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Así lo afirma el escrito Alejandro Jodorowsky con gran lucidez y razón, pero ¿Cómo

podemos alimentar y construir nuestra propia esencia?La imaginación se ejercita a través


de la lectura, por lo tanto lo que leemos es lo que nosotros somos y la forma en
comprendemos al mundo y a nosotros mismos
La lectura estimula la actividad cerebral, fortalece las conexiones neuronales y aumenta la
reserva cognitiva del cerebro, un factor que se ha demostrado ser protector ante
enfermedades neurodegenerativas
Esto de acuerdo a estudios de la Sociedad Española de Neurología, que afirman que
nuestro cerebro, para que goce de buena salud, necesita que los mantengamos activo y la
mejor manera de cuidarlo es leyendo. El doctor Guillermo García Ribas, Coordinador del
Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de esta institución europea asegura que la
lectura es una de las actividades más benéficas para la salud mental pues se fortalecen
conexiones neuronales. Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un
individuo, es decir la cantidad de lectura que se hace, mayor capacidad tiene su cerebro
para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías tales como el Alzheimer
Así la lectura es una acción preventiva ante enfermedades como Alzheimer y la
demencia, un ejercicio que mantiene la salud mental y también una forma de
enriquecer nuestra personalidad y nuestra capacidad de disfrutar al mundo.
Ahora lo saben: somos lo que leemos
Enfermedad de Alzheimer
Un cerebro activo mejora sus funciones e incrementa la rapidez de la
respuesta. Como refiere la SEN, “mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro
a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y
a imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual estimulando
nuestras neuronas; además, la lectura también genera temas de conversación,
lo que facilita la interacción y las relaciones sociales, otro aspecto clave para
mantener nuestro cerebro ejercitado”.
En este contexto, las demencias son las enfermedades neurológicas más
estrechamente ligadas con la reserva cognitiva. Y entre las demencias, por lo
general caracterizadas por un deterioro persistente y progresivo de las funciones
cerebrales superiores –memoria, lenguaje, orientación, cálculo o
percepción–, destaca, dada su gran prevalencia, la enfermedad de Alzheimer.
Las personas pueden sufrir:
Cognitivos: deterioro mental, dificultad para pensar y comprender, confusión,
confusión en las horas de la tarde, delirio, desorientación, dificultad para
concentrarse, incapacidad para crear nuevos recuerdos, incapacidad para hacer
operaciones matemáticas sencillas, incapacidad para reconocer cosas comunes,
invención o olvido
Comportamiento: agitación, agresión, cambios de personalidad, deambular y
perderse, dificultad con el cuidado personal, falta de autocontrol, irritabilidad o
repetición sin sentido de palabras propias
Estado de ánimo: altibajos emocionales, apatía, descontento general, enfado o
soledad
Psicológicos: alucinación, depresión o paranoia
También comunes: habla confusa, incapacidad para combinar movimientos
musculares o pérdida de apetito

“adoptar medidas preventivas, como por ejemplo fomentar la lectura dado que
se ha comprobado que leer retarda y previene la pérdida de memoria,
permitiría retrasar la aparición de estas enfermedades y, por lo tanto, reducir el
número de casos”.
Sobre todo en niños y mayores
Es más; la lectura también presenta otras importantes ventajas para la salud,
caso de la reducción del estrés, origen o factor de empeoramiento de muchas
dolencias neurológicas como las cefaleas, la epilepsia o los trastornos del
sueño; y del desarrollo de buenas rutinas de higiene del sueño en los casos en
los que se practica la lectura antes de dormir.
Por todo ello, y atendiendo a sus beneficios, la lectura debe fomentarse en
todas las edades. Y muy especialmente, en los niños y en las personas
mayores. “En los niños, porque es el mejor momento para inculcarles este
hábito y, además, su cerebro y sus funcionalidades están
todavía desarrollándose. Y en los mayores, para que puedan seguir
manteniendo su cerebro activo a pesar de que su actividad sea más reducida,
la lectura diaria es un estímulo más para su cerebro”,
Qué es el Alzheimer. Esta enfermedad afecta a 1 de cada 10 personas mayores de
65 años. El riesgo de padecer Alzheimer aumenta a medida que envejecemos. La
enfermedad comienza lentamente. Primero afecta a las áreas de nuestro cerebro
que controlan nuestra memoria, pensamiento y lenguaje. Las personas que
padecen el mal de Alzheimer pueden tener dificultades para recordar
acontecimientos que sucedieron recientemente, los nombres de personas que
conocen, pueden extraviar cosas y perderse en lugares conocidos. El Alzheimer
no es una fase normal del envejecimiento. Esta enfermedad termina afectando
gravemente a la capacidad de una persona para llevar a cabo sus tareas
cotidianas.
¿Qué es el Alzheimer?
La Enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad cerebral asociada a
demencia que ocasiona problemas en la memoria, en el pensamiento, y en el
comportamiento de la persona que padece esta enfermedad.
 Enfermedad de Parkinson: segunda enfermedad
neurodegenerativa más común. En las personas afectadas por este
mal mueren selectivamente unas neuronas implicadas en la
producción de un químico cerebral, la dopamina, que interviene en
la regulación de los movimientos. El déficit de dopamina provoca
síntomas como temblor, rigidez o lentitud de movimientos.
 Esclerosis múltiple: a diferencias de las dos anteriores, la
esclerosis múltiple suele ser diagnosticada en adultos jóvenes. Es
también una enfermedad autoinmune, lo que implica que el sistema
inmunológico de los afectados termina dañando células nerviosas
sanas. Se manifiesta en síntomas como fatiga, problemas de visión,
sensación de entumecimiento y hormigueo en diversas partes del
cuerpo.
 Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): los afectados van
perdiendo progresivamente el control de los músculos de su
cuerpo. Aparece generalmente en personas mayores de 50 años y el
tiempo de vida estimado después del diagnóstico es de 5 años,
aunque ya sabemos que estos datos pueden ser muy variables.
 Enfermedades neuromusculares: bajo esta categoría se incluyen
más de 100 enfermedades que cursan con pérdida de fuerza de los
músculos. Aunque pueden aparecer a cualquier edad, alrededor de
la mitad de los casos surgen en la infancia.

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