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2.

Revisión de literatura

2.1. Origen

El origen del género Lycopersicum se localiza en la región andina que se extiende


desde el sur de Colombia al norte de Chile. En la actualidad todavía crecen
silvestres las diversas especies del género en algunas de las zonas de la región
antes mencionada (Esquinas y Nuez, 2001; Rodríguez et al., 2001). La planta fue
llevada por los distintos pobladores de un extremo a otro, extendiéndose por todo
el continente (Rodríguez et al., 2001).

El tomate fue introducido en Europa en el siglo XVI. Al principio, se cultivaba solo


como planta de adorno. A partir de 1900, se extendió el cultivo como alimento
humano. La planta es potencialmente perenne y muy sensible a las heladas, lo
que determina su ciclo anual, de distinta duración según la variedad (Rodríguez et
al., 2001). El tomate se cultiva en las zonas templadas y cálidas. Se desarrolla
bien en un amplio rango de latitudes, tipos de suelos, temperaturas, métodos de
cultivo y es moderadamente tolerante a la salinidad (Chamarro, 2001).

2.2. Taxonomía

Siguiendo a Altunziker (1979) citado por Nuez (1996) nos dice que la taxonomía
generalmente aceptada es como se describe a continuación.

Reino: Vegetal
División: Tracheophyta
Subdivisión: Pteropsidae
Clase: Dicotiledóneas
Orden: Solanales
Familia: Solanaceae
Sub-familia: Solanoideae
Tribu: Solaneae
Género: Lycopersicum
Especie: Esculentum
Nombre Común: Tomate
2.4. Uso e importancia

La importancia agrícola del cultivo es la gran adaptabilidad que posee para


obtener elevadas producciones, ya que permite que se exploten tanto en climas
tropicales como en templados de diversas regiones del país. El tomate
(Lycopersicon esculentum Mill.) es una de las especies hortícolas de mayor
importancia en el mundo, usándose tanto en consumo fresco como en la industria.
En Chile, según estimaciones de ODEPA, en la temporada 2003/2004 se
cultivaron 1.500 ha de tomate en invernadero y 6.000 ha al aire libre para
consumo fresco, además de 10.400 ha destinadas a la agroindustria (Tapia, 2005)

2.5. Cultivo in vitro

La técnica de cultivo in vitro es una alternativa potencial e importante para la


conservación genotípica y permite además la obtención de un número elevado de
plantas en un espacio reducido y bajo condiciones controladas que evitan la
contaminación de diferentes agentes. Es una herramienta útil en programas de
mejoramiento, ya que tiene el potencial de producir plantas de calidad uniforme a
escala comercial, a partir de un genotipo selecto y con una tasa de multiplicación
ilimitada (Olmos et al, 2005).

Basado en el principio de la totipotencia, el cual establece que las células


vegetales son autosuficientes y tienen la capacidad de regenerar plantas
completas, se puede iniciar cultivos partiendo de semillas y partes de plantas
(flores, hojas, yemas y más órganos) en sistemas climáticos controlados (frascos,
tubos de ensayo, cuarto de crecimiento). Con las diversas aplicaciones que
presentan los cultivos in vitro se puede acceder a un material vegetal de excelente
calidad sanitaria y con más vigor que el obtenido por los métodos de propagación
convencionales (Esquinas, 2001).

2.6. Calidad se semilla

Molina et al., (2000), menciona que la calidad de una semilla para la siembra debe
reunir ciertas características como mínimo, que son: pureza varietal, libres de
semillas de malezas, libres de patógenos trasmisibles por semilla, tener un mínimo
de germinación y que varía de acuerdo a la especie.

Garay et al., (2003), afirma que la calidad de la semilla involucra cualidades


básicas diferentes que están incluidas en cuatro componentes que son: físicos,
fisiológicos, genéticos y sanitarios; por lo que concluye que el potencial productivo
de la semilla estará en un máximo nivel, cuando en ella estén incluidos todos y
cada uno de sus componentes mencionados anteriormente. A su vez, Moreno
(2000), indica que los términos como pureza física, pureza varietal, vigor, sanidad,
poder germinativo y contenido de humedad.

2.7. Desinfección de la semilla

Una vez elegida la semilla, se extraerán las impurezas que puedan existir. Los
contaminantes más comunes son los hongos y las bacterias que habitan en forma
natural en el ambiente. Se realiza la desinfección del material con hipoclorito de
sodio (agua clorada comercial), pura o diluída durante un período de 5 a 15
minutos, seguido por 3 a 4 enjuagues en agua esterilizada. Una vez desinfectado
la semilla, se debe mantener en condiciones de asepsia. A efectos de obtener las
condiciones de asepsia, se trabajará en cabinas de flujo laminar para sembrar las
semillas. Estas semillas se introducirán en un tubo de cultivo conteniendo medio
de iniciación para poder controlar la sanidad y la viabilidad (Castillo, 2004).

2.8. Germinación

Thomson (2006), dicen que el embrión dentro de la semilla es una planta


miniatura, y que está vivo y respira lentamente, y cuando las condiciones son
favorables para el crecimiento vegetal, el embrión empieza su desarrollo
provocando la ruptura de las cubiertas de la semilla y la emergencia de una nueva
planta.

Según Hartmann y Kester (1999), hacen mención de tres condiciones para el


proceso de la germinación:

1) La semilla debe ser viable; esto es, el embrión debe estar vivo y tener
capacidad para germinar.
2) Las condiciones internas de la semilla deben ser favorables para la
germinación.

3) La semilla debe encontrarse en las condiciones ambientales apropiadas, los


requerimientos fundamentales son la disponibilidad de agua, temperatura
apropiada, una provisión de oxígeno y a veces de luz.

2.8.1. Fases de la germinación

Fase de hidratación: La absorción de agua es el primer paso de la germinación,


sin el cual el proceso no puede darse. Durante esta fase se produce una intensa
absorción de agua por parte de los distintos tejidos que forman la semilla. Dicho
incremento va acompañado de un aumento proporcional en la actividad
respiratoria.

Fase de germinación: Representa el verdadero proceso de la germinación. En ella


se producen las transformaciones metabólicas, necesarias para el correcto
desarrollo de la plántula. En esta fase la absorción de agua se reduce
considerablemente, llegando incluso a detenerse.

Fase de crecimiento: Es la última fase de la germinación y se asocia con la


emergencia de la radícula (cambio morfológico visible). Esta fase se caracteriza
porque la absorción de agua vuelve a aumentar, así como la actividad respiratoria.
Figura 1. Fases de la germinación.

3. Materiales y métodos

3.1. Materiales

3.1.1. Equipos:

 Autoclave
 Cámara de flujo laminar
 Agitador

3.1.2. Instrumentos:

 Tubos de ensayo
 Pipetas
 Vasos de precipitación
 Material vegetal (semillas de tomate riñón)
 Vestimenta quirúrgica
 Frascos
 Algodón
 Cajas Petri
 Pinzas
 Espátulas
 Papel filtro
 Rotulador

3.1.3. Sustancias y Reactivos:

 Detergente
 Alcohol
 Peróxido de Hidrógeno al 2%
 Hipoclorito de sodio (ajax cloro) al 5%
3.2. Metodología
 Tratamiento pre-germnativo de las semillas de tomate riñón.
Sumergiéndolas en agua corriente por un tiempo de 24 horas y desechar
las semillas que noten en el agua,
 Preparar 10 frascos con algodón estéril saturado con agua destilada.
 Esterilizar en la autoclave los medios de cultivo. el agua destilada, cajas
petri, pinzas, espátulas, papel filtro y demás materiales usados para la
siembra in vitro, a una temperatura de 120 grados centígrados. 1 Kg/cm2
de presión. durante 20 minutos.
 Desinfectarlas semillas de tomate riñón, utilizando la siguiente metodología:
 Lavar las semillas con agua corriente más detergente y agitadas en el
agitador magnético.
 Enjuagar las semillas con agua corriente hasta eliminar el detergente.
 Sumergir las semillas en peróxido de hidrógeno al 2 % (agua oxigenada)
durante 5 minutos y agitarlas en el agitador magnético.
 Enjuagar las semillas con agua destilada estéril hasta eliminar el
desinfectante.
 Sumergir las semillas en hipoclorito de sodio (ajax cloro) al 5 % durante
15 minutos y agitarlas en el agitador magnético.
 Enjuagar las semillas con agua destilada estéril y dejarlas en agua
destilada estéril listas para la siembra in vitro.
 Siembra in Vitro de los 10 frascos de vidrio conteniendo algodón estéril
saturado con agua destilada y colocar aproximadamente 5 semillas en la
superficie del algodón.
 Identificar los frascos sembrados y colocarlos en el cuarto de incubación a
una temperatura de 23 grados centígrados, 5000 lux y un fotoperiodo de 16
horas luz y 8 horas de oscuridad.
 Finalmente realizar evaluaciones periódicas del porcentaje de
contaminación, sobrevivencia y germinación de las semillas de tomate riñón
inoculadas in vitro.

Primeramente, se sumergió las semillas, aproximadamente 70 semillas en


agua corriente y se desechó las semillas que flotaron, luego se preparó 10
frascos de vidrio con algodón estéril saturado con agua destilada.
Seguidamente se llevó a esterilizar en la autoclave los medios de cultivos
elaborados anteriormente, el agua destilada, cajas Petri, pinzas, espátulas,
papel filtro y demás materiales utilizados en la siembra in vitro, a una
temperatura de 120 °C, 1.5 Kg/cm 2 de presión, esto se mantuvo durante 20
minutos; posteriormente me desinfectó las semillas de la siguiente manera: se
lavó con agua corriente más detergente, se las agitó y enjuagó con agua
corriente hasta que se eliminó el detergente, inmediatamente se las sumergió
en agua oxigenada durante 5 minutos, nuevamente se agitó, eliminó el
desinfectante, de nuevo se sumergió las semillas en hipoclorito de sodio al 5%
durante 15 minutos agitando en el agitador magnético, por último se enjuagó
con agua destilada estéril. En cada frasco que contenían algodón saturado con
agua estéril se sembró 6 semillas de tomate riñón, sobre el algodón, con la
ayuda de un rotulador se identificó cada frasco sembrado, luego se colocaron
en el cuarto de incubación a una temperatura de 23 °C, 5000 lux y fotoperiodo
de 16 horas luz y 8 de oscuridad. Finalmente se realizó las evaluaciones
diarias del porcentaje de contaminación, sobrevivencia y germinación de las
semillas de tomate riñón inoculadas in vitro.

Bibliografía.

 Rodríguez, R. Tavares, R. y Medina, 2001. Cultivo moderno del tomate.


2ª Edición. Ediciones Mundi-Prensa. España. 255 p.
 Esquinas, A. J. y F. V. Nuez. 2001. Situación taxonómica, domesticación
y difusión deltomate. In: El Cultivo del Tomate. F. Nuez. Mundi Prensa.
España 13-42 pp
 Rodríguez, R. Tavares, R. y Medina, 2001. Cultivo moderno del tomate.
2ª Edición. Ediciones Mundi-Prensa. España. 255 p.
 Chamarro, L. J. 2001. Anatomía y Fisiología de la planta. In: El cultivo
del tomate. F. Nuez. Mundi Prensa. España: 43-91 pp
 Tapia, B. 2005. Mercado del tomate para consumo en fresco. Disponible
en http://www.odepa.gob.cl/ (Visitado el 11/07/2006).
 Esquinas, A. J. y F. V. Nuez. 2001. Situación taxonómica, domesticación
y difusión deltomate. In: El Cultivo del Tomate. F. Nuez. Mundi Prensa.
España 13-42 pp
 Garay, E.A., Preton P. Rosales, y Landivar J. 2003. Desarrollo de
semillas, el novedoso enfoque en Bolivia. Editorial, centro internacional
de agricultura tropical. (CIAT)Bolivia.
 Moreno, M. E. 2000. Análisis físico y biológico de semillas. 3a ed.
UNAM. México. P. 113-122.
 Thomson, J. R. 2006. An introduction to seed technology. Editorial,
blackie group Zaragoza, España.
 Hartmann, H. Y Kester, D. 1999. Propagación de plantas. México D.F.
compañía editorial continental, S.A de C.V. p.170.

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