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Universidad del Rosario

Facultad de Ciencia Política y Gobierno, y Relaciones Internacionales.


Teoría de las Relaciones Internacionales II.
Jesus Antonio Rojas Antoniotti.
19 de mayo del 2019.

Opuestos dentro de las Relaciones Internacionales

Si bien, las teorías positivistas de las Relaciones Internacionales como lo son el realismo,
neorrealismo, liberalismo, etc., son las más reconocidas y las que más trascendencia y
recorrido han tenido desde la emergencia de las Relaciones Internaciones como disciplina
científica a mediados del siglo veinte, estas no son las únicas que conforman la disciplina.
Desde finales de la Guerra Fría, empezaron a surgir otras teorías dentro de la disciplina (post-
positivistas), de carácter crítico y constitutivo, las cuales tienen concepciones muy distintas
en varios aspectos frente a las teorías positivistas. Es por esto que es pertinente preguntarse:
¿Cuáles son las críticas formuladas por los enfoques post-positivistas (posestructuralismo,
feminismo, post-colonialismo y giro decolonial) a los supuestos epistemológicos y los
conceptos principales de las teorías clásicas de las relaciones internacionales? Y también
comentar acerca de nuevos elementos que aportan las teorías post-positivistas a la disciplina
de las Relaciones Internacionales. Debido a esto, primero, a través del presente escrito se
comentarán las principales críticas de estas nuevas teorías frente a las clásicas en aspectos
epistemológicos y teóricos. Y segundo, se hará énfasis en nuevos elementos que las teorías
post-positivistas hayan aportado a la disciplina.

Desde que los cientificistas triunfaron en el segundo debate de la disciplina contra los
tradicionalistas, el método científico, el cual consiste en encontrar la verdad a partir de la
observación empírica de los sucesos, siendo lo más objetivos posibles, para poder explicar,
predecir y controlar la verdad, comenzó a ser la única forma válida de generar conocimiento
acerca de los estudios internacionales. Esto generó que el conocimiento generado a partir de
otras formas distintas de epistemología y métodos no contara para la disciplina. Esto ha
generado que dentro de la propia ciencia empiece a existir una dominación del conocimiento
positivista, que, en la mayoría de casos, por lo menos en la disciplina de las Relaciones
Internacionales, proviene de los países desarrollados, del centro, del norte global o como se
les quiera llamar, y que además sea el conocimiento más difundido, como por ejemplo el
conocimiento estadounidense y británico en esta disciplina (Friedrichs, pág. 4).

No es casualidad que este conocimiento del norte global sea el que domina las Relaciones
Internacional, ya que estos países, que son los europeos y norteamericanos, han dominado al
mundo en todas sus maneras posibles desde hace más de 500 años cuando fue descubierta
América por el Imperio Español y posteriormente, en los siguientes cuatro siglos, los
europeos junto con los estadounidenses colonizaron las demás regiones del mundo, trayendo
consigo “las transferencias de las ganancias desde las colonias hasta las metrópolis, las
destrucción de las industrias locales, los actos individuales, sociales y culturales en las
colonias, y el resultado de la perdida de la identidad cultural y autoestima de las colonias.
(Biswas, pág. 221).

Esta dominación por parte de unos cuantos frente al resto en todos los ámbitos como lo son
la política o la ciencia, ha traído una división binaria entre las personas y/o países, en donde
los países y ciudadanos del norte global, junto con su cultura, se ven a ellos mismos como
los racionales, civilizados y desarrollados, aislando a los que no son como ellos, a los que no
generan ciencia de la misma manera que ellos, y tildándolos de irracionales, incivilizados y
no desarrollados. Esta división binaria, promovida por los que se hacen llamar desarrollados
y racionales a través de un instrumento como lo es el lenguaje genera una gran contradicción
de los positivistas racionales la cual es criticada por el enfoque post-estructuralista. Estos
argumentan que el lenguaje es un instrumento de poder, el cual genera discursos para crear
una identidad y generar que lo que no se encentre dentro del discurso, no es válido; no como
los positivistas que consideran la “universalidad del lenguaje científico: la creencia que el
mundo externo puede ser descrito con un lenguaje que no presupone nada y permitiendo así
que el observador se mantenga al margen de este mundo externo” (Campbell, pág. 227).

También, estas teorías post-positivistas hacen énfasis en que la manera como los positivistas
generan ciencia. Los positivistas consideran que es posible que el investigador se mantenga
aislado de lo que se investiga mientras observa el fenómeno para que el resultado sea
objetivo, y que siempre se debe investigar con el mismo método, que es utilizado desde la
ilustración ya que, según ellos, solo existe una realidad. Sin embargo, las teorías post-
positivistas argumentan que es imposible considerar, como los positivistas, que el
investigador este al margen de la realidad a la hora de observar los sucesos; consideran que
la separación sujeto-objeto no existe y que la realidad es un producto de la interacción social
humana y por lo tanto el contacto con la realidad esta medido por el carácter social de los
humanos. Es por esto que los teóricos post-positivistas “abogan por métodos más
interpretativos, ideaciones y sociológicos para entender las políticas globales” (Tickner &
Sjoberg, pág. 207).

Como se ha dicho en este escrito, las Relaciones Internacionales al ser una disciplina que
utiliza el método científico propio de la ilustración, y al ser una ciencia originada en el norte
global, más específicamente en Estados Unidos cuando este se convirtió en el hegemón
mundial, siempre se ha preocupado por explicar los fenómenos mundiales desde la
perspectiva y la realidad de los países del norte global, y según las preocupaciones que los
tomadores de decisiones de estos países posean. Es por esto que dentro de la disciplina se
han dejado de lado muchas veces las necesidades de los países que no tienen un protagonismo
en la escena internacional, los cuales son la mayoría, y de grupos sociales oprimidos, como
lo son muchas veces las mujeres; lo cual ha traído críticas a las teorías tradicionales de la
disciplina. También, los post-positivistas argumentan que los conceptos principales de la
disciplina muchas veces no incluyen a todo el mundo, sino son aplicables o reflejan la
realidad de unos pocos países. Por ejemplo, la teoría feminista de las Relaciones
Internacionales comenta que la anarquía, que es la condición en la que se encuentran los
Estados dentro del sistema internacional en donde hay la ausencia de un poder que controla
a los demás Estados (Mearsheimer, 2013), según la mayoría de positivistas, no es la que
verdaderamente constituye el sistema sino lo son las relaciones sociales, especialmente las
relaciones de género jerárquicas que desembocan en una subordinación de género (Tickner
& Sjoberg, pág. 207).

Otra crítica por parte de los post-positivistas a las teorías positivistas es la visión que hay
frente al sistema internacional. Para los positivistas, este es el espacio en donde se lleva a
cabo la interacción entre los Estados, donde existen los juegos de poder y cooperación. Sin
embargo, para los autores del giro decolonial, el sistema internacional es un espacio donde
hay una presencia de la dominación europea y norteamericana (países del centro) frente a los
países de la periferia formada durante siglos y que actualmente desemboca, principalmente,
en la jerarquización étnico-racial de las poblaciones y en una dominación marcada por la
división internacional del trabajo (Grosfoguel & Castro-Gómez, pág. 13).

No solo las teorías post-positivistas se han encargado de criticar epistemológicamente y


teóricamente a las teorías tradicionales de las Relaciones Internacionales, sino también han
aportado y enriquecido a las Relaciones Internacionales. Por ejemplo, la teoría feminista se
ha encargado de introducir el análisis de genero reclamando que solo a través de esto es
posible entender de manera completa el impacto que el Estado y la economía tienen sobre la
vida de los hombres y las mujeres (Tickner & Sjoberg, pág. 205). Los post-coloniales han
introducido a la disciplina el enfoque de analizar como la relación entre los colonizadores y
los colonizados han ayudado a que mutuamente estos dos “grupos” se vayan formando
conjuntamente, no tanto a través de la división internacional del trabajo, sino también a través
de una dominación cultural y política la cual ha establecer una superioridad europea sobre
“oriente” gracias a los procesos de colonización (Biswas, págs. 221-222).

Por último, otro aporte que han traído las teorías post-positivistas a las Relaciones
Internacionales son la utilización de nuevos métodos para la investigación. Los autores del
giro decolonial abogan que se debe dejar de lado los métodos euro-centristas para tener en
cuenta “los conocimientos sometidos/subalternizados por la visión eurocéntrica del mundo,
es decir, el conocimiento práctico de los trabajadores, las mujeres, los sujetos
racionalizados/coloniales, los gays y los movimientos anti-sistémicos” (Grosfoguel &
Castro-Gómez, pág. 21).

A manera de conclusión, se pudo apreciar que las teorías post-positivistas son de carácter
crítico y constitutivo ya que no aceptan, por un lado, ciertos postulados de las teorías
tradicionalistas por su manera de llegar al conocimiento, ya que estas dejan de lado las
preocupaciones de muchos países y poblaciones por la misma manera en que hacen ciencia.
Se dijo que son de carácter constitutivo ya que estas consideran que la realidad está hecha
por el humano y sus relaciones, ya sea por los colonizadores, los hombres que dominan la
vida de las mujeres, etc. Sin embargo, no todo es crítica en estas teorías, ya que han traído a
colación nuevos elementos que pueden enriquecer la disciplina como lo son los estudios de
género, los análisis de las relaciones colonizadores-colonizados y el pensar de cómo hacer
ciencia a través de nuevos modelos; todo esto para poderse desligar del método euro-centrista
y poder generar ciencia que incluya a los países y sectores sociales que históricamente han
sido oprimidos.
Bibliografía
Friedrichs, J. (2004). European Approaches to International Relations Theory. Routledge.
Biswas, S. (2013). POSTCOLONIALISM. En M. K. Tim Dunne, International Relations
Theories Discipline and Diversity. Oxford University Press.
Campbell, D. (2013). POSTSTRUCTURALISM. En M. K. Tim Dunne, International Relations
Theories Discipline and Diversity. Oxford University Press.
Tickner, A., & Sjoberg, L. (2013). FEMINISM. En M. K. Tim Dunne, International Relations
Theories Discipline and Diversity . Oxford Universty Press.
Mearsheimer, J. (2013). Structural Realism. En M. K. Tim Dunne, INTERNATIONAL
RELATIONS THEORIES. DISCIPLINE AND DIVERSITY (pág. 79). OXFORD.
Grosfoguel, R., & Castro-Gómez, S. (2014). El giro decolonial Reflexiones para una
diversidad epistémica má s allá del capitalismo global. Bogotá.

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