PROYECTO LAICOS EDUCADORES CLARETIANOS

L.E.C.

PROYECTO DE TRABAJO

BOGOTÁ. OCTUBRE 2015

 JUSTIFICACIÓN

Los Laicos Educadores Claretianos somos creyentes, educadores y Claretianos: Creemos

en el Dios Padre y Madre de la vida, revelado en la persona de Jesucristo como buen
pastor que guía, camina y anima nuestros proyectos de vida a través de la acción de su
Espíritu; misioneros y evangelizadores en la escuela, desde y para una educación de
calidad humana, vivenciando la pastoral educativa; identificados con el carisma de San
Antonio María Claret en lo profético, misionero y evangelizador.

Como Educadores no podemos ser ajenos a la realidad que vivimos en esta época de
cambios y transformaciones, no podemos quedarnos sólo en el análisis de las mismas.
Estamos llamados a convertirnos en alternativas de cambios ante los retos que la
sociedad de hoy nos plantea. Como Laicos somos constructores de vida en nuestras
familias, en nuestros colegios y en la sociedad. Somos evangelizadores comprometidos
con la causa de Jesucristo; motivo por el cual se hace necesario organizarnos alrededor
de un proyecto educativo que propicie el crecimiento personal, la experiencia comunitaria
y el compromiso misionero, desde el carisma heredado de San Antonio María Claret.

Para responder a estos retos, sentimos que la mejor forma de crecer y enriquecernos
personal y grupalmente es organizándonos como comunidad de vida, para cualificarnos,
intercambiar experiencias, celebrar la vida en nuestro caminar.

Somos conscientes de la enorme riqueza que hay en las personas que conformamos esta
comunidad y de la disponibilidad para analizar la realidad, interpretarla y comprometernos
en su transformación; teniendo en cuenta que desde ella partimos, nos preparamos y
ejecutamos acciones de carácter pedagógico. Este proyecto, pretende responder a las
llamadas que Dios nos hace a través de la realidad desde una propuesta educativa de
calidad humana, que nos permita aprender y contribuir colectivamente en la edificación de
otro mundo posible. “…el laico presenta múltiples campos de trabajo, ya que somos
corresponsables en la edificación de una sociedad, según los criterios del evangelio, con
entusiasmo y audacia” (D.A.)

OBJETIVO GENERAL

Fortalecer nuestra experiencia de vida como LEC, a partir de la reflexión, la cualificación

permanente y la proyección de nuestra identidad Claretiana, que permita dinamizar
nuestros procesos desde la Pastoral Educativa en una educación evangelizadora,
humanizante, liberadora e intercultural.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Vivenciar la identidad claretiana como Laicos Educadores Claretianos, en los

diferentes escenarios en los que participamos.
 Fortalecer el equipo de vida, comprometido con el Evangelio y la pedagogía de
Jesús, al estilo de Claret para que dinamice el crecimiento personal y grupal.

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  Promover una educación intercultural, humanizante que responda a las
necesidades de la comunidad de aprendizaje, mediante acciones propias del
proyecto LEC.
 Acompañar los procesos de cambio, desarrollando acciones que mejoren la
calidad de vida de la comunidad con la que vivimos y caminamos.

 Liderar espacios con diversas comunidades en el ámbito educativo desde los

valores y principios claretianos.

UNA MIRADA A LA REALIDAD DE HOY

El siguiente análisis de realidad está basado en los documentos realizados por los
Claretianos en el documento para la unificación de la Provincia y la síntesis de
Marco Raúl Mejía en el Encuentro de LEC de Octubre 2010

Contexto social
El narcotráfico sigue siendo uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Nuestros
jóvenes y los más pobres siguen siendo víctima de este gran flagelo que vive nuestra
sociedad y al mismo tiempo vemos como los valores éticos se han cambiado dando paso
a un mundo donde lo más fundamental: la vida y la dignidad se negocian para entrar en la
moda o en el status social. Seguimos asistiendo y somos testigos del desconocimiento del
problema norte-sur. Evidenciamos que los ricos son cada vez más pocos y más ricos y los
pobres cada vez más numerosos y más pobres. Nuestros países se debaten entre la vida
y la muerte y el escalonamiento de la pobreza y de la violencia, hacen pensar que cada
día el panorama será más oscuro y más desesperante.

Pero aún frente a esta triste realidad de nuestros países en el campo social, detectamos
que hay multitud de personas que no pierden su capacidad de esperanza ni de
resistencia, las innumerables organizaciones sociales y eclesiales solidarias con los más
pobres y excluidos, las familias que luchan por sacar adelante su hogar, los miles de
jóvenes que se forman e involucran en el sueño de ver nuestros países más humanos y
más incluyentes.

Contexto político
Definitivamente el poder hegemónico del capitalismo se sigue imponiendo frente al
fracaso histórico del socialismo y la debilidad de las nuevas expresiones políticas de
alternatividad que surgen en el mundo y en nuestros países. La izquierda se debilita y
pierde acogida en los ambientes populares por la excentricidad y vulgarización de sus
líderes.

El poder hegemónico del capital, impulsado por los procesos de globalización impone la
renuncia a la búsqueda de alternativas, sueños y utopías. En este “sistema” se han
declarado el final negando los principios de autodeterminación que el resurgir de las
identidades nacionales reclaman. Este mismo sistema de cosas, crea la guerra como la
mejor justificación y acción para responder a las aspiraciones y necesidades del pueblo y
eliminar cualquier tipo de posición contraria.

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El movimiento popular se encuentra debilitado en sus espacios tradicionales como lo es el
sindicalismo, la acción comunal, las organizaciones populares de base. Los líderes han
sido intimidados y se perciben un desgaste de los procesos a lo largo plazo en lo que se
refiere a formas alternativas de trabajo de base. También se ha debilitado el proceso de la
alternativas pro el sofisma de la sociedad civil, que controlada por los gremios
económicos, partidos políticos corruptos y los medios de comunicación, termina
defendiendo sólo los intereses de los ricos.

Contexto económico
Sigue imponiéndose, desde los centros de poder, el neoliberalismo que se caracteriza por
las absolutización del mercado, la tecnificación, la privatización, sobre todo de los
servicios público; y pasando por encima de las necesidades humanas, las identidades
culturales, religiosas, sociales y políticas dejando como consecuencia el desempleo
masivo, el subempleo, la pauperización de la clase media, la mendicidad, el hambre, la
deshumanización de la vida y el vaciamiento del espíritu llevando a la pérdida de utopías
e ideales y condenando a los pueblos y culturales minoritarias, en número, a la muerte.

Los pobres siguen los destinatarios del apretón económico de las políticas de los estados.
El crecimiento de la pobreza por la “fidelidad” en el pago de la deuda externa y el
aceleramiento de los grupos que imponen el “crimen organizado”, son las tendencias
dramáticas que viven nuestros países.

La oscuridad de este panorama se ilumina tímida pero permanente con millares de

experiencias de economía solidaria regadas a lo largo y ancho de nuestros países; con
las voces sindicalistas convocando campañas contra la deuda externa, las expresiones
solidarias de millones de pobres a través de trabajo comunitario y de acciones sociales
alternativas y concretas.

Contexto cultural
Cada día se hace más evidente el proyecto de homogenización y uniformidad que niega
la diversidad cultural, fomenta el racismo, la xenofobia, la discriminación, la desigualdad
de sexo y de género, renuncia a valores ancestrales y destruye la riqueza de un mundo
simbólicamente plural. Proyecto homogenizador que encuentra en los medios de
comunicación social una herramienta eficaz para propiciar el consumismo, manipular la
opinión pública, distorsionar la información, hacer de la diversión un mecanismo de
evasión y determinar patrones de comportamiento.

Detectamos también, que gran parte de la población, carentes de cualquier posibilidad

`para hacer una lectura crítica de la información que bombardea las pantallas de televisión
o la plantilla de internet, son transformadas por las empresas que ofertan ese servicio, en
meros espectadores de un mundo que en nada se parece al suyo, creando esquizofrenia,
demencias, y aumentando el número de prostitución y en muchos casos el suicidio en
adolescentes y jóvenes.

Contexto eclesial
Persiste en algunos sectores un modelo de Iglesia tradicional que no logra desprenderse
todavía de rasgos de cristiandad e impide dar respuestas oportunas al creciente deterioro
social y religioso, que no acierta en la búsqueda de métodos de una nueva y eficaz
evangelización; que no responda al anhelo de mayor exigencia religiosa y social y de

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mayor fidelidad al evangelio y, que propicia una actitud religiosa de descontento y
conduce a muchos católicos a participar de grupos religiosos, sectas e iglesias que
tampoco responden a una línea verdaderamente humanizadora, sino más bien alienante y
superficial. Una iglesia que no sabe como subsistir en una sociedad más motivada por las
ventajas del poder que por las desventajas del servicio, y carentes de sinceridad y
humildad evangélica que llevan a seguirnos pensando como máxima expresión del
compromiso cristiano, limitando la fuerza y libertad del Espíritu.

Sobreviven, sin embargo, múltiples y significativas experiencias de Iglesia encarnada y

comprometida con los más pobres y excluidos. Son de resaltar las hermandades entre
iglesias locales o comunidades eclesiales unidas por lazos de solidaridad cristiana: la
multiplicación de grupos laicales comprometidos en la reconstrucción y renovación de la
Iglesia, la creciente conciencia y práctica ecuménico-teológica.

Contexto educativo
Se manifiesta en nuestra realidad la presencia de una corriente internacional del currículo
de corte americano y que centra la profesión del docente en la “enseñabilidad” en donde
se supone que solo se puede enseñar a quienes están en condiciones de aprender. Para
ello, la base de la acción educativa es la “disciplina de enseñar”. La fuerza del contenido
esta en las “competencias y estándares” que adquieren forma curricular universal y
transversalizada. En las últimas décadas han aparecido en América latina 25 leyes de
Educación que siempre han tratado de mantener estructuras sociales de acuerdo a los
intereses económicos y políticos de pequeños sectores dominantes en los diversos
momentos históricos que se han vivido.

Por ello en este momento de la historia, la pedagogía es un nuevo espacio social y

profesional de lucha. Los paradigmas educativos de la modernidad, deben adecuarse a
las nuevas realidades de ciencia, tecnología, comunicación e información. Las
propuestas críticas de este tiempo deberán cuestionar las bases de ser humano y de
proyecto de sociedad sobre las que nos están afirmando la escuela de los estándares y
las competencias productivistas; debe ser capaz de plantear alternativas, entendiendo
que en el control de las globalizaciones estamos al interior de ellas y es en ese espacio-
tiempo en donde acontecen al tiempo múltiples globalizaciones, desde nuestras
especificidades del mundo del sur y desde los grupos desconectados de esos grandes
desarrollos. Este hecho crea una interculturalidad que enfrenta el multiculturalismo de la
globalización en singular, y hace posible la construcción de globalizaciones alternativas u
otras globalizaciones.

Esta situación, a la vez que muestra la historicidad del hecho pedagógico, el cual se
recompone y modifica con los procesos de la sociedad y las transformaciones culturales,
convierte a la pedagogía, así como a la escuela, en espacios conflictivos, en los cuales se
juegan en la especificidad de sus procedimientos los sentidos y las apuestas por lo
humano y la sociedad. En ese terreno la pedagogía vuelve a hacerse crítica, de estos
tiempos, frente a la propuesta de control de ella, que organiza el capitalismo cognitivo,
desde los procesos de reforma y contra reforma en marcha.
De igual manera, van emergiendo las posiciones que entran al debate, mostrando que es
necesario construir caminos alternativos, así como la resistencia al proyecto de control, y
van tomando forma en la sociedad, entrando también a disputar públicamente esas otras
maneras de hacer la escuela y constituir la pedagogía crítica de estos tiempos.

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 MARCO REFERENCIAL

I- EL LAICO EN LA IGLESIA

A partir de la década de los sesenta la Iglesia católica, reconoce a los laicos como
participes activos de la obra de Jesús en la conformación del Pueblo de Dios,
identificándolos como comunidad de hermanos, dispuestos y convocados a la
evangelización. Son varios los documentos que argumentan el papel de los laicos
en la iglesia, entre ellos cabe destacar las conferencias del Episcopado
Latinoamericano.

Iluminados por los documentos eclesiales, (Medellín, 1968), los Laicos ante la compleja
realidad asumen su compromiso liberador y humanizante. (10, I, 2) Aceptan un
compromiso de presencia, adaptación permanente, creatividad (10, I, 3) y la promoción
cristiana del hombre latinoamericano. (10, I, 6) se promueven los movimientos de laicos
donde se elabora y decide en gran parte el proceso de liberación y humanización de la
sociedad a que pertenece (10, III, 13) promueve el progreso de los pueblos más pobres y
favorece la justicia de las naciones. (10, III, 15) promueve una genuina espiritualidad a
partir de su propia experiencia de compromiso en el mundo, ayudándoles a entregarse a
Dios en el servicio de los hombres y enseñándoles a descubrir el sentido de la oración
(10, III, 17).

Con el documento episcopal de Puebla de1979 se rompe el esquema de las comunidades

al servicio de las jerarquías, hablando así de una corresponsabilidad sacerdote – laico –
ante la comunidad. “el laico es un ciudadano de la iglesia en el corazón del mundo, y un
ciudadano del mundo en el corazón de la iglesia…el laico se ubica por su vocación en la
iglesia y el mundo, miembro fiel a Cristo, comprometido en la construcción del Reino, en
su dimensión temporal” (Puebla 787). Desde allí concebimos al laico como hombre de
mundo convocado a la Misión, buscando vivenciar los valores del Reino de Dios, lo cual
significa transformar las realidades.

“Pero es en el mundo donde el Laico encuentra su campo específico de acción. Por el

testimonio de su vida, por su palabra oportuna y por su acción concreta, el Laico tiene la
responsabilidad de ordenar las realidades temporales para ponerlas al servicio de la
instauración del Reino de Dios”. (Puebla 789)

En todos los casos, el Laico deberá buscar y promover el bien común en la defensa de la
dignidad del hombre y de sus deberes inalienables, en la protección de los más débiles y
necesitados, en la construcción de la Paz, de la libertad, de la justicia, en la creación de
estructuras más fraternas” (Puebla 792)

El documento Episcopal de Santo Domingo en 1992 nos habla del pueblo de Dios
constituido en su mayoría por fieles cristianos laicos (94). La anterior situación se da al
compartir la fe de Jesucristo con otras personas, lográndose una comunidad de
creyentes, donde se vive la experiencia de fe en un Cristo resucitado. Así se entiende la
iglesia como un pueblo entre otros pueblos, desde donde opta por el servicio a la
comunidad, que va mucho más allá de administrar los sacramentos – situación a la que se
ha querido reducir, por el contrario, busca transformar la realidad de los pueblos,

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comprometiéndose con la justicia, siendo comunidad para ser comunión y reconociendo la
imagen de Cristo en el servicio de los pobres.

Finalmente, Aparecida fundamenta el ser del laico en los siguientes términos: “Los laicos
están llamados a participar en la acción pastoral de la Iglesia, primero con el testimonio
de su vida y en segundo lugar con acciones en el campo de la evangelización… y otras
formas de apostolado, según las necesidades locales bajo la guía de sus pastores. (D.A.
211) Los fieles laicos han de ser parte activa y creativa en la elaboración y ejecución de
proyectos pastorales a favor de la comunidad, ellos por su bautismo y confirmación son
discípulos y misioneros de Cristo. (D.A. 213)

Puede decirse que el educador laico católico es aquel que ejercita su ministerio en la
Iglesia viviendo desde la fe su vocación secular en la estructura comunitaria de la escuela,
con la mayor calidad profesional posible y con una proyección apostólica de esa fe en la
formación integral del hombre, en la comunicación de la cultura, en la práctica de una
pedagogía de contacto directo y personal con el educando; en la animación espiritual de
la comunidad educativa a la que pertenece, de los estamentos y de las personas con las
que se relaciona. A él, como miembro de esa comunidad, la familia y la Iglesia le confían
la tarea educativa en la escuela. El educador laico debe estar profundamente convencido
de que participa en la misión santificadora y educadora de la Iglesia.

II. EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN AL ESTILO DE CLARET

El ser evangelizador del Laico Claretiano implica anunciar y extender el Reino de Dios,
mediante el servicio misionero de la Palabra, el ser sensible a los signos de los tiempos,
inserto en el mundo. “Partir siempre de la realidad, porque de la permanente dialéctica
entre el Espíritu y la realidad surgen la novedad y las líneas de la Nueva Evangelización”
(S.P. 41)

“Los claretianos inmersos en el mundo y en viva sintonía con la Iglesia, nos preguntamos
continuamente cómo vivimos esa realidad y cómo captamos en ella la llamada del Espíritu
para transformarla en buena noticia – Nueva evangelización -Itinerante y pobre, presto a
acudir a las necesidades urgentes de la evangelización donde se recalca el valor de lo
comunitario, la necesidad de una construcción transformadora y local” (S.P. 3) Los Laicos
Educadores Claretianos desde su vocación de formadores de nuevas generaciones
tenemos que estar atentos a las necesidades de nuestras comunidades para que desde
ellas seamos verdaderos testimonios del Evangelio y de la acción profética, para que
nuestras acciones de servicio como equipo de vida se refleje en los proyectos de vida de
aquellos que caminan con nosotros.

En su autobiografía, el Padre Claret transmite su experiencia de vida. De ella, se toman

algunos aportes importantes a la educación. Él, vivió siempre volcado hacia el hombre, en
el empeño de ayudarle a su plena perfección, por esta razón recomendó insistentemente
la enseñanza entre los medios más eficaces de apostolado. A esta tarea le prestó una
atención preferente y constante, colocando sus recursos económicos, su corazón e
inteligencia, comprometiendo a sus mejores colaboradores.

El padre Claret fue polifacético: misionero, escritor, fundador, arzobispo, sobre todo,
maestro y educador, se hallaba dispuesto a admitir los progresos educativos de su

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tiempo. Dentro de un humanismo espiritualista, siente una intensa preocupación por la
formación integral del hombre. Desea educar a cada persona para la cultura y para la
vida, anhela lograr una sociedad en paz, armonía y progreso constante.

A través de las enseñanzas de Claret, el papel del Laico Educador Claretiano en la

sociedad actual es idear, definir y hacer posible otro tipo de sociedad, más justa, fraterna,
equitativa y digna, que genere cambios en la calidad de vida de las personas y las
comunidades, en una acción preferencial por los niños, los jóvenes, las familias, los
empobrecidos. Haciendo que la persona como ser integral en comunión con los otros,
sean sujetos de formación desde una visión cristiana.

Nuestra acción desde lo educativo centra su atención en la realidad del momento

histórico. Es decir, en una educación intercultural, comprometida con la transformación
social, donde cada persona sea reconocida en su dignidad, en su relación consigo misma,
con los otros, con su entorno y con el trascendente, en búsqueda de mejorar su calidad
de vida.

III. HACIA UNA PEDAGOGÍA CLARETIANA DESDE LA PASTORAL EDUCATIVA

Desde la educación se evangeliza a la ciencia y a la cultura, poniéndolas al servicio del

hombre y la comunidad. Por eso, un proceso educativo, está destinado, no a que los
estudiantes sepan cosas, sino a que sean gestores de sus procesos de desarrollo
humano, con identidad y autonomía, apasionados por la vida y por el proyecto de Jesús.
“es un crecimiento en humanidad”.

Es necesario que las acciones que los LEC desarrollen, partan del Evangelio y del
carisma claretiano, teniendo en cuenta las diversas líneas de acción que formen en la
dimensión trascendente con un sentido misionero.

Una praxis de pastoral educativa logra tener una experiencia de fe, dada, desde el
acontecer de Dios en la historia de los pueblos, iluminándola con la luz de la Palabra,
realizando la misión al estilo de Claret y los apóstoles, en misión compartida, fortaleciendo
procesos evangelizadores humanizantes puestos al servicio del desarrollo humano
integral de las personas, la defensa de la vida, su dignificación, su sentido y quehacer.
Donde hay un claretiano, allí hay humanización. Humanidad nueva, vida plena dignificada.
“lo viejo ha pasado, mirad existe algo nuevo” (2 Cor 5, 16-17) (II congreso mundial de
educadores claretianos, Barcelona, España, 2008).

Nuestra acción educadora, como acción liberadora de situaciones que atentan contra la
Vida tales como la globalización, el mal manejo de los medios de comunicación y
diversas formas de violencia, debe llevar a transformar las personas en sujetos activos y
responsables de sí mismo y de otros como Pueblo de Dios, manteniendo un diálogo
constante con las culturas y tradiciones religiosas de nuestros pueblos. Es así como el
laico educador es razón y producto de una dinámica familiar y social que favorece los
valores cristianos.

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IV. LOS LAICOS DESDE EL PROYECTO PROVINCIAL

En la XV Asamblea provincial de Colombia Oriental y Ecuador realizado en Sasaima en

mayo del 2011, se rescata la labor del laico educador claretiano cuando plantea que en la
opción de la Provincia se “acompañan y generan procesos alternativos en la dignificación
social, cultural y ecológica, en articulación con otras instituciones grupos o personas
creyentes y no creyentes, con proyectos misioneros integrales de carácter alternativo”
(primera parte, pág.9).

Dentro de sus prioridades, enuncian la necesidad de ejercer una pastoral bíblica basada
en la lectura popular y comunitaria de la PALABRA, una pastoral que desarrolla acciones
desde una lectura crítica de la realidad contextualizada en hermenéuticas específicas que
genera alternativas de vida.

Como LEC, podemos enmarcar nuestro proyecto dentro de las siguientes líneas de
acción.
1. Pastoral bíblica al hacer que la lectura popular y comunitaria de la Biblia
transversalice e ilumine cada una de las prácticas que como educadores laicos al
estilo de Claret realizamos en cada una de nuestras sedes.

2. Pastoral educativa en proyectos de trabajo al servicio de la vida, que buscan la

formación de sujetos transformadores. Para ello colaboramos en la actualización
del proyecto que orienta la comisión de pastoral educativa, articulando proyectos
pedagógicos claretianos y construyendo un plan de formación para educadores
claretianos estructurado en los siguientes núcleos: la Palabra, Misión Compartida,
opción por la defensa de la vida, entre otras…
3. Justicia, paz e integridad de la creación favoreciendo espacios de educación
popular y étnica en todas las misiones.

V. SER Y QUEHACER DEL LAICO EDUCADOR CLARETIANO

Un Laico Educador Claretiano en su ser y quehacer se proyecta:

En lo profético:
Atiende al llamado de Dios para enriquecerse, sentir y vivir la realidad de los niños,
jóvenes y las familias con los cuales interactúa día a día, siendo capaz de denunciar
situaciones que atentan contra la vida. Anuncia la justicia, la equidad y dignidad de los
hombres y las mujeres. Propone alternativas de transformación social, siendo crítico de la
realidad, es coherente entre lo que dice, hace y piensa. La docencia implica una vocación,
una entrega, un apostolado, inculcar valores. Implica la formación de individuos para el
bien, en la coherencia con su ejemplo de vida. Se compromete con los valores claretianos
para multiplicar y ser generador de alumnos(as) con perfil claretiano.

En lo espiritual:
La espiritualidad del LEC responde a la acción del Espíritu, en el modo concreto de seguir
a Jesús expresado en la vocación y misión que ha recibido generosamente de Dios, al
estilo de Claret. La vida espiritual es el punto de confluencia del carisma y del compromiso
misionero: donde se une el llamado de Dios y la respuesta personal a la misma. El

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Espíritu, que ha sido enviado a los corazones de los Laicos Educadores, es quien impulsa
y dinamiza la vida espiritual.

Al Laico educador Claretiano lo anima y compromete: (Ideario)

 El Espíritu de Jesús y el Espíritu de San Antonio María Claret.

 La realidad y el llamado de tantos hermanos(as) empobrecidos y excluidos
quienes se hacen presente el rostro de Cristo.
 La esperanza y el Espíritu comunitario que une y alienta este caminar, es el
mismo de Claret.
 Los LEC son una comunidad orante, que se sienten hijos del mismo Padre y
hermanos entre sí como instrumento de Dios para la construcción del Reino.

En lo social:

Como grupo evidencia valores, trabajo en equipo, es comprometido con él mismo y con el
otro en la transformación personal y social. Comprende al otro, vive y comparte dentro de
la diferencia. Es gestor de la convivencia para la paz, justicia y dignidad del ser humano,
promulga el cuidado de la casa común y la preservación del ambiente. Poseen alto
sentido de la empatía y la caridad. Disfrutan el trabajo en equipo y constantemente
buscan la cohesión grupal.

En lo educativo:

La educación como espacio de evangelización, hace que los LEC estemos

comprometidos con la formación integral de la calidad humana de niños, jóvenes, adultos
y familias desde su propia realidad y hacia su propia comunidad, acompañando de una
manera responsable el rescate de la cultura e historia propia de nuestros pueblos y
entornos, con el fin de generar una conciencia crítica orientada a la transformación de
realidades injustas que nos rodean.

En toda cultura existen elementos del Reino que deben ser asumidos por una educación
evangelizadora e inculturada. “La acción educativa deberá hacerse en misión compartida:
laicos y religiosos, compartiendo carisma y misión desde la propia identidad. Este proceso
deberá garantizar la formación de agentes multiplicadores de la evangelización” (Ideario
Misioneros Claretianos).

El laico educador debe fomentar los valores claretianos que propicien la formación de
individuos integrales, con conciencia y compromiso misionero.

Como discípulo y misionero: “oyentes y servidores de la palabra”.

Los LEC estamos atentos a los signos de los tiempos, manifestados en el

multiculturalismo y la globalización que originan la exclusión de muchos. Anuncia el
evangelio al estilo de Claret y los apóstoles. “El centro educativo deberá ser una
plataforma de anuncio del evangelio del Reino, respondiendo a lo más urgente, oportuno
y eficaz, propio de Claret” (Ideario Misioneros Claretianos).

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El docente debe aprovechar cualquier espacio dado en aula o en el colegio para transmitir
valores, y explicar a través de la cotidianidad situaciones que los sensibilicen.

ESTRUCTURA DE INTEGRACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL PROYECTO LEC.

El proyecto LEC está soportado en una estructura organizativa que tiene la

responsabilidad de hacer seguimiento a nivel de la Provincia para propiciar que sea
ejecutado por los docentes Claretianos en cada uno de los centros y donde se compartan
las diferentes experiencias.

Cada centro debe tener un responsable de la coordinación de este proyecto y que para
fines comunicacionales será el responsable del seguimiento a la implantación de las
soluciones y propuestas que se planteen a nivel general y a nivel particular.

Se propone aprovechar la misma estructura de coordinaciones de Pastoral Educativa o

establecer diferencias de acuerdo a como cada centro prefiera implantarlo, pero cada año
deberá definirse un Coordinador de la Región, un Coordinador por País y un Coordinador
por Centro.

Las responsabilidades quedarían establecidas de esta manera:

 Coordinador por País LEC: Centralizar la información reportada por cada

Centro y hacer seguimiento para que todos los centros estén incorporados
activamente en este proyecto. Proponer acciones de encuentro, formación y
mejoras a nivel de país. Reportar al Coordinador Regional. Asimilar las
estrategias y acuerdos de LEC para que sean incorporadas en los centros,
apoyando la tarea de los centros en esta integración.

 Coordinador Regional LEC: Centralizar la información reportada por cada país

y hacer seguimiento para que cada país esté incorporado activamente en este
proyecto. Proponer acciones de encuentro, formación y mejoras a nivel de la
Región. Comunicar los acuerdos y estrategias que establecen todos los
participantes a nivel regional, y se convierten en la guía básica de trabajo
general.

 Coordinador por Centro LEC: Centralizar la información del Centro,

organizarla y reportarla. Coordinar en conjunto con el centro y todo el equipo de
docentes, la incorporación de las tareas que se llevarán a cabo dentro del
Centro atendiendo a las propuestas que establece el proyecto LEC.

Es importante señalar que cada centro deberá aterrizar el proyecto LEC dentro de su
centro llevándolo a tareas y responsabilidades concretas que hacen que el proyecto LEC
sea tangible y útil en el contexto de las diferentes sedes.

METAS DE TRABAJO DEL PROYECTO LEC

1. Los equipos de vida que conforman el grupo LEC demuestran su identidad en por
lo menos una experiencia propia, desde una educación evangelizadora,
humanizante, liberadora e inculturada

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Proyecto LEC 2015
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 2. Todas las personas que participan en el grupo LEC, evidencian su liderazgo e
identidad claretiana, en actividades educativas institucionales que responden a las
necesidades de las comunidades de aprendizaje en las que participa.
3. Cada sede programa y ejecuta jornadas previas para la organización del trabajo a
presentar en el encuentro de los tres países.
4. Cada uno de grupos LEC realiza por lo menos un encuentro mensual en el que se
fortalecen como equipos de vida mediante la cualificación permanente y la
celebración de la vida.
5. Cada año se llevará a cabo un encuentro de laicos en donde se consolidan los
grupos y se enriquecen sus acciones evangelizadoras desde la misión compartida.
6. Promover acciones de auto-gestión que garantizan el desarrollo de las diversas
actividades que desarrollan los LEC en cada una de las sedes.

METODOLOGIA

Como LEC deseamos participar conscientemente desde el Ver- juzgar- actuar, en la

construcción del mundo que se viene, porque nos preocupa el futuro inmediato.
Buscamos el conocimiento, en una acción comunitaria para construir un mundo mejor,
porque se asume que la realidad se hace y se construye en comunidad; que desde el
trabajo en Misión compartida se nos permite relacionarnos y ser sensibles a las
necesidades que desde la acción educativa cumple con una de las opciones de San
Antonio María Claret: el trabajo por los más necesitados. Es así como somos cada vez
más “comunidades en aprendizaje”. Esta perspectiva nos ayuda al trabajo compartido
con metas compartidas. Un trabajo que potencia la autonomía y la relación, la creatividad
y la innovación de ideas, la comunicación de información y la originalidad de cada grupo.
Un trabajo donde no es necesario que todos estemos en todo sino que estemos donde
tenemos que estar, que potencie la responsabilidad y que permita la utilización de
diversas estrategias participantes.

LÍNEAS DE ACCIÓN.

1. Favorecer en los diversos países y centros claretianos el enriquecimiento de

las personas que pertenecen al grupo LEC.

CRITERIOS
- Desarrollo de procesos de formación permanente sobre Pastoral educativa y
carisma Claretiano.
- La Palabra de Dios estará presente como inspiración y punto de referencia de
los educadores laicos claretianos y como eje fundamental de los procesos de
formación y desarrollo integral de las personas.
- Todas las experiencias realizadas por el grupo deben estar articuladas al
horizonte misionero del proyecto.
TAREAS
- Cualificación permanente.
- Los espacios celebrativos.
- Los encuentros de Vida.
- El liderazgo y dinamización de actividades educativas.

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 - Diseñar estrategias que propicien la identidad y pertenencia de los miembros
de la comunidad con la misión y visión de LEC.
- Desarrollo integral de los laicos educadores como agentes de cambio. .
- Verificar la pastoral educativa en las distintas experiencias.
- Orientar, asesorar y hacer seguimiento a las experiencias educativas.

2- Asumir la misión compartida en acciones de proyección a la comunidad

desde los que saben hacer los LEC

CRITERIOS
- Análisis permanente de la realidad y atención a la dinámica social y económica
actual, para responder a lo más urgente, oportuno y eficaz.
- Recuperar la importancia de la pedagogía en la dinámica de la sociedad.
- Resignificar el sentido, la pasión y la defensa de la vida.

TAREAS
- Dinamización y liderazgo de equipos que trabajen con padres.
- Exploración de sitios de misión.
- Incentivar procesos de Pastoral Infantil y Juvenil en las instituciones.
- Involucrar al docente LEC en proyectos sociales comunitarios a través de
experiencias significativas en cada una de las sedes.
- Diseñar un instrumento de verificación que permitan determinar si el proyecto
educativo está al servicio de la vida.

3- Vivenciar espacios de espiritualidad al interior de cada uno de los subgrupos

que conforman los LEC.

CRITERIOS
- Estructurar la forma organizativa de los LEC como equipos de vida.
- Compartir una identidad, un Carisma y una Misión como agentes del proceso
educativo.
- Facilitar espacios de participación en el proceso evangelizador consecuentes
con la Misión Compartida.
- Garantizar los procesos de formación y el desarrollo de liderazgos de las
personas que participan en el grupo como agentes evangelizadores que llevan
la buena nueva.
TAREAS

- Apropiación del ideario por parte de todas las personas que conforman el
grupo LEC.

- Clarificación del proyecto y las implicaciones de la Misión Compartida desde la

identidad como educadores claretianos.

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Revisión Bogotá – Octubre 2015
 - Incentivar el estudio de la Biblia y su contextualización en los signos de los
tiempos en las diferentes experiencias de vida del grupo.

- Orientar las formas organizativas de los diversos equipos de vida del grupo
LEC (Cúcuta, Venezuela, Ecuador, Neiva, Cali, Bogotá) buscando la
construcción colectiva y el trabajo en equipo a la luz del proyecto LEC.

4- Facilitar Intercambio de experiencias educativas y misioneras desde la

acción de los diversos equipos del grupo LEC

CRITERIOS

- Recuperar la importancia de la reflexión pedagógica para la planeación,

ejecución y evaluación de experiencias educativas y misioneras al estilo LEC.
- Resignificar el sentido, la pasión y la defensa de la vida en acciones y
experiencias en misión compartida que se realizan en diferentes contextos de
nuestro pueblo Latinoamericano.

TAREAS
- Diseñar un instrumento de verificación que permitan determinar si las
experiencias que realizan los LEC, están al servicio de la vida.
- Garantizar que la dimensión al servicio de la vida esté incorporada en los
procesos evaluativos y de planeación que se realizan en los diversos centros
en los que participan los LEC.
- Organizar la red de comunicación para propiciar el intercambio de experiencias
pedagógicas y comunitarias.

EVALUACION

El proyecto LEC establece múltiples variables a tener en cuenta. Estos se pueden

resumir así:

1. Sociales: relevancia de la problemáticas que cobija el grupo de cada sede; grado de

cobertura

2. Técnicos: pertinencia (grado de adecuación del proyecto a sus objetivos y a la

Población meta); las metas de actividades, productos, efectos e impacto;
incremento de cobertura - eficacia (metas de producción de bienes y servicios).

3. Económicos: costos totales de las acciones y los subproyectos (con valores

presente y anualidades, desglosados en un presupuesto); beneficios
(externalidades positivas para la población objetivo u otros beneficiarios legítimos).

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Proyecto LEC 2015
Revisión Bogotá – Octubre 2015
 4. Institucionales: capacidad para lograr las metas propuestas (del organismo
ejecutor y del equipo específico adscrito al proyecto); trayectoria del organismo
ejecutor (experiencia y grado de éxito en proyectos anteriores); participación de la
Población objetivo (grado de involucramiento en la operación del proyecto).

Estas variables se evaluarán en los equipos de las diferentes sedes en procesos de

reflexión y coevaluación continua de los diversos planes operativos que se establecen
con el fin de hacer realidad las diversas líneas de acción enmarcadas en el proyecto LEC.

Los encuentros anuales son también espacios propicios que permiten evaluar las
acciones compartidas que se llevan a cabo como laicos que caminan y dejan huella.

BIBLIOGRAFIA

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Ecuador y Venezuela. Misioneros claretianos Colombia, Ecuador, Venezuela. Proceso de
reunificación del nuevo Organismo. Septiembre de 2010
Provincia de Colombia oriental y Ecuador. Proyecto y Plan Provincial de Vida y Misión. Las
Mercedes Sasaima, Colombia. Mayo 2011.
Marco Raúl Mejía J. Pedagogía y resistencia hoy en Colombia. Borrador de trabajo. Planeta paz.
Expedición pedagógica Nacional. Programas Ondas. Octubre 2010.
II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano." Medellín, Colombia 1968"
III conferencia General del Episcopado Latinoamericano "Puebla1979"
IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano."Santo Domingo1992"
V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Aparecida, Brasil mayo 2007
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Itinerario de la Misión Continental. Junio
2009
Hernández Landa L (1990). Investigación Participativa: una propuesta para el desarrollo
comunitario. Xalapa: Universidad Veracruzana
Aguilar, F. de A.: "Vida del E. e I. D. Antonio M. Claret", 1871.
Aguilar, M.: "Vida admirable del S.D.P. Antonio M. Claret", 1894.
De las obras de san Antonio María Claret, obispo L´Egoismo vinto, Roma1869, 60; Autobiografía.
S.P. XXI Capítulo General CMF. Roma, 1991.
San Antonio María Claret. Autobiografía. Editorial Claret. 3º Edición. Año 2000

CIBERGRAFIA

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http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/torres/ninci.pdf
http://www.index-f.com/cuali/observacion.pdf
http://www.invire.net/nuevasfotos/texto_koldo.pdf
http://www.eclac.cl/dds/noticias/paginas/8/15448/Manual_dds_200408.pdf

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