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Epidemiologia
Es la tercera causa de cáncer en hombres, después del de pulmón y próstata; y el segundo
en mujeres, después del de mama. A su vez, es la segunda causa de muerte en hombres,
después de pulmón, y en mujeres, nuevamente después de mama.
Este tumor aparece con mayor frecuencia en hombres que en mujeres; en afroamericanos
que en blancos; entre la quinta y la séptima década de la vida (edad promedio de 75 años).
En un pequeño porcentaje de casos, el diagnóstico se efectúa en edades inferiores a los 40
años, habitualmente en el contexto de formas hereditarias.
El cáncer de recto es más frecuente en varones, mientras que el de colon derecho afecta
más a mujeres.
Hay una amplia variación geográfica en la incidencia de esta patología, lo cual
probablemente sugiera que haya factores ambientales más que genéticos que
predispongan a esta enfermedad.
Entre el 96 y 98% son adenocarcinomas (dos terceras partes de grado moderado). Otros
tipos histológicos menos frecuentes son los tumores neuroendocrinos, carcinoma
epidermoide, linfoma, sarcoma (incluyendo los GIST).
Son más frecuentes en el colon sigmoide.
Una quinta parte de todos los canceres colorrectales son una variante mucinosa que tienen
peor pronóstico.
Otra variante es carcinoma en anillo de sello, que se caracteriza por grandes cantidades de
células tumorales individuales con desplazamiento del núcleo y con mal pronóstico
también.
Tumores Neuroendocrinos
Carcinomas Epidermoides
Son un conjunto pocos frecuentes, pero aún constituyen hasta una cuarta parte de las
canceres colorrectales. La mayoría son del subtipo convencional. Son más frecuentes en
mujeres y en hispanos.
Se localizan en más del 90% de los casos en el recto y suelen ser moderados o mal
diferenciados.
Linfomas
Son bastantes raros. Representan el 10-20% de todos los linfomas GI, pero menos del 1%
de los linfomas colorrectales.
Son más frecuentes en varones y en personas de edad avanzada. El ciego es el sitio de origen
más frecuente. Los tumores provienen generalmente de células B.
Sarcomas
No tienen predilecciones de género ni raciales. Más del 50% de han clasificado como
leiomiosarcomas, que se localizan con más frecuencia en el recto. Por lo general se
diagnostican en un estadio localizado, independientemente del grado, aunque
aproximadamente en el 40% son poco diferenciados.
Otros tipos histológicos que se observan en el colon son los sarcomas de Kaposi y los GIST.
Factores Predisponentes
Sexo
Edad
Etnia
Tabaquismo
Obesidad
Sedentarismo
Dietas bajas en fibras
Alcoholismo
Bacteriemia por Streptococo bovis
Acromegalia
Pacientes con ureterocolestemia
Enfermedad inflamatoria intestinal: Los pacientes con colitis ulcerosa y colitis de
Crohn tienen mayor riesgo de desarrollar ca colorrectal; por lo que deben ser
sometidos a una colonoscopia de cribado anual o bianual comenzando 8 a 10 años
tras inicio de la enfermedad de base. En la colonoscopia obtienen biopsias y se
obtienen muestras múltiples de todas las lesiones sospechosas.
Antecedentes familiares: Los pacientes con un familiar de primer grado afectado por
cáncer de colon y recto tienen un riesgo de dos a tres veces mayor de desarrollar un
tumor maligno, y este riesgo se eleva si son más los familiares de primer grado
afectados.
Síndromes Hereditarios: Poliposis adenomatosa familiar, Poliposis asociado a
MUTYH, Poliposis juvenil, etc.
Cuadro clínico
Además de los síntomas locales, el CCR causa a menudo síntomas generales, como astenia,
anorexia, pérdida de peso o fiebre. Pueden aparecer síntomas secundarios a la presencia
de metástasis a distancia, como ictericia, trastornos neurológicos, dolores óseos, disnea por
diseminación pulmonar, etc. La ascitis es frecuente si hay carcinomatosis peritoneal.
Por otra parte, la exploración física se dirige a determinar el estado nutricional, detectar
palidez secundaria a anemia crónica y buscar masas abdominales, hepatomegalia,
adenopatías o signos de obstrucción intestinal. Es evidente la importancia del tacto rectal,
que descubrirá la mayoría de los tumores rectales y permitirá conocer su tamaño, grado de
fijación e invasión a estructuras adyacentes, así como estudiar el contenido fecal del recto
para detectar sangre macroscópica u oculta.
Diagnóstico
Videocolonoscopia (VCC)
Ecoendoscopia
TAC de abdomen y pelvis (estadificación)
SOMF
Sigmoidoscopia flexible
Colon por enema doble contraste
Colonoscopía virtual (gold estándar)
Tratamiento
Pronóstico
La supervivencia global de los pacientes con CCR tras una resección quirúrgica radical es del
40% a los 5 años, aproximadamente, siendo el estadio tumoral el principal factor que
condiciona su pronóstico.