En el empeño por alcanzar niveles altos de efectividad como única
alternativa para permanecer vigentes en un entorno cada vez más complejo,
las organizaciones actuales buscan incansablemente técnicas y métodos para operar con efectividad. Las organizaciones son en esencia grupos de seres humanos, con condiciones propias de su naturaleza, que trabajan para producir algo, ya sea un bien o un servicio, útil a otros seres humanos.
Es así como, cualquier aproximación reflexiva a la efectividad de las
organizaciones es un ejercicio que debe realizarse desde la perspectiva del trabajo. Por tanto, la manera en que el hombre se organiza para enfrentar su trabajo, sus distintos objetivos y los retos de cambio permanente que debe encarar a diario es un tema de la mayor trascendencia por las implicaciones que ello tiene en su vida diaria y en su organización como tal.
La organización inteligente está en construcción continua de su futuro;
asume que el aprendizaje es una actividad continua y creativa de las personas que la conforman, y se transforma continuamente como respuesta a las necesidades de los mismos y también las de las empresas, organizaciones e individuos con las que se relaciona (clientes, proveedores, grupos sociales, etc.). La organización que decide abordar este proceso experimenta un cambio cualitativo en los procesos operativos de la organización. Sin embargo, el logro de ello no es fácil. se requiere, como dice Peter Senge, conocer, practicar e incorporar, especialmente en las personas dirigen los niveles estratégicos de la organización, las Cinco Disciplinas Sistémicas:
Pensamiento Sistémico: Debemos partir en primer lugar por adoptar un
cambio en el paradigma a través del cual entendemos los "problemas" y buscamos las "soluciones" de nuestras organizaciones en el mundo real. El paradigma por adoptares aquel denominado de "sistemas". El Pensamiento Sistémico es una actitud humana, que se basa en la percepción del mundo real en términos de totalidades para su análisis, comprensión y actuaciones. Cuando nos concentramos únicamente en partes aisladas o pequeños fragmentos del sistema (como usualmente sucede), es difícil plantear una solución acertada a nuestros problemas, dada la cantidad de actos interrelacionados que confluyen en ellos, que no tenemos en cuenta. Modelos Mentales: Como consecuencia de lo anterior, resulta importante la práctica de percibir el mundo real bajo distintas perspectivas. Esto es lo que se conoce como la "práctica de modelos mentales"; ver el mundo real desde distintas perspectivas, analizando las consecuencias y secuelas que se generan al observarlo desde cada perspectiva. Dominio Personal: Consiste en el adecuado manejo de nuestra racionalidad y de nuestro emocionar, dado que cualquier acto humano, es ante todo un acto generado por la emoción, que a su vez se basa en una racionalidad, sin dejar de tomar conciencia que esta racionalidad es, a su vez, producto de una interpretación particular del mundo real (v.gr. un modelo mental). La toma de conciencia de este aspecto es sumamente importante en el proceso de aprendizaje individual o grupal. Trabajo en Equipo: Se requiere, por la complejidad cada vez más creciente de los problemas existentes en el mundo real; que el aprendizaje sea hecho en equipo, puesto que se ha demostrado que precisamente el aprendizaje y las ideas generadas en equipo son más creativas, innovadoras y de mejor calidad que aquellas generadas por personas individualemte. El interactuar en equipo permita el contraste de nuestros modelos mentales, de nuestras percepciones, es decir permite la apertura a la contrastación de interpretaciones del mundo real, todo ello a través del uso del lenguaje en sus dos formas de conversación: Conversación Tipo I: Diálogo, Conversación Tipo II: Discusión. Estos dos tipos de conversaciones generan aprendizaje, pero lo más importante, aprendizaje en equipo. Visión Compartida: Todo lo anterior nos debe llevar a una Visión Compartida de observar y entender tanto los "problemas" como las "soluciones" que se planteen en el mundo real. El logro de una visión compartida a nivel de grupo humano y si ésta visión además es sistémica, deberá permitir planteamientos de transformación adecuados en el mundo real.
En consecuencia, las organizaciones inteligentes son aquellas que logran
incorporar la práctica de estas cinco disciplinas sistémicas en sus organizaciones. La tarea no es fácil y el reto es interesante, dado que es mucho más efectivo, pero también más difícil, desarrollarlas como conjunto y no aisladamente. De ahí que el Pensamiento Sistémico sea la Quinta Disciplina. Para una organización inteligente, no vasta con la supervivencia cotidiana. Es el aprendizaje lo que le permite reinventar su futuro constantemente.