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Paralelo entre la estructura esencial del alma humana en Tomas y la

concepción cartesiana del alma para efectos de la exaltación de la antropología

cristiana.

Parallel between the essential structure of the human soul Thomas and in the

Conception of the Canesian soul for the Effects of the Exaltation of Christian

anthropology.

Brayan Stevens Mayorga Almeyda1

1
Bachiller académico, Seminario Nacional Cristo Sacerdote, La Ceja del Tambo,
Antioquia, Colombia, 055010. Email: Mayorgaalmeida.blakiss.brayans@gmail.com
Resumen

Abstract
Introducción
Capítulo I
Primer capítulo: Estructura esencial del alma humana en Tomas de Aquino

Las operaciones vitales no pueden ser explicadas suficientemente sino se admite

un principio especial, llamado “vital”, ¿qué naturaleza tiene este principio? (Poinsot,

1635).¿Qué lo constituye?, ¿qué es para Tomas este factor constitutivo y esencial del

ente?

Santo Tomas de Aquino (trad.2001a) señala en la Suma Teologica que, “el alma

es el primer principio vital en aquello que vive entre nosotros, pues llamamos

animados a los vivientes e inanimados a los no vivientes(p.672).Mejor dicho, desde

aquí se presenta una división y es precisamente entre los seres vivos e inertes, ya que

algunos son movidos en virtud de este principio vital que está detrás de todas las

actividades del ser y otros carecen del mismo, de tal manera, llegamos asi a una

primera conclusión; el alma da el existir, pues cuando se es dotado de alma se dice

que existimos y cuando se pierde es por que ya no.Pero,dilucidemos lentamente esta

cuestión.

En primera medida,el alma es el acto del cuerpo y en consideración a ser acto es

“nucleo subtancial de una cosa equipada con potencia activa” (Brugger, 1969, p. 44).

Es decir, como acto constituye la esencia del ser humano y al referirse a la potencia

precisamente se contempla al cuerpo como mutable,de modo que,en cuanto a acto no

es conocido directamente sino que es inferido a partir de sus efectos (Gilson É. ,


2002).En consecuencia, lo que conocemos del alma es la manifiestación de las

impresiones que emite hacia el mundo exterior en la potencia.

De la misma manera, es tambien forma substancial, o sea lo que da orden o

estructura a la materia prima, igualmente, la que hace que el cuerpo humano sea

cuerpo. Alberto magno, maestro de Aquino, decía que: “El hombre se distinguía de

los demás seres por la forma que anima su cuerpo, a saber, pues por el alma que tiene

la función de determinar e individualizar en el hombre la materia corpórea

(Abbagnano, 1994a). De igual forma, el alma es inmortal porque la forma, que es

acto del cuerpo, es decir. existencia, puede separarse del cuerpo, pero es imposible

que el alma se separe de sí misma, y, por lo tanto, es inadmisible que se corrompa, en

otras palabras, al concebirse la idea de alma como sustancia inmaterial entrevemos

por lógica que al no poseer el carácter corrupbtible o perecedero, el alma es

imortal(Abbagnano, 1994). De ahí, que es incorpórea pues carece de cuerpo, aspecto

corruptible. Santo Tomas, por consiguiente, hace así algo exclusivo para aquella

época pues rompe con la concepción del neoplatonismo judaicomusulmán que adopto

la escuela franciscana pues, el alma no es cuerpo unido a otro cuerpo, sino que entre

el alma y el cuerpo hay un contacto espiritual que hace que hace que el cuerpo sea

impulsado por esta.

Ahora, el principio vital también es subsistente, por consiguiente, la

subsistencia del alma equivale a no depender del cuerpo para existir, a tener en si

misma como forma-alma la razón de ser y existencia(Aquino, trad.2001b). En

resumidas cuentas, lo que subsiste por si es una sustancia y el alma es en sí o sea es


una sustancia inmaterial (Gilson É. , 2002).Por tanto, al tener el alma actividades en

las cuales el cuerpo no tiene parte como por ejemplo: el pensamiento, la voluntad y la

vida espiritual se dice entonces que es subsistente.

Luego, el alma tambien es conocida como principio intelectual, llamado de otra

manera, mente o entendimiento, de dicha forma, el “homo” a travez del alma

comprende todas las naturalezas de los entes,pues la forma substancial del ser vivo al

ser inmaterial y no tener entre sus propiedades lo que se quiere ser conocido, se dice

que conoce, no obstante, es necesario para la acción del entendiemiento el cuerpo por

razon de objeto pero esto no implica que el alma no tenga una operación sustancial

independiente del cuerpo(Aquino,trad.2001c).Asi, sobre este argumento se puede

sustentar que alma, la mas minuscula de las formas, no ejerce solo funciones vitales

sino tambien intelectivas.

Por tanto, el alma es forma en la totalidad de su ser,principio vital, inmanente,

acto del cuerpo,forma subtancial, incorporea, subsitente, inmortal, inmaterial,

principio intelectual, entelequia y la parte organizadora de los elementos bioquimos2,

en fin; “es aquello por lo cual el cuerpo vivo es lo que es” (Lucas, 2013,p.39).

1.1. El alma en si misma

2
“son elementos químicos que forman parte del cuerpo y que cumplen distintas funciones
necesarias en el organismo. Algunos elementos bioquímicos que se son necesarios para nuestro
cuerpo son, oxigeno, hidrogeno, nitrógeno, azufre, potasio, zinc, magnesio, calcio, carbono,
entre otros…y se pueden encontrar y diversos alimentos que consumimos” (Sánchez, 2017)
1.1.1 Distinción entre el alma racional y el alma irracional con respecto de

la subsistencia.

Antes que nada, parece oportuno recordar en este momento las categorías de

Porfirio, pues de tal manera comprenderemos que el ser humano comparte el género

con el “Bruta animalia” mas no la especie, es decir, la distinción primaria en

sobremanera es: “La forma”, aspecto que equivale a una de las características

esenciales que distinguen la especie humana. Martín Grabmann (1930) decía: “Por la

subsistencia, el alma humana se distingue decisivamente del alma de los animales”

(p.107). Dicho de otra manera, el alma sensitiva o de los animales no es subsistente,

pues no puede realizar acciones sin el cuerpo y todas las pasiones las ejecuta en

función de órganos.

Luego, según Forment (1980):

El alma humana, por ser un espíritu es un alma distinta de la de los animales, ya que no

es sólo forma sino una sustancia inmaterial que, a pesar de ser ya sustancia, es a la vez forma de

una parte esencial. También es un espíritu, aunque diferente de los otros espíritus, porque éstos

no informan a ningún cuerpo. (p.72)

Ahora, con respecto del alma sensitiva o irracional hay otra implicación a saber

pues, el alma sensitiva se limita a ser principio de actividad sensorial más no

espiritual3. Así, en contraposición con el alma humana, el alma animal muere con el

animal, diferencia notable en lo que respecta del alma humana, ya que es

indestructible y por ende carece del carácter material, quiero decir; así queda

3
La actividad espiritual corresponde al acto de entender.
comprobado verídicamente que el alma animal no es subsistente pues no es inmortal

y no sigue existiendo cuando muere el cuerpo, de manera, que es incongruente decir

que el alma irracional es subsistente, pues está replegada a no existir sin el cuerpo,

comprendemos de tal manera que en este caso hablamos al igual que en la visión

aristotélica del alma de una consustancialidad, muere el cuerpo, muere de igual el

alma.

En resumidas cuentas, el alma animal no es subsistente ya que no se puede

separarse del cuerpo ni mucho menos puede hacer operaciones sin el cuerpo como lo

hace el alma humana con el entender, por tanto, queda comprobado así de manera

“perse” que el problema de la subsistencia radica en la inoperatividad del alma

irracional después del acto perecedero del cuerpo que a diferencia del alma humana

no tiene ser propio ni mucho menos es sustancia, pues no tienen actividad propia.

1.1.2. Incorruptibilidad del alma

La famosa frase mencionada centenares de veces que versa, “Santo Tomas de

Aquino bautizó a Aristóteles” no es del todo cierta, ya que a él no le interesó el

pensamiento aristotélico sino la verdad en cuanto verdad, por cierto, Tomas es un

hombre amante a la citación, pues las alusiones que realiza Aquino con respecto de

filósofos como Platón, Aristóteles y otros es muy numerosa aún versada. De manera,

que la frase utilizada por Pseudo-Dionisio y contenida en el penúltimo artículo de la

cuestión 75 nos sirve ahora para lo que nos compete examinar ya que a Santo Tomas

no le importo la originalidad de pensamiento que sin embargo logro, sino la verdad

repito, pero conozcamos dicha frase con la que Aquino asintió la incorruptibilidad del
alma: “Las almas humanas por la bondad divina son intelectuales y sostienen una

vida intelectual inconsumible (Aquino,trad.2001,679d).Así pues, el Dominico afirma

o sustenta que el alma es incorruptible pues la entidad divina de manera analoga al ser

le comunica al alma caracteristicas incorruptibles, incorruptibilidad que, sin embargo,

afirmara de mil maneras.

Ahora, volvamos en sí. Para hablar del caraceter trascendente del alma debemos

entender que el principio intelectivo que es subsistente no se corrompe

sustancialmente, pues tiene un ser que va mas alla de los limites fisicos, aun mas, es

incorrompible accidentalmente, ya que es inadmisible que algo subsistente se

pervierta por algo corruptible y no subsistente por ello recordemos, pues que lo

subsistente es lo que existe en si y por si, por tanto, no necesita de otro para existir

,de manera que, nada puede afectar lo que no tiene ser en virtud del que tiene ser por

participación.

Seguidamente, queda claro que no solo el alma humana no se corrompe pues

ella sobrevive despues de la corrupción del cuerpo, no asi las almas irracionales que

al morir el alma muere el cuerpo, por tanto, compete al alma racional no corromperse

ya que lo que es intrinseco al ser de algo no se puede separar de ello.

Luego, aun si dijeramos que la forma tiene materia seria inconsebible negar la

incorruptibilidad del alma (Aquino,trad.2001e).Es decir, Santo Tomas sostiene de

todas las formas posibles la incorrupción del principio vital,ya que solo hay

corrupción donde hay contrariedad y en el alma, entelequia y razon del ser humano
por ningun argumento se puede aseverar que hay contrariedad o todavia mas

corruptiblilidad.

1.2. El alma en relación con el cuerpo

1.2.1. Alma y cuerpo, dos factores componentes del hombre

Pasando a otro plano, al hacer una interpretación de la concepción psicológica

de Santo Tomas sabemos de lleno que, aunque Aquino concibe el alma como

subsistente e individual el alma no es del todo completa e independiente, pero ¿por

qué?, Frederick (1960) afirma lo siguiente:

El ser humano no está compuesto de dos sustancias, el alma y el cuerpo; sino que es una

sola sustancia en la que pueden distinguirse dos factores componentes. Cuando sentimos, es el

hombre entero el que siente, no el alma sola o el cuerpo solo. De manera semejante, cuando

entendemos algo no podríamos hacerlo sin el alma, pues es el hombre entero el que entiende.

(p.108)

Queda claro así, que esta concepción salvaguarda del dualismo marcado en toda

la historia de la filosofía, pues las dos sustancias tienen la misma importancia, ¿cómo

así?, el meollo radica en que las dos sustancias no hay plenitud sino que son

incompletas y por tanto una sola sustancia complementada recíprocamente por dos

componentes,(ὁ ἄνθρωπος).De tal manera, el cuerpo sin la forma que organiza la

materia no es nada, pues se pervierte, se corrompe , al igual, que el alma sin cuerpo

no es persona, ya que según santo Tomas persona es: “Subsistens in racionalis

natura”, “substancia racional de naturaleza individual” (Lucas, 2013).No obstante,

como quedo especificado anteriormente el alma subsiste, sin embargo ,cuando muere
la persona el alma no deja de existir como lo hace el cuerpo, en efecto, el alma,

aunque ya no tenga su habitáculo en el hombre no es corruptible, ya que para el

Aquinate es inexorable esta preposición.

Por otra parte, Orígenes, pensador del siglo I, creía que el alma era una

sustancia completa, es decir, una sustancia espiritual que usa un cuerpo; rebajando de

tal manera la unión del cuerpo y el alma a nada, pero Tomas hace algo novedoso de

nuevo, pues utiliza su haz bajo la manga para defender la unidad del cuerpo-alma al

expresar: “No es un detrimento que el alma este unida al cuerpo sino para la

perfección de su naturaleza” (Frederick, 1960,p.109). De dicha forma, entrevemos

que, aunque el alma sobreviva al cuerpo, el hecho de su subsistencia es un aspecto no

mínimo sino relevante para todo lo que implica la unión de alma y cuerpo.

Ahora, para nadie es un secreto que Santo Tomas refundamentó la teoría

hilemórfica del estagirita Aristóteles, es decir, el compuesto hilemórfico del hombre

que en Aristóteles era materia prima es aquí cuerpo y la forma primera el alma, a

saber, hablaríamos así del hombre del que, a través de la unión de cuerpo y alma, dos

componentes, se forma la persona, una sola substancia. De ahí que, aunque el

Dominico no fue monista, pues no comprendió el substrato humano como una

sustancia ni mucho menos dualista, ya que para él, el ser humano no era la unión de

dos principios en el que se exalta uno trató de ser lo más monista posible, pues la

unión substancial, que es la doctrina que se aplica a este caso para la unión del alma

y el cuerpo muestra que sin cada substancia dejar de ser lo que en sí es son capaces de
compaginar para formar una sola sustancia de tal manera que, Aquino trato ser lo más

monista posible que no dejó lugar al dualismo.

Por otro lado, la forma o principio intelectivo es la que participa el ser a la

materia. Decían los escolásticos: “forma dat ese rei”, la forma da el ser a la cosa. Pero

¿por qué la forma da el ser hombre?, la forma es la que actualiza a la materia, y a

través de la forma se recibe el ser en ese todo hilemórfico, resultando entonces la cosa

o substancia existente (Beuchot, 1993).De tal manera, analicemos ahora aspectos

consecuentes de la unión del alma y el cuerpo.

1.2.2. ¿El Alma o entendimiento se une al cuerpo como forma?

Es evidente que el alma es igual o lo mismo que el entendimiento, pues por el

alma en cuanto intelectiva es por la cual el hombre primeramente entiende, cuando

digo que sobre ella actúa primeramente específico rotundamente que no recae el

entender como acción total sino al hombre en su totalidad. Ahora, el alma intelectiva

es forma del cuerpo, ya que si no lo fuera sería extraña a la parte que le compete ser

de la esencia del humano, al igual, que el hombre entiende por qué el principio

intelectivo es su forma, de tal manera, el entendimiento a través de sus operaciones

demuestra que está unida al cuerpo como forma. Luego, es evidente que el

entendimiento o alma humana no tiene actividades en las que participa la materia

corporal así este argumento lógico ratifica que el alma es forma. Ahora, el entender

de ninguna manera puede atribuirse a un órgano corporal como, por ejemplo, a las

manos por las cuales el ciego conoce las formas de las cosas, ya que Aristóteles

insiste que el entendimiento está separado porque no es facultad de ningún órgano


corporal, por tanto, queda así comprobado que el entendimiento no está replegado a la

materia (Tomas.trad.2001f)

1.3. Unidad sustancial del cuerpo y el alma

Ciertamente, a lo largo de la historia de la cristiandad se luchó por establecer la

unidad del cuerpo y alma, pues ya desde los padres de la iglesia en cierto sentido se

tuvieron que combatir esencialmente dos cosas, la primera, la resurrección del cuerpo

entero y como segunda, el monoteísmo, nuevo para aquellos tiempos. Así pues,

aunque algunos autores trataron de salvar el cuerpo tuvieron afinidad con posiciones

platónicas o neoplatónicas que consecutivamente cayeron en un dualismo por el que

tratando de salvar el cuerpo se quedaron relegadas a un idealismo, pero no es este el

caso de nuestro Doctor angélico, ya que el concibió la inmortalidad del alma humana

y la unión del alma con el cuerpo al mismo tiempo, es decir, es en Tomas donde se

encuentra el eslabón perdido pues lo irreconciliable llega a una posición conciliadora

en la que cuerpo no es ya no un órgano sino una parte del humano. Aristóteles negaba

la inmortalidad del alma y del cuerpo pues para él cuando acaecía la muerte sobre el

sustrato humano los dos principios constitutivos dejaban de existir, de tal manera, se

afirmaba así la negación de la subsistencia de la forma y el reinado pleno de la

corrupción, ya que el socrático de ninguna manera identifico el alma con la sustancia

pensante que para el sí era inmortal y simple. Por el contrario, Tomas logro no solo

afirmar la subsistencia del intelecto sino también del alma acerca de la cual a voz

plena afirmo sin cesar su ser imperecedero.


Por otro lado, para reafirmar la consustancialidad del alma y cuerpo es

necesario saber que el alma necesita del cuerpo pues, como hemos afirmado el

entendimiento no solo se da a través del alma sino a partir de la integración del

cuerpo y el alma, de tal manera, que si el alma no está unida al cuerpo es inconcebible

que el hombre entienda, por tanto, es probable decir que la unión del cuerpo y el alma

no es accidental como por ejemplo afirmaban los platónicos sino que es de otra

manera, substancial. No obstante, el platonismo ha lanzado una fuerte objeción a la

unión permanente de alma y cuerpo después de la muerte. “Si el fin del hombre

consiste en asemejarse a Dios, puesto que Él no tiene cuerpo el alma se le parecerá

más en la medida en que se encuentre separada del cuerpo” (Filippi, 2007,p.266).Sin

embargo, Tomas, hombre sabio refuta sin medida esta posición que sostiene Gilson

É(1980), citado por Filippi (2007) que versa, “el alma unida al cuerpo es más

parecida a Dios que la separada del cuerpo, pues posee de modo más perfecto su

propia naturaleza”(p.266)

Luego,“para precisar más todavía la relación entre estos dos elementos

fundamentales y constitutivos, diremos que la materia (potencia) es el principio

pasivo que recibe ser y actividad, y la forma (acto) el principio activo que da ambas

cosas” (Grabmann, 1930,p.110).Ahora, puede ser que esta preposición nos parezca

que exalta las cualidades del alma pero es en realidad una unidad sustancial en las que

las dos partes juegan un papel importante y sin las cuales no se puede hablar de

humano o sustancia humana.Aun mas, otro argumento logico que sustenta esta unión

substancial se enfrasca en la manera por la cual el alma participa al cuerpo del


existir,es decir, en concreto sabemos que el “anima” comunica el ser como de manera

analoga al cuerpo , por tanto, podriamos afirmar que si la union del alma y el cuerpo

no fuera por esta participación de ser, la unión del cuerpo y el alma se relegaria a un

plano vanal u obsoleto comunmente llamado en la filosofia como accidental y en

definitiva lejos de ser una union sustancial y aun más la verdadera union entre cuerpo

y alma.

Por el contrario, parece consecutivo que algunos afirmen que esta unión es

mixta y no subtancial, ya que en el ser humano hay dos partes, pero de inmediato

arguimos que tal expresion no es sustentable, pues en una sustancia mixta de ninguna

manera se reconocen los componentes y no puede ser que una substancia como el

alma con naturaleza plenamente definida tenga materia y forma y aun más decir que

el alma y el cuerpo formen un mixto.

Finalmente, podria surgir otra pregunta ante la unidad de estos dos componentes

del substrato humano, que seria, ¿qué pasa con el alma despues de la corrupción del

cuerpo?, es claro, el alma ya no tiene operación pero por esto no se quiere decir de

ninguna manera que el alma deje de ser subsitente, pero volvamos a nuestra

pregunta.En consecuencia, es correcto afirmar al respecto de lo hemos dicho que al

no tener el alma operación alguna seguramente ya no sienta, ya no piense y mucho

menos quiera, pues el alma no es el hombre de tal manera podriamos hablar de una

unión intrinsecamente estrecha que seria la unión substancial tanto que al faltar el

cuerpo esperaria el alma, substancia incompleta,la gloriosa resurreción del cuerpo del

cual ella tambien requiere.


Capitulo II

Concepción de alma en Descartes

2.1.A modo de introducción

En este segundo capítulo debemos de hablar acerca del sistema racionalista y

sus implicaciones en cuanto al alma. Como primera medida, hay que tener en cuenta

que el filósofo Descartes quiere o toma como propósito abandonar toda concepción

abarcada en tiempos antiguos por alguno de los pensadores de la historia de la

filosofía pues Descartes, padre de la filosofía moderna, quiere ser realmente alguien

único, aunque realmente no sabemos si fue así, ya que la escuela francesa de

místicos llamados victorinos ya habían hecho algo parecido al oponer la vida psíquica

con la física, sin embargo lo que bien sabemos es que la oposición entre espíritu y

materia frente a estos dos filósofos aumento (Windelband, s.f.).

Luego, sabemos que él está en una época de cambio, acaba el renacimiento

motivado por posiciones antropológicas muy variadas, aun mas, la medievalidad con

el presupuesto físico del hombre como microcosmos, es decir, la idea que ubicaba al

hombre como el centro de la creación, pero, ¿Qué pasa?, parece ser que nuestro autor

hiciera una ruptura, pues llegar a concebir el cuerpo como una máquina es netamente

original, basta decir también que abandona la teoría hilemórfica que explicaba la

constitución de los entes bajo dos principios (Materia y forma). De tal manera, que

superada la teoría solucionadora de la dicotomía en la relación alma-cuerpo entra el

primado del dualismo cartesiano marcando el siglo XVII.


Ahora, como primera medida y para introducirnos a nuestro asunto conviene

recordar una anécdota de Euvres (1824), acerca del alma en Descartes: “El epicúreo

Gassendi, bromeando, se dirigió a Descartes con el saludo: «¡Oh Alma!». Y

Descartes replicó: «¡Oh Carne!»” (Benedicto XVI, 2005, p.4). Así sencillamente,

desde aquí comenzamos nuestro reflexionar filosófico, pues bien dice el adagio

popular, de chiste en chiste se dicen las verdades, y aquí ya hay una verdad referente

al dualismo marcado en la concepción cuerpo-alma en el filósofo moderno.

En efecto, lo que anteriormente se dispone en la pequeña citación es; lo que

existe y lo que realmente soy sin tanta palabrería es, alma, claro, aunque unida al

cuerpo indisolublemente, sin embargo, ¿Qué es el alma?

Para situarnos frente a esta realidad, Descartes insiste que debemos olvidar, es

decir, borrar de nuestra mente la relación propuesta y exteriorizada por muchos

filósofos, entre ellos Tomas de Aquino pues situaron al alma en el movimiento no así

Renato, puesto que arguye de manera opuesta que en dicha postura solo hay una

distinción mecánica y en consonancia equivaldrá a un aspecto que no se relaciona con

el sustrato fundamental del ser, aunque si con el cuerpo como una maquina biológica

(Bernard Williams,1978). Todavía, del movimiento bastaría replicar lo que se

establece en la segunda meditación metafísica acerca “De la naturaleza de la mente

humana, que es más conocida que el cuerpo”; el movimiento es simplemente una

quimera, un sueño (Descartes, 1978).

Después de todo, lo que hemos dicho hasta aquí del alma han sido disertaciones

para descubrir lo que en realidad estamos buscando. Sumado a esto, para poder
declarar o llegar a la idea primigenia del alma hay que hacerse la pregunta acerca de

quién es el hombre. Ojo, inmediatamente debemos denegar lo que planteaban los

filósofos antiguos, el hombre es un animal racional, ya que ciertamente esto conlleva

a elucubraciones que realmente cuesta investigar, entonces, ¿qué es el hombre?, una

cosa pensante. De esta manera, el filósofo señala que el hombre es alma y de manera

análoga el alma es el hombre, no obstante, unido a un cuerpo pues cuando me pego

siento que soy yo (Descartes, 1978).

Por consiguiente, para entender el misterio de la “Psijé” en el matemático

necesariamente hay que hacerse la pregunta antropológica, ya lo dirá Kant en su

formulación de las tres preguntas filosóficas, ¿qué debo hacer?,¿qué puedo hacer? y

¿qué me basta esperar? Se refunden sencillamente en una, ¿qué es el hombre?, de

igual forma para entender ¿qué es el alma?, debo antes preguntarme ¿quién es el

hombre?, aunque realmente la pregunta sería, ¿quién soy?, a lo que habría que

responder, cosa pensante.

En consecuencia, soy en la medida que pienso y dejaré de ser en proporción a

cuanto no piense, por lo tanto, el alma para Descartes no es el aliento de vida, el

soplo, el viento o “Seele” ( palabra alemana para identificar el alma que refunde sus

raíces en la palabra inglesa mar y en sentido metafórico identificaría la profundidad

del espíritu humano), ¡NO!, el alma hace referencia al todo que es el hombre no a la

parte o mucho menos al compuesto, entonces, el hombre es alma y si es alma habría

que decir que duda, piensa, se interroga y cuestiona


2.2. El alma en si misma

El alma o cosa pensante, ¿qué es esto?, señalemos en primera instancia que es el

centro del sistema cartesiano, pues es la mente la que da posibilidad de ciencia y

trascendencia (metafísica). Alma, entonces, es aquella cosa:

“cuya naturaleza esencia y naturaleza toda es pensar, y que no necesita, para ser, de lugar

alguno, ni depende de cosa algún material; de suerte que este yo, es decir, el alma por la cual

soy lo que soy, es enteramente distinta al cuerpo y hasta más fácil de conocer que esté, y

aunque si el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es. Descartes, 1994, p.522

Consecutivamente, puede que ante nosotros se presente un problema al querer

aprehender esta teoría, ya que algunos expertos creen que en Descartes, mente y

alma, son totalmente distintas, sin embargo, algunos sostienen que hay un punto de

intersección, el “conocimiento interior”, por tanto, aunque comparten cosas en común

son distintas y no se pueden identificar en función de que el pensamiento se reducirá

a la corporeidad o extensión, basta también decir que esta concepción no se acepta

universalmente y en realidad Descartes no abarcó nada al respecto , pero lo que

muchos expertos en materia sostienen es que hay una tercera parte en el hombre, el

alma, la cual a diferencia de la mente y el cuerpo es inmortal. ¿El alma es inmortal?

(Vanzago L,2011).

2.2.1. Inmortalidad del alma

En primera medida, puede que nos parezca incongruente hablar de este tema,

pues sabemos que Descartes no solo reclama la primacía del alma sino también la

inmortalidad de esta que si bien no sustentó es evidente, tanto así, que la idea de esta
inmortalidad parece estar sustentada “per natura” por el carácter evidente hasta ipso

facto que demostró Descartes en la sexta meditación; el alma “puede ser o existir sin

él” (Descartes, 1978, p.335)

Ahora bien, este aspecto de la res cogitans para Descartes corresponde más a la

teología que a la filosofía, no obstante, no lo impidió hablar de ello, pues él certifico a

través de la distinción entre las dos sustancias del sustrato humano la inmortalidad.

De igual importancia, en la segunda meditación está el punto clave de nuestro

apartado, ya que en un primer momento se contiende que lo más verídico y existente

posible es el espíritu, de esta manera, sustentamos que sinónimo de existencia será

alma y de inexistencia cuerpo; pero esto no es del todo sustentable pues el alma en

Descartes no es el principio vital y por razones de naturaleza hay que aceptar que el

cuerpo existe.

Volvamos, Velarde (2001) afirma:

Su argumento de la inmortalidad proviene de su teoría de la sustancia en la Meditación

segunda, como explica en el resumen de las Meditaciones (AT, VII, 14), donde afirma que de la

corrupción del cuerpo no se sigue la muerte del alma (p.92)

Por otro lado, otra de las frases que cimenta la inmortalidad se encuentra en la

ecuación ,si el cuerpo tiene materia y el alma no, entonces el alma es inmortal, en

otras palabras si el alma no se corrompe, pervierte o posee inmutabilidad por

analogía su ser será catalogado como imperecedero o sea inmortal, claro, aunque

realmente a Descartes no le interesa lo que le depara al alma después de la muerte

como lo hicieron en la filósofos medievales, ya que su objetivo fue mostrar que el


alma existe, de tal manera, cuando la maquina biológica perece por degradación de

alguno de sus órganos sigue existiendo. En definitiva, a René le interesa el momento

presente en el que sin alguna duda el alma es inmortal y por ausencia de materia en su

esencia (Vanzago L,2011). Prosigamos.

2.2.3 ¿De qué se encarga el alma?

Analicemos un momento este interrogante. Ahora, por lo que dista esta pregunta

podríamos deliberar que lo que nos impulsa a hablar ahora es la operatividad del alma

y evidentemente es así. Por tanto, ¿cuáles son las funciones del alma? Los

pensamientos, la razón. Para empezar, los pensamientos en Descartes establecen una

distinción con respecto de las funciones del cuerpo y corresponden a dos tipos:

acciones y pasiones. Las acciones corresponden a la volición y las segundas a las

percepciones y conocimientos, en definitiva, acciones y pasiones constituyen

diferentes modos de querer, desear etc... (Descartes,1997)

Luego, entre las funciones del alma y el cuerpo puede haber una confrontación

pues ciertas veces la glándula pineal pretende ser impulsada por los espíritus4 y por el

alma al mismo tiempo, de tal manera, se da así una lucha entre los dos componentes

del hombre que es esencial y de provecho para el hombre, aunque lo que debemos

tener por objeto es que para Descartes el alma debe ser resistente para luchar contra el

mecanicismo del cuerpo, ya que de gobernar la glándula proviene la felicidad tanto

del cuerpo como del alma. En fin, la función del alma es el ejercicio de la razón

Espíritus: “no son sino cuerpos (…), son los que causan las pasiones o los
4

movimientos del cuerpo que las acompañan” (Descartes, 2005)


mediante dos modos de pensar y es de claridad que el alma debe gobernar al cuerpo,

pero, analicemos ahora la simbiosis entre alma y cuerpo (Descartes,2005).

2.3. El alma en relación con el cuerpo

2.3.1. Unión entre el alma y el cuerpo

Descartes a lo largo de la historia se ha posicionado como uno de los treinta

filósofos más importantes5, aunque renombrado no conocido ciertamente, pues

tenemos la idea vaga de que Descartes no reconocía al cuerpo y es falso porque el

creyó que “el alma está de verdad unida a todo el cuerpo” (Descartes,2011, p.475). El

problema radica entonces en las dificultades que tuvo para expresar la relación

cuerpo-alma que de alguna manera le costaron un aprieto, aún, si es verídico decirlo;

no fue capaz de explicar esta unión innegable sin un dualismo. (Colegio24hs, 2004).

Retomemos, Lázaro (2012 a) afirma “Descartes entiende que el hombre es una

unión sustancial de alma y de cuerpo” (p.252). Por tanto, él mismo René corrigió a

Régis6 cuando dijo que el hombre era un ser “per accident” en el que no había unidad

de cuerpo y alma, a saber, podríamos asegurar que para Descartes el cuerpo y alma

son como un matrimonio con un dualismo definido, no una dupla (Williams

5
Según un artículo publicado por el sitio web Psicología y mente Descartes está
ubicado como el filósofo décimo cuarto más importante de la historia, cabe decir que
esta lista corresponde más a un orden cronológico que a un “Ranking” intelectual.
6
Pierre-Sylvain Régis: “Fue un filósofo cartesiano francés(..). Modificó el sistema
de Descartes en varios puntos en dirección al empirismo. Negó que el alma humana
tenga ideas innatas y eternas, y sostuvo que todas nuestras ideas son modificaciones
del alma unidas al cuerpo y que podemos conocer nuestro cuerpo y su extensión tan
inmediatamente como nuestra alma y pensamiento” (Wikipedia,2018)
Bernard,1978). De la misma forma, en cuanto a esta unión la maquina biológica

(Cuerpo) es la sustancia que más influye o afecta en el alma, de manera similar, el

alma con respecto del cuerpo pues lo conduce, pero, ¿qué diferencia hay en el cuerpo

en contraposición con el alma en esta unión?; el cuerpo no piensa, este da el calor y el

movimiento más no tiene facultades de razonar, el cuerpo por tanto está sujeto al

mecanicismo, a la extensión, y la extensión no es en realidad propiedad del yo.

Luego, en nuestro accionar filosófico podríamos pensar en la unión del cuerpo y

el alma en el matemático a la especie de la concepción clásica en la que dos

sustancias se conjugan y forman un solo compuesto unitario en el que no hay

distinción de partes, pero realmente no es así, Descartes piensa totalmente opuesto a

ello, es más, no considera filosofía a esta postura y lo dirá él mismo en su

correspondencia con la hija de Federico V del Palatinado.

De ahí que a quienes no filosofan nunca y no usan sino de sus sentidos, no les quepa

duda de que el alma mueve al cuerpo y el cuerpo influye en el alma, pero los considera a ambos

como a una sola cosa, es decir, conciben su unión, pues concebir la unión que existe entre dos

cosas equivale a concebirlas como una sola (…) Por fin , cuando atendamos solo a lo que nos

muestra la vida y a conversaciones intranscendentes y nos abstengamos de meditar y estudiar

las cosas que ejercitan la imaginación, aprenderemos a concebir la unión del alma con

cuerpo.(Rene Desartes,1999,p.36)

De cualquier modo, la preposición de Morillo Velarde (2001) nos esclarece un

poco nuestro camino pues él afirma: “Por su teoría de la sustancia sabemos que hay

dos: La res cogitans y la res extensa” (p.88). Por consiguiente, yo en realidad, en

esencia y como ser genuino soy alma (res cogitans), bueno, en lo que se refiere a
Descartes. Descartes, entonces establece que el hombre es alma y no el cuerpo, de tal

forma, aunque él alma certifique de manera verídica que está unida al cuerpo en

unión sustancial no hay que decir que el ser radique en la materia que es solo

extensión. El alma, por tanto, existe sin cuerpo y por totalidad es algo completamente

distinto del cuerpo y su unidad que es fundamental no puede ser considerada como

dos sustancias que se refunden en una sola sustancia sino dos sustancias totalmente

distintas en unión intrínseca (Descartes, 2011).

Ahora, aunque el ser solo esté en el alma no se podrá mantener de ninguna

manera que el cuerpo no esté vinculado sustancialmente al “anima”, ósea, así

Descartes exalte imperiosamente el alma en la unión íntima con el cuerpo por ningún

motivo se podrá negar la unidad intrínseca, ya lo dirá él mismo en la sexta meditación

metafísica: “No estoy solamente alojado en mi cuerpo como un piloto en su navío,

sino que, más allá de ello, estoy unido a él muy estrechamente, y confundido y

mezclado de tal manera que compongo con él como un solo

todo”(Descartes,2011,p.213).Es decir, el francés no quiere sostener en su postura que

el alma mueva necesariamente al cuerpo con una fuerza quinestésica sin causa

mecánica observable, ¿entonces?, el alma y el cuerpo están unidos, y esta unión no es

trivial o accidental, ejemplo de ello serán los sentimientos que en determinadas

cuentas son una mezcla de res cogitans y res extensa.

No obstante, ¿cómo podremos hablar de unión sustancial en dos sustancias

totalmente distintas y opuestas?, muchos han conjeturado esta unión como criptica,
pero lo cierto es que él moderno en su correspondía con la misma Elizabeth de

Bohemia nos da claridad al respecto.

Sincronicemos de nuevo, ¿cuál es la pauta que nos orienta?, Descartes

&Elizabeth (1643) citados por Sanz Santacruz (2005, p.67), sostienen que “la mente

no es capaz de concebir, distintamente y a la vez, la distinción entre el alma y el

cuerpo y su unión; porque para ello es preciso concebirlos como una sola cosa y, al

mismo tiempo, concebirlos como dos, lo cual es contradictorio”. En otras palabras,

hablar de esta unidad es tan complicado y antípoda que ni la mente lo entiende pues

el alma y el cuerpo son dos sustancias distintas que conforman un solo compuesto en

que las sustancias que le configuran realizan operaciones distintas y a la vez unitarias.

Finalmente, ¿Dónde se localiza la unión o punto de intersección entre alma y

cuerpo?, el alma está situada en la glándula pineal “única parte del cerebro que no es

doble y puede, por tanto, unificar las sensaciones que provienen de los órganos de los

sentidos, que son todos dobles” (Abbagnano, 1994, p.178). En fin, es allí en esta

glándula ubicada en el centro del cerebro donde las impresiones que vienen de los

objetos por parte de los sentidos se unifican para así poder pasar al alma, es por esto,

la glándula pineal es el cuerpo biológico donde se lleva acabó la acción unificadora

de la actividad psíquica con la física, solución muy materialista para mí opinión.

2.3.2. Diferencia entre alma y cuerpo

Empecemos nuestro razonar en este apartado con una pregunta sobre lo que ya

habíamos comentado un poco en la inmortalidad del alma pero que ahora nos ayuda a
comprobar la diferencia entre las dos sustancias que componen al hombre, ¿cuál es,

entonces? : ¿El alma es considerada simple en el filósofo moderno?, cuando digo

simple aquí me refiero a aquello que no se divide, reformulemos la pregunta, ¿el alma

para Descartes se puede dividir como se divide el cuerpo en partes?, no,

efectivamente el alma no se divide. En consecuencia, el padre de la modernidad

sostiene la indivisibilidad del espíritu, aspecto que equivaldrá a una de las primeras

diferencias, pero, ¿y el cuerpo?, del cuerpo habrá que argüir que por esencia es

divisible.

Entonces, que debemos decir hasta aquí; el cuerpo es divisible pues con el

pensamiento se puede fragmentar hasta la partícula más pequeña, pero, ¿qué hay que

decir del alma?, el alma es indivisible, así el cuerpo sea amputado en alguna de sus

partes donde está animada y dominadas por la presencia de espíritu, él alma no es

afectada; por tanto, la primera diferencia entre estos dos compuestos del sustrato

humano son la divisibilidad e indivisibilidad correspondientes.

En otro sentido, esta distinción psicofísica en res cogitans- res extensa se

expresa en dos términos: libertad y determinismo. Libertad, por parte del alma pues el

alma no es dependiente de un cuerpo, y determinismo, ya que el cuerpo está

condicionado o coaccionado a ser una maquina biológica, prueba de esta libertad será

la volición del alma que le hace elegir el bien o el mal.

En otra instancias, no es que el alma se la gane todas al cuerpo, ¿y por qué no?,

el alma según Renatus no puede hacer que su ausencia acaezca la muerte sobre el

cuerpo, ya veíamos en el primer capítulo como en Tomas si no había alma no había


cuerpo y mucho menos persona, pero en estos momentos es totalmente distinto, pues

la muerte actúa sobre nosotros por la degradación de un órgano, no porque el alma no

este, por ejemplo, si el corazón deja de bombear sangre a todas las arterias y venas

del cuerpo podemos decir que hemos fallecido.

Pero, no está todo ganado para el cuerpo pues en el artículo 15 de las pasiones

del alma se encuentra el poder que tiene el alma a diferencia del cuerpo, y este poder

a mi manera lo he llamado “capricho”, sí, suena raro pero lo cierto, es que el alma es

una reina que tiene como súbdita a la glándula pineal , de manera que todo lo que le

pida el alma a esta lo debe ejecutar no así el cuerpo que no puede actuar sobre el alma

sino indirectamente, aunque realmente el poder no es del alma sino de los espíritus

que son accionados por la voluntad (Descartes, 1997).

Todavía más, el alma puede mover 7al cuerpo, de hecho, cuando yo quiero ir a

tomar jugo la glándula pineal impulsada por la voluntad hace que los espíritus inciten

a realizar el acontecimiento, así se lleva a cabo la acción, en fin, parece que el alma es

capaz de hacer actuar al cuerpo en función de la voluntad accionada por la glándula

pineal.

Para concluir este índice temático y el capítulo, la sexta meditación nos da pauta

todavía más fácil para hablar de esta distinción y es que lo que nos ofrece el espíritu

es real y por el contrario lo corporal es engañoso bueno no todo, pero si en gran

medida, es decir es en el fundamento epistemológico donde descubro la distinción del

7
Movimiento es entendido aquí no como la fuerza vital que impulsa al cuerpo o
mantiene al cuerpo vivo, movimiento es la acción de ejecutar una acción.
cuerpo y el alma; el cuerpo no piensa ya decíamos anteriormente y lo que no piensa

no existe.
Párelo entre el alma Descartes y Santo Tomas:

“Concepción cristiana verdadera comprensión del hombre”

3.1. Preámbulo

Ciertamente, en estas instancias hemos tenido ya cierto tiempo a lo largo de los

dos anteriores capítulos para hablar del alma en dos posturas, aunque diferentes con

algunos puntos de interjección, ¿pero, ¿cuál era el fin que nos habíamos propuesto

investigar?

En primera medida, desde el título que engalanaba nuestro estudio el objetivo

fue encaminado en función de sostener la primacía de la visión cristiana del alma

representada en Tomas, exaltando en sobre manera la postura eclesial postulada por

él escolástico con respecto del filósofo Descartes, es decir, desde la génesis de

nuestro accionar filosófico el impulso ha estado en lograr la preeminencia del alma en

el aquinate de manera que, configuraremos en este momento el punto clave de esta

argumentación pero de manera definitiva y sintética, logrando manifestar por qué la

visión el alma en el filósofo cristiano es superior aún en estos tiempos donde

filósofos como Thomas Metzinger niegan el alma, elemento esencial y constitutivo

del hombre. Analicemos, ahora.

3.1.2. Antropología cristiana, ejemplo de solución al dualismo del hombre.

Alimentarse, sentir, cambiar de lugar y entender, que son operaciones vitales,

pudieron ser en tiempos de Descartes actividades que correspondían al orden de la

mente o al del cuerpo pero, Santo Tomas no concebía esto pues él atribuía a el alma
la fuerza que impulsa a que realmente se lleven a cabo estas actividades en el cuerpo,

o sea, el alma no realiza las operaciones vitales de manera que encontramos aquí un

primer error en Descartes al interpretar la concepción tomista del alma como una

identificación simplemente mecanicista. En otras palabras, la función del alma será

impulsar o afectar al cuerpo para que se lleve a cabo la actividad que beneficial al

cuerpo humano más no realizar la actividad. En sí, es del movimiento de lo que

estamos hablando pues fue el eje, punto o epicentro de Tomas para decir que algo

está vivo, animado o tiene alma, tanto así que su postura indica que distinguimos

aquello que tiene alma y lo que no en el movimiento, pongamos un ejemplo, cuando

camino por la calle sé que algo está muerto o desalmado cuando no se mueve pero,

ojo, muchos dirán como Descartes que este predicado del alma solo es mecanicista y

se bloquearán en una postura cerrada, más lo que no entienden es que el movimiento

del que hablamos no se trata simplemente de traslación local, ya que aquí no se

identifica de tal manera, sino más bien como las actividades inmanentes

autoperfeccionantes u operaciones vitales que son accionadas inteligiblemente por él

alma, en total, del movimiento interior, que en determinadas cuentas hace que

tengamos vida, lo que quiero decir entonces, es que el alma no es como una pila que

hace funcionar a cualquier ente y ya, que cuando falta la distinción es simplemente

mecánica, como lo concebiría el matemático, no, el alma activa al cuerpo y es lo que

nos imprime vitalidad, es decir, cuando yo Brayan realizo la acción de comer se

ejecuta en mí una interacción físico-espiritual, conviene subrayar entonces que no

somos absolutamente una cosa que se mueve entre el vaivén de sangre y calor interno

con una vida psíquica, somos más que esto, mucho menos una maquina biológica
como lo afirma en el tratado del hombre Descartes. ¿Qué somos entonces?, somos un

compuesto de alma y cuerpo en el que sus componentes, aun con distinciones forman

la persona, ousía o hipóstasis en unidad substancial (Lucas, 2013).

Así mismo, abordemos otro aspecto. Tomas concebía que el alma tenía una

operación donde no hacía parte el cuerpo, pues si el alma fuera cuerpo no podría

conocer, aunque realmente el cuerpo actúa por razón de objeto, es más, Tomas

consolida que es necesaria la unión de cuerpo y principio intelectivo para entender,

sin embargo, como decíamos anteriormente del alma, esta al no tener lo que pretende

conocer puede conocer, ¿pero, que tiene que ver la concepción intelectualista con lo

que vamos a tratar?, a mi parecer Descartes afirma el dualismo cuerpo-alma en su

concepción epistemológica al decir que solo el alma es la que se encarga del

pensamiento y no es principio vital, aún más del entendimiento y en consecuencia en

la acción no necesitará de los sentidos(cuerpo), ya que estos engañan, es decir, al

moderno no le basta con el dualismo que genero sino que va más allá al hacer una

reducción del cuerpo a algo indescifrable. Ciertamente, después contrapondrá Zubiri

de manera análoga la cuestión al decir del alma que es ininteligible, en cambio, la

novedad de nuestra postura estará en que el doctor angélico hace una salvedad en la

teoría del conocimiento al demostrar que, aunque el alma tiene operaciones distintas

aún necesita del cuerpo, pues es una sustancia incompleta, no obstante, este término

no existe teóricamente dentro de la metafísica, desde luego ya entenderemos la

cuestión.
En consecuencia, ¿Cómo es esto de que el alma es una sustancia incompleta?,

es claro, aunque el dominico no afirma esto de manera concreta en su matriz

escrituristica el alma no es una sustancia completa, ¿cómo así?,¿cómo entender esto?,

sabiendo que ciertamente tenemos la idea de que el alma es completa pues dentro de

la concepción clásica de substancia y también en él medieval se concibe a la misma

como, aquello que no necesita de otro para existir, parece entonces incongruente ante

el matiz académico o la basta teoría metafísica de la sustancia en Aristóteles afirmar

que el alma es incompleta todavía más si lo lee esto un experto apasionado de la

metafísica tanto que diría que o hay sustancia o cuerpo pero, no sustancias

incompletas, de manera que la pregunta que puede surgir ante nosotros ahora sería

¿Cómo una sustancia que existe por si es incompleta?, efectivamente, el alma es

sustancia completa pues el medieval no afirma lo contrario de modo que esto no lo

negaremos pero, el hecho de que no lo hubiera dicho en términos filosóficos no

significa que es completa en sentido estricto y haciendo una intelección afirmaremos

que no es completa ya que no es persona , es decir, la composición hilemórfica para

él napolitano es necesaria para hablar de algo concreto y del hombre, aún más, la

materia es la posibilidad de existencia temporal, sin embargo, en lo que nos atañe en

este momento es donde está el punto o la clave que resalta y exalta el alma en Tomas

sobre la concepción de Descartes, bueno, hablando en cuestión de unidad. Siendo así,

si el aquinate hubiera proclamado que el alma es una sustancia completa en sentido

estricto e irrefutable se hubiera mostrado un larvado dualismo y de hecho no hubiera

logrado ser reconocido como postura solucionadora sino más bien como un dualismo

y de antaño conocemos que en este caso el dualismo propone la visión de dos


substancias completas, independientes, en acto formando al hombre como un ser

compuesto, en sí, aunque el alma por sentido connatural es substancia no es del todo

completa si hablamos en cuestiones de unidad, pero a fin de cuentas el alma es

completa pues lo que está determinado a ser no se puede corromper por accidente

(Dussel, 2012).

Al mismo tiempo, el dualismo que establece al decir que solo somos alma, se

refundamentó en el mismo problema de los antiguos dualismos cristianos

materialistas, el alma es un cuerpo y en realidad en el fondo esto es lo que establece

el moderno al señalar que somos un alma unida a un cuerpo, pienso de esta forma que

Descartes en función de establecer un nuevo sistema como medio para irrumpir la

historia ha dejado muchas cosas replegadas al materialismo, aún más al ubicar el

alma en la glándula pineal, que se encuentra para él localizada en el centro del

cerebro y según los avances de la ciencia es la encargada de regular los niveles de

melatonina, pero lo que nos hace reflexionar ahora es, ¿cómo algo que es inmaterial y

subsistente está ubicada en algo netamente corruptible y perecedero?, ilógico ¿no?,

aunque sus condiscípulos defiendan que para él, el alma es una tercera sustancia no lo

escribió, y lo que no se escribe sin lugar a dudas se deja a duda.

Por otra parte, el dualismo cartesiano también se ve sustentado a la vez en el

solipsismo de Descartes al hablar que evidentemente cuando él piensa existe, es más,

de esto está muy consciente tanto que lo proclama como a verdad universal ,de tal

manera, no argüirá así del cuerpo, pues según él puede ser que el famosísimo genero

maligno lo esté engañando, pero lo mejor de todo está de nuevo en la solución del
escolástico que ya sostuvimos arriba, puesto que el cuerpo es posibilidad de

existencia, es decir, mientras que Tomas nos dice que aunque el alma es subsistente el

cuerpo le proporciona la existencia temporal al alma, Descartes nos dice que solo

existe la mente y realmente él. En determinadas cuentas, Descartes se insiste en una

negación del cuerpo y el aquinate no solo dice que existe el alma sino también el

cuerpo, claro, mientras viva, vemos de nuevo otro punto para Aquinas.

Descartes, creo cometió lo que Ludwig Wittgenstein llamó error categorial, es

decir ha metido la pata al mezclar categorías incluso aun las que no existen en el

lenguaje. A decir bien, no logro expresar a través del lenguaje lo que es realmente el

cuerpo y el alma, pero bueno, esto es solo una pauta para seguir debatiendo que

Tomas la saco del estadio tanto así que concilios como el de Viena y lateranense han

señalado su postura como verdad de fe (Ryle, 1949).

No obstante, muchos podrían decir en este momento, ¿pero ¿qué hay de los

puntos de unión o de enlace en los que concuerdan estas dos teorías?, a mi juicio

Descartes hablo de la inmortalidad no solo con la finalidad que buscaba sino también

por miedo a enojar a los teólogos de aquellos tiempos, es más por ello creo que

retraso el discurso del método para no discutir con la iglesia, aunque ciertamente era

necesario en demasía replicar que lo único existente es inmortal y subsistente. En otra

medida, también se comparte entre los dos la idea de que el alma participa al ser, pero

no que el alma tenga ideas innatas pues como dice Tomas, el alma es creada y dada

en el momento de la concepción, muy platónico Descartes.


Así pues, volvamos de la misma manera a nuestro investigar, puesto que aún

hay que debatirle a Descartes, no se es satisfecho nuestro objetivo, ya que la unión

que presenta el francés no convence con su explicación de unión intrínseca pues a mi

juicio Cartesius entiende el alma y cuerpo como dos sustancias subsistentes, claro que

realmente no es así por parte del cuerpo en él, y cuando habla de unidad parece que

una parte absorbiera a la otra, impropio a juzgar bien

En fin, lo primero por lo que el cuerpo vive es el alma y es gracias a la

composición hilemórfica, donde se explica una verdadera unidad, génesis y

comprensión de la persona como tal ,ya que esta opción de unidad en el hombre no es

reduccionista ni mucho menos plantea un dualismo materialista o espiritualista es

decir personalmente creo que en el fondo bajo la postura cristiana, tomista , hay un

monismo no materialista con dualismo de propiedades , pero expliquemos esto,

monismo significa que somos un solo ser , no dos cosas y es precisamente no

materialista, ojo, esto no quiere decir que sea espiritualista como Descartes, es decir,

monismo en cuanto a unidad. Por último, con dualismo de propiedades ya que alma

y cuerpo poseen distinciones no un dualismo estructural, en palabras más o menos,

somos unidad de cuerpo y alma y esto es lo que hace la gloriosa antropología

cristiana. (Cisav, 2016)


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