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Micronutrientes múltiples en polvo para el

enriquecimiento doméstico de los alimentos


consumidos por niños de 6 a 23 meses
Los lactantes y los niños son los grupos más vulnerables a la carencia de
micronutrientes, pues necesitan una gran ingesta de vitaminas y minerales para su
rápido crecimiento y para un desarrollo adecuado. Las carencias de vitamina y
minerales, especialmente de vitamina A, hierro y cinc, contribuyen de forma
significativa a la morbilidad y mortalidad de los menores de 5 años.

Hay intervenciones para prevenir y tratar las carencias de micronutrientes, como la


promoción de la lactancia materna, el enriquecimiento de los alimentos básicos y
complementarios o la administración de suplementos. Sin embargo, los
impedimentos y obstáculos, como la inobservancia de los tratamientos, la mala
aceptación, las deficiencias de los canales de distribución o la escasez de
profesionales sanitarios capacitados) pueden reducir la eficacia e impacto de estas
y otras intervenciones para resolver las carencias de micronutrientes.

Los polvos con múltiples micronutrientes son una forma alternativa de proporcionar
micronutrientes a la población cuando resulta difícil poner en práctica otras
intervenciones. Dichos polvos vienen en sobres monodosis y contienen vitaminas y
minerales que se pueden espolvorear sobre cualquier alimento semisólido
consumido en casa, en la escuela o en cualquier otro lugar. Los polvos se utilizan
para aumentar el contenido de micronutrientes de la dieta del niño sin cambiar sus
hábitos alimentarios.

Se ha demostrado que los polvos con múltiples micronutrientes reducen el riesgo de


ferropenia y anemia en menores de 2 a 12 años.

Recomendaciones de la OMS
En niños de 6 a 23 meses, se recomienda enriquecer los alimentos
complementarios* en el lugar de consumo con polvos de micronutrientes que
contengan hierro, a fin de mejorar la dotación de este mineral y reducir la anemia
en poblaciones en las que la prevalencia de la anemia entre los menores de 2 años
o los menores de 5 años sea igual o superior al 20%.

*Según la publicación de la OMS titulada Complementary feeding: report of the


global consultation (disponible únicamente en inglés), la alimentación
complementaria apropiada debería empezar a la edad de 6 meses, manteniendo la
lactancia materna hasta los 2 años o más. Otras orientaciones sobre la alimentación
complementaria que pueden ayudar a la aplicación de esta directriz son la
publicación de la OMS/OPS titulada Principios de orientación para la alimentación
complementaria del niño amamantado y la publicación de la OMS titulada Principios
de orientación para la alimentación de niños no amamantados entre los 6 y los 24
meses de edad.

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