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SEMINARIO DE

PROBLEMAS JURIDICOS
ARGENTINOS
Unidad 8
∙ Sistemas alternativos de Resolución de Disputas.
∙ Sistemas alternativos de Resolución de Conflictos:
Los M.A.R.C.
Sobre Los M.A.R.C:
Se entiende por M.A.R.C. a todos aquellos métodos o
sistemas a los que los justiciables pueden recurrir para resolver sus
conflictos, tomándolos como “alternativos” al sistema judicial.
Mucho se ha debatido sobre este concepto, en el sentido
de determinar si los M.A.R.C. son alternativos al sistema judicial o,
por el contrario, si el sistema judicial es alternativo a aquellos,
considerados éstos además y a contrario sensu del “juicio”, como
métodos no coercitivos de abordaje y resolución de conflictos.
Durante el desarrollo de la unidad nos referiremos a los métodos
alternativos de resolución de conflictos como M.A.R.C.
Se encuentran incluidos entre los M.A.R.C.: la
negociación, la conciliación, y al arbitraje, incorporados todos ellos
dentro de la normativa procesal tanto del fuero Federal como del
resto de las provincias, desde hace muchos años.
La mediación es otro de los métodos alternativos de
resolución de conflictos incorporado en la legislación nacional y
provincial hace algunos años (con posterioridad a aquellos), y
recientemente también en el CPCC del Chaco, aprobado por Ley
2559-M.
Cabe aclarar algunos conceptos básicos sobre estas
metodologías, a fin de dejar delimitadas, sobre todo, las
diferencias entre ellos, a saber:
Negociación: Se trata de un proceso a través del cual, las
personas directamente involucradas en un conflicto intentan llega
a un acuerdo, ya sea negociando directamente entre sí, o a través
de terceros que los representen. Son estas mismas personas las
que deciden o no acorar.
Mediación: En ella, como las personas directamente
involucradas en un conflicto no pueden encontrar una solución,
recurren a un tercero, neutral e imparcial al mismo, es decir el
mediador, que facilitará el proceso de negociación entre aquellas,
en miras de que sean ellas mismas las que encuentren, o intenten
encontrar al menos, una salida apropiada y justa al problema que
las relaciona.
O sea que, de lograrse un acuerdo, éste será el resultado
de la decisión de los propios protagonistas del conflicto. El
mediador no decide ni aconseja, su rol se limita a facilitar el
proceso comunicacional de las partes, por cuanto estas, por si
solas, no han logrado acordar, pues no han podido comunicares
eficiente y apropiadamente.
Conforme Palacio, la mediación, en líneas generales,
puede definirse como el procedimiento que, desarrollado con
anterioridad a la iniciación o durante el curso del proceso,
comienza con la intervención de un tercero, ajeno al órgano
judicial, que a través de la aplicación de técnicas especiales de
comunicación procura que se produzca el entendimiento entre las
partes, y concluye, eventualmente, con la celebración, por éstas,
de un acuerdo que compone el conflicto y reviste eficacia
equivalente a la de una sentencia firme. Se trata, por consiguiente
de una verdadera autocomposición del litigio lograda a través del
acercamiento que, entre las posiciones e interesas de las partes,
lleva a cabo el mediador.
Conciliación: La conciliación es un proceso similar al de
mediación, solo que el conciliador tiene un rol más protagónico
que el mediador pues puede aconsejar, sugerir, opinar, esto es,
conciliar. La conciliación se encuentra presente en los diversos
códigos procesales de nuestro país desde sus inicios, siendo
además un sistema que se aplica en los diversos fueros: Civil,
familiar, labora, etc.
Palacio agrega las diferencias y similitudes
fundamentales existentes entre la mediación y la conciliación. En
la mediación, se descarta la iniciativa y la intervención del juez o
del tribunal en la celebración del acuerdo, además de la
posibilidad de que el mediador proponga formulas o soluciones de
avenimiento. El mediador carece en absoluto potestades
decisorias ni ejerce funciones jurisdiccionales, diferenciándose en
estos puntos de la conciliación.
En cambio, a semejanza de lo que ocurre con la conciliación, el
contenido del acuerdo con el que eventualmente puede concluir el
procedimiento de mediación, es susceptible de encuadrar en un
desistimiento, una transacción o un allanamiento, o bien confirmar
un acto complejo que exhiba, al mismo tiempo, notas comunes a
aquellos modos de conclusión procesal.
Arbitraje: En el arbitraje, el papel del tercero se
intensifica. El árbitro también juega un rol de acercamiento de las
partes, facilitando de alguna manera la negociación, solo que en
este caso, el árbitro es quien finalmente decide, esto es, adjudica
una solución.
En el siguiente gráfico imaginamos dos ejes cartesianos,
uno de ellos representa los “costos” (comprendiéndose en sentido
amplio como dinero, tiempo, emociones, stress) que cada proceso
conlleva, y el otro el “grado de intervención del tercero”, donde la
mayor intervención de éstos necesariamente conlleva a un mayor
costo del proceso, ergo mayor posibilidad de insatisfacción de las
partes/ justiciables
CUADRO DE REPRESENTACION DE LOS «COSTOS»
Esta mayor posibilidad de insatisfacción de las partes, en
situaciones donde hay una mayor intervención de terceros y
consecuentemente mayores costos, se logra por cuanto en algunas
situaciones, quien resulta “vencedor” en la sentencia, no se siente
satisfecho con la misma, ya que sus intereses y prioridades, luego
de varios años de litigio y a son otros.

Características Y Principios De Los M.A.R.C.:


Algunos de los principios y características que sustentan
a los M.A.R.C., explicados sintéticamente son los siguientes:
Voluntariedad: Todas las personas que participan en
estos procesos, (partes, abogados, posibles terceros, mediadores)
lo hacen voluntariamente, y esta voluntariedad alcanza a todas las
fases del proceso de que se trate, (de asistir, de participar, de
continuar en el proceso y de acordar).
Confidencialidad: Estos procesos se sustentan
principalmente en que todo lo ventilado en los mismos no puede
ser transmitido a otros ámbitos, salvo expresa autorización de las
partes y del mediador, pues de eso se trata justamente, de intentar
negociar en un espacio donde las personas involucradas puedan
conversar abiertamente, ayudados por un tercero que promoverá
en ellas la mejora de la comunicación en miras de intentar
encontrar una salida al conflicto que las “une”.
El principio de confidencialidad también alcanza a las
posibles reuniones privadas que el facilitador pueda desarrollar
con las partes y/o sus abogados, quedando exento de la
confidencialidad en casos de comisión de un delito, o de
cuestiones de abuso o violencia contra menores. En las
mediaciones todos los presentes firman un acta de
confidencialidad, que los ampara y protege en casos en que
aquellos sean citados como testigos por cuestiones relacionadas a
la mediación, en las que no deben declarar en virtud de este
principio.
Neutralidad: Este principio es otro de los pilares de la
mediación, y refiere a que el mediador debe ostentar una actitud
neutral durante todo el proceso de mediación, esto es, debe
conservar la equidistancia con las partes en conflicto y con sus
abogados.
Imparcialidad: Relacionada con la neutralidad, la
imparcialidad refiere a que el mediador no debe favorecer a
ninguna de las partes en el proceso, su interés está centrado en
que ambas partes puedan encontrar la mejor salida a su conflicto,
que sean ellas quienes decidan acordar, que acordar y en su caso,
no acordar.
Auto-composición: Se trata del nuevo paradigma al que
la mediación se adentra: de que sean las propias personas que han
originado el conflicto, las protagonistas del mismo, las que
encuentren la solución a su problema.
Informalidad: Los M.A.R.C. se desarrollan dentro de un
ámbito de informalidad en cuanto a los tiempos, agendas,
estructuras. Son procesos cortos, que se desarrollan durante
algunas audiencias, donde se busca que las partes puedan
encontrar una solución a su problema, mas allá de lo que una
sentencia pueda determinar. La solución será el resultado de la
creatividad de las partes y sus abogados. El facilitador es el
director del proceso, quien va fijando las pautas de común
acuerdo con las partes.
Menos costoso: Los costos de la mediación son
bajísimos en comparación con los de un juicio. Dentro de los
costos se incluyen al tiempo, al dinero, a las emociones, entre
otros factores. Cabe resaltar que los abogados de partes también
encuentran beneficios en estos procedimientos por cuanto sus
honorarios pueden también ser pactados dentro del proceso de
mediación, tanto en su cuantía como en la forma de pago y hasta
quien se hará cargo de los mismos.
Inmediatez de las partes: Esta característica, que también ha sido
tomada en el nuevo Código Procesal, es otro de los pilares de estas
metodologías. Se refiere a la posibilidad de que las partes puedan
comunicarse directamente entre sí a fin de intentar encontrar una
salida a su situación problemática. El poder trabajar juntos, “cara a
cara”, con este objetivo y ayudados por un tercer especialista en
técnicas comunicacionales, de análisis y manejo de conflicto,
facilita la co-construcción armónica y equilibrada de una posible
solución, de la “construcción de una nueva historia”, al decir de
Marinés Suárez.

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