el propósito más importante del Espíritu, después de guiar nuestro corazón a la convicción de la

salvación en Jesús, es llevarnos a un nivel majestuoso de luz y de conocimiento, en el cual todo los
misterios del Reino que Abba tiene para Su pueblo, en los diferentes kairos, nos sean revelados. La
iglesia primitiva era fuerte y unida, porque tenía su Fe fundamentada en las maravillas que veían y
testificaban, através de los apóstoles, quienes en el nombre de Jesús, hacían milagros, sanidades,
salvación de multitudes, liberaciones de demonios e impartían La Palabra con gran denuedo.

Es difícil ver que esas no son las bases de la iglesia actual; la sana doctrina apostólica y profética sobre
la cual debería estar fundamentado el cuerpo de Cristo, está cubierta por un manto y un velo mágico,
diseñado en el segundo cielo, que cubre y tapa la luz que debería ser como sal de la tierra y luz, en
medio de las tinieblas.

La iglesia actual, en su mayoría, está fundamentada en lindos servicios de domingo y palabras de

inspiración, aprendidos en la universidades cristianas e institutos bíblicos, que de nada edifican, tan
sólo inspiran. Dejamos de ver en lo espiritual la VISION de Jesús, para acomodarnos a las sillas y al
aire acondicionado de los templos, desde hace años. Nuestra fe está simentada por vista, no por
VISION. Satanás ha hurtado el amor, la compasión, la humildad, la unidad, que era el sello
característico de una iglesia siendo guiada por el Espíritu. El amor y la compasión son los principios
básicos del reino de Dios; es fácil amar al hermano, pero es difícil orar, bendecir y amar a quien te
hiere y te hace daño.

Jesús ya NO quiere en Su iglesia elocuencia de sermones aprendidos, ni programas, ni rutinas; esto es

holocausto que JAH NO QUIERE!!! El sólo desea corazones dispuestos a humillarse y ser obedientes.