Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
RESEÑA N° 1
DE POLÍTICAS.
AUTOR:
CLAUDIA ROBLES
Por
Docente
TERRITORIAL CAUCA
2017
Reseña # 1.
María Nieves Rico1, Claudia Robles2. (2016). Serie Asuntos de Género. Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) en conjunto con la Agencia Alemana de Cooperación Internacional. Naciones
Unidas. Páginas 11 - 21, ISBN 1564-4170. Santiago.
Las autoras afirman que el cuidado refiere a una faceta inherente de la existencia humana por lo
que afecta a todas las personas en algún momento de su vida sin distinción ninguna. Simultáneamente,
afirman que es muy posible que una gran parte de la población deba asumir responsabilidades asociadas a
su provisión, sobre todo si se es mujer en los roles de hijas, madres, esposas y abuelas. Por esta razón, no
es posible pensar en la multiplicación de las sociedades, su bienestar y su existencia sin que existan
dinámicas, hábitos y relaciones generadas al alero del cuidado lo que lo establece en un bien público por
excelencia.
En la idea general que se tiene de las políticas públicas se puede decir que implican un proceso de
cambio social, desde una perspectiva, donde el análisis de política no sólo consiste en determinar su
impacto en cuanto se da una posibilidad de generar cambios en la sociedad y así mismo medir el grado de
intensidad y extensión de los mismos, este tipo de lecturas permite prestar atención al tipo de
transformaciones que se buscan lograr con la intervención de la política pública en el conjunto de la
sociedad.
De la misma forma, las políticas de bienestar se desarrollan en dos tipos, las pasivas y activas,
dependiendo de cómo impactan a la población donde se desenvuelves dichas políticas de bienestar,
sabiendo que las pasivas son aquellas de profundo carácter asistencialista que pretenden mitigar el
impacto de la situación problema sobre la población donde se van a desarrollar, sin tratar de modificar las
1 María Nieves Rico, Directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL)
2 Claudia Robles, Oficial de Asuntos Sociales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el marco
de las actividades del proyecto - Protección social, enfoque de derechos y desigualdad en América Latina.
condiciones causales, en contraste con las políticas de bienestar activas que pretenden enfrentar la
situación problema para que la población logre superarla.
María Nieves Rico y Claudia Robles, en este primer capítulo, sugieren que “… no es posible
plantear un debate sobre el cuidado y sus implicancias en ausencia de una perspectiva de género y de
derechos humanos” (NIEVES, R. M. & ROBLES, C. 2017, p 11).
Es por ello que sugieren tres puntos fundamentales sobre el cuidado como bien público y sus
implicaciones para un análisis de políticas: 1) El debate conceptual sobre el cuidado y su contexto en
América Latina, 2) Elementos para el análisis de las políticas de cuidado, y 3) Las políticas de cuidado
como componente de la protección social. De acuerdo a lo anterior, continúan afirmando las autoras, que,
en la actualidad, el cuidado surge como parte de las demandas persistentes de las diversas poblaciones que
lo requieren, incluyendo las personas adultas mayores o con discapacidad en situación de dependencia.
La ocupación de cuidado puede definirse como una función social que integra una serie de
actividades, bienes y relaciones destinadas al bienestar cotidiano de las personas, desde lo económico,
social, emocional y moral. Asimismo, es como Rico y Robles, citan a Bezanson & Luxton afirmando que
“…incluye la provisión de bienes esenciales para la vida, como la alimentación, el abrigo, la higiene y el
acompañamiento, así como el apoyo y la transmisión de conocimientos, valores sociales y prácticas a
través de los procesos de crianza” (NIEVES, R. M. & ROBLES, C. 2017, p 12).
Entonces se puede decir que la comunicación y las relaciones entre las personas son de suma
importancia en el contexto de las políticas de bienestar se dan desde el desarrollo de las actividades
esenciales de la vida como el aprender a sobrevivir, comer, hacer amigos y lo más importante el proceso
de potencializar las capacidades de las personas.
Una de las bases primarias es la concepción de las familias y de ellas la mujer como eje
fundamental de las bases de proceso doméstico, y el desarrollo de la reproducción social. explícitamente el
rol garante del Estado en resguardar el derecho al cuidado. Por otra parte, requiere consolidar plenamente
una cultura de corresponsabilidad del cuidado entre mujeres y hombres. Ambos elementos expresan una
nueva ecuación de acceso al bienestar en las sociedades que permitirá el ejercicio pleno de derechos de
personas cuidadoras y de aquellas que requieren cuidados.
En tal sentido, es importante estudiar constantemente el enfoque de la apreciación del impacto de
las políticas de bienestar, seda no sólo observar la transacción directa, como la encargada de producir
cambios en la situación social de los individuos, sino también mirar los impactos externos que se generan
como si éstos fueran un bien más, de tal forma que abastecimiento del bien público tenga que ver con
aquella capacidad del Estado en trasladar dichas políticas al bienestar social de una población y hacerlo
llegar efectivamente haciendo de este un buen uso y que la gestión de la misma permita su disfrute y
usufructo, en términos del mejoramiento de la calidad de vida de quienes así lo consuman.
Continúan afirmando las autoras, y citando a la CEPAL, 2013, “La irrupción más reciente del
cuidado en la agenda regional de políticas públicas y los regímenes de bienestar ha estado impactada por
la expansión de la noción de la llamada crisis de los cuidados” (NIEVES, R. M. & ROBLES, C. 2017, p
11).
Es por lo anterior que la concepción de lo público en el cuidado compromete redireccionar la
forma en que esta función social se ha planteado como responsabilidad fundamental de las familias, y en
ellas, de las mujeres.
Para este fin, las autoras afirman que las políticas de cuidado se han enfocado generalmente en la
confluencia de los temas de trabajo remunerado y no remunerado, así como de familias y del mercado
laboral. Desde este foco, según Rico y Robles el planteamiento de políticas de cuidado se debe direccionar
bajo tres puntos: 1) percibir al cuidado como un bien público, pues su responsabilidad se manifiesta al
ámbito familiar y a las respuestas de mercado y de la sociedad civil, 2) en el escenario de los derechos
sociales actuales, el derecho a ser cuidado, cuidar y auto-cuidarse como ingredientes de una trilogía a ser
relevada por el Estado, y 3) políticas públicas de cuidado tienen una relación frente a varias funciones
sociales. Entre ellas se cuentan, en el caso de quienes reciben cuidados, garantizar sus derechos, el
desarrollo integral durante la primera infancia y la conservación de la autonomía entre las personas con
algún nivel de dependencia.
Asimismo, las autoras afirman que:
Los recursos para el cuidado pueden incluir transferencias monetarias directas para contratar
servicios de cuidado o como contraprestación a las cuidadoras no remuneradas por su trabajo en el
presente o futuro por medio de aportes estatales para sus cotizaciones en los sistemas de seguridad
social, así como subsidios a la oferta de servicios públicos y privados de cuidado. (NIEVES, R. M. &
ROBLES, C. 2017, p 15).
C. Las políticas de cuidado como componente de la protección social.
Referencias
RICO, M.N. & ROBLES, C. (2016). Políticas de cuidado en América Latina. Forjando la igualdad.
Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en conjunto con la
Agencia Alemana de Cooperación Internacional.