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Congreso Nacional de la Unión Nacional Bautista de Venezuela

Tomando decisiones asertivas


Tamar Montilla, octubre – noviembre 2014

“El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va”

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944, escritor francés

Introducción

La vida está llena de situaciones en las que hay que decidir. Algunos ejemplos de esto son: la hora de
levantarse y acostarse, qué vas a comer, la ropa que te vas aponer, las cosas que le vas a contar a otros,
entre tantas cosas cotidianas.

Ahora, el tema para hoy, es tratar de pensar algunos elementos que nos ayudarán a decidir de manera
asertiva, esto quiere decir, de manera adecuada. Para ello, vamos a tratar de revisar algunos elementos
que intervienen en la toma de decisiones: autoestima, asertividad y comunicación, hasta llegar al
momento de decidir.

Estos temas han estado vinculados con los jóvenes y adolescentes de todos los tiempos. Al revisar
algunas historias bíblicas lo podemos constatar. ¿Recuerdas el caso de José? Decidió huir y dejar a la
voluptuosa esposa del faraón para no ceder a sus pasiones sexuales. ¿Y qué decir del caso de Daniel
quién se apartó de las costumbres de los jóvenes en el contexto en el que se encontraba? Ellos sufrieron
las mismas presiones que nosotros, que ustedes aunque parezca que sus historias sean lejanas.

Dos actitudes básicas para decidir asertivamente


“Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas”
Franz Kafka (1883-1924), escritor checoslovaco

Ya he sugerido que para decidir hace falta tener presente algunas actitudes. Entre ellas se puede
mencionar la autoestima y la asertividad.

(1) La autoestima, comenzaremos señalando: “ninguno se crea mejor de lo que realmente es.
Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les
haya dado” (Romanos 12:3, NTV)
Puede decirse que la autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos. La opinión que tenemos
de nosotros de una forma general. Así se han descrito dos desviaciones de ella:

Una persona con autoestima alta manifiesta un exceso de confianza en sí misma. Tiene una concepción
de que su mejor recurso es su propia persona, se ama y se quiere a sí misma, se acepta, pero
colocándose en el centro de la vida. Tiene una tendencia al egocentrismo, lo cual hay que mirar con
cuidado porque esto desplaza a Dios del centro de la vida, llevando a la vanidad, entre otros.
Una persona con autoestima baja piensa que es insignificante, la soledad parece perseguirla y tiene
dificultades para comunicarse. Igualmente tiene sus riesgos. Debemos recordar que al ser creados a la
imagen y semejanza de Dios recibimos en consecuencia una característica que nos distingue de los
demás seres creados: Dignidad humana.

La percepción inadecuada de sí mismos se construye desde la infancia. A partir de las experiencias y


comunicaciones con las otras personas, se compara nuestro propio valor con las que nos ha dado el mundo.
Esta calificación que nos damos es la autoestima, y se va asimilando a través del concepto que otros nos
transmiten.

Para tener una adecuada valoración de nosotros mismos

Reconocer que nuestras debilidades y fortalezas


Creer y decidir que se puede cambiar
Decidir cambiarla
Hacer un balance de virtudes y defectos.
Empezar con lo sencillo.
Cambiar para nosotros mismos.
Aprender a vivir con lo que requiere de más tiempo para cambiar.

Hagamos un ejercicio aquí. Toma unos minutos para escribir 5 cualidades positivas y 5 cualidades
negativas.

La conexión entre autoestima y toma de decisiones esté en el hecho de que el nivel de confianza que se tiene
consigo mismo es lo que permite tomar decisiones propias sin temor de lo que los demás puedan pensar.

(2) La asertividad: es la actitud que permite comunicar de manera clara lo que creemos, sentimos y
pensamos; la expresión oral es directa, respetuosa, sin agresión a nuestro interlocutor. Un énfasis
adicional, es decir lo que se quiere pero sin agresividad. La asertividad implica expresar: (1)
Valores con firmeza; (2) Pensamientos con claridad; (3) sentimientos con profundidad.
Quisiera resaltar un beneficio de la asertividad: La gente asertiva impone de manera natural respeto y
admiración. Este elemento de aceptación no debe ser un objetivo en sí mismo, es más bien una
consecuencia del estilo de comunicación que se ha elegido. Para ser asertivo se necesita:

1. Valorarnos y aceptarnos a nosotros mismos, este es el vínculo entre autoestima y asertividad.


2. Mantener con firmeza nuestra posición, respetando a los otros. Firmeza no es igual a agresividad.
3. Ser claros directos y firmes en la comunicación. Se trata de mantener y defender la postura
personal.
4. Saber cómo, cuándo y dónde decir las cosas. Pertinencia, elegir adecuadamente el momento.

La asertividad tiene componentes que nos ayudan tomar decisiones relevantes y por ende
trascendentes en la vida, ya que pueden cambiar el rumbo de la misma.

Respeto por uno mismo Comprensión de la historia propia, de los triunfos y fracasos
pasados. Acepta las experiencias sin énfasis en la culpa de las
cosas que no han ido bien.

Respeto a los demás Aceptar al otro en su esencia como persona. Respetar sus formas
de pensar, sentir y actuar. Saber que hay espacio para disentir.

Uso de mensajes directos Los demás no pueden adivinar nuestros mensajes. Ser claros en
lo que se quiere comunicar.

Honestidad Se valora la franqueza al expresar los sentimientos e ideas.


Existe una línea muy fina entre trasparencia y agresividad
verbal, la cual se debe cuidar.

Ser apropiados Buscar el mejor lugar y momento para decidir y comunicar las
cosas.

Control emocional Encauzar las emociones para que no interfieran en la


comunicación.

Saber escuchar Comprender lo que los demás quieren transmitirnos.

La toma de decisiones
“Miles son las situaciones, diversas las circunstancias, una la vida…”
Forma clara y precisa puede decirse que la toma de decisiones es el proceso mediante el cual: (1) Se
determina qué hacer; (2) define la dirección que se va a tomar, en este sentido, se determina el futura y las
metas; (3) se escogen los pasos a seguir para el logro de las metas planteadas; (4) se transita en la solución
de situaciones o problemas.

El proceso intencionado de toma de decisiones presenta algunos beneficios: (1) Alcanzar y disfrutar metas;
(2) Valorar las diferentes opciones; (3) Considerar las consecuencias inmediatas; (4) Reflexionar acerca de
la decisión tomada – evaluar-.

Ante una situación dada, por ejemplo, una relacionada con la sexualidad, será importante tratar de seguir un
cierto orden para decidir:

(1) Hacer un esfuerzo por entender la situación: ¿Cuál es la situación que se nos ha presentado?
(2) Buscar y enlistar diferentes posibilidades de solución y las opciones a nuestro alcance: ¿Qué
opciones tengo?
(3) Obtener la mayor información posible a cerca de cada una de las opciones: ¿Cuáles son las
implicaciones de cada opción?
(4) Especificar ventajas y desventajas.
(5) Considerar consecuencias negativas y positivas a corto, mediano y largo plazo.
(6) Tener en cuenta nuestros valores: ¿Se corresponde con lo que creo?
(7) Tener en cuenta las preferencias de las personas que puedan involucrarse en la decisión.
(8) Seleccionar la mejor alternativa.
(9) Tomar la decisión e implementarla: Atreverse.
(10) Observar y evaluar los resultados: ¿Cómo resultó todo? ¿Era lo que esperaba?

Cada persona tiene derecho a tomar sus propias decisiones. También tiene la oportunidad de equivocarse,
particularmente cuando el equivocarse no es parte del plan. En este aspecto hay una conexión entre
asertividad y toma de decisiones.

Todas las etapas de la vida tienen sus características y limitaciones. Al mirar a la adolescencia y a la
juventud hemos de admitir que hay una cierta impulsividad para tomar decisiones en cuanto al inicio de las
relaciones sexuales, el consumo de drogas, la elección de amistades, entre otras. Hacer las cosas de esta
manera, decidir guiados por el impulso, nos aleja de la comprensión de las consecuencias, pero ellas nos
alcanzan sin duda alguna. Todos sin excepción pasamos por estos momentos. La diferencia puede estar en
que unos exteriorizan sus procesos más que otros.

Tomando decisiones asertivas


“Cada instante es una semilla de la que germinará el fruto de tus decisiones”
Al revisar, por separado, la autoestima, la asertividad y el proceso de toma de decisiones, se nos
plantean algunos desafíos. Por eso, creo que es oportuno que hagamos otros ejercicios.

Responde con franqueza las siguientes preguntas.

Pregunta Respuesta

¿Tú eres el que decides sobre tu vida?

¿Qué tomas en cuenta para tomar decisiones?

¿Has dejado que alguien más decida por ti?

¿Has hecho algo que no te guste?

¿Estás tomando decisiones acertadas para llegar a ser lo


que siempre has querido ser?

¿Eres coherente con tus decisiones?

¿Has tomado decisiones apresuradas y te han alejado de tu


objetivo principal?

¿Qué fue lo que te hizo decidir tan precipitadamente?

Cuándo tomas decisiones, ¿piensas en las consecuencias?

¿Qué es lo que más trabajo te cuesta decidir?

¿Respecto a qué persona te cuesta más trabajo decidir?

¿Hay alguna persona que te haga tomar decisiones que te


alejen de tu objetivo?

¿Qué haces para impedir que otros tomen decisiones por ti?

¿Realmente estas tomando decisiones que me acerquen a tu


meta principal? ¿Tienes metas?
Veamos este otro ejercicio. Selecciona tu respuesta:

Pregunta SI NO

1.- ¿Expresas generalmente lo que piensas?

2. ¿Protestas cuando alguien se mete en la fila?

3.- Cuando una persona te debe dinero, libros o algo que le prestaste, ¿te
resulta fácil mencionarlo o exigirlo?

4.- ¿En un restaurante pides al mesero que te cambie tu carne mal cocida o el
platillo mal servido?

5.- ¿Expresas tus muestras de afecto, cariño o amor con libertad?

6.- Cuando alguien muestra afecto o reconocimiento por lo que has hecho, ¿te
resulta fácil recibir el halago?

Al tomar decisiones asertivamente estamos elevando nuestros valores, nuestros principios y lo


que deseamos hacer por encima de lo que nos marca el mundo que nos rodea. Esto nos exige:

(1) Fortaleza de ánimo.


(2) Claridad de pensamiento en cuanto a lo que somos, lo que creemos, para dónde vamos.
(3) Afrontar con dignidad y respeto el desacuerdo o rechazo de los demás.
(4) Confianza en Dios, quien no nos dejará avergonzados;
(5) Confianza en nosotros mismos, en la justa medida, para saber lo que podemos hacer;
(6) Confianza para encontrar grupos de amigos con quienes compartir puntos de vista
similares. Rodearse de círculos de calidad.
(7) Control emocional para no dejarnos llevar por los ataques de los cuales podamos ser
blanco ni tampoco pasar al extremo de la pasividad que tampoco es asertiva.
(8) Coherencia para hacer lo que hemos decidido.
(9) Gallardía para seguir adelante aunque hayamos cometido un error.

Decisiones importantes en la vida del joven y adolescente

Los datos de esta sección serán una adaptación del autor Sean Covey1. En su propuesta
presenta el resultado de una investigación realizada a 999 adolescentes que le permitieron

1
Las 6 decisiones más importantes de tu vida. Sean Covey. Palabra. Madrid, 2013.
llegar a establecer seis (6) aspectos de la vida que representan desafíos significativos en la
toma de decisiones. Tales momentos en la vida actual de cada joven y adolescente tendrá
repercusiones en su vida a mediano y largo plazo.

(1) Colegio, universidad: ¿Qué vas a hacer en relación con tu educación? ¿Por qué es una
decisión tan importante? Quizá la respuesta está vinculada con la cantidad de opciones que se
abren o se cierran ante otra demanda social y de autogestión de la vida adulta: la ocupación u
oficio.

(2) Amigos: ¿Qué clase de amigos elegirás? Algunos tienen mayores fortalezas sociales que
les lleva a hacer amigos fácilmente; para otros, esto es una auténtica pesadilla. Los
adolescentes tienen una enorme necesidad de ser aceptados, y eso a veces les lleva a tomar
malas decisiones. Ceder al lenguaje, la forma de vestirse, los vicios, otras prácticas es parte de
los rituales de aceptación a los que nos vemos expuestos.

3. Padres. ¿Te vas a llevar bien con tus padres? «La calidad de la relación que quieras tener
con tus padres es una elección, y se trata de una de las decisiones más importantes que tomarás
en tu vida. Debes saber cómo construir esa relación, expresiones en familia que siempre
funcionan (para bien), cómo sobrevivir a un divorcio, o qué hacer cuando tus padres son un
verdadero desastre».

4. Noviazgo y sexo. ¿Con quién vas a salir y que vas a hacer respecto al sexo? «Más vale tener
claro con qué tipo de gente vas a salir y qué vas a hacer en relación al sexo, porque si no, otra
persona tomará la decisión por ti, lo que en realidad no quieres que ocurra». Ante este
escenario tienes la necesidad de saber cómo actuar inteligentemente ante el noviazgo, cuál es
el problema de centrar su vida en una pareja, cómo identificar señales de alerta en una
relación, cuáles son las Enfermedades de Transmisión Sexual, entre otras cosas de
importancia.

5. Adicciones. ¿Qué harás respecto a fumar, beber, consumir drogas y otro tipo de adicciones?
« están obligados a saber la verdad sobre el alcohol, las metanfetaminas, el éxtasis, la
cocaína... y hasta de los medicamentos que se venden con receta médica»

6. Autoestima: ¿Optarás por quererte a ti mismo? «Aprender a gustarte a ti mismo también es


una elección. A lo mejor no lo parece, pero es verdad. Es cuestión de aprender a obtener tu
seguridad desde dentro, no desde fuera... ni de lo que los demás digan de ti. Es absurdo
obsesionarte con las opiniones que otros tienen de tu persona. Pero para eso hay que conocer
cómo construir los cimientos de una autoestima saludable, desarrollar habilidades y talentos
únicos, y explorar en tus propias minas para encontrar diamantes»

Concluyendo

 La vida nos pone en situaciones de tomar decisiones de manera constante.


 Las decisiones pueden ser sencillas como las de la vida cotidiana o de trascendencia
pues proyectan el presente a un futuro trascendente.
 La autoestima y la asertividad se vincular significativamente en la toma de decisiones.
 La autoestima adecuada nos lleva a expresar con libertad nuestros pensamientos,
valorar nuestras emociones y a conducirnos de manera provechosa para nosotros,
nuestras familias y los demás.
 La asertividad nos permite elegir lo que creemos que es lo mejor alejándonos de lo
presión del grupo que no siempre marca las mejores opciones de decisión.
 Los valores, nuestros principios de vida, determinan la forma en que pensamos, luego
la forma en que decidimos. Debemos cuidar qué estamos pensando sobre temas como
la sexualidad, las adicciones, las amistades, la profesión, el servicio a Dios, el trabajo,
la familia, el noviazgo, entre otros.

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