EL MÉTODO SHERESHEVSKY PARA

PROGRESAR EN AJEDREZ

De jugador de club a maestro

Mijaíl Shereshevsky
© Mijaíl Shereshevsky

Traductor: Manuel Suárez Alba

Diseño de portada: Laura Pruneda González

Todos los derechos reservados

ISBN: 978-84-948179-2-2
Depósito Legal: AS 02453-2018
Impresión:
Impreso en España

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Maquetación: Yago Gallach Pérez
 ÍNDICE

Prólogo 7

Introducción 9

PARTEI Perfeccionamiento en ajedrez 17

Capítulo 1 Construcción de un repertorio de aperturas 18

Capítulo 2 Estudiando a los clásicos 87

PARTE 11 Estrategia del final 116

Capítulo 3 La centralización del rey 122

Capítulo4 El papel de los peones en el final 128
Capítulo 5 El problema del cambio 133
Capítulo 6 El pensamiento esquemático 145
Capítulo7 No apresurarse 166
Capítulo 8 El principio de las dos debilidades 185
Capítulo 9 En lugar de una conclusión 190

PARTE 111 Del siglo XX al siglo XXI 197

Capítulo 10 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez 198

y los entrenadores
Capítulo 11 Libros de ajedrez 211
Capítulo 12 NATI 221
Capítulo 13 Pereza 228
Capítulo 14 La técnica del cálculo de variantes 234
Capítulo 15 Movimientos resultantes 244
Capítulo 16 El método en ajedrez de losif Dorfman 260
Capítulo 17 Antes de la conclusión 295
Capítulo 18 Conclusión 303

Índice de jugadores 317

 PRÓLOGO
Conocí a Mijaíl Shereshevsky en Minsk
hace casi 30 años, cuando ingresé en el
departamento de ajedrez del Instituto
de Educación Física de la capital de Bielo-
rrusia. Además de un jugador de ajedrez
bastante fuerte (ganador varias veces de
los campeonatos de Bielorrusia y de las
Fuerzas Armadas de la URSS, y miembro
del equipo nacional de Bielorrusia), Mi-
jaíl lzrailevich también era un reputado
entrenador. Sus mejores alumnos, Alek-
sei Aleksandrov, !laja Kadimova y Elena
Zayats, ganaron el oro y otras medallas
en los campeonatos juveniles del mundo
y de Europa, y en total, Shereshevsky ha
entrenado a siete grandes maestros, ¡en
aquellos años en los que ese título era im-
portante!
Desde el punto de vista del siglo XXI, sus
excelentes libros Mastering the Endgame 1
y Endgame Strategy2 ya son considerados
clásicos, y no es de extrañar que el cam-
peón del mundo, Magnus Carlsen, elogie
los trabajos de Shereshevsky casi 30 años
después de su publicación. Es una pena
que otro de sus libros, The Soviet Chess
Conveyor3 , que se convirtió en un éxito de
ventas a principios de los años 90, nunca
se haya publicado en ruso. Sin embargo,
ahora esta laguna por fin se verá comple-
tada: en el nuevo trabajo de Mijaíl lzraile-
vich se incluyen fragmentos selecciona-
Nota del Editor. Publicados en castellano con el
título de Planificación del final, tomos 1 y 2.
2 Nota del Editor. Esa obra no ha sido editada en
castellano.
3 Nota del Traductor. Editado en castellano con el
título Perfeccionamiento en ajedrez.
dos de Perfeccionamiento en ajedrez y de
Endgame Strategy, por supuesto revisados
de forma exhaustiva con los programas
modernos de ordenador.
En los años 90, Mijaíl Shereshevsky se re-
tiró casi por completo del ajedrez y se de-
dicó a los negocios. En esto coincidieron
nuestros caminos en la vida. Sin embargo,
el ajedrez -lo sé por mí mismo- nunca se
abandona, y hace unos años el famoso
entrenador empezó a ayudar a jóvenes ta-
lentos. En el año 2012 organicé el match
por el campeonato del mundo entre Bo-
ris Gelfand (amigo mío desde los días de
estudiante en Minsk) y Vishy Anand, des-
pués el Memorial Alekhine, y ya en 2014
fui elegido Presidente de la Federación
Rusa de Ajedrez (FRA), y un poco más tar-
de, Vicepresidente de la FIDE.
La palabra clave con la que fui a las elec-
ciones de la FRA fue popularización. Mi
principal tarea: devolver la popularidad al
ajedrez, y el interés, que durante mucho
tiempo no ha sido suficiente. Para lograr
el resultado deseado se desarrollaron una
serie de programas y proyectos. Uno de
los resultados más importantes de nuestro
trabajo ha sido la creación de un departa-
mento de ajedrez en el centro educativo
para niños «Sirius», en Sochi. La apertura
tuvo lugar en un ambiente solemne, en
presencia del Presidente ruso Vladímir Pu-
tin, quien destacó que el país siempre ha
apoyado al ajedrez, y el ajedrez al país ...
El departamento de ajedrez está super-
7
Prólogo

visado por el decimocuarto campeón En su nueva obra Mijaíl Shereshevsky re-

mundial Vladímir Kramnik: a pesar de que sume su larga experiencia de entrenador,
juega activamente y se mantiene entre los y revela los secretos de su metodología.
mejores jugadores de ajedrez del mundo, Estoy seguro de que este libro será útil
Vladímir dedica su tiempo y energía a los tanto para los entrenadores cualificados
futuros campeones. Ofrecí a Shereshevsky como para los jóvenes ajedrecistas, con el
ingresar en el equipo de entrenadores, y objetivo de obtener mejores resultados.
está realizando un gran trabajo. Logró en-
contrar su lugar en el equipo de colabora-
dores, establecer una buena cooperación
con la administración de «Sirius» y, lo más
importante, proporcionar una prepara-
ción de calidad a los ajedrecistas jóvenes
más capacitados. En cualquier caso, ¡los
resultados de los alumnos de «Sirius» en Andrei Filatov
los últimos campeonatos del mundo y de
Europa infantiles nos han complacido mu- Presidente de la Federación Rusa de
cho! Ajedrez

8
 INTRODUCCIÓN

Este libro representa una mirada al trabajo

de un entrenador especializado que dejó
su actividad en el año 1992 y que ahora
vuelve a desempeñarlo.

La idea de escribir este libro surgió en una

conversación personal y pertenece a Mark
Glujovsky. Ya entablamos amistad cuando
era el redactor jefe de la revista 64 y direc-
tor de Chess TV, e impartí unas lecciones
en la televisión ajedrecística a petición
suya. Podemos decir que fue mi primer
regreso al ajedrez activo. Ahora siguen al-
gunas palabras sobre mí.

Inicié mi trabajo de entrenador a los 25

años, en el año 1975, en Minsk, cuando era
maestro. Tenía que dar clases con grupos
variados. Había un grupo de principiantes,
uno de jugadores de tercera categoría,
otro de primera categoría y uno de can-
didatos a maestro. Cada trabajo tiene sus
propias características; sin embargo, ense-
guida me convertí en el entrenador de la
selección juvenil de Bielorrusia, y tuve que
dejar el trabajo con los principiantes y los
jugadores de tercera categoría. Empecé a
investigar los métodos de entrenamiento
para los jugadores de primera categoría
y candidatos a maestro, y advertí que no
existían. Los grandes maestros y maestros
de aquella época, cuando eran jóvenes, se
perfeccionaron por sí solos, como pudie-
ron. Con frecuencia, a través de los libros
y en grupos de compañeros con talento,
siguiendo el método de ensayo y error. Yo
no fui una excepción.
Mijaíl Shereshevsky
Mi primer entrenador, Abo lzrailevich
Shagalovich, formó a una gran pléyade
de ajedrecistas en el Palacio de Pioneros
de Minsk, que integraron la selección de
Bielorrusia: V. Kupreichik, A. Kapengut, V.
Didishko, E. Mochalov, S. Segun, T. Golo-
vei, V. Litvinov, G. Archakov. Era una per-
sona educada y con talento, un maestro,
un jugador fuerte aunque, según los es-
tándares actuales, era un amateur. Amaba
el ajedrez, logró inculcar este amor a sus
alumnos, pero no poseía una metodología
de enseñanza profesional.

9
Introducción
Cuando era un estudiante, y con poco di-
nero, trabajé a tiempo parcial en el Palacio
de Pioneros y acudí a las clases de Shaga-
lovich, para aprender a enseñar a princi-
piantes y jugadores de tercera categoría.
Uno de sus monólogos, improvisado, lo
puedo reproducir casi textualmente. En el
tablero mural reproducía una partida del
match con los jóvenes ajedrecistas de Mo-
lodechno, en la que el jugador de segunda
categoría del Palacio de Pioneros de Min-
sk, Fima Revzin, no advirtió un mate en
dos jugadas, y como resultado perdió la
partida. Monólogo de Shagalovich:
- ¡En esta posición Fima no dio mate en
dos jugadas! ¿Pero cómo pudo hacer eso?
Después de todo, ¡ha empezado a jugar
al balonmano! (Cabe señalar que a Abo
lzrailevich no le gustaba mucho que los aje-
drecistas combinaran el ajedrez con otro
tipo de actividades. Por lo general, el asun-
to terminaba en perjuicio del ajedrez.) Por
supuesto, ¡en el estadio hay que apretar
los talones! Pero cuál es la diferencia; ¿en
cuánto tiempo corre un hombre moder-
no los 100 metros, en 1O segundos, 11 o
13? ¡Si puedes tomar un avión y volar a mil
metros por segundo! He escuchado en la
radio que Mohammed Ali, llamado tam-
bién Cassius Clay, pronto golpeará en la
cara a su compatriota ...
Niños gritando:
¡Joe Frazier!
- ¡Correcto, Frazier! Y usted sabe que el
presidente de la primera federación de
ajedrez de la URSS fue Nikolai Vasilievich
Krilenko, presidente del Consejo de Comi-
sarios del Pueblo 4 • ¿Y en qué puede con-
vertirse, en su opinión, Cassius Clay? ¡Solo
en presidente del partido de los cabrones!
Quiero recordarle que nuestro gran Líder y
4 Nota del Autor: En realidad, N. Krilenko fue
miembro del Consejo de Comisarios del Pueblo,
pero no su presidente.
10
Maestro, Vladímir llich Lenin, jugaba muy
bien al ajedrez, con la fuerza de un juga-
dor de primera categoría. Así era: él des-
preciaba a los ajedrecistas del tipo de Fima
Revzin. Los llamaba «empiristas rastreros»,
lo que equivale a «arrastrarse».
Todo esto lo decía en un tono absoluta-
mente serio, y mi preocupación principal
era no reírme en voz alta y resbalar debajo
de la mesa por la risa, aunque yo me sen-
taba detrás de todos, y los niños no me
veían. Más tarde busqué en un diccionario
filosófico y encontré que a un grupo de
opositores que no entraban en la esencia
de los hechos, en opinión de Len in, los de-
nominó «empiristas rastreros».
No obstante, volvamos al método de en-
trenamiento para los jugadores de prime-
ra categoría y candidatos a maestro. Mi
siguiente entrenador fue lsaak Efremo-
vich Boleslavsky. ¡Era un superclase! Gran
maestro de categoría mundial, entrenador
de la selección de la URSS y de campeo-
nes del mundo. Todos los que tuvieron la
suerte de formar parte de la selección de
Bielorrusia y trabajaron con él, pudieron
aprender mucho por sí mismos. ¡Pero no
había un sistema! Trabajamos en el análisis
de las aperturas y en su conexión con el
medio juego, y también en el análisis de
las partidas jugadas.
Por supuesto, la comprensión del juego de
l. Boleslavsky era colosal, su capacidad de
análisis única, su visión combinatoria era
aguda, pero el que tiene oídos tiene que
escuchar. Nadie te da nada «masticado»
y te lo mete en la boca. En especial no se
ocupaba nada del final de partida, solo
cuando se analizaban las partidas jugadas
o los aplazamientos. En esa época había
algunos manuales ineficaces, escritos por
personas que no trabajaron como entre-
nadores, o que trabajaron y no lograron
ningún resultado. En general, los entrena-
dores interesados en su trabajo tuvieron

que desarrollar por sí mismos una meto-
dología.
Es importante tener en cuenta que, por re-
gla general, no vas a trabajar con un Boris
Gelfand o un Vasya lvanchuk, cuyo talento
es notable desde el primer instante, por-
que ningún trabajo de entrenamiento, in-
cluso uno deficiente, puede estropearlos o
frenarlos. Pero sí puede pasar con jóvenes
inteligentes con ciertas habilidades para
el ajedrez, cuyo descubrimiento no es tan
evidente, y depende en gran medida de
un sistema correcto de estudio y entrena-
miento.
Quiero señalar que el crecimiento de la
fuerza de un joven ajedrecista es irregu-
lar y no se asemeja a un gráfico plano y
progresivo. Aquí es bastante apropiado
recordar la ley de la dialéctica sobre la
transición entre la cantidad de trabajo
bien planificado y la calidad del trabajo
racionalmente realizado. El trabajo bien
planificado y racionalmente realizado, de
hecho, es cualitativo, sin embargo el salto
siempre ocurre inesperadamente. A me-
nudo, los jugadores de ajedrez, a primera
vista, recuerdan a los «patitos feos» que se
convierten en «cisnes blancos» que igua-
lan o incluso superan a sus compañeros
con cualidades aparentemente superio-
res. Simplemente el desarrollo del orga-
nismo y la formación de la personalidad
avanzan a ritmos diferentes en cada joven.
De esa manera llegamos a lo más impor-
tante. El entrenador debe planificar su tra-
bajo y empezar a entrenar. ¿Cómo? Para la
mayoría de los entrenadores de la época
el proceso de entrenamiento comprendía
el estudio de las aperturas, el análisis de
la teoría moderna de aperturas, así como
el análisis de las partidas jugadas. Desde
luego esto es lo que realizamos con l. E.
Boleslavsky, solo que a un nivel muy ele-
vado. Los clásicos, el final, la técnica del
cálculo de variantes, la selección de ejercí-
Introducción
cios para eliminar los defectos en el juego,
fueron temas que ni siquiera discutimos
específicamente. Sin duda, es necesario
el estudio de la apertura y su conexión
con el medio juego. Este trabajo, familiar
para la mayoría de los ajedrecistas y entre-
nadores, es interminable, puedes hacerlo
toda la vida. Solo es suficiente salir de la
apertura con una posición excelente y
después empezar a «descoserla» para que
la sensación de una buena preparación
de la apertura se desvanezca. La calidad
de la preparación de la apertura es muy
importante a un nivel elevado, cuando el
resto de los componentes del jugador son
comparables, como el servicio en el tenis.
Sin embargo, primero debes aprender a
jugar, o lo que es lo mismo: entrenar ade-
cuadamente. En la literatura de ajedrez so-
viética se halla el libro autobiográfico es-
crito por el gran maestro Aleksandr Kotov
Piense como un Gran Maestro 5 , que aborda
el proceso real de entrenamiento del cál-
culo de variantes. Nos referiremos a él en
este libro. Pero el creador del método de
entrenamiento ajedrecístico basado en la
implementación de diversos ejercicios, di-
rigidos a reducir las deficiencias del juego
del ajedrecista, es el entrenador emérito
de la URSS Mark Dvoretsky.
Los resultados del método de Dvoretsky
son bien conocidos. Dicen que la historia,
incluida la del ajedrez, no soporta el modo
subjuntivo. Estoy convencido de que ni
Artur Yussupow, ni Sergei Dolmatov, ni
muchos otros de sus alumnos, podrían ha-
ber obtenido tales resultados en el ajedrez
si no hubieran accedido a su debido tiem-
po a Dvoretsky, y el ejemplo inverso con
Valery Chejov lo confirma, aunque es cier-
to que es imposible verificarlo. Además,
quiero señalar que Mark Dvoretsky sabe
sacar a la luz las debilidades humanas de
sus alumnos en el juego de torneo y sabe
S Nota del Traductor. Su traducción literal del
ruso sería Secretos del pensamiento del ajedrecis-
ta.
11
Introducción

Kramatorks, año 1989. En el campeonato nacional juvenil los equipos de Bielorrusia tuvieron un
gran éxito: las chicas ocuparon el segundo lugar, y los muchachos el tercero.
Sentados: Sagalchik, Gelfand, Gerasimovich,levitan, Zayats, Smirin.
De pie: Atlas, Aleksandrov, y los entrenadores: Kapengut, Shereshevsky, Mochalov, Raisky

seleccionar un conjunto de ejercicios para
eliminar uno u otro defecto. Y 1
ese es el
pilotaje supremo de la maestría de un en-
trenador. Tuve la fortuna de que durante
uno de los torneos de la primera liga del
campeonato de la Unión Soviética, cele-
brado en Minsk, Dvoretsky me propusiera
que fuera su ayudante. Mi relación con él
me ha proporcionado grandes beneficios.
Conocí sus métodos de trabajo, sobre los
que ahora se han escrito muchos libros.
Mi libro Estrategia del final no hubiera sido
posible sin la influencia de este notable
especialista.
a los que había que ayudar a alcanzar el
nivel de maestro. Además, Dvoretsky po-
día permitirse trabajar con no más de tres
alumnos a la vez, en casa y en el momen-
to que le parecía conveniente. Por el con-
trario, un entrenador de niños tenía que
ocuparse de varios grupos de al menos
seis alumnos cada uno. Aparte de asistir a
consejos de profesores, redactar informes
innecesarios que no tenían relación con el
trabajo, también tenía que hacer de árbi-
tro en las competiciones. El tiempo que
quedaba para la preparación y la creativi-
dad era escaso.

Regresemos a la creaCion de métodos Me detendré en mi metodología, con la

propios de los entrenadores de finales
del siglo XX. Dvoretsky se ocupaba de ju-
gadores jóvenes con un nivel de maestro
soviético, mientras que un entrenador ha-
bitual tenía que trabajar con jugadores de
primera categoría o candidatos a maestro,
que preparé a tres campeones de la URSS
de chicos y chicas, que más tarde ganaron
los Campeonatos del Mundo y de Europa.
Son Aleksei Aleksandrov, Elena Zayats e
llaja Kadimova. Todos ellos se convirtieron
en grandes maestros, así como otros cua-

12

tro alumnos míos. Recordaré que entonces
los campeonatos de la URSS, de Europa y
del Mundo, no abarcaban los años 8, 1O,
12, etc., sino que solo existía la categoría
absoluta hasta 20 años, y la de «cadetes»
hasta 16 años. Y todos mis alumnos acu-
dieron a mí como jugadores «bisoños» de
primera categoría o candidatos a maestro.
El perfeccionamiento de un jugador de
ajedrez se compone de varios aspectos,
pero se pueden mencionar como princi-
pales la teoría, la práctica y los ejercicios
de entrenamiento. El concepto de «teoría»
es mucho más amplio que el estudio de
las aperturas. Este concepto, además de
la creación de un repertorio de aperturas,
incluye el conocimiento de los clásicos, la
lectura y el estudio de libros «sensatos» y
colecciones de torneos, el estudio de los
principios del juego en el final y la me-
morización de posiciones precisas, una
gran variedad de técnicas estratégicas
y tácticas en el medio juego, el análisis
de las partidas jugadas, y muchas cosas
más. Con la práctica es mucho más fácil.
Para mejorar, el ajedrecista debe jugar. En
primer lugar están las partidas de torneo
con un control de tiempo «largo». Las par-
tidas rápidas y de blitz se pueden utilizar
con moderación, para entrenar y practicar
ciertas habilidades en el juego.
Los ejercicios de entrenamiento son el
tipo de trabajo ajedrecístico que depen-
de especialmente del entrenador. Si bien
para la «teoría» en muchos temas es posi-
ble realizar clases introductorias y asignar
tareas para el trabajo individual, los ejerci-
cios de entrenamiento, en muchos casos,
son imposibles sin un entrenador. Con
frecuencia las posiciones con una tarea
determinada deben desarrollarse con el
reloj y el entrenador.
Cuando inicias el trabajo con un jugador
de primera categoría o candidato a maes-
tro, de 1O a 14 años, estás tratando con
Introducción
un jugador que no ha definido su estilo.
Es necesario enseñarle mucho. Por regla
general, es necesario completar en poco
tiempo su alfabetización ajedrecística. En
mi época la situación era exactamente
esa. Ahora, como pude comprobar obser-
vando el campeonato juvenil de Rusia, la
situación no ha cambiado para mejor. Lo
mismo que tú no tienes claro el estilo de
juego de un futuro gran maestro, ni él mis-
mo conoce sus gustos e inclinaciones en
el ajedrez, sin embargo, es necesario par-
ticipar en torneos, y entonces la conjetura
«¿se sentirá cómodo con esta o aquella
apertura?» es solo una pérdida de tiempo.
Los requisitos para el repertorio de aper-
turas de los jugadores que yo entrenaba
eran los siguientes:
1} El repertorio de aperturas debe ser só-
lido, con unos fundamentos posicionales
sanos; activo, pero no demasiado agresivo.
2} En el repertorio no debería haber aper-
turas o variantes notoriamente «decaden-
tes», que cuando el ajedrecista progrese y,
en consecuencia, crezca la fuerza de sus
rivales, tenga que ser tarde o temprano
«liquidada». Son aquellas que conducen
a posiciones significativamente peores
y ofrecen una seria ventaja al adversa-
rio al inicio del juego. Por ejemplo, para
las negras en respuesta a 1 e4 la defensa
Alekhine, la defensa Escandinava, la de-
fensa Philidor, etc. Con ellas el ajedrecista
terminará inevitablemente en «bancarro-
ta», y tendrá que aprender nuevas aper-
turas partiendo de cero, aunque existe la
tentación de obtener éxitos inmediatos en
las partidas con oponentes menos cualifi-
cados.
3} La apertura no debe conducir a desviar
el juego hacia diversas «tabiyas» estra-
tégicas. Es incorrecto enseñar a un joven
ajedrecista a jugar con blancas 1 li:Jf3, 2
g3, 3 il,g2, 4 0-0, 5 d3, 6 li:Jbd2, 7 e4 para
todas las ocasiones. O bien 1 li:Jf3, 2 c4, 3
13
Introducción

g3 1 4 ig2/ 5 0-0. Entonces su comprensión

ajedrecística no se desarrollará en su tota-
lidad. En sus partidas surgirá un rango de
posiciones demasiado pobres y limitadas
en su contenido estratégico. Si quieres
que juegue posiciones cerradas/ entonces
invítale a jugar 1 d41 2 c4 y al principio es
preferible 3 4Jc3/ pero no 3 CUf3.

4) Lo principal. El repertorio de aperturas

debe establecerse de tal manera que no
sea necesario revisarlo al menos en un
año/ y limitarlo solo al análisis de las par-
tidas jugadas.

Cuando tus alumnos se conviertan en

maestros y grandes maestros/ constru-
yan un estilo de juego y que sus gustos
ajedrecísticos sean estables; ellos podrán
cambiar el repertorio de aperturas diame-
tralmente. Por eso/ que les enseñes ahora
a jugar contra 1 e2-e41a apertura Españo-
la/ la Siciliana/ la Caro-Kann o la defensa
Francesa/ no tiene especial importancia.
Lo importante es orientarles a una sólida
lucha posicional. La tarea más importante
es comenzar a aprender el juego en toda
su diversidad/ y acceder a la apertura de
una manera racionaL pero no primitiva.
En mi época los entrenadores con una
práctica activa y de éxito no estaban muy
dispuestos a compartir con nadie los se-
cretos de su trabajo. Aquellos que no po-
nían tanto énfasis en estudiar la apertura/
en la conexión de la apertura con el medio
juego/ o en el análisis de las partidas juga-
das/ sino en otros métodos de perfeccio-
namiento ajedrecístico/ eran los menos.
Se puede leer algo sobre este tema en
contados artículos de las revistas de aje-
drez. Sin embargo/ no recuerdo que haya
un libro dedicado a este tema/ escrito por
entrenadores-jugadores/ antes del año
1999 He leído o he mirado no menos del
95% de la literatura ajedrecística editada
en la URSS. Los trabajos de Dvoretsky fue-
ron publicados posteriormente. La comu-
Australia, año 1988. Abrazando cariñosamen-
te a un koala
nicación entre entrenadores se llevaba a
cabo en los diversos torneos de ajedrez y
en las sesiones de las escuelas de ajedrez.
Me complace recordar la comunicación
en las competiciones juveniles con unos
excelentes entrenadores/ que crearon su
propio método de enseñanza en Rusia: el
gran maestro Aleksandr Nikolaievich Pan-
chenko y el filósofo-investigador del aje-
drez Viacheslav Andreievich Chebanenko.
Por desgracia/ ya no están con nosotros.
¡Permanecen en la memoria!
Tomé parte en el trabajo con las escuelas
de las sociedades deportivas «Burevest-
nik» y «Lokomotiv»/ donde se realizó un
interesante trabajo creativo bajo la direc-
ción de Dvoretsky/ aunque fueron más
bien episodios esporádicos que una prác-
tica constante.
En el año 1990 acepté una oferta de la
Federación Búlgara de Ajedrez/ y traba-

14

jé en Sofía durante dos años. Una de las
principales razones fue el deseo de sacar
a mi familia de Minsk, ya que en el año
1986 se produjo la tragedia de Chernóbil,
y para los simples mortales era imposible
comprender la imagen real de la contami-
nación por radiación. En esa época se pro-
dujo en Bulgaria su propia «perestroika».
Pronto colapsó la Unión Soviética. Llega-
ron los «difíciles» años 90, y dejó de haber
dinero para el trabajo ajedrecístico tanto
en Bulgaria como en Bielorrusia. En el año
1994, siendo maestro internacional con
un coeficiente de gran maestro, jugué mi
última partida de torneo y decidí abando-
nar el ajedrez. A petición del presidente
de la Federación Búlgara de Ajedrez, Mijaíl
lliev, en el año 2001 fui entrenador-selec-
cionador del equipo nacional en el cam-
peonato de Europa, y el año 2002 en la
última Olimpiada de ajedrez que ganó el
equipo de Rusia, aunque desde entonces
no he entrenado a nadie individualmente.
El año 1992 escribí un libro que describía
los métodos de mi trabajo. Estaba dirigido
a jugadores de primera categoría o can-
didatos a maestro para que alcanzaran el
nivel de un maestro internacional o gran
maestro. En el libro se describe cómo y
con qué consecuencias entrenaba a esos
ajedrecistas. Como en aquella época en
Rusia a los autores casi no se les pagaba
por escribir libros, y las editoriales extran-
jeras te daban un insuficiente porcentaje
por tu trabajo, decidí publicar este libro en
inglés y español por mi propia cuenta (Per-
gamon Press, por Endgame Strategy, trans-
firió a la agencia de derechos de autor de
la Unión Soviética cierta suma, de la que
me correspondían alrededor de 400 libras
por año, lo que era bastante bueno en la
Unión Soviética y bastante mísero en la
Bulgaria del año 1993). La traducción del
libro al castellano la realizó el candidato a
maestro Anatoly Timofeevich Bondar, por
desgracia hoy fallecido, y al inglés el gran
maestro Evgeny Ermenkov. El título en
Introducción
castellano fue Perfeccionamiento en aje-
drez, y en inglés The Chess Soviet Conveyor.
Ermenkov me convenció de que para una
persona de habla inglesa la palabra «Me-
todología» era sinónimo de aburrimiento,
y tuvimos que pensar en algo más sonoro
para el oído inglés.
Ceo que la esencia de la metodología ex-
puesta en un libro que ya tiene veinte años
sigue vigente hoy. Las correcciones reali-
zadas con la ayuda del ordenador lo han
rejuvenecido. En la primera parte de este
nuevo libro cito capítulos de Perfecciona-
miento en ajedrez, los que se refieren a la
construcción de un repertorio de apertu-
ras y al estudio de los clásicos. La segunda
parte del libro es un concentrado de End-
game Strategy, donde se pone el acento,
con un cambio en la presentación del ma-
terial y una serie de nuevos ejemplos, en el
estudio de los principios primordiales de
los finales de partida más complejos. En la
tercera parte del libro se expone la visión
del autor sobre los enormes cambios que
han tenido lugar en el ajedrez y en el tra-
bajo de entrenamiento durante el último
cuarto de siglo.
Para terminar, me gustaría añadir que el
ajedrez es multifacético, y que se pueden
crear infinidad de diversos ejercicios es-
tratégicos, tácticos, teóricos y prácticos.
Se puede utilizar el viejo programa de V.
E. Golenischev, modernizado porV.Ivanov
y editado por el brillante periodista llya
Odessky, y dar clases con él, o con algún
otro libro. Es probable que tenga cierta
utilidad, no obstante es dudoso que haya
un progreso serio. Un buen entrenador
debe trazar un vector de trabajo, que inclu-
ya una serie de componentes importantes,
y asegurarse de que el alumno no se desvíe
de él. Y en el momento en que esos compo-
nentes, cada uno de los cuales implica una
gran cantidad de trabajo, se llenen, asi-
milen y converjan apropiadamente en un
punto, debe producirse un salto brusco en
15
Introducción

la categoría del ajedrecista. Por desgracia,

cada vez con mayor frecuencia observa-
mos serios desequilibrios en la educación
ajedrecística de los jóvenes talentos, aun-
que de eso hablaremos con más detalle en
la tercera parte del libro.

16
 PARTE 1
PERFECCIONAMIENTO EN AJEDREZ

El libro The Chess Soviet Conveyor fue escrito el año 1992 y no se ha publicado en lengua
rusa. En él intenté explicar mi metodología y describir las etapas de trabajo que un joven
ajedrecista debe hacer para pasar de ser un jugador de primera categoría o candidato
a maestro a convertirse en dos o tres años en un maestro internacional o gran maestro.

Después de un cuarto de siglo, en mi opinión este método no ha perdido su vigencia.

Más bien lo contrario. La vieja escuela de entrenadores soviéticos se está yendo poco a
poco, y la nueva no siempre logra distinguir la dirección principal de trabajo y conducir
por ella a sus alumnos, para eliminar en el transcurso de su perfeccionamiento los diver-
sos defectos de su juego. En una gran corriente de información, como en la canción de
Anna German, «se pierde de vista mucho».

Los extractos del libro que ofrezco a su atención se presentan con pequeños cambios y
adiciones, y representan una traducción inversa del inglés al ruso, realizada por la gran
maestra Anna Burtasova, ya que el manuscrito original del libro ya hace tiempo que se
perdió.

En el capítulo dedicado al estudio de los clásicos, para reducir el material de estudio in-
cluyo mi conferencia ofrecida en la escuela de Mark Dvoretsky y A. Yussupow y publicada
en su libro conjunto «Métodos de entrenamiento en ajedrez6 ».

6 Nota del Traductor: Editado en castellano con el título Entrenamiento de élite.

17
 Capítulo 1
Construcción de un repertorio de aperturas
El repertorio de aperturas de cada ajedre-
cista puede ser diferente, y no solo por los
nombres de las aperturas, sino más bien
desde el punto de vista del modo de jugar
la etapa inicial de la partida. Me gustaría
explicar mi idea. Supongamos que un aje-
drecista comienza la partida con la jugada
1 e4 Su adversario responde 1 ... cS. Ahora,
si las blancas quieren luchar por la ventaja
y la iniciativa en la apertura, deben jugar
2 tLlf3 y 3 d4. Además, creo que las blan-
cas deben ser consecuentes, lo que en la
Najdorf sería jugar 6 ,igs, y en el Dragón
el sistema con el enroque largo y el ata-
que en flancos opuestos. Si el ajedrecista
no hace esto, su trabajo analítico pierde el
elemento de la creatividad, y puede con-
vertirse en un jugador experimentado sin
un arma de apertura fiable.
Poseo una amplia experiencia de trabajo
en la antigua URSS, y comprendo la men-
talidad y el deseo de los entrenadores de
que sus alumnos obtuvieran resultados
ya desde la más tierna edad. Era necesa-
rio ganar los campeonatos por equipos
del distrito, de la ciudad, de la república,
de la URSS. Esto era lo mínimo que debía
hacerse para ganarse una vida tranquila:
aumento salarial y mejora del estatus de
entrenador.
Más recientemente, además de los tradi-
cionales campeonatos del mundo, para
«cadetes» hasta los 16 años, y juveniles
hasta los 21 años, comenzaron a cele-
brarse campeonatos del mundo en otras
edades. Y si el alumno conseguía ganar el
18
campeonato individual de la URSS de su
edad (cualquiera de ellos, hasta 1O, 12, 14,
16, 18 o 21 años), él - y usted como en-
trenador - obtenían el derecho a partici-
par en el campeonato del mundo, y esto
garantizaba un viaje al extranjero intere-
sante y rentable. Y un buen resultado del
joven ajedrecista en el campeonato del
mundo proporcionaba la oportunidad de
obtener el título de «entrenador emérito»,
y con ello un aumento de salario vitalicio.
Naturalmente, se le daba una gran impor-
tancia al resultado, y era imposible hablar
de una preparación de aperturas «a largo
plazo». Era necesario atenerse al resultado
de la partida, ganar a cualquier precio, y el
repertorio de aperturas se basaba, entre
otras cosas, en esquemas superficiales de
«celadas». Al principio este método podía
ser productivo, pero más tarde, a medida
que la fuerza del joven ajedrecista y la
de sus oponentes iba creciendo, los es-
quemas de aperturas «ingenuos» se con-
vertían en un boomerang, y el repertorio
del joven jugador regresaba a la etapa de
embrión. Durante ese tiempo el entrena-
dor, por regla general, ya estaba ocupado
en la formación de nuevos talentos en el
camino hacia un éxito rápido. El jugador,
que habitualmente alcanzaba el nivel de
candidato a maestro, equipado con un
repertorio de aperturas deficiente, tenía
que resolver el problema por sí solo. Te-
nía una oportunidad solo si aprendía a
pensar críticamente y analizar posiciones
objetivamente. Por lo general, tenía serias
dificultades para desprenderse de todo lo
que había aprendido previamente y co-
 Construcción de un repertorio de aperturas
menzar de nuevo. Solo unos pocos podían
conseguirlo.
Ahora regresemos a la jugada 1 e4 y la
defensa Siciliana. Debo insistir: creo que
el desarrollo de las blancas en las apertu-
ras abiertas y semiabiertas debe ser con-
secuente. ¿Por qué? La respuesta es muy
sencilla, y se basa en los mismos funda-
mentos del ajedrez. La jugada 1 e4 es solo
el primer paso hacia un rápido desarrollo
de las fuerzas, la premisa de un conflicto
temprano en la mayoría de las aperturas.
Supongamos que las blancas intentan ju-
gar lenta y posicionalmente en cualquier
variante aguda de la defensa Siciliana. Tal
estrategia solo puede funcionar contra un
adversario inexperto y sin preparación. En
consecuencia, la iniciativa de la partida
pasa poco a poco a las negras. La titáni-
ca lucha entre Kasparov y Karpov es un
ejemplo instructivo. El gran especialista
en jugar la siciliana «ralentizada», Karpov,
(recordemos su match con Polugaievski
del año 1974) no pudo ganar ni una sola
partida con 1 e4 en su segundo match, y
a partir del tercer match renunció a jugar
1 e4.
Por otro lado, los ajedrecistas que inician
la partida con la jugada 1 e4 y eligen los
caminos más activos para las blancas
(además de la Siciliana también existen
esquemas agudos en la Española, con sus
ataques Marshall y Jaenisch, en la variante
abierta y en varias variantes cerradas; en la
defensa Francesa, en la defensa Caro Kann,
y en una amplia gama de otros sistemas),
pueden esperar obtener un éxito rápido
tras la fase de apertura. Jugar contra aje-
drecistas de este tipo es un verdadero de-
safío y una tarea muy difícil. Los problemas
a los que las negras se enfrentan después
de 1 e4, en comparación con los sistemas
de aperturas cerradas, son mucho más es-
pecíficos y requieren decisiones responsa-
bles en una etapa temprana. En su época
el undécimo campeón del mundo Robert
Fischer demostró convincentemente la
efectividad de 1 e4. Por supuesto, este
enfoque tiene sus aspectos negativos. Ta-
les jugadores a veces penetran profunda-
mente en «territorio enemigo». El oponen-
te puede preparar una novedad en alguna
variante aguda de la apertura, tienes que
resolver problemas sobre el tablero cuan-
do el tiempo corre, y en la mayoría de los
casos no hay vuelta atrás. Además, es ne-
cesario revisar constantemente la crecien-
te cantidad de información ajedrecística,
pues no puede permitirse pasar por alto
una novedad importante en una variante
aguda. Voy a citar algunas partidas, aun-
que el número de ejemplos que ilustran
este principio pueden ser infinitos.
PARTIDA 1
lembit 011 - Viktor Gavrikov
Defensa Siciliana [B97]
Tallin 1983
1 e4 eS 2etJ f3 d6 3 d4 exd4 4etJxd4etJ f6 SltJ c3
a6 6 i,gs e6 7 f4 'l!Mb6 8 'l!Md2 'l!Mxb2 9 ~b1
'l!Ma3 10 fS etJc611 fxe6 fxe612etJxe6 bxe613
ie2ie7140-0 0-0 1S @h1 ~a716 'l!Me3 ~d7
17 eS dxeS 18 'l!MxeS
18 ... 'l!Md619'11Mas id8 20'l!Ma4 '~!Mes 21 ixf6
ixf6 22 ~f3 eS 23 ie4 ~b7 24 ib3 e4 2S
ixe4 ~xb126etJxb1 ib7 27 ~f1 'l!Me4 28 ~f3
idS 29etJa3 'l!Mxf3 Las blancas abandona-
ron.
19
Construcción de un repertorio de aperturas
Recuerdo esta partida bastante bien. En
ese torneo era el entrenador de Peter Kor-
zubov, y entré en la sala de juego poco
después del inicio de la ronda. En la mayo-
ría de las partidas los adversarios habían
realizado solo algunas jugadas, mientras
que 011 y Gavrikov desplegaban sus ju-
gadas al ritmo de una ametralladora, y el
encargado del tablero mural apenas podía
seguirles. Transcurridos apenas cinco mi-
nutos los adversarios ya habían realizado
veinte jugadas, y en ese momento Lembit
011 empezó a pensar, viendo claro que las
blancas ya estaban perdidas. No soy un
experto en esta variante, y no puedo decir
quiénes eran los que habían jugado ante-
riormente esta partida, y en qué momento
hubo una mejora del juego de las negras.
Como espectador, ese día no puede evitar
sentir lástima por el estonio. La derrota de
las blancas en cinco minutos, cuando en
las mesas vecinas la batalla real apenas
había comenzado, y la circunstancia de
que tu oponente no tuvo que pensar ni
una sola jugada sobre el tablero, puede
quitarte durante mucho tiempo el deseo
de meterte en discusiones teóricas. Sin
embargo, Lembit 011 sacó las conclusiones
correctas de esta situación. Veamos ahora
su partida del campeonato de la URSS del
año 1989.
PARTIDA 2
Andrei Sokolov- Lembit 011
Defensa Rusa [C42]
Odesa 1989
1 e4 eS 2etJf3etJf6 3etJxe5 d6 4etJf3etJxe4 5
d4 d5 6 i.d3 i.d6 7 0-0 0-0 8 c4 c6 9etJ c3etJ xc3
10 bxc3 dxc4 11 i.xc4 i.g4 12 '1Wd3 etJd7 13
lt:lg5etJf6 14 h3 i.h5 15 f4 h616 g4 hxg5 17
fxg5 bS 18 i.b3 l2Jxg419 hxg4 '!Wd7 20 gxh5
'\W g4+ 21 lilf2 ~ae8 22 ~g1 '\Wh4+ 23 lilg2
Véase el diagrama siguiente
20
Hasta este momento los grandes maestros
seguían el curso de la partida Short- Hüb-
ner, Tilburgo 1988, que terminó a la juga-
da siguiente. Hübner jugó 23 ... eS?, y des-
pués de 24 :tl:h1! abandonó a causa de 24
... \Wg4+25Wf1 c426i,d1 :tl:e1+27Wxe1
\Wg2 281We2\Wxh1 + 29 Wd2 Además, en el
Informador ajedrecístico n.o 46 se ofrece un
análisis en el que se demostraba que las
blancas también obtenían ventaja decisi-
va después de 23 ... :tl:e4. Lembit 011 realizó
otra jugada: 23 ... '!Wh2+!t y después de 24
lilf1 i.f4! quedó claro que son las blancas
las que tienen que luchar por las tablas. Es
única la jugada 25 Wff3!, ya que tanto 25
id1 :tl:e1+!, como 25 i,xf41Wxf4+ 26 Wg2
:tl:e3 son insuficientes para las blancas.
25 ... gel+ 261ilxe1 '\Wxg1+ 27 lile2i.xc128
gxc1!
Las blancas sacrifican la calidad para for-
zar las tablas, ya que después de 28 Wd3
\WxgS las negras deben ganar. Ahora des-
pués de ...
28 ... '\Wxc1 29 g6 ge8+ 30 li:ld3 '\Wb1+ 31
li:ld2 '\We1+ 32 li:ld3 '!Wb1+ 33 li:ld2 '\We1+
la partida terminó en tablas. Si las negras
intentan ganar mediante 30 ... :tl:e7 (en lu-
gar de 30 ... 1Wb1+), entonces después de
31 gxf7+ rJif8 32\Wh31Wb1+ 33 i,c21Wxa2
34 \Wc8+ Wxf7 35 \Mff5+ todo termina con
jaque continuo.
 Construcción de un repertorio de aperturas
PARTIDA 3
Lev Psajis- Tibor Tolnai
Defensa Siciliana [B76]
Dortmund 1989
1 e4 eS 2ll:J f3 d6 3 d4 cxd4 4ll:J xd4ll:J f6 sll:J c3
g6 6 ie3 .ig7 7 f3 llJ c6 8Wf d2 0-0 9 g4
Aquí las negras habían probado 9 ... h5, 9
... eS y 9 ... ~e6. Lev Psajis ya había juga-
do con blancas una partida contra Smirin
(Kiaipeda 1988), que continuó 9 ... ~e6
1O h4 dS 11 0-0-0 CUxd4 12 ~xd4 de 13
gS lU hs 14 ~xg7 Wfxd2+ 15 2%xd2 ~xg7
16 lt:lxe4 2%ad8, con un final más o menos
igual. Sin duda, Psajis se guardaba en la
manga una mejora, sin embargo le espe-
raba una sorpresa desagradable.
9 ... ixg4!
El efecto de este sacrificio fue como la ex-
plosión de un «cóctel Molotov». El futuro
nos mostrará la verdadera evaluación de
esta novedad. No obstante, en esta parti-
da concreta las blancas apenas ejercieron
resistencia, aunque la diferencia en el ra-
ting de los dos rivales era de cien puntos a
favor de las blancas, y aún más en la com-
prensión ajedrecística y en la categoría de
juego.
Después de 10 fxg4ll:Jxg4 11 .ig1 e6 12 h4
hS 13 ll:Jxc6 bxc6 14 .ie2 .ih6 15Wfd3ll:Jes
16Wfg3 E:b817 b3Wfa518 E:d1.ig719 E:xd6
~bd820E:xd8E:xd821 mn ~d222 ~h3ll:Jg4
23Wib8+ mh7 24 b4Wfa3 25Wfxa7Wfc1+ 26
mg2 .ixc3 27 E:xc3 ~xe2+ 28 mg31JN el+ 29
mf3Wff1 +las blancas abandonaron.
El gran maestro S. Makarichev, famoso
periodista de ajedrez y comentarista de
televisión, realizó los comentarios a la 6a
partida del match por el campeonato del
mundo del año 1990 entre Kasparov y Kar-
pov. Escribió en la revista 64 n.o 23, 1990:
«Viendo la lucha entre dos de los ajedre-
cistas más fuertes de nuestro tiempo, in-
voluntariamente te preguntas a ti mismo
cómo se relacionan entre sí la filosofía más
profunda del ajedrez y la simple práctica
terrenal. "Las blancas juegan 1 e2-e4, ¡y
ganan!'; proclamó el famoso teórico sovié-
tico Rauzer y... desarrolló un buen núme-
ro de sistemas agresivos para las blancas,
que todavía son populares hoy. El gran
maestro Sveshnikov considera que solo
con esta jugada las blancas obtienen ven-
taja en la apertura. ¿Por qué? ¿Cómo? Es
una cuestión que es difícil de comprender,
no se puede verificar. Aunque la mayoría
de los jugadores de ajedrez coinciden in-
conscientemente en que objetivamente la
jugada 1 e4 es la más fuerte. Tras este mo-
vimiento, la jugada del peón de rey exige
un serio enfoque de cara a la preparación
y al juego sobre el tablero, al límite de las
posibilidades. El único lema de las blancas
debe ser "adelante y solo hacia adelante';
porque las vacilaciones en la apertura
pueden conducir al fracaso y a la desilu-
sión».
El lector ya ha podido convencerse de que
los problemas de las blancas, cuando se
enfrentan a una novedad en el transcurso
de una variante de apertura aguda, son
realmente serios. La catástrofe en la aper-
tura puede suceder incluso al más alto
nivel. Ofrezco un ejemplo de la 8a partida
del match entre Vladímir Kramnik y Peter
Lékó. El precio de la derrota de las blancas
en una discusión teórica puede ser muy
21
Construcción de un repertorio de aperturas

elevado, y esta partida casi le cuesta a todo posible.

Kramnik el título de campeón del mundo.

PARTIDA 4
Vladímir Kramnik- Peter Lékó
Apertura Española [C89]
Brissago 2004 (m/8)

Primero damos el texto completo de esta

partida, donde los adversarios llevaron
a cabo una disputa teórica en la variante
más aguda del ataque Marshall, y después
ofrecemos algunas explicaciones. 21 ... '\Wg6

1 e4 eS 2é2Jf3é2Jc6 3 ib5 a6 4ia4l2Jf6 5 0-0 «Cuando Lékó pensaba su jugada 21, yo

fie7 6 E:e1 b5 7 fib3 0-0 8 c3 d5 9 exd5é2Jxd5
10 l2Jxe5l2Jxe511 E:xe5 c612 d4J\d613 E:e1
W'h4 14 g3W'h3 15 E:e4 g5 161Mí'f1W'h5 17
é2Jd2 fif5 18 f3 é2Jf6 19 E:e1 E:ae8 20 E:xe8
E:xe8 21 a4 W'g6 22 axb5 id3 23 W'f2 E:e2
24 '\Wxe2 ixe2 25 bxa6 '1Mld3 26 ~f2 fixf3 27
l2Jxf3 l2Je4+ 28 ~e1 l2Jxc3 29 bxc3 W'xc3+
30 ~f2 '\Wxa1 31 a7 h6 32 h4 g4 Las blancas
abandonaron.
estaba en la sala de descanso y me pre-
guntaba qué jugar a 21 ... '\Wg6 Le queda-
ban 20 minutos para llegar al control. Si yo
a mi vez pensaba 40 minutos en respuesta
a 21 ... \Wg6, daría a mi adversario la se-
guridad de que la preparación había ter-
minado, y que no estaba del todo seguro
de la valoración final de la variante. Com-
prendí que si quería ganar esta partida, mi
respuesta -sin importar cuál- debería ser
rápida. Podía elegir entre 22 axbS con un
juego agudo o 22 etJe4 con tablas. Tomé
la decisión de jugar a ganar, respaldado
por el criterio del ordenador. Me jugué el
todo por el todo; aquí es difícil culpar a al-
guien, incluso a mí mismo. No cometí un
error, puedo decir que puse todo "a cero"»
(Kramnik).

Con la jugada 16 '1Mff11as blancas entraron

en los raíles de una variante muy aguda.
Teniendo en cuenta que el gran maestro
húngaro conocía perfectamente todas las
líneas de moda de la teoría actual, deci-
dieron sorprenderlo con una continuación
casi olvidada. En efecto, Lékó pensó bas-
tante tiempo y decidió continuar la lucha
con las damas, aunque 16 ... iM!xf1 +era del

22
 Construcción de un repertorio de aperturas
«Las blancas jugaron rápido 23 Wff2? Este
es el último momento en el que podía
haber pensado y corregir el análisis defi-
ciente de mis segundos, jugando 23 Wfd1 !,
tras lo cual la partida debía terminar en
tablas por repetición de jugadas, ya que
las negras no disponen de fundamentos
para jugar a ganar: 23 ... ~e2 24 Wfe1 (24
~c2?! ~xd 1 25 ~xg6 hxg6 26 bxa6 ~e?
27 a? Ela8 28lZ'lc4lZ'ld7 29 ~xg5 ~e2). Por
ejemplo:
1) 24 ... Wd3 25 bxa6 ~xf3 26 Wif1;
2) 24 ... axb5? 25 lt:Je4 (25 Ela7) 25 ... lt:Jxe4
26 W/xe2 lZ'lf6 27 W/d2 g4 28 ~c2 W/g7 29
Wff2;
3) 24 ... ~xb5 25 lt:Je4 lt:Jxe4 26 c4 lZ'lf6 27
Wfd1 ~b4 28 ~d2=;
4) 24 ... ~d3 25 Wfd1 =.
No obstante, en primer lugar, Vladímir no
tenía motivos para no confiar en sus fie-
les ayudantes, y en segundo lugar, quería
ejercer presión psicológica sobre Peter,
provocándole una sensación de insegu-
ridad sin concederle un tiempo adicional
para pensar» (Bareev).
La siguiente jugada de las negras fue 25 ...
Wfd3!, y quedó patente que las blancas es-
tán mal. Esto es lo que escribe al respecto
Evgeny Bareev en el libro From London to
Elista:
«Una jugada que ni nosotros ni nuestro or-
denador supimos valorar correctamente.
En caso de 25 ... ~xa6 las blancas obtie-
nen compensación suficiente por la dama,
sin embargo el ordenador durante cierto
tiempo valora que la posición después
de 25 ... Wfd3 está ganada por las blancas.
Aunque solo un minuto o dos después
cambia al signo diametralmente opuesto.
Solo en este momento Kramnik empezó a
pensar.
26<i>f2
Aunque ya podía haber abandonado con
seguridad, porque toda la variante es
sencilla y muy corta, y no es necesario el
ordenador para calcularla: 26 a? Wfe3+ 27
Wg2 ~xf3+ 28lZ'lxf3 ®e2+ 29 Wg1 lt:Jg4 30
a8Wf+ Wg7 31 ~e3 W/xe3+ 32 Wg2 Wfe2+
33 Wh3 lZ'lf2+».
Puede dar la impresión de que el autor
se contradice a sí mismo. Por un lado,
defiende la creación de un repertorio de
aperturas firme y de calidad, y por otro
lado, asusta a los ajedrecistas jóvenes con
catástrofes en la apertura si se meten en
disputas teóricas. No, no estoy tratando
de disuadir a los jóvenes de que empleen
sistemas de aperturas agudos, y mucho
menos, de participar en «combates de
reconocimiento». Al contrario, esta forma
de juego cultiva el coraje y el ingenio, y
merece todo el respeto. Desde el punto de
vista actual el futuro pertenece a los aje-
drecistas universales, que jueguen «con
las dos manos» cualquier tipo de posición.
Solo quiero recordar que nuestra tarea es
proporcionar a los jóvenes un repertorio
relativamente de elevada calidad con un
amplio diapasón de posibilidades estraté-
gicas, que no haya que cambiar al menos
durante un año. El trabajo con variantes
firmes y agudas de aperturas abiertas y
semiabiertas requiere el procesamiento
de un enorme flujo de información, y eso
resta tiempo al estudio de los finales, de
los clásicos y de muchos otros procedi-
mientos de perfeccionamiento. Para tal re-
pertorio de aperturas es necesario seguir
23
Construcción de un repertorio de aperturas
la práctica de todos los torneos mundiales.
El riesgo de derrota «compartida» se in-
crementa exponencialmente. En resumen,
este enfoque recuerda a la centralización
del rey en el final: rara vez es incorrecta,
aunque a veces es inoportuna.
En esencia, la jugada 1 d4 no es tan agre-
siva como la del peón de rey. Y a pesar de
todo en muchas variantes, donde las blan-
cas juegan con firmeza, las posiciones de
aperturas cerradas que surgen sobre el
tablero son ricas en ideas estratégicas, lo
cual es extremadamente importante para
el desarrollo del joven ajedrecista en la
comprensión del juego posicional. Es bas-
tante más fácil para el ajedrecista elegir las
variantes adecuadas para él, por ejemplo
en la Defensa India de Rey: puede escoger
tanto el agudo sistema Samisch como el
sistema menos comprometido con g2-g3,
mientras que después de 1 d4 tt:Jf6 2 c4
e6 puede elegir 3 tt:Jc3 y jugar la defensa
Nimzoindia, o la más tranquila 3 tt:Jf3, que
remite a la Defensa India de Dama. Ambas
decisiones son equivalentes, mientras que
en la variante del Dragón de la Defensa
Siciliana, jugando con blancas, solo vale
atacar.
Así que ya hemos hecho nuestra elección,
1 d4. Por parte de las negras son de espe-
rar dos tipos de estrategia en la apertura,
que se pueden definir fácilmente como
«de casillas negras» (las negras ceden el
centro: 1 d4 tt:Jf6 2 c4 g6 3 tt:Jc3 .tg7, o 1
d4 tt:Jf6 2 c4 eS seguido de un ataque por
las casillas negras) y de «casillas blancas»,
entre las que se incluyen también la De-
fensa Nimzoindia y la Defensa India de
Dama. Las diversas variantes del Gambi-
to de Dama ocupan la mayor parte de la
teoría de las aperturas cerradas. La Defen-
sa Holandesa y la Defensa Grünfeld son
una raza aparte. Personalmente yo sepa-
ro los sistemas de aperturas cerradas en
dos grupos: las aperturas de «calidad» y
las aperturas de dudosa dignidad. En mi
24
opinión, el primer grupo lo componen: la
Defensa Nimzoindia, la Defensa India de
Dama, los diversos sistemas de apertura
que surgen tras 1 d4 tLlf6 2 c4 e6 3 l2Jf3, las
diversas variantes del Gambito de Dama y
la Defensa Eslava. En todas estas apertu-
ras las negras luchan con todas sus fuer-
zas por el control de las casillas centrales y
juegan con un gran margen de seguridad.
Es casi imposible imaginar que las blancas
puedan presentar alguna novedad en el
sistema Lasker del Gambito de Dama o en
la Defensa Nimzoindia, que pudiera poner
en duda la apertura. Claro está que en mu-
chas variantes se producen regularmente
novedades y mejoras. Algunas veces la
posición de las negras parece sospechosa,
sin embargo en general las negras siem-
pre deben tener en reserva una variante
suficientemente segura, aunque sea pasi-
va, mientras la línea principal se encuentre
«en el Pit stop» para su reparación.
Un caso distinto aparece en la Defensa
Grünfeld, la India de Rey o la Benoni Mo-
derna. En estas aperturas las negras lu-
chan por la iniciativa, aunque al mismo
tiempo hacen serias concesiones posicio-
nales en el centro. El jugador que conduce
las blancas puede elegir sin problemas la
variante que mejor se adapte a su estilo.
Las blancas pueden elegir líneas muy agu-
das, donde todo está en equilibrio inesta-
ble y las negras necesitan tener un buen
conocimiento de la teoría, o jugar esque-
mas posicionales tranquilos, que obligan
a las negras a resolver problemas bastan-
te complejos, aunque menos concretos.
Está claro que las negras necesitan estar
al día de todo el flujo de información que
hay sobre las aperturas, porque cualquier
partida nueva e importante puede poner
todo patas arriba y provocar una derrota
en el tablero. El Gambito de Dama, al con-
trario, es una garantía contra cualquier
tipo de sorpresas, porque casi siempre
puedes lidiar con ellas confiando solo en
el sentido común.
 Construcción de un repertorio de aperturas
Cuando juegas una apertura agresiva, el
peligro real consiste en que no haya una
«variante de repuesto». Simplemente
tendrás que dejar de jugar una apertura
mientras haya una línea que la refute, al
menos temporalmente. Por ejemplo, es
posible jugar la Benoni Moderna y la De-
fensa Grünfeld, aunque sigo considerando
que estas aperturas son poco recomenda-
bles para el repertorio de aperturas de los
principiantes, porque en ellas las negras
deben estar listas para enfrentarse en
cualquier momento a problemas difíciles
en una amplia gama de variantes.
Finalmente, hay aperturas que ni siquiera
pueden aspirar a recibir un signo de cali-
dad. Por ejemplo, el Contragambito Albin,
el Gambito Budapest, la Defensa Chigorin,
1 d4 dS 2 c4 ifs, y algunas otras más. Ha-
bitualmente inicio la preparación de las
aperturas de los ajedrecistas jóvenes con
estas aperturas, porque se pueden exa-
minar fácilmente en poco tiempo. En este
libro no voy a analizar completamente un
repertorio de aperturas específico, no obs-
tante intentaré aclarar la mayoría de los
puntos clave de mi trabajo.
Ahora vamos a hablar un poco sobre las
aperturas de baja calidad. No pueden
constituir una base permanente del reper-
torio de aperturas de un jugador, es ne-
cesario jugarlas de vez en cuando, apun-
tando al efecto sorpresa. Por lo tanto, no
quiero gastar esfuerzos en su refutación,
sencillamente sería una pérdida de tiem-
po. Creo que es mucho más importante
conseguir que no te afecte el efecto sor-
presa y que puedas conducir el juego ha-
cia una variante que te sea confortable.
Comencemos con el Contragambito Al-
bín. Tras las jugadas 1 d4 d5 2 c4 eS?! 3 dxe5
d4
Véase el diagrama siguiente
la teoría considera que la mejor jugada es
4 tLlf3, y otorga ventaja a las blancas des-
pués de, digamos, 4 ... tt'lc6 S a3 (S tt'lbd2)
S ... ig4 6 b4 Vf1e7 7 Vf1a4 0-0-0 8 if4 ixf3
9 gf ~b8 1O ttJd2 tt'lxeS 11 Vf1b3 ttJg6 12
ig3 fS 13 f4. Los esfuerzos de las negras se
dirigen a buscar nuevos caminos en esta
variante. Por eso es bastante más benefi-
cioso en la práctica algo que puede que
no sea lo mejor, pero que sea lo bastante
desconocido y desagradable para el ad-
versario. Debe tenerse en cuenta que los
mejores ajedrecistas no juegan este tipo
de aperturas. Entonces, veamos 4 a3!? En
1970 yo entrenaba al equipo juvenil de
Bielorrusia en la Espartaquiada Nacional.
Una de las chicas de nuestro equipo, G.
Gul, jugó 4 e3? y perdió después de 4 ...
ib4+ S id2 de etc. Tras esta amarga ex-
periencia, en la partida siguiente jugó 4
a3!? Mientras observaba las partidas del
torneo, me llamó la atención esta jugada,
y advertí que merecía una seria atención.
Las blancas retrasan temporalmente el de-
sarrollo del caballo de rey, previenen ib4
y ig4, y renuevan la amenaza e2-e3. Pare-
ce que no hay nada mejor que 4 ... tt::lc6, ya
que a 4 ... eS sigue S e4. Ahora las blancas
juegan S e3 La respuesta más natural es S
... dxe3, porque a S ... aS se jugaría 6 ttJf3
ics 7 exd4 é2Jxd4 8 ie3 ig4 9 ie2 con
ventaja. 6 '1Wxd8+ @xd8 (en otro caso las
negras se quedan sin peón) 7 ixe3 tt::lxeS
Véase el diagrama siguiente
25
Construcción de un repertorio de aperturas
Definitivamente las blancas han tenido
éxito. En general, en el Contragambito
Albin procuran crear complicaciones y
obtener posibilidades de ataque. Ahora
tienen que luchar por la igualdad con las
damas cambiadas. La posición es simétri-
ca. Las blancas están mejor desarrolladas,
y deben buscar cómo sacar provecho de
la iniciativa.
8CLlf3!
La única pieza negra activa que hay que
cambiar es el caballo eS. Y debe hacerse
de inmediato, porque a 8 CUc3 sigue 8 ...
i.e6, y a 8 CUd2 responden 8 ... i.fs con
contrajuego gracias a la posición centrali-
zada del caballo.
8 ... ébxf3+ 9 gxf3
Desde la época de Steinitz los ajedrecistas
cuentan los tiempos a partir de la posición
inicial. Si valoramos esta posición desde
ese punto de vista, entonces vemos que
las negras han hecho una jugada bastan-
te dudosa, md8, mientras que las blancas
han realizado tres jugadas de peones y un
movimiento de desarrollo útil con el alfil.
Además, pronto el rey blanco se enrocará
en el lado largo con jaque.
Estoy seguro de que el lector verá fácil-
mente que después de 1O CUc3, 11 0-0-0
y 12CUe4 las negras se enfrentan a la dura
tarea de luchar por las tablas. Es bastante
26
probable que tras un análisis exhausti-
vo las negras puedan neutralizar poco a
poco la iniciativa de las blancas. Pero no
olvidemos que no estamos preparando a
un pretendiente al campeonato mundial,
sino a un ajedrecista joven. No esperamos
que venza a su adversario inmediatamen-
te después de la apertura. Queremos que
consiga una posición compleja con una
sólida base estratégica, y confiamos en
que obtenga la victoria como resultado de
un buen juego en el medio juego y en el
final. Lo deseable sería volver a preparar la
apertura lo menos posible, así que reco-
miendo este enfoque.
Continuemos con el estudio de las apertu-
ras de baja calidad.
Defensa Chigorin
Quisiera desarrollar esta apertura de la
manera más sencilla posible. Después de
1 d4 dS 2 c4CLlc6?! merece seria atención 3
e3!?
Si ahora las negras renuncian a la ruptura
en el centro 3 ... eS, la salida del caballo por
c6 parece bastante absurda. En caso de 3
... eS 4 dxeS la Enciclopedia de Aperturas
ofrece la siguiente variante: 4 ... d4! 5 exd4
\Wxd4 6 \Wxd4CUxd4 7 i.d3 i.g4! 8 f3 i.e6 9
i.e3 0-0-0 con ventaja negra, Réti - Bogol-
jubov, 1921. No obstante, las blancas pue-
den jugar S a3!, y llegamos a una posición
 Construcción de un repertorio de aperturas
que ya analizamos en el Contragambito
Albin. De nuevo debemos examinar la ju-
gada 4 ... dxc4?! Después de S'1Wxd8+ ~xd8
las blancas pueden elegir entre 6 etJf3 y 6
f4. El movimiento 6 etJf3 parece bastante
sólido, ya que después de 6 ... etJb4 7 ~d2!
la jugada 7 ... ~fS no funciona por 8 etJd4.
Las negras pueden jugar 6 ... ~g4 7 ~xc4
~xf3 8 gf etJxeS 9 ~e2, aunque las blancas
tienen ventaja en el final gracias a la pa-
reja de alfiles. La jugada 6 f4 parece más
arriesgada, aunque si las blancas consi-
guen mantener los peones unidos sin un
retraso apreciable en el desarrollo, enton-
ces tendrán garantizada una gran ventaja
en la apertura. No es conveniente para las
negras el juego rectilíneo 6 ... etJb4 7 ~d2!
~fS 8 etJf3! etJc2 por 9 etJd4, y en caso de 6
... ~e6 sigue 7 etJa3! Aquí el ordenador pro-
mete buenas perspectivas a las blancas.
Como hemos visto, con ayuda de 3 e3!? las
blancas pueden canalizar el juego hacia
variantes inexploradas, aunque razona-
bles, donde el efecto sorpresa se revierte a
su favor. Este enfoque es muy racional des-
de el punto de vista de un jugador prác-
tico. Este movimiento se halla en plena
armonía con el sentido común, y cumple
todos los requisitos que exige la posición.
Al menos uno puede estar seguro de que
si la primera experiencia con este enfoque
fracasa, la culpa no es de la apertura. Por
otra parte, puedes ignorar completamen-
te la práctica de torneos en estas apertu-
ras. Finalmente, si tu adversario encuentra
una vía segura para igualar, puedes dejar
3 e3 y buscar otra cosa. Por ejemplo, du-
rante el campeonato femenino de Bielo-
rrusia del año 1990, Elena Zayats estaba
segura de que su adversaria iba a jugar la
Defensa Chigorin. Sin embargo, no quería
jugar un final y pidió consejo a uno de los
grandes maestros más fuertes del mundo,
Boris Gelfand. Él recomendó la siguiente
variante: 1 d4 dS 2 c4 etJc6 3 etJc3 etJf6 4
etJf3 ~g4 5 cxdS ttJxdS 6 e4 etJxc3 7 bxc3
eS 8 dS etJb8 9 \Wa4+ etJd7 1OetJxeS \Wf6 11
~e2! con ventaja decisiva.
Las negras evitaron de esta variante y en
su lugar jugaron 3 ... eS? La partida conti-
nuó así: 4 cxdS etJxd4 5 e3 etJfS 6ttJf3 ~d6
7 !bS+ ~d7 8\Wa4 etJfe7 9 e4. Las blancas
obtuvieron una ventaja clara, y luego la
convirtieron fácilmente en una victoria.
Gelfand forma parte de la élite del ajedrez
mundial. Para mantener su estatus, debe
mantener una buena preparación de las
aperturas, garante contra cualquier sor-
presa, un repertorio perfeccionado acorde
a su nivel mundial.
Quiero hacer algunas matizaciones desde
el punto de vista actual. El libro Perfeccio-
namiento en ajedrez se escribió en el año
1992, en la era previa a los ordenadores.
Hoy cualquier ajedrecista utiliza el orde-
nador, y no es fácil sorprender al adversa-
rio en la apertura. Por eso la atención de
muchos jugadores se ha trasladado de
las grandes avenidas a los caminos más
estrechos. Para crear una incomodidad
psicológica al rival, algunos están listos
para andar por caminos rurales cubiertos
de maleza. Los editores comenzaron a
publicar más a menudo monografías de-
dicadas a tales aperturas. Sentí curiosidad
y abrí los libros La Defensa Chigorin según
Morozévich (Morozévich y Barsky son los
autores) y The Liberated Bishop Defence: A
Surprising and Complete Block Repertoire
against 7.d4 de Aleksei Bezgodov.
Aleksandr Morozévich es un excelente
gran maestro ruso, que durante mucho
tiempo formó parte de la élite del ajedrez
mundial. Sus victorias sobre los campeo-
nes mundiales Vladímir Kramnik, Viswa-
nathan Anand y otros «dioses» del firma-
mento ajedrecístico, obtenidas en una
lucha feroz e intransigente, proporciona-
ron a Morozévich la imagen de ser uno de
los ajedrecistas más brillantes, más activos
27
Construcción de un repertorio de aperturas
y con mayor talento del planeta. Al mismo
tiempo es uno de los ajedrecistas más im-
predecibles, de pensamiento más original,
aunque, por desgracia, más inestables del
mundo. Él ve a su manera cada posición,
penetra en ella y advierte las posibilidades
dinámicas más ocultas. Sobre el tablero
sus piezas, en sentido figurado, vibran con
tensión, y esta tensión, que literalmente
borbotea, a menudo no puede resistirla
su oponente. De una manera similar, aun-
que más rigurosa, jugaba el gran maestro
Vladímir Malaniuk, a quien no se le permi-
tió abandonar el país durante la época so-
viética, aunque en la actualidad quien más
recuerda al estilo de Morozévich es Hikaru
Nakamura. Y aunque todas estas compa-
raciones son arbitrarias, Morozévich es
único. Aunque también existe el reverso
de la moneda. Un conocido anuncio de te-
levisión advierte: «No intente repetir este
anuncio, ¡es peligroso para su vida!»
En el libro La Defensa Chigorin según Moro-
zévich, a la jugada 3 e3 y su paso al Contra-
gambito Albin mediante 3 ... eS 4 dxeS d4 S
a3!? solo se le dedica una partida, Bareev
- Morozévich, Elistá 1997, donde después
de S ... aS 6 lLlf3 (el ordenador también
propone la jugada 6 f4!?, que lleva a una
lucha de contenido complejo) 6 ... i.cS 7
ed i.xd4 8 i.e2 las blancas obtuvieron po-
sibilidades un poco mejores y finalmente
lograron ganar.
La conclusión de Morozévich es la siguien-
28
te: «En la variante 1 d4 dS 2 c4 lt:lc6 3 e3
eS 4 dxeS d4 las blancas poseen cierta
iniciativa. Con un juego preciso las negras
pueden igualar las posibilidades gradual-
mente, aunque para ello a menudo tienen
que entrar en un final algo peor». Absolu-
tamente lo mismo que escribí en mi libro,
aunque con otras palabras.
No sé cómo denominar a la siguiente
apertura que persigue el mismo plan: 1 d4
dS 2 c4 i.fS?!
En los años 70-80 gozó del favor de
Vladímir Malaniuk, uno de los maestros
internacionales más fuertes de aquella
época en la URSS. Necesitaba prepararme
seriamente para mi enfrentamiento con él
en el Campeonato de las Fuerzas Armadas,
que se celebró en Odesa el año 1981, y no
tenía a mano ningún manual de apertu-
ras. Después de 1 d4 dS 2 c4 i.fS?! centré mi
atención en 3 cxdS Las negras deben jugar
3 ... i.xb1, y entonces sigue 4 Wfa4+ Es evi-
dente que después de 4 ... 1Mfd7 o 4 ... lt:ld7
las blancas están mucho mejor gracias a la
pareja de alfiles y el centro, por eso solo
queda 4 ... c6! S ~xb1 (es mala 5 dxc6? por
5 ... lt:lxc6 6 f\xb1 eS!) S ... WfxdS Las negras
amenazan la maniobra lt:lb8-d7-b6, tras la
cual las blancas tendrían problemas con
la defensa del peón. Tras la banal 6 lt:lf3?!
lt:ld7 7 e3lt:lb6 81Mlb31Mfxb3 9 axb3 las ne-
gras en absoluto están peor. Por ese mo-
tivo las blancas jugaron 6 e3 lLld7 7 id2!
lLlb6 8 WfaS, y después de 8 ... lLlf6 9 WfxdS
 Construcción de un repertorio de aperturas

cxdS ganaron el final.

Pasado algún tiempo, en el campeonato

por equipos de las Fuerzas Armadas en
Sebastopol (1982), Smbat Lputian tam-
bién venció a Malaniuk de la misma ma-
nera. Malaniuk pronto se convirtió en gran
maestro y se incorporó a la élite soviética,
y en lo que respecta a su extraña jugada
2 ... ii.fs, pues ... ¡simplemente dejó de ju-
garla!

Un cuarto de siglo después el gran maes- Gambito Budapest

tro Aleksei Bezgodov le dio a esta apertura
un bonito nombre y publicó la monografía
«Apertura del alfil liberado».
Me encanta leer la obra de Aleksei Bezgo-
dov. Me gustó especialmente un artículo
en el que el autor da vida a las piezas de
ajedrez y comparte con el lector sus aspi-
raciones y ansiedades. En un nuevo libro
Aleksei Bezgodov, de religión budista,
convoca a una persona para que haga de
alfil. Ciertamente, el autor es una perso-
na y un publicista con talento, con quien
sería muy interesante discutir sus puntos
de vista sobre el ajedrez. Por desgracia,
Malaniuk no entró en el orden de juga-
das que elegí en mi partida contra él, por
eso no hubo ocasión de discutir el tema.
En una situación similar, en la monografía
las blancas en lugar de jugar el alfil por d2
mueven b2-b4, que habría tropezado con
el agudo contraataque a7-a5 con juego
confuso. Aunque en la posición que sur-
ge después de 1 d4 dS 2 c4 ifS 3 cd ixb1 4
Wfa4+ c6 S ~xb1 WfxdS 6 e3 ttJd7 7 id2! los
defectos posicionales de la jugada 7 ... aS?!
son tan evidentes, que no tiene sentido
discutir la posición del diagrama.
Véase el diagrama siguiente
Ahora centremos nuestra atención en otra
apertura.
Tras las jugadas 1 d4 ctJf6 2 c4 eS 3 dxeS ttJg4
aconsejo a mis alumnos jugar 4 e3 ttJxeS
S ctJh3!? ¿Por qué esta extraña jugada del
caballo a h3? Entiendo perfectamente que
si las blancas quieren refutar este provoca-
tivo comienzo necesitan examinar las ju-
gadas 4 ct'lf3 o 4ii.f4. También vale la pena
recurrir a los clásicos.
PARTIDA S
Alexander Alekhine- llya
Rabinovich
Gambito Budapest [A52]
Baden-Baden 1925
1 d4 ttJf6 2 c4 eS 3 dxeS ttJg4 4 e4!
«Esta jugada está plenamente justificada
como el mejor sistema para las blancas
en respuesta al Gambito Budapest. Las
blancas devuelven el peón, y a cambio se
apoderan del punto dS. No obstante, las
blancas deben jugar los siguientes movi-
mientos con mucha precisión, pues si no
su centro de peones puede ser objeto de
un fuerte ataque de las negras» (Aiekhine).
4 ... ttJxeS S f4
Véase el diagrama siguiente

S ... ttJg6

29
Construcción de un repertorio de aperturas
La teoría considera que es mejor la otra re-
tirada del caballo, 5 ... Cbec6. Puedo ofrecer
al lector esta miniatura: 5 ... Cbec6 6 ibe3
ibb4+ 7 Cbc3 V!1e7 8 ibd3 f5 9 Vl1h5+! g6
1O iWf3 ibxc3+ 11 bxc3 fxe4? 12 ibxe4 0-0
13 ibd5+ ct/h8 14 CLlh3 d6 15 0-0 ibxh3 16
iWxh3 iWd7 17 f5! gxf5 18 :!%ab1! f4 19 ibxf4
\Wxh3 20 ibe5+!, y las negras abandonaron,
Alekhine- Seitz, Hastings 1925.
6 tlJf3! ics 7 fS tlJh4? 8 tlJgS Wle7 9 Wlg4 f6
10 Wlh5+! g611 Wlxh4 fxgS 12 ixgS Wlf713
ie2 0-0 14 Elfl tlJc6 15 tlJc3 tlJd4 16 fxg6
Wlxg6 17 ~xf8+ ixf8 18 .ihs Wlb6 19 o-o-
o.ig7 20 ~f1 tlJe6 21 .if7+ <.tlh8 22 .ixe6
W!xe6 23 .if6! Las negras abandonaron.
No hay duda de que Alekhine era mu-
cho más fuerte que sus rivales, y que su
estrategia central es digna de estudio. Yo
todavía procuro seguir mi regla: en las
aperturas de dudosa calidad desviarme
de las principales líneas teóricas en favor
de otras menos analizadas, que a cambio
posean un fundamento estratégico. No
puedo evitar realizar una analogía con la
vida ajedrecística en la Unión Soviética.
Trabajé de entrenador en la URSS duran-
te muchos años, y tuve muchas disputas,
que en ocasiones se convirtieron en con-
flictos. Conozco a muchos jugadores y en-
trenadores que están dispuestos a discutir
durante mucho tiempo o incluso a pelear
por minucias. Tuve una rica experiencia
de actitudes bastante groseras e injustas
hacia mí y mis alumnos, aun así seguí tra-
30
bajando de la misma manera, como me
parecía correcto, y en cuanto a la malevo-
lencia, conseguí no gastar nervios y fuerza
y evitar disputas inútiles, simplemente ig-
norándolas.
Por supuesto, podemos pasar el tiempo
mirando las revistas de ajedrez de los últi-
mos años, realizar análisis y trazar sistemas
que nos aseguren una ventaja mayor en
el Contragambito Albín o en el Gambito
Budapest. ¿Pero es necesario esto en esta
época, cuando esta apertura la jugare-
mos una vez de cada cincuenta partidas,
mientras que disponemos de un esquema
bastante fiable que no requiere más tiem-
po y esfuerzo? Es necesario enseñar a los
jóvenes ajedrecistas a ganar gracias al tra-
bajo sobre la partida como un todo, y no
solo a ocuparse de la preparación de una
apertura súper compleja. ¿No será mucho
más práctico invertir todo ese tiempo en
el estudio de problemas de la apertura
realmente importantes, como los que
van encontrar las blancas en la Defensa
Nimzoindia, la India de Rey o la Grünfeld,
en lugar de los que atañen a la Defensa
Chigorin o a la apertura 1 d4 d5 2 c4 ibf5, y
de esta manera eludir temporalmente las
disputas sobre la apertura?
Regresemos a 5 tlJh3
Este movimiento me lo enseñó por pri-
mera vez uno de los jugadores de ajedrez
postal más fuertes del mundo, Donatas
 Construcción de un repertorio de aperturas

Lapienis. A menudo coincidíamos como Parece preferible el fianchetto de este alfil.

entrenadores en las competiciones infan-
tiles y analizábamos juntos los problemas 8 0·0 0·0 9 ctJc3 ifS10 tiJfdS aS?
de las aperturas.
Las negras han realizado algunas jugadas
La última jugada de las blancas parece naturales, pero rutinarias, y como resulta-
muy lógica. Un caballo blanco se sitúa en do tienen una mala posición.
c3, y el otro en f4, y así el punto dS estará
controlado completamente. Si las negras
desarrollan su caballo b8 por c6, entonces
uno de los caballos blancos ejercerá una
fuerte presión desde el puesto avanzado
dS. Por lo tanto, aparentemente las ne-
gras deben controlar la casilla dS con el
peón, aunque entonces las blancas ten-
drán excelentes posibilidades prácticas en
el juego contra el peón d6 Entiendo que
si las negras se defienden bien, podrían
obtener un contrajuego suficiente. Sin
embargo, esta forma de jugar la apertura
ofrece a las blancas excelentes posibilida- 11 e4! id712 f4 l2Jg613 fS CL:les 14 f6! ixf6
des prácticas. 1S l2Jxf6+ gxf616 .ih6l:!e8 17 tiJdSl:!e618
h4
Ilustraré mis conclusiones con la ayuda de
tres partidas de uno de mis alumnos, Ale- Las negras amenazaban 18 ... fS. Ahora a
ksandr Zazhogin, que se jugaron en com- esto sigue 19 ~gS.
peticiones infantiles. Todas estas partidas
son similares entre sí, sin embargo son 18 ... CL:le719WI'd2!
muy instructivas. Las negras desarrollaron
sus piezas con cierta negligencia, sin un Las blancas juegan al mate, no se apartan
plan bien pensado, e invariablemente ob- de su camino por el peón f6.
tuvieron posiciones peores. Por su parte,
las blancas se desarrollaron de acuerdo a 19 ... tlJxdS 20 cxdS l:!e8 21 l:!f2! fS 22 exfS
un plan de juego preparado, se apodera- \Wxh4 23 g3! \W d8 24 f6 c6
ron de la iniciativa, y después superaron a
su adversario mediante ataques enérgicos
y efectivos.

PARTIDA 6
Aleksandr Zazhogin - Filimónov
Gambito Budapest [A52]
Grodno 1989

1 d4 ctJf6 2 c4 eS 3 dxeS l2Jg4 4 e3 tlJxeS S

tiJh3 d6 6 l2Jf4 t2Jbc6?! 7 ie2 ie7?!
2S .if8! Las negras abandonaron.

31
Construcción de un repertorio de aperturas

PARTIDA 7 fxg6 28 \Wxg4 Las negras abandonaron.

Aleksandr Zazhogin- Yakunovich
Gambito Budapest [A52]
Vitebsk 1990
1 d4 etJf6 2 c4 eS 3 dxeS etJg4 4 e3 tt:lxeS S
¿¿j h3 tLl bc6?! 6 tLl f4 ib4+
El cambio de los alfiles de casillas negras
es favorable a las blancas. Tenía sentido
jugar 6 ... g6.
7 .id2 ixd2+ 8 'Wxd2 d6 9 etJc3 0-0 10 ie2
~e811 0·0 etJg612 ¿¿jfdS .ifS?! 13 f4!
PARTIDA 8
Aleksandr Zazhogin - N. Miezis
Gambito Budapest [A52]
Vilnius 1990
1 d4 etJf6 2 c4 eS 3 dxeS etJg4 4 e3 tt:lxeS S
tLl h3 tLl g6 6 g3 tLl c6 ?! 7 f4!
Las negras han impedido la llegada del ca-
ballo blanco a f4, sin embargo su propio
caballo está mal situado en g6. Las blancas
juegan a restringir este caballo, y al mismo
tiempo incrementan su ventaja de espa-
cio.

7 ... ib4+?!

Era bastante más lógica 7 ... ics, con ata-

que al peón débil e3.

8id2'Wfe7?

En esta casilla la dama se convierte en un

Las negras no han cometido todavía erro- objetivo excelente para el caballo blanco,
res graves, pero han jugado sin plan. Como que tiende a ocupar la casilla dS.
consecuencia, la posición de las blancas es
bastante superior. 9 'Wl e2 ixd2 + 1O'Wl xd2 0-0 11 tLl c3

13 ... 'Wfd714 ~ae1 tt:lce71S e4!

Una jugada muy enérgica.

1S ... etJxdS 16 cxdS ig4?

Las negras cometen un error fatal, aunque

incluso después de 16 ... ixe4 17 ibs c6
18 dxc6 bxc6 19 ltJxe4 cxbS 20 fS el domi-
nio de las blancas es total, a pesar del equi-
librio material. Ahora el alfil de las negras
cae en la trampa, y la partida concluye.
Yde nuevo la ventaja blanca es indudable.
17 .ibs c618ia4 ihS19 fS eLleS 20 \Wgs g6
21 h3 'Wfc7 22 g4 ixg4 23 hxg4 h6 24 'Wxh6 11 ... ~e812 etJdS \Wd6?
¿¿jxg4 25 'Wh3 'Wb6+ 26 @g2 @g7 27 fxg6

32
 Construcción de un repertorio de aperturas
La retirada a d8 es mejor que esta extraña
jugada.
13 i.g2 éL'ld814 eS!
Tras este lindo golpe táctico la partida
prácticamente está terminada. El futuro
gran maestro letón ya podía haber cesado
la resistencia aquí.
14 ... \Wc6 1S éL'le7+ éL'lxe7 16 i.xc6 dxc6 17
lL'lf2 éL'le6 18 0-0 éLlxcS 19 e4 éL'lg6 20 \Wc2
ttJe6 21 E:ad1 éLlef8 22 E:d2 éL'le7 23 E:fd1 b6
24 E:d8 i.b7 2S E:xe8 E:xe8 26 b4 éL'le6 27 fS
éLlgs 28 \Wb3 eS 29 bxcS éLlxfS 30 \Wa4 ~f8
31 c6 lL'lf3+ 32 ~g2 i.xc6 33 \Wxc6 éL'l3d4 34
E:xd4 éLlxd4 3S \Wxc7 éL'lbS 36 \Wc6 Las ne-
gras abandonaron.
Desde luego, el juego de las negras en es-
tas partidas estuvo bastante alejado del
ideal. Sin embargo, los jugadores de nivel
mundial rara vez utilizan tales aperturas, y
en todo caso, para empezar, este sistema
con las blancas es bastante normal.
Por cierto, si comparamos las partidas de
Alekhine y Zazhogin (Dios me perdone
por tal blasfemia ... ), sin saber quién con-
ducía las blancas, sería difícil decir cuál de
ellas la jugó el gran campeón, y cual un
candidato a maestro desconocido, porque
el nivel de resistencia fue más o menos el
mismo.
Tengo que reconocer que nunca abría la
Enciclopedia de aperturas de ajedrez para
intentar obtener ventaja siguiendo las re-
comendaciones del autor. Estoy acostum-
brado desde niño a no confiar ciegamente
en los manuales, y a utilizarlos como pun-
to de partida para el trabajo analítico de
las aperturas, revisando prácticamente
cada jugada en las variantes principales.
La «Enciclopedia» consiste en su mayor
parte en una selección de partidas, cla-
sificada según diferentes variantes, y es
adecuada para el trabajo como referencia.
Cada jugador debe tener su propia teoría
de aperturas, que incluirá esquemas nue-
vos y antiguos (¡aunque actualizados!),
variantes, ideas y jugadas. Nosotros inten-
tamos desarrollar un tipo de repertorio de
aperturas que ayude al ajedrecista a pen-
sar estratégicamente, que le lleve a me-
jorar constantemente las habilidades del
juego posicional y que le permita plantear
problemas bastante complejos a su ad-
versario. Si es posible, nuestro repertorio
de aperturas debe estar algo alejado de la
última moda, para no saturarse con el flujo
de información.
En consecuencia, si decide ampliar su re-
pertorio de aperturas con nuevas varian-
tes, hágase las siguientes preguntas:
¿Necesito esto ahora, cuando esta variante
la juega casi todo el mundo en los últimos
tiempos?
¿No sería mejor dirigir mis esfuerzos hacia
una variante menos popular, también con
buenos fundamentos posicionales, aunque
menos investigada?
Ahora dirigiremos nuestra atención a las
aperturas de buena calidad. En estas aper-
turas es difícil que las blancas pretendan
alcanzar una ventaja seria en la apertura,
y por eso en una primera fase mi trabajo
con los jóvenes ajedrecistas se limita a ex-
plicar las principales ideas estratégicas y a
la elección de variantes que lleven a po-
siciones complejas, ricas en posibilidades
activas.
Gambito de Dama
Empecemos con el Gambito de Dama re-
husado: 1 d4 dS 2 c4 e6 3 lL'lc3
Véase el diagrama siguiente
Aquí ya aparece una sutileza: las negras
33
Construcción de un repertorio de aperturas

Intentaré explicar cuál es la esencia de la

lucha por la diagonal b1-h7. El ataque de
minorías de peones es uno de los planes
de juego posibles para las blancas. En el
flanco de dama disponen de dos peones
contra tres de las negras. Supongamos
que el peón «b» alcanza la casilla b5:

pueden elegir entre 3 ... lLlf6 y 3 ... !le?.

Poseo una amplia experiencia, y sé que
por lo general el joven ajedrecista con el
que empiezas a trabajar no comprende
la diferencia entre estas dos jugadas, y
tiene una idea muy vaga de lo que es un
ataque de minorías, si es que la tiene. Por
lo tanto, es importante atraer su atención
sobre los momentos claves del combate. Y No se puede prevenir la aparición de una
en primer lugar sobre la importancia de la debilidad en la estructura de peones de
diagonal b1-h7 en el sistema de Carlsbad. las negras, bien en c6 o en d5.
Después de 3 ... etJf6 las blancas tienen la
posibilidad de conquistar esta diagonal. Ahora supongamos que después de los
Después puede seguir 4 cxdS exdS S .igS, y movimientos S ... .ie7 6 e3 c6 las blancas
ahora las negras no pueden jugar 5 ... ilf5 no juegan 7 \Wc2!, sino 7 etJf3?! Las negras
por 6 :flxf6. Las negras deben elegir entre deberían aprovechar inmediatamente la
5 ... !le 7 y 5 ... c6. oportunidad y jugar 7 ... ilf5! Para llevar
a cabo el ataque de minorías las blancas
Tras S ... .ie7 6 e3 está claro que de nue- necesitan la casilla bl para su torre, por lo
vo no vale 6 ... ilf5 por 7 :flxf6:flxf6 8 \Wb3, que tendrían que cambiar los alfiles de ca-
y las negras pierden peón. Entonces, las sillas blancas. La variante continúa así:
negras tienen que jugar 6 ... c6, y después
de 7 \& c2! las blancas se apoderan de otra 7 ... .its 8.id3 .ixd3 9'.Wxd3 etJbd710 o-o o-o
diagonal importante. Preste atención: la 11 ~ab1 aS 12 a3 ~e813 b4
jugada de dama es más precisa que 7 id3,
porque las negras tienen el recurso 7 ...
l2Je4! En cambio en respuesta a 7 \Wc2 la
jugada 7 ... l2Je4? es un error a causa de 8
:flxe7 \Wxe7 94Jxd5.

Supongamos que las negras han jugado

5 ... c6, y las blancas 6 e3. Ahora es posi-
ble 6 ... ilf5, aunque después de 7 iWf3! las
negras no pueden evitar el debilitamiento
de su estructura de peones en el flanco de
dama, ya que no vale 7 ... g6 por 8 g4!

34
 Construcción de un repertorio de aperturas
Aquí las negras pueden jugar 13 ... tt:Je4
con una posición más o menos equilibra-
da, aunque cuando se han cambiado los
alfiles de casillas blancas la mejor forma
de luchar contra el ataque de minorías
es la directa 13 ... bS!?, seguida de la ma-
niobra posterior del caballo a c4. Es ne-
cesario recordar que cuando están sobre
el tablero los alfiles de casillas blancas en
plan con b7-b5 tiene serias deficiencias
desde el punto de vista posicional. Es útil
para el lector saber que a veces las negras
emprenden la lucha por la importante
diagonal con ayuda de la larga maniobra
tt:Jd7-f8-e6, g7-g6, tt:Je6-g7 y ifs, aunque
generalmente las blancas tienen tiempo
para «ocuparse» del peón c6, como en la
siguiente partida.
PARTIDA 9
Ígor Novíkov- Andrei Jaritónov
Gambito de Dama [036]
Sebastopol 1986
La apertura de esta partida transcurrió así:
1 d4 dS 2 c4 e6 3 tlJc3 ctJf6 4 cxdS exdS SigS
ie7 6 e3 c6 7 id3 tlJbd7 8 W/c2 ctJfS 9 ctJf3
tlJe6 10 ih4 g6 11 0-0 0-0 12 ~ab1 ctJg7 13
b4 a6 14 a4 ifS 15 bS axbS 16 axbS ~eS 17
~fc1 ixd3 1S W/xd3 ctJfS 19 ixf6 ixf6 20
ctJa4 ~es
El gran maestro Andrei Jaritónov (enton-
ces todavía maestro internacional}, co-
mentando esta partida en el «Informador»
n.o 42, apuntó que en lugar de 20 ... :r'l:e8?!
era mejor jugar 20 ... \Wd6 con idea de 21 ...
:r'l:c7, y después en caso de necesidad :r'J:fc8,
aunque las posibilidades de las blancas
siguen siendo preferibles. En generat en
posiciones de este tipo las negras prácti-
camente no tienen perspectivas de jugar
a ganar. Las blancas pueden «acogollar»
al peón c6 sin dificultades y sin riesgo de
perder. Nunca he sido adicto a las estadís-
ticas, aunque creo que entre el 35 y el 40
por cierto de estas partidas termina con la
victoria de las blancas, y el resto en tablas.
Las negras pierden demasiado tiempo en
el cambio de los alfiles de casillas blancas.
21 bxc6 bxc6 22 ~b6 tlJe7 23 ~cb1 W/d6 24
Wlb3 ~as 25 ~b7 ctJfS 26 ltJcs ~e7
Las blancas han conseguido el dominio de
la columna «b» y del puesto avanzado cS.
Las negras deben aceptar la simplificación
de la posición a causa de la amenaza 27
:r'l:d7.
27 ~bS+! ~xb8 28 W/xbS+ WlxbS 29 ~xbS+
@g7 30 g4! ctJh4 31 ctJxh4 ixh4 32 ~c8
La estrategia de las blancas ha tenido éxi-
to: el peón c6 está perdido. La única con-
trachance de las negras es atacar al peón
f2.
32 ... ~a7 33 ~xc6 ~a2 34 ctJd3 ~d2 35 ~c3
35
Construcción de un repertorio de aperturas

fS!? 36 gxfS gxfS 37 ~f1 f4!?

Las negras hacen esfuerzos heroicos para

crear contrajuego. Las blancas amenaza-
ban expulsar a la torre de la casilla d2 y
ocupar la segunda fila con su propia torre,
tras lo cual la materialización del peón de
ventaja sería solo cuestión de tiempo.

38 CLlxf4?

Ígor Novíkov cede a la tentación de ga-

nar otro peón, manteniendo compacta
su estructura de peones, aunque al mis-
mo tiempo permite a las negras activar
significativamente sus piezas. La decisión
correcta era 38 exf4!, y después de 38 ...
~f6 39 ~g2 ~f5 40 ~f31as blancas deben
ganar. Aunque es muy probable que tanto
la calidad del juego como el resultado se
vieran afectados por los apuros de tiempo.
conseguir ventaja mediante 8 e4 dxe4 9
~xf6 ~xf6 1O iWxe4+, como jugó Eingorn
contra Karpov en el campeonato de la
URSS del año 1988. Después de 1O ... ~e6
11 ~c4 iW e7 12 ~xe6 iWxe6 13 iWxe6 fxe6
14 0-0-0 tt:la6 15 flhe1 tt:lc7 16 tt:le4 ~el
17 f\d3 las blancas obtuvieron una ventaja
mínima en el final, aunque la partida ter-
minó en tablas.

38 ... gxf2+ 39 ~g1 gd2 40 ctJxdS ~g6!
Las negras tienen dos peones menos, sin
embargo ya no tienen nada que temer.
41 gc8 ~fS 42 gf8+ ~g4 43 gf4+ ~h3 44
gf3+ ~g44S gf1 ge2!46 ctJf4gxe3 47 CLlg2
:Be4 48 ctJxh4 ~xh4 49 :Bd1 ~gS 50 ~f2
~f6 51 :Bd3 ~e6 52 :Be3 ~dS Tablas.
Después, y en el mismo campeonato, Kar-
pov probó esta variante con blancas con-
tra. Las negras eligieron una continuación
de doble filo: 8 ... tt:lxe4 9 ~xe7 ~xel (9 ...
iWxe7 1O tt:lxd5!) 1O tLlxe4 dxe4 11 iWxe4+
~e6 Aquí Karpov mostró las deficiencias
de la posición negra mediante 12 ~c4
iWa5+ 13 ~f1 !, y después de 13 ... iWf5 14
iWe3 tbd7 15 f\e1 f\ae8

Ahora centremos nuestra atención en

la jugada 3 ... i.e7 Aprendí sus sutilezas
hace mucho tiempo, tras el match por el
campeonato del mundo del año 1963 en-
tre Mijaíl Botvinnik y Tigran Petrosian. La
idea, modesta a simple vista, consiste en
que con esta jugada las negras pretenden
ocupar la diagonal b1-h7 con el alfil en el
caso de que las blancas quieran encauzar
la partida por los raíles de la variante de
Carlsbad. Por ejemplo, 3 ... i.e7 4 ctJf3 ctJf6
S cxdS exdS 6i.gS c6 7'Wc2 g6!?
con el oculto sacrificio de peón 16 d5!!
Véase el diagrama siguiente cxd5 17 ~b5!, comenzó un ataque contra
el rey que proporcionó a las blancas una
Por ejemplo, las blancas han intentado victoria magnífica.

36
 Construcción de un repertorio de aperturas

Sin embargo, poco a poco, las negras en-

contraron una manera de neutralizar la
iniciativa del adversario. La partida Ruban
- Dreev, Tiflis 1989, continuó así: 8 e4 dxe4
9 .ixf6 .ixf6 1O'\W xe4+

i.~.t~·~ ~~
~¡t(¡~·· "~!~ i
LX~!~~~!~
~~~~~·o·•~~
~~~~~~~~~
.~.~.0f¿J%
~ ~/-
'1!.~.~
~ ~
demasiado optimista, que debilita una
posición más o menos igualada. 29 !xd3
b 'flJ
t~L}. ~~j~-:t
..
a rr~ b '!~ 30 iWxd3 c4 no proporcionó a las blancas
posibilidades reales de éxito.
'u' ~ %V •

Creo que es útil tener en cuenta que des-

10 ... '1We711.ic40-0 12 o-o'\Wb4! 13 .ib3 .tts pués de 3 ... !el el golpe central 4 e4 no
14 'IWf4ttJ d7 1S :¡;fe1 aS 16 g4 .ie6 17 .ixe6 ofrece nada a las blancas.

Las negras han resuelto todos los proble-

mas de apertura, y no temen el golpe 1l
:gxe6, porque después de 1l ... fxe6 18
!xe6+ @h8 19 !xdl iWxb2 20 iWc1 iWb4
disponen de un fuerte contrajuego.

17 ... fxe618 '1We3 :gae819tLle4.ig7 20 :gadl

tLlb6! Las negras se apoderaron de la ini-
ciativa y más tarde ganaron la partida.

El interés teórico por la variante que em-

pieza con 7 '\Wc2 empezó a decaer. En la
partida A. Karpov - A. , Rotterdam 1989,
las blancas consiguieron ganar después
de una aguda lucha: 1 c4 e6 2 d4 dS 3 ctJc3
!el 4ctJf3 l2lf6 S cxdS exdS 6!gS c6 liWc2
ctJa6!? 8 e3 (a 8 a3 sigue 8 ... g6) 8 ... ctJb4 9
iWd1 !fs 1o:gel aS 11 !e2 0-0 12 0-0 ctJdl
13 !xel \Wxel 14 iWb3 :gfb8 1S ctJa4 ctJa6
16 !xa6 :gxa6 1l ltJcs :gb6 18 iWc3 :gbs 19
me1 h6 20 b3 !e4 21 ctJd2 !g6 22 ctJf1
Véase el diagrama siguiente
22 ... lLlxcS 23 dxcS b6 24 cxb6 :g8xb6 2S
ctJd2 iWa3 26 ctJf3 es 2l \M!d2 !e4 28 lLles
:ge6 (28 ... c4!?) 29 ctJd3 gS?! Una jugada
Comparemos esta posición con la que
surge en el gambito eslavo después de 1
d4 dS 2 c4 e6 3 l2lc3 c6 4 e4 dxe4 S l2lxe4
!b4+
Véase el diagrama siguiente
Aquí las blancas pueden sacrificar un peón
mediante 6 !d2 iWxd4 l !xb4 iWxe4+ 8
!e2, porque la posición de las negras se
ha debilitado con el movimiento cl-c6.
Sin embargo, en el Gambito de Dama des-
pués de 4 ... dxe4 S l2lxe4 !b4+ las blan-
cas deben jugar 6 ctJc3, y entonces las ne-
gras mediante 6 ... eS obtienen suficiente

37
Construcción de un repertorio de aperturas
contra juego.
Regresemos a la jugada 3 ... lt:Jf6. Después
de 4 cxdS exdS 5 ~gS ~e7 6 e3 c6 7 Wc2
la diagonal b1-h7 está en manos de las
blancas. Pueden elegir entre el ataque de
minorías de peones u otros planes de jue-
go. El ataque de minorías de peones es un
plan muy seguro, no obstante las negras
disponen de medios para resistir. Para los
alumnos que deseen conocer los planes
de las dos partes en este caso, les será útil
estudiar el capítulo «Posiciones típicas en
la estructura de peones de Carlsbad», del
corto aunque instructivo libro de Boris
Zlotnik Tipovie pozitsii mittelshpilya 7 , que
publicó en el año 1986la editorial «FiS 8 ».
Sin embargo recuerdo el irónico comenta-
rio del maestro Oleg Dementiev, que fue
entrenador del gran maestro Arshak Pe-
trosian: «Si en tus mejores años atacas al
peón c6, ¿qué harás cuando seas mayor?»
Comparto la opinión de que en la varian-
te de Carlsbad del Gambito de Dama un
ajedrecista joven debe elegir un plan con
unas posibilidades estratégicas más am-
plias que el ataque en el flanco de dama.
La siguiente partida me produjo una gran
7 Nota del Traductor. Su traducción al castellano
sería Posiciones típicas en el medio juego.
8 Nota del Traductor. Fizkultura i Sport (Cultura
Física y Deporte). Este libro no se ha traducido al
castellano, pero el citado capítulo se puede en-
contrar en el libro Fundamentos estratégicos del
ajedrez, de la editorial Martínez Roca, Colección
Escaques, n.o 77, 1985.
38
impresión.
PARTIDA 10
Mijaíl Botvinnik- Paul Keres
Gambito de Dama [036]
Moscú 1952
1 d4 ét:lf6 2 c4 e6 3 ét:lc3 dS 4 cxdS exdS S ,igs
.ie7 6 e3 0-0 7.id3 éL\ bd7 8Wf c2l!e8 9 éL\ ge2
éLlf810 0-0 c611 ~ab1
Las blancas han desarrollado el caballo de
rey por e2 y muestran sus intenciones de
iniciar el ataque de minorías de peones. Es
más habitual que el caballo de rey se en-
cuentre en f3.
11 ... .id6?
Keres emplea uno de los mejores méto-
dos para contrarrestar el ataque de mi-
norías de peones; sin embargo, no presta
atención a la diferencia en la situación del
caballo blanco. En efecto, con el caballo
en f3 el plan de las negras incluye las ju-
gadas ~e7-d6, ltJf8-g6, h7-h6, el cambio
en f6, ~g5xf6 Wd8xf6, después ~c8-g4 y
lt:Jg6-h4, lo que con frecuencia conduce a
un ataque devastador en el flanco de rey.
Aquí el caballo blanco ha salido por e2, y
esto permite a Botvinnik desviarse del ata-
que de minorías de peones e iniciar una
ofensiva en el centro. La situación del alfil
negro en d6 solo contribuye al desarrollo
 Construcción de un repertorio de aperturas

de la iniciativa de las blancas y viene a ser

una pérdida de tiempo decisiva.

12 cJihl

La amenaza consistía en 12 ... ~xh2+ y 13

... tt'lg4+

12 ... lLlg613 f3!

«Las blancas estaban preparadas para el

ataque estándar en el flanco de dama, 11
:i'l:ab1. Ahora, por supuesto, rechazan este
plan en favor del ataque en el centro. Las
negras no pueden impedir el avance e3-
e4, porque en esta posición es difícil reali-
zar el contragolpe c6-c5. Esta es la conse-
cuencia de la desafortunada jugada 11 ...
~d6» (Mijaíl Botvinnik).
13 ... .ie714 ~be1lLld7
Keres se prepara para responder al ataque
por la columna «h», apoyado con 30 :i'l:h3,
mediante 30 ... f5, pero inesperadamente
aparece un golpe táctico: 30 lLlfS! ~fe8 31
ttJh6+
Botvinnik no se conforma con ganar la ca-
lidad y concluye la partida con un ataque
enérgico en el flanco de rey.

La jugada 14 ... h6 puede refutarse me-
diante 15 ~xh6 gxh6 16 ~xg6.
151l.xe7 ~xe7 16lLlg3 lLlf6 17 '1Wf2ie6 18
lLl fS! .ixfS 19 .ixfS '1Wb6 20 e4
En el plano estratégico la partida ya está
decidida. Las negras no pueden oponer
nada al abrumador ataque del adversario.
20 ... dxe4 21 fxe4 ~d8 22 eS ttJdS 23lLle4
El caballo blanco penetra en el campo
contrario, porque 23 ... (fjc? 24 (fjd6 (fjes
es imposible por 25 (fjcs o bien 25 {fjxf7.
31 ... cJit8 32 'IWf6lLlg7 33 ~cf3 ~c8 34 ttJxf7
~e6 35 '\WgStLlfS 36 tLlh6 '\Wg7 37 g4 Las ne-
gras abandonaron.
En la actualidad el plan de Mijaíl Botvinnik
ya hace tiempo que no es una revelación
en el campo de la estrategia, sin embargo
es uno de los métodos de juego típicos en
este tipo de posiciones. Por eso, ahora las
blancas no enmascaran sus intenciones
agresivas en el centro mediante 11 :i'l:ab1,
y juegan directamente 11 f3

23 ... lLlf8 24lLld6 '\Wc7 25 .ie4lLle6?!

La mejor posibilidad práctica de las negras

era el sacrificio de calidad en d6.

26 '\Wh4 g6 27 .ixdS cxdS 28 ~el '@' d7 29 ~c3

~f8

Véase el diagrama siguiente

La posición es muy tensa, no obstante las

39
Construcción de un repertorio de aperturas
blancas sostienen firmemente la inicia-
tiva estratégica. Por cierto, no han firma-
do ningún «juramento sagrado» que las
comprometa a jugar e3-e4, y, digamos,
pueden jugar g2-g4 y después lt'lg3, o a
veces, cuando el alfil negro está en e6, y el
caballo en g6, pueden emprender el avan-
ce del peón «f». No obstante, la ruptura en
el centro es su idea principal.
La teoría ya se ha ocupado en gran medi-
da de la posición del último diagrama, sin
embargo en este libro me gustaría familia-
rizar al lector con mis métodos de trabajo,
y no escribir una monografía de aperturas.
Por eso, en la medida de lo posible utili-
zaré mis propias partidas y las partidas de
mis alumnos, aunque también algunas
partidas de eminentes ajedrecistas que
pertenecen a la herencia clásica.
Las negras no pueden evitar el avance
del peón «e», excepto con la jugada 11
... eS?, sin embargo a este movimiento
es muy fuerte 12 É\ad 1!, que amenaza 13
~xf6 o 13 dxcS ~xcS 14lt'lxdS. Por eso, de
momento deben apuntar al contrajuego
contra el inestable centro adversario. Las
blancas, sin embargo, necesitan preparar
sus acciones activas en el centro, teniendo
en cuenta la posición de sus torres.
En una partida contra mí del campeona-
to por equipos de las Fuerzas Armadas
de la URSS (Minsk 1984), el gran maestro
Timoshenko intentó determinar inmedia-
tamente la posición central con la jugada
11 ... ttJh5 Después de 12!xe7'\Wxe713 e4
dxe4 14 fxe4 las negras jugaron 14 ... !g4;
ahora prácticamente han concluido lamo-
vilización de sus fuerzas y están prepara-
das para atacar el centro blanco mediante
É\a8-d8 y lt'lf8-e6. Las blancas necesitan
jugar con energía.
15 E:f2!?
La mejor posición para las torres blancas
40
es el doblaje por la columna «f».
15 ... ttJe616 E:af1 E:f8
Las negras evitan el debilitamiento de la
posición, pero pierden muchos tiempos
en la defensa del peón «f7». Ahora las
blancas se apoderan de la iniciativa.
17 dS?!
La elección de qué peón avanza es una
cuestión de gustos. Yo me decanté por el
peón de dama, aunque la jugada 17 eS
también tiene sus ventajas. Posteriormen-
te, Vasily lvanchuk en el match de candi-
datos contra Artur jugó de forma análoga
a la partida Botvinnik- Keres: adelantó el
peón «e», trasladó el caballo a e4, obtuvo
ventaja y ganó la partida en un estilo ex-
celente.
17 ... liJes 18 ttJd4 '\Wes 19 ttJb3 ttJxd3 20
'\Wxd3ttJf6
En hS el caballo carece de perspectivas;
además, en todas las variantes las negras
deben considerar la amenaza ms.
21 h3!c8
Si 21 ... ~d7, entonces es peligrosa 22lt'lcs.
22ttJd2! !d7 23ttJc4 '\We7
La primera impresión es que las blancas
poseen una seria ventaja, sin embargo no
es fácil derrumbar la posición de las ne-
gras. ¿Cómo deben jugar las blancas?
Véase el diagrama siguiente
Quería decidir la partida por medios estra-
tégicos, y perdí mucho tiempo pensando
en la jugada 24 '\Wd4!? Si ahora las negras
permiten el sacrificio de calidad tras 2S
É1xf6 gxf6 26 d6 y después É1xf6 y eS, su
posición será desesperada. Por eso 24 ...
 Construcción de un repertorio de aperturas
eS es una jugada única. Indagué durante
bastante tiempo el final que surge tras 2S
WifeS 9 WifxeS 26 éi'lxeS, sin embargo no al-
cancé a comprender si estaba o no gana-
do. Por eso descarté la jugada 24 Wifd4 en
favor de 24 d6!?
En realidad, apenas consideré esta conti-
nuación, porque este movimiento solo fue
una alternativa a 24 Wifd4en la posición del
último diagrama. Después de 24 ... Wi e6 25
eS lLJdS tuve miedo de caer en el zeitnot,
porque en ese momento ya había gastado
mucho tiempo. En la partida se acordaron
las tablas después de 26 Wifd4 éi'lxc3 27
bxc3 eS 28 Wife4~c6 29Wifg4 Wifxg4 30 hxg4
~bS 31 m4 mes.
No obstante las blancas tenían a su dispo-
sición la interesantísima jugada 26 lDe4!
Durante el juego, con el reloj corriendo, la
descarté por 26 ... bS 27lDgS Wih6 28lDxf7
WihS 29 lDe3 ie6, y las blancas pierden
una pieza.
Véase el diagrama siguiente
Cuando mostré esta partida a mis alum-
nos, uno de ellos encontró la excelente
posibilidad 30 lLJxdS cxdS {30 ... ~xdS 31
d7) 31 d7 Ahora 31 ... ~xfl pierde después
de 32 e6, y solo queda 31 ... ~xf7 32 ~xf7
ixf7 33 Wic3! WigS!
9 Nota del Editor: El ordenador considera que es
más fuerte 25 We3! con una gran ventaja de las
blancas.
Es mala 33 ... :Sf8 por 34 e6, mientras que
la jugada 33 ... ~e6 se refuta mediante 34
Wfc6, y también pierde 33 ... :Sd8 a causa
de 34 Wifc7 Wifgs 3S :Sf6!
Aquí puede parecer que el ataque de
las blancas se ha extinguido, porque a
34 Wifc8+ Wfd8 3S Wifc6 tropieza con 3S ...
Wfb6+, mientras que después de 34 Wic6
~d8 no vale 3S e6? por 3S ... Wfe3+ Sin em-
bargo las blancas tienen a su disposición
la jugada tranquila 35 Wid6!! con la amena-
za ~h 1, y solo después eS-e6; resulta que
las negras aquí están indefensas.
Sin embargo, regresemos a la posición del
último diagrama. El ordenador encontró
un camino corto y muy efectivo para al-
canzar el objetivo: 30 g4! Wixh3 (30 ... Wifh4
31 éi'lg2!, y cae la dama) 31lDxd5!! Wixd3 32
lDe7++!; tampoco ayuda 31 ... Wifxg4+ 32
:Sg2.
En la partida Riskin - Deiko, Minsk 1984,
las negras también continuaron 11 ... lLJhS
12 ixe7 Wixe7 13 e4, aunque aquí Deiko
decidió no abrir la columna «f» y en su
lugar jugó 13 ... ie6 Riskin respondió di-
rectamente 14 eS!? g615 f4lLJg716lDg3, lo
que obligó a las negras a bloquear el flan-
co de rey con la jugada 16 ... fS
Ahora las blancas, en posesión de ventaja
de espacio y con las piezas mejor situadas,
comenzaron a atacar a su oponente en el
flanco contrario: 17lDa4 ~ac8 18 a3 b6 19
41
Construcción de un repertorio de aperturas
b4 !d7 20 é2Jc3 é2Jfe6 21 é2Jge2
Las negras están restringidas. Sus caballos
no pueden ocupar a la vez la casilla e6, la
posición del alfil en d7 tampoco es envi-
diable. Las blancas disponen de un plan
de acción claro con una idea principal: el
ataque a la cadena de peones del adversa-
rio mediante b4-b5. La posición negra está
estratégicamente perdida.
21 ... ~edS 22 b5 !es 23 \Wb3 \Wb7 24 bxc6
ixc6 25 ~ac1 a6 26 é2Ja2 b5 27l2Jb4 \Was 2S
l2Jxc6!
Sin siquiera dudarlo, Riskin cambia el alfil
«malo» del adversario, que juega un papel
importante en la defensa.
2S ... ~xc6 29 ~xc6 \Wxc6 30 \Wb4 ~eS 31 ~el
\Wd7 32 ~xcS+ \WxcS 33 @f2
Las blancas culminan los preparativos
para la ruptura de peón a3-a4.
33 ... \Wds 34 g3 @f7 35 a4 \Wb6 36 axb5
l2Jc7 37 é2Jc3l2Jge6 3S t2Ja4 \Wxd4+ 39 \Wxd4
l2Jxd4 40 b6 t2Jce6 41 !xa6 éLJdS 42 é2Jc3 g5
43 !eS gxf4 44 gxf4 t2J4e6 45 é2Jxd5 Las ne-
gras abandonaron.
Ahora veamos cómo se probó el esquema
de Mijaíl Botvinnik en los campeonatos
juveniles. Quiero presentar al lector las
partidas de dos candidatos a maestro en
el campeonato juvenil de Minsk del año
42
1988, precisamente el jugador de 14 años
Aleksandr Zazhogin, y el de 15 años Oleg
Romanov, con los que acababa de empe-
zar a trabajar.
PARTIDA 77
Aleksandr Zazhogin - Ziulev
Gambito de Dama [036]
Minsk 1988
1 d4 d5 2 c4 e6 3 é2Jc3é2Jf6 4 cxd5 exd5 5 i,g5
c6 6 \Wc2 !e7 7 e3 0-0 S !d3 é2Jbd7 9 é2Jge2
~es 10 o-o éLJfS 11 f3 g6 12 ~ad1 é2Je6 13
ih4\Wc7?!
Plantea una celada, sin embargo es una ju-
gada dudosa. A 14 e4? las negras planean
responden 14 ... dxe4 15 fxe4 ctJg4 16 ~g3
\Wd8, con ataque al peón d4 y a la casilla
e3.
14 \Wc1!?
Una decisión original. Las blancas contro-
lan la casilla e3 con la dama y permiten
que el alfil de casillas blancas retroceda a
la casilla b1. Sin embargo, parece más na-
tural14~h1.
14 ... é2Jh515 ixe7\Wxe716 e4 ~dS
Una posición peculiar. ¿Qué plan deben
elegir las blancas? El desarrollo más natu-
ral parece ser el avance de los peones «e»
 Construcción de un repertorio de aperturas
y «f», sin embargo las negras en respuesta
a 17 eS tienen preparado el contragolpe
central c6-c5. Zazhogin empieza la prepa-
ración del ataque en el centro.
17 .ib1
También eran ventajosos otros planes.
Merecía atención 17 Wle3, para después
de 17 ... b6 cambiar drásticamente el ca-
rácter del juego mediante 18 exdS cxdS
19 me1 o incluso 19 g4li:Jf6 20 ~fe1, en
analogía con la 14" partida del match Bot-
vinnik- Petrosian, que examinaremos más
adelante.
17 ... b61S1We3 .ib7 19 a3 :Bes 20 eS :BadS
21 f4
Las blancas son consecuentes en sus ac-
ciones, aunque en comparación con la
partida anterior las piezas del adversario
están situadas con mayor armonía, y las
negras no necesitan bloquear mecánica-
mente los peones blancos mediante f7-f5.
21 ... eS! 22 ia2CLlhg7
Las negras amenazan cambiar dos veces
en d4, con la posterior maniobra l/Jg7-f5 y
el avance del peón «d».
23 g4!?
Una decisión muy arriesgada, aunque
concreta y directa.
23 ... hS
Era mucho más lógico abrir el centro me-
diante 23 ... cxd4. Podría seguir 24 li:Jxd4
li:Jxd4 25 ~xd4 (25 Wlxd4? Wlh4) 25 ... li:Je6
26 ~xdS! (26li:Jxd5? WlcS 27l/Jf6+ mh8) 26
... Wlh4 27 h3, y la posición blanca es pre-
ferible.
24dxcS d4?
Las negras no aguantan la tensión e ini-
cian el contraataque, que al estar insufi-
cientemente preparado se vuelve como
un boomerang. Era imprescindible 24 ...
hxg4, con una posición confusa.
2S tLlxd4 WiM?! 26 tLlxe6 tLlxe6 27 .ixe6 fxe6
2S cxb61Wxg4+ 291Wg31WfS 30 bxa71Wc2 31
fS! exfS 32 1Wxg6+ ilhs 33 1WxhS+ 'it>g7 34
1WgS+ 'it>hS 3S :BxdS Las negras abandona-
ron.
PARTIDA 12
Oleg Romanov- Ziulev
Gambito de Dama [036]
Minsk 1988
1 d4 dS 2 c4 e6 3 éLJc3CLlf6 4 cd ed S ,igs c6 6
e3 .ie7 71Wc2 o-o S .id3 éLJbd7 9.tLlge2 :Bes
10 0-0 CLlfS 11 f3 g6 12 :Bad1 tLle6 13 .ih4
CLlhS14.if2
Las blancas evitan el cambio del alfil de
casillas negras.
14 ... 1Wc7
Las negras apartan su dama del enfrenta-
miento con la torre blanca. En caso de 14
... fS podía seguir 15 e4!? Por ejemplo: 15
... fxe4 16 fxe4 dxe4 17 ii.xe4 y 18 dS a la
jugada siguiente.
1S i>h1 .id6
43
Construcción de un repertorio de aperturas
Apunta al peón h2. Parece muy natural
16 .llg1 con idea de preparar e3-e4. Sin
embargo, los ajedrecistas jóvenes están
llenos de optimismo y aman los ataques
al rey, por eso no es sorprendente que las
blancas prefirieran 16 g4!? ctJf617 h4 b6?
Demasiado lento. Las negras necesitaban
tomar medidas contra el ataque inminen-
te. Valía la pena decidirse por 17 ... hS!?,
permitiendo el sacrificio de pieza en g6,
con la posterior retirada del caballo de e6
a g7.
18 E!:g1 ~b719 hS
Ahora el ataque blanco no se puede dete-
ner.
19 ... E!:ac8? 20 ~h4 ctJd7 21 f4! ctJg7 22 Wfd2
~e7 23 ~g3 W! d8 24 fS!
En el lenguaje futbolístico, las blancas
cuelgan el balón al área de su adversario.
24 ... ~g5 25 fxg6 fxg6 26 ctJf4 gxhS 27 gxh5
ctJf6 28 h6!
Culmina con elegancia el enérgico ataque.
28 ... ~xh6 29 Wfh2 ~g5 30 ~h4 ~xh4 31
Wfxh4 CLle4 32 E!:xg7+! ~xg7 33 E!:g1+ Las
negras abandonaron.
PARTIDA 13
Alexéi Aleksandrov- Rashid
Ziatdinov
Gambito de Dama [036]
Primorsko 1990
1 d4 ctJf6 2 c4 e6 3 ctJc3 d5 4 cd ed 5 ~gS c6 6
Wfc2 ~e7 7 e3 ctJbd7 8 ~d3 0-0 9 ctJge2 E!:e8
10 0-0 CLJf811 f3 ~e612 E!:ad1
Esta jugada se corresponde con el espíritu
de la idea estratégica de las blancas. Las
44
negras respondieron 12 ... W!as, que pre-
viene 13 e4.
13 a3! E!:ad814 ~h1
Las blancas no se apresuran.
14 ... ~c8
La posición negra es sólida, pero muy pa-
siva. Sus piezas están colocadas estética y
armoniosamente en el centro, sin embar-
go, si las blancas consiguen avanzar sus
peones centrales, toda esta armonía se
vendrá abajo.
15~h4!
El alfil se traslada a g1, desde donde in-
terferirá constantemente las maniobras
de las piezas negras. Si en la jugada pre-
cedente las negras hubieran jugado 14 ...
ctJg6, entonces las blancas no habrían con-
seguido trasladar el alfil por la ruta g5-h4-
f2-g1, aunque podrían haber incrementa-
do la presión mediante ctJe2-g3-f5.
15 ... ctJg6
Las negras continúan con el juego movi-
miento a movimiento, sin un plan para la
partida. Deberían pensar seriamente en
cómo obtener contrajuego. Como c6-c5
en este momento no es constructivo, me-
recía atención 15 ... g6 con idea de ctJf8-e6.
En g6 la posición del caballo es demasiado
pasiva. Es evidente que Ziatdinov se pro-
pone luchar por la casilla f4 para sus piezas
en el momento en que el peón e3 avance
a e4, sin embargo esta esperanza no se
hace realidad.
16~f2~d6?! 17 ~g1 CLJhS 18 b4!
Esta jugada es posible gracias a la ubica-
ción del alfil en d6, porque después de 18
... W!xa3? 19 l'í:a1Wixb4 20 l=í:fb1 las negras
pierden la dama.
 Construcción de un repertorio de aperturas
18 ... W!c7
19e4!
El momento adecuado para la ruptura en
el centro. Las negras no pueden jugar 19
... t/Jhf4 por 20 eS!, y 20 ... t/Jxd3 se refuta
mediante 21 exd6. Aquí, al igual que en la
partida Botvinnik- Keres, la ubicación del
alfil en d6 constituye un obstáculo para las
negras.
19 ... dxe4 20 fxe4 if4
Quizás para ser consecuentes, las negras
ocupan la casilla f4 con el alfil, sin embar-
go ésto solo facilita la tarea de las blancas.
No obstante, ya era muy difícil defender la
posición de Ziatdinov.
21 eS ih6 22 ifS! '8e7 23 CL!e4
Observamos el mismo escenario que en la
partida de Botvinnik. Él dictó cómo debe
seguirse.
23 ... ixfS 24 '8xfS ctJhf4 2S CL!xf4 ixf4 26
'8f1 ih6 27 g4!
Las blancas cosechan el fruto de su estra-
tegia. Todavía siguió:
27 ... if4 28 '8S:f4 CL!xf4 29 '8xf4 f6 30 '.Wb3+
~h8 31 '.Wf3 '.Wd7 32 exf6 gxf6 33 CL!xf6 '.We6
34 dS! cxdS 3S id4 '.We1+ 36 ~g2 '.We2+
37 ~g3 '.Wxf3+ 38 '8xf3 '8e6 39 gS ~g7 40
CLJg4+ ~g6 41 ~h4 '8ee8 42 CL!eS+ ~g7 43
~hS Las negras abandonaron.
Me gustaría agregar a lo dicho anterior-
mente que cuando el caballo blanco está
situado en e2, entonces el salto del caballo
negro a e4 no es demasiado efectivo ni en
la 1o• jugada, ni en la 11 a (después de 1o
... h6 11 ~h4). En la partida Shereshevsky
- Aslanov, Minsk 1981, después de 10 ...
h6 11 ih4 CLJe4 12 ixe7 '.Wxe7 las blancas
jugaron 13 '8ae1!?
Me dispongo a preparar el avance del
peón central.
13 ... CLJdf614 f3
Era interesante probar 14 4Jd1, con el fin
de conservar sobre el tablero otra pieza
menor.
14 ... CL!xc3 1S CLJxc3 eS
Las negras previenen el avance del peón
e3-e4, pero entran en un final desfavora-
ble.
16 dxcS '.WxcS17lt:\bS! '.Wxc218 ixc2
En el libro Estrategia del final dedico un ca-
pítulo completo a los finales de este tipo.
Tales posiciones son muy desagradables
para las negras, aunque son defendibles
con un juego preciso. En este caso se man-
tienen sobre el tablero los dos pares de
45
Construcción de un repertorio de aperturas
torres, lo que permite a las blancas crear
una debilidad adicional en el flanco de rey
mediante el avance, tras la preparación
correspondiente, de los peones «h» y «g».
Además, la amenaza 20 ltJc7 es bastante
desagradable.
Mi ingenioso contrincante jugó 19 ...
.id7?!, y tras una corta reflexión respon-
dí 20 é2Jd4?!, aunque después de 20 ltJc7!
:E\ec8 21 ltJxa8 :E\xc2 22 :E\c1 :E\xb2 23 :E\f2
las negras no tienen suficiente compen-
sación por la calidad. Estaba demasiado
interesado en jugar un final sobre el que
ya había trabajado antes. Lo gané gradual-
mente, más o menos tras i80 jugadas! Así
pues, es dudoso que se pueda aconsejar
a las negras jugar la posición del último
diagrama.
En conclusión, qUisiera agregar que a
veces las blancas consiguen preparar el
avance de los peones centrales con la ayu-
da del enroque largo. El gran maestro le-
tón Shírov es un partidario devoto de este
plan en la apertura. Antes de profundizar
en el estudio de la jugada 3 ... f¿e7, quiero
señalar que nunca intenté enseñar a mis
alumnos obtener en la apertura algún tipo
de ventaja «abstracta». Es mucho más im-
portante que conozcan los planes estraté-
gicos de cada posición, que siempre estén
listos para tomar la iniciativa, y que tien-
dan a una lucha compleja sobre el tablero.
De acuerdo con los manuales de apertu-
ra, la jugada 3 ... .ie7 fue introducida por
el gran maestro soviético Alatortsev. Si las
blancas quieren jugar el sistema Carlsbad,
deben conformarse con el desarrollo más
modesto del alfil por f4 después de 4 cxdS
exdS S .if4 Esta continuación ha sido com-
probada numerosas veces en torneos del
nivel más alto. Por ejemplo, en los matches
por el campeonato del mundo Botvinnik-
Petrosian, 1963, Karpov- Korchnoi, 1981,
Karpov- Kasparov, 1985, Kasparov- Kar-
pov, 1986 y 1987, y también en los mat-
46
ches de candidatos, en un buen número
de torneos fuertes, y en las Olimpiadas.
Sus posiciones se caracterizan por una es-
tructura dinámica de peones en el centro
y en el flanco de rey. Son atractivas para
aquellos jugadores que aspiran a la inicia-
tiva y al avance de los peones, y para aque-
llos a quienes les gusta contraatacar. A los
segundos les gusta sacar partido de los
defectos de la estructura de peones de su
adversario, que generalmente aparecen
tras una actividad excesiva. En resumen,
podemos aprender mucho del estudio de
las partidas de los grandes jugadores clá-
sicos. Demos paso a la historia.
PARTIDA 14
Mijaíl Botvinnik- Tigran Petrosian
Gambito de Dama [031]
Moscú 1963 (m/14)
1 d4 dS 2 c4 e6 3 éLlc3 .ie7 4 cxdS exdS S.if4
c6
Las negras luchan por la diagonal b1-h7.
6 e3 .ifS 7 g4! .ie6
Una jugada prácticamente forzada. En
caso de 7 ... f¿g6?! Las blancas disponen
del ataque 8 h4!, y 8 ... f¿xh4 es mala por 9
Wb3 b6 1O :E\xh4! iWxh4 11 ltJxdS. Si no se
captura el peón, entonces a 8 ... hS sigue 9
gS, y a 8 ... h6, el avance 9 hS, y las blancas
obtienen ventaja de espacio en el flanco
de rey.
Véase el diagrama siguiente
8h3
En esta posición también es posible 8 j¿d3,
como jugó Botvinnik en la 12a partida del
match, y también 8 h4!?, otra invención de
Botvinnik, que probó en su partida contra
Spassky en Leiden, 1970.
 Construcción de un repertorio de aperturas
8 ... é2Jf6 9 .id3 eS
Parece que todo está en regla: al ataque
en el flanco las negras responden con el
contragolpe en el centro. Las blancas no
buscan aislar un peón en d5, abriendo la
posición, y siguen con el desarrollo tran-
quilo de sus piezas.
10 é2Jf3 é2Jc611 @fl!
El rey blanco se sentirá cómodo en g2, y la
torre hl está activa en su posición original.
La posición del peón blanco en g4 no es
tan extravagante. Al contrario/ este peón
permite a las piezas blancas ocupar las ca-
sillas g2 y g3 1 para conservar la ventaja de
espacio en el flanco de rey.
11 ... 0·0 12 @g2 cd 13 é2Jxd4! é2Jxd414 exd4
Con el cambio de caballos las blancas ga-
nan un tiempo para ocupar con el peón la
casilla f3.
14 ... é2Jd715 \Wc2! ctJf6
Petrosian regresa con el caballo a su pues-
to. En caso de 15 ... g6 las negras tendrían
que considerar 16 ih6 Eí:e8 17 f4/ mientras
que a 15 ... h6 es muy fuerte 16 iWd2/ con el
plan id3-c2 y después iWd2-d3.
16f3 ~c817 .ies
Véase el diagrama siguiente
Las blancas se han apoderado por com-
pleto de la iniciativa. Las negras no tienen
debilidades/ la coordinación entre sus pie-
zas tampoco es mala/ y sin embargo su
posición no es agradable. Su principal de-
fecto es la ausencia de posibilidades para
crear un plan de contrajuego constructivo.
Intentemos una vez más realizar una ana-
logía con el fútbol. Imagine que un equi-
po avanza/ intenta marcar un got y el otro
solo observa las acciones de su oponente
y procura neutralizarlas/ sin ni siquiera in-
tentar contraatacar.
17 ... .id6
Petrosian quiere simplificar la posición/ sin
embargo el cambio de los alfiles de casi-
llas negras con los peones aislados mu-
tuos solo favorece a las blancas.
18 ~ae1.ixe5 19 ~xeS
La captura 19 dxe5? sería un «descuido»
posicional por 19 ... d4 20 exf6 iWxf6.
19 ... g6 20 Wlf2 ctJd7 21 ~e2 é2Jb6 22 ~he1!
«La jugada de doble filo 22 h4 era una de-
cisión que no se correspondía con el espí-
ritu de la posición/ porque las perspectivas
de ataque son confusas/ mientras que el
final se presenta favorable a las blancas »
(Mijaíl Botvinnik).
22 ... é2Jc4
47
Construcción de un repertorio de aperturas
Las negras intentan jugar activamente/ sin
embargo tras el cambio de piezas meno-
res el caballo blanco será claramente más
fuerte que el alfil del adversario.
23 .ixc4 E:xc4
Si 23 ... dxc4/ entonces 24 dS y 25 iWd4.
24 E:d2 :BeS 25 E:e3 a6 26 b3 E:c6 27lLla4 b6
28lLlb2 aS 29lLld3 f6
30 h4!
A pesar de todo las blancas realizan esta
jugada/ aunque no con la idea de atacar
en el flanco de rey. Botvinnik prepara la
apropiación de la casilla eS/ mediante el
avance del peón «g».
30 ... .if7 31 E:xe8+ .ixe8 32 'W! e3 .if7 33 gS
ie6 34lLlf4.if7
El alfil debe retroceder. En caso de 34 ...
~fS puede seguir 35 gxf6 iWxf6 36 \We5 y
las negras pierden el peón dS.
35 lLld3 .ie6 36 gxf6 'Wfxf6 37 'WfgS! 'WfxgS+
38 hxgS
Véase el diagrama siguiente
La posición se ha simplificado/ no obstante
el final es difícil para las negras. Petrosian
intenta crear contrajuego/ sin embargo a
la jugada siguiente comete un error grave/
48
tras el cual su posición se deteriora.
38 ... a4 39 bxa4
«En caso de 39 ltJes fí:c3 40 bxa4 fí:a3 41
fí:b2 fí:xa4 42 fí:xb6 fí:xa2+ desaparecían
todos los peones del flanco de dama/ lo
que facilitaba la defensa de las negras»
(Mijaíl Botvinnik).
39 ... E:c4 40 aS! bxaS 41 lLlcs .its 42 @g3 a4
43 S:t>t4 a3 44 S:t>es E:b4 45 é2Jd3 E:bS 46 S:t>d6
S:t>t7 47 S:t>c6 .ixd3 48 E:xd3 E:b2 49 E:xa3 E:g2
SO @xdS E:xgS+ 51 S:t>c6 hS 52 dS E:g2 53 d6
E:c2+ 54 S:t>d7 h4?!
Botvinnik indicó que incluso tras la mejor
54 ... gS! 55 fí:aS! mf6 56 md8 h4 57 d7 h3
58 fí:a6+ \t>g7 59 fí:e6 h2 60 fí:e1 las blan-
cas deben ganar.
SS f4 E:f2 56 S:t>cs E:xf4 57 E:a7+ Las negras
abandonaron. Una partida excelente/ en la
que las negras no cometieron ni un solo
1 error grave/ y sin embargo se vieron supe-
radas completamente.
PARTIDA 75
Viktor Korchnoi - Anatoly Karpov
Gambito de Dama [D31]
Merano 1981 (m/13)
1 c4 e6 2lLlc3 dS 3 d4 .ie7 4 cd ed S .if4 c6 6
e3 .ifs 7 g4 .ie6 8 h3 é2J f6 9 .id3 o-o 1olLl f3
 Construcción de un repertorio de aperturas
c511 @f1ttJc612 @g2 ~c8
Petrosian jugó 12 ... cxd4.
V. Lepeshkin y D. Plisetsky critican la úl-
tima jugada de las negras, y en su libro
Match por el campeonato del mundo. Mera-
no 1981 proponen la jugada 13 ... a6. Sigue
esta variante: 14 dxcS .itxcS 15 ctJbS .ite7
(es más fuerte 15 ... CDb4! [Redacción]) 16
ctJbd4 tt:Jxd4 17 Ei:xc8 .itxc8 18 tt:Jxd4 (18
exd4 ttJ e4 19 Ei:e 1 fS) 18 ... .itd6 19 .itxd6
\Wxd6 20 Vfic2 Ei:e8 con idea de tt:Je4. «Cree-
mos que las debilidades en el flanco de rey
no permiten a las blancas esperar una ven-
taja significativa», concluyen los autores.
Puede parecer que las blancas no tienen
una ventaja apreciable, sin embargo des-
pués de 21 Ei:c1 (que amenaza 22 Vfixc8
o los movimientos de la dama a eS o e?)
la defensa de las negras será complicada.
Hay que decir que en el match del año
1981 Karpov jugó mejor que Korchnoi y
ganó con firmeza. Sin embargo, en los pe-
riódicos soviéticos los comentarios sobre
este match fueron unilaterales. El motivo
fue que entonces el ajedrez y la política
estaban demasiado entrelazados. Dicho
esto, regresemos a la partida.
14 dxcS.ixc515ttJbSi.f816tLlfd4! ttJxd4
En lugar de la última jugada Mijaíl Tahl
propuso 16 ... Vfib6!? 17 Vfib3 ctJxd4 con
idea de responder a 18 exd4 con la agu-
da 18 ... Ei:c4!?, mientas que después de 18
tt:Jxd4 «no se puede hablar de nada más
que una mínima ventaja de las blancas».
He estudiado muchos finales similares y
les dediqué un capítulo completo en el li-
bro Estrategia del final. Las negras pueden
mantener la posición con un juego preci-
so, aunque generalmente esto no es una
tarea fácil.
17 ~xc8 W! xc8 18 exd4!
Una idea de Mijaíl Botvinnik.
18 ... W! d7 19 tLl c7 ~c8 20 lLl xe6 fxe6
Es mala 20 ... Vfixe6 por 21 .itfs.
La superioridad de las blancas es induda-
ble: tienen la pareja de alfiles, mejor desa-
rrollo, y espacio para maniobrar. Además,
en la posición de las negras aparece una
debilidad en e6.
21 ~e1 a6
Tahl dijo que era mejor 21 ... Vfifl.
22 gS!?
Las blancas podían jugar más tranquilas,
sin embargo Korchnoi prefiere materializar
su ventaja de una forma más enérgica.
49
Construcción de un repertorio de aperturas
22 ... tLl e4 23 W! g4 ib4 24 :B:e2 :B:f8 25 f3 Wff7
26 .ie5 C2J d2 27 a3
Tahl comentó que las blancas disponían
de un camino técnico para obtener la
victoria: 27 f4 tt:Je4 28 8:xe4 dxe4 29 ~c4
mh8 30 ~xe61'&e7 31 f5; sin embargo, las
negras pueden defenderse: 29 ... 8:e8 30 f5
e3!, y en caso de cambio en e6, la dama
negra penetra en f2. Por supuesto, en vez
del sacrificio de calidad las blancas sen-
cillamente pueden capturar el peón: 28
~xe4 dxe4 29 8:xe4, aunque aquí ya las es-
peran dificultades técnicas. Tras la jugada
de la partida la posición se complica con-
siderablemente, aunque objetivamente es
la continuación más fuerte.
27 ... tLlxf3 28 g6?
«La ingeniosa iniciativa de las negras ha-
bría sido insuficiente si las blancas hubie-
sen jugado aquí 28 ~g3! con las amena-
zas 29 axb4 o 29 Ei:f2» (Mijaíl Tahl). 28 ...
ctJh4+ tampoco ayuda después de 29 mh2
tt:Jf3+30mh1 tt:Jh4por31 ~xh7+mxh732
\Wxh4+ mg8 33 Ei:f2.
28 ... hxg6
Proporcionaba un contrajuego suficiente
28 ... ctJe1+! 29 ~h2 \We7.
29.ig3
29 ... ie7?
50
Los dos adversarios cometen errores.
Muchos comentaristas advirtieron que
las negras podían salvarse con ayuda del
fantástico recurso táctico 29 ... ctJh4+!! No
se puede capturar el caballo: a 30 \Wxh4 si-
gue 30 ... \Mff3+, y si 30 ~xh4, entonces 30
... iWf1 + 31 mh2 ~d6+ 32 ~g3 Ei:f2+ Solo
queda 30 mh2 ctJf3+ 31 ~h1, y ahora de
nuevo 31 ... ctJh4!! Las variantes demues-
tran que las negras tienen todo en orden:
1) 32 8:f2? ctJfS!;
2) 32 8:c2? iWf3+ 33 1'&xf3 8:xf3 34 i.xh4
~d6 35 mg2 8:xd3;
3) 32 ~xh4 iWfl+ 33 mh2 ~d6+ o 33 \Wg1
\Wxh3+ 34 Ei:h2 \Wxd3;
4) 32 \Wxh4 iWf3+ 33 8:g2 \Wxd3 34 axb4
m1+ 35 mh21'Mld1 o 3s B:g1 iWf3+ 36 mh2
\We2+ 37 8:g2 iWd1, y las blancas no tienen
nada mejor que repetir la posición.
Tras la jugada de la partida las blancas
pueden exprimir al máximo su ventaja.
Siguió:
30 :B:f2 CLle1+ 31 @h1 \Wxf2 32 ixf2 CL'lxd3
33 W!xe6+ :B:f7 34 .ig3 CL'lxb2 35 \WxdS .if6
36 id6 g5 37 Wlb3 ixd4 38 \W e6 g6 39 \W e8+
@g7 40 ieS+ .ixe5 41 \WxeS+ @h7 42 \Wxb2
Aquí se aplazó la partida, sin embargo las
negras abandonaron sin reanudar. No se
consigue construir una fortaleza.
 Construcción de un repertorio de aperturas

Esta es la mejor pos1c1on que pueden

construir las negras. Las blancas ganan
con el paso a un final de peones, mediante
el sacrificio de la dama en fS.

PARTIDA 16
Mark Taimánov- Josip Rukavina
Gambito de Dama [031]
Leningrado 1973

Esta partida fue galardonada como una de
las mejores del torneo lnterzonal de 1973.
1 d4 dS 2 c4 e6 3 él:Jc3 ie7 4 cxdS exdS S!f4
c6 6 e3 !fS 7 g4 ie6 8 h3 él:Jf6
Es mala 8 ... hS? 9 gxhs ttJd7 1O~e2 ét:Jdf6
11 l:!h2! ~d6 12 ~xd6 \Wxd6 13 l:!g2! con
ventaja blanca, Korchnoi - lvkov, Budva
1976.
9id3id6
Así jugó Spassky contra Korchnoi en su
match de candidatos del año 1968 en
Kiev. Korchnoi no pudo extraer ventaja de
la apertura, sin embargo en la partida que
examinamos MarkTaimánov consiguió re-
futar prácticamente el plan de las negras.
cambio) quieren empujar al rey negro al
flanco de rey, para después, con el avance
g4-g5, abrir la columna «g» para las ope-
raciones de ataque. En esencia, las negras
están indefensas contra este plan» (Mark
Taimánov).
13 ... él:Jc714 ~hgl !xf4?!
«Ya que las negras han esperado tanto
tiempo para realizar este cambio, valía la
pena aguantar una jugada más, jugando
primero 14 ... ttJe6» (MarkTaimánov).
15 él:Jxf4
También era mala 15 exf4.
15 ... '\Wd616 gS hg 17 ~xgS @f8

10 tLlge2 h6?! A 17 ... g6 seguiría 18 l:!e5+

Es dudoso que sea necesario crear esta 18 ~eg1 él:Jce819 él:Jce2 b6 20 @b1!
debilidad. Como indicó Taimánov después
de la partida, es mejor 1O ... ~xf4 11 ttJxf4 Un movimiento preparatorio muy útil an-
\Wd6. tes de la ofensiva en el centro.

11 '1Wb3 !es 12 0-0-0 éLl a6 20 ... ~h6

Véase el diagrama siguiente Es mala 20 ... ~xh3 a causa de 21 l:!h1 \Wd7

22l"1g3.
13 ~del
21 f3 él:Jh7
«El plan de las blancas es claro. Con la
amenaza potencial de abrir la columna «e» Después de 21 ... ~xh3 22 e4 las blancas
(mediante e3-e4, o bien e3xf4 en caso de tendrían un fuerte ataque.

51
Construcción de un repertorio de aperturas

22 :9:Sg3 ie6 23 Wl'c2 @gs 24 e4! dxe4 2S fxe4

CDf8 26 Wl'c3!

dalidades de la Defensa Benoni: 3 ... eS, 3

... e6, 3 ... g6, y del Gambito Valga, 3 ... bS.

Con un juego sencillo y lógico las blancas
han obtenido una posición ganada. Las
negras no pueden oponer nada al avance
de los peones enemigos en el centro y al
ataque en el flanco de rey.
26 ... f6
Amenazaban 27 dS.
Empecemos con 3 ... eS Las blancas pue-
den continuar 4 CDc3 d6 S e4ie7
Forma parte del plan relacionado con el
cambio de los alfiles de casillas negras. En
su época el gran maestro Boleslavsky me
aconsejó como réplica a este sistema de
las negras jugar:

27eS!WI'e7

No es mucho mejor 27 ... fxeS debido a 28

dxeS \Wd7 29 ttJd4.

28 tDxe6 tDxe6 29 Wl'xc6 :9:d8 30 ic4 fxeS

31 :9:g6! :9:d6 32 Wl'cs :9:xg6 33 :9:xg6 @f7 34
:9:xe6! :9:xe6 3S dxeS gS 36 CDd4 CDg7 37 a4 a6

«Solo quedan movimientos de peones, y

son pocos ... » (MarkTaimánov).

38 idS bS 39 aS b4 40 ib3 g4 41 hxg4 Las

negras abandonaron.
Aperturas que surgen después
de 1 d4 ti:lf6 2 c4 c::S 3 d5
Con esta jugada las blancas evitan el cam-
bio de alfiles y provocan el posterior debi-
litamiento de la posición de las negras, lo
que crea la posibilidad de transición a un
final favorable.

Véase el diagrama siguiente 8 ... g6

Tras estas tres jugadas pueden surgir va- Las negras siguen su plan obstinadamen-
rias aperturas. Por ejemplo, diversas mo- te. El peón h4 estaba envenenado por

52
 Construcción de un repertorio de aperturas
iWhS, pero ahora de nuevo es vulnerable.
9 .ih6 tLlg710 hS!
Las blancas no necesitan entrar en compli-
caciones después de 1O1Mfd2 ixh4. Parece
que ahora las negras pueden realizar su
plan, sin embargo la posición emergel!te
será claramente favorable a las blancas.
10 ... i.gs 11 i.xgS \WxgS12 Wld2 \Wxd2+
De lo contrario las blancas tendrían la po-
sibilidad de jugar 13 \Wh6 con un fuerte
ataque al rey.
13 sfixd2 a614.id3
Las negras ya han obtenido lo que que-
rían: han cambiado su alfil «malo» por el
alfil «bueno» del adversario. Sin embargo,
el factor decisivo para la valoración de
esta posición es la ventaja de espacio de
las blancas, y no el razonamiento abstrac-
to sobre alfiles «malos» y «buenos». Obje-
tivamente, el alfil de las negras es bastan-
te peor que su oponente blanco, porque
está restringido por la cadena de peones
blancos. Por otra parte, su alfil cambiado
podría haber jugado un papel importante
en la defensa del flanco de dama contra el
ataque de las blancas.
Yo creo que la posición del último diagra-
ma estratégicamente está perdida para las
negras, porque no pueden oponer nada
al ataque de las blancas en el flanco de
dama. Las blancas pueden jugar tranqui-
lamente f3, a3, l=í:b 1, b4, doblar torres por
la columna «b», etc., y si es necesario, abrir
otro frente en el flanco de rey (¡acuérdese
del peón hS!). Las negras no tienen dón-
de mostrar actividad. Si en la posición
del diagrama ensayan 14 ... fS, entonces
después de 15 hxg6 hxg6 16 exfS gxfS
las blancas pueden jugar tranquilamente
17 f3, para detener los peones negros, y
también pueden intentar desarrollar in-
mediatamente un ataque por la columna
«h» mediante 17 l=í:h6, l=í:ah 1, tt:'lhs etc., y es
poco probable que las negras sobrevivan
a esta ofensiva.
Puede aprender más sobre las posiciones
de este tipo con las siguientes partidas.
PARTIDA 17
Mario Bertok- Efim Geller
Defensa Benoni [A56]
Kiev 1959
1 d4 tLlf6 2 c4 eS 3 dS eS 4 tLlc3 d6 S e4 .ie7
6 tLlge2 0-0 7 tLlg3 tLle8 8 h4 a6 9 i.d3 g610
hS i,gs 11 i.d2 Wlf612 \Wc1 i.xd2+ 13 \Wxd2
Wif414 tLlge2 \Wxd2+ 15 sfixd2
1S ... tLlg7 16 tLlg3 tLld7 17 a3 tLlf6 18 hxg6
fxg6 19 b4 tLld7 20 f3 l!b8 21 l!ab1 tLle8 22
l!b2 tLlc7 23l!hb1l!a8 24 tLlge2 cxb4 25 axb4
aS 26 bxaSl!xaS 27 tLlc1 sfif7 28 i.c2 tLlcS 29
Construcción de un repertorio de aperturas

etJb3 etJxb3+ 30 ~xb3 rJle7 31 ~b6 etJa6 32
etJbS ~d8 33 g4 ~a2 34 gS ~f8 35 etJc3 ~a3
36 ~h1 ~f7 37 CLlbS ~a2 38 etJxd6 ~xf3 39
etJxe8+ @d8 40 ~f6 ~g3 41 ~f8+ rJlc7 42
~xh7+ Las negras abandonaron.
éDd2 etJh711 etJbS Wi'd712 f3 a613 etJc3 Wfe7
14 ~b1 éDd7 1S a3 etJdf6 16 b4 b6 17 Wi'b3
.id718 bxcS bxcS 19 Wi'b6 ~fe8 20Wi'xc7 ~xe7

PARTIDA 18
Alberic O'Kelly- Olaf Ulvestad
Defensa Benoni [A56]
Málaga 1966

1 d4 etJf6 2 e4 eS 3 dS eS 4 éDc3 d6 5 e4 g6 6
.id3 .ig7 7 éDge2 0-0 8 f3 etJe8 9 .ie3 .ih6
10 '1Wd2 .ixe3 11 '\Wxe3 '1Wh4+ 12 g3 Wi'h3 13
éDdl rJlg7 14 etJf2 Wi'h6 15 rJld2 Wfxe3+ 16
rJlxe3 CLld717 a3 a618 b4 ~b819 ~hb1 etJc7
20 éDc3 b6 21.ie2 ~b7 22 éDd3 fS
21 0-0 etJe8 22 ~b6 .if6 23 .ixf6 éDhxf6 24
~fb1 .ie8 25 .id1 ~aa7 26 .ia4 ~ab7 27 .ie6
~xb6 28 ~xb6 éDd7 29 ~b1 rJlts 30 éDa4
rJle7 31 rJlt2 fS 32 rJle3 f4+ 33 rJlt2 etJef6 34
etJb3 gS 35 etJaS rJlt7 36 etJb6 etJxb6 37 ~xb6
rJle7 38 .ia4 éDd7 39 ~b1 rJlt6

23 bxeS bxcS 24 exfS CLlb6 25 éDf2 gxfS 26 g4

rJlt6 27 ~a2 .id7 28 gxfS .ixfS 29 etJfe4+
rJle7 30 ~ab2 ~fb8 31 rJlt2 .!es 32 etJxd6
rJlxd6 33 CLle4+ rJle7 34 d6+ rJlds 35 etJxcS
Las negras abandonaron.
PARTIDA 19
Svetozar Gligorié- Miguel
Quinteros
Defensa India de Rey [E92]
Manila 1973
1 d4 etJf6 2 e4 eS 3 dS g6 4 etJc3 .ig7 S e4 d6
6 CLlf3 o-o 7 .ie2 eS 8 ,igs h6 9 .ih4 Wfc7 10
40 g3 rJle7 41 h4 fxg3+ 42 rJlxg3 gxh4+
43 rJlxh4 rJlt6 44 rJlhS @f7 45 .ixd7 ~xd7
46 etJe6 ~e7 47 rJlxh6 .ih3 48 @gs .ig2 49
etJd8+ @es 50 ~b8 ~g7+ 51 rJlt6 Las negras
abandonaron.
Aperturas de uso limitado
Ahora estudiaremos la apertura 1 d4 etJf6
2.ig5
Véase el diagrama siguiente

54
 Construcción de un repertorio de aperturas
Invertí bastante tiempo en escribir el li-
bro Endgame Strategy. En aquella época
trabajaba de entrenador y a veces jugaba
en torneos. Prácticamente no me que-
daba tiempo para estudiar y analizar la
información vigente sobre las aperturas,
ya que trabajaba mucho con los clásicos,
y preferí leer libros dedicados a la heren-
cia ajedrecística de los viejos maestros en
detrimento de los nuevos «Informadores
de aperturas». Por eso motivo tomé la
decisión temporal de dejar la jugada 2 c4
después de 1 d4 ct'lf6, y empecé a jugar 2
ct'lf3 o 2 j,gs, con la confianza puesta más
en el medio juego y en el final. Gradual-
mente esto me llevó a formar mi «particu-
lar» teoría de aperturas, a la vez que mis
resultados prácticos, aunque parezca raro,
mejoraban. Después de terminar mi obra
Endgame Strategy regresé a la jugada 2 c4.
Así pues, 1 d4 ctJf6 2 igS Las negras se en-
frentan a un problema estratégico real en
la segunda jugada. Las blancas se propo-
nen capturar en f6 y después, según con
qué peón capturen las negras, elegirán el
transcurso posterior de la partida.
Las negras tienen a su disposición varias
posibilidades, aunque lo primero que de-
ben decidir es si permiten la captura en
f6 Si las negras quieren evitar los peones
doblados, entonces pueden jugar 2 ... ct'le4
o 2 ... e6; si esto no les importa, entonces
pueden mover 2 ... dS o 2 ... cS.
Empezaremos con las variantes donde las
blancas eliminan al caballo negro f6.
1 d4 ctJf6 2 igS eS?!
Creo que este movimiento tiene muchos
más defectos que virtudes. Después del
cambio las negras deben capturar en f6
con el peón «g», y soy muy escéptico so-
bre tales decisiones.
3ixf6
La continuación más lógica, aunque tam-
bién son posibles jugadas del tipo 3 dS o
3 ct'lc3. Ofrezco al lector mi partida «loca»
contra Zhelyandinov:
PARTIDA 20
Mijaíl Shereshevsky- V.
Zhelyandinov
Apertura Trompovsky [A45]
L'vov 1977
1 d4 ctJf6 2 igs eS 3 d5 '11Nb6 4 ctJc3 '11Nxb2 5
id2 '11Nb6 6 e4 d6 7 f4 e6 8 E:b1 '11Nd8 9 ibS+
id7 1Odxe6 fxe6 11 eS dxe5 12 fxe5 ctJdS 13
id3 ie6 14 '11Ng4 ctJb4 15 ctJge2 ctJxd3+ 16
exd3 ctJa617'11Nxe6+ '11Ne718'11Nh3 ctJc7190·0
'I1N e6 20 'I1N g3 0-0-0
21 E:be1 ie7 22 ctJf4 '11Nd7 23 '11Nxg7 E:hg8 24
'11Nxh7 E:h8 25 '11Nf7 E:df8 26 '11Ne4 b5 27 '11Nb3 c4
28 '11Nc2 ie5+ 29 d4 '11Nxd4+ 30 i>h1 E:xh2+
55
Construcción de un repertorio de aperturas
31 <.f:?xh2 gh8+ 32 etJh3, y las negras sobre-
pasaron el tiempo.
PARTIDA21
Mijaíl Shereshevsky- Albert
Kapengut
Apertura Trompovsky [A45]
Minsk 1981
1 d4 etJf6 2 ,igs eS?! 3 ixf6 gxf6
En caso de 3 ... exf6 4 ctJc3 las negras tie-
nen problemas con el peón «d».
4dS!
Puede parecer que tras el cambio del alfil
de casillas negras las blancas estén obli-
gadas a mantener sus peones centrales
en casillas negras, para restringir al alfil
adversario. Sin embargo aquí es mucho
más importante ganar espacio y meter
una cuña en la posición de las negras, para
dificultar la coordinación de sus piezas en
ambos flancos.
4 ... Wl'b6 S Wl'c1 etJa6 6 e3 e6 7 c4!
El peón d5 debe ser defendido sólidamen-
te.
7 ... .ig7 8 etJc3 ts 9 etJge2
La captura 3 ... gxf6 eliminó la protección
56
con peón del punto h5. El caballo blanco
va a penetrar por allí.
9 ... hS10 h4
Naturalmente, las blancas impiden que
este peón avance más. Ahora en lugar de
un punto débil las negras tienen un peón
débil.
10 ... es
¿Qué deberían hacer ahora las negras para
coordinar las acciones de sus piezas en los
flancos de dama y de rey? Kapengut in-
tenta dejar libre la sexta fila, aunque como
dijo con humor Nimzowitsch, la debilidad
de los peones doblados se puede compa-
rar con la cojera de una persona sentada.
No se puede decir que tiene problemas
de salud hasta que se levanta. Tan pronto
como los peones se ponen en movimien-
to, su debilidad se manifiesta claramente.
Ahora es muy vulnerable el peón f5.
Y ahora, ¿cómo deben continuar las blan-
cas? Parece muy fuerte 12 a3 d6 13 Wlc2
seguido del enroque largo. Las blancas
también pueden intentar forzar el mo-
vimiento e5-e4 y aprovechar el puesto
avanzado f4. Sin embargo, disponen de
un movimiento más decisivo.
12 d6!!
 Construcción de un repertorio de aperturas
Un «estacazo» muy fuerte. El peón d6 divi-
de la posición de las negras en dos partes.
Ahora se desarrolla una lucha vital alrede-
dor del peón d6.
12 ... e4 13 'Wd2 i.es 14 o-o-o l:!h6 15 tLlbS
~b8
Las negras pretenden llevar el caballo a c6
a través de b4 y preparar la jugada a7-a6.
Por eso ...
16a3!
Ahora el caballo negro queda excluido del
juego.
16 ... b617 tLle2 i.b718 tLlf4 'Wg719 ~h3!
La torre de rey blanca entra en juego de
forma majestuosa.
Las negras descubren por fin cómo expul-
sar al caballo adversario de bS: se propo-
nen retirar el caballo a su casilla de parti-
da, para después jugar a7-a6. Las blancas
deben actuar con energía, si no pueden
tener dificultades con la materialización
de su ventaja.
22f3!
Es necesario abrir la posición. 22 ~e2 es
floja, por ser demasiado lenta.
22 ... ctJb8
La captura del peón 22 exf3 23 gxf3 ~xf3
000
24 ~e2 conduce a una posición práctica-
mente desesperada para las negras. Con
su último movimiento Kapengut intenta
complicar el juego a cualquier precio.
23 fxe4 a6 24 tLl c3 f6
Muy consecuente. No ofrece ningún alivio
a las negras 24 Élxd6 debido a 25 CUcdS
000
con un ataque blanco devastador.
25 l:!xf5!
De momento las blancas aceptan el reto,
que provoca más complicaciones. Consi-
deré que el sacrificio de calidad era el ca-
mino más rápido y directo para la victoria,
y lo más razonable.
25 ... i_xe426 ~xe5 fxe5 27 tLlh3 i,g6 28 tLlgS
'\Wg7 29i.d3
Las blancas poseen una gran superioridad
de fuerzas en el flanco de rey. No es de ex-
trañar que su ataque sea irresistible.
29 ... e4 30 i.xe4 i.xe4 31 tLl cxe4 Wf eS
Esta jugada permite a las blancas realizar
sus sueños. De todos modos, la posición
de las negras estaba perdida hacía tiempo.
32 Wff2+ @gs 33 Wff7+ <i>hs 34 Wfe7 ttJc6 35
tLlf7+
Véase el diagrama siguiente
En los felices años de mi infancia, solo co-
nocía los conceptos básicos de la ciencia
ajedrecística, y no pensaba que el ajedrez
sería mi profesión. Entonces obtenía más
placer al jugar una partida. Recuerdo que
a veces conseguía hacer un ataque doble
al rey y la dama, e incluso en momentos
más afortunados la horquilla era triple;
57
Construcción de un repertorio de aperturas
por ejemplo/ al rey/ a la dama y a una to-
rre. Aunque/ desafortunadamente/ nunca
conseguí una horquilla a las cuatro prin-
cipales piezas enemigas. Ahora jugaba en
un torneo contra un fuerte maestro/ y por
primera vez (y muy probablemente/ por
última vez) ¡lo había conseguido!
Aquí las negras ya podían haber abando-
nado/ sin embargo mi adversario continuó
el juego: 35 ... ci>g7 36 tt:lxe5+ tt:lxe7 37 dxe7
~es 38 tt:ld6! ~xe7 39 tLlfS+
¡Una partida así debería jugarse en el año
del caballo!
39 ... i>f6 40 lLlxe7 i>xeS 41 ~xd7 ~f6 42
~d2 i>e4 43 tLldS ~f1+ 44 i>c2/ y aquí por
fin las negras abandonaron.
Ahora volvamos nuestra atención a la con-
tinuación más fuerte.
PARTIDA22
Mijaíl Shereshevsky- A.
Donchenko
Apertura Trompovsky [000]
L'vov 1977
1 d4 tLlf6 2 ,igs dS 3 .ixf6 gxf6
La captura 3 ... exf6 la analizaremos en la
siguiente partida.
58
4 g3 eS 5 e31.Mfb6 6 tt:lc3 e6 7 ~b1 tt:lc6 8 tt:lf3
.id7 9 .ig2 cxd410 exd41.Mfa6
Aquí surge una situación psicológica muy
especial. En las posiciones de este tipo/ en
las que la casilla hS es débil 1 se ve muy se-
ductora la maniobra del caballo desde c3
a f4. Por eso parece bastante natural 11
a3/ seguida de 12 é2le2/ 13 0-0 y 14 é2lf4.
Yo había intentado profundizar en la esen-
cia de la posición y comprendí que en la
ga jugada era bastante mejor desarrollar el
alfil por h3/ y no por g2: en ese caso ten-
dría mejores perspectivas. Por ese motivo
decidí jugar...
11.if1 ...
con la esperanza de aclarar las intenciones
de mi oponente. Evidentemente/ Don-
chenko interpretó la jugada 11 ~f1 como
una oferta velada de tablas y sobreestimó
su posición/ aunque en respuesta a 11 ...
\Wb6 las blancas habrían jugado 12 ~h3.
Otro logro de las blancas en esta situación
fue que las negras gastaron alrededor de
veinte minutos en su reflexión.
La partida continuó:
11 ... 1.Mfa512 .ih3 b513 a3!?
Un sacrificio de peón interesante. Por su-
puesto/ podía haber jugado sencillamente
13 .8:a1 o 13 0-0~ no obstante la jugada de
la partida me pareció muchos más prome-
 Construcción de un repertorio de aperturas
tedora.
13 ... ixa314 W'd3ie7
Las blancas tendrían una compensación
posicional excelente por el peón sacrifica-
do después de 14 ... ib4 15 0-0 ixc3 16
bxc3.
15 0-0 b416lDe2
Es el momento para hacer un resumen de
la apertura. Las blancas han terminado el
desarrollo y están preparadas para luchar
por la iniciativa en el centro y en el flanco
de rey. Las negras tienen en su haber un
peón más y la pareja de alfiles. Sin embar-
go su rey está atascado en el centro y no
encuentra refugio en ninguno de los dos
flancos, y esto le traerá a las negras mu-
chos problemas. Es difícil valorar con exac-
titud esta posición, sin embargo en una
partida práctica es mucho más fácil jugar
con las blancas (y es lo que suele pasar).
16 ... liJd8?!
Donchenko pretende llevar el caballo a
d6, sin embargo esta maniobra parece de-
masiado lenta. Como ya indiqué, es bas-
tante más complicado jugar esta posición
con negras que con blancas.
17l'!fe1lDb718 We3!
La dama blanca apunta a la casilla h6, y al
mismo tiempo refuerza la presión por la
columna «e».
18 ... hS?! 19liJf4liJd6 20 éiJd2!
Todas las casillas por donde las negras
podrían mostrar sus intenciones agresi-
vas están cubiertas. Ahora se amenaza 21
ttJxdS WxdS 22 ig2.
20 ... l:&c8 21l'!a1
Han pasado solo cinco jugadas, y la posi-
ción se ha convertido de confusa en clara-
mente ganada por las blancas.
21 ... Wbs 22l:&xa7 fS
En caso de 22 ... l'J:xc2 el sacrificio del caba-
llo en e6 decide el resultado de la partida.
23 if1 Wb8?! 24l:&ea1lDbs 25l:&7a5 @fs 26
liJb3 if6?
Las negras han preparado la evacuación
de su rey a g7, pero en el proceso han de-
bilitado la casilla cS. El ataque final de las
blancas es sencillo y natural.
27lDcs !es 28 ixbS ixbS 29lDcxe6+! Fxe6
30 '\Wxe6l:&h6 31l:&xb5 Las negras abando-
naron.
Ahora vamos a analizar la captura en f6
con el otro peón: 3 ... exf6
59
Construcción de un repertorio de aperturas
Esta posición se puede jugar más o menos
mediante un esquema. Por lo general, las
blancas procuran desarrollar sus piezas
más o menos así: e2-e3, ii.d3, 4Jd2, l1Jgf3 o
Wlf3, l1Je2 seguido de c2-c4. Las negras re-
accionan situando los peones en c6 y fS, y
después trasladan el caballo por el itinera-
rio 4Jb8-d7-f6-e4. En respuesta a la jugada
c2-c41as negras cambian en c4 y obtienen
un contrajuego confortable en el centro
por las casillas blancas dS y e4.
Como ya dije antes, en los años ochenta
dejé de estudiar el Informador ajedrecístico
y centré mi atención en los clásicos. En-
contré un concepto increíble en los co-
mentarios de Alekhine a unas partidas,
creo recordar, del libro del torneo de Bled
1931, que me habían prestado para leer
durante algunos días. En las posiciones
de este tipo el cuarto campeón mundial
consideraba que era imprescindible pre-
parar el avance c2-c4 mediante la previa
b2-b3, para en caso de cambio tener la
posibilidad de capturar en c4 con peón. Si
las negras no cambiaban en c4, entonces
las blancas podían avanzar el peón a eS e
iniciar un asalto de peones en el flanco de
dama mediante b3-b4, a2-a4, b4-bS. Y la
pregunta es: ¿cuál es la posición más ra-
cional de las piezas para llevar a cabo este
plan?
No está claro que en ese caso las blancas
necesiten tener su alfil en d3. Tal vez su
desarrollo por g2 tenga más sentido. Si las
60
negras cambian, dSxc4 b3xc4, entonces la
posición del alfil en g2 sin duda será pre-
ferible para las blancas, porque ataca al
peón b7. Por otra parte, si las negras elu-
den la captura en c4, entonces en g2 el
alfil puede cumplir una función defensiva,
en especial si el peón «O> avanza a cS. La
posición adquiere un carácter cerrado, y
las blancas disponen de tiempo suficien-
te para trasladar el alfil a la diagonal f1-a6,
con el objeto de preparar la ruptura de
peón b3-b4-bS en el flanco de dama.
Para encontrar la disposición óptima de las
piezas necesitaba una amplia experiencia
práctica en los torneos; sin embargo, esta
no era suficiente. Había comprobado en la
práctica algunas posiciones tras el cambio
dxc4 bxc4, sin embargo las posiciones en
las que las negras eluden el cambio solo
las había analizado. Veamos ahora algunas
partidas con el cambio y las variantes prin-
cipales de mis análisis.
PARTIDA 23
Mijaíl Shereshevsky- Vladímir
llinsky
Apertura Trompovsky [DOO]
Moscú 1979
1 d4l{)f6 2 ,igs dS 3 .ixf6 exf6 4 e3 .ie7 5 g3
0-0 6 .ig2 c6 7 l{)d2 ie6 8 l{)e2 l{)d7 9 0·0
E:e810 b3 f511 c4l{)f612 a3 dxc4?
 Construcción de un repertorio de aperturas
El juego de las negras en la apertura deja
mucho que desear. El desarrollo del alfil
por e? es dudoso, el enroque temprano
no tiene ningún sentido, aunque todo
esto es una bagatela. Sin embargo, la últi-
ma jugada de las negras, el cambio en c4,
es un serio error posicional, que concede a
las blancas una ventaja posicional prácti-
camente decisiva.
13 bxc4 '.WaS?! 14 '.Wc2 :Bad81S :Bfb1 J\c816
eS!
Las negras no pueden oponer nada a la
presión del adversario en el flanco de
dama. De momento sus alfiles no pueden
trabajar, y el punto dS es muy bonito a la
vista, pero solo eso.
16 ... '.Wc717 ctJc4 g618 '.Wa4 a619 :Bb2 ctJdS
20 :Bab1 J\gS?!
La presión de las blancas en el flanco de
dama se vuelve insoportable, y la jugada
de la partida, que va unida a un sacrificio
de calidad, no las ofrece ningún alivio.
21 J\xdS cxdS 22 ctJd6 bS 23 ¿¿jxe8 :Bxe8 24
'.Wb3 J\d7 2S a4 hS 26 axbS axbS 27 f4 J\f6
Las blancas tienen ventaja de calidad y
mejor posición. La materialización de la
ventaja no requiere grandes esfuerzos. La
partida continuó:
28 ~f2 J\c6 29 ctJg1 gS 30 ctJf3 gxf4 31 gxf4
'.We7 32'.Wd3 ~h8 33 :Be2 '.Wd7 34 ct:\es .ixeS
3S fxeS f6 36 exf6 :Be4 37 ~g1 '.We6 38 :Bg2!
:Bxe3? 39 f7! :Be1+ 40 :Bxe1 '.Wxe1+ 41 Wff1
Las negras abandonaron.
PARTIDA 24
Mijaíl Shereshevsky- Vladímir
Litvinov
Defensa Holandesa [ASO]
Minsk 1988
1 d4fS2J\gS
La jugada mágica de alfil a gS también es
posible contra la Defensa Holandesa. Su
justificación táctica consiste en la siguien-
te variante: 2 ... h6 3 ~h4 gS 4 ~g3 f4? S e3
eS 6 exf4 exf4 7 ~xf4 gxf4 8 iM!hS+ ~e? 9
iM!eS+
2 ... ¿¿jf6?!
Esta jugada es un error. En comparación
con las posiciones anteriores el peón do-
blado está situado en f6 en lugar de f?,
con lo que las negras están privadas de la
maniobra tt'lb8-d7-f6-e4. La respuesta co-
rrecta a la jugada de alfil es 2 ... dS.
3 .ixf6 exf6 4 e3 c6 S ¿¿j d2
La última jugada de las negras parece una
provocación. Las blancas pueden avanzar
el peón a eS sin ninguna preparación, sin
embargo después de S c4 dS es precipita-
da 6 eS por 6 ... b6, mientras que la jugada
6 b3 conduce a cierto debilitamiento en el
flanco de dama. Decidí posponer de mo-
mento el estudio de las consecuencias de
esta jugada y seguí por los caminos cono-
cidos:
S ... dS 6 g3 J\d6 7 J\g2 J\e6 8 ctJe2 ctJd7 9 b3
Véase el diagrama siguiente
61
Construcción de un repertorio de aperturas
Las blancas no quieren enrocarse en el
lado corto antes que su adversario, por
miedo al ataque por la columna «h». Yo
realicé el plan recomendado por Alekhine,
permanecer por ahora con el rey en el cen-
tro.
9 ... ~b610Wfc1 \We711 a3 :!::!:c812 0·0
Decidí que ahora mis acciones en el flan-
co de dama serían bastante más efectivas
que las posibles contramedidas de mi ad-
versario en el flanco opuesto, y que había
llegado la hora de enrocarse.
12 ... gS13 c4 ib814 a4 dxc4
Tras este cambio las blancas adquieren
nuevas ventajas posicionales, aunque,
¿qué se puede recomendar a las negras?
Después de 14 hS 1S aS tt:la8 16 cxdS
oo•
cxdS 171Wb2 las blancas van muy por de-
lante de su rival en el desarrollo de la ini-
ciativa.
1S bxc4 Wff7 16 eS ét:lds 17 Wlb2 hS 18 :!::!:fbl
:!::!:h719 :!::!:a3 aS?
Litvinov tiene la intención de repeler el
ataque con la construcción de una barrera
mecánica, a saber, con el peón en aS y el
caballo en b4, sin embargo su construc-
ción defensiva es socavada por una mina
táctica. Merecía atención 19 h4, para ob-
oo•
tener algún tipo de contrachance práctica.
62
20 éL\ c4 éL\ f4?!
Cuando realizaron su jugada anterior las
negras contaban con este salto. Tenía
cierto sentido el contraataque desespe-
rado que empieza con la jugada 20 f4!?,oo•
aunque para jugar así las negras deberían
haber visto que después de 20 tt:lf4 su
oo·
posición se torna desesperada.
21 exf4ixc4
22dS!
Este sacrificio posicional de peón permi-
te a las blancas de forma inesperada in-
cluir todas sus piezas en el ataque al rey.
La atención de las negras estaba dirigida
casi completamente al flanco de dama, y
allí tienen éxito, sin embargo tras esto el
flanco de rey se queda prácticamente in-
defenso.
Debo señalar que al jugar 2 ~gS las blan-
cas están obligadas constantemente a
buscar y encontrar soluciones creativas y
originales.
22 ... gxf4?!
El cambio brusco del carácter de la posi-
ción afectó negativamente a Litvinov, que
al mismo tiempo se encontraba en graves
apuros de tiempo. Como resultado, perdió
en unas pocas jugadas. Es dudoso que las
negras pudieran salvar la partida después
 Construcción de un repertorio de aperturas
de 22 ... ~xdS 23 ~xdS cxdS 24 4:ld4, aun-
que en cualquier caso esta variante las
concedía mayores posibilidades.
23 d6!
Ahora el alfil de casillas negras está exclui-
do del juego, mientras que las torres blan-
cas acceden a la casilla e?.
23 ... ia7 24lLlxf4 ~f8
También era desesperado 24 ... ~xcS a
causa de 25 E\el +y 26 E\e7.
25 ~e3 ~eS 26 ~xe8+ Wfxe8 27 Wfxf6+ ~g8
28Wfxf5 Las negras abandonaron.
PARTIDA25
Mijaíl Shereshevsky- Eduard
Barkovsky
Apertura Trompovsky [DOO]
Minsk 1981
1 d4lLlf6 2 ig5 d5 3 ixf6 exf6 4 e3 if5 5
id3
Las negras han desarrollado su alfil pre-
maturamente, y las blancas intentan in-
mediatamente arrebatar a su adversario la
ventaja de la pareja de alfiles.
5 ... ig6 6lLle2 id6 7 0-0 lLlc6?!
Ahora las blancas tienen la posibilidad de
deteriorar la estructura de peones del ad-
versario también en el otro flanco.
sib5!
En las posiciones en las que el adversario
dispone de la ventaja de la pareja de alfi-
les, es muy importante cambiar el otro ca-
ballo, es decir, dejarle solo con la pareja de
alfiles, sin caballo. Por ejemplo, si hacemos
estas jugadas: 1 d4 CLlf6 2 ~gS dS 3 ~xf6
exf6 4 e3 c6 5 g3 fS 6 ~g2 ~d6 7 CLle2 0-0
8 0-0 CLld7 9 CLld2 CLlf6 1O b3 4:le4 11 f3, en-
tonces llegamos a esta posición:
Aquí las negras cometerían un grave error
posicional si cambiaran su caballo me-
diante 11 ... 4Jxd2? 12 1Wxd2. Las blancas
pueden hacer frente fácilmente al ataque
de su adversario por la columna «e», de-
fendiendo el peón e3. Para conseguirlo
es suficiente mover el rey a f2 y, si es ne-
cesario, la torre a el. En algún momento
las blancas pueden poner de relieve los
defectos del cambio de caballos con la ju-
gada f3-f4!, que inutiliza a la pareja de al-
files. El defecto de la jugada f3-f4 es la de-
bilitación de la casilla e4, sin embargo las
negras no pueden ocuparla si les falta el
caballo. Las blancas continuarán el avance
en el flanco de dama, trasladan su peón
hasta eS, y el resto ya lo sabemos.
Ahora regresamos a la partida:
63
Construcción de un repertorio de aperturas
8 ... 0-0 9 .ixc6 bxc6 1OétJ bc3 E:b8 11 b3 Wl c8
12 é2Jf4
Las blancas mantienen firme su intención
de cambiar uno de los alfiles.
12 ... E:d8 13 é2Ja4 1Mi'f5 14 é2Jxg6 hxg6 15
1Mi'd3!Wlh5
16 f4!?
Esto parece excesivo, pero aun así es la
manera correcta de protegerse contra el
mate. Las blancas debilitan el peón e3 y
el punto e4, sin embargo el adversario
no tiene un caballo para aprovecharse de
ello. Además, las blancas obtienen otras
opciones de juego, ligadas con la manio-
bra l'U1-f3-h3. Por otro lado, la jugada na-
tural 16 g3 permitiría a las negras obtener
la iniciativa en el flanco de dama, según el
esquema: g6-gS-g4, g7-g6, ~g7, Elh8 etc.
16 ... E:e8
En caso de 16 ... gS las blancas responde-
rían con el movimiento 17 \Wfs.
17 E:f3 E:e7?
Las negras no comprenden el proyecto de
su adversario y debilitan la última fila, y al
mismo tiempo obstaculizan a su propio
alfil.
64
Merecía atención 18 c4!? para a 18 ... dxc4
19 bxc4 Elb4? responder 20 eS E\xa4 21
\Wb3! Sin embargo, el traslado inesperado
al otro flanco de la dama 19 ... IWaS! permi-
tiría a las negras obtener buen contrajuego
después de 20 tt'lc3 ~b4 21 ctJd1 cS.
18 ... W.fg419 c4 dxc4 20 bxc4 E:b4 21 a3
No era conveniente 21 eS a causa de 21
... ~xf4! (pero no 21 ... Ele8? 22 \Wa3!) 22
exf4 E\e2 23 Elg3 \Wxf4 24 Elf1 (pierde 24
\Wxe2? \Wxd4+) 24 ... \Wxd4+ 2S \Wxd4 Elxd4
26 tt'lc3 Elc2; las negras tienen tres peones
por el caballo, y las torres muy activas.
21 ... E:xa4 22 W.fb3 E:xe3 23 W.fxe3
Era más fuerte 23 E\xe3, tras lo cual no
salva 23 ... ~xf4 24 Ele8+ ~h7 2S \Wxa4
~xh2+ 26 ~xh2 \Wh4+ 27 ~g1 \Wxd4+ 28
~f1 \Wf4+ 29 ~e2 \Wg4+ 30 ~e3, y el rey
blanco se escapa del jaque continuo. Solo
queda 23 ... \Wxf4
Durante la partida calculé la variante 24
Ele8+ ~h7 (es mala 24 ... ~f8 2S E\xf8+!)
2S \Wh3+ \Wh6 26 \Wxh6+ gh 27 eS ~f4 28
Eld1, y las blancas tienen la posibilidad de
capturar el peón c7 tras la jugada g2-g3.
En el final las blancas disponen de buenas
posibilidades para obtener la victoria. Sin
embargo, decidí jugar al ataque.
Y a pesar de todo, en la posición del últi-
mo diagrama las blancas tienen un bonito
 Construcción de un repertorio de aperturas
camino para ganar: 24 \Wb8+ if8 (es mala
24 ... mh7 25 ~h3+) 25 ~ael!! Se amenaza
el golpe en f8 seguido del mate en e8, y
en respuesta a 25 ... \Wxd4 las blancas sim-
plemente apartan al rey de la clavada, 26
c;t>hl, y renuevan la amenaza. Si se defien-
de ahora el alfil con el movimiento 26 ...
\Wd6, entonces 27 ~e7!!, ¡y a pesar de todo
las blancas capturan en f8!
23 ... E!:xc4?
Era imprescindible 23 ... if8.
24 E!:bl
Perdía en el acto 24 \We8+ if8 25 ~el!, y
para defenderse de la amenaza 26 \Wxf8+
c;t>xf8 27 ~h8++, las negras deben entre-
gar la dama.
24 ... Wfe6
Jugada única.
25 Wfg3?!
Y aquí llevaba a la victoria la jugada para-
dójica 25 \Wel !!, y gracias a la amenaza 26
~e3 las blancas se apoderan de la colum-
na «e».
25 ... g5
Las blancas amenazaban dar mate a su ad-
versario después de 26 ~b8+ if8 27 ~h8+
c;t>xh8 28 ~xf8+ c;t>h7 29 \Wh4++
26 Wfd3?!
Esta jugada natural, con cuya ayuda las
blancas de nuevo plantean una amenaza
de mate, en realidad deja escapar la ven-
taja. Se conservaban las posibilidades de
victoria después de 26 \Wel! if8 27 \Wxe6
fxe6 28 fxg5 fxg5 29 ~b7.
26 ... g6 27 E!:e3 Wf d5 28 E!:e8+ @g7 29 E!:bb8?!
Tras esta jugada «activa» la ventaja podría
haber pasado a manos de las negras. Man-
tenía la igualdad 29 \Wh3! \Wxd4+ 30 mh 1
if8 31 ~xf8 c;t>xf8 32 \Wh8+ me 7 33 ~e 1+
c;t>d6 34 \Wf8+ c;t>d5 35 \Wxf7+ c;t>c5 36 fxg5
fxg5 37 ~bl!
29 ... gxf4??
Las negras se encontraban en un terrible
zeitnot y no pudieron encontrar el ca-
mino exacto. Después de 29 ... ~el+ 30
cj;lf2 \Wa2+ 31 \We2 (31 ~e2 \Wc4 32 ~ee8
\Wc2+!) 31 ... \Wxe2+ 32 c;t>xe2 gxf4 tendrían
tres peones por la calidad, y las blancas
deberían esforzarse mucho para conse-
guir un empate.
Ahora todo termina con un mate:
30 E!:gs+ @h6 31 E!:h8+ @95 32 h4+ @g4 33
Wfh3++
Vamos a examinar las posiciones que sur-
gen cuando las negras evitan el cambio
del caballo f6 por el alfil blanco.
1 d4 ttlf6 2 .ig5 ttle4
Esta jugada conduce a una posición agu-
da y compleja.
3ih4
3 ... g5
65
Construcción de un repertorio de aperturas
La respuesta principal. En ocasiones las
negras juegan aquí 3 ... eS, 3 ... dS e incluso
3 ... c6. Después de 3 ... eS lo mejor para las
blancas es jugar 4 f3 (si 4 ctJd2, entonces 4
... dS! proporciona a las negras buen jue-
go). Después de 3 ... eS 4 f3, en la partida
Shereshevsky - Gufeld, Daugavpils 1978,
las negras jugaron 4 ... ctJf6!? Si compara-
mos esta posición con la que surge tras 1
d4 ctJf6 2 ~gs eS, vemos que aquí el alfil
blanco está situado en h4, y el peón en
f3. Ahora el cambio S ~xf6, a diferencia
de 3 ~xf6, es imposible para las blancas,
porque las negras pueden responder con
impunidad S ... exf6! Otro cambio, 6 dxcS
~xcS, ahora o más tarde, tampoco lo acon-
sejaría el doctor, a causa de los agujeros
por la diagonal g1-a7. Ydespués de S ctJc3
(en lugar de S ~xf6) S ... cxd4 6 iWxd4 ctJc6
7 iWd2 e6 la posición se asemeja a una ex-
traña Siciliana. Por desgracia, estoy muy
lejos de ser considerado un experto en
la variante Rauzer de la Defensa Siciliana,
y me resulta difícil hacer una evaluación
exacta, no obstante creo que las negras no
tienen nada de lo que quejarse.
Posteriormente llegué a la conclusión de
que las blancas deberían haber intenta-
do sacar provecho de los dos tiempos de
ventaja con la ayuda de un sacrificio de
peón después de S dS iWb6 6 e4 iWxb2 (6
... .!DxdS? 7 iWxdS \Wxb2 8 iWxcS ctJc6 9 \Wc3)
7 ctJd2
En mi opinión, en la posición del diagrama
66
las blancas obtienen buena compensa-
ción por el peón. Esta opinión se confirmó,
en particular, en la partida jugada en el
cambio de siglo Chepukaitis- Emelin, San
Petersburgo 2000.
Si las blancas no quieren jugar tan agu-
do y sacrificar un peón, entonces pueden
probar la jugada S c3. El juego puede con-
tinuar así: S ... 1Mlb6 6 iWd2 dS 7 e3 ~fS 8
g4 ~g6 9 ctJe2 con una posición bastante
interesante y compleja, que por lo que yo
sé todavía no se ha probado en la práctica.
En lugar de 3 ... eS hay otra posibilidad
más: 3 ... dS 4 f3 ctJd6. Así siguieron las
partidas Shereshevsky- Kupreichik, Minsk
1979, y Shereshevsky- Tukmakov, Moscú
1981. En la primera partida después de S
ctJc3 las negras jugaron sin precisión: S ...
c6 6 e4 iWb6 7 l"í:b1 g6 8 ~f2, consiguieron
una posición muy mala y perdieron. Tuk-
makov reaccionó con mayor energía: S ...
eS! 6 de ctJfS 7 ~f2 d4!, con compensación
más que suficiente por el peón; la partida
terminó con una victoria convincente de
las negras.
La quinta jugada de las blancas es mala:
en lugar de S ctJc3?! debieron jugar S c3!
Ahora la maniobra S ... eS 6 dxcS ctJfS 7 ~f2
no es tan fuerte, porque las blancas con-
trolan la casilla d4. Por otro lado, las blan-
cas aventajan a su adversario en el desa-
rrollo y tienen buenas expectativas para
apoderarse de la iniciativa.
Para terminar, la jugada 3 ... c6 va unida a
una trampa: las negras pretenden empeo-
rar la estructura de peones de su adversa-
rio con ayuda de 4 ... iWaS+ y S ... iWhS. La
solución más sencilla es 4 c3, aunque tam-
bién son posibles otras jugadas.
Regresemos a la jugada 3 .•. g5 La partida
puede continuar así: 4 f3 gxh4 5 fxe4 eS 6 e3
Véase el diagrama siguiente
 Construcción de un repertorio de aperturas

PARTIDA 26
M. Shereshevsky- B. Maryasin
Apertura Trompovsky [A45]
Minsk 1978

6 ... Wfb6 7ll:l c3 cxd4

En caso de 7 ... e6 8 lLlf3 \Wxb2 las blancas

pueden intentar tomar la iniciativa. Por
ejemplo: 9 ltJ bS \Wb4+ 1O ~f2! \W aS 11
lt:Jes.
La inusual estructura de peones de ambos
bandos hace que la posición del diagrama 8 exd4ll:l c6 9ll:l f3
sea muy original. Aquí no existe una teo-
ría tan extensa como en la vieja y buena Es muy prometedora 9lLldS \Wd8 1Oc3.
Apertura Española o el Gambito de Dama.
La antigua partida Bondarevsky - Boles- 9 ... ig7?
lavsky, Moscú 194S, aparece en todos los
libros de texto, y en base a ella esta posi- Durante varias jugadas seguidas las ne-
ción ha sido considerada durante mucho gras eluden capturar el peón b2, por te-
tiempo como favorable a las negras. Des- mor a la iniciativa del adversario. Con su
pués de 6 ... ~h6 7 \Wd3 lt:Jc6 8 lLld2 cxd4 último movimiento Maryasin provoca el
9 exd4 \Wb6 1O ltJ b3 aS 11 a4 dS 12 lt:Jf3 paso al final, que acepto con gusto. Era
ltJ b4 13 \W d 1 0-0 14 ~d3 lt:Jxd3+ 1S \Wxd3 mejor 9 ... e6.
\W g6 16 lt:Jxh4 \Wxe4+ 17 \Wxe4 dxe4, Bo-
leslavsky, efectivamente, obtuvo ventaja. 10 ll:ldsWfaS+? 11Wfd2! Wfxd2+ 12 <Jixd2 o-o
Sin embargo el juego de las negras dista 13 c3 e614ll:le3
de ser el ideal, de acuerdo con los estánda-
res modernos. En primer lugar, el caballo
b1 debe desarrollarse por c3, y la coordi-
nación entre la torre a1 y la dama no debe
interrumpirse con la jugada 7 \Wd3.

La posición del diagrama tras la sexta

jugada de las blancas es muy interesan-
te. El poderoso centro de peones de las
blancas es impresionante, en especial si
logran mantener los peones en su posi-
ción actual. Los peones doblados negros
del borde del tablero, definitivamente, son
una debilidad, que se puede explotar en el La pareja de alfiles no compensa la de-
final, aunque por ahora las blancas deben bilidad de los peones doblados «h». Las
estar preparadas para las complicaciones blancas poseen un centro poderoso y un
que pueden surgir en cuafquier momento. desarrollo excelente de piezas; de hecho,
Quiero mostrar algunas partidas donde lo- ¡una posición ganada!
gré pasar al final.
14 ... if615 eS ie716 dS! exdS 17ll:lxd5 d6

67
Construcción de un repertorio de aperturas
18 i,bs i,d8 19 exd6
La ventaja de calidad (de posición) se
transforma en ventaja numérica (de peo-
nes). Lo que sigue es la fase de realización.
19 ... h3 20 gxh3!
Típico en posiciones de este tipo. Es mejor
no dejar al rival los peones que han pene-
trado demasiado en tu propio campo.
20 ... i,e6
La captura 20 ... !xh3 no afectaba particu-
larmente al resultado de la partida.
21 tLlf4 i,b6 22 l2Jxe6 fxe6 23 i,xc6 bxc6 24
me2 E!:ad8 25 E!:ad1
La posición está más o menos definida. El
resto es cuestión de técnica sencilla.
25 ... eS 26 E!:hf1 E!:f6 27 d7 E!:f7 28tLlg5 E!:f:d7
29 E!:xd7 E!:xd7
Las negras incluso han conseguido recu-
perar el peón, aun así sus cuatro peones
«tullidos» no dejan posibilidades de salva-
ción. La posición de las negras está com-
pletamente perdida.
30 E!:f6!
A las blancas les resultará muy útil contro-
lar la sexta fila, para obligar al alfil adversa-
68
rio a retirarse a d8, y así tener la posibilidad
de jugar ttJg5-e6 con ganancia de tiempo.
30 ... E!:g7 31 h4 E!:g6
El final de piezas menores es tan desespe-
rado para las negras como el de torres.
32 E!:xg6+ hxg6 33 mf3 ~g7 34 mg4 .ie3 35
tLle4 'kt>h6 36 b3 i,b6 37 c4 i,d4 38 ét:Jgs a6
39 ét:Je4 i,g1 40 h3 i,d4 41tLlg3 i,f2 42 ét:Je4
Aquí se aplazó la partida, sin embargo las
negras abandonaron sin reanudar el jue-
go. Las blancas ganan fácilmente: avanzan
el peón «h» hasta hS, obtienen un puesto
avanzado para el rey en fS y después cap-
turan el peón eS.
PARTIDA 27
M. Shereshevsky- S. Yuferov
Apertura Trompovsky [A45]
Minsk 1985
6 ... i,h6 7 ~f2
Esto es mejor que 7\Wd3.
7 ... ét:Jc6
En esta posición son posibles otras juga-
das; por ejemplo, 7 ... e6 y 7 ... cxd4, aun-
que por lo general por transposición de
jugadas conducen a la misma posición. La
 Construcción de un repertorio de aperturas
jugada 7 ... \Wb6 es imprecisa, porque las
blancas juegan 8 etJc3 con la amenaza 9
etJa4, y 8 ... cxd4 proporciona a las blancas
una opción adicional, 9 \Wxd4.
Examinaremos las consecuencias de los
movimientos 7 ... e6 y 7 ... cxd4. Al jugar
7 ... cxd4 las negras comienzan a ejercer
presión con sus piezas sobre el centro del
oponente y amenazan capturar el peón
b2. Los acontecimientos pueden desarro-
llar de esta manera: 8 exd4 etJc6 9 etJf3 \Wb6
1O etJc3 \Wxb2 (son mejores las jugadas
que se han dado en la práctica, 1O ... d6 o
10 ... e6) 11 etJbS Wd8? (es imprescindible
11 ... 0-0 con juego de doble filo) 12 ~b1
\Wxa2 13 dS!, y las negras sufren pérdidas
materiales. Por ejemplo: 13 ... etJb8 14 \Wd4
\Wxc2+ 1S ~e2 ~g8 16 ~b2.
En caso de 7 ... e6 8 etJc3 etJc6 9 etJf3 cxd4
1O exd4 \Wb6 el juego de las negras parece
bastante sensato. De hecho, en la variante
anterior se puede llegar a esta posición si
las negras juegan 1O ... e6 en lugar de 1O
... \Wxb2?
Aquí la continuación más fuerte es 11
~bS, porque en cualquier momento las
blancas pueden optar por eliminar el ca-
ballo enemigo para aliviar la presión so-
bre el peón central d4. Las blancas tienen
la maniobra más emprendedora, aunque
arriesgada, 11 etJbS?! A los jugadores de
hockey canadienses les gusta arrojar el
disco al centro del adversario, y después
todos los patinadores se lanzan detrás de
él para arrinconar a los adversarios en su
zona. Esta analogía con el hockey tiene su
sentido: las blancas intentan establecer un
caballo en la retaguardia de su adversario
y lo apoyan con sus peones. Sin embargo,
la práctica ha demostrado que tras una
defensa correcta las negras se apoderan
de la iniciativa. Por ejemplo, 11 etJbS 0-0!
12 c4 d6 13 etJxd6 eS 14 \Wb3 exd4 (aún
es más fuerte 14 ... \Wd8! 1S dxeS lLlxeS 16
~d1 etJg4+) 1S \Wxb6 ~e3+ 16 We1 axb6,
con posibilidades un poco mejores para
las negras, Aleksandrov- Loginov, Kstovo
1994.
Regresemos a la partida Shereshevsky -
Yuferov.
7 ... ll'lc6 8 dS
Ya había jugado anteriormente con este
adversario en 1979 y probé 8 c3 (sería un
error 8 etJc3?? por 8 ... ~xe3+). La partida
continuó así: 8 ... \Wb6 9 Wfb3 cxd4 1O cxd4
(1 O exd4? ~el!) 1O ... \Wxb3 11 axb3 eS 12
etJf3 d6; más adelante las blancas obtuvie-
ron una gran ventaja posicional, proba-
blemente decisiva. Era evidente que Yufe-
rov había encontrado una mejora; tal vez
quería entregar una pieza por tres peones
después de 1O ... ~xe3+!? 11 Wxe3 (11
\Wxe3 \Wxb2+) 11 ... \Wxd4+ 12 We2 \Wxe4+.
Decidí desviarme yo primero, porque con-
sideré que la posición de la partida del año
1979 era bastante confusa.Así,
8 ... ll'les 9 Whs d6 10 ibS+ id7 11 ll'lf3
ig712 a4
Véase el diagrama siguiente
Las blancas se han hecho con la iniciati-
va, sin embargo no pueden subestimar
el margen de seguridad de la posición de
las negras. Yuferov debió ganar un peón
mediante 12 ... etJxf3 13 gxf3 ~xb2 14 ~a2
~f6, y aunque después de 1S f41a posición
Construcción de un repertorio de aperturas
de las blancas parece muy amenazadora,
no se ve nada concreto: 15 ... a6! 16 ~xd7+
\Wxd7 17 t2Jd2 fí:g8 seguido del enroque
en el lado largo.
Las negras no quisieron entrar en esta po-
sición de doble filo y prefirieron jugar un
final con un peón menos.
12 ... 0-013 .ixd7 Wfxd714lLlxh4 Wfg4?
Era mejor conservar las damas en el table-
ro, mediante la jugada 14 ... ~h8. Ahora la
suerte de la partida está decidida.
15 Wfxg4lLlxg416 'if:?f3 ét:leS+ 17 'if:?e2lLlg6
18lLlxg6 hxg619lLld2 b6 20 c3 a6
Las blancas tienen un peón más, y es hora
de decidir un plan para su materialización.
Sería muy ingenuo empezar a avanzar in-
mediatamente los peones del flanco de
rey, para crear un peón pasado. Las ne-
gras podrían obtener contrajuego en el
70
lado opuesto del tablero. Lo mejor para las
blancas es aclarar primero la situación en
el flanco de dama, intentar crear allí debili-
dades, y solo después comenzar un juego
combinado en ambos flancos.
21 ~a3!
De esta manera las blancas liquidan la
amenaza b6-b5 y preparan b2-b4.
21 ... ~ab8 22 'if:?d3 .if6 23 h3
Las blancas no deben darse prisa: debe
impedirse que la torre negra acceda a la
columna «h» con ganancia de tiempo.
Además, en posiciones de este tipo a ve-
ces es útil conceder al adversario la posibi-
lidad de mostrar actividad.
23 ... 'if:?g7 24 ~b1 ~feS 25lLlf3 ~c7 26 b4 c4+
Ahora las blancas obtienen un excelente
puesto avanzado en d4, aunque aparente-
mente parecía más desagradable para las
negras abrir la posición.
27 'if:?c2 ~h8 28 ~aa1 ~ceS 29 b5 aS
Ahora las blancas deben preparar la ma-
niobra t2Jf3-d4-c6. No obstante deben
tener cuidado, porque las negras pueden
obtener cierto contrajuego con el movi-
miento fí:h4. Además, tras el cambio t2Jd4-
~xd4-cxd4 surge un final de torres en el
que las negras pueden crear algún tipo
de contrajuego en el flanco de dama. Las
blancas deben paralizar las acciones del
oponente, ejerciendo presión por la co-
lumna «f».
30 ~f1 ~h5 31 ~ad1 ~d8?! 32 ~d2 .ieS
Véase el diagrama siguiente
Las negras intentan oponerse a la presión
de las blancas por la columna «f», pero
conceden a las blancas la excelente posi-
 Construcción de un repertorio de aperturas
bilidad de jugar 33 éDd4!
Justo a tiempo, porque las negras no pue-
denavanzarelpeón«b.
33 ... :Bh4 34 :Bdf2 if6 3S CL\c6 :Bf8 36 :Bf4
Todo ha terminado. El caballo se ha situa-
do en la casilla c6, y ahora el peón c4 es
vulnerable. Todavía siguió:
36 ... i,gs 37 :Bxh4 ixh4 38 eS :Bes 39 :Bf4
i,gs 40 :Be4 fS 41 exf6+ <i>xf6 42 <i>d2 e6 43
h4 ih6 44 g4 gS 4S hS eS 46 :Bxc4 e4 47 ctJd4
Las negras abandonaron.
PARTIDA28
Mijaíl Shereshevsky- Manuel
Apicella
Apertura Trompovsky [A45]
Budapest 1991
1 d4 é2Jf6 2 igs CL\e4 3 ih4 eS 4 f3 gS S fe gh
6 e3 'I.Wb6?!
Como ya sabemos, es más precisa 6 ... ~h6,
que obliga al rey blanco a desplazarse a f2.
7 étJc3ih6?
Esta jugada ya es un error. Las negras ya
se abstuvieron de desarrollar el alfil por h6
en la jugada precedente, por eso debieron
seguir con el mismo espíritu y jugar 7 ... e6.
8étJdS!'I.Wd8
El ajedrecista francés admite su error. Era
interesante el sacrificio de torre median-
te 8 ... \Wg6. Después de 9 C!Jc7+? md8 10
C!Jxa8 \Wxe4 las negras tienen cierta com-
pensación; sin embargo, las blancas pue-
den jugar la sencilla 9 iWf3 con idea de lle-
var el caballo g 1 a f4. Debe señalarse que 8
... W/aS+ 9 c3 e6 no vale por 1OiWhS! exdS?
11 \!MeS+
9 'I.WhS ig710 \Wxh4 cxd411 \Wg3 <i>fs
12 exd4!
No soy diferente de la mayoría de jugado-
res de ajedrez, que prefieren atacar con
material equilibrado a defenderse con
ventaja material. Durante el juego calcu-
lé que las complicaciones después de 12
C!Jc7 dxe3 13 C!Jxa8 \!MaS+ 14 c3! ~xc3+ 1S
me2, probablemente redundaban en fa-
vor de las blancas; sin embargo, no quise
71
Construcción de un repertorio de aperturas

ponerme a la defensiva. Intuitivamente 19 ... ixb2+ 20 ~xb2 ~g7 21 ét:lc7! E:f8 22

tomé la decisión correcta, porque después ~hf1! Las negras abandonaron.
de 1S ... \WbS+! 16 ~xe3 \Wxb2 17 l3.d 1 d6
el ataque de las negras compensaba de Nos queda analizar algunos de los movi-
sobra la pérdida de material. mientos que por transposición llevan a
variantes principales de la apertura. Por
Para completar el cuadro, añadiré que des- ejemplo, las negras pueden jugar 6 ... tLlc6,
pués de 13 0-0-0! (en lugar de 13 tLlxa8) y después 7 é2Jc3 ih6.
13 ... Él.g8 14 mb1 ih6 1S \Wh4 \Wxc7 16
\Wxh6+ l3.g7 17 \Wxe3 las posibilidades de
las blancas también son preferibles, aun-
que la continuación de la partida es bas-
tante más fuerte.

12 ... ixd4 13 0-0-0 ~g8 14 Wfh4

Algo más fuerte que 14 \Wc7 ib6 1S \Wf4

é2Jc6 (pierde 1S ... e6? a causa de16 \Wh6+!
l3.g7 17 é2Jf6 ie3+ 18 \Wxe3 \Wxf6 19 \WcS+)
16 é2Jf3.

14 ... ét:lc615 ét:lf3 ig716 ét:\gs
Las blancas no pueden jugar 8 ~f2 por 8
... ixe3+ Sin embargo, pueden jugar 8 dS!
é2Jb8 9 eS ixe3 1Oic4 con una iniciativa
mortífera por el peón. A veces las negras
juegan 6 ... cxd4 7 exd4 eS

16 ... h6?

El error decisivo en una posición mala. La

última jugada de las negras es demasiado
optimista e ignora las amenazas tácticas
del adversario. Resistía más 16 ... tLleS,
aunque tampoco salvaba.
17 ét:lxf7! ~xf718Wfh5+ ~f819ic4
Aquí es muy fuerte 8 \WhS! d6 9 é2Jf3 l3.g8
1O é2Jc3!, Ker - Kulashko, Auckland 1997.
También es interesante 8 ic4!? con bue-
nas posibilidades de ataque. Esta posición
merece un análisis cuidadoso.

No hay defensa contra el ataque de la to- No intento demostrar que las blancas ob-
rre blanca. Todavía siguió: tengan ventaja con el movimiento igS en
la segunda jugada. Si este fuera el caso,

72
 Construcción de un repertorio de aperturas
esta jugada se encontraría en las parti-
das de los matches por el campeonato
del mundo. Sin embargo, el lector ya de-
bería estar convencido, vistas algunas de
las partidas precedentes, de que un movi-
miento impreciso a menudo lleva a las ne-
gras a dificultades insuperables. Además,
las blancas no necesitan complicar mucho
la lucha, y pueden jugar tranquilas, con-
tando con una ventaja cómoda en el final.
Me gustaría que el lector intente formar su
propia teoría, diferente de la teoría de esta
variante ofrecida por los libros, que por
supuesto en el futuro se refinará aún más.
Ahora examinemos la jugada 2 ... e6
Las blancas deben jugar 3 e4, en otro caso
la jugada de alfil no tiene ningún sentido.
3 ... h6
Hace tiempo analicé la jugada 3 ... eS y no
pude encontrar nada convincente para las
blancas después de 4 eS h6. Decidí jugar
de esta manera con negras contra el gran
maestro Lputian en el campeonato de las
Fuerzas Armadas de 1984; sin embargo,
después de 4 dS! h6 S ~xf6 W!xf6 6 tt:Jc3
a6 7 tt:Jf3 eS? 8 a4 b6 9 ~d3 d6 1O éLld2
conseguí salvar la partida solo a costa de
grandes esfuerzos y con la ayuda de mi
adversario.
PARTIDA 29
Mijaíl Shereshevsky- lvica Raicevié
Apertura Trompovsky [A45]
Doiran 1992
1 d4 étlf6 2igs e6 3 e4 h64.ixf6 '1Wxf6 S étlc3
.ib4 6 '1Wd2 eS!?
Una decisión interesante. Las negras in-
tentan atacar inmediatamente el centro
blanco, para impedir la jugada f2-f4.
7 eS '1We7 8 a3 ias
Después de 8 ... cxd4 9 axb4 dxc3 1OW/xc3
0-0 11 bS las blancas están un poco mejor.
9b4!
Las blancas necesitan jugar enérgicamen-
te, de lo contrario las negras destruyen
los restos del centro de su adversario y se
quedan con la fuerte pareja de alfiles.
9 ... cxd4
En caso de 9 ... cxb4 sigue 10 éLJbS tt:Jc611
axb4 ~xb4 12 c3 ~as 13 éLJd6+
10 étJ bS .ib611 étld6+ ci>d812 étlf3
Merece atención 12 f4, como se jugó en
algunas partidas posteriores.
12 ... étlc6
73
Construcción de un repertorio de aperturas
Una alternativa interesante es 12 ... f6!?
13 .ibS f614.ixc6 bxc615l2Jxd4
15 ... ilc7?
Hasta este momento ambos adversarios
habían jugado bien, pero ahora las negras
deberían haber capturado con sangre fría
el peón eS. Después de 15 ... fxeS 16 ttJ6f5
1Mlf6 17 tt:lxc6+ ~e8 (17 ... r:/iJc7? 18 1Mfd6+
r:!iJb7 19 tt:laS+ ~xaS 20 bxaS) 18 CLld6+
r:J:Jf8 19 tt:laS! (19 tLle4? 1Mlh4 20 1M!d6+ r:!iJg8
21 tt:le7+ mf7) se llegaba a una posición
muy interesante:
Esta posición es crítica para evaluar las
acciones precedentes de ambos rivales.
Requiere un análisis detallado, aunque
definitivamente prefiero la posición de las
blancas.
No obstante, volvamos a la partida.
74
16é2Jf3 fxeS 17 0-0-0 E:f8 18l2Jxe5 E:xf2 19
Wlc3
El principio de «no apresurarse» en acción:
las blancas incrementan la presión, y man-
tienen todas las amenazas. Por desgracia,
pasé por alto un contrajuego oculto del
adversario, tras lo cual comencé a repro-
charme por pensar abstractamente y des-
cartar otra continuación prometedora que
vi sobre el tablero: 19 tt:lxc8 mxc8 20 1Mlc3,
y las negras no pueden defender el punto
d7. Sin embargo, objetivamente la jugada
de la partida es más fuerte.
19 ... E:e2! 20 ilb1
No era posible la captura en c8 por 20 ...
1M/g5+
20 ... E:e3
Ahora a 20 ... iWgS sigue 21 CLle8+
21 Wlb2 .ia6
El ingenio de las negras las permitió evitar
una catástrofe inmediata.
22 bS?!
Esta imprecisión se debe a un mal cálculo
de la variante. No era difícil encontrar 22
ttJdc4!, tras lo cual la variante 22 ... ~xc4
23 f\xd7+ 1Mfxd7 24 tt:lxd7 mxd7 251Mlxg7+
r:!iJc8 26 fld1 ~dS 27 f\f1 proporcionaba a
 Construcción de un repertorio de aperturas

las blancas una victoria sencilla.
22 ... gbs?
Agobiado por el zeitnot el gran maestro
yugoslavo comete un error decisivo. Era
imprescindible jugar 22 ... cxb5, y ahora
en caso de 23 etJf5 exf5 24 Eí:xd7+ \Wxd7 25
etJxd7 ~xd7 26 \Wxg7+ ~c6 27 Eí:dl apa-
rece 27 ... ~c8! Ambos pasamos por alto
esta oportunidad, gracias a la cual la ven-
taja pasaba al bando de las negras. Si bien
es cierto que en lugar de 23 etJf5? es bas-
tante más fuerte 23 Eí:hfl! Eí:d8 24 etJxb5+
~xb5 25 \Wxb5 con amenazas imparables,
aunque no estoy seguro de pudiera haber
encontrado sobre el tablero esta conti-
nuación.
Después de 22 ... Eí:b8? las blancas conser-
van la ventaja de material y ganan sin es-
fuerzo. La partida terminó de la siguiente
manera:
fil por d3, mientras que las negras quieren
situar su caballo en f6 tras el avance del
peón «f», para evitar tener que defender el
peón f5 mediante g7-g6. Al mismo tiem-
po las negras permiten que el adversario
avance su peón «e».
7 CLle2
Ahora y en la jugada siguiente las blancas
podían jugar e3-e4, aunque esto llevaría a
una posición absolutamente distinta.
7 ... lLld7 8 b3 fS 9 c4lLlf610 '1Wc2 Cbe4
Las negras han conseguido continuar sin
la jugada g7-g6.
11 0-0 0-0 12 eS i.c713 b4

23lLlfS exfS 24 gxd7+ '1Wxd7 2SlLlxd7 'it>xd7

26 '\Wxg7+ 'it>e6 27 '1Wxh6+ 'it>e7 28 '1Wf4 gb7
29 '\WgS+ 'it>e6 30 '\Wg6+ 'it>es 31 bxa6 gbs
32 gn i.d4+ 33 mc1 gfs 34 '1Wg7+ gf6 3S
g4 'it>dS 36 gd1 gxa3 37 gxd4+ Las negras
abandonaron.

No pretendo convencerle de que con

blancas es suficiente jugar 2 ~g5 para ga- Las blancas siguen la línea estratégi-
nar, por eso mostraré una partida que ter- ca principal. Las negras deben buscar
minó a favor de las negras. contrajuego en el otro lado del tablero.

PARTIDA 30
Las negras amenazan el sacrificio del alfil
Mijaíl Shereshevsky- V. y obligan a las blancas a debilitar su flanco
Bogdanovsky de rey.
Apertura Trompovsky [DOO]
Doiran 1992 17 g3 '1We718 bxc6 bxc619 gab1 i.cs

1 d4 CLJf6 2 i,gs dS 3 i.xf6 exf6 4 e3 i.e6 S Véase el diagrama siguiente

Cb d2 c6 6 i.d3 i.d6
20aS?
Las blancas han decidido desarrollar su al-

75
Construcción de un repertorio de aperturas
No es fácil imitar a Petrosian. Las blancas
no advierten el peligro y continúan ab-
sortas el juego en el flanco de dama. Mi
último movimiento se puede comparar
con el antiguo ritual japonés del «haraki-
ri». Entonces me encontraba en muy baja
forma, y solo calculé variantes de este tipo:
20 ... !xaS? 21 W/a4!c7 22!a6, tras lo cual
la iniciativa de las blancas en el flanco de
dama se incrementa. Era imprescindible
ocuparse de medidas profilácticas en el
flanco de rey. Por ejemplo, h2-h4, i>g2,
Eí:h 1, y solo después pensar en acciones en
el otro lado del tablero.
20 ... gS!
Directo a la diana. Las negras preparan la
apertura de la posición mediante f5-f4, y
la jugada 21 Eí:fe1 no lo impide, porque las
negras capturan el peón aS con ganancia
de tiempo. En esta partida las negras no
pudieron hacer frente al ataque del adver-
sario en el flanco de rey, y perdieron, de
hecho, sin luchar. Es poco probable que el
motivo de esto pueda llamarse apuros de
tiempo.
21 a6 f4 22 exf4 gxf4 23 Wlc1 ~g4 24 ll:les
~xeS 2S dxeS ~xe2 26 ~xe2 W/xeS 27 :gb7
:gf6 28 W/b2 Wlxb2 29 :gxb2 f3 30 ~d1 ll:lxcS
31 :ga2 :gbs 32 :gas :gbs 33 :ga3ll:le4 34 :gel
:gb1 3S :gd3 :ga1 36 :g1e3 ll:lc3 Las blancas
abandonaron.
Examinaremos ahora la última apertura
76
«desechable» en este libro, que se inicia
con las jugadas 1 e4 eS 2 d3
¿Cómo se me ocurrió la idea de empezar
la partida de esta manera? A finales de los
años setenta y principios de los ochenta,
Peter Korzubov, mi alumno con mayor ta-
lento, obtuvo buenos resultados en mu-
chas competiciones. Por ejemplo, en 1978
ganó un torneo clasificatorio para el mun-
dial de cadetes, en el que luchó con aje-
drecistas de la talla de Andrei Sokolov, Ehl-
vest y Novíkov. En el campeonato mundial
obtuvo el cuarto puesto detrás de Short,
que fue tercero. Korzubov obtuvo dos nor-
mas para el título de maestro internacio-
nal, sin embargo solo había jugado 22 par-
tidas, y la FIDE exigía como mínimo 24. No
había dudas de que en el próximo torneo
Korzubov obtendría el título de maestro
internacional. Sin embargo, sucedió algo
imprevisto. Inesperadamente, su salud
se deterioró bruscamente y se graduó en
el ejército antes de lo previsto. Korzubov
continuó su participación en los torneos
de vez en cuando pero, por desgracia, es-
taba lejos de su forma anterior ...
Tenía que contar esta triste historia, por-
que a Korzubov no le gustaba jugar 1 d4,
sino 1 e4, aunque evitaba jugar las va-
riantes agudas de la Defensa Siciliana y
procuraba elegir opciones con un juego
estratégico tranquilo. Con frecuencia ob-
tenía posiciones sin perspectivas claras. A
veces le decía en broma: «Petya, me divier-
te ver cómo llevas el caballo a b3, y luego
te esfuerzas en traerlo a f3». Se trataba de
la variante Najdorf en la Defensa Siciliana.
Korzubov era un maestro experimentado,
ya había participado en la Primera liga del
Campeonato de la URSS, y a ese nivel no
es fácil cambiar el repertorio de aperturas
en dos semanas. Por ese motivo me pa-
reció lógico eludir durante algún tiempo
la teoría principal de la Defensa Siciliana.
Tuvimos que recurrir a las aperturas con
 Construcción de un repertorio de aperturas

colores cambiados. Trabajamos mucho

con el siguiente orden de jugadas en la
Apertura Inglesa: 1 c4 d6 2 d4 eS. Ahora
las negras no temen el cambio de damas,
porque el caballo no se ha desarrollado
por f6, y después de 3 dxeS dxeS 4 \Wxd8+
mxd8 S ctJf3 las negras pueden jugar sen-
cillamente S ... f6. Esta es la diferencia con
la variante 1 d4 ttlf6 2 c4 d6 3 ttlc3 eS 4
dxeS dxeS S \Wxd8+ mxd8 6 ctJf3 ctJbd7,
donde las blancas disponen de un plan
muy bueno, relacionado con el avance
del peón «g». Además revisamos una par- en la variante con las jugadas 3 ctJd2 ttlf6,
tida de Larsen, en la que el gran maestro las blancas no consiguen acceder a esta
danés realizó con las negras un plan muy posición debido a la indefensión del peón
interesante: 1 c4 d6 2 d4 eS 3 ctJf3 e4 4 d4. Y en la variante con la jugada 3 eS las
ctJd2 fS S ctJc3 ctJf6 6 e3 c6 7 f3 dS 8 \Wb3 blancas no tienen tiempo para el avance
!e7 9 !e2 0-0 10 fxe4 fxe4 11 cxdS cxdS f2-f4. Aquí, a costa de la pérdida de un
12 tt:Jdxe4 tt:Jxe4 13 ctJxe4 ttlc6 con buena tiempo (el peón d2 ha avanzado a d4 en
compensación por el peón sacrificado. No dos jugadas), ¡las blancas han conseguido
recuerdo si Larsen sacrificó efectivamente mantener el caballo en la casilla ideal b1!
el peón o simplemente lo recomendó, no Lo único negativo, o más bien positivo,
obstante llegué a la conclusión de que se es la inseguridad temporal del peón eS,
podía jugar así con colores cambiados. Me ya que es muy peligroso para las negras
dispuse a comprobar esta variante en el aceptar su sacrificio.
campeonato de Bielorrusia del año 1983,
contra Mochalov. 9 ... !e7

Mochalov rehúsa el sacrificio. La varian-

te principat 9 ... fxeS, la veremos en la si-
PARTIDA 31
guiente partida.
Mijaíl Shereshevsky- Evgeny
Mochalov 10 @h1 0-0 11lDa3
Defensa Siciliana [B25]
Minsk 1983 Las negras no han conseguido el
contrajuego contra el rey blanco típico en
1 e4 eS 2 d3é2Jc6 3 f4 dS 4 .ie2 estas posiciones de la Defensa Francesa, y
ahora la superioridad de las blancas (gra-
El orden de jugadas más preciso para las cias a su ventaja de espacio) es evidente.
blancas en esta variante.
11 ... cxd4 12 cxd4 '\W d8 13 l2J c2l2J b6 14 exf6!
4 ... é2Jf6 5 e5l2Jd7 6é2Jf3 e6 7 c3 f6 8 d4 '\Wb6
90-0 Justo en este momento, cuando el caballo
negro ha perdido el control sobre la casi-
Véase el diagrama siguiente lla f6, es hora de cambiar la estructura de
peones.
Llegamos a la posición que había prepara-
do. En la Defensa Francesa, y en concreto 14 ... .ixf6 15 b3 .id7 16 .id3 l2Jc8 17 '\We2

77
Construcción de un repertorio de aperturas

tLJ d6 18 ia3 W1 c7 19 tLJ eS g6 20 ~a el caballo e3, la partida terminaba inmedia-

tamente.
La ventaja de las blancas se acrecienta
con cada jugada, y ahora empieza a ser 26 ... bxc6 27 !es? eS!
decisiva. Pueden encontrarse algunas im-
precisiones en las acciones de las negras, Pasé por alto completamente esta jugada.
sin embargo me parece que fue más fácil
jugar con blancas esta posición, mientras 28 fS exd4 29 ttJc4
que las negras empezaron a estar mal ya
al salir de la apertura. Vea lo que hice con mi posición absoluta-
mente ganada. Por suerte logré recupe-
20 ... ~fe8 21 Wffg4 tLle4 22 tLle3 ~ad8 rarme. Y en el zeitnot mutuo organicé un
ataque ganador.
Al defenderse de la amenaza 23 tt:lxd5, las
negras pasan por alto un golpe táctico.

29 ... ci>h8

23 ttJxg6 El «columpio» del zeitnot. Después de 29

... !'í:d5! 30 b4 e3 son las negras las que tie-
Esto da fin prácticamente a la lucha. nen ventaja.
Después de 23 ... hxg6 24 \Wxg6+ i.g7 el
procedimiento más rápido para ganar es 301®'gS
25 i.xe4 dxe4 26 d5. Sin embargo, hacía
tiempo que no jugaba en torneos y me Llevaba a ventaja blanca 30 !'í:ce1! e3 31
encontraba en muy baja forma; esto expli- \Wh4.
ca los milagros que empezaron a suceder
a continuación. 30 ... ~dS 31 ttJd6! ~eeS

23 ... ~g7 24 ixe4?! No vale 31 ... !'í:xd6 por 32 i.xd6 Wxd6 33

f6, y es mala 33 ... i.f8? (mantiene más o
Un cambio injustificado. ¿Para qué abrir la menos el equilibrio 33 ... Wlf8) por 34 f7 y
columna «d»? 35 \Wg8++

24 ... dxe4 2S ttJeS ~c8 26 ttJxc6? 32 ttJbS! Wffd7?

Una jugada horrorosa. Después de 26 Si 32 ... cxb5, entonces 33 i.f8! Los saltos
Wh5, con idea de incluir en el ataque al del caballo confundieron a las negras, y no

78
 Construcción de un repertorio de aperturas
encontraron la retirada correcta 32 ... \Wf7!,
tras la cual conservaban mejores posibili-
dades.
33ixd4l:!xbS 34ixeSl:!xeS 3Sl:!cd1l:!dS 36
l:!xdS1M!xdS 371Mle7! 1Mlg8 38 f6
Llevaba más rápido al objetivo 38 :8.d1!
~f8 39i1Me8.
38 ... .ita 391M/xe41Mle6 40 1M/d4 eS?
¡Error en la jugada de control! Después de
40 ... \Wf7 las blancas tendrían que aplicar
una técnica excelente para ganar la parti-
da.
411M/d8 ~g8 42 f7+ ~g7 431M/gS+ Ylas ne-
gras abandonaron. Después de 43 ... \Wg6
gana 44 iWeS+ ct?h6 45 \We8.
Cuando me preparaba junto con el equipo
de Bielorrusia para la Espartaquiada de los
Pueblos de la URSS del año 1983, mostré
el sistema con 2 d3 al gran maestro Viktor
Kurpeichik, quien lo aplicó con éxito en
varias ocasiones.
PARTIDA 32
Viktor Kupreichik- Jaan Ehlvest
Defensa Siciliana [B25]
Moscú 1983
1 e4 eS 2 d3 e6 3 f4 dS 4ie2 ttJc6 S ttJf3 ttJf6
6 eS ttJd7 7 c3 f6 8 d41Mlb6 9 0-0 cxd410 cxd4
fxeS11 fxeSttJdxeS12 ttJxeS ttJxeS
Ehlvest acepta el reto.
13 ttJc3 .id714.igS ttJc6
Véase el diagrama siguiente
La posición del diagrama parece muy
atractiva para las blancas; sin embargo, no
es nada sencillo encontrar el camino co-
rrecto para desarrollar la iniciativa. En esta
partida Kupreichik no consigue resolver
este problema.
1S .ibS?
Era necesario desarrollar el alfil por el otro
flanco. Después de 15 ~hS+! g6 16 ~f6!
(si 16 \Wf3, contando con 16 ... \Wxd4+? 17
ct?h1 ~e7 18 i1Mf7+ ct?d8 19 ~xe7+ Ci'Jxe7
20 ~e2, y los dos peones demás no salvan
a las negras, entonces sigue 16 ... ~e7! 17
i1Mf7+ ct?d8 18 ~xe7+ Ci'Jxe7 19 i1Mf6 :8.e8 20
~g4 :8.c8 con una posición de doble filo)
16 ... :8.g8 17 Ci'Ja4! \Wb4 18 a3 i1Md6 19 ~g4
con compensación más que suficiente por
el peón.
La idea de Kupreichik de continuar el ata-
que en el final parece original. Sin embar-
go, tuvo éxito solo por un error de las ne-
gras.
1S ... 1M!xd4+ 161M/xd4ttJxd417ixd7+ ~xd7
18l:!f7+ ~e8?
Ahora las blancas tienen todo en orden:
recuperan uno de los peones entregados,
y conservan un fuerte ataque. Era bastan-
te más fuerte 18 ... ct?c6! Por ejemplo: 19
:8.c1 ~es 20 mh1 :8.af8 21 :8.xg7 Ci'Jfs, y cae
la torre g7. Después de 18 ... ct?c6 las ne-
gras rechazaban el ataque y conservaban
la ventaja material.
19l:!xb7 h6?
79
Construcción de un repertorio de aperturas
20 lDxdS! hxgS 21 lDe7+ @d7 22 tlJxaS+
@es 23 ~xa7 @bs 24 ~a4! @b7
Si 24 ... il.cS, entonces 2S gaS (2S b4?
ctJe2+ 26 ~f1 !d4) 2S ... ii.b4 26 gxgS
~xa8 27 gxg7 conserva las posibilidades
de victoria.
2S ~f1 'De2+ 26 @f2 lDf4 27 @f3 .id6 2S
~d1 ttJdS 29 ~e1 ~es 30 g3 .ibs 31 ~e1 ~e7
32 ~as ~f7+ 33 ~g4 ~ts 34 ~a3?
Tras esta jugada descuidada las blancas
podían caer bajo un ataque, y ya tendrían
que buscar la salvación. Era imprescindi-
ble 34gccS.
34 ... ttJf6+ 3S @h3
3S ... .id6?
Era correcta 3S ... gf2! con la amenaza 36 ...
g4+ 37 ~h4 gfS!, y las mismas blancas no
pueden jugar 36 g4 por el mate en h2 Solo
80
queda 36 gb3+ ~xa8 37 gc8 g4+ 38 ~h4
gfS (amenaza tanto 39 ... ghS++, como 39
... gS++) 39 gc:b8+ ~a? 40 g8b7+ ~a8
(pero no 40 ... ~a6? 41 g3b6+ ~as 42 b4+
~a4 43 ga?+) 41 gb8+, y todo termina
con jaque continuo.
36 ~b3+ @xaS 37 ~e6 .ics 3S g4 ~dS 39
~a6+ .ia7 40 ~xe6 ~d7 41 ~eS ~dS 42 ~e7
Las negras abandonaron.
Enseguida se probó de nuevo el sacrificio
de peón.
PARTIDA 33
Peter Korzubov- Lembit 011
Defensa Siciliana [B20]
Tallin 1983
Las negras ensayaron cambiar el orden de
jugadas en la apertura.
1 e4 eS 2 d3 e6 3 f4 dS 4.ie2 ttJf6 S eS ttJfd7 6
c3 ttJ e6 7 tD f3 f6 S d4 '1Wb6 9 0-0 cxd4 1Ocxd4
fxeS 11 fxeS ttJdxeS 12 ttJxeS 'DxeS 13 tlJc3
Aquí las negras jugaron 13 ... ttJc6?
Ahora las blancas se ven obligadas a situar
el alfil en bS, aunque resulta ser muy útil:
esa jugada prácticamente gana.
14.ibs .id71S !xe6! bxc616.igs eS?
La decisión de 011 de provocar una crisis
inmediata resulta catastrófica para él, aun-
que en todo caso la posición de las negras
prácticamente era desesperada.
Véase el diagrama siguiente
17 ttJa4
Korzubov elige la vía posicional tranquila.
En su lugar podía realizar una combina-
ción espectacular: 17 \WhS+ g6 18 gxf8+!
Las negras no pueden capturar la torre
 Construcción de un repertorio de aperturas
con el rey, 18 ... ci>xf8, por 19 W/h6+ ci>f7
20 f&f1+ ci>g8 (20 ... !fs 21 f&xf5+ gxfS 22
Wff6+ ci>g8 23 W/e6+ ci>g7 24 !h6++) 21
!f6, por eso es obligado jugar 18 ... f&xf8.
Y entonces 19 \Wxh7 W/xd4+ 20 ci>h1 \!Mes
21 W/xg6+ Ei:f7 22 f&e1! gana. Es cierto que
la variante elegida por Korzubov tampoco
deja a las negras esperanzas de salvación.
Siguió:
17 ... Wlb418 a3 W!d619 dxeS Wlg6 20 ~e3?!
Una imprecisión, era bastante más fuerte
20 e6! W/xgS 21 exd7+ ci>xd7 22 W/b3.
20 ... ~fS?
Las negras podían resistir más después de
20 ... !e7!
21 Wlf3 ~d3 22 ~f2 ~e7 23 ~es ~h4 24 g3
~b8 25 ~d6 ~bS 26lt:lcs ~xcS 27 ~xcS ~d8
28 e6 ~e7 29 ~xe7 rJJxe7 30 W! e3 Las negras
abandonaron.
Otro de mis alumnos, Aleksandr Ryskin,
ensayó una idea excelente en esta varian-
te en un torneo de ajedrez activo en Po-
lonia.
PARTIDA 34
Aleksandr Ryskin - Kuczynski
Defensa Siciliana [B20]
Opole 1991
Las primeras 12 jugadas son las mismas
que las de las partidas Kupreichik- Ehlvest
y Korzubov - 011, aunque en lugar de 13
ct:'lc3 Ryskin jugó 13 ~hS+!?
Siguió 13 ... g614 rJJh1! lt:lc6
Si 14 ... ct:'lf7, entonces 15 Wff3 \!Me? 16 ct:'lc3
gxhS 17 !d2! ct:'ld6 18 ct:'lxdS! exdS 19
f&ae1+ !e? 20 Wff6 Eí:g8 21 !gS con ame-
nazas decisivas.
15 Wlf3 ~e716~h6! ~d7
Es mala 16 ... gxhS por 17 !g7.
17 Wlf7+ rJJd818 ~g4 rJJc7
Es más tenaz 18 ... ct:'lxd4, aunque después
de 19 ct:'ld2 f&e8 20 !e3 la iniciativa de las
blancas compensa de sobra el peón de
menos.
19 lt:lc3 ~af8 20 ~xf8 ~xf8 21 W!xh7 Wxb2
22 [Uc1 con una posición ganada para las
blancas.
Veamos algunas partidas más jugadas con
esta variante.
81
Construcción de un repertorio de aperturas
PARTIDA 35
Peter Korzubov- Semen Dvoiris
Defensa Siciliana [B20]
Vilnius 1984
1 e4 eS 2 d3 e6
En la partida Korzubov- Glek, Minsk 1983,
las negras jugaron 2 ... t:Llc6. La partida con-
tinuó así: 3 f4 dS 4 il,e2CLld4 5 t:Llf3 t:Llxe2 6
iWxe2 e6 7 ed iWxdS 8t:Llc3 iWd8 9 il,e3t:Llf6
1O d4 iWaS 11 0-0-0, y aquí las negras no
encontraron nada mejor que el sacrificio
de peón 11 ... c4. Después de 12 iWxc4il,b4
13 iWbS+ il,d7 14 iWxaS il,xaS 15 il,d2 il,c6
16 :ghf1 il,xc3 17 il,xc3 t:Lle4 18 il,d2 il,ds
19 b3 bS 20 il,as f6 21 t:Lle1 su actividad se
quedó en nada, y las blancas materializa-
ron su ventaja material.
3 f4 dS 4 ie2 ét:lc6 S c3 é2Jf6 6 eS é2Jd7 7 ét:lf3
bS 8 ét:la3 :E'!:b8 9 é2Jc2 b4 10 d4 bxc3 11 bxc3
ie712 0-0 0-0
Este tipo de posición recuerda mucho a la
Defensa Francesa. Las negras han abierto
una columna en el flanco de dama, donde
pueden seguir el consejo de Nimzowitsch
de socavar la base de la cadena de peo-
nes del adversario. Aunque las blancas
también disponen de muchos triunfos.
La ventaja de espacio y el peón avanzado
eS sirven de premisa para el ataque al rey.
Las blancas mantienen firmemente sus
puestos avanzados en el centro y además
82
disfrutan de una coordinación excelente
entre sus piezas. Objetivamente la posi-
ción está más o menos equilibrada, y se
avecina una lucha tensa.
13.id2
Excelente jugada profiláctica, que refuerza
el peón c3.
13 ... ét:lb6 14 ét:le3 tLlas 1S .id3 é2Jac4 16
Wfe2.id7
Las maniobras negras parecen bastante
naturales. En caso de 16 ... cxd4 las negras
debían tener en cuenta la respuesta 17
t:Llxd4.
17 é2Jxc4 ét:lxc418 ixc4 dxc419 ie3 Wfas 20
dxcS.ixcS?
Era mejor 20 ... iWxc3!, y después de 21
:gfc1 iWa3 el peón c4 invulnerable. En ese
caso las posibilidades de las negras hubie-
ran sido preferibles.
21 i.xcS WfxcS+ 22 :E'i:f2 i.c6 23 ét:ld4
La posición se ha aclarado. El caballo blan-
co es bastante más fuerte que el alfil ad-
versario, y en esta posición esta ventaja
será «de larga duración».
23 ... g6 24 Wfe3 i.dS 2S ét:lfS! :E!:fc8 26 WfxcS
:E!:xcS 27 ét:ld6 as 28 :E'i:d2 @f8 29 @f2 @e7 30
@e3 ic6 31 :E!:ad1! i.a4 32 ét:le4 :E'!:c7 33 :E'i:f1
 Construcción de un repertorio de aperturas
.ic6 34 tt:ld6 f6?
En juego de las negras en las diez últimas
jugadas podría mejorarse aquí y allá. Aun
así, el carácter de la posición no ha cam-
biado mucho. Dvoiris se encontraba en
zeitnot y con su última jugada decidió
cambiar bruscamente el transcurso de la
partida. Sin embargo, como suele suceder,
la medicina no cura la enfermedad, sino
que mata al paciente. Las negras debieron
jugar 34 ... hS, para reducir el número de
peones en el flanco de rey, y atenerse a
una defensa pasiva.
3S g4 ~f8 36 ~ff2!
Korzubov encuentra de nuevo un golpe
claro como el agua, que incrementa su
presión posicional.
36 ... .id7 37 gS fxeS?
Las negras no necesitaban abrir el juego.
Han perdido claramente el control de la
posición y juegan sin fortuna el resto de la
partida. Aunque después de 37 ... fS tam-
bién era muy difícil sostener la posición de
las negras.
38 fxeS ~eS 39 ~xf8 <i>xf8 40 tt:le4 ~c7 41
tt:lf6 .ia4 42 ~d8+ <i>g7 43 ~g8+ <i>f7 44
~h8 Las negras abandonaron.
Es sorprendente la similitud de esta par-
tida con la siguiente, que ofrezco sin co-
mentarios.
PARTIDA 36
Peter Korzubov- Aleksandr
Petrushin
Defensa Siciliana [820]
Tallin 1983
Las negras jugaron la apertura con origi-
nalidad y diligencia, y consiguieron una
posición excelente. Después, en el medio
juego, Korzubov superó con firmeza a su
adversario, a partir de 24 ~e3!
1 e4 eS 2 d3 tt:le6 3 f4 ctJf6 4 tt:lf3 d5 S eS ctJg4
6 .ie2 f6 7 h3 tLl h6 8 0·0 fxeS 9 fxeS g6 1Oc3
d4111Wb3 .ig712 tt:lbd2 b613 tt:le4 tt:las 14
1We2 dxc3 1S bxc3 0·0 16 .igs .ib7 17 tt:ld6
.ie6181Wd2 ctJfS 19 éLlxfS ~xfS 20 .ih61Wc7
21 d4 exd4 22 exd4 .idS 23 ~ac11W d7
24.ie3 ~af82S1We2 ~Sf7 26<i>h2 e6 27 tt:ld2
~xf1 28 .ixf1 .ib7 291Wb21WdS 30 ~e71W d8
311Wc1 ~fS 32 tt:lf3 .if8 33 .id3 ~f7 34 ~xf7
<i>xf7 3S éLlgS+ <i>g8 36 tt:lxe6Wfd5 37 tt:lf4
1Wxa2 38.ib11Wf7 39 e61We7 40.ia2 <i>h841
d5Wfd6 Las negras sellaron su siguiente ju-
gada, sin embargo después abandonaron
sin reanudar el juego.
Para ilustrar el posible curso de los aconte-
cimientos sin damas, tenemos la siguiente
partida, donde las blancas legaron demos-
trar fácilmente la superioridad del peón e4
sobre el peón cs.
PARTIDA 37
Viktor Kupreichik- El mar
Maguerramov
Defensa Siciliana [820]
Moscú 1983
1 e4 eS 2 d3 tt:le6 3 f4 d5 4 .ie2 dxe4 S dxe4
Wfxd1+ 6 .ixd1 tt:lf6 7 tt:le3 e6 8 .ie3 .id7 9
83
Construcción de un repertorio de aperturas
etJf3 0-0-0 10 .ie2 .ie7 11 0-0-0 etJg412 .ig1
fS 13 h3 eL\ h6 14 exfS eL\ xfS 1S eL\ e4 :9: hf8
16 c3 eL\ h4 17 eL\ xh4 :9:xf4 18 eL\ d6+ .ixd6 19
g3 :9:xh4 20 gxh4 .if4+ 21 @c2 b6 22 .ih2 eS
23 .ig4 .ixg4 24 :9:xd8+ etJxd8 2S hxg4 .ixh2
26 :9:xh2 @d7 27 :9:f2 @e7 28 @d3 etJf7 29
@e4 Las negras abandonaron.
En otra ocasión probé una nueva modifi-
cación de la variante que se inicia con 2 d3.
PARTIDA38
Mijaíl Shereshevsky- Leonid
Yurtaev
Defensa Siciliana [B25]
Gomel1983
1 e4 eS 2 d3 dS 3 exdS WfxdS 4 etJf3 etJc6 S eLlc3
En posiciones de este tipo, con la misma
apertura, aunque con colores cambiados,
con frecuencia las negras, en lugar de ata-
car inmediatamente a la dama con el ca-
ballo, fianchetan primero el alfil y después
desarrollan el caballo por c6. Sin embargo,
decidí que con un tiempo de más tenía
sentido atacar enseguida a la dama.
S ... Wfd8
De nuevo existe una pequeña diferencia
en comparación con la posición análoga
con colores cambiados. Con frecuencia
84
las blancas se retiran con \Wd4-d2, para
después desarrollar el alfil por la gran dia-
gonal (en la casilla b2). Aquí este enfoque
sería demasiado audaz debido al significa-
tivo retraso acumulado en el desarrollo.
6 g3 etJf6 7 .ig2 e6
Muy modesta. Sin embargo es obligada.
En eS el peón se convertiría en un objetivo
de ataque.
8 0-0 .ie7 9 b3!
Las blancas deben preparar el avance de
peón d3-d4. Tras la apertura de la posición
los alfiles fianchettados desarrollarán su
máxima actividad.
9 ... 0-0 10 .ib2 Wfc711 Wfe2 :9:d8
Las negras necesitan trasladar el alfil de c8
a eS para terminar el desarrollo y coordi-
nar sus piezas. Sin embargo, la jugada 12
... ibd7 tapa la columna «d» y permite que
las blancas jueguen 13 d4, tras lo cual las
negras tendrán que sufrir bajo el peligroso
«bombardeo» de los alfiles blancos, siendo
el alfil catalán g2 especialmente peligroso.
No obstante, las negras necesitaban llegar
a esa posición. Yurtaev pensó aquí media
hora, y en lugar de realizar esa jugada de-
cidió modificar la estructura de peones.
 Construcción de un repertorio de aperturas
12 ... élJd4?! 13 é2Jxd4 cxd414 étJbSW!'b61S a4
.ics
Ahora me llegó el turno de pensar seria-
mente sobre la posición. Era necesario
encontrar a cualquier coste la forma de
impedir que las negras terminaran el de-
sarrollo.
16W!'eS!
Ataca al peón d4 y el punto el.
16 ... é2Jd717WI'gs f618WI'h4 é2Jf8
Las negras están listas para terminar el
desarrollo e igualar la posición. De nuevo
debía buscar un remedio táctico.
19 b4! .ixb4 20 .ixd4.ics 21.ixcSW!'xcS
Las blancas han obtenido alguna venta-
ja, sin embargo las negras amenazan la
jugada 22 a6, y da la impresión de que
000
ejercerán una resistencia seria. El siguien-
te movimiento de las blancas resuelve el
problema.
22WI'c4!!
Es agradable realizar este tipo de jugadas.
Con frecuencia son más efectivas que una
combinación brillante.
22 ... Wfxc4?!
Las negra siguen el camino de menor re-
sistencia: en el final la superioridad de las
blancas será abrumadora. Sin embargo, es
dudoso que otros movimientos de las ne-
gras pudieran cambiar el resultado.
23 dxc4 :gxd1?
Las negras se aferran en vano al peón.
Después de 23 oo• id?! 24 ixb7 :gab8 25
ie4 f5 26 ig2 :gbc8 las blancas aun ten-
drían que superar dificultades técnicas.
24 :gxd1 @f7 2S eS
Las blancas no se apresuran en ganar el
peón mediante 25 CLJd6+, y continúan re-
forzando tranquilamente su posición.
2S ... :gb8?! 26 ctJxa7 .id7 27 :gb1 Las negras
abandonaron. En caso de 27 000 ixa4 sigue
28 c6.
Para que el lector no crea que intento con-
vencerlo de que 2 d3 conduce a una ven-
taja automática de las blancas, este es el
inicio de una partida en la que las negras
resolvieron fácilmente y con elegancia los
problemas de la apertura.
PARTIDA 39
Peter Korzubov- Silvia Danailov
Defensa Siciliana [B21]
Pernik 1984
1 e4 eS 2 d3 é2Jc6 3 f4 g6 4 é2Jf3 .ig7 S c3 d6 6
.ie2 e6 7 0-0 é2Jge7 8 .ie3 fS! 9 é2Jbd2 0-0 10
étJgS h611 é2Jh3 b612 .if3 .ib713WI'e2WI'd7
14 .if2?! :gae8, y las blancas ya necesitan
pensar seriamente en cómo igualar.
Véase el diagrama siguiente
La partida terminó en tablas, aunque las
negras tuvieron ventaja durante bastante
tiempo.
85
Construcción de un repertorio de aperturas

Para concluir, debo señalar una vez más

que en mi opinión dicho sistema debería
estar incluido en el arsenal de cualquier ju-
gador fuerte. El título del capítulo debe re-
cordarle que no se debe usar como arma
principal, sino que simplemente se aplica
de vez en cuando. En otro caso, tarde o
temprano su repertorio de aperturas en-
trará en crisis.

86
 Capítulo 2
Estudiando a los clásicos
Recientemente le pregunté a un ajedre-
cista con talento cuál era su opinión sobre
las partidas de Alekhine. Me respondió:
«¿para qué voy a estudiar las partidas de
Alekhine?, no voy a jugar contra él». De
donde se deduce que solo estudia las par-
tidas de sus adversarios. Estoy convencido
de que con ese enfoque las perspectivas
de este jugador son muy limitadas.
¿Por qué necesitamos estudiar hoy a los
clásicos?
El ajedrez moderno comienza con las teo-
rías de Steinitz. Anteriormente a él hubo
jugadores muy fuertes, como Philidor, de
La Bourdonnais, Morphy, sin embargo el
comienzo del ajedrez posicional moderno
se inicia a partir de Steinitz.
Yo, como entrenador, me preocupo por
los resultados prácticos de los alumnos.
Por lo tanto, el estudio de los clásicos es
de interés, en primer lugar, desde el pun-
to de vista del jugador práctico. Tengo un
programa de trabajo determinado, quizás
subjetivo, sobre los clásicos, que sugiero a
mis alumnos.
No estoy demasiado interesado en el aje-
drez anterior a Steinitz. Y aunque Morphy,
por supuesto, fue un notable ajedrecista,
el estudio de sus partidas no se incluye
en mi programa. El programa comienza
con la teoría de Steinitz. Creo que su me-
jor descripción se halla en dos libros: el
de Em. Lasker Manual de ajedrez (capítulo
«El juego posicional») y el de Max Euwe
Praktische Schaaklesen 10 • Además, hay un
libro muy curioso y muy raro de E. Znosko-
Borovsky, Teoría del medio juego en ajedrez.
En él se desarrollan los métodos de valora-
ción de la posición típicos de aquella épo-
ca. Ahora están en gran parte olvidados.
Anteriormente a Steinitz los ajedrecistas
suponían que el transcurso de los aconte-
cimientos sobre el tablero dependía solo
de ellos mismos. Era suficiente sentirse
bien, tener una inspiración creativa, y obli-
gadamente saltaría la chispa, aparecería
una combinación genial. En aquella época
se jugó la partida «inmortal» Anderssen
- Kieseritzky (que lamentablemente está
lejos de ser perfecta, y desde el punto de
vista actual no resiste la crítica). Steinitz
fue el primero en pensar si realmente esto
sucedía así, y empezó a investigar esta
cuestión.
Llegó a la conclusión de que las combina-
ciones no son posibles en todas las posi-
ciones, que su implementación no depen-
de solo del talento del jugador, sino de las
propiedades de la posición en sí misma.
Hay situaciones en las que el jugador más
genial no puede realizar ninguna combi-
nación. Esto llevó a Steinitz a investigar
diversas posiciones, y empezó a buscar las
leyes generales del juego posicional. Sin
embargo su logro más importante (¡debo
recalcarlo!) fue la conclusión de que era
necesario jugar al ajedrez siguiendo un
plan, que sus acciones se podían planear.
1O Nota del Traductor. Su traducción al castellano
sería Lecciones prácticas de ajedrez.
87
Estudiando a Jos clásicos
Y el plan, a su vez, dependía de la valo-
ración de la posición. Steinitz desarrolló
muchos principios interesantes del juego
posicional, la mayoría de ellos han resisti-
do la prueba del tiempo, otros no se han
justificado. Sin embargo su idea principal
es que es necesario jugar según un plan,
y que el plan emana de la valoración de la
posición. Esta idea es totalmente cierta, y
demostró ser muy importante para el de-
sarrollo de la teoría del ajedrez.
El enfoque típico de esa época acerca de
la valoración de la posición se describe
con mucha claridad en el mencionado li-
bro de Znosko-Borovsky. Estos son los tres
factores principales que influyen en dicha
valoración: la superioridad en fuerzas (o lo
que es lo mismo, la ventaja de material),
la ventaja de tiempos (en la actualidad, en
el desarrollo) y la ventaja de espacio. De
acuerdo al tema de la ventaja de tiempo,
los ajedrecistas empezaron a contar los
tiempos partiendo de la posición inicial.
Por ejemplo, podía resultar que un ban-
do tenía seis tiempos, y el otro diez (esto
ocurre no solo por una pérdida directa de
tiempos, sino también debido al cambio
de una pieza que hizo varios movimientos
por otra que apenas se ha movido). Ahora,
por supuesto, nadie cuenta los tiempos, el
ajedrecista sencillamente echa un vistazo
y valora la ventaja de desarrollo de uno u
otro bando.
Una vez establecidos estos tres factores, se
pasaba a la evaluación de la posición y a la
elaboración de un plan de juego. Este en-
foque puede ser útil en ocasiones, incluso
en la actualidad. Veamos unos ejemplos.
88
POSICIÓN 1
Aaron Nimzowitsch -José Raúl
Capa blanca
San Petersburgo 1914
Esta partida es un ejemplo clásico del jue-
go lógico y activo del genio cubano. El
decimotercer campeón del mundo, Garri
Kasparov, no la pasó por alto en su obra
fundamental «Mis geniales predecesores»;
más adelante cito algunos de sus comen-
tarios.
Las blancas tienen un peón más, y las ne-
gras ventaja de desarrollo. Contemos los
tiempos: las blancas han jugado e4, un
tiempo, tt'lc3 dos, el enroque tres, la dama
en a6, son dos tiempos; en total, cinco. Las
negras tienen más tiempos. Las jugadas
de peones g6, d6, bxc6, tres tiempos; E:c8,
E:e8, Wfd7, ~g7, tt'lf6, y el enroque seis más
(por supuesto, no todos tienen el mismo
valor; por ejemplo, el de E:c8 no es muy
claro).
Repito que no es necesario hacer estos
cálculos. Salta a la vista que las negras tie-
nen ventaja de desarrollo, y las blancas un
peón más.
El peón e4 está atacado, y las blancas de-
ben plantearse cómo defenderlo. Se pue-
de hacer la jugada Wfd3, que al mismo
tiempo extrae a la dama de una posición
peligrosa, y se puede jugar E:el o f2-f3.

Nimzowitsch eligió 15 Wfd3, y posterior-
mente perdió la partida de una manera
muy instructiva. Capablanca respondió 15
... Wfe6, que ataca de nuevo al peón e4 y
fuerza a las blancas a realizar otra jugada
defensiva. Después el juego continuó de
acuerdo a la estrategia actual del Gambito
Volga: a través de d7 el caballo se trasla-
dó a c4, las torres ocuparon las columnas
semiabiertas <<a>> y «b». Las blancas no con-
siguieron neutralizar esta presión.Esto es
lo que pasó después:
16f3 é2Jd717 id2?
«Nimzowitsch no advierte el peligro cre-
ciente. Era correcta 17 if4, para en caso
de 17 ... ltJes eliminar el caballo: 18 ixes
ixeS 19 ~ab1. Con semejante alfil las ne-
gras no pueden perder, sin embargo re-
solvemos otro problema: cómo no perder
con las blancas ... » (Kasparov).
17 ... l2Je5 18 W! e2 l2Jc419l!ab1l!a8 20 a4?
«Apenas cambia nada 20 b3?! l2lxd2 21
\Wxd2 ~a3! (pero no enseguida 21 ... \Wes?
por 22 l2la4!), y después de 22 ... \Wes las
negras recuperan el peón y conservan su
poderoso alfil. Sin embargo, era mucho
mejor 20 ie1, aunque después 20 ... dS!
21 b3 ctJd6 22 a4 fS las negras tienen un
juego cómodo y activo» (Kasparov).
20 ... ét:lxd2 21 Wfxd2 Wfc4 22l!fd1 l!eb8 23
Wfe3 l!b4 24 W/g5 id4+ 25 ~hl l!ab8 26
l!xd4 Wfxd4, y las negras materializaron su
ventaja de calidad.
Solo encontré la explicación correcta de
lo que ocurrió en Znosko-Borovsky. Él es-
cribe que si su adversario tiene ventaja de
tiempo (de desarrollo), y usted de mate-
rial, entonces en ningún caso debe desviar
a la defensa las piezas que ejercen presión
sobre la posición del adversario. Déjelas
en peligro, déjelas corriendo riesgo, pero
impida que el adversario maniobre libre-
Estudiando a los clásicos
mente.
Desde la casilla a6 la dama ataca al peón
c6 e impide la reorganización \We6, ltJd7,
l2lb6(e5), l2lc4. Por eso la jugada correcta
era 15 f3! Por supuesto, debemos tener en
cuenta ~a8, aunque entonces se puede
jugar \Wc4. Todo consiste en no retirar el
ataque de la dama blanca sobre el peón
c6.
Hay que señalar que a 15 f3 Capablanca
habría reaccionado con la jugada 15 ...
d5!?, y la iniciativa de las negras es una
compensación suficiente por el peón.
Me gustaría ofrecer un ejemplo de la idea
de mantener la dama en el campo adver-
sario con una partida más moderna. Este
ejemplo lo comenta Mark Dvoretsky en
el cuarto tomo de la serie Schoo/ of future
champions 11 •
POSIC/ÓN2
John Nunn - Artur Yussupow
Linares 1988
«Las negras tienen un peón más, sin em-
bargo las piezas enemigas apuntan peli-
grosamente al flanco de rey. Las dos torres
blancas pueden dirigirse allí instantánea-
11 Nota del Editor: Los dos primeros tomos han
sido editados en castellano con los títulos de En-
trenamiento de Elite 7 y Entrenamiento de Elite 2.
89
Estudiando a los clásicos
mente. Ahora se amenaza 19 ih7+
El primer deseo sería apartar la dama de
la zona de peligro con la jugada 18 ... Vflc7.
Sin embargo, entonces sigue 19 VflhS, y
la dama blanca se incorpora al ataque al
rey. Se amenaza 20 l'í:g3 o 20 l'í:g4; es pe-
ligroso 19 ... fS 20 l'í:g3 VflxeS 21 tt'lf3 Vflc3
22 Vflxh6. Hay que devolver el peón: 19 ...
tt'lfS 20 ixfS ef 21 VflxfS tt'lc4, aunque en
ese caso las blancas conservan mejores
posibilidades.
18 ... @h8!
Por supuesto, en c3 la dama se siente in-
cómoda, sin embargo desde ahí ataca al
caballo d2, limita la movilidad de la dama
blanca, y en general atrae la atención del
adversario, desviándola del flanco de rey.
19 g4?!
Es mejor 19 ctJf3.
19 ... tt:lac6!
Al atacar al peón eS las negras impiden la
apertura de líneas en el flanco de rey me-
diante g4-gS.
20 etJf3 ~ab8!
De nuevo un movimiento profiláctico, en
este caso contra la amenaza 21 ic4 Vflb2
22 l'í:b3. Y en caso de 21 gS sigue 21 ... l'í:b4!
21 i,c4! Wfb2 22 i,b3! tt:lg6! 23 ~a2
La dama negra finalmente está atrapada,
pero la compensación que se obtiene por
ella es más que suficiente.
23 ... ~xb3 24 ~xb2 ~xb2 2S Wl el?!
Es mejor 2S l'í:b3.
2S ... ~b4!
ha advertido la trampa tendida por el gran
maestro inglés: a la natural 2S ... l'í:fb8?! si-
gue 26 l'í:b3 l'í:2xb3 (obligada) 27 cxb3, y la
dama blanca tiene a su disposición la co-
lumna «C>>.
26h3 ~fb8
Ahora 27 l'í:b3 ya es inútil: las negras res-
ponden 27 ... aS! Es menos convincente 27
... tt'lgxeS 28 ct:Jxes ct:Jxes 29 Vfle3.
27 @h2! aS 28 @g3
¿Qué pretenden hacer las blancas ahora?
Evidentemente, h3-h4-hS.
Véase el diagrama siguiente
90
28 ... ~c4!
Ya no vale 29 h4? debido a 29 ... l'í:bb4.
29c3
Otra trampa más: la atractiva 29 ... d4 se re-
futa mediante 30 ctJxd4 tt'lxd4 31 Vflf1! Aun
así era más tenaz 29 ltJd2.
29 ... a4! 30 etJd2 tt:lcxeS!! 31 Wfa1
También era triste 31 ct:Jxc4 ctJxc4 32 l'í:e2
a3.
31 ... ~c7 32 Wfxa4 ~beS 33 Wfas tt:lc4 34
tt:lxc4 ~xc4
La gran superioridad de las negras está
fuera de toda duda, y en adelante la mate-
rializaron con éxito».
Cómo no vamos a recordar la variante
Najdorf de la Defensa Siciliana, en la que
la dama captura el peón b2 y después se
retira a a3. Esta dama es un trastorno para
el adversario. Se encuentra en una situa-
ción peligrosa, no obstante impide que
el enemigo maniobre libremente. Ahora
mostraré una posición que surge de una
variante de la defensa Ragozin.
1 d4 é2Jf6 2 c4 e6 3 etJf3 dS 4 CLlc3 i,b4 S cxdS
exdS 6i,gs
El cambio de peones seguido de la clava-
da del caballo es uno de los planes más
desagradables para las negras. Por regla
general responden con el contraataque
c7-cS, tras realizar previamente la jugada
6 ... h6. Aunque se puede jugar de otra ma-
nera.

6 ... c6 7 e3
Ahora se puede jugar 7 ... Was, aunque es
útil incluir primero h7-h6.
7 ... h6 8 .ih4 Wfas
Las blancas deben elegir: o bien sacrificar
el peón con la jugada 9 ~xf6, o bien pasar
a una defensa pasiva; por ejemplo, des-
pués de 9 Wb3 ttJe4. Está claro que en este
último caso las negras no tendrán ningún
problema.
9 .ixf6 ixc3+ 10 bxc3 Wfxc3+ 11 éDd2 gxf6
Las negras plantean una amenaza posi-
cional: ~fS y después Wc2. Si consiguen
cambiar damas, digamos después de 12
~e2 ~fS 13 0-0 \Wc2, entonces se agotará
la iniciativa de las blancas.
12 l::!:b1
Sin lugar a dudas, una jugada correcta. Las
blancas impiden la salida del alfil adversa-
rio y al mismo tiempo apartan la torre del
ataque de la dama, llevándola a una posi-
ción activa.
Ahora en caso de retirada de la dama (por
ejemplo, a través de a3 hacia e?), es proba-
ble que las negras sufran un ataque muy
desagradable. Deben intentar frenar al
adversario con las piezas que ya están mo-
vilizadas. Después de analizar la posición,
Estudiando a los clásicos
llegamos a la siguiente jugada de torre.
12 ... l::!:g8
La dama debe quedarse en c3. La dejamos
en una posición algo avanzada y extrava-
gante, sin embargo desde aquí estorba al
adversario. Digamos que en caso de 13
Whs surge una buena posibilidad de con-
traataque: 13 ... ~g4 14 Wxh6 ~fS, y a 15
~xb7 \Wc1+ 16 Ke2 ~g4+ (o 16 ... ~c2!?).
Todo esto es muy peligroso para las blan-
cas.
Desafortunadamente, las blancas tienen
una posibilidad para situar problemas di-
fíciles ante su oponente.
13 g3! ,ig4?! 14 ie2
La posición de las negras es peor. A pesar
de todo, las debilidades crónicas se no-
tarán. Sin embargo deben luchar de esta
manera: no retirarse, intentar resistir al
adversario con las fuerzas ya existentes.
Tenga en cuenta que a las blancas no les
resultó fácil decidirse por la jugada g2-
g3, ya que sin duda el cambio de alfiles
provocado por la jugada ~g4 debilita sus
casillas blancas y reduce el número de pie-
zas sobre el tablero, y esto no resulta muy
agradable cuando tienes un peón menos.
En una de las variantes menos habituales
de la Defensa Grünfeld puede surgir la si-
guiente posición: 1 d4 etJf6 2 c4 g6 3 etJc3 dS
4 .if4 ig7 S e3 eS 6 dxcS Wf aS 7 Wi'b3 .id7 8
.les etJa6 9 cxdS etJxcS10 Wfc4 etJa6
Véase el diagrama siguiente
Las blancas tienen un peón más, y las ne-
gras ventaja en el desarrollo. Si las blancas
intentan reducir la ventaja de desarrollo
del adversario moviendo una pieza del
flanco de rey, digamos, 11 ttJf3, entonces
las negras tienen la posibilidad de desa-
rrollar su iniciativa mediante 11 ... bS se-
91
Estudiando a los clásicos
guido de b5-b4 o la jugada 11 ... l%c8.
Las blancas deben intentar sofocar la ini-
ciativa del adversario con las fuerzas que
tienen en juego, por lo que el desarrollo
del caballo de rey debe esperar. Se puede
recordar el refrán sobre el hombre ham-
briento que lame el plato después de co-
mer: «El lamer no quita el hambre». A la luz
de estos argumentos, viene a la mente el
movimiento 11 a3!, para a 11 ... bS respon-
der con la jugada 12 b4!, y a 11 ... l%c8 elegir
entre 12 iM!d4 y 12 b4.
Por lo tanto, ya hace mucho tiempo nació
una idea útil para la práctica actual: «Con
ventaja de material y retraso en el desarro-
llo, no retire las piezas desarrolladas que
causen problemas al adversario». En otras
palabras, no pases a una defensa pasiva.
Ahora este concepto ya está olvidado.
También es interesante la idea de Znos-
ko-Borovsky acerca de las posiciones con
ventaja de espacio. Él expresa la idea ge-
neral de que no es necesario aumentar la
ventaja de espacio, que lo importante es
conservarla. Tarde o temprano habrá un
momento crítico: el adversario intentará
liberarse. Y es necesario estar preparado lo
mejor posible para cuando acontezca ese
momento crítico.
También ofrece recomendaciones sobre
qué hacer cuando tenemos un espacio
reducido. Znosko-Borovsky aconseja de-
92
terminar cuál es nuestra peor pieza, y
también entender qué plan va a realizar
nuestro adversario. Tras ello, es necesario
mejorar la posición de esa pieza, y al mis-
mo tiempo dificultar el plan del rival. Todo
esto se muestra con ejemplos concretos.
La teoría de Steinitz contiene muchos pos-
tulados diferentes, algunos indiscutibles y
otros muy controvertidos. Escribe sobre la
ventaja de la pareja de alfiles, sobre la de
la mayoría de peones en el flanco de dama
(sin embargo la mayoría de peones en el
flanco de dama, como ha demostrado la
práctica posterior, no constituye una ven-
taja por sí misma, debe estar específica-
mente vinculada con otros elementos de
la posición). Podría decirse que algunos
de sus principios adquieren un carácter
filosófico. Si tienes ventaja, estás obligado
a atacar, de lo contrario la ventaja se eva-
porará inevitablemente; esto no es ajedrez
puro, sino un principio filosófico.
losif Dorfman hizo un comentario im-
portante a este postulado de la teoría de
Steinitz. Él cree que es necesario aclarar
qué tipo de ventaja está en cuestión: es-
tática o dinámica. Debes atacar solo sipo-
sees una ventaja dinámica. No obstante,
analizaremos la doctrina de Dorfman en la
tercera parte del libro.
En general, el enfoque propuesto por
Steinitz para valorar la posición merece un
estudio serio. Ese es un capítulo muy inte-
resante en la historia del ajedrez. Es con-
veniente estudiarlo a través de los libros
antiguos, para conocer directamente el
pensamiento de las personas que descu-
brieron todo esto.
El defecto de la teoría de Steinitz reside
en su inmovilismo. En los institutos téc-
nicos se estudia la teoría de la mecánica,
que consta de tres secciones principales:
estática, cinemática y dinámica. A grandes
rasgos, la estática es cuándo todo está en

reposo, la cinemática, si hay algún tipo de
movimiento, y la dinámica, cuando todo
se mueve. Entonces, la teoría de Steinitz
solo comprende uno de los capítulos de
la «teoría de la mecánica» del ajedrez.
Steinitz, por desgracia, no tuvo en cuen-
ta la dinámica de la lucha, tomó todo en
un estado estático. Sus valoraciones son
adecuadas para muchas posiciones, pero
de ningún modo para todas. Sin embargo,
¿cuánto puede exigirse a una persona? Él
hizo una aportación enorme al desarrollo
del ajedrez.
Es muy interesante conocer las partidas de
Steinitz, aunque debemos admitir que las
partidas de sus seguidores ilustran su teo-
ría mejor que las suyas propias. En ocasio-
nes se aferraba a su teoría con demasiado
rigor, sin tener en cuenta la dinámica de
la lucha. Y esto a veces le llevaba a tristes
resultados.
Akiba Rubinstein aplicó perfectamente en
la práctica las enseñanzas de Steinitz. En
su libro Manual de ajedrez, Lasker expresó
la opinión de que las partidas de Rubins-
tein son ejemplares bajo el punto de vista
de la teoría de Steinitz. Además, Rubins-
tein poseía una excelente técnica del final.
En la colección «Grandes ajedrecistas del
mundo» se incluye el excelente libro de Y.
Razuvaiev y V. Murajveri, Akiba Rubinstein.
Recomiendo su estudio a todos los ajedre-
cistas con los que trabajo.
Aconsejo estudiar las partidas de Rubins-
tein de la siguiente manera. Una vez termi-
nada la apertura, debe cubrir las jugadas e
intentar adivinarlas. Es decir, intentar jugar
como Rubinstein. Dedique a esta labor al
menos 45 minutos para cada partida, y se
le quedará mucho más en la cabeza que si
simplemente la reproduce.
Siegbert Tarrasch escribió un libro exce-
lente, La partida moderna de ajedrez. Garri
Kasparov lo elogia. Cuando se llama dog-
Estudiando a los clásicos
mático a Tarrasch, no es del todo correcto.
Simplemente en su época discutió con
Chigorin, considerado el fundador de la
escuela de ajedrez rusa. Y a las personas
que no nos gustan les colocamos todo
tipo de etiquetas.
Ahora vamos a examinar un ejemplo que
muestra la ventaja dinámica, el enfoque
concreto de una posición anteriormente
estática. Es un ejemplo tomado del exce-
lente libro de Lipnitsky Cuestiones sobre
Teoría Moderna en Ajedrez.
Es el turno de juego de las blancas. Poseen
la ventaja de la pareja de alfiles, sin embar-
go su estructura de peones en el flanco
de dama está deteriorada. Si las negras
consiguen llevar a cabo el plan estándar
en estas posiciones, !a6, éi'lc6, \Wa4, tiJaS,
capturarán el peón c4 y lo más probable
es que ganen.
Si se siguen los principios generales del
juego en la apertura (desarrollar las piezas,
enrocarse), entonces es necesario jugar 11
e3. Me temo, sin embargo, que en ese caso
el plan concreto triunfará sobre los prin-
cipios abstractos, y las blancas perderán
gradualmente.
En la posición actúan otros principios, no
menos obvios. No siempre es fácil formu-
larlos con palabras, con frecuencia un ju-
gador de ajedrez los siente intuitivamente.
93
Estudiando a los clásicos
Tras un examen detallado de la posición
se puede ver que las negras no tienen
piezas en el flanco de rey. De esta mane-
ra, podemos llegar a la jugada 11 g4!!, que
cambia drásticamente la valoración de la
posición. Esta jugada se corresponde con
el principio: «ataca al adversario en el lu-
gar más vulnerable para él».
Las blancas crean una amenaza muy de-
sagradable, 12 i,g2. Digamos que a 11 ...
fxg4 sigue 12 i,g2 tLlc6 13 dS, y la posición
negra se desmorona. Si juegan 11 ... i,b?,
entonces después de 12 :gg 1 las blancas
tienen un ataque formidable en el flanco
de rey. Tal vez la mejor decisión sea el mo-
vimiento 11 ... cxd4, que traslada el juego
a un final difícil para las negras.
Si el peón estuviese en f7, y no en fS (¡algo
tan insignificante!), todo el juego que se
inicia con g2-g4 no tendría sentido, y la
ventaja estaría del lado de las negras. Aun-
que el flanco de rey sigue sin estar defen-
dido por ninguna pieza negra, las blancas
no tienen nada que hacer, porque no exis-
te el peón fS, que es el «gancho» al que
pueden agarrarse las blancas. Y es muy
importante tener en cuenta tales detalles
específicos al evaluar la posición.
Después de Steinitz llegaron los hipermo-
dernos (¡una palabra divertida!). Steinitz
consideraba que era bueno tener un cen-
tro de peones fuerte, y que quien tenía
ventaja en el centro también tenía ven-
taja en general. Sin embargo ajedrecistas
como Réti, Nimzowitsch y Breyer -prin-
cipales representantes del hipermoder-
nismo- afirmaron que no era necesario
tener un centro de peones fuerte, que se
podía ceder el centro al adversario y lue-
go atacarlo con piezas. Surgieron nuevas
aperturas. Por ejemplo, la Apertura Réti, la
Defensa Nimzoindia, la Defensa Alekhine;
se desarrolló la comprensión de otras
antiguas, como la Apertura Inglesa. Nim-
zowitsch elaboró principios como la pro-
94
filaxis, la sobreprotección. Es decir, como
resultado de la discusión entre hipermo-
dernos y «clásicos», el ajedrez evolucionó.
Nimzowitsch fue un opositor irreconcilia-
ble de Tarrasch y sus puntos de vista. Por
desgracia, eran ajedrecistas de generacio-
nes diferentes. Los picos de fuerza práctica
de Nimzowitsch y Tarrasch decayeron en
períodos distintos. En sus enfrentamien-
tos a menudo obtuvo la victoria Nim-
zowitsch, aunque esto no significa que el
hipermodernismo fuera superior. Solo que
Tarrasch era más viejo, jugaba más flojo
que en su juventud.
Por supuesto, se puede extraer mucho
de los libros de Nimzowitsch Mi sistema y
La práctica de mi sistema. En primer lugar,
hablaremos de la profilaxis y la sobre-
protección. Los ajedrecistas actuales han
aprendido y desarrollado muy bien las en-
señanzas de Nimzowitsch. Hoy el término
«profilaxis» se expresa mejor con las pala-
bras «prevención» o «precaución», y Mark
Dvoretsky introdujo el término «pensa-
miento preventivo» como un elemento
importante para tomar una decisión a la
hora de elegir una u otra jugada. Si toma-
mos la creatividad de los campeones del
mundo, entonces la idea de profilaxis o
prevención del plan del adversario se ex-
presa más claramente, en mi opinión, en
las partidas de Petrosian, Karpov, Kramnik
y Magnus Carlsen. También ha cambiado
la comprensión del término «sobrepro-
tección» (ver la partida Karpov- Timman,
Montreal1979).
Sin embargo, no debe creerse sin reservas
todo lo escrito en los libros Mi sistema y
La práctica de mi sistema. Nimzowitsch se
enfrentaba a menudo con rivales muy in-
feriores a su fuerza de juego, y en ese caso
no es difícil probar cualquier teoría.
Vyacheslav Andreevich Chebanenko, co-
nocido entrenador moldavo, por desgra-

cia hoy fallecido, crió a toda una pléyade
de grandes maestros y maestros. Fue tam-
bién un teórico, cuyo nombre lleva uno de
los sistemas para las negras en la Defensa
Eslava más difíciles de penetrar, un filósofo
del ajedrez, un interlocutor interesante, un
buen amigo mío, que en su época publicó
en la revista «Ajedrez en la URSS» diversos
artículos de opinión. En ellos Chebanenko
cuestiona el principio de Nimzowitsch
que establece que es necesario atacar la
cadena de peones en su base. Imagínense
la cadena de peones de las blancas en la
Defensa India de Rey: dS, e4, f3, g2 (y los
peones negros c7, d6, eS). Nimzowitsch
escribe que las negras deben jugar f7-fS,
y después, quizás, llevar este peón a f4 y
avanzar el peón «g». La base de la cadena
de peones blancos es el peón f3, e incluso
el peón g2. Sin embargo a menudo vemos
ejemplos en los que las negras no em-
piezan con f7-fS, sino con c7-c6. Es decir,
socavan el centro no por la base de la ca-
dena de peones, sino por su vértice, y con
frecuencia también da buenos resultados.
Nimzowitsch construyó sus conclusiones
principalmente sobre la base de la Defen-
sa Francesa, pero incluso en ella a veces no
es necesario atacar la cadena de peones
por la base, sino por la cúspide, es decir,
jugar f7-f6.
Respondió a los comentarios de Cheba-
nenko, más o menos un cuarto de siglo
después, el admirador más devoto de
Nimzowitsch, el maestro internacional
argentino Enrique Marín, quien al parecer
ha estudiado durante toda su vida el le-
gado del padre del Hipermodernismo. En
su interesante obra Cómo ganar peones en
las defensas indias aclara muchos términos
poco conocidos para el lector de habla
rusa.
Ya hemos mencionado la enemistad entre
Nimzowitsch yTarrasch. Acerca de ello, es-
cribe E. Marín: «En aquella época Tarrasch
se consideraba el mejor pensador de aje-
Estudiando a los clásicos
drez, sin embargo Nimzowitsch aspiraba
al mismo estatus. Creo que este choque
de vanidades, que empezó con una pe-
queña confrontación, fue el factor princi-
pal que estimuló el deseo de Nimzowitsch
de bajar a Tarrasch de su pedestal». Ade-
más Marín echa en falta que Nimzowitsch
realizara su investigación de las cadenas
de peones en la Defensa Francesa, donde
la ruptura de la parte superior de la ca-
dena de peones de las blancas mediante
f7-f6 debilita la posición del rey negro, y
que casi no se ocupara de las formacio-
nes indias. La razón de esto estuvo en la
valoración de Tarrasch sobre la jugada 3
e4-eS en la Defensa Francesa, a la que el
ajedrecista alemán tuvo la imprudencia de
colocar un signo de interrogación.
«¡Destronar a Tarrasch! ¡Solo así podría
ocupar su lugar en el trono y recibir el re-
conocimiento de mejor pensador de aje-
drez entre los vivos! Destronar a Tarrasch
por todo, incluyendo incluso la Defensa
Francesa, confirmando, reafirmando, pro-
bando y remachando contra la opinión del
maestro del clasicismo que 3 eS es la últi-
ma palabra en el ajedrez moderno cuando
se refiere a la cuestión fundamental de la
restricción y el bloqueo.
La hipótesis de desacreditar a Siegbert
Tarrasch explica mejor la obsesión de
Nimzowitsch por la Defensa Francesa, y el
abandono respecto a los conceptos flore-
cientes de la cadena de peones y la mayo-
ría cualitativa en los territorios indios. Y si
bien los jugadores de club y los amantes
del ajedrez perdieron mucho por este mo-
tivo, entonces el mayor perdedor fue el
mismo Nimzowitsch, cuya idiosincrasia lo
dejó enredado en las ruinas de una obse-
sión ciega con la jugada 3 eS en la Defensa
Francesa» (E. Marín).
Bellamente expresado. ¡Vaya, muy próxi-
mo al ajedrez de V. Nabokov! Ahora habla-
remos del término «mayoría cualitativa»,
9S
Estudiando a los clásicos
mencionado casualmente en el párrafo
anterior.
«Si conoce nuestras opiniones sobre la
cadena de peones/ entonces asimilará fá-
cilmente el concepto de la mayoría cuali-
tativa: el flanco que avanza en dirección a
la base de peones del adversario natural-
mente es superior desde el punto de vista
cualitativo» (Nimzowitsch/ Mi sistema).
La noción de la «mayoría cualitativa» fue
introducida por Nimzowitsch sin recalcar
la atención del lector sobre este térmi-
no. Por eso no queda muy impreso en la
memoria/ o por lo menos no en la mía. En
relación con la posición del diagrama/ las
blancas tienen mayoría cualitativa en el
flanco de dama/ y las negras en el de rey.
En consecuencia/ el plan de las blancas in-
cluye el asalto de peones b2-b4 y c4-cS/ y
para las negras f7-fS seguido de fS-f4 y g6-
gS-g4. Una vez que el peón blanco llegue
a eS/ las blancas buscarán la manera de in-
vadir la casilla c7 con la torre o el caballo/
con el cambio previo en d6. Además/ en
algunos casos/ cuando el peón blanco está
en aS o una pieza menor de las negras en
d7 1 las blancas pueden pensar en cambiar
el objetivo del ataque con el movimiento
c5-c6 irrumpiendo en el campo negro.
96
POSICIÓN 3
Viktor Korchnoi- John Nunn
Ámsterdam 1990
La posición de las negras en el flanco de
dama es muy restringida. En la partida se
jugó 17 cxd6 ixd618 ét:Jd3l!g7 19 ét:Jcs/ y
las blancas obtuvieron la victoria en una
lucha aguda.
Sin embargo/ cinco años después/ en su
enfrentamiento con Xie Jun/ Wenzhou
199S1 en la posición del diagrama Kor-
chnoi jugó 17 c6!? y obtuvo una victoria
convincente: 17 ... hS 18 @h1l!h7 19 cxb7
ixb7 20 a6 ic8 21 ét:Jbs g4 22 CiJxa7 g3 23
ctJc6 W/d7 24ig1 ctJg425 fxg4 hxg426ixg4
W/xg4 27 W/xg4 ixg4 28 ét:Jf3 ixf3 29 l!xf3
ctJh4 30 a7 ig7 31 l!aS gxh2 32 if2 ttJxf3
33 gxf3 if6 34l!bS @f7 35 l!b7 @g6 36 bS
@h6 37 l!b8 l!h8 38 l!xh8+ ixh8 39 ih4
l!g8 40 @xh2 Las negras abandonaron.
En su libro E. Marh oponiéndose a la críti-
ca de Nimzowitsch efectuada por el maes-
tro internacional John Watson/ escribe lo
siguiente: «Sin embargo/ a finales del siglo
XXI la crítica de Watson al//principio/1 de la
cadena de peones se dirige contra la mis-
ma apertura que consideró Nimzowitsch.
Esto sugiere que su verdadero objetivo era
criticar al maestro del Hipermodernismo/
lo mismo que el objetivo de este último
consistía en atacar a Tarrasch». Después

Marín continua: «Él describe la ruptura
en términos de ataque (por ejemplo,
"ataque al peón delantero de una ca-
dena de peones"), mientras que yo, si-
guiendo a Nimzowitsch, lo considero
como una medida fundamentalmente
defensiva».
Si pasamos del estilo elevado «de Na-
bokov» al lenguaje de los simples morta-
les, entonces Marín dice que la jugada c7-
c6 con el posterior cambio del peón dS -la
cúspide de la cadena de peones blancos-
es, en primer lugar, una acción defensi-
va, ¡no atacante! En efecto, si miramos
una vez más los diagramas de las partidas
Korchnoi- Nunn y Korchnoi- Xie Jun, po-
demos advertir que las posibilidades de
las negras en el flanco de dama son muy
limitadas. Gracias a la ventaja de espacio
las blancas tienen la opción de emprender
acciones activas. Sin embargo, si juegan
el -c6 con un peón blanco en c4 y cambian
en dS, las negras prácticamente obligan al
adversario a un cambio inmediato en d6
en la posición del diagrama. Por lo tanto,
obtienen una posición más específica en
el flanco de dama, y les resulta más fácil
planificar sus acciones en esta parte del
tablero.
Finalmente, tenemos dos ajedrecistas
destacados. Son Capablanca y Alekhine.
No estuvieron influenciados por ninguna
tendencia, jugaron de manera completa-
mente diferente, y no obstante sus parti-
das sirven del ejemplo hasta nuestros días.
Pensemos cómo se ve el ajedrez moderno.
Supongamos que juegan dos adversarios
del mismo nivel. Por ejemplo, Lékó con
Topalov. Uno de ellos proyecta un plan
de juego, el otro advierte este plan, e in-
tenta obstaculizarlo. Como resultado de
la colisión de planes las blancas obtienen
una ligera ventaja. Fijan un nuevo plan de
juego, en respuesta sigue un nuevo contra
plan. Por fin, ambos contendientes caen
Estudiando a los clásicos
en el zeitnot, donde se vulnera el curso ló-
gico de la lucha. A un jugador inexperto
le será difícil entender esta partida, incluso
es difícil a veces para un maestro. Sin em-
bargo, si juegan, digamos, Alekhine con
Tartakower, entonces ya existe una dife-
rencia notable en la categoría de juego.
El plan proyectado por Alekhine funciona
como un reloj. Tartakower no lo compren-
de, no obstaculiza su ejecución. De esta
manera, todo el plan aparece ante noso-
tros en su forma más pura. Contra juga-
dores actuales, tales como Aronián, Giri,
Caruana, no se vería una imagen tan clara,
porque su poder de respuesta es mucho
mayor. Por eso las primeras lecciones de
estrategia, las lecciones de elaboración de
los planes para la lucha, deben tomarse de
los clásicos.
Hablemos un poco sobre la descripción de
los planes de juego por parte de los clási-
cos.
POSICJÓN4
E. Znosko-Borovsky- Alexander
Alekhine
París 1933
Juegan las blancas
Ofrecemos los comentarios de Alekhine a
esta posición:
«El juego en este final dista de ser tan
97
Estudiando a los clásicos
sencillo como parece, en especial para las
blancas. El plan de las negras, que se coro-
na con todo éxito, consta de las siguien-
tes partes: 1) cambio de un par de torres;
2) traslado del rey a e6, donde defendido
por el peón puede impedir la invasión en
la casilla d7 de la restante torre blanca;
3) operando con la torre por la columna
abierta «g» y avanzando el peón «h», for-
zar la apertura de la columna «h»; 4) tras
esto el rey blanco, y posiblemente el alfil,
estarán atados a la defensa de los puntos
h 1 y h2 contra la invasión de la torre; S)
mientras tanto las negras, avanzando los
peones «a» y «b», tarde o temprano con-
siguen abrir alguna columna en el flanco
de dama; 6) como el rey blanco en ese mo-
mento se encontrará en el otro flanco, las
blancas no podrán impedir la invasión de
la torre negra en la primera o la segunda
fila.
Se puede estar de acuerdo en lo siguiente:
si las blancas desde el principio hubieran
advertido que existe un peligro real de
perder este final, es posible que consi-
guieran salvar la partida con una defensa
atenta. Pero sucedió que las negras juga-
ron siguiendo un plan, mientras que las
blancas jugaron solo con la convicción
de que la partida tenía que terminar en
tablas. Como resultado se sucedieron una
serie de instructivos procedimientos y tru-
cos típicos, bastante más útiles para los es-
tudiosos, que las llamadas "bellas" partidas
cortas».
16 .ih6 E:fd8 17 i>f1 fS 18 E:xd8+ E:xd8 19 g3
i>f7 20 i.e3 hS 21 'it>e2 'it>e6 22 E:d1 E:g8 23
f3 h4 24 i.f2 hxg3 25 hxg3 E:h8 26 .ig1 i.d6
27 i>f1 E:g8 28 .if2 bS 29 b3 aS 30 'it>g2 a4 31
E:d2 axb3 32 axb3 E:a8 33 c4 E:a3 34 cS.ie7 35
E:b2 b4 36 g4 f4
Véase el diagrama siguiente
37 i>f1 E:a1+ 38 i>e2 E:cl 39 E:a2 E:c3 40
E:a7 'it>d7 41 E:b7 E:xb3 42 E:b8 E:b2+ 43 i>f1
b3 44 'it>g1 'it>c6 45 i>f1 'it>ds 46 E:b7 e4 47
fxe4+ 'it>xe4 48 E:xc7 i>f3 49 E:xe7 ~xf2+
SO 'it>e1 b2 51 E:b7 E:c2 52 c6 'it>g3 53 c7 f3 54
'it>d1 E:xc7 SS E:xb2 f2 Las blancas abando-
naron.
Me parece que Alekhine es un poco pí-
caro cuando describe su grandioso plan
de juego, que planeó alrededor de la ju-
gada 16. Lo más probable es que pensara
esquemas, componentes cortos del plan
que luego describió como un todo. En re-
sumen: es útil para las negras cambiar un
par de torres y conservar el segundo par.
Sería bueno centralizar el rey en la casilla
e6, y avanzar el peón «f» hasta fS. Y para el
resto, como dijo Winston Churchill en una
ocasión: «La guerra mostrará el plan».
La categoría de Alekhine en el final era
mucho más elevada que la de Znosko-
Borovsky, y después de ganar la partida
el campeón del mundo describió la se-
cuencia de sus acciones, que no encon-
traron una respuesta digna, y las conectó
con un ingenioso plan original. Esto me
recuerda el deseo actual de un excelente
comentarista de ajedrez, el gran maestro
Sergei Shipov, sobre la necesidad de que
después de cada partida los contendien-
tes den una conferencia de prensa, para
comprender lo que los grandes maestros
vieron durante el juego, y lo que no ad-
virtieron. Al comentar la aguda victoria
de Magnus Carlsen sobre el gran maestro
chino Li Chao en Doha 2015, Shipov es-
cribe en la revista 64, n.o 1, del año 2016:

«¡Una parida espectacular! Es una pena
que a su finalización no hubiera una rue-
da de prensa. Al final de un combate tan
agudo es necesario tomar suavemente a
los artistas por el cuello y extraerles toda la
verdad oculta. Por ejemplo, ¿Magnus supo
que después del peón tendría que sacrifi-
car el caballo y la dama? ¿O simplemente
siguió la corriente, sin saber lo que suce-
dería al giro siguiente? Los comentarios en
vivo y puramente humanos de los mejores
jugadores del mundo también son útiles
para los jugadores jóvenes y prometedo-
res. Deben aprender a mirar las posiciones
con los ojos de los maestros. Si se les deja
ir, tras la partida estos mismos maestros
vuelven a casa, abren los ordenadores por-
tátiles (o miran los chads) y descubren las
variantes exactas. ¡Y entonces se vuelven
terriblemente inteligentes y perspicaces!
En ninguna manera lo mismo que fueron
durante la partida. Las variantes del orde-
nador son como un ruido que se superpo-
ne sobre las sensaciones del juego, y así se
obtiene un cuadro analítico impersonal.
Pasado un tiempo, ya es difícil separar los
componentes».
En la posición de la partida Znosko-Boro-
vsky- Alekhine todo el plan profundo de
Alekhine podía haber llegado a su fin casi
de inmediato, si las blancas en lugar de 17
mf1 ?! hubiesen jugado 17 f4! con un juego
absolutamente equilibrado (17 ... e4 18 fS).
Sin embargo, de ninguna manera quiero
criticar las debilidades humanas de los
grandes campeones. Más bien, viceversa.
Unas palabras sobre el uso del ordenador
para editar a los clásicos y estudiar los prin-
cipios generales del juego en el final. En
las colecciones de partidas de los clásicos
del pasado y en sus libros sobre estrategia,
la tarea principal es centrar la atención del
alumno en la asimilación de los principios
de acción en una situación dada, en el es-
tudio de los planes de ambos bandos y los
Estudiando a los clásicos
métodos para su implementación. Aquí,
en lugar de lo concreto, es más bien ne-
cesaria la representación de las imágenes.
Cuando Nimzowitsch, al debatir sobre la
fuerza o debilidad de los peones dobla-
dos, los compara con la cojera de una per-
sona sentada, que solo se advierte cuando
se levanta, la imagen es recordada duran-
te mucho tiempo, si no para siempre. Y no
importa en absoluto si Nimzowitsch tenía
o no razón en el ejemplo concreto con va-
riantes concretas. Podemos encontrarnos
con una desafortunada excepción a la re-
gla, aunque en esencia Nimzowitsch, sin
duda, tenía razón. No me gusta el antiguo
dicho: «Platón es mi amigo, pero la verdad
me es más querida». En mi opinión, es as-
tuto e inmoral.
Así pues, el uso del ordenador para la
presentación de las reglas estratégicas
del ajedrez clásico, en mi opinión, debe-
ría consistir en un retoque de asperezas
en el avance hacia la dirección principal.
Después de todo, cuando enseñamos a un
ajedrecista principiante y le decimos que
en el inicio de la partida es aconsejable en
los siete primeros movimientos sacar las
piezas menores hacia el centro y enrocar-
se, no vamos a desorientarlo con excep-
ciones a la regla. Y cuando explicamos que
después de las jugadas 1 e4 eS 2 lLlf3 las
negras cometen un error decisivo si hacen
el horrible movimiento 2 ... f7-f6?
en la variante 3 lLlxeS fxeS 4 Wfh5+ cJle7
99
Estudiando a Jos clásicos
5 \WxeS+ ctlf7 6 ic4+ ctlg6 7 IWfS+ ctlh6 8
d4+ gS 9 h4 ie7 10 hxg5+ ctlg7 11 1Wf7++
modestamente nos callamos que la mejor
defensa es 6 ... dS!, y a nadie se le pasa por
la cabeza analizar esta posición con el or-
denador.
Después de todo la jugada 2 ... f6? es real-
mente horrible, y el principiante, desde un
punto de vista metodológico, debe tener
la convicción de que debe castigarse me-
diante 3 éL:lxeS! Y de hecho, en el proceso
de entrenamiento de los principiantes
no tiene sentido establecer cuál de las
dos jugadas: 3 lDxeS, 3 d4 o 3 ic4, es ob-
jetivamente más fuerte. En mi juventud
adopté un pensamiento interesante de
Lion Feuchtwanger en su notable trilogía
La guerra judía. En la disputa entre Flavio
Josefa y Justo de Tiberíades, este último
afirma que la verdad, o más bien la verdad
pura, es siempre absolutamente fea. En
contraste, la verdad con una pequeña frac-
ción de mentira la hace hermosa y com-
pletamente digerible. Cuando estudiamos
las partidas de Capablanca o de Rubins-
tein, aprendemos estrategia, técnica y ar-
monía, no intentamos derrocar al ídolo del
pedestal, y estamos más preparados para
la dulce verdad que para la fea verdad, que
se puede obtener con la ayuda de los aná-
lisis del ordenador.
Me gustó mucho la manera en que expre-
sa maravillosamente un pensamiento si-
milar Enrique Marín en su original estudio
de las cadenas de peones, con el estilo de
Nimzowitsch, aunque en las estructuras
indias: «¿Debería incluirse en los comen-
tarios la justificación táctica de los mo-
vimientos? ¿Deberíamos profundizar en
variantes, subvariantes, ramas y ramifica-
ciones laterales, o deberíamos limitarnos
a debatir ideas tácticas, operacionales y
estratégicas, que puedan guiar a los juga-
dores en sus propias partidas?
Yo me decanté a favor de una ausencia
100
casi total de análisis táctico. Los comen-
tarios se centran exclusivamente en las
ideas, que a mi parecer, yacen detrás de
los movimientos. El análisis táctico en ge-
neral- y especialmente su superabundan-
cia - destruye la armonía de las lecciones
que se pueden extraer de la esencia de las
partidas, y dificulta tanto el análisis cru-
zado de ideas, como su uso en el juego
práctico por parte del lector. Después de
todo, de hecho, realmente estamos intere-
sados en la partida misma. No me interesa
una partida virtual que se desarrolle en
variantes, ese juego que surge del eterno
"¿y si?" y conduce a una partida comple-
tamente diferente. Pero si nos interesa
precisamente "la parte analítica': entonces
podemos hacernos la pregunta: ¿por qué
no nos sumergimos en una nueva partida
analítica, que surge de la partida analítica?
Por eso no quiero deslizarme a lo largo de
una espiral infinita, prefiero adherirme es-
trictamente a la línea de la lucha de la vida
real, que es el fruto de los esfuerzos físicos
y psicológicos de los oponentes. Así razo-
né al elegir las docenas de partidas com-
pletas que incluyo en este libro. La econo-
mía de comentarios es, por lo tanto, una
decisión consciente, incluso aunque esta
política pueda provocar el descontento de
quienes juzgan la calidad de un libro por
la frondosidad de las ramas de los árboles
de variantes».
Después Marín continua: «A los lectores
que deseen llegar a la verdad táctica de
posiciones concretas, les recomiendo ana-
lizarlas por sí mismos o con la ayuda de
un motor de análisis en un ordenador. ¡El
ordenador está diseñado para eso! ¿Para
qué perder tiempo y espacio, acumulando
una masa de variantes y subvariantes, si se
pueden obtener rápidamente con la ayuda
de Fritz, Rybka, Houdini o Stockfish? Entre
otras cosas- esta es nuestra premisa básica
-es un error animar al alumno a realizar un
análisis táctico profundo, sin proporcionarle
una clara comprensión estratégica de lo que

está sucediendo en el tablero. 12 1nsistir en el
análisis significa obligar al alumno a coger
agua con el cesto de su deseo de mejo-
rar. Además, este tipo de "contaminación
analítica': además de aumentar el costo
del libro, puede simplemente asustar al
lector. Creo que a aquellos que necesitan
y aman la investigación táctica profunda
les resultará más útil investigar la táctica
con sus propias fuerzas y con la ayuda de
los motores de ordenador. La experiencia
muestra que cuando se trata de estudiar
estrategia, los aficionados están más inte-
resados en la explicación de los principios
generales y en las ideas que se derivan de
ellos».
Bellamente expresado. Enrique Marín es
un excelente estilista y una persona inge-
niosa. Quizás expresa sus sentimientos de
una manera un tanto radical, sin embargo
en el plano metodológico es absoluta-
mente preciso. Yo no sé presentar el ma-
terial de una manera tan figurativa y bella,
sin embargo como entrenador practico
procuro que tras el estudio de cada tema
los pensamientos que tenga el alumno
en la cabeza no formen un revoltijo, sino
que se alineen en un orden estricto. Por
la experiencia de trabajo puedo decir que
cuanto más fuerte se vuelve un jugador
de ajedrez, más necesita muchas variantes
concretas, aunque él ya sepa obtenerlas
por sí mismo. Ofrezco un ejemplo del libro
Perfeccionamiento en ajedrez.
POSICIÓN 5
Viacheslav Didishko - Peter
Korzubov
Minsk 1983
Véase el diagrama siguiente
El último movimiento de las blancas fue
141Mfd1-e1. Está bastante claro que la lu-
12 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.
Estudiando a los clásicos
cha estratégica gira alrededor del punto
e4. Si las blancas consiguen poner en mo-
vimiento la masa de peones en el centro
mediante f2-f3 y e3-e4, entonces tendrán
de su parte una clara ventaja posicional;
si las negras pueden impedirlo, entonces
su ventaja de espacio y el alfil blanco de
casillas negras malo jugarán su papel. Di-
dishko está listo para jugar 15 f3. Es inte-
resante la reacción de Korzubov 14 ... ctJe7!
La intención de las negras se basa en lo
siguiente: 15 f3 g5! 16 1Mlg3 h6 17 f4 (se
amenazaba 17 ... mh8) 17 ... etJh5 18 1Mff3
g4191Mld1 f5, para bloquear la posición en
el centro y mantener la ventaja de espacio.
15 h3?
Las blancas toman el control de la casilla
g4 e insisten en la jugada 16 f3, ya que
después de 16 ... g5? 171Mlg3 h6 18 f4 ya es
imposible la respuesta g5-g4. Sin embar-
go, siguió ...
15 ... Wfc7!
Korzubov corta de raíz el juego de las
blancas, al advertir sutilmente que el mo-
vimiento 15 h3? perdía la defensa con
peón si la dama se sitúa en g3. Estas son
todas las variantes necesarias para com-
prender la lucha estratégica, y sin embar-
go sin ellas no se comprendería nada.
Después la partida de las blancas se desli-
101
Estudiando a los clásicos
zó por la pendiente, sin embargo nuestro
objetivo no es mostrar la mejor defensa
para ellas. Es suficiente asimilar la idea ge-
neral. El juego continuó:
1611Nb1 id717 !!el étJe4! 18 :!!e2 aS! 19 CLlf3
étJg6 20 @hl :!!a6 211Mfg1 'Wc8 22 'Wh2 :!!f6
23 ixe4 dxe4 24 étJ gl étJ h4 2S :!!f1 :!!h6
La ventaja posicional de las negras es
enorme. Didishko hace un intento deses-
perado por liberarse.
26 f4 exf3 27 gxf3 étJg6!
Nítida realización táctica.
28 @g2 ixh3+ 29 étJxh3 :!!xh3 30 1!Nxh3
étJf4+ 31 exf4 :!!xe2+ 32 @g3 'Wxh3+ 33
@xh3 :!!xb2 34 !!el @f8 3S a4 :!!c2 36 :!!e3
:!!a2 37 @g4 :!!xa4 38 @ts :!!a2 39 @es :!!b2
40 @ds a4 41 @xc4 a3 Las blancas abando-
naron.
Por supuesto, se podrían añadir más va-
riantes, pero se correría el riesgo de «no
ver el bosque por culpa de los árboles».
Al estudiar a los clásicos, conscientemen-
te no intentamos cavar profundo. Para
aprender los procedimientos estratégicos
es útil para el estudiante aceptar la dulce
verdad, aunque una cierta cantidad de
mentiras debe estar presente en dosis mí-
nimas. Por desgracia, en la vida diaria no se
dosifican las porciones de mentiras. lnclu-
102
so existe una frase: <<La percepción es más
importante que la realidad», que se usa en
la propaganda política, en la publicidad
y en los métodos de enseñanza. Nuestro
libro solo habla de ajedrez, aunque en la
tercera parte, cuando toquemos el resba-
ladizo tema de determinar el grado de ge-
nialidad de un ajedrecista, tendremos que
volver a esta frase.
Vamos a resumirlo con una pequeña se-
lección. En mi opinión, un curso corto de
estudio de los clásicos, desde la perspecti-
va actual, donde el proceso de aprendiza-
je es cada vez más acelerado, debería ser
más o menos así:
1) Explicación de los principios generales
enseñados por W. Steinitz y reproducción
con marcadores (para ocultar las jugadas)
de las partidas de Akiba Rubinstein.
2) Reproducción con marcadores de las
partidas de José Raúl Capa blanca.
3) Reproducción con marcadores de las
partidas de Alexander Alekhine. Prefe-
rentemente de libros de Alekhine con sus
propios comentarios.
4) Estudio sin marcadores de los libros de
Aaron Nimzowitsch Mi sistema y La prácti-
ca de mi sistema.
Es necesario seguir exactamente este
orden en el estudio de los clásicos. Por
supuesto, también tenemos a Mijaíl Bot-
vinnik, Vassily Smyslov y otros grandes aje-
drecistas. Sin embargo para una compren-
sión profunda del ajedrez moderno es
preciso adquirir una cultura ajedrecística
elevada, siguiendo primero un curso so-
bre los clásicos.
En mi práctica de entrenador he verificado
y garantizado que con un estudio intensi-
vo de los clásicos y de los principios que ri-
gen los finales complejos, un joven ajedre-
 Estudiando a los clásicos

cista mejora la técnica de materialización se convirtieron en fundamento para una

de la ventaja. Comienza a percibir mejor la "ciencia" semiescolástica, y la idea de este
armonía de interacción entre las piezas, a enfoque del ajedrez es una contribución al
encontrar más rápido los esquemas con- acervo del juego».
venientes para la disposición y actuación
de las piezas, o, como se dice en la jerga Alekhine fue realmente un gran jugador
profesional, a «jugar con la mano», y no de ajedrez. Podía planear sus acciones
con la cabeza, es decir, poseer la facilidad basándose completamente en una valo-
necesaria para tomar decisiones. ración muy precisa de la posición. Podía,
mejor que nadie, encontrar los recursos
Llamo la atención del lector sobre la narra- específicos ocultos en una posición, que le
ción de uno de los más fuertes ajedrecistas permitieran jugar de forma creativa y muy
actuales, el gran maestro Levon Aronián, efectiva.
donde cuenta cómo superó un largo es-
tancamiento en su juego y ganó la Copa
Sinquefield del año 2015 (64 n.o 9/2015):
PARTIDA 40
«Para superar la crisis en mi juego, traba-
jé intensamente un mes con mi ayudante Alexander Alekhine- Akiba
principal Ashot Nadanian. Y revisé de nue- Rubinstein
vo muchas partidas de los clásicos y de los Gambito de Dama [030)
campeones del mundo. Tenía curiosidad La Haya 1921
por comprender qué era lo que los dete-
nía. Y después realicé algunos autoanálisis
siguiendo los ejemplos de otros ajedrecis-
tas. En general fue útil examinar las parti-
das de los grandes maestros del pasado,
para comprender hasta dónde llegaba mi
calidad de juego. También estudié las par-
tidas de Smyslov, Euwe, Botvinnik y Petro-
sian. Y gané confianza».

Hablemos un poco más sobre la relación

entre Znosko-Borovsky y Alekhine, y la
valoración de Alekhine del libro Teoría
del medio juego en ajedrez, dedicado a las
enseñanzas de Steinitz. Alekhine escribió:
«... En aquel entonces él estaba casi termi-
nando su estupendo (por su concepción)
libro Teoría del medio juego en ajedrez. Digo Alekhine comenta así esta posición: «Des-
por su concepción, porque su método de pués de trece movimientos se ha llegado a
abordar el tema y algunos de sus concep- una posición poco frecuente en el gambi-
tos es ligeramente diferente de mis pun- to de dama. En las trece primeras jugadas
tos de vista y valoraciones. Sin embargo es las blancas han hecho tres jugadas con
muy interesante el hecho de que el autor el peón «O>, tres jugadas con el peón «h»
sitúe en un lugar secundario la necesidad de y cuatro jugadas de alfil, tras lo cual han
un enfoque analítico del ajedrez, teniendo obtenido una posición, si no ganada, de-
en cuenta que ciertas reglas generales son cisiva.
en efecto más importantes. Estas reglas

103
Estudiando a los clásicos

Se ha hablado mucho en relación con la nado Cuestiones sobre Teoría Moderna en

original apertura de esta partida, de una
11
nueva técnica hipermoderna,; de una es-
cuela llneorromántica,; etc. En realidad el
asunto es mucho más simple.
Las negras han hecho en la apertura algu-
nas jugadas excéntricas (3 ... a6; 5 ... {¡je7;
6 ... {¡jg6), las cuales, si el adversario no
hubiera reaccionado (por ejemplo, con la
jugada 7 e3 en lugar de 7 .te3, o 9 g3 en
vez de 9 h4), hubieran dado a las negras
una buenísima partida. Y no absolutamen-
te adrede, sino obligado por la necesidad,
adelanté el peón «h» para evitar que las
negras tuvieran superioridad en el cen-
tro. Sin embargo, como regla, semejantes
experimentos en la apertura no están de
acuerdo con mi temperamento ni con mi
estilo».
Creo que sobre la base de la teoría de
Steinitz la posición del diagrama se puede
valorar correctamente para planificar las
futuras acciones de las blancas. Aunque si
sigues demasiado estrictamente esa teo-
ría, es poco probable que encuentres en
posiciones semejantes jugadas del tipo de
7 .te3! y 9 h4!
Ajedrez. Él propone el siguiente esquema.
Supongamos que tenemos una posición
bastante confusa, y queremos compren-
der a quién le es favorable. Determinamos
quién tiene el turno de juego, e inten-
tamos encontrar las mejores posibilida-
des para ambos bandos. No es necesario
intentar analizar todo «hasta el mate»,
solo es necesario intentar alcanzar una
posición definida, que pueda valorarse
correctamente con nuestros conocimien-
tos, basándonos en las leyes, principios y
habilidades posicionales que hayamos ad-
quirido. Lipnitsky clasifica estas posiciones
como definidas. Por ejemplo:
POSJCIÓN6
Yury Averbaj- Mijaíl Botvinnik
Moscú 1955

Tanto Alekhine como Znosko-Borovsky

emigraron de Rusia y, hasta donde sabe-
mos, se mantuvieron en buenos términos,
respetándose profundamente. Al parecer,
es por eso que Alekhine fuera tan delica-
do: «... Se diferencia ligeramente de mis
puntos de vista». Alekhine difícilmente
habría estado de acuerdo con que el enfo-
que analítico pudiera ocupar un lugar se-
cundario, porque la mayoría de las veces
este enfoque es suficiente para determi-
nar la esencia de la posición.

¿Cuáles son las principales características

del enfoque analítico? En mi opinión, la
mejor explicación del enfoque analítico
y de la misma esencia del análisis la pro-
porcionó Lipnitsky en su libro ya mencio-

104
 Estudiando a los clásicos

POSIC/ÓNl POS/C/ÓN9
László Szabó- Gedeon Barcza
Estocolmo 1952

En el primer caso no necesitamos calcular

ninguna variante ni tener en cuenta los
matices de la posición. La ventaja de las
POSIC/ÓNB
negras es tan evidente que no requiere
Alexander Alekhine- Friedrich ninguna cuestión. En el segundo y ter-
Samisch cer ejemplo las blancas están claramen-
Baden Baden 1925 te mejor, y en el cuarto tenemos sobre
el tablero una posición completamente
igualada. Cuando un ajedrecista se vuelve
más fuerte y experimentado, el número
de posiciones que puede llamar definidas
aumenta. Es bastante obvio que para un
jugador principiante muchas posiciones
serán complejas, mientras que para un
gran maestro serán claras. Sin embargo,
muchas posiciones no se pueden evaluar
correctamente solo mediante el uso del
método de valoración «óptico», y Lipnits-
ky sugiere que tales posiciones se deno-
minen críticas. Por lo tanto, uno de los
objetivos del análisis ajedrecístico es la
transición de una posición crítica a una
posición definida.

Hoy la definición «posición crítica» se usa

ampliamente para determinar la dirección
del ritmo de juego. En la doctrina de Dor-
fman, que trataremos en la tercera parte
del libro, esto generalmente es una piedra
angular. En la actualidad, la comprensión
del término «posición crítica» se identifica
más bien con posiciones en las que se de-

105
Estudiando a los clásicos
cide la suerte de la partida, lo que, no obs-
tante, está próximo a la visión de Lipnitsky
a mediados del siglo pasado.
Me gustaría ofrecer al lector dos ejemplos
de enfoque analítico de las posiciones to-
mados del libro de Lipnitsky, comentados
por su autor.
PARTIDA 41
Erich Eliskases- Yury Averbaj
Defensa Ragozin [D38]
Estocolmo 1952
1 d4 e6 2 c4CLlf6 3CLlf3 d5 4CLlc3 ib4 5Wfa4+
CLlc6 6 e3 id7 7 1Mfc2 0-0 8 id2 dxc4 9 ixc4
id610 CLlgS eS 11CLld5 g612CLlxf6+ Wfxf6
13CLle4 Wlts 14 d5!
«Intentaremos primero valorar esta posi-
ción crítica. Empecemos con una "tosca"
valoración general. La posición de la dama
negra en el papel de patrulla avanzada
aquí es poco atractiva: la dama priva al
peón «f» de la posibilidad de avanzar dos
casillas, y además, está alejada del flanco
de dama, donde pueden producirse acon-
tecimientos importantes.
Las blancas pueden crear diversas amena-
zas sobre la dama encerrada, en especial
teniendo en cuenta que el alfil d7 le corta
la retirada, y además la debilidad de la ca-
silla f6 es apreciable con el caballo blanco
106
en e4.
De esta manera, en fS la dama se encuen-
tra como sobre un barril de pólvora, y las
negras necesitan vigilar constantemente
que las blancas no enciendan la mecha. Y
como no se aprecia qué ventaja tienen las
negras a cambio, entonces la valoración
general que se impone es ésta: la última
jugada de las negras es mala y deja su po-
sición amenazada.
Pasemos a la segunda etapa, más difícil,
la penetración concreta en la posición. El
caballo atacado e4 está defendido por la
dama blanca, que a su vez puede ser ata-
cada y solo dispone de una casilla para re-
tirarse. Tras esto las negras pueden forzar
un asalto en el flanco de dama.
¿Es esto suficiente compensación para las
negras? Averbaj, al jugar 13 ... IWfS, prob-
ablemente pensó así. Por eso, sigamos el
curso de sus razonamientos concretos en
esta posición crítica (a la que llamaremos
convencionalmente n.o 1).
De esta manera, 14 ... ctJb4 15 1Wb1 bS 16
ii.b3 aS
Ahora se aclaran las intenciones de las ne-
gras. Amenazan expulsar al alfil blanco b3,
para ganar el peón central dS y liberar de
paso a su dama. Por ejemplo, 17 0-0 a4 18
ii.d1 ct:JxdS, y la jugada 19 ii.g4 es imposi-
ble debido a que después de 19 ... \Wxg4

casilla f6 está defendida por el caballo ne-
gro.
Al jugar 13 \WfS Averbaj, probablemente,
oo,
tuvo en cuenta esta posición, que llamare-
mos posición crítica n.o 2. Ya que ha surgi-
do de manera forzada de la posición críti-
ca n.o 1, entonces es extraordinariamente
importante tener una exacta valoración
concreta de ella.
Naturalmente, en primer lugar hay que
ver cómo entró en ella el adversario. En
la partida tuvo lugar: 17 0-0 a4 18 !xb4
axb3 19 !xd6 cxd6 20 f3 gS 21 axb3 con
peón de ventaja y grandes posibilidades
de victoria para las blancas. Si estas juga-
das fueron obligadas, entonces podemos
decir que la jugada 13 'WfS fue mala, ya
000
que forzosamente las llevó a una posición
difícil. ¿Pero fueron obligadas o no? ¿Por
qué en la jugada 18 las negras no respon-
dieron 18 !xb4?
oo•
Resulta que durante la partida Averbaj ad-
virtió que tras la respuesta 19 !d1! la posi-
ción de las negras estaba perdida.
En efecto, en esta posición crítica n.o 3,
que por lo visto ambos adversarios tuvie-
ron en cuenta en sus cálculos, las blancas
tienen las peligrosas amenazas 20 g4 (en
caso de 19 mg7) y 20 !g4! (a 19 !e8),
ooo 000
para ganar la dama.
Sin embargo, en el análisis posterior Aver-
Estudiando a los clásicos
baj encontró para las negras una defen-
sa suficiente, 19 h5!, con las siguientes
000
variantes: 20 h3 !e8! 21 g4 'Wc8, y no es
posible 22 gxhS por 22 'Wxh3, o 20 g4
oo.
hxg4 21 h3 gxh3 22 mh2 ~g7 23 l'i:g1, y
después de 24 !g4 las blancas, por fin,
ganan la dama, aunque las negras reciben
suficiente compensación por ella.
Las variantes que siguen después de 19
!d1! las ofrece el maestro Baranov en el
libro Torneo internacional de ajedrez de
Estocolmo. Y ya que la jugada 19 !c2 (en
lugar de 19 !d1) no ofrece ventaja a las
blancas por 19 !e8!, entonces la jugada
oo.
18 !xb4! aseguraba a las negras posibi-
oo•
lidades de igualdad.
¿Se puede decir ahora que la jugada 13 000
'Wfs no es mala y que no colocó a las ne-
gras bajo la amenaza de derrota? Antes de
responder a esta pregunta, es necesario
aclarar si las blancas podían jugar más
fuerte. Regresemos de nuevo a la posi-
ción crítica n.o 2.
En lugar de 17 0-0 proponemos para las
blancas jugar 17 a3! a4 (jugada única,
pierde 17 lL'la6 por 18 !c2!) 18 !xb4
oo•
(pero no 18 lL'lxd6 lL'ld3+! 19 ~e2 'Wxf2+!
20 ~xd3 cxd6, y las negras tienen un po-
deroso ataque por la pieza, amenazan
axb3, e4+ y !fS+) 18 !xb4+ 19 axb4
oo•
axb3 20 f3!
Véase el diagrama siguiente
107
Estudiando a los clásicos
Esta posición ya no adquiere un carác-
ter crítico, sino definido, que es a lo que
se reduce el objetivo del análisis. Tras el
cambio de dos piezas menores, como an-
tes, la dama fS y el alfil d7 están mal situ-
ados.
Por ejemplo, 20 ... ~g7 21 0-0 hS (tampo-
co es atractiva 21 ... Élxa 1 22 1Wxa 1 ~e8 23
1Wa7 \Wc8 24 Élc1, y las negras están mal)
22 Élc1, y es muy difícil para las negras de-
fender las numerosas debilidades del flan-
co de dama.
Es curioso el «pastel de hojaldre» de peo-
nes por la columna «b». Así, las blancas tie-
nen ventaja.
¿Se puede juzgar por fin, en base a estos
análisis, la jugada 13 ... 1Wf5? Para respon-
der satisfactoriamente y con toda la razón,
todavía es necesario someter a una inves-
tigación detallada el sacrificio de peón ne-
gro en la variante 17 a3! a4 18 ~xb4! axb3
108
Surge la posición crítica n.o 4 No favorece
a las blancas jugar a ganar peón. Por ejem-
plo: 19 tt:lxd6 cxd6 20 ~xd6 É!fc8 con ame-
naza de invasión en c2. O bien 19 ~xd6
cxd6 20 tt:lxd61Wg5!, y no es posible 21 0-0
por 21 ... ~h3, y a 21 \We4 es buena 21 ...
\M! e? para «pescar» el caballo blanco.
Sin embargo, las blancas desestiman la
ganancia inmediata de peón, y juegan 19
0-0! (también es buena 19 f3!), tras lo cual
surge una posición que tiene un carácter
bastante determinado.
Como antes las blancas tienen un fuerte
caballo en e4, que ataca el punto d6. La
dama negra está fuera del juego en fS. Se
amenaza 20 f3 y 21 g4. Por ejemplo, 19 ...
~xb4 20 f3! etc.
Aunque este análisis tampoco es comple-
to, podemos decir que después de 13 ...
\Wfs la iniciativa y la ventaja están del lado
de las blancas. ¿Tenemos ya las bases sufi-
cientes para juzgar, por fin, como mala la
jugada 13 ... 1Wf5?
Resulta que no. El asunto está lejos de ser
tan sencillo. Antes es necesario aclarar si la
jugada 13 ... 1Wf5 era sencillamente «el mal
menor». Desde luego, ¿se puede excluir
que cualquier otra jugada fuera aun peor?
Regresemos a la posición anterior a la ju-
gada 13 ... 1Wfs y veamos otras posibilida-
des.

Así, 13 ... V!ie7 14 dS (probablemente, la
mejor) 14 ... ttJ b4! Esto es más activo que
14 ... ttJd8.
1S \Wb3 (no son mejores otras jugadas de
la dama blanca) 1S ... aS! (no vale 1S ... ibfs
16 ttJxd6 ttJc2+ por 17 me2V!ixd6 18 fí:ac1,
y las blancas consiguen ventaja material)
16 ttJxd6 (a la inmediata 16 a3 sigue 16 ...
a4! y 17 ... ttJa6) 16 ... V!ixd6! 17 a3 ttJa6 18
ibxaS liJeS, y las negras recuperan el peón
tanto tras 19 V!ic3 ttJa4, como después
de 19 ibb4 ttJxb3 20 ibxd6 ttJxa 1 21 ibxf8
ttJc2+! (pero no 21 ... mxf8 22 i>d2!) 22
md2 ttJxe3! etc., con juego igualado.
En lugar de la inmediata 13 ... V!ie7 es inte-
resante y quizás más fuerte 13 ... Wih4,
para en caso de 14 dS responder 14 ... ibfS,
y a 14 g3, 14 ... V!ie7.
Sin entrar en un análisis detallado de las
jugadas 13 ... V!ie7 y 13 ... V!ih4, se puede
Estudiando a los clásicos
decir que ofrecen a las negras posibilida-
des de igualdad.
Solo ahora, si se comparan los resultados
obtenidos tras 13 ... IWfS y 13 ... V!ie7 (13 ...
Wih4), se puede llegar a la conclusión final
de que la jugada 13 ... V!ifs era mala. Ella es
la causa de las posteriores dificultades de
las negras en esta partida.
Ahora se puede expresar con ayuda de
signos este análisis:
13 ... V!ifS? (13 ... V!ie7! o 13 ... Wih4!) 14 dS!
ttJb4! 1S 1Wb1! bS! 16 ibb3! aS! 17 a3! (fue
más débil lo jugado en la partida Eliska-
ses- Averbaj: 17 0-0?, ya que después de
17 ... a4 18 ibxb4 en lugar de 18 ... axb3?
igualaba 18 ... ibxb4! 19 ibd1! hS! etc.) 17 ...
a4 18 ibxb4!, y las blancas obtienen venta-
ja tanto tras 18 ... ibxb4+ 19 axb4 axb3 20
f3!, como después de 18 ... axb3 19 0-0 (o
19 f3).
Así, solo como resultado del análisis, he-
mos visto que nuestra primera impresión,
la «tosca» valoración general de que la ju-
gada 13 ... V!ifS es poco atractiva, se confir-
ma. Se puede suponer que Averbaj recha-
zó la jugada 13 ... V!ifS probablemente, por
consideraciones generales; la jugada se
hizo a partir de un análisis concreto, que
sin embargo contenía un error».
Este análisis demuestra que el proceso de
transición de una posición crítica a una
posición definida es un proceso largo y
que consume mucha energía.
En este ejemplo hemos considerado un
análisis relativamente sencillo, con un nú-
mero de variantes diferentes no muy ele-
vado. Sin embargo, muy a menudo tene-
mos que lidiar con situaciones en las que
una posición crítica entra en otra, y es ne-
cesario por doquier calcular con exactitud
numerosas variantes. En ese caso no es
fácil reducir todo a posiciones definidas, y
109
Estudiando a los clásicos
a veces incluso es imposible. De esta ma-
nera/ el jugador debe ser capaz de detener
en algún momento el análisis e intentar
evaluar la posición en función de sus co-
nocimientos y experiencia.
Cuanto más precisa y correcta sea la eva-
luación/ más aumenta la probabilidad de
encontrar un plan correcto. En el libro de
Lipnitsky hay un magnífico ejemplo en el
que compara el proceso de evaluación de
la posición y la elaboración de un plan con
la realización de un disparo aproximado y
otro preciso.
PARTIDA 42
lsaak Lipnitsky- Anatoly Sidorov
Defensa Nimzoindia [E53]
Riga 1954
1 d4 ttJ f6 2 c4 e6 3 ttJ c3 i,b4 4 e3 eS S ttJ f3 0-0
6 i,d3 dS 7 0-0 b6 8 cxdS cxd4 9 exd4 élJxd510
élJxdS exdS
«Las blancas tienen la iniciativa (disponen
de posibilidades de ataque al rey negro/
mientras que el adversario no tiene juego
contra el peón aislado). ¿Cómo desarro-
llarla/ especialmente mientras el flanco de
dama negro esté sin desarrollar?
En primer lugar se impone la fuerte juga-
da posicional11 lt:les. A favor de esta juga-
da habla lo siguiente:
1) el caballo se afirma en el centro del ta-
11 o
blero/ desde donde participa en el ataque
al rey y obstaculiza el desarrollo del flanco
de dama negro;
2) se abre la diagonal d1-h5 para la incor-
poración inmediata al ataque de la dama
blanca/ lo que permitiría concentrar cua-
tro piezas contra el rey negro;
3) es muy difícil expulsar al caballo de e5 1
ya que no valen tanto 11 ... f6 por 12 'Wh5! 1
como 11 ... lt:ld7 a causa de 12lt:lc6!
Así/ de las consideraciones generales he-
mos extraído una jugada extraordinaria-
mente atractiva. No obstante todo esto
solo es una «puntería aproximada». ¿Qué
nos proporciona una «puntería» más exac-
ta/ más concreta? El acercamiento concre-
to a la posición permite descubrir la res-
puesta del adversario 11 ... i.a6! 1 con cuya
ayuda las negras se libran del fuerte alfil
blanco d3 ¿Qué hacemos ahora? ¿A pesar
de todo/ realizamos la jugada 11 lt:le5? An-
tes de tomar una decisión es necesario ver
si se puede refutar la jugada 11 ... i.a6.
Por lo tanto/ 12 i.xa6 lt:lxa6 13 '\Wa4! 'Wc8
14lt:lc6 i.d6 15 i.f4! 1 y no se puede tomar
en f4 por 16lt:le7+
Sin embargo las negras descubren una de-
fensa suficiente: 15 ... 'Wc7! Si no exisiera
esta jugada/ las blancas podrían detener
su elección en la jugada 11 lt:le5 1 ya que la
respuesta 11 ... i.a6 estaría refutada. ¡Pero
la jugada 15 ... 'Wc7 existe! Después de 16
i.xd6 '\Wxd6 17 :;::l.ac1 lt:lc7 la posición se
simplifica mucho.
Las blancas aun tendrían una pequeña

iniciativa, aunque considerablemente
menor que la que tenían en la posición
inicial. Si sopesamos los pros y los contras,
apartaríamos la jugada 11 liJes, ya que no
asegura el desarrollo posterior de nuestra
iniciativa.
Merece preferencia la jugada 11 Wla4!
La dama blanca llega a a4 con ganancia
de tiempo, y desde esta casilla impide el
desarrollo natural de las piezas del adver-
sario.
Es bien sabido que cuando se dispara se
recurre a la puntería aproximada y a la
exacta. La primera sirve para fijar la direc-
ción, y la segunda permite fijar la atención
en el objetivo. En el ajedrez una valoración
precisa a menudo puede llevar a cambiar
la dirección misma. En este ejemplo, el
sentido común dice que la dama puede
estar bien ubicada en hS, mientras que
el análisis concreto muestra que la dama
debe ir en otra dirección, hacia a4.
La partida continuó: 11 ... id6 12 igS!
Fuerza la torpe jugada 12 ... Wld7, ya que
después de 12 ... f6 13 t.h4 toda la posi-
ción negra estaría agujereada. Tampoco
es agradable 12 ... t.e7 13 t.xe71Mlxe7 14
l:l:fe1, y las blancas ocupan la columna
abierta «e» con ganancia de tiempo, como
en la famosa partida Botvinnik- Alekhine,
torneo AVRO 1938.
13 Wlc2 h614ih4l2Ja6
¿Y por qué no ahora 14 ... t.a6?, puede
preguntar el lector. En ese caso las blan-
cas mediante 15 t.h7+! ~h8 16 t.fs1Mlc6
Estudiando a los clásicos
17 l:l:fc1 1Mlxc2 18 l:l:xc2 podrían pasar a
un final con muchas piezas, en el que las
negras tendrían grandes dificultades con
el desarrollo posterior de sus piezas. Por
ejemplo, 18 ... g6 19 t.f6+! (para esto era
necesario el jaque en h 7) 19 ... ~g8 20 t.h3
etc.
Después de 14 ... lt:la6 siguió 15 a3 l2Jc7
16l2Jes ixeS 17 dxeS, y la iniciativa de las
blancas degeneró en un fuerte ataque en
el flanco de rey».
Hemos visto que en el primer caso el aná-
lisis corroboró consideraciones inconcre-
tas, basadas en el sentido común, y en el
segundo las refutó. En el ajedrez moderno,
el enfoque analítico prevalece a la hora de
formar un plan y valorar posiciones con-
fusas. Cuando un ajedrecista analiza en
casa de manera precisa y profunda las
posiciones críticas de la apertura y del me-
dio juego, realmente complica la vida a su
adversario sobre el tablero. Cuando usted
analiza las posiciones, comprende por sí
mismo su esencia y no confía solo en el
sentido común, le resulta más fácil elabo-
rar un plan correcto.
El enfoque analítico y concreto para eva-
luar la posición fue precisamente lo que
distinguía a los representantes de la es-
cuela soviética de ajedrez (tema que se
verá en la tercera parte del libro), y ase-
guró su dominio en el mundo durante
décadas. La teoría, y no solo las apertu-
ras, comenzó a desarrollarse a pasos agi-
gantados. Hubo un replanteamiento de
los valores de los factores estratégicos,
establecidos tanto por la escuela clásica
como por los hipermodernos, para cada
situación específica. Reconsiderados,
¡pero no negados! Por mi experiencia de
trabajo con uno de los ajedrecistas más
fuertes del mundo de mediados del siglo
pasado, el gran maestro lssak Efremovich
Boleslavsky, puedo asegurar que poseía
una enorme erudición y que conocía bien
a los clásicos. Junto con Boleslavsky, tanto
111
Estudiando a los clásicos
Bronstein y Geller, como los que se unie-
ron a ellos más tarde, Mijaíl Tahl y Leonid
Stein, argumentaron con mayor convic-
ción que los factores dinámicos en cual-
quier situación concreta pueden ser más
importantes que, digamos, los defectos de
la estructura de peones. Es el caso del sis-
tema Boleslavsky en la Defensa Siciliana,
predecesor de la todavía más desafiante
variante de Chelíabinsk.
POSICIÓN 10
POSICIÓN 11
Para un ajedrecista actual estas posiciones
tienen un aspecto común, sin embargo en
aquellos días era casi un desafío a los pun-
tos de vista estrictos sobre la creación de
debilidades crónicas en la estructura de
112
peones.
El peón débil d6 ya aparecía sin ninguna
timidez por parte de las negras en la De-
fensa India de Rey.
POSICIÓN 12
Mijaíl Botvinnik- Efim Geller
Budapest 1952
Efim Geller obtuvo en esta partida una bri-
llante victoria sobre el campeón del mun-
do.
Los ajedrecistas fueron mucho más con-
descendientes con la cesión del centro por
parte de las negras con la jugada e5:d4 en
el sistema Chigorin de la Apertura Españo-
la.
POSICIÓN 13
Wolfgang Unzicker- Paul Keres
Hamburgo 1956
Véase el diagrama siguiente
¿Le agrada la posición del siguiente
diagrama? Se produjo en el match por el
campeonato del mundo del año 1961,
entre Mijaíl Tahl y Mijaíl Botvinnik; en esa
partida el entonces joven jugador de Riga
superó con seguridad en la lucha dinámi-

ca a un maestro más experimentado.
POS!CION 74
Mijaíl Tahl- Mijaíl Botvinnik
Campeonato del Mundo 1960
Tarrasch o Nimzowitsch apenas aproba-
rían la estrategia de las blancas, que in-
fringe todos los principios del desarrollo
rápido de las piezas, con solo la dama y el
rey en juego, y la estructura de peones del
flanco de dama en ruinas.
Todo esto venía precedido por un minu-
cioso trabajo analítico, y podemos decir
que entonces nació el prototipo de aje-
drez actual, donde gobierna el ordenador.
El lector tiene derecho a preguntar si el au-
tor no se contradice a sí mismo. Después
de todo, unas páginas atrás me solidariza-
ba con E. Marín, quien en su obra cortaba
Estudiando a los clásicos
los «árboles de variantes frondosos». Y
ahora afirmo que el enfoque concreto de
la posición que surge del análisis es la ver-
dad a la que uno debe aferrarse. Aquí me
gustaría citar a Vladímir Kramnik en sus co-
mentarios sobre el resultado del torneo de
Wijk aan Zee del año 2013 (64 n.o 2/2013):
«... En muchos encuentros (del torneo) no
hubo en absoluto resistencia, ni un atisbo
de lucha. En esas partidas, los que jugaron
bien solo tenían que venir, sentarse en la
silla y luego tender la mano, para aceptar
las felicitaciones por una victoria bien me-
recida.
Y puedo decir que TODOS (excepto aque-
llos que terminaron en "plus") tienen par-
tidas inexplicablemente débiles. Un listón
de candidato a maestro, no superior ...
Si se comparan los jugadores de 2800
con el conjunto de ajedrecistas con rating
2730 o inferior, en los últimos tiempos,
por alguna razón, la diferencia entre ellos
se ha vuelto más grande. No se puede ha-
blar por una sola partida, ¡pero es que en
general fueron un MONTÓN! Miro y me
pregunto: a veces con los jugadores del
"top ten" no pueden ni siquiera estable-
cer una lucha, no digamos hacer tablas.
Y no tengo la sensación de que nosotros
(entre cinco y diez) juguemos más fuerte
que antes. Sencillamente por debajo de
nosotros se produce algún fallo. Tal vez se
deba a una informatización excesiva. He
visto las partidas, y creo que ni siquiera
se trata de descuidos (hubo suficientes,
aunque es algo que le sucede a todos).
Me causaron mayor impresión los errores
posicionales groseros. Creo que se debe al
hecho de que la gente se ha acostumbra-
do a mirar las posiciones en el ordenador.
El juego "jugada a jugada'; "estoy mejor,
estoy peor". Se empieza a olvidar que hay
unos principios generales del ajedrez que
es mejor no violar. Creo que ahora todos
los jugadores al nivel de 2700 son víctimas
del ordenador, mientras que los jugadores
113
Estudiando a los clásicos
del nivel más alto llevan mejor a cabo la
simbiosis».
En mi opinión, el decimocuarto campeón
mundial revela con gran precisión la esen-
cia del problema. Aunque no nos interesan
los «setecientos», de los que nos separa
un cielo. Por cierto, en los últimos años los
«setecientos» probablemente han traba-
jado en sus errores, corrigiéndolos y «aca-
riciando» seriamente a los celestiales. El 1
de enero del año 2016 solo dos jugadores
pudieron mantener el «listón» de los 2800:
el campeón del mundo Magnus Carlsen
y el mismo Vladímir Borisovich. Aunque
Magnus, desde su estratosférico 2889,
obtenido en el año 2014, cayó a la para él
modesta cumbre de 2850. Mientras que
Caruana y Aronián, con picos máximos de
2851 y 2835 respectivamente, y con ellos
Topalov, Anand, Nakamura y Grischuk, ca-
yeron en compañía de los «setecientos».
Dios está con ellos, con los «setecientos».
Continuemos la narración con los candi-
datos a maestro y con los maestros, con
los que empiezan a asaltar las cimas aje-
drecísticas. Hace poco hemos comproba-
do, con los ejemplos del excelente libro de
Lipnitsky, que la esencia del enfoque con-
creto de la posición se basa en el análisis.
Y que el objetivo del análisis es llevar una
posición de tipo indefinido a una posición
cuya evaluación verbal pueda ser dada
por su apariencia exterior, o, como les gus-
ta decir a los ajedrecistas, por considera-
ciones generales. El ajedrecista debe rea-
lizar el análisis durante el juego, sin tocar
las piezas sobre el tablero, pensando casi
cada jugada. Esto es así. En este compo-
nente los actuales candidatos a maestro y
maestros son significativamente inferiores
a sus coetáneos soviéticos, que jugaron
con un nivel similar en los años 30-40 del
siglo pasado. ¿Por qué pasa esto? La res-
puesta es sencilla: ¡el ordenador! Un traba-
jo adecuado con él propicia el perfeccio-
namiento del ajedrecista y proporciona
114
muchas comodidades, sin embargo su uso
inadecuado conduce a desviaciones y a la
aparición de lagunas en el desarrollo del
ajedrecista.
En primer lugar, antes los ajedrecistas
obtenían una experiencia enorme con el
trabajo analítico, con el análisis de las po-
siciones de las partidas aplazadas. Con el
advenimiento de los ordenadores, la idea
de aplazar las partidas murió por sí sola.
En segundo lugar, la preparación de las
aperturas (así como el flujo de informa-
ción) no era tan profunda en esos días, sin
embargo se realizaba individualmente o
en reducidos grupos de trabajo, lo que de-
sarrollaba el «músculo analítico». Por su-
puesto, no se puede detener el progreso.
Nadie estará hoy de acuerdo en cambiar
un tren rápido por el asiento en un carrua-
je enganchado por caballos. Sin embargo
cuando se viaja con un enganche de ca-
ballos una persona siempre está mejor
preparada para los obstáculos y paradas
inesperados, que debe eliminar con su
propio esfuerzo, gracias a la experiencia
adquirida. Esto es lo que escribe Vladímir
Kramnik sobre los graves errores posicio-
nales y las infracciones de los principios
generales del ajedrez cometidos por los
grandes maestros, incluso los de alto ni-
vel, que miran la posición con los ojos del
ordenador, «estoy mejor, estoy peor».
En tercer lugar, en el análisis de las par-
tidas propias entonces no existía la ten-
tación de examinar la posición con el or-
denador, presionar una tecla y recibir una
valoración, del tipo de «+ 1,3» o «-0,7», y
después detectar los errores mirando el
brusco cambio de las valoraciones del or-
denador. Antes era necesario que entrara
en tu cabeza.
¿Cuál es la receta actual para mejorar
nuestras habilidades analíticas? El primer
punto desaparece. Ya no hay partidas
aplazadas, y es difícil simular una posición
 Estudiando a los clásicos

aplazada. El grado de responsabilidad del

análisis será menor. Después de todo, in-
cluso el ajedrecista más responsable, que
aspire a la perfección, inconscientemen-
te sentirá que en este caso un análisis de
mala calidad no conlleva la pérdida de un
punto en el torneo. Sin embargo, el se-
gundo punto, y en especial el tercero, son
bastante adecuados para el entrenamien-
to. Es necesario analizar los esquemas de
apertura y realizar el análisis de las parti-
das jugadas sin la ayuda del «motor», es-
cribirlo, y solo después encender el orde-
nador, para verificar los resultados. Porque
si enciendes el ordenador de inmediato,
involuntariamente caes bajo su influencia,
y la efectividad del proceso de análisis in-
dependiente se derrumba. Todos tienen
ordenadores, sin embargo la calidad de la
preparación de las aperturas es diferente
para cada uno. Solo los mejores ajedre-
cistas del mundo, como escribe Kramnik,
llevan bien a cabo esta simbiosis, es decir,
utilizan los puntos fuertes del ordenador y
lo «guían» en la dirección correcta. Y para
sentir y encontrar esta dirección correcta,
es necesario realizar el análisis sin «motor».

Resumiendo lo anterior. Para nuestro can-

didato a maestro o maestro, en esta etapa
de enseñanza del ajedrez, le será útil reali-
zar análisis que no sean demasiado largos
e intrincados, definidos en conformidad
con la estrategia, y cortar las «ramas de los
árboles frondosos del ordenador».

115
 PARTE 11
ESTRATEGIA DEL FINAL

La mayor parte de la élite del ajedrez actual posee, diría yo, una técnica sofisticada del
final de juego. No puede ser de otra manera. Es demasiado elevada la posibilidad de que
los adversarios tengan casi el mismo nivel en todos los demás componentes del juego.
Sin embargo, incluso los mejores de los mejores cometen errores en el final. En primer
lugar, las personas tienden a equivocarse. En segundo lugar, el ajedrez actual es muy
competitivo y requiere mucha energía. Estos errores se asocian con mucha frecuencia
con la fatiga y con la falta de tiempo para pensar, y no con la comprensión del juego y el
conocimiento de los principios generales que rigen el final.

La imagen que vemos hoy en las competiciones juveniles, incluso del nivel más alto, es
muy distinta. Ofrezco un ejemplo del campeonato del mundo sub-12.

POSICIÓN 75
A. Nesterov- M. Muradli
Porto-Karras 2015

Juegan las blancas

La partida se jugaba en la última ronda, y en el plano deportivo era muy importante.

Tanto el ajedrecista ruso como el azerbaiyano liberaban el torneo con 8 puntos de 1O
partidas jugadas. Sobre el tablero aparece un final bastante agudo con una ventaja de las
blancas visualmente significativa. Nesterov idea una interesante maniobra táctica, que
conduce a la ganancia de un peón, aunque al mismo tiempo permite que su adversario
active su rey.

116
 ESTRATEGIA DEL FINAL

40 ~d8+? ila7 41 ~d7? ~g5 42 CLJc6+ ilb6 43 CLJd8 ilbs 44 ~xb7+ ilc4 45 a3 aS

Una mirada a la posición es suficiente para comprender hasta qué punto se han com-
plicado la vida las blancas al ganar el peón b?, mientras que las negras, al contrario, han
mejorado. El ordenador aprueba las acciones de las blancas, sin embargo yo las marco
con un signo de interrogación. Existe un principio de juego general en los finales agudos
de torres con peones igualmente avanzados por ambas partes: el rey debe acompañar
a su peón, y la torre luchar contra el del adversario. La presencia de caballos sobre el
tablero cambia poco el punto de vista de esta regla. Hay que tener en cuenta que el rey
negro acompaña al peón dS y está preparado para apoyar su avance, mientras que las
piezas blancas andan desorientadas.

Tras las jugadas46 CLJe6 ~eS 47 CLJf4 d4 48 ~c7+ ilb3 49 ~d7 ~e4 50 f3 gxf3 51 ilf2 a4 52
ilxf3 ilxa3 53 ~d6 ilb3 la posición de las blancas se convirtió en pésima, y después de
algunos movimientos el ajedrecista azerbaiyano ganó la partida y el torneo.

No me interesa dónde y cuándo podían las blancas jugar más fuerte. En la posición inicial
del diagrama cometieron un error de concepto, persiguiendo al peón b?. Era imprescin-
dible jugar 40 lZJxdS! lZJxa2 41 f4! gxf3 (de lo contrario el avance del peón «f» decide) 42
~f2 con una gran ventaja, que en el juego práctico es decisiva.

Las blancas tienen todo de acuerdo con las reglas: el rey avanza con sus peones, y la torre
lucha contra los enemigos. En general aquí no era necesario hacer cálculos. Solo era ne-
cesario saber y comprender.

117
ESTRATEGIA DEL FINAL

Para hacer una comparación examine detenidamente el siguiente final: Geller- Smyslov,
lnterzonal de Palma de Mallorca 1970 13 .

El libro Endgame Strategy está dedicado precisamente a los verbos «saber» y «compren-
den> los principios generales de juego de los finales complejos.

De acuerdo con el espíritu de la época actual, he reducido considerablemente el volumen

del material y lo he compuesto de forma diferente, con la inclusión de algunos ejemplos
modernos nuevos. Al final de cada capítulo hay un ejercicio. Creo que después de analizar
todos los ejemplos, podrá decir con confianza que ya tiene una idea de los principios de
juego en los finales complejos.

La idea conductora del libro es un artículo sorprendente por su brevedad y profundidad

de contenido, especialmente teniendo en cuenta que fue escrito hace casi cien años.
Se trata de un artículo del ingenioso maestro soviético Sergei Belavenets, por desgracia
fallecido en los años de la Gran Guerra Patria.

Llamó mi atención sobre este artículo y su trabajo sobre él Mark lsrailevich Dvoretsky, sin
cuya amistad el libro Endgame Strategy no habría visto la luz.

13 Nota del Editor: Este final viene comentado al final del capítulo 6, partida n.o 40.
118
 ESTRATEGIA DEL FINAL

Principios fundamentales del juego en el final

Sergei Belavenets, maestro

En las feroces batallas del medio juego las pasiones estallan. En el aire penden los sa-
crificios, las combinaciones espectaculares, cada uno de los jugadores observa de cerca
los golpes tácticos, las trampas astutas, las sutiles jugadas inesperadas. Y de repente se
producen cambios masivos, la poesía de las agudas refriegas combinativas finaliza, viene
el prosaico final. El paso al final procede a veces de la voluntad de una de las partes, que
cree que en él será más fácil materializar su ventaja. Otras veces el final surge como resul-
tado del deseo mutuo de los jugadores.

En el final la técnica pasa a primer plano. Lo primero que debe hacer el ajedrecista es re-
construir su pensamiento, su estado de ánimo. Es necesario olvidarse de la «belleza» o de
la táctica. Aconsejo a cualquier jugador, si lo permite el tiempo que le quede en el reloj,
gastar algunos minutos para «calmar las furiosas pasiones de su interior». Este gasto dará
sus frutos en el futuro, pues el ajedrecista considerará la posición correctamente, «como
un final». ¿Qué significa esto?

Necesitamos profundizar en la respuesta, ya que los manuales de finales agrupados en

volúmenes, que ofrecen innumerables ejemplos y posiciones, no le prestan suficiente
atención al curso del pensamiento ajedrecístico en el final.

En el medio juego el pensamiento está ocupado, principalmente, en el cálculo de va-

riantes, subordinadas a cualquier objetivo. Lo principal que hace un jugador en el medio
juego es comprobar todo tipo de golpes tácticos, calcular combinaciones, variantes. En el
final la situación es diferente. Solo en raros finales, los llamados combinativos, debemos
centrarnos en el cálculo, en la táctica. En la abrumadora mayoría de los finales debemos
pensar un plan. Aquí las variantes juegan un papel secundario. El primer violín pertenece
a los esquemas del pensamiento, y la posibilidad de construir una posición en particular
ya se verifica con la ayuda del cálculo de variantes. Planeamos la disposición necesaria
de nuestras propias piezas, contando por supuesto con lo que el adversario pueda hacer.
Después verificamos con ayuda del cálculo de variantes la posibilidad de alcanzar esta
posición. Por ejemplo: en la siguiente posición de la partida Capablanca- Ragozin, Mos-
cú, 1936, las blancas formularon sus acciones de manera muy sucinta.

POSJC/6N 16
Capa blanca- Ragozin
Moscú, 1936

Véase el diagrama siguiente

Capablanca escribe sus pensamientos durante la partida. «El plan de las blancas consiste
en impedir el avance del peón «C>> (tras lo cual podría crearse un peón débil «b») y en con-
trolar todo el tablero hasta la quinta fila. Esto se consigue llevando el rey a e3, situando la
torre en c3, el caballo en d4, y los peones en b4 y f4. Una vez obtenida esta posición, las

119
ESTRATEGIA DEL FINAL

blancas intentarán avanzar los peones del flanco de dama».

Como hemos visto, a Capablanca no le interesaban las variantes, incluso no le interesaba

el tiempo, la velocidad con la que se conseguiría la posición concebida. Lo principal está
hecho, el esquema necesario de la posición está diseñado, el resto es jugar siguiendo las
notas ya escritas.

1 ctJd4 ~b7 2 b4 átd7 3 f4 @e7 4 @f2 ~a7 S ~c3 @d6 6 ~d3 @e7 7 @e3 ~a4 8 ~c3 @d6

La construcción planeada por las blancas ha terminado. Ahora se enfrentan a un nuevo

desafío: realizar el avance de los peones del flanco de dama. Para ello, en primer lugar,
necesitan trasladar su rey para que apoye el avance de los peones.

A propósito de la repetición de jugadas. La regla principal del final es: ¡no te apresures! Si
existe la posibilidad de avanzar un peón dos casillas o una, avance con él primero una ca-
silla, mire cuidadosamente, y después avance una casilla más. Por supuesto, la regla de no
apresurarse es necesaria en finales tranquilos, en los combinativos el asunto es diferente.
La regla «no apresurarse» para muchos puede parecer paradójica, sin embargo aparece
en casi todos los finales de los grandes maestros del final. Observe con atención los fi-
nales de Capablanca, Flohr, y verá con qué lentitud, a veces bordeando el aburrimiento,
materializan su ventaja.

La repetición de movimientos juega un papel muy importante en el final. Aparte del he-
cho de que ahorra tiempo para pensar, hay que advertir que al repetir movimientos el
bando activo obtiene cierto beneficio psicológico. El defensor, cuya posición es peor, a
menudo no aguanta, incurre en nuevas debilitaciones y facilita la tarea de su adversario.
Además, la repetición ayuda a aclarar la posición tanto como sea posible. Sabemos que
algunos defensores del arte ajedrecístico «puro» nos reprocharán este consejo. Sin em-
bargo no podemos dejar de aconsejar a los ajedrecistas: ¡repitan a veces las jugadas en el
final! En un combate es necesario aprovechar todas las posibilidades, y no hay nada feo
ni deshonroso en la repetición.

11 ctJe2 g612 ~d3+ @e6

120
 ESTRATEGIA DEL FINAL

13i>d4

Volveremos más adelante a la posición del diagrama.

13 ... !!a614 !!e3+ i>d615 li:Jc3 f516 bS

Los peones inician su avance, y las piezas blancas están listas para apoyarlos. Cabe señalar
que Capa blanca solo empezó a avanzar sus peones cuando sus piezas alcanzaron las posi-
ciones más fuertes. Por supuesto, aquí no se puede capturar el peón a3 debido a 17 lt:Je4+

16 ... !!a817 i>e4.ie6+ 18 i>b4 eS+ 19 bxe6,ig8 20 li:JbS+ i>xc6 21 !!d3

Ahora ya se puede demorar el avance del peón <<a>>. Las negras tienen débiles los peones
del flanco de rey, y uno de ellos perece.

21 ... gS 22 !!d6+ i>b7 23 fxgS hxgS 24 !!g6 !!f8 25 !!xgS f4

26li:Jd4

Un movimiento muy importante. Capablanca arrebata a su adversario cualquier posibili-

dad ligada al avance f4-f3.

26 ... !!eS 27 !!g7+ i>b6 28 !!g6+ i>b7 29li:Jb5 !!f8 30 li:Jd6+ i>bs 31 h4 Las negras abando-
naron.

121
 Capítulo 3
La centralización del rey

Cuando la partida entra en el final, cambia

sobre todo el papel del rey. Si en la aper-
tura y en el medio juego el rey procura
encontrar un refugio seguro y observa la
batalla a distancia, sin participar directa-
mente en ella por regla general, en el fi-
nal, cuando la posibilidad de un ataque de
mate se reduce significativamente, el rey
se convierte en una unidad de combate
activa. A menudo un jugador con expe-
riencia, que prevé de antemano la transi-
ción al final, acerca su rey al centro, para
obtener más tarde ventaja en el juego. car el peón b3 desde la casilla a3, o para
hacer retroceder al rey blanco a la prime-
La centralización del rey es una de las le- ra fila con el jaque ;ga2+ Sin embargo, las
yes principales del final. Sin embargo, pa- blancas también tienen cartas de triunfo.
radójicamente, muchos jugadores a veces La torre f6 ataca al peón e6 y corta al rey
descuidan esta regla. La centralización del adversario el paso al centro.
rey en el final casi nunca está mal. Alguna
vez puede ser solo inoportuna. Muy a me- Mueven las blancas. Sergey Kariakin cap-
nudo, cuando uno de los bandos dispone turó el peón e6 y cometió un error deci-
de varios planes de juego equivalentes, el sivo.
más fuerte suele ser aquél donde lo princi-
pal es la centralización del rey. Por lo tanto, 36~xe6?
puedo aconsejar al lector: si la partida en-
tra en el final y considera un plan de juego, Era necesario llevar urgentemente el rey
¡nunca se olvide del rey! al centro, para aprovechar la circunstancia
de que el adversario no podía responder
lo mismo. Lo correcto era 36 mf2! ;ga3 37
me3 ;gxb3+ 38 md2, y el rey blanco con-
POSICIÓN 77
sigue defender el peón clave c4. También
Sergey Kariakin - Wang Yue se podía activar el rey después de 38 me4.
Bakú 2008 Por ejemplo: 38 ... ;gc3 39 ;gg6+! mhs 40
;gxe6 ;gxc4+ 41 mfs ;gc2 42 ;gc6 c4 43 e6
Véase el diagrama siguiente con contrajuego suficiente para obtener
tablas.
Las negras tienen ventaja. Disponen de un
peón más y una torre activa, lista para ata- 36 ... i>fS!

122

El rey negro es el primero en dirigirse al
centro, y toma el control del peón pasado
eS. Es evidente que las blancas pasaron
por alto este fuerte recurso. Ahora no pue-
den salvar la partida.
El juego continuó así: 37 'IJ,e7 'IJ,a3 38 e6
Tampoco ayudaba 38 ~f7+ ~xeS 39 ~f3
por 39 ... bS! 40 cxbS c4 con victoria en el
final de peones o 40 ~e3+ ~d4 41 ~g3
bxc4 42 ~g4+ ~d3 43 ~xc4 ~xb3 44 ~xcS
~c3 con victoria en el final de torres (va-
riante de Mark Dvoretsky).
38 ... 'IJ,xb3 39@f2 'IJ,b440'IJ,xc7 @xe641 'IJ,h7
'IJ,xc4 42 'IJ,h6+ @ds 43 'IJ,xb6 'IJ,e4 44 'IJ,b1 c4
4S 'IJ,e1 c3 46 'IJ,xe4 @xe4 47 @el @e3! Las
blancas abandonaron.
POSICIÓN 78
Abra m Roizman -A. Mijalevsky
Minsk 1979
El peón pasado negro está bloqueado,
mientras que las blancas disponen de to-
dos los requisitos previos para crear un
peón pasado alejado en el flanco de dama.
En caso de cambio de caballos el juego
debería terminar en tablas, mientras que
tras el cambio de damas influiría mucho
la posición mutua de los reyes. Por eso las
negras empiezan a centralizarse.
La centralización del rey
1 ... @g7 2 b4?!
El rey blanco está demasiado lejos del cen-
tro, y cualquier paso a un final de caballos
es favorable a las negras. Debieron jugar
2 ~f1.
2 ... /J¡je7 3 a4?!
No valía 3 \MieS+ \WxeS 4tLlxeS ~f6 S tLlf3
~e6 6tLlxd4+ ~dS 7tLlbS ~c4 8tLld6+ (es
mala 8 lt:Jxa7 por 8 ... ~xb4, que gana el
caballo) 8 ... ~xb4 con ventaja negra; las
blancas necesitaban activar el rey, y solo
después avanzar los peones.
3, .. /J¡JdS4g3?
Las blancas creen que la ventaja está to-
davía de su lado, y rechazan la amenaza
4 ... tLlf4 con el paso a un final de damas
igualado. Sin embargo, después del mo-
vimiento de la partida es difícil evitar el
intercambio de damas, mientras que en el
final de caballos las negras son superiores
gracias a la actividad de su rey.
En caso de S \M/ as era desagradable el ata-
que doble S ... \Wd7!, y después de 5 \Mies
se hacía notar la diferencia en la posición
de los reyes: el negro alcanzaba antes la
casilla c4.
Mantenía la igualdad S \Wb?! Por ejemplo:
S ... lt:Jxa4 6 \Wxa7tLlc3 7 \Wb7 etc.
S ... '\W e6! 6 '\W xe6 fxe6 7 aS @f6 8 @f1
Las blancas no podían impedir el avance
del peón «e» mediante 8 f4 por 8 ... ~fS 9
liJeS eS, y tras el cambio de peones el rey
negro penetra en c4.
8 ... eS9tlJcS
Yaquí tampoco ayudaba 9 f3 debido a 9 ...
123
La centralización del rey

~e61 o ~e1 ~ds 11 ét:Jb2 e4. 24 gxhS ~fS 2S h6 ét:JeS+ 26 ~e3 ~g6 27
~d4 ét:Jc6+ 28 ~es ét:Jb8 29 ~bs ~xh6
9 ... e410@e1 @e511 tlJd7+ @dS!

Lo más importante: ¡la activación del rey!

12 bS

Debe considerarse también el movimien-

to 12 ét:Jf6+. La variante 12 ... ~c4 13 ét:Jxh7
~d3 14 ét:Jf6 ~c2 1S ét:Jg4 d3 16 ét:Je3+ ~c1
17 ~f1 (17 ét:Jc4 ét:Jb1! 18 bS ét:Ja3!) 17 ... d2
18 ~g2 ét:JdS no dejaba ninguna esperan-
za a las blancas.

12 ... ttJxb513 tlJf6+ @c4! El caballo, desde su posición inicial, junto

con el peón a?, ha levantado una barrera
infranqueable para el rey blanco. Las ne-
gras ganan.

La partida continuó: 14 ... tlJd6 15 tlJxh7

e3+ 16 fxe3 tlJe4+ 17 @dl d3, y las blancas
abandonaron.

EJERCICIO 7
Y. Kotkov- Mark Dvoretsky
Moscú 1972
14@d2?

Tras esto las negras ganan muy fácil. Las

blancas tenían a su disposición dos posibi-
lidades: 14 ét:Jxe4 y 14 ét:Jxh 7. La captura en
e4 es floja. Es mejor la captura en h7, para
intentar crear un peón pasado alejado en
el flanco de rey.

Por lo tanto, 14 ét:Jxe4 ~d3 1S ét:Jd2 (pierde

1S ét:JcS+ ~c2 16 ét:Ja6 a causa de 16 ... ét:Jc?!
17 ét:Jb4+ ~c3 18 ét:Jc6 d3) 1S ... ~c2 16 f4
d3 17 g4 ét:Jd4 18 h4 ct?c1 19 ét:Je4 ét:Jc2+ 20 Mueven negras. Especifique el esquema de
~f2 d2 con una victoria sencilla. acción para las negras y la jugada concreta
con la que deben empezar.
Veamos ahora 14 ét:Jxh 7! ct?d3 1S ét:JgS. Des-
pués es posible: 1S ... e3 16 h4 e2 17 ét:Jf3
ét:Ja3 18 ét:Jxd4 ct?xd4 19 ~xe2 ét:Jc4 20 a6
~es 21 ~f3 ~fs 22 g4+ ~es 23 hs gxhs RESPUESTA: En esta posición, antes de

124

iniciar las acciones activas, es útil incluir en
el juego al rey, acercándolo al peón blanco
pasado eS. La jugada inicial concreta es 54
... E:b5!
Esto es lo que escribe sobre esta posición
Mark Dvoretsky en el quinto tomo de
School of future champions:
«Las negras tienen un sano peón de ven-
taja. Resulta atractivo empezar enseguida
las acciones activas con 54 ... Eí:a3+. Sin
duda este movimiento es suficiente para
ganar, aun así no me pareció técnico. El rey
negro está atascado en el borde del table-
ro y todavía no participa en el juego. Esta
es una posible (aunque, por supuesto, no
forzada) variante, en la que se nota esta
circunstancia: 55 md2 CiJxd4? 56 ctJxd4
Eí:d3+ 57 mc2 Eí:xd4 58 Eí:e1 !, y son las blan-
cas quienes ganan.
Me agradaba más acercar primero el rey
para, si fuera necesario, apoyar al peón «O>
o detener al peón pasado enemigo «e».
Por eso empecé por probar el cambio de
torres.
54 ... E:b5
Si 55 Eí:a1 +,entonces 55 ... @b?. El rey se
acerca al centro, mientras que el jaque
por la tercera fila no conduce a nada para
las negras. La única pregunta es qué pasa
si el adversario cambia en bS y después
captura el peón dS. Intente encontrar la
respuesta. Al mismo tiempo la respuesta
debería ser convincente y relativamente
simple. La posición inicial es demasiado
buena para permitirse corre riesgos.
55 E:xb5 @xb5 56 ét:lc3+ @b4 57 étJxd5+
@b3 58e6
En caso de 58 md2 ltJxd4 el resultado del
combate está claro. Ahora es posible la ju-
gada 58 ... ctJe7!?, aunque antes es mejor
considerar una continuación más forzada,
La centralización del rey
ganar el caballo.
58 ... c3
También ganaba 58 ... ctJe7!? (Mark She-
reshevsky).
59 ét:lxc3 @xc3 60 d5
En mis cálculos llegué rápidamente a esta
posición, y me asusté por un momento,
al no ver cómo detener los peones. Sin
embargo, luego me pregunté: «¿A dónde
debería llegar mi caballo?» Por supuesto, a
d6, además si es posible con ganancia de
un tiempo. Enseguida vi la ruta.
60 ... étJa5! 61 e7 ét:lc4+ 62 @e2 ét:ld6
Todo este episodio es instructivo desde el
punto de vista de la técnica de materiali-
zación de la ventaja. Está claro que es más
conveniente jugar el rey a b7. Una vez es-
tablecido que las blancas no pueden cam-
biar torres, las negras, al jugar 54 ... E:b5,
facilitan su tarea posterior. Por este motivo
vale la pena esforzarse en contar con una
variante forzada, en especial si puedes ha-
cerlo de forma rápida y precisa (a mí el cál-
culo me llevó unos tres minutos). Creo que
ahora el pensamiento se vuelve más cla-
ro, que /a base de una buena técnica es, en
gran medida, una táctica corta y precisa».
Los comentarios de Mark Dvoretsky son
muy instructivos y exhaustivos. Recomien-
125
La centralización del rey
do especialmente que los entrenadores y
los lectores presten atención a la última
frase en cursiva.
En la partida las blancas eludieron el cam-
bio de torres, y las negras mostraron la
técnica segura para materializar la ventaja:
SS l'!a1+ i>b7 56 i>f2l'!b2 57 i>e3l'!b3+ 58
i>f2l'!b2 59 i>e3l'!b3+ 60 i>f2
60 ... h4 61 e6 i>c7 62 l'!a8 h3 63 l'!g8 éiJe7
64l'!h8 i>d6 65 éiJgl c3 66 ct?e3 c2+ 67 i>d2
l'!g3!_Las blancas abandonaron.
POSICIÓN 19
Evgeny Bareev- Garri Kasparov
Linares 1992
Con apuros de tiempo, en su última juga-
da (la 40) Garri Kasparov retiró el rey de g7
a g8. Ofrecemos los comentarios del gran
126
maestro Bareev sobre este momento, en
la clase impartida en la escuela Dvoretsky-
Yussupow:
«Un movimiento algo extraño (no es sor-
prendente ¡es el cuadragésimo!). Desde la
infancia se nos ha enseñado que en el fi-
nal el rey debe avanzar hacia el centro, por
eso se imponía 40 ... ~f7. ¿Y qué recomen-
daríamos ahora para las blancas?
Sí, se puede hacer la jugada 41 :Eí:c2, aun-
que, ¿para qué? ¿Para poner en marcha
la torre? Penetremos con la torre, no hay
problema, sin embargo la torre junto con
el alfil no ganan. ¡Y si incluimos al rey en el
ataque! Imagine el rey blanco en e6 y el al-
fil en eS; aquí las negras tendrían que ren-
dirse, incluso si no me quedaran peones.
Por lo tanto era necesario adivinar la juga-
da 41 ~c3!, que intenta "rodear" al peón
d5 con el rey por el flanco. Probablemente
la posición sería de tablas, sin embargo las
blancas no arriesgan nada y pueden cau-
sar problemas al adversario».
41 ieS?! i>f7!
Por supuesto, no 41 ... :Eí:xh5? 42 ~d4!
El rey negro se libera, y la partida termina
en tablas.
44 ibB+ i>ts 45 l'!e3 l'!hl 46l'!f3+ @g4 47
l'!g3+ i>ts 48l'!f3+ Tablas.
Muchos años después, cuando Evgeny
Bareev ya representaba a la selección de
Canadá, jugó en la Olimpiada de ajedrez
de Bakú la siguiente partida, un final que
se convirtió en un ejemplo excelente para
los dos primeros capítulos de la sección
Estrategia del final: «La centralización del
rey» y «El papel de los peones en el final».
 La centralización del rey

POS/C!ÓN20
Prepara el traslado de la torre a aS a través
de la casilla a4.
Pável Eliánov- Evgeny Bareev
Bakú 2016 32 ~a3 ~b4 33 a7tLla8 34 dS ~b1+ 35 @h2
~xbS 36 e4 ~as 37 ~f3 @es!

El rey negro, a diferencia de su colega, par-

ticipa activamente en el juego.

38 ~c3 @d8 39 d6 ~xa7, y pronto las negras

ganaron.

Un primer vistazo a la posición muestra

una aparente superioridad de las blancas.
En el final tienen tres peones por una pie-
za, y el más peligroso en la lucha contra el
caballo, el peón extremo de la columna
<<a>>, ya ha alcanzado la sexta fila y es un
peón pasado defendido. La valoración vi-
sual sería un veredicto final de condena
para las negras, si el rey blanco estuvie-
ra más cerca del centro, al menos en e2.
Sin embargo, la lejanía del rey blanco del
centro aquí es un factor decisivo para la
valoración de la posición, y las blancas ni
siquiera consiguen salvarse.

29 ... ~c8!

Las negras aprovechan la circunstancia de

que en caso de cambio de torres los peo-
nes bS y a6 serán eliminados debido a la
lejanía del rey blanco, con lo que obligan
a su adversario a ceder la única columna
abierta.

30 ~b1 (30 f1a 1 lt:Jc3) 30 ... ~c4! 31 ~b3

Aquí tampoco ayuda 31 f1a 1 por 31 ... lt:Jc7

32 a7 lt:Ja8, y los peones blancos del flanco
de dama perecen.

31 ... 11Jc7

127
 Capítulo 4
El papel de los peones en el final
Por lo general, en el final el objetivo prin-
cipal no es dar mate al rey adversario, sino
avanzar los peones para transformarlos en
dama. Por eso en el final, en comparación
con el medio juego, el valor de los peones
se incrementa.
POSICIÓN 21
Valentin Lukov- Semko Semkov
Bulgaria 1977
Las blancas sacrificaron un caballo, a cam-
bio obtuvieron tres peones, y uno de ellos
ha alcanzado la séptima fila. Con su última
jugada tt'lb8-c6 las negras plantearon una
amenaza doble a la torre y al peón pasado.
En caso de 22 ~xcS ~xe7 23 ~dS tt'lb4! 24
~xb 7 ~e 1+ 25 ~c1 ~a 1+! se da mate al rey
blanco. Sin embargo, las blancas tienen la
posibilidad de mantener la iniciativa.
22 ~xc6!
¡Ahora las negras tienen una torre extra
128
por tres peones! Sin embargo, en los fina-
les hay una diferencia entre el valor abso-
luto y el valor relativo de los peones. Ob-
servemos el asalto de la infantería blanca,
que no pueden detener las fuerzas supe-
riores del adversario.
22 ... .ixc6 23 f6 h6
Se amenazaba 24 ~gS+ seguido de ~xf7.
24~e3 c4!
Una defensa ingeniosa. Con el sacrificio de
un cuarto peón las negras abren la colum-
na «C>> y obtienen contrajuego.
25 .ixc4 ~ec8?
El error decisivo. El sitio de la torre se halla
en e8. Proporcionaba contrajuego sufi-
ciente la inmediata activación de la torre
de dama: 25 ... ~aS!
26b3!
Refuerza el alfil y abre una salida al rey.
No valía 26 ~g3+ mh8 27 ~xf7?? por 27 ...
~e4+
26 ... ~a5
Para en caso de 27 ~g3+ tener la respues-
ta 27 ... ~gs.
27 g4! .ie8 28 f4
Los peones avanzan en estricto orden de
 El papel de los peones en el final

combate.

amenazador. Sin embargo, con la jugada

CLle2-d4 las blancas pretenden interrum-
28 ... gca8 29 gd3 pir la interacción entre las piezas negras.
Fabiano Caruana descubre una solución
Apunta a la casilla d8. táctica brillante:

29 ... i>h7 27 ... aS! 28 éLld4?!

No ofrecía nada el jaque con las torres.
Impide que se libere el rey negro: 30 ...
i>g6?? 31 ~d3+
La única posibilidad de salvación, indicada
por Ca ruana, era 28 ~el, aunque era difícil
para las blancas prever la brillante combi-
nación del adversario.
28 ... axb4! 29 éLlxc6 b3 30 gxc7

30 ... gc8 31 h4 ga7 32 <it>b2 Tampoco era «una cura» 30 CLlb4 b2 31

:gd1 CLla3.
Hay tiempo para mejorar la posición del
rey blanco, porque el avance de los peo-
nes blancos es inevitable.

32 ... gd7 33 gxd7 ixd7 34 ixf7 gb8 35 gS

hxgS 36 fxgS ~e8 37 g6+ Las negras aban-
donaron.

POSICIÓN22
Liviu Nisipeanu- Fabiano Ca ruana
Dortmund 2015
30 ... ttJd6!! Las blancas abandonaron.
Véase el diagrama siguiente

Mueven las negras. A simple vista la po-

sición no está clara: el poderoso caballo
c4 y el peón pasado «a» tienen un aspecto

129
El papel de los peones en el final

POSIC/ÓN23
Magnus Carlsen- Aleksandr
Grischuk
Linares 2009

POSIC/ÓN24
Artyom Timofeev- Denis
Jismatullin
Moscú 2009

La superioridad de las blancas es evidente.

Sus peones pasados son más peligrosos,
más compactos y más avanzados. Si con-
siguen eliminar el último obstáculo serio,
el peón b7, entonces será casi imposible
detenerlos. La idea del primer movimiento
es obvia.

33ia6!if6!

Grischuk se defiende con tenacidad. Era

desesperado para las negras 33 ... bxa6 34
d7 ~f6 35 c6.
Ejercicio. ¿Cómo continúan las blancas? ¿Es
posible 34 bbl?
SOLUCIÓN: 34 ixb7! ~xb7 35 c6 ~xb6
Véase el diagrama siguiente
36~c1!
La única jugada ganadora. El resto pierde.
Por ejemplo, 36 c7? Ei:c6.
36 ... ixb2 37 d7 Las negras abandonaron.
Tras jugar en la apertura la variante de la
Defensa Siciliana con 3 ~bS+, surgió una
posición insulsa, más o menos igualada, y
daba la impresión de que los adversarios
terminarían repartiéndose el punto. Sin
embargo, los jóvenes ajedrecistas tenían
ganas de lucha y buscaron la posibilidad
de continuar el combate. Artyom Timo-
feev sacrificó la calidad, para inmovilizar a
la torre b6, y Denis Jismatullin rescató de
su cautiverio a la prisionera con la jugada
43 ... dS!?
Tras la captura obligada 44 exdS las negras
debieron defender tranquilamente con
su rey el peón f6 mediante 44 ... ít>f7 y al
mismo tiempo apartar al rey de un posible
doble de caballo en la casilla c7 tras la cap-

130

tura del peón dS. En ese caso sus posibi-
lidades serían, quizás, incluso preferibles.
Desconozco si las negras tenían poco tiem-
po de reflexión, el caso es que Jismatullin
eligió 44 ... ~d6?! y se convirtió en coau-
tor de un ejemplo único, que demuestra
perfectamente el papel cambiante de los
peones en el final. En las páginas de este
libro no solo consigue ganar brillante-
mente (ver final Jismatullin- Eliánov), sino
también, en cierta medida, perder con
mucho ingenio.
45 eS ~dd8 46 ~d4 ~ac8 47 ~xaS eS+ 48
~c4!b6
La idea de las negras consistía en este do-
ble de peón. Al perder las blancas el peón
eS las negras tenían todas las posibili-
dades para ganar. Sin embargo, siguió la
asombrosa 49 b4!! bxaS 50 bxaS
La ventaja material de las negras es enor-
El papel de los peones en el final
me, pero su posición está perdida. El ejér-
cito de peones blancos barre todo a su
paso. No tiene sentido comentar el poste-
rior transcurso de la partida. Simplemente
vamos a ver y disfrutar cómo Artyom Ti-
mofeev demuestra el triunfo del espíritu
sobre la materia.
50 ... ~a8 51 a6 e4 52 fxe4 ~d7 53 ctJfS ~e8
54 c6+ ~d8 55 é2Jd6 ~e7 56 ~es fS 57 exfS
~e2 58 ctJb7+ ~e8 59 d6 ~xg2 60 d7+ ~e7
61 f6+ ~xf6 62 c7 Las negras abandonaron.
EJERCICIO 2
Martín de Ortueta- José Sanz
Madrid 1934
Mueven las negras. Calcular las
consecuencias de 30 ... ~d2.
SOLUCIÓN: A la jugada 30 ... E\d2 la res-
puesta única de las blancas es 31 ctJa4
Ahora se plantea la PREGUNTA: ¿vale el
golpe combinativo 31 ... E\xb2?
RESPUESTA: ¡sí! 31 ... ~xb2!!
De lo contrario las blancas equilibran el
juego después de 32 ~f1.
32 é2Jxb2 c3
131
El papel de los peones en el final

La respuesta es obvia. Después de 33ttJd3

c4+ 34 l'lxb6 cxd3 las negras transforman
el peón en dama. Sin embargo, después
de 33 ~xb6!, ¿qué hacen ahora las negras?
En caso de captura de la torre 33 ... axb6?
ya ganan las blancas con la jugada 34
ttJd3. Sin embargo, las negras tienen un
golpe de peón, 33 ... c4!, que arrebata la
casilla d3 al caballo blanco y amenaza el
movimiento 34 ... c2.

Sin embargo las blancas hallan la defensa

34 ~b4!, que ataca al peón c4. ¿Ganan las
blancas? ¡No! Las negras tienen a su dispo-
sición un golpe definitivo de peón de rara
belleza, 34 ... a5!!

¡Una posición fantástica! La torre y el ca-

ballo blancos no están en condiciones de
resistir a los tres peones negros, dos de
ellos doblados.

35CLJxc4 c2 Las blancas abandonaron.

132
 Capítulo 5
El problema del cambio

Con una relación de material limitada, el

problema del cambio se vuelve primor-
dial. Si en la apertura o en el medio juego
a veces las consecuencias de un intercam-
bio desafortunado pueden corregirse en
el futuro, en el final semejante error ya
puede ser grave. Por supuesto, en la mayo-
ría de los casos un ajedrecista experimen-
tado determina fácilmente qué cambio es
ventajoso para él. No obstante a veces sur-
gen situaciones en las que el cambio que
sugieren las consideraciones generales es
rutinario y no se corresponde con las exi- f4, que es la joya de la posición. No obstan-
gencias de la posición, mientras que una te, en la partida siguió: 23 ... ltJxd3!
decisión que a simple vista parece paradó-
jica se convierte en la única correcta. Capablanca entrega su hermoso caballo
por el alfil malo de las blancas, y demues-
Con frecuencia la simplificación de la po- tra una fina valoración de la posición.
sición es el mejor procedimiento para Aparentemente, hay algo de verdad en la
materializar la ventaja de material y posi- broma que se cuenta entre ajedrecistas,
cional. El resultado concreto de la partida «el peor alfil es mejor que el mejor caba-
depende en gran medida de la capacidad llo». Por supuesto, en f4 el caballo negro
del ajedrecista para resolver correctamen- ocupa una posición ideal, aunque, ¿qué
te el problema del cambio, con la simpli- provecho real se puede sacar de él? El al-
ficación oportuna de la posición o, por el fil blanco parece malo, pero consolida la
contrario, el mantenimiento de la tensión. estructura de peones del flanco de rey y
tiene buenas perspectivas en caso de un
posible juego en el flanco de dama.

POS/CIÓN25
Las negras quieren pasar el juego al final,
Harry Kline- Jósé Raúl Capa blanca donde su alfil puede ser más fuerte que el
Nueva York 1913 caballo blanco.

Véase el diagrama siguiente 24 éDxd3 .ie6 25 ~dl ~ed8 26 b3 ltJf4 27

ltJg2?!
La posición del diagrama está lejos de ser
un final. Las negras poseen ventaja de es- Una jugada extraña. Eran más naturales 27
pacio, mejor alfil y un caballo «eterno» en lt:Jfs o 27 lt:Jxf4.

133
El problema del cambio
27 ... é2Jxd3 28 :Bxd3 :Bxd3 29 Wlxd3 :Bd8
Es posible que las blancas calcularan 29
... ixg4 30 ttJxh4 gxh4?! 31 :gg2, aunque
aquí después de 30 ... ih3! las posibilida-
des de las negras también son claramente
mejores. Sin embargo, Capablanca elige
una vía más tranquila para fortalecer la
posición.
30 Wle2 h3! 31 éLle3 aS
Las negras comienzan a crear debilidades
en el flanco de dama. La superioridad del
alfil sobre el caballo es evidente.
32 :Bf1 a4 33 c4
Ahora se debilita la casilla d4, aunque 33
bxa4 era aún peor por 33 ... 1Wf4! seguida
de :gas.
33 ... :Bd4 34lt:lc2 :Bd7 3Slt:le3 Wfd8 36 :Bd1
:Bxdl+ 37 é2Jxd1
En caso de 37 W!xd1 también es muy fuer-
te 37 ... 1Wd4.
37 ... W/d4 38lt:lf2
38 ... bS 39 cxbS axb3! 40 axb3 ixb3 41lt:lxh3
id1
El peón pasado negro «b)) y la debilidad
del flanco de rey de las blancas predeter-
minan el resultado de la partida.
134
42 Wff1 cxbS 43 ~g2 b4 44 Wfbs b3 45 Wl e8+
~g7 46 Wfe7 b2 47 éLlxgS ib3
Las amenazas blancas se rechazan fácil-
mente, mientras que el peón negro ya está
listo para transformarse en dama.
48 é2Jxf7 ixf7 49 WlgS+ ~f8 50 Wih6+ ~e7
51 W/gS+ ~e8 Se acabaron los jaques, y las
blancas abandonaron.
Es curioso que en su libro Mi carrera
ajedrecística José Raúl Capablanca ni si-
quiera se detuviera en la jugada 23 ...
0Jxd3! Para él ese plan fue una continua-
ción natural.
POSICIÓN 26
Robert Fischer- Tigran Petrosian
Buenos Aires 1971
La partida se aproxima al final. Las piezas
blancas están mejor movilizadas, y no se
ve ninguna compensación para las negras
por la debilidad de los peones dS y a6.
Sería favorable para las blancas cambiar
los alfiles de casillas negras, tras lo cual la
debilidad de las casillas d4 y eS adquiere
tintes reales.
16ie3 0-0
En caso de 16 ... 0Jd7 las negras tendrían
que considerar la actividad de las blancas

en el flanco de rey. Por ejemplo: 16 ... tt'ld7
17 f4 g6 18 ~d4 0-0 19 fS!? gxfS 20 ~xfS
con buen juego.
17 .ics ~fe818.ixe7 ~xe719 b4!
Impide el avance liberador a6-a5, al que
seguiría b4-b5.
19 ... @f819ltlc5 .ic8 20 f3
Escamotea al caballo la casilla e4 y prepara
la centralización del rey.
20 ... ~ea7 21 ~es .id7
22ltlxd7+!
Robert Fischer hizo esta jugada muy rápi-
do. Las blancas entregan su hermoso ca-
ballo por el alfil pasivo de las negras. ¿Para
qué? Resulta que este alfil amenazaba
desplazarse a b5 y tornarse activo, mien-
tras que en caso de a4 es posible ~c6.
Además, tras el cambio las blancas ocupan
la columna «O>.
22 ... ~xd7 23 ~el ~d6 24 ~c7 é2Jd7 25 ~e2
g626@f2!
Ahora no hay que darse prisa.
26 ... hS 27 f4 h4
Provoca mayores debilidades.
El problema del cambio
28 @f3! fS 29 @e3 d4+ 30 @d2 é2Jb6 31 ~ee7
étJds 32 ~f7+ @es 33 ~b7 é2Jxb4 34 .ic4
También se podía jugar directamente 34
gh?. Las negras abandonaron.
Muchos años después, ya en la era infor-
mática, el gran maestro Sarjan Guliev ana-
lizó la posición del diagrama inicial en su
interesante obra La idea en la partida de
ajedrez14 , bellamente editada por el bri-
llante periodista de ajedrez llya Odessky.
Ofrezco los comentarios a la jugada de
Fischer 22ltlxd7!?
«Muy característico de la creatividad de
Fischer. Se desprende fácilmente de un
fuerte caballo, cambiándolo por un alfil
negro que bajo consideraciones genera-
les es malo, para obtener una posición con
propiedades cualitativamente diferentes.
Si las blancas hubiesen jugado 22 a4, para
impedir 22 ... ~b5, las negras responderían
22 ... ~c6, que prepara tt'lf6-d7» (Lev Polu-
gaievski).
Ahora comenta Sarjan Guliev:
«Polugaievski escribió los comentarios en
caliente. Cada uno de los analistas que
posteriormente investigaron la posición,
de una u otra manera se solidarizaron con
Lev Abramovich. Dijeron, el caballo está
muy bien en eS, es una lástima despren-
derse de él, pero es necesario. Y todos sus
argumentos fueron iguales.
Sin embargo, esto no es así. Al menos, no
del todo. En la variante 22 a4 .ic6 23 ~e2
é2Jd7 las blancas emprenden una com-
binación: 24 é2Jxa6! ~xa6 25 .ixa6 ~xa6 y
ahora hacen un movimiento tranquilo, 26
~c1!!
Véase el diagrama siguiente
con la amenaza inevitable b4-b5 (26 ...
14 Nota del Editor. En castellano saldrá publicado
próximamente con Editorial Chessy.
135
El problema del cambio
!xa4 27 2'%c8++).
Y en caso de 23 ... g6 (a fin de evitar el
matet entonces 24 ~c1CLJd7 25 aS, y ya no
se ve qué jugar a continuación. Por ejem-
plo, a 25 ... mg7 decide 26 lLlxa6 ~xa6 27
~b2!
Lo que significa que el cambio en d7 no
era obligado. No, no lo era. El asunto es
otro. Se trata de que en principio había que
fijarse en la jugada CiJcSxdl. Había que huir
de la rutina para incluirla entre las jugadas
candidatas (lo que desde luego no es ape-
tecible, porque el caballo ocupa una posi-
ción excelente). Había que diferenciarla de
las otras. Y por fin, decidirse a hacerla, con
el cálculo variantes concretas».
He decidido resaltar en cursiva la tercera
frase del párrafo final de Sarjan Guliev.
Las bellas variantes y las finas maniobras
de las blancas, en especial la que se basa
en el golpe táctico CiJc5:a6, se encontra-
ron con la ayuda del ordenador. En una
136
partida práctica, con tiempo limitado
para pensar, encontrar la combinación de
movimientos 22 a4! y 23 ~e2! solo está al
alcance de los grandes maestros de clase
extra. Y el propósito del libro Estrategia
del final es explicar al lector los principios
del juego en los finales complejos, la lógi-
ca de la toma de decisiones y la ejecución
de ciertos procedimientos técnicos en el
juego práctico de los grandes maestros y
maestros. De hecho, de los que en principio
ven la jugada CiJcSxdl.
Para que al lector no le surja la idea de que
la jugada CiJc5xd7 debe conducir a la vic-
toria de la manera más sencilla en todos
los casos de la vida, ofrezco el siguiente
ejemplo.
POSICIÓN 27
Yuri Balashov- Manuel Rivas
Minsk 1982
Mueven las negras
Las negras tienen una posición ganada.
No solo tienen un peón de ventaja, sino
también superioridad abrumadora en la
actividad de las piezas, en gran medida
debido a la superioridad del caballo c4
sobre el alfil d2. Tras la natural 49 ... 2'%b3!
con la amenaza 50 ... ~b 1+y 51 ... 2'%b2, las
blancas podrían abandonar la partida con
la conciencia tranquila.

En vez de esto siguió 49 ... ~xd2?!
La jugada de la partida no deja escapar la
victoria, sin embargo ya exige un juego
exacto, porque es sabida la tendencia a
tablas de los finales de torre. Para el bando
débil esto constituye una oportunidad.
50 @xd2 :ga3?!
Esta jugada y la siguiente evidencian una
mala comprensión de la posición, en gran
parte debido a la ignorancia de las posi-
ciones típicas donde la torre del bando
más débil lucha con éxito contra torre y
dos peones del adversario. Y este es caso
en el que la unión del cambio de un ca-
ballo excelente por un alfil malo con la ju-
gada siguiente provoca no el asombro con
la consiguiente consideración y respeto,
sino solo un comprensivo movimiento de
cabeza.
Hay que advertir que después de 50 ... h4
51 :9:b8 las negras tenían un bonito truco
táctico:
51 ... h3 52 :9:xb4 :9:c1 !!, y si 53 mxc1 h2 54
eS+, entonces 54 ... mgs y ganan.
En la posición del último diagrama solo lle-
va a tablas 51 ... :9:b3 52 mc2 :9:a3 53 :9:b6+!
(como indicó Nesterov, es mala 53 :9:xb4?
h3; sobre el tablero hay equilibrio mate-
rial, sin embargo las blancas ya pueden
rendirse). Por ejemplo: 53 ... mgs 54 :9:xa6
El problema del cambio
h3 55 :9:a8 mf4 56 gf8+ mg3 57 :9:g8+ mf2
58 :9:f8+ mg2 59 :9:g8+ mh 1 60 eS :9:xa5 61
e6 :9:e5 62 :9:e8 etc.
51 :gbs :gxaS?
Llevaba a la victoria 51 ... h4! 52 :9:xb4 h3
53 gb 1 h2 54 É&h 1 mes 55 me2 mf4! etc.
52 :gxb4@es
Continuación de la misma táctica. Las ne-
gras no solo no impiden la llegada del rey
blanco a h2, sino que se puede decir que
lo conducen allí. Después de 52 ... :9:e5! las
negras conservaban posibilidades de vic-
toria, sin embargo nuestro propósito no
incluye un análisis preciso de esta conti-
nuación. Sigamos el transcurso de la par-
tida.
53 @e3 :ga3+ 54 @f2 h4 55 @g2 h3+ 56
@h2 @f4 57 :gc4 aS
58e5+!
En estas posiciones el bando débit para
no conceder al adversario ninguna posibi-
lidad, lo mejor que puede hacer es desha-
cerse rápidamente de su peón y «engan-
charse» lo más rápido posible al peón <<a>>
de su adversario.
58 ... @xeS 59 :¡;eS+! @d4 60 :¡;fs
Sobre el tablero tenemos una posición
137
El problema del cambio
teórica de tablas. Después siguió:
60 ... a4 61 ~f4+ ci>e3 62 ~g4 <i>e2 63 ~e4+
<i>f3 64 ~c4 <i>e2 65 ~e4+ <i>d2 66 ~f4
:5a1 67 :5d4+ <i>e2 68 ~e4+ ci>f3 69 :5c4 a3
70 ~c3+ <i>e2 71 :5xh3 ~a2 72 :5g3 ~al 73
:5g2+ <i>f3 74 :5g3+ <i>e4 75 :5g4+ ci>d5 76
~g5+ ci>c6 77 :5g6+ ci>b7 78 :5g7+ <i>as 79
:5g8+ Tablas.
POSICIÓN 28
Mijaíl Botvinnik- Ratmir Jólmov
Moscú 1969
Las blancas poseen la pareja de alfiles. Sin
embargo los caballos negros encuentran
fácilmente puntos de apoyo, y además ya
se amenaza 1 ... fS con tablas probables.
Por eso las blancas cambian voluntaria-
mente, haciendo una apuesta por la acti-
vidad de su rey.
1.ixd5 exd5 2 e4! dxe4+ 3 <i>xe4 ci>d7 4 ci>d5
En caso de cambo de caballos el final es
tablas. Si se cambian los alfiles, las blancas
tendrán oportunidad de ganar, ya que en
un final de caballos la ventaja de espacio
y la posición activa del rey son cruciales.
Tras el cambio del alfil por el caballo ne-
gro las blancas solo tendrían una ventaja
mínima, y por fin, si se produce el cambio
del caballo blanco por el alfil negro, en-
tonces probablemente la partida termina-
138
ría en tablas. Por eso Jólmov debió jugar
4 ... i.d8!, como indicó Mijaíl Botvinnik.
Entonces mediante S ... CLJe7+ las negras
expulsaban al rey blanco, mientras que el
cambio de caballos después de S CLJeS+
llevaba a tablas. En lugar de esto Jólmov
jugó:
4 ... h5?! 5 .ig7!
Una maniobra muy fuerte, que arrebata al
caballo la casilla e7. En caso de S ... id8 si-
gue 6 if8, y a S ... i.d6 6 i.f6.
5 ... .ids 6 .ita .ib6 7 .ic5 él:Je7+ 8 <i>c4
.ixc5?
Error en la resolución del problema del
cambio. Después de 8 ... ic7 las negras
mantenían un equilibrio aproximado.
No obstante, el margen de seguridad de
su posición todavía es bastante elevado,
aunque el final de caballos es mucho más
peligroso para ellas que la posición con los
alfiles sobre el tablero.
9 <i>xc5 <i>c710 él:Jg5 f611 él:Jh7 f512 h4
Al valorar esta posición, Botvinnik escribe:
«El zugzwang está próximo. En caso de 12
... b6+ 13 md4 md6 14 ct:Jfs lt:Jc6+ 1s me3
ct:Jes 16 mf4 no se consigue defender el
peón g6. Jólmov busca la salvación en las
complicaciones tácticas».
Sin embargo, si las negras en lugar de la

variante indicada por Botvinnik 13 ... ~d6?
jugaran 13 ... ~c6! 14 é2Jf8 (14 a4 bS 1S as
éLldS) 14 ... ~bS, obtendrían suficiente
contrajuego para hacer tablas.
12 ... f4?
En esencia, solamente esta jugada de
Jólmov es el error decisivo. Solo tras él la
partida de las negras se desliza por la pen-
diente.
13 etJf8 b6+ 14 @d4 ttJfS+ 15 rJie4 ttJxh416
ttJe6+! rJic617 ttJxf4 @bs
«En caso de 17 ... gS 18 g3! gxf4 19 gxh41as
blancas ganan el final de peones. Esto es
lo que pasaron por alto las negras cuando
jugaron 13 ... b7-b6+» (Botvinnik).
18 g3 ttJfS 19 ttJxg6 ttJh6 20 ttJeS!
Corta todos los intentos de contrajuego.
20 ... @a4 21 ttJc4 rJib3
Después de 21 ... bS el caballo se dirige a
c6.
22 etJxb6 @xa3 23 ttJdS @b3 24 f4 @c4 25
ttJc7 @xb4 26 éilxa6+ Las negras abando-
naron.
POSIC/ÓN29
A. Mijalevsky- T. Akopov
Rostov 1977
Véase el diagrama siguiente
La posición del diagrama parece más o
menos igualada. Tras la exacta 1 ... é2Jd6 2
é2Jd2 f6 con la posterior centralización del
rey, las negras tenían todos los fundamen-
tos para contar con las tablas. Sin embar-
go, siguió 1 ... ~f6?
El problema del cambio
Las negras debían buscar el cambio de ca-
ballos, y no el de alfiles, pues en un final de
caballos la ventaja de espacio a menudo
es un factor decisivo.
2 ixf6 ttJxf6?!
Ahora el rey blanco irrumpe en el centro,
por delante del rey negro. Lo mejor era
debilitar su propia estructura de peones a
cambio de detener al rey blanco, median-
te la captura en f6 con peón. En ese caso,
después de 2 ... gxf6 3 ~e2 ~f8 no prome-
te nada a las blancas el sacrificio de peón
4 ~d3 é2Jxf2+ S ~d4 por S ... tLldl o S ...
~e?!?, y tendrían que perder tiempo para
alejar al caballo negro de e4.
3 rJie2 rJif8
Era peligroso 3 ... tLle4 por 4 ~d3! tLlxf2+ S
~d4, y ahora a S ... tLldl ya es buena 6 e4.
En lugar de S ... é2Jd1 es más fuerte S ... b6,
aunque entonces las negras tendrían que
considerar 6 ~eS o 6 a4; en ambos casos
tiene lugar un agudo juego de cálculo.
4 @d3 @e7 S @d4 ttJd7 6 ttJd2
Las blancas previenen la activación del
rey negro, ya que a 6 ... ~d6 sigue 7 é2Jc4+
~c6 8 e4, con una posición todavía más
apretada para las negras. Las complicacio-
nes que surgen tras 6 e4 ~d6?! 7 eS+ ~c6
8 tLlgS ~bS 9 é2Jxf7 devienen a favor de las
blancas, aunque es más fuerte 6 ... f6.
139
El problema del cambio
6 ... tLlb6 7 e4
El final de peones que surge tras 7 lt:Je4
lt:Ja4 8 lt:Jcs lt:Jxcs 9 ~xcS Wd7 1O Wb6, es
peligroso para las negras. Lo correcto para
ellas era 7 ... Wd7, y en caso de 8 lt:Jgs dis-
ponen de la respuesta 8 ... eS+! seguido de
9 ... f6.
7 ... éba4?!
¿Qué motivo hay para llevar el caballo al
borde del tablero? Era más lógico trasla-
darlo a e7 a través de c8, después de la
jugada 7 ... Wd7. Es más floja 7 ... Wd6 por
8 eS+ Wc6 9 lt:Je4, y a 9 ... WbS es posible
10 lt:Jc3+
8e5f5
En lugar del peón retrasado f7 las negras
se quedan con una debilidad en e6.
9tLlc4 @d710 tLld6 b611 f3tLlb2
12 h4!
Las blancas procuran debilitar el flanco de
rey adversario, ya que las negras no están
en condiciones de evitarlo.
12 ... tLla4 13tLlf7 @e7 14tLlg5 h6 15tLlh3
i>d716 ébf4 i>e717 @c4?!
El juego preciso de las blancas les ha pro-
porcionado una posición superior. Ahora
140
debieron excluir del juego al caballo negro
mediante 17 ctJd3, y entonces la maniobra
Wc4 seguida de b4-bS decide la partida.
Por ejemplo: 17 lt:Jd3! Wd7 18 ~c4 ~c6 19
ctJf4! ~d7 20 ctJhS.
17 ... tLlb2+ 18 @c3 ébd1+ 19 @d4tLlb2 20
g4?!
Lo más sencillo era ceder el turno de jue-
go al adversario con la maniobra 20 Wc3
lt:Jd 1+ 21 Wd3 4J b2+ 22 Wd4, y ahora es
mala 22 ... lt:Ja4 por 23 ctJd3, mientras que
en caso de 22 ... ctJd1 es muy fuerte 23 a4!
Por ejemplo: 23 ... ctJb2 24 aS bS 2S ctJd3
con victoria en el final de peones.
20 ... fxg4 21 fxg4tLld1 22 gS?!
Esta jugada era mejor no realizarla, porque
las negras podían obtener contrajuego
con la maniobra ~e7-f7-g6. Era buena
22 a4! Ofrezco una variante demostrativa:
22 a4 ctJb2 23 aS bS 24 ~es gS 2S hxgS
hxgS 26 lt:Jg6+! Wf7 27 ~b6 ctJd3 28 ~xa6
lt:Jxb4+ 29 ~xbS lt:JdS 30 a6 lt:Jc7+ 31 Wb6
lt:Jxa6 32 Wxa6 Wxg6 33 Wb6 y ganan.
22 ... hxgS 23 hxgStLl b2
24g6
Las blancas han restringido al máximo la
posición de las negras, sin embargo les fal-
ta un tiempo de espera. Lo cierto es que
en caso de 24 Wc3 ctJd1+ 2S Wd3 CDb2+
 El problema del cambio

26 ~d4 t/Ja4! (es mala 26 ... t/Jd1 por 27 a4) Korzubov elude correctamente el cambio
27 t/Jd3 <j;lf7! 28 ~c4 ~g6 29 ~b3 bS 30 de alfiles.
t/Jcs <j;lxgS 31 t/Jxa6 las negras disponen
de un contrajuego serio. S :Bd6?

24 ... tt:la4 2S tLld3 @d8 26 @c4 @d7??
Un error grave. Después de 26 ... bS+ 27
<j;Jd4 ~d7 28 t/JcS+ tt:JxcS 29 ~xcS las
blancas no disponen del tiempo gS-g6, y
el juego termina en tablas.
27 bS axbS+ 28 @xbS tLlc3+ 29 @xb6 CLldS+
30 @b7 tt:le7 31 a4 CLlxg6 32 aS Las negras
abandonaron.
POSICIÓN 30
D. Kayumov- Peter Korzubov
Grodno 1984
Una actividad falsa. Las blancas solo ten-
drán preocupaciones con la torre en d6
Debieron preferir S a4.
s ... @e7
Las negras acosan al peón eS.
Ahora el paso a un final de torres plantea
problemas difíciles a las blancas. Las pie-
zas blancas están demasiado avanzadas, y
tras el cambio de alfiles no tienen tiempo
para ocupar las posiciones necesarias.
7 ixbS :BxbS 8 :Ba6 :BdS+ 9 @e4 :Bc7

Las torres blancas están separadas, y el rey

solo no puede ocuparse del cuidado del
peón eS.

1o@f4 h6 11 h4

Kayumov previene el movimiento g7-gS,

pero a cambio esta jugada de peón crea
los requisitos previos para la aparición de
nuevas debilidades.

La posición de las blancas es algo peor por 11 ... g6!

la debilidad de su estructura de peones y
la disposición pasiva de sus piezas. Sin em-
bargo, la probabilidad de un resultado de
tablas es más elevada que el de victoria de
las negras.

1 ... ids 2 :Bd4 as

El paso a un final de torres no ofrece a las

negras ninguna ventaja en especial.

3 :Be2 @f8 4 @d3 ic6!

141
El problema del cambio
12 ge4?
No se puede permitir que la torre negra
acceda a la segunda fila sin lucha. Podía
mantener la resistencia 12 l:'l:a8 l:J:ccS 13
l:'l:e3 l:'l:d4+ 14 ít>f3 l:'l:d2 15 mg4.
Sitúa a las blancas frente a problemas in-
solubles. Amenaza el jaque desde la casilla
f2 y 14 l:J:fS.
oo•
13 ga7 + cJits 14 g4 gxa2
El primer botín.
1S g,4gbS16~c8+ cJig717 gc3 ga318 gu
gbxb3 19 gxb3 gxb3 20 gxaS gh3 21 ga1 hS
Las blancas abandonaron.
POSICIÓN 37
A. Son - E. Jorobets
Tahskent1978
El peón pasado de las negras es mucho
más peligroso que el de su adversario, y
además su rey y su caballo ocupan posi-
ciones ideales.
1 ... h4!
Las negras sellaron esta jugada, que sitúa
a su oponente ante una difícil elección.
142
2 cJíbs
Las blancas entregan la pieza; no obstan-
te, 2 h3 mes 3 lt:Jc3 ít>b4 también era deso-
lador para ellas.
2 ... tLla3+! 3 cJíb6 etJxb1 4 a6 d2 S a7 d1VQF 6
a8'1W '1Wb3+ 7 cJíc7
Como resultado de una serie de jugadas
casi forzadas las negras han obtenido ven-
taja material y una posición que se gana
con facilidad. La continuación 7 Wlf7+ 8oo•
mb61Wf6+ 9 ít>c? tbc3 llevaba rápidamen-
te a la victoria.
7 ... 'IWc4+ 8 cJíd6 'IW eS+ 9 cJie6 '\W eS+ 1OcJif7
10 ... 'IWdS+?
¡El problema del cambio! Proporcionaba
una victoria sencilla 1O ... 1Wf4+ seguido de
11 tbc3. Con las damas sobre el tablero
000
el caballo de ventaja decide rápidamente
el asunto, mientras que tras su cambio sur-
ge sobre el tablero un final casi de peones,
que solo se puede ganar con un juego ex-
cepcionalmente preciso.
11 'IWxdS+ cJíxdS12 cJíf6 tLld2
Véase el diagrama siguiente
13 cJífS!
La rutinaria 13 \t>gs? pierde después de 13

... l2lf3+ 14 Wg4 We4 o 14 Wf44Jxh2 15
Wg5 tLlf3+ 16 ~f4 tLlg5. También es mala
13 h3 We4 14 Wg5 tLlf3+ Vemos una vez
más cuán peligroso es el momento del
paso a un final de peones (el juego se de-
sarrolla de forma semejante al de un final
de peones).
No hay nada mejor.
14h3!
A esto ha conducido el cambio equivoca-
do de las damas. Las blancas amenazan
empujar al caballo hacia atrás con la ju-
gada 15 Wf4 seguido del ataque al único
peón negro.
Es cierto que las negras tienen un cami-
no de problema que las lleva a la victoria.
Compruébelo, estimado lector, encuentre
personalmente la manera de ganar para
las negras, y solo después siga la continua-
ción de la partida.
14 ... 'it>d415 ~f4 tLle1! 16 'it>g4 éLlg217 ~f3
tLle3! 18 'it>f4
Con jugadas únicas las negras han con-
seguido defender su peón, sin embargo,
¿cómo se puede apartar al rey blanco?
18 ... 'it>d319 ~f3 tLlfS
El problema del cambio
Repetición de jugadas para ganar tiempo
para pensar.
20 ~f4 étJe3 21 ~f3 ~d2!
Las negras guían al rey blanco, que se ve
obligado a mantener la oposición, lejos
del peón h4.
22 'it>t2 étJdS!
La maniobra decisiva .
23 ~f3 éLle7 24 'it>g4 tLlg6 25 'it>gs 'it>e3 26
~xg6 i>f4!
Todavía era posible equivocarse: 26 ...
Wf3?? 27 Wf5 Wg3 28 We4 con tablas. Las
blancas abandonaron.
EJERCICIO 3
Alexéi Shírov- Viswanathan Anand
Moscú 2001
Mueven las negras. Valore la posición,
procure identificar su esencia y encuentre el
esquema de juego posterior para las negras.
RESPUESTA: La posición está más o me-
nos igualada, sin embargo las blancas
tienen la iniciativa. Sus fuerzas están cen-
tralizadas, y es más fácil jugar con ellas.
Como acertadamente anotó el gran maes-
143
El problema del cambio

tro Sarjan Guliev en su ya mencionado e

interesante libro Winning Chess Manoeu-
vres: Strategic Ideas that Masters Never Foil
to Find, las blancas pueden hacer algunas
jugadas «al toque»: l:'í:fl-dl, mgH2-f3, e3-
e4, con las que mejoran su posición. Las
negras necesitan un plan de acción bien
pensado. Como indica el gran maestro
azerbaiyano, la simple 23 ... l:=í:fd8 24l:'í:fd1
l:=í:dS, a la espera de 25 e4?! l2Jxe4!, no pro-
porciona la igualdad por 25 tLlb6! l:=í:xd4 26
l:=í:xd4l:'í:b8 27 l2Jc4
a h7 las negras se defienden del cambio
de torres en la casilla d8 Entre el peón «a»,
que avanza hasta a4, y la torre situada en
la columna «b», las negras «enganchan» a
las blancas al flanco de dama y aseguran el
contrajuego necesario.

26 ~1d2 a4 27 @f3 ~a7!

La reorganización de las piezas negras

El cambio de un par de torres no ha alivia-
do a las negras, mientras que el peón a6
después del movimiento b2-b3 se vuelve
vulnerable.
se ha completado. Después de 28 e4 :i!b4
Shírov fuerza las tablas por repetición de
movimientos.
29 ctJd6 :i!b8! 30 ctJc4 :i!b4 31 tLld6 ~b8 32
ctJc4 Tablas.

La esencia de la posición consiste en que

las negras deben mantener las cuatro to-
rres sobre el tablero y crear contrajuego
en el flanco de dama. Sigamos la acción
modélica de Anand.

23 ... ~fb8! 24 ~fd1 aS! 25 @f2

Véase el diagrama siguiente

25 ... @h7!

¡Sin prejuicios! Con las cuatro torres sobre

el tablero el rey negro no estaría seguro
en el centro. Anand se prepara para rea-
lizar el plan de defensa que ha pensado.
La torre a8 se ubica en a? para defender
la séptima fila. Con la evacuación del rey

144
 Capítulo 6
El pensamiento esquemático
La historia del ajedrez conoce muchos
ejemplos en los que en una posición com-
pleja, y prácticamente en algunos minu-
tos, un jugador toma una decisión, cuya
corrección es confirmada posteriormente
con largos análisis, aunque para el juego
práctico parece irreal. Es legendaria la in-
tuición de J. R. Capablanca. V. Smyslov, R.
Fischer, A. Karpov, V. Kramnik y muchos
otros jugadores de ajedrez, que se han
hecho famosos por sus análisis excepcio-
nalmente rápidos y precisos de todos los
detalles de la posición.
En el final los esquemas mentales propor-
cionan al ajedrecista experimentado ven-
taja sobre su adversario, incluso aunque
éste lo supere en la velocidad y la longitud
del cálculo de variantes, pues a pesar de
ello solo pone su atención principal en el
cálculo.
No obstante, pensar con esquemas no
debe confundirse con la formulación del
plan principal de juego, aunque en ambos
casos hay mucho en común. Tanto los es-
quemas mentales como el plan general de
juego derivan de una estimación concreta
de la posición. Por ejemplo, en la partida
Capablanca- Ragozin la idea principal de
las blancas fue la realización de un peón
de ventaja en el flanco de dama. La crea-
ción del momento favorable para la imple-
mentación de ese plan vino precedida por
un gran trabajo de preparación para me-
jorar la disposición de las propias fuerzas y
prevenir el posible contrajuego del adver-
sario. Tras ello Capablanca aprovechó la
distribución lógica de sus piezas, surgida
de la valoración de la posición y diseña-
da para resolver problemas concretos no
demasiado complejos. En el transcurso
del juego un esquema reemplazó a otro,
y llegó un momento en el que Capa blanca
decidió descartar el avance de su peón de
más en el flanco de dama. Es decir, cambió
el plan de juego estratégico, porque Rago-
zin tenía debilidades en el flanco de rey, y
el juego contra esas debilidades prometía
mejores posibilidades.
Todo esto es muy característico del aje-
drez moderno. Por supuesto, hay posi-
ciones que nos permiten diseñar un plan
estratégico global, contra el que el adver-
sario no puede oponer nada. Sin embar-
go, es más frecuente cambiar los planes
de acuerdo con los cambios de situación
sobre el tablero, causados por las acciones
del adversario. Y ahí es necesario dedicar
todo el tiempo a pensar en esquemas, en
las pequeñas partes que componen un
plan, con la excepción de las posiciones
calculables, donde las consideraciones
generales pasan a un segundo plano, y ce-
den su lugar al cálculo concreto.
POSIC/ÓN32
Boris Spassky- Eugenio Torre
Hamburgo 1982
Véase el diagrama siguiente
En el diagrama aparece un final de torres
145
El pensamiento esquemático
típico con un peón más de las blancas en
el flanco de dama.
1 ... gd1+ 2 i>h2 hS 3 h4 !!d2 4 @g3 !!d3+ S
f3 !!d2 6 !!aS+ i>h7 7 a4 !!a2 8 aS f6?
Hasta ahora el juego transcurría por el
camino habitual. El plan estándar de las
blancas consiste en llevar el rey al flanco
de dama cuando la torre esté situada en
a? y el peón en a6. Durante ese tiempo
las negras capturan uno de los peones
del flanco de rey e intentan crear allí un
peón pasado, y entregan la torre por el
peón blanco <<a>>, que ya habrá llegado a
a? con la torre blanca situada en b? o e?. El
contrajuego de las negras es más difícil de
organizar que en un final similar con tres
0 dos peones por cada bando en el flanco
de rey, aunque a veces funciona.
A primera vista es difícil entender por qué
la última jugada de Eugenio Torre está
marcada con un signo de interrogación.
146
Sin embargo, permite que Spassky se sal-
ga de los caminos trillados y gane la par-
tida.
9 a6 i>g610 a7!
Con el peón situado en f6 esta jugada es
posible.
10 ... i>h711 i>h2 !!a112 g3 !!a2+ 13 i>g1
@g6?!
Tras esta jugada las negras ya no tienen
ninguna posibilidad. El único intento para
mantenerse al borde del abismo era la ju-
gada 13 ... g5! Ahora las blancas necesita-
rían encontrar la elección correcta y jugar
14 l::':f8! (es errónea 14 hxg5? fxg5 15 f4
por 15 ... exf4 16 gxf4l::l:a 1+! 17 ~f2 l::':a2+!
con tablas). Con un juego correcto de su
adversarios las negras no pueden salvar
la posición que surge tras 14l::':f8! l::l:xa? 15
l::l:xf6 gxh4 16 gxh4
La torre blanca ocupará una posición fuer-
te en f5, mientras que el rey apartará a la
torre negra de la quinta fila. No obstante,
las blancas tendrían que superar dificulta-
des técnicas.
14f4!
Véase el diagrama siguiente
14 ... i>f7

Ahora empieza a comprenderse cuál es la
diferencia debida a la posición del peón
«f». Con el peón en f7, las negras obten-
drían las tablas con el cambio en f4 segui-
do del movimiento g7-g6, y las blancas no
pueden crear un peón pasado en el flanco
de rey. Ahora la captura con peón en f4 es
completamente desesperada para las ne-
gras debido al avance hacia la transforma-
ción en dama del peón pasado blanco por
la columna «e».
1S fxeS
Era mala 15 fS, con idea de g3-g4 y h4-h5-
h6, a causa de los jaques de la torre negra,
que desplazarían al rey blanco al flanco de
dama, con lo cual la jugada g3-g4 sería im-
posible.
1S ... fxeS16mf1 ~al+ 17 me2 m!J618md2
~a419 mc3 ~a1 20 mc4 mf7 21 @dS ~aS+
22md6
Esta posición, o bien la misma posición
con el rey en la casilla h7, era inevitable
para las negras. Ahora pierden el peón eS
debido al zugzwang.
22 ... mg6 23 me6 ~a1
No cambiaba nada 23 ... <j,Jh7 24 cj;lfs g6+
25 <j,lf6.
24 mxeS mf7 2S mfS ~aS+ 26 eS g6+ 27
me4 Las negras abandonaron.
El pensamiento esquemático
POS/C/ÓN33
Lev Polugaievski- Evgeni Vasiukov
Tiflis 1967
En nuestra opinión, los finales de torres
se encuentran, por así decirlo, en una cla-
sificación aparte de los finales de ajedrez.
Son extraordinariamente complejos, y es-
tán sujetos a sus propias leyes y principios
específicos, que a menudo no tienen nada
que ver con los principios que rigen la lu-
cha en los finales complejos. A menudo en
los finales de torres es difícil describir las
acciones de ambos bandos debido al gran
número de posibilidades disponibles, las
posiciones que surgen son irracionales, y
la elección de la jugada, ante todo, se basa
en variantes concretas.
Sin embargo, a menudo contemplamos la
imagen opuesta: las variantes concretas
son prácticamente irrelevantes, y el pen-
samiento se lleva a cabo exclusivamente
mediante esquemas. A ese tipo de finales
pertenece este final. El método de defensa
para el bando débil en este tipo de posi-
ciones se conoce desde hace tiempo. La
torre negra se sitúa detrás del peón blan-
co, y mientras avanza hasta b6, las negras
esperan. Cuando el rey blanco acuda en
ayuda de su peón pasado, las negras cap-
turan uno de los peones blancos del flan-
co de rey y crean un peón pasado en ese
lado del tablero. Después ya están listas
para entregar la torre por el peón pasado
147
El pensamien -a:: o esquemático
blanco, y tod~ se reduce, por regla gene-
ral a un final de «rey y torre contra rey y
pe,ón». El resu 1::ado de 1~ partida d:pende,
por supuesto, d~ .l~s mcunstanCia.s con-
cretas de la pOSICion resultante, s1n em-
bargo el resulta do de tablas es más común
que la victoria del bando que tiene peón
de ventaja. Pa r-ece que en nuestro caso la
acción también se desarrollará siguiendo
el citado esquema.
1 bS?
La jugada secreta de las blancas es un error
grave, que deja es~apar la victoria. o.frece.-
mos el come ntano de Lev Poluga1evsk1:
«Solo en el análisis conseguí descubrir un
matiz en esta posición, y muy significativo.
El hecho es que tras avanzar su peón hasta
la casilla b7, laS blancas encadenan a lato-
rre y al rey adversarios, y después, con una
maniobra envolvente de su rey, mediante
la "triangulación'; capturan el peón eS. No
obstante, incluso después de esto solo
obtienen la victoria si consiguen crear un
peón pasado en la columna «f».
Mediante fs-f6+, las blancas arrebatan al
rey negro la posibilidad de "bailar" en las
casillas g7 y h7, y tras mg7-f7 ganan con
ayuda de )%b8-h8, mientras que en caso de
i>g7xf6 obtienen la posibilidad de asestar
un jaque mortal: l%b8-f8+ y b7-b8\W.
En la posición aplazada el peón blanco «f»
no tiene un oponente en su columna, pero
148
está en su camino el peón g6. Las blancas
podrían apartarlo enseguida del cami-
no tras asestar la puñalada 1 hS. Cuando
las negras capturen en hS o permitan a
las blancas capturar en g6, la idea de las
blancas de crear un segundo peón pasa-
do adquiere tintes de realidad, y sobre el
tablero emerge un final teórico ganado.
Durante la partida me disponía a jugar h4-
hS en la jugada siguiente, sin embargo el
análisis me convenció de que mi esperan-
za era infundada. Porque ahora es el turno
de juego de las negras, y antes de situar la
torre detrás del peón «b», pueden cortar
de raíz todas las intenciones agresivas de
su adversario en el flanco de rey jugando
previamente 1 ... hS! En ese caso, si el rey
blanco se acerca al peón «b», el juego si-
gue según el esquema mencionado al
principio, y pueden confiar en mi palabra,
entonces a las blancas como mínimo les
falta un tiempo para obtener la victoria.
Por mucho que lo repasé, no encontré
una victoria para las blancas. Aunque las
blancas ganan el peón eS con ayuda de la
"triangulación" (esto es posible), después
solo pueden crear un peón pasado en las
columnas «g» o «h», lo que es insuficiente
para ganar».
Estos comentarios del gran maestro Po-
lugaievski tienen ya medio siglo. Lástima,
hoy los programas de ordenador detec-
tan fácilmente un «agujero» en ellos: 1 hS
gxhS 2 bS l%f4! 3 f3 h4+ 4 mf2 h3! S gxh3
e4 6 me3 exf3! con tablas.
1 ... :Bb4?
Es evidente que las negras no descubrie-
ron la esencia lógica de la posición, y ya
en la primera jugada de la reanudación
cometen un error decisivo. Como ya se ha
dicho, la jugada correcta era 1 ... hS!
2 hS! gxhS 3 b6?

Es fácil entender la alegría del gran maes-
tro Poi u gaievski tras la primera jugada
de la reanudación. Sin embargo las emo-
ciones, incluso las positivas, no siempre
son un buen asistente en un combate
ajedrecístico. Al saborear por anticipado
la realización del plan mencionado, las
blancas se apresuran y pasan por alto una
posibil ¡dad oculta de contrajuego para su
adversario, que Vasiukov no aprovecha. Lo
correcto era 3 ~f3! Por ejemplo, es posible
esta va ('iante: 3 ... Eí:b3+ 4 ~e4 Eí:b2 S ~e3
Eí:b3+ 6 ~d2 Eí:b2+ 7 ~c3 Eí:xf2 8 Eí:e8, y las
blancas deben ganar.
3 ... h4-t-?
Cedernos de nuevo la palabra a Polugaie-
vski: «La posibilidad de salvación consistía
en la jugada 3 ... Eí:b3+! En ese caso apa-
recía un increíble estudio de tablas des-
pués de 4 f3 e4 S b7 (S ~f2 Eí:b2+ 6 ~e3
Eí:xg2 7 b7 Eí:b2 8 fxe4 h4, y el peón «h» no
es más débil que cualquiera de sus opo-
nentes blancos) S ... h4+ (pero no S ... e3
a causa de 6 f4 e2+ 7 ~f2), y después de
6 ~f2 salva a las negras la directa 6 ... h3,
mientras que en caso de 6 ~xh4 e3 7 ~g3
sigue la sutil 7 ... Eí:b4!!, y las blancas están
en zugzwang.
Las blancas no tienen otra jugada más que
8 f4 (el cambio del peón b7 por el peón e3
conduce a un final de tablas teórico), aun-
que entonces 8 ... e2 9 ~f2 Eí:xf4+ 1O ~xe2
Eí:b4 de nuevo no las ofrece nada.
El pensamiento esquemático
Por eso en respuesta a 3 ... Eí:b3+ las blan-
cas tendrían que probar suerte con 4 ~h4.
Sin embargo, en caso de 4 ... e4! (además,
también es posible 4 ... Eí:b2) la atractiva
S ~xhS solo lleva a tablas después de la
jugada tranquila S ... Eí:b4!!, y las blancas
están condenadas a luchar "sin rey': ya
que no puede poner un pie en la "minada"
cuarta fila. Y la temática 6 f4 llega tarde
por un tiempo: 6 ... e3 7 fS e2 8 Eí:e8 Eí:xb6 9
Eí:xe2 Eí:b1. Tampoco cambia nada 6 g4: el
avance g4-gS se detiene con 6 ... Eí:bS+!!».
4i>f3 i>h7
No cambiaba nada 4 ... ~g6 S b7 ~hS 6
g4+! hxg3 7 fxg3, y las negras no están en
condiciones de defenderse contra el avan-
ce 8 g4+y 9 gS!
S b7 i>g7 6 i>e3 e4
La táctica de espera tampoco tenía éxito.
Si 6 ... ~h7, entonces 7 ~d3 ~g7 8 ~c3
Eí:b1 9 ~c4 Eí:b2 1O ~ds, y cae el peón eS,
ya que pierde enseguida 1O ... Eí:bS+? 11
~c6!, y el rey blanco se acerca al peón b7
con ganancia de tiempo, tras lo cual deci-
de la retirada de la torre por la octava fila.
9 .. ,gb2
El peón e4 está condenado. Si 9 ... ~h7,
entonces 1O ~eS Eí:b2 11 ~c6 Eí:c2+ 12
149
El pensamiento esquemático

ct?ds fí:b2 13 ~xe4. te el rey a su peón pasado.

10 <±>xe4 ~b4+ 11 <±>d3 ~b3+ 12 <±>c4 ~b1 2 <±>b3 bS 3 <±>c2 a4 4 ~h6 <±>es S ~xg6 ~xh4
13 f4 6~g8~g4

Una posición similar a la que esperaban
alcanzar las blancas en la reanudación. To-
davía siguió:
13 ... ~el+ 14 <±>d3 ~b115fS ~b616f6+ Las
negras abandonaron.
POSICIÓN 34
V. Smirnov- Mijaíl Shereshevsky
Minsk 1979
Ambos bandos actúan de acuerdo con un
escenario preestablecido.
7g6<±>b6
Hubiera sido un error grave 7 ... ct?c4? 8 g7
fí:g2+ 9 ct?b1 ~b3 1Ofí:c8!, y a 1O ... fí:g 1+
sigue 11 fí:c1 fí:xg7 12 fí:c3++
8g7!
La marcha del rey hacia el peón carecía ab-
solutamente de perspectivas.

8 ... <±>b79<±>d3

Empieza a esbozarse el plan de las blan-

cas. Tras la llegada del rey blanco a f3 la
torre negra se ve obligada a dejarlo pasar
a la cuarta tila. Después el rey blanco em-
prende camino hacia aS ...

Tarde o temprano se producirá un inter-

cambio de peones en el flanco de rey,
tras el cual las blancas se quedarán con
un peón pasado de ventaja en la columna
«g». La torre negra se situará a su retaguar-
dia, y si el rey blanco se dirige al peón g6,
las negras capturan el peón b2 y crean un
peón pasado en el flanco de dama. La par-
tida terminaría en tablas. Ese es el esque-
ma habitual en este final. En esta posición las blancas entregan el
peón g7 con la jugada fí:f8, y después de
1 ... aS fí:xg7 juegan Eí:fS, capturan los peones del
flanco de dama y ganan. Sin embargo, las
A las negras les favorece retirar los peones negras tienen una defensa.
de la séptima tila. Además, cuanto más
avance el peón «a», más rápido se conse- 9 ... <±>a7 10 <±>e3 <±>b7 11 <±>f3 ~g112 <±>t4
guirá crear un peón pasado, si las blancas ~g213 <±>es ~g314 <±>ds ~gS+ 1S <±>d6
ceden el peón b2 para acercar rápidamen-

150
 El pensamiento esquemático

Hasta aquí las negras mantenían una tác- EJERC/C/04

tica de espera, sin embargo ahora se en-
Oleg Moiseev- Vladímir Bagírov
cuentran en zugzwang. La torre no pue-
Moscú 1956
de impedir que el rey blanco llegue a eS,
mientras que el rey negro debe proteger
la casilla c6. Con el método de exclusión
es fácil encontrar la jugada que da tablas.

1S ... b4!

Las negras sacrifican sus peones del flanco

de dama, y a cambio destruyen la estruc-
tura de peones de su adversario. Surge un
final increíble, en el que las blancas tienen
tres peones de ventaja, ¡pero no pueden
ganar!
Mueven las negras. Indique el plan de juego
16 axb4 gg6+ 17 @es ggS+ 18 @c4 @a719 y la primera jugada.
bS gg4+ 20 @es @b7 21 b6 ggs+ 22 @b4
gg4+23@bs Tras el análisis de los finales precedentes
la tarea no debería causar dificultades es-
Las negras están en zugzwang. Se ven peciales.
obligadas a entregar el peón a4, aunque
esto no tiene importancia.

23 ... ggS+ 24 @xa4 gg4+ 2S b4 gg1 26
@as ggS+ 27 bS gxbS+!
Véase el diagrama siguiente
Tablas.
SOLUCIÓN. 1 ... gS! 2 hxgS Wg6 31%a7 a2
4 Wh2 WhS 5 Wg2 g6, y las negras, tras la
captura del peón gS, ganan sin la ayuda
de su rey, mediante la creación de un peón
pasado en la columna «f».
En la partida las negras se precipita-
ron al jugar 1 ... a2?, y permitieron un
contrajuego oculto del adversario. Las
blancas respondieron 2 ga6! @h6 Ahora
2 ... gS no daba nada debido a 3 hxgS, y

151
El pensamiento esquemático
el rey negro nunca podrá capturar el peón
g5. En caso de 3 ... g6 el rey blanco impedi-
rá que su oponente penetre a través de f3
en g4 (sencillamente las blancas esperan
con su torre en la columna <<a>>), y después
de 3 ... ci>g8 4 g6 las negras no pueden me-
jorar la posición.
El juego continuó de la siguiente manera:
3 <;t>h2 <i>h5
Las negras amenazan jugar 4 ... g5 y
ganan. ¿Cómo deben reaccionar las
blancas?
SOLUCIÓN: Lo correcto es 4 E:a4!! con
idea de a 4 ... g5 responder 5 g4+!
Después siguió: 4 ... <i>h6 5 E:a6! ci>h5 6
E:a4! g5 7 g4+! <;t>xh4!
Después de 7 ... fxg4 8 hxg5 el asunto se
reduce a la posición de la partida Smirnov
- Shereshevsky. Ahora la presencia de un
peón blanco en f5 crea algunos problemas
a las blancas, y se requiere que jueguen
con precisión.
8 gxf5+ g4 9 <i>g2 E:b110 E:xa2 E:b4 11 E:c2
g3 12 E:a2 'it>g413 E:c2 E:f4
Véase el diagrama siguiente
14 :§:eS!
152
La jugada exacta. Las blancas no ceden a la
tentación de atacar al peón g7. Sería erró-
neo 14 2:c7 2:f2+ 15 ci>g1 2:a2 16 2:xg7+?
ci>f3, y la presencia en el tablero del peón
f5 impide a las blancas salvar la partida.
14 ... E:f2+ 15 ci>g1 E:e216 E:a8 <i>f317 E:a3+
E:e318 E:a1 g2 (18 ... ci>g4 19 Eí:a8) 19 <i>h2!
La sutileza final (19 2:b1? ci>g3 20 Eí:a 1 Eí:f3
21 2:b1 2:f1 +con un final ganado).
19 ... <i>f2 20 E:a2+ E:e2 21 E:xe2+ ci>xe2 22
<i>xg2 Tablas.
Con frecuencia la defensa se enfrenta a la
siguiente elección: pasar a una defensa
pasiva o sacrificar un peón para obtener
contrajuego.
A este respecto es muy interesante la
opinión de Nimzowitsch: «Sin vacilación
y con plena conciencia de la responsabi-
lidad asumida, tomamos la decisión de
establecer la siguiente regla: si hay que
decidir entre defender con la torre un peón
atacado, que por ese motivo se vea obligada
a ocupar una posición pasiva, o simplemen-
te sacrificar el peón para que la torre tenga
libertad de acción, lo mejor será elegir la úl-
tima opción.
Esta regla, como ya se ha dicho, debe
adoptarse con precaución. El mayor o me-
nor grado de actividad (o de pasividad)
debe contrastarse en cada caso con espe-

cial cuidado. No es nuestra intención pre-
dicar el sacrificio por el bien de la víctima.
Sacrifique, ¡pero razonadamente!»
En la siguiente partida el bando débil se
salva mediante el sacrificio de material
con el fin de activar las piezas.
POS/CION35
Vladímir Tukmakov- Mijaíl
Shereshevsky
Tiflis 1980
Las blancas tienen ventaja. Dominan la
única columna abierta. El peón negro b6
es débil, y ya deben pensar en un plan de
defensa.
1 ... h5!
Un procedimiento típico. Las negras
apuestan por un contrajuego activo, que
va asociado al sacrificio de un peón. Para
las futuras acciones activas es muy impor-
tante «apretar» a los peones blancos en
el flanco de rey. Si las blancas hubiesen
tenido el turno de juego, habrían jugado
inmediatamente g3-g4.
Puede ser que la defensa pasiva llevara a
tablas; sin embargo, el plan asociado al
sacrificio del peón para activar la torre es
El pensamiento esquemático
mucho más convincente.
4 @f2 :gas 5 e4
Tukmakov rehúsa la captura del peón b6.
Después de 5 Eí:xb6 a3 6 bxa3 Eí:xa3 la torre
negra se ubica detrás del peón «b», y para
tener probabilidades de ganar tras situar
la torre en b7 y el peón en b6 las blancas
deben intentar acudir con su rey en ayuda
del peón pasado. Durante ese tiempo las
negras capturan el peón g2, y aunque el
peón blanco esté situado en b7, y la torre
negra, digamos, en c7, el peón pasado ne-
gro de la columna «h» proporciona a las
negras suficiente contrajuego. La tarea de
las negras sería más difícil si el peón blan-
co estuviera en g4, y el negro en h6.
5 ... a3 6 bxa3 :gxa3 7 exd5 exd5 8 :gd6
La captura del peón dS no promete a las
blancas posibilidades de éxito.
11 @h2 :gb112 g4 hxg4 13 fxg4 :gb3 14 g3
@ts
El rey negro se dirige a la casilla e6, tras lo
cual las blancas no pueden conservar su
peón de ventaja. Tablas.
153
El pensamiento esquemático
POS/C/ÓN36
Oleg Pavlenko- Vladímir Bagírov
Bakú 1964
Las negras tienen ventaja posicional. La
diferencia en la posición de las torres su-
giere que las blancas tendrán grandes di-
ficultades con la defensa del peón «a». Lo
más probable es que las blancas tengan
que desprenderse de este peón con el fin
de pasar a un final de torres.
Ahora mueven las negras. En previsión de
un posible final de torres, Bagírov hizo la
jugada 1 ... gS!, que paraliza la estructura
de peones negros en el flanco de rey y ex-
cluye cualquier contrajuego en esa zona
del tablero.
2 ~f1 h6 3 ~el ~c2
Las negras impiden que el rey enemigo se
acerque al flanco de dama. Este objetivo
podía lograrse tal vez con mayor efecto
con la jugada 3 ... 2:b3!
4.ie4
En respuesta a 4 2:d1 las blancas tuvieron
que contar con la posibilidad 4 ... 2:a2 5
2:d3 ~c4, sin embargo este era el mal me-
nor.
4 ... ~b2S ~el ~b3 6~a1
154
Si 6 E\c7, entonces 6 ... 2:xa3 7 E\xe 7 f\a 1+
8 ct?e2 2:a2+ 9 ct?f1 aS, y el peón negro se
dirige rápidamente a la casilla a2.
6 ... aS 7 ic2 )"'Sb2 8 ~dl ib3! 9 ixb3 ~xb3
Ahora se puede valorar el mérito de la ju-
gada 1 ... g5!
Nimzowitsch ya describió los finales de
este tipo en su obra Mi sistema: «En la prác-
tica de los maestros es habitual que uno
de los contendientes emprenda largas
maniobras y, en general, realice máximos
esfuerzos, solo para lograr una posición
agresiva de su torre como resultado de to-
das estas acciones, imponiendo al mismo
tiempo al adversario un papel pasivo. En-
tonces la torre activa, con aires de "prima
donna'; que interpreta el papel principal,
mirará a su rival en el desempeño de un
papel secundario. En ese caso no hay que
sorprenderse si "humillado" el rival ... alega
enfermedad y suspende la función. Algo
parecido sucede en la siguiente posición:
La torre negra agradece, pero no acepta, el
papel pasivo que se le impone (1 ... 2:a7), y
prefiere la acción activa: 1 ... 2:b2! 2 2:xa5
2:a2. Ahora la torre negra ha adquirido
gran elasticidad, y con ello puede asegu-
rar las tablas; probablemente, la jugada 1
... 2:a7 llevaba a la derrota».
En nuestro ejemplo la salida de la torre
blanca al espacio operativo no salva la
 El pensamiento esquemático

partida, principalmente debido a la posi-

ción activa de los peones en el flanco de
rey. Volvamos a la continuación de la par-
tida.

POSICIÓN 37
Mijaíl Shereshevsky- Valentin
Arbakov
Gomel1983

10 a4 :gb2 11 ~el :gb412 :ga2 ~g713 ~d2

hS 14 ~e2 e6 1S ~f3 fS 16 ~g2 ~f617 h3
:ge418 :ga3 :gc419 :ga2 ~e7

Una vez fortalecida la posición en el flanco

de rey, las negras envían a su rey a con-
quistar el peón blanco a4.

20 :ga1 ~d6 21 h4

Pavlenko comprende que la partida está

perdida, e intenta confundir a su adversa-
rio.
21 ... gxh4 22 gxh4 ~es
Por supuesto, no 22 ... l:!xh4? 23 f4.
23 f3 es 24 ~g3 ~b4 2S :gd1 :gc3 26 ~f2 :gcs
27 f4 exf4 28 exf4 ~xa4
La posición de las blancas parece prefe-
rible. Su estructura de peones es mejor y
tienen una mayor concentración de piezas
en el centro. Si bien es cierto que las ne-
gras están gestando el contrajuego l:!c8-
b8-b3. Por eso las blancas tomar la deci-
sión de entrar en un final de torres.

Véase el diagrama siguiente 1 fSif7 2 CDdSixdS

Las negras han ganado el peón del flanco
de dama, y no han permitido contrajuego
en la otra parte del tablero. Todavía siguió:
29 ~e3 ~bS 30 :gds a4 31 ~d4 ~b4 32
:gb8+ :gbs 33 :g,g a3 34 :gc4+ ~b3 Las blan-
cas abandonaron.
Prácticamente obligado, debido a las
amenazas 3 tjje? y 3 [fjxf6.
3 :gxdS :gbs 4 :gd4 :gb3 S :gc:c4 :gxc4 6 :gxc4
:gxa3
La serie de jugadas forzadas ha finalizado.
Valoré esta posición con mucho optimis-

155
El pensamiento esquemático

mo. Las blancas tienen cuatro peones mo- f6 a 1\W 22 E.\xa 1 E.\xa 1 23 f7
nolíticos ligados contra los cuatro peones
dispersos de las negras.

7 ~f2 hS! 8 E!:d4!

23 ... E.\a2+! 24 mfl E.\a8 2S g6 mf3 26 mel

®e3 27 mdl md3 28 mcl mc3 29 mbl
E.\b8+ 30 ®el E.\a8, y se repite el mecanis-
mo de tablas.
8 ... h4!!

Las negras entregan uno de sus peones y

POSICIÓN 38
están preparadas para sacrificar un segun-
do peón. Lo principal es separar los peo- Gennadi Timoshenko- Mijaíl
nes blancos del flanco de rey y apostar por Shereshevsky
su peón pasado «a». Tiflis 1980

Reconozco que yo había calculado la ju-

gada 8 ... E.\a6, y entonces las blancas ga-
nan mediante 9 mg3 mg7 1o mh4 mh6 11
E.\d3! (con la amenaza 12 E.\g3) 11 ... E.\a4 12
E.\xd6 E.\xe4+ 13 g4 hxg4 14 E.\xf6+ ®g7 lS
E.\g6+ y 16 hxg4.

9 E:xd6 ~g710 E:d7+ ~h6!

Por supuesto, no 1O ... mg8 por 11 E.\d4

seguido de 12 eS, y las blancas conservan
todas las posibilidades de victoria.
11 E:f7
En esta posición se aplazó la partida, y
los contendientes firmaron las tablas sin
continuar. La variante principal del análi-
sis es la siguiente: 11 ... mgs 12 E.\g7+ mf4
13 E.\g4+ mes 14 E.\xh4 aS 1S E.\h6 a4 16 g4
E.\ a 1 (también es posible 16 ... E.\b3) 17 gS
a3 18 E.\xf6 a2 19 E.\e6+ mf4 20 E.\a6 E.\h 1 21
La situación de las negras parece peligro-
sa. El peón blanco ya ha alcanzado d7, el
rey negro se encuentra en una posición
más vulnerable que el blanco, y las negras
tienen que tener en cuenta el ataque de
las torres blancas por la columna «d». Solo
se puede aliviar la situación mediante un
cambio de damas.
1 ... \Wc3!

Para hacer esta jugada las negras tuvieron
que calcular las consecuencias del paso
no solo a un final de torres, sino también
a uno de peones.
2 Wfxc3
Las blancas no tienen elección. A la retira-
da de la dama seguiría el jaque con torre
desde la casilla gS.
2 ... E:xc3 3 E:d6 E:c7 4 E:xg6 E:c:d7 5 E:xd7+
E:xd7 6 E:h6
Después de 6 :8.g7+ me6 7 :8.xd7 @xd7 el
final de peones tiene un carácter tablífe-
ro. Para las negras es suficiente situar el
peón a7 en a6 y mover el rey entre las ca-
sillas d6 y e6 El rey blanco situado en d4
no dispone de casillas para penetrar, y la
captura del peón f4 sería imposible debi-
do al avance del peón pasado negro en el
flanco de dama.
6 ... E:d2+ 1 Wh3
Las negras tienen que elegir: ¿atacan al
peón a4, o al peón f3? Por regla general, en
estas posiciones se puede hacer la jugada
a partir de consideraciones generales y sin
necesidad de un cálculo de variantes de-
tallado. En los finales de torres los peones
dispersos no representan un gran peligro,
mientras que los ligados son muy fuertes.
Por eso, si existe la posibilidad de eliminar
un peón separado o romper el «grupo» de
El pensamiento esquemático
peones del adversario, la mayoría de las
veces deberá escogerse la segunda deci-
sión.
El lector puede objetar que con la elimina-
ción del peón a4 las negras obtienen un
par de peones pasados y ligados. La va-
riante 7 ... :8.a2 8 :8.h7+ @d6 9 :8.xa7 :8.f2 no
parece peligrosa para ellas. Sin embargo
después de 7 ... :8.a2 8 :8.xh5 :8.xa4 9 mg4
surge un final agudo, en el que los dos
bandos avanzan sus peones pasados en
flancos opuestos.
En estos finales rige el siguiente principio:
el rey debe marchar con sus peones, y la to-
rre luchar contra los peones enemigos. Las
piezas blancas actúan de acuerdo con este
esquema, y las negras todo lo contrario.
Invito al lector a que verifique por sí mis-
mo que sería mucho más difícil obtener
las tablas en este agudo final, que en la
continuación que tuvo lugar en la partida.
7 ... E:f2 8 E:xhS E:xf3+ 9 Wg4 E:a3 10 E:h7+
We611 E:xa7
Las blancas han ganado un peón, sin em-
bargo las negras pueden obtener tablas
sin especial dificultad debido al reducido
y disperso número de peones que quedan
sobre el tablero.
11 ... t3 12 Wg3 wes13 E:e7+ Wd414 ~f2
Amenazaban 14 ... me3.
14 ... E:a2+ 15 Wxf3 E:xh216 E:d7+ WcS!
Es errónea 16 ... mes? 17 :8.d5+ me6 18
:8.b5, y las blancas ganan.
17 eS
Véase el diagrama siguiente
17 ... E:h4!
157
El pensamiento esquemático
El procedimiento estándar. Separar al rey
del peón.
18 e6 E:h6 19 e7 E:e6 20 @f4 @c6 21 E:a7
@d6Tablas.
POS/CIÓN 39
Jan Timman - Ulf Andersson
Wijk aan Zee 1981
Sobre el tablero existe igualdad de mate-
rial y una estructura de peones simétrica.
Las blancas tienen una ventaja posicional
mínima debido a la ubicación más activa
de sus piezas, sin embargo las negras tie-
nen todas las posibilidades para igualar el
juego.
1 @f1.if6 2 E:xe8 E:xe8 3 ctJd4 ét:Jg6?!
Una imprecisión, Tras la cual las negras
empiezan a experimentar ciertas dificul-
158
tades. Aunque en el final torre y caballo,
por lo general, son más débiles que torre
y alfil, después de 3 ... ~xd4! 4 ~xd4 é2le6
5 ~e4 ~c8 las blancas no tenían muchas
razones para contar con la victoria. Ulf An-
dersson prefiere mantener las mismas pie-
zas que el adversario, y cambiarlas por su
equivalente. Pronto salen los caballos del
tablero, y después los alfiles; sin embargo,
en el final de torres las dificultades de las
negras solo aumentan.
4 .id2 lt:Jes 5 b3 h6 6 h3 E:c8
Hubiera sido un gravísimo error 6 ... ~d8
por 7 ~xd8+ ~xd8 8 f4 seguido de 9 é2lc6.
7 @e2 ctJc6 8 ctJxc6 E:xc6 9 E:d7 a610 @d3
Debido a la torre activa y al rey centraliza-
do, las blancas ya tienen ventaja.
10 ... @f811 a4 @e812 E:b7 E:d6+ 13 @e2
.id414.ie3! E:e615 b4.ixe316 fxe3
La partida ha entrado en un final de torres,
que es difícil valorar unívocamente como
ganado por las blancas o de tablas. Aun-
que si comparamos esta posición con la
inicial, entonces es evidente que las blan-
cas han mejorado sus posibilidades de vic-
toria, y es dudoso que pudieran aspirar a
más, mientras que las negras han empeo-
rado considerablemente su posición.
16 ... h517@d3h4

En caso de 17 ... ~g6 seguiría 18 ~a7.
18 'Ba7 bS
Uno de los momentos más difíciles para el
bando defensor en los finales de torres es
tomar la decisión sobre qué táctica de lu-
cha debe seguir, cuando el adversario for-
talece su posición. Por regla general exis-
ten dos posibilidades: entregar un peón
y activar la torre, o bien continuar con la
táctica de espera. No existe una receta
mágica. En unos casos la única decisión
correcta es la primera, y en otros la segun-
da. Mucho depende de las características
propias del jugador, porque no siempre es
posible prever hasta el final todas las con-
secuencias de la decisión tomada. Anders-
son prefiere mantener el equilibrio mate-
rial y es derrotado.
Es posible que si las blancas hubiesen es-
cogido la continuación 18 ... aS 19 bxaS
bxaS 20 ~xas 2Jg6 21 ~hS ~xg2 22 ~xh4
también perdieran el final sin peón, y en-
tonces los comentaristas habrían conde-
nado la jugada 18 ... aS y recomendado la
continuación 18 ... bS. El final se amolda al
carácter del jugador, y es extraordinaria-
mente difícil dar un diagnóstico preciso.
19 aS 'Bc6 20 ~d4!
Es posible que el gran maestro sueco sub-
estimara esta maniobra del rey. Resulta
que a 20 ... 2Jc4+ sigue 21 <Jids ~xb4 22
md6! f6 23 ~xa6, y las blancas tienen gran-
des posibilidades de victoria.
20 ... ~f8 21 ~dS 'Bg6 22 e4!
Véase el diagrama siguiente
22 ... ~e8
En caso de 22 ... ~xg2 es posible la siguien-
te variante: 23 ~xa6 2Jg3 24 ~a8+ <J?e7 2S
<J?cs 2Jxh3 26 mxbS gS 27 ~h8 ~a3 (27 ...
El pensamiento esquemático
g4 28 a6) 28 <J?a6! h3 29 bs g4 30 b6 g3 31
b7 ~b3 32 ~xh3, y las blancas ganan. Aun-
que a primera vista el final parece agudo,
un ajedrecista experimentado enseguida
advierte que las complicaciones deben
terminar en favor de las blancas, y las va-
riantes concretas lo confirman. Puede for-
mularse la siguiente regla para los finales
de torres con peones pasados avanzando
en flancos distintos: la torre debe luchar
contra los peones adversarios, mientras que
el rey debe apoyar el avance de sus propios
peones pasados. En la mayoría de los casos
esta regla es correcta.
23 ~es 'Be6 24 'Bb7!
Tras reforzar al máximo su posición, las
blancas emprenden acciones activas. A su
vez, las negras obtienen contrajuego, sin
embargo casi nunca se consigue ganar
un final de torres con material equilibrado
«sin perder sangre», sin dar contrachances
al oponente.
24 ... 'Bxe4 2S ~b6 'Bxb4 26 ~xa6 'Bb2 27
~b6 'Bxg2 28 a6 'Ba2 29 a7
Véase el diagrama siguiente
Las blancas han salido victoriosas de la ar-
dorosa lucha. Esto lo ha facilitado en gran
medida el «pernicioso» peón bS.
29 ... gS 30 ~es ts 31 'Bb8+ ~f7 32 a8\W
'Bxa8 33 'Bxa8 g4 34 ~d4 gxh3 3S 'Bh8 Las
159
El pensamiento esquemático
negras abandonaron.
POSJC/ÓN40
Efim Geller- Vasily Smyslov
Palma de Mallorca 1970
Mueven las blancas. Tienen un peón de
ventaja, y es posible tanto capturar el
peón eS, como atacar con la jugada 1
~g6 el peón g7, o con la jugada 1 ~b6 el
peón bS. Sin embargo, las negras tienen
contrajuego. Su torre, desplazándose por
la columna <<a>>, tendrá la oportunidad de
atacar al peón c3. En el momento en que
la torre blanca abandone la sexta fila, des-
de la casilla d6 el rey negro atacará al peón
dS, y la torre al peón c3, y entonces podrán
permitirse perder peones en el flanco de
rey y obtener contrajuego suficiente para
salvarse. En la variante indicada por Geller
46 ~g6 ~a8 47 ~xg7+ md6 48 ~g6+ mxdS
49 ~xh6 ~a3 50 ~b6 ~xc3 51 ~xb5+ md4
160
las negras tienen todo en regla: su rey
apoya al peón pasado c4, y la torre luchará
con los peones enemigos. Las blancas, sin
embargo, tienen a su rey lejos de la arena
de las acciones militares, y la ventaja ma-
terial solo las permite no perder la partida.
Continuemos la variante de Geller: 52 h4
~b3 53 h5 c3 54 h6 c2 55 ~es (es mala 55
h7? c1\W 56 h8\W \Wf4+) 55 ... ~c3 56 ~xc3
mxc3 57 h7 el \W 58 h8\W \Wf4+ 59 mh3
\Wf5+ 60 ª'g3 \Wf4+ con tablas.
En caso de 46 ~xeS ~a8 47 mg3 ª'd6 48
~e3 ~a2! (indicada por Geller) las negras
disponen de contrajuego suficiente para
alcanzar las tablas.
En la variante 46 ~b6 ~a8 47 ~xbS ~a3
48 ~es ~xc3 49 ~c6 ~b3 50 ~xc4 md6 51
~c6+ ª'xdS 52 ~g6 ~xb4 53 ~xg7 h5 54
~g5 h4 la partida también debe terminar
en paz.
Una cosa está clara. En los finales de torres
agudos la ventaja de material no juega
un papel principal. ¡Las blancas necesitan
cambiar la tendencia desfavorable y co-
nectar su rey con el peón dS! Por eso, 46
i>g3!
Las blancas están dispuestas a despren-
derse de la ventaja de material con tal de
obtener la distribución de fuerzas correc-
ta.

46 ... ~as 47 @f3 ~a3 48 @e4 ~xd 49 ~g6
La irrupción del rey blanco en el centro
ha cambiado por completo los papeles.
Ahora el rey negro está presionado contra
las cuerdas (octava fila), y su adversario se
lanza al ataque junto con el peón dS. La
torre blanca combina las acciones de ata-
que con la vigilancia del peón enemigo
c4. Solo han transcurrido cuatro jugadas, y
la posición se ha convertido de confusa a
claramente ganada por las blancas.
Continuemos el desarrollo del final: 49 ...
~c2 50 ~xg7+ @d6 51 ~g6+ @d7 52 ~97+
@d6 53 ~g6+ @d7 54 @xeS ~e2+ 55 @d4
~xf2 56 ~g7+ @d6 57 ~g6+ @d7 58 g4
~d2+ 59 @es ~e2+ 60 @d4 ~d2+ 61 @es
c362~d6+!
62 ... @e7
Las negras tampoco tenían muchas po-
sibilidades de salvación después de 62 ...
El pensamiento esquemático
rJlc7 63 1:\c6+ rJld7 64 d6 c2 65 1:\c7+ 'ít>e6
66 <i>xbS rJlxd6 67 1:\c8.
63 ~e6+ @d7 64 ~e3! c2 65 ~d ~h2 66 h4!
~xh4 67 ~xc2 ~xg4 68 ~h2! ~g6 69 @xbS
@d6 70 ~hS @c7
También era desesperado 70 ... 1:\gS 71
1:\xh6+ rJlxdS 72 rJlb6.
71 @es ~f6 72 ~hl @b7 73 bs ~g6 74 ~hs
@c7 75 ~ts ~gl 76 b6+ @b7 77 ~f7+ @bs
78 d6 ~el+ 79 @ds Las negras abandona-
ron.
EJERCICIO 5
Boris Gelfand- Vladímir Malájov
Dagomys 2005
Mueven las blancas. Indique el plan de
acción y la jugada concreta.
La ventaja blanca es evidente. Las negras
están situadas en la última línea de de-
fensa. Es necesario que el rey blanco en-
tre en f7, ya que la base de la cadena de
los peones centrales negros la constituye
el peón e6. La ventaja más importante
de las blancas es el hecho de que en casi
cualquier situación el cambio del caballo
por el alfil conduce a un final de peones
ganado por ellas. Solo queda encontrar la
manera de poner a las negras en posición
de zugzwang.
161
El pensamiento esquemático

SOLUCIÓN: Para resolver esa cuestión es

necesario hacerse la pregunta: «¿En qué
ubicación del caballo blanco el alfil ne-
gro no tiene movimientos? La respuesta
es obvia, el caballo debe ir a h5. Al mismo
tiempo debe impedirse el contrajuego
asociado con la maniobra del alfil negro
ih8-f6-h4-f2. Boris Gelfand descubre una
solución elegante y forzada:

45 ctJf7! if6 46 tLlgS! J\h8 (es desesperado

46 ... ixg5 47 fxg5) 47 ctJh7! ~eS
Valía la pena ensayar la última posibilidad,
47 ... \t>d6. Entonces las blancas tendrían
que responder, como en la partida, 48
lilf6!, para evitar las complicaciones in-
necesarias 48 \t>f7?! eS! 49 fxe5+ ixe5 50
dxe5+ <j;¡xe5.
presencia de los alfiles sobre el tablero no
deja a las negras ninguna esperanza de
salvación, porque en caso de intercambio
de torres su posición estaría completa-
mente perdida. Por el contrario, el final de
torres concede a las negras posibilidades
de salvación.

48 tLlf6+ ~f849 tLlhS! ~g8 50 ~h6 1 'Bc7?

Una decisión equivocada en la solución

del problema del cambio. Simplemente
debieron abrir una «ventanilla» para el rey
con la jugada 1 h3, y en caso de 1 ... :gds es
desagradable 2 :gb4.

1 ... J\e4!

Ahora el juego pasa a un final de torres, y

las esperanzas de las negras de obtener un
resultado positivo se incrementan.

Las negras abandonaron. Después de 50 ... 2 ~f1 ixc2 3 'Bxc2

~f7 51 ~h 7 if6 52 lilxf6 <j;¡xf6 53 \t>g8 las
blancas ganan.

POSIC/ÓN41
B. Maryasin - Peter Korzubov
Minsk 1982

Véase el diagrama siguiente

Las blancas tienen un peón de ventaja y

excelentes posibilidades de victoria. La Pregunta n.o 1: ¿Qué juegan las negras?

162

RESPUESTA: 3 ... ~a8!
Cuando Siegbert Tarrasch, tras recibir las
críticas por su famoso aforismo "en los fi-
nales de torres la torre debe situarse detrás
del peón pasado, del propio o del contra-
rio'; añadió irónicamente"si esto es favora-
ble"; por supuesto tenía en mente las ex-
cepciones concretas a la regla. El presente
final de torres tal vez se pueda incluir en la
categoría de excepciones. Porque el peón
blanco «a» casi no ha avanzado, mientras
que las negras mantienen la torre en una
posición más activa, y conservan al mismo
tiempo la posibilidad de un ataque frontal.
No obstante, en caso de 3 ... ~d1 + 4 <i?e2
~a 1 lasblancas, aparte del juego estándar
5 ~c8+ <i?h7 6 ~aS, y el peón eS restringe
la posición del adversario en el flanco de
rey, disponen de la posibilidad igual de
peligrosa para las negras de saltar con la
torre blanca a la tercera fila. Después de
5 ~c3!? las blancas intentarán situar sus
peones del flanco de rey de tal manera
que el objetivo potencial de ataque de las
negras, la base de la cadena de peones,
también se encuentre en la tercera fila y
sea defendida por la torre. Por ejemplo,
podría ser el triángulo de peones f4, g3,
h4. En ese momento el rey blanco partirá
en ayuda de su peón pasado <<a>>. Con la ju-
gada de la partida Peter Korzubov impide
la primera posibilidad de juego activo del
adversario, aunque necesitó evaluar las
consecuencias de la jugada 4 ~a2.
Debe añadirse que sería un error atacar al
peón enemigo con la jugada 3 ... ~dS?! por
4 ~e2 ~d 1+ 5 ~e 1 ~d3 6 ~a 1!? (también es
posible 6 ~e3) 6 ... ~dS 7 a4! (7 f4? gS!) 7 ...
~xeS 8 aS!, y las blancas avanzan el peón
hasta a7, con todas las posibilidades de
victoria.
Pregunta n.o 2: ¿Cuál debe ser la elección
El pensamiento esquemático
de las blancas entre las jugadas 4 ~a2 y 4
~c3, y por qué?
RESPUESTA: 4 ~c3!
No es rentable para las blancas situar su
torre detrás del peón pasado. Después de
4 l"'a2?! l"\a4! 5 <i?e2 <i?f8 6 <i?d3 <i?e7 7 <i?c3
<i?d7 8 <i?b3, con la jugada 8 ... ~e4 las ne-
gras recuperan el peón, a la vez que su rey
consigue bloquear el peón pasado.
4 ... f6!
Las negras se dan prisa en organizar el
contrajuego.
Sexf6
En caso de 5 f4? fxeS 6 fxes <i?f7 las negras
disponen de suficientes contrachances en
el flanco de rey.
S... gxf66 cifle2
Las blancas solo tienen un plan: acercar su
rey al peón pasado.
6 ... eS 7 cifld2 ciflf7 8 ciflc2 ciflg6?!
Las negras iniciaron correctamente la eje-
cución de su contrajuego, y ahora debían
jugar 8 ... fS! La jugada del rey es menos
flexible, ya que en ocasiones el rey negro
podría dirigirse al centro desde la casilla
f6, y la columna «g» podría ser útil para la
torre negra para el ataque al peón g2.
9ciflb2!?
Una jugada astuta. En caso de 9 <i?b3 las
negras se verían obligadas a jugar 9 ...
~b8+, y después de 1O <i?a2 ~d8 11 l"'c2
fS 12 a4 e4, por lo visto, mantenían un
contrajuego suficiente para las tablas.
Ahora se las deja elegir, y como suele su-
163
El pensamiento esquemático
ceder en estos casos, comenten un error.
9 ... f5?
Deja la partida al borde de la derrota. Era
correcta 9 ~b8+ 1o ma2 ~d8, que trans-
000
pone a la posición mencionada anterior-
mente.
10 .E!c4!
Aquí la torre ocupa una posición exce-
lente, mientras que los peones blancos
del flanco de rey se encuentran en una
posición ideal en términos de evitar el
contrajuego de las negras en esa parte del
tablero.
10 ... e4
Apenas es más fuerte 1O oo• f4 11 a4 mfs 12
f3 ~g8 13 ~c2 e4 14 fxe4+ mxe4 1S ma3
~a816 ~a2.
11 a4 'kt>gs
Aquí se hace notar el defecto de la jugada
8 oo• mg6. Si el rey estuviera en f6, las negras
dispondrían de la posibilidad 11 mes.
000
Por ejemplo: 12 ~eS+ md4 13 ~xfS ~xa4
14 ~f6 hS 1S ~fS ~a8 con contra juego.
12 'kt>b3 h513 .E!cS h414 aS
Las blancas no obstaculizan la jugada 14
h3, ya que después de 14 h3 mf4 las ne-
000
gras obtenían contrajuego mediante 1S
~g8.
14 ... h315 gxh3 'kt>f4!
No alcanzaba su objetivo 1S ~h8 16 ~c3
000
f4 por 17 mc2!, y las blancas deben ganar.
Véase el diagrama siguiente
164
Pregunta n.o 3: Encuentre el movimiento
para las blancas que prácticamente gana la
partida, y explique por qué.
RESPUESTA: Para responder a la pregun-
ta planteada, es necesario recurrir al pen-
samiento preventivo. Para ello debemos
entender qué van a hacer las negras en su
próximo movimiento. Un análisis lógico
simple sugiere que el único juego activo
del que disponen las negras es jugar 16
oo• ~f8 y 17 oo• mf3. Tras esta reflexión ya es
fácil encontrar la jugada 16 ~bS!, para a
16 ~f8 ganar la partida mediante 17 a6
000
mf3 18 a?, mientras que en caso de 16 000
~h8 17 a6 ~xh3+ 18 mb4 ~h8 19 a? E&a8
20 ~as mg4 las blancas ganan fácilmente
con ayuda de la maniobra del rey 21 mes
f4 22 md4 mf3 23 E&a3+
En la partida se jugó 16 'kt>b4?, lo que per-
mitió que las negras escaparan milagrosa-
mente.
000
16 ... .E!f817 f!c3
A 17 a6 es posible la siguiente continua-
ción: 17 oo• mf3 18 a? f4 19 ~fS ~a8 20 ~f7
mxf2 21 ~xf4+ mg1! 22 ~f7 e3 23 mc3 ~e8
24 ~e? ~xe7 2S a8Wf e2, y las negras obtie-
nen las tablas.
Véase el diagrama siguiente
26 Wfg8+ mxh2 27 Wfb8+ mh1.
 El pensamiento esquemático

POSICIÓN 42
Vasily Smyslov, 1938

17 ... i?e518 a6 f419 a7 E:a8!

Era erróneo 19 ... e3? 20 fxe3 f3 por 21 gc4!

f2 22 m4 gas 23 gxf2 gxa7 24 gf3.
20 E:c7
Las blancas no conseguían nada con 20
ga3 por 20 ... e3 21 fxe3 f3 22 ga 1 ~e4 23
~bS f2 24 ~b6 ghS, con tablas.
20 ... e3 21 fxe3 fxe3 22 @es
No cambiaba nada 22 <j,Jc3 ~e4 23 ~c2
~f3 24 gf?+ <j,Je4 25 ~d1 ggS, y la torre
negra alcanza la casilla a2 a través de una
de las columnas abiertas.
1 E:gl+
No vale 1 gxgS? con idea de 1 ... a 1\W? 2
gg 1+por los jaques intermedios 1 ... gb2+
2 ~c4 gc2+, y solo después 3 ... a1\W.
1 ... i?b22f4!
Las blancas deben despejar la segunda fila
para los ataques de flanco de su torre.
2 ... gxf4 3 a7 :i!d4+! 4 i?bs E:d8 s E:g2+ i?b3
6 E:gl f3 7 :i!fl! f2 8 i?b6 @c3 9 i?b7 i?d3

22 ... e2 23 @b6 !!eS!

Precisión hasta el final.

24 !!el @f4 25 h4 i?e3 26 i?b7 E:e7+ 27

i?b6 E:e6+ 28 i?bs !!es Tablas.

Quisiera añadir que el método de defensa

de las negras repite la idea de un estudio
de Vasily Vasilievich Smyslov, compuesto
en el año 1938.

Las negras están listas para romper la

defensa del adversario con la jugada 1O
... ~e2, pero sigue 10 !!al! i?c3 11 E:fl!, y
sobre el tablero tenemos una posición de
tablas.

165
 Capítulo 7
No apresurarse

La capacidad para utilizar este principio POSICIÓN43

requiere que el ajedrecista posea una gran
Richard Réti - Piotr Romanovsky
experiencia en el desarrollo de los finales.
Moscú 1925
¿Cuántos finales ganados no han alcan-
zado la victoria simplemente porque el
bando más fuerte buscaba ganar lo más
rápido posible y pasó por alto jugadas
sencillas de refuerzo antes de emprender
las acciones decisivas? Siguiendo el prin-
cipio de «no apresurarse», se puede luchar
por la victoria en posiciones con una ven-
taja pequeña aunque estable. Solo de esta
manera es posible provocar debilidades
en el campo enemigo, enmascarar tu plan
de juego, embotar la vigilancia del adver-
sario. No obstante, no se debe abusar de
este principio. Es necesario estar prepara-
do para en el momento adecuado pasar a En esta posición los alfiles de distinto co-
una acción activa decidida, de lo contrario lor dan ventaja a las blancas. Los peones
el adversario eliminará las debilidades de negros eS y eS crean una barrera impene-
su campo, que a menudo son temporales. trable para su propio alfil, mientras que las
La capacidad para sentir y no dejar esca- blancas tienen un plan claro para desa-
par este momento crítico no se adquiere rrollar la iniciativa: llevan la torre a c4, y el
fácilmente. Veremos en los ejemplos que rey a f3 seguido de e2-e3, ie4-dS. La torre
incluso los ajedrecistas muy fuertes se negra debe defender el peón eS, mientras
equivocan llegados a este punto. que las blancas pueden trasladar su torre
al flanco de rey y continuar con la ruptura
Las leyes que rigen el principio «no apre- de peones h2-h4, g3-g4, g4-gS. Las negras
surarse» son, ante todo, de carácter psi- no están en condiciones de impedir este
cológico. La ejecución de este principio plan.
puede ser particularmente recomendable
en el momento en que el adversario se ve 1 ~c4 i>fs 2 i>f3 ~es 3 e3 ~c3
privado de contra juego activo.
Véase el diagrama siguiente

Es necesario detenerse en esta posición.

Conocemos el plan de las blancas: ie4-dS,
:1l:c4-h4, mf3-e4, :1l:h4-hS, h2-h4, g3-g4, g4-

166
 No apresurarse

gS etc. Muchos ajedrecistas jugarían así 12ie6!

enseguida, y es posible que tuvieran éxito.
Sin embargo la técnica del final dicta otra
jugada.
4a4!
¡No te precipites! Las blancas aprovechan
la oportunidad para mejor la posición de
su peón a2. ¿Vale la pena distraerse por
esto? Sin ninguna duda. Si después esta
«trivialidad» fuera necesaria para ganar,
sería un castigo justo por no seguir el prin-
cipio «no apresurarse». Si en a4 el peón
está ligeramente mejor que en a2, enton-
ces debe situarse allí, y después continuar
la realización del plan.
La respuesta ganadora.
12 ... fxe613 fxg6 'Sd814 'Sxa7 <Jlgs
«El alfil llega tarde exactamente por un
tiempo: 14 ... ie 1 1S aS ih4 16 a6 if6 17
g7 f&g818 f&b7 !xg719 a?, y ahora debido
a la amenaza f&b81as negras se ven obliga-
das a jugar 19 ... f&a8, y las blancas, con la
captura del alfil, ganan fácilmente» (Réti ).
15 g7 <Jlh616 aS <Jlh7 17 a6 'Sd6 18 h4 ie1
19 hS ih4 20 h6 Las negras abandonaron.

POSJCJÓN44
4 ... <Jle7 5 ids 'Sc7 6 'Sh4 h6 7 <Jle4 <Jlt6 8
'ShS 'Sd7! 9 g4 Salo Flohr- Ígor Bondarevsky
Moscú 1939
Es evidente que las blancas no advirtieron
el contrajuego oculto de las negras. Se po-
día preparar el ataque mediante !dS-c4,
h2-h3, g3-g4, sin conceder al adversario
ninguna contrachance. Sin embargo na-
die es inmune a este tipo de descuidos.
En las complicaciones combinativas que
surgen va a jugar un papel importante la
posición del peón blanco en a4.

9 ... g6!? 1o'Sxh6 @gs 11 'Sh7 <Jlxg4

Amenaza mate.
Las blancas están mejor. Su caballo eS es
Véase el diagrama siguiente claramente superior al alfil negro, y su es-

167
No apresurarse
tructura de peones centrales es más móvil.
La movilidad de la masa de peones negros
del flanco de dama está muy limitada, y el
peón pasado h7 no es muy peligroso. Las
blancas trazaron el siguiente plan:
l. Provocar el avance a7-a6 y de esta ma-
nera asegurarse contrajuego en el flanco
de dama, gracias al puesto que consigue
el caballo en cS.
2. Traslado del caballo a eS, sin permitir su
cambio por el alfil, para lo que es necesa-
rio el avance e3-e4.
3. Mejorar la posición del rey, invadir con
la torre el espacio enemigo, atacar a los
peones débiles h7 y b7, y después conse-
guir el intercambio de las torres y pasar a
un final de piezas menores ganado.
Es interesante ver con qué precisión y arte
realiza este plan Flohr.
1 aS
Con la amenaza aS-a6.
1 ... '8.c7 2 '8.h6+!
Precisamente con este tipo de jugadas
se demuestra estar en posesión de una
elevada técnica en el final. Para realizar
el avance aS-a6 las blancas necesitan te-
ner la torre en el. Por eso se podía jugar 2
2'\h 1, sin embargo resulta que tras el jaque
cualquier jugada de las negras empeora
ligeramente su posición. Tal vez este <<li-
gero» empeoramiento no decida nada, sin
embargo Flohr aprovecha la más mínima
posibilidad para mejorar la posición.
2 ... ,ig6
Ahora la columna «g» está obstruida para
la torre negra.
3 '8.h1 ibts?
168
Probablemente, este es el error decisi-
vo. Las negras debían jugar 3 ... b6 4 2'\cl
~e8, que conservaba la posibilidad de
contra juego. Después de la jugada 3 ... ~fS
las blancas fuerzan a7-a6, y la estructura
de peones de las negras se queda conge-
lada.
4 '8.c1 a6
Forzado, debido a la amenaza aS-a6.
S '8.h1
La torre ha cumplido su trabajo en el flan-
co de dama y toma de nuevo el control so-
bre el peón pasado de las negras. Después
la torre blanca se traslada a h4, donde
apoyará el avance e3-e4.
S ... '8.g7
6 '8.h2!
¡No hay prisa! Las negras están privadas
de contrajuego, mientras que las blancas
tienen un plan claro para ganar. La última
jugada de la torre de nuevo invita a las
negras a que empeoren la posición de sus
piezas. En estos casos el adversario se ve
afectado psicológicamente por la ausen-
cia de amenazas específicas. Podemos su-
poner que con la jugada 6 2'lh2! las blancas
ganan un tiempo valioso para la reflexión.
6 ... '8.c7 7 '8.h6+ ig6 8 '8.h4 ibts

En caso de 8 ... mgs seguiría el jaque en
g4.
9e4dxe410fxe4ig611 ~f4+ ~e612 ~e3
Las blancas centralizan el rey, ya que el
traslado del caballo a eS lo tienen asegu-
rado.
12 ... ~g7 13 étld3 ~d6 14 éL\ es ~e7 15 ~f8
~c7
Se amenazaba la jugada 16 ~b8.
16e5 ~e8
Las negras ofrecen el intercambio de to-
rres porque la presión de las blancas se
acrecienta con cada jugada. Sin embargo
el final de piezas menores lo tienen perdi-
do. Tras la pérdida del peón h7 esto será
bastante obvio.
17 ~xe8 .ixe8 18 ~f4 b6 19 étla4! bxaS 20
bxaS .if7 21 ~es .ic4 22 ~gS .ie2 23 ~h6
~d824~xh7 ~e7 25 ~g6.if1
Las blancas eligen tal vez no el camino
más corto, aunque sí el más fiable para lle-
var su rey a cS.
26 ~fS .ih3+ 27 ~f4 .ig2 28 ~e3 .if1 29
~d2 ~f7 30 ~c3 ~g6 31 ~b4 ~fS Las ne-
gras abandonaron.
No apresurarse
POS/C/ÓN45
Anthony Saidy- Robert Fischer
USA 1964
Si no estuvieran en el tablero los peones
d4 y dS, entonces las posibilidades de las
blancas no hubieran sido peores. Sin em-
bargo, los peones mutuamente aislados
crean una barrera infranqueable para el
alfil blanco, sin limitar la movilidad del ca-
ballo negro. Por eso las blancas se enfren-
tan a una lucha difícil por las tablas.
1 ~f1 étlfs 2 ~e2 étle6 3 ~d3
¿Qué plan de juego deben elegir las ne-
gras? Ante todo, es necesario activar el
rey. Parece que debería dirigirse al centro,
a d6. Sin embargo, el gran maestro ameri-
cano tiene intención de jugar en el flanco
de rey, con la intención de crear allí objeti-
vos de ataque. Por eso lleva el rey a fS por
el camino más corto, la casilla h7.
3 ... hS!
Para conseguir la formación requerida,
Fischer no realiza ni una sola jugada de
más. Es conveniente no apresurarse cuan-
do debe enmascararse al enemigo el plan
concebido.
4.ie3
Las blancas mantienen una táctica de es-
169
No apresurarse
pera. Quizás era mejor activar el alfil me-
diante a3-a4, b2-b3 y ~cl-a3 con el rey
situado en e3.
4 ... @h7 s f3 @g66a4 @fs 7 @e2 gS 8 @f2
Las negras han alcanzado la ubicación
planeada y ralentizan drásticamente el
juego. En el libro Mis 60 mejores partidas,
Robert Fischer, en el comentario de una
de sus partidas con Tigran Petrosian, escri-
be: «A Petrosian le gusta jugar"al gato y el
ratón'; a la espera de que sus adversarios
se equivoquen en ausencia de amenazas
directas. ¡Lo más sorprendente es que en
efecto se equivocan!»
Una descripción muy figurativa del princi-
pio de «no apresurarse». El curso posterior
de la partida demuestra que Fischer asi-
miló bien la lección aprendida. Y aunque
A. Saidy no comete un error claro, para no
crear debilidades en su campo también
empieza a jugar «al gato y el ratón». Sin
embargo en el momento crítico, cuando
necesitan mostrar actividad inmediata-
mente, las blancas no están psicológica-
mente preparadas para ello.
8 ... ~d8 9 .id2 @g6 10 @e3 ~e6 11 @d3
i>ts 12 ~e3 f613 i>e2 @g614 @d3 fS
Observe cómo el peón negro «f» avanza
lentamente, como si lo hiciera de mala
gana.
170
15 i>e2 f4 16 .if2 ~g7 17 h3 ~fS 18 @d3
g4!?
Inesperadamente las negras realizan una
ruptura, aunque era posible llevar el caba-
llo a e6, y el rey a fS.
19 hxg4 hxg4 20 fxg4 ttJ h6
El momento crítico. Ahora se requiere de
las blancas un enfoque concreto para re-
solver los problemas a los que se enfren-
tan. Debieron activar inmediatamente el
alfil mediante 21 ~h4 l2lxg4 22 ~d8, con
idea de a4-a5. Es cierto que las blancas
pierden un peón después de 22 ... tt'le3;
sin embargo, la continuación 23 g3 tt'lc4
24 gf l2lxb2+ 25 ~c2 l2lxa4 26 ~b3 bS 27
~b4 a6 28 ~as ctJc3 29 ~el las daba fun-
damentos para contar con las tablas. En
cambio, por inercia las blancas continúan
la táctica de espera, y muy pronto se en-
cuentran en una situación desesperada.
21 ~el? ~xg4 22 .id2 @ts 23 .ie1 ~f6 24
.ih4 ~e4 25 .ie1
Ahora ya es tarde para 25 ~d8, porque
después de 25 ... ~g4 el rey blanco debe
acudir en defensa del peón g2, y ya no se
puede ni hablar de actividad en el flanco
de dama.
25 ... i>g4 26 i>e2 ~g3+ 27 @d3
El final de peones es claramente deses-

perado, y después de 27 ~f2 el rey negro
se apodera de la casilla e4 mediante 27 ...
~fS 28 ~f3 tLle4 seguido de éLJgS+. Si aho-
ra 29 ih4, entonces 29 ... tLld2+ 30 ~e2
tLlc4 31 b3 tLlaS 32 b4 tLlc6, y las blancas
pierden un peón.
27 ... ~fS
Resulta que las blancas no tienen una de-
fensa satisfactoria contra la amenaza tLlh4.
28 .if2 t2J h4 29 aS
Un intento de activación tardío.
29 ... ~xg2 30 ~c3 i>f3 31.ig1 i>e2 32 .ih2
f3 33 ,ig3 t2Je3
No hay defensa contra la amenaza éLJfS.
Las blancas abandonaron.
POS!CJON46
Rafael Vaganian - Mijaíl
Shereshevsky
Minsk 1972
Las blancas tienen calidad de ventaja. Si
se cambian los alfiles de casillas blancas,
surge una posición teórica de tablas. Las
blancas no pueden acercarse al peón g6,
por eso son tablas. Confiadas en hacer ta-
blas, las negras hacen una primera jugada
imprecisa.
No apresurarse
1 ... .ig4+?!
No debieron permitir voluntariamen-
te que el rey blanco accediera al centro.
Merecía atención 1 ... ies, que apunta al
peón g3 y a la casilla f4.
2 i>f4 .ic3 3 .ids .id2+ 4 i>e4 .ic3 s :B:a7+
i>t8 6 :B:c7 .ifS+ 7 i>f4 .id4
Con idea de a 8 ~gs dar jaque continuo
mediante 8 ... ie3+ y 9 ... id4+
8 .if3 .ig7 9 :B:b7
Hay que tener en cuenta que no daba
nada a las blancas 9 ixhs ih6+ 1o ~es
ig7+ Sin embargo, como se mantiene la
amenaza imaginaria de captura en hS, las
negras desean deshacerse de ella lo antes
posible.
9 ... .ih6+?
No había necesidad de dejar pasar al rey
blanco. Si las negras hubieran adivinado
el plan del adversario, posiblemente ha-
brían conseguido las tablas. Sin embargo,
el problema radica precisamente en que
las negras no sabían cómo podían perder
esta posición.
10 i>es .ig7+ 11 ~d6 .id412 .ids .if2 13
:B:b3 .id414 E:b8+ ~g71S :B:b7+ i>h8
En caso de 15 ... ci>h6 es desagradable 16
ig8 gS 17 i:%b5, mientras que la jugada 15
... ~f8 no era del agrado de las negras de-
bido a 16 l:%f7 + ~e8 17 ie6, y el rey negro
se encuentra en una posición peligrosa.
Véase el diagrama siguiente
16 :B:b4!
La tarea de las blancas consiste en domi-
nar la casilla f7 para el rey. Sin embargo a
16 ci>e7 las negras pueden responder 16 ...
171
No apresurarse
~g7! 17 ~e8+ mf6, que conserva las po-
sibilidades de tablas. Por eso las blancas
continúan realizando movimientos ino-
cuos, para enmascarar su proyecto.
16 ... ~c317 E:b3 ~d418~f7 i>g719 E:b7
Amenaza jaque descubierto.
19 ... i>h8
Pero no 19 ... ~h6 por 20 .m.gB.
20 i>d5 ~c3 21 E:b3 ~al 22 i>d6 i>g7 23
E:b7
Otra vez amenaza jaque descubierto.
23 ... i>h8
Por supuesto, no 23 ... ~h6. Recuerdo que
en este momento pensé en broma que no
se pueden otorgar las tablas por triple re-
petición de la misma trampa.
24.ic4~d4
Véase el diagrama siguiente
Compare esta posición con la posición
después de la decimoquinta jugada de las
negras. Vemos que es idéntica, solo que el
alfil blanco en lugar de estar situado en la
casilla dS ocupa la casilla c4, lo que en rea-
lidad no tiene ninguna importancia.
172
25 i>e7!
Una vez realizado el tratamiento psicoló-
gico del adversario, se pueden emprender
las acciones activas.
25 ... ~c3?
Error decisivo. Era imprescindible 25 ...
~g7 26 ~e8+ ~f6 seguido de g6-g5. Las
negras ya creían que el juego pasivo era
suficiente para las tablas, y no quisieron
sacar al rey de su acogedor rincón, sin
darle importancia a la diferencia de la po-
sición del rey blanco entre e7 y f7. Por lo
visto, si las blancas hubieran situado su rey
en e7 en la decimosexta jugada, las negras
habrían respondido 16 ... mg7!, aunque
psicológicamente en este momento era
mucho más difícil jugar así.
26i>f7!
Con el rey situado en la casilla f7 el final
después del cambio de los alfiles de casi-
llas blancas está perdido para las negras, y
esto no lo tomaron en cuenta.
26 ... ~d4 27 E:b5 i>h7 28 E:b3
Empieza la persecución del alfil negro. Las
negras debían apresurarse, ya que queda-
ba poco para las tablas por la regla de las
50 jugadas.
28 ... ~e4
 No apresurarse

Rechaza la amenaza 29 ~d3.

POS/C/ÓN47

29 .ie6
A. Donchenko- Mijaíl Shereshevsky
Kaliningrado 1973
Con la amenaza 30 :gb4.

29 ... .ic2 30 ~a3 .!es 31 .ic4 J\d4

Para a 32 ~d3? responder 32 ... ~b2! con

tablas.

32 ~f3 !es 33 ~e3 J\d4

En esta posición se aplazó la partida. El

análisis demostró que a pesar del peón
de ventaja las negras no pueden ganar la
partida, aunque para obtener las tablas las
blancas deberían realzar una defensa muy
precisa.

34 ~e2! .ia4!
Jugada única. Era mala 34 ... ~f5? 35 ~e6
~b1 36 :ge1 ~c2 37 :gc1 y ganan.
1 ... .ie12 d6
Forzado, ya que es mala 2 ~xh5 por 2 ...
¡)::;xd5, y en caso de 2 ~g2 sigue 2 ... ¡)::;e3
con el consiguiente avance del peón «f».

3S ~e7!.i\g7 2 ... exd6 3 !xhS J\d2

En caso de 35 ... ~c2 a las negras no les No daba nada a las negras la directa 3 ...
gustaba la jugada 36 ~d3!? ¡)::;e3 por 4 ~f7 f4 5 hS f3 6 h6 f2 7 ¡)::;g2.

36 J\dS .ic2 37 .ie4! J\b3+ 38 @es .ia4+ 39 4 J\f7 dS S hS @e4 6 .i\g6

@ds J\b3 40 ~b7 .ie6

Con la trampa: 41 :gb6?! ~f7 42 ¡)::;el ~d4,

y después de 43 ... ¡)::;g7 el juego comienza
de nuevo.

41 @e7! Las negras abandonaron. No hay

defensa contra 42 :gb6.

173
No apresurarse

6 ... ie3 embargo las blancas no advirtieron que

las negras pasaban al juego activo.
En caso de 6 ... d41as blancas mantenían la
defensa mediante 7 mg2 d3 S mf2 ~e3+ 9 19ie8? .igS
me1 mes (9 ... mf41 o h6) 1o~f7 mf6 (1 o ...
f4 11 h6) 11 ~c4 d2+ 12 md 1 mgs 13 il.d3
f4 14~e2 mh415 h6 mg3 16 h7 ~d417
Kxd2 f3 1S ~xf3 mxf3 19 md3 con tablas.
Por eso las negras no fuerzan los aconte-
cimientos, e inician maniobras con el alfil
con el fin de empezar las acciones decisi-
vas en una situación lo más favorable po-
sible (en correspondencia con el principio
«no apresurarse»).

7 @g2 d4 8 'lt?n il,gs 9 'lt?e2 ie3 10 'lt?d1

'lt?es 11 'lt?e2 'lt?e412 'lt?e1.igs 13 @e2 .ih6
14 'lt?f2 20if7?

Una jugada que indica que las blancas es-
tán seguras de hacer tablas.
14 ... d3
Dado que el rey blanco ocupa una posi-
Esta jugada pierde. Por lo visto, las blancas
calcularon 20 ... mg4 21 ~e6, y tienen todo
en orden. Probablemente, la mejor posibi-
lidad para salvarse era la jugada 20 ~d7. Si
20 ~g6, entonces 20 ... ~h4+! 21 mf1 mgs
22 ~es d2 23 me2 ~e 1 y con el avance del
f

ción peligrosa, las negras se activan.
15 @el @es 16 'lt?f2(?)
El rey se aleja del peón d3.
16 ... 'lt?f6
Para las negras es primordial no asustar al
adversario.
17 .ie8
Era más fuerte 17 me1. Las blancas no ad-
vierten las intenciones de las negras.
peón «f» las negras capturan el peón h5,
tras desviar al alfil de su defensa. Así mis-
mo hay que advertir que ya era tarde para
20 me1 por 20 ... me3.
20 ... ih4+!
Esto es lo que no vieron las blancas. El res-
toes sencillo.
21 'lt?n 'lt?e3 22 h6 @d2 23 ib3 'lt?c1 24 h7
.if6 25 @f2 d2 26 @e2 f4 Las blancas aban-
donaron.

17 ... 'lt?es 18 .ig6 'lt?f4

Ha llegado el momento crítico del final. Si

las blancas hubieran jugado 19 me1 toda-f

vía podían obtener las tablas, ya que a 19

... mg4 20 md1 d2 21 ~es ~e3 disponen
de la maniobra 22 ~d7! mgs 23 h6! Sin

174
 No apresurarse

ción que destruya los frágiles reductos de-

EJERC/C/06
fensivos del adversario.
Vladímir Kramnik- Anish Giri
Doha 2014 32.ie4!

Para empezar, las blancas quieren arreba-

tar a su adversario la ventaja de la pareja
de alfiles con la jugada 33 il,d3, y al mismo
tiempo persiguen un objetivo más ocul-
to. Las blancas mueven el alfil a e4 para
después trasladar el caballo de eS a d4, y
avanzar el peón e2 a e3. ¡Un plan excelen-
te!

32 ... f6

Mueven las blancas. Tienen un peón de Giri se defiende de la primera amenaza de

ventaja, y para su materialización, ante su oponente, pero no puede evitar la se-
todo, deben resolver el problema del gunda.
cambio. ¿Es aceptable el final de torres
después de 30 e3, o es mejor evitarlo 33 tLJf3! ~d8 34 e3
mediante 30 il,g2?
Cinco jugadas han sido suficientes para
que Kramnik cambiara la posición de muy
buena a absolutamente ganada, sin con-
SOLUCIÓN: ceder a su ingenioso oponente ninguna
posibilidad. ¡Una obra maestra!
30.ig2!
34 ... eS 35 fxe5 fxe5
Comenta Kramnik: «Una jugada fuerte.
Aquí tuve mis dudas. Lo más simple era
30 e3, y estuve a punto de jugar así, sin
embargo después pensé que las negras
podían tener alguna posibilidad después
de 30 e3 il,xf1 31 ~xf1 il,xeS 32 fxeS f&c8
33 l::&c4 f&aa8. Creo que aunque lentamen-
te, las blancas deben ganar. Puedo llevar
el rey al centro, y siempre dispongo de la
maniobra l:!d2-d6, aunque esto es un final
de torres, que siempre son tablas, como
me dijeron en mi infancia. Sin embargo
sobre este particular tengo mis dudas».
La posición de las blancas está comple-
30 ... ~a7 31 c6 .ie7 tamente ganada, y siguen el principio de
«no apresurarse». Vladímir Borisovich des-
Las negras se defienden contra el ataque cribió sus acciones posteriores de forma
de la torre en cS. Las blancas deben hacer muy figurada y con autoironía en 64 n.o
un último esfuerzo y encontrar una posi- 1/201S:

175
No apresurarse
«36 :!!el
Otra jugada de jubilado. No amenazo
nada, pero me gustan estos movimientos.
Lo aprendí de Karpov, que era un maestro
de este tipo de juego profiláctico tan len-
to. En una posición ganada, cuando las po-
sibilidades de tu oponente son pequeñas,
simplemente haces movimientos útiles y
le das la posibilidad de equivocarse.
36 ... a4
Desesperación. En caso de 36 ... ~b4 yo
podía ganar de una manera forzada: 37 c7
:9:c8 38 :9:ac2 (amenaza ~fS) 38 ... ~d6 39
tLlgS g6 40 ~dS+ ~g7 41 ~c6, y debido al
doble en e6 las negras no pueden captu-
rar el peón c7. El juego ha concluido.
37 bxa4
Anish se rindió a causa de 37 ... :9:xa4 38
:9:xa4 ~xa4 39 el :9:c8 40 ~fS».
POS/C/ÓN48
Magnus Carlsen- Sergey Kariakin
Wijk aan Zee 2013
En la posición del diagrama la ventaja po-
sicional de las blancas es evidente. Tienen
una estructura de peones monolítica, con
perspectivas de ganar espacio en el cen-
tro y en el flanco de rey, y posibilidades
potenciales de ruptura. Las negras tienen
dos islotes de peones. Los peones eS y d4,
fijados por el peón blanco d3 y el alfil c4,
no tienen movilidad y limitan la actividad
de su alfil. Los peones negros del flanco
176
de rey están situados en casillas del color
del alfil contrario, y representan un objeti-
vo para las piezas blancas. Además, cada
pieza blanca es más fuerte que la homó-
nima de su adversario. La posición de las
negras es poco agradable, aunque defen-
dible. Sobre el tablero hay igualdad ma-
terial, y es conocida la tendencia a tablas
de las posiciones con alfiles de distinto
color. Para ganar esta posición las blancas
necesitarán la ayuda del adversario, y por
lo tanto no podrán hacerlo si no siguen el
principio de «no apresurarse».
S3f4
Es evidente que en el flanco de rey lo me-
jor es situar los peones en casillas de color
negro y construir el triángulo de peones
eS, f4, g3, h4, para fijar la cadena de peo-
nes del adversario en casillas del color del
alfil blanco. Por eso no tenía mucho senti-
do retrasar el avance del peón «f» y con-
ceder al adversario la posibilidad, incluso
aunque no fuera demasiado afortunada,
de reducir el número de peones con la ju-
gada g6-gS.
53 ... id6 54 E:e8
Empieza el juego siguiendo el principio
de «no apresurarse». Es posible que ya en
este momento Magnus Carlsen esbozara
su plan de acción y empezara a ocultarlo
a su oponente. Da la impresión de que su
idea principal es el avance de peón e4-
eS-e6. Si consigue trasladar su alfil a e4
y cambiar peones en e6, entonces tras la
captura en e6 con la torre blanca estaría
en peligro el peón negro g6. Además, las
negras deben vigilar constantemente el
paso de la torre blanca a la séptima fila,
con ataque al peón f7.
54 ... :i!b7 SS E:a8
De momento la torre negra permanece en
la séptima fila, y el avance e4-eS-e6 no da

resultado por la respuesta f7-f5.
SS ... J1.e7 56 @g2 ~b1!
Las negras se defienden activamente.
Era peligroso permanecer pasivas en la
séptima fila. Si las blancas consiguen ju-
gar g3-g4 con el rey situado en h3 o f3,
entonces, tras el intercambio de peones
en la casilla g4, la amenaza h4-h5, con la
destrucción de la defensa del adversario,
sería muy desagradable.
57 eS
En caso de 57 Eí:a71as negras mantienen la
defensa con la jugada 57 ... mf8.
57 ... ~el 58 @f2 ~b1 59 ~eS J1.f8
60~c8
No alcanzaba su objetivo 60 e6 fxe6 61
~xe6 por la maniobra 61 ... Eí:b7 62 id5
Eí:d7 63 ie4 Eí:d6.
60 ... J1.e7 61 ~a8 ~b2+ 62 @f3 ~b1!
De momento esto funciona. En caso de 63
g4 se da jaque desde la casilla f1.
63 J).ds ~el!
Las negras no necesitan pensar; la ame-
naza era 64 ga7 mf8 65 e6 fxe6 (65 ... f5!?)
66 ie4. La jugada de la partida impide el
No apresurarse
avance del peón blanco «e».
64 @f2 ~d1 65 ~eS J1.f8 66 J1.c4 ~b1
Se repite de nuevo la posición represen-
tada en el anterior diagrama. Se crea una
ilusión de seguridad, y el adversario está lo
suficientemente agotado. Es difícil defen-
der constantemente una posición peor,
especialmente cuando tienes sentado
frente a ti a un gran finalista que es el aje-
drecista más fuerte del mundo. ¡El miedo
salta a la vista! Carlsen realiza una ruptura
inesperada.
67 g4! hxg4 68 hS!
Con toda probabilidad, si Carlsen hubie-
ra realizado esta ruptura en la jugada 60,
entonces Kariakin habría sabido encontrar
una defensa mejor, pero casi 1O jugadas
después no pudo conseguirlo. A mi pare-
cer, quien describió con mayor colorido
esta situación fue el gran maestro Sergei
Shipov en 64 n.o 2/2013.
«68 ... ~h1?
No se puede culpar por este error. Pocos
habrían logrado adivinar la salvación divi-
na 68 ... gxh5 69 f5 h4 70 f6+ mg6 71 ~xf8
mf5! (solo así, porque todavía no se sabe
cuál de los peones negros avanzará, y si
será necesario el jaque en b2), y menos en
la sexta hora, cansado y hambriento».
177
No apresurarse
69 hxg6 fxg6 70 ~e6 cJih6 71 .id5!
Es posible que Kariakin pasara por alto
este movimiento en sus cálculos, y exami-
nara solo 71 f5 ~gS, con contrajuego. Las
blancas capturan el peón g6, y después
sigue una materialización precisa.
71 ... ~h2+
Tampoco ayudaba 71 ... ~b1 72 ~e4.
72 cJig3 ~h3+ 73 cJixg4 ~xd3 74 f5 ~e3 75
~xg6+ cJih7 76 .ig8+ cJih8 77 cJit4 ~c3 78
f6 d3 79 cJie3 c4 80 .ie6 cJih7 81 .if5 ~c2 82
~g2+ cJih6 83 ~xc2 dxc2 84 .ixc2 @g5 85
cJid4 .ia3 86 @xc4 .ib2 87 cJid5 cJit4 88 f7
.ia3 89 e6 @g5 90 cJic6 cJif6 91 cJid7 cJig7 92
e7 Las negras abandonaron.
EJERCICIO 7
Piotr Svídler- Shakhryar
Mamedyarov
Bakú 2014
Mueven las blancas. Indique la jugada y el
esquema de acción para las blancas.
SOLUCIÓN: La posición de las blancas es
claramente mejor. Las piezas negras están
mal coordinadas, y es muy difícil defender
los peones débiles b6, b4 y dS. Partien-
do de consideraciones generales, Piotr
178
Svídler hizo el movimiento útil 27 ~g2?
y dejó escapar buena parte de su ventaja.
El movimiento es útil, aunque inoportuno.
Era necesario incluir el pensamiento pre-
ventivo y responder a la pregunta: ¿Cómo
se proponen las negras mejorar la disposi-
ción de sus piezas? Es difícil proponer algo
más razonable que f7-f6, g7-g5, ~e6-f7 y
~f7-g6, en uno u otro orden. El procedi-
miento más radical para impedir que el
adversario mejore su posición consiste en
la jugada 27 lt:lc7!!, y de hecho las negras
no tienen nada que jugar. Después las
blancas pueden ocuparse tranquilamente
de las debilidades de su adversario en el
flanco de dama .
Son muy curiosos los comentarios del pro-
pio Svídler, efectuados en 64 n.o 11/2014:
«Llevando hasta lo absurdo la idea de no
apresurarse en un final mejor. En honor
a la verdad, simplemente no consideré el
movimiento correcto. Creo que si me hu-
biera venido a la mente, incluso durante
un segundo, lo habría hecho».
En efecto, es difícil que se te ocurra la ju-
gada 27 lt:lc7!!, aunque depende en gran
medida de la forma deportiva del jugador
en ese momento.
27 ... f6!
La vida de las negras se ha vuelto más ale-
gre.
28 ~fd1?!
Habla Svídler: «Otra jugada según las
consideraciones generales. Era mucho
más fuerte 28 ~e? ~e8 (28 ... m8 29 lt:\xcS
bxcS 30 ~d6 ~f7 31 lt:lc7) 29 l2ld6! ~xd6
(me preocupaba 29 ... ~xc7 30 lt:lxe8 ~c6,
sin embargo después de 31 lt:lxb4 ~c8 32
l2ld6 ~a8 33lt:ld3! ~xd6 34 ~c61as blancas
ganan fácilmente) 30 ~xd6 ~c3 31 lt:lxb4
~xe3 32 ~fe1 !, y a pesar de los cambios, la

posición de las negras todavía está lejos
de la igualdad. Sin embargo en este mo-
mento perdí el control del timón».
28 ... if7 29 ét:lxcS
«Pánico. Me disgustó horriblemente que
las negras estuvieran preparadas para ju-
gar l'i:a8, Íl.g6, y crear un contrajuego se-
rio. Sin embargo la captura en eS no es el
procedimiento correcto para resolver este
problema. Además ese día no veía la juga-
da correcta: 29 4Jc7! de nuevo muy fuer-
te. Después de 29 ... gS (¿Qué otra cosa?
Como antes, las negras no tienen jugadas)
30 ct:JxcS ct:JxcS (es favorable a las blancas
30 ... bxcS 31 Jid6) 31 Jig3 las negras están
mal» (Svídler).
29 ... :gxcS
Es mala 29 ... bxcS por 30 t;Jc7.
30 ét:ld4 :gas?
Le llega el turno de equivocarse a Ma-
medyarov. Era correcta 30 ... !'&deS, y las
negras están cerca de igualar el juego.
Ahora las blancas de nuevo son dueñas de
la situación.
31 id6! :gxa2+ 32 @g3 :gb2?! 33 :ga1!
La posición de las negras está perdida. Sus
torres han perdido terreno, y además su
rey corre riesgo de ser atacado.
No apresurarse
33 ... :gcs
En caso de 33 ... !'&aS lo más sencillo es 34
l'i:xaS! bxaS 3S !'&al, y las blancas eliminan
todos los peones enemigos del flanco de
dama. Ahora cae en desgracia la torre ne-
gra b2.
34 ixb4 ét:lcs 3S ia3 :gxb3 36 ixcS Las ne-
gras abandonaron.
PARTIDA 43
Mijaíl Shereshevsky- Vladímir
Veremeichik
Apertura Trompowsky [A45]
Minsk 1978
1 d4 CLlf6 2 igs eS 3 CLlc3 '\Was 4 ixf6 gxf6 S
e3 fS 6 'IWhS cxd4 7 exd4 '1Wb6 8 0-0-0 '1Wh6+ 9
'\Wxh6ixh6+ 10@b1 d6
Como resultado de un desarrollo original
de la apertura, hubo un cambio rápido de
damas, y la partida entró en una posición
compleja de tipo de final de juego. Las ne-
gras tienen algo comprometida su estruc-
tura de peones en el flanco de rey, pero a
cambio poseen la ventaja de la pareja de
alfiles.
Pregunta n.o 1. ¿Cómo pueden desplegar
las blancas sus acciones con actividad?
179
No apresurarse

RESPUESTA: 11 g3!

Las blancas deben jugar de manera ra-

zonable y sistemática, si no pueden caer
gradualmente incluso en una posición
peor. En primer lugar es necesario limitar
el alcance de los alfiles negros, y ya des-
pués pensar en jugar contra las debilida-
des existentes en el campo del adversario.
Con ese objetivo el alfil se incorpora por
g2 y se construye la columna de peones
h2, g3, f4, lo que limita la movilidad del al-
fil de casillas negras. Ahora no vale 11 ... f4 Pregunta n.o 2. ¿De qué forma pueden
por 12 tt:Jds. materializar las blancas su gran ventaja po-
sicional?
11 ... .id7?!

Las negras planean oponer al alfil «cata-

lán» g2 su propio alfil en c6.
12.ig2.ic613 dS!
Esta jugada acentúa la lentitud de ma-
niobra del adversario. Las blancas ganan
espacio, adelantan en el desarrollo a su
oponente y fijan el peón e7 en la columna
semiabierta «e» como debilidad potencial.
13 ... .id714 f4! i.g71SlLlge2 h516 h4
Tales movimientos deben hacerse auto-
máticamente. No se puede permitir que el
peón negro siga avanzando.
RESPUESTA: Las blancas de nuevo deben
trazar un plan de juego. Las negras tienen
débiles los peones hS, fS y el. No obstante
estas debilidades están próximas entre sí,
y es fácil defenderlas. Por eso, de acuerdo
con el principio de las dos debilidades, las
blancas necesitan crear objetivos vulnera-
bles en el otro extremo del tablero. Aun-
que antes que nada es necesario mejorar
la posición de las piezas y encadenar a las
negras en el flanco de rey. Para ello se cen-
traliza el rey blanco, el caballo se traslada
a e3, y después las torres tienen la posibi-
lidad de atacar en el flanco de dama del
adversario.

16 ... lLla617 E:he1lLlc718lLld4 <lif819 E:e3 22 <l:?c1! <l:?g7 23 <Jid2 <lif6 24 <l:?e1 E:c8 25
.if6 20 i.h3 i.xd4?! .if1lLle8 26 E:d2

Ahora empieza el juego «en una portería».
Las negras se condenan a una defensa
pasiva. En caso de 20 ... e6 podía seguir el
sacrificio de pieza 21 dxe6 fxe6 22 tt'lxfS!?
~xc3 23 :E\xd6, aunque, por supuesto, no
era necesario. Al menos en esta continua-
ción las negras obtenían posibilidades de
contrajuego y una lucha táctica.
Prepara el traslado del caballo a e3.
26 ... lLlg7 27lLld1 E: heS 28 E:a3 a6?!
Era mejor abstenerse de este debilita-
miento y jugar 28 ... :E\a8.
29 E:b3 E:c7

21 E:xd4 E:e8 En caso de 29 ... bS es desagradable 30 a4.

180

30~b6
Primer objetivo alcanzado. Se ha fijado el
peón b7.
30 ... ~d8 31i.e2 @g6 32 tt:le3 éLle8 33 ~d4
etJf6 34i.d3 ~g8 35 @e2 ~a8?! 36~db4~a7
Las negras están completamente atadas
y solo hay que observar cómo las blancas
fortalecen su posición.
Pregunta n.o 3. ¿Qué deben hacer las blan-
cas para romper la resistencia de su indefen-
so rival?
RESPUESTA: Las blancas disponen de un
plan claro para materializar la ventaja.
1) fijar la debilidad del peón b7 mediante
a2-a4-a5;
2) cambiar la única pieza activa de las ne-
gras, la torre e?, con la jugada ~c4;
3) tras situar el alfil en d3 y el caballo en e3,
encadenar las piezas negras al peón fS, y
trasladar el rey a d4;
4) realizar la ruptura c2-c4-c5, tras lo cual
la posición de las negras comenzará a de-
rrumbarse.
37 ~d4?
No apresurarse
Tras haber delineado este plan mental-
mente, las blancas, temerosas del posi-
ble zeitnot, decidieron actuar siguiendo
el principio de «no apresurarse» y repetir
una vez más la posición, para después de
la jugada 40 aplazar la partida y obtener la
victoria después del análisis casero.
¡Lástima! Este plan no está predestina-
do a realizarse. No hay que abusar del
principio de ceno apresurarse», que debe
usarse solo en los casos en los que el ad-
versario está completamente privado de
contrajuego, y estás seguro de ello.
37 ... !bS!
Desagradable sorpresa táctica. Debido a
la clavada del alfil d3 el peón fS es invio-
lable. En caso de 38 ~xbS axbS 39 a3 ~es
las piezas negras recuperan la libertad. Las
blancas no quisieron jugar 38 c4 porque
esa casilla estaba destinada a la torre. En el
zeitnot decidí sacrificar la calidad:
38 ~xbS axbS 39 etJxfS ~a4 40 b4 ~xa2, y
tuve que ganar la partida por segunda vez
en una aguda lucha.
El análisis de agudas complicaciones tác-
ticas en el final no es la idea principal de
la obra Endgame Strategy, y ofrezco este
ejemplo principalmente para mostrar la
idea de que no debe abusarse del princi-
pio de «no apresurarse». Por eso el resto
de la partida, que seguramente está lleno
de inexactitudes y errores mutuos, solo lo
acompaño con comentarios breves. Si lo
desea, con la ayuda del ordenador el lec-
tor puede encontrar él mismo todos los
«lapsus» en el juego de los contendientes.
41 @f3 ~c3 42 éLlxe7+ @g7 43 etJfS+ @fs 44
@e2
Las blancas de ningún modo pueden ce-
der el peón c2, porque él y el alfil d3 son el
soporte de toda la posición.
No apresurarse
44 ... ~c8?!
Las negras escogen de nuevo la táctica
pasiva, quizás porque no adivinaron el
proyecto de las blancas. A simple vista la
situación de las negras no es tan mala. Una
torre se dirige a d8 para la defensa, la otra
ataca al peón g3 después de que el caballo
alcance g7 a través de e8 para desplazar o
intercambiar el caballo blanco fS. Sin em-
bargo, era más lógico y desagradable para
las blancas el contraataque 44 ... E!c7 45
~d2 E! a 1 46 !xbS E!g 1, con juego agudo.
45 @d2 ~d8 46i.xb5 ~a147 @c3 ~el
Era más razonable la inmediata 47 ... E!g1.
48 .id3 CLJg8 49 @c4!
El rey blanco se incorpora al ataque, aplas-
tando la defensa de las negras.
49 ... CiJe7 so @bs CiJxfS 51 i.xfS @e7 52
@b6 @t6 53 @c7!
Era errónea 53 il.d3 por 53 ... E!e7.
53 ... ~g854.id3 ~e7+55 @xd6~c856~c4!
Obstaculiza 56 ... E!cc7.
56 ... ~d8+ 57 @es ~c7+ 58 @b6 ~cd7 59
~c7!?
Lo más sencillo.
59 ... ~xdS 60 @xb7 ~xd3
Desesperación.
61 cxd3 E!xd3 62 bS E!xg3 63 b6 E!b3 64
E!cS E!b4 65 ~e? Las negras abandonaron.
Es momento de regresar a la posición
que refleja el diagrama de la partida
Capablanca - Ragozin, procedente del ar-
tículo de Sergei Belavenets (página 119).
182
La jugada tranquila planificada por el
gran campeón 11 @d4? es un error táctico.
Como indicó Mark Dvoretsky, las negras
obtenían una posibilidad afortunada para
salvar la partida mediante 11 ... !bS! 12
lt'lc3 (12 E!e3+ ~d6, planeando 13 ... eS+)
12 ... !xd3 13lt'lxa4 !f1. Según Dvoretsky,
la continuación correcta para las blancas
era la activa 11 g4, o la más arriesgada
11 fS+!? ~e? (11 ... gxfS 12 lLlf4+ ~e? 13
lt'ldS+) 12lt'lc3!
No hay cielo sin nubes. Nadie está a salvo
de un descuido táctico. Sin embargo, con
el examinen del siguiente ejemplo pode-
mos apreciar de qué forma tan sutil sintió
el tercer campeón del mundo el ritmo del
juego y, cuando fue necesario, cómo supo
actuar de manera extraordinariamente ac-
tiva y precisa. Recomiendo reproducir este
final tapando las jugadas de Capablanca
con un marcador, para comparar en cada
ocasión nuestra versión con los movi-
mientos del genial cubano.
POS/C/ÓN49
Emanuel Lasker- José Raúl
Capa blanca
La Habana 1921
Véase el diagrama siguiente
La estructura de peones negros es una
masa monolítica, mientras que las blancas

tienen dos puntos débiles, en b3 y d4. Sin
embargo, la distancia entre estas dos de-
bilidades es mínima, por lo que no es fácil
para el bando fuente sacar provecho de
ellas.
Sin embargo, aparte de las debilidades
estáticas es muy importante la posición
de las piezas. Todas las piezas blancas son
muy pasivas, y el rey está situado muy le-
jos del escenario principal de la batalla,
los peones b3 y d4. Si imaginamos que en
esta posición los reyes estuvieran respec-
tivamente en d3 y d6, entonces la partida
terminaría en tablas. Por eso las negras de-
ben mantener todo el tiempo la iniciativa,
atacar las debilidades de las blancas, y tra-
tar de evitar que el rey blanco las proteja.
En otras palabras, las negras deben actuar
muy concretamente, es decir, toda pri-
((a
sa».
El objetivo de esta jugada es empeorar la
posición de la torre contraria.
Obligado. En caso de 2 Eí:b2 o 2 tLlc1 sigue
2 ... Eí:b4 con la captura del peón.
Crea una amenaza nueva,3 ... Eí:al +,y el rey
No apresurarse
blanco estaría apartado del juego durante
mucho tiempo. Si las negras no hubieran
hecho la jugada anterior con la torre a b6,
entonces las blancas dispondrían de la
fuerte respuesta 3 Eí:b2 con contrajuego.
3 g4 hxg3 4 fxg3
Era muy mala 4 tt:Jxg3?? Eí:a 1+ 5 ~g2 tL'ld6,
y las blancas ya tienen cuatro peones dé-
biles.
4 ... :ga2 Sé2Jc3 :gc2!
Con la amenaza 6 ... tt:Jxd4.
6 é2Jd1 é2:\e7!
El caballo negro se traslada a c6 para ata-
car las debilidades del adversario. La po-
sición de las blancas empeora con cada
jugada.
7 é2Je3
Es mala 7 b4 por la maniobra Eí:c2-cl-bl.
A la natural 7 ... Eí:b2 podría seguir tanto
8 tL'ldl, con una continuación análoga a
la que sucede en la partida, como 8 Eí:c3!?
Eí:d2 9 tt:Jc2 tt:Jfs 1O b4 tt:Jxd411 tt:Jxd4 Eí:xd4
12 Eí:b3, con posibilidades de tablas. No
tiene sentido para las negras brindar al ad-
versario posibilidades adicionales.
8 ~f2 é2Jc6 9 é2Jd1 :gb1! 10 ~e2?
Un descuido. Las blancas perdían inevi-
tablemente el peón b3, sin embargo de-
bían haber procurado perder el peón con
el cambio de torres, ya que en el final de
caballos las negras tendrían ciertas dificul-
tades técnicas con la materialización de la
ventaja, en vista del limitado número de
peones. Era correcta 1O ~el!, defendien-
do el caballo (1 O ~e3? tL'lb4), y en caso de
183
No apresurarse

1O ... tiJaS sigue 11 ~d2 l'.\xb3 12 l'.\xb3 con
posibilidades de salvación.
10 ... :!':!xb3! 11 'ii?e3 :!!b4
22 Z!e3 ~g6 23 Z!d3 f6 24 Z!e3 ~f7 2S Z!d3
~e7 26 Z!e3 ~d6 27 Z!d3 Z!f2+ 28 ~el Z!g2
29 ~f1 :!!a2 30 Z!e3 eS 31 Z!d3 exd4 32 :!!xd4
Es mala 32lLle2 l'.\d2 33 l'.\xd4lZJg3+!

32 ... ~eS 33 Z!d1 d4 34 :!!el+ ~dS Las blan-

cas abandonaron, ya que a 35 l'.\dl sigue
35 ... lZJg3+ 36 ~el l'.\g2.

Las negras han ganado un peón. Ahora

el ritmo de juego cambia bruscamente,
entran en vigor las leyes del principio «no
apresurarse». Veamos cuán tranquilas se
vuelven las acciones de Capa blanca.

12CLlc3CLle7 13CLle2

A 13 g4 sigue 13 ... gS.

13 ... CLlfS+ 14 'ii?f2 gS1S g4

La defensa pasiva no cambia nada.

1S ... CLld6 16é2Jg1 CLle4+ 17 ~f1 Z!bl+ 18

~g2 Z!b2+ 19 ~f1 m2+!? 20 ~el :!!a2 21
~f1

Forzado. En caso de 21 lLlf3 ganaba 21 ...

lLlf2,ya21lLle2sigue21 ... l'.\a1+

21 ... 'ii?g7

En el plan de las negras se incluye el tras-

lado del rey a d6 seguido de f7-f6 y e6-e5.
Es curioso advertir que en el transcur-
so de veinte movimientos en este final
Capablanca no hace ni una sola jugada
con el rey. Un fenómeno bastante raro en
sus partidas.

184
 Capítulo 8
El principio de las dos debilidades
Veamos un ejemplo sencillo.
En este final de peones elemental las blan-
cas ganan con el sacrificio del peón pasa-
do a4 para pasar el rey al flanco de rey y
eliminar los peones negros.
La primera debilidad en la posición de las
negras es el peón pasado blanco a4; la se-
gunda, el flanco de rey. Si realizamos un li-
gero cambio en la posición, añadiendo un
peón blanco a c4, y uno negro a eS, enton-
ces las blancas no ganan, ya que una de-
bilidad -el peón de ventaja a4- no es su-
ficiente para la victoria, pues el flanco de
rey es inexpugnable. Según Nimzowitsch,
en este ejemplo a las blancas les falta el
«eje de maniobra»: la casilla d4 para el rey.
El principio de las dos debilidades con fre-
cuencia determina la táctica de juego en
el final. Lo veremos en una serie de ejem-
plos.
POSICIÓN 50
Mijaíl Shereshevsky- Aleksandr
Beliavsky
L'vov 1977
Las blancas deben elegir: ganar calidad
con una lucha aguda y poco clara, o pasar
a un final con igualdad material, aunque
con evidentes debilidades de las negras
(peones b4 y e6).
20~d4!?
Fuerza el paso al final, donde las negras
tienen peones débiles en los dos flancos,
y las piezas menores no consiguen defen-
derlos. Además las negras están privadas
de contrajuego.
20 ... 1xd4 21 '\Wxd4 '\Wxd4 22 exd4 :gxf1 + 23
:gxf1 b4 24 g4 éLl g7 25 axb4 axb4 26 éLl f3
En el plan de las blancas se incluye el tras-
lado del caballo a eS, el rey a e3 y solo des-
pués el asedio a las debilidades negras.
185
El principio de las dos debilidades
26 ... ttJe8 27 ttJeS ttJd6 28 @f2
Permite el cambio de alfiles, aunque esto
ya no importa.
28 ... ~a6 29 @e3 ~xd3 30 l2Jxd3 ~c8 31
ttJxb4 ~c3+ 32 @f4 @t8 33 m3 ~c7 34
@e3+ @e7 35 @d2 ttJe4+ 36 @c1
Las blancas han ganado un peón y conser-
van su ventaja posicional.
36 ... ttJc3 37 ~e3 @d7? 38 ttJa6 Las negras
abandonaron.
En el final precedente las blancas apro-
vecharon las dos debilidades de peones
negros en flancos opuestos. Sin embargo
la concepción de «debilidad» es bastan-
te más amplia que la idea de un solitario
(aislado) peón, que puede ser atacado. La
debilidad puede ser una columna abierta
ocupada por una pieza pesada del adver-
sario, un peón pasado enemigo distante,
una pieza estancada, un rey cortado, etc.
En resumen, la debilidad es, ante todo, un
defecto posicional.
POSICIÓN 57
Alexander Alekhine- Friedrich
Samisch
Baden Baden 1925
Las blancas tienen un peón pasado de
186
ventaja en b2 (primera debilidad de las
negras). Sin embargo el movimiento in-
mediato de este peón para su transforma-
ción en dama expondría al rey blanco, y le
daría a las negras serias posibilidades de
salvación. Por eso Alekhine se dispone a
crear una segunda debilidad en el campo
de las negras.
1 '1Wd4
«Con esta y la siguiente jugada las blancas
comienzan el plan correcto para ganar,
que consiste en avanzar los peones del
flanco de rey. El peón pasado «b» debe
avanzar solo más tarde, cuando con el
cambio de damas desaparezca el peligro
de jaque continuo» (Aiekhine).
1 ... '\We7 2 ~d3! '\Wc7 3 g4 @f7 4 h4é2Jb6 5 h5
gxhS 6gxh5
Se crea la segunda debilidad, el peón h7.
6 ... '\Wc6 7 ~e4!
Se abstiene del cambio de damas, que era
posible después de 7 '\We4, solo por fijar
el peón débil h7. Por supuesto, no valía 7
Jixh7 '\Wxf3 8 '\Wxb6? iWdl +con tablas.
7 ... '\WbS 8 h6 '1Wb3 9 ~c2! '1Wb510 '1Wd3 '\Wxd3
11 ~xd3
Las blancas consiguen el cambio de da-
mas en una situación más favorable: el rey
negro está encadenado a la protección del
peón h7, y el caballo no puede hacer fren-
te al peón «b», apoyado por el rey y el alfil.
11 ... lLlc8 12 ~xh7 Las negras abandona-
ron.

POSICIÓN 52
A. Kovalev- M. Azos
Tahskent 1978
Las blancas tienen un peón de ventaja
pasado en h4, la primera debilidad de las
negras. Plan de las blancas: crear una de-
bilidad a las negras en el flanco de dama
(provocar el avance c6-cS o d6-dS), des-
pués el peón pasado «h» desvía a las fuer-
zas negras, en el momento preciso lo en-
tregan, y al mismo tiempo atacan el flanco
de dama debilitado de las negras.
1 @e3+ i>g4 2 :B:g2+! i>ts
También era triste para las negras 2
~xh4 3 CLlf3+! ~h3 (3 oo• ~hS 4 ~gS+ ~h6
S ct:lxeS) 4 ~g6 ~e8 (o 4 oo• ~g3 S CLlgS+ y 6
CLle4) S ct:lxeS ~xeS+ 6 ~d3 ~dS+ 7 ~c2,
y el final de torres lo ganan fácilmente las
blancas, porque el rey negro está aislado
del campo de batalla. Por ejemplo: 7 oo•
~h4 8 a4 ~hS 9 ~g7 aS10 ~g2 eS 11 ~d2
~xd2+ 12 ~xd2 c4 (de lo contrario b2-b4)
13 ~e3 ~g6 14 ~d4 y ganan.
3é2Jf3 if4+
En caso de 3 oo• ~f6 es desagradable 4 ~d2
~e8+ S ~f2 con numerosas amenazas.
4i>d3cS
Se ha cumplido la primera parte del plan
El principio de las dos debilidades
de las blancas: la debilitación del flanco de
dama negro.
si>c4 i>e4 6éLJgS+ i>ts
En caso de 6 .oo ~e3 es posible 7 ~g4 ~e8 8
~dS ~eS+ 9 ~xd6 ~xgS+ 1O ~xf4.
7i>ds
Ahora se puede entregar el peón h4: la in-
vasión del rey blanco decide.
7 ... :B:xh4 8 l2Jf7 :B:hs 9 l2Jxd6+ ixd6 10
i>xd6
El resultado de la lucha está decidido, aun-
que en el final de torres las blancas deben
superar algunas dificultades técnicas.
10 ... i>e4 11 :B:g7 a6 12 :B:c7 :B:h2 13 :B:b7 c4
14 i>cs i>d3 1S a4 :B:hS+ 16 @b6 :B:h6+ 17
i>a7aS
Se amenazaba 18 aS y 19 ~b6.
18 :B:b6 :B:h8 19 i>a6 :B:a8+ 20 i>bs :B:a7 21
:B:b8! Las negras abandonaron unas juga-
das después.
000
POSICIÓN 53
Pál Benko - Bruno Parma
Belgrado 1964
187
El principio de las dos debilidades
En esta posición el alfil de las blancas es
mucho más fuerte que el caballo enemigo,
que no dispone de puntos de apoyo en el
centro. También es activa la posición de las
torres blancas, mientras que las torres ne-
gras cumplen solo una función defensiva.
1~b3
Crea la amenaza de cambio en eS seguido
de ~d7, lo que no valía directamente por
la respuesta ltJeS.
1 ... etJf6 2 @g2!
Las blancas inician la centralización del
rey, sin temor al cambio de torres por la
columna «e».
2 ... ~xe1
Es poco probable que las negras pudieran
evitar este cambio durante mucho tiempo.
Las blancas han calculado con precisión
sus posibilidades en el final de piezas me-
nores. En oposición a los cánones gene-
ralmente aceptados -torre y alfil son más
fuertes que torre y caballo- las blancas
acuden al cambio de torres, para centrali-
zar lo más rápido posible el rey.
Después de 4 ~el?! ~e?! las negras no de-
jaban pasar al rey blanco al centro y tenían
todas las posibilidades para hacer tablas.
4 ... t2Jxe8 S@f3 @fs 6 @e4 etJc7
Las negras han logrado contener la prime-
ra embestida del adversario. Ahora la tarea
de las blancas es provocar debilidades en
el flanco de rey de las negras.
7 h4@e7 8f4h6
En caso de 8 ... hS es muy desagradable 9
188
lt>es seguido de f4-f5.
9~c4!
Maniobra típica, que se da con frecuencia
en estos finales. El alfil blanco domina al
caballo negro.
9 ... t2Je610 g4/f¡jc711 @es
Las negras están en zugzwang. Las poste-
riores concesiones posicionales son inevi-
tables.
11 ... f6+ 12 @e4 @f813 hS!
En la mayoría de los casos los consejos de
Capablanca sobre la distribución de los
peones con la presencia del alfil en el final
son ciertos; sin embargo, el enfoque dog-
mático al respecto es inaceptable. En esta
posición es importante apoderarse de la
casilla eS para el rey, el «eje de maniobras»
para atacar tanto el flanco de dama, como
el flanco de rey de las negras. Cabe seña-
lar que la estereotipada 13 gS después de
13 ... hxgS 14 hxgS rJ:le7, con la amenaza
15 ... fxgS y 16 ... l2le6, proporcionaba a las
negras posibilidades excelentes para una
defensa con éxito.
13 ... gS
Tampoco es mejor 13 ... gxhS 14 gxhS
seguido de 15 ít>fs, y las negras están en
zugzwang.

14fxgSfxgS1S @fs @g716@es
La penetración del rey blanco en el flanco
de dama es inevitable.
16 ... ttJeS17 ie6 ttJf6
1Sb4!
¡No hay que darse prisa! Antes de la pene-
tración decisiva del rey es útil avanzar los
peones del flanco de dama lo más lejos
posible.
1S ... ttJeS19bS!
Las blancas realizan una aproximación
concreta a la posición y colocan todos sus
peones en casillas del color del alfil.
19 ... ttJf6 20 a4 liJes 21 ifs ttJf6 22 @e6
ttJ eS 23 ie4!
El caballo negro cae de nuevo bajo la do-
minación del alfil.
23 ... ttJf6 24 if3 ttJgS 2S @d6
¡Ahora al flanco de dama!
2S ... @f6 26 @c6 @e7 27 @b7 @d6 28
@xa7 @es 29 @a6 ttJf6 30 ic6! ttJxg4 31 aS
bxaS 32 b6 éL\ es 33 .ie8 Las negras abando-
naron.
En el prólogo del libro de Nimzowitsch La
El principio de las dos debilidades
práctica de mi sistema, el excampeón del
mundo Petrosian escribe: Reconozca que
no sabía que« ... dos debilidades, que en sí
mismas son completamente defendibles,
pueden ser atacadas alternativamente, y
que el atacante se apoya principalmente
en su superioridad territorial, en el mejor
estado de sus líneas de comunicación. La
partida se pierde porque en un momento
determinado al defensor le resulta imposi-
ble reagrupar sus fuerzas a la misma velo-
cidad que el adversario».
Como último ejemplo ofrezco un estudio
de S. Zhiguis, compuesto el año 1930.
En la posición de las negras hay dos objeti-
vos vulnerables: el peón h7 y la casilla e6, o
también se puede decir, dos debilidades.
1 @f3 @c7 2 @g4! @d7
Las negras logran defenderse del ataque
del rey blanco al peón h7. En caso de
3 ~hs? sigue 3 ... ~e6 4 ~h6 ~fs, y las
blancas pierden. Sin embargo, ahora el rey
blanco gira y se dirige a la casilla e6.
3@fS!@es
No cambia nada 3 ... ~d8 4 ~e6 ~e8 5 d4!
4 @e6 @fs s d3! @es 6 d4 @fs 7 dS
Las negras están en zugzwang.
7 ... @es 8 g6! hxg6 Ahogado.
189
 Capítulo 9
En lugar de una conclusión
Para terminar el estudio de la versión re-
ducida del libro Endgame Strategy, me
gustaría añadir un extracto del libro Per-
feccionamiento en ajedrez.
No es fácil seguir mi consejo «intenta me-
jorar tu técnica del final desde el mismo
comienzo de tus clases de ajedrez». Mi
práctica de entrenador me ha demostrado
que el jugador estudia algunos esquemas
de apertura, luego invierte mucho esfuer-
zo en el proceso de transición de la aper-
tura al medio juego, y ni siquiera piensa en
el final. Sin embargo, no hay que forzarlo.
Pasado algún tiempo, uno o dos años,
sus resultados mejorarán, y mostrará una
buena comprensión de los problemas de
la apertura y del medio juego. Será mu-
cho más difícil evaluar su progreso en el
final, porque el número de partidas cuyo
resultado se decida en el final seguirá sien-
do relativamente bajo. Al mismo tiempo,
después de estudiar a los clásicos, su cul-
tura ajedrecística se enriquecerá conside-
rablemente y adquirirá su propio estilo de
juego. Adquirirá la costumbre de aprender
esquemas y seguir caminos conocidos. Tal
tendencia es comprensible. Sin embargo,
con la mejora en la calidad de su juego la
categoría de los rivales también aumen-
tará, y los caminos trillados se volverán
demasiado estrechos. Todos estos proble-
mas aparecen al nivel de maestro interna-
cional. En ese momento el jugador llegará
a un punto muerto en algunas aperturas,
lo que dará lugar a tablas cortas en posi-
ciones absolutamente igualadas, y es muy
probable que su progreso se ralentice. En
190
ese caso es mejor jugar en varios torneos
seguidos, que no sean importantes desde
el punto de vista del resultado obtenido o
de la clasificación para otra competición.
En ellos el jugador debería intentar poner
más el acento en el final que en la apertu-
ra. Debería procurar llegar al final y coger
el hábito de jugarlo hasta que estén los
dos reyes solos.
Para ilustrar mis palabras, me es más fácil
ofrecer como ejemplo mis propias parti-
das.
PARTIDA 44
Mijaíl Shereshevsky- Eduard
Zelkind
Apertura del Peón de Dama [A48]
Minsk 1978
1 d4 tLJf6 2 tLlf3 g6 3 i.f4 i.g7 4 e3 d6 5 tLlc3
El jugador que lleva las blancas siempre
tiene una amplia elección a la hora de em-
pezar el juego. La jugada t2Jc3 por delante
del peón «O> puede ser fácilmente critica-
da o justificada, eso no importa. La idea de
esta extraña jugada es dirigir el juego a un
canal desconocido y, más tarde, en el me-
dio juego, luchar por la iniciativa.
S ... 0-06i.c4
La misma táctica que antes. Después de 6
... eS las blancas se proponen jugar 7 dxcS
dxcs 81Mfxd8 ¡;¡:xd8 9 ttJes e6 1o~e2 y des-

pués 11 ~f3.
6 ... c6 7 a4 '1Wb6 8 '11M d2 .ifS
El peón b2 está envenenado. Si 8 ... \Wxb2?,
entonces 9 :r'í:b1 \Wa3 10 0-0 y la dama ne-
gra queda atrapada. El desarrollo del alfil
negro por fS tiene sus defectos, sin embar-
go es aceptable. De momento las blancas
no pueden aprovechar alguna desarmo-
nía en la disposición de las negras (el alfil
en fS y el peón en g6). Sin embargo, 8 ... aS
parece más segura.
90-0 é2Jbd7
Como antes, no vale la captura 9 ... \Wxb2?,
en este caso por 1O~b3.
La apertura ha finalizado. La posición está
más o menos igualada.
10 lt:lh4
Las blancas intentan hacer algo para in-
terrumpir el curso tranquilo de la partida.
También merecía atención 1OaS.
10 ... .ie611 .ie2
El cambio en e6 no es muy favorable para
las blancas. Ahora amenazan 12 e4.
11 ... é2Jd512 étJxdS cxd513 aS '\Wc714ltlf3
Finalmente se rompe la simetría de peo-
En lugar de una conclusión
nes, con cierta iniciativa para el bando
blanco.
14 ... h6
Las blancas amenazaban 1Slt:lgs.
15 ~fc1 ~feS 16 a6!
Esta jugada es la base de la futura victoria.
16 ... bxa617 .ixa6 ~cb818 b3lt:lf619 '\WaS!
'1Wb6 20 ~a3!?
En el espíritu de las jugadas precedentes
estaba 20 h3. No vi ninguna necesidad de
ocuparme del alfil f4, la única pieza blan-
ca mal situada. Además, el cambio del al-
fil por el caballo bueno del adversario es
favorable para las blancas, por eso decidí
provocarlo. Si 20 h3, entonces 20 ... lt:le4,
con el posible avance de los peones ne-
gros en el flanco de rey.
20 ... étJhS?!
Zelkind no resiste la tentación, y para ata-
car al alfil sitúa su caballo en el borde del
tablero. Era mucho más cautelosa 20 ...
lt:le4.
21 .ig3 fS 22 ~cal gS?!
Esta actividad es absolutamente ilusoria.
Las negras creen que toman la iniciativa,
aunque en realidad el movimiento de la
partida conduce a un final bastante desa-
gradable. Lo más lógico era 22 ... ~f7, que
previene 23 Wfxb6 axb6? 24 ~c8, y prepara
e7-eS. Al parecer las blancas tendrían que
jugar 23 ~e2, a lo que podría seguir 23 ...
\Wc6 con una posición interesante. Ahora
las negras ya están peor.
23 '1Wxb6! ~xb6 24 .id3 ~b7
Las complicaciones después de 24 ... f4 2S
exf4 g4 26lLlh4 ~xd4 27 :r'í:xa7 son favora-
191
En lugar de una conclusión
bies a las blancas.
25 h3!
25 ... etJxg3?
Hasta el momento las negras han logrado
superar más o menos con éxito todos sus
problemas, sin embargo aquí cometen un
grave error posicional, yendo a un cambio
desventajoso. No creo que fuese un error
casual. Durante toda la partida las negras
han tenido que resolver tareas bastante
atípicas, y los contornos de la Defensa In-
dia de Rey eran demasiado borrosos como
para confiar en ellos. En segundo lugar, el
alfil de casillas negras (¡que los indios me
perdonen! 15) es como una deidad para la
mayoría de los seguidores de la India de
Rey. Además, se cierne sobre las negras la
amenaza del zeitnot.
26 fg ~c7?! 27 ~aS! if6 28 ~fl!
Esto fue una sorpresa bastante desagrada-
ble para las negras, porque ahora tanto los
peones fS y dS, como también el peón a?,
se vuelven muy débiles.
28 ... ~f8 29 b4 f4?
A medida que se desarrollan los aconte-
15 Nota del Traductor: Aquí el autor hace un juego
de palabras: el vocablo ruso 5/on (que se emplea
para el alfil) significa elefante. Así, sugiere que el
elefante (alfil) es un animal sagrado para los in-
dios (de la nación India).
192
cimientos en la partida, Zelkind se pone
cada vez más nervioso. La amenaza de las
blancas de avanzar su peón a bS y doblar
torres por la columna <<a>> es desagradable,
sin embargo las negras tenían defensa.
Debieron elegir 29 ... E:l:b8 30 bS ,td7 con
posibilidades de una resistencia tenaz.
30 gxf4 gxf4 31 exf4 i.g7 32 ~el JJ.ts
33 g3!
Tras esta fuerte jugada se hace evidente
que la operación táctica de las negras ha
fracasado. Ahora la partida entra en la fase
de explotación del peón de ventaja de las
blancas.
33 ... ixh3 34 ~xdS ~b8 35 bS i.c8 36 sYf2
ib7 37 ~hs ~f8 38 ~e2 i.c8 39 fS ib7 40
i>e3 ic8 41 i>d2 i.b7 42 ~e3 i.f6 43 ~xh6
ixf3 44 ~g6+ sYf7 45 ~xf3 ixd4 46 i.e4
En este final con torres y alfiles de distinto
color, las negras sufren menos por la pe-
queña ventaja material del adversario que
por la enorme ventaja posicional de las
blancas.
46 ... ~h8 47 idS+ i>f8 48 c4 ig7 49 ~a3!
id4
Amenazaban 50 b6.
so i>d3 ib6 51 ~al ~es 52 ~e1 i.d8 53 ~e4
La torre blanca se traslada a g4 con un ata-

que de mate. Las negras abandonaron.
PARTIDA 45
Mijaíl Shereshevsky- Aleksandr
Sarbay
Apertura del Peón de Dama [D04]
Minsk 1978
1 d4lLlf6 2lLlf3 dS 3 e3
Ya hemos dicho que la lucha por obtener
ventaja en la apertura no entra en los pen-
samientos de las blancas.
3 ... g6 4 id3 ig7 S 0·0 0·0 6 c3lLl c6!
Las negras desarrollan la apertura con
energía, y preparan e7-e5 para hacerse
con la iniciativa.
7b4
Esta jugada es muy arriesgada, ya que
después de e7-e5 se aumenta la zona de
influencia del alfil g7. Sin embargo, la posi-
ción después de 7 t:Llbd2 eS 8 t:LlxeS t:LlxeS
9 de t:Llg4 1Ot:Llf3 t:LlxeS es claramente des-
favorable para las blancas.
7 ... a6 8lLlbd2 eS! 9 bS
Las negras han jugado muy bien la aper-
tura, y su posición es mejor. Solo necesitan
jugar 9 ... axbS 1O ixbS e4 11 t:Lle 1 t:Lle 7,
En lugar de una conclusión
con fuerte presión sobre el flanco de rey
y excelentes posibilidades de castigar a
su adversario por su actitud indolente en
la apertura. En lugar de ello inician una
operación táctica que no es obligada, con
lo que también obtienen una buena posi-
ción, aunque a cambio facilita la tarea del
adversario.
9 ... lt:lxd4?! 10 cxd4 e411 ie2 exf3 12lLlxf3
axbS13 ixbSlLle414ib2 eS! 1S a4
Las blancas detienen la posible \Wd8-b6.
1S ... ig4! 16 :gel cxd4?!
Sarbay se equivoca y permite que las
blancas se liberen y coordinen la interac-
ción de sus piezas al precio de un ligero
deterioro en su estructura de peones del
flanco de rey. Era necesario jugar 16 ... 1Wf6
17 ie2 c4 (aquí las negras pueden tener
mejores movimientos), manteniendo la
presión posicional.
17 ixd4ixd4
Las negras no tienen nada tangible des-
pués de 17 ... t:Llc3. Esta jugada llevaría a
una posición más o menos equilibrada
después de 18\Wd3 t:LlxbS 19 axbS ixf3 20
gxf3, pero es obvio que las negras querían
conseguir algo más.
18'1Wxd4ixf319 gxf3 '\WgS+ 20 ~f1lLlf6
Era más lógico retirar el caballo a d6, sin
embargo las negras evitan el cambio de
piezas ligeras, con la esperanza de con-
seguir todavía más ventaja. No me esfor-
cé en absoluto en jugar a tablas en esta
partida, porque pensé que la necesidad
de jugar a la defensiva a menudo es parte
de la realidad objetiva, y es en sí misma un
camino para jugar a ganar.
21 id3
193
En lugar de una conclusión
Es hora de mostrar algunas cartas de triun-
fo. El peón negro b7 es débil, y las blancas
se disponen a atacarlo por la columna «b».
Objetivamente la posición todavía está
cerca de la igualdad, sin embargo la inicia-
tiva psicológica está ahora del lado de las
blancas. Yo disponía de hora y media para
las veinte jugadas restantes, mientras que
a mi adversario le quedaban solo veinti-
cinco minutos.
21 ... lt.Jd7 22 :f!eb1 '\Wh5 23 '\Wg4!
¡Es hora de pasar al final!
23 ... '\Wxg4 24 fxg4 ét:Jc5 25 i.b5
Ahora la posición de las blancas es algo
mejor, aun así, con una defensa correcta
de las negras, la partida debería terminar
en tablas. Sin embargo estaba decidido a
jugar hasta que los reyes se quedaran so-
los.
25 ... :f!a5 26 :f!b4 :f!fa8 27 g5
Es útil crear premisas para un juego activo
en el flanco de rey.
27 ... lt.J e4 28 h4ctJ c3 29 i.d7 b5 30 :f!a3 :f!xa4
Era más conveniente para las negras cap-
turar este peón con el caballo, sin embar-
go su intención de simplificar la posición
en los apuros de tiempo es razonable y
comprensible.
194
31 :f!b:a4lt.Jxa4 32 i.c6!
Una jugada fuerte. Me disponía a respon-
der a 32 ... l=J:as con 33 l=J:a 1, para ganar el
peón «d». No da nada 32 ixbS debido a
32 ... ctJb6.
32 ... :f!d8 33 ixb5ctJc5 34 :f!a7ctJe6
En este momento me pregunté: «¿Cuáles
son mis posibilidades de ganar si mi ad-
versario no juega bien?» No encontré la
respuesta, sin embargo Sarbay lo hizo por
mí.
35 ~e2d4?
Toda actividad tiene su límite. Los defec-
tos de la última jugada son obvios, y esto
muestra que el espíritu de las negras se
rompió justo en este momento debido a
la presión del tiempo.
36e4
36 ... :f!b8?
Otra decisión impulsiva que provoca a las
negras problemas serios. Las negras ha-
bían jugado 35 ... d4, y ahora lo lógico era
continuar 36 ... d3+ 37 ®d2 ctJd4. Las blan-
cas pueden elegir entre 38 ixd3 ct:lc6 39
l=':a3, con un final de torres mejor, aunque
de tablas, y 38 ic4!? ctJf3+ 39 ®d 1. Aún
era más fuerte 36 ... l=':c8!, consiguiendo un
contrajuego real contra el rey blanco.

Tras el movimiento de la partida las posi-
bilidades de salvación de las negras son
ínfimas.
37 .itc4 ~b2+ 38 @f3 ~c2 39 .itxe6! fxe6 40
~d7 ~c3+ 41 @g4 ~c4 42 f3 ~a4
Este final de torres es muy incómodo para
las negras. La debilidad de e6 impide a las
negras pasar a un final de cuatro peones
blancos contra tres negros en el flanco de
rey. En cualquier caso, las negras deberían
haber aplazado la partida una jugada an-
tes, y buscar la salvación en un contrajuego
activo. En lugar de esto mi adversario con-
tinúa el juego a la defensiva, lo que me
permite mejorar mi posición.
43 hS! gxh5+ 44 @xhS ~b4 45 g6!
Ahora sentí que tenía una posición gana-
da, y pedí un sobre. La jugada secreta no
deja a mi rival posibilidades de salvarse.
45 ... hxg6+ 46 @xg6 ~b8 47 ~xd4 eS 48 ~d7
~e8 49 ~g7+ @ts 50 @t6 ~b8 51 ~a7 ~es
52 ~as @gs 53 ~xeS ~f8+ 54 @e6 ~xf3 55
~g5+!
Ahora las negras no pueden jugar 55 ...
mf8 por 56 2=1f5+, y tras la retirada del rey
negro a la columna «h» las blancas ganan
con la ayuda de un procedimiento conoci-
do, la construcción del «puente». Todavía
siguió:
55 ... @h7 56 eS ~a3 57 @f6 ~as 58 ~g1
~a2 59 e6 ~f2+ 60 @e7 ~e2 61 @f7 ~f2+
62 @es ~e2 63 e7 @h6 64 ~d1 ~a2 65 @d7
Las negras abandonaron.
En lugar de una conclusión
PARTIDA 46
Mijaíl Shereshevsky- Na u m Kagan
Defensa Inglesa [A40]
Minsk 1978
1 d4 e6 2 c4 b6 3 CLJc3 !b7 4 a3
Aquí se puede dar por terminada la discu-
sión teórica. Las blancas eluden la conti-
nuación principal 4 e4 y prefieren un de-
sarrollo tranquilo.
4 ... fS 5 dS etJf6
Ahora las blancas podían forzar el cambio
de damas mediante 6 dxe6 dxe6 71Mlxd8+
mxd8; sin embargo, las negras desarrollan
fácilmente sus piezas, mediante 8 ... ~d6 y
9 ... cJ?e7, con buen juego.
6 etJf3 .ite7 7 dxe6!? dxe6 8 '1Wxd8+ !xd8?!
Las negras hicieron esta jugada al instan-
te. En su lugar merecía atención 8 ... <;t>xd8,
con idea de obtener la disposición de pie-
zas antes mencionada, porque la carga de
caballería 9 ttJg5 no conduce a nada.
9 !f4 etJc610 h3 h6?
Las negras pierden tiempo con esta extra-
ña jugada.
11 e3 0-012 !e2 ~e813 0-0-0
195
En lugar de una conclusión
La posición de las negras es incómoda. Su
problema principal es la falta de coordi-
nación entre las piezas de los dos flancos,
debido a la mala ubicación del alfil d8 y la
debilidad de la casilla central eS.
13 ... eS?!
Tras esta jugada la posición de las negras
en el centro se vuelve aún más vulnerable.
Era mejor para las negras jugar defensiva-
mente: a6, E&c8 y !ke7, para intentar neu-
tralizar gradualmente la iniciativa del ad-
versario.
14.ih2gS?
Actividad que pretende asustar al adver-
sario.
1S b4! f416 :!:!he1 !!eS?!
Esta jugada ya no tiene sentido. En cual-
quier caso la posición de las negras ya era
muy difícil.
17 exf4 exf4 18 g3 fxg3 19 .ixg3 aS
20bS!
Hice esta jugada después de mucho pen-
sar. Vi que 20 eS!? proporcionaba un ata-
que muy fuerte. Por ejemplo: 20 ... axb4
21 axb4 ctJxb4 22 !kc4+ ciJf8 (22 ... ciJg7
23 E&xe8 ctJxe8 24 E&d7+) 23 E&xe8+ mxe8
24 ctJd4, con muchas amenazas peligro-
196
sas. No obstante decidí que la posición
del diagrama era tan buena que no tenía
sentido sacrificar y conceder al adversario
posibilidades adicionales.
Por supuesto, mucho depende del tempe-
ramento del jugador y de su sentido esté-
tico, aunque si recordamos la definición
de Capablanca de que el camino más be-
llo hacia la victoria es el más corto, enton-
ces 20 bS es preferible a 20 cS. La partida
no se alargó mucho.
20 ... ttJb8 21 ét:les .ie7 22 @b2 :!:!cd8 23
ét:lg4!
Jugada decisiva. Las negras no están en
condiciones de defender sus numerosas
debilidades.
23 ... :!:!xd1 24 :!:!xd1 ttJxg4 2S .ixg4 c6 26 .if3
.if6 27 :i:!d6 @g7 28 bxc6 .ixc6 29 .ixc6 Las
negras abandonaron.
En las partidas que acabamos de ver las
blancas o bien no intentaban obtener ven-
taja en la apertura, o bien hacían intentos
muy tímidos. Los libros de teoría apenas
consideran tales aperturas, porque no son
muy lógicas, aunque como ya dije, mi idea
era evitar el debate en la apertura y trasla-
dar el peso de la lucha al medio juego y al
final. Desde luego, no se puede jugar así
constantemente, porque es difícil superar
así a un contrincante fuerte, sin plantearle
problemas serios en la apertura. Sin em-
bargo es bastante apropiado como medi-
da provisional deliberada. Así el ajedre-
cista comienza a comprender el ajedrez
mucho mejor. Cuando regrese al enfoque
actual normal, lo hará mucho más cons-
ciente y con nuevas ideas para resolver la
mayoría de las cuestiones de la apertura y
del medio juego.
 PARTE 111
Del siglo XX al siglo XXI

Finalmente, comenzamos la tercera parte del libro, en la que trataremos todos los cam-
bios que han sucedido en el ajedrez y en el entrenamiento en el último cuarto de siglo.
Primero hablaremos sobre el esta tus actual del ajedrecista y del entrenador. Voy a hablar,
en primer lugar, de Rusia como sucesora de la Unión Soviética y como país más grande
en el territorio postsoviético. En mi opinión, este estatus ha cambiado durante los últimos
25 años. Primero, bruscamente y para peor, y después para mejor. Antes, el ajedrez en la
Unión Soviética a nivel profesional era un medio de autoexpresión y la oportunidad de
escapar de la mediocridad de la vida cotidiana. En el plano material el maestro de ajedrez
estaba mejor provisto que un médico o un ingeniero, y la mayoría de los habitantes del
país solo podían soñar con la posibilidad, que estaba al alcance del maestro, de viajar a
expensas del estado o tener un horario de trabajo flexible. Cuando debido a la edad la
fuerza práctica del ajedrecista disminuía, siempre era posible convertirse en entrenador
y obtener una remuneración bastante decente por su trabajo. El nivel de vida del gran
maestro a veces era superior al de la media nacional. Recuerdo lo que nos dijo en broma,
al ingresar en su escuela, A. l. Shagalovich: «Si el ajedrez interfiere con el estudio, ¡de-
jadlo!» Después de una pausa significativa, agregó: «¡Dejad los estudios!»

En esta broma había mucho sentido común. ¿Por qué gastar energías en la educación,
para ir tirando como un triste empleado soviético? ¿No era mejor invertir ese tiempo
en alcanzar el éxito con el ajedrez, ya que en aquella época los deportistas obtenían el
«diploma» de estudios, si lo deseaban, sin muchos problemas? En la actualidad todo esto
ha cambiado. Para obtener una remuneración decente por tu trabajo, tener la posibilidad
de viajar por el mundo, vivir una vida creativa interesante, es necesario ser un buen espe-
cialista en tu campo de actividad. Y esto implica, en primer lugar, tener una buena edu-
cación y conocimiento de idiomas e informática. Y resulta que tras el colapso de la Unión
Soviética, la vida de los jugadores del territorio postsoviético y de los países del Este, con
la excepción de la élite, se ha deteriorado notablemente. Como resultado de las reformas,
la hiperinflación y las terapias de choque, la mayoría de las personas perdieron todos sus
ahorros. En una corriente furiosa de información contradictoria la orientación de la vida
cambió, y las ideologías y los valores morales fueron revisados.

La gente dejó el ajedrez. Empeoró todo: desde las condiciones de juego, a la calidad de
los hoteles y el pago por tu trabajo. Anteriormente, cada torneo era como un día de fiesta.
Se encontraban viejos amigos y conocidos, competían y defendían sus puntos de vista
creativos. A los que no les había ido bien el juego, con frecuencia se iban de juerga, se di-
vertían, y nadie pensaba en el dinero para vivir, ya que todos tenían lo suficiente y tenían
más o menos asegurado su salario.

197
 Capítulo 10
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los
entrenadores
Como ya mencioné, en los años 2001-
2002 fui entrenador y seleccionador del
equipo de Bulgaria en el Campeonato de
Europa y en la Olimpiada. Entonces en el
equipo juvenil no se encontraban todavía
Veselin Topalov y Kiril Georgiev. En estas
competiciones me reuní con mis colegas
de la antigua Unión Soviética, que ahora
jugaban para equipos de diferentes paí-
ses. Casi todo lo que escuché fueron que-
jas sobre la vida, cuya esencia se reducía
a lo bien que estaban en la Unión Sovié-
tica y lo mal que vivían ahora. Algunos de
ellos, desafortunadamente, ya no están
vivos. Intenté responderme a la pregun-
ta: «¿Qué ha cambiado en la atmósfera de
los torneos?» Comprendí lo siguiente: «Se
ha perdido la atmósfera de celebración y
buena voluntad. En el aire hay una atmós-
fera negativa de miedo, ansiedad, incerti-
dumbre».
Hace poco leí el interesante libro de
Vladímir Tukmakov Ajedrez. La clave de la
victoria. En este libro el venerable gran
maestro duda de la validez del término
«Escuela soviética de ajedrez», y sugiere
reemplazarlo por «Organización soviética
de ajedrez». Quiero expresar mi opinión
sobre este asunto.
Pero antes que nada, los argumentos de
Tukmakov: «En la literatura ajedrecística
la "Escuela soviética de ajedrez" tiene la
misma conexión que la enseñanza mar-
xista-leninista en la vida de los soviéticos.
Además, el primero era un producto más
ecológico, por así decirlo. La enseñanza
198
de Marx-Engels-Lenin-Stalin todavía era
originalmente un producto importado, y
la adaptación a las condiciones locales pe-
culiares no estuvo exenta de dificultades.
El ejército de ideólogos estatales tuvo que
lidiar con algunos problemas. Esto reque-
ría un trabajo constante con la población.
La planta del ajedrez, por el contrario,
creció en un suelo soviético único, no dio
lugar a otros brotes, y por lo tanto estaba
destinado a demostrar las ventajas del sis-
tema soviético como un todo. Y compren-
der este fenómeno no solo es interesante,
sino también instructivo. De hecho, en aje-
drez la palabra "soviético" durante muchas
décadas fue sinónimo de alta calidad, un
hecho confirmado reiterada y convincen-
temente. Así pues, la definición de esta
combinación de palabras no causa dudas.
La palabra clave "escuela'; en mi opinión,
no refleja la esencia y las razones de la
dominación de los jugadores de ajedrez
soviéticos.
Parece que en este asunto cualquier crí-
tica es inapropiada. La hegemonía (no
tengamos miedo a las palabras grandilo-
cuentes) de los ajedrecistas soviéticos en
la segunda mitad del siglo XX fue incues-
tionable (la aparición de Fischer podría
considerarse un episodio enojoso). Con-
ducidos por su líder Mijaíl Botvinnik, ga-
naron todos los títulos mundiales.
El país del socialismo desarrollado no dis-
ponía de tantos argumentos en la lucha
contra el Occidente capitalista, por eso
el ajedrez, de ser un juego intelectual y
entretenido, fue dirigido a otro departa-
mento. Ahora el ajedrez fue diseñado para
 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
simbolizar simultáneamente el deporte, el
arte y la ciencia.
También se construyó una noble genea-
logía: Petrov-Chigorin-Aiekhine-Botvinnik
etc. Lo cierto es que el parentesco era du-
doso, Alekhine fue desplazado a la fuerza
desde otro campo ideológico, aunque a
qué trucos no se recurre en aras de la con-
veniencia política. El estilo de Botvinnik no
tenía nada que ver con sus denominados
predecesores, sin embargo esta bagatela
podía ser obviada. Lo mismo que a par-
tir de las investigaciones económicas de
Marx, con la ayuda de diestros equilibris-
tas ideológicos, se creó la doctrina triun-
fal de Marx-Lenin-Stalin, así los modestos
artículos de Botvinnik sobre su propio
sistema de preparación para las competi-
ciones se convirtieron en una Enseñanza,
una especia de evangelio de los ajedrecis-
tas soviéticos. De esta manera se crearon
los requisitos previos para el surgimiento
de la escuela de ajedrez soviética, en abre-
viatura SShSh, si recurrimos a la moda de
aquellos tiempos. En la ciencia y en el arte
una escuela se representa como un grupo
de seguidores, unidos por un líder, que de-
sarrollan la teoría o la dirección propues-
ta por el líder. Sin embargo, si lo piensas
bien, el sistema de preparación de Bot-
vinnik solo puede considerarse como el
primer (importante para su tiempo, aun-
que algo ingenuo) manual para jugadores
profesionales de ajedrez. Al mismo tiem-
po, la ideología y la ciudadanía juegan un
papel secundario. La continuidad también
es una condición importante, aunque,
por citar una, la serie Morphy-Zukertort-
Marshaii-Reshevsky-Fischer parece, como
mínimo, igual de impresionante, y sin
embargo no hay alegatos serios sobre la
existencia de una escuela de ajedrez ame-
ricana. Si examinamos detenidamente el
retrato creativo de los ajedrecistas sovié-
ticos, no encontraremos mucho en común
entre Botvinnik y Bronstein, Keres y Geller,
Tahl y Petrosian, Korchnoi y Spassky. Al
mismo tiempo Gligorié y Portisch podrían
ser atribuidos en mayor medida como se-
guidores de Botvinnik, aunque, como ya
sabemos, no eran soviéticos. Sin embargo,
debe haber algo que explique el fenóme-
no innegable: la abrumadora superioridad
de un país frente al resto del mundo.
Sí, indudablemente, existía ese factor. Y
esa cosa misteriosa fue: la organización.
El estado proporcionó a los jugadores de
ajedrez soviéticos condiciones sin prece-
dentes, con las que sus competidores de
otros países no podían ni soñar. Los gran-
des maestros, e incluso los maestros, reci-
bían un salario solo por su actividad profe-
sional, el prestigio del jugador de ajedrez
se elevó a una altura sin precedentes. Los
mejores representantes de la profesión te-
nían derecho a viajar al extranjero, que en
ese momento era privilegio de unos po-
cos. Además, todos estos beneficios evi-
dentes no eran un freno para el éxito en
otras áreas y compromisos de mayor peso,
como ser miembro del Partido Comunista
o funcionario del KGB.
La contribución del Patriarca, como se so-
lía llamar a Botvinnik, es realmente gran-
diosa. Él era el líder incondicional de este
partido creado artificialmente, el símbolo
y el estandarte del ajedrez soviético. En
muchos aspectos, fue gracias a Botvinnik
que la palabra «gran maestro» se pronun-
ciara en la inmensa Unión con admiración,
y que los torneos de ajedrez convocaran a
miles de espectadores.
La feroz competencia, debida, por un lado,
a la increíble popularidad del ajedrez, y
por otro lado, al aislamiento del sistema,
también contribuyó al crecimiento de la
maestría. En estas condiciones solo so-
brevivió el más fuerte, combinando con
fortuna el puro talento ajedrecístico con la
estabilidad psicológica, y la capacidad de
trabajar sin descanso con el pragmatismo
deportivo. Por lo tanto es correcto llamar
a esta conglomerado no Escuela, sino
Organización: Organización soviética de
ajedrez (SShO). Fue la SShO la que creó las
condiciones necesarias para el desarrollo
199
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
masivo y el perfeccionamiento del ajedrez
profesional; un concepto que estuvo au-
sente en Occidente».
El gran maestro Tukmakov escribe libros
interesantes en un lenguaje hermoso y
exuberante. Me gustó especialmente el
libro Risk & 8/uff in Chess: The Art of Taking
Ca/culated Risks. Él conoce profundamente
el ajedrez, y a menudo plantea temas que
no son destacables, pero tampoco fáciles
de articular por la mayoría de los especia-
listas. Por ejemplo: «En el poder de la emo-
ción, o El coraje de la desesperación». Sin
embargo, aquí el gran maestro carga las
tintas. El título del capítulo en sí «¿SShSh o
SShO?» me recuerda el título de un artícu-
lo de cierto periódico bielorruso: «V.V.P. no
es lo mismo que Y.B.N.», en el que se com-
paraban las actividades de los Presidentes
de Rusia V. V. Putin y B. N. Yeltsin.
Vamos a desarrollarlo por orden. Recor-
demos lo último. Comencemos con la
misteriosa organización SShO: «Y esa cosa
misteriosa fue: la organización. El estado
proporcionó a los jugadores de ajedrez so-
viéticos condiciones sin precedentes, con
las que sus competidores de otros países
no podían ni soñar. Los grandes maestros
e incluso los maestros recibían un salario
solo por su actividad profesional ... ». Yo
he trabajado como entrenador de ajedrez
en Bulgaria. Y vaya, esa misteriosa «lo-
gia masónica» también existió allí. De las
conversaciones con los jugadores de los
Balcanes puedo atestiguar que también
dejó su marca en Hungría y en la antigua
Yugoslavia. No puedo decirlo con seguri-
dad, no obstante supongo que también
operaba en la Alemania Oriental junto con
la célebre «S tasi». En todos estos países los
ajedrecistas estaban subvencionados y
podían dedicarse de forma segura al aje-
drez. Y sin embargo en ninguno de ellos,
por alguna razón, apareció ningún aspi-
rante real al título de campeón del mun-
do. Todavía no existía un contacto y co-
200
municación suficientes de los ajedrecistas
de los países socialistas con los jugadores
y entrenadores soviéticos. Una paradoja
dentro de otra. Tan pronto como la Unión
Soviética colapsó y hubo grandes cambios
en los países de Europa del Este, la vida de
los ajedrecistas de estos países empeoró.
Y en ese momento en Bulgaria y Hungría
aparecieron Veselin Topalov y Peter Lékó,
que jugaron dignamente tres match es por
el campeonato del mundo con Vladímir
Kramnik y Viswanathan Anand. A mi pa-
recer, esto se debe mayormente al hecho
de que la oportunidad de trabajar con es-
pecialistas soviéticos se volvió mucho más
accesible, y Topalov y Lékó (yerno del gran
maestro y entrenador Arshak Petrosian)
aprovecharon su actividad.
Hablemos de las escuelas. Citamos a Tuk-
makov: «La palabra clave "escuela'; en mi
opinión, no refleja la esencia y las razones
de la dominación de los jugadores de aje-
drez soviéticos ... En la ciencia y en el arte
una escuela se representa como un grupo
de seguidores, unidos por un líder, que de-
sarrollan la teoría o la dirección propues-
ta por el líder. Sin embargo, si lo piensas
bien, el sistema de preparación de Botvin-
nik solo puede considerarse como el pri-
mer (importante para su tiempo, aunque
algo ingenuo) manual para jugadores pro-
fesionales de ajedrez. Al mismo tiempo la
ideología y la ciudadanía juegan un papel
secundario».
En mi opinión, hablamos de una susti-
tución de conceptos. Si en la historia del
ajedrez, no muy antigua, después de
Philidor y Morphy hablamos de escue-
la como un grupo de seguidores, unidos
por un líder, que desarrollan la teoría o la
dirección propuesta por el líder, entonces
solo pueden mencionarse dos escuelas. La
Clásica (W. Steinitz, Em. Lasker, S. Tarrasch,
K. Schlechter, A. Rubinstein), y la Hipermo-
derna (A. Nimzowitsch, R. Réti , G. Breyer,
X. Tartakower, E. Grünfeld). En su enfoque
 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
sobre el juego las dos escuelas tenían mu-
chas diferencias; sin embargo, la principal
fue la actitud hacia el centro. Los clásicos
lo respetaban y procuraban apoderarse de
él con peones, mientras que los hipermo-
dernos lo cedían voluntariamente, para
luego atacarlo con peones y piezas. Los
principales ideólogos de ambas escuelas,
Tarrasch y Nimzowitsch, no se soporta-
ban el uno al otro. José Raúl Capablanca
y Alexander Alekhine no se incluyeron en
ninguna escuela. Absorbieron lo mejor de
las dos corrientes y simplemente enten-
dieron perfectamente el juego y lo juga-
ron brillantemente.
Cuando el asunto va sobre la escuela so-
viética, entonces no se trata de un artículo
de Mijaíl Botvinnik sobre sus métodos de
preparación, sino de un cierto sistema de
desarrollo masivo, de la transición de la
masificación a la maestría, de la continui-
dad de las generaciones, del intercambio
de experiencias de los campeones famo-
sos con los futuros sucesores, de la prepa-
ración de un cuerpo técnico, y de muchas
otras cosas.
La misma palabra «escuela», y para los
maestros y grandes maestros, «Universi-
dad», está directamente relacionada con
el aprendizaje y la comunicación. Cuan-
do se dice de alguien que se graduó en
Harvard, en Oxford o en el MFTP 6, signifi-
ca que una persona estudió con algunas
«lumbreras» y se relacionó con los futuros
premios Nobel. La Unión Soviética era un
país enorme. Por ejemplo, si tomamos
Ucrania, de donde procede el gran maes-
tro V. Tukmakov, en ella había tres grandes
centros de ajedrez: ~vov, Odesa y Jarkov.
En Rusia: Moscú, Leningrado y Ural más Si-
beria. Pero hablar de las escuelas de ~vov,
Odesa, Jarkov, Minsk, Chisinau, Riga, etc.
sería, en mi opinión, incorrecto. Todos los
alumnos y entrenadores de estas escuelas,
16 Nota del Traductor: Instituto de Física y Tecno-
logía de Moscú.
en sí mismas muy diferentes, tenían un
alma mater común: la escuela de los cam-
peonatos individuales, de pioneros y por
equipos de la Unión Soviética. Compitie-
ron, se relacionaron en torneos por equi-
pos y entrenaron con gigantes de la talla
de Mijaíl Botvinnik y V. Smyslov, Mijaíl Tahl
y T. Petrosian, B. Spassky, P. Keres, E. Geller,
V. Korchnoi, L. Polugaievski, L. Stein, D.
Bronstein, l. Boleslavsky, Mark Taimánov,
Y. Averbaj. Crecieron y se convirtieron en
A. Karpov, G. Kasparov, V. Kramnik, B. Gel-
fand, V.lvanchuk, A. Beliavsky, R. Vaganian,
A. Yussupow, Andrei Sokolov, Y. Ehlvest, G.
Kamsky, A. Jálifman, V. Salov, V. Tseshkovs-
ky, V. Malaniuk, G. Kuzmín, M. Gurévich, A.
Chernin, E. Bareev, A. Dreev, G. Agzamov,
V. Kupreichik, E. Sveshnikov, S. Rublevs-
ky, A. Aleksandrov, V. Bologan, K. Sakaev,
Lev Psajis, B. Gulko, O. Romanishin, Y. Ba-
lashov, S. Dolmatov, A. Shírov, P. Svídler, V.
Tukmakov, l. Dorfman y muchos otros aje-
drecistas sobresalientes, de cuyos nom-
bres se enorgullece la Escuela soviética de
ajedrez. Si hablamos de departamentos
de entrenamiento, en ese caso fuera de
la Unión Soviética no había ninguno. Es
poco probable que en otro entorno Mark
Dvoretsky hubiese desarrollado su méto-
do de entrenamiento, aunque la historia
no acepta el modo subjuntivo.
En lo que los ajedrecistas soviéticos supe-
raron a sus colegas de occidente, con la
excepción de Robert Fischer, es en el arte
del análisis. Y me refiero no solo y no tan-
to a la apertura, sino a todo el proceso de
reducción de la posición, según Lipnitsky,
de una indefinida a otra definida, es decir,
sujeta a la valoración visual. Desde luego
durante el juego el ajedrecista, en esen-
cia, tiene que realizar un análisis mentat
sin mover las piezas en el tablero. Y en
los torneos por equipos los líderes de los
equipos, los grandes maestros más desta-
cados, dirigían los análisis, y esto fue una
escuela muy valiosa para los jugadores
jóvenes.
201
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
Ahora hablemos de la, según Tukmakov,
«noble genealogía Petrov-Chigorin-Aie-
khine-Botvinnik etc.», y sobre el liderazgo
incondicional de Botvinnik en el ajedrez
soviético. El término «pedigrí» es bien
conocido por los cineastas, y aunque me
gustan los perros, aplicado a los grandes
ajedrecistas me parece humillante. El gran
maestro Aleksandr Kotov llevó a cabo la
conexión artificial entre las partidas de
Chigorin y Alekhine, pero no recuerdo
que hiciera lo mismo para incluir a Mijaíl
Botvinnik. Si existió algo así, no dejó una
imagen seria en las mentes y en la memo-
ria de mi generación. Por supuesto, siem-
pre hubo suficientes arribistas e imbéciles
en la Unión Soviética; sin embargo, lemas
como «La enseñanza de Len in es inmortal,
porque es verdadera», en el ajedrez no po-
drían tener éxito, porque la respuesta a la
pregunta «Si esta o aquella tendencia es
verdadera» enseguida la proporcionaba la
práctica. Sobre A. Petrov como ajedrecista,
en general no puedo decir nada.
Aleksandr Aleksandrovich Kotov escri-
bió muchos libros e investigó con pro-
fundidad en dos tomos la creación de A.
Alekhine. Sin embargo, para el programa
de estudio de los clásicos recomiendo el
libro 300 izbrannij partii Aliojina 17 , con los
comentarios del mismo Alekhine. Tam-
bién considero interesante y recomenda-
ble el libro de Kotov Piense como un Gran
Maestro. Kotov fue el primero en describir
un método de entrenamiento del cálculo
de variantes, ahora completamente mo-
dernizado, y fue el primero en introducir el
término <qugada candidata», que también
se utiliza actualmente.
En todo caso, en su creación literaria Ale-
ksandr Kotov tenía una debilidad por
todo lo puramente ruso. Escribió sobre
cómo utilizaba las posiciones complejas
e intrincadas de las partidas de Chigorin
17 Nota del Traductor. Su traducción al castellano
sería 300 partidas selectas de Alekhine.
202
para entrenarse en el cálculo de varian-
tes. En mi época intenté hacer lo mismo.
Elegí dos docenas de posiciones del libro
de Grekov Mijaíl Chigorin, las anoté y pa-
sado algún tiempo comencé a calcular. No
conseguí nada. En una de las posiciones,
en la variante elegida por Chigorin, había
un «agujero», en la siguiente una solución
tranquila, y en otros casos de nuevo algo
<<no encajaba». Después de más o menos
cinco posiciones abandoné esta ocupa-
ción inútil. Si un ajedrecista desarrolla y
mantiene mal la iniciativa, entonces pue-
de examinar las partidas de Chigorin. Sin
embargo, en mi opinión, Mijaíl lvanovich
fue un ajedrecista ingenioso, pero no un
profesional, mientras que el ajedrez mo-
derno comenzó con Steinitz.
Y, finalmente, lo último. «La contribución
del Patriarca, como se solía llamar a Bot-
vinnik, es realmente grandiosa. Él era el
líder incondicional de este partido creado
artificialmente, el símbolo y el estandarte
del ajedrez soviético. En muchos aspec-
tos, fue gracias a Botvinnik que la palabra
<<gran maestro» se pronunciara en la in-
mensa Unión con admiración, y que los
torneos de ajedrez convocaran a miles de
espectadores».
Esto puede ser discutible. El líder incon-
dicional, símbolo y estandarte del ajedrez
soviético a partir del año 1975, fue Anatoly
Karpov. Desde el año 1975 al año 1985 fue
el ajedrecista más fuerte del mundo, y lo
confirmaba todos los años. iBotvinnik no
ganó ni un solo match por el campeonato
del mundo! Todas sus victorias las obtuvo
en los matches de revancha, y perdió el
título en el año 1957 con V. Smyslov, en
1960 con M. Tahl, y el año 1963 con Ti gran
Petrosian. Y en los años 1951 y 1954 retu-
vo el título con grandes dificultades, em-
patando los matches (12 a 12) con David
Bronstein y V. Smyslov respectivamente.
En mi opinión, los matches de revancha
 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
fueron suprimidos demasiado tarde, en
el año 1963. El pretendiente, tras superar
un duro ciclo de calificación de tres años,
vencer al campeón del mundo y alcanzar
la preciada meta, inconscientemente re-
lajado, celebraba y disfrutaba el título de
ajedrecista más fuerte del planeta. En ese
momento psicológicamente no estaba en
condiciones de iniciar la preparación para
un match de revancha. Inmediatamente
Botvinnik comenzaba a prepararse para
el siguiente match, teniendo en cuenta
todos los errores del anterior. Tanto Vasily
Smyslov como Mijaíl Tahl se prepararon
superficialmente para el match de revan-
cha y lo jugaron «rotos». El resultado fue
triste. Todo el mundo conoce la prepara-
ción psicológica de Mijaíl Botvinnik sobre
un adversario al que consideraba enemi-
go personal. Esto le daba una motivación
adicional y, tal vez, una carga energética
durante las partidas.
lsaak Efremovic Boleslavsky, que me en-
trenó desde 1967 hasta 1977, era una
persona inteligente, tranquila y pacífica,
de los que dicen que «no matan ni una
mosca». Tenía excelentes relaciones de
amistad con los mejores ajedrecistas del
mundo. Excepto con uno. Adivine quién
era. Con esa actitud hacia sus colegas,
Mijaíl Moiseievich apenas podía contar
con un afecto recíproco, y hubo un caso,
siendo en ese momento Mijaíl Botvinnik
campeón del mundo, que no fue incluido
en el equipo de la URSS. Además, rara vez
jugaba en competiciones, era más viejo
que sus rivales, y en el mejor de los casos
podría decirse que era el primero entre
iguales. Por lo tanto la afirmación de que
Mijaíl Botvinnik era el líder incondicional,
símbolo y estandarte del ajedrez soviético,
como mínimo es discutible. En el periodo
que va del año 1928 al año 1957, es po-
sible. Sin embargo, entonces V. Tukmakov
era muy joven para percibir la verdadera
imagen de la jerarquía en el ajedrez sovié-
tico. Después de la conquista del título de
campeón del mundo de V. Smyslov en el
año 1957, Mijaíl Botvinnik dejó de ser el lí-
der indiscutible, símbolo y estandarte del
ajedrez soviético.
Para terminar, quiero pedir disculpas al
lector por mi tono posiblemente dema-
siado duro en esta parte del libro. Des-
conozco los motivos personales de Tuk-
makov para escribir sobre el mejor estado
ajedrecístico del mundo, en el que él vivó
durante muchos años, con un aislamiento
tan frío. De Boris Gulko, Lev Psajis o Viktor
Korchnoi, e incluso losif Dorfman, hubiera
sido fácil de entender; sin embargo, Tuk-
makov siempre fue uno de los favoritos
del «SShO» y fue tratado con todas las
bendiciones.
Hablemos un poco más sobre las escue-
las. En la actualidad es bastante apropia-
do plantear el tema de la escuela china
de ajedrez. El equipo masculino chino
ganó convincentemente y con mucha se-
guridad la Olimpiada de ajedrez del año
2014, y con un amplio margen, confirmó
su superioridad en el Campeonato del
mundo por equipos del año 2015. Abrí
la lista de Elo masculino de 1 de agosto
del año 2015. De 47 ajedrecistas con Elo
2700 o superior había ocho ajedrecistas
chinos. Los rusos también están en la lis-
ta: diez personas, y la misma cantidad de
representantes de los países formados
después de la caída de la URSS. Es intere-
sante comparar la edad de los jugadores.
De los chinos solo un ajedrecista, Ni Hua,
tiene más de 30 años. Los rusos tienen cin-
co personas menores de 30 años, la otra
mitad son mayores. Los más jóvenes, S.
Kariakin, D. Andreikin y Y. Népomniaschi
nacieron en el año 1990. El mayor es V.
Kramnik, nacido en 1975. De los chinos 16
y 32 respectivamente. Los representantes
de los países de la antigua Unión Soviéti-
ca tienen peores estadísticas: solo dos de
los diez ajedrecistas son menores de 30
años, y ocho son más viejos. l. Kovalenko
203
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores

(1988), T. Radjabov (1987), y el de mayor

experiencia, V.lvanchuk, nació el año 1969
Ding Liren (1992) se incluía entre los diez
primeros, con 2770, y el joven Wei Yi, del
que se habla como una estrella en ascenso
del nivel de Magnus Carlsen, tenía un ra-
ting de 2725 puntos. Veamos un fragmen-
to de una partida suya del Campeonato
del mundo por equipos.

PART/DA41 ksei Kuzmín en el n.o S de 64 del año 2015:

Wei Yi - Maksim Rodstein
Apertura de los cuatro caballos [C48]
Tsaghkadzor 2015
1 e4 eS 2 ét:lf3 ét:lc6 3 i.bS ét:lf6 4 ét:lc3 ét:ld4 5
i.a4 c6 6 ét:lxeS dS 7 d3 i.d6 8 f4 i.cS 9 exdS
0-0 1Odxc6 bxc6
«¡A primera vista parece la jugada de un
principiante! ¡Aunque solo "a primera vis-
ta"! De hecho, Houdini muestra que en
el mejor de los casos las negras podrían
mantener el equilibrio, pero nada más. En
cuanto a la partida práctica, incluso Mak-
sim Rodstein, que se esfuerza en la pre-
paración de la apertura, no pudo oponer
nada a la maniobra del chino Wei Yi».

13 ... ét:lxeS 14 fxeS E:xeS 15 E:e1 E:xe1+ 16

W/xe1 i.fs 17 W/es Wff8 18 i.xc6 ét:lxc6 19
WlxfS

A partir de esta posición Wei Yi hizo tres

jugadas, dos de los cuales son absoluta-
mente increíbles:

11 h3!

En la partida Berbatov- Mijalevsky, Aix les La compensación es insuficiente, las blan-

Bains 2011, se jugó 11 mfl l%e8 con buen
juego para las negras.
11 ... E:e8 12 Wf d2!!? ét:ld713 ~d1 !!?
Véase el diagrama siguiente
Esto es lo que escribe el gran maestro Ale-
cas tienen clara ventaja. Si las jugadas 12
\Wd2!!? y 13 md1 !!? se hubieran hecho
en la época previa al ordenador, y tras su
comprobación hubieran resultado correc-
tas, o al menos permisibles en una zona de
riesgo razonable, entonces sería apropia-
do hablar del inminente triunfo del enfo-
que concreto en la valoración de la posi-

204
 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
ción. En ese caso se podría decir del joven
chino que es un genio ascendente, como
no ha conocido nunca la historia del aje-
drez. Sin embargo, en la actualidad es cier-
tamente un fruto extravagante y hermoso
de la preparación con el ordenador, aun-
que muy inmaduro. Se puede encontrar
más adelante la opinión del gran maestro
Konstantin Sakaev sobre este tema.
En el ajedrez femenino las jugadoras chi-
nas han ocupado posiciones dominantes.
Hou Yifan es la líder indiscutible del aje-
drez femenino mundial. Y aunque perdió
el campeonato del mundo por el siste-
ma KO, que en el buen sentido, como el
campeonato masculino, debería llamarse
Copa del mundo, y a sus participantes pre-
tendientes, pocos dudaron del resultado
de su match con Mariya Muzychuk. Hou
Yifan ya es la cuarta campeona del mundo
china. La selección femenina de China es
una de las favoritas en todas las Olimpia-
das. Y los nuevos talentos jóvenes chinos,
tanto en hombres como en mujeres, cre-
cen como hongos. ¡De hecho es la «cade-
na de montaje china de ajedrez»!
No he oído nada sobre el trabajo de espe-
cialistas ajedrecísticos extranjeros en Chi-
na en el siglo XXI. China es una civilización
generalmente cerrada, con una antigua
cultura misteriosa. Hoy el mundo se ha
globalizado. El famoso tratado chino an-
tiguo «Tao Te Ching», libro de la sabiduría
del gran pensador Lao Tse, que discurre
sobre la naturaleza del ser, se convirtió en
el más traducido, después de la Biblia, en
varios idiomas del mundo. Sería muy inte-
resante conocer los métodos de trabajo
de los entrenadores chinos; sin embargo,
no tenemos información sobre ellos. Prác-
ticamente todos los ajedrecistas chinos
poseen un sano sistema nervioso, son ex-
celentes tácticos y calculan perfectamen-
te las variantes. Es difícil jugar contra ellos,
porque el precio de un error táctico es mu-
cho más alto que el de uno estratégico. Y
como son muy jóvenes, y los jugadores de
ajedrez jóvenes poseen insolencia, mucha
energía y mantienen la concentración du-
rante el juego, para tener éxito en la lucha
con China en las Olimpiadas es necesario
tener una fuerza comparable a la de sus
jóvenes ajedrecistas.
En relación con lo dicho, me gustaría ha-
blar sobre otros aspectos de la prepara-
ción de un jugador de ajedrez, a los que
nosotros prestamos menos atención, y es
probable que los chinos los usen activa-
mente. Durante el campeonato del mun-
do por sistema KO del año 2001 estuve
una vez en la sala del torneo. Me impre-
sionó mucho que el joven chino Zhang
Pengxiang, después de haber terminado
en tablas sus dos partidas a ritmo clásico
contra Karpov, durante el descanso antes
del tie break se quedara aparte, se concen-
trara en sí mismo, y se puede decir que
cayó en trance. Karpov ya no era el mismo
que hace 1O o 15 años, aunque a pesar
de todo era el favorito en el match contra
el jugador chino. En resumidas cuentas,
Zhang Pengxiang obtuvo una victoria
sensacional sobre el gran campeón. Re-
lajarse y recogerse, un rápido descanso y
concentrarse, todo esto no tiene nada que
ver con el entrenamiento de ajedrez puro.
Los chinos saben cómo trabajar con ener-
gía. Su antigua y desconocida práctica del
«Qigong» anteriormente solo estaba dis-
ponible en China. «Qi»: energía, «Gong»:
trabajo. Aquí, creo, existe una gran reserva
para aumentar la fuerza práctica del juego
de nuestros ajedrecistas.
Al inicio del capítulo hablé sobre el he-
cho de que el estatus de los jugadores y
entrenadores de ajedrez había cambiado
en Rusia dos veces. Primero bruscamente
a peor, y luego a mejor. En Rusia funciona
de nuevo la misteriosa, según Tukmakov,
organización. Y se llama RShP 8 • La Fede-
ración está dirigida por Andrei Vasilievich
18 Nota del Traductor: Federación Rusa de Ajedrez.
205
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
Filatov, que quiere, puede y hace todo
lo posible para recuperar las posiciones
perdidas. En poco tiempo se han hecho
muchas cosas. En el plano de desarrollo
de masas ha recuperado la «Torre blanca».
Las clases de ajedrez se introducen activa-
mente en las escuelas. Se enseña el ajedrez
en los orfanatos. El calendario de ajedrez
infantil se ha hecho intensivo. He visitado
los centros de ajedrez del área de Krasno-
dar y vi el campeonato juvenil de Rusia en
Loo, un suburbio de Sochi. Me impresionó
la imagen que vi en la ciudad de Armavir.
Varias mujeres, candidatas a maestra y ju-
gadoras de primera categoría, enseñaban
ajedrez a más de mil niños de 6 a 1O años.
Los padres agradecen de todo corazón
este esfuerzo y ayudan como pueden. Por
ejemplo, en la reparación de las aulas, en
la adquisición de equipamiento, etc. Los
niños, que no saben jugar y no conocen
las reglas, comienzan a aprender partien-
do de cero. Esto contribuye a la mejora del
rendimiento escolar, al desarrollo del pen-
samiento analítico y lógico, al hábito de
tomar decisiones por sí mismo, y muchas
otras buenas cualidades.
Sin embargo, lo especialmente importan-
te es que el ajedrez protege a los niños de
la influencia dañina de la calle. No conoz-
co ajedrecistas drogadictos. Sí, los ajedre-
cistas jóvenes fumadores han disminuido
considerablemente, aunque se usa el al-
cohol para aliviar el estrés después de una
partida perdida. Si el ajedrecista analiza
y calcula variantes, las consecuencias del
uso de las drogas son visibles desde la pri-
mera jugada. En una entrevista con A. Fi-
latov me resultó interesante conocer que
en un pasado reciente, en China, millones
de personas estaban casi completamente
idiotizadas por el opio. Para solucionarlo
recurrieron al juego del go y al ajedrez,
que ayudaron a la gente a sacar conclusio-
nes lógicas.
Por supuesto, cuando los niños alcanzan
206
un nivel determinado los mejores deben
ponerse en manos de especialistas más
cualificados. Y aquí ya hay un problema
serio. Hay pocos o ningún especialista de
ese tipo. No obstante volveremos a este
problema más adelante, ahora hablare-
mos de otra cosa. En Armavir me puse a
pensar que en una ciudad de 200.000
habitantes había mil niños jugando al
ajedrez, mientras que en Minsk, con dos
millones de habitantes, no alcanzaba un
tercio de ese número. Sí es cierto que en
Minsk hay entrenadores cualificados, y
que uno de los alumnos se convertirá en
gran maestro. En Armavir, si no sucede un
milagro, nadie será gran maestro. ¿Esto es
tan importante? Un alumno mío, el gran
maestro Gennadi Sagalchik, vive en Amé-
rica desde hace tiempo. No tiene capaci-
dad física para atender a todos los que le
solicitan clases de ajedrez pagadas. Y el ni-
vel de los niños en el plano ajedrecístico es
bastante ordinario, por no decir otra cosa.
No obstante sus padres comprenden el
beneficio del ajedrez para el niño, no pre-
tenden que de mayores sean ajedrecistas.
Cuando alcanza, en el mejor de los casos,
la segunda categoría, el joven abandona
bruscamente el ajedrez. Cuando dije a los
entusiastas entrenadores de Armavir que
estaban trabajando siguiendo el sistema
estadounidense, no me entendieron, y
tuve que hablarles de Sagalchik.
Aunque si lo piensas bien, los niños que
estudian en Almavir mantendrán su amor
por el ajedrez, y cuando crezcan, apoyarán
el desarrollo del ajedrez en su lugar de
residencia de todas las maneras posibles.
Es probable que enseñen a sus hijos a ju-
gar, descubran sus capacidades y quieran
convertirlos en jugadores de ajedrez pro-
fesionales. Y si esto no sucede, entonces
en cualquier caso tendrán una maravillo-
sa posibilidad de pasatiempo, jugando al
ajedrez en las horas de ocio con amigos.
Recuerdo mis primeros pasos en el aje-
drez, y a veces envidio a las personas que
 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
obtienen esos maravillosos sentimientos
de felicidad cuando logran dar un jaque
de caballo en la casilla f7, atacando al rey
en h8 y a la dama en d8. Recuerdo que en-
tonces me asaltaba la idea: «¿Puede pro-
ducirse en una partida un ataque triple al
rey, la dama y la torre? ¿Y uno cuádruple a
todas las piezas pesadas del adversario?»
No pude imaginar que iba a cumplir el
sueño de mi infancia, ya de maestro, con-
tra el maestro Kapengut. ¿Cómo no pue-
do jactarme de ello aquí? Esa partida se
ofrece en el apartado «Aperturas de uso
limitado» de la parte anterior del libro. Por
desgracia, hoy ya es imposible tener esos
sentimientos. El trabajo no puede conver-
tirse en un hobby.
Contaré una historia sobre un verdadero
amante del ajedrez. Tengo un viejo amigo
en Moscú, un hombre muy rico, copro-
pietario y director de varias compañías
importantes ocupadas en la producción.
Es autodidacta, y juega con un nivel de
primera categoría. Obtiene un gran placer
del ajedrez. Durante años estuvo jugando
por teléfono, debido a su empleo, con un
compañero suyo candidato a maestro, un
hombre no tan acomodado. Las partidas
se jugaban con una apuesta de cien dóla-
res. De mutuo acuerdo no se utilizaba el
ordenador. Los resultados de mi amigo
fueron decepcionantes. Según creo, per-
día los matches con un resultado entre 7 a
3 y 8 a 2. En un mes, probablemente per-
día alrededor de mil dólares, que para él
no era nada oneroso. Sin embargo, cuan-
do volví de Bulgaria a Moscú, a menudo
posponía todos sus asuntos de trabajo,
y esto podía ocasionarle graves pérdidas
financieras, así que lo visité en su casa.
Llamó a su amigo por teléfono y comenzó
la partida. Él jugó la apertura, y después
me incorporé yo. La imagen de la partida
y el resultado cambiaron drásticamente.
El tiempo para pensar las jugadas era ili-
mitado, y rara vez se podían jugar más de
dos partidas. Además, la sobriedad en ese
momento no era una norma de vida. Una
vez nos quedamos hasta las tres de la ma-
ñana, y conseguimos ganar cinco partidas
seguidas. ¡Sería imposible encontrar una
persona más feliz! La parte material no le
interesaba en absoluto, aunque para él
ganar cinco partidas a su abusador, inclu-
so con mi ayuda, fue más importante que
realizar muchas veces un negocio favora-
ble. Cantaba constantemente: «¡Qué do-
lor, qué dolor! Argentina - Jamaica 5-0».
Por cierto, no cobró el dinero por su victo-
ria algo injusta. Por desgracia, hace algún
tiempo su adversario murió.
El ajedrez no solo es necesario para los
profesionales, o para que los niños desa-
rrollen el pensamiento lógico, también es
un juego maravilloso para millones de afi-
cionados.
En Rusia existe hoy un cierto auge del
ajedrez. Cuando en el campeonato juve-
nil de Loo, entre todas las categorías, se
reunieron 1500 niños, un millar de padres
«enloquecidos» y un buen número de en-
trenadores, todo esto me causó una fuerte
impresión.
Pasemos del ajedrez masivo al profesional.
Rusia ha conseguido elevar el prestigio
del ajedrez profesional en poco tiempo.
Fue absolutamente inesperada y tuvo un
éxito sorprendente la idea de A. Filatov de
celebrar el match por el campeonato del
mundo del año 2012 entre Anand y Gel-
fand en la Galería Tretyakov, en Moscú. La
celebración de grandes competiciones
de ajedrez en los principales museos del
mundo llamó la atención de patrocinado-
res serios y de la administración de las ciu-
dades y regiones de Rusia. El Memorial A.
Alekhine, cuya primera parte se celebró en
el Louvre, y la segunda en el Museo Ruso,
consolidó el éxito de la empresa. Ahora to-
das las Superfinales de Rusia masculinas y
femeninas se llevan a cabo en los mejores
207
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
museos regionales de Rusia: con un sólido
fondo de premios y retransmisiones en
vivo. Rusia se ha convertido en uno de los
principales centros mundiales para la ce-
lebración de competiciones de élite. Solo
en los años 2014-2015, con el intervalo de
unos pocos meses, se celebraron en Sochi
el match por el campeonato del mundo
entre Magnus Carlsen y Vishy Anand y el
campeonato del mundo femenino por el
sistema de KO. Tampoco se ha olvidado
a los grandes campeones soviéticos. Los
memoriales Mijaíl Botvinnik, Mijaíl Tahl y
Tigran Petrosian se llevaron a cabo a un
nivel muy alto.
Se presta gran atención al trabajo con jóve-
nes con talento. Para este objetivo se han
incorporado especialistas cualificados, y
se asignan medios considerables. Por su-
puesto, los equipos masculino y femeni-
no están bien provistos financieramente
y están rodeados de unas atenciones y
cuidados comparables, si no mayores, a
los que recibían en la Unión Soviética. En
las mujeres ya se obtienen resultados: en
las tres últimas Olimpiadas, aún situado
por debajo de las chinas en el ranking, el
equipo femenino de Rusia ganó sensacio-
nal mente. En hombres, lamentablemen-
te, las cosas van peor. No obstante, como
dicen, para construir hay que demoler: es
imposible poner en orden de la noche a la
mañana la administración del ajedrez des-
truida de un país tan grande. Ya ha cam-
biado a mejor en términos materiales, así
como en el prestigio moral y en el estatus
del ajedrecista profesional y del entrena-
dor de ajedrez. La afluencia de personas
que desean convertirse en profesionales
del ajedrez excede claramente a las que lo
abandonan. Podemos decir que la «fertili-
dad» supera a la «mortalidad».
Volvamos de nuevo a la ciudad de Arma-
vir. Hablemos del hecho de que si hubiera
especialistas de un nivel superior, enton-
ces de entre los cientos de niños de diez
208
años, cuya formación ajedrecística termi-
nó con las palabras de la antigua canción
soviética «Volad, palomas, volad», es pro-
bable que se hubieran encontrado una
docena de talentos con los que era nece-
sario seguir trabajando. De hecho, la trans-
ferencia de niños de un entrenador a otro
es un asunto sutil y delicado. No sé si por
el traspaso de su alumno pierde dinero el
entrenador, si es así, es una cuestión que
debe resolver obligatoriamente la Federa-
ción Rusa de Ajedrez.
Daré un ejemplo de mi práctica de en-
trenador. Cuando comencé a practicar y
desarrollar mi metodología, me pareció
prometedora una chica bielorrusa de unos
catorce años. Le propuse a su entrenador
(un candidato a maestro mediano) trans-
ferir la ajedrecista a mi grupo, a lo que me
respondió que él mismo la convertiría en
gran maestra. Cuando en dos o tres años
mis alumnos se hicieron maestros y logra-
ron éxitos notables, este entrenador me
propuso trabajar con la chica, que ya tenía
17 años y se había estancado en un nivel
de candidata a maestra. Ya no me interesa-
ba. Poco después la chica dejó el ajedrez.
Como dicen, cada cosa a su tiempo.
Quiero agregar a esto que en otros depor-
tes hay casos en los que un entrenador,
que en el pasado ni siquiera fue un depor-
tista mediocre, conduce a su pupilos al más
alto nivel. La mejor evidencia de esto son
las novedosas tácticas de entrenamien-
to de uno de los entrenadores de fútbol
más exitosos del mundo, José Mourinho,
o nuestro Leonid Slutsky, que no jugaron
al fútbol a un alto nivel profesional. Una
persona puede ser un estratega brillante y
comprender perfectamente los esquemas
tácticos del fútbol, desarrollar excelente-
mente los métodos de entrenamiento y la
distribución de esfuerzos, y sin embargo
no jugar al fútbol. Sin embargo, en el aje-
drez para enseñar algo necesitas saber, en-
tender y hacerlo tú mismo. No tengo nada
 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores
en contra de los entrenadores candidatos
a maestro. En los años 70 en la Unión So-
viética convertirse en maestro era algo tan
difícil como hoy llegar a gran maestro. Yo
trabajé con los candidatos a maestro llya
Botvinnik y Aleksandr Mijalevsky. Ambos
jugaban muy fuerte y entendían muy bien
el ajedrez, aunque para obtener la norma
de maestro carecían más bien de carácter
y de salud que de condiciones ajedrecísti-
cas. Han estado viviendo en Israel durante
mucho tiempo, donde se convirtieron en
entrenadores de éxito muy demandados.
Llevé a mi grupo a Elena Zayats cuando
estaba en el 7° grado, a petición de su en-
trenadora en la ciudad de Baranavichi, Ta-
tiana Aleksandrovna Pozdnyak, y a Aleksei
Aleksandrov lo tomé a la edad de 1O años
a petición de su entrenador de Kobrin,
Stepan losifovich Davydyuk. Los honro y
los alabé por ello. Es genial cuando todo
el mundo hace su trabajo. Por ejemplo, yo
no sé cómo enseñar ajedrez a niños que
no conocen las reglas del juego; sin em-
bargo, en Kobrin han desarrollado una
metodología completa con acertijos lógi-
cos y ejercicios interesantes para los niños,
de los que no tengo ni idea.
¿Por qué me detengo con tanto detalle en
esta cuestión? Me parece que aquí residen
los principales problemas y la pérdida de
jóvenes talentos, que quisieron convertir-
se en jugadores profesionales, pero per-
dieron esa oportunidad. Hoy el tiempo se
comprime más que nunca. El ajedrez no
es una excepción. Si antes la mejor edad
para que los hombres ganaran el campeo-
nato del mundo se consideraba que era
de 33 años, hoy esa edad está cercana a
la jubilación, que ronda los cuarenta años.
Los grandes maestros tienen quince años,
y Sergey Kariakin lo fue a los 12. A sus 25
años Magnus Carlsen ya ganó a Viswana-
than Anand dos matches por el campeo-
nato del mundo. El momento más valioso,
por no llamarlo «dorado», para convertir
un talento en un gran maestro potencial o
real, es la edad de 10-11 a 15 años.
En el campeonato juvenil de Rusia en Loo
me pidieron que observara a una chica de
15 años. Vi lo siguiente. La apertura agresi-
va, aunque poco fiable y deficiente. Cono-
cimiento superficial. Tendencia a resolver
la partida con un ataque de mate. Ataca
bien. Cálculo de variantes seguro. Com-
prensión del final confuso. Pensamiento
estratégico débil.
Un cuadro bastante típico. Expresé mis
conclusiones al especialista que me pidió
que observara el juego de esta ajedrecis-
ta. Puedo suponer que a los 11-12 años
jugaba más o menos así. Entonces, si hu-
biera caído en las manos de un buen es-
pecialista, sus perspectivas hubieran sido
distintas. Pronto tendrá que ingresar en el
instituto, y entonces sus prioridades serán
otras.
Ahora todos pierden la cabeza por los
campeonatos de Europa y del mundo para
edades de 1O, 12, 14, etc. años. Aparecen
multitud de entrenadores que cobran
por clases individuales, que entrenan a
jóvenes talentos con miras a un éxito in-
mediato. Entiendo que las organizaciones
deportivas necesiten publicitar sus éxitos,
obtener premios, reforzar su financiación
y atraer a patrocinadores. Y sin embargo,
¿quién recuerda hoy al campeón del mun-
do o europeo de 1O, 12, 14 años, de hace
seis años? Y todo esto inflama la pasión
deportiva y la ambición de los padres. No
ven que esa actitud conduce a un grave
desequilibrio en el desarrollo del ajedrez
de su hijo. Sí, el entrenador que descubre
un a un niño con talento no lo transferirá
a nadie, temeroso de perder posibles ga-
nancias. Así que vagan de torneo en tor-
neo, a menudo dando un «baño» a otro
niño martirizado. Desde luego es nece-
sario jugar el campeonato regional, indi-
vidual, por equipos, apoyar a tu escuela
infantil, y en partidas clásicas, y en rápidas,
209
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores

etc. Sin embargo, ¿para cuándo se deja el

trabajo serio? ¿Y cómo? ¿Y con quién?

¡Si se pudiera explicar a los padres que no

tiene sentido llevar a sus hijos al campeo-
nato del mundo o de Europa, si no obtu-
vieron el primer, segundo o al menos el
sexto puesto en el campeonato de Rusia!
No es necesario pagar a veces el triple o
más por alojarse en los hoteles «oficiales»,
que proporcionan beneficios a los organi-
zadores del torneo. Hay que explicar que
estos títulos son ilusorios y no representan
un valor particular. Que en lugar de perse-
guir valores imaginarios uno debe luchar
por lo verdadero, es decir, aprender a jugar.
En ese caso sería posible que el número de
grandes maestros en Rusia fuera un de un
20 a un 30 por ciento más. Pero el círculo
despiadado ya está cerrado, y las ardillas
siguen girando en la rueda. El abandono
de los jóvenes que querían ser profesiona-
les del ajedrez, desechados y desilusiona-
dos, se incrementa artificialmente por el
deseo del entrenador de conseguir un éxi-
to instantáneo. Para mí este es un camino
hacia ninguna parte, aunque es bastante
comprensible y agradable para muchos
especialistas. Desde luego los errores en
la metodología y el concepto de trabajo
incorrecto pueden atribuirse y explicarse
fácilmente por la necesidad de obtener un
resultado inmediato. Y después, como en
el viejo chiste, hacer un gesto de impoten-
cia y decir: «Yo no he sido, yo no he sido».

Para terminar el capítulo, una frase del

gran maestro John Nunn, de la introduc-
ción a su notable libro Claves del ajedrez
práctico: «Estoy convencido de que la ma-
yoría de los ajedrecistas no se aproximan
a todo lo que pueden dar de sí, y eso sig-
nifica que es posible aumentar significati-
vamente la fuerza del juego, si se entrena
adecuadamente y se emplean en la prácti-
ca los conocimientos adquiridos».

210
 Capítulo 11
Libros de ajedrez
Continuemos la conversación sobre lo que
más me interesa como entrenador des-
pués de un cuarto de siglo.
¡Los libros de ajedrez! Hay quien dice que
el ritmo de la ciencia se ha multiplicado
por diez en comparación con la época
anterior a los ordenadores, mientras que
otros creen que es más correcto hablar
de una aceleración de cinco a diez veces.
Sea lo que sea, me sorprendió gratamen-
te la aparición de una gran cantidad de
libros electrónicos, que pueden ser de
gran ayuda para el trabajo de entrena-
miento. Los autores presentan conceptos
nuevos, a veces controvertidos y discuti-
bles, aunque particularmente interesante
para cuestiones tan importantes como
el perfeccionamiento del ajedrecista, el
cálculo de variantes y la valoración de la
posición. Escuché por primera vez térmi-
nos tan curiosos como «jugada resultan-
te», «pensamiento en túnel» y «NATI». Me
sorprendió aprender de losif Dorfman que
los jugadores de ajedrez están divididos
en dos grupos: jugadores del momento
crítico y jugadores de la fase técnica. «En
mi opinión, pertenecen al primer grupo
Alekhine, Botvinnik, Spassky, Kasparov, y
al segundo Capablanca, Smyslov, Fischer,
Karpov».
Descubrí nuevos autores: Valeri Beim, John
Nunn, Sarjan Guliev, Zenón Franco, Alfon-
so Romero, Amador González de la Nava,
Lars Bo Hansen, Enrique Marín, así como
los antiguos y venerables grandes maes-
tros soviéticos losif Dorfman, Vladímir
Tukmakov, Lev Psajis, y entre los más jóve-
nes Konstantin Sakaev y el aún más joven
Daniel Naroditsky. Durante estos años se
ha publicado la colección completa de las
obras del fundador de la escuela moderna
de entrenamiento, Mark Dvoretsky. En los
libros de Dvoretsky se puede encontrar
la respuesta a casi cualquier pregunta y
elegir un conjunto de ejercicios para eli-
minar ciertas deficiencias en el juego de
los alumnos. Sin embargo, estoy de acuer-
do con Sakaev en que estos libros están
diseñados para jugadores de nivel alto, y
es mejor comenzar con otros menos com-
plejos. Haré una comparación. Una familia
joven adquiere una vivienda y piensa en
comprar muebles. En principio acuden a
una tienda de muebles domésticos bara-
tos pero sólidos, o incluso a la red sueca
«IKEA», y terminan en una tienda de mue-
bles italianos caros y lujosos, donde los
ojos se te van a todas partes, la elección
es enorme y los precios prohibitivos. Todo
a su tiempo.
Por eso me gustaría empezar con una obra
brillante de Valeri Beim Calcule con éxito en
ajedrez.
Desafortunadamente no conozco perso-
nalmente al gran maestro Beim. Hace años
escuché que había un maestro en Odesa
que había abandonado la Unión Soviética
en los años 90 y que se había convertido
en gran maestro en el extranjero. Una his-
toria habitual. En el año 1974, durante un
torneo de jóvenes maestros en Chelyabin-
sk, compartí habitación con el jugador de
211
Libros de ajedrez
Odesa Semion Palatnik, y a veces anali-
zábamos juntos. En una ocasión, cuando
llegamos a un punto de cambio masivo
de piezas, exclamó en broma y benévola-
mente: «iBeim! iBeim!». No supe qué qui-
so decir con «iBeim! iBeim!». Memoricé el
nombre, y durante el campeonato juvenil
de Rusia, en Loo, donde habia un anima-
do mercadillo de libros de ajedrez, casual-
mente compré el libro antes mencionado.
Inmediatamente me fascinó. El estilo de
exposición era fácil y accesible, con el hu-
mor suave de Odesa; la lógica de las for-
mulaciones y la presentación del material
eran irreprochables, y el autor expresaba
su deseo, plenamente realizado, de ofre-
cer al lector algo nuevo. Aprendí muchas
cosas interesantes como jugador, y tam-
bién como entrenador.
En general, me gusta aprender algo que
valga la pena, no veo nada vergonzoso en
decirlo y no dudo en admitirlo a mi vene-
rable edad. El libro comienza con las de-
finiciones: ¿Qué es la táctica? ¿Qué es un
golpe táctico? ¿Qué es una combinación?
Enrique Marín, a quien ya cité anterior-
mente, escribe en su libro: «La subestima-
ción de la importancia de los términos,
o con otras palabras, la negligencia en la
enseñanza, es el total olvido del aforismo
de Platón, que dice: "El conocimiento de los
términos lleva al conocimiento de las co-
sas"».
En efecto, los golpes tácticos y las com-
binaciones son muy importantes para
la comprensión del proceso de determi-
nación de la táctica. Para esto no vale la
pena detenerse en el libro de Vladímir Ala-
tortsev Problemas de la teoría moderna del
ajedrez. Hubo un tiempo en que tuve que
viajar en autobús desde Minsk a pequeñas
ciudades de Bielorrusia para asistir a com-
peticiones juveniles. Una vez, en un viaje
de seis horas a Kobrin, llevé este libro con-
migo. Lo único que se quedó en mi cabeza
es el razonamiento del autor sobre la dife-
212
rencia de la definición de punto y casilla
en el tablero de ajedrez. Por ejemplo, si en
la Defensa Siciliana un caballo blanco está
situado en dS, entonces ocupa el punto
dS, y si no hay ninguna pieza, entonces
sencillamente es la casilla dS. Una frase
es suficiente para explicarlo; sin embargo,
parece que V. Alatortsev necesitaba para
este propósito un libro entero.
Si antes de haber leído el libro de Beim me
hubieran preguntado que diera una defi-
nición de qué es la combinación, habría
respondido que es una variante forzada
con un sacrificio, que proporciona algún
tipo de ventaja al bando activo. En reali-
dad, así lo explicaba siempre cuando daba
clases a grupos con una cualificación rela-
tivamente baja. Porque nunca se me pasó
por la cabeza dar una definición a lo que
es un golpe táctico o la táctica en general.
Sin embargo, Beim abordó la cuestión, por
un lado, conceptualmente y, por otro lado,
de una forma accesible y concisa: «Comen-
cemos, según lo acordado, con la defini-
ción de la esencia del fenómeno que es-
tudiamos. Resulta que aunque el término
"táctica" aparece en casi todas las páginas
de casi todos los libros de ajedrez, no es
nada fácil encontrar una definición exac-
ta, comprensible y convincente, mientras
que para otros elementos cruciales, rela-
cionados directamente con la táctica, sí se
encuentran definiciones apropiadas. Por
ejemplo, así es cómo define el concepto
requerido del término «Ajedrez» un sólido
diccionario enciclopédico (Moscú, Enci-
clopedia soviética, 1990): "La táctica es un
conjunto de técnicas y métodos de ope-
raciones ajedrecísticas individuales, que
forman parte del plan estratégico y de su
culminación': ¿Qué dice usted sobre esta
definición? ¿Ha logrado entender la esen-
cia de lo que se expresa? Yo, de momento,
no. Todavía es más difícil estar de acuerdo
con lo expuesto, ya que no está claro en
absoluto por qué es necesario distinguir
los dispositivos y métodos puramente tác-
 Libros de ajedrez

ticos de cualquier otro procedimiento no debes prepararte, y de repente te llaman

táctico. ¿O deberían ser considerados tác- y te dicen que te han incluido en el equi-
ticos todos los procedimientos anteriores? po, y que mañana debemos ir a un torneo
Aunque entonces resultaría que en el aje- importante, fuerte, y más interesante que
drez la táctica es un todo continuo. estudiar la geografía. ¡El examen desapa-
Es evidente que se necesita una definición rece, la vida es bella y sorprendente! El ex-
más clara. Creo que la mejor manera es ceso como signo de expresión de la táctica
esta: la táctica tiene el objetivo de resolver en ajedrez, es un hallazgo figurativo de
los problemas del momento actual, es decir, Valeri Beim excepcionalmente apropia-
los problemas que requieren una solución do, que está respaldado por importantes
aquí y ahora». ejemplos ajedrecísticos. Este es uno de
ellos.
Breve, accesible y sin sombra de engorro-
sa. Después el autor hace un comentario
exacto y agudo: «Para mí también es muy
EJERC/C/08
importante la circunstancia de que en el
ajedrez la diferencia entre los procedi- E. Pogosiants (1963)
mientos tácticos y otros tipos de proce-
dimientos empleados para resolver pro-
blemas apremiantes, transcurren en gran
medida a través de líneas de percepción
emocional. En otras palabras, los jugado-
res de ajedrez conocen tradicionalmente
como operaciones tácticas aquellas que
a primera vista parecen inesperadas, ori-
ginales, y que con frecuencia cambian
drásticamente la dirección y la intensidad
de los acontecimientos que transcurren
sobre el tablero. En la vida cotidiana estos
fenómenos se denominan excesos». Estudio
Bien dicho. Cuando se trata con jóvenes
de 1O a 13 años, para ellos la palabra ex-
ceso es desconocida. No obstante es bas- SOLUCIÓN: 1 Wfc6+ mb8 2 Wfd6+ mea 3
tante fácil explicar su significado. Tanto Wfd8+ mb7 4 Wfxb6+!! mxb6 5 aS+, y las
en la vida como en el ajedrez los excesos blancas ganan: S ... ma6 6 ttlcS++, S ...
pueden ser alegres o tristes. Pasas por alto mb7(c6) 6 etJd8+
un golpe táctico inesperado, y tu posición
se derrumba. Hoy tenías planeado ir con
tu papá a un torneo de blitz, pero tu pa- Dice Beim: «¿Por qué era difícil ver por an-
dre ha tenido la noticia de que su anciano ticipado la milagrosa cuarta jugada de las
tío falleció en el pueblo, y en vez de ir a blancas? Porque es el mismo exceso men-
un torneo de blitz tuviste que asistir a un cionado anteriormente, un fenómeno que
funeral. O has asestado un bello golpe rompe el ritmo habitual del transcurso
táctico y has vencido espectacularmente. de la vida. Un fenómeno inesperado, bri-
Tienes un examen difícil y aburrido en la llante, excepcional. La psique humana
escuela sobre una asignatura que no te no sabe cómo superar esas barreras sin
gusta (por ejemplo, geografía), para el que esfuerzos (¡en ellos está toda la esencia!)

213
Libros de ajedrez
adicionales».
Comprobé en la práctica la afirmación de
Beim mediante la presentación de esta po-
sición, aparentemente no demasiado difí-
cil, a algunos buenos candidatos a maes-
tro, que poseían una buena capacidad de
cálculo de variantes, dándoles 15 minutos
para pensar. Encontraron la solución, aun-
que con dificultad. Y en las variantes más
largas, ramificadas y aparentemente más
complejas, los jóvenes se orientaron mu-
cho mejor.
Y aún es más inaccesible la jugada 2 d\g8-
b3!! de este estudio de A. Gurvich, com-
puesto en el año 1959.
1J\g8! ~b2! (1 ... ~xa4? 2 gh5++)
2 J\b3!! ~xb3 3 ~aS! i>xa4 4 i>b6++
Sigamos avanzando. Así es cómo Beim ex-
plica lo que es un golpe táctico: «El Diccio-
214
nario de Ajedrez da esta definición: "Golpe
combinativo, que se inicia con una jugada
combinativa, generalmente asociada a
un sacrificio, y con frecuencia inesperada
para el adversario': En principio esta es
una buena definición, que en gran medi-
da concuerda con nuestra formulación de
la noción de táctica. Por lo tanto podemos
estar de acuerdo con esta definición, solo
necesita un ligero retoque. En primer lugar,
un golpe táctico puede ser perfectamente
una unidad independiente, no siempre
se requiere que la continuación tenga un
aspecto combinativo. En segundo lugar,
un golpe táctico no siempre va asociado
a un sacrificio (y además, no es obligado
que el inicio sea una jugada combinativa,
aunque esto es un detalle insignificante),
aunque es necesario que haya un "exceso';
es decir, que lleve a un cambio radical en
la situación que hay sobre el tablero».
En calidad de ilustración de sus pensa-
mientos Beim da una serie de ejemplos, y
entre ellos el siguiente es especialmente
indicativo.
POSICIÓN 54
Max Euwe- Alexander Alekhine
Ámsterdam 1935 {m/20)
Esta es una posición famosa, que Mark
Dvoretsky incluye en el capítulo «El pen-
samiento preventivo». La superioridad

de las blancas es indudable. Las fuerzas
negras están clavadas en la columna <<a>>,
la estructura de peones de las blancas es
mejor, y su alfil domina en el centro del
tablero. Todo esto es correcto y lógico, sin
embargo las negras amenazan liberarse
con la jugada 30 ... ii.bS!, y la ventaja de
las blancas comenzará a derretirse rápi-
damente. Euwe encontró la elegante solu-
ción táctica 30 ~a2!!, que defiende la torre
con el alfil dS a través del peón c4, tras lo
cual la partida de las negras se desliza por
la pendiente.
El juego continuó de la siguiente manera:
30 ... ~e7 31 f4! gxf4 32 gxf4 ~f6 33 e4 gS 34
fS! hS 35 h4! gxh4 36 ~h2 ~gs 37 ~h3 ~as
38 .ib7! ~f6 39 .idS ~gS 40 .ib7! ~f6 41
.ic8 Las negras abandonaron.
Son interesantes los comentarios de Beim:
«A pesar de que ya se ha dicho mucho so-
bre la presente posición, considero que
es necesario agregar un razonamiento
adicional, importante para nuestra inves-
tigación.
En primer lugar, sostengo que la jugada
trigésima de las blancas, que es lo más
destacado de todo el final, fue un golpe
táctico, y sin embargo en este caso este
golpe no fue un suceso aleatorio, sino
todo lo contrario, pues ayudó al bando
fuerte a resolver un problema posicional
importante. En otras palabras, ayudó a
las blancas a implementar su línea de jue-
go estratégica. Esto está de acuerdo con
nuestra noción de táctica como un ins-
trumento para resolver problemas espe-
cíficos que surgen durante la implemen-
tación de la línea estratégica planificada.
Este importante tema lo discutiremos con
mayor detalle más adelante.
La segunda observación también se re-
fiere a la famosa trigésima jugada de las
blancas. Como se dijo anteriormente, es
un golpe táctico. Sin embargo, no hay en
ella ninguna intriga especial, y no va liga-
da a un sacrificio. ¿Por qué lo denomino
Libros de ajedrez
así?
La razón no consiste en que esta manio-
bra prevenga la posibilidad de un ataque
táctico del adversario (con frecuencia los
golpes tácticos se pueden prevenir por
medios más comunes), sino en la forma en
que se ha realizado: la torre se traslada a
una casilla donde está protegida bajo una
condición específica, la aplicación del con-
tragolpe del adversario. Por lo tanto, por
sus características la jugada trigésima de
las blancas se corresponde adecuadamen-
te con la noción de exceso, postulada en
este capítulo».
Si esto no lo hubiera expresado Beim, sino
Tarrasch, Nimzowitsch o Lasker, o más
adelante cualquiera de la lista de cam-
peones del mundo, entonces haría mucho
tiempo que el concepto «exceso» estaría
vagando de un manual de ajedrez a otro,
y probablemente se habría convertido en
un término popular como «sobreprotec-
ción» o «centralización del rey en el final».
¿Cómo podemos apreciar este razona-
miento de Beim? « ... Pues un golpe táctico
es la unidad de medida mínima de la táctica
ajedrecística. ¿Cómo debe entenderse esta
frase? Porque la táctica no es un objeto,
sino un fenómeno, y no se puede medir
cuantitativamente ("Si hace el favor, iPé-
seme doscientos gramos de táctica!"), y
su encarnación física en el tablero se ob-
tiene mediante golpes tácticos. Lo dicho
se puede explicar fácilmente con el ejem-
plo de un muro. Un muro no puede existir
como un todo indivisible, necesariamente
debe estar compuesto por elementos se-
parados: bloques de hormigón o de otro
tipo, como troncos, piedras, ladrillos. Para
la táctica estos «ladrillos» son los golpes
tácticos.
Curiosamente, el libro de Beim fue publi-
cado por la editorial Russian Chess House
en mayo de 2012. Ha pasado mucho tiem-
po, y no he visto ninguna crítica al respec-
215
Libros de ajedrez
to en las revistas de ajedrez o en las "sites"
más populares. Lo más probable es que en
el espacio postsoviético la gente empiece
a leer menos. Se estudian principalmente
los libros de jugadores famosos y autores
reconocidos, y el resto del tiempo lo aca-
para el ordenador.
La presentación teórica sobre el capítulo
dedicado a la «táctica» lo concluye con
la definición del término que, de acuerdo
con el ingenioso comentario del autor, es
el más famoso «representante de la familia
de los tácticos», la combinación:
«Repetidamente se han hecho intentos
para encontrar una definición exacta y
satisfactoria de este término. Es amplia-
mente conocida la definición dada por
Mijaíl M. Botvinnik: "La combinación es
una variante forzosa con un sacrificio, que
redunda en favor del bando activo". Esta
definición me parece bastante acertada,
con la excepción de un detalle importan-
te, del cual hablaré más tarde. Por supues-
to, la definición de Botvinnik fue criticada,
porque siempre es agradable criticar. Las
críticas, básicamente, se reducían al hecho
de que existen combinaciones sin sacrifi-
cio. Por lo tanto se presentaron otras suge-
rencias. Hubo intentos para mejorar esta
definición; por ejemplo, en el ya conocido
Diccionario de Ajedrez: "La combinación es
una variante forzada en la que se emplean
diversos métodos tácticos; por lo general
el elemento concomitante de la combi-
nación es el sacrificio': En esencia, esta
definición no se diferencia mucho de la
de Botvinnik; solo se añade la mención de
la presencia de motivos tácticos, mientras
que se pone en duda la naturaleza obliga-
toria de la presencia de un sacrificio.
Esta definición ya se aproxima mucho a
mi visión del problema, aunque me pa-
rece que aquí todavía es posible una me-
jora. Por lo tanto, quisiera presentar a su
atención mi propia definición, siguiendo
consistentemente las conclusiones que
216
hicimos antes: La combinación es un sis-
tema de golpes tácticos entrelazados entre
sí, que tiene una naturaleza forzada y está
dirigido a la obtención de beneficios para
el bando activo. Es un sistema, porque en
la combinación, que a menudo comienza
con algún tipo de golpe táctico, los even-
tos posteriores fluyen a través de este
golpe, después de algunas jugadas con
frecuencia sigue otro golpe, y así sucesi-
vamente. La obligatoriedad de la combi-
nación, enlazada entre golpes tácticos, es
su característica más importante, que está
garantizada por la presencia de una serie
de movimientos que no tienen en su inte-
rior el elemento del exceso. Por supuesto,
la combinación persigue el objetivo de
proporcionar beneficios al bando activo,
y esto también coincide con la definición
de Botvinnik.
Ahora reunamos todo lo dicho sobre la
táctica.
En ajedrez la táctica se ocupa de los pro-
blemas que requieren una solución inme-
diata. Tradicionalmente los ajedrecistas
entienden como métodos tácticos de ac-
ción ajedrecística aquellos métodos que,
a primera vista, parecen inesperados, origi-
nales, con frecuencia con una dirección muy
errática, con un intenso desarrollo de los
acontecimientos sobre el tablero. En otras
palabras, lo que generalmente llamamos
excesos.
La táctica es un concepto abstracto. En-
cuentra su encarnación sobre el tablero
de ajedrez a través de golpes tácticos, que
son los excesos en el juego del ajedrez y
al mismo tiempo los elementos mínimos
de la táctica ajedrecística. A partir de es-
tos elementos, como con los ladrillos, se
construye la combinación de ajedrez, que
es un sistema de golpes tácticos y ligamen-
tos entre ellos. Tiene una naturaleza forzada
y la tendencia a obtener beneficios para el
bando activo».
Solo tengo un comentario, y se reduce a
la pregunta preferida de Beim: «¿Cómo

se las arregló para pensar en todo esto?»
Por el estilo de presentación, uno puede
adivinar que el autor no es un pensador
ortodoxo, conceptual, sino una persona
completamente terrenal e ingeniosa. La
mejor confirmación de esta observación
la obtuve mediante el análisis del siguien-
te ejemplo.
POSICIÓN 55
M. Hoffman - G. Papp
Budapest 2004
Dice Beim:
«Tenemos ante nosotros una posición en
la que un experto en resolver combinacio-
nes reconocerá fácilmente motivos tác-
ticos típicos. Aunque sobre esos motivos
tácticos hablaremos un poco más adelan-
te. De momento seamos un poco filosófi-
cos. En general, ¿cómo se puede concebir
una idea sobre los posibles golpes tácticos
en una posición? ¡De dónde proceden es-
tos golpes? Tratemos de buscar un méto-
do común para detectarlos.
En principio, veamos cuál puede y debe
ser el primer paso en la búsqueda de tales
golpes para un jugador de cualquier nivel.
La respuesta esta pregunta siempre es
única: debemos comenzar con una revisión
de la situación sobre el tablero.
Para ello es conveniente no pasar por alto
los detalles más pequeños, porque es im-
Libros de ajedrez
posible predecir cuáles de las caracterís-
ticas de la posición serán importantes en
el futuro. Ahora realizaremos ese trabajo
con detalle para para mostrar cómo se
lleva a cabo esa revisión. En nuestro caso
todo es relativamente simple. No hay mu-
chos detalles en la posición que estamos
considerando. Al revisar la posición y las
consecuencias lógicas que aparecen en
el análisis, es importante seguir siempre
cierto orden. Esto disciplina el pensamien-
to, facilita y acelera el proceso, y aumen-
ta la calidad del trabajo. En primer lugar,
determinamos la correlación material en-
tre ambos bandos. En igualdad de otros
factores las negras tienen un peón más,
aunque en esta posición de momento no
ejerce ninguna influencia. Por lo tanto re-
cordaremos este factor, aunque por ahora
lo dejaremos de lado.
Después es necesario examinar las es-
tructuras de peones de cada bando. Ob-
servamos la evidente superioridad de las
negras, tanto cualitativa como cuantitati-
va, de peones en el flanco de dama; en el
flanco de rey y en el centro existe igualdad
de material y simetría.
Hemos examinado los factores estáticos
de la posición, que cambian lentamente.
Tras esto, es hora de evaluar el compo-
nente dinámico de la posición, es decir,
aquellas características que cambian rápi-
damente. Por ejemplo, entre ellas se inclu-
yen la movilidad de las piezas y su grado
de interacción. En este aspecto la diferen-
cia es evidente. Salta a la vista el podero-
so grupo de piezas pesadas blancas en el
flanco de rey. Ese grupo de piezas inte-
ractúa excelentemente, y solo necesitan
un espacio operativo para sus acciones,
sin embargo de momento el peón g7 las
estorba bastante, aunque está sometido a
una presión muy fuerte. Debe reconocer-
se que el punto g7 es al mismo tiempo el
punto más importante y el más débil de la
posición de las negras, lo que atrae espe-
cialmente la atención del adversario. Hay
que tener en cuenta que el caballo blanco
217
Libros de ajedrez
también está muy bien situado, y está listo
para interactuar con el resto de las piezas.
Las fuerzas negras están peor distribuidas.
Aún no han establecido una interacción
real, aunque las negras ya están listas (¡un
detalle importante!) para aliviar la situa-
ción mediante 1 ... ctJe4.
Por lo que se ha dicho, se puede sacar la
siguiente conclusión: la superioridad de
las blancas reside en la mejor interacción
de sus piezas. El principal objetivo de la
agregación de estas fuerzas es el peón g7,
así como el rey adversario cubierto por él.
Es cierto que a primera vista no se ad-
vierte cómo pueden acceder las blancas
al objetivo. No obstante es obvio que es
necesario hacerlo, en otro caso se perderá
todo lo obtenido, y el peón de ventaja del
adversario puede convertirse finalmente
en un factor operativo real. Y aquí salta a
la arena un principio todavía desconoci-
do en la literatura ajedrecística (¡aunque
bien conocido en la práctica!), que está
en el corazón de todas las tácticas ajedre-
císticas. Este principio es bien conocido
por cualquiera, que en edad consciente,
viviera la defunción de la Unión Soviética.
Se define de la siguiente manera: «Si es im-
posible, pero en gran medida sería deseable,
¡entonces es posible!» No importa cuán di-
vertida parezca esta frase, de hecho expre-
sa perfectamente la verdadera esencia del
fenómeno de la táctica en ajedrez: ¡quien
verdaderamente es el más fuerte en la posi-
ción, alcanza el objetivo, que a primera vista
parece imposible! En el caso que conside-
ramos esto se manifiesta de la siguiente
manera: el análisis lógico llevado a cabo
anteriormente, si se ejecuta hasta el final,
obligará al jugador a centrar su atención
en la casilla g7, y finalmente saldrá por sí
solo. Solo queda dar la solución: 1 CLle8!
'i!?h8 2 CL\xg7 Las negras abandonaron».
Qué hermoso suena este glorioso princi-
pio soviético aplicado a todas las tácticas
del ajedrez: «Si es imposible, pero en gran
medida sería deseable, ¡entonces es posi-
218
ble!». Puede compararse en su percepción
emocional con expresiones tan sutiles
como «el principio de las dos debilida-
des», «no apresurarse», o «esquemas de
pensamiento». Bromas aparte, antes del
cálculo de variantes el análisis lógico de
Valeri Beim comienza con una descripción
general, o con un «escaneo», según John
Nunn, de todos los detalles, para evaluar la
posición y trazar un plan de acción.
Llegamos a un momento muy serio, los
fundamentos de la teoría de Steinitz, con
la que se originó el ajedrez moderno. Se
ha escrito mucho sobre la valoración de la
posición en los libros de estrategia. En casi
todas las partidas con anotaciones los co-
mentaristas han prestado suficiente aten-
ción a este problema.
Me gustaría citar un extracto de un artícu-
lo profundo y difícil de entender del gran
maestro y filósofo del ajedrez Ígor Zaitsev:
«¿Continuará el ajedrez siendo un arte?»,
publicado en el n.o 6 de 64 del año 2015,
dedicado al ya muchas veces mencionado
libro de Enrique Marín: «A juzgar por los
esfuerzos intelectuales que se han dedica-
do al ajedrez durante el último siglo y me-
dio, y por las montañas de papel gastadas
por los teóricos y comentaristas, se podría
esperar que ya hoy hubiera en el ajedrez
una Enseñanza Estratégica Única, desa-
rrollada y constantemente actualizada. Y
esto, por supuesto, ya podría haber suce-
dido si el pensamiento inquisitivo de los
investigadores se centrara en establecer
patrones generales (con el ordenador o
sin él), y no estuviera casi completamente
dedicado al estudio exhaustivo de casos
particulares».
Por supuesto, se puede objetar al respe-
table gran maestro que si la enorme po-
blación de China en su época no hubiera
concentrado sus esfuerzos para proteger
al país en la construcción de la Gran Mura-
lla, sino en la invención, supongamos, del

tanque, habrían tenido la posibilidad de
sobresalir en ese empeño, pero la historia,
incluida la del ajedrez, no tiene el modo
subjuntivo.
Un intento valiente para hacer algo similar
y crear una Enseñanza Estratégica univer-
sat fue realizado por el gran maestro losif
Dorfman, quien escribió en dos volúme-
nes su obra pionera El Método en Ajedrez.
Hablaremos de este libro, aunque ahora
quiero describir brevemente la escala de-
creciente de la valoración estática de la
posición, propuesta por Dorfman:
1. La posición del rey;
2. La coordinación de las fuerzas materia-
les;
3. ¿Quién tiene mejor posición después de
cambiar las damas?
4. La estructura de peones.
Por supuesto, es difícil imaginar que se
pueda inventar un método universat que
permita realizar una estimación precisa de
casi cualquier posición, sobre la base de
resolver el algoritmo correcto para encon-
trar la continuación más fuerte. Dorfman
propuso un procedimiento relativamente
simple de revisión de la posición inicial
para un análisis lógico posterior. En al-
gunas posicione su método puede ser
de ayuda para un ajedrecista que quiera
mejorar su juego. Y el primer elemento es-
tático de valoración de la posición, según
Dorfman, es la posición estática del rey. Si
realizáramos la valoración de la posición
del diagrama,
Véase el diagrama siguiente
utilizando el método de Dorfman, obten-
dríamos el siguiente resultado: 1 ±, 2.:j:,
3.+,4.+.
Libros de ajedrez
¿Por qué traigo todo esto? Sencillamente
quería complementar el análisis lógico de
Beim, quien solo mencionó casualmente
la situación en peligro del rey negro: «El
principal objetivo de la agregación de es-
tas fuerzas es el peón g7, así como el rey
adversario cubierto por él». Sin embargo,
si el rey negro estuviera en el flanco de
dama, y no en el de rey, los argumentos
iniciales tendrían un carácter completa-
mente diferente. Según Dorfman, las ne-
gras tienen una gran ventaja en todos los
factores estáticos, excepto en uno: la posi-
ción del rey, aunque esta es decisiva.
Me gustaría poner al lector al corriente de
la opinión de Vladímir Kramnik sobre este
tema, que fue expresada por Konstantin
Sakaev en la obra The Complete Manual of
Positional Ches, y por Mark Dvoretsky en
el quinto tomo de School of future cham-
pions:
«De esta manera, tenemos ante nosotros
una posición. Antes de empezar a consi-
derar algunas variantes, debemos evaluar-
la. Vale la pena mencionar que muchos
métodos sugieren usar todas las fórmulas
posibles para establecer los criterios de
esta evaluación. En mi opinión (y no solo
en la mía, sino también, por ejemplo, en
la de Vladímir Kramnik, como conseguí
averiguar en una conversación personal),
esto es totalmente incorrecto. El "pesaje"
de todos los matices debe ser intuitivo,
estimando "a ojo" la importancia de este
219
Libros de ajedrez

o aquel componente. ¿Cómo se puede a base de experiencia y conocimiento, y

hacer esto? Solo con la acumulación de por eso debe reponer constantemente sus
experiencia práctica y teórica, con la ayu- conocimientos en las más diversas etapas
da de una precisa estimación posicional. del juego del ajedrez, ¡y no solo en la aper-
Cuanto mayor sea el balance de conoci- tura!»
miento correspondiente y más elevada la
categoría de juego, menor será el núme-
ro de variantes que se deben calcular» (K.
Sakaev).

«En algunos libros se puede leer que el

proceso de evaluación de la posición
consiste en aislar y ponderar todos los
factores posicionales que actúan en ella.
¡Tonterías! De hecho, la mayor parte de
este trabajo se realiza subconscientemen-
te. El arte de la valoración es la capacidad
de comprender la esencia de una posición:
identificar el problema más importante
(posicional o táctico), que debe ser resuelto,
sentir la dirección correcta de nuestra bús-
queda, percibir la conveniencia o inconve-
niencia de una operación. Está claro que
una intuición bien desarrollada contribu-
ye a la velocidad y corrección de nuestra
percepción» (M. Dvoretsky).

Valeri Beim no se atiene a ninguna fórmula

para evaluar la posición, como en el libro
El Método en Ajedrez de Dorfman, o en el
curioso libro de V. Chejov y V. Komlyakov
Programa de preparación de ajedrecistas de
primera categoría y candidatos a maestro
del Deporte», de título ambicioso, aunque
controvertido por sus recomendaciones.
Sus ejemplos son siempre puntuales, la re-
dacción es precisa e ingeniosa, y un entre-
nador reflexivo puede aprender de cada
capítulo muchos conocimientos nuevos y
ejercicios excelentes. Ahora «pasaremos la
lista» del libro de Beim a la excelente obra
de John Nunn Claves del ajedrez práctico,
aunque antes quiero citar lo que dice Vale-
ri Beim sobre la intuición en el capítulo «El
cálculo gradual»:

«... En consecuencia, al ajedrecista le será

difícil avanzar sin la intuición, construida

220
 Capítulo 12
NATI
Vocablo de John Nunn:
«NATI. Abreviatura que significa: si tienes
dudas, entonces <<No analices tácticas in-
necesarias».
El análisis táctico es una acción predis-
puesta a los errores. No advertir una suti-
leza importante puede cambiar completa-
mente el resultado del análisis. Si tiene la
opción de elegir en favor de una continua-
ción posicional, es necesario decantarse
por ella: esto es más rápido y más seguro.
Por supuesto, hay muchas posiciones en
las que un análisis concreto juega un pa-
pel esencial, aunque incluso en tales casos
solo deben analizarse variantes específi-
cas si nos obliga la necesidad.
El siguiente ejemplo es un caso extremo.
PARTIDA 48
John Nunn - Martín Pribyl
Apertura Italiana [CSO]
Bundesliga 1995/1996
1 e4 eS 2 ét.Jf3 CLJc6 3 .ic4 CLJf6 4 d3 !es S0-0
d66 c3 0-0 7 ét.Jbd2 a68!b3 !a79 h3 ClJd710
.ic2 fS 11 exfS ~xfS 12 d4 ~ f8
Las negras han jugado la apertura de una
manera bastante provocativa, para abrir la
columna «f» e intentar crear contrajuego
gracias a la presión sobre el peón f2. Sin
embargo, se verán obligadas a pagar por
este retraso en el desarrollo.
13 ClJe4
Después de 13 dS 11Je7 14 I1Jg5 11Jf6 15
11Jde4 t;Jfs las blancas toman el control
sobre el punto e4, lo que reconfortaría el
espíritu a cualquiera que jugase contra la
Defensa India de Rey. Para disgusto de las
blancas, en lugar de en g7 el alfil negro
está situado en al, y la presión sobre el
peón f2 proporciona a las negras suficien-
te contrajuego.
13 ... exd4
Enseguida algunas piezas blancas han
puesto su mirada sobre el solitario rey
adversario, lo que crea los requisitos pre-
vios para un juego forzado. Sin embargo,
¿qué jugada deben escoger? 14 I1Jeg5, 14
11Jfg5, 14 ~b3+ y 14 ~gS son continuacio-
nes bastante razonables. Yo interpretaría
esta posición como un caso límite, donde
es necesario tomar una decisión: gastar
tiempo con el estudio cuidadoso de todas
las jugadas. Desde un punto de vista pu-
ramente estratégico la posición, en efecto,
parece prometedora; sin embargo, el gran
número de jugadas elegibles que tienen
las blancas a su disposición sugiere que
un análisis completo llevará demasiado
tiempo.
221
NATI
Como resultado elegí una continuación
forzada y directa, que proporciona a las
blancas ligera ventaja posicional. En rea-
lidad las blancas podían obtener una
ventaja mayor con otra variante, aunque
cuando tomas la decisión de no profun-
dizar demasiado en la posición, ese riesgo
siempre existe. Sin embargo, definitiva-
mente ahorré tiempo, y además podía no
existir una alternativa más favorable.
14ctJeg5
Este es el análisis de las otras posibilida-
des:
1) 14 ,igs \We8 15 ~el ttJdeS 16 ttJxd4
.ixh3 17 gxh3 .ixd4 18 cxd4 ctJf3+ 19 mg2
ttJxel + 20 \Wxel t2lxd4, y las negras están
un poco mejor.
2) 14 \Wd3 ttJceS 15 ttJxeS ttJxeS 16 tLlf6+
\Wxf6 17 \Wxh7+ mf7, y las negras se de-
fienden.
3) 14 .ib3+ mh8 15 tLlfgS \We 7 (pero no 15
... ttJdeS 16 tLlxh 7!) 16 t2le6 (son favorables
para las negras 16 \WhS g6 17 \Wh6 tLlf6 y
16 ttJxh 7 \Wxe4 17 ttJxf8 ttJxfB 18 \Wh5+
ttJ h 7 19 \Wf7 !xh3 20 gxh3 dxc3) 16 ... tLlf6
17 t2lxf8 \Wxe4 18 ~el \Wh4 19 t2le6 dxc3,
y las negras tienen dos peones por la cali-
dad, en una posición poco clara.
4) 14 tLlfgS!, y ahora:
4a) 14 ... dS 15 ctJe6 (también es buena 15
\WhS h6 16 t2le6) 15 ... \We7 16 ctJ4g5 tLlf6
17 t2lxf8, que gana la calidad.
4b) 14 ... ttJdeS 15 t2lxh7! ~fS 16 ttJegS d3
17 .ib3+ (es poco clara 17 .ixd3 t2lxd3 18
\Wxd3, porque los caballos no tienen un
camino de regreso desde sus posiciones
avanzadas) 17 ... dS 18 g4! m? 19 t2lxf7
ttJxf7 20 \Wxd3 ttJceS 21 \WxdS \WxdS 22
!xdS mxh7 23 ~el, y con torre y dos peo-
nes contra los dos caballos las blancas tie-
nen ventaja en el final.
4c) 14 ... dxc3 15 iWhS (es poco clara 15
ttJe6 \We7 16 t2lxf8 cxb2 17 !xb2 t2lxf8) 15
... h6 16 \Wg6 con ataque decisivo.
4d) 14 ... h6 15 ctJe6 \We7 16 t2lxf8 ttJxf8 17
~el .ie6, y aunque las negras tienen peón
por la calidad y ligera ventaja en el desa-
rrollo, esto no las proporciona una com-
222
pensación suficiente».
Después la partida continuó así:
14 ... ctJf615'.Wd3 g6
15 ... h6? 16 tLlh7 ~e8 17 \Wg6 con ataque
decisivo.
16ctJxd4ctJxd417 cxd4 dS
Las negras preparan la salida 18 ... .ifS, que
no valía enseguida por el jaque 18 \Wb3+
18ctJxh7! .ifS
Es mala 18 ... ~xh 7 por 19 \Wxg6+ mh8 20
.igs con ataque.
19ctJxf6+ 1Wxf6 20 '.Wb3 .ixc2 211Wxc2 ixd4
22 ih6 ~f7 23 ~ad1 ~h7?
Nunn señala que era más fuerte 23 ... .ixb2
24 ~xdS ~e8 25 ~fd1 .ies, aunque en ese
caso la posición de las blancas también se-
ría preferible.
Aquí el «NATI» ya es inapropiado. La posi-
ción requiere la máxima concentración y
precisión. Dice Nunn: «¡Tenemos ante no-
sotros un caso en el que definitivamente
es necesario buscar una victoria forzada!
Tras el sacrificio en d4 el rey negro se que-
da sin la cobertura de peones. A las blan-
cas les basta con trasladar el alfil a la gran
diagonal o incorporar la torre al ataque, y
todo termina. Las variantes son bastante
directas y forzadas, no cabe la posibilidad
de equivocarse».
24 ~xd4'.Wxd4 25'.Wxg6+ @hs 26 ~el ~d7
27'.Wh5! '.Wd3 28 ~e6 ~g8 29 .ig7+! @xg7 30
'.Wh6+ Las negras abandonaron.

Ya hemos mencionado que en los libros
de Mark Dvoretsky se puede encontrar
una respuesta a casi cualquier pregunta.
«NATI» no es una excepción. Citamos un
breve extracto del primer tomo de School
of chess excellence:
«Quiero advertir contra un error común.
Durante el entrenamiento en el cálculo
de variantes, no intente en ninguna posi-
ción ver todo hasta el final. El ajedrez es
un juego fundamentalmente inexacto.
Con frecuencia es imposible agotar la po-
sición mediante el cálculo; por lo general
no se puede continuar sin una evaluación.
El tiempo para pensar los movimientos
en una partida siempre es limitado, y te-
nemos muchos problemas por delante, lo
que significa que es necesario actuar de la
manera más económica. Nuestra tarea no
es considerar variantes tanto como poda-
mos, sino tomar decisiones óptimas.
Considere la serie de movimientos mínima
(enfatizo, ¡la mínima!) necesaria para tomar
las decisiones correctas. La profundización
excesiva del cálculo provoca fatiga, presión
del tiempo y, como consecuencia, errores
inevitables.
La capacidad para evitar el cálculo de va-
riantes que no son necesarias para la toma
de decisiones es tan importante como la
capacidad para calcular lejos y con preci-
sión. En realidad, esta habilidad es la parte
más importante de la técnica del cálculo» 19•
En esencia la cita de Dvoretsky es una de-
finición del gran entrenador anterior al
principio «NATI» de John Nunn, aunque
no va decorada con una abreviatura bri-
llante, y por lo tanto no se queda grabada
en el recuerdo de la corriente de grandes
pensadores. El gran maestro Nunn mostró
cómo utilizó el principio NATI, y explicó su
visión de la situación durante la partida.
Ahora quisiera poner en conocimiento del
lector la opinión del gran maestro Kons-
19 Nota del Autor: El texto en cursiva es mío.
NATI
tantin Sakaev, que leyó el manuscrito de
este libro durante las sesiones de ajedrez
en el centro educativo/deportivo «Sirius».
Debo decir que a Sakaev le gustó la par-
tida en sí como ejemplo del principio
«NATI», aunque básicamente no estaba
de acuerdo con algunas valoraciones del
gran maestro inglés.
Ofrezco ahora la partida Nunn- Pribyl con
breves notas del gran maestro ruso.
1 e4 es 2 ttJf3 ttJc6 3 ic4 ttJf6 4 d3 ics 5o-o
d6 6 c3 0·0 7 CDbd2 a6 8 ib3 ia7 9 h3 ttJd7
10ic2 f5?
«Al comentar la partida es difícil no men-
cionar este momento: las negras realizan
la ruptura con su alfil de casillas blancas
obstruido. El movimiento anterior podría
realizarse mediante la previa 1O ... :ge8 se-
guida del traslado del caballo a través de
f8 a g6. Las negras tendrían una posición
sólida.
11 exf5 ~xf5 12 d4 ~f8 13 tb e4 exd4
14 Cbeg5?
La continuación más antinatural y débil
de las posibles formas de desarrollo de la
iniciativa (la cursiva es mía). Presenta ma-
yores perspectivas 14 ctJfgS, ejerciendo
una influencia poderosa sobre las casillas
blancas débiles; el caballo e4 es bastante
más activo que el caballo f3. Después de
la forzada 14 ... h6 (14 ... lt:JdeS 15 lt:Jxh7)
223
NATI
lS lLle6 W/e7 16 tt:Jxf8 lLlxf8 17 ~el no es
difícil evaluar la posición: las blancas de-
berían materializar su enorme ventaja.
Otra continuación lógica es 14 ii.gS. El al-
fil en gS no es para las negras tan terrible
como el caballo, aunque a cambio entra
en juego con ganancia de tiempo. Des-
pués de 14 ... W/e8 se impone la sencilla lS
cxd4 en lugar de lS ~el?, que hurta a los
caballos la casilla eS. En la variante lS ... dS
(es más tenaz lS ... ~xf3 16 W/xf3 tt:Jxd4 17
W/d3 dS 18 tLlg3, aunque aquí, además de
la desventaja de material, las negras tam-
bién tienen problemas para completar el
desarrollo) 16 ~el! (también mantiene
una clara ventaja 16 tLlg3 lLlf6 17 ~el) 16
... Wlf7 17 ii.e3!! h6 la jugada 18 ~el!, aun-
que no es evidente, sencillamente acaba
con la angustia de las negras, ya que a 18
... lLlf6 gana 19 tt:Jes tt:JxeS 20 tt:Jxf6+ gxf6
21 ii.xh6!».
La frase continuación antinatural es la me-
jor descripción de la diferencia entre el
algoritmo de búsqueda de la jugada de
Nunn y el de Sakaev. La jugada 14 tLlegS?!,
realizada por el gran maestro inglés, y que
para Nunn es un miembro de pleno dere-
cho en la lista de jugadas candidatas, reci-
be el rechazo de Sakaev, quien ni siquiera
la considera.
La opinión del gran maestro ruso es que si
quieres hacer un movimiento al «toque»,
sin entrar en el cálculo de variantes, en-
tonces debes realizar el movimiento de
desarrollo 14 ii.gS!?, que ataca a la dama
adversaria, o la jugada natural 14 cd, que
Nunn ni siquiera menciona. Y si quieres
castigar al oponente por su actividad pre-
matura sin un desarrollo adecuado de las
piezas, entonces analiza el movimiento 14
lLlfgS!, y no 14 tt:JegS?!, ya que el caballo
centralizado e4, que controla la casilla f6,
realiza una carga de trabajo considerable-
mente mayor que su compañero en la ca-
silla f3. Y no pierdas tiempo en el análisis
de la jugada 14 ii.b3+?!, porque en c2 el
224
alfil está ubicado perfectamente, con el
punto de mira en el peón h7. Los argu-
mentos generales de este plan también
distinguen a Sakaev de muchos ajedrecis-
tas a la hora de elegir la jugada.
Continuemos el desarrollo de la partida
con las explicaciones de Sakaev.
14 ... etJf61S Wfd3 g6
«No es tan evidente la cuantía de la ven-
taja de las blancas después de lS ... tt:Jes
16 lLlxeS dxeS 17 cxd4! (es más floja 17
lLlxh 7 e4 18 tt:Jxf6+ Wlxf6 19 W/xe4 ii.fS;!;) 17
... ®xd4 (17 ... ii.xd4 18 lLlxh7 e4 19 tt:Jxf6+
Wlxf6 20 W/xe4 ii.xf2+ 21 ~h 1) 18 W/b3+
ct?h8 19 ii.e3 W/h4±; la posición blanca es
preferible, aunque las negras poseen re-
cursos defensivos.
16etJxd4etJxd4 17 cxd4 dS 18etJxh7 .ifS 19
etJxf6+ Wxf6 20 Wb3 ixc2 21 Wxc2 ixd4 22
ih6 ~f7 (22 ... ~fd8!?) 23 ~ad1 ~h7??
Un error grave. La principal pregunta es si
las blancas tienen alguna ventaja tangible
después de 23 ... ii.xb2 24 ~xdS ~e8, ya
que todas las piezas negras están en jue-
go, y solo les preocupa algo la exposición
del rey. Probablemente es más floja 23
... eS a causa de 24 b4!± (pero no 24 ii.e3
ii.xe3 2S fxe3 W/c6 26 ~xf7 ~xf?;!;)».
24 ~xd4 Wxd4 2S Wxg6+ @h8 26 ~el ~d7
27 WfhS Wd3 28 ~e6 ~g8 29 .ig7 + @xg7 30
Wfh6+ Las negras abandonaron.
Regresemos a Valeri Beim.
PARTIDA 49
Mijaíl Botvinnik- Bent Larsen
Apertura Réti [A 14]
Palma de Mallorca 1967
1 c4 étJf6 2etJf3 e6 3 g3 dS 4.ig2 ie7 S 0-0 0-0
6 b3 eS 7 ib2etJc6 8 e3 b6 9etJc3 i.b7 10 d3
~c811 ~c1 ~c712 We2 ~d713 ~fd1 ~e814
 NATI

cxdS ttJxd515 ltJxdS ~xd516 d4 Wfa8?!

• Una inexactitud grave. Según Botvinnik,

era imprescindible 16 f1d7. oo•

17 dxcS! ~xd1+ 18 ~xd1 i.xcS?

Esta jugada es un error decisivo. Después

de 18 bxcS la posición de las negras sería
000

claramente peor, aunque al menos evita-

rían los ataques directos al rey.

19 4Jg5! h6 sin embargo está claro que no profundizó

su cálculo, permitiendo así que su adver-
sario dilatara el juego y dificultara su ta-
rea. Aquí (¡lo más importante!), en lugar
del cálculo de una sola variante forzada
las blancas debieron estudiar también
los métodos posicionales, no forzados. En
otras palabras (adelantándonos un poco):
el cálculo de una sola variante forzada tie-
ne un lado positivo, que dirige los esfuer-
zos del ajedrecista a través de un canal
relativamente estrecho, lo que facilita su
tarea. Hablaremos con más detalle sobre
esto más adelante.
Dice V. Beim: 20 ... i.f8

«20 ltJe4?!
Ahora las blancas empiezan a perder la
oportunidad de terminar la lucha con un
ataque directo. Esta es la primera ocasión.
El golpe obvio 20 CLJxf7! conducía a la vic-
toria: 20 Wxf7 21 Wfg4~f8 (las negras su-
oo·

fren un mate rápido después de 21 eS?

000

22 ~dS+, y también pierden en caso de 21

000CLJd4 22 exd4 ~xg2 23 dxcS).

Véase el diagrama siguiente

Y ahora gana de manera forzada 22 ~e4! 21 ~d7?!

f1d8 (en caso de 22 CLJe7 decide 23 Wff3+;
000
las blancas también dan mate en la varian-
te 22 tt:Jas 23 f1d7+ f1e7 24 Wfg6+ Wg8
000
2s Wfh7+ ~f7 26~g6++l 23 Wfg6+ wgs 24
Wfxe6+ Wh8 25 Wfxh6+ con mate.
No hay la menor duda de que Botvinnik
examinó sobre el tablero la captura en f7,
De nuevo las blancas cometen un error en
una situación saturada de táctica (y por lo
tanto, en el cálculo de variantes). A lo di-
cho anteriormente se puede agregar que
si el jugador deja escapar la primera posi-
bilidad de resolver el juego con un golpe
táctico, la segunda posibilidad (si aparece

225
NATI
alguna vez) suele ser más difícil de detec-
tar y aprovechar. En este caso las blancas
la tienen porque hay demasiadas piezas
negras fuera de juego.
Después de la introducción bastante ob-
via 21 é2Jf6+! gxf6 22 \Wg4+ Wh7 las blan-
cas tienen que elegir. En sus comentarios
Botvinnik indicó la variante 23 ~e4+ f5
24 ~xf5+ exf5 25 \Wxf5+ Wg8/ y aquí solo
examina 26 \Wf6? t2Je5! 27 ~xe5 Elxe5 con
ventaja negra/ y sobre esta base rechaza el
sacrificio de caballo. Sin embargo tras la
correcta 26 \Wg4+! Wh7 27 Eld7! las blan-
cas fuerzan el mate. Por ejemplo: 27 ...
tbe5 28 Elxf7+ tbxf7 29 \Wf5+ o 27 ... tbe7
28 Elxe7 Elxe7 29 \Wf5+ <i>g8 30 Wf6 Wh7
31 g4! Además/ lo que es importante/ en la
jugada 23 todavía es más sencillo 23 Eld7
Ele? 24 ~e4+ etc./ y una jugada más tarde
tienen la posibilidad alternativa 24 Eld7!
tbe7 (24 ... Ele? 25 ~xf5+ exf5 26 Wxf5+
Wg8 27 \Wf6) 25 Elxe7 Elxe7 26 ~xf5+ etc.
21 ... fS?
Resulta interesante que Botvinnik no con-
sidere que su jugada 21 no fuera acerta-
da. Pues ahora las negras/ en lugar de su
respuesta errónea/ que de nuevo abrió a
las blancas el camino hacia la victoria for-
zada/ pudieron (y tuvieron que) responder
21 ... eS. En ese caso las blancas induda-
blemente tendrían ventaja/ aunque para
«llevarla a término» habrían necesitado
mucho tiempo y esfuerzos considerables.
Este suele ser el precio de las oportunida-
des perdidas ...
226
22 etJd6!
Ahora la elección/ en una posición aguda/
en favor de una continuación que no fuer-
za los acontecimientos inmediatamente/
está justificada. Era más floja 22 é2Jf6+!?
gxf6 23 \Wh5 Ele? 24 \Wg6+ Elg7 (es peor
24 ... ~g7 25 ~xc6 Elxd7 26 ~xd7 ~h1
27 ~xe6+ Wh8 28 f3! y ganan) 25 2:xg7+
~xg7 26 ~xc6 ~xc6 27 ~xf6 Wf8 28 ~xg7 1
y a las blancas les queda trabajo por de-
lante para materializar su ventaja.
¡Y sin embargo otra vez era posible una
victoria forzada! Botvinnik afirma que du-
rante el juego examinó la variante 22 Wh5!
Ele? 23 Elxe7 tbxe7 y encontró el golpe
24 é2Jd6! ~xg2 (24 ... g6 25 \Wh4) 25 \Wf7+
Wh7 (25 ... Wh8 26 tbe8+-lt aunque por los
apuros de tiempo pasó por alto la sencilla
variante 26 ~xg7 ~xg7 27 tbe8 Wxe8 28
\Wxe8 ganando.
22 ... .ixd6
23 2:xd6?
Esta omisión podría haber cerrado para
siempre el tema de la victoria de las blan-
cas en esta partida mediante un ataque
directo. Es muy interesante el comentario
de Botvinnik sobre este momento (todos
los comentarios del sexto campeón mun-
dial que se ofrecen aquí están tomados
del libro Trabajo analítico y crítico. 1957-
19701 Moscú/ «Fizkultura y Sport»1 1986).
Respecto a su jugada 23 escribe: «Una
decisión práctica/ prefiriendo en el zeitnot
una victoria posicional a complicaciones
inciertas». Con toda mi admiración por

Botvinnik como ajedrecista y comenta-
rista/ este pasaje me aflige. Sí/ en efecto/
después de 23 Élxd6? las blancas mantie-
nen una ventaja permanente e indudable/
pero en esta frase la resonancia del des-
precio encubierto del elemento táctico
en el ajedrez puede desorientar a muchos
miles de jugadores de ajedrez/ que buscan
aprender de una de las más grandes auto-
ridades del ajedrez de todos los tiempos.
¡La táctica y el cálculo no deben despre-
ciarse en ningún momento! Tal indiferen-
cia es castigada casi siempre.
En esta partida Botvinnik tuvo mucha
suerte de que Larsen dejara escapar va-
rias veces las posibilidades de salvarse.
Se obtenía la victoria con el sacrificio de
pieza 23 Élxg7+! mf8/ y ahora/ según dice
Botvinnik/ debido a los apuros de tiempo
solo vio la variante 24 iWhS Éle7 25 Élg6
tt:Jd8!/ que le pareció poco rentable. Sin
embargo/ si hubiera continuado el cálculo/
habría advertido que aquí las blancas de
nuevo ganan de una manera forzada: 26
~f6! Élh7 (26 ... ~xg2 27 Élxh6 tt:Jf7 28 Élh7!
~e8 -única- 29 ~xe7+-) 27 ~xd8 ~xg2
(27 ... \Wxd8 28 ~xb7) 28 É\f6+ mg8 29
\We8+ mg7 30 Eí:g6++ Esta forma de ganar
es complicada/ y no solo por la presión del
tiempo; sin embargo las blancas tenían a
su disposición un camino más sencillo/ 24
Élh7!/ y a las negras solo les queda aban-
donar».
El curso posterior de la partida estuvo re-
pleto de imprecisiones y errores por am-
bos bandos en los apuros de tiempo; sin
embargo/ Botvinnik consiguió ganar.
Con la comparación de estos dos ejem-
plos he querido demostrar cuán difícil es
usar el «NATI» en el juego práctico inclu-
so para jugadores destacados. En cuan-
to a las críticas sobre los comentarios de
Mijaíl Botvinnik en un libro publicado en
1986/ hay que tener en cuenta que en
ese momento ya tenía 75 años. La parti-
da contra Larsen la jugó con 56 años/ y si
NATI
hubiese tenido treinta años menos/ como
en su histórica partida con Capablanca en
el año 1939/ sin duda habría seguido una
de las variantes forzadas para ganar. En lo
que respecta a la anotación de Beim sobre
la negligencia implícita de Botvinnik del
elemento táctico del ajedrez/ entonces/
por un lado/ el ajedrez de 1967 no era tan
difícil como lo es hoy y/ por otra parte/ Mi-
jaíl Botvinnik sufrió un gran desgaste en
los matches por el campeonato del mun-
do ante genios tácticos como Mijaíl Tahl y
David Bronstein/ cuyo estilo de juego no
comprendió y/ como en la anécdota/ «el
sedimento se mantuvo».
En su libro Valeri Beim también se refiere al
tema del «NATI»/ por supuesto sin la defini-
ción de John Nunn. Esto es lo que escribe
después de analizar la interesante partida
de ajedrez rápido Anand - Kasimdzhanov
(Lyon 2005): «Sin embargo/ debería decir-
se que el tema que discutimos anterior-
mente es bastante resbaladizo. El hecho
es que en la práctica a menudo se presen-
ta un dilema: realizar inmediatamente la
primera jugada que nos agrade/ o comen-
zar a calcular otras jugadas candidatas en
busca de una continuación más fuerte. Al
elegir un movimiento «simplemente bue-
no»/ el jugador/ por un lado/ economiza
tiempo y esfuerzos/ aunque por otro lado
corre el riesgo de complicar su tarea y di-
latar el juego/ perdiendo una oportunidad
más convincente. La resolución exitosa del
dilema la proporciona la experiencia y la
intuición. Aunque/ por supuesto/ existen
situaciones en las que/ en efecto/ solo hay
un movimiento/ y tras su descubrimiento
enseguida vemos claramente que hemos
encontrado la solución».
227
 Capítulo 13
Pereza
John Nunn concreta por qué el «NATI»
puede ser «resbaladizo»:
«La pereza en el tablero se manifiesta de
dos formas. Primera: cuando tiene a su dis-
posición una continuación complicada, y
sin embargo decide no analizarla porque
requerirá demasiado esfuerzo. Tenga en
cuenta que este no es el mismo caso que
cuando aplicamos el principio «NATI», des-
crito anteriormente. Aquí se sopesa cons-
cientemente el equilibrio entre el tiempo
que se dedicará a pensar y la posibilidad
de encontrar el mejor movimiento. Se pro-
duce cuando existe una alternativa ade-
cuada que requiere un pequeño cálculo.
Por otra parte, la pereza significa descartar
deliberadamente una jugada, que de he-
cho podría llegar a ser muy fuerte. Perder
una partida porque se ha omitido una ju-
gada es una cosa, ¡pero si ha visto la juga-
da correcta y no se molesta en analizarla,
es una cosa muy distinta!
La segunda forma de pereza, más com-
prensible, se manifiesta en el caso de que
el oponente disponga de una posibilidad
que te molesta. Debe considerarla en cada
jugada, hasta el momento en que se harta
de ella y decide no gastar más tiempo en
prevenirla por completo. La manifestación
más común de este tipo de pereza es la
prevención de un posible jaque del ad-
versario. Tiene que considerar este jaque
en cada variante, y al final decide evitarlo
moviendo el rey. Por supuesto, en muchos
casos este movimiento estará plenamen-
te justificado, aunque en muchos otros la
pérdida de un tiempo juega un papel im-
228
portante. La jugada Whl después de 0-0
(o Wbl después de 0-0-0) puede ser una
pérdida de tiempo. Cuando esta jugada
está justificada, generalmente depende
de una posición específica, y no de que le
moleste la necesidad de calcular cada vez
un poco más».
Tras pensarlo mucho, decidí incluir en mi
obra el siguiente extracto completo, bas-
tante amplio, del libro de Nunn. Por un
lado, me pareció muy importante mostrar
al lector la aplicación del principio «NATI»
no solo en el juego práctico, sino también
en el análisis casero de esquemas de aper-
turas dudosas y de variantes por parte del
adversario. Por otra parte, quería invitar al
lector a abrir el libro de Nunn Claves del
Ajedrez Práctico y aconsejarle que estu-
diara el capítulo «Libros sobre aperturas
marginales».
Probé estos buenos deseos conmigo mis-
mo y comprendí que no se diferenciaban
en modo alguno de otras buenas intencio-
nes de las que están sembrados caminos
conocidos. Por eso, como este libro es del
tipo Manual autodidáctico/asistente para el
entrenador, decidí proporcionar al entre-
nador la posibilidad de no perder tiempo
con la búsqueda del material necesario en
otras fuentes.
Así, dice John Nunn:
«Es muy difícil dar detalles sin ejemplos
concretos, lo que significa que tengo que
elegir un par de víctimas. En este género,

el porcentaje de libros de mala calidad es
deprimente alto, y por eso es bastante fácil
elegir uno ellos y divertirse a su costa. En
realidad elegí uno de los mejores libros, El
Gambito Letón, de Tony Kosten («Batsford,
1995). Este libro es inusual en el sentido de
que un gran maestro examina una apertu-
ra rara con mala reputación. ¡Desde luego,
Tony asumió una tarea muy difícil! Cuan-
do se publicó el libro, me quedé perplejo:
cómo pudo lograr el autor llenar 144 pági-
nas; pensaba que una refutación detallada
debería ocupar, a lo sumo, diez páginas.
Decidí usar este libro como punto de par-
tida para un par de horas de análisis del
«Gambito Letón». Por supuesto, se juega
muy raramente, y no esperaba que ningún
gran maestro decidiera aplicarlo, aunque
en ese caso el efecto sorpresa sería mayor.
Desde luego, sería desagradable encon-
trarse con este gambito, ¡y sumergirse en
una profunda reflexión ya en la tercera ju-
gada! Además, cuando aparece un nuevo
libro sobre aperturas, siempre habrá varias
personas que decidan incorporarla a su ar-
mamento, por lo que las posibilidades de
tropezarse con el «Gambito Letón» eran lo
suficientemente altas como para justificar
pasar unas cuantas horas estudiándolo.
Cuando era un adolescente, algunos ju-
veniles empleaban este gambito que, por
si no lo sabe, se caracteriza por los movi-
mientos 1 e4 eS 2 é2Jf3 fS Para muchos aje-
drecistas esta apertura ofrece una gran
ventaja: proporciona una defensa más
o menos completa contra 1 e4. Si usted
juega cualquier variante de la Española,
tendrá que preocuparse de diversos sis-
temas para las blancas, como la variante
del cambio o un temprano d3, además de
la apertura Escocesa y 3 !c4, una buena
porción de teoría para estudiar. El Gam-
bito Letón elimina todas estas posibili-
dades; a excepción del Gambito de Rey y
algunas otras aperturas, no debe estudiar
nada más en respuesta a 1 e4. La cuestión
es: ¿es el Gambito Letón suficientemente
aceptable?
Pereza
La jugada 2 ... fS parece dudosa: no desa-
rrolla pieza y debilita las diagonales h5-e8
y c4-g8. Esta última es especialmente im-
portante si las blancas deciden en el futu-
ro enrocarse en el lado corto. Siempre he
considerado que la jugada más lógica es 3
éLlxeS, pues las negras deben ser castiga-
das por no defender su peón eS mediante
2 ... ébc6. En mi juventud este movimiento
me trajo buenos resultados, por eso decidí
concentrarme en él.
La primera sorpresa me estaba esperando
cuando examiné el contenido. El capítulo
6 se titulaba (después de 3 tDxeS) 3 ... 4Jc6
y otras terceras jugadas para las negras.
Estaba aturdido: ni siquiera sospechaba
que 3 ... ébc6 fuera, al menos en cierta me-
dida, posible. De hecho, Tony rechazaba
correctamente las «otras terceras jugadas
para las negras», mientras que dedicaba
alrededor de nueve páginas a la jugada 3
... étJc6
Cuando encuentro un movimiento desco-
nocido en un libro, no miro el análisis del
autor, antes coloco la posición en el table-
ro y decido qué respuesta me parece más
natural.
Advertí que las blancas pueden ganar la
calidad mediante 4 iWhS+ g6 5 tbxg6 ébf6
6 iWh4 hxg6 (6 ... l"&g8!?) 7 iWxh8 iWe7. A
cambio las negras obtienen una ventaja
sustancial en el desarrollo. La evaluación
de esta posición bastante compleja lleva
tiempo; por eso, teniendo en cuenta el
principio «NATI», decidí buscar algo más
229
Pereza
simple.
Otra jugada evidente es 4 ttJxc6, sin em-
bargo sentí que después de 4 ... dxc6 la
posición se podía jugar perfectamente
con las negras. Todas las piezas negras
pueden entrar en juego inmediatamente,
mientras que las blancas aún deben avan-
zar el peón «d» para desarrollar su alfil el.
Además, no tienen piezas menores en el
flanco de rey, y si las blancas se enrocan
en este lado, pueden sufrir un ataque. Nin-
guna de estas variantes parece bastante
clara; sin embargo, el objetivo de la eva-
luación inicial no es valorar escrupulosa-
mente cada posibilidad, sino simplemente
decidir qué jugada cumple mejor con los
principios básicos. Si no hubiera encontra-
do una posibilidad que realmente me pa-
reciera la más prometedora, habría vuelto
atrás y estudiado en segunda vuelta 4
\WhS+ y 4lt:Jxc6.
Sin embargo, en este momento advertí
una jugada muy atractiva, 4 d4! Me pareció
que era la que mejor cumplía con el prin-
cipio de desarrollo rápido de las piezas en
la apertura. Las blancas crean un centro
con dos peones y permiten que su alfil el
entre en juego sin hacer concesiones de
su parte. La respuesta más evidente es 4
... fxe4, sin embargo pierde sencillamen-
te por S lt:Jxc6 dxc6 6 \WhS+: ahora 6 ... g6
cuesta una torre, por eso las negras deben
mover su rey. También es mala 4 ... lt:Jf6, ya
que S lt:Jxc6 seguida de 6 eS proporciona
a las blancas un peón de ventaja y mejor
posición. Las negras, por supuesto, pue-
den jugar 4 ... lt:JxeS; sin embargo, después
de S dxeS el peón eS impide jugar S ...
ét:Jf6, y en consecuencia dificulta el desa-
rrollo de las negras. Si intentan recuperar
el peón mediante S ... \We7, entonces pa-
rece muy desagradable 6 \Wd4 con la ame-
naza lt:Jc3-dS. Después de cinco minutos
de meditación, no pude encontrar ningún
movimiento aceptable para las negras, así
que decidí comprobar qué proponía Kas-
ten. Sus variantes principales eran 4lt:Jxc6
y 4 iWhS+, mientras que a 4 d4 seguía una
230
pequeña nota: «4 ... \Wh4! S ~d3 fxe4 6 g3
\Wh3 7 ~xe4 lt:Jf6», con la valoración «ex-
celente» para las negras. Sí, 4 ... \Wh4, des-
de luego, ¡fue una sorpresa! Sin embargo
no me quedé convencido. Las negras ig-
noran casi todos los principios del juego
en la apertura, hacen jugadas de peones
debilitadoras, entregan un peón, y ahora
desarrollan su dama antes que las demás
piezas; ¡ciertamente, debe haber una for-
ma de obtener, como mínimo, una clara
ventaja! De repente descubrí una idea.
Qué tal si S tlJf31Mlxe4+ 6 i.e2
Cuanto más miraba esta posición, más me
gustaba. Simplemente las blancas amena-
zan jugar 0-0 y :i'i:el. Las negras no tienen
tiempo suficiente para desarrollar las pie-
zas menores del flanco de rey y enrocarse.
Por ejemplo, 6 ... lt:Jf6 7 0-0 ~el 8 :i'i:el, y 8
.. 0-0 pierde por 9 ~c4+ En el mejor de los
casos las negras tendrán que hacer varios
movimientos con la dama y retrasarse irre-
mediablemente en el desarrollo. Además
también es necesario tener en cuenta:
a) la penosa posición del peón fS, que no
sirve de nada y solo debilita el campo de
las negras;
b) la posibilidad d4-dS, que fuerza la reti-
rada del caballo c6; y
e) el plan de ataque al punto c7 mediante
lt:Jc3-dS (o bS), posiblemente en conjun-
ción con ~f4.
Resumiendo lo dicho, podemos suponer
que la posición de las negras ya está per-
dida. Solo queda verificar una posibilidad,

a saber: si las negras no podrían aprove-
char la actividad temporal de su dama
mediante 6 ... t2'lb4. Sin embargo, sería un
milagro que las negras pudieran permi-
tirse infringir la última regla del juego en
la apertura que no se han saltado, la que
establece que no debe moverse la misma
pieza cuando el resto del ejército todavía
está en su cuartel.
El análisis, no obstante, es bastante sim-
ple: 6 ... CLlb4 7 0-0 '\Wxc2 8 '\We1 Jle7 (8 ...
iM!e4 9 tt'lc3 iM!e7 10 iMfd1 tt'lf6 11 %'í:e1 l2Je4
12 a3 tt'lc6 13 J\d3, y ganan) 9 ctJc3 ctJf610
CLleS (amenaza 11 J\d1) 10 ... f411 a3 CLlc6
(11 ... d6 12 axb4 dxeS 13 dxeS tt'lg4 14
tLlds J\d8 15 e6 tt'lf6 16 tt'lxf4 o-o 17 J\d3 y
ganan) 12 Jld3 '\Wb313 CLlbS ct:lxe514 dxeS, y
la posición negra se derrumba. Pero todo
esto ni siquiera es necesario detallarlo; el
desarrollo de las negras es tan penoso que
no sería precipitado condenar su posición
sin un análisis específico.
Descartada 3 ... tt'lc6, pasé a la línea princi-
pal, 3 ... '1Wf6, volviendo a centrarme en la
variante que se había jugado unas déca-
das antes, en concreto: 4 ctJc4 fxe4 S ctJc3
En aquellos días lejanos la continuación
principal era S ... '\Wg6, después de lo cual
yo había obtenido algunas victorias me-
diante 6 d3 ib4 7 de '\Wxe4+ 8 ctJe3 Kosten
considera que esta continuación es muy
favorable para las blancas, y su variante
principal se inicia con la jugada S ... '\Wf7,
que era prácticamente desconocida en el
año 1970. Yo la conocía e incluso me ha-
bía enfrentado a ella recientemente, en un
torneo de humanos contra ordenadores,
en una partida contra Fritz. Gané aquella
partida, aunque debido a la falta de cono-
cimiento jugué la apertura con bastante
prudencia.
La variante principal de Kosten es 6 CLle3
c6! (el signo de exclamación es suyo).
Véase el diagrama siguiente
Aquí su variante principal es 7 d3 exd3 8
J\xd3 dS. Por supuesto, las blancas tienen
Pereza
una ventaja significativa en el desarrollo,
aunque las negras también han obteni-
do ciertas ventajas estratégicas. Tienen
un peón central extra, y la posición de su
dama demostrará ser bastante útil si las
negras se enrocan en el lado corto y ejer-
cen presión por la columna «f». De hecho,
queda claro rápidamente que tendrían un
juego excelente si se les conceden algu-
nos tiempos para terminar el desarrollo.
Después de ...J\d6, ... tt'le7 y ... 0-0 el rey
estaría seguro en g8, y los caballos blan-
cos mal situados. Los peones centrales
negros impiden que los caballos salten
hacia delante, y el caballo e3 bloquea al
alfil c1. Una mirada rápida al análisis de
Kosten confirmó estas conclusiones: en la
mayoría de las variantes las blancas se ven
obligadas a sacrificar una pieza mediante
tt'lexdS o tt'lc4, para impedir que las negras
enroquen. Todas estas variantes son muy
complicadas, y por ello, recordando de
nuevo el principio «NATI», decidí regresar
a la posición del último diagrama. Y de in-
mediato me hice una pregunta: ¿por qué
no pueden las blancas capturar el peón
e4? Después de 7 .!Llxe4 dS 8 CLlgS '1Wf6 9
CLlf3 de nuevo confié en la fortaleza de la
posición de las blancas. Estoy de acuerdo
en que las blancas han movido varias ve-
ces los caballos, sin embargo las negras
apenas pueden presumir de esto, ya que
ellas mismas han movido varias veces una
pieza, la dama. En lo que respecta al desa-
rrollo, ambos bandos están más o menos
equilibrados, y en la posición de las blan-
231
Pereza
cas no hay puntos débiles, de hecho no
se advierte que las negras tengan alguna
compensación por el peón. Kosten ofrece
dos variantes: 9 ... ie6, con idea de enro-
carse largo, y 9 ... á\d6 Empezando por 9 ...
ie6, Kosten da esta continuación: «10 d4
ltJ d7 11 á\d3 0-0-0
12 c3 gS 13 0-0 hS, sin miedo a 14 CLlxdS?!
ixd515 ixgS Wlg7».
Esta variante demuestra un truco típico,
aplicado con el fin de presentar una va-
riante muy dudosa como aceptable: una
jugada absolutamente irrelevante. Nadie
criticará los movimientos naturales de
desarrollo 1O d4 y 11 id3, aunque, ¿para
qué sirve 12 c3? El peón d4 no está ataca-
do, es poco probable que sea atacado, y
las blancas han liberado el caballo f3 para
no moverlo a ningún lado. Si las blancas
no hacen nada, entonces, por supuesto,
las negras finamente crearán un ataque
serio contra el flanco de rey; sin embargo,
en posiciones con enroques en flancos
opuestos la velocidad es una cuestión
esencial. El plan correcto para las blancas
es jugar c2-c4, con el fin de desarrollar rá-
pidamente el contrajuego en el centro y
en el flanco de dama.
Supongamos que las blancas comienzan
con el movimiento más obvio, 12 0-0, y las
negras responden, como en la variante de
Kosten, 12 ... gS Las blancas juegan 13 c4,
Véase el diagrama siguiente
232
Ahora las negras ya están mal:
1) 13 ... á\d614 Wla4'i!lb815 c5á\c716b4 con
peón de ventaja y un ataque muy fuerte.
Si las negras juegan 16 ... a6, entonces las
blancas pueden sacrificar inmediatamen-
te una pieza en a6 o preparar el sacrificio
mediante 17 ;gb1.
2) 13 ... g414 cxdS cxd515 ct:'les.
3) 13 ... dxc4 (relativamente, la mejor) 14
ct:'lxc4 h6 (14 ... g4 15 l2lfe5 ixc4 16 l2lxd7
;gxd7 17 ixc4 también es muy mala, por
ejemplo: 17 ... ;gxd4 18 Wb3 liJe? 19 ie3)
15 ie3 seguida de \Wa4, ;gel y l2lfe5. Las
negras tienen un peón menos por nada.
Si las negras eligen otra duodécima juga-
da, por ejemplo 12 ... id6, entonces las
blancas también pueden jugar 13 c4, y en
este caso las cosas aún son peores para las
negras, porque ahora la jugada l2lxc4 se
realizará con ganancia de tiempo.
La otra variante de Kosten empieza con 9
... á\d6, y aquí indica las jugadas 10 d4 ct:'le7
11 c4!, que realmente son las más fuertes
para las blancas. La continuación es: 11 ...
0-0 12 Wlb3 'iilh8!?
Véase el diagrama siguiente
13 á\d2!? dxc414ixc4 CLld715 0-0, y Kosten
valora esta posición como favorable para
las blancas (y por eso recomienda la ante-
rior 9 ... ie6).
La clave de la jugada 13 á\d2 es impedir
el jaque en b4, y así se amenaza ganar el
peón dS. También es posible 13 ie2 se-
guido de 0-0, y las blancas de nuevo ame-

nazan al peón dS, y además para lograr
ese objetivo solo se usan jugadas de de-
sarrollo. Por lo tanto esta variante puede
ser un poco más precisa. De nuevo no se
aprecia compensación para las negras. La
posición se asemeja a la posición de una
apertura normal como la Defensa Rusa,
con la excepción de que el peón negro «f»
ha desaparecido del tablero de una mane-
ra incomprensible.
Cuando examinamos los análisis de las
«aperturas dudosas», llamé la atención so-
bre los siguientes momentos:
1) Jugadas «inocuas» por parte del ad-
versario (es decir, del bando que se
opone a la apertura dudosa), que solo
son una pérdida de tiempo.
2) Variantes en las que el adversario
debe imaginarse que se encuentra en el
siglo XIX: colaboración del adversario
capturando todo el material que se le
entrega con un final brillante.
3) Variantes dadas si ninguna evalua-
ción.
4) Palabras codificadas.
El cuarto punto requiere alguna explica-
ción. Si el autor es un hombre honesto y
un fuerte ajedrecista, tendrá algunas du-
das sobre las variantes que ofrece, y esto
se traduce en frases que pueden ser el
equivalente ajedrecístico de la limitación
de responsabilidad de un contrato.
Después de 6 ... c6! en la variante anterior
Kosten escribe: «Dejan tranquilamente el
peón e4 abandonado a su suerte; ¿qué es
exactamente lo que las negras obtienen
Pereza
a cambio? Hablando objetivamente, muy
poco: solo una ligera ventaja en el desa-
rrollo y mucha complacencia». No sue-
na demasiado optimista para las negras,
aunque, por supuesto, al escribir un libro
el autor no puede reconocer que la aper-
tura completa es simplemente incorrecta.
Sin duda, ¡el editor no estará contento si el
manuscrito consiste en una refutación de
la apertura de diez páginas! Son análogas
frases clave como «puede atraer a un ju-
gador de estilo táctico», «ofrece posibi-
lidades tácticas» y «la posición negra no
es peor que en las variantes principales
de otras aperturas, como la Apertura
Española», ¡Depende de qué variante, su-
pongo!
Autores menos honestos no muestran
ninguna vergüenza en este tipo de asun-
tos. No se sonrojan cuando recomiendan
variantes descaradamente incorrectas.
Por supuesto, nunca las jugarían ellos mis-
mos».
He citado este fragmento bastante exten-
so del libro de John Nunn en su totalidad
porque él, en primer lugar, detalla la posi-
bilidad de utilizar el principio «NATI» en el
análisis de aperturas excéntricas, y en se-
gundo lugar, demuestra un método para
refutar u obtener una ventaja sólida con-
tra una línea de apertura de dudosa cali-
dad. Esto se corresponde por completo
con nuestro concepto de construcción de
un repertorio de aperturas, y nos permite
ver lo fácil que es que la búsqueda de un
resultado momentáneo pueda hacer que
un joven ajedrecista caiga en «bancarrota»
en la apertura.
Pasemos al siguiente tema importante.
233
 Capítulo 14
La técnica del cálculo de variantes
En la literatura de ajedrez este tema está
poco cubierto. Nos centraremos de nuevo
en la «conmutación» de Valeri Beim con
John Nunn, aunque, como ya hemos men-
cionado, se pueden encontrar respuestas
a cualquier tema de ajedrez más o menos
importante en las obras de Mark Dvorets-
ky. También resulta interesante el artículo
del gran maestro Mijaíl Krasenkov «Vagan-
do por el bosque», así como el capítulo
correspondiente en el libro de V. Chejov y
V. Komlyakov Programa de preparación de
ajedrecistas de primera categoría y candida-
tos a maestro del Deporte.
Empecemos con Valeri Beim. Al comienzo
del capítulo él recordaba al lector muy la-
cónica y concentradamente la esencia de
la teoría del cálculo de variantes de Kotov,
expuesta en los libros Piense como un Gran
Maestro y Juegue como un Gran Maestro,
publicados respectivamente en los años
1979 y1985:
«1) Cuando se inicia el cálculo de las va-
riantes, en primer lugar estamos obliga-
dos a enumerar mentalmente y registrar
con precisión todas las posibles jugadas
candidatas en la posición, a fin de no dejar
escapar ninguna posibilidad importante
más adelante.
2) Una vez determinadas y enumeradas,
comenzaremos a calcular por turno va-
riante tras variante. El orden en que se
colocan las jugadas candidatas, y por lo
tanto el cálculo de las variantes, depende-
rá del carácter y los hábitos de cada juga-
dor y de las características de la posición.
234
A algunos les gusta examinar primero las
posibilidades más difíciles, y solo después
las más fáciles, mientras que otros hacen
lo contrario.
3) Todas las variantes posibles en la posi-
ción se presentan en forma de «árbol de
cálculo».
4) La regla principal para calcular las va-
riantes es que el ajedrecista debe desarro-
llar el hábito de recorrer las ramas solo una
vez ... ¡En ningún caso debe volver a una
variante ya examinada!»
Beim continúa: «En esta cita, tras eliminar
algunas repeticiones, he concentrado y
dividido en puntos separados lo más im-
portante que expresa Kotov en los libros
mencionados, en el marco de su teoría del
cálculo de variantes. La misma teoría que
hizo que estos libros fueran tan populares.
Me atrevería a decir que el resto de lo es-
crito por él sobre este tema es pura «líri-
ca», insignificante desde un punto de vista
práctico.
Me propongo regresar repetidamente a la
cita anterior durante el transcurso de pre-
sentación del material en mi libro».
Después Beim demuestra el método de
Aleksandr Kotov con un estudio de los
famosos compositores V. y M. Platov, y da
su definición de jugada candidata: «Por lo
tanto, para empezar debemos encontrar
todas las jugadas candidatas. Sin embar-
go, es alarmante que el pionero de este
concepto realmente básico (por lo que yo
sé no existe nada que refute la prioridad
de Kotov en esta cuestión), por desgracia

nunca dijera ni una sola vez qué es exac-
tamente una jugada candidata y por qué
principio debe buscarse y seleccionarse.
Tratemos de pensarlo nosotros mismos.
Creo que la respuesta debería sonar así:
debería llamarse jugada candidata a toda
continuación de aspecto lógico que tiene lu-
gar en la posición».
En la última parte del libro, donde nos es-
peran muchas cosas interesantes, Valeri
Beim realiza unos ajustes serios a la teo-
ría del cálculo de variantes de Aleksandr
Kotov mediante ejemplos específicos. Sin
embargo, antes de continuar con el es-
tudio de este tema interesante y leer la
opinión de John Nunn, quisiera citar un
fragmento del excelente artículo de Mijaíl
Krasenkov, ya mencionado, «Vagando por
el bosque»:
«En este artículo se intenta proponer (e
ilustrar con un ejemplo) el algoritmo más
complejo del cálculo (que aunque no es
formal, es utilizado -inconscientemente-
por muchos jugadores de ajedrez en posi-
ciones confusas; el cálculo tipo «bosque»).
1. Formulación del objetivo del cálculo, es
decir, el criterio por el cual evaluaremos
las variantes calculadas, nos satisfagan o
no. Por ejemplo, puede ser la obtención
de una ventaja material decisiva; incre-
mento de la ventaja posicional; equilibrio
del juego; resistencia en una posición
mala, etc. El objetivo debe ser real, es de-
cir, basado en la evaluación de la posición
y en las consideraciones intuitivas; si hay
suficiente tiempo para calcular, es posible
incrementar el objetivo, si hay poco, debe
reducirse.
2. Buscar ideas para la obtención del obje-
tivo, seleccionando las jugadas candidatas
apropiadas y (lo más importante) determi-
nar su prioridad, o lo que es lo mismo, se-
leccionar aquellas que conduzcan al éxito
con mayor o menor probabilidad.
3. Cálculo de variantes (lo más profundo
posible) en orden de prioridad (empezando
La técnica del cálculo de variantes
por aquellas que parezcan más adecuadas
para lograr el objetivo). Al mismo tiempo,
en cada situación el orden de prioridad
del cálculo también está determinado por
la prioridad de los movimientos posibles
(en relación con el objetivo).
4. Si se encuentra una continuación que
conduzca al objetivo previsto, entonces el
resto depende de la reserva de tiempo: si
no es suficiente, la parte principal del cál-
culo se puede completar con ese tiempo
(seguiría siendo necesaria la «comproba-
ción de Blumenfeld»). Si todavía hay una
reserva de tiempo, se puede especificar
(aumentar) el objetivo, afinar el conjunto
de jugadas candidatas aún no considera-
das y continuar el cálculo; si no se alcanza
un nuevo objetivo, detenerse en la conti-
nuación encontrada.
5. Si como resultado del cálculo no se
encuentra un camino que conduzca al ob-
jetivo, las acciones posteriores deberían
depender de lo que marque el reloj. Si no
hay tiempo suficiente, debe reducirse el
objetivo, ajustar el conjunto de jugadas
candidatas y continuar el cálculo. En este
caso, con frecuencia una de las variantes
examinadas ya satisface el nuevo objetivo,
o bien es relativamente sencillo encontrar
una continuación apropiada. Lo único: no
puede hacer una jugada «a ojo», sin cálcu-
lo.
6. Si todavía hay mucho tiempo, y la intui-
ción sugiere que el objetivo debe lograrse
(un ajedrecista cualificado debe confiar
más en su intuición, debido a la cantidad
de conocimiento ajedrecístico que acu-
mula), entonces es posible (y necesario)
realizar conscientemente una «repetición»
del cálculo de algunas variantes. Para ha-
cer esto, es necesario encontrar nuevas
ideas para el logro del objetivo. De acuer-
do con esto se buscan nuevas jugadas
candidatas y variantes candidatas. Expli-
caré en qué consiste. Durante la primera
etapa, en muchas de las continuaciones
ya se encuentran las respuestas únicas o
más fuertes del adversario, una serie de
235
 La técnica del cálculo de variantes
jugadas forzadas. Con frecuencia una nue-
va idea, una jugada candidata, no se en-
cuentra en la posición inicial, y junto con
ella una «variante candidata». Tras esto co-
mienza el cálculo de nuevas posibilidades
(punto 3), una segunda etapa del cálculo
(y aunque sea raro, sucede, a veces este
ciclo tiene lugar por tercera vez).
En términos generales, la repetición del
cálculo es un defecto, por lo que es con-
veniente para alcanzar el objetivo abarcar
tanto como sea posible todas las ideas en
la primera etapa del cálculo. Sin embargo,
como vimos anteriormente, esto no siem-
pre es posible.
7. Puede ocurrir que en el momento del
cálculo aparezca una nueva idea, una ju-
gada candidata, que no está relacionada
con esa variante. En ese caso es necesario
determinar su prioridad, sin embargo no
proceda a su consideración hasta que se
complete el cálculo de la variante que está
realizando en ese momento. Una excep-
ción puede ser el caso en que es comple-
tamente obvio que la nueva idea es mejor
que la continuación que está consideran-
do (aunque lo sea solamente en la priori-
dad).
8. Una de las mayores deficiencias en el
pensamiento de muchos jugadores es la
«ceguera ajedrecística», pasar por alto una
respuesta elemental del adversario en 1
o 2 jugadas. Para combatir este mal en el
cálculo de variantes existe ((/a regla de 8/u-
menfeld» (de la que también habla Kotov):
habiendo terminado el cálculo y tomada
una decisión, es necesario hacer una pau-
sa (anotar la jugada en la planilla) y obser-
var la posición con la ((mirada de un prin-
cipiante»: ¿no será la jugada planeada un
grave descuido, que lleva a una catástrofe
inmediata? Solo después de asegurarse de
que no hay un error grave, se puede ha-
cer la jugada. Si se detecta un error, debe
continuarse el cálculo de variantes. En
ese caso, por regla general, es necesario
reducir el objetivo del cálculo, tender a la
. simplificación, ya que la detección de un
236
descuido grave indica que el jugador no
está en condiciones de llevar a cabo una
lucha compleja».
Como entrenador profesional me gusta
todo lo escrito por Mijaíl Krasenkov. El tér-
mino «variante candidata» no lo he encon-
trado en ningún otro lado. Después da un
ejemplo excelente tomado de su propia
práctica, que mostraremos un poco más
adelante. Todo esto fue escrito, con toda
probabilidad, en el glorioso tiempo ante-
rior a los ordenadores, cuando te daban 2
horas y media de reflexión para 40 juga-
das, y después la partida se aplazaba. Todo
lo que se expone en el artículo está escrito
en un lenguaje académico competente, y
para llegar al fondo del asunto, debes pen-
sar casi en cada frase. Si Krasenkov hubiera
escrito un pequeño libro sobre este tema
y explicado cada uno de los ocho puntos
con ejemplos específicos, sin duda hubie-
se sido un buen libro. Desafortunadamen-
te, ahora la gente no lee muchos libros en
papel, pocas personas quieren reflexionar
durante mucho tiempo para llegar al fon-
do de la cuestión, mientras que con el so-
porte electrónico lo hacen rápidamente.
Como se suele decir, por un oído entra y
por el otro sale. Desde luego, en esencia,
los pensamientos de Krasenkov se hacen
eco de los pensamientos de Nunn y Beim,
solo que los dos últimos se expresan de
forma más clara y accesible, con nuevos
términos que permanecen en la memoria,
tales como «NATI», «movimiento resultan-
te», «ranking de jugadas candidatas», «es-
caneo rápido».
El tema (<NATI» ya lo hemos desarrollado,
pasemos a los siguientes términos. Dice
Nunn:
<<Autores modernos, como Tisdall en el
libro /mprove your chess now, exponen ar-
gumentos a favor y en contra de las reco-
mendaciones de Kotov, no obstante mi ta-
rea es dar consejos prácticos, no participar

en discusiones académicas.
Surgen varios problemas como resultado
del uso del método de Kotov. El más ob-
vio es que el método puede resultar ex-
tremadamente ineficaz. Supongamos que
en una posición estándar donde surge un
familiar golpe táctico sobre la casilla h7
analiza la posible continuación 1 .ixh7+
i>xh7 2lLlg5+ Hay dos defensas: 2 ... i>g6
y 2 ... i>gB Usted empieza a estudiar 2 ...
i>g6; esta continuación es muy confusa;
sin embargo/ después de veinte minutos
de reflexión llega a la conclusión de que
las blancas tienen ventaja. Entonces em-
pieza a examinar 2 ... i>g8 En un par de
minutos resulta evidente que esta juga-
da refuta el sacrificio. Como resultado del
enfoque inflexible de Kotov ha gastado
20 minutos de tiempo solo porque tuvo
la desgracia de comenzar el análisis con
la jugada errónea. Era más racional pasar
algunos minutos revisando cada una de
las dos alternativas. Es muy probable que
encontrara que una de ellas refuta el sacri-
ficio/ por lo tanto la jugada 1.ixh7+ debía
ser descartada».
Ahora veamos los comentarios de Valeri
Beim/ en el análisis de la partida:
POSICIÓN 56
Boris Spassky- Mijaíl Tahl
Montreal1979
La técnica del cálculo de variantes
«Las negras asestaron un golpe obvio: 20
.. •.ixh2+
Es difícil imaginar que a Tahl se le escapa-
ra semejante posibilidad. Es probable que
Spassky en algún momento fuera dema-
siado sutil y no revisara algo/ para admitir
conscientemente este movimiento.
21 i>xh2
Hemos llegado al momento del juego
que nos interesa. En la posición creada las
negras tienen dos jugadas candidatas: el
jaque con caballo en g4 o con la torre en
hS. Supongamos que las negras inician
el cálculo con la jugada de caballo. Para
esto/ dicho sea de paso/ hay una razón por
la que precisamente este jaque es típico
para este tipo de combinación: ¡no siem-
pre la torre está situada en la quinta fila!
Así pues/ 21 ... tL'lg4+ 22 mg3
El asunto está en esta jugada. En caso de
retirada del rey a g 1/ tras la respuesta 22 ...
~hS surge la misma posición que sucede-
rá más tarde en la partida. Aunque en este
caso las negras están ante un dilema: 0 1 si-
guiendo las recomendaciones categóricas
de Kotov/ empiezan a analizar variantes
bastantes complicadas (incluso a primera
vista) después de 22 ... ~gS 23 f4 tL'le3+ 24
fxgS/ o bien/ registran (un término útil) en
su conocimiento esta variante como com-
pleja y por ahora poco clara/ la dejan a un
lado de momento/ y se ocupan de la se-
gunda jugada candidata. De repente todo
resulta más sencillo ...
21 ... gh5+
237
La técnica del cálculo de variantes
Así es.
22@g1
En caso de 22 ~g3 decide 22 ... tt'le4+ 23
!xe4 Wfh4+ 24 ~f3 Wxe4+ 25 ~g3 Wfh4++
22 ... éL\g4! Las blancas abandonaron a
causa de la variante 23 !%e 1 l%h 1+ 24 ~xh 1
Wfh4+ 25 ~g 1 Wfh2+ 26 ~f1 Wxg2++
Como hemos visto, la tarea de las negras
resultó ser muy simple.
Ahora está claro sobre qué momento
importante de la técnica del cálculo se
discutía un poco antes. Esta es la reco-
mendación, o hablando estrictamente,
la regla: si en el proceso de cálculo de las
jugadas candidatas se advierte que una
de ellas conduce a consecuencias compli-
cadas y difíciles de predecir, entonces sería
más prudente posponer temporalmente su
cálculo y verificar otras continuaciones. Si
entre ellas se encuentra algo convenien-
te (como en el ejemplo que acabamos de
considerar), entonces hay que conservar
fuerzas y tiempo, que serán útiles en el
juego posterior. Sin embargo, si el análisis
de las otras jugadas candidatas no aporta
nada, entonces será posible encargarse de
la continuación pospuesta, aunque ahora
hay que concentrarse solo en ella, sin dis-
traerse. Los beneficios prácticos de este
enfoque son evidentes».
Se sobreentiende más o menos los mismo
en los puntos 1 y 2 del artículo de Mijaíl
Krasenkov, y si bien John Nunn y en espe-
cial Valeri Beim lo tienen todo claramente
238
formulado y reforzado con ejemplos, los
profundos (sin rastro de ironía) pensa-
mientos de Krasenkov en estos puntos de
su artículo te envuelven agradablemente,
aunque no queden fijados en la memo-
ria. En cambio, el punto 1 del artículo de
Krasenkov: Formulación del objetivo del
cálculo es bastante comparable con la
idea del capítulo del libro de Beim «An-
tes de comenzar el cálculo», dedicado al
análisis lógico. Analizando un estudio de
F. Prokov (1925), ofrece esta conclusión:
«La conclusión más importante es: sin un
análisis lógico preliminar de la situación es
incorrecto comenzar un cálculo inmediato.
Esto conduce a la confusión y, por lo tanto, a
la pérdida de tiempo y de fuerzas en un tra-
bajo innecesario)).
Y aquí está lo que John Nunn escribe so-
bre esto:
«Por supuesto, el árbol de variantes es una
herramienta técnica útil en posiciones tác-
ticas, sin embargo debe usarse de manera
flexible y complementado con otros tipos
de pensamiento ajedrecístico. Es necesa-
rio observar un equilibrio entre el segui-
miento inquebrantable de los principios
de Kotov y los saltos demasiado frecuen-
tes de una variante a otra.
Por lo general, prefiero un «escaneo rá-
pido»: estudio brevemente todas las va-
riantes importantes para determinar cuál
de ellas se puede calcular rápidamente.
Si tengo suerte, esto será suficiente para
para terminar con éxito el análisis; si no
es así, al menos descubrirás dónde está la
parte más confusa».
Pasemos al ejemplo del libro de Valeri
Beim: «El siguiente fragmento de parti-
da es interesante no solo como ejemplo
de partida clásica, sino también como un
ejemplo poco conocido de comentarios
de categoría, tomados del excelente li-
bro de Mijaíl M. Botvinnik Match-Revansh

Aliojin-Eive 20 • Este libro se publicó el año
1939 con una tirada de 5000 ejemplares
(solo en lengua rusa) y ha sido reeditado
recientemente también con una tirada
muy pequeña.
POS!CIONSl
A. Alekhine- Max Euwe
La Haya 1937 {m/1 O)
Esta posición surgió como resultado de
un grave error de las negras. En el movi-
miento precedente jugaron 22 ... Eí:d8-e8?,
hurtando ellas mismas a su caballo la úl-
tima casilla disponible para su retirada,
y otorgando al adversario un motivo de
combinación. En un esfuerzo por realizar
este motivo, Alekhine respondió:
23 g4?
La mayoría de los comentaristas colocaron
un signo de admiración a la jugada 23 de
las blancas, y solo Botvinnik indicó ... ¡que
era un error! También señaló correctamen-
te que era insuficiente la preparatoria 23
mh2. A esto sigue 23 ... h6 24 g3 W!h5 25
g41Mlh4, y ahora el intento de ganar mate-
rial 26 tt'lf3?!, después de 26 ... tt'lxg4+ 27
mg2 Wfh5 28 hg W!xg4+ 29 mh 1 Wfh5+ 30
tt'lh21Mfxe2 31 Eí:xe2 tDxc4,11eva a una posi-
ción mejor para las negras.
Después Botvinnik da un ejemplo clásico
de razonamiento lógico, que debe prece-
20 Nota del Traductor. Su traducción en castellano
sería Match revancha Alekhine-Euwe.
La técnica del cálculo de variantes
der a la búsqueda y selección de las juga-
das candidatas. No hay que añadir nada
a este razonamiento, solo es necesario
aprender la metodología utilizada en él.
Solo quiero decir una cosa: tal razona-
miento lógico solo puede llevarse a cabo
tras un examen exhaustivo de la posición
y la identificación de todos sus detalles.
A menudo sucede que algunos detalles
insignificantes repentinamente parecen
importantes. En ese caso, es imposible sa-
ber de antemano si esos detalles son tan
importantes. Por eso la revisión preliminar
debe ser muy cuidadosa.
Y ahora, por fin, cito a Botvinnik: «Se pue-
de encontrar la jugada correcta sobre la
base de las siguientes consideraciones.
Para atrapar a la dama negra en h4, el peón
blanco «g» debe estar en g4, el caballo
blanco en f3, y el peón blanco h3 defendi-
do. Es fácil ver que si las blancas hubieran
jugado 23 Wf1 !!, entonces Euwe podría
haber depuesto las armas tranquilamente.
La ventaja de esta jugada consiste en que
en caso de 23 ... h6 (no se puede encon-
trar nada mejor) 24 g3 1Mlh5 25 g4 Wlh4 26
tt'lf3 las blancas ganaban un tiempo, y la
dama negra está atrapada». Además Bot-
vinnik dice que numerosos comentaristas,
incluidos los mismos Alekhine y Euwe {!),
no indicaron la jugada 231Mlf1 !!
Regresemos a 23 g4
En la partida las negras no encontraron la
réplica correcta a este golpe erróneo de
apariencia terrible, que consistía, como
239
La técnica del cálculo de variantes
indicó Botvinnik, en la respuesta 23 ... h6
(es mala 23 ... 1Wxh3? 24 E':d3 1Wh4 25 'tt>g2
l2Jxg4 26 l2Jxg4! l2Jxc4 27 E':h3 \Wd8 28
E':ehl \Wd5+ 29 f3 con ataque decisivo de
las blancas) 24 'tt>g2 l2Jh7 25 f4 Vlie7, y el
juego es poco claro. En cambio, las negras
cometieron otro error grave: 23 ... l2Jc6?
Tras esto las blancas ganaron una pieza, y
con ello la partida:
24 ~g2 éL'lxeS 25 dxeS éL'lhS 26 gxhS E:xc4
27 1Mff3 E:f8 28 h6 fS 29 \Wg3 \Wxg3+ 30 fxg3
E:fc8 31 hxg7 E:c2+ 32 ~f3 E:2c3+ 33 .!e3
E:xa3 34 E:d7 E:c4 35 ~f2 E:c2+ 36 E:e2 E:aa2
37 E:xc2 E:xc2+ 38 ~f3 aS 39 .!h6 E:c8 40 E:a7
Las negras abandonaron.
Así, ahora ya nos parece más obvia la ne-
cesidad de un análisis lógico que preceda
al cálculo de variantes. Este análisis no solo
nos permite determinar los detalles más
importantes de la posición y la dirección
del cálculo, sino que además con su ayuda
también podemos elaborar el ranking de
las jugadas candidatas, lo que nuevamen-
te mejorará la calidad del cálculo.
Explicaré lo dicho. Después de inspeccio-
nar la posición, cuando sacamos conclu-
siones sobre las posibilidades de ambas
partes, empiezan a aclararse las priorida-
des de la posición y los objetivos/ 1 y qué
debe buscarse de acuerdo con las exigen-
cias de la posición. El conocimiento de es-
tos objetivos permite no solo determinar
las jugadas candidatas, descartar lo inútil
y enfocar toda la atención en lo necesario,
sino también descubrir el orden de cálculo
más práctico, que permita al jugador eco-
nomizar tiempo y energía para la lucha
posterior>>.
Ahora me gustaría recordar la cita de
Dvoretsky relativa a la evaluación de la
posición, y en consecuencia al análisis ló-
gico: «En algunos libros se puede leer que
el proceso de evaluación de la posición
consiste en aislar y ponderar todos los
factores posicionales que actúan en ella.
¡Tonterías! De hecho, la mayor parte de
21 Nota del Autor. Recordar a Krasenkov.
240
este trabajo se realiza subconscientemen-
te. El arte de la valoración es la capacidad
de comprender la esencia de una posición:
identificar el problema más importante
(posicional o táctico), que debe ser resuelto,
sentir la dirección correcta de nuestra bús-
queda, percibir la conveniencia o inconve-
niencia de una operación. Está claro que
una intuición bien desarrollada contribu-
ye a la velocidad y corrección de nuestra
percepción».
Botvinnik describió la esencia de la posi-
ción en una frase: «Para atrapar a la dama
negra en h4, el peón blanco «g» debe es-
tar en g4, el caballo blanco en f3, y el peón
blanco h3 defendido ... ».
¡Eso es todo! Y luego, si es un jugador de
ajedrez, piense cómo lograrlo y si puede
hacerlo. Solo un ordenador puede encon-
trar la jugada 23 Viifl !!, mediante el uso de
la fuerza bruta en la búsqueda de varian-
tes.
Esta posición fue propuesta para su solu-
ción a los jóvenes ajedrecistas del depar-
tamento de ajedrez del centro educativo
«Sirius». Boris Ofitserian encontró la solu-
ción en 5 minutos gracias a las habilidades
adquiridas en su trabajo conjunto con el
gran maestro Sakaev. Como me dijo, se
hizo a sí mismo la pregunta: «¿Qué piezas
blancas realizan una carga de trabajo insu-
ficiente y cómo debe mejorarse su ubica-
ción?». La respuesta vino a mi mente rápi-
damente, «la dama», y después encontré
la jugada 23 Viifl!
Continuemos el razonamiento de Beim
sobre la necesidad de un análisis lógico
previo al inicio del cálculo: «A menudo di-
cho análisis permite identificar las jugadas
candidatas, dirigidas no solo al fortaleci-
miento de la posición o a la preparación de
las acciones planeadas, sino a la obtención
de manera inmediata y directa del objetivo
deseado. Por supuesto, debe considerarse

que tales jugadas tienen «signos espe-
cialmente brillantes». Entre las jugadas
candidatas de este tipo también deben
incluirse los movimientos que conduz-
can inmediatamente a un choque direc-
to entre las fuerzas de ambos bandos, en
otras palabras, dirigidas a un desarrollo de
los acontecimientos más forzado. La lógica
sugiere que la probabilidad de encontrar
una solución exitosa entre los movimien-
tos de este tipo debería ser mucho mayor
que en el resto de jugadas candidatas, por
lo tanto deben considerarse en primer lugar.
Es bastante probable que después de em-
pezar el cálculo en ese orden, encontre-
mos de inmediato (o muy rápidamente)
una solución convincente, y por lo tanto
desaparecerá la necesidad de un cálculo
posterior. En esto consiste la importancia
práctica de realizar en un orden correcto
el cálculo de las jugadas candidatas: por-
que la lucha continúa después de un cál-
culo realizado con éxito, y el tiempo y las
fuerzas ahorrados serán muy útiles en el
juego posterior. Sin embargo, si la primera
jugada candidata, planificada según este
método, no nos satisface, entonces debe-
mos proceder a considerar el segundo de
tales movimientos, y así sucesivamente.
Tarde o temprano, inevitablemente «dare-
mos en la diana».
Ahora vamos a comparar este argumento
con el consejo de Kotov: «El orden en que
deben ordenarse las jugadas candidatas, y
por lo tanto, la consideración de las varian-
tes, depende de la naturaleza y hábitos de
cada jugador y de las características de
la posición. A algunos les gusta examinar
primero las posibilidades más difíciles, y
solo después las más fáciles, mientras que
otros hacen lo contrario».
Acabamos de conocer el «término ran-
king» de las jugadas candidatas, según
dice Beim, y hemos hablado sobre la nece-
sidad de un análisis lógico de la posición
previo al inicio del cálculo. Y si «ranking»
La técnica del cálculo de variantes
es un término más o menos comprensible,
que se inicia considerando jaques, captu-
ras o amenazas directas, sobre el análisis
lógico me gustaría añadir algo: el ajedre-
cista debe ocuparse del cálculo de varian-
tes con cada jugada, mientras que un aná-
lisis lógico en profundidad debe realizarse
en momentos importantes y cruciales del
juego, lo que los ajedrecistas denominan
momentos «críticos». Aquí ya nos acer-
camos a los libros mencionados de losif
Dorfman, no obstante discutiremos sobre
ellos un poco más tarde. Por eso, mientras
que la profundidad en el análisis lógico del
ajedrecista durante el juego es poco fre-
cuente, el «escaneo rápido» de John Nunn
se puede hacer mucho más a menudo.
Ahora, cuando ya hemos visto el exce-
lente ejemplo de análisis lógico de Mijaíl
Botvinnik, recordado los comentarios de
Mark Dvoretsky sobre la evaluación de la
posición, y descifrado el ranking de juga-
das candidatas según Valeri Beim, es hora
de citar el ejemplo prometido de la obra
de Krasenkov, que culmina su interesante
artículo:
POSICIÓN 58
Lagunov- Mijaíl Krasenkov
Dnepropetrovsk 1985
«La desafortunada posición de las piezas
blancas y la debilidad de la primera fila
241
La técnica del cálculo de variantes
indicaban a las negras que era necesario
buscar una victoria forzada, es decir, una
amplia ganancia de material (el objetivo
del cálculo). La idea es combinar el ata-
que al alfil con la amenaza de invasión
por la primera fila. Se estableció el orden
de prioridad de las jugadas candidatas: 1)
23 ... \Wdl; 2) 23 ... \Wb4; 3) 23 ... \Wa4; 4) 23
... \Wg4; S) 23 ... \!Mes, y se inició la primera
etapa del cálculo.
1) 23 ... \Wdl 24 <i>fl;
1a) 24 ... \Wg4 2S ~d2 \Wc4+ 26 \We2, y no
hay nada;
1b) 24 ... \WhS 2S ~d2;
1bl) 2S ... \Wxh2 26 f3! \Whl+ 27 <i>f2 \Wh4+
28 <i>f11Wc4+29 \We2;
1b2) 2S ... \Wbs + 26 <i>gl \Wxb2 27 ~e3
1Wc3 28 Wffl o 27 ... \Wb4 28 \Wcl :1%c7 29
Wfdl;
1e) 24 ... \Wa4 2S ~d2 \WbS+ 26 <i>gl Ver
7b2).
En estas variantes las negras solo ganan
un segundo peón; no se alcanza el obje-
tivo.
2) 23 ... \Wb4 24 \Wcl \!Mes (24 ... :1%c7 2S
\Wdl) 2S ~c2 :1%c7 26 \Wd2! f6 27 ~b3! o 27
~f4!, y las negras no logran nada.
3) 23 ... 1Wa4 24 ~d2 (pero no 24 b3? \!MaS),
y no se ve nada.
4) 23 ... \Wg4 24 ~d2.
S) 23 ... \!Mes 24 ~e3 En las dos últimas va-
riantes las posibilidades de las negras se
agotan claramente.
Así, la primera etapa del cálculo no me
proporcionó la solución deseada. Si ahora
las negras carecieran de tiempo, deberían
ajustar el objetivo (por ejemplo, buscar la
ganancia de un segundo peón en las me-
jores condiciones). Por cierto, entonces en
el análisis realizado ya tendríamos la juga-
da candidata.
6) 23 ... \Wxb2 (que claramente no respon-
de al objetivo máximo inicial), y las negras
tendrían que elegir entre 1bl ), 1b2) y 6).
Sin embargo, por fortuna, había tiem-
po suficiente (en el torneo se aplicaba el
«bueno y viejo» control de 2 horas y me-
dia en 40 jugadas), y las negras decidieron
242
buscar ideas nuevas. Surgió la idea de si-
tuar la dama detrás de la torre; tras esto es
necesario impedir la jugada ~bl-c2, que
defiende el punto dl. Aparecieron otras
jugadas candidatas:
A 1) 23 ... \Wdl 24 <i>fl \Wa4 2S ~d2 :1%d6;
A2 2S ... :1%dS;
A3) 2S ... :1%d4;
81) 23 ... \Wa4 24 ~d2 :1%d6;
82) 24 ... :1%dS;
83) 24 ... :1%d4;
Cl) 23 ... \Wdl 24 <i>fl \WhS 2S ~d2 \WbS+
26 ~gl :1%d6;
C2) 26 ... :1%dS;
C3) 26 ... :l%d4 (en todos los casos con la
amenaza \Wd7).
Las tres primeras las descarté rápidamen-
te debido a 26 \We2, y las tres últimas a
causa de 27 ~c3, mientras que en el resto
de los casos encontré:
81) 23 ... \Wa4 24 ~d2 :1%d6 2S \We2! (2S
~fl? \WbS+ 26 \We2 \Wxb2 27 ~d3 \Wd4)
2S ... \Wd7 26 ~el o 2S ... \Wa6 26 \Wel (es
peor 26 \We3 \Wb6!), con intención de ~c3
y ~c2, defendiendo todo.
82) 24 ... :1%ds 2S ~e4! y después 26 ~f3, ya
que no vale 2S ... :!%eS? 26 ~xh7+.
83) 24 ... :l%d4 2S \We2 (es peor 2S ~fl
\WbS+ 26 \We2 \Wxb2 27 ~d3 \Wxa2) 2S ...
\Wd7 26 ~el o 2S ... 1Wa6 26 \We3!
En todas las variantes no se advierte cómo
pueden las negras obtener la victoria. Por
lo tanto, la segunda etapa del cálculo tam-
bién terminó sin resultados.
Así pues, ¿había que «virar» el cálculo, re-
nunciar al objetivo máximo? Aun así, deci-
dí buscar más. Y no fue en vano. Como un
rayo, un pensamiento pasó por mi cabeza.
23 ... '1Wa4 24 .id2 E!:d6 25 Wfe2 '1Wd4!!
Véase el diagrama siguiente
Desde luego, la idea de regresar con la
dama no es nada evidente. Creo que es
imposible encontrarla sin calcular previa-
mente numerosas variantes, sin adentrar-
se en la jungla de los diversos ataques y
defensas. A cambio el cálculo posterior
 La técnica del cálculo de variantes

(¡ya en la tercera etapa!) es sencillo. Con la

dama blanca situada en e2 la penetración
de la dama negra en dl decide: 26 ~el
Widl 27 \We4 fS o 26 Wibs [1d8 27 ~el \Wdl
28 \Was b6.
Todo el cálculo de las tres etapas (junto
con la comprobación) duró exactamente
una hora. En la partida, después de 23 ...
\Wa4! 24 .id2 E!:d6!, el ajedrecista de No-
vosibirsk, por desgracia, jugó 25 Wf1(?) y
después de 25 ... \Wb5+ se rindió. Lástima,
la idea principal de las negras se quedó
entre bambalinas ... ».

¡Un ejemplo maravilloso, un artículo exce-

lente y una partida brillante de Mijaíl Kra-
senkov! La maniobra de ida y vuelta de la
dama negra causa una fuerte impresión.
¡Bravo!

Ahora pasemos al estudio de otro térmi-

no interesante, que los especialistas en la
teoría del cálculo de variantes mencionan
casualmente, y que solo Valeri Beim, en mi
opinión, ha conseguido aislarlo como un
fenómeno independiente y darle una de-
finición.

243
 Capítulo 15
Movimientos resultantes
Recordemos el punto 7 del artículo de Kra-
senkov: «Puede ocurrir que en el momento
del cálculo aparezca una nueva idea, una
jugada candidata, que no está relacionada
con esa variante. En ese caso es necesario
determinar su prioridad, sin embargo no
proceda a su consideración hasta que se
complete el cálculo de la variante que rea-
liza en ese momento. Una excepción pue-
de ser el caso en que es completamente
obvio que la nueva idea es mejor que la
continuación que está considerando (aun-
que lo sea solamente en la prioridad)».
Al comienzo del artículo de Mijaíl Kra-
senkov y en el libro de John Nunn, en el
capítulo correspondiente, hay dos ejem-
plos casi idénticos. Empecemos dando la
palabra a Krasenkov:
POSICIÓN 59
Con el Hugh O'Donel Alexander-
E.T. Marshall
Cambridge 1928
244
«Tras calcular la variante 1 Eí:f4 exf4 2 gxf4,
donde las negras responden 2 ... dxc4, para
controlar la casilla g1, llegamos a la idea
de saltar primero con el caballo: 1 ltJdS o 1
lt:la4! (y después 2 Eí:f4). La jugada 1 ctJa4 es
el camino más corto hacia la victoria. Pero
sin el cálculo (aunque sea elemental) de la
variante con 1 Eí:f4 no se advierte por qué
razón debe incluirse en el número de ju-
gadas candidatas».
Ahora John Nunn:
POSICIÓN 60
Gennadi Kuzmín- Evgeny
Sveshnikov
Moscú 1973
«La posición parece especialmente prepa-
rada para el doble sacrificio de los alfiles
en h7 y g7. El único problema es que esta
idea todavía no funciona: 16 ~xh7+ i>xh7
17 1Wh5+ i>g8 18 ~xg7 i>xg7 19 \Wg4+
i>h7 20 Eí:f3 (por supuesto, las blancas
 Movimientos resultantes

pueden dar jaque continuo) 20 ... lLlxf4 21

:gxf4 fS, repeliendo el ataque. Para encon-
trar el camino hacia la victoria las blancas
deben definir el recurso que permite a su
adversario refutar el sacrificio (aquí es la
posibilidad de capturar en f4 con el ca-
ballo), y te haces la pregunta: «¿Qué pasa
si ... ?». En este caso la pregunta sonará así:
«¿Qué pasa si consigo desviar al caballo de
dS?». Entonces la solución resulta eviden-
te:
16 etJ b6! etJ xb6
Tampoco ayuda a las negras la retirada de
la torre. Por ejemplo: 16 ... :gbs 17 lLlxdS
cxdS 18 ~xh7+ <J?xh7 19 WhS+ <J?gs 20
~xg7 WxcS+ 21 rJih1 <J?xg7 22 \Wg4+ rJih8
23 :gf3 Wc2 24 fS! WxfS 2S :gxfS exfS 26
Wh3+ (si las negras hubiesen jugado 16 ...
:ga7, entonces aquí seguiría 26 Wd4+) se-
guido de Wg3+, y cae la torre b8.
17 .ixh7+ ~xh7 18 W/hS+ @gs 19 .ixg7
@xg7 20 W/g4+ @h7 21 l'!f3 Las negras
abandonaron.
Nunca encontrará una jugada como 16
lLlb6! con el método del árbol de variantes
(a menos que sea un ordenador), porque
si no la consideramos parte de una ope-
ración táctica, entonces no tiene ningún
sentido en absoluto, y por lo tanto no en-
trará en nuestra lista de «jugadas candida-
tas».
Es el turno de Valeri Beim. Primero ofrece-
mos su respuesta a la pregunta:
¿no sería posible en nuestros ejemplos ac-
ceder a las jugadas 1 éDa4! y 16 etJb6! con
la ayuda de la lógica, sin, como dice él,
ningún razonamiento «exótico»? El autor
analiza este estudio de A. Troitsky, del año
1924, que empieza con la jugada 1 dS!:
de variantes. Por otro lado, el contenido
estratégico de los estudios, por lo gene-
ral, es bastante sencillo y comprensible.
En nuestro caso el objetivo es extremada-
mente obvio: transformar en dama el peón
a. En este sentido las negras solo pueden
detenerlo con el caballo. Tenga en cuenta
una cosa: la esencia de la posición es tan
simple que la única jugada candidata ló-
gica es 1 aS. Las jugadas de rey no tienen
sentido; tampoco está claro a dónde debe
ir el alfil (sus maniobras, por lo ya expues-
to, deben subordinarse a las acciones del
caballo negro).
1 aS Los acontecimientos se desarrollan de
la siguiente manera: 1 ... etJf6 2 a6 etJdS 3
a7 (3 ~d6ltlb6; 3 ~cslLlc?) 3 ... etJc7 4.id6
liJas s @g2 @g6 6 @f3 @f6 7 @f4 @e6 8
.ib4 éDc7, y las negras obtienen las tablas
sin dificultades.
1 dS! Ahora todo "funciona" para las blan-
cas. 1 ... cxdS 2 aS étJf6 3 a6 éDe8 (a 3 ... lLld7
sigue 4 ~eS) 4 .id6!, y el peón no puede
ser detenido.

Véase el diagrama siguiente

«Por un lado, resolver un estudio es un

asunto difícil, porque en los estudios solo
existe una solución, cuyo descubrimiento
requiere una gran precisión en el cálculo

245
Movimientos resultantes
Entonces, ¿qué conclusiones se pueden
extraer ahora? No vamos a seguir adelante
y limitarnos a confirmar que, de hecho, la
jugada clave del estudio fue encontrada,
como en la partida Flohr - Geller, no so-
bre la base de una revisión de la posición,
sino como resultado del cálculo de las ju-
gadas candidatas (en este caso, una). Es
cierto que aquí hay un matiz interesante
e importante para nuestro razonamiento.
Un escéptico meticuloso diría:"Bueno, con
respecto a la partida anterior, esta teoría
es correcta. ¿Pero no es más simple en el
estudio? ¿No se podía llegar a la jugada 1
d5! sin ningún razonamiento exótico, solo
con la ayuda de una lógica simple? a) el
peón solo puede ser detenido por el caba-
llo; b) el caballo solo se pone en marcha
a través de f6, y después es obvio que se
dirige a la casilla central polivalente d5; e)
por lo tanto, ¡debemos arrebatarle esa po-
sibilidad!': No hay duda de que la pregun-
ta es relevante.
La respuesta puede ser: el razonamiento
lógico anterior, de hecho, es la expresión
verbal de las variantes que hemos exami-
nado (la cursiva es mía). Su sencillez per-
mite hacertales argumentos sin dificultad,
aunque la esencia de esto no cambia, las
variantes siguen siendo variantes. Por eso
declaro lo siguiente: en las situaciones más
simples las jugadas clave de un tipo parti-
cular (cuya denominación será dada más
tarde) se pueden encontrar no solo como
resultado del cálculo de las consecuencias
de las jugadas candidatas, sino también
mediante el razonamiento lógico».
Antes de pasar al ejemplo principal del
artículo, explicaremos el sentido de la in-
troducción realizada. Leamos lo que dice
Valeri Beim:
246
POS/C/ÓN67
Eduard Gufeld - Janis Klovans
Moscú 1966
«La partida se aplazó, y tras la reanudación
se llegó de una manera forzada a la posi-
ción del diagrama que, por supuesto, fue
examinada detalladamente en el análisis
casero. El estudio de las jugadas candida-
tas dio estos resultados:
a) 43 fí:f7+?? ct?gs 44 E1.d1? E1.cg3+ 45 ct?fl
E!.g 1+ 46 ct?e2 E1.h2+, y las negras ganan;
b) 43 E!.gd 1? E1.cg3+ 44 ct?fl E!.g 1+ 45 ct?e2
E1.h2+ 46 ct?f3 E1.h3+ 47 ct?e4 E1.h4+ 48 ct?f3
E1.h3+ 49 ct?e2 E1.h2+ con tablas;
e) Parece que lo mejor es 43 E1.d8+ ct?e7
44 E!. eS+ ct?d6 45 E!.d 1+ ii.d4 46 ct?fl 2%h5, y
las blancas deberían sacar provecho poco
a poco de su ventaja material, aunque no
sin dificultades.
Sin embargo, en el transcurso posterior de
la partida tuvo una influencia decisiva el
hecho de que la partida se jugaba en un
campeonato por equipos, y Gufeld tuvo
la suerte de estar en el mismo equipo que
Geller. El jugador de Odesa encontró una
solución espectacular al problema de las
molestas torres negras:
43 if4!!
No es difícil imaginar en qué condiciones
dejó a las negras este golpe, ¡porque man-
dó a la basura todo el análisis casero! Si-
guió:
43 ... 2%hd3
La fuerza y la esencia de la jugada de las

blancas se revela en la variantes 43 ... exf4
44 f:\d8+ r:!!Je7 45 f:\e8+ r:!!Jd6 46 f:\dl + E\hd3
47 E\xd3+ E\xd3 48 f:\d8+ y 43 ... ~xgl 44
f:\f7+ r:!!Jg8 45 E\e7 ~es 46 f:\e8+ ~f8 47
~dS+
44 ~xd3 ~xd3 45 ~h1
45 ... cJJe7
Quizás porque Janis Klovans quedó con-
mocionado por la jugada 43 de las blan-
cas, o bien debido a la falta de tiempo, en
todo caso el efecto es evidente. Las negras
perdían inmediatamente después de 45 ...
~d4 46 E\h8+ r:!!Je7 47 ~h6! Sin embargo,
la obligada 45 ... r:!!Jg8 conservaba la posi-
bilidad de una resistencia prolongada. Y
aunque después de 46 ~el finalmente las
blancas deberían ganar, al menos el juego
podría durar bastante.
Ahora después de 46 E\h8! Klovans reco-
noció su derrota, con toda la razón. Des-
pués de 46 ... f:\d8 (46 ... exf4 47 f:\e8+ r:fgd6
48 f:\d8+) 47 f:\xd8 mxd8 48 ~d2 el rey
blanco se dirige al centro, y las negras no
están en condiciones de resistir su próxi-
ma ofensiva.
Esta pequeña joya no la estropea ni siquie-
ra el hecho de que probablemente tam-
bién daba la victoria a las blancas 43 f:\d8+
En primer lugar, al conservar su adversario
la pareja de torres combinadas, todavía
quedaría mucho trabajo por delante para
ganar (en el momento en que se cam-
biaron un par de torres en la partida, las
negras se vieron condenadas a una pasivi-
dad eterna), y en segundo lugar, ¡hay algo
Movimientos resultantes
llamado la percepción estética! Tampoco
debe olvidarse la ventaja del efecto psico-
lógico.
Ahora intentemos describir el mecanismo
del fenómeno que estamos considerando
y elijamos un nombre para él. Así, en algún
momento sale a la luz no la habitual juga-
da candidata (un concepto que conoce-
mos bien), sino una jugada que se deriva
de las jugadas candidatas. Con frecuencia,
al examinar una posición, ni siquiera se
ven indicios de tal jugada, y sin embargo,
de repente, salta, como un diablillo de una
caja sorpresa, ¡y resulta ser la mejor solu-
ción! Ya hemos visto ejemplos similares
y los veremos más de una vez. También
hemos conseguido advertir que la idea de
tal jugada aparece solo como resultado del
cálculo de las consecuencias de las jugadas
candidatas más naturales.
Recordemos que en el fragmento de parti-
da que acabamos de ver la notable jugada
43 ~f4!! proporcionó a las blancas no solo
la salvación contra la molesta pareja de to-
rres enemigas, que tanto las incordiaban
en las variantes <<a>> y «b», sino que también
destruyó efectivamente la defensa del ad-
versario por la columna «d», resolviendo al
mismo tiempo el problema de la variante
«O>. En otras palabras (¡y este factor me
parece extremadamente importante!): la
jugada milagrosa que hemos examinado
fortaleció decisivamente la posición de las
blancas en varias líneas.
Cuando estaba escribiendo el libro Chess
Recipes from the Grandmaster's Kitchen,
en el que se introdujo por primera vez el
concepto de jugada resultante, me tomó
bastante tiempo encontrar un nombre
adecuado para el fenómeno descrito, aun-
que finalmente me detuve ante una ima-
gen residual en mi memoria del programa
escolar de matemáticas y física. Se trataba
de los vectores, es decir, de las líneas que
representan la acción de una fuerza deter-
minada sobre un objeto.
Hagamos un experimento mental. En ca-
lidad de objeto, tomemos un globo. Un
247
Movimientos resultantes
niño lo ha golpeado, y el globo vuela hacia
delante. Pero luego sopla una ligera brisa,
y la pelota no solo vuela hacia delante,
sino hacia delante y ligeramente hacia
arriba. De esta manera, la dirección en la
que vuela el globo es el resultado de la ac-
ción de dos fuerzas o vectores diferentes
sobre él. La suma de las acciones de estas
dos fuerzas también se puede expresar en
forma de vector; en matemáticas tal vec-
tor se suele llamar resultante.
Como en nuestro caso el asunto a veces se
refiere a una jugada que también aparece
bajo la influencia de varios factores en el
proceso de cálculo de las jugadas candida-
tas, creo que es lógico darle el nombre de
<qugada resultante». Por lo tanto: /a jugada
resultante es una derivación de las jugadas
candidatas, pero no se la puede considerar
como una jugada candidata.
En este caso la presencia potencial en la
posición de la jugada resultante no afec-
ta de ninguna manera al orden de cálculo
que ya conocemos. Ya que la jugada resul-
tante (si existe) en cualquier caso solo se
puede detectar como resultado del cálcu-
lo de jugadas candidatas, que a su vez (lo
recuerdo una vez más) solo se revelan en
el momento final de la revisión de la po-
sición».
Después de que Valeri Beim introdujera
la definición de <qugada resultante» y ex-
plicara con un ejemplo lo que significa,
muchas cosas se vuelven claras y com-
prensibles. Recordemos a Platón: «El co-
nocimiento de los términos lleva al conoci-
miento de las cosas». El ajedrecista se cruza
con bastante frecuencia con las jugadas
resultantes. Desde luego, las jugadas 1
éi:Ja4! y 16 éi:Jb6! de los fragmentos de las
partidas Alexander - Marshall y Svesh-
nikov - Kuzmín, ofrecidas recientemente,
también son resultantes, sin embargo solo
resumen un cálculo de variantes bastante
sencillo y sin ramificaciones, por eso no se
perciben como excesos, y la fuerza de su
impacto emocional y psicológico es muy
248
inferior a la jugada 43 .if4!! de la partida
Gufeld - Klovans.
Ofrecemos algunos ejemplos más de ju-
gadas resultantes «emocionales». Para
comenzar iniciaremos la lista de presencia
con John Nunn. En el siguiente ejemplo el
gran maestro inglés describe el curso de
sus pensamientos en la partida:
POSIC/ÓN62
Ada m Kuligovsky- John Nunn
Wijk aan Zee 1983
«Las blancas acaban de jugar 19 ~g 1-gS.
Las negras amenazaban seguir con 19 000
tiJd3+ seguida de 20 liJeS+, sin embargo
000
ahora esa amenaza está eliminada, por-
que en respuesta al jaque descubierto las
blancas capturan en fS. Además, 20 ~xfS
gxf5 21 ~g1 ya es una amenaza seria.
Mis pensamientos iniciales se dirigieron
a la prevención: 19 e6, sin embargo 20
000
hxg6 fxg6 21 ~dg1 conduce a una posi-
ción confusa, por eso empecé a buscar
alternativas. De pronto advertí una idea
táctica. Tras 19 ~h61a respuesta más evi-
000
dente es 20 ~xfS, sin embargo luego me
pregunté si alguna combinación con ~xe3
y liJxa2+ podría forzar el mate. Después de
pensar un rato establecí que 20 lLlxa2+!
000
21 liJxa2 (21 ~xa2 ~xe3) 21 ... Wlxb3 22
~xh6 W!xa2 da la victoria a las negras, lo
que significa que en caso de 19 ~h6 las
000

blancas tendrán que sacrificar la calidad
en gS. La posición final promete a las ne-
gras cierta ventaja. La partida continuó:
19 ... .ih6! 20 E:dg1 ixgS 21 E:xgS e6 22 hxg6
fxg623 hS?!
Después de 23 W'g2 Eí:f6 24 hS las blan-
cas tendrían buenas posibilidades de
contrajuego, aunque mediante 24 ... lt'lc2
las negras conservarían una gran ventaja.
23 ... E:b7 241Mfg2 E:g7 25 h6 E:b7 26 E:xfS
exfS 27 \Wxg6+ ~h8 28\& g2
Después de 28 !gs W'xd41as negras se de-
fienden.
28 ... f4 29 .ig1 E:g8 Las blancas abandona-
ron.
Sin embargo, al advertir la posibilidad
... lt'lxa2+ en la variante con 19 ... ii.h6, de-
bfa haber vuelto atrás para comprobar si
esa idea no afectaba a mi lista de jugadas
candidatas. El punto clave es que la captu-
ra en a2 es posible en las situaciones don-
de la dama blanca no defiende el peón b2.
Y de repente aparece 19 ... !c2!!».
La jugada 19 ... !c2!! es una típica jugada
resultante, derivada de otras jugadas can-
didatas con todos los signos de exceso.
Las variantes que confirman la indefen-
sión de la posición de las blancas, como
indicó el gran maestro Nunn, son sencillas:
«1) 20 lt'lxdS lt'lxa2+ 21 ~xc2 W'xb3+ 22
~b1 Eí:b7 23 hxg6 fS con victoria negra.
2) 20 Eí:dg 1 lt'lxa2+ 21 lt'lxa2 W'xb3 22 W'xc2
\Wxa2 también decide.
Movimientos resultantes
3) 20 hxg6 lt'lxa2+ 21 ~xc2 (21 lt'lxa2
!xb3) 21 ... W'xb3+ 22 ~d3 lt'lxc3 23 bxc3
W'c4+ 24 ~c2 W'a2+ 25 ~d3 Eí:b2, y ganan
la dama».
El siguiente ejemplo del libro de Nunn
es una idea increíblemente hermosa de
Viswanathan Anand, que consta de dos
jugadas resultantes consecutivas.
POS/C/ÓN63
Viswanathan Anand - Joel Lautier
Biel1997
Dice John Nunn:
«¡Hay tantas piezas colgando que son
necesarios varios minutos para captar la
esencia de la posición! Las blancas van a
perder la calidad en e3, pero el alfil g2 está
atrapado, y el resultado más probable po-
dría ser una posición con dos alfiles contra
torre y dos peones.
Sin embargo a Anand se le ocurrió una
idea táctica impresionante, a saber, el sa-
crificio de la dama con el movimiento ma-
ravilloso 20 !g6. Por desgracia, después
de 20 ii.g6 W'xd1 21 Eí:xe6+ las negras hu-
yen con el rey, 21 ... ~fB 22 !a3+ (22 Eí:xf7 +
~g8) 22 ... liJe? 23 !xe7+ ~g8, y las blan-
cas pierden. Aquí las blancas pueden ha-
cerse la pregunta: «Y si tuviera un peón en
h6?» Entonces la variante con Eí:xf7+ lleva
al mate: Eí:xg7 y !a3+
249
Movimientos resultantes
20 h6!F 2 gxh6?
Es evidente que las negras no compren-
dieron la idea de Anand, en caso contra-
rio habrían elegido 20 ... ttJxe3, aunque las
blancas mantienen la ventaja después de
21 ~xe31We5 22 hxg7 Eí:g8 231Wc1! Por su-
puesto, la variante 20 ... g6 21 ~xg6 es la
encarnación ideal de la idea de las blancas.
21 ~g6!F 3 éjje7
Ahora la casilla h6 está disponible para
el alfil blanco, y la variante 21 ... 1Wxd1 22
E\xe6+ mf8 23 ~xh6+ ~g8 24 ~xf7 termi-
na en mate.
22 '\Mlxd4 ~xd4 23 ~d3! ~d8 24 ~xd8+ 'kt>xd8
25 !d3! Las negras abandonaron».
Y para concluir el tema, presentaremos un
ejemplo muy reciente.
POS/C/ÓN64
Denis Jismatullin- Pável Eliánov
Jerusalén 2015
En la posición del diagrama juegan las
blancas. Antes de leer los comentarios,
invito al lector a colocarla en un tablero y
que intente hacer una valoración y el cál-
culo de las jugadas candidatas, tomándo-
se para ello 30 minutos.
Ahora estudiaremos los comentarios del
22 Nota del Autor. Primera jugada resultante.
23 Nota del Autor. Segunda jugada resultante, ex-
ceso.
250
gran maestro Denis Jismatullin en la revis-
ta 64 n.o 4/2015, donde describe en deta-
lle, con sinceridad y con humor el curso de
sus pensamientos, y cómo consiguió «su-
bir» la brillante jugada resultante:
«Llegamos a una posición donde en reali-
dad lo tenía todo planeado. Tras esta par-
tida muchos, por no decir la mayoría, me
preguntaron cómo me las había arreglado
para encontrar mi siguiente jugada. Inten-
taré reproducir mis pensamientos en este
momento durante la partida.
En primer lugar, estaba muy molesto por
el hecho de que mi adversario amenaza-
ba mate en una jugada. Calculé con bas-
tante facilidad la poco agradable variante
44 Eí:a1 (o 44 Eí:e1) 44 ... E\f6 45 f4+ mh4 46
Wfh6+ ~g3 471Wg5+~h2, y simplemente
no vi la idea 44 h4+ ~h5 45 g4+ ~xg4 46
1Wxf7!! 1Wxd1+ 47 mg2 con jaque continuo
inevitable, lo cual no es sorprendente.
No quería jugar 44 f4+ por la posible pe-
netración del rey en h2 (después de 44 ...
~h4), sin embargo aquí 451Wxd6 (¡Pardiez!
¡Captura la torre!), cubriendo la casilla g3,
ofrece unas tablas fáciles, lo que también
«olvidé».
Aunque, sin duda, la piedra con la que tro-
pecé fue la continuación 441We7+ f6 (44 ...
E\f6 45 f4+ ~h4 46 \Wxf6+ ~g3 47 Wfg5+
~h2 48Wfg4! ganando; esto sí pude verlo).
Aquí caí en un ligero estupor, las variantes
se mezclaban en mi cabeza, en mi reloj el
tiempo se consumía desesperadamente, y
en ese momento de algún sitio surgió la
idea de que el rey negro en muchos casos
escapa de la persecución por la casilla h2 ...
Entonces, ¿quizás debería controlarla?
¡Profilaxis en su forma más pura! Creo que
si no se toman en cuenta los nombres de
los jugadores, a Mark lzrailevich Dvorets-
ky le habría gustado. Otra posible expli-
cación es que cogí el rey para que no me
dieran mate en una ...
44'kt>g1!!
Por la reacción de Pasha, me di cuenta de
que la jugada del rey fue una completa

sorpresa para él, así como para todos los
que estaban alrededor de nuestra mesa.
Es como si tras crear amenazas, atacar a la
torre y calcular los jaques naturales, aban-
donaras tu torre y en respuesta ignoraras
por completo las amenazas del adversario.
Y sin embargo, ¡lo que hice fue defender-
me del mate en una jugada!
44 ... Wfxd1+?
Una jugada natural, ¡sin embargo, la cap-
tura de la torre con jaque pierde de ma-
nera forzada! Examinemos otras continua-
ciones.
No salva 44 \Wxc6 45 ®xf7 :r::&f6 46 \We7!
000
(46 \Wxh??! :r::&xf2 47 \We7+ Wlf6 48 \Wc7 ~h6
49 \W g3 :r::&fS 50 :r::&xd3 solo con ligera venta-
ja de las blancas) 46 ... ~h6 47 :r::&xd3 o 46
... \Wd6 47 \Wxh7 d2 48 h4+ ~fS 49 hS, y las
blancas ganan.
Lleva a la posición de la partida 44 :r::&xc6
000
45 \Wxf7 \Wxd 1+ 46 ~h2.
La más tenaz, y posiblemente, la salva-
dora, es 44 :r::&dS 45 ~h2!! (¡Paso a paso
000
hacia el sueño! No da nada 45 f4+ ~f6 46
\Wh8+ ~e7 47 :r::&a1 ®xc6 48 :r::&a7+ :r::&d7 49
:r::&a8 \Wxa8 50 \Wxa8 d2 51 \We4+ ~d8=)
45 ~f6 (única: en caso de 45 ... \Wxc6 las
000
blancas pueden ganar mediante 46 \Wg7!
\We6 47 f4+ ~fS 48 e4+; es más prosaica 46
\Wxf7 :r::&fs 47 ®e7+ ~h6 48 :r::&xd3 y ganan)
46 e4 :r::&cs (46 ... ®xd1 47 exdS) y ahora:
a) 47 eS+ ~xeS 48 :r::&e1+ ~d4 49 ®d6+
~c3 50 c7 d2 51 :r::&a1 \Wb3 52 \Wxc5+ (52
:r::&as :r::&xc7 53 ®xc7+ ~b2 54 \We5+ ~c2 55
\We4+ ~c3 56 \We5+ ~c2=) 52 bxcS 53 000
c8\W ~b2 54 :r::&f1 d1\W 55 :r::&xd1 \Wxd1 56
\WxcS \Wb3=;
b) 47 \Wd6+ ~g7 48 :r::&xd3 :r::&xc6 49 \We5+
:r::&f6 50 :r::&f3 ®c6 51 g3
Véase el diagrama siguiente
Esta es la posición a la que podían haber
llegado las negras con un juego perfecto
tras 44 @g1 Creo que está más cerca del
empate y que todo termina en un final de
damas de cuatro peones contra tres, aun-
que, por supuesto, es irreal que una per-
Movimientos resultantes
sona encuentre todos estos movimientos,
especialmente con falta de tiempo.
45@h2
La combinación de amenazas de mate y el
avance del peón «C>> no deja a las negras
ninguna posibilidad, ¡sin embargo, en este
momento todavía no veía la forma de ga-
nar!
45 ... gxc6 46 Wfe7+ @h6 47 Wff8+ @g5 48
Wfxf7!
Por suerte, saqué fuerzas de flaqueza y en-
contré esta jugada. ¡Si no todos los esfuer-
zos anteriores habrían sido en vano! Las
blancas dan mate.
48 ... gf649f4+ @h650Wfxf6 Wfe2 51 Wff8+
@h5 52 Wfg7 h6 53 Wfe5+ @h4 54 Wff6+
@h5 55 f5 gxf5 56 Wfxf5+ @h4 57 Wfg6 Las
negras abandonaron».
Quiero hacer la siguiente observación
acerca de este final brillante. Cuando De-
nis Jismatullin bromea diciendo que la
jugada 44 @g1!! le gustaría a Mark Dvoret-
sky como ejemplo de pensamiento pro-
filáctico, transmite una idea interesante
de Beim: «Lo cierto es que a menudo las
jugadas profilácticas son al mismo tiempo
¡jugadas resultantes! Esto sucede porque
antes de tomar una decisión de carácter
preventivo, el ajedrecista debe adentrarse
en la posición y comprender la esencia de
las amenazas del adversario. Y para ello
casi siempre es necesario calcular las va-
riantes; en otras palabras, hacer todo lo
que hace el jugador, ¡antes de aplicar la
jugada resultante!».
251
Movimientos resultantes
Concluiremos el tema del cálculo de va-
riantes con tres ejemplos de la creación de
los campeones del mundo Anand, Kram-
nik y Karpov, tras lo cual daremos a cono-
cer al lector nuevos términos y procedere-
mos a hacer un resumen.
Lista final de llamadas. Tiene la palabra
John Nunn:
POS/C/ÓN65
Viswanathan Anand - Gata Kamsky
Linares 1994
«En esta posición casi todo depende de la
movilidad de los peones blancos «e» y «f».
Si consiguen avanzar a eS y f4 con ganan-
cia de tiempo, las cosas irán mal para las
negras. Sin embargo de momento éstas
amenazan un doble en f3.
Anand decidió que el avance de los peo-
nes a f4 y eS era tan importante que valía
la pena sacrificar la torre g1 La partida se
adentró en un complejo camino táctico:
19 f4! CLJf3 20 \Wg2 C2Jxg1 21 eS 0-0 22 i.d3!
ixeS! 23 fxeS \Wxh4 24 :Bxg1 \Wf4+ 25 @b1!
\WxeS
Incluso para un gran maestro no es fácil
orientarse en esta variante, y eso no es
todo. En la posición final las negras tienen
torre y tres peones por alfil y caballo, que
sobre el papel es una ventaja material con-
siderable. Sin embargo, Anand demostró
que después de 26lLlc5! la iniciativa de las
252
blancas impedía que las negras coordina-
sen la acción de sus piezas. Y obtuvo una
victoria muy bella.
Es difícil criticar la decisión de Anand,
porque le permitió obtener una ventaja
forzada, aunque para los simples mor-
tales (entre ellos los grandes maestros
ordinarios como yo) ese camino es defi-
nitivamente un salto al abismo. En la po-
sición del diagrama tiene sentido advertir
19 f4, juzgarla: «es posible que sea una
jugada buena, aunque es muy compleja.
Si es necesario, la analizaré, ¿pero no ha-
brá otra variante que me asegure ventaja
con menos riesgo?». La jugada 19 i.e2 se
ve bastante natural; ahora se amenaza f4
y eS sin ningún sacrificio. Las negras no
pueden bloquear el peón mediante 19 ...
gS, porque 20 hxgS hxgS 21 \Wxb4 (o 20
\Wxb4 gxh4 21 l=í:xd4) favorece claramente
a las blancas. Anand descartó este movi-
miento por 19 ... d3, y esta es realmente la
única respuesta razonable. Sin embargo,
entonces se puede jugar 20 \We3!, y las
negras tienen grandes problemas. Se re-
nueva la amenaza f4 y eS, y el peón d3 está
colgando. Sería posible esta continuación:
20 ... .1xh4 21 .1xd3 Wic7 22 tLlb6 tLlxd3+
23 l=í:xd3 l=í:d8 24 l=í:xd8+ \Wxd8 2S tLlds, y
las negras pierden. No pueden enrocarse
por 26 \Wxh6, el peón g7 está colgando, las
blancas amenazan jugar \Wcs, y el podero-
so caballo centralizado domina al alfil.
Esta variante rectilínea es bastante sim-
ple de calcular, y tal vez incluso no hay
necesidad de calcularla con precisión, ya
que está claro que después de 22 tLlb6 las
blancas están muy bien. Por lo tanto, las
blancas podían lograr, al menos, la mis-
ma ventaja que en la partida con la sen-
cilla jugada 19 .1e2. Es fácil imaginar que
habiendo calculado la compleja y atractiva
variante con 79 f4, las blancas no tuvieran
ganas de buscar una continuación sencilla
equivalente, aunque las jugadas del tipo
de 79 .1e2 y 20 \We3 sean un juego de niños
para un jugador de la categoría de Anand».

He puesto en cursiva la última frase de
John Nunn. Le pido al lector que la lea con
atención, es muy importante para asimilar
el material posterior.
Ahora leamos lo que dice Valeri Beim:
POSJCJÓN65
Vladímir Kramnik- Garri Kasparov
Zúrich 2001 (ajedrez rápido)
A simple vista no parece sencillo valorar
esta posición. Las negras, aparte de un
peón extra, tienen una ligera ventaja de
espacio, y además controlan un gran nú-
mero de casillas en el centro. No obstante
todas estas ventajas pueden ser poco sig-
nificativas debido al retraso de las negras
en el desarrollo. ¿Cómo pueden aprove-
char las blancas este factor? El método
usual en estos casos es incordiar al adver-
sario con ataques, para impedir que ter-
mine el desarrollo e intentar aprovechar
la ventaja en la acción de las fuerzas. Si
se busca una jugada acorde con ese prin-
cipio, inmediatamente salta a la vista 24
4::\c4. Este movimiento es realmente bue-
no, porque obliga a las negras a entregar
la torre por el caballo: 24 f\xc4 (pierde
ooo
24 VflcS? 2S 4::\e3 Vllgs 26 f\c7+ f\d7 27
000
V!lxb4+). Después de 2S f\xc4 aS las blan-
cas tienen una ventaja indudable y todas
las posibilidades de ganar.
Sin embargo, Kramnik eligió otro camino
Movimientos resultantes
completamente inesperado. En lugar de
un trabajo técnico seguro y prometedor,
entró en una variante muy espectacular,
aunque incomprensible a primera (y en
parte también a segunda) vista, ligada no
a la obtención de material, sino a su sacrifi-
cio, y además sin consecuencias forzadas».
Como en el ejemplo precedente, he selec-
cionado esta frase y le pido que la preste
atención. El juego transcurre por un guión
ya conocido. Continuamos el desarrollo
de la partida con los comentarios de Beim.
«24i.xa6!? :Bxd1
Pierde al instante 24 i,xa6 2S f\xd4 Vflxd4
000
26 4::\c6+ En caso de 24 f\e4 2S Vfld2 000
f\xeS (son malas tanto 2S !xa6 26 4::\c6+,
000
como 2S Vflxa6 26 f\c7+) 26 !xb7 f\d8 27
000
Vflxd8+ Vflxd8 28 f\xd8 ~xd8 29 b3! ~d7
30 E\c4 las blancas tienen una ventaja sig-
nificativa en el final. ¿Y por qué razón van a
rechazar las negras una pieza de más?
25 :Bxd1i.xa6
La captura con dama 2S Vflxa6 pierde de-
000
bido a 26 Vflxb4+ ~e8 27 f\d6 Vfla7 (27 000
4::\ds 28 f\xa6 4::\xb4 29 f\b6) 28 V!lbS+ ~e7
29 f1b6 f\b8 30 Vf1 eS+ ~e8 31 f\xe6+
26 Wfxb4+! Wfxb4 27 lt:Jc6+ @t8 28 :Bd8+
lt:Je8 29lDxb4
La parte obligada ha finalizado, ¿y qué es
lo que ha sucedido finalmente? El resulta-
do, a primera vista, es extraño: las blancas
tienen una pieza menos, no hay damas,
ataque tampoco. Sin embargo, además
del peón por la pieza entregada, las blan-
cas poseen un par de peones ligados y
pasados en el flanco de dama, y además
las piezas negras carecen de coordinación.
¿Qué pesa más? ¿La ventaja material de
las negras o los triunfos de las blancas? A
primera vista no es fácil responder a esta
pregunta, lo que significa que tenemos
ante nosotros el mismo caso al que está
dedicado el capítulo.24
Ahora queda claro que Kramnik, al co-
menzar la combinación, no solo tuvo que
trabajar en el cálculo de las variantes, sino
también penetrar profundamente en la
24 Nota del Autor. Entre cálculo y evaluación.
253
Movimientos resultantes
esencia de esta posición forzada, ¡que re-
sulta muy difícil para las negras!
29 ... .!e2?!
Pierden tanto 29 ... me? 30 lt:Jc6+ mf6 31
b4, como 29 ... iic4 30 ~c8 iids 31 lt:Jxds
exdS 32 aS (variantes indicadas por Lutz).
Los ordenadores actuales son más poten-
tes que los usados hace 7-8 años, y los pro-
gramas de ajedrez también son más fuer-
tes. Hoy se puede comprobar sin esfuerzo,
con la ayuda del «monstruo de silicio»,
que Lutz se equivocó en sus comentarios.
Con la maniobra 29 ... iic4! 30 ~c8 iie2!
Garri Kasparov contaba con todas las posi-
bilidades para salvar la partida. Las negras
deben desviar a la torre adversaria de la
casilla d8 a c8, para dar una pizca de aire
a su rey (la casilla d7 en caso de jaque del
caballo blanco en la casilla c6). Esta fina
maniobra escapó a la vista de dos grandes
ajedrecistas. Debe recordarse que la par-
tida se jugaba a ritmo rápido. Después de
29 ... iic4! 30 ~c8 iie2! 31 f3 me? 32 mf2
@d? 33 Eí:c3 ibbS 34 axbS lt:Jd6 3S b6 ~b8
36 Eí:c7+ mes 37 Eí:c6 md7 38 me3 Eí:xb6
39 Eí:xb6 lt:Jc4+ las posibilidades de éxito
de las blancas en el final de caballos, a di-
ferencia del final de peones, son bastante
reducidas.
30f3!
¡Excelente! La situación se aclara por com-
pleto. El alfil negro, su única pieza más o
menos útil, finalmente se ve privada de la
posibilidad de conectarse con el resto de
sus fuerzas.
254
30 ... h5
En la variante 30 ... me? 31 lt:Jc6+ @f6 32
b4 iic4 33 bS ibdS 34 aS los peones se
transforman en dama.
31 b3!
¡La «caja» está lista!
31 ... ~h6 32 ~f2
¡Este es el verdadero resultado de la com-
binación de las blancas! El resto está claro.
32 ... ~g6 33 ~xe2 ~xg2+ 34 ~d3 ~g3 35 aS
~xf3+ 36 ~c4 Las negras abandonaron.
La partida es buena por sí misma, pero le
añade un encanto especial la negativa de
Kramnik a continuar de forma rutinaria y
aburrida en la jugada 24, y su evaluación
de la posición profunda y precisa. Esto es
especialmente impresionante, dado que
la partida se jugó en un torneo con un
control de tiempo reducido».
Dos grandes ajedrecistas, dos campeones
del mundo, como un papel de calco re-
pitieron la misma trama extraña. Los dos
rechazaron continuaciones prometedoras
comparativamente simples, prefiriendo
otras mucho más complejas que, como
expresó John Nunn figuradamente, inclu-
so para un gran maestro eran un salto al
abismo. ¿Qué nos dice esto? Sí, que pro-
bablemente solo piensan y toman deci-
siones de forma diferente. Y ciertamente
no mediante el método de Aleksandr Ko-
tov. No estoy seguro de que Viswanathan
Anand no haya oído hablar de ese ajedre-
cista, aunque no tengo dudas de que tie-

ne su propio algoritmo para encontrar un
movimiento.
Hace unos treinta años, cuando ardía la
batalla por el título de campeón del mun-
do entre Karpov y Kasparov, en una entre-
vista con Artur Yussupow, que había es-
tado a las puertas del trono ajedrecístico,
expresó la siguiente opinión. «En posicio-
nes buenas, complejas, por lo general hay
algunas jugadas prometedoras. Suponga-
mos que son tres. A una de ellas, la más
fuerte, la vamos a llamar de clase A, a las
otras dos, menos fuertes, de clase B. Tanto
Karpov como Kasparov lo más probable
es que hagan la jugada más fuerte, solo
que llegan a ella por caminos diferentes.
Garri Kasparov, que es capaz de calcular
variantes hermosas, profundas y ramifica-
das, aunque no siempre «limpias», como
un ordenador, lo calcula todo y elige la
continuación resultante. Mientras que
Karpov, gracias a su fenomenal intuición,
de alguna manera sabe que esta jugada es
de categoría A, y las otras dos de catego-
ría B. Calcula la jugada A, probablemente,
no con tanta profundidad como Kasparov,
pero lo hace de una manera más «limpia»,
sin errores graves, y es posible que ni si-
quiera considere las otras dos jugadas de
clase B».
Artur Yussupow era muy versátil, objetivo,
seguro de sus fuerzas, un joven simpático,
aunque triste porque advirtió que él era
capaz de encontrar el movimiento más
fuerte, pero invirtiendo más tiempo que
Karpov o Kasparov.
Es evidente que tanto Anand como Kram-
nik confían en su intuición. Ambos son
excelentes «contables» cuando es nece-
sario. Sin embargo entre las posibilidades
disponibles en la posición ellos eligen in-
tuitivamente a su gusto una prioridad, la
analizan, y si el resultado les conviene, no
pierden tiempo ni energía en otras conti-
nuaciones. Por supuesto, todos estos ra-
Movimientos resultantes
zonamientos son bastante aproximados
y esquemáticos, la vida siempre es más
concreta y complicada. Un ajedrecista ex-
perimentado tiene en cuenta al elegir su
jugada la situación en el torneo, la fuerza
de su adversario, su estado de salud, el
tiempo que marca el reloj y otros factores
variados. No obstante, espero que hayan
captado la esencia del fenómeno. El gran
maestro Sergei Arjipov ha llamado a este
método de cálculo «tunelización».
¡Y qué pasa con las jugadas candidatas?
¡Encuentre y clasifique! Pero al mismo tiem-
po desarrolle su intuición, construya su túnel
y calcule a partir de él, aunque con alguna
reserva.
La mayoría de los torneos en los que jue-
gan hoy los jóvenes ajedrecistas se llevan
a cabo con un control de 1 hora y media
para toda la partida con un añadido de
30 segundos por jugada, sin ningún agre-
gado de tiempo tras haber efectuado el
cuadragésimo movimiento. Incluyendo el
campeonato de Rusia. Con tal control, si
encuentra algunas jugadas candidatas y
las clasifica, entonces tendrá garantizado
alrededor de la jugada trigésima el cruel
zeitnot «para el resto de su vida».
Por mi contrato con la FRA, a finales del
año de 2015 trabajé con el joven y talento-
so ajedrecista Arseniy Nesterov. Este joven
ajedrecista posee una fantasía abundante,
ataca bien y calcula las variantes con sufi-
ciencia. Al mismo tiempo se mete en pro-
blemas de tiempo en cada partida. En el
prólogo al capítulo Endgame Strategy exa-
minamos el error instructivo que cometió
en una partida decisiva del campeonato
del mundo de jóvenes menores de 13
años. El estrés psicológico provocado por
este fracaso fue fuerte, y como resultado
el juego de Arseniy en el interesante tor-
neo-festival anual «Cascanueces», patro-
cinado por el mecenas Oleg Skvortsov en
el centro comercial Dvorkovich, iba de mal
255
Movimientos resultantes
en peor. En las partidas con las chicas, en
apuros de tiempo, se lo dejaba todo.
En ese tiempo yo estaba en Moscú y me
alojaba en la hospitalaria casa de mi ami-
go fgor Burshtein. Yo no asistía a las parti-
das, sin embargo Burshtein casi todos los
días iba a ver las partidas de Boris Gelfand.
Una noche me dijo: «¡Bueno, tu cascanue-
ces otra vez lo ha estropeado todo en los
apuros de tiempo!» En enero de 2016 tra-
bajé con A. Nesterov otros cinco días. Le
di para resolver algunas posiciones, y una
vez establecido su algoritmo de búsqueda
de las jugadas, conseguí realizar un «diag-
nóstico» y recetar un «medicamento».
Resumiendo, consistía en lo siguiente. Si
hay apuros de tiempo, y con el control de
tiempo actual este defecto se manifies-
ta enseguida, antes de «sumergirse en el
túnel» es necesario actuar de acuerdo con
este esquema:
1) Encontrar rápido una jugada «sólida»,
que mantenga la tensión y no requiera un
cálculo serio de las variantes. Recalco: an-
tes del cálculo del «túnel».
2) Entonces, supongamos que le quedan
2S minutos. Concédase S minutos para
buscar la luz al final del túnel.
3) Si no ve la luz, entonces con mano fir-
me haga la jugada «sólida», preparada con
anterioridad. Y no se arrepienta porque tal
vez haya dejado escapar una victoria, es
uno de los inconvenientes del «NATI».
Porque sin duda esto es lo que le pasaba
anteriormente. El jugador «se zambullía»
en el «túnel». De los 2S minutos perdía 22,
y después de 1O minutos de reflexión ya
estaba fatigado y la calidad de su análisis
había disminuido. Luego, al no encontrar
nada que valiera la pena, hacía la prime-
ra jugada que encontraba y en el zeitnot
«fundía» su buena posición.
256
Le expliqué a Arseniy que si se deshacía
de los apuros de tiempo en breve tiempo
incrementaría su rating en 200 puntos.
Me equivoqué. Tras S meses su rating au-
mentó más de 2SO puntos, y obtuvo una
norma de maestro internacional. Sin em-
bargo, hace poco todavía perdía con las
chicas en los apuros de tiempo ...
Citaremos, por fin, la partida prometida de
Karpov, con los comentarios profundos e
interesantes de Valeri Beim, extraída del
capítulo que lleva por título «El cálculo por
etapas».
POS/C/ÓN67
Anatoly Karpov- Boris Spassky
Moscú 1973
«Con su última jugada (24 ... c6-cS) las
negras han golpeado la posición de su
adversario. Con el objetivo de luchar por
la iniciativa Anatoly Karpov tomó una de-
cisión admirable, que requiere un cálculo
excelente y, no menos importante, una
valoración precisa de las posiciones que
surgen en las diferentes variantes.
25 a4!
Como veremos enseguida, con esta juga-
da las blancas preparan un sacrificio de
material.
25 ... c4
La continuación principal. Sin embargo,
esto no significa que sea la mejor. En caso

de 2S ... cxb4 Karpov indica esta variante:
26 as ~acS 27 V!l!a2 liJas 2S Jixb4! liJes
29 ~el con ventaja decisiva. No obstan-
te, como luego quedará claro, el camino
elegido por las negras tampoco resulta
favorable para ellas. Por eso era mejor 2S
... ~acS!; después de 26 aS liJaS las piezas
negras estarían ubicadas con mayor ar-
monía que en la partida, y las blancas solo
tendrían una ligera ventaja.
26 .ia2 .ic6 27 aS!
Por supuesto, las blancas planearon esta
continuación en el cálculo de su jugada
2S. Por otra parte, ahora es obligada, ya
que en caso 27 Jixc4tt'lxc4 2S V!l!xc4 Jixa4
la ventaja pasa a las negras gracias a su pa-
reja de alfiles.
27 ... .ia4 28 Wf c1
Se ha llegado a esta posición de manera
forzada a partir de la jugada 2S de las ne-
gras. Tiene un carácter más claro que la
posición inicial: aquí las negras pueden
elegir entre dos posibilidades principales.
Se puede decir que en este caso tenemos
un cálculo por etapas (la primera etapa va
desde la jugada 2S a la 2S de las blancas,
ambas inclusive).
28 ... ctJc8
Esta continuación es más fuerte que 2S .. .
Jixdl 29 ~xdl tt'la4? (lo correcto es 29 .. .
liJeS 30 Jixh6 transponiendo a una posi-
ción de la partida) con las siguientes rami-
ficaciones posibles:
a) 30 ixh6 Jixh6 31 \Wxh6, y ahora Karpov
ofrece la variante 31 ... tt'lfs 32 ~el con ata-
Movimientos resultantes
que. Sin embargo, en caso de 31 ... ~ecS!
surge una posición completamente con-
fusa.
b) Es mucho más convincente 30 \Wc2! c3
31 iel tt'lb2 32 ~dS!, y las negras están
mal tanto después de 32 ... tt'lf6 33 ixc3!
tt'lxdS 34 ixdS, como tras 32 ... ~ecS 33
ixc3tt'lc4 34 \Wd3.
Este «error analítico» de J<arpov es bastante
curioso a la luz del tema que estamos con-
siderando. Nos sugiere que cuando J(arpov
pensaba su jugada 25, tal vez no calculó las
variantes con demasiada profundidad, aun-
que hizo algo más práctico, se contentó con
la valoración de la posición que surge tras
la jugada 28 de las blancas, que consideró
que le era favorable. Tampoco albergamos
dudas de que si las negras hubieran escogi-
do esta variante, ¡la jugada 30 V!llc2! con sus
continuaciones posteriores no habría esca-
pado a la atención de J(arpov! Estas conside-
raciones refuerzan la opinión de que hubo
un cálculo por etapas en esta partida». 25
29 .ixh6 .ixd1 30 :¡'gxdl
Dice Beim:
«De nuevo se advierte con claridad una
etapa corta (desde la jugada 2S de las ne-
gras hasta la jugada 30 de las blancas). La
posición del diagrama surge de manera
25 Nota del Autor: He marcado el último párrafo
en cursiva, porque es muy importante para en-
tender el pensamiento de uno de los mejores
jugadores de la historia del ajedrez.
257
Movimientos resultantes
forzada tras la decisión de las negras en la
jugada 28. Intentemos entender la evalua-
ción. Las blancas ya tienen un peón por la
calidad sacrificada, y ahora se proponen
capturar otro en c4. Si lo consiguen, el al-
fil de casillas blancas adquirirá una fuerza
considerable, mirando de cerca no solo
a la posición ya debilitada del rey negro,
sino también al peón a6. A su vez, con la
caída de este peón tendrán mucho que
decir la pareja de peones blancos pasados
y ligados. En la valoración de la posición
juega un papel primordial la situación dis-
persa de las fuerzas negras. Sin embargo,
para evaluar correctamente la importan-
cia de estos dos factores (las perspectivas
del alfil blanco y la falta de armonía en la
ubicación de las fuerzas negras), es nece-
sario responder a la pregunta: ¿es posible
mover el caballo a d6?
No hay la menor duda de que la importan-
cia de esta pregunta era evidente para am-
bos adversarios. Y como a partir de la juga-
da 25 de las negras no había una elección
real para ninguno de los bandos, la varian-
te principal se inicia con la jugada 25 de
las negras y termina en la jugada 30 con
el salto del caballo a d6, tras el cual surge
una posición crítica para evaluar todo el
plan de las blancas.
¿Podemos evaluarla a simple vista? Sin
ninguna duda, no. Todo depende de si las
negras están en condiciones de mantener
sin pérdidas su pareja de caballos en la
columna «d», y es imposible determinarlo
sin un cálculo adicional. De esta manera,
tenemos ante nosotros otro ejemplo de
que en situaciones tensas y complejas es
imposible realizar una valoración precisa
de la posición sin el cálculo de variantes.
Además, ambos jugadores, al lanzarse a la
refriega en la jugada 25, ya deberían haber
visto justo esta posición principal y com-
prenderla con exactitud. Como mostró
el transcurso de los acontecimientos, las
blancas lograron hacerlo mejor.
30 ... ét::ld6?
¡El error decisivo! No obstante, como
258
muestra el análisis, la posición de las ne-
gras ya era difícil. Así, en caso de 30 ... fí:a7
parece muy fuerte la respuesta 31 ~xc4!
(no es lo bastante fuerte la variante indi-
cada por Karpov 31 ~xg7 mxg7 32 Wfxc4
debido a 32 ... ttJb8!, y las negras consi-
guen establecer la cooperación entre sus
fuerzas. Otra confirmación del enfoque
más intuitivo que puramente contable de
Karpov en esta posición; ¡después vere-
mos hasta qué punto esto es importante!},
y después de 31 ... ttJd6 es muy buena la
maniobra propuesta por Fritz 32 ~gS! ~f6
33 ~e3, con clara ventaja de las blancas.
En respuesta a 30 ... ttJf8 sigue 31 ~xg7
mxg7 32 Wfxc4 fí:a7 33 Eí:dS!?, y las negras
deben contener la fuerte embestida del
adversario. Después de 30 ... ttJf6 31 ~xg7
mxg7 32 Wfg5! las blancas también tienen
una iniciativa fuerte.
Queda por considerar el intercambio pre-
vio de los alfiles: 30 ... ~xh6 31 Wfxh6, y solo
después 31 ... ttJd6, sin embargo después
de 32 ttJgS las negras también están mal:
32 ... tLlf8 33 ttJh5! gxh5 (33 ... f6 34 Eí:xd6! y
ganan) 34 Eí:xd6 Eí:ec8 35 Eí:f6 o 32 ... tLl f6 33
Eí:xd6! Wfxd6 34 ~xc4 Eí:a7 35 Wfxg6+ mf8
36 Wfh6+ con victoria en ambos casos.
31.ixg7 @xg7
Aquí de nuevo siguió un golpe tan efecti-
vo como inesperado:
32 WigS!!
Por lo visto, Spassky solo esperaba la con-
tinuación 32 Wfd2? En ese caso, después
de 32 ... tLlf6! 33 Wfxd6? Eí:ad8 ¡ganan las
 Movimientos resultantes

negras! Ahora todo termina rápida e ine-
vitablemente.
32 ... f6
Era más obstinado el intento de conservar
el peón c4, 32 ... fí:ac8, aunque entonces
después de 33 fí:xd6! 1Wxg5 34 l2lxg5 l2lf6
35 l2le2 (o 35 fí:xa6) también ganaban las
blancas.
33Wi'g4!~h7
O bien 33 ... fí:ac8 34 fí:xd6, 33 ... f5 34 exf5
y ganan.
34lL'lh4 Las negras abandonaron. Después
de 34 ... fí:g8 gana enseguida 35 fí:xd6!
1Wxd6 36 l2lhf5!, aunque también es sufi-
ciente 35 ~xc4.
En el curso del análisis de esta partida
ya se han expresado muchas considera-
ciones diferentes, aunque hay un aspec-
to más importante, que es muy útil para
discutirlo precisamente en este ejemplo.
Estamos convencidos de que el cálculo
de las variantes entre las jugadas 25 y 32
de las blancas (incluyendo las consecuen-
cias de la jugada 32) bien podrán haber
sucedido por etapas: las etapas mismas
son claramente visibles, además esto se
evidencia indirectamente por los errores
característicos en los comentarios de Kar-
pov. Al mismo tiempo las acciones de las
blancas en la línea principal fueron impeca-
blemente precisas, y es muy difícil imaginar
que al realizar su jugada 25 iKarpov no tu-
viera prevista su jugada 32!». 26
«limpio», enseguida llevaron a Karpov al
título de campeón del mundo.
Valeri Beim comenzó su análisis en un mo-
mento crucial y clave de la partida, en una
posición completamente dinámica, y con
la ayuda de unos comentarios excelentes
descubrió cómo realizaba la toma de de-
cisiones Anatoly Karpov. En cuanto a las
imprecisiones de Karpov en su análisis
de las continuaciones secundarias, es del
todo probable que fueran causadas por
el hecho de que el futuro campeón del
mundo apenas las analizó. Simplemente
sabía que allí tenía ventaja, y la manera
de materializarla, si llegaba a ese punto, la
resolvería entonces. En otras palabras, Kar-
pov vio desde lejos la luz al final del túnel,
la jugada 32 Wi'gS!!, y solo miró un poco a
ambos lados.
Este mismo pensamiento fue expresado
por Beim, solo que con otras palabras. Me
gustaría añadir que las posiciones dinámi-
cas de este tipo siempre han sido conside-
radas como la «joya de la corona» de Boris
Spassky, sin embargo en esta partida el
décimo campeón del mundo fue supera-
do convincentemente por el duodécimo.

Las acciones de Anatoly Karpov en esta

partida causan una fuerte impresión. Su-
peró a su poderoso rival, aunque Boris
Spassky estaba entonces en su plenitud,
en la forma de jugar posicionalmente ac-
tivo, cuando la valoración de la posición
tras un sacrificio de calidad incierto se en-
trelaza constantemente con el cálculo de
variantes. La capacidad de aislar el cami-
no principal en el desarrollo de la lucha, el
sentido de la intuición en la dirección co-
rrecta combinado con la vigilancia táctica,
la cobertura de todo el tablero y el cálculo

26 Nota del Autor: La cursiva es mía.

259
 Capítulo 16
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
Ha llegado el momento, por fin, de ha-
blar del libro de losif Dorfman, El Método
en Ajedrez. Aunque antes volvamos a la
excelente obra de Lipnitsky Cuestiones
sobre Teoría Moderna en Ajedrez, que fue
reeditada recientemente por la editorial
Russian Chess House, e incluso se ha visto
mejorada después de la excelente edición
creativa de llia Odessky.
En el capítulo Perfeccionamiento en ajedrez
ofrecimos la explicación de lsaak Lipnitsky
de que el objetivo del análisis ajedrecístico
era cómo pasar de una posición indeter-
minada (visualmente poco clara) a una de-
finida (una valoración que se pueda hacer
a primera vista, o en casos extremos, con
un segundo vistazo).
Recordemos la posición del diagrama, to-
mada de la obra de Lipnitsky, que aparece
en mi artículo «Sobre el estudio de los clá-
sicos».
La posición del diagrama, sin duda, debe
atribuirse como crítica. La naturaleza pos-
260
terior del juego y el resultado de la partida
dependen de la elección de las blancas.
Como ya sabemos, el principio «desarro-
llo rápido de las piezas y realización del
enroque» lleva a las blancas a un callejón
sin salida, mientras que otro principio, que
no siempre es fácil ni siquiera formularlo:
«ataca al adversario en su punto más vul-
nerable», aquí es dominante gracias a un
«gancho», el peón fS, al que pueden asirse
con la jugada 11 g4!
Así pues, los libros de Dorfman ayudan al
ajedrecista y al entrenador, en primer lu-
gar, a identificar estas posiciones críticas,
y en segundo lugar, respectivamente, a
ayudarles a tomar la decisión correcta y a
formularla con unas pocas frases cortas.
Esto es lo que escribe Artur Yussupow so-
bre las posiciones críticas en el artículo
«Análisis de las partidas propias»: «Ante
todo, es necesario encontrar los puntos de
inflexión, para determinar dónde se come-
tieron los errores, cambió la valoración de
la posición o no se aprovechó la posibili-
dad de cambiar drásticamente la situación
sobre el tablero. Solo la capacidad para
encontrar en el análisis ese momento críti-
co de la partida, excepcionalmente impor-
tante, le ayudará a identificar tal momento
en el proceso del juego. Esto tal vez es lo
más difícil en ajedrez, advertir el crucial
momento crítico en la partida, cuando ne-
cesita pensar seriamente y resolver el pro-
blema, cuando de una jugada depende el
resultado de toda la lucha».

Dorfman da una definición de posición
crítica en su primer libro «Dinámica y es-
tática».
«Identificación de posiciones críticas.
Propongo tres criterios para identificar
una posición crítica.
1) Posición en las que es necesario tomar
una decisión sobre un posible cambio. Si el
cambio es forzado, entonces no hay nin-
guna variación en comparación con la po-
sición crítica precedente.
2) Posición en la que es imprescindible to-
mar una decisión sobre un posible cambio
en la estructura de peones. Especialmente
de los peones centrales.
3) El final de una serie de movimientos for-
zados. Aquí no se deben establecer pa-
ralelismos entre movimientos forzados y
movimientos relacionados con una com-
binación.
Intuir una posición crítica ya es un gran
éxito. En base a mi experiencia como en-
trenador, sugiero al lector que la marque
con algún signo. Será útil apuntar el tiem-
po invertido en pensar cada posición críti-
ca, y después de la partida restablecer su
balance estático».
El tercer punto, tal vez, es el más difícil
de percibir, aunque con el primero solo
puedo estar parcialmente de acuerdo. Sí,
a menudo sucede que después de una
serie de movimientos forzados (¡por am-
bos bandos!) surge una posición crítica,
en la que es necesario delinear un plan de
acción, aunque de hecho puede ocurrir
que una posición crítica surja accidental-
mente, como consecuencia de un error o
inexactitud de una de las partes. Recor-
demos la partida Alekhine- Euwe, donde
las negras con su último movimiento 22 ...
gd8-e8? hurtaron a su caballo la casilla e8
y crearon los requisitos para el ataque a la
dama negra h4.
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
POSIC/ÓN68
Alexander Alekhine- Max Euwe
La Haya 1937 (m/1 O)
No seamos remisos y repitamos la cita de
Mijaíl Botvinnik: «Se puede encontrar la ju-
gada correcta sobre la base de las siguien-
tes consideraciones. Para atrapar a la dama
negra en h4, el peón blanco «g» debe es-
tar en g4, el caballo blanco en f3, y el peón
blanco h3 defendido. Es fácil ver que si las
blancas hubieran jugado 23 lhlffl !!, enton-
ces Euwe podría haber depuesto las armas
tranquilamente. La ventaja de esta jugada
consiste en que en caso de 23 ... h6 (no se
puede encontrar nada mejor) 24 g3 IWhS
25 g4\Wh4 26 ctJf3 las blancas ganaban un
tiempo, y la dama negra está atrapada».
Lidiamos con una posición crítica que sur-
gió de una forma completamente espon-
tánea. Por supuesto, por razones formales
podemos referirnos al punto 2, donde se
habla del cambio de la estructura de peo-
nes. Sin embargo en el punto 2, cuando
habla sobre la posibilidad de un cambio
en la estructura de peones, Dorfman tiene
en mente algo completamente diferente.
Aquí el objetivo del análisis lógico de Mi-
jaíl Botvinnik es la captura de la dama, y el
movimiento del peón «g» primero a g3, y
después a g4, sirvió solo como un instru-
mento para conseguir el objetivo. El resu-
men del balance estático, del que habla-
remos un poco más adelante, apenas nos
261
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
acerca a la esencia lógica de la posición,
que Mijaíl Botvinnik reveló con dos frases.
En la posición se produjo un cambio diná-
mico instantáneo.
Aquí me gustaría decir que la idea banal
de que el ajedrez es un juego complejo y
no siempre exacto, es cierta. No se puede
inventar un método universal, un sistema,
una estratagema, que pueda aplicarse en
la mayoría abrumadora de los casos. ¡Ha-
bría demasiadas excepciones! Y el atracti-
vo del ajedrez se desvanecería. No obstan-
te cualquier empresa innovadora en este
campo, especialmente cuando se trata de
un excelente gran maestro, que entiende
el ajedrez, solo puede ser bienvenida.
Dorfman divide la evaluación de la posi-
ción en dos componentes: estático y diná-
mico. Introduce el concepto de «balance 27
estático» y te obliga a pensar a dónde se
dirige la partida, y así ayuda a mirar hacia
el futuro no solo a los jugadores jóvenes
y en desarrollo, sino también a los que ya
tienen bastante experiencia y formación.
POSIC/ÓN69
Sergei Tiviakov- losif Dorfman
Mondariz 2000
27 Nota del Editor. Este concepto de «balance es-
tático>> puede denominarse igualmente «equili-
brio estático>>.
262
16 ... eS!
«Se necesitan medidas fuertes, sino se
hace así la posición puede deteriorarse rá-
pidamente después de h4-h5» (Dorfman).
No he encontrado en ninguno de los co-
mentaristas de ajedrez que he conocido
previamente la expresión «degradación»
con respecto a la valoración de la posición,
aunque desde luego esta palabra es la que
caracteriza de forma más exacta el posible
desarrollo de los acontecimientos.
Después de 17 dxcS WfxcS 18tLJe4 é2Jxe419
~xe4 ~d8 20 h3 bS Tiviakov encauzó el jue-
go con el movimiento 21 ~xdS, y ensegui-
da los adversarios acordaron las tablas.
Dorfman: «Existe un método vulgar que
permite obtener de inmediato una eva-
luación estática de la posición:
7) analizar la posibilidad de evolución de tu
propia posición con independencia de la del
adversario;
2) analizar la posibilidad de evolución de la
posición del adversario con independencia
de la nuestra.
Estáticamente es mejor aquella posición
que está preparada para evolucionar.
PARTIDA SO
Murshed - Dorfman
Apertura Inglesa [A21]
Mallorca 1989
Después de las jugadas 1 d4 d6 2 c4 eS 3
ctJc3 exd4 4 W!xd4tLJc6 S Wfd2 g6 6 b3 ~g7 7
~b2tLJf6 8 g3 0-0 9tLJh3
Véase el diagrama siguiente
Aquí se puede advertir la evolución por
parte de las blancas mediante lLlf4, i,g2,
0-0.
Por parte de las negras no existe nada

semejante. Esto significa que las blancas
poseen una ventaja estática. Por eso las
negras recurrieron a medidas drásticas.
Surgió una situación de doble filo después
de 9 ... aS 10 ll.Jf4 a411lLlxa4lLle4121Wc1
ll.Jd413 ig2 ~e814 0-0 ig41S f3 gS
Este es otro ejemplo donde solo una de
las partes puede progresar independien-
temente de la otra.
PARTIDA 57
Vladímir Petrienko - losif Dorfman
Defensa Siciliana [B28]
Moscú 1984
1 e4 eS 2lLlf3 a6 3 c3 dS 4 exdS1WxdS S d4 e6 6
ie3 cxd4 7 cxd4 ctJf6 8lLlc31Wd6 9 ie2ll.Jc6
10 0-0 ie7 11 a3 0·0 12 ~el :Bd813 b4 bS 14
1Wb3 ib71S ~fd1
Véase el diagrama siguiente
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
Aquí las negras deben reagruparse me-
diante l/Jc6-b8-d7-b6 o bien h6, il,e7-f8,
l/Jc6-e7-d5.
En la partida, después de 15 ... h6 16 l=l.c2
il,f8 17l=l.cd2l/Je7 18l/Je5l/Jed5, las negras
consolidaron la situación, y su ventaja es-
tática resultó indudable». (Dorfman).
losif Dorfman no sobrecarga su libro con
variantes. Con un plan metódico el autor
quiere concentrar la atención del lector en
las líneas estratégicas importantes. Esto
distingue su trabajo del de numerosos
comentaristas de ordenador de nuestro
tiempo. Por supuesto, uno puede encon-
trar imprecisiones y errores, aunque quién
no los tiene, profundizando en detalles y
empantanándose en ellos. Por ejemplo,
en la partida Murshed - Dorfman la juga-
da 1O l/Jf4 plantea preguntas. Parece más
natural 1O il,g2, y si 1O ... a4, entonces 11
l/Jxa4 il,xh3 12 il,xh3l/Je4 13 1Mfc2, aunque
la idea conceptual del autor consiste en
263
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
que la posición de las negras estáticamen-
te es peor y con el tiempo se degrada. Por
lo tanto, necesitamos urgentemente bus-
car un juego dinámico, y si este juego es
correcto o no, si todo fluye o no jugada a
jugada, es una cuestión secundaria.
También es cierta otra cosa. La idea sobre
la evolución de la posición no es nueva.
Es posible que lo sea el mismo término
«evolución» aplicado al ajedrez, aunque
la idea, por supuesto, ya se conocía. Como
ya mencioné recientemente, en las obras
de Mark Dvoretsky se pueden encontrar
respuestas a casi todas las preguntas. En
el segundo tomo de su tetralogía «Escuela
de elevada maestría», editado el año 2002,
antes de analizar su partida con Taimánov,
Dvoretsky escribe: «... Nos limitaremos a
una consideración más cuidadosa de la
situación, cuya discusión ya ha comenza-
do: cuando la sensación de encontrarse
en una situación desfavorable obliga al
ajedrecista, sin temor al riesgo, a tomar
medidas drásticas. Y cuanto antes advier-
ta el peligro, más oportunidades variadas
de cambiar el curso de la lucha tendrá a su
disposición».
A continuación ofrecemos el análisis de la
situación mencionada con los comenta-
rios de Mark Dvoretsky.
POSICIÓN lO
Mark Dvoretsky- Mark Taimánov
Leningrado 1974
Véase el diagrama siguiente
«La posición parece más o menos equili-
brada. No obstante pensemos en lo que
puede hacer cada uno de los adversarios.
El plan de las negras es claro: se proponen
jugar V!lc7, situar una torre en d8, después
expulsar al caballo de la casilla c4 me-
diante a7-a6 y b6-b5, obteniendo ventaja
264
de espacio. Sin embargo no se ve ningún
contrajuego para las blancas. Si no se les
ocurre algo, su posición se deteriorará gra-
dualmente.
Advirtiendo el peligro a tiempo, aprove-
ché de buena gana la primera oportuni-
dad para «apretar» el juego.
13 aS! b5
No tiene ningún sentido para las negras
destruir su cadena de peones: 13 ... bxa5
14 etJfe5 o 13 ... tt:lxaS?! 14 tt:lxa5 bxa5 15
V!la4 (también es posible 15 tt:le5).
14a6.ic8
Si 14 ... bxc4, entonces 15 dxc4! Tras 14 ...
~aS 15 tt:lce5 el juego habría transcurrido
con más calma que en la partida, sin em-
bargo Mark Taimánov prefiere comenzar
inmediatamente la caza del descarriado
peón a6. Pensé que incluso si lo perdía ob-
tendría a cambio suficientes contrachan-
ces tácticas.
15 etJfeS!
Es más floja 15 tt:lce5?! por 15 ... E\b6!
15 ... tLlxe516 tLlxeS :gb617 .id2!
Está claro que las blancas no pueden pres-
cindir de c3-c4, aunque de momento esta
jugada sería precipitada: 17 c4 bxc4 18
dxc4 etJb4! con ventaja de las negras. An-
tes es preciso mantener el control de la
importante casilla b4.
Véase el diagrama siguiente
17 ... .if6!
Pierde 17 ... E\xa6 18 f&xa6 ~xa6 19 tt:lc6
y 20 ~xd5. Surge una posición poco cla-

ra tanto en caso de 17 ... ixa6 18 c4 ltJ b4
(18 ... bxc4 19 ia5) 19 ixb4 cxb4 20 cxb5
(20 lt'lc6 iWe8) 20 ... ixb5 21 ~xa7, como
tras 17 ... iWc7 18 c4ttJb4 19 ixb4 cxb4 20
cxb5. En caso de 17 ... id6 yo había pla-
neado 18 c4 ixe5 19 ~xe5 iWd6 20 ~g5!,
teniendo en cuenta un sacrificio de cali-
dad: 20 ... f6 21 ~xg7+ ~xg7 22 cxd5 exd5
23 iWh5 o 20 ... h6 21 ~xg7+ ~xg7 22 iWh5!
18 CLlg4!
Es más floja 18 c4 ltJ b4 19 ixb4 cxb4, y la
presión ejercida por la diagonal a1-h8 por
el formidable alfil f6 asegura la ventaja a
las negras.
18 ... :Bxa6 19 :Bxa6 ixa6 20 1Wa1 1Wb6 21
CL\xf6+ CL\xf6 22 b4!?
No tiene éxito 22 ie3? a causa de 22 ...
lt'lg4, sin embargo era completamente
posible 22 Wa3!? Rehusé este movimiento
debido a 22 ... b4 23 cxb4 cxb4 24 ixb4
~c8, con las amenazas posicionales 25 ...
lt'lg4 y 25 ... ib7; sin embargo en ese caso
era muy fuerte 25 d4! Lo mejor para las ne-
gras es devolver cuanto antes el peón, 22
... ib7.
22 ... cxb4 23 ie3\Wd6 24 if4
No valía 24 cxb4 Wxb4 25 ~c1 Wa4!
24 ... 1Wb6 25 ie3
Ninguno de los adversarios puede evitar la
repetición de movimientos. En caso de 25
cxb4?! es desagradable 25 ... lt'lg4! seguida
deib7.
25 ... 1Wd6 26 if41Wb6 27 ie3\Wd6 28 if4
IWb6 Tablas».
En el mismo libro, un poco antes, Mark
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
Dvoretsky explica que en una situación
estratégicamente desfavorable un cambio
brusco del carácter del juego es la mejor
posibilidad desde el punto de vista psico-
lógico:
«A veces incluso es más efectivo el juego
psicológico. Si de repente puede cambiar
drásticamente la situación en el tablero
(incluso si ha elegido una continuación
bastante arriesgada que objetivamente
no es la más fuerte), entonces su adversa-
rio, que ya se ha acomodado a un determi-
nado curso del juego, a menudo no tiene
tiempo para reestructurarse y empieza a
cometer errores».
Después Dvoretsky continúa: «En situa-
ciones estratégicamente difíciles es útil
agudizar el juego, para forzar al oponente,
que se dispone a una tranquila materia-
lización de la ventaja, a ocuparse del cál-
culo concreto de variantes, a la búsqueda
de movimientos precisos únicos. Para este
propósito a veces tenemos que realizar
sacrificios materiales o, por el contrario,
capturar algo, incluso a riesgo de sufrir
un ataque terrible. Para terminar, también
cambian el ritmo del juego los movimien-
tos comprometidos en cuanto a su impor-
tancia estratégica, ligados a ciertas conce-
siones posicionales».
Regresemos a la posición que tomamos
del libro de Lipnitsky.
265
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Si se utiliza el método vulgar de Dorfman d) Estructuras típicas».

para la evaluación estática, se puede en-
contrar con facilidad la jugada 11 g4!
El razonamiento se limita a una frase. Si
las negras juegan Wla5-a4, ~a6 y tt'lb8-
c6-a5, entonces la posición de las blancas
se degrada, y por eso es necesario buscar
contrajuego urgentemente.
Después l. Dorfman empieza a operar con
la ayuda de los símbolos convencionales
en ajedrez:;!;,±,=, etc.
Veamos algunos ejemplos del libro El mo-
mento crítico. Comenta Dorfman:

Aquí, por cierto, me gustaría mencionar la

brillante observación de Dorfman acerca
de que en ajedrez la palabra «si» casi siem-
pre es sinónimo de tiempo.
Me gustó mucho el método inmediato de
valoración estática de la posición, aunque
cuando Dorfman pretende llegar a una
valoración más precisa y realiza el «balan-
ce estático», entonces hay más preguntas
que respuestas. Sin embargo, veamos pri-
mero las definiciones del autor del libro El
Método en Ajedrez.
PARTIDA 52
áscar de la Riva- Joseph Gallagher
Defensa Siciliana [B80]
Francia 1998
1 e4 eS 2 CL:l f3 d6 3 d4 cxd4 4 CL:l xd4 CL:l f6 S CL:l c3
a6 6 f3 eS 7 CLJb3 ie6 8 ie3 ie7 9 Wi'd2 0-0
1O0-0-0 bS 11 g4 b4 12 CLl dS ixdS 13 exdS aS
14 @b1 Wfc71S gS CLJfd716 h4 CLJb617 hS a4
18 CL:lc1 CL:lc419 ixc41Mfxc4 20 ghg1

«Realización del «balance estático».

Antes de la elaboración del balance estáti-
co quiero resaltar dos puntos importantes.
Primero: propongo una escala decreciente
de factores estáticos, dispuestos en orden de
importancia.
Segundo: algunos factores existen en una
forma estática y dinámica.
Escala decreciente del balance estático
de la posición.
La idea de usar una escala decreciente Las negras no han jugado muy bien la
es típica en cualquier proceso complejo. apertura. En caso de g5-g6 su rey se verá
Consiste en el análisis y la síntesis. Primero expuesto a un fuerte ataque. Además, la
la posición se divide en elementos estáti- estructura de peones es favorable a las
cos en orden decreciente (método de aná- blancas debido a la debilidad de la casilla
lisis). Después se lleva a cabo un balance c6 y del peón d6, fijado en una casilla ne-
estático (método de síntesis). gra. Es por eso que el gran maestro inglés
Propongo situar los elementos estáticos recurrió a la dinámica.
en el siguiente orden, de acuerdo con su 20 ... b3 21 cxb3 axb3 22 éLlxb3 CLld7
importancia.
a) Posición del rey. Véase el diagrama siguiente
b) Coordinación de las fuerzas materiales.
e) Quién tiene mejor posición después del Se ha llegado al momento crítico de la par-
cambio de damas. tida. Es importante tener en cuenta que el

266

balance estático se ha vuelto positivo para
las negras: 1. :¡:; 2. ;!;; 3. ;!;; 4. ;!;.
23lDc1?
Confusión. Algunas veces se puede escu-
char que el ajedrez es un modelo a escala
reducida de la vida, y que sus leyes están
próximas a las leyes que operan en la na-
turaleza.
Parece lógico que si antes de la jugada 20
la ventaja pertenecía a las blancas, ésta no ·
se haya evaporado tras una serie de movi-
mientos forzados.
El ajedrecista de Andorra debió decantarse
por el juego dinámico y Juchar por la inicia-
tiva mediante 23 4Ja5!! Wla4 24 b4. En ese
caso, las blancas habrían tenido muchas
posibilidades de consolidar su posición
mediante 1'í:g4, 1'í:c1, ttJc6.
23 ... f5 24 gxf6 ixf6 25 !'!g4 W/a6 26 !'!dg1
!'!f7 27 i,g5 ixg5 28 E!xg5llJf6 29 a3 !'!b8 30
@al Wl'b7 31llJd3 W/xd5
Las negras han restaurado el equilibrio
material, y conservan todas las ventajas de
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
su posición. Las blancas despiertan dema-
siado tarde. Siguen hasta el final en sus va-
nos intentos de molestar al rey contrario.
32 f4 h6 33 !'!g6 e4 34 Wlg2 llJxh5 35 !'!xh6
W/xd3 36 W/g6
En el zeitnot se altera el ritmo lógico del
juego, y los contendientes intercambian
errores. Después de 34 ... 4Je8 35 ttJcl (35
ttJb4 1=í:xb4) 35 ... Wld4 36 4Ja2 1=í:xf4 las ne-
gras conservaban todas las posibilidades
de victoria. Mientras que las blancas ahora
obtenían las tablas después de 36 1=í:xh5
1'í:a7 37 Wlh2 1=í:xa3+ 38 bxa3 Wlc3+
36 ... !'!xb2 37 !'!h8+ @xh8 38 W/xh5+ @g8
39 E!xg7+ @xg7 40 W/g5+ @h7 41 Wl'h4+
@g8 42 W/g5+ !'!g7 43 Wl'd8+ @t7 44 Wl'd7+
@t6 45 Wl'd8+ @e6 Las blancas abandona-
ron».
Le pido al lector que preste atención a los
comentarios de Dorfman después de la
jugada 22 de las negras: «Se ha llegado al
momento crítico de la partida. Es impor-
tante tener en cuenta que el equilibrio
estático se ha vuelto positivo para las ne-
gras: 1. :¡:; 2. ;!;; 3. ;!;; 4. ;!;».
En realidad, solo se otorga un signo positi-
vo para las negras «:¡:» a un punto: la posi-
ción estática del rey. El resto de los puntos
son favorables a las blancas. La posición
del rey es el punto principal en la evalua-
ción de cualquier posición, y por supues-
to, en la escala decreciente de Dorfman
está situada en primer lugar. Simboliza la
expresión esotérica «aquí y ahora», y no
un futuro brillante distante, o más cerca-
no. Pero si esto es así, entonces surge la
pregunta: ¿Cuánta importancia tienen,
digamos, los puntos tercero y cuarto de la
escala decreciente de l. Dorfman, deberían
tenerse en cuenta en general? Recorde-
mos la opinión de Kramnik, expresada por
Sakaev en el excelente libro The Complete
Manual of Positional Chess: «Vale la pena
mencionar que muchos métodos sugieren
usar todas las fórmulas posibles para esta-
blecer Jos criterios de esta evaluación. En mi
267
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
opinión (y no solo en la mía, sino también,
por ejemplo, en la de Vladímir Kramnik,
como conseguí averiguar en una conversa-
ción personal), esto es totalmente incorrec-
to. El''pesaje" de todos los matices deber ser
intuitivo, estimando "a ojo" la importancia
de este o aquel componente. ¿Cómo se pue-
de hacer esto? Solo con la acumulación de
experiencia práctica y teórica, con la ayuda
de una precisa estimación posicional. Cuan-
to mayor sea el balance de conocimiento
correspondiente y más elevada la categoría
de juego, menor será el número de variantes
que se deban calcular».
El segundo comentario a la jugada 23
de las blancas: «Parece lógico que si antes
de la jugada 20 la ventaja pertenecía a las
blancas, ésta no se haya evaporado tras una
serie de movimientos forzados», lo necesi-
taremos después de analizar el fragmento
de la siguiente partida. Tiene la palabra
Dorfman:
POSICIÓN 77
Ti gran Petrosian - Gerhard Pfeiffer
Leipzig 1960
«En este caso el balance estático es catas-
trófico para las blancas: 1. +; 2. =; 3. +; 4. +.
En posiciones similares a la que vemos
en el diagrama, no debería haber ningún
problema psicológico con la toma de de-
cisiones.
268
Recordemos que la fortuna sonríe a los au-
daces. Así, sin vacilaciones:
18ctJd5! exdS 19 cxdS Wfc8 20 e6 0-0 21 Wfc3
f6 22 d6 ttJ a4
El fin de una serie de jugadas forzadas. Las
blancas podían haber entrado en un final
mejor después de 23 \Wd4 ixd6 (23 ... \Wc6
24 if3 \Wxd6 25 ixb7 no deja ninguna es-
peranza) 24 \Wxa4 ic5+ 25 ~hl \Wc6 26
\Wxc6 ixc6. Supongo que Petrosian advir-
tió esta posición antes de realizar su jugada
18. Ahora es posible tomarse un respiro y
aclarar los matices específicos.
23Wfxc8gfxc824i.a1 gc2
Las blancas también tenían una ventaja
significativa después de 24 ... ifB 25 e7.
25 dxe7 gxe2 26 gd8+ ~g7 27 gel gxe6 28
gc7 ~h6 29 i.xf6 i.e4 30 i.gS+ Las negras
abandonaron».
¿Qué ha sido esto? Según Dorfman, en la
posición del diagrama todos los compo-
nentes, incluida la posición del rey, conce-
dían a las negras una ventaja casi decisiva.
Está claro que las blancas se lanzaron a un
combate cuerpo a cuerpo, y tras una serie
de movimientos forzados resulta que lapo-
sición de las blancas está casi ganada.
¿Dónde está la lógica y cómo encaja esto
con los comentarios anteriores?
Vamos a ver otra partida más de El momen-
to crítico con los comentarios de Dorfman:
POSICIÓN 72
Viktor Korchnoi - Anatoly Karpov
Hastings 1971/72
Véase el diagrama siguiente
«En la siguiente posición, que propongo
al lector que analice, las negras poseen la
pareja de alfiles en una situación estable.
Esta superioridad se refleja en el balance
estático: 1. =; 2. :¡:¡ 3. :¡:¡ 4. :¡:.

Las blancas no pueden permitirse perma-
necer inactivas, ya que después de b6-b5,
c5-c4, l2Jd7-c5, a6-a5, ~b7-a6, :r::\e8-c8 y
b5-b4 su flanco de dama vuela como un
castillo de naipes. Korchnoi actúa sin pre-
juicios.
16g4!1.Wd8
Visualmente la posición de las negras es
similar a una fortaleza bien fortificada. Sin
embargo, ahora mediante un sacrificio las
blancas aclaran la situación que hay sobre
el tablero.
17 gS h5
Tras otras defensas también era difícil que
las negras frenaran el desarrollo del ata-
que del adversario: 17 ... hxgS 18 :r::\dg 1
~el (18 ... f6 19 h4 gxh4 20 l2Jxh4) 19 h4
gxh4 20 lLJfs g6 21 lb3xh4 ~xh4 22 \Whs;
17 ... g6 18 gxh6 ~xh6 19 h4 ~f4 20 hS.
18 g6 fxg61913hg11Wf6 20 éL:lg5 ie7 21 éL:le6
21 ... éL:lf8
El momento crítico. Las negras entregan
material con el fin de evitar el ataque di-
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
recto después de 21 ... :r::\ac8 22 :r::\g2 l2Jf8 23
:r::\dg1 ~h7 24 :r::\xg6 \Wxg6 25 :r::\xg6 ®xg6
26 ~d1 ~f7 27 Wlf3+ ~f6 28 l2Jxg7 ®xg7
29 lLJfS+ ~h8 30 l2Jxd6.
El resto es cuestión de técnica, en este
caso no muy difícil.
22 éL:lc71Wf7 23 13df1 b5 24 éL:lxa8 !xa8 25
c413b8 26 id31.W e8 2713c1 Jlf6 2813g213b6
2913cg113b8 30 Wl'f1 b4 31 ie2 h4 32 13xg6
1.Wxg6 33 13xg6 éL:lxg6 34 ig4 éL:lf4 35 1.Wd1
b3 36 axb3 ib7 37 éL:lg2 ic8 38 ixc813xc8
391.Wg413e8 40 éL:lxf4 exf4 411Wxf4 !es 42
1Wxh4 13f8 43 b4 Jld4 44 bxc5 Las negras
abandonaron».
De nuevo no se puede explicar la lógica de
la lucha y el resultado final de la partida si
se aplica el balance estático de Dorfman.
Desde luego, en la posición crítica inicial
había tres factores a favor de las negras y
uno igual. Dorfman no indica nada sobre
cualquier error grave de Karpov. Aunque si
se recurre al método vulgar de evaluación
estática, entonces todo será mucho más
sencillo.
Dorfman indica figuradamente que la po-
sición de las blancas en el flanco de dama
puede degradarse rápidamente, y explica
que por ese motivo no pueden permitirse
permanecer inactivas. Korchnoi, sin vacilar,
procedió a realizar una ruptura de peón.
Mientras que Karpov no tuvo suerte con
la ubicación de la dama: estaba en un
mal sitio en el momento inadecuado. Por
ejemplo, si hubiese estado en d8 o incluso
en e?, a la jugada 16 g41as negras habrían
tenido la respuesta 16 ... g6!, y el ataque de
las blancas en el flanco de rey se vería obs-
taculizado significativamente. Es decir, las
particularidades concretas de la posición
(la dama negra en f6 y el peón en h6) eran
tales, que proporcionaron a las blancas un
«gancho» para la ruptura del peón prác-
ticamente en un instante (media jugada),
y esto fue suficiente para propiciar que el
juego dinámico fuera favorable a las blan-
cas.
269
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
En lo que respecta al fragmento de la par-
tida Petrosian - Pfeiffer, allí después de la
decimoséptima jugada de las negras no es
necesario poseer el don de la clarividencia
para determinar que si las negras consi-
guen enrocarse a las blancas las espera un
juego aburrido para la obtención de dos
resultados (tablas o derrota).
Hemos visto que la valoración estática
aproximada de la posición, que puede de-
finirse con algunas frases, es mucho más
cercana y comprensible para un jugador
práctico que la realización de un balan-
ce con ayuda de ventajas, desventajas e
igualdades. Además, esto está más próxi-
mo al enfoque «a simple vista» de Kram-
nik y Sakaev. Mark Dvoretsky fue aún más
categórico acerca del método de cálculo
con pros y contras: «¡Tonterías! De hecho,
la mayor parte de este trabajo se realiza
subconscientemente. El arte de la valora-
ción es la capacidad de comprender la esen-
cia de una posición: identificar el problema
más importante (posicional o táctico) que
debe ser resuelto, sentir la dirección correcta
de nuestra búsqueda, percibir la convenien-
cia o inconveniencia de una operación. Está
claro que una intuición bien desarrollada
contribuye a la velocidad y corrección de
nuestra percepción».
En apoyo de las palabras de estos repu-
tados expertos me gustaría aportar un
ejemplo actual, la partida Yakovenko -
Matlakov (Janti-Mansysk 2014), donde el
gran maestro Dmitry Yakovenko ofrece un
análisis lógico detallado de una posición
compleja. En la valoración de la posición
ni siquiera hay indicios de fórmulas y su-
mas con restas, mientras que el problema
del cambio se describe verbalmente, lo
mismo que la circunstancia de que uno de
los bandos debe darse prisa, porque de lo
contrario su posición se degrada.
270
POSICIÓN 73
Dmitry Yakovenko- Maksin
Matlakov
Janti-Mansysk 2014
Hace dos jugadas que se produjo el cam-
bio de damas, y sobre el tablero tenemos
una posición compleja más cercana al tipo
de medio juego. El caballo bS está ataca-
do, y tras su retirada las blancas captura-
rían el peón g7. La valoración de la posi-
ción no es muy clara, depende mucho de
cómo pueden situar las negras sus piezas
menores en el flanco de dama.
17 ... é2Jd6?!
Aquí están los comentarios a esta jugada
y la valoración de la posición completa,
dada porYakovenko en la revista 64 (2015,
n.o 1): «Es difícil creer que este movimien-
to sea un error casi decisivo, así que me
detendré con detalle en la posición que
surge tras la captura en g7. A primera vista
parece que las negras no tienen motivos
para preocuparse. Sus piezas están desa-
rrolladas, disponen de un puesto avanza-
do en b4, las perspectivas por parte de las
blancas de creación de un peón pasado
son nebulosas, y todavía no se manifiesta
la fuerza de los alfiles blancos. Sin embar-
go, las negras se encuentran en gran pe-
ligro estratégico/ 8 y si solo hacen jugadas
naturales, se enfrentarán a serios proble-
28 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.

mas. Honestamente, yo mismo no entien-
do por qué esto es así, aunque durante la
partida valoré mi posición como muy pro-
metedora. Quizás el asunto radique en la
ventaja espacial que proporciona el peón
e4. Debido a esto, todas las casillas bue-
nas para las piezas menores negras -b4,
b6, eS, c4, eS, e6- se encuentran delante
de sus peones. Por eso no pueden poner
mucho tiempo un pié en estas casillas, a
excepción de la casilla b4, la única de to-
das ellas. Además, es imposible jugar b7-
bS, ya que a esto siempre sigue e4-eS, y
los peones negros del flanco de dama
simplemente se desploman. No obstante,
no debemos olvidar que el ajedrez es un
juego concreto, y todos los razonamientos
abstractos pueden ser refutados con una
variante.
De una manera u otra, las negras deben
apresurarse/ 9 mientras las blancas no ac-
túen de una manera conveniente. Si las ne-
gras consiguen cambiar al menos una pieza
menor, y situar otra en b4, sus asuntos me-
jorarán sensiblemente. 30 Por eso debieron
jugar 17 CiJc7 18 !xg7 E%g8 19 !b2 CiJcS!,
000
para empezar a incordiar al alfil b2. Por lo
visto, las blancas no tienen nada mejor
que 20 CiJd2 CiJd3 21 id4 CiJe6 22 !e3 !es
23 CiJc4!xe3 24 fxe3!? El caballo c4 es muy
fuerte, pero al menos ambas partes corren
riesgo.
18 .ixg7 ~g8 19 .id4lLlc4 20 ~el lLlceS 21
lLl d2 0-0-0 22lLl b3 .ib4 23 ~c2
Ahora sucede precisamente lo que se
dijo más arriba. Las piezas blancas están
completamente seguras, mientras que las
negras deben retirarse a peores y peores
posiciones.
23 ... i>bs 24 i>f1?!
Inesperadamente las blancas podían ga-
nar un peón mediante 24 !c3!, sin em-
bargo en este momento pensaba más en
limitar el contrajuego de mi adversario. Mi
jugada va dirigida a que no exista la ame-
naza de un doble en el después de CiJeS-
29 Nota del Autor. La cursiva es mía.
30 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
d3.
24 ... eS?
Un error grave, tras el cual la lucha prácti-
camente finaliza. No obstante, la posición
de las negras era muy difícil. Es indicativa
la primera variante del ordenador: 24 000
r:JJc7 2S f4 CiJg4 26 h3 CiJgf6 27 g4 E%ge8 28
eS CiJg8, con perspectivas sombrías para
las negras.
2SlLlxcSlt:JxcS 26 .ixeS+
A Maksin se le pasó que podía capturar
también este caballo.
26 ... 'it>a7 27 .if4
Un peón extra, rey negro débil: para no ga-
nar esta partida es necesario cometer un
error muy grave. Las últimas jugadas de
la partida se pueden ofrecer sin comenta-
rios.
27 ... bS 28 axbS 'it>b6 29 J\f3 ~d3 30 .ie2
~c3 31 ~xc3 .ixc3 32 ~d1 a4 33 J\e3 ~es 34
~d6+ i>as 3S ~c6 ~xc6 36 bxc6lLlxe4 37 c7
lLld6 38 .!es A 38 oo• CiJc8 sigue 39 ig4. Las
negras abandonaron».
Me parece que el mérito incontestable de
Dorfman consiste en que él llamó la aten-
ción de los ajedrecistas sobre las posiciones
críticas, dividiéndolas en dinámicas y estáti-
cas, proponiendo un método simple de eva-
luación estática de la posición, que nos ayu-
de a comprender: si es necesario realizar un
cambio brusco de escenario con ayuda de
un juego dinámico o, por el contrario, evitar
el choque, manteniendo el balance estático.
En lo que respecta a ±, ;!; o =, esto se ase-
271
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

meja al deseo de acceder a la valoración

POSICIÓN 74
de la posición en el ajedrez como si fuere
losif Dorfman - Anatoly Va'iser
una ciencia académica, aunque de hecho
se convierte en un encaje de la teoría para Moscú 1989
la práctica no siempre afortunado.

Dorfman acertó en el sentido de propor-

cionar una valoración estática simple y un
pronóstico del desarrollo de los aconteci-
mientos. El libro contiene todo un conjun-
to de formulaciones lacónicas y expresio-
nes, de las que dicen: «No en la ceja, sino
en el ojo 31 ». Intentaré proporcionar al lec-
tor unas cuantas.

Antes de comenzar a dar ejemplos y citas

de la obra de Dorfman, recuerdo al lector
que él entiende como medios dinámicos
de la lucha la modificación de la estructura
de peones, el cambio de material y la toma
de la iniciativa. Comencemos:
«Sin embargo encontré incorrectos los co-
mentarios que lo acompañaban, e inclu-
so dañinos para los ajedrecistas jóvenes:
«¡El jugador que tiene la ventaja debe ata-
car!» Si a la palabra «ventaja» se le agrega
«dinámica», entonces estoy dispuesto a
adherirme a este postulado. De hecho es
simplemente una de las consecuencias de
mi método».
Esta es una precisión importante a uno de
los fundamentos de la teoría de Steinitz.
23 E:e2!
«¡Estática pura! No es necesario preocupar-
se, porque la posición está ganada estáti-
camente. Primero es necesario reforzarse
al máximo (desde luego la posición del ad-
versario no se presta a una evolución cons-
tante) y solo después pasar a las acciones
activas».
«En las posiciones ganadas estáticamente,
como regla, a un movimiento activo le co-
rresponde uno profiláctico».
«El juego dinámico se lleva a cabo hasta
que el adversario se vea privado de sus
ventajas estáticas».

«Pero el problema es que en posiciones es-

táticas inferiores no se puede jugar estática-
mente».

«En la lucha contra la pareja de alfiles

debe jugar por las casillas del color de tu
alfil restante. Como consecuencia de esta
31 Nota del Traductor. Expresión rusa que en este estrategia a menudo aparece un tándem
caso significa con exactitud, con precisión. Pro- favorable de dama+ caballo».
viene de una leyenda que cuenta que un cosa-
co prometió a lván el terrible que mataría a un
tártaro que había retado al Zar, acertándole con
una flecha en el ojo derecho. La flecha se clavó
entre ceja y ceja. A pesar del fallo el cosaco fue
premiado por el Zar.
272

POSJC/0N75
losif Dorfman - Arnaud Hauchard
Mondariz 2000
14!xe4
«Un momento excepcionalmente impor-
tante. Como regla general, al bando que
tiene la ventaja de la pareja de alfiles le re-
sulta favorable mantener su caballo. Una
de las razones que yo veo es reducir la pro-
babilidad de que el adversario obtenga el
tándem favorable de dama+ caballo.
14 ... Wfc7
Parece que las negras no pueden eliminar
el potente alfil si no es a costa de una pos-
terior degradación de la posición. La torre
de dama está mal situada, la casilla d6 es
débil (se amenaza el salto del alfil a b4), y a
todo esto hay que añadir un posible igs.
Ofrezco algunas variantes que prueban,
como a mí me parece, la superioridad de
las blancas.
14 ... él:Jxe41S tt:Jxe4
a) 15 ... ixd4? 16 igS f6 (16 ... lLlcs 17 Vffc2
vtfas 18 b4+-) 17 Eí:xd4 fxgS 18 Eí:ad1 b6 19
eS+-;
b) 15 ... \Wh4!
b1) 16 \We3 Eí:aa817 Vfff3lLlf618lLld6 Eí:ad8
19if42:l:d7=;
b2) 16 Vfff3 lLlf6 17 lLld6 (17 lLlcs b6 18
lLlb3 vtfe4 19 vtfxe4 lLlxe4 20 if4 Eí:d8 21
Eí:e1 lLlf6 22 a4 aS=) 17 ... lLle8;
b3) 16 Eí:e1! ixd4? 17 vtfd3 es 18 ig5lLles
19 vtfe2+-
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
1S !f3 E:aa816 E:ac1 eS
De nuevo tenemos sobre el tablero una
posición crítica. Las negras quieren definir
la estructura, pero no consiguen que el ad-
versario coincida con sus deseos.
17 dS e418!e2
No da nada 18 lLlxe4 lLlxe4 19 ixe4 lLlc5
20 Vffc2 lLlxe4 21 vtfxe4 ixb2 22 !f4 vtfc8
(22 ... vtfd7 23 dxc6 vtfxc6 24 vtfxc6 be 2S
Eí:b1 ic3 26 eS±) 23 Eí:b1 Eí:e8 24 Vfff3 ig7.
18 ... eS 19 !e3 E:fe8
En esta ocasión la posición crítica se ve
coronada por una serie de movimientos
forzados.
Si el alfil negro consigue ocupar una po-
sición de bloqueo frente al peón pasado
blanco, el rey blanco se volverá estática-
mente débil. Ahora sigue una serie de mo-
vimientos dinámicos.
20 d6 Wfc6 21 '\Wa4 E:ac8 22 b4 '\Wxa4 23 él:Jxa4
cxb424cS hS
Las negras no pueden oponer nada a los
fuertes argumentos del adversario, y ha-
cen una jugada útil, sin dejarse apretar en
el flanco de rey y con la intención de cam-
biar los alfiles.
2S E:b1 aS 26 a3 bxa3 27 E:xb7
El peón pasado de las blancas es irresisti-
ble.
27 ... él:Jds 28 E:xdS a2 29 E:d1 E:cd8 30 !c4
a1'\W 31 E:xa1 !xal 32 !gs E:b8 33 E:xb8
E:xb8 34 c6 E:b1+ 3S !fl Las negras aban-
donaron».
273
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
POSICIÓN 76
Vasily Smyslov- Wolfgang Uhlmann
Skopje 1969
Mueven negras
«¿Cómo se puede justificar el juego tan
provocativo, a primera vista, del jugador
alemán? Las negras tienen un punto de refe-
rencia estratégico claro. Necesitan obtener
el cambio de los alfiles de casillas negras y
de los caballos.
13 ... ttJ8d7?
A la luz de lo anterior era necesaria la sutil
maniobra 13 ... tLlc4! 14 ~e1 (14l:kd1 Vl1c7
15 g3 tLlxd2 16 E\xd2 ctJa6 17 E\fd1 E\ad8=)
14 ... ctJd6 (14 ... ctJa6 15 ~e2), para contro-
lar al caballo blanco. Ofrezco un análisis
orientativo de esta posición, que muestra
los procedimientos técnicos de juego de
las negras en las posiciones de este tipo.
a) 15 ~e2 Vl1e7 16 ~d3 (16 ~d2 ctJd7 17
Elfe 1 E\fe8 18 ~f1 E\ad8 19 b3 tLlcs 20 g3
tLlce4 21 tLlxe4 tLlxe4 22 ~as ~e?) 16 ...
ctJd7 17 a4 Elfe8 18 e4 E\ad8 19 Eld1 ctJb6
20f4~d4+21 ~h1;
b) 15 g3 ctJd7 16 ~g2 E\e8 17 e4 ébcs 18
E\d 1 Vl1b6;
e) 15 tLla4 ctJd7.
14ttJe4 fS
Reconocimiento del colapso de la con-
cepción estratégica de las negras. Tampo-
co iguala 14 ... ctJdS 15 tLlg3 E\c8 16 Vl1b3
ttJ 7b6 17 a4.
1S ttJg3 aS 16 b4axb417 .ixbH!:e81811&b3+
1lg7
274
Las negras no solo no han conseguido rea-
lizar los cambios ventajosos, sino que ade-
más han debilitado irremediablemente la
posición de su rey.
19 E:fd111&c7 20 ttJe2 .ixh2+ 21 1lf1 ~es 22
ttJd4 11&d8 23 g311&f6 24 a4 l.Wt7 2S aS ttJdS
26 .ixdS cxdS 27 ttJf3 d4 28 1.Wxf7+ 1lxf7
29 exd4 .ibB 30 E:e1 ia7 31 E:xe8 1lxe8 32
E:e1+ @ds 33 ile7+ i>eB 34 .igS+ @tB 3S
.ih6+ 11gB 36 E:e7 E:d8 Las negras abando-
naron».
POSICIÓN 77
Ennio Arlandi- Giulio Borgo
San Vicente 1998
«Incluso visualmente la ventaja de las
blancas es innegable. ¿Pero es estática esta
ventaja?
En realidad, si intercambian las torres las
negras obtienen un tándem favorable, debi-
do a la estructura de peones fija.
Como consecuencia de esto, las blancas
deberían buscar la ventaja en el primer
elemento de la escala decreciente. Creo
que la siguiente variante responde a las
exigencias de la posición: 22 Vl1g4 ctJg6 (22
... Eld7 23 h4 E\cd8 24 hS) 23 g3 E\xd6 24
exd6 Vl1d7 25 h4. Aquí la debilidad estática
del rey pasa a primer plano.
22g3
Una pérdida de tiempo y el primer paso
hacia el abismo.
22 ... E:xd6 23 exd611&d7 2411&g4

Ahora el avance del peón «h» no genera
dividendos tangibles después de 24 h4 f6
25 hS h6.
24 ... eS 25 Wf e4 f6 26 a3 aS 27 id Wif7
28f4?
Un error de concepto más en un momento
crítico del juego.
Las blancas debilitan insensatamente la
posición estática de su rey. Era apropiado y
oportuno otro intento dinámico: 28 d7 ~d8
(28 ... 4Jxd7 29 ifb7 ~d8 30 ifc7 ife7 31
b4) 29 ifc6 ~xd7 30 ~dS. También era una
opción seria estudiar e/ cambio de damas
después de 28 ifds ifxdS 29 ~xdS ~f7 30
f4».
Después de 28 ... exf4 29 Wixf4 ébd7 30
~el ~e8, tras haber cometido una serie
de errores, las blancas perdieron gradual-
mente la partida.
POS!CION 78
Alexander Onischuk- Ognjen
evitan
Ereván 1996
Véase el diagrama siguiente
((Creo que la línea estratégica de juego para
las negras es conservar las damas, un jue-
go dirigido a fijar la estructura de peones y
el cambio de los alfiles de casillas negras (y
como consecuencia, la creación de un tán-
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
dem favorable).
Se puede recomendar 24 ... b4! 25 a4 iras
26 b3 c4. Las negras no tienen problemas,
lo que no se puede decir de su rival, ya que
27 ~d1 tropieza con un sacrificio de pieza
después de 27 ... cxb3 28 ~xd4 b2.
Sin embargo, el gran maestro croata eligió
24 ... c4?
Esta decisión precipitada provoca la de-
gradación de la posición de las negras.
25 Wif2 c3 26 b4 'W'c4 27 .id3 'W'ds 28 'W'g2 fS
29 exf6ixf6 30'W'xd5 ~xdS 31 @g2
La situación ha cambiado radicalmente.
Con la desaparición de las damas, la cues-
tión de la seguridad de los reyes ha per-
dido relevancia, así como la imposibilidad
para las negras de formar el tándem dama
+ caballo. A partir de ahora la estructura
de peones puede evolucionar en favor de
las blancas, y el papel de los alfiles se ha in-
crementado notablemente. El balance es-
tático es favorable a las blancas en todos
sus elementos, y las negras ya no son ca-
275
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
paces de crear una posición crítica. El gran
maestro ucraniano ganó en la jugada 48».
La clave metódica de Dorfman tiene éxi-
to al conseguir alumbrar los planes de los
bandos en posiciones en las que uno de
los contendientes realiza un sacrificio de
calidad en la lucha por la iniciativa. Vea-
mos dos ejemplos.
POSICIÓN 79
Ígor Glek- Vid mantas Malisauskas
Tallin 1986
<<En esta posición las negras tienen ventaja
estática en vista de la pareja de alfiles junto
con una estructura de peones variable.
1. =; 2. :j:; 3. :j:¡ 4. ;!;.
Después de la maniobra ~f6-e7 esta ven-
taja se volverá irreversible.
Aquí las jugadas dinámicas candidatas
son 16 Eí:xf6 y 16 4Jds. En caso de 16 4Jds
~xdS 17 exdS ~e7 la mayoría de peones
de las negras en el flanco de rey más la
presencia de alfiles de distinto color, que
refuerzan el ataque, predeterminan el re-
sultado de la partida. Se necesitan medi-
das más decisivas:
16l.'M6 gxf617WlhS
En el transcurso de pocas jugadas el ba-
lance estático ha cambiado sensiblemen-
te: 1. ±; 2. +; 3. +; 4. ;!;.
En base a esto, las negras deben jugar di-
námicamente. En este caso la dinámica va
276
unida a los cambios y a la lucha por la ini-
ciativa.
La variante aproximada 17 ... ~h8! 18
4'ld5 (18 \Wh6 \Wd8 19 Eí:f1 Eí:g8 no ofrece
dividendos especiales) 18 ... \Wd8 19 Eí:f1
(después de 19 \Wh6 Eí:g8 20 4'lxf6 Eí:g7 21
Eí:f1 \Wd4 22 Eí:f3 Wxb2 23 h3 Wa1 + 24 ~h2
We1 las negras rechazan el ataque) 19 ...
fS 20 exfS ~xdS 21 f6 e4 cumple con los
requisitos de la posición.
17 ... cJlg7?
El error decisivo, debido a una falta de
comprensión de los requisitos de la diná-
mica.
18l!f1l!h819 'WiM Wle7 20 CLldS
En este tipo de situaciones no es aconseja-
ble distraerse con la ganancia de material.
En caso de la primitiva 20 4'le2 hS 21 4'lg3
Eí:h6 22 4'lxh5+ i>h8 23 Eí:xf6 Wxf6 los sue-
ños de las negras se realizan.
20 ... ~xdS 21 exdSl!ad8 22 c4 aS 23 ~e4 b6
El jugador lituano ha construido una ba-
rrera, que será insuficiente. Con la ayuda
de una ruptura las blancas crean un par
de peones pasados que barren todo a su
paso.
24 b4 axb4 2S aSl!d6 26 axb6l!xb6 27 \M! g3+
cJltB 28 Wle3l!b8 29 eS
Véase el diagrama siguiente
El último eslabón de un ataque conducido
excelentemente. Se puede bajar el telón.
29 ... hS 30 d6 Wle6 31 Wld3 b3 32 c6l!b4 33
~fS e4 34 ~xe6 exd3 3S c7 cJlg7 36 d7 Las ne-
 El Método en Ajedrez de losif Dorfman

enemigo.
17 ... fxe618ig6~f819'W!e2

gras abandonaron».

19 ... l2Jc7?!
POS/CJONBO
Un error de concepto, ligado a una evalua-
Victor Bologan - Eduardas ción errónea de la posición.
Rozentalis Las negras estaban seguras de la necesi-
Belfort 1998 dad de proteger el peón e6 Otra posibili-
dad, 19 ... \Wd6 20 :r:l:e1, no se diferenciaba
mucho de la jugada de la partida. Es lógi-
co que la posición requiera acciones diná-
micas, y en este caso concreto, el cambio
de material. Yo propongo 19 ... ~d6. En ese
caso el caballo permanece en dS, lo que
propicia la simplificación salvadora. Ade-
más, el adversario debe tener en cuenta
la réplica ~d6-f4. Las variantes son muy
complejas, y no es fácil ofrecer algo que
sea exhaustivo. En la continuación princi-
pal 20 \Wxe6+ ~h8 21 ctJeS (21 ctJh4 ctJg8!)
21 ... l2lxc3 22 ~xc3 ~xeS 23 dxeS ctJdS la
«Los adversarios han dispuesto sus fuerzas estrategia de las negras triunfa.
de una forma típica en este tipo de situa- 20 ~el id6 21 ib1
ciones. La tarea de las negras consiste en
mantener el balance estático favorable:
1. =; 2. =; 3. :t:; 4. +.
16 ... ~e8?
Las negras tenían a su disposición dos pla-
nes de desarrollo de las fuerzas más o me-
nos equivalentes: 16 ... \Wc8 17 \Wc2 :r:l:e8
seguido de ~e7-d6, Wc8-c7, :r:l:a8-d8, y 16
... \Wd6! con idea de 17 ... :r:l:ad8.
17 ~xe6!
Las blancas aprovechan la oportunidad, y
sin dudarlo, sacrifican la calidad para debi-
litar las casillas eS, f7, g6 alrededor del rey

277
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
21 ... Wffe7
Las negras dejan pasar el momento propi-
cio para realizar la ruptura 21 ... cS. Ahora
22 dxcS ~xcS 23 l2Je4 tropieza con 23 ...
l2Jxe4 24 \Wxe4 ~xf3. Ydespués de 22 l2Je4
cxd4 23é2Jxf6+ \Wxf6 24 \We4 \Wfs 2S \Wxd4
\Wds las negras tienen una posición total-
mente defendible.
22CLJe5 ixeS
La tarea de las blancas se simplifica
sustancialmente. Se apoderan de una ca-
silla clave con el peón, manteniendo el
juego contra el inseguro rey negro.
23 dxeSCLJfdS 24lLlxdsllJxd5 25 Wffe4 gS 26
'W!!g6+ 'W!!g7 27 Wffxe6+ <i>hB 28 h4 lLlf4 29
Wff c4 :Bad8 30 ic3llJ dS 31 hxgS hxgS 32 .id2
lLlf4 33 ib4 Wif7
En caso de 33 ... ~feS también decidía la
jugada del texto.
34 e6lLlxe6 35 .ixf8 Las negras abandona-
ron».
Con esto casi concluye el análisis de los
ejemplos del libro de Dorfman El Método
en Ajedrez. Confío en haber convencido al
lector para que lea los libros de Dorfman.
No obstante, incluso sin mi recomenda-
ción la enseñanza de Dorfman ya está
dando vueltas por el mundo del ajedrez.
Me gusta mucho leer en la revista 64 los
resúmenes de las competiciones y los co-
mentarios a las partidas del gran maestro
Pável Maletin. Este joven comprende per-
fectamente el juego y hace comentarios
profundos no solo sobre ajedrez, sino tam-
bién sobre los aspectos psicológicos de la
lucha. Al mismo tiempo, domina la pluma
y tiene una actitud amistosa hacia sus co-
legas. Recomiendo encarecidamente es-
tudiar sus comentarios en 64 n.o 12/2014,
a la decisiva sexta partida del segundo
match Carlsen - Anand, y la explicación de
los terribles errores que cometieron am-
bos adversarios en la jugada 26. El traslado
del rey blanco del flanco de dama al flanco
de rey lo comparó figuradamente con el
paso de Suvórov a través de los Alpes.
278
No obstante, regresemos al método de
Dorfman. Ahora ofrezco un fragmento de
la partida Kramnik - Népomniaschi, del
campeonato por equipos de Rusia del año
201S, con el análisis de Pável Maletin en 64
n.o 6/201S.
POSICIÓN 87
Vladímir Kramnik- Yan
Népomniaschi
Sochi2015
21 ... ia6!
«Un movimiento duro. Las negras prácti-
camente obligan a su adversario a «descu-
brirse».
22 bS .ib7 23 c4 i.b4 24 :Bxb4 axb4 25 eS
Por supuesto, el sacrificio de calidad esta-
ba planeado de antemano; sin embargo,
no estoy seguro de que las vaya a propor-
cionar una buena vida. Las blancas no te-
nían nada especial que elegir; después de
la «normal» 24 é2Jb3 eS!? las negras senci-
llamente están mejor.
No obstante, el sacrificio es muy fuerte
desde un punto de vista práctico: no es
fácil para las negras encontrar la forma
de reaccionar. La artimaña consiste en
que parece que las negras pueden hacer
cualquier movimiento normal. ¿Qué po-
dría ir mal en una posición con calidad
de ventaja? Sin embargo, como resultó
más adelante, simplemente están estática-

mente pe o r 32 y, en consecuencia, el lento
desarrollo de los acontecimientos favore-
ce a las b 1ancas. Las posibilidades de las
negras _ y el análisis muestra que ésta es
una oportunidad excelente para tomar la
iniciativa - se encuentran exclusivamente
33
en la diná rnica».
¿Esto no te recuerda algo, querido lector?
Continue rnos el análisis de la partida con
los comentarios de Maletín:
25 ... Vf1f6?
«Dmitri Kryakvin indicó que lo correcto
era 25 ... gS!! (también merece atención
25 ... c6, aunque esto sigue siendo terreno
de los ordenadores de ajedrez). Para ser
honesto, viendo la partida online, estaba
prácticamente seguro de que Yan jugaría
de esa manera (espera lo mejor, ¡prepára-
te para lo peor!); semejantes decisiones de
pura energía son típicas de él. Después de
26 étJc4 bxcS 27 i.xcS (es mala 27 g3 éDh3+
28 i.xh3 \Wxh3 29 éDxeS Wi e6 30 WixcS)]d2;
en posiciones tan abiertas la ventaja de
calidad se nota más) 27 ... g4! 28 i.xb4 gxf3
29 gxf3 4?h7! Las negras, como mínimo,
tiene un fuerte contrajuego, y lo que es
más esencial: obtienen una columna im-
portante para su torre «extra». Por supues-
to, la posición sigue siendo muy compleja
y confusa para un ajedrecista humano,
-
32 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.
33 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
aunque objetivamente las blancas tienen
problemas, mientras que las negras no se
arriesgan prácticamente a nada; en cual-
quier caso siempre tendrán juego contra
el rey. Yo examiné 30 !el!, con idea de cu-
brir la columna «g», sin embargo aquí es
desagradable 30 ... c6 con idea de poner
en el juego al alfil después de 31 b6 i.a6.
26 ttJc4!
Inesperadamente las negras tienen pro-
blemas serios: el traslado del caballo a d4
no genera grandes dividendos, y mientras
tanto las blancas tienen tiempo para cap-
turar en b4 y consolidar la posición.
26 ... bxcS 27 ixcS ttJe6 28.ixb4 ttJd4 29 Vf1c3
ic830ias
30 ... Vf1e7
Tal vez fuera más conveniente 30 ... )]a?!
con idea de devolver la calidad en res-
puesta a la sugestiva 31 b6: 31 ... l]xaS!
32 bxc7 (32 WixaS? éDb3) 32 ... ~eS! 33
cxd8Wif+ Wixd8, y las negras tienen buenas
posibilidades para salvarse. Probablemen-
te Kramnik no forzaría los acontecimien-
tos; por ejemplo, podría seguir 31 ~hl !?,
y solo después de 31 ... ii.e6 32 b6! Aho-
ra después de 32 ... l]xaS 33 bxc7 ~eS 34
cxd8Wi+ Wixd8 35 Wib4 Wic7 36 ~el las
blancas mantienen el peón de ventaja en
una versión ligeramente más favorable y
conservan las posibilidades de victoria.
Sin embargo, parece que éste era el me-
nor de los males. En la partida las negras
estuvieron sometidas a una presión espe-
luznante, que recuerda a las victorias de
279
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
Anatoly Karpov en los años 70. Algo así
como que el tablero está repleto de pie-
zas/ incluso tienes calidad de ventaja/ y sin
embargo no tienes nada claro qué jugar.
Vladímir Borisovich juega con gran placer
y fantástica maestría las posiciones con
una correlación de material inusual. Cada
año/ al estudiar la selección de Maksim
Notkin en «La partida del año»/ regular-
mente encuentro 2 o 3 ejemplos sobre
este tema. Este encuentro no fue una ex-
cepción. Tal vez no destaque para ser «la
partida del año»/ sin embargo/ a partir de
este momento/ Yan ya no tubo posibilida-
des reales de escapar de la tenaza.
Después de alrededor de una docena de
jugadas maniobrando (31 @h1 ~b7 32
~b4 Wfe6 33 ttJa5 Wfb6 34 ttJe4 Wfe6 35 ttJaS
Wlb6 36 gel gd7 37 h3 @h7 38 ttJe4 Wfe6 39
aS gbs 40 ttJ e3 h5 41 a6 ~aS 42 Wf eS Wfb3 43
~c3 Wfe6 44 ~e4 Wff6) surgió la siguiente
posición:
Compárela con el diagrama anterior. ¡Qué
hermosas y con qué efectividad están si-
tuadas ahora las piezas blancas! Con el
cambio de la única pieza activa del adver-
sario/ Kramnik conduce el juego a una fase
técnica.
45 ~xd4 exd4 46 ttJd5 Wfh8 47 gd1 d3 48
gxd3 Wfa1+ 49 Wlg1 Wlxg1+ SO @xg1 @g7
51 ga3 fS 52 a7 gb7 53 ga6 fxe4 54 fxe4 gn
SS eS e6 56 ttJb6 gfe7 57 bxe6 gxa7 58 ttJxa8
Las negras abandonaron».
Sin embargo/ es hora de volver a nuestra
280
inicial «reseña de libros». Ya mencioné
que me sorprendió aprender de Dorfman
que los ajedrecistas se dividían en dos
grupos: jugadores de momento crítico y
jugadores de fase técnica. Él escribe: «Así/
a mi parecer/ pertenecen al primer grupo
Alekhine/ Botvinnik/ Spassky y Kasparov/ y
al segundo Capablanca/ Smyslov/ Fischer y
Karpov».
En mi opinión/ aquí vemos una superpo-
sición obvia en las características de los
grandes campeones. Para un ajedrecista
no ilustrado/ como lo era yo antes de leer
el libro de Dorfman/ los mismos términos
«jugadores de momento crítico y jugado-
res de fase técnica» suenan extraños y un
poco ofensivos. Me recordó una anécdota
sobre un famoso músico. Un famoso vio-
linista/ cuyas giras estaban programadas
con un año de antelación/ respondió a la
solicitud de reunirse con sus compañeros
de clase y encontró tiempo en su apretada
agenda de conciertos. Naturalmente/ en
la reunión se le pidió que tocara algo. Al
finalizar la interpretación/ uno de sus com-
pañeros de clase se le acercó e hizo una
valoración de su interpretación: «¿Quieres
que sea honesto? Cuando sostienes con
tu mano derecha el arco sobre las cuerdas/
obtienes un sonido que llega al alma y las
lágrimas resbalan por mis ojos. Pero cuan-
do tocas las cuerdas con tu mano izquier-
da/ entonces/ en mi opinión/ ¡simplemente
presumes!».
En el tema del ajedrez al que nos refe-
rimos/ estoy listo para tomar el lugar del
aficionado ignorante de la anécdota. losif
Dorfman escribió una dilogía muy intere-
sante/ El Método en Ajedrez/ que ayuda al
ajedrecista a tomar una decisión en el mo-
mento crítico y a argumentarlo. Describió
algunas posiciones tan bien que «llega al
alma y las lágrimas saltan de los ojos». Sin
embargo/ la división de los grandes aje-
drecistas en maestros de momento críti-
co y de fase técnica (para Dorfman la fase
 El Método en Ajedrez de losif Dorfman

técnica es un segmento de la partida entre inesperadas, a menudo demasiado senci-

momentos críticos) es como una descrip- llas, no sienten con la sutileza suficiente
ción de los procesos de una vida completa los puntos de inflexión de la lucha». (Mark
solo en dos tonos: negro y blanco, aunque Dvoretsky, Artur Yussupow Attack and De-
la paleta de dichos procesos es mucho fence. How creative Thought Develops in a
más rica. Recordemos cómo Karpov (se- Chess Player, 1997).
gún Dorfman, maestro de la fase técnica)
superó brillantemente a Spassky (maestro Concluimos el tema de la clasificación del
de momento crítico, según Dorfman) en estilo de juego de los grandes ajedrecistas,
una posición crítica. propuesto por Dorfman, con la partida:
Si hay un deseo de establecer paralelis-
mos entre los ajedrecistas «celestiales»,
me parece más adecuado clasificarlos de
POSICJ6N82
acuerdo con el carácter del pensamiento
de Mark Dvoretsky: «Tradicionalmente los Eugenio Torre- Anatoly Karpov
jugadores de ajedrez se dividen en com- Bad Lauterberg 1977
binatorios y posicionales. Hubo un tiempo
en que era relativamente fácil distinguir a
los jugadores por este criterio, pero ahora
la situación es diferente: casi no quedan
jugadores puramente posicionales o pu-
ramente combinatorios. Además, esta di-
visión habla solo de la manera de juego,
no de las características del pensamiento.
No es suficientemente informativo en tér-
minos de elegir la dirección y el contenido
del entrenamiento requerido por un aje-
drecista.
Me parece más productivo distinguir al ju-
gador de ajedrez por el tipo de pensamiento «El ajedrecista filipino, con blancas, tiene
que domina en su enfoque creativo para la cierta ventaja estática:
toma de decisiones: intuitivo o lógico. 1. =; 2. =; 3. ;!;; 4. ;!;.
Los grandes maestros de tendencia in- Torre pudo concentrarse en la continua-
tuitiva -José Raúl Capablanca, Mijaíl Tahl, ción 21 \Wd2, y preparar el plan típico a3-
Tigran Petrosian, Anatoly Karpov- sienten a4, :B:c1-b1 y a4-a5. Sin embargo, haciendo
sutilmente los matices más pequeños de caso omiso de las exigencias del momen-
la posición, tienen una visión combinativa to, prefirió un juego dinámico.
más nítida. Son más débiles en el plantea- 21 g3
miento de la partida, en la estrategia, no A partir de aquí el rey blanco se encuentra
les gusta demasiado calcular variantes y irremediablemente debilitado.
cometen errores en el cálculo. 21 ... id8 22 ttJd2 if6 23 h4 h6 24 hS ttJgf8
En el polo opuesto están, por ejemplo, Cabe señalar que la estrategia provocado-
Akiba Rubinstein, Mijaíl Botvinnik, Garri ra de Karpov le ha dado excelentes resul-
Kasparov. Ellos conciben planes profun- tados. Su posición es firme y segura.
dos en la apertura y en las etapas poste-
riores, piensan de una manera disciplina- Véase el diagrama siguiente
da, calculan con precisión las variantes.
Pero a veces se les escapan ideas tácticas La distribución de las piezas negras puede

281
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
mejorarse mediante 'fJ,c7 seguido de 'fJ,ec8,
mientras que el caballo d2 está condena-
do a la inactividad debido a la idea ~xc3
y C/Jf6. A las blancas les resulta más difícil
encontrar las maniobras adecuadas.
He oído repetidamente que Karpov gana a
men u do permaneciendo en la octava fila.
A mí me parece que la explicación es más
simple: es uno de los jugadores estáticos
más grandes.
25g4
Este gesto desesperado acelera lo inevita-
ble.
25 .•• tDh7
La amenaza estratégica consiste en e6-e5.
El avance del peón «f» ha entregado todas
las casillas negras. Las negras sacan pro-
vecho inmediatamente con el cambio del
alfil ~f6-g5 y la posterior ocupación de las
casillas f6 y gS. Por otro lado, 26 C/Jf3 (tras
la imprudente 26 \Wg2 dS 27 cxdS ~xc3 28
l"1xc3 'fJ,xc3 29 'fJ,xc3 exdS las negras toman
la iniciativa) tropieza con la réplica típica
26 ... ~xc3 27 'fJ,xc3 C/Jhf6.
26 eS dxe5 27 g5 exf4 28 ixf4 !es
Véase el diagrama siguiente
La partida está prácticamente finalizada.
Por supuesto, no es fácil aceptar este tipo
de derrota. Probablemente por esa razón
las blancas prolongan su resistencia insen-
sata.
29 g6 fxg6 30 hxg6 ixf4 31 gxh7+ ~h8 32
E:f1 Ei:f8 33 ie4l2Je5 34 '\Wg2l2Jxc4 Las blan-
cas abandonaron».
282
Estrictamente hablando, he seleccionado
esta partida sin deseo de sacar de contex-
to una frase: «He oído repetidamente que
Karpov gana a menudo permaneciendo en
la octava fila. A mí me parece que la explica-
ción es más simple: es uno de los jugadores
estáticos más grandes».
De nuevo el tono blanquinegro. No es fá-
cil, nada es sencillo. Incluso hoy día mu-
chas personas no comprenden el juego de
Karpov. Recuerdo una conversación con
Gennadi Kuzmín durante un Memorial A.
Sokolsky en Minsk. El gran maestro ucra-
niano habló con entusiasmo de su forma
de jugar. Durante la Olimpiada estudiantil,
donde jugaron juntos en el equipo de la
URSS, el joven Karpov, a petición de Kuz-
mín, le mostró sus partidas y compartió
sus pensamientos sobre el transcurso del
juego. A Kuzmín le llamó la atención cómo
instantáneamente Karpov captaba los
más mínimos cambios en las posiciones,
que eran invisibles para los demás, y cómo
de inmediato reorganizaba sus planes de
acuerdo con esos cambios. Desde el ex-
terior esto se veía más o menos así: man-
tener prácticamente igualada la posición.
Los contendientes hacían una decena de
jugadas adelante y atrás, cada uno en su
propio campo, sin cometer errores al me-
nos aparentes, y resulta que entonces la
posición del adversario de Karpov estaba
perdida o muy cerca de ello.
La mayoría de los jugadores pueden mo-

ver las piezas en su propio campo sin
entrar en contacto con las piezas del ad-
versario. Sin embargo superar completa-
mente al adversario de esta manera es un
arte reservado a unos pocos. Todavía es
más difícil explicar por qué sucede esto,
porque para ello es necesario compene-
trarse y simular el pensamiento del gran
ajedrecista.
En mi opinión, quien mejor ha descrito y
explicado la forma de jugar de Karpov ha
sido Mark Dvoretsky en sus comentarios
a la partida Karpov - Timman (Montreal
1979). Al mismo tiempo, Dvoretsky de vez
en cuando insertó los comentarios del
mismo Karpov, que resalto en cursiva.
PARTIDA 53
Anatoly Karpov- Jan Timman
Defensa Pire [B07]
Montreal1979
1 e4 d6 2 d4 ¿¿¡f6 3 ctJc3 g6 4 g3 ig7 5 ig2
0-0 6 ctJge2 eS 7 0-0 ctJa6?!
«La teoría recomienda 7 étJc6 o 7 c6. En
000 000
caso de 7 c6 la respuesta habitual es 8 a4
000
(previniendo la jugada útil para las negras
b7-b5), pero entonces el desarrollo del ca-
ballo por a6 está más justificado, porque
tiene a su disposición la casilla b4.
8~e1 c69h3
<<Jugada profiláctica típica en este tipo de si-
tuaciones, -escribe Karpov- restringiendo
al alfil enemigo, al mismo tiempo las blan-
cas también crean una ((zona de obstruc-
ción» en el flanco de rey para el resto de las
piezas menores» (Karpov).
«El resto de las piezas». Sin duda se refiere
al caballo f6. El alfil blanco desea situarse
en e3, y para ello debe asegurarse contra
el salto ltJg4. Aquí advertimos una jugada
profiláctica, sin embargo de momento no
es un pensamiento preventivo. El avance
del peón a h3 es típico en estas posiciones,
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
por lo que se juega sin pensar en las posi-
bilidades del adversario.
9 ... ~e8
Todas las esperanzas de obtenercontrajuego
por parte de las negras van unidas a la pre-
sión sobre el peón e4.
Este sí es un pensamiento preventivo. Kar-
pov determina inmediatamente la idea
principal del adversario, que vigilará aten-
tamente durante el transcurso de toda la
partida.
1oigs
Un procedimiento estándar: las blancas
provocan h7-h6, para después desarrollar
la dama por d2 y atacar al peón h6.
10 ... h6
Era tentadora 1O exd4 11 étJxd4 h6 a la
000
espera de 12 Jte3 étJcs, y es incómodo de-
fender el peón e4 (13 Jtf4 étJhS). Sin em-
bargo las blancas responden 12 Jtf4! gS 13
Jtc1, y en el futuro se notará la debilidad
de la casilla fS.
Tras 10 Wlb6 las blancas podían obtener
000
ventaja con la sencilla 11 'll,b 1, porque es cla-
ramente insatisfactoria 11 exd4 12 étJxd4 000
ltJc5 13 b4 ltJcxe4 14 he4! ltJxe4 15 ltJxe4
hd4 76 étJf6+.
¡No es un comentario del todo convincen-
te! Por supuesto, no se debe capturar el
peón e4; la respuesta normal es 13 étJe6. oo.
Además en lugar de 12 étJcS Timman
000
podría probar bien 12 dS, o bien 12 oo• 000
ltJg4!? 13 hxg4 ixd4 14 Jte3 Jtxe3 15 'll,xe3
dS! con juego confuso. Esta variante tiene
su propia lógica interna: en gS el alfil casi
no participa en la lucha por el centro, y las
negras aprovechan esa circunstancia.
11 ie3
Véase el diagrama siguiente
Es evidente que las blancas quieren con-
cluir el desarrollo mediante 12 Wld2 (¡ga-
nando tiempo!) 12 ~h713 'll,ad1. ¿Es po-
000
sible interferir en la realización de su plan?
En caso de 11 exd4 12 ixd4! étJcS?! (es
oo.
mejor 12 lLlc7) es desagradable 13 eS!
000
étJh7 14 exd6 Wlxd6 15 b4 (o 15 Jtxg7 W/xd1
283
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
16~a:d1 <;t>xg717 b4ét'la618 bS) 1S ... lt'la6
16 bS cxbS 17 ét:lxbS con ventaja blanca.
Merece seria atención la jugada profilácti-
ca, indicada por Karpov, 11 ... ~h7!?, que
defiende por anticipado el peón h6. Su
sentido es que a 12 \Wd2 sigue 12 ... exd4!
13 ixd4 (es más fuerte 13 ét'lxd4 ét'lcs 14
f3, y si 14 ... dS, entonces 1S 4Jxc6) 13 ...
ét'lcs, y 14 eS? es imposible por la clavada
de alfil después de 14 ... dxeS.
Con el movimiento 12 g4 (en lugar de 12
\Wd2), las blancas conservaban una po-
sición algo mejor. Aunque las negras, en
todo caso, no perdían nada: tras hacer
una jugada útil, dificultaban la agrupa-
ción natural de las piezas del adversario,
planteándole problemas en la apertura en
base al pensamiento preventivo.
11 ... 'Wc7?
Jan Timman ni siquiera intenta luchar
contra el plan de su adversario. Además la
dama negra le arrebata una casilla al ca-
ballo, que ahora está atascado en el borde
del tablero.
12 '®d2 i>h7
Tras 12 ... exd4 13 ét'lxd4 las negras ten-
drían que perder tiempo para rechazar la
amenaza 14 ixh6.
13 gadl id7
Merecía atención 13 ... ie6, y si 14 g4 ~ad8
15 f4 ic4 16 ét'lg3 (Karpov), entonces 16 ...
exf417 ixf4 cS.
Véase el diagrama siguiente
Las blancas se han consolidado con éxito.
284
Ahora se imponen 14 f4 o 14 g4. ¿Cómo
hace Karpov su elección?
«En el umbral del medio juego siempre es útil
sopesar una vez más los recursos de ambos
bandos y corregir los planes iniciales. Aquí
reflexioné y pronto llegué a la conclusión
de que un juego sencillo en el centro ya no
promete nada. Ahora, con el fin de obtener
nuevos puestos avanzados, será necesario
avanzar los peones del flanco de rey. Sin em-
bargo no quería jugar enseguida 14 f4. No
es lógico aumentar la tensión de inmediato,
porque más tarde tendré que jugar g3-g4.
Entonces, ¿por qué no aprovechar primero
un recurso para reforzar la posición, como
g3-g4 y ét'le2-g3? Al mismo tiempo las blan-
cas resuelven su principal tarea estratégica,
reforzar el peón e4 en caso de una ruptura
en el centro».
Por cierto, esta partida ilustra a la perfec-
ción la idea de Nimzowitsch acerca de la
sobreprotección de los puntos estratégi-
cos importantes. Karpov lo recuerda todo
el tiempo, trata de fortalecer al máximo el
peón central e4.
14 g4 gad815etJg3 ic816f4 bS
Conociendo su estilo, ahora es bastante
fácil adivinar la jugada de Karpov.
17 a3! b4?!
Timman es un jugador activo, a veces de-
masiado activo. Es dudoso que valga la
pena debilitar los peones del flanco de
dama.
18 axb4 CLlxb419etJce2
«La idea de las negras consiste en ... ». Perdo-
ne, ¡cuál es aquí la idea de las negras! A pri-

mera vista, está claro que las blancas han
conseguido una sólida ventaja posicional.
Probablemente pensaríamos cómo utili-
zarla lo más rápido posible: mover f4-fS,
preparar g4-gS, etc. Sin embargo, Karpov
piensa de otra manera: incluso en estas
situaciones él, sobre todo, controla las po-
sibles intenciones del adversario y procura
impedirlas.
Así, otra vez: ((La idea de las negras consis-
te en agrupar de alguna manera sus piezas
con las jugadas al-aS, ~c8-a6, eSxd4 y c6-
cS. Pero este camino es largo, y las blancas
consiguen impedir el proyecto de su adver-
sario».
Ahora a 19 ... aS sigue 20 c3, que expulsa
al caballo y refuerza el centro. Las negras
también tienen una posición mala tras 19
... eS 20 fxeS dxeS 21 dS.
19 ... exd4 20 CtJ xd4 aS
((En esencia, el juego posterior de las blancas
se reduce a evitar que las piezas enemigas
entren en juego».
21 c3 CDa6
La siguiente jugada de Karpov, sin duda,
es la mejor de la partida. ¿Cómo la en-
contró? Es evidente que se preguntó qué
quería hacer el adversario. La respuesta es
clara: poner en juego el caballo a través de
la casilla cS. ¿Cómo impedirlo?
221M/c2!!
((Un movimiento sutil, que, en primer lugar,
impide que el caballo negro salte a eS (debi-
do a la respuesta b2-b4), y en segundo Jugar,
continúa la precedente línea estratégica,
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
consolidar el peón e4».
Como se puede ver, aquí se combinan las
dos formas de profilaxis mencionadas por
Nimzowitsch: obstaculización de los pro-
yectos del adversario y sobreprotección.
Es curioso que Karpov ni siquiera conside-
re 22ttJxc6? Wxc6 23 eS, una continuación
a la que seguramente otros jugadores le
prestarían una atención seria. ¿Por qué?
Porque tras esto las piezas negras cobran
vida. Si bien es cierto que después de 23 ...
Wc7 24 exf6 ~xf6 2S lt:Je4 seguido de ~d4
o 23 ... dS 24 exf6 las blancas todavía ten-
drían mejores posibilidades.
22 ... ~d7
Otra vez las negras quieren jugar lt:Jcs (23
... lt:Jcs 24 b4 ab 2S cb tLle6, y el peón c6
está defendido), y de nuevo las blancas lo
impiden .
23 CDf3! ~e7?!
En caso de 23 ... lt:Jcs Karpov tenía prepara-
do 24 eS. Timman confía en la palabra de
su adversario, y por lo visto, en vano.
En situaciones difíciles es necesario com-
probar detenidamente cualquier oportu-
nidad para agravar la lucha. No veo cómo
se refuta el movimiento 24 ... ttJdS. Si 2S
exd6 Wxd6 26 Wf2 (26 c4? lt:Jxe3), enton-
ces 26 ... gxe3! 27 gxe3 ®xf4 28 geel lt:Je6
con cierta compensación para las negras
por la calidad sacrificada. Probablemente,
las blancas deberían limitarse a jugar la
tranquila 2S ~xcS dxcS y ahora: 26 ttJhS
(Adianto) 26 ... ~h8 o 26 ®el (Nunn) 26 ...
c4 27tLle4 f6 28tLld6 gf8.
La recomendación de Karpov 23 ... eS tam-
bién era preferible a la jugada de la par-
tida.
Véase el diagrama siguiente
24~f2!
((Uno de Jos últimos movimientos preven-
tivos. Antes de emprender las operaciones
ofensivas, las blancas disponen sus fuerzas
con la máxima armonía y... ¡de nuevo refuer-
zan el puesto avanzado central e4! Era preci-
pitada 24 Wfd3 debido a 24 ... ~c8».
285
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
Para mí, quizás el último comentario de
Karpov es el que aporta mayor informa-
ción. Intentaré utilizarlo para reconstruir
el curso aproximado de su pensamiento:
«Es tentador el ataque doble 24 iWd3,
sin embargo después de 24 ... ibc8 2S eS
lLJds 26 exd6!'1xd6 no vale 27 c4? por 27 ...
l'\xe3! (pero no 27 ... l2Jxe3? 28 iWxd6lLJxd1
29 iWxe7) 28 l'\xe3 l2Jxe3 29 iWxd6 l2Jxd1
(indicado por Nunn). No, ¡no necesito tales
aventuras!
¿Y cómo quierejugarTimman, para qué ha
hecho su última jugada? Es poco probable
que sea para 24 ... l'\de8, entonces sigue la
sencilla 2S \Wd3, y pierde un peón. ¿Tal vez
24 ... Íl,e8, para reforzar el peón d6, y dejar
libre la casilla d7 para el caballo o la torre?
Pero entonces sigue 2S \Wd3, y el alfil ya no
puede defender al caballo. En caso de 2S ...
iWb7 puedo atacar aS.
Esto significa que solo necesito esperar.
¿Qué jugada útil puedo hacer? Sin duda,
24 ibf2; no está mal defender una vez más
el peón e4, y la amenaza e4-eS (después
de 2S iWd3) gana fuerza».
Como se puede ver, el pensamiento pre-
ventivo no es sinónimo de pasividad, se
asocia con el cálculo simultáneo tanto de
los recursos propios, como de los del ad-
versario, con el cálculo preciso de varian-
tes cortas.
Es extremadamente difícil enfrentarse a
esa forma de jugar, es necesario igualar al
adversario en la capacidad de prever los
planes de otra persona. A este respecto,
Timman no era un oponente válido para
286
Karpov.
24 ... .ie8?!
Era más tenaz 24 ... ibc8.
251Wd31.Wb7
Si 2S ... l2Jb8, entonces 26 eS!
26~a1!
Las modestas maniobras de las piezas
blancas en su campo han llevado a una
conquista de material: el peón aS esta in-
defenso.
26 ... fiJc7 27 ~xaS ~dd7
Es mala 27 ... iWxb2? 28l'1b1.
28 b4 fiJe6
Por supuesto, ahora es mala 29 fS? l2Jf4.
Es necesario defender el peón f4, aunque,
¿de qué manera? Karpov está vigilante
hasta el final.
«La posición está completamente ganada
para las blancas, pero aún requiere cierta
precisión. Así, después de 29 Wd2 d5!? las
negras podrían obtener cierta apariencia
de contrajuego: 30 e5lLJe4 37lLJxe4 dxe4 32
lLJd4 eS, y la cosa se complica».
29 .ie3! c530 fS fiJd8 31 bS
Por supuesto, hay que impedir que el ca-
ballo salte a c6.
«Para alcanzar la «felicidad plena» a las
blancas les resta jugar c3-c4, con lo que con-
siguen dominar todo el tablero».
31 ... ~h8 32 .if2
El alfil ha cumplido su trabajo en e3 y se
retira de nuevo para reforzar el punto e4.
32 ... 1Wc7 33 ~a4Wfb8 34 c4
Además de material, las blancas tienen
una ventaja posicional enorme; las piezas

enemigas están completamente asfixia-
das. El golpe decisivo no está lejos.
34 ... ~a7 35 ~xa7 ~xa7 36 eS dxeS 37ctJxe5
~a238ixc5 Las negras abandonaron.
Una vez más voy a repetir que tras un exa-
men superficial de la partida no hay nada
que llame la atención, da la impresión
(en general, cierta) de que «se ha jugado
en una sola portería». Y solo tras un serio
estudio empiezas a percibir la elevada
maestría que se esconde tras las en apa-
riencia modestas jugadas de las blancas,
una maestría, en gran medida envuelta en
el pensamiento preventivo».
Un trabajo de filigrana de Anatoly Karpov.
De nuevo llamo la atención del lector so-
bre el hecho de que si exceptuamos la
jugada décima de las blancas con el mo-
vimiento del alfil a g5, que provoca la res-
puesta h7-h6, Karpov realizó todas las ma-
niobras restantes en su propio campo, sin
traspasar la cuarta fila, y logró una ventaja
decisiva en la jugada 27 contra uno de los
grandes maestros más fuertes del mundo
en ese momento. Cabe señalar los comen-
tarios absolutamente brillantes de Mark
Dvoretsky, que nos descubren la lógica in-
terna de todo lo sucedido en esta partida.
Para terminar me gustaría citar un extrac-
to del original e interesante libro del gran
maestro danés Lars Bo Hansen Fundamen-
tos de la estrategia ajedrecística, en el que
el autor se centra en la importancia de te-
ner en cuenta, al tomar una decisión, no
solo la valoración objetiva de la posición,
sino también las fortalezas y debilidades
por ambos lados, tanto en tu juego como
en el juego de tu oponente. Además, Han-
sen establece paralelismos entre la estra-·
tegia en el ajedrez y la estrategia en los
negocios modernos. Esto es lo que escri-
be sobre la sobreprotección de un punto
fuerte: «Aquí propongo mi propia explica-
ción de este concepto, comparándolo con
la noción de teoría de la organización, co-
nocida como teoría de dependencia de los
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
recursos. Una organización depende de
una multitud de recursos, muchos de los
cuales son proporcionados por proveedo-
res u otros socios de la firma. La organiza-
ción depende de estos recursos; si algunos
recursos importantes para la organización
son escasos, entonces los proveedores
tendrán una ventaja en su relación comer-
cial. La organización no tendrá la libertad
de acción necesaria y su destino estará en
manos de los proveedores.
Un gerente inteligente de dicha organiza-
ción desarrollará estrategias que reduci-
rán el poder de los proveedores y aumen-
tarán la libertad y las posibles variantes
para las acciones de la organización. Una
variante (de su conjunto) de esta estrate-
gia es tener más proveedores, lo que redu-
ce la dependencia de cualquiera de ellos.
La misma idea se puede usar en ajedrez. El
primer paso clave es identificar los puntos
críticos de la posición, desde un punto de
vista estratégico, lo mismo que el gerente
de negocios evalúa también qué recursos
son importantes y de qué carece la or-
ganización. En ajedrez a menudo son los
peones y las casillas centrales. Estos son
los puntos que deberán sobreprotegerse.
La sobreprotección de hecho aumenta /a
flexibilidad y reduce la fuerza del adversa-
rio, así como las estrategias comerciales
pueden aumentar la libertad de acción de
la compañía y reducir el poder de los pro-
veedores. Si el punto crítico (por ejemplo,
un peón central) está atacado tres veces
por el adversario y está protegido solo tres
veces, entonces el adversario tiene supe-
rioridad estratégica, porque en cualquier
momento puede desplegar el ataque en
otra parte del tablero. Las piezas defensi-
vas están quietas y dependen de los mo-
vimientos del adversario. No pueden mo-
verse, ya que esto supondría la pérdida de
un peón central importante. Por otro lado,
si el peón está protegido cuatro veces (o
más), entonces las piezas defensoras tie-
nen libertad propia. Cualquiera de ellas
puede abandonar su rol pasivo y actuar
287
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
activamente en otra parte, ya que el peón
seguirá protegido. La sobreprotección del
peón aumenta la movilidad de las piezas,
y la ventaja de elegir acciones ya no está
en manos del adversario.
Lo principal, tanto en los negocios como
en el ajedrez, es identificar los puntos es-
tratégicos importantes, que necesitan
sobreprotección. Una buena regla prác-
tica es fijarse atentamente en el centro.
Los pensadores clásicos tenían razón al
enfatizar la importancia del centro. Sin
embargo, como Nimzowitsch y otros hi-
permodernos nos enseñaron, para domi-
nar el centro no es necesario ocuparlo con
peones: la sobreprotección con las piezas
puede ser igual de fuerte».
Recuerdo muy bien la fuerte impresión
que me produjo la semidesconocida par-
tida Karpov - Kupreichik, jugada en Riga
el año 1975, en la Espartaquiada de los
pueblos de la URSS, en el match Rusia -
Bielorrusia. Ese día me tocaba descansar
y observé con interés las partidas de mis
compañeros de equipo. Sobre todo des-
pertó mi interés el enfrentamiento en el
primer tablero entre Viktor Kupreichik y
el nuevo campeón del mundo, Anatoly
Karpov. Poco antes de esto Robert Fischer
había renunciado a defender su título en
un match con el gran maestro soviético, y
Karpov fue proclamado decimosegundo
campeón del mundo. La partida transcu-
rrió muy tensa y terminó con apuros de
tiempo mutuos.
P05/C/ÓN83
Anatoly Karpov- Viktor Kupreichik
Riga 1975
Véase el diagrama siguiente
Las negras tienen un peón extra, sin em-
bargo las blancas poseen la pareja de
alfiles y sus piezas apuntan al rey negro.
288
Además la posible clavada con el alfil por
la gran diagonal, con ataque simultáneo
a la torre b2, puede ser decisivo. Es muy
atractiva 36 !eS! En la actualidad el orde-
nador dictamina enseguida que las blan-
cas ganan después de 36 ... tLlxeS 37 V!ifxeS
Eld2 38!c4.
Los pensamientos de todos los presentes
se dirigieron en esa dirección; sin embar-
go, en el zeitnot Karpov jugó 36 '1Wc1?!!
La partida terminó así: 36 ... E:a2?! 37 '\Wc4!
E:d2 38 if4 E:b2 39 '1Wc3! E:b4 40 gS .id4 41
'\Wxc6 bxc6 42 ét:\xd4, y las negras abando-
naron. El ordenador muestra que en lu-
gar de 36 ... fla2 las negras necesitaban
retirar la torre a b4, permitiendo 37 V!ifa1.
Después de 36 ... Elb4! 37 V!ifa1 ~g8 con-
servaban posibilidades de resistencia. Me
sorprendió ver hasta qué punto Karpov
abarca con su mirada todo el tablero. La
dama blanca se cierne sobre la posición
del rey negro, que parece a punto de de-
rrumbarse. Y de repente se retira a el.
¡Nadie en absoluto miró en esa dirección!
Parece que a2 es la única casilla de retirada
para la torre b2, y después de 37 V!ifc4! la
dama blancas se mueve a c3 con ganancia
de tiempo y con el añadido del ataque de
peón g4-g5. Todo sucedió muy rápido, y
nadie excepto Karpov vio esta maniobra.
Aquí sería muy apropiado citar al gran
maestro Lev Psajis, autor del excelente li-
bro Advanced Chess Tactics, en referencia

a la decimoséptima jugada de Mijaíl Tahl
contra Anthony Miles (Porz 1981 ): «Seré
franco: esta jugada nunca se me habría
ocurrido, y por muchas razones. Sobre
todo, porque es una jugada genial (y por
cierto, no me refiero a su calidad), ¡y los
pensamientos de las personas ordinarias
y de las geniales son bastante diferentes!»
La repetición es la madre del aprendiza-
je, y volvemos de nuevo a una sabia cita
de Mark Dvoretsky: «Los grandes maes-
tros de la tendencia intuitiva -José Raúl
Capablanca, Mijaíl Tahl, Tigran Petrosian,
Anatoly Karpov- perciben finamente los
matices más insignificantes de la posición,
poseen una visión combinativa más níti-
da».
Hace cuarenta años Anatoly Karpov juga-
ba de una forma inimitable con una fuer-
za fantástica, y creo que Robert Fischer lo
comprendió mejor que nadie. Por desgra-
cia, ¡nunca se celebró ese match tan inte-
resante!
En la actualidad se intenta revisar la his-
toria, incluida la del ajedrez. Existe una
controversia sobre quiénes de los grandes
ajedrecistas son genios, y quiénes no tan-
to. La opinión general: Capablanca, es un
genio; Alekhine, es un genio; Fischer, es un
genio; Tahl, es un genio; Kasparov, es un
genio; lvanchuk, es un genio; pero Karpov
no es un genio. Acerca de Kramnik, un mo-
desto silencio, para Magnus Carlsen, voces
tímidas, mientras que Mijaíl Botvinnik, V.
Smyslov, T. Petrosian y B. Spassky es como
si no hubieran existido en el ajedrez. En
India, por supuesto, Anand es Dios, aun-
que más allá no hay nada claro. Me gus-
taría entender los criterios que rigen estas
evaluaciones, y al mismo tiempo, ¿genio
es un título de por vida o por un tiempo?
Si es por un tiempo, entonces cuál es el
período: ¿diez años, un año, un match, un
torneo, una partida? ¿Es necesario un am-
biente externo? Por ejemplo, ¿una mirada
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
ardiente, una forma de vida bohemia y un
desprecio total por el régimen deportivo,
como Mijaíl Tahl?
Hoy para responder cualquier pregunta es
habitual buscar en «Wikipedia». Hagamos
nosotros lo mismo.
«Genio es el grado más elevado (a dife-
rencia del talento) de manifestación de las
habilidades creativas del individuo». Ejem-
plo: el genio es el grado más elevado que
puede conseguir la capacidad humana».
«Genio- (del latín genius- espíritu)- es la
capacidad del hombre, increíble y admira-
da por todos, para crear y dar a luz nuevas
ideas».
Si tomamos como base la primera defini-
ción, entonces para una persona que co-
nozca el deporte será evidente que es muy
difícil ser un genio durante mucho tiempo,
ya que no se puede mantener siempre el
más alto grado que una habilidad humana
pueda alcanzar. Y desde luego, ahora en el
ajedrez el componente deportivo domina
sobre el resto. No es ningún secreto que
en la actualidad el campeón de ajedrez
más fuerte no está en condiciones de ga-
nar un match a un ordenador. Los matches
y los torneos al más alto nivel despiertan
el interés de millones de personas. Sin
embargo las competiciones y campeona-
tos entre programas de ajedrez solo son
interesantes para un número limitado de
especialistas. Sin duda, a nadie se le pasa
por la cabeza ver un campeonato de le-
vantamiento de pesas entre grúas, sin
embargo a mucha gente le gusta ver los
campeonatos de levantamiento de pesas,
incluso los femeninos. Por lo tanto, hoy
se habla de genio en el ajedrez solo con
referencia a los campeones del mundo.
Vasily lvanchuk, un destacado jugador de
ajedrez, que ha obtenido grandes éxitos,
y cuyo talento no es inferior al de un cam-
peón del mundo, es una excepción a la re-
289
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
gla, en gran medida debido a su imagen
y entorno. Después de todo, nadie habla
como genios de Viktor L'vovich Korchnoi,
Paul Keres o, digamos, Veselin Topalov o
Boris Gelfand.
El destino de Robert Fischer muestra el he-
cho de que no se puede ser un genio del
juego hoy y veinte años después. Desde
luego, si se hace la pregunta: ¿quién es el
jugador más genial de toda la historia del
ajedrez?, entonces Fischer sería el candi-
dato n.o 1, si no hubiera jugado un segun-
do match con Boris Spassky veinte años
después. Recordemos sus fantásticos re-
sultados en su camino hacia el título mun-
dial: en el torneo lnterzonal, ¡3,5 puntos de
ventaja sobre el segundo clasificado! Mat-
ches de candidatos: ¡Fischer - Taimánov
6:0!; ¡Fischer- Larsen 6:0!; ¡Fischer- Petro-
sian 6,5:2,5! Fischer- Spassky 12,5:8,5 con
incomparecencia de Fischer en la segunda
partida, que se le dio por perdida. Nunca
nadie pudo mostrar tal superioridad sobre
sus adversarios en la historia moderna del
ajedrez, y de hecho se enfrentó a lo me-
jor del mundo, ¡a la Escuela soviética de
ajedrez! El gran maestro Boleslavsky me
habló sobre la forma de actuar sobre el ta-
blero del campeón americano. Por lo ge-
neral, al hacer una jugada, un ajedrecista
considera varias respuestas del adversario.
Para cada una de ellas considera las va-
riantes posibles, aunque no siempre hace
un cálculo profundo: demasiado consu-
mo de energía. Desde luego, si elige tres
movimientos, después de la respuesta del
adversario el cálculo de dos variantes des-
aparece automáticamente. Con frecuencia
en ese momento los ajedrecistas prefieren
pasear por la sala o ir al baño. Sin embar-
go, Fischer no se levantaba del tablero,
pensaba y calculaba todo. Cuando el ad-
versario realizaba su jugada, respondía
casi sin pensar, ya lo tenía calculado todo.
Desde un punto de vista psicológico esto
es muy incómodo para los adversarios:
«Bueno, no puede jugar tan rápido y no
290
cometer errores». ¡Sin embargo Fischer no
se equivocaba o casi no se equivocaba!
Y luego, por alguna razón, estando invicto,
abandonó el ajedrez.
En el año 1992 o 1993 vi la película Fe-
dora. Trataba sobre una famosa actriz de
cine, que había superado los 40 años ha-
cía tiempo, se somete a repetidas cirugías
plásticas, interpreta a jóvenes heroínas, y
colecciona Oscars. Una de las operacio-
nes no tiene éxito, y Fedora se convierte
en una anciana. En ese momento estalla
la Segunda Guerra Mundial, y el mundo
del cine pasa a un segundo plano. Fedo-
ra y su hija, sorprendentemente similar a
ella, viven en el olvido en una isla privada.
Durante la guerra la niña crece y la madre
le enseña las artes escénicas. Terminada la
guerra, la eternamente joven Fedora vuel-
ve a aparecer en el escenario mundial, y
como nadie sabe nada sobre la existencia
de su hija, todos creen que es la misma ac-
triz que antes de la guerra. Todo va bien,
el éxito es fabuloso, hasta que la hija se
enamora. Cuando le dice a su madre que
quiere revelar a su amante su verdadera
identidad, esta se niega categóricamen-
te, y en su desesperación la hija se suicida
tirándose al paso de un tren. Dos meses
después, Fedora muere ...
He narrado este melodrama para mostrar
que la imagen de ser la mejor actriz era
más importante para la madre que la fe-
licidad de su hija. La vida es más prosaica
que el cine. Fischer simplemente se que-
dó sin dinero, y la única forma con la que
sabía ganarlo era con el ajedrez. Por eso
accedió a jugar un segundo match con
Spassky, y estropeó su imagen. La calidad
de las partidas fue baja, y se hizo eviden-
te que no solo Kasparov o Karpov habrían
derrotado a este Fischer, sino también
Timman, Short, e incluso los bastante jó-
venes Anand, lvanchuk y Gelfand podrían
tenerlo a su alcance.

Por lo tanto el genio/ como grado más ele-
vado que puede conseguir la capacidad
humana/ no solo no puede ser permanen-
te/ sino que es muy raro que se prolongue.
De los ejemplos recientes puedo mencio-
nar la intervención de Fabio Ca ruana en la
Copa Sinquefield del año 2014. Su juego
y el resultado de 7/5 de 9 (¡y por las posi-
ciones podrían haber sido 8/5 puntos!) en
uno de los torneos más fuertes en la his-
toria del ajedrez fueron absolutamente
geniales. Por desgracia/ Ca ruana no volvió
a repetir nada igual. ¿Es posible conside-
rarlo un genio? En el momento del torneo/
¡sin duda! ¿Y en general?
Se puede cavar y profundizar. ¿Es un genio
Rashid Nezhmetdinov en base a su famosa
partida con Lev Polugaievski (Sochi 1958) 1
o Viktor Kupreichik por su partida/ pon-
gamos/ con losif Dorfman (URSS 1980)?
Durante un tiempo muy corto/ en el que
una de las partes alcanzó el grado más
elevado de manifestación de la capacidad
humana/ sí, en lugar de no. Sin embargo/
ni Kupreichik 1 ni/ especialmente/ Nezhme-
tdinov/ estuvieron incluidos alguna vez
en la élite del ajedrez/ y por lo tanto nadie
pensó que fueran genios. No obstante/ de
hecho casi cualquier gran maestro fuer-
te puede sacar de su alforja uno o varios
«lienzos»/ ¡y demostrar que en algún mo-
mento él también fue un genio!
Expresó muy bien este tema Fazil lskan-
der: «La inspiración puede ser intermiten-
te/ y en ese caso la maestría consiste en
rellenar las pausas». Y la maestría estable
la poseen/ en primer lugar/ los campeones
del mundo.
¿Cuál es el criterio ajedrecístico para defi-
nir un juego genial? Como regla generat
se asocia a la percepción emocional de
un sacrificio inesperado, o a tácticas/ ju-
gadas resultantes o excesos/ según Valeri
Beim. Una partida completamente lógica/
con un plan estratégico originat aunque
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
casi sin sacrificios/ como/ por ejemplo/ el
brillante duelo Caruana - Aronián de la
ya mencionada Copa Sinquefield del año
2014/ provoca/ por regla general/ menos
emociones. Y ya no hablo de los ejemplos
demostrativos de una técnica fantástica
en los finales de Magnus Carlsen. Si no
fuera el campeón del mundo/ líder indis-
cutible del ranking mundial con alrededor
de 50 puntos sobre el segundo de la lista/
nadie ni siquiera plantearía el tema de su
genialidad.
¿Por qué pasa esto? Muy probablemente/
por la misma razón que es difícil para el
ajedrez entrar en las pantallas de los te-
levisores. Para comprender y reconocer la
belleza de este tipo uno debe tener cier-
tas habilidades y comprensión del juego.
A menudo pasa desapercibida para aje-
drecistas incluso con nivel de candidato a
maestro. Mientras que los sacrificios y las
jugadas resultantes son inmediatamente
visibles.
¿Quién tendrá un mayor porcentaje de ta-
les acciones? ¿Un jugador que tienda a un
juego agudo/ rompiendo el equilibrio 0 1
como se dice ahora/ a posiciones desequi-
libradas/ u otro que se atenga más estric-
tamente a la observancia de los principios
posicionales del juego? La respuesta es
evidente. ¿A quién es más fácil reconocer
como un genio? Por supuesto/ a Tahl antes
que a Petrosian/ o a Kasparov antes que a
Karpov, o a Kramnik antes que a Carlsen.
La opinión pública tiende a reconocer a
Garri Kasparov como el genio ajedrecístico
más sobresaliente de la actualidad. Quiero
recordar en términos generales cómo fue
su primer y más memorable match con
Anatoly Karpov/ al que no se le puede con-
siderar genio con la misma opinión.
Este match se jugó a seis victorias sin límite
de partidas jugadas/ que por supuesto es
una absoluta falta de respeto al trabajo y a
291
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
la salud de los ajedrecistas. Gracias a Dios
fue, eso espero, el último match sin límites
en la historia del ajedrez. El match empezó
el9 de septiembre de 1984, y terminó el15
de febrero de 1985, poco antes de la «per-
estroika» de Gorbachov y de los enormes
cambios que destruyeron la Unión Soviéti-
ca. El match estuvo seriamente politizado.
Joven, impulsivo, con una mirada ardien-
te, Garri Kasparov, jugando al ataque de
una manera extremadamente agresiva,
simbolizaba todo lo nuevo y progresivo,
contra el favorito del Partido Comunista y
su dirección, el símbolo del «inmovilismo»
y el colapso, el rudimento del pasado, el
conservador Anatoly Karpov. Así es como
se expuso al público general en la prensa
democrática.
El juego de Kasparov, realmente, impresio-
naba. En la fase de la apertura introducía
muchas variantes y novedades, la mayoría
de las veces asociadas con el sacrificio de
un peón por la iniciativa. Sus análisis, por
lo general, eran más extensos y profundos
que los de sus rivales, y no tenía igual en
el mundo en la longitud y rapidez del cál-
culo de variantes, asociado a la búsqueda
de movimientos, como hace el ordenador.
Sacrificaba un peón, obtenía una iniciati-
va calculada en una posición la mayoría
de las veces estudiada de antemano, y los
adversarios no aguantaban la tensión de
la lucha. Todo seguido de una culminación
enérgica. Kasparov había ganado todas las
competiciones de esta manera tan vigoro-
sa, no obstante antes del match se había
enfrentado a Karpov solo en tres ocasio-
nes, y todas las partidas terminaron en ta-
blas. El equipo de relaciones públicas del
candidato ofreció numerosas entrevistas
elogiosas, a veces incluso jactanciosas, en
una de las cuales (y quizás en más de una)
incluso llamaron cobarde a Karpov.
Mi opinión antes del match fue inequívo-
ca. Consideré, y mis alumnos de esa épo-
ca pueden confirmarlo, que Kasparov no
292
tenía ninguna posibilidad con ese tipo
de juego contra Karpov. Simplemente no
entendía cuál era su fuerza. Como un blo-
que contra el que saltas y rebotas. Y en la
técnica del final, en la técnica de materia-
lización de la ventaja, en la objetividad y
precisión en la valoración de las posicio-
nes, en ese momento Karpov superaba
claramente a Kasparov.
El match comenzó desalentador para
Kasparov. Atacó a Karpov tres veces en
cinco de las primeras partidas siguiendo
su manera favorita. Los sacrificios fueron
aceptados. La iniciativa se extinguió gra-
dualmente. Se realizó la ventaja material.
El resultado, dos victorias para Karpov con
tres empates. Y podían haber sido tres vic-
torias con dos empates. Entonces el aspi-
rante tomó la decisión de jugar activo (con
negras la defensa Tarrasch), aunque ya no
tan agresivo. El resultado fue el mismo. En
dos partidas con negras Karpov obtuvo las
tablas, y en dos con blancas ganó, llevan-
do el juego a posiciones algo mejores y sin
iniciativa para el adversario. Se puso de
manifiesto la diferencia técnica.
Transcurrieron nueve partidas. Se jugaba
a seis victorias. El marcador era de 4 a O a
favor de Karpov. Y lo más importante: no
estaba claro cómo jugar. En ese momento
Kasparov tomó una decisión brillante des-
de el punto de vista deportivo. Renunció a
jugar a ganar con las blancas, ofreciendo
tablas nada más salir de la apertura, y con
negras empezó a jugar el repertorio de
aperturas de Karpov. El objetivo era, antes
que nada, paralizar el match, no perderlo
en las siguientes 4 a 6 partidas, y recupe-
rarse un poco. El objetivo de Karpov era
completamente diferente. No solo ganar
el match, sino hacerlo con el puntaje 6:0
de Fischer, para, por un lado, asestar un
K.O. psicológico a su oponente demasiado
presuntuoso, y por otro lado, demostrar
a todo el mundo que el ajedrecista más
fuerte de la historia era Anatoly Karpov.

Kasparov tuvo éxito en la realización de su
plan. Con blancas solo una vez, en la de-
cimosexta partida, no ofreció tablas des-
pués de la apertura, obtuvo una posición
excelente, y sin embargo al final apenas
«escapó» con un empate.
La copia del repertorio de aperturas de
Karpov constituyó para este último una
gran sorpresa. Si a la primera jugada 1
e2-e4 tú juegas, supongamos, la defensa
Rusa, y tu adversario la defensa Siciliana,
entonces antes de iniciarse el match no
esperas tal insolencia por parte de tu ad-
versario. Pero si le muestras cómo juegas
con las blancas la defensa rusa y no lega-
nas, entonces mañana él jugará contra ti
1 e2-e4, ¡y entonces tendrás problemas en
la apertura ya con negras! Karpov decidió
actuar con seguridad y durante bastante
tiempo se adaptó a la táctica de su adver-
sario. Sin embargo subestimó los 12 años
de diferencia en la edad y sobreestimó
su fuerza física. Siguió una serie prolon-
gada de tablas, y solo en la partida 27 el
campeón del mundo demostró su supe-
rioridad en un final técnico, conduciendo
brillantemente un final un poco mejor. El
marcador estaba 5 a O. En la partida 31,
en un final ganado, Karpov tuvo ciertos
problemas con el tiempo y permitió que
Kasparov se salvara. Quedaba medio paso
para lograr el objetivo, y si esta partida no
hubiera sido la 31, sino, digamos, la 21 o la
23, las posibilidades de salvación de Kas-
parov habrían sido insignificantes. Pero
la historia no tiene subjuntivo. Kasparov
venció en la trigésimo segunda partida.
A partir de ese momento comenzó la cuen-
ta atrás. La genial intuición de Karpov, bajo
el fondo de la fatiga extrema, empezó a
funcionar mal, y la ventaja de Kasparov
en el cálculo de variantes largas pasó a un
primer plano. El juego transcurría con cla-
ra ventaja para el pretendiente, aunque
durante 14 partidas Karpov todavía logró
aferrarse a las tablas. Se derrumbó en las
El Método en Ajedrez de losif Dorfman
partidas 47 y 48, tras lo cual el match fue
interrumpido por decisión del Presidente
de la FIDE, Florencia Campomanes, y se
designó un nuevo encuentro para el año
siguiente, a 24 partidas y con el marcador
inicial O a O.
Debe rendirse homenaje a Garri Kaspa-
rov. Se dio cuenta de la fuerza a la que se
enfrentaba, y realizó un trabajo enorme
para corregir los defectos que había en su
juego. Algo lo logró mejor, algo peor, pero
solo este trabajo le permitió convertirse
en el mejor ajedrecista, considerado con
toda la razón como unos de los más desta-
cados en la historia del ajedrez.
Desde entonces Kasparov y Karpov juga-
ron cuatro matches más por el título de
campeón del mundo. Todos transcurrie-
ron con gran porfía. En cada uno de ellos
se jugaron 24 partidas. En tres matches
venció Kasparov, uno terminó en tablas.
Sin embargo ya se hizo evidente que sus
«trenes ajedrecísticos» empezaban a mo-
verse en direcciones diferentes en relación
con el Olimpo del ajedrez. El de Kasparov,
en sentido ascendente, el de Karpov, en
sentido descendente.
Nunca pensé que debería hablar en públi-
co de algo en apariencia bastante obvio:
la genialidad de Anatoly Karpov como aje-
drecista. Y además, también la de Vladímir
Kramnik, Viswanathan Anand y Magnus
Carlsen. Si no es un genio, ¿cómo pudo
Kramnik derrotar al genio Kasparov, cuan-
do este último estaba en lo más alto, en un
match por el campeonato del mundo, sin
perder una sola partida en quince juegos?
De hecho este tema es muy subjetivo,
resbaladizo, molesto para la vanidad de
alguien. Hay gustos para todos. A mí, por
ejemplo, el estilo de juego y las partidas
de un trío como A. Karpov, V. Kramnik y
Magnus Carlsen me agrada más que el trío
Mijaíl Tahl, G. Kasparov y V. Topalov, aun-
293
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

que en mi gusto, sin duda, se advierte la

huella del trabajo de entrenador. Los crite-
rios de genialidad son vagos y abstrusos.
Hoy en muchas esferas de la actividad hu-
mana predomina el principio: la percep-
ción es más importante que la realidad. El
título de campeón del mundo de ajedrez
quizás sea el título más honorable del
planeta. Si esto es tan importante para el
«ego» humano como para que la mayoría
de las personas no puedan prescindir de
él, yo propongo llamar genios del ajedrez
a todos los campeones del mundo que
consiguieron vencer en un match al cam-
peón precedente.

294
 Capítulo 17
Antes de la conclusión
Me gustaría hablar un poco más sobre los
estilos de juego y los enfoques diferentes
a la hora de tomar una u otra decisión por
parte de los jugados más destacados. Hoy
el lema del gran maestro yugoslavo Sve-
tozar Gligorié, Yo juego contra las piezas,
parece arcaico. En el ajedrez el elemento
deportivo prevalece sobre el resto, y por
lo tanto nadie desea dar al oponente una
ventaja adicional en la lucha. Como ya
mencionamos, el gran maestro danés Lars
Bo Hansen realizó un estudio sobre este
tema. Por ejemplo, estudió las estadísticas
de juego con blancas de Karpov y Kaspa-
rov en la estructura de Carlsbad del Gam-
bito de Dama. La conclusión es interesan-
te: Karpov, centrándose en el desarrollo
del caballo de rey por la casilla f3, con el
posterior ataque de minorías de peones,
obtuvo el 80% de los puntos, mientras
que Kasparov, mediante el desarrollo del
caballo por e2 con el posterior juego en
el centro f2-f3 y e3-e4, ¡logró acumular
el 90% de los puntos! En opinión de L. B.
Hansen, estas tendencias de juego se co-
rresponden claramente con el carácter,
temperamento y estilo de juego de los
dos grandes campeones. Si ambos cam-
biaran entre sí sus opciones, por supuesto
el resultado sería positivo, aunque no tan
sobresaliente.
El gran maestro danés cree que cada ju-
gador debe mirar en su interior y com-
prender su estilo, así como determinar
los gustos y las preferencias de los rivales.
Aunque, lo cual es muy importante, no se
limita solo a dar consejos útiles, sino que
explica específicamente cómo hacerlo.
En su obra Fundamentos de la estrategia
ajedrecística Lars Bo Hansen divide a los
ajedrecistas, como Mark Dvoretsky, entre
los que toman decisiones intuitivas y los
que lo hacen por medios lógicos. Sin em-
bargo él va más lejos. A los jugadores de
ajedrez intuitivos, que tienden al ataque,
los llama «activistas», y a los más tranqui-
los, que tienden a un juego posicional es-
tricto, los llama «reflectores». A los lógicos
también los divide en «pragmáticos» y
«teóricos». Los primeros, según el danés,
se basan más en hechos, y los segundos
en conceptos generales.
Como resultado Lars Bo Hansen construye
la siguiente tabla, bastante interesante.
Luego el gran maestro danés distingue
por su forma de jugar a los determinados
tipos de ajedrecistas, así como a cada ju-
gador concreto de su tabla de calificación.
Por ejemplo, esto es lo que escribe acerca
de las características de los «reflectores»:
«1) Un acusado instinto para detectar dón-
de deben ubicarse las piezas, con una ex-
celente comprensión de la coordinación
entre las piezas.
2) Una excelente habilidad para sentir y
acumular las ventajas más insignificantes,
que con el tiempo se pueden convertir en
algo más tangible.
3) A menudo son muy fuertes en el final,
donde su principal fortaleza es la materia-
lización de una ligera ventaja.
295
Antes de la conclusión
Activistas
Tahl, Anand, Shírov, Morozévich,
Intuición
Topalov
Pragmáticos
Lasker, Alekhine, Euwe, Spassky,
Lógica Fischer, Kasparov, Korchnoi
Hechos
4) Capacidad para evaluar los sacrificios
posicionales a largo plazo; por ejemplo, el
sacrificio posicional de calidad.
5) Calculan un número relativamente pe-
queño de variantes, y toman decisiones
basándose principalmente en los princi-
pios generales del ajedrez, tratando de
utilizar su profundo conocimiento y senti-
do del juego».
A primera vista, todo está razonado y pa-
rece bastante lógico. Aunque puedo estar
en desacuerdo inmediatamente con el lu-
gar en la tabla de clasificación de Vladímir
Kramnik. En mi opinión, él es un jugador
universal, y al tomar sus decisiones sobre
el tablero la intuición juega un papel no
menos importante que la lógica, y casi to-
das las características de los «reflectores»
son inherentes a él. El lector podrá verifi-
carlo con el examen de la partida Kram-
nik- Topalov, que se encuentra al final del
libro. Sin embargo, en el capítulo dedica-
do a Vladímir Kramnik, Hansen escribe:
«Creo que entre los jugadores más fuertes,
Vladímir Kramnik y Peter Lékó pueden ser
clasificados en mayor medida que otros
en la categoría de teóricos, aunque debe
tenerse en cuenta que los jugadores de
ajedrez más fuertes de hoy en día son más
versátiles que los del pasado».
En otro libro interesante de Lars Bo Han-
sen, lmprove your Chess by Learning from
the Champions, que adquirí después del
primero, hay otra característica intere-
sante del juego de Vladímir Kramnik: «De
todos los ajedrecistas actuales Vladímir
296
Reflectores
Capablanca, Smyslov, Petrosian,
Karpov, Adams
Teóricos
Steinitz, Tarrasch, Nimzowitsch,
Botvinnik, Kramnik
Conceptos generales
Kramnik es el que usa con mayor consis-
tencia el concepto de profilaxis en sus par-
tidas. De hecho su estilo, por así decirlo, se
basa en la "prevención"».
Estoy preparado para estar de acuerdo
con Hansen, aunque al mismo tiempo
debo agregar que se puede decir lo mismo
del actual Vladímir Borisovich, quien para
elegir su jugada tiene en cuenta la edad
del adversario, el estado de salud durante
el juego, el reloj, el estilo del oponente y
muchos otros factores. Mientras que hace
unos 10-15 años sus criterios para elegir la
jugada eran diferentes. No obstante, este
enfoque de «pensionista» hacia el juego le
permite obtener resultados brillantes. En
el año 2015 Kramnik terminó en segundo
lugar en la lista de ranking mundial por
detrás de Magnus Carlsen.
En el libro de Lars Bo Hansen se hace refe-
rencia a las obras de E. Znosko-Borovsky y
l. Dorfman. Resumiendo lo dicho, le reco-
miendo que adquiera y lea este interesan-
te y controvertido trabajo.
El libro Fundamentos de la estrategia
ajedrecística de Lars Bo Hansen se publi-
có en lengua rusa el año 2015, mientras
que el original vio la luz ya hace bastante
tiempo, por eso salta a la vista la ausencia
en la tabla del actual campeón del mun-
do Magnus Carlsen. Hablemos un poco
sobre él. En mi opinión, refleja la imagen
de jugador universal más vívidamente
que Vladímir Kramnik, tal vez debido a la
diferencia de edad, aunque tienen un es-

tilo de juego similar. Carlsen puede jugar
absolutamente cualquier tipo de posición.
Posee un instinto posicional fenomenal y
una técnica fantástica, considera perfecta-
mente las variantes y se defiende incluso
mejor que ataca (¡Una cosa muy rara para
un ajedrecista que entre los 17 y 18 años ya
se encontraba en la élite del ajedrez mun-
dial!). Pienso que Lars Bo Hansen situaría
a Magnus en compañía de Capablanca y
Karpov como «reflectores» intuitivos, aun-
que el genio noruego también se corres-
ponde con la lógica.
Una vez más recomiendo leer el artículo
ya citado de Pável Maletín sobre «el paso
de Suvórov ~ través de los Alpes», donde
se describe con detalle la lógica del pen-
samiento de Carlsen en la sexta partida de
su segundo match con Anand. Si me pidie-
ran que mencionara la partida de Magnus
que más impresión me ha causado, seña-
laría inmediatamente su siguiente enfren-
tamiento en la Copa del Mundo. 34
PARTIDA 54
Magnus Carlsen- Michael Adams
Defensa Nimzoindia [E36]
Janti-Mansysk 2007
1 d4 ttJf6 2 c4 e6 3 ttJc3 !b4 4 '1Wc2 dS S a3
!xc3+ 6 '\Wxc3 dxc4 7 '\Wxc4 b6 8 !f4 !a6 9
'\Wxc7 '\Wxc7 10 !xc7 0-0 11 ttJf3 :Ses 12 !f4
ttJbd7
Véase el diagrama siguiente
Dejamos a un lado la fase de la apertura
y comenzamos el análisis a partir de esta
posición. Las blancas poseen la ventaja de
la pareja de alfiles y un peón extra, mien-
tras que las negras tienen superioridad en
el desarrollo y dominan la única columna
34 Nota del Editor. Analizada ampliamente por Mi-
jalchishin en su libro Magnus Carlsen, el Mozart
del ajedrez, publicado por Editorial Chessy.
Antes de la conclusión
abierta «C>>. A primera vista sus posibili-
dades, como mínimo, no son peores. Con
dieciséis años, Carlsen concibe una ma-
niobra fantástica, que neutraliza progresi-
vamente la actividad de su adversario.
13 ttJd2!!
¡Traslada el caballo de f3 a a 1 para defen-
der la casilla c2! Esto me recuerda la ma-
niobra de computadora del niño prodigio
chino Wei Yi 12 iWd2!!? y 13 ~d1 !!? en su
partida contra Rodshtein, con la única di-
ferencia de que Magnus probablemente
encontró su idea sobre el tablero sin la
ayuda del «monstruo», y es absolutamen-
te correcta.
Un ajedrecista, incluso del nivel de can-
didato a maestro, que examine la partida
sin comentarios, puede no advertir la idea
del joven noruego. Para mí este traslado
del caballo es más hermoso que cualquier
golpe «resultante». Esto constituye otro
retorno a la cuestión de la subjetividad de
los criterios para evaluar el genio de un ju-
gador de ajedrez y evaluar la belleza en el
ajedrez.
Las negras se decantan por la dinámica.
Después de 15 ... ttJdS 16 i.d2 fS (16 ...
ttJ7f6 17 f3), con un intento de bloqueo de
las casillas blancas, las blancas se desenre-
dan lentamente mediante 17 ttJa1! E\2c7
297
Antes de la conclusión
18 e3 ~xfl 19 ~xfl eS 20 dxeS ct:lxeS 21
~e2.
16lDa1! ia2 17lDxc2 ixb118lLla1! lt:lds 19
J\d2e5
¡Una pos1c1on impresionante! Todas las
piezas blancas están ubicadas en la pri-
mera y segunda filas. Los peones también
están congelados en su lugar de origen.
Solo han avanzado los peones a3 y d4.
Las negras se han activado al máximo, sin
embargo sus fuerzas no son suficientes
ni siquiera para igualar. El caballo al y el
alfil d2 controlan todos los puntos vulne-
rables, y con cada movimiento, como en
el hockey tras una penalización de dos
minutos, ingresan en la batalla los «juga-
dores expulsados». La mayoría numérica
de las blancas ya gravita seriamente en la
posición.
20 e3!?
Es comprensible el deseo de Carlsen de
trabar al caballo negro d7 con el peón d4.
Sin embargo, podía haberse ahorrado la
arrogancia y jugar 20 dxeS ct:lxeS 21 e3.
Esto es lo que escriben Adrian Mijalchishin
y Oleg Stetsko en el libro Magnus Carlsen,
el Mozart del ajedrez: «21 ... ~d3 (es más
débil21 ... CLld3+ 22 ~xd3 ~xd3 23 f3 fS 24
~f2 ~f7 25 f\d 1) 22 ~e2, donde las piezas
negras ocupan las posiciones más activas
(variante de Adams). Pero esto no es per-
manente. Prosigamos: 22 ... fS 23 f4 ~xe2
298
24 ~xe2 CLlc4 25 fiel Ele? 26 f\c2 bS 27 b3!
ct:lxa3 28 f\xc7 ct:lxc7, y con el caballo a3
cortado, es dudoso que las negras puedan
mantenerse en el final. Después es posible
29 ~d3 (con la amenaza ~b4) o 29 ~b4
CLlbl 30 ~d3».
20 ... exd4 21 exd4lt:lb8 22 f3lt:lc6 23 .ic4?!
«Una negligencia, que permite a las negras
reforzar el bloqueo sobre el punto dS. Era
más precisa 23 ~f2 con la amenaza ~a6.
Ahora es dudosa 23 ... ~a2 24 b3 ct:lxd4 25
~c4, y las negras tienen problemas con el
rescate del alfil errante.
Por eso prometía más reforzar el caballo
dS, 23 ... ~fS 24 ~c4 ~e6, tendiendo de
paso una pequeña celada: 25 f\dl CLle3! 26
~xe3 ~xc4» (A. Mijalchishin, O. Stetsko).
23 ... ~d8?!
Las negras desdeñan su suerte. En esta
posición Carlsen recomienda 23 ... ct:lcb4
24 b3 CLld3+ 25 ~fl ct:lc7 26 ~e2 f\e8+ 27
~e3 CLlf4+ 28 ~f2 CLld3+ 29 ~xd3 ~xd3, y
con los alfiles de distinto color las negras
tiene todas las posibilidades para salvarse.
24 @t2 its 25 lLl b3 ie6 26 ~el f6
La posición se ha estabilizado. Las blancas
poseen el peón extra d4, que está blo-
queado sólidamente. Las piezas negras
están bien coordinadas, mientras que la
 Antes de la conclusión

posición del caballo blanco y el alfil de ca-

sillas negras, muy bien situados para la de-
fensa, están lejos de ocupar una posición
ideal para la realización de la ventaja ma-
terial. Se avecina una lucha porfiada, en la
que las posibilidades blancas de victoria
son más o menos equivalentes a las de las
negras de tablas.

27a4

Las blancas intentan activarse en el flanco

de dama mediante a4-a5. Cuando posee
la ventaja de la pareja de alfiles, el bando
fuerte debe contener la posición del ad-
versario, envolviéndolo en los flancos con
sus peones de los extremos.
27 ... as
Las blancas intentan abrir el juego, y no
se aferran a conservar el peón con la juga-
da 30 l:%d 1?! debido a 30 oo• il.xc4! 31 lt:lxc4
tLldS!
30 ... t2Jxd4 31 :gel ttJdc6 32 ttJc4 tlJdS

Una respuesta automática. Las negras pre-

vienen la ganancia de espacio por parte
de su oponente y toman bajo control el
fuerte punto de apoyo b4 para sus caba-
llos. En este momento era extremadamen-
te difícil prever que el debilitamiento del
peón b6 jugaría un papel importante.

28ic3if7?!

Las negras se salen del camino correcto.

Como indican Mijalchishin y Stetsko, de-
bieron acercar el rey al centro y defender
el alfil con la jugada 28 ~f7! Las negras
000
pretenden cambiar los alfiles de casillas
blancas mediante 29 ltJde7, y en caso
000
de 29 !:%el insisten en ello, jugando 29 oo,
lt:lce7 con idea de 30 oo• liJe?. Es cierto, en
retrospectiva todo esto es fuerte. Sin em-
bargo, es irreal prever la siguiente manio-
bra brillante de Magnus, además estando
cerca los apuros de tiempo.
29 ttJd2 ttJde7
Véase el diagrama siguiente
30if1!
¡Muy bien jugado! Cabe señalar que am-
bos rivales experimentaban una aguda
falta de tiempo, o diciéndolo sencillamen-
te, se encontraban en zeitnot. Las blancas
advierten una debilidad oculta en la posi-
ción del adversario, el peón b6.
33 ... ~f8?!
El efecto psicológico de la jugada de torre
a bl es bastante comparable con un fuer-
te golpe táctico. Por ello no es sorpren-
dente que en el zeitnot Adams no advierta
la mejor posibilidad, 33 oo• il,g6 34!:%d 1 il.c2
35!:%xd5!:%xd5 36tLle3 il.b3 37tLlxd5 ixd5.

299
Antes de la conclusión
La posición blanca es superior, aunque to-
davía no hay nada claro.
34 .iel @e7?!
La centralización del rey rara vez está mal,
aunque a veces puede ser inoportuna. En
el zeitnot el gran maestro inglés hace un
movimiento «al toque», y lleva el rey al
centro. Era mejor jugar 34 ... tt'lcb4 o sim-
plificar el juego mediante 34 ... ~g6 35
%&dl ~c2 36 %&d2 ~xa4, aunque aquí en
caso de 37 tt'lxb6! sería necesario ver la res-
puesta 37 ... ~b3 con la bandera colgando
(indicada por Mijalchishin y Stetsko).
35 @gl!!
¡Brillante! Otra jugada «no apta para men-
tes medianas». El final es único. Las blan-
cas refutan la centralización del rey enemi-
go con la descentralización creativa de su
propio rey. Sin prejuicios. Primero el caba-
llo se traslada desde la casilla f3 a la casilla
al, y después el rey desde f2 se retira a gl,
con lo que cede su sitio al alfil para que
pueda atacar al peón b6.
35 ... lt:\b8
El caballo se dirige a la casilla d7 para de-
fender el peón b6. La coordinación entre
las piezas negras se ha roto, y las blancas
obtienen una ventaja decisiva. Tenga en
cuenta que el joven Magnus logró superar
por completo a un rival con mucha expe-
300
riencia en el arte de la maniobra posicio-
nal, jugando solo en su propio campo. En
el curso de 35 movimientos ni una sola vez
una pieza blanca traspasó la cuarta fila, si
exceptuamos la captura del peón c7 en la
apertura. Recordemos la partida Karpov-
Timman, donde vimos el mismo caso, en
el juego de un campeón del mundo con
28 años, ¡no un joven de 16 años!
36.if2
«Como dijo el propio Carlsen, gastó el res-
to del tiempo en el estudio de la persecu-
ción del rey después de 36 tt'lxb6! tt'lxb6 37
~xaS ctJ8d7 (37 ... %&d6? 38 ~b4) 38 ~b4+
lt>e6 39 %&el+ mfs (es mala 39 ... mds? 40
~bS!), y no pudo encontrar la forma de ga-
nar. Sin duda, con tiempo suficiente habría
encontrado la continuación 40 ~d3+ \t>gs
41 %&e 7 ctJf8 42 %&xf7 %&xd3 43 ~xf8 tt'lxa4
44 %&xg7+ con nueva ganancia de material.
Añadimos que tampoco salvaba 39 ... tt'les
40 ~aS %&b8 41 f4 tt'lxa4 42 fxeS \t>d7 (42
... tt'lxb2 43 exf6+ mxf6 44 ~c3+ \t>g6 45
%&bl) 43 exf6 gxf6 44 b4 con un final téc-
nicamente ganado. En resumen, este final
podría haber sido un final digno para la
partida» (A. Mijalchishin, O. Stetsko).
36 ... lt:\d7 37 ~el+ @fs 38 ~dl @e7 39
~el+ @ts 40 lLid6
40 ... lt:\e5?!
En la jugada de control las negras recha-

zan la amenaza 41 tt:Jxf7 y 42 ~c4, pero co-
meten un error en la solución del proble-
ma del cambio. Los caballos dS y eS se ven
muy bonitos en el centro. Y si las negras
consiguen garantizar la estancia del caba-
llo eS en el centro con la jugada g7-g5, la
decisión de Adams de luchar con los caba-
llos contra los alfiles estaría justificada. Sin
embargo, la debilidad del peón b6 impide
que los caballos negros se afirmen en el
centro. Era más tenaz 40 ... ~g8.
41 tbxf7 @xf7 42 :gd1! @e7
Se amenazaba 42 ~xb6.
43 f4! tbg4 44 :gel+ @fs 45 id4 :gd6 46 h3
éLJh6
«Adams considera que era factible captu-
rar el peón,46 ... tt:Jxf4 47 ~e4 ctJe6 48 ~xe6
~xe6 49 hxg4 ~e4 50 ~xb6 ~xa4, aunque
es dudoso que las negras consigan salvar
este final. Por ejemplo, 51 ~bS ~a1 + (en
caso de 51 ... ~xg4 52 ~xaS r:Jie? 53 ~c3
el distante peón pasado, apoyado por los
alfiles, debe dar la victoria) 52 r:Jif2 ~b1 53
~eS+ r:Jif? 54 ~c4+ r:Jie8 55 b3. El rey se
acerca al centro, tras lo cual cae el peón aS.
Sin embargo, tal vez ésta era la única posi-
bilidad práctica, ya que a partir de ahora
Carlsen no va a dar ninguna, aproximando
lentamente la partida a un final ganado»
(Mijalchishin, Stetsko).
Un poco de táctica. No es posible capturar
el peón f4 por 48 ~eS!
47 ... tbts 4Bif2 @e7 49 g4!
De nuevo un motivo táctico. Las negras no
pueden dar el salto 49 ... tt:Jfe3 por 50 ~e1
~e6 51 fS ~es 52 ~g3 ~e4 53 ~g2. Es obli-
gado retirarse al borde del tablero.
49 ... éLJh6 50 f5 tbf7 51 ig2 tbt4 52 :gxd6
Antes de la conclusión
tbxd6 53 ixb6 tbe4 54ie5+ @d7 55 if1
Magnus prefiere conservar la pareja de al-
files. También ganaba fácil 55 b3!?
ss ... tbxb2 56 ibS+ @ds
Tampoco ayuda 56 ... r:Jic? por 57 ~f8
tt:Jxh3+ 58 r:Jih2 ctJf2 59 gS.
57 ib6+ @e7 58 @h2 éLJds 59 ixa5 @d6
60 id2 @es 61 @g3 tbe7 62 ie3+ @b4 63
id2+ @es 64 ie1 tbe4 65 ixe4 @xc4 66
id2 tba6 67 aS @bs 68 @f3 tbes 69 ic3 h6
70 @e3 @e4 71 id4 tba6 72 @e4 élJb4 73 h4
@bs 74 ic3 tba6 75 @ds tbes 76 id4 éLJd3
77 @e6 Las negras abandonaron.
La forma de jugar de Carlsen en esta par-
tida me recuerda la lucha de brazos cana-
diense armwrestling, cuando uno de los
luchadores toma la iniciativa con gran es-
fuerzo; sin embargo, el otro luchador, más
poderoso, resiste la embestida inicial, y
como una primavera implacable, empieza
a abrirse. Primero, las manos vuelven a su
posición inicial, sin embargo la iniciativa
ya está del lado del luchador que estaba
a la defensiva. Sigue otro esfuerzo, y el
adversario, que fue el primero en atacar,
reconoce su derrota.
Los ejemplos de un juego semejante al
más alto nivel son muy raros. Recuerdo
solo una partida, jugada por el maestro
supremo de la defensa y el contraataque,
un brillante Viktor ~vovich Korchnoi, a la
edad de cuarenta años, en un match de
candidatos contra Efim Petrovich Geller.
301
Antes de la conclusión
POS/CJÓN84
Viktor Korchnoi - Efim Geller
Moscú 1971
Mark Dvoretsky ofrece esta posición en
su cuarto libro de los cinco volúmenes de
Schoo/ of future champions, escrito en co-
laboración con Artur Yussupow. Esto es lo
que escribe el gran entrenador en el capí-
tulo dedicado al concurso de resolución
de ejercicios posicionales: «Las negras es-
tán más activas. En primer lugar, debemos
considerar la ofensiva en el flanco de dama
b7-bS-b4. ¿Qué podemos oponer? La so-
lución exacta fue encontrada por Maksim
Boguslavbsky y Vadim Zvyagintsev.
17 a3!!
Una jugada profiláctica sutil. A 17 ... bS
planea 18lLla2! y después l2Jb4, para sacar
provecho de la debilidad de la casilla c6.
Al mismo tiempo las blancas se proponen
expulsar al terrible caballo c4 mediante
iWa2, l2Jce2 y b2-b3.
Efim Geller no consiguió elaborar un plan
contrario efectivo, y como resultado las
blancas enseguida finalizaron el desarro-
llo de sus piezas y tomaron la iniciativa.
Era necesario decidirse por un cambio en
la estructura de peones, mediante el avan-
ce del peón «e»: 17 ... e6!? 18 dxe6 fxe6 (re-
comendado por Aleksandr Shabalov) o 17
... bS 18lLla2 eS! 19 dxe6 fxe6.
17 ... '®'es 18 '®'a2 'lJ,c7 19 4Jee2! 'iJ,bc8 (19 ...
lLlxdS? 20 l2Jb3!) 20 b3 4Je5!?
20 ... l2Jb6 21 e4 con clara ventaja blanca.
302
21 i.d2!
Con las piezas del adversario activas es ne-
cesario ser extremadamente cuidadoso.
En caso de 21 f4?! ®b6(a7) es claramente
desafortunada la captura inmediata de la
pieza 22 fxe6? dxe6 (con la amenaza de
penetrar con la torre en c2), mientras que
después de 22 :gbl (o 22 ®bl) 22 ... i,e8
parecen estar en riesgo.
Sin embargo merecía atención 21 e4!? se-
guida de i,e3.
21 ... i.e8 (21 ... lLlxdS? 22 b4) 22 'lJ,ae1 '®'b6
23 'lJ,xc7 'lJ,xc7 24 i.c3 i.bs 25 '@' d2 i.xe2 26
i.a5! '®'a7 27 4Jxe2 'lJ,e8 28 'lJ,cl '®'b8 29 'lJ,c2
(29 :gxc8+!? ®xc8 30 \1Jl el) 29 ... éLl ed7 30
'®'el 'lJ,c5 31 'lJ,xc5 4Jxc5 32 '®'c2 '®'es 33 4Jd4,
y las blancas están claramente mejor; po-
seen la pareja de alfiles y ventaja de espa-
cio».
Por cierto, la recomendación de Shaba-
lov es totalmente acorde con la doctrina
de Dorfman. Efim Geller no supo predecir
las sutiles maniobras de Korchnoi y con la
jugada 17 ... ®eS?! perdió la ocasión para
convertir la posición en dinámica median-
te e7-e6. Después ya era difícil cambiarla.
La fuerza inexorable, como en la lucha con
los brazos, comenzó a aproximar su mano
hacia la mesa. La posición de las negras
entró en una fase de degradación.
 Capítulo 18
Conclusión
Para concluir la revisión de la literatura
ajedrecística seria, me gustaría volver nue-
vamente a los entrenadores. Después de
todo, mi libro continúa la serie Manual au-
todidáctico/asistente del entrenador, que
se inició con el excelente The Complete
Manual of Positional Chess de Konstantin
Sakaev y Konstantin Landa. En mi obra yo
incluso cambiaría el orden de las palabras
en el título de la serie: Asistente del entre-
nador/manual autodidáctico.
Hoy en día, con el desarrollo de la tecno-
logía, seleccionar ejercicios de entrena-
miento y asignar tareas a los alumnos se
ha vuelto inconmensurablemente más
fácil que hace un cuarto de siglo. Para
construir unos ejercicios de resolución,
antes solo había un libro decente, The best
move, de Hort y Jansa. Hoy en día los ya
mencionados Zenón Franco o Alfonso
Romero y Amador González de la Nava
nos proporcionan posibilidades cómodas
para impartir clases durante varios meses
sin preocuparnos de una preparación es-
pecial. También puede usar con el mismo
propósito el excelente libro de Lev Psajis
Tácticas de ajedrez para perfeccionamien-
to. Si desea mejorar la comprensión del
paso de la apertura al medio juego, tiene
a su disposición Caminando con la defensa
Francesa de Korchnoi y Kalinin, o El medio
juego siciliano de Y. Yakovich. No digo nada
sobre la posibilidad de usar el ordenador.
Sin embargo, en este caso se corre el peli-
gro de convertir a una persona creativa en
un artesano.
¿Qué debería decir? Los libros son excelen-
tes. Los ejercicios de gran calidad. El traba-
jo continúa. Y sin embargo los resultados
son pobres, apenas hay resultados. A este
respecto es buena la historia mencionada
porValeri Beim en la introducción de su in-
teresante libro «La dinámica del ajedrez».
Está dedicado a los comentaristas-hackers
de ajedrez, y yo añadiría a algunos auto-
res de libros de ajedrez. «... Recordé a un
amigo de mi infancia ajedrecística, Pavlik
Lasker, con el que jugaba al ajedrez en
el campamento de pioneros en Odesa.
Cuando crecimos, comenzó a trabajar
como sastre en la confección y reparación
de pantalones. Pero él me dijo: «¿Realmen-
te coso pantalones? ¡Yo hago vareniki 35 !»
Permítame llamar de nuevo su atención
sobre un pensamiento ya expresado an-
teriormente: «En conclusión, me gustaría
señalar que el ajedrez es multifacético, y
que se pueden crear infinidad de diversos
ejercicios estratégicos, tácticos, teóricos
y prácticos. Se puede utilizar el viejo pro-
grama de V. E. Golenischev, modernizado
por V. lvanov y editado por el brillante pe-
riodista llya Odessky, y dar clases con él, o
con algún otro libro. Es probable que ten-
ga cierta utilidad, aunque es dudoso que
haya un progreso serio.
Un buen entrenador debe trazar un vec-
tor de trabajo, que incluya una serie de
componentes importantes, y asegurarse
de que el alumno no se desvíe de él. Y en
35 Nota del Traductor. Pequeñas empanadillas
con requesón, bayas u otros ingredientes.
303
Conclusión
Konstantin Sakaev, Mijaíl Shereshevsky yVladímir Belikov
el momento en que esos componentes,
cada uno de los cuales implica una gran
cantidad de trabajo, se llenen, asimilen y
converjan apropiadamente en un punto,
debe producirse un salto brusco en la ca-
tegoría del ajedrecista».
No puedo ignorar el reciente logro de la
Federación Rusa de Ajedrez, cuya impor-
tancia no se puede sobreestimar. Se trata
de la apertura de un departamento de
ajedrez en el centro educativo «Sirius» en
Sochi.
«Sirius» es un proyecto único, cuyo obje-
tivo es crear las condiciones ideales para
la formación, el crecimiento profesional
y la comunicación creativa de los niños
más dotados de Rusia en los campos de la
ciencia, el arte y los deportes. El proyecto
fue aprobado por el Presidente de Rusia,
Vladímir Vladímirovich Putin, y disfruta
de su total apoyo y atención. Creo que no
existe en el mundo un centro similar.
En cuanto al ajedrez, el apoyo estatal es
constante, no ocasional, y el trabajo de
entrenamiento con jóvenes talentos, in-
304
dependientemente de la situación eco-
nómica de sus padres, con los mejores
entrenadores del país, como indica el gran
maestro Sergei Shipov, solo tiene paran-
gón en China. Es posible que esté suce-
diendo algo similar en Irán y en la India,
donde hay un rápido crecimiento y gran-
des éxitos en el ajedrez juvenil. Ahora es el
turno de Rusia de ponerse al día.
En «Sirius» el ajedrez es supervisado por el
decimocuarto campeón mundial Vladímir
Borisovich Kramnik, quien ya se reunió
con los participantes de la primera sesión
e impartió una clase magistral. Para el año
2017 está previsto realizar 16 sesiones de
entrenamiento de 12 días cada una. Ahora
los jóvenes talentos ajedrecistas, no solo
de los grandes centros del ajedrez de Ru-
sia, sino también del interior, tienen dere-
cho a contar con la asistencia cualificada
de entrenadores famosos.
Me gustaría decir algunas palabras sobre
el cuerpo técnico que forma la columna
vertebral de «Sirius». Además del autor de
este libro, la componen los grandes maes-
tros Konstantin Rufovich Sakaev yVIadímir

Stanislavovich Belikov.
Sakaev obtuvo éxitos impresionares como
jugador de ajedrez activo. Baste decir que
ganó dos veces el «oro» con la selección de
Rusia en las Olimpiadas de ajedrez, y tam-
bién que fue campeón de Rusia absoluto.
Como entrenador trabajó con Kramnik.
En lo actualidad lo ha dejado para trabajar
con chicos y chicas de talento, con los que
ha tenido mucho éxito. Sus conocimientos
enciclopédicos le proporcionan la posibili-
dad de «levantar» en pocos días casi cual-
quier tema de apertura. Por su erudición
y comprensión del juego, me recuerda
al excelente entrenador del equipo de la
Unión Soviética, lsaak Efremovich Bolesla-
vsky, solo que armado con un ordenador
moderno.
Por su estilo de juego y su enfoque en la
toma de decisiones, Konstantin Sakaev es
similar al mejor pupilo de Boleslavsky, el
noveno campeón mundial Tigran Varta-
novich Petrosian. Aunque con la energía
activa y completa del Petrosian de trein-
ta años, no el de cincuenta. Konstantin
Sakaev posee la capacidad de captar la
esencia de la posición con mucha rapidez,
aunque a diferencia de muchos jugado-
res de ajedrez intuitivos que no pueden
explicar fácilmente la secuencia lógica de
sus decisiones, él puede hacerlo con una
o dos frases. Su algoritmo para la toma
de decisiones es muy claro. Las impre-
siones de ordenador de las conferencias
sobre la apertura de Sakaev son como un
«prensado» seco de partidas y variantes,
por así decirlo, un «recordatorio» para los
estudiantes que le escucharon. Son solo
una adición modesta a los pensamientos
e ideas expresados por Sakaev durante las
clases, que comparte generosamente con
sus alumnos.
Como evidencia de lo que digo quiero
citar los comentarios de Sakaev a varios
Conclusión
ejemplos de este libro.
Primero, la partida Wei Vi- Maksim Rods-
tein, Tsajkadzor 2015:
11 h3
«Yo no diría que este movimiento es increí-
ble, al igual que los siguientes. De hecho,
¿qué otra cosa se puede sugerir?
No hay movimientos normales que com-
pleten el desarrollo. Lo que es increíble,
más bien, es el transcurso de la partida que
han seguido las blancas voluntariamente
para llegar a esta posición. Creo que aquí
hay una falta de comprensión del ajedrez
por parte del bando que lleva las blancas.
Estoy seguro de que jugadores de cate-
goría elevada de la escuela clásica, como
Kramnik y Anand, no habrían llegado has-
ta aquí, aunque el ordenador les asegure
que es posible jugarlo. Y no creo que ideas
semejantes sean el ajedrez del futuro.
11 ... :Be812 Wfd2 ctJd7?
Si Maksim Rodstein hubiera encontrado
la más activa 12 ... lt'lh5! 13 @dl (13 lt'le4
\Wh4+ 14 @d 1 :gxe5 15 fxe5 .1ig4+ 16 hxg4
\Wxhl+ 17 \Wel ®xg2 18 .1id2ctJf3 19 \We2
\Wgl+ 20 .1iel lt'ld4 21 \Wd2 \Wxg4+ 22 @el
lt'lf3+; 13 ®f2 f6 14 .1ixc6 fxe5 15 .1ixa8
lt'lg3+) 13 ... é2Jg3 14 :gel \Wh4 15ctJf3 .1ig4
16 hxg4 \Wxg4+, las blancas hubieran te-
nido que arrepentirse de su aventura. A
cambio, el ajedrecista chino hubiera sa-
cado conclusiones para el futuro. No es
muy agradable entrar en la colección de
305
Conclusión
miniaturas de 15 jugadas con un signo
«menos». No obstante esta vez la golfería
le sale bien al jugador de las blancas.
13 'it>d1 CLlxe514fxe5 ~xe515 ~el ~xe1+ 16
\Wxe1if517\We5\Wf8?
Un movimiento monstruoso, la dama se
autoexcluye del combate. Las negras to-
davía tenían una posición normal. Des-
pués de 11 ... ~b6 18 ~xc6 podían forzar
las tablas mediante 18 ... ~el 19 Wlcs ~b6
20 Wles ~el o 20 W!ds Wlf6 21 ~xa8 ~g4+
22 hxg4 Wlf1 + 23 ~d2 Wlf2+
181xc6 ctJ xc6 19 \Wxf5
Ahora la ventaja está definitivamente del
lado de las blancas. La compensación
parece insuficiente: se han cambiado un
gran número de piezas, y la dama f8 está
demasiado lejos del rey blanco».
Ahora ofrecemos los comentarios de
Sakaev a la partida Anand - Kamsky, Li-
nares 1994:
19f4!!
«Al ataque; una jugada ofensiva. Me gusta
bastante más que la «defensiva» 19 ~e2.
Estoy seguro de que es objetivamente
más fuerte. Tras ~e2, aunque las negras
tienen una posición desagradable, pue-
den escoger entre varias opciones:
1) Las cosas no son tan simples después
de la captura 19 ... ~xh4
1a) la posición que surge tras 20Wlxb4~el
21 ®d2 (21 ®xd4? ~g5+ 22 ~b1 Wlxd4 23
gxd4 ~e3+) 21 ... d3 22 f4 dxe2 23 Wlxe2
306
tiene un aspecto poco claro;
1b) 20 ~b1 d3! con juego confuso;
1e) es necesario decidirse por 20 f4! ~f2 21
fxeS ~e3 22 Wlxe3 dxe3 23 gxd8+ gxd8±;
las blancas tienen ventaja, aunque la va-
loración del final está lejos de ser inequí-
voca.
2) Probablemente lo más fuerte sea 19
... d3 20 Wle3 Wlcl 21 ~xd3 gd8 22 ~xa6
gxd 1+ 23 gxd 1 0-0 24 f4 ~xh4; las blancas
están mejor, aunque las negras disponen
de un contrajuego claro.
No despierta dudas la valoración de la
posición que surge tras la larga, aunque
absolutamente forzada (lo que significa
que es susceptible de cálculo) variante 19
... CLlf3 20\Wg2 CLlxg121 eS 0-0 22id31xe5
23 fxeS Wfxh4 24 ~xg1 Wff4+ 25 'it>b1 \WxeS
26 élJcs
Las blancas tiene el rey bien cubierto, el
alfil ocupa una casilla de apoyo poderosa,
y sus piezas interaccionan perfectamente.
Las casillas del flanco de rey de las negras
son débiles, y no pueden simplificar el jue-
go. No tienen posibilidades.
26 ... ~a7 27 \Wc6 \We3 28 ~g2 'it>h8 29 ~e2
\Wg1+ 30 'it>a2 ~aa8 31 CLld7 ~ac8 32 Wff3
fS 33 CLlxf8 ~es 34 CLlg6+ \Wxg6 35 ~e1 Wff6
36 \Wa8+ 'it>h7 37ic4 ~c6 38 \Wg8+ 'it>g6 39
~g1+ Las negras abandonaron».
Regresemos a la posición anterior a la
decimonovena jugada de las blancas. Lo
siguiente es interesante: si se introduce
la posición en el ordenador, todos los pro-

gramas dan como primera línea la jugada
19 !e2, mientras que la jugada 19 f4!! ni
siquiera aparece en las tres primeras lí-
neas. Si la introducimos, gradualmente se
convierte en la primera línea, compitien-
do con las jugadas 19 !e2 y 19 ihllg2. En
la posición después de 27 ihllc6 Stockfish,
después de pensar un tiempo, da a las
blancas+ 1.37.
Resumiendo todo lo dicho: la jugada de
Anand 19 f4!! es genial, aunque como
dije, «no es apta para mentes medianas».
En caso de 19 !e2!? d3 20 ihlle3 ihllc7 21
!xd3 :r::&d8 las blancas no pueden perder el
tiempo con la captura del peón a6, y con-
tinúan su juego en el centro: 22 !e2!? Por
ejemplo: 22 ... !xh4 23 mb1 t/Jg6 24 4Jb6
:r::&xdl+ 25 :r::&xd1 0-0 26 4Jd5, conservando
una ventaja estable. El ordenador la valora
más o menos con +0 95.
Vladímir Stanislavovich Belikov es un es-
pecialista famoso, gran maestro y entre-
nador fuerte y con experiencia. Fue uno
de los jóvenes más fuertes en Rusia y en
la Unión Soviética. Cuatro veces campeón
juvenil de Rusia, campeón del mundo de
estudiantes y miembro de la selección de
la URSS. Campeón absoluto de las Fuerzas
Armadas. Trabajó durante cuatro años en
la escuela de Mijaíl M. Botvinnik, donde
conoció y se hizo amigo del futuro cam-
peón del mundo Vladímir Kramnik. En el
año 1994 aceptó la oferta de entrenador
permanente de Vladímir Kramnik. La pre-
paración de las aperturas del decimocuar-
to campeón del mundo está considerada
como un patrón de referencia, y se han
escrito muchos libros de ajedrez al respec-
to. El mismo Vladímir Kramnik es muy exi-
gente en el trabajo, tanto consigo mismo
como con sus ayudantes. Y el hecho de
que Vladímir Belikov trabajara con él inin-
terrumpidamente durante 17 años, habla
de su elevada categoría como especialista.
Belikov fue entrenador asistente de
Conclusión
Vladímir Kramnik en la preparación y en
el transcurso de sus cuatro matches por el
campeonato mundial. En repetidas oca-
siones asistió al decimocuarto campeón
del mundo en grandes torneos internacio-
nales: Wijk aan Zee (Holanda), Madrid, Dos
Hermanas (España), Dortmund (Alema-
nia), Moscú, Budapest (Hungría), Astaná
(Kazajistan), Shamkir (Azerbayan).
En general, es una persona modesta y
tranquila, reacia al alboroto excesivo, exa-
geración y autopromoción. Debido a esto
posiblemente pierda algo, porque es un
especialista de elevada categoría, no obs-
tante la comodidad interna también vale
mucho. También ha tenido éxito como
entrenador de los juveniles rusos. Anna
Kochukova, de la región de Boronezh, a la
que Vladímir ha entrenado algunos años,
en 2015 se proclamó campeona de Euro-
pa de menores de 14 años. Sin embargo,
el éxito principal como entrenador de
Vladímir Belikov en su trabajo con los ju-
veniles rusos sin duda está por llegar.
Justo antes de la entrega de este libro para
su publicación, pude examinar la obra de
Boris Gelfand La toma de decisiones en el
ajedrez posiciona/36 • El trabajo de Gelfand,
en mi opinión, es caso aparte.
Este es el libro de ajedrez más interesante
que he leído en el último cuarto de siglo.
En primer lugar, es un libro muy hermoso
e inusualmente construido. No conozco
otro caso en la literatura de ajedrez, en
el que uno de los más fuertes ajedrecis-
tas del mundo dialogue con el lector en
un lenguaje comprensible e interesante,
tanto para un gran maestro como para un
principiante. La esencia del diálogo es la
comparación de las partidas de casi un si-
glo de antigüedad de Akiba Rubinstein, el
representante más brillante de la escuela
clásica, con su juego super moderno. Des-
pués de todo, cuando hablas en «Sirius»
36 Nota del Editor. Publicado por Editorial Chessy
307
Conclusión
a los ajedrecistas jóvenes de la necesidad
de tener al menos un conocimiento abre-
viado del ajedrez clásico, y les explicas
cómo obtenerlo, te da la sensación de que
la mayoría de ellos considera esta ocupa-
ción tan útil como estudiar la Guerra de
las Rosas. Un completo «tostón», según su
terminología.
En segundo lugar, el autor revela esta
conexión de la manera más detallada,
muestra con ejemplos concretos lo que
aprendió del gran Akiba, y qué beneficios
específicos le aportó en el juego práctico.
En tercer lugar, un entrenador sensato ob-
tendrá de este libro un gran número de
excelentes ejercicios de entrenamiento.
Y en cuarto, en quinto, en sexto lugar...
este libro está adornado con toda una dis-
persión de sabios pensamientos, algunos
de ellos, como por ejemplo el que trata el
desarrollo de la intuición, se han conver-
tido en una revelación para mí. A veces
existe la sensación de que la cantidad de
información, que el súper gran maestro
extrae de algún lugar de sus fuentes crea-
tivas en un duelo con un oponente igual
de fuerte, es trasladada al lenguaje simple
de los humanos y recogida en este libro.
Para demostrarlo, ofrezco algunas frases
de este encantador libro.
«Pero también tenemos patrones sobre el
tablero. A diferencia del tenis, en el ajedrez
no intentamos repetir una y otra vez los
mismos movimientos. Para perfeccionar
nuestras debilidades, debemos entrenar-
nos con posiciones desconocidas. Sin em-
bargo, es muy útil conocer tantas partidas
y planes clásicos como sea posible. Nunca
se sabe en qué momento algunos patro-
nes nos serán útiles en nuestras partidas.
Tomemos la siguiente e interesante par-
tida de Rubinstein, que es instructiva por
dos razones.
308
Rubinstein-Takacs, Budapest 7926
En una forma abstracta tenemos aquí el
principio de las dos debilidades: Akiba
mejora la posición en el flanco de dama
y luego traslada el juego al flanco de rey.
Él hacia constantemente acciones de este
tipo en sus partidas, y esto obviamente
me causó una gran impresión.
El patrón visual también me impactó. El
caballo aS, que ataca a los peones b7 y c6,
es una imagen poderosa».
«En general me gustaría añadir que creo
firmemente en el valor de la educación
ajedrecística basada en el conocimiento
profundo de los clásicos. Cualquier inten-
to de emular los módulos de juego y sus
2 millones de movimientos por segundo
está condenado al fracaso. Necesitamos
complementar el cálculo con todas las he-
rramientas de las que dispongamos. Y una
de ellas, la intuición, tiene fuertes raíces en
el reconocimiento de patrones.
Si siendo niño descargaste muchos ejem-
plos ajedrecísticos en tu cerebro, a menu-
do tienes una fuerte sospecha sobre qué
jugada es la más fuerte en una posición
determinada, aunque no tienes idea de en
qué se basa ... »
«Jugado para mantener todo bajo control.
Esto también lo aprendí de Rubinstein. Es
importante ganar no de manera rápida,
sino fiable. Esto significa que puedes em-
plear muchas más jugadas en posiciones
ganadoras que un ordenador o incluso

algún otro jugador, aunque si finalmente
ganas, no importa. El camino hacia la vic-
toria se asegura al minimizar el número de
decisiones difíciles que debes tomar en el
proceso de su realización. Precisamente
esto es lo que buscaba Rubinstein con sus
jugadas».
«Pero el punto principal al que regresaré
constantemente en el libro es que el aje-
drez es un juego, y lo que realmente im-
porta es que las negras tendrán que pro-
poner ideas más profundas y encontrar
recursos más difíciles para asegurar que
su posición no se desmorone. Con una
presión cada vez mayor, aumentan las po-
sibilidades de que cometas un error, y esto
en realidad es lo que le pasó a Kasparov
en esta partida. ¡Incluso los más grandes
experimentan dificultades sometidos bajo
presión!»
«Al final, decidí confiar en mi instinto y
entrar en lo desconocido. Por supuesto,
fue una elección difícil, y se puede discu-
tir si tal acto fue coraje o estupidez. Desde
luego, ¡en el mundo real te juzgan por los
resultados! Me imaginaba que mis segun-
dos estarían de muy mal humor si yo no
aprovechaba el fruto de su trabajo y gana-
ba la partida, después de que estuvieran
despiertos toda la noche, yéndose a la
cama solo a las siete de la mañana (y así
dos semanas seguidas). ¡Está claro que me
encontraba en una posición muy incómo-
da!
Todo se reduce a una cosa: sentí que debía
confiar en mi intuición; es muy difícil cal-
cular todo por adelantado»
«Con demasiada frecuencia las personas
ven tales jugadas, sugeridas por un orde-
nador, y por alguna razón piensan que es
fácil encontrarlas. ¡Está lejos de ser así! A
menudo sucede que se da una explicación
después de que una persona haya sido
advertida por el ordenador. En ajedrez la
dificultad es comprender los elementos
Conclusión
importantes de la posición, ¡antes de des-
cubrir qué movimiento considera mejor el
ordenador!»
Además de revisar libros de ajedrez bue-
nos, quisiera decir algunas palabras sobre
el periodismo moderno sobre ajedrez.
De los periódicos principales editados en
Rusia solo queda 64. Tras el fallecimiento
de Aleksandr Borisovich Roshal aduirió la
revista mi amigo Ígor Moisieevich Burs-
htein, un gran amante del ajedrez. Siendo
un candidato a maestro, hizo una jugada
fuerte, ofreciendo el puesto de redactor
jefe a Mark Glujovsky. En poco tiempo la
revista cambió, y cuando Glujovsky debió
dejarlo por un trabajo administrativo en
la Federación Rusa de Ajedrez, la persona
que lo reemplazó, Maksim Notkin, mantie-
ne el listón en un nivel muy alto. La revista
coopera tanto con grandes maestros de
élite como con jóvenes autores. Los gran-
des maestros Pável Maletin, Dmitry Kryak-
vin, Sergei Shipov y muchos otros realizan
crónicas interesantes de los torneos con
una explicación profunda de la esencia
de lo que está sucediendo. En un género
especial, una mezcla de ficción y análisis
ajedrecístico, sobresale brillantemente el
gran maestro Aleksei Kuzmín. Es un ex-
celente estilista y un hombre ingenioso
con una fantasía fértil. Lo encontramos
al inicio de su artículo: «¡Gurévich es dife-
rente»! O en referencia a la ubicación de
la redacción de 64, para cuyo acceso era
necesario subir por una empinada esca-
lera de caracol desde el patio trasero del
TsShK37, aportó el genial poema de Bella
Ajmadúlina:
«Y desaparecen
Oblicuamente
Bandadas de olores y sonidos».
Creo que si publicáramos todos sus ar-
tículos reunidos en un libro, tendría un
lugar digno en la literatura ajedrecística
37 Nota del Traductor: Club Central de Ajedrez.
309
Conclusión
en idioma ruso, ya que el contenido
ajedrecístico de los artículos de A. Kuzmín
es un conjunto que podría servir para la
construcción de un repertorio de aper-
turas para jóvenes ajedrecistas. El género
de Aleksei Kuzmín se amplía y profundiza
con la fuerza del ingenioso gran maestro
Anton Kórobov. Este joven risueño está
excepcionalmente dotado para tal traba-
jo. Desafortunadamente, rara vez aparece
en las páginas de 64, aunque su victoria
sobre Fabiano Caruana con blancas en el
Gambito Volga, comentada en forma de
diálogo-discusión entre un proletario y un
intelectual, me recordó el famoso reporta-
je de Aleksandr Galich sobre el partido de
fútbol entre las selecciones de Inglaterra y
la URSS. Me reí de todo corazón.
En mi época como entrenador del equipo
juvenil de Bielorrusia a menudo tuvimos
que organizar campamentos en la base
olímpica «Staiki», cerca de Minsk. Allí na-
ció el siguiente ejercicio de entrenamien-
to. Cerca de la salida de la sauna había dos
mini piscinas para refrescarse. En cada una
de ellas situé a un jugador, para que juga-
ran a ciegas, y yo mismo era el árbitro. Las
jugadas se podían pensar el tiempo que
quisieras, aunque con una condición, ¡es-
tando debajo del agua! Por ejemplo, las
blancas juegan 1 e4. El jugador de negras
se sumerge. Emerge y juega 1 ... cS. Se su-
merge el blanco. Emerge y juega 2 ttJf3,
etc.
Ahora todos piensan cómo llevar el aje-
drez a las pantallas de los televisores. Aquí
hay una idea perfecta para el espectáculo
del ajedrez. Solo que en lugar de jugado-
res debemos traer a jugadoras simpáticas,
¡y poner de comentarista a Anton Kóro-
bov! Tal espectáculo bien podrían verlo
personas poco versadas en el ajedrez, ya
que para los profanos el juego a ciegas es
algo místico.
Volvamos de nuevo al ajedrez serio y de-
310
jemos las bromas y el humor. Un lector
atento puede haber notado que entre los
autores permanentes de 64 no mencio-
namos al autor de numerosas artículos y
entrevistas interesantes, excelente perio-
dista y editor de libros de ajedrez (y en
algunos casos podría ser considerado más
coautor que editor), el autor internacional
Ylya Odessky. Hace ya algunos años que
no publica. En realidad le sucedió una his-
toria mística. Escribió un artículo brillante,
sobre el que estuvo trabajando durante
bastante tiempo, con el paradójico título
de «Abismo». Si hubiera un premio anual
para el mejor trabajo en el campo de los
finales, se lo daría a Odessky. Desafortuna-
damente, el artículo pasó desapercibido,
porque pocas personas están interesadas
seriamente en los finales de torres. El mis-
mo autor pareció mirar al abismo, y perdió
la energía y el interés por el trabajo. Me
gustaría desearle a llya que supere la crisis
creativa y vuelva a deleitar al mundo del
ajedrez con la manifestación de su talento.
Quisiera terminar el tema y el libro con mis
impresiones sobre las partidas comenta-
das en la revista. En mi opinión ese es su
hermoso escaparate. La selección de las
partidas en sí es muy buena, así como el
trabajo de los autores. De los relativamen-
te nuevos, además del ya mencionado
Pável Maletin, me gustan los comentarios
de Denis Jismatullin y Dmitry Bocharov. Y
si hablamos de maestros, entonces en mi
opinión está fuera de competencia el de-
cimocuarto campeón del mundo Vladímir
Kramnik. Sus comentarios muestran una
combinación de franqueza y profundidad.
A diferencia de sus grandes predecesores,
Karpov, quien compartió con moderación
la información de sus pensamientos du-
rante las partidas, que fue necesario ex-
traer y reunir poco a poco, y Kasparov, que
aportó un número enorme de variantes,
Vladímir Borisovich habla francamente so-
bre sus dudas y preocupaciones durante
el juego. Explica sus ideas al lector, dosi-

fica hábilmente las variantes necesarias,
descubre el velo de su preparación con el
ordenador, y lo más valioso, en mi opinión,
muestra cuándo y cómo utilizó la lógica
para tomar una decisión y cuando actuó
de forma intuitiva. Para demostrar que no
hablo sin fundamento, ofrezco un ejemplo
reciente. Se publicó en 64 n.o 11/2015. Co-
menta Vladímir Kramnik.
PARTIDA SS
Vladímir Kramnik- Veselin Topalov
Defensa India de Dama [E14]
Copa Europa Clubs, Skopie 2015
1 d4 ctJf6 2 ctJf3 e6 3 e3
«Este esquema de apertura fue una sor-
presa para mi adversario. Solo unos días
antes de nuestro encuentro jugué así en
el Campeonato del mundo de ajedrez rá-
pido y blitz en Berlín, y con bastante éxi-
to; sin embargo, al parecer Topalov no vio
esas partidas. Comenzó a pensar y eligió
un orden de movimientos erróneo.
3 ... eS 4 i!.d3 b6 S0-0 i!.b7 6 c4
En esta posición las negras ya no tienen
muchas opciones.
6 ... cxd4 7 exd4i!.e7 8 ctJc3 dS
Hay que jugar así, porque a 8 ... 0-0 sigue
9 dS, y las blancas tienen una ventaja es-
table, como ya ha demostrado la práctica.
9 cxdS ctJxdS 10 ctJeS
Conclusión
Tras el orden de movimientos habitual
en la India de Dama con e2-e3 las negras
disponen de vías más prometedoras para
igualar: no tienen que apresurarse con c7-
c5 y pueden empezar con d7-d5. La posi-
ción resultante en sí misma no es sencilla
para las negras, además ya hay que andar
con cuidado. Aparentemente, Topalov no
conocía o no recordaba esta variante. Gas-
tó mucho tiempo, aunque reaccionó bas-
tante bien, en la medida de lo posible: qui-
zás aquí las negras ya no puedan igualar.
1O... 0-0 11 '\W g4 fS
Está claro que tal movimiento en estruc-
turas de este tipo no es síntoma de buena
salud. De hecho las blancas ya tienen nu-
merosa amenazas, una de las principales
12 ~h6 ~f6 13 \We4. A la jugada teórica
principal 11 ... ctJf6 sigue 12 \Wh4, y a las
negras les cuesta desarrollarse. Quizás lo
mejor que puedan pensar es entrar en
complicaciones: 12 ... tt'le4 13 \Wh3 \Wxd4
14 ~f4. La teoría no termina aquí; es bas-
tante complicado meterse en este juego
sin un análisis previo del ordenador. (Agre-
go: especialmente después del análisis
con el ordenador).
12'1We2if6
Así jugaron los mejores ajedrecistas, aun-
que es evidente que las blancas tienen
una iniciativa perdurable. Ya no se puede
llamar aislado al peón d4, porque no es
más débil que el peón e6. Estaba satisfe-
cho con el resultado de la apertura.
13 i!.c4 ~es 14 ~d1
311
Conclusión
Tenía vagos recuerdos de esta posición.
Recordé que a la principal 14 ... éLlc6 me
pareció que lo más interesante era 15
éLlxd5 exd5 16 f4, ¡una jugada inesperada!
El alfil no está colgado, y tras, digamos, 16
... \Wd6 17 ib3, la posición de las negras
es muy desagradable. El caballo en e4 no
ataca nada, las blancas hacen lo que quie-
ren y, probablemente, pasado un tiempo
empezarán a jugar en el flanco de rey. En
b7 el alfil está mal, las blancas tiene una
ventaja posicional clara.
14 ... ctJd7
Debo admitir que no recordaba cómo
responder a esta jugada. Tal vez no presté
mucha atención a esta línea, al conside-
rar que era favorable para las blancas. Es
evidente que pueden mantener la pre-
sión casi de cualquier manera; por ejem-
plo, con 15 id2. Aun así quería jugar más
duro. Tras una larga reflexión me incliné
por 1S.ib5, que prácticamente fuerza a las
negras a jugar 15 ... .ixe516 dxeS Wle7
No vale la inmediata 16 ... a6 por 17 éLlxd5
axb5 (en caso de captura con el alfil en d5
se queda colgado el peón a6, y capturar
con el peón es malo desde el punto de vis-
ta posicional), y aquí consideré que lo me-
jor era 18 é2lf4, sin embargo el ordenador
muestra el recurso 18 ... \Wc7 19 gd6 id5,
y las negras, aun estando a la defensiva, en
cierto modo se mantienen, y conservan
las posibilidades de tablas. Es más fuerte
18 éLlb4, ya que en caso de 18 ... \We7 19
gd6 las negras empiezan a derrumbarse.
De una forma u otra, yo consideré que 16
... \We7 era la continuación principal.
Aquí las blancas pueden jugar sin apre-
surarse, aunque me pareció que el movi-
miento de la dama a h5 era la continuación
principal. Lo único a lo que, por alguna ra-
zón, dediqué mucho tiempo para enten-
derlo, fue si hacerlo directamente o tras el
cambio previo en d5, aunque lo más pro-
bable es que no haya mucha diferencia. Si
a 17 iWh5 las negras, como en la partida,
jugasen 17 ... g6 18 iWh6 gec8 19 ig5 iWf7,
entonces, al parecer, tarde o temprano
312
tendría que capturar en d5.
17 'LlxdS .ixd518 WihS
Extrañamente, en esta posición a las ne-
gras ya les resulta difícil mantener el equi-
librio material. Se amenaza 19 ig5, y lo
más importante es que 18 ... h6 conduce a
un final malo después de 19 ixh6 gxh6 20
\Wg6+ ~f8 21 \Wxh6+ ~f7 22 8:xd5 exd5 23
iWh7+ ~f8 24 iWxf5+ Wf7 25 ixd7 VJ!xf5 26
ixf5 gxe5 27 ~d3 gae8 28 ~f1. Creo que
está ganado técnicamente por las blancas,
aunque el ordenador lo estima solo con
un «más-igual». Los peones avanzan, y no
veo cómo pueden crear contrajuego las
negras, a menos que intenten cambiar las
torres por la columna «C>>, aunque incluso
esto no las garantiza una vida apacible.
Creo que Topalov debería haber optado
por la continuación activa 18 ... éLlxe5. Las
variantes después de 19 ig5 ya las consi-
deré cuando pensaba en 15 ib5. Vi que la
atractiva 19 ... \Wb7 20 ixe8 ixg2 pierde
por 21 gd7. También está el recurso tác-
tico 19 ... if3, un remedio bonito, pero
dudoso, ya que tras 20 gxf3 \Wxg5+ 21
\Wxg5 éLlxf3+ 22 ~g2 éLlxg5 23 ixe8 gxe8
24 gd7 el final con la torre situada en la
séptima fila debe estar ganado.
Por lo tanto es necesario retirarse, 19 ...
iWf8, y después de 20 ixe8 gxe8 21 gacl
el ordenador concede a las blancas una
ventaja bastante sería, y probablemente
sea así, aunque las negras tienen posibili-
dades de tablas.
Está también el curioso ataque 18 ...

\Wb4!?, que reconozco que no vi durante la
partida. 19 ~xd7 'fl.e7, y curiosamente las
negras no pierden pieza, sin embargo las
blancas pueden capturar el peón de dos
maneras: 20 .txe6+ 'fl.xe6 21 \We2 i,b? 22
b3 o 20 a3 ~e4 21 f3 \Wc4 22 .txe6+ 'fl.xe6
23 \Wxf5 \Wc5+ 24 ~h1 'fl.f8 25 \Wd3 'fl.xe5
26 i,d2. Prefiero la segunda variante. En
cualquier momento se cambiarán las da-
mas, y las negras tendrán un final aburrido
con pocas posibilidades de tablas. Es evi-
dente que esto tampoco es una forma de
salir de la situación, aunque debe tenerse
en cuenta que la jugada elegida porTopa-
lov es la más fuerte.
18 ... g619 '\Wh6
Quería realmente situar el alfil en f6, para
crear amenazas. Aunque en e3 también
estaría bien situado, y el rey negro seguiría
siendo débil. Por ejemplo: 19 \Wg5 a6 20
Jl.xd7 \Wxd7 21 il.e3 b5 y después h4, b3,
siguiendo el mismo esquema.
19 ... ~ec8 20 ,igs Wff7 21.ixd7
Aquí otra vez podía elegir. Me pareció que
el alfil en f6 y el ataque potencial eran muy
peligrosos. Se podía conservar la pareja de
alfiles, lo que también tiene sus ventajas.
Por ejemplo, 21 il.f4 a6 22 il.f1 b5 23 b3, y
jugar lentamente esta posición. Sin duda,
las blancas ejercen presión, sitúan el peón
en f3 y se refuerzan. En algún momento
las negras cambiarán las damas en la ca-
silla g7, y será difícil romper su posición.
Me pareció que el cambio en d7 tenía más
perspectivas, aunque, como demuestra el
análisis, las negras también mantienen las
tablas. Por otro lado, el ajedrez general-
mente es un juego a tablas, y a menudo
debes elegir la continuación que más te
gusta.
21 ... W!xd7 22 .if6 Wff7
Un momento esencial. Las negras se ven
obligadas a perder un tiempo moviendo
la dama, ya que pierde 22 ... 'fl.c2 (o 22 ...
'fl.c4) 23 'fl.xd5! exd5 24 e6. Después de 24
... \Wc7 25 e7 la casilla el está defendida, y
las blancas simplemente dan mate.
Conclusión
23 b3
Hice esta jugada «al toque», sin pensarla
seriamente. Decidí que tarde o temprano
tendría que hacerla. Es muy importante
prevenir la maniobra defensiva 'fl.c4, que
tiene lugar en muchas posiciones cuando
las blancas avanzan el peón «h».
El ordenador indica la posibilidad de jugar
enseguida 23 'fl.d3, para crear un ataque
directo sin perder tiempo. De momento
23 ... 'fl.c4 sería un tiro al aire, pues después
de 24 b3 la torre no tiene casillas disponi-
bles en la cuarta fila. Sin embargo existe
la defensa 23 ... 'fl.c2 24 'fl.g3 'fl.ac8 25 h4
'fl.8c4. Aunque con dificultades, las negras
mantienen la posición, y en conclusión la
casilla c4 resulta ser importante. Después
sigue un juego bastante forzado, 26 h5
'fl.g4 27 'fl.xg4 fxg4 28 \Wgs h6 (un recur-
so algo alocado) 29 \Wxg4 (29 \Wxh6 \Wh7)
29 ... g5. La dama se incorpora al juego a
través de h7, y probablemente las negras
tienen todo en orden; todas sus piezas se
han vuelto dolorosamente activas.
Me gusta mucho restringir el juego del
oponente, y me pareció que en ese senti-
do 23 b3 no era mala. A pesar de la presión
por la columna «O>, las negras no disponen
de un contrajuego especial. Sin embargo,
ahora tienen la posibilidad de montar la
defensa con el peón ubicado en h6.
23 ... Wff8 24 Wff4
Aquí dudé. De hecho, la posición es bas-
tante difícil de jugar, a pesar de la aparente
simplicidad y claridad de los planes. Am-
bos bandos tienen que alternar el ataque y
313
Conclusión
la defensa. Las negras quieren emprender
el contrajuego, sin embargo todavía tiene
que asegurar a su rey. Las blancas quieren
atacar, pero deben vigilar su segunda fila.
Es difícil realizar la elección, a menudo se
hace intuitivamente. Si se mira la partida
como un todo, entonces puede verse que
hice mi elección a favor de la restricción
del juego de mi adversario, mientras que
Topalov lo hizo a favor de un contrajuego
rápido. Aquí se pusieron de manifiesto las
preferencias de estilo.
24 W/gs tiene una apariencia más acti-
va e impide h7-h6, aunque parece que
las negras consiguen poco a poco crear
contrajuego: 24 2:c2 25 h4 2:ac8 26 hS
oo•
Wb4 (precisamente esto es lo que no
quería permitir; ahora todo termina for-
zado en un final de tablas) 27 hxg6 W/g4
28 \Wxg4 fxg4 29 gxh7+ ~xh7 30 l::í:d4 g3
(sacrificio de un segundo peón) 31 l::í:h4+
~g6 32 l::í:g4+ ~fS 33 2:xg3 2:c1 + 34 2:xc1
2:xc1 + 35 mh2 l::í:c2. y el ordenador empie-
za a escribir ceros fijos.
24 Wf4 ralentiza un poco el ritmo del ata-
que, aunque a cambio impide la activa-
ción de la dama.
Quizás aquí las negras cometieron el úni-
co error en toda la partida (sin contar la
apertura, jugada con indecisión), y resulta
ser decisivo.
No tenía ninguna duda de que Topalov ju-
garía 24 h6, ni siquiera consideré otras
000
continuaciones. Me pareció obvio que era
peligroso permitir h4-h5, excepto en el
314
caso de que las negras tengan, digamos,
una solución táctica al problema muy con-
creta, como en la variante precedente. 24
000 h6 es una jugada pasiva, pero obligada.
Después de 25 h4 hay otro movimiento
importante, 25 000 l::í:cS! Las negras, como
se suele decir, deben ponerse en pie y
aguantar. El caso es que es muy difícil
romper su posición. Si se precipitan con
el contrajuego con la jugada 25 2:c2, en- oo.
tonces es muy fuerte el sacrificio de cali-
dad, que está constantemente en el aire.
Tras 26 l::í:xdS exdS 27 2:d1 Wcs 28 hS las
blancas tienen un ataque terrible. La torre,
situada en eS, previene este sacrificio.
Al término de la partida analicé la posi-
ción después de 25 l::í:cS. Como humano
oo.
mi deseo era no cambiar torres y jugar
26 l::í:d3 2:ac8 27 l::í:ad 1, para mantener el
mayor número de piezas sobre el tablero,
teniendo en cuenta un potencial ataque.
Aunque en realidad es imposible adivinar
cómo abrirse paso en caso de 27 000 ~h7
28 ~h2 iWf7; no hay ningún plan a la vista.
En consecuencia, curiosamente lo más
fuerte es el cambio de torres. Digamos, 26
l::í:ac1 l::í:ac8 27 l::í:xcS l::í:xcS 28 l::í:c1 mh7 29
~h2 2:xc1 30 W/xc1 W/cs 31 W/d2 Honesta-
mente, durante la partida consideré que
las blancas podían apretar un poco, aun-
que concluí que eran tablas fáciles. Des-
pués de analizar, me di cuenta de que el
asunto no era tan simple. En realidad las
negras no tienen absolutamente ningún
movimiento: el rey está encadenado al
peón h6, el alfil no puede moverse, por-
que entonces penetra la dama, y en caso
de a7-a5 siempre existe la posibilidad de
«engancharse» mediante ~d8, sin conce-
der el cambio de damas. En algunos casos,
si las negras entregan peón para cambiar
damas, pueden llegar a un final de alfiles
de distinto color perdido: el rey blanco
corre hacia el flanco de dama. Aunque pa-
rezca raro, hay motivos de zugzwang. Las
blancas refuerzan la posición, f3, ~g3, y
en cualquier momento intentan penetrar
con la dama en el campo negro. Y esta po-

sición, probablemente, se puede obtener
con un tiempo extra, con el peón ya en f3.
Por ejemplo, si no se cambia en eS, y se
empieza con la jugada Wh2.
No tengo duda de que esta posición pue-
de defenderse con un juego preciso, sin
embargo a pesar de todo hay problemas
prácticos, no es tan sencillo. Las negras
tendrían que realizar una defensa larga y
pasiva.
En cualquier caso, era su mejor oportuni-
dad. Creo que Peter Lékó no dudaría en
jugar de esa manera, aunque sospecho
que incluso si Veselin hubiera jugado h6,
después de h4, a pesar de todo, habría
continuado con !'1c2, porque su estilo no
se ajusta a 1'1c5.
24 ... l3c2? 25 h4 l3ac8 26 hS
Con toda probabilidad la posición negra
ya no se puede defender. Resulta que no
hay contrajuego real, y el rey realmente se
somete a un ataque muy fuerte.
26 ... Wfe8
Era algo más lógica 26 ... Wf7, aunque aquí
después de 27!'1d31'12c3 281'1ad1 gxh5 la
posición de las negras tampoco sería envi-
diable. Se puede jugar sin apresurarse 29
Wh2, aunque es más fuerte 29!'1xd5 exdS
30 1'1xd5. La torre es intocable, y las blan-
cas tienen un ataque poderoso.
27 l3d3 l32c3
Obligado, ya que se amenazaba hxg6
hxg6, !'1h3.
28l3ad1 gxhS
Es evidente que esta era toda la idea. Sal-
tar con la dama a g6, de lo contrario las
blancas darían mate sin prisas.
Véase el diagrama siguiente
29 l3xd5!
Tan fuerte como natural. No tenía ninguna
duda con esta jugada, no obstante me es-
forcé y calculé con cuidado las variantes.
29 ... exdS 30 e6
Según el ordenador, aún es más sencilla
30 1'1xd5. Valora la posición como comple-
tamente ganada por las blancas. Para un
Conclusión
humano 30 e6 es mejor, porque conduce
a una victoria forzada en todas las líneas.
Tal vez sea un poco más complicado, no
obstante al hacer mi jugada ya tenía calcu-
ladas todas las variantes que se enumeran
a continuación.
30 ... l33c7
En este momento Topalov ya había gas-
tado casi todo el tiempo que le quedaba.
Al parecer, solo aquí se dio cuenta de que
la jugada que había planeado, 30 ... !'13c6,
pierde por 31 1'1d3 1'1xe6 32 !'1g3+ i>f7 33
Wh6! Cuando vi este recurso, ya estuve se-
guro de la jugada 30 e6. A pesar de la ca-
lidad de más, las negras están indefensas.
La variante principal es 33 ... 1'1xf6 34 Wg7+
We6 35 !'1e3+, y las blancas recogen toda
la cosecha. El intento de entregar la torre
por el alfil, 30 ... Wg6, tampoco vale debido
a 31 i,xc31'1xc3 32 Wb8+ Wg7 33 e7. Solo
queda la jugada de la partida.
31 l3xd5 Wfxe6
Me parecieron muy bonitas, en el lenguaje
de los compositores, las variantes con eco:
si 31 ... Wg6, entonces 32 Wxc7, y en caso
de 31 ... 1'1c1+ 32 i>h2 \Wg6 33 Wxc1. Lato-
rre no puede escapar de la persecución de
la dama.
32WfgS+i>f8
Resistía un poco más 32 ... Wf7, aunque
esto no cambia el asunto: 33 1'1xf5 !'1c5 34
Wxh5+ Wf8 35 i,eS+ i>e7 36 Wxh7+ We8.
Yo había planeado 37 1'1g5 (el ordenador
considera que 37 f4 aún es más sencillo).
Amenaza !'1g8+, y después de 37 ... 1'1xe5
38 Wh5+ con dos peones de más .. .
315
Conclusión

33 ~xfS
Aquí «el joven soldado de repente perdió
la cabeza 38 ». El ordenador indica que des-
pués de la única 33 ... :t::í:c5 34 ~e7+ <J?es
gana enseguida 35 :t::í:f8+ <Jid7 36 ~xc5, lo
que por supuesto es cierto. Sin embargo,
consideré la continuación más segura 35
~xc5 :t::í:xc5 36 W/xh5+ <Jid7 37 :t::í:xc5, que
también gana fácilmente.
33 ... ~f7 34 W/h6+ i>es 35 ~es ~c6

En los apuros de tiempo las negras pusie-

ron todas sus esperanzas en este recurso.
Las blancas tienen varias formas de ganar;
sin embargo, elegí la más elegante y sim-
ple.
36 W/xhS
Las negras están atadas por todo el table-
ro y pierden una gran cantidad de mate-
rial; en este momento Veselin se rindió.
Creo que esta partida es buena, interesan-
te, de gran calidad, y en esencia solo hubo
un único error».

¡Estimado lector! En este libro he intenta-

do expresar con sinceridad mi concepto
de entrenamiento y mis opiniones sobre
el ajedrez. Espero que haya aprendido
algo nuevo e interesante para usted. ¡Bue-
na suerte en el ajedrez!

Mijaíl Shereshevsky

38 Nota del Traductor. Estrofa de la canción patrió-

tica rusa Allí, más allá del río.
316
 ÍNDICE DE JUGADORES
Las partidas vienen con su número, las posiciones las clasificamos como [PJ y los ejercicios
como [E]. En negrita cuando juegan con negras.

Adams 54 Dorfman 50, 51, [P69], [P74], [P75]

Alekhine 5, 40, [P4], [P8], [P51], [P54], Dvoiris 35
[P57], [P68] Dvoretsky [P70], [E1]
Aleksandrov 13
Alexander [P59] Ehlvest 32
Akopov [P29] Eliánov [P20], [P64]
Anand [P63], [P65], [E3] Eliskases 41
Andersson [P39] Euwe [P54], [P57], [P68]
Apicella 28
Arbakov [P37] Filimónov6
Arlandi [P77] Fischer [P26], [P45]
Averbaj 41, [P6] Flohr [P44]
Azos [P52]
Gallagher 52
Bagírov [P36], [E4] Gavrikov 1
Balashov [P27] Gelfand [ES]
Barcza [P7] Geller 17, [P12], [P40], [P84]
Bareev [P19], [P20] Giri [E6]
Barkovsky 25 Glek [P79]
Beliavsky [P50] Gligorié 19
Benko [P53] Grischuk [P23]
Bertok 17 Gufeld [P61]
Bogdanovsky 30
Bologan [P80] Hauchard [P75]
Bondarevsky [P44] Hoffman [PSS]
Borgo [P77] llinsky 23
Botvinnik 1O, 14, 49, [P6], [P12], [P14],
[P28] Jaritónov 9
Jismatullin [P24], [P64]
Capablanca [P1 ], [P16], [P25], [P49] Jólmov [P28]
Carlsen 54, [P23], [P48] Jorobets [P31]
Caruana [P22]
Cvitan [P78] Kagan 46
Kamsky [P65]
Danailov 39 Kapengut 21
De la Riva 52 Kariakin [P17], [P48]
Didishko [PS] Karpov 15, 53, [P67], [P72], [P82], [P83]
Donchenko 22 Kasparov [P19], [P66]

317
Índice de jugadores

Kayumov [P30] O'Kelly 18

Keres 1 O, [P13] 0111,2,33
Kline [P25] Onischuk [P78]
Klovans [P61] Ortueta [E2]
Korchnoi 15, [P3], [P72], [P84]
Korzubov 33, 35, 36, 39, [P4], [PS], [P30], Papp [PSS]
[P41] Parma [P53]
Kotkov [El] Pavlenko [P36]
Kovalev [P52] Petrienko 51
Kramnik4, 55, [P66], [P81], [E6] Petrosian 14, [P26], [P71]
Krasenkov [P58] Petrushin 36
Kuczynski 34 Pfeiffer [P71]
Kuligovsky [P62] Pogosiants [ES]
Kupreichik 32, 37, [P83] Polugaievski [P33]
Kuzmín [P60] Pribyl48
Psajis 3
Lagunov [P58]
Larsen 49 Rabinovich 5
Lasker [P49] Ragozin [P16]
Lautier [P63] Raicevié 29
Lékó4 Réti [P43]
Lipnitsky 42 Rivas [P27]
Litvinov 24 Rodstein 47
Lukov [P21] Roizman [P18]
Romanov 12
Maguerramov 37 Romanovsky [P43]
Malájov [ES] Rozentalis [PSO]
Malisauskas [P79] Rubinstein 40
Mamedyarov [E7] Rukavina 16
Marshall, E. T. [P59] Ryskin 34
Maryasin 26, [P41]
Matlakov [P73] Saidy [P45]
Miezis 8 Samisch [P8], [P51]
Mijalevsky [P18], [P29] Sanz [E2]
Mochalov 31 Sarbay 45
Moiseev [E4] Semkov [P21]
Muradli [P15] Shereshevsky 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26,
Murshed 50 27, 28, 29, 30, 31, 38, 43, 44, 45, 46, [P34],
[P35], [P37], [P38], [P46], [P50]
Népomniaschi [P81] Shírov [E3]
Nesterov [P15] Sidorov 42
Nimzowitsch [Pl] Smirnov [P34]
Nisipeanu [P22] Smyslov [P40], [P42], [P76]
Novíkov9 Sokolov 2
Nunn 48, [P2], [P3], [P62] Son [P31]
Spassky [P32], [P56], [P67]
Quinteros 19 Sveshnikov [P60]
Svídler [E7]

318
 rndice de jugadores
Szabó [P7]

Tahl [P14], [P56]

Taimánov 16, [P70]
Timofeev [P24]
Timoshenko [P38]
Timman 53, [P39]
Tiviakov [P69]
Tolnai 3
Topalov 55
Torre [P32], [P82]
Tukmakov [P35]

Uhlmann [P76]
Ulvestad 18
Unzicker [P13]

Va'iser [P74]
Vaganian [P46]
Vasiukov [P33]
Veremeichik 43

Wang Yue [P17]

WeiYi47

Yakovenko [P73]
Yakunovich 7
Znosko-Borovsky [P4]
Yuferov 27
Yurtaev 38
Yussupow [P2]

Zazhogin 6, 8, 7, 11
Zelkind 44
Zheliandinov 20
Ziatdinov 13
Ziulev 11, 12

319