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Michael Andrés Torres Martínez 030100492014

LA CURA PEOR QUE LA ENFERMEDAD

Hace pocos días cayo el impuesto a las bebidas azucaradas contemplado en la


nueva reforma tributaria, que busca implantar el gobierno, lo que se buscaba con
este nuevo impuesto era prevenir enfermedades en la población, como disminuir el
sobrepeso que día a día afecta más a la sociedad colombiana y sobre todo a los
niños; de paso la medida iba en busca de la aportación de una cantidad enorme de
dinero que sería invertida en el sector salud. Pero verdaderamente esta medida que
buscaba el gobierno es una buena estrategia para contrarrestar el consumo máximo
de este tipo de bebidas, es esta realmente “la cura para esa enfermedad” o más
bien esta es una medida superficial, sin estudios previos y donde no se indago más
allá, donde el problema real pasaría de un problema donde adquirir una de estas
bebidas seria costoso y a algo más real, que sería un problema cultural de la
sociedad colombiana, y los problemas económicos que vive un ciudadano de a pie
de los países del tercer mundo.

Es bien sabido que el consumo máximo de bebidas azucaradas causa graves


problemas a la salud debido a su alto contenido calórico, esto muchas veces se
pasa por alto y se sobrepasa su consumo, lo que eleva las cantidades diarias de
calorías recomendadas por la organización mundial de la salud. Este problema que
afecta no solamente a Colombia sino a prácticamente todo el mundo. En nuestro
país hace parte de una serie de problemas que afecta la sociedad colombiana
debido a sus costumbres culturales, el consumo máximo e indiscriminado de este
tipo de bebidas viene desde hace muchos años donde estas se volvieron parte de
la canasta familiar de los colombianos, siendo algo infaltable en una celebración,
una salida a comer fuera de casa y hasta dentro de casa, en almuerzos y cenas,
hasta llego a ser parte de la lonchera de los niños, esta última situación se ve en
aumento y tiende a ser repetitiva y con proyecciones hacia el futuro debido a la
cantidad de jóvenes que día a día se convierten en padres a más temprana edad,
lo que pasa con esto es que su falta de madurez se asocia con su falta de
responsabilidad lo que se ve reflejada en la alimentación que otorgan a sus hijos
que es muy poco balanceada y baja en nutrición.

Otro factor cultural que afecta la sociedad colombiana, es la llamada “cultura del
facilismo” que hace que queramos todo más fácil, sin un mayor esfuerzo o
compromiso alguno, esto se refleja en la alimentación que le damos diariamente a
nuestro cuerpo, donde preparar un jugo natural y otra bebida más nutritiva, implica
un esfuerzo mayor o trabajo alguno, mientras que para consumir bebidas
azucaradas como las gaseosas, tan solo basta con ir a comprarla a una tienda o
supermercado y en algunos casos hasta pedir un domicilio para su adquisición, es
tal el punto de esta cultura del facilismo que nos ha consumido día a día a través de
muchos años a lo largo de la historia colombiana y ha hecho cambiar nuestros
hábitos alimenticios y nuestras costumbres gastronómicas más tradicionales, donde
un bandeja paisa se acompañaba con un buen jugo natural paso a ser remplazado
por una gaseosa y el caso más extremo de la perdida de nuestra identidad y que
podemos ver reflejada acá en nuestro departamento, es el caso del tamal, que paso
tradicionalmente de ser acompañado de un chocolate caliente con pan a ser
remplazada por una gaseosa, puntualmente una Coca-Cola.
No solo es esta cultura lo que afecta a Colombia, sino también un factor económico
relacionado con otro factor cultural que no afecta a gran parte de los países de
Latinoamérica, del tercer mundo y hasta grandes urbes de distintos países del
continente europeo y asiático. Cada vez vemos como el afán del mundo por
desarrollar nuevas tecnologías, buscar nuevas curas a enfermedades o
simplemente el afán por hacer más y más dinero, a llevado a las personas a
olvidarse de las cosas verdaderamente básicas y esenciales para la vida de
cualquier ser humano, como lo es la alimentación, que muchas veces pasa a ser lo
más rápido y fácil que ofrezca el mercado en una sociedad consumista. Esto ocurre
debido a que las personas empiezan a vivir con tal rapidez la vida que los tiempos
de descanso y alimentación son sustituidos por trabajo y más trabajo, entonces
buscan lo que implique menor esfuerzo y tiempo; si se compara cuanto se demora
hacer un jugo y comprar una gaseosa, es una diferencia abismal por esos motivos
el aumento de estas bebidas azucaras ha ido en aumento y así mismo ha crecido a
un ritmo desenfrenado las enfermedades causadas por este tipo de bebidas,
enfermedades como el sobrepeso que afecta a personas en todo el mundo.

Algo que no tuvo en cuenta tampoco el gobierno al momento de pasar dentro de la


reforma tributaria este agrave a las bebidas azucaradas, fue los problemas sociales
que podría causar la nueva medida, junto con las pérdidas económicas para el país,
empresas productoras y colombianos de a pie. Uno de los hechos que se pudo
haber presentado era el contrabando y las mafias que se hubieran creado para
poder pasar por alto el pago del impuesto y poder así llevar este tipo de bebidas
azucaradas a las mesas de los colombianos, esto sería una gran pérdida económica
para el gobierno. Otro hecho que se presentaría seria la quiebra y cierre conjunto
de miles de tiendas en Colombia, dejando sin un trabajo a muchas personas y
familias que viven de esto, ocurriría lo mismo con las plantas de producción de
bebidas azucaradas que dejaría a miles de personas sin empleo ya que tendrían
que cerrar algunas de sus plantas o disminuir su personal, así como su producción.
Afortunadamente esta medida ya no se implementará, hubiera traído más prejuicios
que beneficios, donde hubieran sido miles de afectados y millones de pesos en
perdidas, estas medidas están mal pensadas, no se piensan desde el ámbito
cultural y social, donde primero se deberían hacer campañas de alimentación infantil
para que así se creen los hábitos de los niños y estos se reproduzcan en la
adolescencia y adultez, además de un plan de acompañamiento donde se suplan
alimentos balanceados a algunos sectores de la población. Otro tipo de campaña
que ayudaría bastante sería una en pro de los alimentos agrícolas, principalmente
frutas y verduras, se tendría que llevar acabo en conjunto con los campesinos y
grandes agricultores de frutas para otorgar beneficios, subsidios y algunas garantías
de precios para que sea más accesible adquirir unas libras de frutas para jugos a
colombianos promedios. Este impuesto desde un inicio fue basado en convicciones
puramente, debido a que los estudios y medidas desarrolladas en otros países
siempre llevo al fracaso y a un sinfín de repercusiones negativas tanto para el
gobierno y su economía, como para su población. El problema del alto índice de
consumo de bebidas azucaradas en nuestro país por lo tanto corresponde a un
cierto número de variables culturas, sociales y económicas, donde primeramente se
tendría que erradicar la neurosis colectiva que vive el mundo actual por querer tener
avances de todo tipo a niveles cada vez mayores.

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