Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Primero, algunas canciones de música popular sí tienen severas limitaciones para la alabanza. Los críticos
de la cultura popular argumentan que mucho de ella es producto de intereses comerciales producidos en
masa. Así, son producidas con algo de sentimentalismo, falta de arte, monotonía e individualismo en una
manera en que el arte tradicional no lo hace. Segundo, cuando ignoramos la tradición histórica,
rompemos nuestra solidaridad con los cristianos en el pasado. Parte de la riqueza de nuestra identidad
como cristianos es que somos salvados en un pueblo histórico. La falta de voluntad para consultar la
tradición no está en consonancia con la humildad cristiana o con la comunidad cristiana. Tampoco es una
respuesta considerada al desarraigo posmoderno que ahora lleva a muchos a buscar la conexión con los
pueblos y las formas antiguas.
Finalmente, cualquier alabanza que sea estrictamente contemporánea pasará rápidamente. También,
necesariamente se limitará a un nicho de mercado específico. Cuando Peter Wagner afirma que debemos
“enchufarnos” con la cultura contemporánea, a cuál cultura contemporánea se refiere –negra, blanca,
latina, urbana, suburbana, boomer, o a la Generación X?
1 Some writers who emphasize historic continuity, tradition, high culture, and theological exposition in worship are Marva Dawn, Reaching Out
without Dumbing Down (Grand Rapids: Eerdmans, 1995), and David Wells, “A Tale of Two Spiritualities,” in Losing Our Virtue (Grand Rapids:
Eerdmans, 1998). Examples of those urging a move to contemporary worship with emphasis on “visual communication, music, sensations, and
feelings” are Lyle Schaller, “Worshipping with New Generations,” in 21 Bridges to the 21st Century (Nashville: Abingdon, 1994) and C. Peter
Wagner, The New Apostolic Churches (Ventura, Calif.: Regal, 1998). See also Michael S. Hamilton, “The Triumph of the Praise Songs,” Christianity
Today 43, no. 8 (July 12, 1999): 28-ff., for a discussion of “Reformers” who value tradition and liturgical forms and “Revolutionaries” who promote
contemporary music.
2 Peter Wagner, “Another New Wineskin—the New Apostolic Reformation,” Next 5 (Jan-Mar 1999), 3. Leadership Network:
www.leadnet.org/archive_next.asp (April 21, 2009).
Escondido (pero no muy bien!) en el argumento de los entusiastas de la alabanza contemporánea está la
suposición de que la cultura es básicamente neutral. Así, no hay razón para asumir que no podemos
adaptar completamente nuestra alabanza a cualquier forma particular de cultura. Pero la alabanza que no
está enraizada en la tradición histórica a menudo no tendrá la distancia necesaria para criticar y evitar
los excesos y distorsiones de elementos pecaminosos en la cultura circundante. Por ejemplo, cómo
podemos tomar la accesibilidad de la cultura occidental contemporánea pero desechar su individualismo
y psicologización de los problemas morales?
Primero, los defensores de la alabanza histórica no pueden eludir la carga del elitismo cultural realmente.
Una mirada realista a la música cristiana que surgen desde las culturas populares de América Latina,
África y Asia (que no son comercialmente centros de música pop) revelan muchas de las características
de la alabanza contemporánea y la música de adoración: melodías simples y accesibles, beat de
conducción, repetición de palabras y énfasis en la experiencia4. En los Estados Unidos, un énfasis en la
música y el arte estrictamente de alta cultura probablemente atraiga solo a las élites educadas en la
universidad.
Segundo, cualquiera que proponga la alabanza histórica tendrá que responder a la pregunta, la historia de
quién? Mucho de lo que se llama adoración tradicional está enraizada en la cultura del norte de Europa.
Mientras que los defensores acérrimos de la alabanza contemporánea la vinculan demasiado a una
cultura presente, los defensores estrictos de la alabanza histórica la atan demasiado a una cultura pasada.
Realmente creemos que la Europa del siglo XVI se enfocaba en la expresión de emociones y que la música
(encarnada en la tradición de la Reforma) estaba bíblica y completamente informada y que debe ser
preservada como si fuera esencial para la adoración?
Escondidos (pero no muy bien!) en los argumentos de los defensores de la alabanza tradicional está la
creencia de que ciertas formas históricas son más puras, más bíblicas, y sin mancha del crecimiento de la
cultura humana. Quienes debaten en contra del relativismo cultural deben recordar también la
relatividad de todas las tradiciones. Así como es una falta de humildad el desdeño por la tradición,
también es una falta de humildad (y una ceguera a los efectos del pecado) elevar cualquier forma de
alabanza particular de una cultura. La negación a adaptar una tradición a nuevas realidades puede ser
motivo de condenación por hacer de nuestra cultura humana favorita un ídolo, al igual que hacerlo de la
normatividad de Escritura (Marcos 7, 8-9)5. Mientras que los defensores de la alabanza contemporánea
no parecen reconocer el pecado en todas las culturas, los de la alabanza histórica parecen no reconocer
las bondades comunes a todas las culturas.
3 Marva Dawn does an excellent job of distilling Ken Myer’s concerns about pop music in her chapter “Throwing the Baby Out with the Bath
Water,” in Reaching Out.
5 Too often advocates for high-culture or pop-culture worship music try to make their advocacy a matter of theological principle, when it is really
more a matter of their own tastes and cultural preferences. For example, when pressed, HW advocates admit that jazz is not really a product of
commercial pop culture but qualifies as a high-culture medium that grew out of genuine folk roots, requires great skill and craft, and can express a
fuller range of human experience than rock and pop music can. (See Calvin M. Johansson, Music and Ministry: A Biblical Counterpoint
(Hendrickson, 1984), 59–62 on folk music and jazz.) On their own stated principles, then, there is no reason for traditionalists not to allow jazz music
in worship, yet I see no traditional-worship proponents encouraging jazz liturgies. Why not? It appears that they are going on their own aesthetic
preferences.
BIBLIA, TRADICIÓN Y CULTURA
En este punto, el lector anticipará que estoy a punto de revelar una gran “tercera manera” entre dos
extremos. De hecho, muchos postulan un tercer enfoque llamado alabanza mezclada6 pero no es tan
simple como eso. Mi mayor preocupación es que ambos extremos son igual de simplistas en el proceso
por el cual dan forma a la adoración.
Los defensores de la alabanza contemporánea consultan la Biblia y la cultura del momento, mientras que
en la alabanza histórica se consulta la Biblia y la tradición. Pero forjamos una mejor alabanza cuando
consultamos la Biblia, el contexto cultural de nuestra comunidad7, y la tradición histórica de nuestra
iglesia8. El resultado de este proceso complejo no será tan simple como un punto de encuentro. Hay por lo
menos nueve tradiciones de alabanza solo en el protestantismo.9
Este enfoque más complejo es retador pero extremadamente importante. La Biblia simplemente no nos
da detalles suficientes para dar forma a un servicio de alabanza. Cuando la Biblia nos llama a alabar a
Dios cantándole, no se nos da la melodía o el ritmo. No se nos dice qué tan repetitiva deben ser las letras o
cuán emocionalmente intensa deben ser las canciones. Cuando se nos ordena hacer oración conjunta, no
se nos dice si esas oraciones deben ser escritas, pronunciadas al unísono, o extemporáneas.10 Entonces,
para darle una forma concreta a nuestra alabanza, debemos llenar los espacios que la Biblia deja en
blanco. Cuando lo hacemos, debemos fijarnos en la tradición, las necesidades, las capacidades, las
sensibilidades culturales de nuestra comunidad, y nuestras propias preferencias. Aunque no podemos
evitar fijarnos en nuestras propias preferencias, ellas no deben ser nunca la fuerza que gobierne (Rom.
6 Unfortunately, for many people blended worship consists of a simple, wooden, 50-50 division between contemporary songs and traditional hymns.
This is often quite jarring and unhelp- ful. It is more of a political compromise than the result of reflection about a community’s culture and church
tradition. A far better example of a “third way” is Robert E. Webber, Blended Worship: Achieving Substance and Relevance in Worship
(Hendrickson, 1996). Webber is talking of a more organic blend of liturgical elements, content-filled preaching, and a variety of music forms. In
many ways my essay agrees with Webber’s basic thrust. We would not use the term blended worship, however, because it usually connotes the
political compromise mentioned above. On the problems of 50-50 music division, see comments below under “Selecting Worship Music.”
7 A good case for a balanced view of consulting culture within an evangelical view of the authority of Scripture is made by Andrew F. Walls, “The
Gospel as Prisoner and Liberator of Culture” and “The Translation Principle in Christian History,” in The Missionary Movement in Christian
History: Studies in the Transmission of the Faith (Edinburgh: T & T Clark, 1996).
8 A balanced view of consulting tradition within an evangelical view of the authority of Scripture is laid out by Richard Lints, The Fabric of
Theology: A Prolegomenon for Evangelical Theol- ogy (Eerdmans, 1993), 83–101. He writes that Christian humility makes us recognize the reality
of our biases and prejudices when coming to Scripture. This means it is unbiblical (in our doctrine of sin) to think we can find the biblical way
without consulting our own tradition and other traditions to check our own scriptural findings. See also John Leith, “Traditioning the Faith,” chap. 1
in Introduction to the Reformed Tradition (John Knox, 1981)
9 ames F. White, A Brief History of Christian Worship (Abingdon, 1993), 107, identifies the Protestant worship traditions as follows: • 16th century:
Anabaptist, (Continental) Reformed, Anglican, Lutheran / 17th century: Quaker, Puritan/Reformed
• 18th century: Methodist / 19th century:
Frontier / 20th century: Pentecostal
10 . John M. Frame, Worship in Spirit and Truth (Presbyterian and Reformed, 1996), does a good job of showing how great a variety of forms the
basic biblical elements can take. Some have argued against the use of choirs and solos on the basis of the “regulative principle,” namely, that they are
not prescribed by Scripture. But Frame asks, if some are allowed to pray aloud while the rest of the congregation meditates, why can’t some be
allowed to sing or pray aloud while the rest of the congregation meditates (p. 129)? Why would song be regu- lated differently from prayer and
preaching? Some have argued against using hymns and nonscriptural songs on the basis of the regulative principle. But Frame asks, if we are allowed
to pray or to preach using our own words (based on Scripture), why can we not sing using our own words (based on Scripture) (p. 127)? Why would
song be regulated differently from prayer and preaching? Some have argued against the use of dance in worship, but aside from many apparent
references to dance in worship in the Psalter, Frame asks, if we are ex- horted to raise hands (Neh. 2:8; Ps. 28:2; 1 Tim. 2:8), clap hands (Ps. 47:1),
and fall down (1 Cor. 14:25), is it not expected and natural that we accompany words with actions (p. 131)? We can’t preach, surely, without using
our bodies to express our thoughts and words, so how can we arbitrarily draw the line to exclude dance? Frame points out that the real way to make
decisions about these issues (such as dance) is with wisdom and love—that is, by asking what will edify. If you think that dancers in leotards will be
too distracting and sexually provocative for your congregation, just say so—don’t try to prove that the Bible forbids it. It is a bad habit of mind to
seek to label as forbidden what is really just unwise.
15, 1-3). Pero si fallamos el hacer el trabajo duro de consultar tanto la tradición como la cultura,
escogeremos –con o sin intención- solo satisfacernos a nosotros mismos.
Otro modelo propuesto es la alabanza sensible a los buscadores, la cual fue diseñada para llegar a un tipo
especifico de personas que no van a la iglesia. Pero muchos pastores jóvenes dicen que este modelo hace
varias cosas que segregan a los buscadores de sus generaciones:
1. Se sobre-adapta al punto de vista racional, ahistórico y moderno del mundo. Estos servicios
son típicamente calibrados por un específico y transitorio tipo de persona desconectada de la
iglesia: el joven adulto blanco que vive en la ciudad y que asistió a la universidad. Las
generaciones cada vez más multiétnicas, orientadas a contextos urbanos, menos racionales u
orientadas hacia las palabras, y las generaciones más seculares menores de treinta y cinco
años no son el mismo tipo de personas desconectadas de la iglesia.
2. Remueve la trascendencia de sus servicios, al utilizar luz, música y ritmos alegres, accesibilidad
completa a la voz, y bocetos dramáticos que crean un ambiente de discoteca o show televisivo.
Pero sus generaciones tienen hambre de asombro.
3. Abandona la conexión con la historia y la tradición, y se vuelve contemporánea en todas las
referencias culturales, desde ilustraciones de sermones hasta decoraciones, hasta el entorno
de un centro comercial/oficina suburbana. Pero sus generaciones tienen hambre de enraizarse
y aman lo antiguo y lo moderno.
4. Enfatiza en el pulimiento y la excelencia técnica, el profesionalismo y las técnicas de dirección.
Pero sus generaciones ansían autenticidad y comunidad.
5. Enfatiza la racionalidad y los mapas prácticos de cómo hacerlo. Pero sus generaciones tienen
hambre de narración y de lo personal.
Hay problemas pragmáticos con ambos modelos. El modelo ASB es muy costoso; es difícil concebir a los
nuevos creyentes por fuera de los servicios de los buscadores para estar en servicios de alabanza reales.
Y si el principal servicio de alabanza está muy orientado hacia los buscadores, los cristianos se sienten
mal nutridos espiritualmente.11 Por otra parte, los críticos no pueden evitar la carga de que no están
11 Some disadvantages of the SFC approach:
1. Costliness. It is extremely expensive and difficult to do seeker services well. Essentially, they don’t
work unless the unchurched feel the art is as good as what they could pay to see in a theater. Many SFC attempts are mediocre, and unless you hit a
home run every time, the effect is quite discouraging.
2. Sunday issue. When Sunday is the day for seeker-focused services, it gives the world the impression that this is the people of God in
worship, that this is all there is. Further, it isn’t good for Christians to have to squeeze their weekly worship into a weeknight evening
between two busy days of labor. It robs Christians of a whole day for worship and renewal.
proponiendo otra alternativa a la iglesia evangelísticamente inefectiva. Una crítica típica es la de aquel
que escribe:
“Mientras que nosotros (la Adoracion Sensible a los Buscadores) tratamos de atraer al mundo para
que venga a la iglesia a escuchar el Evangelio, el Nuevo Testamento proclama una iglesia poderosa
alabando a Dios y yendo al mundo, hasta alcanzar al último (cf. El libro de los Hechos). Los
verdaderos avivamientos… han probado que una iglesia avivada y sana alcanza a un mundo
moribundo y perdido por medio de su propia gente.”12
Esta mirada sugiere que el evangelismo se encarga de sí mismo siempre y cuando tengamos una alabanza
asombrosa. Pero la historia de avivamientos también nos muestra innovación fuera de alcance.
El Gran Avivamiento estuvo marcado por dos innovaciones importantes. George Whitefield en
evangelismo y John Wesley en organización. Muchos critican los servicios de los buscadores porque los
clasifican como de entretenimiento y no de adoración. Con frecuencia, nos instan a que miremos, en
contraste, a los avivamientos del pasado. Pero ellos no critican a George Whitefield por atraer grandes
multitudes a su propio “programa de buscadores”. Él llevaba a las personas a reuniones al aire libre con
una predicación que no tenía paralelo en su momento. Su humor, sus historias, sus ilustraciones
drásticamente actuadas y sus asombrosos regalos oratorios atrajeron a decenas de miles.13 En el
momento fue etiquetado como un artista. Sus reuniones no fueron de adoración, ni reemplazaron la
adoración, pero ciertamente fueron críticas para el avivamiento. Proporcionaron a los cristianos un lugar
extraordinario para hacer evangelismo de amistad. Sus reuniones estaban en una ciudad determinada
prácticamente todos los días de la semana.
Sin embargo, el principal problema con los dos modelos es teológico. Ambos asumen que la adoración no
puede ser altamente evangelística. Quiero mostrar que esta es una premisa falsa. Las iglesias harían lo
mejor para hacer de su "plato principal" un servicio de adoración evangelizadora, complementado por (a)
3. Assimilation issue. Regular weekly seeker-focused services can create a large assimilation problem. If a person comes to Christianity
through a seeker service, he or she may then settle into that environment for weekly worship. Supposedly the new Christian is to be invited
out of the seeker service into worship, but the jump is not easy to accomplish. In one church, persons who met Christ through the seeker
service could not be assimilated into the regular worship because the believers’ worship was totally oriented toward long-time Christians
who are immersed in the evangelical subculture and inhabit a very different world from that of the new Christian. (See Ed Dobson, Starting
a Seeker Sensitive Service [Zondervan, 1993], 83.) And if the seeker service becomes the worship service of new believers, either they will
not be fed properly or the service will gradually become a contemporary worship service and will lose its effectiveness in outreach.
4. Friendship evangelism issue. The most effective way to reach a nonbeliever is for a Christian to share the gospel with him or her in the
context of a friendship. But if a Christian wants to bring a non-Christian friend to a seeker-focused weekly service, he or she will have to
come out twice a week, once to take the friend to church and once to get his or her own nurture.
5. Nurture issue. A church may have one seeker-sensitive service that is heavily focused on the unchurched but that serves as the weekly
worship for believers. As time goes on, how- ever, the Christians often hunger for something deeper. In response to complaints, the pastor
often “gets more meaty” and begins to lose the non-Christians.
12 John H. Armstrong, “The Mad Rush to Seeker Sensitive Worship,” Modern Reformation (January/February 1995), 25.
13 Harry S. Stout, The Divine Dramatist: George Whitefield and the Rise of Modern Evangelicalism (Eerdmans, 1991).
numerosos, variados, creativos, incluso diarios (pero no semanales) eventos centrados en los buscadores,
y (b) reuniones intensas para el estudio bíblico y oración por avivamiento y renovación.
Pedro dice a una iglesia gentil “pero ustedes son pueblo escogido, nación santa, real sacerdocio, un
pueblo que pertenece a Dios, para anunciar las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a u luz
asombrosa” (1 Pedro 2, 9). Esto nos muestra que la iglesia está retada a ser testigo de los mismo que fue
testigo Israel –alabanza evangelística. Una diferencia sustancial: en el Antiguo Testamento, el centro de
una alabanza ganadora era el Monte de Sión, pero ahora, dondequiera que alabemos a Jesús en espíritu y
en verdad (Juan 4, 21-26) hemos venido al celestial Monte de Sión (Hebreos 12, 18-24). En otras
palabras, el Señor resucitado ahora envía a su gente a cantar sus alabanzas como una misión, llamando
las naciones a unirse a los santos y a los ángeles en una doxología celestial. Jesús mismo está en medio de
los redimidos y nos guía en el canto de las alabanzas al Padre(Hebreos 2, 12), así como Dios está sobre
sus redimidos y canta sobre nosotros con alegría (Sofonías 2,17).
Hechos 2
Cuando el Espíritu cae sobre los que están en el aposento alto, una multitud se reúne (v. 5) porque están
escuchando a los discípulos que alaban a Dios ("los oímos declarar las maravillas de Dios"), y también
porque esta adoración es en nuestras propias lenguas! "(v. 11). Así, primero se interesan mucho
("asombrados y perplejos, se preguntaron unos a otros, '¿Qué significa esto?'" V. 12), y más tarde son
condenados profundamente ("fueron cortados al corazón y dijeron ..., 'Hermanos, ¿qué haremos?' "V. 37).
COMPARACIÓN
Hay obvias diferencias entre las dos situaciones en 1 Corintios 14 la conversión sucede en el lugar (lo cual
es ciertamente posible). En Hechos 2, los no creyentes son sacados de su indiferencia (v. 12), pero las
conversiones reales (vv.37-41) ocurren al final de una "reunión posterior" en la cual Pedro explica el
evangelio (vv. - 36) y les muestra cómo recibir individualmente a Cristo (vv. 38-39). A menudo se señala
que las lenguas en las dos situaciones son diferentes. Pero los estudiantes generalmente miran con tanto
cuidado lo que los dos pasajes enseñan sobre las lenguas y las profecías, que no toman nota de lo que
enseñan acerca de la adoración y el evangelismo.
Los cristianos instantáneamente sentirán si una experiencia de adoración será atractiva para sus amigos
no cristianos. Pueden encontrar un servicio particular maravillosamente edificante para ellos y aún así
saber que sus vecinos no creyentes reaccionarían negativamente. Por lo tanto, un círculo vicioso persiste.
Los pastores solo ven a los cristianos presentes, por lo que carecen de incentivos para hacer que su
adoración sea comprensible para los de afuera. Pero como no logran hacer las adaptaciones, los cristianos
que están allí (aunque tal vez se hayan edificado) no piensan en llevar a sus amigos escépticos y no
cristianos a la iglesia. No piensan que quedarán impresionados. Entonces no vienen extraños. Y entonces
los pastores responden solo a la audiencia cristiana. Y así sucesivamente. Por lo tanto, la mejor manera de
hacer que los cristianos traigan a los no cristianos es adorar como si hubiera docenas y cientos de
espectadores escépticos. Y si adoran así, eventualmente estarán allí en realidad.
g. Predique la gracia.
El mensaje que tanto los creyentes como los incrédulos necesitan escuchar es que la salvación y la
adopción son solo por gracia. Un servicio de adoración que se enfoca demasiado y con demasiada
frecuencia en educar a los cristianos en los detalles de la teología simplemente aburrirá o confundirá
a los incrédulos presentes. Por ejemplo, un sermón sobre el aborto generalmente asumirá que el
oyente cree en la autoridad de la Palabra y la autoridad de Jesús y no cree en la autonomía moral
individual. En otras palabras, el aborto es "doctrina D", y se basa en las "doctrinas A, B y C." Por lo
tanto, las personas que no creen o entienden las doctrinas ABC encontrarán que ese sermón es invicto
e incluso alienante. Esto no significa que no debemos predicar todo el consejo de Dios, pero debemos
especializarnos en el ABC de la fe cristiana.
Si la respuesta a esto es "Entonces los cristianos estarán aburridos", se muestra un malentendido del
evangelio. El evangelio de la justificación y adopción gratuita y afable no es solo la forma en que
entramos al reino sino también la manera en que crecemos a la semejanza de Cristo. Tito 2: 11-13 nos
dice que solo el mensaje salvador original de la gracia nos lleva a una vida santificada: "Porque la
gracia de Dios que trae la salvación se ha manifestado a todos los hombres". Nos enseña a decir 'No' a
la impiedad y las pasiones mundanas, y a vivir una vida autocontrolada, recta y piadosa en esta era
presente, mientras esperamos la bendita esperanza: la gloriosa aparición de nuestro gran Dios y
Salvador, Jesucristo. . "Muchos cristianos son derrotados y estancados en su crecimiento porque
tratan de ser santos por motivos equivocados. Dicen que no a la tentación diciéndose a sí mismos:
"Dios me atrapará" o "la gente lo descubrirá" o "me odiaré a mí mismo por la mañana" o "dañará mi
autoestima" o " lastimarán a otras personas ", o" Va en contra de la ley, seré atrapado "o" Va en contra
de mis principios "o" Me veré mal ". Algunos o todos estos pueden ser ciertos, pero Tito nos dice que
son inadecuados. Solo la gracia de Dios, la lógica del evangelio, funcionará. Tito dice que nos enseña,
que argumenta con nosotros.
Por lo tanto, el único mensaje básico que tanto cristianos como incrédulos necesitan escuchar es el
evangelio de la gracia. Se puede aplicar a ambos grupos, en el acto y directamente. Los sermones que
son básicamente moralistas serán aplicables solo a cristianos o no cristianos. Pero la predicación
Cristocéntrica hace crecer a los creyentes y desafía a los no creyentes. Si el servicio dominical y el
sermón apuntan principalmente al evangelismo, aburrirán a los santos. Si apuntan principalmente a la
educación, aburrirán y confundirán a los incrédulos. Si pretenden alabar al Dios que salva por la
gracia, ambos instruirán a los iniciados y desafiarán a los de afuera.
3.DIRIGIÉNDOSE AL COMPROMISO
Nuestra experiencia en Redeemer ha demostrado que los incrédulos en la adoración en realidad "se
cierran con Cristo" de dos maneras básicas. Algunos pueden venir a Cristo durante el servicio mismo (1
Corintios 14: 24-25); otros deben ser seguidos muy específicamente.
Otra forma de invitar al compromiso durante el servicio es darles a las personas un momento de silencio
después del sermón. El pastor puede orar una oración de fe (o imprimirla en el boletín en ese momento
en el orden de adoración) para ayudar a las personas a acercarse a Cristo14. A veces puede ser bueno
poner un interludio musical o una ofrenda después del sermón, pero antes del himno final. Esto les da a
las personas tiempo para pensar y procesar lo que han escuchado y han ofrecido a Dios en oración. Sin
embargo, si el predicador finaliza su sermón, ora muy brevemente y se mueve de inmediato al himno
final, las personas no creyentes no tienen tiempo para ofrecer sus corazones.
b. Después de reuniones.
Hechos 2 parece mostrarnos una "reunión posterior". En los versículos 12 y 13 se nos dice que algunos se
burlaron al escuchar a los apóstoles alabar y predicar, pero otros se turbaron y preguntaron: "¿Qué
significa esto?" Entonces Pedro Explicó muy específicamente el evangelio, y en respuesta a una segunda
pregunta, "¿Qué haremos?" (v. 37), él explicó cómo llegar a ser cristiano. Históricamente, se ha
encontrado efectivo ofrecer tales reuniones a los incrédulos y buscadores inmediatamente después de la
adoración evangelística. Los buscadores de convicciones acaban de venir de estar en la presencia de Dios,
y a menudo son más abiertos en este momento. Intentar involucrarlos en un grupo pequeño o
simplemente hacer que regresen el próximo domingo es pedirles mucho. Sin embargo, pueden estar
"asombrados y perplejos" (Hechos 2:12), y es mejor golpear mientras el hierro esté caliente. ¡Esto no es
para poner en duda la enseñanza de que Dios atrae infaliblemente a sus elegidos! El conocimiento de que
las conversiones no dependen de nuestra elocuencia nos ayuda a relajarnos mientras evangelizamos.
Pero la Confesión de Westminster nos dice que Dios normalmente trabaja a través de causas secundarias,
procesos sociales y psicológicos normales. Por lo tanto, invitar inmediatamente a las personas a una
reunión de seguimiento suele ser más conducente a la conservación del fruto de la Palabra de lo que sería
dejarlos ir.
Después de las reuniones, puede haber primero una o más personas esperen al frente del auditorio para
orar y hablar con cualquier solicitante que se presente para realizar consultas directamente en el lugar.
14 An example: “Heavenly Father, I admit that I am weaker and more sinful than I ever before believed, but through your Son Jesus I can be more
loved and accepted than I ever dared hope. I thank you that he lived the life I should have lived and paid the debt and punishment I owed. Receive me
now for his sake. I turn from my sins and receive him as Savior. Amen.”
Segundo, después de la reunión, puede consistir en una simple sesión de preguntas y respuestas con el
predicador en una sala cerca del auditorio principal o incluso en el auditorio. Tercero, después de las
reuniones también debe haber una o dos clases o experiencias de grupos pequeños dirigidas a preguntas
específicas, donde los no cristianos pregunten sobre el contenido, la relevancia y la credibilidad de la fe
cristiana. Después de las reuniones, deben asistir evangelistas laicos hábiles que puedan acompañar a los
recién llegados, responder preguntas espirituales y brindar orientación para sus próximos pasos.
We encourage you to use and share this material freely—but please don’t charge money for it, change the wording, or remove
the copy- right information.