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Las dietas ricas en hidratos de carbono, y especialmente las que contienen fructosa,6
incrementan notablemente la lipogenia en el hígado y el tejido adiposo de los seres
humanos.
Independientemente del estado nutricional, en la mayoría de los tejidos se sintetizan
ácidos grasos, al menos en pequeñas cantidades. A continuación, se muestran algunos de
los pasos esenciales de la biosíntesis de los ácidos grasos, que tienen efectos muy
importantes sobre el metabolismo sistémico.
El citrato procedente del ciclo de los ácidos tricarboxílicos (TCA) se transforma en
acetilcoenzima A (acetil-CoA) en el citoplasma mediante la acción de la trifosfato de
adenosina (ATP) citrato liasa. A continuación, la acetil-CoA carboxilasa (ACC)
convierte la coenzima A en malonil-CoA; existen dos formas isoformas de ACC: la
ACC1 (codificada por el gen ACACA), que se encuentra en el citosol y es importante en
el hígado y el tejido adiposo, para la lipogenia de novo, y la ACC2 (ACACB), que se
asocia a las mitocondrias, desempeña también algún papel en el metabolismo hepático y
se expresa en mayor grado en el músculo y el corazón.
La malonil-CoA inhibe la enzima carnitina palmitoiltransferasa 1 (CPT1), que
transporta ácidos grasos al interior de las mitocondrias, con lo que impide el
catabolismo de las grasas en condiciones fisiológicas en las que se está almacenando
energía en forma de grasa mediante la biosíntesis de ácidos grasos. La malonil-CoA
también actúa como sustrato de la ácido graso sintetasa, que va conectando
secuencialmente fragmentos de átomos de carbono hasta generar ácidos grasos
saturados, como el palmitato. El palmitato se convierte en estearato mediante la acción
de una elongasa de ácidos grasos de cadena larga, que, cuando se inactiva, promueve la
obesidad, pero previene la resistencia a la insulina. A continuación, el estearato se
transforma en oleato mediante la acción de la estearoil-CoA desaturasa 1, que, cuando
se inactiva, incrementa la oxidación de los ácidos grasos y protege frente a la obesidad
inducida por la dieta y la resistencia a la insulina.
El proceso de β-oxidación de los ácidos grasos se lleva a cabo en las mitocondrias. Son
transportados a través de la membrana plasmática, transformados en formas acil-CoA
mediante la acil-CoA sintetasa, y transportados en esa forma hasta la matriz
mitocondrial mediante la acción de CPT1 y CPT2. La β-oxidación va separando
unidades de dos átomos de carbono mediante la acción secuencial de las acil-CoA
deshidrogenasas, la enoil-CoA hidratasa, la hidroxil-CoA deshidrogenasa y la tiolasa.
En este proceso se generan dinucleótido reducido de nicotinamida y adenina (NADH), y
dinucleótido reducido de flavina y adenina (FADH), cuya incorporación a la cadena de
transporte de electrones produce ATP. Tras múltiples ciclos se produce acetil-CoA, que
puede actuar como sustrato en el ciclo de los TCA y en la cetogenia.
La cetogenia es necesaria para la vida en situaciones de privación de nutrientes. Cuando
existe un déficit de insulina, la producción de cuerpos cetónicos es extrema, lo que
representa una amenaza para la supervivencia. La 3-hidroxi-3-metilglutarilcoenzima A
(HMG-CoA) sintetasa (enzima limitante de la velocidad en las mitocondrias) transforma
la acetil-CoA en hidroximetilglutaril-CoA, que es convertida posteriormente en
acetoacetato por la acción de la HMG-CoA liasa. El acetoacetato se puede reducir a β-
hidroxibutirato o transformar en acetona.
Síntesis de triglicéridos.
Síntesis de fosfolípidos.
Lipoproteína lipasa.
Los adultos no necesitan ingerir colesterol en la dieta, ya que muchos tejidos son
capaces de sintetizarlo. El hígado y el intestino son los dos órganos en los que se lleva a
cabo la mayor parte del metabolismo del colesterol en los seres humanos, aunque la
renovación normal de la piel genera también pequeñas pérdidas de esta sustancia.
Absorción, síntesis y excreción del colesterol
El colesterol se absorbe mediante un proceso que requiere la formación de micelas de
sales biliares. Existe un gradiente de absorción a través del intestino que es más
acentuado en el intestino delgado proximal, y algo menos en el íleon. Este gradiente
presenta una correspondencia con el grado de expresión de la proteína de Niemann-Pick
similar a C1 de tipo 1 (NPC1L1), una proteína transmembrana con un dominio que
reconoce esteroles y que interviene en
la absorción del colesterol. La
NPC1L1 es la diana de la
ecetimiba, un fármaco que
reduce la concentración de
colesterol y que se ha demostrado que reduce también el riesgo de cardiopatía; también
interviene en la absorción de fitosteroles como el sitosterol. Los esteroles son
bombeados hacia el exterior de los enterocitos, a la luz intestinal, mediante dos
transportadores ABC (ATPbinding cassette), ABCG5 y ABCG8. A continuación, se
representa la síntesis del colesterol.
La enzima que limita la velocidad de síntesis de los ácidos biliares es la colesterol 7α-
hidroxilasa, que se encuentra sometida a regulación mediante retroalimentación por
parte de los ácidos biliares. La interrupción de la circulación enterohepática de los
ácidos biliares mediante fármacos secuestradores de ácidos biliares (SAB) incrementa la
síntesis de estos compuestos, y reduce la concentración plasmática de colesterol y la
incidencia de episodios vasculares adversos.
Los receptores nucleares, que suelen ser factores de transcripción con dominios de
unión a ligandos y a ADN, afectan al metabolismo lipídico. Entre las hormonas clásicas
que interaccionan con receptores nucleares y ejercen efectos importantes sobre los
lípidos se encuentran la hormona tiroidea, los glucocorticoides, los estrógenos y la
testosterona.
La hormona tiroidea regula el metabolismo del colesterol mediante efectos directos
sobre el gen de un factor de transcripción que controla la expresión de los receptores de
LDL, la proteína fijadora del elemento regulador de esteroles 2 (SREBP2). Esta es la
razón por la que las concentraciones de lípidos suelen ser elevadas en los pacientes
hipotiroideos y bajas en los hipertiroideos. Los glucocorticoides ejercen potentes efectos
en diferentes aspectos: inducen la expresión de la HMG-CoA reductasa, promoviendo
de esta manera la síntesis de colesterol; incrementan la expresión de la ácido graso
sintetasa y, por tanto, la síntesis de ácidos grasos, y reducen la cantidad de LPL y, en
consecuencia, el aclaramiento de los lípidos circulantes. Por ello, es frecuente que los
tratamientos con glucocorticoides den lugar a hiperlipidemia, que se ve amplificada por
la resistencia a la insulina que inducen los glucocorticoides. Los estrógenos y los
moduladores selectivos de los receptores de estrógenos como el raloxifeno reducen la
concentración de colesterol mediante la inducción de la actividad de los receptores de
LDL; tienden a incrementar la concentración de triglicéridos, especialmente cuando se
administran en grandes dosis por vía
oral. Los derivados del colesterol se
pueden utilizar como moduladores
selectivos de los receptores de
estrógenos (MSRE) para actuar sobre el
sistema vascular. Los andrógenos reducen
la concentración de HDL mediante la
activación del receptor de
andrógenos.
Existen otros receptores nucleares
que afectan al metabolismo de los
lípidos aquí se encuentran los PPAR,
los receptores X hepáticos (LXR) y el
receptor farnesoide X (FXR).
LIPOPROTEÍNAS PLASMÁTICAS,
APOLIPOPROTEÍNAS, RECEPTORES Y OTRAS
PROTEÍNAS
Principales lipoproteínas
Principales apolipoproteínas
Hipertrigliceridemia
1. Hiperquilomicronemia en ayunas
Defecto primario de metabolismo de quilomicrones o concentraciones elevadas de
VLDL, que saturarían la capacidad de LPL para transformar los triglicéridos en ácidos
grasos libres y generar residuos lipoprotéicos susceptibles de ser captados por el hígado.
La saturación se produce con elevaciones sup a 500mg/dl. La H. familiar, h. combinada
familiar y la disbetalipoproteinemia pueden manifestarse en forma de HEA, una causa
es: diabetes descontrolada, que conduce a aumento de lipólisis intracelular en el tejido
adiposo, factores dietéticos, alcohol, dietas ricas en hidratos de C. Pacientes con más de
10.000mg/dl no presentan pancreatitis mientras que otros lo hacen con concentraciones
menores
2. Déficit de lipoproteína lipasa
La mayoría de los déficits enzimáticos de LPL se deben a proteína LPL inactiva.
Causas: DM2 y obesidad por resistencia a insulina. Fenómeno secundario, por
trastornos autoinmunitarios que pueden ir asociados a catabolismo anormal
3. Hiperlipidemia posprandial
Concentraciones plasmáticas de lípidos se suele determinar después del ayuno nocturno,
los residuos de quilomicrones se asocian a enf. Cardiovasculares, lipidemia posprandial
en forma de incremento de triglicéridos se asocia a mayor riesgo de enf. Cardiaca
Evaluación diagnóstica de la hipertrigliceridemia grave
Los trastornos que dan lugar a hipertrigliceridemia en ayunas pueden dar lugar a
hipertrigliceridema grave cuando se producen exacerbaciones debidas a la dieta, a la
toma de fármacos o a otras situaciones, como la diabetes o el embarazo.
El déficit genético de LPL se diagnostica por sus características clínicas y por la
actividad defectuosa de la LPL en la sangre postheparina; el déficit de LPL se suele
asociar a la aparición temprana de la enfermedad, que suele producirse en la infancia.
La anomalía lipídica más frecuente en los portadores heterocigóticos son los
antecedentes familiares de concentraciones bajas de HDL.
Se han descrito más de 100 mutaciones diferentes del gen de la LPL, motivo por el cual
la evaluación de este trastorno se sigue haciendo por métodos bioquímicos y no
genéticos. Para ello se administra al paciente en ayunas una inyección intravenosa de 60
unidades/kg de heparina, con lo que la LPL se libera al torrente circulatorio. Diez
minutos más tarde se obtiene una muestra de sangre postheparina, que se almacena en
hielo; finalmente, se congela el plasma y se remite a un laboratorio de referencia
especializado en lípidos para su análisis. El déficit de apoCII, el activador de la LPL y
los inhibidores de la LPL (p. ej., anticuerpos) se pueden detectar mezclando el suero del
paciente con una fuente humana o bovina de LPL, y midiendo después la actividad de la
enzima.
Insuficiencia renal
Puede ser consecuencia de una resistencia a la insulina subyacente y de una lipólisis
defectuosa de los triglicéridos plasmáticos. La hipertrigliceridemia en el síndrome
nefrótico se ha relacionado con el aumento de la concentración en el torrente
circulatorio de proteína similar a la angiopoyetina 4, un inhibidor de LPL
Fármacos
Los fármacos asociados con más frecuencia con hipertrigliceridemia son los análogos
de los estrógenos, las tiacidas, los ß-bloqueantes, los inhibidores de la proteasa, los
glucocorticoides, los inmunodepresores, los retinoides (isotretinoína), las resinas
secuestradoras de ácidos biliares y los nuevos antipsicóticos.
Los tratamientos con estrógenos por vía oral incrementan la concentración plasmática
de triglicéridos como consecuencia de una mayor producción hepática de VLDL, pero
la terapia combinada de estrógenos con progestágenos no eleva los triglicéridos y en
algunas ocasiones reduce las LDL.
Cuando existe hipertrigliceridemia subyacente, pueden aparecer hiperquilomicronemia
grave y pancreatitis tras la administración de estrógenos solos o de píldoras
anticonceptivas, así como durante la estimulación de los ovocitos para el tratamiento de
la infertilidad. El tamoxifeno, un MSRE, puede causar hipertrigliceridemia grave y
pancreatitis, pero el raloxifeno, otro MSRE, no eleva los triglicéridos.
Dieta y alcohol
La producción hepática de triglicéridos es especialmente intensa tras la ingestión de
azúcares simples, como los que contienen los alimentos azucarados (especialmente las
bebidas que contienen fructosa de sirope de maíz) y otros hidratos de carbono (pan,
pasta, arroz y patatas). Una ingesta excesiva de hidratos de carbono simples suele
conducir a una hipertrigliceridemia moderada, pero también puede exacerbar
hipertrigliceridemias subyacentes de origen genético. La ingestión de grasas puede dar
lugar a hiperquilomicronemia grave, especialmente cuando la concentración de
triglicéridos supera los 500 mg/dl.
Hipercolesterolemia familiar
Los individuos con HF (la mayoría de ellos heterocigóticos) presentan concentraciones
de colesterol superiores a 300 mg/dl. Esta cifra puede llegar a duplicarse en los
pacientes con la forma homocigótica de la enfermedad. La forma heterocigótica de la
enfermedad puede afectar a 1 de cada 200103 individuos de la población general y es
una causa importante de cardiopatía coronaria precoz.
Por razones desconocidas, las concentraciones elevadas de LDL promueven el depósito
de colesterol en los tendones. Los xantomas tendinosos como los que se muestran en la
figura 37-17C y D afectan aproximadamente a un 75% de los pacientes con HF. Son
especialmente frecuentes en el tendón de Aquiles. Al examinarlo, se observa una
pérdida de la forma arqueada típica del tendón, o se detecta un bulto o un engrosamiento
general del tendón.
Los xantomas aparecen también en los tendones extensores de las manos, aunque con
menos frecuencia, y se aprecian especialmente bien en los nudillos y con el puño
cerrado. Los xantomas del tendón de Aquiles pueden dar lugar a episodios recurrentes
de tendinitis aquílea.
Estos individuos presentan anomalías clínicas en fases tempranas de la vida, como la
aparición de xantomas tendinosos, planos y tuberosos, intensa hipercolesterolemia
desde el momento del nacimiento, cardiopatía coronaria precoz o valvulopatía aórtica.
Las concentraciones plasmáticas de colesterol suelen oscilar entre 15,5 mmol/l (600
mg/dl) y 25,9 mmol/l (1.000 mg/dl), y las de colesterol LDL (LDL-C) van desde 500
hasta 950 mg/dl.
Algunos estudios, aunque no todos, sugieren que las concentraciones elevadas de Lp (a)
van asociadas a un mayor riesgo de cardiopatía coronaria.
En un principio se pensó que la Lp (a) constituía un factor de riesgo cardiovascular en
los individuos africanos y afroamericanos.
Los pacientes con concentraciones elevadas de Lp(a) presentan mayor tendencia a la
formación de coágulos en las derivaciones coronarias y en las prótesis endovasculares.
Hipercolesterolemia poligénica
Lipoproteína(X)
Sitosterolemia
Xantomatosis cerebrotendinosa
Hipotiroidismo e hipercolesterolemia
Todos los pacientes que presenten hiperlipidemia significativa deben ser sometidos a
estudios de detección de hipotiroidismo, ya que el déficit de hormona tiroidea provoca
hipercolesterolemia, y las concentraciones reducidas de hormona tiroidea predisponen a
la miositis inducida por estatinas.
Hiperlipidemia combinada
Síndrome nefrótico
Tratamientos inmunodepresores
Una evaluación adecuada de la hiperlipidemia suele hacer preciso que los médicos
determinen si se debe a un trastorno genético primario o si, por el contrario, es
secundaria a alguna otra enfermedad sistémica. Para ello, es necesario considerar el
cuadro clínico y los tratamientos farmacológicos a que está siendo sometido el paciente.
En algunas situaciones es útil evaluar la posible presencia de disbetalipoproteinemia. En
otros casos es sensato instaurar un tratamiento empírico.
HIPOCOLESTEROLEMIA
Entre las causas secundarias que pueden dar lugar a concentraciones muy bajas de
lipoproteínas que contienen apoB y a concentraciones bajas de colesterol se encuentran
la malabsorción, la sepsis, la insuficiencia hepática y la malnutrición. Existen también
trastornos genéticos que provocan concentraciones bajas de colesterol.
Hipobetalipoproteinemia familiar
Abetalipoproteinemia
Hipoalfalipoproteinemia familiar
Mutaciones de la apolipoproteína AI
Las mutaciones del gen de apoAI pueden reducir la producción de HDL e inducir en
consecuencia bajas concentraciones plasmáticas de HDL-C. El déficit de apoAI puede
deberse a mutaciones puntuales en el gen de la apoAI o a deleciones o reorganizaciones
génicas en el locus apoAI/CIII/AIV/AV. El déficit de apoAI suele dar lugar a
concentraciones plasmáticas de HDL-C inferiores a 0,3 mmol/l (10 mg/dl). Algunas
variantes de apoAI activan débilmente la LCAT (v. más adelante). El diagnóstico
molecular se realiza mediante análisis de proteínas, en el que se observa una alteración
del tamaño de la apoAI, o mediante secuenciación génica. Algunas variantes de la
apoAI se asocian a amiloidosis.
El transportador ABCA1 es esencial para que se pueda completar la síntesis de las HDL
maduras en el hígado y en el intestino delgado. Se conocen una serie de mutaciones de
este receptor que se asocian a hipoalfalipoproteinemia. Como el número de mutaciones
genéticas es elevado, para detectar este defecto se llevan a cabo análisis en los que se
estudia la «descarga» del colesterol contenido en fibroblastos hacia la apoAI.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la hipertrigliciremia grave está indicado para reducir el riesgo de
pancreatitis un manejo óptimo de los factores de riesgo reduce el riesgo de episodios
ateroescleróticos
Los nuevos factores de riesgo son el tabaquismo, las concentraciones anormales de
lípidos en la sangre, la hipertensión, la diabetes, la obesidad abdominal, la falta de
actividad física, el bajo consumo diario de frutas y verduras, el consumo excesivo de
alcohol y el índice psicosocial (depresión, estrés interpersonal , estrés financiero
acontecimientos vitales importantes y falta de control )
Tratamiento del paciente hiperlipidemico
Evaluación inicial: elaboración de la historia clínica en la cual es de mucha eficacia una
historia detallada de antecedentes familiares de primer grado que puedan mostrar
trastornos del metabolismo del colesterol o casos de CC precoz y la exploración física
en la cual debe comprobarse la existencia de factores de riesgo de CC mas un analisisi
de lípidos en la sangre
Los cambios del estilo de vida son los tratamientos de primera línea frente a la
hiperlipidemia estos cambios son:
DIETA
EJERCICIO
OTROS
b)Tratamiento farmacológico
Para las elevaciones del LDL-C asociadas a incrementos entre leves y moderados (<
500 mg/dl) de los triglicéridos pueden dar resultados aceptables las estatinas, el ácido
nicotínico, el fenofibrato o el gemfibrocilo.
- Los fármacos que se metabolizan a través del sistema del citocromo P450
(CYP), como el ketoconazol, el itraconazol, la claritromicina y la eritromicina,
incrementan la concentración plasmática de las estatinas
- El efecto adverso más grave que puede aparecer es la rabdomiólisis, que
conduce a mioglobinuria e insuficiencia renal. La rabdomiólisis es poco
frecuente y tiende a afectar más a pacientes con insuficiencia renal, edad
avanzada, otras enfermedades concomitantes, polimedicados o en período
postoperatorio
Niacina.
En 1955 se descubrió que el ácido nicotínico o niacina, una vitamina del complejo B,
reduce la concentración plasmática de colesterol en los seres humanos. Es útil para
pacientes con hiperlipidemia combinada y bajas concentraciones de HDL. No es el
mejor fármaco para reducir las LDL, pero puede ser útil en determinadas circunstancias,
como la intolerancia a estatina o cuando el coste es un factor limitante el efecto adverso
más frecuente es el enrojecimiento cutáneo, que es más notable cuando se administran
las primeras dosis dérmica. Este enrojecimiento se puede minimizar ingiriendo la
niacina acompañada de alimentos o tomando ácido acetilsalicílico (preferiblemente 325
mg) entre 30 y 60 min antes de la administración de la niacina, La niacina se puede
utilizar sin problemas en pacientes con intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus,
especialmente en los sometidos a tratamientos hipoglucemiantes
Fibratos.
Los fibratos pueden reducir ligeramente el LDL-C, pero su uso más extendido es el
tratamiento de la hipertrigliceridemia grave y la hiperlipidemia combinada. El
fenofibrato se puede administrar una vez al día Los fibratos están contraindicados en
pacientes con trastornos hepáticos o de la vesícula biliar. El gemfibrocilo puede ser
utilizado a partir del segundo trimestre en mujeres embarazadas con grandes
elevaciones de los triglicéridos que supongan un riesgo de pancreatitis
Ecetimiba
La ecetimiba inhibe la absorción de colesterol Se usa principalmente asociada estatinas
para reducir aún más el LDL-C. Su administración junto con simvastatina resultó más
beneficiosa que la de simvastatina sola en pacientes
con síndromes coronarios agudos Entre sus efectos adversos se encuentran la diarrea y,
tal vez, mialgias. La ecetimiba está contraindicada en el embarazo y en la disfunción
hepática grave
Tratamientos combinados
Los tratamientos combinados están indicados en pacientes con grandes elevaciones de
los lípidos y en los que presentan una respuesta insuficiente a la monoterapia
3,8 g/día de colesevelam más 10 mg/día de atorvastatina reducen alrededor del 50% el
LDL-C, un efecto parecido al observado con 80 mg/día de atorvastatina en monoterapia;
este resultado es relevante para casos de intolerancia a las altas dosis de estatinas.
3. Estatina más niacina. La adición de niacina a una estatina puede reducir el LDL-C
entre un 10 y un 20% adicional, además de ejercer efectos beneficiosos sobre los
triglicéridos
8. Otras combinaciones.
El tratamiento triple con estatina, ecetimiba y fenofibrato puede servir para conseguir
reducciones adecuadas de los triglicéridos y el LDL-C sin necesidad de utilizar dosis
muy
altas de estatina.
Tratamiento quirúrgico
La derivación quirúrgica parcial del íleon se ha utilizado para reducir la concentración
de lípidos en pacientes con hipercolesterolemia grave intolerancia a los fármacos
hipolipidemiantes. Este tratamiento quirúrgico reduce entre un 20 y un 25% el
colesterol total, e induce la regresión de las lesiones ateroescleróticas.207 El trasplante
hepático y la derivación portocava se han utilizado como tratamientos experimentales
en casos de HF homocigótica.
Tratamiento de la disbetalipoproteinemia.
Como la disbetalipoproteinemia se ve influida por las condiciones metabólicas
coexistentes, se debe intentar concienzudamente identificar y tratar la obesidad, la
diabetes mellitus y el hipotiroidismo, así como reducir el consumo de alcohol.
Normalmente, las anomalías lipídicas se pueden solucionar sin necesidad de recurrir a
tratamientos farmacológicos. La disbetalipoproteinemia se asocia especialmente al
hipotiroidismo y responde de forma espectacular al tratamiento de reemplazo hormonal.