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Instituto IACC
24 de Diciembre de 2018
Introducción
Caso
SANTIAGO.- Encerrados con candado. Así pasaron las vacaciones los seis
hermanos Pincheira. Puede que sea el último verano que tengan que soportarlo,
luego que se destapara que su padre junto a su pareja -y las hijas de ésta- los
maltrataron física y sicológicamente. C.P. tiene 13 años y es una de las seis hijas
de Pedro Pincheira. Tiene su cabeza rapada y se apura en aclarar: "Me cortaron el
pelo porque ellos querían, para que las hijas de ella (la pareja de su padre) se
burlaran de nosotros (...) quiero dejarme el pelo largo". En la casa de unos amigos
de Cerro Navia, frente a la de su tío -adonde llegó el lunes en la noche tras ser
encontrada por Carabineros en el hoyo de un sitio eriazo contiguo a la vivienda de
su padre- la menor cuenta que su padre y madrastra "ni siquiera nos dejaban abrir
las ventanas. Pasábamos calor y pasábamos hambre, no podíamos ir al baño".
Mientras se come un pan con mantequilla relata que la relación de ella y sus
hermanos con la pareja de su padre, era mala. "Nos llevábamos mal con ella, ella
decía que ya éramos parte de la familia pero era mentira, las hijas de ellas
también nos pegaban, con unos palos gruesos, nos pegaban en la boca, en los
ojos, en todo el cuerpo, nos amenazaba con quemadura de cigarro y con fuego".
¿Cuál fue la razón para que recibieran tanta violencia? C.P. sólo tiene una
respuesta: "Nos pegaban porque querían". Tal vez esto explica por qué ella y tres
de sus hermanos se miran y no dudan en asegurar que no volverían a ver a su
padre. Gracias a los vecinos y Carabineros Vecinos del pasaje en donde vivían los
seis niños maltratados por su padre en Cerro Navia acusan a la pareja de éste,
Margarita Oliveros, de haber influido en su actitud, ya que aseguran que antes de
que estuvieran juntos, Pedro Pincheira "quería a sus hijos", "los sacaba a pasear"
y "les hacía asados". "Él vivía acá al frente con su hermano, él les hacía asado a
los chiquillos, tanta comida que hasta sobraba la carne, los quería harto, los
sacaba en auto a pasear, iba a todos lados con sus hijos, apenas cabían. Pero de
ahí conoció a esa 'comadre' y cambió, cambió, cambió (...) Ya no es nadie, si
vuelve por acá le van a pegar", relata Eduardo Yánez, vecino de Olmos. En uno de
los barrios más tranquilos de la población, según Yánez, vivían los Pincheira junto
con los Oliveros. Él con 4 niños y 2 niñas, todos menores de 15 años, y ella con
sus hijas, todas mayores de 20. Eduardo relata, conmocionado por todo lo que ha
pasado, que las sospechas de que algo raro estaba sucediendo comenzaron
cuando algunos vecinos escucharon los llantos de los niños y dejaron de verlos
salir de su casa. "Esto explotó cuando nos subimos a mirar por la muralla (...) y los
vecinos vieron que estaban torturando a los niños", dijo el hombre. A pesar de que
son amigos, Eduardo declara que Pincheira le mentía. "Me decía que había
mandado a los niños a pasear al sur o que estaban donde una tía a Maipú y que
ahí los iban a cuidar, y después cuando llamé a mi amigo don Luis (hermano de
Pedro) y le conté, él llamó a la tía y era mentira", reveló Yánez. Fue por eso que
costó tanto sacar a los niños de ahí, según el vecino: "Mentían, venía Carabineros,
una asistente social y siempre tenían una buena mentira para que se fueran".
Eduardo Yánez no entiende la razón de por qué se "ensañaron" tanto con los
menores, cuando "todos los niños eran muy buenos, todos acá los querían". De
acuerdo a su testimonio, Margarita Oliveros los obligaba a "comer excremento, le
echaba azúcar flor y lo peor es que le daba gusto dárselo". La única respuesta que
Eduardo encuentra para explicar esta perversa situación es que el padre y la
conviviente "tienen un problema psicológico". Algo que el vecino no deja de
agradecer es la acción que tuvo la 45º Comisaría, que cuando encontraron a los
niños se los llevaron y "le sirvieron almuerzo, los bañaron, les dieron ropa, y de ahí
le dieron once. Se portaron muy bien (...) han estado preocupados de ver como
están, los han venido a ver, incluso cuando ya no están en turno". Mejoría del
menor de los hermanos Mientras C.P. disfruta de su nueva vida en la casa de su
tío, su hermano menor, de cinco años, sigue internado en el Hospital Félix Bulnes,
donde permanece estable. Ahí, los médicos analizan la evolución de su infección
intestinal. Pese al revuelo que su caso ha causado, el director del Servicio de
Salud Occidente, Enrique Ayarza, afirma que "no hay grandes signos que
muestren que haya sido maltratado severamente, en cuanto no hay huellas de
fracturas antiguas", como ocurre en otros casos de maltrato infantil que son
atendidos por los servicios de urgencia. De todas formas, Eduardo Yáñez se
mantiene en permanente contacto con el tío de los niños, quien le aseguró este
jueves que I.P. ya tiene ánimo para jugar. (Macarena Yunge, El Mercurio Online
Jueves, 21 de Febrero de 2008, 17:22)
Fuente: Emol.com -
http://www.emol.com/noticias/nacional/2008/02/21/293469/ninos-maltratados-en-
cerro-navia-nos-pegaban-porque-querian.html
Desarrollo
1. De acuerdo a los antecedentes del caso indique Ud. ¿cuáles fueron los
mecanismos y organismos que fallaron ante una detección temprana del caso?
Fundamente su respuesta
.
De acuerdo a los antecedentes del caso, creo que fueron varios los
mecanismos y organismos que fallaron ante la detección temprana de
vulneración de derechos al que estaban sometidos estos 6 menos de edad.
En primer lugar, los vecinos debieron estar más alertas y haber denunciado a
los diferentes medios sobre lo ocurrido, es así como pudieron haber llamado a
Sename, al fono familia de carabineros de Chile, al fono niños, a la policía de
investigaciones etc. sin embargo no se efectuó ninguna de estas acciones, las
cuales son reconocidas como eficaces para abordar las situaciones en donde
se ve implicada la vulneración de derechos a menores de edad.
Al igual que el punto anterior, y respecto de las acciones que Carabineros y el
departamento social, considero que los funcionarios encomendados para el
seguimiento del bienestar de los menores, no realizaron acciones concretas
que resguardaran el derecho de los menores. Carabineros y la asistente social
quienes periódicamente visitaron el hogar sin obtener resultados positivos,
debieron haber investigado más a fondo sobre la salud de los menores y las
condiciones en las que se encontraban, asegurándose de manera personal y
constatando lo relatado por el padre y la madrasta de los menores. Por lo tanto
y según lo relatado por los adultos a cargo de los seis menores, estos últimos
se encontraban en diversos lugares cuando se les iba a entrevistar, diciendo
por ejemplo que “había mandado a los niños a pasear al sur o que estaban
donde una tía a Maipú y que ahí los iban a cuidar”, quedándose con esa
versión sin hacer ninguna otra gestión. Lo que se recomienda es siempre
contrastar el relato recibido con relatos de vecinos o de las personas en donde
dicen que están los menores. Pudiendo constatar vía telefónica o de manera
presencial. De haber realizado dicha acción por parte de carabineros o la
asistente social, se habría podido detectar de manera temprana lo que sucedía
con los menores, protegiéndolos y resguardando sus derechos de manera
íntegra. Por lo tanto, carabineros y la asistente social deberían haber
corroborado que la información recibida fuese verídica, contrastando la versión
de los agresores con la información entregada por aquellos familiares en donde
se “supone” que estarían los niños.
Por otra parte, la institución que debe conocer de este tipo de denuncias recae
como facultad y competencia exclusiva sobre los tribunales de familia, sin
embargo, cuando existen lesiones graves, es materia y asunto del sistema
penal, por lo tanto se privilegia el delito por sobre el maltrato. Lo más
importante ante los hechos de maltrato o violencia es realizar la denuncia ante
los tribunales de familia, Carabineros de Chile o Policía de Investigaciones.
Fuente: Emol.com -
http://www.emol.com/noticias/nacional/2008/02/21/293469/ninos-maltratados-en-
cerro-navia-nos-pegaban-porque-querian.html