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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Música
Historia de la Música Universal IV
Diana Laura Fuentes León

UNIDAD I

ROMANTICISMO MUSICAL

Durante la Europa del siglo XIX se desató una oleada artística de gran importancia ya que las
influencias político-económicas permearon en toda la cultura revolucionaria de la época. El
romanticismo es un movimiento de crisis, un cambio de paradigma.

El Romanticismo fue un movimiento cultural que prevaleció en la cultural occidental entre finales
del siglo XVIII y mediados del XIX. Nace en el último cuarto del siglo XVIII en Inglaterra y Alemania
casi al mismo tiempo, pasa luego a Francia desde donde se extiende a España, Italia y Rusia. Y
aunque el espíritu del Romanticismo se difundió por toda Europa, cada país adaptó a su modo las
ideas fundamentales románticas, creando cada uno su propio Romanticismo.

El romanticismo musical es un periodo artístico en donde la expresión de los sentimientos se torna


más intensa y personal, se rompen los convencionalismos de tipo formal y armónico y la música
comienza a ser más romántica de las artes ya que sugiere un torrente de impresiones,
pensamientos y sentimientos.

Entre muchos compositores la poesía y la literatura ocupaban un lugar central en sus


pensamientos y trayectorias profesionales. De hecho, una de las formas más características del
siglo XIX fue el lied.

La música programática era música instrumental relacionada con un tema poético, descriptivo o
incluso narrativo, mediante la sugerencia imaginativa. La música instrumental se convierte en un
vehículo para la expresión de ideas, los románticos reconciliaron la música con las palabras.

Beethoven inaugura en la historia de la música la era del romanticismo, que había de ser la de la
supremacía alemana, un nuevo concepto se abre paso y vienen a sustituirse el equilibrio soberano
y la sobriedad de los clásicos por una libertad mayor y una expresión más intensa. La música
revelará en adelante los estados del alma, las alegrías y las penas del compositor. La sensibilidad
se embota al contacto con la vida y de la naturaleza y , al igual que el poeta busca definirse y
analizarse, así también el artista, rompiendo con la tradición del siglo XVIII, insufla a todo lo que
crea algo más humano, que nos entrega sus amarguras, la tragedia de su existencia o los
sentimientos íntimos en presencia de un ser amado de una idea o de un paisaje. Estos románticos
nos revelan en música sus pasiones y secretos, nos cuentan sus sueños.

Un nuevo lenguaje corresponde a esta necesidad de expansión y si las formas antiguas siguen
prestándose a ello y si todavía la sonata, la suite de orquesta, el concierto y la sinfonía tientan a
ciertos artistas, nacen otras, como el poema sinfónico, que enriquecerá en el campo que
estudiamos.

Algo mas caracteriza de esta época: el abismo se hace cada vez mas profundo entre un arte que
muere – el arte italiano, la opera bufa, que reina con todos sus sucedáneos en Francia y en la
península. Y el arte que acaba de nacer después de Haydn y Mozart: un arte vivificante que surge,
fuerte y soberbio, y se expande libremente por los países de lengua germánica.

FRANZ SCHUBERT (1797-1828)

Nacido en Lichtenthal (1797) de familia modesta ( su padre era maestro de escuela), el joven Franz
formo parte de la capilla imperial de Viena y trabajo con Rusziska y Salieri. Pasó gran parte de su
vida en Viena, donde murió a la edad de 31 años.

Schubert fue el exponente más importante del lied, sin duda se le deben nueve sinfonías ( la
última, en si menor, esta inconclusa y es tan célebre como la de Do mayor). Se ha dicho que la
Sinfonía incompleta es la primera sinfonía verdaderamente romántica, por sus grandes
combinaciones instrumentales. Todas las sinfonías de Schubert presentan formas regulares
clásicas y son románticas exclusivamente en virtud de su música, su lirismo, de sus fascinantes
excursiones armónicas y de sus encantadores timbres.

Compuso tríos, 15 cuartetos, el quinteto de la trucha (obra más popular de su primer periodo,
para piano y cuerdas, cuyo último movimiento es un tema y variaciones sobre una canción del
propio Schubert con este nombre), otro quinteto para cuerda (dos violoncellos) y 14 piezas libres
para piano (impromptus, momentos musicales, sonatas, fantasia en do, Laendler) los seis
momentos musicales, y los 8 impromtus son para el piano lo que sus lieder para la voz ; pero es a
los 603 lieders a los que debe la inmortalidad. Están escritos sobre poemas de Goethe, Schiller,
Heine, Uhland, Achober y W. Muller.

En cuanto a su musical vocal, las canciones revelan el don supremo de Schubert para componer
hermosas melodías. No hay estado anímico ni matiz de los sentimientos que no encuentre
expresión espontánea y perfecta en la melodía Schubertiana.

Romántico, Schubert es un improvisador que comenta como poeta los versos que ha elegido, los
envuelve en un perfume misterioso y una atmosfera cálida que el teclado contribuye a crear.
Genio muy puro y espontaneo, poseedor de la inspiración y supo evocar la naturaleza con noble
emoción.

En los momentos musicales adapto al piano la forma del lied, por otra parte, compuso 22 óperas o
músicas de escena (Rosamunda, es una de las últimas obras del compositor. Se trata de la música
escénica para la obra homónima de la escritora Helmina von Chezy) y obras corales profanas y
religiosas (7 misas, motetes).

KARL MARIA VON WEBER (1786- 1826)

Weber, Nacido en Eutin en 1786 puede considerarse después de Mozart y de Beethoven, como el
fundador del drama popular alemán , con sus óperas y sus treintena de obras de música de
escena. Acompañó a su padre, director de una compañía teatral, en sus giras por Alemania.
Trabajo con Michael Haydn y con Vogler, dirigió la orquesta de Breslau y después la música de
cámara ducal en Karlsruhe. En 1810 escribio Silvana, su primera obra dramática. Director de
orquesta en Praga, montó el Fidelio de Beethoven. Finalmente en 1816 fue llamado para organizar
por cuenta del rey de Sajonia la opera alemana de Dresde.

Sus principales óperas escritas sobre libretos mediocres (el Freishcutz, Berlín 1821; Euryanthe,
Viena, 1823; Oberón, Londres, 1826) anuncian ya en parte la obra y los procedimientos dramáticos
de Wagner (leitmotiv, declamación melódica, comentario descriptivo y pintoresco confiado a la
orquesta).

Romántico, Weber gusta de describir la naturaleza en todo lo que presenta de fantástico, las
oberturas de sus obras siguen siendo célebres. –recordemos también su invitación al vals, sus
sonatas y sus diversas piezas para piano (fue un gran virtuoso de este instrumento), sus lieder, su
misa, sus dos sinfonías y sus numerosas obras de música instrumental, su obertura Jubel, sus
cantata y sus piezas para clarinete.

MENDELSSOHN FELIX (1809- 1847)

Fue alumno espiritual de Weber a quien encontró en 1821. Nacido en Hamburgo de una familia de
ricos banqueros israelitas, discípulo de Zelter y de Berger en Berlín, virtuoso del piano,
Mendelssohn estuvo dotado de prodigiosa facilidad. Se hizo aplaudir en París, escribió a los 17
años la obertura del Sueño de una noche de verano; se prendó de la obra de Bach y reveló al
público berlinés, gracias a Zelter, la pasión según San Mateo, después de haber logrado un éxito
de estimación con su opera Las bodas de Camacho.

Viajo por Francia, Italia e Inglaterra, donde sus obras obtuvieron un triunfo entusiasta. Designado
director de música de Dusseldorf, luego fue llamado a dirigir los conciertos de Gewandhaus de
Leipzig. Gracias a él, que dota a esta ciudad de un conservatorio (1843), Leipzig vuelve a
convertirse en el centro musical de Alemania, allí muer en 1847.
Las obras de Mendelssohn incluyen sinfonías, conciertos, oratorios, oberturas, música para piano y
música de cámara. Las dos sinfonías mas importantes son la Italiana (num 4) y la escocesa (num 3).
En ambas encaja hábilmente sus melodiosos temas dentro de las formas regulares clásicas.

El color, la vida pero también el encanto un poco fácil y voluptuoso caracterizan sus oberturas
para orquesta (el sueño de una noche de verano, la gruta de fingal), sus romanzas sin palabras, sus
caprichos, sus scherzos, sus variaciones serias para piano. Los conciertos para piano, el concierto
para violín, las obras para piano y orquesta (capriccio en si menor) y as obras de música de cámara
valen también por cualidades similares. Los preludios y fugas y las sonatas para órgano se
resienten por la influencia de Bach, sus oratorios (Paulus, Elie) por la de Haendel.

Su mejor título de gloria consiste en haber comprendido y resucitado la obra de Bach. Con esto,
indicó a los compositores de operetas y de fantasías para piano y a los italianizantes el camino que
en adelante debían seguir y contribuyo eficazmente a la obra emprendida por Schumann desde
1834 en su revista (Neue Zeitschrift fur musik) También se le deben numerosos coros y lieder.

SCHUMANN (1810- 1856)

Se muestra continuador de Weber por su sólida cultura general y es el sucesor de Schubert por el
lugar que ocupa en su obra. Nacido en Zwickau en 1810, Robert Schuman se consagró primero al
derecho y a los veinte años se dedicó a la música.

Su música encarna mas plenamente que la de cualquier otro compositor las profundidades,
contradicciones y tensiones del espíritu romántico, es altamente ardiente y soñadora, vehemente
y visionaria, extravagante y erudita.

Trabajo con el pianista E. Wieck. Después de un molesto accidente en un dedo, abandono la


carrera del virtuoso por la del compositor. Fundo contra los filisteos de la música la liga imaginaria
de los David Bundler. Escribió primero para el piano. Se casó en 1840 con Clara Wiech, contra la
voluntad del padre de Clara. Después siguen, una tras otra las obras sinfónicas. Sinfonía en Si
bemol, re mayor, do menor, mi bemol; las oberturas de concierto, el oratorio el paraíso y la peri
(1843) escenas para el Fausto de Goethe y para el Manfredo de Byron, obras de música de cámara
(quintetos, cuartetos, tríos), innumerables piezas para piano, basadas o no en la danza (el
carnaval, las mariposas, las sonatas, los estudios sinfónicos, fantasía, Kreisleriana, Humoresque,
Novelettes, etc.) y, finalmente, una página única por su grandeza: el concierto en la menor para
piano y orquesta.

Profesor en el conservatorio de Leipzig (1843) residio alguno años en Dresde (1844), acompañí a
su mujer a Rusia y luego fue director de música en Dusseldorf (1850). Atacado por una
enfermedad mental, intentó suicidarse, y murió en una casa de salud en Endenich en 1856.

Las atractivas pequeñas piezas de piano para niños las agrupo en el álbum para la juventud. Estos
títulos sugieren que Schumann pretendía que no solo se considerase a su música como esquema
sonoro, sino también que en cierto modo evocase fantasías poéticas extra musicales.
Fantasista exquisito y músico apasionado, que poseyó el genio del piano para quien solo conto la
expresión del sentimiento. Schumann permanecerá como el autor de los amores del poeta y de
vida y amor de una mujer, poemas liricos de psicología penetrante escritos sobre versos de Heine
y de Chamisso, páginas nostálgicas y soñadoras en las cuales la parte de piano contribuye a hacer
de cada una un todo de perfección inigualable. Cantor de la infancia, de la pasión y de la alegría,
como también de la desesperación, Schumann en manfredo, en las cuatro sinfonías, en las obras
para piano o en su concierto es un maestro de la vida interior y de la intimidad. Si no siempre
logra la plenitud en el desarrollo de un tema, si a veces se le escapa la construcción, posee el
secreto de mil hallazgos, de relámpagos y de los refinamientos de detalle en la armonía que son la
equivalencia de una firma.

RICHARD WAGNER (1831-

Nació en Leipzig en 1831. Pronto respiró la atmosfera del teatro. Para el pequeño Richar fue
providencial la muerte de su padre, ya que su madre se volvió a casar con Ludwing Geyer, poeta y
pintor. Este fue el factor que lo impulsaría a componer música para obras de teatro, que mas tarde
caracterizarían su estilo y su sentido de la opera.

El arte de Weber y de Beethoven lo despiera a la música, al igual que Mozart. Aunque continuó sus
estudios en la universidad, aprendio su futuro oficio con G Muller y Th. Weinling. En Wurzburgo
escribió una opera: las Hadas (1833). Se prenda de Shakespeare y dirige la orquesta en los teatros
de Magdeburgo (1834), Koenigsberg y Riga (1837). En 183 se casa con la actriz Minna Planner
quien le proporcionara un poco de alegría. En Riga emprende Rienzi, la obertura de Fausto y traza
las grandes líneas de El Barco Fantasma.

Después de una estada en París (1839-1842), consigue que se represente Rienzi en Dresde.
Maestro de capilla de la corte de Dresde, hace representar El barco Fantasma o el holandés
errante e inicia Tannhauser (que se representará en 1845) y Lohengrin (1847) creado en 1850.
Pero Wagner después de los acontecimientos políticos en 1848, debe huir primero a Weimar y
después a Zurich, donde permanece unos diez años. Al mismo tiempo que concibe el libreto de la
tetralogía desarrolla sus principios teóricos, filosóficos y estéticos en dos volúmenes: la obra de
arte de provenir y opera y drama. Pone en practica estos principios en la trilogía del anillo del
nibelungo, cuya mayor parte escribe de 1854 a 1857 (el oro del Rin, la walkiria y Sigfrido) un
acontecimiento imprevisto detiene esta obra por un momento. Filosofo, Wagner es también un
apasionado. Se enamora en Zurich de la mujer de un amigo, de la cual decide separarse después
de un drama interior. Tristán e Isolda, acabada en Venecia (1859), describe las etapas de ese amor
desdichado. Tannhauser fracasa en París (1861) y Tristán no puede representarse en Viena. Son
años de desesperación a los que pone término en 1864 la llamada del rey de Baviera, Luis II quien
da valor al artista y patricina en Munich (1865) la representación de Tannhauser, del Barco
fantasma y de Tristán, y autoriza a Wagner a edificar un teatro para sus obras. En 1866 a 1872m el
músico que acaba de perder a su mujer, deja correr su vida en las cercanías de lucerna, en
Triebschen. Surge un idilio entre Wagner y la hija de Liszt, Cosima von Bulow. Esta termina por
divorsiarse y se casa con Richard en 1870 a quien da un hijo, Siegfried. Son años de completa
felicidad, cuya aledría íntima evoca el Idilio de Sigfrido. Son también los años en que Wagner
escribe Los maestros cantores (1868) y termina la tetralogía ( el crepulsculo de los dioses, 1872)
Wagner se instala definitivamente en Bayreuth en 1872. El anillo del Nibelungo se representa en
1876 en el teatro de dicha ciudad, terminado gracias a la generosidad del rey. Parsifat,
comenzado en 1877 y representado en 1882, cierra la larga serie de sus obras maestras. Wagner,
cuya fama ha sobrepasado ya las fronteras de su país, muere en Venecia en 1883.

Wagner se presenta primero en su obra como continuador de Gluck y de Weber y opuesto a la


ópera exterior de Meyerbeer. El músico es también el libretista. Es un poeta y un pensador que
crea al mismo tiempo el drama y la música que debe servir de comentario al texto. Experimento la
influencia de Schopenhauer y, como pesimista y apasionado, quiere liberar al hombre que sufre. El
rescate, la redención, y la regeneración, a los cuales aquí y alla aspira con toda su alma, están en la
base de su teatro. Seria falso creer que el drama Wagneriano sea la realización en obra o la
expresión de un sistema filosófico de rígidas líneas. No hay sistema. El pensamiento del autor
evoluciona desde Rienzi hasta Parsifal, lo mismo que a su manera de concebir la ópera o mas
sencillamente de expresarse con música.

HECTOR BERLIOZ (1803-1869)

Liszt era el tipo del gran virtuoso que atrae a las multitudes; Chopin, aquel a quien se aplaude en la
intimidad de los salones; Berlioz, el Joven de Francia, el efervescente romántico con
temperamento creador, es, de los tres, el único a quien sus contemporáneos no siempre
comprendieron.

Hector Berlioz nació en La Cote-Saint. André (isére) en 1803. Llego a parís en 1821. Abandono sus
estudios de medicina y se dedico a la música. Alumno de Lesueur y de Reincha en el conservatorio,
escribió la obertura de los Francs-Juges, bosquejó en 1828 Les huit scénes de Faust (que en 1846
se transformaron en la leyenda dramática la damnation de Faust) y produce finalmente la sinfonía
fantástica 1830 en la cual pone en música un episodio de su vida: su violento amor por la actriz
Harriett Smithson, con quien se casaría en 1833.

En 1830 obtiene el primer premio de roma con la cantata la derniere nuit de sardanapale. De
Italia, donde permanece tres años, trae Le retour a la vie y le roi lear. Hace oir con éxito la sinfonía
fantástica; expone sus ideas sobre la música de programa en el journal des débats y en el
correspondant. Poco a poco su lenguaje musical, demasiado atrevido, sorprende: se le mira como
a una especie de monstruo de la música. Harold en Italie, la Grand Messe des morts,
Benvenutocellini, Romeo et julliette son recibidos fríamente si no con risotadas. El autor sufre,
mientras la miseria acecha su hogar. La sinfonía fúnebre et triomphale fracasa en 1840. Después
de una gira por Alemania, Austria y Rusia con la acrtiz española María Reccio, la condenación de
Fausto, representada a expensas del autor, es para este causa de ruina. La muerte de Harriett
vuelve mas penosa la situación del autor. Sufre una nueva decepción: el instituto elija a A. Thomas
en vez de Berlioz, quien se ha presentado al concurso. Una semana dedicada a Berlioz organizada
en Weimar por Liszt le devuelve el valor.
Berlioz hacia los 25 años tuvo una serie de depresión y creatividad motivamos por una gran actriz,
a la cual escribió su maravillosa sinfonía fantástica. La originalidad de la sinfonía fantástica estriba
no solo en haber puesto la sinfonía al servicio de la narrativa y la autobiografía, si no tambipen en
su sustancia musical. Es una historia en donde el primer movimiento (pasiones y subenirs) se
escuchan motivos musicales que describen a los personajes. El segundo movimiento es un vals, y
habla de un sueño en donde sueña que baila con su amada. El tercer movimiento en el cual
describe un paseo en el campo, dialogo de dos pastores, los cuales se comunicaban con una
especie de flautitas.

Trabaja y escribe la trilogía sagrada en 1854. Se casa con Maria Reccio, solo que para perderla muy
pronto. La vida dura continua y Berlioz está solo y descorazonado. Después de un último viaje a
Alemania Austria y Rusia muere en parís en 1869 sucumbiendo así en un destino tempestuoso
pero que le proporciono grandes alegrías, pese a la leyenda con la cual quizá gustaba de rodearse.

Berlioz fue de temperamento apasionado. La expresión se reviste en él, a menudo, de exuberancia


y realismo completamente nuevos en la historia de la música. Este artista rebelde cuya amargura
oculta también un espíritu sensible, poseyó el genio del color, el amor y por contrastes sonoros,
por los timbres inéditos y lo por lo fantástico. Su orquestación, pesada a veces, marca sin embargo
un progreso decisivo sobre la de sus predecesores. Resucita la música de programa, es uno de los
primeros en utilizar el procedimiento del leitmotiv, es decir, la idea fija que parece tan pronto aquí
como allí y que siempre, como en la sinfonía fantástica evoca la misma imagen. Si la ciencia
musical y armónica como también la ciencia de la construcción y del equilibrio se le escapan a
veces, es necesario sin embargo admirar los ritmos que utiliza.

JOHANNES BRAHMS (1833-1897)

Es un clásico o, mejor , un romántico de la primera manera, que se aparta del drama Wagneriano
para enriquecer la música sinfónica, la música de cámara y el lied con obras originales donde se
abre paso a un temperamento melancólico, un poeta sincero y un constructor que posee el arte
del desarrollo y de la variación, a pesar de un lenguaje macizo a veces de una inspiración a
menudo poco controlada (4 sinfonías, conciertos para piano y violín, tríos, cuartetos, quintetos,
obras corales, réquiem alemán, lied del triunfo, nenia, piezas para piano, instrumento en el cual
destaco su virtuosismo). Algunos de sus corales para órgano llevan el cuño de una sensibilidad
inquieta; los lieder reflejan una poesía que concilia el vigor con la dulzura impregna su música de
cámara. Sus variaciones para piano sobre un tema de Haendel siguen siendo una de las
construcciones más perfectas destinadas a ese instrumento.

UNIDAD II

MUSICA DE AUSTRIA Y FRANCIA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Después de la muerte de Rameau, la decadencia francesa siguió acentuándose en el transcurso de


un largo siglo. Bajo los reinados de Auber y de Meyerbeer, puesto que el genio de Berlioz no fue
comprendido, la caída fue brutal. Pero desde mediados del siglo XIX se asiste a un repentino
renacimiento de la música francesa seguido por una resurrección del espiritu musical. En la base
de esta renovación encontramos a varios artistas que experimentaron la influencia de Beethoven ,
Schubert y de Wagner. El teatro, con sus aires y sus efectos fáciles o vulgares, italianos o
germánicos, habia extinguido en Francia toda fuente de inspiración generosa. Pero fue en parte
gracias a el por lo que la música volvió a florecer. Pero no solo hubo renacimiento del arte
dramático, que se afirmó a todo lo largo de la segunda mitad del siglo XIX; encontramos también
el nacimiento de un arte sinfónico de una música pura de una música de concierto que se
apartaba poco a poco de la incliencia wagneriana para reanudar poco a poco la tradición de
Couperin y de Rameau. El hechizo se filtro wagneriano solo duro un tiempo.

El movimiento llamado impresionista lo suplanto devolviendo a la escuela francesa el lugar que


había tenido antiguamente y dándole por primera vez con Fauré y Debussy y luego con Ravel y
Rousell una supremacía que ha ido consolidándose entre la primera y segunda guerra mundial.

Los artistas que contribuyeron a este renacimiento fueron muy diversos después de 1850. Figuran
entre ellos Gounod, Saint- Saens, Bizet, Franck y Chebrier.

Bussine, Sains- Saeins, Franck, Faure , Castillon, Duparc, dindi y Chausson fundaron después de la
guerra francoalemana la Societé Nationale de musique (1871) que simbolizó este movimiento

JOHANN STRAUSS (1825-1899)

Compositor, violinista y director de orquesta austriaco. Conocido como «el rey del vals», Johann
Strauss II o segundo (así llamado para diferenciarlo de su padre, el también compositor Johann
Strauss) formó parte de la dinastía de músicos que convirtió esta modalidad de baile en un
símbolo de Viena.

Niño prodigio, compuso su primer vals cuando sólo contaba seis años. No obstante, su dedicación
a la música encontró la firme oposición de su progenitor, que quería que fuese comerciante. Sin
embargo, gracias al apoyo de la madre, pudo tomar lecciones de violín y composición en secreto y
dedicarse a la música.

A los diecinueve años fundó su propia orquesta, que compitió en éxito con la de su padre. A la
muerte de éste en 1849, ambas orquestas se unieron en una sola bajo la dirección del joven
Strauss, que dio conciertos con gran éxito en las principales ciudades de Francia, Alemania,
Inglaterra, Rusia y los Estados Unidos. Aclamado en todo el mundo, en 1863 fue nombrado
director de la música de baile de la corte de Viena.

Ese mismo año, después de su matrimonio con la cantante Jetty Treffe, confió la dirección de su
famosa orquesta a sus hermanos Eduard y Joseph. A partir de entonces se consagró a la
composición de operetas, con títulos como El murciélago(1874) y El barón gitano (1885), y de
valses: El Danubio azul (1867), Rosas del sur (1880), El vals del emperador (1889) y Voces de
primavera (1883) son algunos de sus valses más populares.
El Danubio azul es considerada como la más importante de las 498 composiciones de danza
compuestas por el "rey del vals". Consiste en una introducción (44 compases) del vals
propiamente dicho, dividido en cinco partes, algunas de las cuales va precedida de una "entrada"
para terminar en una extensa "coda" de 148 compases. Allí se afirma el carácter decididamente
rítmico de la melodía, orientada directamente, incluso con su variedad de acentos y de
movimientos, a los fines de la danza. Bajo este aspecto, la obra constituye un verdadero modelo
en su género. En el bello Danubio azul (tal es su título original en alemán) pudo escucharse por
primera vez en 1867, pero no tal como hoy lo conocemos, sino en una versión coral. La orquestal,
desde el mismo momento de su estreno (1890), tuvo una acogida triunfal que no ha remitido con
el tiempo.

De sus operetas, debe destacarse la opereta en tres actos El murciélago, representada por vez
primera en Viena, en el teatro An Der Wien, el 6 de abril de 1874. La acción transcurre en un
balneario termal junto a Viena, donde una joven casada, muy sensible a los requerimientos
amorosos de un tenor, lo recibe en su casa en ausencia del marido. Pero la policía, que está
buscando al marido, se presenta en la casa y detiene en su lugar al tenor. Aclarado el equívoco
que, a su vez, da lugar a otros divertidos quid pro quos, el asunto termina, como no podía menos,
de la mejor manera posible. El título deriva del apodo de "Murciélago" que le dan al director de
prisiones, por haberse disfrazado de esta guisa para asistir a un baile de máscaras.

El Murciélago es la opereta más típicamente vienesa y, en la historia de esta forma teatral, marca
efectivamente una fecha, por llevar a escena por primera vez hombres actuales y cotidianos, que
viven la vida de su tiempo cantando alegremente vestidos a la moda del día, en lugar de
personajes imaginarios, ataviados de manera fantástica, ya fuesen históricos, ya mitológicos. El
Murciélago debe además su importancia al hecho de haber iniciado la opereta-vals, característica
de Johann Strauss hijo, y de sus sucesores, los operetistas vieneses y alemanes en general. En
efecto, en El Murciélago, el vals está elevado al nivel de generador lírico de la opereta entera, y
sobre todo en el segundo acto (la fiesta en el jardín) anima la escena con la inagotable riqueza de
sus melodías.

ANTON BRUCKNER (1824-1896)

Nació el 4 de septiembre de 1824 en Ansfelden, cerca de Linz. Hijo de un maestro de escuela que
tocaba el órgano de la iglesia. Bruckner fue autodidacta. Su primera obra, una misa de réquiem es
del año 1849. Con profundas convicciones religiosas, en 1851 inició su trabajo como organista en
el monasterio de San Florián, cerca de Ansfelden, y de 1856 a 1868, en la catedral de Linz.

Estudió con el prestigioso maestro de contrapunto Simon Sechter, y compuso tres de sus más
importantes obras corales: la Misa en re menor (1864), la Misa en mi menor (1866) y la Misa en fa
menor (1867). También su primera sinfonía en do menor (1866). Entre los años 1868 y 1892 fue
organista de la corte y profesor del conservatorio de Viena. Compuso otras ocho sinfonías, así
como obras sacras, orquestales, corales, para órgano y para piano.

Obtuvo varios galardones, así como una pensión para el resto de sus días. Bruckner no había oído
ni una sola nota de Wargner hasta la edad de 40 años. Fue entonces cuando acudió a una
representación de Tannhäuser y a partir de aquel momento su vida dio un vuelco convirtiéndose
en un ferviente wagneriano y, sin pretenderlo, se vio envuelto en las violentas querellas entre
wagnerianos y antiwagnerianos que agitaron los treinta últimos años del siglo XIX.

Anton Bruckner falleció en Viena el 11 de octubre de 1896 a causa de una crisis fulminante de
hidropesía mientras componía su novena sinfonía en re menor. Sus restos fueron enterrados en la
Abadía de Sankt Florian, según dejó escrito el propio compositor.

Compuso 9 Sinfonías. Sinfonía de estudio 1863; Sinfonía n° 1 1866, 1877, 1891; Sinfonía n° 0
1869; Sinfonía n° 2 1872, 1876, 1892; Sinfonía n° 3 1873, 1876, 1877, 1889; Sinfonía n° 4 1874,
1878, 1880, 1888; Sinfonía nº 5 1876; Sinfonía nº 6 1881; Sinfonía n° 7 1883; Sinfonía n° 8 1887,
1890;Sinfonían°9inacabada1896.

Para orquesta; Tres piezas para orquesta 1862; Marcha en re menor 1862; Obertura en sol menor
1862. Música de cámara, Cuarteto en do menor obra de juventud, 1862; Quinteto para cuerdas en
fa mayor 1881. Música religiosa; Te Deum para coro y orquesta 1885; Salmo 150, para coro y gran
orquesta 1892; Motetes como Locus Iste y Ave María.

HUGO WOLF (1860-1903)

Compositor austriaco. Su vida inquieta y atormentada refleja la agitación espiritual del último
romanticismo, al cual se adhirió con pasión. En 1875 ingresó en el Conservatorio de la capital
austríaca y empezó a relacionarse con Wagner, llegado a Viena para encargarse de la dirección
de Tannhäuser y Lohengrin. Tal acontecimiento resultó decisivo para Hugo Wolf, por cuanto le
ayudó a encontrase y a iniciar un riguroso estudio estilístico.

Su temperamento, inclinado al análisis y al dominio interior, explica la asidua inquietud y el


obstinado alejamiento de cualquier hábito escolar que, dos años después, le valdrían fatalmente la
expulsión del Conservatorio. Vivió entonces solo y sin auxilio alguno, y hubo de ganarse la vida
mediante lecciones de piano y violín. Ello le supuso una existencia muy triste; sin embargo, nada
más podía hacer, por cuanto ninguna otra ocupación le resultaba adecuada. En el curso de estos
años oscuros y afanosos nacieron los primeros Lieder, para los que partió de textos de Mörike,
Eichendorff y Goethe y por los que ha sido comparado con Schubert ; pero su publicación tuvo
lugar en un ambiente casi hostil, provocado por el mismo autor con sus textos de crítica musical.

En 1889, vuelto de Bayreuth, empezó a componer el Spanisches Liederbuch. Fue éste el momento
más apasionado de su vida, que pareció consumirse en un ardor excesivo; las fuerzas espirituales
de Hugo Wolf tendían a una debilitación. Precisamente cuando su fama se difundía triunfante por
todo el mundo alemán, su alma se cerraba y agostaba. Forzado a una larga y penosa inacción,
finalmente en 1896 pudo, sin embargo, reanudar su labor con renovado entusiasmo.

Compuso entonces la ópera cómica El corregidor, basada en el relato El sombrero de tres


picos Pedro Antonio de Alarcón, que sería acogida favorablemente pero no obtendría, sin
embargo, popularidad. En 1897, apenas iniciados la composición teatral Manuel Venegas y
los Michelangelo-Gesänge, un repentino ataque de la locura que le acechaba interrumpió
definitivamente la actividad creadora de Wolf, todavía brillante y rica.

CÉSAR- AUGUSTE FRANCK (1822-1890)

Compositor, organista y pedagogo belga, naturalizado francés. César Franck ocupa un lugar
privilegiado en la historia de la música francesa no sólo por el valor incuestionable de su
producción, sino, sobre todo, por su decisiva influencia en toda una generación de compositores.
Profesor de órgano en el Conservatorio de París desde 1872, tuvo como alumnos a los músicos
que constituyeron el núcleo de la moderna escuela instrumental francesa, entre ellos Vicent
d’Indy , Ernest Chausson, Henri Duparc y Louis Vierne.

Niño prodigio, César Franck se había dado a conocer a edad temprana en su Bélgica natal como
organista y pianista. Alumno del Conservatorio de París desde 1837, en esta institución descubrió
la música de Bach, cuya impronta iba a ser determinante en su obra posterior. Establecido en la
capital gala de manera definitiva desde 1843, en 1858 fue nombrado organista de la iglesia de
Santa Clotilde, cargo en el que permaneció hasta su muerte.

Aunque reconocido como uno de los más destacados intérpretes de órgano de su tiempo, su
aceptación como compositor fue tardía: si su primera obra importante, el oratorio Ruth, data de
1845, no fue hasta la década de 1870 cuando empezó a ser valorado, no sin polémica, como algo
más que un organista que también componía. Los oratorios Redención (1875) y Las
beatitudes (1879), los poemas sinfónicos El cazador maldito (1883) y Les Djinns (1885), la Sonata
para violín y piano (1886) y la Sinfonía en re menor (1889) son algunas de las composiciones más
destacadas de su no muy extenso catálogo.

En todas ellas, Franck hace gala de un lenguaje armónico de acentuado cromatismo que, aunque
remite a Wagner y a Liszt, tiene su verdadero origen en Bach, al igual que su cultivo del
contrapunto. Otro elemento que debe destacarse es el respeto a las formas heredadas de la
tradición y la introducción de la forma cíclica, por la que la repetición de uno o varios temas a lo
largo de toda la partitura asegura su unidad.

CHARLES CAMILLE SAINT-SAENS (1835-1921)

Compositor francés. Perdió a su padre cuando contaba solamente cuatro meses, y recibió la
primera formación musical de su madre y de una tía; se mostró tan precoz en tal aspecto que a los
cinco años pudo ya componer para el piano. Fue confiado entonces a la guía del pianista Stamaty,
el cual lo presentó como pequeño virtuoso del piano en 1845.

Estudió órgano con Benoit y composición con Halévy. En 1852 ganó un concurso con una Ode à
Sainte Cécile; en 1853 fue nombrado organista de St. Merry, y en el año 1857 alcanzó el mismo
cargo en la Madeleine; en 1861 obtuvo la cátedra de piano de la escuela Niedermeyer. Su primera
obra teatral, Le timbre d'argent(1864-1865), no pudo llegar a la escena.
Temperamento batallador y enérgico, fundó en 1871 la Société Nationale de Musique, orientada
concretamente al fomento de la ejecución y la difusión de la nueva música francesa. La iniciativa, a
la cual se adhirieron, entre otros, Édouard Lalo, César Franck, Georges Bizet y Gabriel Fauré, tuvo
una gran importancia en sus aspectos de propulsión y organización. En 1872 Camille Saint-Saëns
pudo ver finalmente satisfechas sus aspiraciones escénicas: siquiera con escaso éxito, fue
representada en la Opéra Comique su obra La princesse jaune.

A esta misma época pertenecen también algunas de las producciones sinfónicas más importantes
de Camille Saint-Saëns: los poemas La rueca de Onfalia (1871), Phaéton (1873), Danza
macabra (1874) y La jeunesse d'Hercule (1877), en el que puede percibirse una intensa influencia
de las obras análogas de Franz Liszt; y los Conciertos segundo, tercero y cuarto para piano, en sol
menor (1868), mi bemol mayor (1869) y do menor (1875), cuyo virtuosismo pianístico alcanza un
alto nivel de perfección en cuanto a la forma y a la estructura, y de acuerdo con esquemas
imponentes y grandiosos, pero generalmente poco profundos.

La infatigable actividad creadora de Saint-Saëns abarca todos los campos de la música y todas las
combinaciones instrumentales y vocales posibles. Sin embargo, su gran aspiración fue siempre el
teatro. Le dio ocasión a ello Liszt, su gran admirador, quien promovió en Weimar la representación
de Sansón y Dalila, celebrada el 2 de diciembre de 1877; se trata de la mejor obra del músico,
tanto por su vigoroso planteamiento como por la fuerza de los coros y la amplitud descriptiva del
ambiente, y es la única aún hoy representada.

Cuanto posteriormente compusiera Saint-Saëns presenta bien un valor académico y formal,


siquiera siempre dentro de una cuidadosa dignidad de construcción -así, Henri
VIII (1883), Ascanio (1890), Déjanire (1898), los dos Conciertos para violín en do mayor y si
menor (1879 y 1880), la Sinfonía en do menor con órgano y dos pianos (1886), y el
quinto Concierto para piano (1895)-, o bien meramente descriptivo y agradable, como en la
"fantasía zoológica" El carnaval de los animales (1886).

Durante las últimos años de su vida Saint-Saëns fue interesándose cada vez más por la música
popular árabe; pero su producción no anduvo, en este ámbito, más allá de un genérico
orientalismo amanerado. Acariciado por el honor y la fama, terminó casi repentinamente sus días
en Argel, donde pasaba el invierno desde hacía ya algunos años, poco después de la Primera
guerra mundial, época en que figuraba entre los nacionalistas más ardientes. Notables son
también los artículos que publicó durante su vida en diversos periódicos y revistas, reunidos en los
volúmenes Harmonie et mélodie, Portraits et souvenirs y, singularmente, École buissonnière.

UNIDAD III

LA OPERA DEL SIGLO XIX

Pocas épocas hay en la historia de la música francesa e italiana tan pobres en músicos. Fuera de
Berlioz y de Rossini, la primera mitad del siglo XIX no conoce en ninguno de los dos países un solo
temperamento original. El público se complace en aplaudir tonterías, simplezas, efectos vulgares,
fantasías para orquesta o piano tanto en el teatro como en el concierto y hasta en la iglesia. Se
comprende que Berlioz quedara incomprendido en un ambiente semejante.

A partir de 1820, nacio un nuevo tipo de ópera, destinado a atraer a los publicos relativamente
incultos que llenaban los teatros en busca de emociones y entretenimiento. Los rasgos
fundamentales de La Grand Opera quedan delineados asi:

 Argunmento historico no aulico: con fuertes vetas romantico-populares.

 Trama policentrica: variedad de situaciones, e incluso de estilos.

 Grandiosidad orquestal y coral.

 Duracion de la opera de 5 actos.

 Costumbre de acabar el penultimo acto con un “falso” final feliz.

 Concluir el ultimo con el final trágico.

La opera lirica, era el tipo romantico de la opera comica. Su atractivo principal se ejerce a travez de
la melodia, su tema es el drama o las fantasias romanticas. George Bizet (1838-1875), fue un
compositor frances muy conocido por sus operas. Una de las mas famosas es “Carmen”. Esta
opera ejemplifica un rasgo que recorre todo el periodo romantico, el del exotismo.

A pesar de la enorme repercusion de Beethoven en la musica instrumental, durante los primeros


años del siglo XIX, es la opera italiana la que domina Europa. La distincion entre opera seria y
opera buffa se mantuvo con bastante claridad hasta muy entrado el nuevo siglo.

Dentro de este ambiente, la figura mas resaltante es la de Giaccomo Rossini (1792-1868). Su fama
crecio por toda europa. En su musica se fusionan la expresion lirica y la necesidad dramatica, con
melodias cristalinas, una instrumentacion orquestal llena de colorido y un ritmo contagioso.Rossini
utilizo el bel canto para crear melodias alegres de gran brillantes y emotividad. Algunas de sus
operas mas famosa son: “El Barbero de Sevilla”, “La Cenerentola”, etc.

Uno de los compositores italianos mas prolificos del segundo cuarto del siglo fue Gaetano
Donizzeti (1797-1848). En general sus operas comicas resisten mejor que las serias, las pruebas del
tiempo. El carácter rudo, primitivo e impulsivo de su musica, se adapta muy bien a la
reprensentacion de situaciones crusdas y melodramaticas, pero sus obras resultan frustradas con
harta frecuencia por la monotonia de su armonia, su ritmo y su orquestacion.

Dentro del mismo genero, surgio en Italia otro gigante que llevo a la opera a una nueva cuspide:
Giuseppe Verdi (1813-1901). Su trayectoria constituye practicamente la historia de la musica
italiana, en la primera fase de su vida musical, se manifiesta el don de Verdi para producir
melodias conmovedoras y crear situaciones tragicas y heroicas. En su segundo periodo produjo 2
operas de importancia: “Macbeth” y “Luisa Miller”. En su tercera fase se traslada a Paris, donde
compone gran cantidad de operas. Con “Aida”, cierra esta tercera fase de creatividad. Con la
famosa “Otello” abre su cuarta y ultima fase. Verdi transformo la opera italiana y actualmente sus
operas se encuentran entre las mas representadas en todo el mundo.

Una de las caracteristicas del siglo XIX, fue la fuerte influencia mutua ejercida entre la musica y la
literatura, y puesto que Alemania era el pais en que el romanticismo florecio con mayor
intensidad, algunos de los desarrollos y ramificaciones mas importantes de todo el movimiento se
exhiben en la opera alemana.

El compositor mas destacado de la opera alemana y una de las figuras mas importante en la
historia de la musica del siglo XIX fue Richard Wagner (1813-1883). La importancia de este
compositor es triple: llevo a su maximo la opera romantica alemana; creo una forma nueva, el
drama musical; y el lenguaje armonico de sus ultimas obras llevo hasta el limite las tendencias
romanticas.

En “Tristan und Isolde”, el desarrolla un estilo orquestalmente mas rico, melodicamente mas
cromatico, y logra una tension armonica nunca antes alcanzada en la musica.

La obra de Wagner afecto a toda la opera subsiguiente. Por encima de todo, su musica se impuso
por que, era capaz de sugerir, suscitar o crear en sus oyentes un estado total de extasis.

ROSSINI (1792-1868)

De todos los compositores franceses o italianos que enriquecieron el repertorio de la operia seria
o de la opera bufa, Rossini es el mejor dotado. Sus comienzos datan de 1810. A ejemplo de los
maestros iralianos que cultivan el bel canto y el efecto, escribe en poco tiempo numerosas
partituras de las interpreta en San Mose de Venecia y en Bolonia, conoce el éxito con el INganno
felice y luego con Tancredo, tragicomedia que revela todavía la influencia de Mozart Rossini era
llamada ill Tedesco y mas tarde con La italiana en Argelia. Contratado por el empresario Barbaja,
se presenta en Milán, en Nápoles donde se instala en 1820 y en Viena. Su obra mestra, el barbero
de Sevilla, data del año 1816. Con Otello abandona la opera bufa por un estilo mas dramático.
Después vienen La gazza ladra con su bella obertura y Moisés en Egipto (1818) cuya plegaria del
tercer acti fue celebre mucho tiempo.

Rossini se casa con una cantante llamada Isabella colbran, va a Viena donde encuentra a
Beethoven , aunque sin poder hablarle, escribe Semirasis (perfecto ejemplar del estilo rococó) y
parte a Londres donde los aplausos no le son escatimados. Por un tiempo designado director de
los italianos en Paris, para luego intendente de la música real e inspetor general de canto, se
queda en Francia hasta la revolución de 1830. Modifica su estilo para el publico francés y
abandona las vocalizaciones y los efectos para intentar un arte mas majestuoso; las etapas
principales de esta época fueron: el viaje a Teims (1825), El sitio de Corinto y GuillermoTell (1829)
opera con una sinfonía a guisa de obertura y un segundo acto que contribuyeron por mucho
tiempo a la fama del autor. Esta obra marca el final de la prodigiosa fecundidad de Rossini, quien
vuelve a Bolonia en 1836 para regresar a su París en 1853, donde murió en 1868. Además de sus
óperas compuso un Stabat en estilo expresivo y sobrio y toda una serie de cantatas dramáticas o
de circunstancia.

GAETANO DIONZETTI (1797-1848)

Nacido y muerto en Bérgamo, escribió varias operas por año (Anna Bolena). Pasó siete años en
Nápoles antes de que lo llamaran a Paris (1835) donde presento Marino Faliero y sus obra
maestras Lucía de Lammermoor (creada en Nápoles, 1835) la hija del regimiento 1840, la favotira
y don Pasquale. Paso el fin de su vida entre Viena, parís y napoles. Dotado de facilidad y destreza
iguales a la de su modelo, Donzetti, mas vulgar a veces posee de todos modos el sentido de la
acción y el drama, y no carece patentismo. Se le deben 28 cantatas, 71 operas,13 sinfonías y 18
cuartetos.

VICENZO BELLINI (1801-1835)

Fue rival de Donzetti. Nació en Catania. Se hizo aplaudir Ir pirata (1827), la sonámbula (1831), que
popularizo su nombre más allá de las fronteras de su país y Norma (1831) donde triunfo la
calibran. Se radico en París en 1833 y ofrece ahí mas tarde los puritanos. Autor de fresquísima
sensibilidad y bien dotado para la melodía flexible su pobreza contrapuntística y sus
acompañamientos demasiado fáciles han hecho olvidarlo un poco.

GIUSEPPE VERDI (1831-1901)

La escuela Italiana se reduce a un solo nombre: Guiseppe Verdi. Nacido en Milán presento por
primera vez en el teatro con Oberto (1839) y Nabucodonosor fue llevado a escena en Milan, Roma
Venecia, Nápoles, Florencia y París; conocio la gloria a partir de 1851. Rigoletto (1851) it trovatore
y la traviata (1853) renuevan la formula ya caduca de la opera italiana. Por otra parte, el autor
evoluciona, se inspira en Wagner idealiza y purifica su arte, colabora con A. Boito y Ghislanzoni y
termina después con Aida (1871) con el drama lirico mas vigoroso Otello (1887) y después con la
comedia lirica mas personal Falstaff (1893).

OFFENBACH (1819-1880)

La ópera bufa y la opereta que desde la edad media habían tentado en Francia a gran número de
compositoresno son abandonadas después del Segundo Imperio. Despues de Offenbach cuya
verba y sorprendente facundia le dieron éxito (orphee aux en fers, la belle helene, la gran
duchesse de ferolstein). Contemporáneo de Messanger y como él alumno de Niedermeyer, Claude
Terrasse, triunfo en la música bufonesca antes de la guerra del 14. Después, sus mejores adeptos
fueron Christine, M. Yvain y Louis Beydts.

GIACOMO MEYERBEER (1791-1864)

Compositor alemán. La grand-opéra francesa, subgénero caracterizado por su temática histórica,


gran aparato escénico y preeminencia coral y orquestal, tiene en Giacomo Meyerbeer a su
representante más destacado.
Fue discípulo de los compositores alemanes Georg Joseph Vogler y Carl Friedrich Zelter. Antes de
recalar en París, donde iba a conquistar sus mayores triunfos, Giacomo Meyerbeer había iniciado
su carrera como músico dramático en su Alemania natal, con una serie de obras que no
despertaron gran interés.

Establecido en Italia desde 1816, recibió allí la influencia de Rossini y compuso seis óperas en el
estilo italiano, el éxito de la última de las cuales, Il crociato in Egitto(1824), le valió la posibilidad de
estrenar en París. Roberto el diablo (1831) significó el debut de Giacomo Meyerbeer en la escena
francesa, así como el inicio de su colaboración con el dramaturgo y libretista Eugène Scribe y de la
etapa «francesa» de su producción, que sería imitada por el joven Wagner. Los hugonotes (1836)
y El profeta (1849) le convirtieron en una celebridad mundial. Su última obra, La africana, fue
estrenada póstumamente en 1865.

CHARLES GOUNOD (1818-1893)

Gounod fue educado por su madre al quedar huérfano de padre a los cinco años. Ella era música y
consiguió que su hijo recibiera la mejor educación. Obtuvo su bachillerato en Filosofía en 1836, al
mismo tiempo que desarrollaba sus inclinaciones musicales. Tuvo por maestros
a Reicha, Paër, Halévy y Lesueur en el Conservatorio. Posteriormente viaja a Roma en donde vive
hasta 1841, lugar en el que escribe unos Te Deum, Misas, Himno y Réquiem, obras religiosas. Viaja
a Viena, en donde está a punto de convertirse en sacerdote, llegando incluso a firmar como
«abate Gounod». Compone su primera ópera «Sapho» en 1851. Se casa con Anna Zimmermann,
hija de Pierre Joseph Guillaume Zimmermann, en 1852, con quien tendrá una niña, muerta a los
pocos días de nacer y un niño. Ese mismo año estrena «Ulysse». En Lyon, 1854, «l'Ange et Tobie».
En la Ópera de Paris, en 1854, «La nonne sanglante». En 1855 dos sinfonías. En 1857, es internado
debido a un deterioro de su salud mental. En 1859 produce «Faust»; «Philémon et Baucis», en
1860; «La reine de Saba», 1862; «Mireille», 1864. Compuso además Inno e Marcia Pontificale, el
himno del Vaticano.

Su último gran éxito tiene lugar con «Roméo et Juliette», en 1867. Con el estallido de la Guerra
Franco-Prusiana se traslada a Londres. Allí escribe Gallia y conoce a la soprano Georgina Thomas-
Weldon, quien editará su autobiografía (1875) y lo llevará a juicio alegando haber recibido en
propiedad varias obras del compositor. De regreso en Francia en 1875, produce otras obras de
menor importancia, hasta que en 1891 sufre un ataque cerebral, que lo paraliza parcialmente,
logrando reponerse, pero en 1893 un nuevo ataque le acarrea una muerte apacible tres días más
tarde. Falleció en Saint-Cloud en 1893.

JULES MASSENET ( 1842-1912)

Compositor francés. La ópera tiene uno de sus creadores más sensibles y refinados en Jules
Massenet, el más popular de los compositores franceses que abordó este género después
de Charles Gounod y Georges Bizet. Talento precoz, su primer contacto con la música se lo
proporcionó su madre. Más tarde, a los nueve años de edad, fue admitido como alumno en el
Conservatorio de París.
Los años de estudio en esta institución se vieron culminados en 1863 con la concesión del
prestigioso Gran Premio de Roma, que permitía a los galardonados residir durante una temporada
en la Villa Médicis de la capital italiana. A su regreso a París, Massenet compuso sus primeras
óperas, La coupe du roi de Thulé(1866) y Le Grand-Tante (1867), las cuales, a pesar de contener
pocos elementos que hagan presagiar su evolución posterior, denotan ya la espontaneidad e
inspiración melódica que constituirán los rasgos más distintivos de su producción escénica.

A pesar del éxito de algunas de estas composiciones, su consagración como músico dramático no
llegaría hasta el estreno, en 1884, de Manon, compuesta sobre la célebre historia de Manon
Lescaut que también inspiraría a Puccini algunos años más tarde. A esta ópera le sucedieron otros
títulos importantes como Le Cid (1885), Esclarmonde (1889) y, sobre todo, Werther (1892)
y Thaïs (1894), dos obras que conservan aún hoy un puesto de privilegio en el repertorio de los
grandes coliseos operísticos.

Mientras tanto, la carrera de Massenet había ido consolidándose también en el ámbito oficial,
desde que en 1878 hubiera sido nombrado profesor del Conservatorio de París. De su producción
hay que destacar también las óperas Chérubin (1905) y Don Quichotte (1910), una de sus últimas
composiciones, y las orquestales Suites núms. 4 «Escenas pintorescas» (1874) y 7 «Escenas
alsacianas» (1881), las dos eclipsadas por su legado dramático.

BIZET (1838-1875)

Saint saens renovó la sinfonía, Bizet vino a libertar la opera, nacido en Paris y muerto en Bougival
en circunstancias misteriosas. Gran premio de Roma en 1857 se enamoro del arte alemán a su
regreso de Italia y escribió para el teatro: Les pecheurs de perles, la jolie fille de Perth, Djamileh.
Sus dos obras maestras, L´Arlésienne y Carmen, datan de 1872 y de 1857. La primera contiene una
serie de escenas pintorescas, de las cuales la sobriedad, el color y la expresión son las de un
independiente. La segunda marca de nacimiento de una opera cómica realista y poderosamente
evocadora donde el ambiente y la vida representan el polo opuesto de la filosofía y del sistema
wagnerianos. Al introducir a la música francesa a Espña con toda su verba apasionada, Bizet abria
un nuevo camino para sus contemporáneos. Se le deben también una cincuentena de melodías,
una graciosa suite a cuatro manos (Jeux d enfants), una sinfonía en do mayor (1855) una suite
sinfónica (roma) y una obertura(patrie).

UNIDAD IV

ESCUELAS NACIONALES DE LOS SIGLOS XIX Y XX

Durante la segunda mitad del siglo XIX cuando Wagner encarna a su país y en toda Europa un
espiritu nuevo, habla un lenguaje inédito e impone un concepto propio del drama, un movimiento
contrario parece prepararse aquí y alla en occidente. Cada pueblo cobra conciencia de su pasado y
se forja una mentalidad nueva. Los compositores toman en adelante sus temas de folklore, hasta
entonces descuidado. La música reviste por primera vez un aspecto nacional. Hemos dicho
quienes fueron, después de 1850 los artesanos del renacimiento musical en Francia.
Paralelamente se constituye la escuela rusa, después la española luego la escandinava. Italia y
Alemania pierden supremacía adquirida en el curso de los siglos pasados.

RUSIA

La escuela rusa nace en el mismo momento en que Puchkin Turgueniev y Tolstoi dan en Rusia todo
su vuelo al movimiento literario. Con su opera la vida por el zar en 1836, Glinka (1804-1857)
abandona la tradición francoalemana, que hasta entonces habia prevalecido en Rusia. Si el
compositor experimenta todavía la influencia italiana, bebe también de las fuentes populares
eslavas. Regente del coro de la capilla imperial, Glinka evoca todo un cuento de hadas otiental en
Ruslan y Ludmila. También se le deben paginas sinfónicas, melodías, música de cámara y piezas
para piano. Glinca fue seguido por A. Rubistein (1828-1894) , pianista y autor de 6 sinfonías, 5
conciertos de pianoy 19 operas (el demonio) y por A. Dargomyzski (1813-1869), presidente de la
sociedad rusa de música, quien demostró rico temperamento en las operas Russalka (1856) y el
convidado de piedra, en donde llevo lejos el estudio recitativo. Bajo la egida de este ultimo se
constituye el grupo de los cinco. Autodidactas que pretenden dar carácter nacional a la música
rusa; son Cui, Balakíriev, Borodin, Rimsky-korsakof y Mussorgsky.

Cesar Cui (1835-1918) el menos dotado, escribió para el teatro el prisionero del caucaso, el hijo
del mandarin, el angel) y compuso 300 melodías. Su maestro mili Balakiriev (1837-1910) que era
un científico cobra seguro ascendiente sobre el grupo.

Es un sinfonista cuya orquesta brilla con llama chisiante (Thamar, 2 sinfonias). Dejo para piano una
fantasia de escritura ritmo y color completament nuevos en esa época; con la publicación de un
conjunto de canciones populares eslavas, piensa despertar el alma de la vieja Rusia. Profesor de
química de la Academia de Medicina de San Petersburgo, Alejandro Borodin (1833-1887)que
escribió pocom es un evocador de las inmensidades siberianas (en las estepas del asia central
1880;3 sinfonias) y un músico poeta seductor y fuerte que tradujo la opera el príncipe igor la
mentalidad de los príncipes y de las multitudes eslavas, posee también un cuarteto de cuerdas.

Antiguo oficial de marina, N. A. Rimsky. Korsakof (1844-1908) es un pintor enamorado de los oros
bizantinos, un iluminador que conoce la orquesta y cuya paleta sonora es tan rutilante como rica
en inspiración. Su obra feucnda comprende, además de música de cámara, melodías, 2 sinfonías,
poemas sinfónicos (Sadko, antar, scherezada, la gran pascua rusa, capricho español) m y operas,
donde demostró raro sentimiento poético y una diversidad y riqueza de estilo sorprendentes.

Modesto P. Mussorgsky (1839-1881) renuncio pronto a la carrera de las armas para dedicarse a la
composición, De los Cinco fue el mejor dotado. En él la música Bulle y si su ciencia y su técnica no
son irreprochables, su instinto lo conduce siempre a las cimas. Su arte, profundamente realista y
humano pero sencillo, refleja la vida: la vida del alma eslava desde el mas humilde campesino
hasta el zar. Creador de una música nacional que glorifica el elemento escita, escribe para Boris
Godunov y para kovanchina coros cuya grandeza no ha sido igualada y un recitativo que traduce
fielmente las inflexiones de la lengua rusa.
En tres ciclos de melodías y en cuadros de una exposición orquestada por ravel muestra el
precursor del impresionismo musical y no tiene otra preocupación que la de dirigirse al corazón
del hombre y de traducir con difelidad las manifestaciones mas espontaneas de la vida. Dejo dos
comedias musicales sin terminar: la feria de Sorotchinski y el matrimonio.

Su contemporáneo Tchaikovsky (1840-1893) es menos ruso y mas occidental a pesar de ciertas


paginas de acento viril y de sentido real de la orquesta la tempestad, poema sinfónico; romeo y
Julieta, obertura; la sexta sinfonía o patética, 1893; 3 conciertos para piano; 6 suits para orquesta;
el cascanueces; el lago de los cisnes, ballet m 1877; Eugenio Oneguin, opera 1878.

También es importante mecionar a Sergio Rachmáninov (1873-1943) autor de piezas para piano
(preludio en do sostenido), sinfonías y operas (Francesca da rimini.

HUNGRIA

El folklore húngaro fue la fuente principal de la cual bebio Franz Liszt, Chopin y Berlioz y tras
Berlioz toda la Francia romántica, ejercieron poderosa influencia sobre la formación del
compositor al comienzo de su carrera.

Ferenc Erkel (1810-1893). Fue el padre de la gran ópera húngara, escrita principalmente sobre
temas históricos, que aún se interpretan sobre todo en HungrÍa. También compuso la música
de Himnusz, el himno nacional de Hungría, que se adoptó en el año 1844. Aparte del himno
compuso la danza de significado nacional húngaro "Palotás" que se desarrolla alrededor de la
gloría de los generales húsar.

Se casó en el año 1839 con Adél Adler, con quien tuvo cuatro hijos.

Los libretos de sus primeras cuatro óperas los escribió Béni Egressy. Aunque es sobre todo
conocido por sus óperas, escribió piezas para piano y coro. Lideró la Orquesta Filarmónica de
Budapest (fundada el 1853). También fue el director y profesor de piano de la Academia Húngara
de Música Ferenc Liszt hasta 1886. La Ópera Nacional de Hungría, en Budapest, se abrió el
año 1884, y también allí fue el director musical.

Franz Liszt (1811-1886) compositor y pianista húngaro. Su vida constituye una de las novelas más
apasionantes de la historia de la música. Virtuoso sin par, durante toda su trayectoria vital, y sobre
todo durante su juventud, se rodeó de una aureola de artista genial, violentamente escindido
entre el arrebato místico y el éxtasis demoníaco. Paradigma del artista romántico, fue un niño
prodigio que llegó a provocar el entusiasmo del mismo Beethoven, músico poco dado por
naturaleza al elogio. Alumno en Viena de Carl Czerny y Antonio Salieri, sus recitales causaron
sensación y motivaron que se trasladara con su padre a París, donde en 1825 dio a conocer la
única ópera de su catálogo, Don Sanche, ou Le Château d'amour, fríamente acogida por un público
que veía en el pequeño más un prodigioso pianista que un compositor.

En la capital gala conoció a dos de los músicos que habían de ejercer mayor influencia en su
formación: el compositor Hector Berlioz con su Sinfonía fantásticay, en mayor medida aún, el
violinista Niccolò Paganini. La audición de un recital de este último en 1831 constituyó una
revelación que incidió de modo decisivo en la forma de tocar del joven virtuoso: desde aquel
momento, el objetivo de Liszt fue lograr al piano los asombrosos efectos que Paganini conseguía
extraer de su violín. Y lo consiguió, en especial en sus Estudios de ejecución trascendente.

Si hasta entonces su producción se había circunscrito casi exclusivamente al terreno pianístico, los
años que vivió en Weimar marcaron el inicio de su dedicación a la composición de grandes obras
para orquesta, entre las que sobresalen las sinfonías Fausto y Dante, sus más célebres poemas
sinfónicos (Tasso, Los preludios, Mazeppa, Orfeo) y las versiones definitivas de sus dos conciertos
para piano y orquesta. Fue la época más prolífica en cuanto a nuevas obras, favorecida por el
hecho de que el músico decidió abandonar su carrera como virtuoso para centrarse en la creación
y la dirección.

Sin embargo, diversos conflictos e intrigas con las autoridades de la corte y el público lo indujeron
a dimitir de su cargo en 1858. Se iniciaba así la última etapa de su vida, dominada por un profundo
sentimiento religioso que le llevó a recibir en 1865 las órdenes menores y a escribir una serie de
composiciones sacras entre las que brillan con luz propia los oratorios La leyenda de santa Isabel
de Hungría y Christus, aunque no por ello el abate Liszt -como empezó a ser conocido desde aquel
momento- perdió su afición a los placeres terrenales.

Su aportación a la historia de la música puede resumirse en dos aspectos fundamentales: por un


lado amplió los recursos técnicos de la escritura y la interpretación pianísticas, y por otro dio un
impulso concluyente a la música de programa, aquella que nace inspirada por un motivo
extramusical, sea éste literario o pictórico. Padre del poema sinfónico, su influencia en este campo
fue decisiva en la obra de músicos posteriores como Bedrich Smetana, Camille Saint-Saëns, César
Franck o Richard Strauss. No menos interés tiene la novedad de su lenguaje armónico, en cuyo
cromatismo audaz se anticipan algunas de las características de la música de su amigo y más
adelante yerno Richard Wagner e, incluso, de los integrantes de la Segunda Escuela de Viena.
Todas estas características hacen de Liszt un músico revolucionario.

POLONIA

La música de Liszt seduce el espíritu; la música de Chopin habla al corazón. Si en el primero el


gusto no siempre esta al nivel de una sorprendente facilidad de expresión, al segundo no le falta
nunca. Nacido en Zelazowa-Wola, cerca de Varsovia (1810), Federico era por su padre de
ascendencia lorenense. Virtuoso de la edad de los ocho años eprendió, como Liszt giras de
concierto por Europa. En 1830 deja Varsovia por Paris donde le acogen los que al escucharlo,
reconocen en el algo mas que simple talento. Frecuenta a Liszt y a Berlioz, a Heinrich Heine y a
meyerbeer. Prefiere ejecutar sus obras ante públicos restringidos.

Su obra pianística es la de un artista que sufre tanto en su ser como en su alma. Sin duda en ella se
encuentran numerosas reminisencias de su país natal, cierta nostalgia eslava y ritmos
esencialmente polacos. Pero hay mas: la intima unión del artista con su instrumento predilecto: el
piano. Hombre de sensibilidad tan refinada, extrae igualmente su amor por George Sand fuerzas
creadoras que le inspiran obras mas logradas, estudios, preludios, sonatas, baladas, berceuse y los
dos conciertos.

Romántico por la imaginación y a veces clásico por las formas que cultiva, inspirado a menudo por
la danza de este poeta del piano habla un lenguaje propio, con sutileza y refinamiento tan
personales que su obra entera como en Bach o Mozart alcanza la belleza al primer esfuerzo. En sus
Valses, Mazurcas y polonesas hay tanta poesía como en sus impromptus y nocturnos.

BOHEMIA

En Bohemia un alumno de Liszt , Federico Smetana (1824-1884)funda una escuela nacional y toma
del folklore la suite sinfónico Mi patria, la sinfonía triunfal y la opera la novia vendida obras todas
de noble inspiración.

Anton Dvorak (1841-1904) bebe de la fuente de los cantos populares checos (danzas eslavas, 5
sinfonías para orquesta, la opera rusalka).

NORUEGA

E. Grieg (1843-1907) exploto el folklore noruego y evoco con encanto y cierto candor no
desprovisto de poesía los horizontes de la melancolía de su país o las danzas rítmicas de sus
compatriotas (danzas noruegas)

ESPAÑA

Ritmos arrebatadores, melancolía profunda, melodías voluptuosas y apasionadas, realismo,


frescura, a menudo también aspereza de lenguaje, tales son los rasgos que caracterizan a esta
escuela. Felipe Pedrel (1841-1922) es el primer musicólogo folklorista, artesano de la renovación
musical española.

Isaac Albeniz (1860-1909) lo continua escribiendo para piano piezas de sabor (cordoba) y de
técnica todavía inéditos ( la vega, iberia, 1906-1909). Siendo alumno de Liszt vivio en parís en
contacto con Chausson y Fauré, pero sin perder nada de su personalidad.

Enrique Granados (1867-1916)evoca con refinamiento el alma y la región españolas en Goyescas,


en danzas españolas, en sus zarzuelas, en su sonata para violin y en su quinteto.

UNIDAD V

LA MÚSICA DE “FIN DE SIGLO” Y EL ARTE MUSICAL DEL SIGLO XX

EL IMPRESIONISMO MUSICAL: DEBUSSY Y RAVEL

La música impresionista es la tendencia musical que surgió en Francia a finales del siglo XIX. El
nombre impresionismo ya se usaba antes para denominar a la pintura de los años 1860 - 1870, ya
que las características de ambas artes eran muy similares. Los dos únicos autores a los que
podemos llamar impresionistas en aquella época son Claude Debussy y Déodat de Séverac,
aunque este último no está tan reconocido como gran parte de autores posteriores. Sin embargo,
Claude Debussy es el autor impresionista más notorio, junto con los también franceses Maurice
Ravel y Erik Satie.

Sin duda, Claude Debussy es el autor impresionista por excelencia, creador de una de las músicas
más poderosas y más originales de la historia, que nos transporta a espacios más propios de
la mitología de la Antigua Grecia, o de los sueños, siempre sin olvidar la esencia del París bohemio
de finales del siglo XIX. Su música es en cierto modo "brumosa", evocando cantos lejanos y ecos, y
constantemente cambiante e impredecible

Nacido en Saint-Germain-en-Laye en 1862 y muerto en 1918 , Debussy, discípulo de Marmontel


Durand, Bazille y Lavignac, que no le comprendieron, descubre a mussorgsky y a Borodin a raíz de
un viaje a Rusia. Premio de roma en 1884 con la cantata L’enfant prodigue, se asfixia en la ciudad
de los medicis y escribe parís sus envías, la demoiselle elue, le printemps, incomprendidas por los
académicos. No consigue gustar mas al publico con arabesques, suite, bergamasque y petite suite
para piano. En cambio el cuarteto y el preludio del fauno hacen apreciar su rico temperamento. Lo
atraen los poetas simbolistas y los pintores impresionistas y consigue transportar a la música ese
arte nuevo formado por sensaciones y de imagines. Desde 1892 trabaja en pelleas et melisande;
este drama lirico donde la declamación anotada es tan nueva, fue estrenando en parís en 1902,
marcando con esto una fecha en la historia de la música. En el intermedio describe las magistrales
chansons de bilitis, los trios nocturnos para orquesta, la mar, que fue su obra maestra para
orquesta.

Joseph Maurice Ravel (1875-1937) fue un compositor francés del siglo XX. Su obra,
frecuentemente vinculada al impresionismo, muestra además un audaz estilo neoclásico y, a
veces, rasgos del expresionismo, y es el fruto de una compleja herencia y de hallazgos musicales
que revolucionaron la música para piano y para orquesta. Reconocido como maestro de la
orquestación y por ser un meticuloso artesano, cultivando la perfección formal sin dejar de ser al
mismo tiempo profundamente humano y expresivo, Ravel sobresalió por revelar «los juegos más
sutiles de la inteligencia y las efusiones más ocultas del corazón».

GUSTAV MAHLER (1860-1911)

Compositor y director de orquesta austriaco. En una ocasión, Mahler manifestó que su música no
sería apreciada hasta cincuenta años después de su muerte. No le faltaba razón: valorado en su
tiempo más como director de orquesta que como compositor, hoy es considerado uno de los más
grandes y originales sinfonistas que ha dado la historia del género; más aún, uno de los músicos
que anuncian y presagian en su obra de manera más lúcida y consecuente todas las
contradicciones que definirán el desarrollo del arte musical a lo largo del siglo XX.

Aunque como intérprete fue un director que sobresalió en el terreno operístico, como creador
centró todos sus esfuerzos en la forma sinfónica y en el lied, e incluso en ocasiones conjugó en una
partitura ambos géneros. Él mismo advertía que componer una sinfonía era «construir un mundo
con todos los medios posibles», por lo que sus trabajos en este campo se caracterizaban por una
manifiesta heterogeneidad, por introducir elementos de distinta procedencia (apuntes de
melodías populares, marchas y fanfarrias militares...) en un marco formal heredado de la tradición
clásica vienesa.

Esta mezcla, con las dilatadas proporciones y la gran duración de sus sinfonías y el empleo de una
armonía disonante que iba más allá del cromatismo utilizado por Richard Wagner en su Tristán e
Isolda, contribuyeron a generar una corriente de hostilidad general hacia su música, a pesar del
decidido apoyo de una minoría entusiasta, entre ella los miembros de la Segunda Escuela de
Viena, de los que Mahler puede considerarse el más directo precursor.

Su revalorización, al igual que la de su admirado Anton Bruckner, fue lenta y se vio retrasada por el
advenimiento al poder del nazismo en Alemania y Austria: por su doble condición de compositor
judío y moderno, la ejecución de la música de Mahler fue terminantemente prohibida. Sólo al final
de la Segunda Guerra Mundial, y gracias a la labor de directores como Bruno Walter y Otto
Klemperer, sus sinfonías empezaron a hacerse un hueco en el repertorio de las grandes orquestas.

Formado en el Conservatorio de Viena, la carrera de Mahler como director de orquesta se inició al


frente de pequeños teatros de provincias como Liubliana, Olomouc y Kassel. En 1886 fue asistente
del prestigioso Arthur Nikisch en Leipzig; en 1888, director de la Ópera de Budapest; y en 1891, de
la de Hamburgo, puestos en los que tuvo la oportunidad de ir perfilando su personal técnica
directorial.

Una oportunidad única le llegó en 1897, cuando le fue ofrecida la dirección de la Ópera de Viena,
con la única condición de que apostatara de su judaísmo y abrazara la fe católica. Así lo hizo, y
durante diez años estuvo al frente del teatro; diez años ricos en experiencias artísticas en los que
mejoró el nivel artístico de la compañía y dio a conocer nuevas obras.

Sin embargo, el diagnóstico de una afección cardíaca y la muerte de una de sus hijas lo impulsaron
en 1907 a dimitir de su cargo y aceptar la titularidad del Metropolitan Opera House y de la
Sociedad Filarmónica de Nueva York, ciudad en la que se estableció hasta 1911, cuando, ya
enfermo, regresó a Viena.

Paralelamente a su labor como director, Mahler llevó a cabo la composición de sus sinfonías y
lieder con orquesta. Él mismo se autodefinía como un compositor de verano, única estación del
año en la que podía dedicarse íntegramente a la concepción de sus monumentales obras.

Son diez las sinfonías de su catálogo, si bien la última quedó inacabada a su muerte. De ellas, las
números 2, 3, 4 y 8 (la única que le permitió saborear las mieles del triunfo en su estreno) incluyen
la voz humana, según el modelo establecido por Beethoven en su Novena. A partir de la Quinta, su
música empezó a teñirse de un halo trágico que alcanza en la Sexta, en la Novena y en esa sinfonía
vocal que es La canción de la tierra, su más terrible expresión
RICHARD STRAUSS (1864-1949)

Tanto el movimiento dramático como el sinfonista se resumen en la persona de Richard Strauss.


Se muestra discípulo de Wagner en las operas: salomé, el caballero de la rosa, Elektra, ariana la
mujer sin sombra, dia de paz. Dafne, el amor de Danae, capriccio, y armirador de Nietzsche en
muerte y transfiguración, y así hablo zaratustra. Sus primeras obras importantes pertenecen al
género del poema sinfónico, destacándose las tituladas Don Juan 1889, Till Eulenspiegel 1895 y Así
habló Zaratustra 1896. Fascinado por la ópera, Strauss escandalizó al público de comienzos de
siglo XX con dos trabajos repletos de audacias armónicas y tímbricas: Salomé 1905 y Elektra 1908;
esta segunda fue la primera de sus colaboraciones con el poeta Hugo von Hoffmansthal. Con
posterioridad su estilo derivó hacia posiciones más conservadoras, que buscan su inspiración en el
pasado, como en El caballero de la rosa 1910. Maestro en el arte de la orquestación y gran
conocedor de la voz humana, Ariadne auf Naxos 1912, La mujer sin sombra 1918 y los llamados
Cuatro últimos líder 1948 son algunas otras de sus composiciones más destacadas.

LA SEGUNDA ESCUELA VIENESA SCHOENBERG, BERG, WEBERN

Nuestra música se construía sobre la base de la escala diatónica de siete notas, ya fuese en sus
modos mayor o menor, lo que permitía a los compositores expresar estados de paz o alegría,
modo mayor, o tristeza, modo menor, con la armonía y la melodía girando alrededor del tono
principal. Esta música era, y sigue siendo, comprensible y agradable al oído y a la psique.

Sin embargo, a los músicos de comienzos del siglo veinte no les interesaba en absoluto seguir
siendo agradables, y al igual que en la pintura, la escultura, la arquitectura y el drama, se
necesitaban nuevos modos de expresión. El miedo, la angustia, el vacío, e incluso lo
definitivamente incomprensible, eran estados del alma para los cuales la tradición tonal era
insuficiente, de modo que el arte de combinar los sonidos recibió un impacto renovador.

Adelantándose varias décadas, Richard Wagner, decidió utilizar todos los sonidos de la escala
cromática occidental para las melodías y armonías de su ópera Tristán e Isolda; de modo que la
paleta musical ya no poseía sólo 7 u 8 colores, sino 12 que podían ser combinados de infinitas
maneras, incluidas aquellas que no resultaban comprensibles o agradables. Fue Richard Strauss
quién continuó las ideas de Wagner, y en su ópera Salomé de 1905, llevó el cromatismo al
extremo con el consiguiente disgusto de los conservadores y el gran público. Con Elektra dio otro
paso en la misma dirección y la juventud lo hizo su ídolo; un paso más y se alcanzaría la liberación
de la tonalidad, anhelada por muchos. Pero mientras sus discípulos darían ese paso de manera
consciente, Strauss retrocedió, y al igual que Stravinsky, viró en su madurez hacia un
neoclasicismo suave y sabio.

Le corrrespondió al músico vienés Arnold SchOnberg asumir la disolución de la tonalidad como era
entendida hasta entonces. Nacido en 1874, ya tocaba violín a los ocho años. Vivió parte de su vida
entre la Viena conservadora y el más liberal Berlín, donde fue profesor en la Escuela Superior de
Música. Al llegar los nazis al poder debió abandonar Berlín y emigrar a los Estados Unidos donde
murió en 1951. Su obra ha sido más discutida que interpretada; todo lo que escribió o dijo se
convirtió en grito de guerra aunque no fuera su intención y nunca disfrutó en vida de un sencillo
éxito de público auténtico e imparcial. Elaboró la teoría dodecafónica de composición para evitar
el caos del atonalismo, lo que lejos de aplacar los ánimos los encendió aún más.

Sus discípulos vieneses más fieles fueron Alban Berg y Anton von Webern con quienes conformaría
la llamada segunda escuela vienesa, en alusión a la primera escuela formada por Hayden, Mozart y
Beethoven.

Los tres, siguiendo una línea consecuente desde el Tristán de Wagner, negaron la validez del
antiguo sistema tonal, sus escalas, y sus acordes. Eran tiempos de violentos cambios que habrían
de transformar la vida de los hombres; una época cargada de problemas y deseosa de explosiones,
que en arte vería nacer el cubismo, el dadaísmo, y el atonalismo.

Berg y Webern se quedaron en Viena cuando Schoenberg emigró. Berg compuso dos obras
dramáticas. La primera fue Wozzeck, una de las óperas más intensas y conmovedoras jamás
escritas, basada en la pieza teatral de Georg Büchner y en la cual volcó parte de sus propias
experiencias como soldado de la primera guerra mundial. Su segunda ópera, Lulú, quedó
inconclusa debido a su muerte producto de una septicemia, acaecida en Viena en 1935 a los 50
años de edad.

La vida de Webern tuvo un sino más trágico; estudió música en la Universidad de Viena y se dedicó
a la dirección orquestal y la composición, siguiendo las ideas de Schonberg. Trabajo en la radio
austríaca y organizó los conciertos sinfónicos obreros. En 1934 los nazis disolvieron los conciertos
obreros y en 1938 perdió su cargo en la radio, viviendo durante la guerra recluido en un suburbio
de Viena donde falleció su hijo durante un ataque aéreo. Varios meses después de finalizar la
guerra, durante la ocupación norteamericana, Webern salió de su casa durante el toque de queda
y una patrulla militar norteamericana lo mató a tiros.

La búsqueda de un mundo nuevo, aunque fuera renunciando a todo éxito exterior les pareció a
estos compositores una misión elevada. Un camino en el cual, como explica Berg en una carta a
Helen, su fiel compañera "títulos, dignidades, condecoraciones y monumentos no tienen ninguna
importancia".

IGOR STRAVINSKY (1882-1971)

Compositor ruso nacionalizado francés y, posteriormente, estadounidense. Una de las fechas clave
que señalan el nacimiento de la llamada música contemporánea es el 29 de mayo de 1913, día en
que se estrenó el ballet de Stravinsky La consagración de la primavera. Su armonía politonal, sus
ritmos abruptos y dislocados y su agresiva orquestación provocaron en el público uno de los
mayores escándalos de la historia del arte de los sonidos.

Autor de otros dos ballets que habían causado sensación, El pájaro de fuego (la obra que lo dio a
conocer internacionalmente en 1910) y Petrushka, el citado día de 1913 Stravinsky se confirmó
como el jefe de filas de la nueva escuela musical. Sin embargo, él nunca se consideró un
revolucionario; de manera similar a Picasso en el campo de las artes plásticas, el compositor se
caracterizó siempre por transitar de un estilo a otro con absoluta facilidad, sin perder por ello su
propia personalidad. El ruso, el neoclásico y el dodecafónico son, a grandes rasgos, los tres
períodos en los que puede dividirse la carrera compositiva de este maestro, uno de los referentes
incuestionables de la música del siglo XX.

Alumno de Nikolai Rimski-Korsakov en San Petersburgo, la oportunidad de darse a conocer se la


brindó el empresario Sergei Diaghilev, quien le encargó una partitura para ser estrenada por su
compañía, los Ballets Rusos, en su temporada parisiense. El resultado fue El pájaro de fuego, obra
en la que se advierte una profunda influencia de su maestro en su concepción general, pese a lo
cual apunta ya algunos de los rasgos que definirán el estilo posterior de Stravinsky, como su agudo
sentido del ritmo y el color instrumental.

Su rápida evolución culminó en la citada Consagración de la primavera y en otra partitura


destinada al ballet, Las bodas, instrumentada para la original combinación de cuatro pianos y
percusión, con participación vocal. En estas obras el músico llevó al límite la herencia de la escuela
nacionalista rusa hasta prácticamente agotarla.

Su estilo experimentó entonces un giro que desconcertó a sus propios seguidores: en lugar de
seguir el camino abierto por estas obras, en 1920 dio a conocer un nuevo ballet, Pulcinella,
recreación, a primera vista respetuosa, de la música barroca a partir de composiciones de
Giovanni Battista Pergolesi.

En ellas Stravinsky abandonó las armonías disonantes y la brillante orquestación de sus anteriores
composiciones para adoptar un estilo más severo y objetivo -el neoclasicismo, de hecho, nació
como una oposición al arrebatado subjetivismo del Romanticismo y el expresionismo germánicos-,
estilo, sin embargo, que no excluía cierto sentido del humor en su aproximación al pasado.

Con la Sinfonía en tres movimientos y la ópera La carrera del libertino concluye esta etapa, tras la
cual Stravinsky volvió a sorprender al adoptar el método dodecafónico sistematizado por su colega
y rival Arnold Schönberg, aunque, eso sí, a la muerte de éste. De nuevo un ballet, Agon, señaló la
apertura de este nuevo período, en el que sobresalen títulos como Canticum
sacrum, Threni, Monumentum pro Gesualdo y Requiem Canticles, ninguno de los cuales ha
obtenido el nivel de aceptación de las obras de las dos épocas precedentes. Fallecido en Estados
Unidos, sus restos mortales fueron inhumados en Venecia.

PRINCIPALES CORRIENTES EN LA MUSICA DE LA POSGUERRA

EL MICROTONALISMO

Es la música que utiliza microtonos (los intervalos musicales menores que un semitono). El músico
estadounidense Charles Ives definía a los microtonos de manera humorística como “las notas
entre las teclas del piano”. Experimentando con el violín en 1895, el mexicano Julián
Carrillo (1875-1965) distingue dieciséis sonidos claramente diferentes entre las notas Sol y La
emitidas por la cuarta cuerda de violín. Llamó a estas distinciones microtonales Sonido 13 y
escribió sobre la teoría de la música y la física de la música. Inventó un simple notación numérica
para representar las escalas musicales sobre la base de cualquier división de la octava, como
tercios, cuartos, quintos, sextos, séptimos, y así sucesivamente (incluso escribió, la mayoría de las
veces, para cuartos, octavos y dieciseisavos combinados, la notación es la intención de representar
cualquier subdivisión imaginable). Inventó nuevos instrumentos musicales, y otros los adaptó para
producir microintervalos. Compuso una gran cantidad de música microtonal y grabó 30 de sus
composiciones. En los años 1910 y 1920, los cuartos de tono y otras subdivisiones de la octava
recibieron la atención de otros compositores como Charles Ives, Alois Haba (1/4 y 1/6 de
tono), Ivan Wyschnegradsky (1/4, 1/6, 1/12 y escalas no octabables), Ferruccio Busoni (quien hizo
algunos experimentos infructuosos en la adaptación de un piano de tercios de tono), Mildred
Couper y Harry Partch. Erwin Schulhoff dio clases de composición con cuartos de tono en el
Conservatorio de Praga. Destacados compositores microtonales o investigadores de los años 1940
y 1950 incluyeron a Adriaan Fokker (31 tonos iguales por octava), y a Groven Eivind. La música
microtonal nunca tuvo demasiada aceptación y fue considerada en adelante casi exclusivamente
por los músicos de Vanguardia.

EL NEOCLASICISMO

Encontró una audiencia interesada en EE.UU.; la escuela de Nadia Boulanger promulgó ideas
musicales basadas en la comprensión de la música de Stravinski. Entre sus estudiantes se
encuentran músicos neoclásicos como Elliott Carter (en su primer época), Aaron Copland, Roy
Harris, Darius Milhaud, Astor Piazzolla y Virgil Thomson.

El rasgo más audible del neoclasicismo son melodías que usan la tercera como intervalo fijo, y
agregan cromáticamente notas disonantes al ostinato, bloques armónicos y mezcla libre de
polirritmos. El neoclasicismo ganó gran aceptación de la audiencia con rapidez, y fue internalizado
por aquellos opositores al atonalismo como la verdadera música moderna.

En el contexto de la Unión Soviética, particularmente durante el gobierno de Iósif Stalin, el


neoclasicismo se ubicó dentro del realismo socialista. Esta fue una corriente estética cuyo
propósito fue expandir el conocimiento de los problemas sociales y las vivencias de los hombres
por medio del arte. De esta manera los prominentes compositores Serguéi Prokófiev y Dmitri
Shostakóvich tuvieron que componer forzadamente en este estilo, incorporando elementos
nacionalistas y valores comunistas, pues cualquier tipo de vanguardia se consideraba como parte
de la decadencia de la burguesía de occidente.

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