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ENTREGABLE CORRESPONDIENTE al trabajo Prof. Dra.

Lolita Campos
remoto del día Bejarano.
11 DE FEBRERO2019 Tel : 2273 3721
what’s up: 88704667
Búsqueda, selección y compendio de lecturas
para conceptos básicos: Desarrollo, tipos de
desarrollo, criterios de desarrollo/ Región/
Bienestar social humano/criterios de calidad de
vida/Desigualdad social/ Categorías de Empleo/
Desigualdad económica.
DESARROLLO
El desarrollo es un concepto histórico que ha ido evolucionando, por lo que no tiene una
definición única. Aun así, se puede decir que desarrollar es el proceso por el cual una
comunidad progresa y crece económica, social, cultural o políticamente.
Desde sus inicios, las teorías relacionadas con el desarrollo se interesaron por los procesos
de enriquecimiento material, es decir, por el incremento del volumen de producción de bienes
y servicios. Estas teorías economicistas entendían que el medio para alcanzar el desarrollo
era la acumulación de capital físico. Se defendía que un aumento del producto interior bruto
per cápita reduciría la pobreza e incrementaría el bienestar de la población. Esta premisa se
basaba en que, a más producción, más renta, y, a más renta, mayor bienestar económico. Es
decir, que el desarrollo estaba directamente relacionado con el crecimiento económico, tanto
de los países como de las personas. Como apunta Keith Griffin en su ensayo “Desarrollo
humano: origen, evolución e impacto”, el crecimiento se convertía no sólo en el medio para
alcanzar el desarrollo, sino en el fin del desarrollo mismo.
Esta idea del desarrollo no sólo influía en la forma en que se entendía el concepto, sino que
también afectaba a la hora de medir el fenómeno. Durante la década de 1970 varios autores
y economistas de instituciones destacadas como el Banco Mundial o la Organización
Internacional del Trabajo reconocieron que el aumento de la producción no era suficiente por
sí solo para reducir la pobreza y alcanzar el desarrollo.
DESARROLLO ECONOMICO
El concepto de desarrollo puede referirse al crecimiento o el progreso. Económico, por su
parte, es aquello relacionado con la economía: el estudio de la producción, el intercambio y
el consumo de servicios y bienes.
La idea de desarrollo económico, en este marco, alude a la evolución de la economía de
manera tal que favorezca una mejora en la calidad de vida de la gente. Por lo general la
noción se vincula a la creación de riqueza, aunque también abarca otras dimensiones como
la distribución de dicha riqueza.
Cuando un país alcanza el desarrollo económico, adquiere la capacidad de producir y ofrecer
los bienes y los servicios necesarios para que su población goce de un elevado bienestar
social y monetario. De todas maneras, no hay nación sin desigualdades: esto quiere decir
que, en un territorio con un grado avanzado de desarrollo económico, también puede haber
personas que padecen la pobreza. Sin embargo, la teoría indica que un país desarrollado
cuenta con infraestructura y recursos para satisfacer las necesidades básicas de sus
ciudadanos.
El desarrollo económico se consigue cuando el sistema de producción crece durante un
tiempo sostenido, favoreciendo la creación de riqueza y la acumulación de capital. Los
gobiernos deben encargarse, a través de la política económica, de lograr que ese desarrollo
sea sustentable.
Países como Australia, Estados Unidos, Japón y Alemania son reconocidos por su
desarrollo económico. En cambio, Haití, Sierra Leona y Afganistán, por citar apenas
algunos ejemplos, tienen un desarrollo económico muy escaso y sus pobladores sufren todo
tipo de penurias. La mayoría de las naciones, de hecho, tienen un desarrollo económico
limitado ya que la riqueza se concentra en pocas regiones.

Historia de la economía
La constitución de la ciencia económica, históricamente se sitúa en una línea de tiempo
comenzando con los “filósofos – políticos” de Grecia y Roma, hasta llegar a las modernas
corrientes del pensamiento económico. En ese largo periodo, se desarrollaron centenares de
ideas y sistemas conflictivos, a pesar de ello los pensadores económicos siempre tuvieron
puntos en común ya que su preocupación básica siempre fue la investigación sobre la mejor
solución para los angustiantes problemas económicos de sus respectivas épocas.
Grecia y Roma; Las primeras manifestaciones de la economía.
Las primeras manifestaciones históricas del pensamiento económico se encuentran
íntimamente ligadas a los esfuerzos de los pueblos primitivos por mejorar su cultura técnica
y solucionar sus necesidades económicas inmediatas, a partir de la era neolítica, que marca
el inicio de la utilización de instrumentos para el desarrollo de la agricultura y pastoreo, los
problemas de naturaleza económica ya abarcaban, además de los referentes a la producción
para la sobrevivencia de la especie, los relativos al desarrollo técnico admitiéndose que las
comunidades de esa época mejoraban su técnica por la sedentaria práctica agrícola por la
rudimentaria industria cerámica.
Transcurridos esos periodos primitivos, es en el Mediterráneo donde se iban desarrollando,
en grandes áreas, civilizaciones socialmente más organizadas, que exigían fijar principios
menos rudimentarios de la organización económica.

El Económico (Οικονoμικός) del escritor griego Jenofonte es una de las primeras obras
de economía y una fuente importante para el conocimiento de la historia social e intelectual
de la Atenas clásica. Además de la economía doméstica, el diálogo trata temas como las
cualidades de hombres y mujeres, sus relaciones, la vida rural frente a la urbana, la esclavitud,
la religión y la educación. Los estudiosos sitúan la redacción de esta obra en los últimos años
de la vida de Jenofonte, tal vez tras el año 362 a. C. Cicerón tradujo el Económico al latín, y
la obra fue muy popular durante el Renacimiento y fue traducida a varios idiomas.
En Roma Platón se dedicó a la planificación de un Estado ideal en el cual se evitaban las
instituciones decadentes y las injusticias sociales de su época.
Aristóteles desarrollo diversas ideas sobre el Estado y discutió la usura y los salarios, el
intercambio y la adquisición, el valor y la acumulación de riqueza.
Las manifestaciones Escolásticas de la Edad Media:
A partir del siglo XI, un claro crecimiento demográfico creó la oferta necesaria de mano de
obra, provocando un aumento de producción que desarrolló el comercio y las ciudades.
Surgió entonces un comercio internacional de largo alcance, creándose una cierta
especialización del trabajo; nacieron varias formas de asociación; surgió el sistema bancario
de formas casi modernas, se generalizo la utilización de instrumentos de crédito. En suma,
muchos de los elementos de la economía moderna surgen como creaciones medievales.

Procurando desempeñar el papel social que le era atribuido la Iglesia desde la Alta Edad
Media formuló una línea propia del pensamiento económico cuyo objetivo era el de reducir
el alcance de la debilitada producción y proteger a los consumidores. La libre iniciativa y la
competencia eran vistas como peligrosas, pues colocarían a los más débiles a merced de los
más poderosos.

Formalizando el punto de vista económico de la Iglesia, Tomas de Aquino destaca como el


principal pensador escolástico. En sus escritos, varios pasajes de naturaleza económica
revelan su preocupación por la correcta utilización de la propiedad privada, por un sistema
de precios justos, por el comercio, la usura y por los sistemas salariales. Tomas de Aquino
hacía notar que “comerciar por simple amor al comercio es vergonzoso, porque aumenta el
interés por el lucro sin límites” y, además, “el comerciante debe buscar el lucro no como un
fin, sino sólo como una remuneración a su trabajo”.

El Mercantilismo.
En esta nueva fase, las restricciones de los escolásticos al comercio y al lucro fueron
prácticamente puestas al margen, y los comerciantes obtuvieron el reconocimiento de la
comunidad y del Estado. Se desarrollaron sentimientos nacionalistas, se registraron grandes
transformaciones políticas y sociales. Los Estados trataron de acumular metales preciosos,
símbolos y bases de la potencia económica y de la riqueza nacional.

El comercio internacional se transformó en ese periodo en uno de los más poderosos


instrumentos de política económica. Los Estados ambicionaban el poder y cuando no poseían
metales preciosos recurrían al comercio como medio de acumularlos; el exceso de las
exportaciones sobre las importaciones no debería de ser recibido en mercaderías, sino en
lingotes de oro y plata.

Por ello para evitar que se tuvieran más importaciones que exportaciones, se llegaba a incurrir
en un conjunto de normas impuestas por el Estado que ocasionaban malestar entre los
productores y la sociedad en general; por ello se tuvo que recurrir a otro sistema económico;
el liberalismo.

El Liberalismo.

Las reacciones a la política mercantilista condujeron al liberalismo económico, defendido


por dos importantes escuelas que se desarrollaron particularmente en Francia y en Inglaterra
en la segunda mitad del siglo XVII. En ese periodo, además se inicio la fase científica de la
economía, al mismo tiempo en que las grandes naciones pasaban como profundos cambios
como la Revolución Industrial de Inglaterra.

Las dos corrientes liberales más significativas de la mitad del siglo XVIII fueron la escuela
Fisiócrata en Francia y la Escuela Clásica en Inglaterra. Con ellas, la economía adquiría la
jerarquía de ciencia.

La Escuela Fisiocrática:
La Fisiocracia introdujo dos nuevas ideas opuestas al mercantilismo:

o La creencia de la existencia de un orden natural, subyacente a las actividades


económicas. Sería inútil imponer leyes y reglamentos a la organización económica, ya
que esta es capaz de guiarse por sí misma. La palabra fisiocracia está compuesta por dos
vocablos griegos que significa “Gobierno de la Naturaleza”.
o La superioridad de la agricultura sobre el comercio y la industria. Para los fisiócratas
solo la tierra es fuente de riqueza. Las clases sociales no involucradas en la agricultura
fueron consideradas estériles.
La Escuela Clásica:
El liberalismo económico defendido por los fisiócratas fue también la base de la escuela
clásica de la economía desarrollada en Inglaterra. Esta nueva escuela comienza con la
publicación, en 1776 de “Wealth of nations” (Riqueza de las naciones), obra en la que el
escocés Adam Smith se opuso a las ideas mercantilistas, considerando que la riqueza y el
poder nacional no deberían limitarse a las existencias de metales preciosos.
Establece principios para el análisis de valor, de la división del trabajo, de los lucros, de las
ganancias y de la renta de la tierra, y desarrolla teorías sobre la distribución, el crecimiento
económico, la intervención del Estado, la formación y la aplicación del capital.

El Siglo XIX y las reacciones frente a las escuelas Liberales.


En este periodo, bajo la expansión del capitalismo surgieron no sólo una, sino distintas crisis
de sobreproducción que desmintieron las clásicas leyes del ajuste automático de la oferta
global, además de serios problemas sociales. Generadas entonces; por un conjunto de
problemas sociales y económicos surgieron las Escuelas Histórico Alemanas y la Socialista.

La Escuela Histórica Alemana:


La escuela histórico alemana proponía no sólo una amplía revisión de los métodos de
investigación de los economistas clásicos, sino además, la sobreposición del Estado al
individuo. Postulaban que los intereses individuales deberían subordinarse a los intereses
colectivos y estos a los intereses nacionales.

La Escuela Socialista:
A pesar de que la escuela histórico alemana haya representada la más aguda reacción
metodológica a la escuela clásica, la principal reacción, al clasicismo, desde el punto de vista
político e ideológico, fue desarrollada por los socialistas; particularmente por Karl Marx y
Friedrich Engels.

Partiendo de la teoría clásica del valor, Marx llegó a definir, con desarrollos teóricos en forma
definitiva, la parte del producto nacional resultante del trabajo es “indebidamente apropiado
por los empresarios capitalistas”. En la historia del pensamiento económico, pocas obras
promovieron un impacto tan grande y provocaron importantes modificaciones en el orden
económico de varias naciones como “El capital de Marx”.

El Marginalismo
Al considerar que la economía debería partir del análisis de las necesidades humanas y de las
leyes que determinan la utilización de los recursos disponibles para satisfacerlas. La
revolución marginal procuro, dentro de ese espíritu y contradiciendo los planteamientos
objetivos de la escuela clásica, histórico y socialista, analizar las características subjetivas de
las escalas de preferencia individuales, a las necesidades humanas y de la actividad
económica desarrollada para saciarlas.

El Keynesialismo
La victoria de Keynes sobre los clásicos se tradujo en el intervencionismo moderado sobre
el liberalismo radical, además de constituir – en gran sentido – un término – medio deseable
entre la libertad económica absoluta y el control total del Estado sobre el medio económico.

De inicio, Keynes trato entonces de estudiar las determinantes del nivel de empleo y del
ingreso nacional y demostró que el Estado debería de participar en la actividad económica,
tratando de compensar la disminución de las inversiones privadas en los periodos depresivos
o las crisis económicas.

Para Keynes la política económica debe complementar pero no sustituir por completo a la
iniciativa privada.

El desarrollo económico de un país no es particularmente el crecimiento de su producción, si


bien está es importante para lograrlo; el desarrollo económico tiene que ver con que la
población pueda acceder a servicios de calidad en educación, salud, vivienda,
entretenimiento, esparcimiento y por supuesto a cubrir todas las necesidades básicas como la
alimentación y el vestido, por ello cuando se habla de un desarrollo económico el bienestar
social está implícito en ello.

El ingreso per cápita ofrece información de la capacidad de compra que, en promedio, tienen
los pobladores de un país; es fácil imaginar que si el ingreso de Japón es 25 veces mayor al
de Ecuador, el nivel de bienestar del primer país es también superior al del segundo. Podemos
conjeturar algo más: que el monto de inversión, la capacidad de la mano de obra y el nivel
tecnológico de Japón superan ampliamente a los de Ecuador.
Los países con mayores índices de inversión y mayor número de profesionistas en su PEA
(Población Económicamente Activa), son los que registran mayores niveles de (Producto
Nacional Bruto) per cápita, por ello se refiere a que el nivel de vida en los países con alto
ingreso o producto per cápita, será mayor que en los países en que este indicador es reducido.

Todo ello deriva en la Paridad del Poder Adquisitivo, un país desarrollado, sin dependencia
económica, con amplias reservas para enfrentar crisis económicas, con una población
educada y altos índices de exportación tienen una moneda fuerte(monedas duras), gracias a
ello pueden adquirir una mayor cantidad de bienes internacionales con poco trabajo. Un
ejemplo de ello; un iPad que cuesta 500 dólares en Estados Unidos requiere dos semana de
trabajo debido a que el salario mínimo es de casi 10 dólares por hora, pero en México el iPad
sigue costando lo mismo sólo que la población tendrá que trabajar hasta más de dos meses
para adquirirla debido a que el salario mínimo se encuentra en 2000 pesos mensuales.

¿Como medir el desarrollo económico?


El desarrollo económico se mide en base a aspectos simples de la vida diaria en la
población en cada país;
o Esperanza de vida
o Porcentaje de viviendas con electricidad
o Porcentaje de la población con acceso a agua potable
o Números de teléfonos por cada 1000 habitantes
o Tasa de mortalidad
o Promedio de años de estudio
o Porcentaje de la población con acceso a internet
o Ingreso per cápita
o Desigualdad medida en; Curva de Lorenz, Coeficiente de Gini

Importancia del desarrollo económico


La importancia del desarrollo económico radica en la estabilidad del entorno; disminuye la
delincuencia, las protestas sociales y la inmigración, mientras que dota de calidad de vida a
la población. De esta forma se obtienen condiciones para la felicidad social.

¿Cómo lograr el desarrollo económico?


La tecnología, la educación y la investigación son las bases para obtener un buen desarrollo
económico, debido a que incrementan la productividad y el ingreso per cápita, pero no son
las únicas; las políticas públicas incluyentes donde se reparta igualitariamente la riqueza del
país, se construyan bienes públicos para todos sus habitantes y la inclusión de sistemas
educativos, de vivienda y salud deben coadyuvar entre sí.

La repartición de la riqueza debe ir encaminada en lograr una calidad de vida


igualitaria entre todos los habitantes del país respectivo, para ello el ingreso debe ser
similar. Los estudios encaminados a encontrar las causas de la desigualdad en las
percepciones de ingreso de los habitantes de una sociedad coinciden en lo siguiente:
o Diferencias de capacidades y destrezas entre los individuos: No todos los individuos
gozan de las mismas capacidades ni de la misma preparación y esto provoca diferencias
en la remuneración.
o Diferencias de ingreso en las diferentes ocupaciones: El trabajo calificado recibirá
mayor remuneración que el no calificado.
o Diferencias en la educación: El mayor grado de estudio y experiencia tiende a la
obtención de mayores sueldos.
o Tiempo de trabajo: Suele referirse que a mayor cantidad de trabajo se suele obtener
mejor sueldo.
o Riqueza: Es la acumulación de capital o bienes con que cuenta un individuo y que le
permite gozar de una mayor calidad de vida, sin entregar nada a cambio.
Según un estudio realizado por la OCDE en el año 2009 dio como resultados que un año más
en promedio de estudio; aumenta el producto per cápita entre 4 y 7 % anualmente, por la
resolución de los puntos expuestos en el párrafo anterior. Por ello es congruente determinar
que incentivar el estudio y la investigación forman parte importante del desarrollo
económico.

Principales problemas que han enfrentado los países para desarrollarse


económicamente
El desarrollo económico no es fácil de lograr, para llegar al mismo se tienen implicaciones
económico, político, sociales, tecnológicas y culturales que tienen que evolucionar en
beneficio de toda la comunidad, pensemos en una empresa de reciente creación, para que esta
tenga ganancias tienen que ofrecer productos competitivos en el mercado y posicionarse con
la mayor cantidad de clientes para llegar a desarrollarse, en los países sucede lo mismo;
estamos inmersos en la globalización donde se exporta lo que se produce en mayores
cantidades a las necesidades internas y se tiene que importar lo que no alcanza o no se
produce, pensemos en Suiza que necesita de gasolina para mover los carros, utilizar
calefactores y poner en marcha a las maquinas productivas, desafortunadamente no tiene
petróleo en su territorio y tienen que recurrir al exterior para comprarlo, para que esto sea
posible tiene la necesidad de generar otros productos como relojes, o un sistema bancario
privilegiado con el fin de obtener los recursos que necesita para comprar la gasolina; a esto
se le denomina ventajas competitivas absolutas; teoría propuesta por Adam Smith.

Por ello para que un país pueda recurrir a cubrir todas las necesidades de su población y
aumentarlas, tiene que centrarse en producir bienes y servicios competitivos en el mercado
internacional para lograr atraer la mayor cantidad de divisas posibles, para que esto se lleve
a cabo se necesita una sinergia entre el gobierno, empresas y su población (Agentes
económicos).

Todos los países en el mundo han enfrentado problemas para desarrollarse económicamente,
pongamos el caso de Estados Unidos por tratarse del país que actualmente tiene uno de los
sistemas económicos más envidiados en el mundo, y que para llegar a esto tuvo que enfrentar
problemas tanto políticos como económicos y sociales, desde el siglo XIX ha tenido un gran
territorio y en este siglo su población era mayormente urbana viviendo a distancias muy
grandes entre sí, imposibilitando el desarrollo económico; este hecho fue resuelto aplicando
tecnología en el territorio y aprovechando los canales para movilizarse por medio de los
barcos de vapor y posteriormente uniendo estos canales por medio del ferrocarril. Este es un
ejemplo simple pero congruente con la realidad de todos los países, los problemas, más que
estos mismos deben ser vistos como áreas de oportunidad que deben ser resueltas.

Otro ejemplo significativo lo tomaremos de los bienes de capital; estos se compran


sacrificando el consumo hoy para aumentarlo en el futuro, son todos aquellos bienes que se
utilizan para aumentar la producción o generar nuevos mercados de productos, ejemplo Japón
e Indonesia; mientras que Japón invirtió con vista a futuro, Indonesia se quedó rezagada en
la producción de materias primas como el café con poco margen de contribución.

Ejemplos de problemas que enfrentan los países para desarrollarse económicamente:


o Dependencia económica; cuando un país centra sus exportaciones hacía uno o pocos
países, cuando estos países entran en crisis disminuyen sus compras y por tanto los
países dependientes de esta economía sufren las consecuencias incluso de forma más
abrupta. [Para resolver esto se deben masificar los mercados a los cuales se exporta]
Ejemplo; México con Estados Unidos.
o Poca inversión en aumento de la producción; Si un país no tiene los recursos para
invertir en tecnología y bienes de capital, su crecimiento será limitado frente a los países
desarrollados y su economía no pasará de proveer materias primas a los países
desarrollados en vez de producir bienes y servicios de alto valor agregado. Ejemplo;
Rusia en el siglo XIX y principios del XX, [Se resolvió por medio del Estado que ofrecía
los capitales necesarios para invertir en el aumento de la producción].
o Bajo o nulo desarrollo tecnológico; La tecnología aumenta la productividad y los
bienes de valor agregado, es parte esencial en el desarrollo económico. Ejemplo Gran
Bretaña en el siglo XVIII, [se resolvió incentivando la innovación].
o Baja igualdad basada en la repartición de la riqueza; Los países deben crear políticas
públicas que les permita tener las mismas posibilidades a sus habitantes de desarrollarse
por igual. Ejemplo; Países latinoamericanos, [Se resuelve aumentando el nivel de
estudios en la población].
o Balanza comercial deficitaria; Si se importan más productos de los que se exportan,
se tendrá fuga de capitales, la moneda se devaluará y por consiguiente se generará
inflación que disminuirá el poder adquisitivo de la población, que se afectará por el
simple hecho de poder comprar menos. Ejemplo Argentina en el año 2014 que tiene
devaluaciones constantes. [Se resuelve incentivando el mercado interno y aumentando
la producción].

Bienestar social humano y criterios de calidad de vida

"Son varios los movimientos que han estado relacionados con la calidad de vida. Por
ejemplo, los economistas del desarrollo miden la calidad de vida de los países en vías de
desarrollo por su renta per cápita, porcentaje de empleados, longevidad y educación.
La psicología puede añadir otra medida -el bienestar subjetivo. No es bueno hacer a las
personas más ricas si no se las hace también más felices". (p. 657). Casas (1991).

¿Es realmente calidad de vida igual a bienestar humano?


El interés por la calidad de vida ha existido desde tiempos inmemorables. Sin embargo la
aparición del concepto es relativamente reciente. La idea comienza a popularizarse en la
década del 60 del pasado siglo XX hasta convertirse hoy en un concepto utilizado en ámbitos
muy diversos.

En un primer momento la expresión "calidad de vida" apareció en los debates públicos


en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana.

Durante los años 50 y comienzos del 60 el creciente interés por conocer el bienestar humano
y la preocupación por las consecuencias de la industrialización de la sociedad hacen surgir
las necesidades de medir esta realidad a través de datos objetivos y desde
las ciencias sociales, se inicia el desarrollo de los indicadores sociales y estadísticos que
permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población.

La calidad de vida como concepto es de definición imprecisa y la mayoría de los


investigadores que han trabajado en él están de acuerdo en que no existe una teoría única
que defina y explique el fenómeno.

Existe diversidad de criterios relacionados con la calidad de vida dentro de ellos podemos
citar el que emitiera Gildenberger: "Es la capacidad que posee el grupo social ocupante de
satisfacer sus necesidades con los recursos disponibles en un espacio natural dado. Abarca
los elementos necesarios para alcanzar una vida humana decente".

El alto nivel de vida y de desarrollo, no siempre se traducen en iguales índices de calidad de


vida y bienestar humano, pues puede verse frustrado por el aumento de las diferencias
sociales, de la misma manera que no implican un sistema más democrático y participativo,
aspectos de fundamentales en el análisis de la calidad de vida.

Es un esfuerzo de toda acción política tanto a nivel nacional como a nivel internacional para
lograr dignidad en la vida humana.
El bienestar humano ha sido también cuestionado por las distintas disciplinas y ha asumido
distintos enfoques, los economistas han identificado el bienestar de las personas con la
felicidad y la satisfacción de los deseos y han establecido la posesión de bienes como el
medio principal para alcanzar la felicidad.

Dentro de los componentes del bienestar humano tiene fundamental importancia la


satisfacción personal con la vida. Dicha satisfacción tiene lugar cuando hay una conjugación
entre el hombre y el entorno y la sociedad, donde se incluye las condiciones objetivas y
subjetivas que le permiten al ser humano ciertas oportunidades para su realización
profesional.
Cuando nos referimos a calidad de vida. ¿Qué entendemos por esto, que nos hace pensar…?
Calidad de vida no es más que la satisfacción de las necesidades básica humanas. Lo que
nos determina la calidad de vida humana depende de las posibilidades que tienen las
personas para satisfacer las necesidades humanas fundamentales. Necesidades de ser, tener,
hacer, estar, subsistir, protegerse, entenderse, participar, crear, de identidad, ocio, libertad,
afecto, etc.
La podemos definir como el bienestar, felicidad y satisfacción del ser humano, que le otorga
a éste cierta capacidad de actuar de forma positiva en su vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad de vida es:
"la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de
la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus
expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata de un concepto muy amplio que está
influido de modo complejo por la salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel
de independencia, sus relaciones sociales, así como su relación con los elementos esenciales
de su entorno".

El término nos lleva a una propuesta de bienestar humano, no sólo a partir de indicadores
económicos sino hay que considerar también la distribución de las riquezas, del ingreso y
la evaluación de diferentes áreas de la vida humana para determinar que tan bien viven las
personas.

No sólo es necesario saber que tengo sino cómo vivo con lo que tengo, que tan capaz soy
de concebir y conducir mi vida, conocer acerca de las posibilidades y opiniones de trabajo,
deberes y derechos legales o políticos, saber que libertades tengo, cómo se estructuran las
relaciones familiares y entre géneros, etc.
Cuando ya transcurre el siglo XXI y han pasado varios años aún existe una falta de consenso
sobre la definición y evaluación de la calidad de vida.

Borthwick-Duffy en el año 1992 definió varios aspectos conceptuales de calidad de vida y


en 1995, Felce y Perry ampliaron dichas concepciones propuestas, según éstas ha sido
definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona (a), como la satisfacción
experimentada por la persona con dichas condiciones vitales (b), como la combinación de
componentes objetivos y subjetivos, es decir, calida de vida definida como la calidad de las
condiciones de vida de una persona junto a la satisfacción que ésta experimenta (c) y, por
último, como la combinación de las condiciones de vida y la
satisfacción personal ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas
personales (d). (Ver figura 1).
Figura 1. Conceptualizaciones de Calidad de Vida
(Traducida y adaptada de Felce y Perry, 1995)

La misión de la Calidad de Vida es medir: la seguridad en la alimentación y en la salud,


principalmente; la disponibilidad y el uso del agua, el sentimiento de pertenencia a
un grupo social; el deseo de poseer cosas materiales, es decir de propiedad; el deseo
de comunicación; el de educación; la necesidad de proteger y preservar el medio ambiente.
El concepto se define como tanto en función del acceso que tiene la persona a satisfactores
materiales como son la alimentación, salud, vivienda, acceso a agua potable, disfrute de
energía eléctrica, como los culturales que son el sentido de pertenencia a una comunidad o
grupo social, lo que implica hábitos, costumbres y prácticas de vida colectivas.
Con ello, se quiere dejar claro que la calidad de vida no sólo es una cuestión material, sino
también cultural y de valores.
Toda calidad de vida tiene una identidad nacional regional y local. Es un concepto relativo
que depende de cada grupo social y de lo éste defina como su situación ideal de bienestar,
por su acceso a un conjunto de bienes y servicios, así como el ejercicio de su derechos y
al respeto de sus valores.
Es así que cada grupo social identifica las tendencias en materia de bienestar por ello se hace
preciso diferenciar los diferentes modos de vida, aspiraciones e ideales de
los conjuntos sociales para distinguir los diferentes eslabones pudiendo así dimensionar
mejor las variaciones entre unos y otros sectores de la comunidad.
El concepto, es considerado como subjetivo y que a través de todo el mundo la misma varía
según la cultura en la cual se enmarque en el espacio y en el tiempo.
A lo largo del tiempo calidad de vida ha sido definida como la calidad de las condiciones de
vida de una persona, como la satisfacción experimentada por la persona con dichas
condiciones vitales, como la combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir,
calidad de vida definido como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a
la satisfacción que ésta experimenta.
La misma remite a una evaluación de las experiencias que de su propia vida tienen los
sujetos. Lo que mejor designa la calidad de vida es la calidad de la vivencia que de la vida
tienen los sujetos.
Analizar la calidad de vida de una sociedad significa analizar las experiencias subjetivas de
los individuos que la integran y que tienen de su existencia en la mencionada sociedad. Exige
conocer cómo viven las sujetos, sus condiciones objetivas de existencia y que expectativas
de transformación de éstas condiciones desean y evaluar el grado de satisfacción que se
consigue.
Un alto nivel de vida objetiva puede ir acompañado de un alto índice de satisfacción
individual, bienestar o calidad de vida. Por encima de un nivel de vida mínimo el
determinante de la calidad de vida individual es el ajuste o la coincidencia entre las
características de la situación (de existencia y oportunidades) y las expectativas, capacidades
y necesidades del individuo tal y como el mismo las percibe.
La máxima expresión es la que se da en una situación de equilibrio ecológico perfecto, tanto
del entorno, como en lo social, cultural y mitológico, aquel paraíso perdido antes de la ruptura
ecológica.
Para analizar la calidad de vida de una sociedad se debe considerar imprescindible el
establecimiento de un estándar colectivo que únicamente es válido para el momento y
contexto específico de su establecimiento.
El hecho de entenderla requiere comprender que al concebirse el término vida se hace
referencia a una forma de existencia superior a lo físico únicamente puesto que se debería
considerar el ámbito de relaciones sociales del individuo, sus posibilidades de acceso a los
bienes culturales, los riesgos a que se encuentra sometida su salud física y psíquica entre
otros elementos.
Podemos verla como una adaptación entre las características de la situación de la realidad y
las expectativas, capacidades y necesidades del individuo tal como las percibe él mismo y el
grupo social.
La calidad de vida es una categoría multidimensional, presupone el reconocimiento de las
dimensiones materiales, culturales, psicológicas y espirituales del hombre.
El concepto depende en gran parte de la concepción propia del mundo que tiene el sujeto, en
particular la interpretación y valoración que le da a lo que tiene, vive y espera.
Para evaluar las condiciones de vida humanas el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD) publica anualmente el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano,
este utiliza el cálculo del Índice de Desarrollo Humano (IDH) que permite comparar, a través
del tiempo, la situación relativa de los países en los tres aspectos más elementales del
"desarrollo humano básico": vida larga y saludable (medida según la esperanza de vida al
nacer), educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada
de matriculación en educación primaria, secundaria y terciaria) y nivel de vida digno (medido
por el PBI per cápita en dólares americanos).
Por otra parte, el Informe analiza cada año algún tema en particular relacionado con el
desarrollo humano. Estos temas son tratados extensivamente en diversos capítulos, donde se
presenta la situación actual y se propone acciones para corregir los problemas.
En la actualidad en todo el planeta tierra se escucha hablar en reuniones, eventos, certámenes,
foros, conferencias y encuentros mundiales del término calidad de vida, pero… ¿Es
realmente todo lo que se aborda y debate sobre el tema lo que los países ponen en práctica
en todo el orbe?
Algunos gobiernos sostienen la idea y la llevan a la práctica, otros tan sólo se llenan con
hablar de ellas y algunos quieren, intentar dar pasos que llenen a poseer pueblos con calidad
de vida pero por miedo o intromisión del imperialismo no lo logran.
Sin embargo, hoy en pleno siglo XXI el pueblo cubano sirve de faro y guía a todas las
naciones del mundo que quieran elevar la calidad de vida y el bienestar humano.
Cuba se encuentra enfrascada en transformaciones para impulsar el desarrollo en beneficios
de todos para lograr cada día un mayor nivel de vida del pueblo, en medio de difíciles
condiciones económicas que arraigan el genocida bloqueo económico, comercial y financiero
que por más de 40 años ha impuesto el imperialismo.
Cuba no sólo se preocupa por su desarrollo y bienestar social sino que se preocupa e impulsa
esto en todo el mundo y en especial en América Latina.
La política social actual es elevar la calidad de vida, aumentando la eficiencia y la calidad de
los servicios para ir logrando paulatinamente una satisfacción en las necesidades básicas del
pueblo.
La calidad de vida se interpreta de maneras diferente cuando lo emplean hombres cuyas
necesidades vitales están satisfechas y otros cuya principal preocupación es cómo y dónde
alimentarse. Para estos últimos, desarrollo económico tiene que ser rápido y prioritario para
lograr satisfacer sus necesidades básicas: alimentación, vivienda, vestido, salud y educación.
En el caso de los primeros, se replantea su crecimiento, intentando superar el enfoque
económico ligado a la producción de riqueza material y la ampliación del mercado a costa de
los países pobres.
Los países subdesarrollados no deben imitar el proceso de desarrollo de las naciones
avanzadas, sino que ambas deben reorientar sus estilos. Estas últimas, controlando su
crecimiento material, buscando calidad en lugar de cantidad; y las primeras, estableciendo
una conciencia global del problema y a la vez, una solución al mismo.
Aunque crezca la economía y cree nuevos satisfactores para decir que se elevó la calidad de
vida de las personas; es necesario que se distribuyan razonablemente entre la población
El bienestar humano se ha mantenido como objetivo central a lo largo de desarrollo del
mismo hombre.
Es necesario lograr el bienestar, la felicidad y satisfacción de las personas, permitiéndosele
una capacidad de actuación, en estos momentos en que se busca y se logra una vida mejor
para todos con la participación de todos.
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INSERTO: El bienestar social: su concepto y medición. Por: Amalio Blanco y Darío Díaz
Universidad Autónoma de Madrid
RESUMEN
El presente artículo se adentra en la concepción del bienestar social tomando como punto de
partida el modelo teórico de cinco dimensiones planteado por Corey Keyes: integración
social, aceptación social, contribución social, actualización social y coherencia social.
Nuestro principal objetivo ha sido adaptar las escalas de bienestar social propuestas por el
propio Keyes y analizar algunas de sus propiedades psicométricas. Las escalas mostraron una
buena consistencia interna, con valores α de Cronbach comprendidos entre 0,83 (aceptación
social) y 0,69 (integración social). La validez de constructo y la estructura teórica fueron
comprobadas mediante análisis factorial confirmatorio y el modelo propuesto de cinco
dimensiones mostró un buen ajuste con los datos. Las escalas correlacionaron con medidas
de satisfacción con la vida, anomia, limitaciones percibidas, aportación, acción social y salud
del vecindario.
Social well-being: theoretical structure and measurement. This study analyzes the
psychometric properties of the Spanish version of the Social Well-Being Scales: social
integration, social acceptance, social contribution, social actualization and social coherence.
All the scales exhibited good internal reliabilities, with Cronbach alpha’s ranging from 0,83
(social acceptance) to 0,69 (social integration). The construct validity and theoretical
structure were investigated. Confirmatory factor analyses corroborate the five-factor model
of social well-being. The scales correlate with measures of life satisfaction, community
action and generativity, perceived social constraints and anomia, and neighborhood quality.

El estudio del bienestar en el seno de la Psicología se remonta a la década de los sesenta, y


en su transcurso ha dado lugar a dos grandes tradiciones (Keyes, Shmotkin y Ryff, 2002): la
hedónica, representada por una sólida línea de investigación que se ha ocupado del estudio
del bienestar subjetivo, y la tradición «eudaemónica», centrada en el bienestar psicológico.
La filosofía que impregna la primera de ellas la resume Ed Diener, uno de sus más
cualificados representantes: «La literatura sobre el bienestar subjetivo trata de cómo y porqué
la gente experimenta su vida de forma positiva, incluyendo tanto juicios cognitivos como
reacciones afectivas» (Diener, 1994, p. 67). El bienestar subjetivo se inscribe, pues, dentro
de un marco fundamentalmente emocional que ha tomado diversas denominaciones:
felicidad (Argyle, 1992; Fierro, 2000), satisfacción con la vida (Veenhoven, 1994), y afectos
positivos o negativos (Bradburn, 1969) que se desprenden de las condiciones en las que se
desenvuelve nuestra existencia. A la postre, viene a ser el resultado de un «balance global»
(nivel de satisfacción) que hace la persona de sus oportunidades vitales (recursos sociales,
recursos personales y aptitudes individuales), del curso de los acontecimientos a los que se
enfrenta (privación-opulencia, ataque-protección, soledad-compañía, etc.), y de la
experiencia emocional derivada de ello: «la satisfacción con la vida es el grado en que una
persona evalúa la calidad global de su vida en conjunto de forma positiva. En otras palabras,
cuánto le gusta a una persona la vida que lleva» (Veenhoven, 1994, p. 91).

El bienestar psicológico es una tradición más reciente, y ha centrado su interés en el


desarrollo personal, en el estilo y manera de afrontar los retos vitales, en el esfuerzo y el afán
por conseguir nuestras metas. Seis han sido las dimensiones psicológicas propuestas
originalmente por Ryff en 1989 y reiteradas con posterioridad (Ryff y Keyes, 1995):
autonomía, objetivos vitales, autoaceptación, relaciones positivas con otros, dominio
ambiental y crecimiento personal. Ambas tradiciones representan dos concepciones
teóricamente relacionadas pero empíricamente diferenciadas del bienestar; es decir, están
interesadas en un mismo proceso psicológico, pero se sirven de distintos indicadores para
medirlo, unos indicadores que se han situado a lo largo de una doble dimensión: rasgos y
estilos de personalidad (Costa y McCrae, 1996; Díaz y Sánchez, 2002), y variables
sociodemográficas. De entre las primeras, la autoestima (Diener, 1994), el neuroticismo y la
extraversión (Costa y McCrae, 1980; Magnus, et al., 1993; DeNeve y Cooper, 1998) aparecen
en lugares de preferencia. Entre las segundas, la edad, el sexo, el estado civil, el estatus
socioeconómico y el nivel educativo son las que adquieren el mayor protagonismo (García
Martín, 2002; Keyes, Shmotkin y Ryff, 2002; Keyes y Shapiro, en prensa).
Bienestar social
Analizadas en su conjunto, estas dos tradiciones (bastante más la primera que la segunda)
corren el riesgo de dibujar la imagen de un sujeto aislado del medio, un sujeto suspendido en
el vacío cuya satisfacción general, cuya felicidad y cuyo crecimiento personal se produce al
margen de las condiciones en las que se desenvuelve su existencia. Aunque no haya ocupado
el lugar primordial, no ha pasado desapercibido este hecho en las dos tradiciones previamente
mencionadas. Tanto una como otra vinculan el bienestar con el contacto social y las
relaciones interpersonales (Erikson, 1996), con el arraigo y los contactos comunitarios, con
los patrones activos de amistad y la participación social (Allardt, 1996), con el matrimonio,
la familia y el contacto social (Diener, 1994), con los recursos sociales (Veenhoven, 1994),
con las relaciones positivas con los demás (Ryff y Keyes, 1995; Keyes, Shmotkin y Ryff,
2002), con experiencias como la paternidad (Ryff, Schmutte y Lee, 1996), con el
funcionamiento social (Smith et al., 1999).
Ha sido posiblemente Eric Allardt quien con más énfasis ha defendido esta posición que «...
permite una consideración más completa de las condiciones necesarias para el desarrollo
humano. Un enfoque sobre las necesidades básicas se concentra en las condiciones sin las
cuales los seres humanos no pueden sobrevivir, evitar la miseria, relacionarse con otras
personas y evitar el aislamiento» (Allardt, 1996, p. 127): tener (condiciones necesarias para
la supervivencia), amar (necesidad de relacionarse con otras personas y de formar identidades
sociales), y ser (necesidad de integrarse en la sociedad y vivir en armonía con la naturaleza).
El bienestar asociado a necesidades sociales, problemas y aspiraciones colectivas, de acuerdo
con la propuesta de uno de nuestros especialistas más consagrados (Casas, 1996). Éste es
también el marco en el que inscribimos la propuesta sobre el bienestar social: la necesidad
de tomar en consideración lo individual y lo social, el mundo dado y el mundo
intersubjetivamente construido, la naturaleza y la historia, por utilizar los términos de
Vygotski; ambas caras de la existencia tienen relación con la salud cívica y el capital social
(Putnam, 2000), con la salud física (Cabañero et al., 2004), y muy especialmente con la salud
mental (U.S. Department of Health and Human Services, 1999; Keyes y Shapiro, en prensa).
El bienestar social es sencillamente «la valoración que hacemos de las circunstancias y el
funcionamiento dentro de la sociedad» (Keyes, 1998, p. 122), y está compuesto de las
siguientes dimensiones:
1. Integración social. El propio Keyes la define como «la evaluación de la calidad de las
relaciones que mantenemos con la sociedad y con la comunidad» (Keyes, 1998, p. 122). Y
añade un detalle que no puede pasarnos desapercibido porque en él es claramente perceptible
la huella del Durkheim de El Suicidio: «Las personas sanas se sienten parte de la sociedad»,
cultivan el sentimiento de pertenencia, tienden lazos sociales con familia, amigos, vecinos,
etc.
2. Aceptación social. Desde el punto de vista del bienestar y de la salud, la integración no es
más que el punto de partida. Es imprescindible estar y sentirse perteneciente a un grupo, a
una comunidad, pero es necesario que dicha pertenencia disfrute, al menos, de dos
cualidades: confianza, aceptación y actitudes positivas hacia los otros (atribución de
honestidad, bondad, amabilidad, capacidad), y aceptación de los aspectos positivos y
negativos de nuestra propia vida. Ambos, dice Keyes, son indicadores de salud mental.
3. Contribución social. También lo es que esa confianza en los otros y en nosotros mismos
vaya acompañada del sentimiento de utilidad, «de que se es un miembro vital de la sociedad,
que se tiene algo útil que ofrecer al mundo» (Keyes, 1998, p. 122), y que lo que uno aporta
es valorado. A la confianza en nosotros mismos Albert Bandura le ha dado un nombre, la
autoeficacia, y un apellido: el ejercicio del control. Con ello alude a «las creencias en nuestra
capacidad para organizar y llevar a cabo acciones capaces de lograr determinados objetivos»
(Bandura, 1997, p. 2). Contribución es sinónimo de utilidad, provecho, eficacia y aportación
al bien común.
4. Actualización social. Esta dimensión se centra en la concepción de que la sociedad y las
instituciones que la conforman son entes dinámicos, se mueven en una determinada dirección
a fin de conseguir metas y objetivos de los que podemos beneficiarnos (confianza en el
progreso y en el cambio social). Todavía más: la actualización social lleva implícita la firme
creencia de que la sociedad controla su destino, sabe dónde va y traza intencionadamente el
horizonte hacia dónde quiere llegar en el futuro. La gente más saludable desde el punto de
vista mental, advierte Keyes (1998, p. 123), confía en el futuro de la sociedad, en su potencial
de crecimiento y de desarrollo, en su capacidad para producir bienestar.
5. Coherencia social. Si la actualización tiene que ver con la confianza depositada en la
sociedad, la coherencia se refiere a la capacidad que tenemos para entender su dinámica. Es
«la percepción de la cualidad, organización y funcionamiento del mundo social, e incluye la
preocupación por enterarse de lo que ocurre en el mundo» (Keyes, 1998, p. 123). La gente
sana no sólo se preocupa por conocer el tipo de mundo en el que vive, sino que tiene la
sensación de que es capaz de entender lo que acontece a su alrededor. Vemos un sentido a lo
que pasa, y encontramos una lógica en los acontecimientos que nos rodean.
Para medir estas dimensiones teóricas Keyes desarrolló un instrumento conocido como
«Escalas de Bienestar Social» (Social Well-Being Scales), para cuya elaboración empleó el
siguiente procedimiento: a) una vez definidas teóricamente las cinco dimensiones, se
generaron un total de 10 ítems por cada una (cinco positivos y cinco negativos), teniendo en
cuenta criterios de claridad y ajuste a la definición de cada una de las dimensiones; b) este
banco de ítems se pasó en un primer estudio piloto a una muestra de 373 sujetos procedentes
de Dane County (Wisconsin); c) tras analizar las propiedades psicométricas de las escalas, y
en un intento de maximizar su fiabilidad y validez, Keyes seleccionó 33 ítems que pasaron a
componer el instrumento final; d) posteriormente, en un segundo estudio, Keyes desarrolló
una versión reducida de las escalas compuesta por 15 ítems (tres por cada una de ellas), que
pasó a una muestra de 2.871 sujetos en edades comprendidas entre los 25 y los 47 años y
repartidos a lo largo de 48 Estados de la Unión.
Método
Participantes
En este estudio participaron voluntariamente 469 personas. De ellas, 192 son estudiantes de
la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, y 277 son trabajadores de
diversas empresas de la Comunidad de Madrid.
Procedimiento
El estudio fue presentado como una investigación sobre la importancia de tener en cuenta
diversos rasgos de personalidad, creencias y actitudes a la hora de evaluar globalmente la
salud. Tras informar a los participantes de que toda la información que se recogiera en la
investigación sería confidencial y anónima, se les repartió un cuadernillo que contenía, en
este orden, las escalas de bienestar social, anomia, acción social, acción social reciente,
aportación social, salud del vecindario percibida, limitaciones percibidas, bienestar y
satisfacción con la vida. Los participantes se tomaron todo el tiempo necesario para
completar el cuadernillo.
Medidas
Bienestar Social.
Los estudios realizados para la construcción de las Escalas de Bienestar Social (Keyes, 1998)
señalan que varias de ellas poseen una baja consistencia interna, especialmente en la versión
de 15 ítems. Como se puede observar en la Tabla 1, la consistencia interna de las escalas
originales oscila entre un α de 0.57 a 0.81 en el primer estudio, y de 0.41 a 0.73 en el segundo.
Varias escalas muestran, por tanto, unos niveles de fiabilidad escasos, probablemente debido
a su longitud. Para intentar mejorar la consistencia interna de las escalas, dos traductores
bilingües vertieron al castellano los 33 ítems del instrumento original utilizado por Keyes.
Tras un análisis preliminar, se comprobó que varios de ellos (en concreto, los ítems 6, 7, 14,
15, 21, 27, 32 y 33) obtuvieron en nuestro estudio correlaciones menores de 0.30 con el total
de su escala, por lo que fueron eliminados. Sólo mantuvimos aquellos ítems cuya correlación
con el total de su escala fue superior a 0.30 (Ferguson y Cox, 1993). Los participantes
respondieron a los ítems utilizando un formato de respuesta de categorías ordenadas con
puntuaciones comprendidas entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 5 (totalmente de acuerdo).
Varios ítems se redactaron de forma inversa para minimizar la aquiescencia.
Escalas de validación
Anomia. Para medir la anomia (Srole, 1956) se emplearon tres ítems contenidos en la
«General Social Survey» (GSS) (Davis y Smith, 1994). Los participantes respondieron
utilizando un formato de respuesta comprendida entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 5
(totalmente de acuerdo) a las siguientes afirmaciones: «muchos empleados públicos no se
preocupan por el ciudadano medio», «la tendencia del ciudadano medio es ir a peor, no a
mejor»; «mirando hacia el futuro no es adecuado traer niños al mundo teniendo en cuenta
cómo van las cosas».
Estos ítems han sido utilizados por varios autores (e.g., Keyes, 1998) para medir anomia y
muestran unas propiedades psicométricas aceptables con una consistencia interna (α) de 0,57
en el estudio de la GSS. En nuestro estudio la escala mostró los mismos niveles de fiabilidad
(α= 0,56).
Acción social. Utilizando un formato de respuesta dicotómico (sí= 1 o no= 0) los
participantes respondieron a las dos siguientes preguntas: «¿has trabajado con otras personas
de tu entorno para intentar resolver problemas de la sociedad?» y «¿has realizado algún
trabajo social como voluntario en una ONG o asociación?». Acción social reciente. Los
participantes respondieron a la siguiente pregunta: «En los últimos doce meses, ¿cuánto
tiempo en horas crees que has dedicado a realizar algún trabajo social volun tario?». El
formato de respuesta fue abierto y se codificó el número de horas como una variable continua.
Aportación. Para medir aportación social se utilizó una versión de la escala «Loyola
Generativity Scale» (McAdams y St. Aubin, 1992) modificada parcialmente por Keyes
(1998) y compuesta por cinco ítems. Altas puntuaciones en esta escala indican personas que
sienten que han realizado contribuciones a la sociedad («otras personas dicen que he
realizado contribuciones a la sociedad»), que han compartido sus habilidades y experiencias
con otras personas («intento compartir el conocimiento que he adquirido por medio de mi
experiencia»), que les gusta enseñar y que sienten que otras personas les necesitan. Los
participantes respondieron señalando si los ítems de la escala les describían nada, poco, algo
o mucho. La consistencia interna (α) de la «Modified Loyola Generativity Scale» fue de 0,74.
Salud del vecindario. Las personas que participaron en el estudio completaron la escala de
«Salud Percibida del Vecindario» (Keyes, 1998) compuesta por cuatro ítems diseñados para
medir la seguridad y la confianza que sienten con sus vecinos.
Los participantes respondieron utilizando un formato de respuesta con puntuaciones
comprendidas entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 5 (totalmente de acuerdo). La escala
mostró un nivel de fiabilidad relativamente aceptable (α= 0,65).
Limitaciones percibidas. Se utilizó la escala propuesta por Lachman y Weaver (1998), que
intenta reflejar el grado de control que las personas tienen sobre su vida y el grado en que la
perciben plagada de obstáculos y contingencias imprevisibles. La escala incluye, por
ejemplo, afirmaciones como: «hay muchas cosas que interfieren con lo que yo quiero hacer».
Los participantes indicaron su grado de acuerdo o desacuerdo utilizando una escala de
respuesta con puntuaciones comprendidas entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 5 (totalmente
de acuerdo). La escala mostró una buena consistencia interna (α= 0,74). Bienestar. Se empleó
una medida de ítem único de satisfacción global con la vida basada en una adaptación
propuesta por Keyes et al. (2002) de la escala de Cantril (1965). Variantes de la escala de
Cantril han sido empleadas por numerosos estudios (Andrews y Robinson, 1991). Los
participantes respondieron a la tarea de evaluar globalmente su vida durante los últimos días
empleando para ello una escala de respuesta con puntuaciones comprendidas entre 0 (la peor
vida posible) y 5 (la mejor vida posible).
Satisfacción con la vida. Se empleó la Escala de Satisfacción con la Vida (Diener, Emmons,
Larsen y Griffin, 1985). Esta escala, compuesta por cinco ítems, muestra unas excelentes
propiedades psicométricas y fue validada en una muestra de adolescentes por parte de
Atienza et al. (2000), y recientemente con una muestra de mujeres embarazadas y puérperas
(Cabañero et al., 2004). Los participantes indicaron su grado de acuerdo o desacuerdo
utilizando la misma escala que en anteriores medidas (1= totalmente en desacuerdo, 5=
totalmente de acuerdo). En nuestro estudio la escala ofreció una muy buena consistencia
interna (α= 0,86).
Resultados
Consistencia interna
En la Tabla 1 se muestran los coeficientes α de las escalas de bienestar social. En general,
muestran una buena consistencia interna, con indicadores que oscilan entre 0,68 y 0,83.
Como se puede observar, comparadas con las originales, la mayor parte de las escalas
españolas muestran una mayor consistencia interna, destacando las de aceptación social,
actualización social y coherencia social.
Validez de constructo
Validez factorial. La validez factorial de las Escalas de Bienestar Social se comprobó
mediante análisis factorial confirmatorio empleando el programa AMOS 4.0. Se plantearon
ocho modelos teóricos diferentes. Los modelos del 1-3 se propusieron como hipótesis nulas.
El modelo 1 postula la ortogonalidad de los ítems: se sospecha que hay tantos como factores
y que no tienen porqué estar correlacionados.
El modelo 2 sostiene la existencia de un único factor llamado bienestar social, en el que
saturarían todos los ítems.
El modelo 3, por su parte, defiende una estructura bifactorial en la que todos los ítems
positivos saturarían en un factor, y los ítems negativos en el otro. Los modelos del 4 al 6
representan comprobaciones acerca de la distintividad y diferenciación de las cinco
dimensiones del bienestar social propuestas. Comenzamos, como es preceptivo, con modelos
teóricos reducidos, agrupando aquellas dimensiones que poseen un cierto grado de
similaridad conceptual.
El modelo 4 postula dos factores: en el primero saturarían los ítems de integración social y
contribución social, y en el segundo los ítems de coherencia social, aceptación social y
actualización social. El modelo 5 propone tres factores a fin de comprobar que existen
diferencias entre los indicadores de coherencia social y los indicadores de aceptación social
y actualización social. En el primero de ellos saturarían, por tanto, los indicadores de
integración social y contribución social; en el segundo sólo saturarían los ítems de coherencia
social y, finalmente, en el tercero lo harían los de aceptación social y actualización social. El
modelo 6 propone una estructura de cuatro factores para comprobar la teoría de que la
integración social es un constructo latente distinto de la contribución social. Los modelos 7
y 8 recogen nuestras propuestas teóricas acerca de la estructura factorial del bienestar social.
El modelo 7 propone una estructura factorial de cinco factores y un constructo latente de
segundo orden denominado bienestar social. Finalmente, el modelo 8 describe nuestra
propuesta teórica de cinco factores del bienestar social. La bondad de ajuste de los diferentes
modelos teóricos se midió empleando diversos indicadores (ver Tabla 2): GFI (Goodness of
Fit Index), AGFI (Adjusted Goodness of Fit Index), CFI (Comparative Fit Index) y RMSEA.
Cuanto mayores son los valores de los tres primeros indicadores y menores los del cuarto,
mejor es el ajuste del modelo a los datos.
Como puede comprobarse en la Tabla 2, cada modelo muestra unos indicadores de ajuste
mejores que los del modelo inmediatamente inferior. El modelo 8, que es el que refleja la
propuesta de que el bienestar social se manifiesta a lo largo de cinco factores, es el que mejor
ajusta con los datos. Como regla general, se puede señalar que valores de los tres primeros
indicadores cercanos a 0,90 o superiores y menores de 0,06 en el cuarto, señalan un ajuste
relativamente bueno de los datos al modelo, sobre todo si tenemos en cuenta que los
indicadores de ajuste disminuyen en muestras relativamente pequeñas y a medida que
aumenta el número de parámetros a estimar (Hu y Bentler, 1999; Bollen, 1989).
Por tanto, podemos señalar que el modelo teórico de cinco factores que hemos propuesto
muestra un ajuste relativamente bueno con los datos.
b) Validez convergente. Las escalas seleccionadas como criterio de validación poseen
diferente longitud (desde cinco ítems a escalas de ítem único) y diferente fiabilidad. Ambos
factores pueden afectar a la cuantía de su correlación con las escalas de bienestar social. Para
intentar reducir este efecto se realizó un análisis factorial de todos los ítems de las escalas de
validación (método de extracción: análisis de componentes principales; método de rotación:
normalización varimax con Kaiser). Como puede comprobarse en la Tabla 3, el análisis
factorial mostró cuatro grandes factores que explicaron un 51% de la varianza. En el primer
factor saturaron fundamentalmente todos los ítems de la escala de Satisfacción con la Vida
y el ítem de la Escala de Item Único de Bienestar.
Puesto que ambas escalas miden el mismo constructo psicológico, a este factor le
denominaremos satisfacción.
En el segundo factor saturaron preferentemente todos los ítems de la escala de Limitaciones
Percibidas y dos de los tres ítems de la escala de Anomia. La ausencia de sentido respecto
a lo que hacemos, la falta de control respecto a lo que nos sucede, y el pesimismo respecto a
lo que nos puede deparar el futuro se encuentran detrás de este factor.
El descontrol personal o social y la percepción de interferencias permanentes en la
consecución de nuestros objetivos (limitaciones) auguran un futuro sombrío (anomia). A este
segundo factor le damos consecuentemente el nombre de Anomia y Limitaciones.
En el tercer factor saturaron principalmente cuatro de los cinco ítems de la escala de
Aportación y dos de los tres ítems de Acción Social. Ambas escalas poseen una estrecha
relación conceptual dado que miden el grado en que las personas han realizado
contribuciones a la sociedad, han compartido sus habilidades y experiencias con otras
personas de manera desinteresada, y se han implicado en la solución de problemas que atañen
a la comunidad. Este factor, por tanto, debe denominarse Aportación y Acción social.
Finalmente, en el último factor saturaron fundamentalmente los cuatro ítems de la escala de
Salud del Vecindario, por lo que le daremos el mismo nombre de la escala. Para analizar la
validez convergente se correlacionaron las puntuaciones factoriales estimadas mediante
regresión con las diferentes escalas de bienestar social, como muestra laTabla.4.
Todas las Escalas de Bienestar Social correlacionaron de manera negativa y significativa con
Anomia y Limitaciones. Lo hicieron, además, en los términos previsibles: la falta de
confianza en la sociedad como motor de cambio y de progreso (actualización) que, como es
esperable, se deja fácilmente acompañar de una cierta incapacidad, que acaba por tornarse en
desinterés, para comprender su dinámica (coherencia), y el desinterés y la falta de confianza
en los otros (aceptación) se relacionan con un alto nivel de anomia y limitaciones
personales.
Las personas que piensan que es el más puro azar el que mueve el destino de la sociedad y
han perdido confianza en su capacidad de progreso puede que se sientan razonablemente
incapaces y desinteresados por intentar entenderla, y eso les conduce a ver su propia vida
como una carrera plagada de obstáculos y contingencias imprevisibles a las que no se sienten
capaces de enfrentarse.
Si a esto le añadimos la desconfianza en los otros (aceptación), parece más que lógico el
pesimismo y el desagradable y psicológicamente insano sentimiento de descontrol respecto
a lo que ocurre en tu vida.
Como era de esperar, la escala de contribución social mostró su relación más alta y más
significativa con Aportación y Acción Social, que es una manera de medir la participación
espontánea en actividades comunitarias en torno a problemas sociales. Es un resultado
esperado que refuerza la validez de la escala que ponemos a prueba.
La Aportación y Acción social nos ofrece un segundo dato de relevancia: las personas que
se sienten socialmente útiles y eficaces y se han implicado en acciones solidarias parecen
personas con un desarrollado sentimiento de pertenencia, con lazos sociales fuertemente
arraigados (la correlación entre Integración y Aportación y Acción Social es de r= .26) y con
unas relaciones sociales y comunitarias más que favorables.
Este último dato nos permite señalar que la dimensión de Integración Social ofrece
correlaciones positivas con los cuatro factores. Lo hace de manera especial con la
Satisfacción y ello no hace sino abundar de nuevo en la hipótesis sobre la que hemos apoyado
el propio concepto de bienestar social: la importancia que adquiere el sentimiento de
pertenencia, la cercanía de los otros y los vínculos sociales en el agrado y el contento que nos
proporciona nuestra existencia. Entra dentro de lo razonable pensar que el nivel de
integración pueda ser uno de los factores responsables de la implicación en tareas
comunitarias (acción social), del sentimiento de ser necesarios para otras personas, y de la
experiencia de haber hecho cosas por ayudarlas (r= .26 entre Integración y Aportación y
Acción Social). El sentimiento de pertenencia como una de las fuentes de satisfacción con la
vida, y ésta como origen de la acción y del compromiso social: esa no deja de ser una
hipótesis interesante. Junto a la integración, la actualización ofrece también un panorama
de relaciones significativas con todos los factores, y de manera especialmente sobresaliente
con Anomia y Limitaciones. Esa confianza en la capacidad de la sociedad para crecer,
progresar, crear y repartir bienestar puede que sea una de las razones que se encuentran en el
fondo de lo mucho o poco que a uno le gusta la vida que lleva (satisfacción) y, con las debidas
precauciones, cabe pensar, además, que esa confianza pueda estar en la base de la seguridad
con la que nos manejamos en nuestro entorno más inmediato, y eso anime a la acción social.
Como si la confianza en lo macro tuviera un reflejo en la confianza y seguridad con la que
actuamos en las distancias cortas. A la acción social llegamos, entonces, desde la confianza
en la sociedad (actualización) y desde la confianza en los otros (aceptación) con la
inestimable, y posiblemente inevitable, ayuda del sentimiento de pertenencia (integración):
un haz coherente de relaciones que tiene su contrapunto en la anomia, y que por otra parte
no hace sino reforzar la coherencia.
Para apoyar la idea que estamos barajando conviene no perder de vista las correlaciones que
nos ofrece la dimensión de aceptación de manera muy especial con Seguridad (en ambos está
en juego la confianza en los demás), y en menor medida con la Aportación y la Acción social.
La confianza en los otros tiene, pues, un correlato esperable en la seguridad que uno siente
en su entorno más inmediato y eso va seguido de una acción solidaria, empática y altruista.
Otro núcleo de relaciones digno de ser tenido en cuenta.
Discusión
Una de las hipótesis que mayor nivel de consenso ha llegado a alcanzar entre los científicos
sociales es aquella que apadrinara Robert Nisbet: «las grandes ideas de las ciencias sociales
tienen invariablemente sus raíces en aspiraciones morales» (Nisbet, 1969, p. 33). Partiendo
de ella, en algún otro momento (Blanco, Rojas y de la Corte, 2000) hemos defendido la más
que verosímil posibilidad de que sea en el compromiso con el bienestar donde la Psicología
encuentre su fuente de legitimidad como ciencia y como profesión.
El bienestar, entonces, sería la concreción del principio-emancipación al que rindieron cuenta
los Comte, Marx, Durkheim o Weber. Esa fue precisamente la propuesta de George Miller
(1969) en su alocución como Presidente de la APA: «la Psicología es y debe actuar en la
práctica como un instrumento al servicio del bienestar. Nuestro Código Deontológico en su
Artículo 5 recoge esta filosofía: “El ejercicio de la Psicología se ordena a una finalidad
humana y social que puede expresarse en objetivos tales como el bienestar, la salud, la calidad
de vida, la plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos ámbitos de
la vida individual y social”». Partiendo de estos supuestos hemos pretendido dotarnos de un
instrumento capaz de responder al que consideramos un constructo básico en el
funcionamiento psicológico: el bienestar social.
Nuestro objetivo se ha centrado en la validación de la versión en castellano de las «Escalas
de bienestar social» de Keyes (1998), que se suma a la propuesta de validación de la «Escala
de Satisfacción con la Vida» llevada a cabo primero por Atienza et al., (2000) y más
recientemente por Cabañero et al. (2004). El que aquí proponemos es un instrumento
complementario que recupera una parte decisiva del concepto de bienestar: aquella que limita
con la actividad social, con las relaciones interpersonales, con la participación en la vida
comunitaria, con la satisfacción, en una palabra, de ese núcleo de necesidades básicas (tener,
amar, ser) sin cuyo concurso resulta difícil sobrevivir (Allardt, 1996).
El panorama que nos dibuja la aplicación de la versión castellana de las Escalas de Bienestar
Social a una muestra de 469 personas es, en un primer momento, de una mayor consistencia
interna que la alcanzada en los estudios de Keyes (1998). En tres de las cinco dimensiones
(aceptación social, actualización social y coherencia social) hemos alcanzado valores α en
niveles aceptables (0,83 para aceptación social, 0,79 para actualización social, y 0,68 para
coherencia social). En las dos dimensiones restantes (integración social y contribución social)
hemos obtenido una consistencia interna similar o inferior, pero siempre con valores α
relativamente aceptables. La validez factorial de las Escalas de Bienestar Social se comprobó
mediante análisis factorial confirmatorio y el modelo teórico de cinco factores que hemos
propuesto mostró un ajuste relativamente bueno con los datos.

Existen, sin embargo, una serie de limitaciones que deben tenerse en cuenta. La primera de
ellas tiene que ver con el tamaño de la muestra. Dada la cantidad de parámetros a estimar en
el análisis factorial confirmatorio debido a la extensión y complejidad del modelo teórico
propuesto, hubiera sido deseable un tamaño muestral mayor, dado que los indicadores de
ajuste disminuyen en muestras relativamente pequeñas y a medida que aumenta el número
de parámetros a estimar (Hu y Bentler, 1999; Bollen, 1989). De hecho, los valores obtenidos
en algunos de los indicadores de ajuste (e.g., CFI) pueden considerarse sólo como aceptables.
Además, dos de las escalas mostraron unos valores α cercanos a 0,70: las escalas de
integración y coherencia social, en concreto, muestran una consistencia interna menor que el
resto. Aunque en este estudio no ha ocurrido, la baja precisión (α cercanos a 0,70: las escalas
de integración y coherencia social, en concreto, muestran una consistencia interna menor que
el resto. Aunque en este estudio no ha ocurrido, la baja precisión (α<0,60), como la
encontrada en algunas de las escalas originales de Keyes, pueden limitar el grado en que estas
escalas correlacionan con otras variables (Keyes, Ryff y Shmotkin, 2002).

Algunos de los datos que hemos encontrado resultan especialmente relevantes.


Contrariamente a lo que creía Wilson, y con él una buena parte de la tradición hedónica, no
se puede ser feliz en el vacío, prescindiendo por completo de lo que hay y de lo que ocurre a
nuestro alrededor. Las correlaciones que la satisfacción obtiene con las dimensiones de
integración, contribución y actualización confirman la más que fundamentada sospecha de
que el bienestar no puede ser entendido al margen de los lazos que nos unen a otras personas
(Erikson, 1996), de los patrones de participación y contribución social (Allardt, 1996), y de
la cercanía y el calor de la pareja y la familia (Diener, 1994). Un balance global de la vida al
margen de los otros, de su compañía, de su confianza, de su apoyo, de su solidaridad y de la
implicación en actividades sociales de corto o largo alcance, resulta a todas luces inverosímil.

El bienestar social se os ofrece como un proceso bien asentado en las cinco dimensiones
propuestas por Keyes (1998), pero se apoya de manera especial en la integración y en la
actualización social. La primera se asocia con necesidades socioemocionales (pertenencia,
apoyo, vínculos sociales, identidad, autoestima, etc.) sobre las que se apoya uno de los
fundamentos de la grupalidad desde la apuesta de que «el grupo es el cimiento sobre el que
se erige el individuo» por parte de Lewin (1948, p. 85), hasta el paradigma del grupo mínimo
sobre el que de Tajfel (1984) elabora su ingente y fructífera teoría de la categorización social.
La actualización tiene puesta su mirada un paso más allá: en la confianza que despierta la
sociedad como generadora de un progreso y de un nivel de bienestar del que todos podemos
salir beneficiados. Así es como puede leerse un dato que aparece con frecuencia en las
investigaciones y que resume Veenhoven (1994): la satisfacción con la vida es mayor en las
naciones económicamente más prósperas, donde impera una mayor igualdad social, donde
se respetan al máximo los derechos humanos y las libertades políticas, y donde el acceso al
conocimiento está más garantizado. Se trata de sociedades que se mueven en una dirección
que produce un bienestar del que todos se sienten partícipes, o de sociedades que permiten
conseguirlo, que garantizan la libertad para el bienestar (Sen, 1996).

Pero no se nos puede ocultar la sólida presencia de un cuarto factor (Anomia y Limitaciones)
en la arquitectura del bienestar social. Cuando falta confianza en la sociedad (actualización),
capacidad e interés por conocer la lógica de su desarrollo (coherencia) y confianza en los
otros y en nosotros mismos (aceptación), acaba por abrirse un abismo debajo de nuestros pies
que puede tener graves repercusiones sobre la salud.

Es importante señalar la significativa robustez que ofrece el factor Anomia y Limitaciones


con la práctica totalidad de las dimensiones del bienestar social. Globalmente hablando, se
trata probablemente del resultado más interesante y más inquietante. De entrada, reproduce
con fidelidad las dos grandes concepciones teóricas de la anomia.

La primera tiene como marco la organización moral de una sociedad, la moral de progreso
en concreto: «Toda moral de progreso y de perfeccionamiento es, pues, inseparable de cierto
grado de anomia» (Durkheim, 1928, p. 407).

La segunda tiene como protagonista a Merton (1964): la anomia como un estado subjetivo
definido por la falta de confianza respecto a uno mismo y respecto a los otros (aceptación).

Cuando nos sentimos incapaces de encontrar sentido al mundo en el que vivimos; cuando
cunde la impresión de que las cosas ocurren sin seguir un plan establecido y no percibimos
que la sociedad progrese y sea capaz de crear bienestar, puede parecer razonable un cierto
pesimismo para afrontar los obstáculos y contingencias que se interponen en nuestra vida en
general, y particularmente en la consecución de los objetivos que nos hemos marcado, de
suerte que siempre hay que esperar que un azar incontrolado eche por tierra los planes que
habíamos definido.

Por el contrario, los datos apuntan a que una buena, cálida y cercana red de relaciones sociales
puede adornar nuestra vida de optimismo y de confianza en el futuro y hacernos, de paso,
socialmente más activos y solidarios, o lo que, según Keyes (1998, p. 122), viene a ser lo
mismo, psicológicamente más sanos: «las personas sanas se sienten parte de la sociedad»,
confían en ella y en los otros como fuente de bienestar.

Tanto desde una perspectiva (integración: sentimiento de pertenencia) como desde otra
(actualización y aceptación: confianza en la sociedad y confianza en los otros) la
consecuencia viene a ser la misma: la acción social, la implicación solidaria y altruista en la
solución de los asuntos que atañen a la sociedad o a la comunidad.

Un comentario final: los datos de la Tabla 4 nos ofrecen una atractiva excusa para terminar
con una reflexión de hondo calado: lo pertinente que resulta desde el punto de vista
psicosocial el juego entre las distancias cortas (integración, aceptación y contribución) y las
distancias largas (actualización y coherencia),

la más que verosímil relación entre la confianza en los otros (aceptación) y la confianza
en la sociedad (actualización), la necesidad de recurrir al marco social e interpersonal
para hablar de esa experiencia emocional de tanto significado psicológico que es el
bienestar.

Tajfel (1984, p. 23) lo dejó claramente enunciado: «La Psicología social puede y debe incluir
entre sus preocupaciones teóricas y en relación con la investigación, un interés directo por
las relaciones entre el funcionamiento psicológico humano y los acontecimientos sociales a
gran escala que moldean este funcionamiento y son moldeados por él».

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Veenhoven, R. (1994). El estudio de la satisfacción con la vida. Intervención Psicosocial, 3, 87-116.
Fin de INSERTO
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Otros conceptos: Región, Desigualdad social y desigualdad social.

Región
Territorio que constituye una unidad homogénea en un determinado aspecto por
circunstancias históricas, políticas, geográficas, climáticas, culturales, lingüísticas o de otro
tipo: "las regiones polares; la región amazónica"

Cada una de las divisiones territoriales de un país que tiene las mismas características
geográficas e históricas o culturales, pero no administrativas; se puede dividir a su vez en
provincias, departamentos, etc.

Región es una zona territorial delimitada por características comunes que pueden ser
geográficas, culturales, políticas o económicas.
De manera general, una región es sinónimo de área o zona. Es definido por un espacio
geográfico que abarca un o varios atributos.
En este sentido, puede referirse a un punto cardinal como pueden ser la región norte, centro
o sur de un país o Estado.

A su vez, las regiones pueden ser espacios territoriales definidas geopolíticamente en un


país, como es el caso de Chiapas siendo una región de México y la región de Tarapacá en
Chile.
Un continente también puede dividirse por regiones según sus diferentes climas como lo son
las regiones templadas, regiones caribeñas, regiones mediterráneas o regiones tropicales.

TIPOS DE REGIONES

Una región se define según sus características comunes. De esta manera se puede dividir en
varios tipos de regiones como:

Región natural o geográfica: se caracteriza por compartir clima, flora y fauna similares
como, por ejemplo, región tropical o región marítima.
Región cultural: contiene grupos que comparten una misma identidad cultural como, por
ejemplo, la región andina o la región maya.
Región económica o socioeconómica: agrupan zonas donde existen acuerdos económicos
como, por ejemplo, la región de mesoamérica compuesta por una parte de México,
Guatemala, El Salvador, Belice y la parte occidental de Costa Rica, Honduras y Nicaragua.
Región política o administrativa: división que hacen los Estados para su administración
política y de soberanía que puede contener criterios naturales, económicos o culturales como,
por ejemplo, la región de la pampa en Argentina.

Región natural o geográfica


En geografía, una región natural o geográfica es un territorio limitado por fronteras naturales
donde se comparte un tipo de clima, flora y fauna parecidos.
De esta manera podemos identificar, por ejemplo, la región polar que se ubica al norte de
América, Europa y Rusia.

Región cultural
Una región cultural es definida por el encuentro de una identidad cultural común que puede
ser diferente a la definición política, natural o económica de la misma región. Generalmente
es asociado a lugares donde aún hay asentamientos de pueblos originarios.
Vea también Identidad cultural.
Es el caso de la región maya que se extiende por la península de Yucatán en México o la
región Guaraní que incluye Paraguay, parte occidental de Brasil y noroeste de Argentina,
Brunca en Costa Rica,etc.

DESIGUALDAD económica, por qué?


La desigualdad económica es el distinto reparto de los ingresos, los activos o el bienestar
entre el conjunto de habitantes, según explica la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OECD, 2018).
El décimo objetivo de los Objetivos de desarrollo sostenible propone reducir la desigualdad
en y entre los países. Aunque se han realizado avances en el mundo para erradicar la pobreza,
la desigualdad económica sigue existiendo. Te contamos en qué consiste y qué la causa.
El crecimiento económico de un país no tiene por qué suponer la disminución de la pobreza,
porque para que la pobreza se reduzca se tiene que tratar de un crecimiento que considere
tres facetas del desarrollo sostenible: la económica, la ambiental y la social.
Algunos datos que destaca Naciones Unidas en este sentido y que ponen en evidencia la
situación en la que vivimos en el mundo actual son los siguientes:
En los países en desarrollo, el 20% de los niños en situación de pobreza tiene hasta tres veces
más probabilidades de morir antes de cumplir cinco años que los niños de los quintiles más
ricos.
En la mayor parte de los países en desarrollo, las mujeres que viven en el campo tienen tres
veces más probabilidades de morir durante el parto que las mujeres de la ciudades.
Hasta el 30% de la desigualdad de ingresos se debe a la desigualdad dentro de los hogares.
¿Qué te parecen estos datos? Desde luego muestran una situación que merece una reflexión
y que exige tomar medidas.

¿Qué es la desigualdad económica?


La desigualdad económica es la diferencia que existe en la distribución de bienes, ingresos y
rentas en el seno de un grupo, una sociedad, un país o entre países.
Según el informe sobre la desigualdad global de 2018 elaborado por World Inequality Lab,
la desigualdad de ingresos ha crecido de forma acusada desde el año 1980 a pesar del
crecimiento de países como China. El aumento de la desigualdad ha supuesto que el 1% de
las personas con mayores ingresos en el mundo reciba una proporción dos veces más elevada
del crecimiento que el 50% de menores ingresos desde 1980.

¿A qué se debe la desigualdad económica?


Existen numerosos factores que influyen en la aparición de la desigualdad económica y que
suelen aparecer de forma conjunta:
Dificultades para el acceso a la formación. La posibilidad de formarse y de aprender da la
oportunidad a muchas personas de acceder a puestos de trabajo mejores y salarios más
elevados. Por el contrario, cuando las personas no pueden acceder al conocimiento, sus
oportunidades laborales se ven limitadas, lo que perpetúa la situación pobreza.
 Imposibilidad de acceder a los espacios de toma de decisiones. La posibilidad de que los
ciudadanos participen en las instituciones que toman las decisiones que los afectan favorece
la igualdad.
 Desigualdad de género. El hecho de que las mujeres en muchos países reciban un trato
desigual en cuanto al acceso a la educación o al mundo laboral tiene efectos negativos sobre
la sociedad.
 Conflictos. Las guerras y las contextos de violencia prolongada producen pobreza y éxodos
de personas hacia otros lugares seguros. La falta de seguridad y el miedo generan
inestabilidad en todos los ámbitos de la vida y pone trabas al progreso.

Como ves, la desigualdad económica es un problema que tiene muchas facetas y múltiples
consecuencias. Son muchas las iniciativas que se han llevado a cabo hasta ahora para terminar
con esta situación, pero no son suficientes, es necesaria una gran implicación por parte de
todos.

Resumiendo:
Una definición rápida de la desigualdad económica sería decir que consiste en un reparto
desequilibrado de riqueza y rentas económicas entre los miembros o grupos de una
comunidad, según nos explica Wikipedia.
Pero no vamos a enredarte con definiciones sobre economía. Preferimos ofrecerte algunos
datos del informe Una economía al servicio del 1% de Oxfam Intermón:
El 99% de la población mundial posee menos riqueza que el 1% más pudiente de la población
del planeta.
3.600 millones de personas en el mundo poseían, en 2015, igual riqueza que 62 personas
ricas.
La desigualdad económica se traduce en una disponibilidad de recursos económicos muy
dispar entre los individuos de la sociedad. Y con un reparto de riquezas tan discrepante, cada
vez es mayor la brecha entre individuos ricos y pobres, y las oportunidades de unos y otros.
¡Pongamos más cifras a esta situación!
¿Cómo se mide la desigualdad?
Tal y como se indica en el informe “Una economía para el 99%” de Oxfam Intermón, el
método más conocido para su medición es el coeficiente de Gini:
Si la puntuación es 0, es que existe una igualdad plena.
Si la puntuación es de 1 (o 100), es que un único individuo lo posee todo.
Es decir, que cuanto más pequeño sea el Gini menor es la desigualdad, y cuanto mayor sea
este, hay un incremento de la desigualdad.
Organismos como las Naciones Unidas o el Banco Mundial usan el coeficiente de Gini para
valorar la desigualdad existente. Puedes consultarlo en la web de esta última institución.

Origen y causas de la desigualdad económica


Las diferencias entre los niveles de renta, capitales o patrimonio entre unas y otras personas
es evidente, y aún peor, es cada vez más abismal. Pero ¿cuál es el origen de la desigualdad
económica?
No es fácil fijar un momento exacto en que unos comenzaron a ser más ricos y otras más
pobres. Sin embargo, podemos encontrar el germen de la desigualdad económica en los
inicios de la industrialización. Su llegada introdujo transformaciones sociales y económicas.
Los beneficios y progresos de la era industrial no favorecieron por igual al conjunto de la
sociedad ni todos los países tuvieron la misma capacidad de sacar rentabilidad a estos nuevos
avances. ¿Por qué?

Siete causas de la desigualdad económica


No es cuestión de ingresos y capital. La desigualdad económica está asociada a otro tipo de
desigualdades, y, juntas, aumentan el peligro de caer en la marginación.
Las disparidades actuales son un obstáculo para los derechos y el bienestar de las personas,
es decir, dificultan la justicia social. Impiden la movilidad social o el acceso a educación o
sanidad en igualdad de condiciones.
La globalización
Hace que la economía mundial esté más integrada y, por ejemplo, facilita prácticas como la
externalización de los servicios.
Esto provoca que las empresas puedan subcontratar a su personal en otras regiones, como los
países en desarrollo, y demanden perfiles poco cualificados.
El resultado es la eliminación de puestos de trabajo y la creación de otros con condiciones y
sueldos deficientes.

La irrupción de la tecnología
Las nuevas tecnologías pueden crear una brecha profesional y salarial porque benefician las
habilidades personales y contribuyen a la producción.
De este modo:
Aquellas personas que conozcan estas herramientas y sepan usarlas podrán aprovechar sus
posibilidades porque se crean nuevos puestos laborales asociados a ellos (creación de
aplicaciones móviles, community management, experiencias de realidad aumentada…).
Habrá personas que pierdan su trabajo porque su labor podrá ser sustituida por nuevas
tecnologías o trabajadores con nuevas habilidades.
En cambio, aquellas otras que desempeñan funciones no rutinarias, sino más creativas, no
sufrirán este relevo.
Como consecuencia de ello, los ingresos entre unas y otras personas serán muy desiguales.

La distribución de la riqueza
El Informe sobre la Desigualdad Global 2018 del Laboratorio sobre la Desigualdad
Global nos explica cómo la desigualdad económica está vinculada a esta cuestión.
Desde la década de 1980 se ha producido una transformación en la propiedad de la riqueza:
ha pasado del ámbito público al privado.
Esto ha provocado que en los países ricos la riqueza pública sea negativa o próxima a cero,
mientras que la nacional (riqueza pública más privada) ha aumentado.
Ahora las personas controlan más riqueza que los gobiernos, pues la riqueza privada neta, en
la mayor parte de los países ricos, es del 400-700% del ingreso nacional.
En cambio, se observa que la pública (activos menos deuda) ha menguado.
El resultado es una menor capacidad de los gobiernos para enfrentarse a la desigualdad.

Los empleos y salarios


En este punto se agrupan varias cuestiones, como por ejemplo…
Desigualdad de salarios según el nivel que se ocupa en la empresa. En la mayoría de los
países los sueldos se incrementan de forma paulatina en toda la distribución salarial, sin
embargo, se produce un incremento drástico dentro del rango superior de remuneración.
Según el Informe Mundial sobre Salarios 2016/2017 de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), en Europa, el 10% con mejor remuneración recibe cerca de lo que percibe el
50% con menor salario.

Tendencia hacia la precariedad laboral. El informe ¿Realidad o ficción? La recuperación


económica, en manos de una minoría, elaborado por Oxfam Intermón alerta de cómo la
transformación del mercado de trabajo está afectando a la población.
Encontramos una inclinación hacia el fomento de trabajos temporales (implican peores
salarios y protección social), la merma de la negociación colectiva (favorece que las personas
empresarias puedan reducir de forma unilateral los sueldos) o subcontratación de servicios
(las personas contratadas por este sistema perciben un 31% menos).

Situación de la mujer en el mundo laboral. En dicho informe se explica que las mujeres se
encuentran en una situación más vulnerable. Ellas ocupan los puestos con peores
sueldos (son mujeres, el 73,9% de la población española en este caso) y son contratadas a
tiempo parcial o de forma temporal.

Los sistemas fiscales


Se tienden a sustentar las políticas públicas mediante las aportaciones de las personas
trabajadoras y las familias, mientras que se busca reducir la fiscalidad a las personas
pudientes y grandes compañías. Hay una persistencia de sistemas tributarios poco
progresivos o concentrados en torno a las rentas del trabajo.

En el caso de nuestro país, cómo procede la recaudación (impuestos totales)


Si se mantienen los sistemas fiscales abusivos no es posible luchar contra la desigualdad
económica.

La evasión fiscal
Es algo tan sencillo como no pagar los impuestos correspondientes. Y algo tan grave que
pone en riesgo el acceso a los servicios básicos de toda la ciudadanía.

Las personas adineradas y grandes empresas ponen en marcha complejas estructuras de


planificación fiscal para evitar su desembolso.

Los paraísos fiscales son un instrumento para la evasión fiscal:


son regiones con nula o escasa tributación y sin control o transparencia sobre las
transacciones, lo que permite acrecentar los beneficios.

Impiden que los estados puedan incrementar la recaudación e inversión en políticas sociales
y ayudar de diferentes formas a personas, ya que las grandes fortunas y empresas emplean
sociedades offshore con sede en estos paraísos para sortear el pago de impuestos (las filiales
ubicadas en estas regiones perciben ingresos desde las otras sucursales).
En el informe Guerras fiscales de Oxfam Intermón se cifraba en 100.000 millones de
dólares la cantidad anual que los países desarrollados perdían por el uso de los paraísos
fiscales por parte de las grandes compañías.
También se señalaban los 15 países sede de los paraísos fiscales más agresivos (entre ellos,
algunos ubicados en Europa, como los Países Bajos o Suiza, que ocupan los puestos número
3 y 4 del ranking) debido a su oferta de incentivos fiscales para seducir a inversores, como
un bajo o ausente tipo nominal sobre el impuesto de sociedades o su desinterés por evitar la
evasión fiscal.

La escasez de políticas contra la desigualdad


El desarrollo de políticas sociales y de igualdad favorecería una sociedad más inclusiva, y
aumentaría la protección de las familias y colectivos más desfavorecidos evitando que
vivieran en condiciones de vulnerabilidad o pobreza.
Medidas para garantizar los derechos de los menores, la igualdad de las mujeres o la
cooperación al desarrollo evitarían que aumentaran las diferencias entre los sectores sociales.
¿No crees que valdría la pena intentarlo?

Going for Growth 2018, informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económicos (OCDE), señala que la desigualdad en España supera a la media del resto de los
estados miembro (debido a la moderación de salarios y a la disminución de ingresos
destinados a los segmentos de población más pobres) y ofrece algunas recomendaciones.
Por ejemplo:
Reducir la presión fiscal sobre los asalariados con sueldos bajos.
Favorecer el acceso a la enseñanza superior y profesional.
Disminuir la dualidad entre asalariados fijos y temporales.

Estas son solo algunas de las causas que explican la desigualdad económica existente. Por
desgracia hay muchas otras variables, y su efecto se deja sentir en todo el mundo.

Consecuencias de la desigualdad económica


https://blog.oxfamintermon.org/desigualdad-economica-en-el-mundo-consecuencias-y-mucho-por-hacer

https://eacnur.org/blog/los-5-paises-mas-pobres-del-mundo/

https://eacnur.org/blog/el-significado-de-pauperrimo-y-como-acabar-con-la-pobrez
https://www.abracadabranoticias.com/paises-mas-pobres-del-mundo

INSERTO: los 5 países más pobres del mundo: República Democrática del Congo, Zimbaue,
Burundi, Eritrea y Haití.

La Inequidad en el acceso a sanidad, educación, alimentación, agua potable u otros bienes


o servicios produce:

1)Dificulta la lucha contra la desigualdad de género

El informe de la OIT, Global Wage Report 2018/19: ¿Qué hay detrás de las brechas
salariales de género?, se centra en la disparidad de salarios entre hombres y mujeres. señala
que:

 En prácticamente todos los países encontramos salarios desiguales entre los dos
géneros.

 En el mundo, las mujeres perciben, de promedio, un 20% menos que los hombres.

 Aquellas empresas cuya mayo de obra es principalmente femenina presentan unos


salarios más bajos. Por ejemplo, en Europa, las personas trabajadoras de empresas con
perfiles productivos semejantes, cuya plantilla está compuesta mayoritariamente por
mujeres, reciben 4.000 dólares (1 dólar = 0,88 euros) menos de salario que aquellas
formadas por personal de diferente género.

Además de la desigualdad salarial por cuestiones de género, nos hablan de la “disparidad por
maternidad”, que conlleva que las mujeres madres trabajadoras reciban un sueldo inferior a
aquellas que no lo son.
La desigualdad económica, que se materializa, por ejemplo, en esta brecha salarial entre
ambos grupos o la perpetuación de los roles de género (que consideran que deben ser ellas
quienes se encarguen del cuidado del hogar y familiares, unas labores no retribuidas), se ha
convertido en una poderosa traba para acabar con la desigualdad entre sexos y garantizar los
derechos de las mujeres.

Con una mayor equidad, el colectivo femenino podría fortalecerse a nivel económico,
mejoraría su calidad de vida, se reforzaría su seguridad en la vejez mediante pensiones justas,
o sería más autónoma e independiente con respecto al colectivo masculino.

2) Genera condiciones de vida menos dignas


Los sueldos son la principal vía de ingresos para las personas y familias. Con ellos cubren
sus necesidades básicas y las de su familia. Pero ahora, disponer de uno, ¿implica vivir
dignamente? Si los salarios no alcanzan para acceder a alimentación saludable, atender
necesidades de salud, educación, vestimenta, vivienda o no impiden caer en la pobreza
energética, ¿qué podemos pensar?

3)Es un obstáculo para que colectivos vulnerables puedan contrarrestar los efectos del
cambio climático

El pequeño campesinado de muchas regiones del planeta solo cuenta con sus plantaciones
domésticas como medio de vida. La agricultura y ganadería les permiten alimentar a su
familia. Pero las temporadas de sequía y épocas de lluvia extrema merman sus cosechas y
perjudican su ganado, y no cuentan con los medios económicos necesarios para adaptarse a
los efectos del cambio climático.

4)Impide luchar contra la pobreza

Las Naciones Unidas indican que desde el año 2000 se ha conseguido reducir el índice de
pobreza en todo el mundo, pero también nos da una cifra:

 Sigue viviendo bajo el umbral de la pobreza cerca del 42% de la ciudadanía del
África Subsahariana.

 En las regiones en desarrollo, una de cada diez personas y sus familias sobreviven
con 1,90 dólares al día.

La desigualdad económica no permite un crecimiento económico inclusivo y, en cambio,


ampara que colectivos vulnerables vivan en condiciones de pobreza y con ausencia de
protección social. Sin acceso a empleos dignos, servicios básicos, exponiéndose a una dieta
pobre o sin una vivienda decente se prolonga la exclusión y marginación social de personas
y familias, y se las priva de sus derechos.

5)Afecta a los más indefensos, los niños y niñas y a los ancianos


Según los últimos datos de Eurostat, relativos al año 2016, el colectivo infantil (26,4%)
corría más peligro que la población total de sufrir pobreza o exclusión social (AROPE), en
los países miembros de la Unión Europea.

Algunos de los agentes que influyen en la pobreza de los niños y niñas son:

 La situación laboral de los progenitores.

 La composición del hogar.

 La efectividad de la actuación de los gobiernos (proporcionar servicios o apoyo a los


ingresos).

Además, este organismo recuerda que hay colectivos más vulnerables, como los migrantes.

El indicador AROPE se define como la relación de la población en al menos una de estas


tres circunstancias:

 Por debajo del umbral de la pobreza

 En condición de grave privación material

 En un hogar con un grado de trabajo bajo

Los menores que crecen en condiciones de pobreza y exclusión social tienen menos
oportunidades y un mayor riesgo de no poder abandonar esa situación. El objetivo de
ayudar a los niños y niñas es la base de algunas ONG, pero tú también puedes encontrar
maneras de ayudar a este colectivo.

Las familias que dependen de adultos mayores de 60 años, laborantes que son
constantemente “persuadidos” a pensionarse a pesar de que eso induce a sus familias a perder
hasta 2/3 o 1/2 del salario pre-jubilación y que perderían su estabilidad en calidad de vida.

La falta de igualdad económica alimenta muchos tipos de desigualdades y limita las


libertades y derechos de los individuos, dificultando que podamos vivir en un mundo justo y
ético. ¿Cuánto tiempo la sociedad vamos a ignorarlo?

Cómo reducir la desigualdad?

Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es la reducción de las


desigualdades.Para acabar con ellas es preciso fomentar modelos económicos
inclusivos que tengan en cuenta a las poblaciones desfavorecidas o excluidas.

Para ello, la ONU propone que se logre paulatinamente hasta 2030:


Mantener el aumento de las ganancias del 40% más pobre de la ciudadanía en un índice por
encima de la media nacional.

Impulsar la ayuda oficial al desarrollo para los países con más necesidades.

Fomentar la inclusión social, política y económica de toda la población sin ningún tipo
de discriminación.

Asegurar la igualdad de oportunidades.

Aprobar políticas (de protección social, salariales y fiscales) en pos de esa igualdad.

Mejorar la regulación y supervisión de los organismos y mercados financieros, y reforzar la


aplicación de esas leyes.

Garantizar más representación y participación de las regiones en desarrollo en la toma de


decisiones de los organismos financieros y económicos internacionales.

Favorecer la migración y movilidad seguras de las personas.

Emplear el fundamento del trato especial y diferenciado a las regiones en desarrollo, de


acuerdo con los pactos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Acotar por debajo del 3% los costes de transacción de los envíos de las personas migrantes
y acabar con los agentes de remesas de un valor superior al 5%.

Pero se requiere compromiso social no sólo de los países ricos sino de los mismos países
pobres, no sólo por parte del Estado sino de sociedades de los distintos países.

¿Puede el compromiso internacional combatir la desigualdad?

La respuesta es muy sencilla e intuimos que puedes adivinarla, ¿es así? ¡Abre los ojos y
plántale cara a lo que está ocurriendo a tu alrededor! Te explicamos cómo han reaccionado
las potencias mundiales a la situación que vive la población de Nigeria, Somalia, Sudán del
Sur y Yemen.

La respuesta del G7 a la hambruna del continente africano

En 2017, Oxfam Intermón reivindicaba al G7 que actuara para poner fin a las cuatro
hambrunas que en Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen están poniendo en peligro la
vida de su población, pues los siete países más pudientes del mundo podrían sufragar la mitad
de los fondos que se requieren para lograrlo.

¿Cómo se podría ayudar a reducir las condiciones de inseguridad alimentaria que vive la
población? Más de 2.500 millones de euros es la cifra que permitiría cubrir aproximadamente
la mitad de los efectivos necesarios para dar respuesta a la petición urgente realizada por las
Naciones Unidas con el objetivo de contrarrestar esta crisis y mitigar sus efectos.

¿Cómo debería colaborar cada país? La ONG considera que si cada miembro del G7
colaborara de manera equitativa según la capacidad de su economía con la petición de las
Naciones Unidas, este organismo dispondría de cerca de la mitad de los medios
indispensables para actuar antes de que se produzca una catástrofe mayor en estos países.

¿Es posible que los miembros del G7 se hayan olvidado de las responsabilidades contraídas?
Siendo así, puede que sea preciso refrescarles la memoria con algún dato como que ayudar a
500 millones de personas a salir de la situación de hambre y desnutrición fue el compromiso
adquirido por el G7 en 2015.

¿Dispone la ONU de la ayuda necesaria? Sin embargo, aún no han facilitado los medios
económicos que las Naciones Unidas solicitan para actuar ante la inseguridad alimentaria
que viven estos cuatro países.

¿Qué está haciendo Oxfam Intermón? Oxfam Intermón está trabajando para mitigar los
efectos de la hambruna mediante alimentos, dinero en efectivo, facilitando el acceso a agua
limpia para cocinar, beber y garantizar una correcta higiene y evitar, así, la propagación de
enfermedades como la diarrea y el cólera, o asegurando el acceso a ayuda a colectivos
vulnerables como las mujeres.

GESTOS PARA CONTRIBUIR A PALIAR LA DESIGUALDAD ECONÓMICA

Comprar productos de Comercio Justo: el Comercio Justo contribuye a ponerle freno a la


pobreza y falta de igualdad, ya que trabaja por los derechos de la mujer y ofrece salarios
dignos.

Ayudar a la economía local. Comprar en tiendas de barrio y adquiere productos y servicios


locales o de proximidad. Así podrás ayudar a mantener puestos de trabajo y a los pequeños
agricultores o productores de tu zona.

Se debe luchar contra la precariedad del mercado laboral, la desigualdad de género en el


trabajo y los paraísos fiscales.

Ser una empresa responsable y transparente: remunerar de forma justa a tus trabajadores
y trabajadoras, con igualdad de salarios entre géneros, sin que el sueldo más alto supere en
10 veces al sueldo medio, o haz accesible la información sobre los rangos salariares de tu
empresa, y asegúrate de que las empresas que subcontratas también lo hagan.

Exige a tu gobierno que cumpla con sus responsabilidades: en su mano está garantizar el
estado de bienestar al conjunto de la ciudadanía.
Difunde los datos de la desigualdad: usa tus redes y movilízate dando a conocer la
disparidad salarial y de género. En la web de Oxfam Intermón se muestran ideas para que tus
tweets hagan reflexionar.

Practica un turismo responsable: podrás beneficiar a la economía local, generar empleo o


apoyar un desarrollo sostenible si en tus próximas vacaciones eliges, por ejemplo, consumir
o adquirir productos locales como la artesanía típica del lugar o hacer natura-turismo.

Dedica tus vacaciones a hacer un voluntariado en familia: involucra a toda la familia en


un proyecto altruista y colabora para mejorar el futuro de familias y comunidades o infórmate
sobre cómo puedes ayudar.

Educa en valores: hay ONG que luchan contra la pobreza infantil mediante la recogida de
materiales o alimentos. Puedes participar con tus hijos e hijas en estas campañas para que
asimilen desde la infancia que es indispensable lograr un mundo igualitario.

Los gobiernos tienen la responsabilidad de llevar a cabo políticas que no favorezcan


la desigualdad económica y, en caso de que esta exista, tomar las medidas oportunas para
mitigarla con el fin de no coartar los derechos de la ciudadanía. Cuando estos no actúan o su
labor es ineficaz, el trabajo de las ONG se hace imprescindible para ayudar a los demás y
que las personas puedan disfrutar de bienestar y dispongan de oportunidades.

La destrucción de empleo, el aumento del paro o el declive salarial que llegaron con la crisis
económica junto con un insuficiente gasto público condujeron a personas y familias a una
situación de inseguridad.

Mientras, hay que seguir exigiendo al Gobierno que cumpla con sus obligaciones y proponer
una serie de medidas para poner freno a la desigualdad de ingresos en el país.

Salario mínimo digno. Aumentando el sueldo mínimo interprofesional será posible que los
trabajadores y trabajadoras cubran sus necesidades.

Acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres. Salarios iguales para ambos y
mayores medidas para conciliar vida laboral y personal.

Implantar escalas de sueldos más justas. Sería recomendable que el sueldo más alto no
rebasara en más de 10 veces al sueldo medio del lugar de trabajo.

Una contratación pública que dé preferencia a centros laborales cuyas escalas de sueldos
entre el más alto y el medio se encuentren por debajo o sean iguales a 1:10.

Aumentar el tipo marginal máximo del impuesto sobre la renta, sería una fórmula para usar
la vía fiscal como medio de distribución salarial.

Impulsar que las compañías sean responsables, mediante el respeto de los derechos de los
trabajadores y trabajadoras, sueldos justos o seguridad laboral.
¡Pero eso no es todo! La ONU indica que mientras que se ha logrado reducir la desigualdad
de ingresos entre países, esta se ha incrementado dentro de los propios estados. Sin un
desarrollo económico inclusivo y sostenible no podremos hacer frente a problemas como la
pobreza, generar igualdad de oportunidades o equidad en el acceso a servicios sociales. No
te quedes inmóvil, súmate a nuestra lucha y transformemos la sociedad trabajando juntos y
juntas. ¡Ahí estaremos!

La desigualdad siempre es negativa para el conjunto de la población, y aún más para los
colectivos vulnerables como son los menores. Pongámonos en marcha y plantemos cara a
esta situación. Este cambio de actitud favorece a toda la ciudadanía y construye la senda para
que los niños y niñas puedan tener un futuro más justo. ¡Contigo somos más fuertes!

Quiénes deben ayudar, cómo a nivel del mundo?

Quiénes /cómo propiciar y crear desarrollo económico e igualdad integral en Costa


Rica? Cuántas ideas puede proponer considerando todas las regiones y toda la
información proporcionada? Tabule su respuesta.

Fuentes
https://www.monografias.com/trabajos57/bienestar-humano/bienestar-humano2.shtml
Blanco, Amalio; Díaz, Darío El bienestar social: su concepto y medición Psicothema, vol.
17, núm. 4, 2005, pp. 582-589 Universidad de Oviedo Oviedo, España.
Gildenberger, Carlos A. Desarrollo y Calidad de vida.
mundolatino.org/i/política/descalvi.htm
Gómez-Vela, María; Sabeh, Eliana N. Calidad de Vida. Evolución del concepto y su
influencia en la Investigación y la práctica.
Carmen R. Victoria García-Viniegras e Idarmis González Benítez La categoría bienestar
psicológico. Su relación con otras categorías
sociales. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S086421252000000600010&script=sci_arttext
&tlng=es
-http://www.efdeportes.com/efd48/bienes.htm.Año 8 · Nº 48
https://blog.oxfamintermon.org/desigualdad-economica-en-el-mundo-consecuencias-y-
mucho-por-hacer

Paul A. Samuelson, William D. Nordhaus. (2010). Macroeconomía, con aplicaciones a


Latinoamérica. México: Mc Graw Hill.
Manuel Alcántara Sáez. (2006). Políticos y política en América Latina. España: Siglo XXI
Editores.

María Inés Barbero. (2001). Historia económica y social general. México: Macchi.

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