a consecuencia de la degradación rápida del epitelio coriónico durante
el tiempo que transcurre entre el parto y la expulsión de la placenta (Aisen 2006). La
cintura pélvica es esencial para la fase de expulsión fetal (Pardo y Saelzer 2006).

V. CONCLUSIONES

 Las ovejas se caracterizan por su actividad sexual estacional en los días cortos,
por lo que la parición se lleva en los meses de junio, julio y agosto. Esto se debe a
la regulación del fotoperiodo o duración de la luz diurna.
 Se ha reconocido a las ovejas de gestación en los últimos días mediante la
identificación de los cambios morfológicos de órganos reproductivos de la hembra.
 El parto inicia con una serie de eventos endocrinos fetales y de la madre
comenzando con la liberación de la PGE2 por la placenta, de esta forma inicia la
fase prodrómica o dilatación cervical. Luego continúa con la segunda etapa que
fue evidentemente sin alteraciones con una duración de 16 minutos. La tercera
etapa ha sido rápida.

VI. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA


Aisen, Eduardo. Reproducción ovina y caprina. Intermédica , 2006.

Galina, Carlos, y Javier Valencia. Reproducción de animales domésticos. México:


Limusa, 2008.

Getty, Robert. Sisson y Grossman Anatomía de los animales domésticos. Quinta. Vol. II.
Barcelona: Masson, 2002.

22
Hafez, E.S., y B. Hafez. Reproducción e Inseminación Artificial en Animales. Séptima.
México: McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, 2000.

Hafez, E.S.E., y B. Hafez. Reproduction in Farm Animals. 7th. Philadelphia, Pennsylvania:


Library of Congress Cataloging - in - Publication data, 2000.

Jackson, Peter. Handbook of Veterinary obstetrics. Second edition. China: Elsevier, 2004.

König, y Liebich. Anatomía de los animales domésticos. Segunda. Vol. II. Editorial Médica
Panamericana, 2005.

Kumar, Pradeep. Applied Veterinary gynaecology and obstetrics. Indian: International


book distributing Co, 2009.

López, Otoniel. Ginecología y Obstetricia. Universidad Nacional Agraria, Facultad de


Medicina Veterinaria, 2013.

Pardo, Enrique, y Pedro Saelzer. Obstetricia y ginecología. Mangua/Nicaragua:


Universidad Nacional de Agraria, Facultad de ciencia Animal, 2006.

Ptaszynska, Monika, y Juan Molina. Compendium de reproducción animal.


Uruguay/Paraguay: Intervet, 2007.

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