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To cite this article: Ángel Vázquez & Ma Antonia Manassero (1998) Dibuja un científico:
imagen de los científicos en estudiantes de secundaria, Infancia y Aprendizaje, 21:81, 3-26, DOI:
10.1174/021037098320825226
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Resumen
Se aplica el test de dibujar un científico a una muestra de 443 estudiantes de secundaria como medio de elici-
tar su imagen. Los dibujos se analizan mediante una dimensión personal y una dimensión situacional, divididas,
a su vez, en otras categorías, cada una conteniendo una serie de elementos, cuyo análisis permite esbozar la imagen
de los científicos. Los resultados muestran evidencias de una cierta imagen estereotipada de los científicos, especial-
mente en la dimensión situacional (caracterizada por el laboratorio y los objetos de laboratorio), aunque los rasgos
prototípicos referidos a las características personales del científico son menos intensos de lo que sugieren otras inves-
tigaciones; la bata blanca, el laboratorio y el material del laboratorio serían los rasgos centrales del estereotipo del
científico. La imagen mayoritaria de la ciencia que sugieren los dibujos es una especie de química aplicada reali-
zada en el laboratorio. Finalmente, aunque chicos y chicas tienen aproximadamente la misma imagen global de los
científicos existen pequeñas diferencias que pueden ser signo de progresos y diferencias más profundas.
Palabras clave: Imagen de los científicos, imagen de la ciencia, actitudes relacionadas con la ciencia,
educación secundaria en ciencias.
Keywords: Image of scientist, image of science, attitudes related to science, Science secondary education.
Correspondencia con los autres: Ángel Vázquez Alonso. Universidad de las Islas Baleares. Departamento Física,
Edificio M. Orfila. Carretera de Valldemossa, km. 7.5. 07071 Palma de Mallorca. E–mail:
DFSAVA0@PS.UIB.ES. Tel.: 34–(9)–71–173000. Fax: 34–(9)–71–173426.
Mª Antonia Manassero Mas. Universidad de las Islas Baleares. Departamento de Psicología, Edifico Guillem
Cifre de Colonya. Carretera de Valldemossa, km. 7.5. 07071 Palma de Mallorca. E–mai l:
DPSAMM0@PS.UIB.ES. Tel.: 34–(9)–71–173075–173000. Fax: 34–(9)–71–173190.
Original recibido: Octubre, 1996. Aceptado: Febrero, 1997.
© 1998 by Fundación Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0210-3702 Infancia y Aprendizaje, 1998, 81, 3-26
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INTRODUCCIÓN
MÉTODO
Muestra
Instrumento
Procedimiento
RESULTADOS
GÉNERO
Total
Chicas Chicos
GÉNERO
Total
Chicas Chicos
GÉNERO
Total
Chicas Chicos
GÉNERO
Total
Chicas Chicos
de siete objetos por dibujo (Tabla IX), siendo la moda de la distribución dos
objetos, y la mediana cinco objetos; asimismo, es notable observar que existen
unos cuarenta dibujos (10%) donde no aparece ningún objeto.
Las diferentes clases de objetos dibujados por los estudiantes se aproximan al
centenar, aunque entre ellos hay un pequeño grupo de objetos muy frecuentes y
una larga lista de otros con pocas apariciones. La tabla V contiene el porcentaje y
el número de casos de aparición para cada uno de estos objetos más frecuentes;
estos dos parámetros (porcentaje y casos) no son ponderados, es decir, se ha con-
tado como un único caso la aparición del objeto en un dibujo, independiente-
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mente de que el objeto esté repetido varias veces o sólo una. Por tanto, el por-
centaje representa la proporción de apariciones no ponderadas del objeto respec-
to al total de apariciones no ponderadas de todos los objetos, y el número de
casos representa el número de apariciones no ponderadas del objeto, es decir, el
número de dibujos que contienen ese objeto concreto.
TABLA V
Porcentaje de los objetos científicos, respecto al total de objetos diferentes, identificados en todos los
dibujos (N=1309) y casos (número de dibujos que contienen el objeto)
Porcentaje Casos
Los tubos de ensayo y matraces (en todas sus formas y variedades, incluso
retortas) son los dos tipos de objetos más frecuentemente dibujados por los estu-
diantes, superando ellos dos solos la tercera parte del total de apariciones de obje-
tos; atendiendo al número de casos, se puede concluir que cada uno de esos ele-
mentos están presentes en más de la mitad de los dibujos. Otro objeto de vidrio
relativamente frecuentemente es el objeto denominado destilación, que corres-
ponde a aparatos de destilación química de líquidos, es decir, objetos compues-
tos en su forma más sencilla por un matraz, un serpentín y otro matraz o vaso
conectados, pero también recoge todos aquellos objetos, algunos de ellos muy
imaginativos, con un diseño similar a este (varios matraces interconectados con
varios tubos de vidrio, a veces, retorcidos), que los alumnos presentan con bas-
tante frecuencia, en relación a la relativa complejidad y laboriosidad del dibujo,
y que se pueden contemplar también en trabajos anteriores (Newton y Newton,
1992; Serrano, 1987) aunque parece que no se les concedió atención. Si se consi-
deran otros objetos de vidrio contenidos en la tabla (vasos, probetas, botellas y
cristalizadores) se puede observar que el grupo de objetos de vidrio supone casi la
mitad de todas las apariciones de objetos en los dibujos, de modo que los objetos
de vidrio alcanzan la mayor importancia cuantitativa en la aparición en los dibu-
jos, y seguramente también en la proporción ponderada, pues como ya se ha
dicho, tubos de ensayo y matraces son algunos de los objetos que aparecen más
repetidos en el mismo dibujo (varias unidades en el mismo dibujo).
Otros objetos de laboratorio también frecuentemente señalados, aunque en
menor proporción, son las gradillas para colocar tubos de ensayo, los microscopios,
los mecheros y los pies/soportes empleados para sostener matraces, tubos, etc.
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La presencia en el laboratorio de artefactos e instrumentos tecnológicos es tam-
bién relevante, y está representada principalmente por ordenadores, máquinas y
tubos (representarían aproximadamente un 10% de las apariciones). Sin duda, el
ordenador es el artefacto más frecuente ya que aparece en 81 dibujos (a veces en más
de una unidad). En relación con las máquinas y tubos debe decirse que en algunos
casos los estudiantes dibujan complicadas estructuras con tubos y máquinas que no
se identifican con nada conocido, y por eso se han agrupado bajo estas denominacio-
nes. Las máquinas, suelen ser armatostes llenos de botones, pantallas, ruedas, palan-
cas, ventanillas, lucecitas, remaches metálicos, tubos que entran y salen, chimeneas,
etc. Algunas de estas máquinas se identifican como máquinas del tiempo por algún
rótulo o inscripción, que demuestra hasta qué punto la ficción y la imaginación de
los estudiantes actúan en el diseño de maquinarias. La presencia de estos objetos
revela la profunda relación e identificación percibidas entre la ciencia y los científi-
cos con la instrumentación y la tecnología de investigación e industrial.
Otro grupo muy frecuente de objetos científicos dibujados se refiere al espa-
cio y el universo estando representado, principalmente, por telescopios y cuerpos
celestes (sol, planetas, estrellas). En algunos casos la imagen del científico es,
simplemente, el dibujo del astrónomo con su telescopio.
Por último, cabe subrayar la importante presencia de un objeto de uso general,
como los libros, que pueden ser considerados símbolos universales del conocimien-
to, en expresión tomada de Chambers (1983). Los libros están presentes en 112
dibujos, que representan aproximadamente la cuarta parte de los dibujos realizados.
El total de objetos científicos identificados en los dibujos, incluyendo el resto de
objetos dibujados y que no aparecen contabilizados en la tabla V por aparecer en pro-
porciones inferiores al 1% se han relacionado completamente en la tabla VI, clasifica-
dos según el área de la ciencia a la que se refieren (espacio, física, química, biología,
geología, tecnología y general). Esta clasificación no pretende ser exhaustivamente
precisa, pues resulta obvio que algunos de los objetos podrían pertenecer a dos, o más,
áreas a la vez; se les ha asignado el área que parece más adecuada en función del con-
texto donde aparecieron. El área denominada general recoge una serie de objetos que
pueden ser de uso común en todas las áreas, tal como el precitado caso de los libros.
TABLA VI
Objetos científicos dibujados por el alumnado según tema
GÉNERO
Total
Chicas Chicos
GÉNERO DIBUJANTE
GÉNERO FIGURA Total
CIENTÍFICO Chica Chico
82 23 105
MUJER 78.1% 21.9%
39.0% 11.2% 25.3%
87 128 215
HOMBRE 40.5% 59.5%
41.4% 62.4% 51.8%
7 1 8
GRUPO 87.5% 12.5%
3.3% .5% 1.9%
34 53 87
INDEFINIDO 39.1% 60.9%
16.2% 25.9% 21.0%
Una primera cuestión a plantear ahora es la relación entre género del alumna-
do y género del científico dibujado, observándose (Tabla XIII) diferencias signi-
ficativas e importantes entre chicas y chicos (chi–cuadrado = 49.56, g.l. = 3, p <
.0000). Así, las chicas dibujan mujeres y hombres científicos en una proporción
aproximadamente igual, mientras que los chicos dibujan mayoritariamente
científicos hombres y sólo en una pequeña proporción dibujan mujeres. El resto
de los porcentajes de hombres y mujeres corresponden a las categorías de cientí-
ficos de ambos géneros o de género indefinido, donde las diferencias no son
representativas, aunque cabe destacar que las chicas representan ambos sexos
mucho más que los chicos (7 casos frente a 1).
En el caso de la actividad que aparece realizando el científico, también se
notan algunas diferencias específicas según la autoría del dibujo: las chicas
(54%) representan a sus científicos sosteniendo algo en mayor proporción que
los chicos (43%), mientras los chicos representan más a los científicos mezclan-
do (10%) o manipulando (16%) algo en mayor proporción que las chicas (4% y
6%, respectivamente).
En cuanto a las características de la cabeza (cabello, cara y ojos) algunas tienen
una relación tan directa y obvia con el género del científico dibujado (el pelo
facial, en los hombres, la cara limpia en las mujeres; el pelo largo y melena en las
mujeres, frente a calvicie, pelo de punta o despeinado de los científicos hombres)
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que hacen superfluo ningún análisis, porque sólo serviría para ratificar estereoti-
pos sociales. El detalle de las gafas en la cara puede parecer no tan ligado al géne-
ro, pero se observa que los dibujos de científicos hombres llevan gafas en mayor
proporción (46%) que los dibujos de científicos mujeres (34%). En el caso de la
actividad que aparece realizando el científico, también se notan algunas diferen-
cias específicas según el género del científico dibujado: los dibujos de científicos
hombres aparecen con más frecuencia mezclando (11%) o manipulando (11%)
en mayor proporción que los dibujos de mujeres científicas (3% y 5%, respecti-
vamente).
En cuanto a los complementos personales, las chicas colocan más objetos per-
sonales que los chicos en la figura del científico (tabla I); las diferencias entre chi-
cos y chicas sobre la distribución normalizada de los objetos en cada grupo se
centran especialmente en los botones, con una proporción más alta entre las chi-
cas que los chicos.
Las diferencias en el tipo de objetos científicos que dibujan chicos y chicas
no son relevantes. Para los objetos más frecuentes, las chicas dibujan más
libros y estrellas, mientras que los chicos dibujan más aparatos de destilación,
máquinas y microscopios. El resto de las diferencias resultan irrelevantes, pero,
como último rasgo, cabe señalar los objetos exclusivos de género (objetos seña-
lados sólo por un género y no por el otro), aunque el exiguo número de casos
observados (uno a cinco) no les concede mayor relevancia. Así, sólo las chicas
dibujan compás, mascarillas, fonendos, linternas, montañas, minerales, morte-
ros y metales, mientras los objetos exclusivos de los chicos son bombas, misi-
les, turbinas, aviones, coches, herramientas, guantes, trajes espaciales, máqui-
nas del tiempo, buzos, estalactitas, volcanes, cámaras fotográficas, radio/TV,
cantimplora y estufa de laboratorio. Por tanto, los chicos dibujan más objetos
exclusivos que las chicas, y en general, los objetos exclusivos de los chicos tie-
nen un carácter marcadamente más tecnológico que los objetos exclusivos de
las chicas.
TABLA IX
Medias y desviación estándar del número de muebles y el número de objetos científicos dibujados por los
estudiantes, según el género y significación de las diferencias entre géneros
GÉNERO Significación
––––––––––––––––––––––– Total –––––––––––––––––––––––
Mujer Hombre T GS
NÚMERO DE MUEBLES
Media 2.26 2.18 2.22 .47 .642
Dv St 1.90 2.00 2.00
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Notas
1
Este estudio ha sido realizado en el marco del estudio internacional La Ciencia y los Científicos, dirigido por
Jane Mulenwa, Jayshree Metha y Svein Sjoberg.
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Extended Summary
The image students have of science and scientists is important for science
education as it is closely linked to the way science is taught and learned in scho-
ols. Greater knowledge of students’ notion of science is helpful for improving
science teaching and learning. Previous research has suggested that students’
stereotypic image of scientists include: being predominantly male, wearing
glasses, having a beard, and being bald. However, above all it is dominated by
the classic image of the “crazy scientist”. It is thus generally considered that
scientists spend their time in a laboratory, surrounded by substances, live beings
and technological artifacts. Moreover, gender is a worldwide variable in science
education, given the persistent differences between girls’ and boys’ image of
science. Students’ image of science and scientists has been frequently studied
using paper and pencil tests, but also through their drawings. Draw-a-Scientist
(DAST) is a projective test which involves drawing a picture of a scientific per-
son, and was administered in the present study to elicit students’ image of scien-
tists. The paper reports the results of administering the DAST to a sample of
443 13-year old secondary school students, balanced by gender, from eight dif-
ferent schools.
The drawings were analysed by classifying items along two dimensions, per-
sonal and situational. The personal dimension refers to all the details drawn on
the scientist, such as: gender, general appearance, face, hair, eyes, clothes, and
manipulative procedures. The situational dimension includes all items external
to a person that are surrounding the scientist in the picture, such as: overall con-
text, number and type of furniture, substances, live beings, and number and
type of apparatus.
Results show that the feature of madness or craziness represented by the
“crazy scientist” stereotype is not at all frequent. Other traits such as baldness,
glasses, and having a beard are no longer considered stereotyped characteristics
of scientists. With respect to gender, male scientist still appear more often than
female, but only in a two to one proportion. The most important features of
scientists are their location inside the laboratory, wearing a white overcoat, and
in the presence of laboratory instruments, (mainly glass apparatus, such as test
tubes and flasks at times linked in complex ways).
The image of science that emerges from students’ drawings might be labelled
as a kind of applied chemistry carried out in the laboratory. Scientists are repre-
sented manipulating substances and artifacts, inventing chemicals, observing
things, sometimes through telescopes and microscopes, thinking and talking.
This empirical image of science is incomplete and distorted, as it ignores or
depreciates the value of theoretical reflection in science. Moreover, the fact that
practically all students drew a lone scientist could be a sign of the “ivory tower”
myth, that understand scientific research as an individual endeavour, ignoring
the collective nature of science, and the pervasive influence of technological,
social, political and ideological contexts.
Although girls’ and boys’ overall image of scientists are found to be similar,
particular characteristics emerge that could be a sign of more important underl-
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ying differences. The scientist’s gender depicted in the drawings is particularly
influenced by the subject’s gender: boys drew male scientists almost exclusively,
while girls appeared divided in half, drawing the same number of male and
female scientists. Quantitative results show that girls included more apparatus
and furniture than boys, while the latter drew more substances and live beings
than girls. Qualitative differences show that girls included more buttons, books,
and stars, depicting scientists in more passive activities, while boys drew more
engines and destilation sets, and placed scientists in more dynamic activities.
Girls’ and boys’ attitudes to science —inferred from these results— does not
support the hypothesis, frequently reported in other studies, that girls’ are less
interested in science.
Summing up, results on the DAST does not support some charateristics of
students’ image of scientists reported in previous studies, such as the crazy scien-
tist stereotype or the almost exclusive male representation. It however reinforces
others, such as wearing a white overcoat, working in a laboratory, and manipu-
lating artifacts, tubes, liquids, and fumes. Although inferences about scientific
epistemology are hard to extrapolate from drawings, some salient features are
put forth.
Anexo
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